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Vil CAPITULO LINEAS CURVAS § 45. CONOCIMIENTOS GENERALES SOBRE LAS LINEAS CURVAS Y SU PROYECCION Toda curva puede definirse como la trayectoria de un punto que se mueve en un plano o en el espacio». Como ejemplo sirven la espi- ral de Arquimedes y linea helicoidal cilindrica conocidas del curso de dibujo lineal de la escuela secundaria. La curva puede ser obte- nida también como resuliado de la interseceién de dos superficies (por ejemplo, de dos superficies cilindricas) 0 de la intersecelén de una superficie con un plano (por ejemplo, la elipse, que se obtiene al cortar la superficie lateral de un cilindro circular recto con un plane que forma con el eje del cilindro cierto Angulo agudo). En toda una serie de casos, la curva representa el lugar geométrico de puntos que corresponden @ condiciones determinadas para esta curva (circunfe- rencia, elipse, parabola, ete.). La curva quedu determinada por las posiciones de los puntos que la constituyen. Los puntos de la curva se determinan por sus coorde- nadas. Las curvas pueden ser planas, es decir, todos los puntos de tas cuales pertenecen a un mismo plano, y espaciales (alabeudas), o sea, tales, cuyos puntos pertenecen a distintos planos ”. Como ejemplo de lineas curvas planas sirven la circunferencia, la elipse, la pard- bola y la espiral de Arquimedes; como ejemplo de curvas espa- ciales, la linea helicoidal, ta linea de interseccién de las superfi- cies laterales de un cilindro y un cono circulares rectos. Para construir las proyecciones de una curva (plana o espacial) es necesario construir las proyecciones de toda una serie de puntos » En toda la extensiédn de la curva no deben haber seceiones rectilineas, 2) A las curvas espaciales se las llama también lineas de doble curvatura. 176 CAP. VI} LINEAS CURVAS pertenccientes a esta curva (fig. 289).Un ejemplo de la construccién a Jas proyecciones de una curva plana se dio en la fig. 149 (pag. 5). Mn curva espacial se proyecta en forma de curva plana, la curva plana, también en forma de curva plana.o on forma de linea recta, si Ja curva so encuentra en un plano perpendicular al plano de pro- yeecién. La linea se considera regudar si en su formacién esté subordinada a una ley geométrica cualquiera. Si con esto la curva se determina Fig. 289 en las coordenadas cartesianas por una ecuacién algebraica, enton- ces, ésta se lama curva algebraica?. Como ejemplo puede servir la elipse, euya ecuacién es a yt Steet. El grado de la ecuacién determina el «orden» de la curva: la elipse es una curva de segundo orden. La curva que representa la proyec- cién de wna curva de cierto orden conserva el mismo orden o es una curva de orden inferior. La tangente a una curva se proyecta, en cl caso general, on forma de tangente a la proyeceién de la curva. Si, por ejemplo, se ha tra- zado una tangente a una circunferencia situada en un plano que forma con el plano de proyeccién un Angulo agudo, entonces, esta tangente se proyecta como tangento a la.elipsc que expresa la proyeccién de esta circunferencia. En la fig. 289 viene representada una curva 4 Si la curva se determina no por una ecuacién algebraica, entonces esta curva so reficre @ las curvas transcendentes. § 45. LINEAS CURVAS ¥ SU PROYECCION 4177 espacial, sus proyecciones sobre los planos V y #, la tangente a esta recta en el punto A y las proyeeciones de esta tangente. El plano pro- yectante que pasa por la tangente a la proyeccién de la curva, tiene contacto con la curva en el espacio. Para tener una idea mas clara de una curva en el espacio, al ex- presar una curva plana o espacial por sus proyecciones, se deben in- dicar en las proyecciones ciertos puntos caracteristicos para esta