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ENCICLOPEDIA DE DIRECTORES: JOSE PENIN Y WALTER GUIDO /EN' VENEZUELA 2 cE S an er een as LA FUNDACION BIGOTT es una de tas més impor: tantes fundaciones empresariales de Venezuela. Creada desde 1963 como una Divisién Corporativa de C.A. Cigarrera Bigott, Sues. -empresa filial de British American Tobacco-, Fundacién Bigott ha desarrollado a lo largo de su trayectoria institucional extensos progra mas culturales, educativos, agricolas y ambientales. A partir de 1981, sus actividades se concentran en la promocin y fomento de la cultura popular venezolana Disefiando herramientas de trabajo en las dreas educati Va, editorial y audiovisual, 1a Fundaetén Bigott se con- vierte en una institucién tinica en su tipo. Sus aeciones educativas en ¢] campo de la ensefianza de la misica y la danza venezolanas tienen un impacto directo anual en unos 1.500 estudiantes que asisten regularmente a los Talleres de Cultura Popular. Convenios de capaci tacién firmados en los tiltimos afios con el Ministerio de Educacién y la Fundacién del Nifo extienden la influen- cia educativa de sus programas a nivel nacional. La larga presencia de sus grupos musicales de proyeccién, que han recorrido los mejores auditorios nacionales y representado al pais en importantes eompromisos inter- nacionales, ha sido valorada por las nuevas genera- clones de mtsicos e intérpretes venezolanos como uno de los ensayos mas sélidos de recuperacién y relectura del patrimonio musical y danefstico del pats. En materia de difusién cultural, los programas educa- tivos y audiovisuales de Ia Fundacién Bigott destacan por el enorme inventario ya establecido sobre las tradi ciones populares venezolanas. Cultores, artesanos, milst- os, milagreros, investigaciones sobre la pesca artesanal © sobre nuestros hébitos culinatios, sobre nuestros instrumentos musicales 0 sobre nuestros ceramistas, documentales sobre las regiones musicales del pats 0 sobre las festividades del calendario ritual venezolano, hacen de sus libros, revistas y programas televisivos materia de consulta obligada para especialistas, centros de estudio y universidades nacionales y extranjeras ENCICLOPEDIA DE LA MUSICA EN VENEZUELA Fundacion Bigott Juyta DRE, Cristian Beyer PRESIDENTE Antonio Duarte Castro Jorge Jezerskas imectoR Nelson Goncalves DIRECTOR Robert Bottome Dmeecroe Antonio Lopez Ortega DimpoToR/ GEREN NS See | | sxocrorepraveLA MUSICA pico nsoresvywaumecue EN VENEZUELA Fundacion Bigott Este trabajo durante su desarrollo ha contado con la valiosa colaboracton de las siguientes instituciones: Comisién Nacional para la Conmeimoracién del Quinto Centenario del Descubrimiento de América. Encuentro de Dos Mundos Ministerio de Relaciones Exteriores Ministerio de Educacién Consejo Nacional de la Cultura Instituto Aut6nomo Biblioteca Nacional Pundacién Vicente Emilio Sojo Centro de Documentacién e Investigaciones Actistico Musicales (Cediam) Fundacién Bigott PRESENTACION Diet afios después de la publicacién de Fabricantes del sonido, y luego de haber cubierto un am- lio abanico que ha abarcado t6picos como el arte popular, la cerémica en barro, las fiestas tradi Ciomales, los cultivos tradicionales, la pesca artesanal y, més recientemente, la cocina venezolana, Ja Fundacion Bigott se reencuentra editorialmente con la mdsica popular y tradicional venezolana, Sélo que, en esta oportunidad, la tentativa abarea mucho més al querer incorporar todos los géne- ros y expresiones junto a las otras manifestaciones artisticas que a lo largo de