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monocrarias AUT CALIDAD EN SEE toms FERNANDO H. LLANO ALONSO HOMO EXCELSIOR. LOS LiMITES ETICO-JURIDICOS DEL TRANSHUMANISMO Alonso poy en iad de pnable n afec- amo lo smbres ) (Lyo- ese ca ivismo $2000: geen la srismo, > debe- snimal. vedaria ‘(Lewis cay la ecatlen- alterna lernidad concien- adentis- postmo- sologias viduos y bumano ventana specie de . los me- protago~ proyecto algunos * postmo- El eranshumanismo en la era postioderna 28 derna, dominada por el culto a la técnica, es el transhumanismo. El presente capitulo se dedicaré al estudio del concepto, Ia tipologia, los presupuestos, los limites y la problemética relativa a lo que se ha dado en llamar “la utopia del momento” (Digguer. 2017: 20). Para el postmodernismo, el tinico relato posible ~tras el descrédio en el que han caido los demas metarrelatos- es precisamente el que procura el transhumanismo. 1. EL TRANSHUMANISMO Y SUS SENAS DE IDENTIDAD Se ha aludido al transhumanismo como utopia, como corriente de pensamiento emergente, como nueva idcologia, incluso como filosofia de moda, sin embargo, a mi juicio, la definicin més neutral que se ha hecho de este término es la que ha propuesto el filésofo francés Lue Ferry en un libro reciente, donde sostiene que se trata de ‘un amplio proyecto de mejora de la humanidad actual en todos sus aspectos, fisico, intelectual, emocional y moral, gracias a los progresos de las ciencias, y en particular de las biotecnologias. Y a continuacién afiade: Una de las caracteristicas esenciales del movimiento transh imanista reside (...) en el hecho de que pretende pasar de un pa ce tadigma médico tradicional, el de la terapéutica, que tiene como finalidad principal “reparar”, cuidar enfermedades y patologias, a tun modelo “superior”, el de la mejora y también el “perfecciona- rmiento” del ser humano (Ferry 2017: 35). Por lo demas, (1 transhumanismo defiende el uso de las tecnologias % més avanzadas avfin de incrementar exponencialmente las capacida~ des fisicas, cognitivas, sensoriales, morales y emocionales de los seres hhumanos, tales como la farmacologia, la ingenieria técnica, los NBIC. ~acrénimo de los cuatro componentes de las tecnologias emergentes: I nanotecnologéa, la biogenética, la informaticay las ciencias cogni- tivas-, la robotica y la inteligencia artificial (IA) En otras palabras, como han advertido algunos estudiosos de esta corriente del pensa- miento postmodern, el principal objetivo al que estaria dirigido el transhumanismo seria la creaciGn de un tipo distinto de ser humano, 26 Fernando H. Llano Alonso que podria considerarse mas bien una nueva especie “transhumana” (en un estado de evolucién intermedio) o “posthumana” (una vez completado su proceso de transformacién mediante la aplicacién di- recta de la tecnologia); esta nueva especie seria una version mejorada respecto de la nuestra (Walker 2017: 93). En este sentido, para el imaginatio posthumanista, el mundo del futuro estaria habitado por tunos seres superiores y mejorados genéticamente (homines excelsio~ tres) que serian mas felices, mas virtuosos, més inteligentes y longevos {que nosotros (homines sapientes)s sobre este argumento volveremos a ‘ocuparnos mas adelante, Desde que se difundiera en 1983 por primera vez el “Manifiesto ‘Transhumano” (Vita-More 1983), este texto fundacional del movi- miento transhumanista iré recibiendo sucesivas modificaciones, hasta que, en 1998, Nick Bostrom y David Pearce funden la World Transbu- ‘manist Association (que hoy se reconoce por el simbolo H+) y publi- quen la “Declaracién Transhumanista”, un documento fitmado por los padres fundadores del movimiento -Nick Bostrom, Max More, David Pearce y Natasha Vita-More, entre otros~ que se resume, en su version de 2012, en el siguiente octélogo: 1. La humanidad se verd profundamente afectada por Ia ciencia y la tecnologia en el futuro. Nos planteamos la posibilidad de ‘ampliar el potencial humano superando el envejecimiento, las lagunas cognitivas, el sufrimiento involuntario y nuestro aisla- miento en el planeta Tierra. 2. Pensamos que no siempre se realiza el potencial de la humani- dad en lo esencial. Hay esquemas verosimiles que permitirian ‘mejorar la condicién humana de forma maravillosa y extrema- damente interesante. 3. Reconocemos que la humanidad hace frente a graves riesgos, cen particular los derivados de la utilizacién abusiva de nue~ vas tecnologias. Se pueden dar situaciones que conducen a la pérdida de la mayor parte, o incluso de la totalidad de lo que consideramos mas valioso. Algunas de estas posibilidades son radicales, otras son mas sutiles. Aunque todos los progresos suponen un cambio, no todos los cambios son un progreso. 