curva Q para sil posicién respecto a los planos do proyeccién. Pueden ser sefalados, por ejemplo, los pun- tos de la curva mas alejados do Jos planos de proyeccién y los pun- tos mds cereanos a éstos; para ello hay que trazar unos planos Llangen- tes a la curva y paralelos a los planos de proyecci6n correspondien- tes: on la fig. 290, el plano S, paralelo a] plano V, permite esta- blecer que el punto G de la curva en él espacio es el punto mis ale- jado del plano V. La curvatura de uma linea cur- va, plana o espacial, puede ser invariable (en toda la extension de esta curva o en secciones separa- das de ella) o variar en distintos puntos de la curva. Por ejemplo, la curvatura de una_circunferencia o de una linea helicoida) cilin- drica es invariable en toda la exten- sién de éstas, y la curvatura de una elipse se repite en sus cuadrantes, variando continuamente on los limites de un cuadrante. Se usa el término eurvatura de la linea. La curvatura se expresa por un n{imero; ésta caracteriza a la curva en uno de sus puntos dados, mds exactamente, en un arco infinita- mente pequefio, o sea, en las vecindades de este punto. La dongitud de cierta seccién de una curva, tanto plana como es- pacial, se determina aproximadamente, sustituyondo la linea curwa por una quebrada, inscrita en esla curva, y midiendo la longitud de los eslabones de esta quebrada (esto, claro esta, no se refiere a las curvas, la longitud de las cnales puede ser hallada vatiéndose de cdlculos simples?). Para reducir el error deben tomarse segmentos de la quebrada cuyas longitudes se diferencien poco de los arcos do Fig. 290 1 Por ejemplo, una circunferencia, una espira de una linea helicoidal ci- lindrica (véase a continuacién el § 48), 12—891 178 CAP. VII LINEAS CURVAS la curva cuyas cuerdas son estos segmentos. En la fig. 291 se muestra la determinacién de la longitud de la curva ABC: la proyeccion horizontal (la curva abc) se haedividide en partes pequefias y se ha adesarrollado» en una recta sobre el eje z de tal manera que los seg- Mentos @efo, Todo, etc. son respectivamenmve iguales a las cuerdas ro ot A Fig, 294 al, 1b, etc.; en los puntos ay, Zy, ete. se han levantado perpendicu- lares al eje z, y sobre estas perpendiculares se han llevado las Z-coor- denadas de los puntos de la curva. Obtenemos una quebrada cuya longitud puede ser tomada aproximadamente como longitud de la curva ABC. S § 46. CURVAS PLANAS Girando la secante KS, (lig. 292) alrededor del eje K de modo tal, que el punto X, tienda al punto A, obtendremos Ja posicion limite KZ, es decir, la posicién de la tangente a la curva en el punto Fig. 202 fig. 203 A. La tangente refleja la direcci6n de movimiento del punto que engendra la curva; la direccién de la tangente en cierto punto de la curva se Hama direccion de fa curva en este punto. § 48. CURVAS PLANAS 179 Trazando por el punto & la recta KN_KT obtenemos la normal a la curva en este punto K. La normal a una circunferencia coincide con la direccién de su radio. La construccién de la normal a una elip- s@ 86 muestra en e] § 21. En of punto K (fig. 292) la curva es suave: en el punto K la curva tiene una sola tangents. Si la curva se compone solamente do tales puntos, ésta es una curva suave (fig. 293, a la izquierda). Pero en la curva pueden haber puntos (véase la fig. 293, a la derecha) en los que hay dos tangentes con un Angulo entre ellas distinto de 180°. A tal punto se le Hama punio de inflezién, punto angular o punto de salida, y 1a recta en este punto no es suave. En este punto como si ee EH Fig. 294 Pig. 295 se cortaran bajo cierto Angulo dos reetas AB y BC. Si el dngulo o resulta igual a 180°, las curvas 4B y BC haran contacto y cada una de ellas en 0] punto B resultaré suave. Las