la historia venezola- nahan permitido definir y consolidar un patrimonio musical dnico. Si con la publicacién de La mirada del Otro (1995) ~aniotaciones de viajeros extranjeros que visita ron el pais durante todo el siglo XIX se buscaba abrir el espectro de nuestra originaria linea edito- rial (el estudio de las tradiciones populares) complementndola con el necesario conocimiento de nuestro signo colectivo bajo la mira analitica de otras diseiplinas, ahora se trata de postular en el campo de la musicologia venezolana un camino de biisqueda integradora en el que el estudio de la Iniisica de tradiciOn oral y el de la misica académica se intertelacionen y fecunden mutuamente. De esta manera, el registro popular y tradicional se amplta en infinitas direcciones al poder con- frontarse -sin prejuicios y sin barreras— en el mismo universo cientifico que abarca a la misica como una totalidad, Bncielopedia de ta misica en Venezuela —obra que engalana nuestra produccién editorial en 1998 es una investigaci6n cientifica que, ademés de ser summa de cuanto en el pais se-ha hecho en el ‘4mbito de la miisica, es también, y por sobre todo, una visién contempordnea de Jo que debe ser el objeto de estudio de la musicologfa, Creemos firmemente que no podia ser otro el medio para regis trar esta manera de entender el estudio de la miisica que mediante una enciclopedia que reuniera los aportes de la etnomusicologta, dela organologta, de la musicologta sistematica ¢ histérica, de la antropologia y de muchas otras disciplinas que, hasta nuestro dias, no habfan encontrado un vinew To-comiin que difuniera sus hallazgos, Unica en su estilo, esta enciclopedia viene a marcar un hito en ta evolucién de los estudios musico- Jogicos venezolanos y es respuesta a la necesidad sentida de tener un instrumento de trabajo que a sintesis de cuanto existe en nuestro pats en el ambito de la miisica. Han sido los profesores José Penn y Walter Guido, directores de la obra, quienes junto a varias decenas de colaboradores, han logrado rastrear biograffas, instrumentos, formas, instituciones, archivos, bailes y danzas per- tenecientes al amplisimo mundo de la misiea tradicional, popular y académica de Venezuela y es tablecer un corpus monumental que habla de nuestra riqueza como cultura. Gracias al emperio de estos dos estudiosos de la misica se han rescatado multitud de documentos que dan cuenta de ‘uestro acontecer artistico y catalogado valiosas fuentes de informacién, que conforman todo un patrimonio que reclamaba su publicacion, La Fundacién Bigott presenta con orgullo esta obra de envergadura que, por su propia naturaleza, constituye una contribucion sin precedentes a la investigacién, la docencia y la difusién de los més sgenuinos valores del acervo musical venezolano. Se trata muy especialmente de sembrar el aprecio Por la misica en todas sus formas para superar ast los tiempos en que la indiferencia permitis la pérdida de buena parte de la invalorable memoria musical de Venezuela Ofistian Beyer | Presidente DiRpcroRes: José Periin y Walter Guido ‘SeCRERARLA: Laura Pita, Graciela Ramos REMsiOn racea Manuel Antonio Ortiz, Felipe Sangiorgi, Fredy Moncada y Graciela Ramos vesTeaponEs Gladys Alemén Emesto Magtiano Magaly Alfonzo Peyre José Rafael Maldonado ‘Teresa Alvarenga Silena Martinez ‘José Aponte Maria Teresa Melfi Miguel Astor Marfa Josefina Ménidez Alejandro Bruzual Jenny Misle Marfa Isabel Brito Stelling Xiomara Mistage Viana Cadenas Fredy Moncada Alecia Castillo Alberto Naranjo Miguel Castillo Didier Oswaldo Nolé Roberto