4, Elesfuerzo de investigacién debe centrarse en la comprensién. de estas perspectivas. Debemos debatir cuidadosamente sobre El anshumanismo en Is ers posi Ja mejor forma de ws las aplicaciones pe que la gente pueds podria hacerse y se dan aplicar estas S. La reduccién de los de medios para la nnuacién de los s de la sabiduria fs urgentes, gener 6. Las decisiones pol va moral, resp las ventajas como: derechos individ se por los intereses mundo. Tambiés ponsabilidades 7. Defendemos el a los humanos, los gencias artificiales, otra inteligencia que 608 y cientificos. 8. Promovemos la fi mejorar el cuerpo, incluye el derecho = longar la vida, la nizaci6n, las apl asi como a poder trom et alii, 2012) Hay algunos postal como los puntos 4, 5 y = dad en la investigacion pensando en las gener: democratico para ilustrar viduales, sino forzosa de la vida y de la salud también en este texto 0 Alonso mana” gna vez sién di- cjorada para el ado por xcelsio- pngevos, remos a sifiesto 1 movi- shasta panshu- y publi- ado por x More, ne,en st. 2 ciencia lidad de nto, las 0 aisla- bumani- emitirian extrema- s riesgos, y de nue- ween a la de lo que fades son progresos Dgreso. sprension, ate sobre Elranshumanismo en la era postmoderna 7 Ja mejor forma de reducir los riesgos favoreciendo a un tiempo las aplicaciones positivas. También necesitamos foros en los aque la gente pueda debatir de forma consteuctiva sobre lo que podria hacerse y sobre una organizacién social en la que puc~ dan aplicar estas decisiones responsables. 5. La reduccién de los riesgos de extincién humana, el desarrollo de medios para la preservaci6n de la vida y de la salud, la ate~ nuacién de los sufrimientos graves y la mejora de la previsi6n y de la sabiduria humana deben considerarse como priotidades urgentes, generosamente financiadas. 6. Las decisiones politicas deben estar guiadas por una perspecti- va moral, responsable y aglutinadora, que tome en serio tanto las ventajas como los riesgos, respetando la autonomia y los derechos individuales, mostrando solidaridad y preocupando- se por los intereses y la dignidad de todas las personas en el mundo, También debemos permanecer atentos a nuestras res- ponsabilidades morales para con las generaciones venidleras. 7. Defendemos el bienestar de todas las inteligencias, incluyendo a los humanos, los no humanos, los animales, Jas futuras intel gencias artificiales, las formas de vida modificadas y cualquier otra inteligencia que pudiera nacer de los progresos tecnol6gi- cos y cientificos. 8. Promovemos la libertad morfolégica, el derecho a modificar y mejorar el cuerpo, su cognicién, sus emociones. Esta libertad incluye el derecho a utilizar no utilizar tecnologias para pro- longar la vida, la preservacién de sf mismo gracias a la crioge~ nizaci6n, las aplicaciones informaticas y cualquier otro medio, asi como a poder elegir fururas modificaciones y mejoras (Bos- trom et alfi. 2012). Hay algunos postulados en esta declaracién que parecen sensatos como los puntos 4, 5 y 6~ bien al apelar al principio de responsabili- dad en la investigacion biogenética y el desarrollo de las tecnociencias pensando en las generaciones venideras, o bien al incentivar el debate democtitico para ilustrar unas opciones que no son meramente indi- viduales, sino forzosamente colectivas 0 al considerar la preservacién ~ la vida y de la salud como objetivos prioritarios; sin embargo, hay _mbién en este texto “canénico” de la ideologia transhumanista afir 28 Fernando H. Llano Alonso maciones que se aventuran a hacer predicciones que probablemente resultaran hilarantes para algunos criticos ¢ inquietantes para otros (especialmente para los bioconservadores). Al hilo de esta viltima re- flexion, Luc Ferry se pregunta cémo el hecho de modificar la humani- dad, aunque sea de forma parcial, no iba a tener consecuencias sobre la totalidad de la especie humana (Ferry 201 9). Cabe diferenciar tres variedades de transhumanisma; en primer lugar el transhumanismo cultural, Taspirado en Ta critica postmo- derma que realizan autores como Deleuze, Derrida y Foucault con- tra el humanismo y el proyecto de la modernidad; en segundo lugar, el transhumanismo bioldgico, que reivindica el ideal ilustrado de la perfectibilidad potencialmente infinita del ser humano ~Rousseau ¥ Condorcet, por ejemplo, creen en el perfeccionamiento del potencial natural sin limites del hombre—a través del biomejoramiento humano que persiguen las tecnociencias (fundamentalmente la biologia y la medicina genética); por tiltimo, en tercer lugar, se encuentra el trans- humanismo cibernético, que