curvas que hacen contac- to tienen una misma tangenle en su punto comin, y lags normales a las curvas en esie punto se sittan en una misma recta. En la fig. 294, en el punto X de la curva se han trazado la tan- gente K7 y la normal KW, Si on todos los puntos de la curva se re- pite ta] disposicién respecto de la tangente y la notmal en la vecin- dad examinada ™, la curva es convera y sus puntos son ordinarios (o regulares). Como ejomplo sirve la clipse. En la fig, 295 se muestran los puntos: A, punto de inflexién en el que la curva corta a la tangente; B y C, los puntos de retorno en Jos que fa recta tiene punta («pico») y la tangente es comin para ambas ramas de la curva (al punto B se le lama punto de retorno de primer género, y al punto C, punto de retorno de segundo género). Aqui hemos tocado los llamados puntos singulares de una curva, por ejemplo, tales, en Jos cuales la direccién de movimiento del punto que describe la curva cambia de sentido (puntos de retorno) oa salto {véase la fig. 293, el punto &). 4 Por eercanfas aqui se comprenden los puntos de la curva en la proxi dad jnmediata al punto gua se examina. . Los puntos singulares se estudian on ol curso de Geemetcia Diferencial. 12" 180 CAP. VIL LINEAS CURVAS Se puede sefialar también el punte doble (pute nodal o de auto- interseceién), en ol que la eurva se corta a si misma y tiene dos tan- gentes (fig. 296, el punto D), y el puro de autocontacfo en el que la curva se encuentra a si misma, pero ambas tangentes coinciden (en la misma figura, el punto £). Todos estos casas pueden encontrarse en las proyecciones de las curvas planas, siendo suficiente para la curva plana tener una sola proyeccién (si, claro esta, esta proyec- cién no es una recta) para juzgar so- bre el caracter de sus puntos, puesto que cualquier particularidad de esta proyeccién expresa !a misma particu- E: laridad de la propia curva plana, Fig, 296 Lacurvatura de una curva plang en un punto cualquiera A, (fig. 297) se constdera como et limite al que tlende la relacién entre el dnguto farmado por las tan- gentes irazadas en los puntas vecinos Ay y Ay de la curva, y et arco Ay Az, at et Punto Aq tiende at Ayt Vim 2k. 1g + Asi pues, sé llama curvatura de una curva en uno de sus puntos A al valor li mile de la relacién del dngulo p, al arco A\A,. La curvatura se designa con la letra _k. Evidentemente, ef angulo p puede ser también expresado por el dngulo entre jas normales a Ia curva en los puntos 4, ¥ 4a. ‘Si nos imaginamos una cireunferencia que pase por el punto A, (fig. 297) y dos Buntos vecinos al dado en la curva, qué tienden al punto 4,, entonces, la circunterencia alcanzaraé su posicién limite cuando el punto de intersoccién de las nor- Th males C, alcance su posicién limite y 90 %, exprese por cierto radio €,A,. En este caso, fa cirounferencia haré contacto con la curva A en el punto 4,, La circunferencia y ta cur- va tondrin comunes una tangente y una nore Tz mal en la que so encuentra el centro do la eireunferencia en contacto. Se emplean los términos: circule de curvature de la curva en el punto dado, centro de curvatera {0 cen- tro del cfreulo de curvetura), radio de cur- Cy vatura (o radio del cfireulo de curva: tura), La curvatura de una curva en un Fig. 297 punto cualquiera de la misma es igual 4 la reciproca del radio de curvatura: Es evidente quo para une cireunferencia, en cualquier punto de ésta, el radio de la circunferencia en contacto seté igual al radio de la circunferencta dada, De aqui que: la eurvatura de una cireunjerencia es igual en Codes sus puntosa ta rew § 46, CURVAS PLANAS 181 ciproca del radio de esta circunferencia, 0 sea, 4 ker Fy Cuanto mayor sea R, tanto menor ser k. En la elipse (fig. 298, a la izquicrda) los