Cedenio Maria Teresa Novo David Coifman Manuel Antonio Ortiz Angel D. Chamate Omar Olivero Sergio Delgado Inocente Palacios Felipe Doffiny sosé Pein Luis Arturo Dominguez, ‘Ana Marfa Pérez, Diana Duque Laura Pita Wo Farfan Graciela Ramos Eduardo Feo Casas Carolina Rodriguez, ‘Ana Marfa Fernéndez Fidel Rodriguez, Sergio Figallo José Atfredo Sabatino Valmore Freitez Humberto Sagredo Mhyriam Fuenmayor Rafael Salazar Carlos Garefa Ricardo Sandoval Sonia Garcia Felipe Sangiorgi Israel Girén Juan Francisco Sans Pedro Manuel Guédez, Gheisy Silva Delfina Guerra Sandrah Silvio Walter Guido Olimpia Sorrentino Gisela Guilarte Cristobal Soto Héctor Gutiérrez Eleazar Torres Darfa Hernandez Numa'Tortolero Luis Hernandez Andres Trujillo Eduardo Kusnir Sara Vaiser Ricardo Landaeta Alejandro Vasquez Marie Labonville ‘José Veldsquen Henry Leal Ronny Veldsquez Marfa Lisbona Angel Villanueva Olga Lipea Leén Zapata Leonardo Lozano Walentyna Ziegert LA IMPRENTA, LOS FONDOS MUSICALES Y LOS ESTUDIOS MUSICOLOGICOS EN VENEZUELA Los estudios musicolégicos propiamente dichos comienzan en nuestro pais, casi a mediados de ‘este siglo, bajo ¢! prisma de los conceptos teéricas que para el momento se tenian de este tipo de actividad cientifica. Por un lado, se estudiaba la miisica de tradicién oral bajo el término de etno- ‘musicologia y, por el otto; los aspectos histrieos y sistemiiticos con la denominacién de musicolo- ‘fa, Este planteamiento te6rico llev6 a crear organismos oficiales distintos, dedicados al estudio de cada uno de estos cometidos. En la década de 1940 se dan los primeros pasos en la formacién de una estructura administrativa oficial para el estudio de la cultura oral o folklore, donde ocupé un puesto destacadola misica, yen la d6eada de los setenta, se funda el Instituto Latinoamericano de Investigaciones y Estudios Musicales Vicente Emilio Sojo, dedicado a la musicologia. Esta estruc- tura persiste hasta el dia de hoy, aunque los planteamientos te6ricos a nivel internacional en gene- ya no mantienen esa dicotomfa entre etnomusicologia y musicologfa, sino que todo estudio cientifico te6rico de cualquier tipo de musica (indigena, folkl6rica, urbana, académica, occidental oriental), entra bajo el rubro de musicologia y dependerd del objeto de estudio 1a metodologia y estrategia cientifica a utilizar. ‘Sin embargo, dada la realidad hist6rica en nuestro medio, en el siguiente recuento veremos por se parado qué se hizo en cada una de las dreas a las que hicimos alusién, la oral yla escrita, En la mésica de tradicién oral Las primeras referencias a la misica de los habitantes de las terras hoy eonocidas como Venezue Ja, las tenemos en los eronistas de Indias. Allf se recogen importantes informaciones musicales entre el relato de leyendas, creencias, mitos y ceremoniales de los antiguos pobladores de estas tie tras, asi como en el levantamiento de sus enseres y formas de vida en general. Por ejemplo, nos ha blan de las fiestas, bales, cantos, fotutos (botutos), «caflones de barror, eeafiutos largos cuyas ex tremidades meten en una tinajar, bastones, furrucos, él tambor caverre del Orinoco, cajas, sonaje- 10s, calabazas, bocinas de caracol, sonajas de conchas, areitos, cascabeles (en tamanaco carapd), flauta urue-ch, tambores, trompetas, flautas de hueso,flautones de palo, caramillos de cafta, ata- bales de madera, cantos keyuvake, bailes cuetiy akkéinater{, maraca, trompetas de cfscara de ma- jagua, pifano, ete. Bntre los cronistas poderos nombrar a fray Pedro Simén que.en sus Noticias his- Joriales de Venezuela