seria en realidad un auténtico posthuma- nismo, en la medida en que pretende crear una nueva especie a partir de la hibridacién hombre/maquina (y que recurre: preferentemente a la robética y la IA mas que a la biologia). Fi debate doctrinal en tonne al eraishursaisans Cultural SE SR cia, sobre todo, en torno cuestiones como dirimir la mayor 0 menor franqueabilidad de los limites de la naturaleza ante el necesario avan- ce tecnocientifico; la determinacién del alcance del biomejoramiento humano (ya sea porenciando capacidades naturales existentes o bien creando artificialmente otras nuevas} y la ponderacién de sus riesgos {a largo plazo, la replicacién del ADN, por ejemplo, no estaria exenta de fallos); la definicién del concepto de dignidad humana y del status de subjetividad humana ante la irrupcién de la biologia sintética en ‘el mbito de la investigaci6n sobre el control y la modificacién del genoma humano; y la especificacién de la funcién que le corresponde ejercer al transhumanismo como corriente de pensamiento intermedia ‘entre la tradicién humanista y el movimiento posthumanista. En relacién con el transhumanismo biol6gico, Ja tensién entre los bioprogresistas y los bioconservadores se centra, como veremos en el capitulo quinto, en fijar los limites del biomejoramiento humano, Para los partidarios del huinan enhancement, la biorecnologia ofte- El eranshumanismo en le ce infinitas oporte cognitivas, para la pe del comportamien: las neurotecnologias, » genética hasta el pene pretensiones éticas, ou de la naturaleza a la cen otras palabras, come desea ir “del azar 2 ls alii, 2000). Por el logico en general, y de eugenésicas resultarien narfan la especificidas contrarias a la libre el recho a ser consultadias Por cuanto se refine experimentada en ef rrente en la literature posible algan dia la ligentes y dotados de humana en el futuro: cierto, la hipdtesis de interconectada con le es capaz. de itera: ya ha sido imaginads dad Singularity (la Cam financiada por los A propésito de la Entonces 2 el que el ritmo: cusién tan forma irrev formara los: nificado, esta em mos a la hors de se refiere a muerte) (Kus te 10s ree ani- bre mer mo- gar, lela au y scial sano yla ans sma~ arti ate a stan- senor avan- iento bien esgos xenta satus ca en mn del onde media ire los nos en mano. 2 ofre- 29 El ranshumanismo en la era postmodern ce infinitas oportunidades para el aumento de nuestras capacidades cognitivas, pata la prolongacién de la vida humana, para el control del comportamiento y Ia manipulacién de las emociones a través de las neurotecnologias, y finalmente para el desarrollo de Ia ingenicria genética ~hasta el punto de aceptar una eugenesia de nuevo cuiio, con pretensiones éticas, que quiere pasar de la aleatoria ¢ injusta loterfa de la naturaleza a la libre elecci6n de la voluntad humana; por decirlo en otras palabras, como reza el principal lema del transhumanismo: se desea ir “del azar a la eleccién” [From chance to choice] (Buchanan et ‘alii, 2000). Por el contrario, para los eriticos del transhumanismo bi logico en general, y del diseiio genético en particular, estas priicticas ccugenésicas resultarfan peligrosas porque, en tltimo término, cuestio- narian la especificidad de la esencia humana, serian discriminatorias ¥ contrarias a la libre elecci6n de las futuras generaciones que tienen de- echo a ser consultadas por sus progenitores (Fukuyama 2002: 157). Por cuanto se refiere al transhumanismo cibernético, la revolucion experimentada en el campo de Ia IA plantea un interrogante recu- rrente en [a literatura fantéstica y en el cine de ciencia ficcién: zsera posible algan dia la sustitucién de los hombres por robots superinte- ligentes y dotados de plena autonomia? gllegars a fusionarse la mente humana en el futuro con la [A como propone el funcionalismo? Por cierto, la hipétesis de un ser posthumano cuya mente hibrida esta interconectada con la memoria inconmensurable de un ordenador y ces capaz de interactuar con las redes de internet a escala planetaria, ya ha sido imaginada por Ray Kurzweil, el fundador de la Universi- Gad Singularity (la Universidad de Ja Singularidad), una insticucién Snanciada por los propietarios de Google Serguei Brin y Larry Page. A propésito de la singularidad se pregunta Kurzweil: Bntonces ;qué es la Singularidad? Es un tiempo venidero en el que el ritmo del cambio tecnol6gico seré tan répido y su reper ccusi6n tan profunda que la vida humana se veré transformada de forma irreversible. Aunque ni ut6pica ni distépica, esta era trans- formara los conceptos de los que dependemos a la hora de dar sig nificado, esta era transformars los conceptos de los que depende- mos a la hora de dar significado a nuestras vidas, ya sea en lo que se refiere a modelos de negocios 0 al ciclo de la vida (incluyendo la muerte) (Kurzweil 2005: 10). 