Capitulo T
S mirada delataba una tremenda tristeza. En sus ojos se refle-
aba el rio oscuro y profundo, que discurria silencioso bajo el
puente. El frio calaba hasta los huesos. El hombre de mirada triste
observaba el fondo del Sena de derecha a izquierda. La tarde era
gélida como habia sido todo el dia, Pocas personas circulaban en
ese momento. Apenas habia luz en aquel lugar.
Los recuerdos se sucedian uno tras otro y todos a la vez forma-
bban un caos en su cabeza. EI maletin estaba presente. Los ojos de
Michel miraban primero el Sena y después el maletin, Los dos te-
nian muchas historias que contar. A lo lejos se divisaban las luces
de un barco cargado de pasajeros que estaban disfrutando del re-
corrido turistico por las aguas del rio parisino.
- El maletin no me ha traido més que problemas- susi
chel en voz baja.
- {Dichoso maletin!
La mirada de Michel asomado al Sena era intensa. De ojos
vaces y cabello muy negro con una mecha blanca en el lado iz-
quierdo que le daba un aspecto mas anciano de lo que realmente
era. En aquel momento no se sabia quién miraba a quien, el rio a
Michel o al contrario, Michel miraba el rio con pasion y desespe-
racién, Su mirada triste presagiaba acontecimientos inciertos,
8