nos habla de las naciones orinoquenses, guayanos y auracos; fray Pedro de ‘Aguado que en Recopilacién historial de Venezuela se refiere a los indios guahiguas o giraharas, ‘omeguas, caribes y pobladores de Cubagua; Joseph Gumilla en El Orinoco ilustrado y defendido a los eaverres, nacién guaratina, otomaca, séliva, guamos y nacién beyote; Felipe Salvador Gilij en Ensayo de historia americana a las naciones tamanaca, parene, maipure, otomaca, avanes ¥ guai- punave; Pedro Martir de Angleria en Décadas det Nuevo Mundo a los chiribichenses; Juan de Cas tellanos en Blegias de varones ilustres de Indias nos da los primeros datos sobre misica en Cuba- ‘gua en Goro, donde nombra al primer misico en la historia musical del pats, Juan Rodriguez de Robledo; M. Girolamo Benzoni en Historia del mundo nuevo; Fernando o Hernando Colén en His- toria det Almirante don Cristébal Colén; Eranciseo Lépea. de Gémara en Historia general de tas In- dias y fa vida del Herndn Cortés; el padre Mateo de Anguiano en Misiones apostdlicas de las capu- chinos de estas provincias de Espafta en varias partes de América y de sus especiales frutos; Anto- nio Herrera y Tordesillas en Décadas; José de Oviedo y Baflos en Historia de la conquista y pobla- ‘in de Venezuela; fray Bartolomé de Las Casas en Historia de Indias y fray Lorenzo de Zaragoza en su Memorial de tas misiones de los capuchinos de la provincia de Cumand, se refieren a los habi tantes que encontré el europe en estas tierrasy'a sus primeras relaciones eon ellos. Los relatos-de viajeros del siglo XIX son también fuentes preciosas de informacién. Més de ciento ‘incuenta viajeros (aventureros, exploradores, cientificos, curas) nos visitaron nada-mds después de 1830 reeogieron bajo la dptica europea o norteamericana la vida musical en la cotidianidad del ‘venezolano. Ast, Miguel Maria Lisboa (consejero del gobierno de Brasil) viene en dos oportunida~ ‘des 1948-1844 y 1852-1854 y en su Relagao de tena. Viagem a Venezuela, Nova Granada e Equador nos habla de eémo y qué miisicas se hacen en los bailes; el naturalist y explorador Karl'R Appun llega en 1849 y en su obra Zt los trépicns nos habla'de bailes como el fandango, la paloma; la guara- cha, la cachucha y el joropo; el fotdgrafo Pal Rosti, quien recorrié también otros paises, pasa por aqui en 1857 y en sus Memorias de un viaie por América se refiere a bailes como la polea, ke danza y ol vals; Friedrich Gersticker en Vigjero por Venezuela, 1858 (bajo este titulo editados por la UCV Jos capitulos dedicados a nuestro pais), nos habla del misico y empresario Gustavo Julio Vollmer; Carl Sachs nos vista el afo 1878 y en su obra De fas Lancs, dice que ela gran pasion de las criollas por el baile es la causa de que en Garacas se encuentre un piano en cada casa acomodadae, asi como yel:talento musical esta muy difundido en Venezuela» y describe con detalle la guitarrilla 0 ‘mandota (nuestro actual cuatro), las maraeas, el canto y el baile de joropo en las vbajas clases po: pulares de color»; Jenny de Tallenay en sus Recuerdas de Venecuela (estuvo aqui entre 1878-1881) habla de nuevo del valsy de Ia copla; Wilhelm Sievers en Venezuela (1884) y Segundo viaje a Vene zuela, (1892), dice que las «melodfas populares son melancélicas, sombrias, tristes y monétonas. nasales... con freeuencia improvisadase, ete Otro lugar importante en el interés y reflexion por la mésica tradicional popular lo tenemos en la literatura costuinbrista, nativista, criolista 0 tradicionalista decimonénica, Alli, en la novela, en el ccuento, en Ja poesia, en