centros do curvatura en los vérti- ces A, y A, se encuentran en su ap mayor, y en los vértices By y Bg, en su eje menor, Para determinar la posicion do los centros de curvatura hemos empleado Jas {6rmulas conocidas para los radios de curvatura en los vértices do la elipse: en los vértices A, y Aq, lo formula e a a . y en los vértices By y Bg, la f6rmula n==, donde a es el semioje mayor, b, ol semioje menor de la elipse. Vig. 298 En la fig. 298, a la derecha, se muestra la construccién de los centros de cur- vatura C, y Cy y la determinacién de la magnitud do los radios de curvatura en los vértices A, y B,: con ayuda de los semiejes dados OA, y OB, se construye el reetdngulo O5,DA,, en ésto so traza la diagonal A,B, y desdo cl punto D so baja une perpendicular a esta diagonal, que cortaré al eje mayor en el punto C, ya in prelongenién del ee menor en el punto (,..£) itaiames con ceney an el punto C, y radio C,A, y con centro en el punto C, y radio CoB, dos arcos de dircunferencia, entre éstos habré una holgura; en ésta, con auxilio'de la plantilla de curvas se traza un arco que haga contacto con ambos arcos de las circunferen- cias, Para trazar este arco con mas exactitud es conveniente ballar un punto de la eli asi como se muestra en la misma figura para el punto J sobre una recta trazada por el foco F, perpendicularmonto al ejo de la clipse A,dy. Sucesién Ge la construceién: el foco F, {vénse el § 21), los arcos de radios OA, y OB,, la perpendicular a A,dy en el punto Fz hasta su interseccién con el arco en el punto 7, el radio O—J y por el punto 7 Is recta paralela a 04... Con ayuda de los puntos hallados C, y C3 so pueden haller dos centtos més, y con auxilio del pun- to M, tres puntos més para trazar ta parte restante de la curva, Esta linen mixta es my proximo 9 la elipso. | : ¢Cuél curva plana tiene curvatura constante? La circunferencia (véase més arriba: heer 7p: donde Rese radig de lo‘etrounferencia), 9) constderamos a una recta como una circunferencia de R= oo, entonces, también aqui Ja curvatuca es constanle: k=O. 182 CAP, VIE LINEAS CURVAS En la fig. 299 so muestra la construccién aproximada de la tangente y It normal a una curva suavo en cierto punto K, Trazamos Ja recta auxiliar EF aproximadamente en direceién perpendicular ala direccién supuesta de la tangente a la curva ABCD. Lucgo, por af punto R, trazamos unas cuantas rectas que corten a la curva ABCD y a la recta EF. Si Novamos sobre estas rectas los segmentos A,Ag= AR, B By=BR, CyCy=CK, D,D,=KD, ete., ¥ trazamos por los puntos Aq, Ba, Crs Das... una linea curva suave, entonces en su interseccién con la recta ZF obtendremos el punto M, decir, ol segundo punto de la recta tangente a la curva ABCD en el punto K”, En la fig. 300 se muestra la construccién aproximada del centro de curva tura en cierto punto A de una curva. Fig. 299 Tomando en la curva cerca del punto K unos cuantos puntos Ay, Aq, trazamos por estos puntos y por ol punto K tangentes. Llevamos sobro ostas ta gentes los segmentos arbitrarios, pero iguales entre si, A,a,, Ay a, Kk, ... ¥ trazamos por tos puntos a, a5, k, ..., una lfmea curva. En la interseceion do las normales en los puntos K y k se obtiene el punto C, es decir, el conto de curvatura buscado, y el radio de curvatura r=CK. De aqui'se determina la curvatura en cl punto K, igual » 1, Si se construyen los centros de curvatura de la curva dada en tina serie de juntos, entonces, por estos contros pasard a su vez uma curva Hamada evoluta de a curva dada ¥ que esel lugar geométrico de los centros de curvatura de la misma, A la curva dade. con relacién a su evoluta, se la llama evolvente, Por ejemplo, en la curva Hamada ovolvento de la citounferencia los centros de curvatura en