30 Femando H, Llano Alonso Ficciones y distopias aparte, algunos criticos del determinismo tecnol6gico que inspira las ideas del discurso transhumanista han sostenido que hay peligtos mucho més inmediatos y acuciantes que aquellos augurados por el pronéstico apocaliptico que sitiia a la es- pecie humana al borde de la extinci6n ante la mayor competencia de ns maquinas autoconscientes. En realidad, advierte Antonio Diégue7, este sombrio vaticinio solo sirve a modo de cortina de humo para ocultar asuntos a los que deberiamos dedicar una mayor atencién, por ejemplo: la posible dependencia humana de las maquinas en Ia toma cle decisiones en ambitos de especial relevancia social o politica @y Como la salud, la educacién, la seguridad, el impacto de esa renuncia SI sentido de responsabilidad humana a favor de los robors en el mer tado laboral y el sistema productivo, las transacciones financieras 0 1a cetrategia militar (Diéguez 2017; 69). Con mayor gravedad se ha expresado Laurent Alexandre, quien en as sltimas lineas de ou hibr Ls guerre des intelligences. Comment Intelligence Artificielle va ré- polutionner Feducation (2017) realiza una admonicion sobre los es- tragos que la revolucin posthumanista esté produciendo en nuestro sistema de transmisi6n del conocimiento: La neurorevolucién que se esté desarrollando delante de nucs- tros ojos va mas alld del problema del trabajo. No es ni siquices i tampoco una cuestién politica. Mues- tuna cuestin econémica, ri m sus caracteristicas mas intimas tra a los seres humanos cuales 50 ¥ preciosas Side veras crcemos que nuestra especie etn teSOroy 2 Ficmos huchar para preservarla, Y sera tarea de la escuela pre- fanaa las nuevas generaciones para esta batalla. La escucla debe paver a la gencracién Snapehat para que aprenda a asumit las monmes responsabilidades que le esperan (Alexandre 2018: 289), tl teanshumanismo parte de la presuncién del cambio del paracligy ina ético, socio: politico y cultural propio de Ia modernidad, pero no eos jamente antihumanista (al menos el eranshumanismo bio- ogico), es decir, no exige una ruptura con ef humanismo, sino una rrejons de las eapacidades humanas que no pongs en jaque 21sec dicién humana” en si misma, es decir, anhela un mejoramiento que lo- ge aproximamnos al sueio de una “humanidad aumentada”$% duda mas razonable, fraterna y solidaria que la nuestra. En definitiva, este ee contamiento de la humanidad propuesto por el transhumanistto extropiano, y que defienden autores como ‘Alexandre, Max More, Va~ El tanshumanismo en la era postmodern ancien o Ferry, podra considers Joél de Rosnay- pero en ningéin 2011; More 2013; Vallancien 2 vyeremos en otro epfgrafe, este & alcancar la perfectibilidad y el ¢ humanidad sigue la estela de los della Mirandola, pasando por B Kant (Hottois 2014). Por el contrario, el transhun la versién mas extrema y deshi entrafia un cierto posthumani mente anti-humanista, sino que solucionismo (cuyos postulado optimismo tecnocientifico en el nuevas tecnologias, que siempre compleja realidad postmodern mo estan firmemente asentados ven para lanzar una critica fero Ilustracién en clave foucaultians Jos posthumanistas, la fase ante nidad es solo epis6dica y debe s en la que prevaleceré una espec brido humano y cibernético-. L el homo sapiens no tendria mé: tampoco habria razones suficie cuentan con wn estatus especial dades tinicas (como propone el ‘gumentario materialista, usilita el posthumanismo se sitta en | dora y antropocéntrica del ser ilustrado y la ética judeo-crist En diltima instancia, la con podria suponer de facto la anic futuro posthumanista, la imag légrimas en la Hluvia”, aunqu: refiere en su mondlogo final el Rutger Hauer) en Blade Run licula de Ridley Scott los hum quiera Mues- otimas res0r0, la pre- ja debe mir las : 289). sradig- er no 20 bio- no una 2 “con- que lo- ns duda va, este anismo ore, Var El transhumanismo en la era postmoderna 31 llancien o Ferry, podra consideraesiperbumsnista paratrascando a Joél de Rosnay- pero en ningtin caso sera antihumanista (Alexandre 2011; More 2013; Vallancien 2015; Ferry 2017). En realidad, como ‘veremos en otro epigrafe, este transhumanismo biolégico que aspira alcanzar Ia perfectibilidad y el desarrollo del potencial natural de la humanidad sigue la estela de los clisicos del humanismo desde Pico della Mirandola, pasando por Bacon y Rousseau, hasta Condorcet y Kant (Hottois 2014). Por el contrario, el eanshumanismade fa sngulatidad, decir, la