prédicas, en la biografia, en el relato, en la simple erdnica de cardcter his t6rieo, entre el levantamiento de la cultura venezolana en general, podemos encontrar referencias, alusiones, informaciones concretas musicales, descripciones u opiniones sobre diferentes aspectos del quehacer musical. Autores como Juan Manuel Cagigal (1803-1855) en Contratiempos de wn via- _joro; Fermin Toro (1807-1855) on Costumbres de Barullopotis; Luis Delgado Correa (1808-2) en £- ‘cenas de barrio o Los gigantes y los diabios, Rafael Maria Baralt (1810-1850) en La fiesta de Belem en San Mateo; Daniel Mendoza (1823-1857) en Un Uanero en 1a capital, Nicanor Bolet Peraza (1835-1905) con su trabajo Bt teatro de Maderero; Andrés Aurelio Level (1835-1849) en Las fiestas «dela Virgen det Valle; Carios Gon2slez. Bona (1837-1911) en Trescientas cantaslianeras; Francisco ‘Tosta Garcia (186-1921) en-£l-gallero; Te6tilo Rodriguez (1845-1915) en Tradiciones populares Felipe Tejera (1845-1924) en Un baile; José Maria Rivas (1850-1920) en Gaidas marabinas; José An- tonio Paez, (1790-1873) en su Autobiagrafia; Tulio Febres Cordero (1850-1938) en Cancionero én ‘fantil; Bartolomé Tavera Acosta (1855-1031) en Indigenas de Venezuela; Miguel Mérmol (1855- 1911) en Los velorios: Alfredo Jahn (1857-1940) en Los aborigenes del occidente de Venezuela; José Eustaquio Machado (1868-1933) en Cancionero popular venezolano; Francisco Lazo Marti (1859- 1909) en Sia criolla; Emilio Costantino Guerrero (1870-1920) en Bl Téichira fsicn, politico e itus- trado; Pedro Erailio Coll (1872-1947) en Gente de Caracas; Luis Manuel Urbaneja Achelpoh (1873- 1987) en Crioliismo en Venecueta; Eduardo Carrefo (1880-1964) en su Vida anecdotaria de venezo- Janos; Rafael Bolivar Coronado (1884-1924) autor de la letra de Alma lanera en BI Llanero; Luis Correa (1885-1940) en Lin dia de fiesta en Caracas; Francisco Pimentel (1800-1942) en Flestas va- rias, 0 Santiago Hernsindez Yepes (1898-1078) en el trabajo Za gaita eutiana, son un buen ejemplo en este punto, Fue, sin embargo, Adolfo Ernst (1882-1899) quien inicia formalmente los estudios folkléricos en el pafs, con sus trabajos en la revista Actas de la Sociedad Aniropolégica de Berlin (1880) y, mas tarde, en Bl Cojo dlustrado (1893), aunque la utilizacién del término folklore, asf como las primeras teorizaciones sobre esta disciplina, se le deben a Aristides Rojas (1825-1804), cuando el aio 1907 es- cribe en Obras escogidac:»..Arasmitidos de una manera oral de padres hijs, de generaciGn en ge- neracion, es lo que constituye el ramo de los conocimientos humanos que se llama hoy folklore. Las primeras grabaciones las realiza el antropSlogo Theodor Koch-Griinberg, (1872-1824) en zonas de Brasil y Venezuela entre 1911,y 1913. Los cilindros Jos envia a Berlin donde Brick M. von Horn- bostel los estudia. También el aiio 1939 el misionero Baltasar de Matallana publica la transeripeién de doce canciones taurepdn que habia anotado por audicién en la Gran Sabana. Después, en 1954 aparecen tres transcripciones de ensalmes waraos on Venezuela Misionera, N’ 180, sin especificar ‘1 autor. Otro interesante trabajo es el publicado por el padre Basilio del Barral, quien después de Jargos aios de trabajo misionero publica primero adelantos parcialesy, finalmente, el ato 1954, Los indios quararinos y su cancionero con cuatrocientas sesenta y cinco pautaciones tomadas por au- 1x diciGn, precedido cada aparte de comentarios generates sobre las fiestas, itos de piaches y vida en

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