diferentes puntos de esta curva estén situados sobre la circunferoncia, la cual es la evoluta respecto a la evolyente dada. § 47. CURVAS ESPACIALES Mucho do Jo estudiado respecto a las curvas planas puede ser también referido a las curvas espaciales. Por ojemplo, la tangente & una curva espacial también se obtiene de la secante KS, (fig. 292) » La curva 4.8,0,D, es un ojemplo de la asi Hamada curva de orrores, $47, CURVAS ESPACIALES 183 al coincidir los puntos K y K,, También en una curva espacial pueden haber puntos de distinto género: corrientes (regulares), puntos de inflexién, «picos» y otros. Pero, si para la curva plana en el punto K (fig. 292) se podia trazar solamente una perpendicular KN (nor- mal) a la tangente K7, para la curva espacial tales perpendiculares en el punto de contacto pueden haber una infinidad, lo que conduce a Ja nocién de plano normal, Luego, para la curva plana es suficien- te disponer de una proyeccién para juzgar sobre el cardcter de sus puntos, mientras que para la curva espacial, se puede juzgar sobre el cardécter de sus puntos solamente conociendo dos proyecciones de esta curva. Por ejemplo, en las figs. 289 y 290 la confrontacién de las proyecciones horizontal y frontal‘ demuestra que, a pesar de que en la proyeecién horizontal se tiene un punto doble, en Ja pro- pia curva no existe punto doble. Lo mismo que para una curva plana, la tangente a una curva en el espacie (fig. 289) se proyecia en una tan- gente a la proyeccién de esta curva. El plano proyectante trazado por la tangente a la proyeccién de la curva, hace contacto con la curva en el espacio. Todos los puntos de una curva plana estén situados en un mismo plano. En lo que se refiere a una curva espacial, se puedo hablar solamente det plano més préximo a la curva en el punto que se examina. A este plano se le Hama de con- dacto. Supongamos que en la fig. 292 esté representada no la porcién de una curva plana, sino la de una espacial. Los tres puntos K, K,y K, de esta curva determi- nan a cierto plano. La posicién limite de este plano, cuando la secante KS4 pasa sor tangente en el punto & y el tercer punto se aproxima infinitamente al punto do tangencia. define al plano de contacto en el punto X de la curva espacial. Cerca del punto A se puede considerar que la curva esté situads en el plaue de contacto Los planes de contacto y normal son perpendicutares entre si, esto se despren- de del hecho de que el plano de contacto contieng a la tangente o la curva. Al intersécarse los planes normal y de contact se obtiene una de las norma- les, la normal principat, La normal perpendicular al plane de contacto se llama binormal A los planos de contacto y normal so les aiiade un tercer pee werpendicn- lar alos primeros Este plano pasa por la tangentey la binormal, y se Wama plano de reetifieacién. Estos tres planos, que forman un triedro, se usan como planos de coordena- das al examinar la curva en ef punto dado La posictén del trledroe depende de la posielén del punio en la curva, Por analogia con el centro de curvatura de una cerya pints comto la posicion limite del punto de interseccién de dos normules (fe. oT. obtenemas el eje de curvatura de una curva espacial como la posicién limite de la recta do intersec- cidn de Ios planos normales vecinos. En esta posicién limite et efe de curvatusa es paralelo @ la binormal; en la interseccién det ese de curvatura con la normal principal se obtiene el centro de curvature, de doade se determina el radio de curvatura como la distancia desde este contro hasta el punto examinado de la curva, Asi como ps Ja curva plana, fa curvatura de una curva espacial es igual a la reciproca del radio de curvatura. Si nos imaginamos la aproximacion limite de tres puntos vecinos de una curva espacial y la posicién limite de la circunfe- rencia trazada por estos puntoa, obtenemos el circulo do curvatura en el plane de contacto, y su contro og el contco do curvatura, y su radio, el radio do curva- tura. Esta es la primera curvatura do una curva espacial. 