version més extrema y deshumanizada def transhumanismo que entraiia un cierto posthumanismo cibernético, no solo es esencial- ‘mente anti-humanista, sino que incluso trasciende el umbral del ideal solucionismo (cuyos postulados se caracterizan por su desmedido ‘optimismo tecnocientifico en el progreso y en la omnisciencia de las nuevas tecnologias, que siempre nos aportan soluciones para nuestra compleja realidad postmoderna). Los presupuestos del posthumanis- ‘mo estn firmemente asentados sobre cimientos postmodernos y sit- ‘ven para lanzar una critica feroz contra el humanismo europeo de la Iustracién en clave foucaultiana. De acuerdo con el planteamiento de Jos posthumanistas, la fase antropocéntrica de la historia de la huma- nidad es solo episédica y debe ser superada por una fase posthumana cen la que prevalecerd una especie superior ~que en realidad es un hi brido humano y cibernético-. Desde esta perspectiva posthumanista del término derarian a los or, incluso los sicio. Por otro 5 amenaza que }débil, lo cual a] bubiera una ss. Es debido a = delirio dispa- Jo que algunos sy Rosario M. alkeracién de de destrucci6n fe Ia ingenieria 2: 162). ca por parte de Jbay quien ape- alternativo a la m, el fin gltimo remover todos 33 El teanshumanismo en la era postmoderna Jos clasicos reparos de la moral humanista tradicional para permitir cl mejoramiento humano y la perfecci6n de sus eapacidades y cua~ lidades hasta consumar la creaci6n dg-yna nueva especie de origen humano pero de condicin transhumang) Bostrom 2005a: 202-214). POSTMODERNIDAD EN ESTADO LIQUIDO La época postmoderna esté llena de incertidumbres. Bien mirado, en el fondo, la experiencia agénica y la alteraci6n cotidiana que sien- ten los humanos ante la velocidad con la que se estan produciendo los cambios y las revoluciones que moldean el mundo del siglo XX1, que eel mundo del movimiento perpetuo [perpetuums mobile], no parece muy diferente a la experiencia que vivieron nuestros antepasados, por cjemplo, tras la cafda de Roma a finales del siglo V d. Cs en plena Edad Media (ante el terror que les infundia el milenarismo); en los periodos revolucionarios mas decisivos de la historia contemporénea (desde la Francia de 1789 hasta la Rusia del octubre rojo de 1917); sin olvidar las dos posguerras que asolaron Europa. No obstante, como ha indicado Giovanni Sartori, en la eta postmoderna, la tecnoloy a medida que avanza, esta produciendo un hombre al que él consi- dera “mas crédulo ¢ inocentén” que cualquiera de los antepasados que vivieron en cada una de las épocas anteriormente referidas. Por absurdas e ingenuas que fueran las creencias de un romano a finales del siglo V a. C., de un hombre gético (parafraseando a Ortega), de tun stibdito francés 0 ruso en los albores de la revoluci6n, y de un eu- ropeo en 1919 6 1945, todos ellos tenfan su propia Weltanschauing, es decir, todos ellos tenian una concepcién coherente del mundo de la que, por el contrario, carece el hombre contemporaneo, ese ser ‘e hhuesado” sin referencias estables, inmerso en la Revolucion digital y tecnologica, que ha perdido su sistema de ereencias clisico, y que necesita cubrir este vacio que deja tras de si la ausencia de creencias aferrdndose a la fe en la ciencia y la técnica, Por ello, sefiala Sartori si tenemos en cuenta esta paradoja: Entonces, no es paradéjico que el pais que dispone de una ma- yor ciencia tecnolégica, Estados Unidos, sea también el pais de mayor credulidad y que mas abraza cultos de poca monta (Sartori 2018: 141). ce Femando H. Llano Alonso El eranshumanism en lacs > tual que embarga a los de las ciudades resides == diario comparten espac especialmente en los « vez mas molesta, aungee son tipicas manifesta ven Flusty y Zygmunt mixofobia es una reac a medida que aumens fentorno humano en la de esta situacién de tra “el otro” iran int del tiempo, por lo ques cionistas irdn en au: (Ca tlamada filosofia postmoderna -que acrita como fuente de ali- mentacién de la ideologia transhumanista y de la cultura posthuma- na~ pretende la superaci6n de las corrientes de pensamiento liberales, ‘osmopolitas e iusracionalistas de la modernidad en las que se inspira Ja teoria universalista de los dgechos humanos (con Immanuel Kant como autor clasico de referenciay/ Su saber es fragmentario y su ética relativista, Orra nota distintiv® importante es su cardcter monista (es decir, antidualista), por cuanto que niega el desdoblamiento de la na turaleza humana en materia y espfritu (es mas, en su versiGn mas ex- trema, se atreve a “cosificar”, deshumanizar e instrumentalizar dicha paturaleza), La postmodernidad rechaza la verdad, o mas bien, dicho ‘en palabeas de Sartori, “va rencorosamente al asalto de la verdad, eri ida de modo engafioso y artificioso~ en una concepcién monolitics {Sartori 2018: 136). El prefijo post preanuncia que este movimiento attistico, filoséfico e historico surgido a finales del siglo XX va tam- La descarga de bién en contra del legado de la Hustracién, al que considera clitista ‘co puede aliviae {por eurocéntrico), rancio y anticuado. En definitiva, el postmoder- tensiones. Cad nismo, segiin la lectura que de él hace el transhumanismo, no busca por la precedente la autodeterminacién del individuo a través de la formaci6n integral molestas pueden de su espiritu por medio de la raz6n y el cultivo de las humanidades, podria quitar el Sino que persigue el acrecentamiento dle sus cualidades fisicas, mora- tun espacio fisico les, cognitivas, sensoriales y emocionales a través del uso de la i Prosegido Fin resumidas cuentas, el hombre singularizable al que se refieren gos y “otra geal tanto el transhumanismo cibernético como el posthumanismo es un el desorden de que ser que transita desde la solidez y la estabilidad, que son consustan- ciudad (Bauman ciales a la modernidad, a otra realidad liquida y voluble que es en la Ta mixofobis\ aa Gu intenta flotar la sociedad postmoderna. Efectivamente, como ha podido constatar Zygmunt Bauman (artifice del concepto ‘“moderni- en quienes la padecens se manifiesta == dad liquida”), parece ser que: Nos encontramos actualmenteen un perfodo de interregnos tn aa eo ae estado en el que los viejos modos de vida aprendidos y heredados d ya no sirven en la actual conditio humana, pero los nuevos modos Frente a la diversidad de afrontar los retos y los nuevos modos de vida no se han inven- vivencia urbanita en las tado todavia (Bauman 2014: 108) dad de semejantes” of peligros que comporea El retorno a la imas menta el suefio del res Bl terreno en el que descansan las perspectivas vitales del hombre postmoderno es inestable, Curiosamente, en plena era de la global pacion, predomina el sentimiento de aislamiento y de orfandad espiri- El ranshumanismo en la era postmoderna 35 so Alonso + de ali- ual que embarga a los ciudadanos de las megaurbes. Los habitantes Bhoms- de las ciudades residen en comunidades de vecinos desconocidos, a Perales, diavio comparten espacio con extraiios sin desearlo, y su convivencia Sicspira ~ entiende ca no hay el hombre constancia a; pero la suscitar el sntinuidad ‘gente siga a vez mas, pel cual, la sre por los la técnica sta idea se ga y Gasset jcal interés al hacia la del progre- ance, sin la Ortega, ni ccnol6gica, sca (Ortega ela técnica, ica en reali- inteligencia os métodos carlos. Y es ysea ua es- 2 entendida culo entre de la medi- na. En este re, como el 45 © tanshumanismo en la era postmodemna resto de los animales, es un ser que existe en un medio natural y que, demas de necesidades, tiene un repertorio de aptitudes para satisfa~ cerlas; sin embargo, lo que distingue al hombre de las demés criaturas del reino animal es su capacidad para modificar la correspondencia entre necesidades, aptitudes y condiciones favorables del medio (Rit 2010: 47 ss.). En otras palabras, cuando el hombre no halla en el me- dio las facilidades necesarias, por ejemplo, fuego para calentarse, lejos de resignarse ~como hacen los animales recurre a otras aptitudes que tienen como finalidad producir lo que no brinda la cireunstancia: en este caso, hacer fuego. En eso consiste, ni mas ni menos, la técnica: en la reforma de la naturaleza, de esa naturaleza que nos hace “necesita~ dos y menesterosos”, de manera que las necesidades quedan anuladas en la medida en que su satisfacci6n ha dejado de ser un problema. Por consiguiente, esta reaccién contra su entorno, este inconformismo y falta de resignaci6n es lo que caracteriza al hombre, que utiliza la séenica para adaptar el medio a su medida. A esta inadaptacién del hombre a la naturaleza apela Ortega cuando afirma que: Un hombre sin técnica, es decir, sin reaccién contea el meclio, no es hombre (Ortega ¥ Gasset 1939: 559) ‘De modo que la técnica es la reforma de la circunstancia natural En lugar de someterse y de identificarse con las necesidades objetivas que el medio impone a los animales, el hombre se distancia de esa naturaleza en la que est, y lo hace ensimismandose, esto es, liberdin- dose de ella a través de una respuesta técnica que interioriza, lo cual le permite adaptar el medio a su circunstancia, produciendo lo que para él es auténticamente necesario, esto es, lo superfluo, lo que no habia antes en la naturaleza, Como podra apreciarse, a diferencia de la interpretacién objetivista que otros autores contemporancos