You are on page 1of 5
40-SUSTRAL El suelo en la agricultura y el medio ambiente (I!) NP 36 - 1 trimestre 1995 FERTILIDAD DEL SUELO: ACIDEZ Y COMPLEJO DE CAMBIO ur baten emankortasuna da Jur horrek, elementuen kontzentrazio toxikorik erakutsi gabe, landareen hazkuntzarako oinarrizko diren elementuak emateko duen gaitasuna. Artikulu hau “Lurra nekazaritzan eta ingurugiroan” gaiari buruzko sailaren zati bat da, eta SUSTRAI aldizkariaren aurreko zenbakian iragarri zenez esandako gaia hainbat zatitan aztertuko du egileak. sorted do un suato se define como 1u estado en relacion a la capacidad ‘be posee de suministrar elementos esen- cates para el crecimiento de las plantas, sin presentar concentraciones téxicas de ningun elemento. Tanto las necesidades de elementos esenciales como la toleran- a a elementos t6xicos varian con el tipo de planta, por lo que el nivel de fertiiad no puede expresarse solamente en rela ‘cén al suelo, sino que debe referise tam- bién al cultivo. Es decir, suelos aparente- mente inférties para un determinado cutti- vo pueden resultar muy productvos cuan- do se cultva oo tipo de plantas. La productividad del suelo incluye, ademas de la fertlidad, otros factores ambientales y de manejo. Todos los sue- los productivos son fértiles para las plantas ‘que se cultvan, pero muchos suelos férti- les son improductivos por falta de agua, ae, luz, 0 porque presentan limitaciones fn sus propiedades fisicas, tales como la ‘compactacion, Con ta excepcion de algunos aportes do nitrogeno y azufre procedentes. de la aimésfera, la mayoria de nutientes mine rales necesarios para su crecimiento los ‘toma la planta por las raices, de la solu- cién acuosa en que se hallan cisueltos. Junto a. unas propiedades fisicas adecua- (as, que aseguren el ancieje de la planta y @l suministro de aire y agua, el suelo debe pproporcionar los nutrientes minerales que, através de las raices, toma la planta de la ssolucién de! suelo. La nutriciin mineral de las plantas pre- ‘senta algunas semejanzas con la aimerta~ ‘én humana. Los vegetales, como los lac tantes, no pueden tomar alimentos séii- FIGURA 1 Acidex ¢ intervale de valores de pH en los suelos Fuente: Elaberacién propia dos, por lo que han de recibir jos nutrien- tes minerales que necesitan disueltos en ‘agua, en una solucién acuosa: ésta es ‘extraida del suslo por la succion que reali an las raices, principaimente como con- Secuencia del efecto de vacio que produce la transpiracién 0 evaporacién de agua en la superficie de las hojas. También las plantas, como las personas, se ven afecta- das por la acidez de la solucién acuosa, y 1 exceso de sales 0 salinidad les produce ed, pudiendo llegar a ceshidratarse en condiciones extremas; de ahi la importan- ia del control de ambos aspectos que, ‘como veremas, se realiza a través de la media del pH y la conductividad, respec- tivamente, No todas las sales minerals se disuel- ven en agua en la misma medida: algunas, ‘como la sal de cocina (cloruro sédico) se disuelven en gran proporcién, de forma casi instanténea. También lo hacen el cio- ruro, el nitrato © @! sulfato potdsico, em- pleados como abonos. Pero si intentamos disolver en un recipiente que contenga ‘agua otros materiales agricolas como cal (carbonato céicico), dotomita (carbonate ‘magnésico), yeso (sulfato calcico) 0 fosfato célcico, observaremos que apenas se disuelven en el agua, depositandose la ‘mayor parte en ol fondo del recipiente en forma sdlida insoluble. Si la concentracién de sales disuettas es adecuada, podremos coltivar plantas en dicha solucion acuosa, NP 36 - 1 trimestre 1995 ‘como se hace en cuitivos sin suelo (hidro- pponia; a medida que, como consecuencia de la absorcién por la planta, disminuye la Cantidad de sales en la disolucion, se iran disolendo las sales que permanecen en forma sélida en ol fondo y que, en ausen- cia de suelo, actian como unica reserva de nutrentes. A\disolverse en agua, las sales minera- les se desdoblan en dos partes 0 jones ‘con carga eléctrica opuesta, que reciben los nombres de anién (el de carga negati- va: clorur, nitrato, suifato, carbonato, fos- fato) y catién (el de carga postva: sodio, pootasio, calcio). Algunos aniones, como Cloruros o nitrates, tienden a ser més solu- bles que otros, como los sullatos 0 carbo- rnatos, Lo mismo ocurre con los cationes, ya