184 CAP. VIT LINEAS CURVAS Si es vez del Angulo entre las tangentes, como esto ocurria para las curvas planas, y de la relacién entre este Angulo y Ja longitud del arco entre los puntos le tangencia, se toma el angulo formado por los planos de contacto (éste es igual al Angulo entre las binormales) y se divide este angulo entre la longitud del arco entro los puntos examinados de la curva espacial, entonces, el valor limite de esta relacién expresa la asi Namada curvatura de torsidn o segunda curvatura de la curva espacial. Recordemos que a las curvas espaciales se Las Mama también eurvas de doble curvatura, St las tangentes a une curva espacial tienen una misma tnelinactén en todos los puntos de esta curva respecto a un plano cualquiera, entonces estas curvas se Haman curvas de igual pendiente. PREGUNTAS A LOS §§ 45-47 - 4. gEn qué consiste la diferencia entre las curvas plana y espacial? 2. {Qué representa la proyeccién do una curva espacial? 3. Qué representa ta proyeccién de una curva plana? 4. iQué representa la proyeccién de la tangento a una curva? &, ¢Cémo so determina la longitud de cierta porcidn de wna curva? 6. 2A qué se le llama tangento a una curva? ZA qué se le Mama normal en un punto cualquiera de una curva plana? 8. 4Con gue se determina la suavidad de una curva plana’ 9. ZA cudles curvas planas se les llama de contacto? 10. {Qué significa eurva plana convexa? 11, {Por cudntas proyocciones se puede juzgar sobre el carécter de los puntos. de una curva plona? 12. gA qué se lo [lama curvatura de una curva plana en cierto punto de ella? 43, {A qué es igual ta curvatura de una eircunferoncia? 14. ¢Cémo construir una curva mixta similar a la elipse, conociendo los ejes de ésta? 15. gCémo construir la tangento y Ia normal a una curva suave en cierto punto de ella y cémo hallar ¢l contro de curvatura en esto panto 16. gPor cudntas proyecciones se puede juzgar sobre el caracter do los pun- tos de una curya éspacial? 47. A cudles planos se les Mama normal, de contacto y de rectificacién on un punto cualquicra de una curva espacial? 48. ZA qué se le Hama normal prineipal y binormal en un puato cualquiera do una curva espacial? 19, ZA qué se le Ilama primera y segunda curvatura de una curva espacial? 20. gGémo se descifra la denominacién de courva de doblo curvaturas? 21. ZEn cudl caso a la curva espacial se le Hama curva de igual pendiente? a § 48. LINEAS HELICOIDALES CILINDRICAS Y CONICAS La linea helicoidal cilindrica represonta una curva espacial de igual pendiente. El] filo de una cuchilla, al hacer ntacto con la superficie de un cilindro que gira uniformemente, deja en esta super- ficie una huella en forma de circunferencia. Si al mismo tiempo se le comunica a Ja cuchilla un movimiento de avance uniforme a lo largo del eje del cilindro, en la superficie de éste se obtendré una linea holicoidal cilindrica. § 48, LINEAS HELICOIDALES: CLLINDRICAS Y CONICAS 185 En la fig. 301 se muestra la formacién de una linea helicoidal en la superficie de un cilindro como resultado del movimiento del punto 4 per le generatriz EC y del movimiento de giro de esta gene- ratriz. Aqui vienen representadas varias posiciones de esta genera- triz: EC», E,Cy, -..) los arcos E,#1, EE ., ... son iguales entre si y cada uno do ellos es igual a ® , donde d es el didmetro del cilindro y n, el nimero de divisiones (en la fig. 301 n=12). La posicién ini- cial del punto se ha designado con Ay, y las posiciones