suyos hacen de la técnica -por ejemplo, Scheler 0 Spengler como “el con junto de los recursos de una ciencia, o de un arte, en. orden a satisfacer sus necesidades” (Cordero 2002: 170), la visién que tiene Ortega de la necesidad es subjetiva, en la medida en que esta condicionada por la voluntad de vivir del hombre; y la vida, como realidad radical es, después de todo, un quehacer cotidiano de cada individuo en el que Jas necesidades son subjetivadas por éste. En resumidas cuentas(Gara Ortega, hombre, téenica y bienestar son términos sindnimos, por eso dice que el hombre es esencialmente técnico, porque en él existencia y bienestar son una misma cosa) a 46 Temando H, Llano Alonso Abundando en la visién raciovitalista de la técnica humana, hay {que convenir que, aunque en primera instancia pueda causar cierta perplejidad el hecho de que nuestro autor sostenga que EI hombre no es naturaleza, sino que tiene... historia (Ortega y Gasser 1941: 73), esta cita cobra pleno sentido si se conecta con el razonamiento anterior: que el hombre no es una cosa estatica, sino que su realidad ‘es dinmica, de igual forma que su vida no le viene dada, hecha ni re- galada, sino que consiste en un continuo hacerse para no dejar de ser 6 existir, Por lo tanto, el hombre es una aspiraci6n, una inquietud, un proyecto vital pendiente de realizaci6n, una permanente lucha de una determinada circunstancia por llegar a ser aquello que su voluntad decida ser (Ortega y Gasset 1939b: 570-571). Esta concepcién humanista de la técnica encuentra en ella el medio para crear necesidades superfluas, lo cual responde perfectamente al empeio del hombre por vivir (una vez que ha colmado la necesidad biologica y primaria de sobrevivie), y por estar en el mundo lo mejor posible, placenteramente, con bienestar (liberando tiempo y energia en pro de aquello que es atractivamente inttl) y, por ello, constituye cl fin mismo de su vida, de una vida que trasciende la realidad natu- ral y que es “inventada” por el hombre. A este respecto comentard Ortega El hombre, quiera o no, tiene que hacerse a si mismo, autofa- bricarse (Ortega y Gasset 1939b: 567). V. LA INVENCION DE LA VIDA A TRAVES DE LA TECNICA: TRES MODELOS HUMANOS PARA LA PROYECCION DEL SER Siguiendo con este necesario excurso sobre Ia naturaleza humana y la técnica (Ortega emplea este sustantivo, puesto que en su época no se ha populatizado atin el término tecnologia), cabe seialar que, de acuecdo con la teoria raciovitalista de la técnica, el hombre carece de naturaleza, pero es un ser técnico dispuesto a consumar una tarea extranatural: la creacién de una sobrenaturaleza en la que poder pro- El ranshmanismo en I ers ose yectar su sets por €s0, le mente en dar franquia i ga y Gasset 1939% La técnica es ast la entregado a la tarea de tuna circunstancia y un por tanto, vida inventada, tuna especie de tica de un personae conseguir realizarie tega y Gasset 193 Entre los diversos centrado histéricamense cidentes en la extranat en su modo de entfre en primer lugar, el pr el programa del ger hidalgo espafiol. Estos propios del siglo XX fos sirven sin embargo del debate en torno a lx interés en estudiarlos Cada uno de estos era que el pueblo ex ser del hombre es ef aquellos otros en que se Gasset 1939b: 578 ssh e:, la verdadera exist sniverso, sino fundirse En este sentido, 2 no vivir 0 a vivir lo probable que, dada sa uromévil como el h en cambio, las técnicas producen reformas en le psique del hombre. L no Rionso na, hay i cierta (Ortega amiento realidad ba ni re- ar de ser erud, un a de una joluntad el medio mente al ecesidad Jo mejor y energia pastiruye ad nare- gmentaré >, autofa- y humana ssu 6poca alar que, pre carece na tarea 47 -eshumanismo en la era postmodera sectar su ser; por eso, la misi6n inicial de la técnica consiste precisa- mente en dar franquia al hombre para poder vacar hacia si mismo (Orte- ga y Gasset 1939b: 567). La técnica es asf la expresién de la ontologia del hombre, un ser sexegado a la tarea de contruir e imaginar su propia realidad, la de ‘se: circunstancia y un mundo que son solo suyos. La vida humana es, ‘per canto, vida inventada, de tal forma que el hombre vendria a ser: tuna especie de novelista de simismo que forja la figura fantas- sica de un personaje con su tipo irreal de ocupaciones y que para conseguir realizarlo hace todo lo que hace, es deci, es técnico (Or- tega y Gasset 1939b: 567). Entre los diversos programas vitales en los que el hombre ha con- _seszado histéricamente su ser, Ortega distingue tres modelos coin- Stestes en la extranaturalidad de su eleccién vital, pero diferentes sa modo de enfrentarse técnicamente a la