que las sales de socio, potasio y amo fio se dsueWen més en agua que las de calcio o magnesio. La solubiidad de una sal dependera de ia solublidad y propor- cién en que se encuentren los aniones y Cationes que la componen (Tabla 1), aun {que también infuye en gran medida, como veremos posteriormente, el grado de aci- dez dela Solucién acuosa. Ademés, el suglo no se comporta ‘como inerte’o inactive en rolacién a las sales disueltas, sino que interaociona con la solucién nutritive, actuando también ‘como reserva de nutrientes, a través de una propiedad denominada Capacidad de Intercambio Cationico (figura 1). Esta ulti. ma depende asimismo en gran medida de la acidez o pH del medio, por lo que dada la enorme importancia de ambos concep- tos para comprender el comportamiento agricola y medioambiental de los suslos, repasaremos brevemente su significado. ‘Acidez El concapto de acidez en la nutricién mineral de las plantas presenta también algunas semejanzas con Ia idea que ‘adquirimos en la vida daria. Las caracte- fisicas de acidez que transmiten algunas sustancias que se comportan como éci- dos (cticos, vinagre, yogur, etc) desapa- recen al afadires cantidados equivalentes de otros compuestos de propiedades ‘opuestas que denominamos bases o élca- lis, tals como ol bicarbonato s6dico 0 la ‘al. El resultado de esta reaccion entre un 4cido y una base, en que se anuia o neu- SUSTRAI-41 FIGURA 2 Componentes de la reserva de nutrientes en el suelo Fuente: Eloboracén propia traliza la acidez o la basicidad inicial, es una sustancia que se comporta como rneutra, pH y poder amortiguador El agua esta constituida por gran numero de moiéculas, cuya composicion representamos como HO; con ell incica- mos que cada molécula resulta de la nin de un atomo de Oxigeno (0) y dos de Hidrégeno (H). En la inmensa mayoria de las moléculas que componen una muestra de agua, cada dtomo de Oxigeno est Unido a dos atomos de Hidrégeno a través do uniones 0 enlaces sencillos: H-O-H. Pero en una insigniicante fraccién de las ‘moléculas de agua (una por cada seiscien- tos millones), uno de los enlaces no existe, por lo que estas molécuas se encuentran desdobiadas en dos partes o iones, con ‘cargas eléctricas opuestas, de forma and- loga a lo que ocurra con las sales: HO = HY + OH Los iones H+ dan cardcter acido al ‘agua y los OH" caracter basico, por lo que ‘Sulfato (SOF) Fuante: Elaboracin propio Lr dcido es una sustancia que fbea ones, H* en agua, y una base 0 Alcala que sulfato > cloruro > nitrato. La Capacidad de Intercamibio Aniénico 19s muy inferior a la Catiénica, lo que tiene importantes consecuencias desde el punto de vista agricola y mecioambiental ‘Asi s2 explica que las sustancias de carga egativa y muy solubles, como los nitratos, ‘apenas sean retenidas por el Complejo de Cambio, siendo arrastradas por lavado hacia capas més profundas, contaminan- do las aguas subterréneas. El pH y la Capacidad de Intercambio Catiénico, El valor de la CIC de un sue no s6lo depende de las cantidades de arcilla y hummus; tambien influyen en gran medida ol tipo de arcila presente y la acidez 0 pH del medio (Tabla 3). La dependencia de ia CIC ‘con la acidez se expica porque a medida que aumenta el pH del suelo se generan Nuevas cargas eléctricas negativas en el ‘Complajo de Cambio. Por esta razon, a CIC suele descoblarse en sus dos compo- entes: permanente y variable o depen- diente del pH, siondo esta ultima muy superior en el humus que en las arcillas (figura 6). Se observa en la figura que la carga léctrica negativa de la arcila 6s principal- ‘mente permanente, es decir, constante @ independiente del pH del suelo. Pero algu- a il pesge grag. 44-SUSTRAL Font: Fothy Els (1988) nos compuestos rinerales y, sobre todo, los dcidos orgénicos del humus, pierden tones HY al eevar ef pH, dando lugar a un ‘aumento de la carga eléctrica negativa a medida que crece el pH; es decir, se pro- ‘duce una carga variable o Gependiente de H. En consacuenda, la CIC de un suelo no es un valor Unico, sino que depende de la acidez del medio, aumentando con el pH y, por tanto, con la dosis de cal aplica~ dda para corregirla acidez. En suelos mine~ rales con bo contenido en materia orga- nica la CIC apenas variara con el pH, mientras que en suelos oraénicos de tur” era, la variacién seré méxirna, ‘Composicién del