circunstancia natural primer lugar, el proyecto del bodhisatva hindi; en segundo lugar, ‘srograma del gentleman inglés; y, finalmente, el ideal de vida del slg0 espaiiol. Estos tres modelos ~que hoy pueden resultarnos muy del siglo XX y, por tanto, un tanto anticuados o superados- sicven sin embargo para situarnos cronolégicamente en el origen éebate en torno a la naturaleza humana y la tecnologia, de ahi el és en estudiarlos ahora sucintamente. ‘Coda uno de estos tres modelos produce técnicas diversas, de ma- que el pueblo en que predomina la idea de que el verdadero 4! hombre es el bodhisatva, no puede crear una técnica igual a ros en que se aspira a ser gentleman o hidalgo (Ortega y 1939b: $78 ss.). En relaci6n con el bodhisatva, aclara Orte- “ verdadera existencia consiste en no ser individuo, particula del sino fundirse extiticamente con el Todo y desaparecer en Ee este sentido, escribe este autor: “El bodhisatva, pues, aspira wivir 0 a vivir lo menos posible”. Por eso, aunque no resulta que, dada su inmovilidad, el bodhisatva legue a inventar el vil como el hombre occidental, Io que sf desarrollaré més ser, co, las técnicas del éxtasis, técnicas que ~segiin Ortega~ no reformas en la naturaleza material, sino en el cuerpo y en la el hombre, La propuesta vital del bodhisatva, que consiste en 48 Femando H, Llano Alonso existir como meditador y como extatico, “en constante procuracién de anular el mundo y la existencia misma”, no es -para el pensador ‘madrileiio- un modo natural de existir. Por ello, el suyo es un ejemplo drstico de la extranaturalidad del ser humano y de lo dificil que es su realizacion en el medio fisico (Ortega y Gasset 1939b: 579). Al contrario que el bodhisatva hinds, el gentleman de la Inglate- ‘ra victoriana desea vivir con intensidad en este mundo y potenciar lo mas posible su individualidad. Sin embargo, puntualiza Ortega, este modo de ser hombre no implica ef aristocratismo. A diferencia del aristcrata continental -el Junker alemén o gentilhomume de Ver- salles~ el gentleman, como tai, no es heredero de fortuna, grandes medios de vida y, por ende, no ha tenido que luchar en ésta para conquistarlos. El gentleman, al contrario del aristécrata europeo, su- pone que el hombre tiene que luchar en la vida, que ejercitar todas las profesiones y oficios, sobre todo los précticos (puesto que el gentle ‘man tampoco es intelectual). De aqui que el gentleman represente un prototipo de existencia que vale para todo el mundo: “el burgués y el obrero ~sostiene Ortega pueden, en cierta medida, ser gentleman” (Ortega y Gasset 1939b: 581). Por iiltimo, Ortega introduce un tercer tipo ejemplar de vida que conserva lo mejor del gentleman, pero que “Ileva en sila condicién de florecer en tierra de pobreza”: el hidalgo espaiiol del siglo XVI. Sin embargo, si bien es cierto que el hidalgo es el tipo humano que mas se parece al gentleman, en la medida en que ambos saben darle a sus condiciones de existencia una solucién digna, lo que més separa al hidalgo espanol del gentleman inglés es que el hidalgo no trabaja y ademas, afiade Ortega: reduce al extremo sus necesidades materiales y, en consecuen- cia, no crea técnicas, vive alojado en la miseria como esas plan- tas del desierto que saben vegetar sin humedad (Ortega y Gasset 1939b: 581). Con esta clasificacién de programas vitales del hombre, en los que se muestran también diferentes clases de técnica, Ortega se situaba frente a la tendencia doctrinal reinante en su época, que consideraba ‘que Gnicamente habia una técnica (la europeo-americana), y que todo Jo demas era “un torpe rudimento y balbucco hacia ella” (Ortega y Gasset 1939b: 587). Por este motivo, teniendo en cuenta que el hom- El ranshumanismo en la ers p= bre ha sido siempre un sex la que se ha soslayado cme reconoce exclusivame: Al fin y al cabo, la técnica. es historica y ha atrav 2 fin de conocer detalla a lo largo de la historia y gendraron nuestra técnice de la historia de la técnica el estadio mas remorto y azar; en segundo lugar, c= dia nos encontramos el lugar, en la Edad Moderns: estadio de la técnica del Enel primer estadio,~ vento” (Ortega y Gasset # primitivo y de algunas como tal, es decir, n ade les permite reformar la Sgnorancia esta condic torio técnico es muy r. pueden destacar de los “el primitivo es mini porque la sencillez y sus actos puedan ser ¢ vidads €) porque el p: mas caracteristico de la = cribe Orteg Este hombre, inventos. La inv naturaleza ~el poder + alrevés,ciertos J provenirde €l, come : No se siente Homo * En cuanto al segundo: 7 scxesano, propia de la A ‘Media. Sus principales

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