Complejo de Cam- bio de suelos acidos La acidez de un suelo reteja en citimo término la presencia de un exceso de Jones H*, que puede ser debido a dos tipos de procesos: pérdida de cationes bbasioos y adicion de fones H*. La pérdida de bases (calcio y magne so, principalmente) del Complejo de Cam- bio es consecuencia de fenémenos natu- rales, como el lavado por el agua de llvia © la extraccién por las plantas. Estos Caationes son reemplazados por otros de raturaleza dcida presentes en el suelo, ‘como el Hidrégeno Ht y Aluminio AR* (recuérdese que las arcillas son silicatos {de aluminio hicratados); la suma de ambos ‘80 conace como acidez cambiable. La adici6n de iones H* puede tener iversos origenes, pero los mas importan- tes son la descomposicién de la materia ‘orgénica (que como hemos visto, produce ccantidades importantes de &cidos orgéni- ‘90s que liberan iones H+) y la oxidacion de Tones procedentes de ios fertizantes, prin- Cipalmente de los amoniacales que contie- ren NH, Fuente: Horgrove ond Thomas (1981) 2NH,! +402 = 2NOy +2H,0+4 Hr Como e' origen de la acidez puede ser ‘mineral u orgénico, al estudiar la acidez de los suelos suelo distinguirse entre suelos minerales y organicos. En los primeros, el aluminio puede legar a ser el cation pre- dominante en el Complejo de Cambio, sila pérdida de cationes bascos es tal que $8 alcanza un valor de pH inferior a 5,6. ‘Como consecuencia de ello, a un pH de 5.5 la concentracion de aluminio en la ‘solucion acuosa del suelo es atin baja, ero aumenta répidamente @ medida que disminuye el pH y se eleva el porcentae de aluminio en ol Complejo de Cambio (figura 7). Este aluminio en la solucion del suelo es t6xico para las raices de las plan- tas, y as la causa de la baja fortiidad de Jos suelos que presentan este tipo de aci- ez. Como se observa en la figura 7, la situacién en un suelo con alto contenido ‘en materia organica es muy diferente de la de un suelo mineral, ya que para un ‘mismo valor de pH la cantidad de aluminio presente es ruy inferior, al mismo tiempo, ‘aumenta la presencia de hidrégeno de ‘cambio y en solucién, que es la causa de los bajos valores de pH de estos suelos, ‘cuyo contenido en calcio suale ser bastan- te elevado. Esto explica al que, a un rmismo pH, el crecimiento de las plantas se ‘ve menos afectado por la acidez cuanto ‘mayor es el nivel de materia orgénica (igu- ra 7), ya que ésta retiene el aluminio en forma no intercambiable. EI mismo tipo de ‘acidez se presenta en los suelos que han recibido abonos cuya oxidacion 0 hidrdlisis Tbera iones Hi Como resumen de lo que acabamos de exponer, diremos que la acidez del suelo es la manifestacion de la existencia de un exceso de iones H* en la solucion NP 36 - 1." trimestre 1995 Fuente: Fth y Elis (1988) ‘acuosa, que puede ser debido a dos cau- ‘sas principals: — la presencia de jones aluminio en el Complejo de Cambio y en ta solucién ‘acuosa del suslo, cuya hidrdisis produce Jones H*, que reducen ol pH. Este tipo de ‘acidez 08 propia de suelos minerales lava- dos, tales como los suelos de monte, y va asociada a una pérdida de cationes basi- cos. Su efecto negativo sobre jos culivos ‘es consecuencia de la toxicidad del alumi- ‘io para las reices de las plantas, que se ‘manifiesta para valores superiores a un 10% en el Complejo de Cambio. — el empleo de abonos acidificantes 0 la descomposicién de la materia organica, ‘que liberan iones H*. Estos jones slo son toxicos para las plantas en concentracio- nes extremadamente alts, por lo que Su efecto negativo es debido a la infiuencia {del pH en la cisponibiidad de los nutrien- tos minerales. El reauitado de neuiralizar la acidez del suelo mediante el encalado 0 adicién de ‘cal 68 un aumento del pH y de la canticad de calcio disponible en ol suelo, y una reduccién del porcentaje de aluminio en el Complejo de Cambio figura 8). Cuanto ‘mayor sea la cantidad de arcila y humus dl ‘suslo, més cantidad de cal se necesi- tard para conseguir un determinado ‘aumento del pH. Para reducir el pH del suelo suelen emplearse abonos acidfican- tes 0, en casos extremos de plantas aci- doflas, azufre y sulfato de alumina, que por oxidacién microbiana producen acido suffice. Javier Ansorena Miner Laboratorio Agraro. Dpto. de Agricultura y Espacios Naturales. Diputacion Foral de Gipuzkoa

You might also like