ulteriores, con Ai, Ag, etc., respectivamente. Fig. 302 Si durante el] traslado de la generatriz de la posicién Ho€, a la posicién £,C, el punto ocupa la posicién A ,, entonces el segmento E,A, determinaré la distancia que ha recorrido el punto por la gene- ratriz desde su posicién inicial. Al ocupar la generatriz la siguiente posicién (la Z.C,) el punto se elevard a la altura E,A,=2E A, ete, Cuando la generatriz hace una vuelta entera, el punto se desplaza por ellaa la distancia EgA y,=12E 1A 3. Al seguir girando la generatriz, el punto A comenzara a formar la segunda espira o vuelta de la linea helicoidal, ocupando la posi- cién Aj, Aa, ete. La distancia entre los puntos A, y A,, se llama paso de la linea helicoidal. E\ paso puede ser elegido on dependencia de unas u otras condiciones, 486 CAP. V1) LINEAS CURVAS La distancia del punto A al eje OO se llama radio de la linea helicoidal, y el eje OO, eje de la linea helicoidai. El radio de la linea helicoidal es igual a la mitad del didmetro del cilindro circular recto en cuya superficie lateral esté situada la linea helicoidal. El diaémetro del cilindro y la dimensién del paso son, los pard- metros’ que determinan a la linea helicoidal cilindrica en la super. ficie Jateral de un cilindro circular recto. c fn ta fig. 302 se ha cumplido la construccién de las proyecciones de una linea helicoidal cilindrica. Preliminarmente se han construi- do las proyecciones del cilindro circular recto. La cireunferencia de la baso del cilindro (en ta proyeccién horizontal) y el paso (el segmento & llevado al eje del cilindro en ta proyeccién frontal) gohan dividido en igual nimero (n) de partes; en la fig. 302 se ha tomado n=12. La posicidn inicial del punto 4 ge indica con las 12" 43 Fig, 303 Fig. 304 proyeceiones a’ y @, este tiltimo os el punto denotado con Ja cifra O en la circunferencia. Dado que el eje del cilindro esté dirigide perpendicularmente al plano H, la proyeccién horizontal de la linea heticoidal se confunde con la circunferencia que representa la proyeccién horizontal de la superficie del cilindro. En lo que se refiere a la construccién de la proyeccién frontal de la linea helicoidal, la marcha de su construc- cién est& clara de la fig. 302 y se deriva de la propia formacién de la linea helicoidal como la trayectoria de un punto que realiza dos movimientos, un movimiento uniforme en linea recta y al mismo “ Bl parametro e3 una maguitud cuyos valores numéricos permiten soparar un elemento determinado entre los elementos del mismo género, § 48. LINEAS HELICOIDALES: CILINDRICAS ¥ CONICAS 187 tiempo movimiento giratorio uniforme alrededor del eje paralelo a esta recta. La proyeceién sobre un plano, paralelo al eje del cilindra, en el caso dado la proyeccién frontal de la linea helicoidal cilindrica, es semejante a una sinwsoide. En la fig. 302, la proyeccién frontal de la linea helicoidal tiene en la parte delantera (visible) del cilindro elevacién de izquierda a derecha o descenso hacia la izquierda; si el eje del cilindro se dispone horizontalmente, entonces la elevacién de la linea helicoidal eg de derecha a izquierda, y el deseenso hacia la derecha. Esta es una linea helicoidal con paso @ laderecha o linea helicoidal dextrorsa. En la fig. 303 se muestra una linea helicoidal con paso a laizquierda (li- nea helicoidal sinistrorsa): la elevacién en la proyeccién frontal de la linea helicoidal en la parte delantera (vista) del indro va de derecha a izquierda, el descenso hacia la derecha; si el eje del cilin- dro se dispone horizontalmente; la elevacién ser4 a la derecha, y eb descenso hacia la izquierda. Desarrollo cy Or Tes 45 67 8 9 10 Ni Fig. 305 Si Ia linea helicoidal se representa sin el cilindro y sin las pro- yecciones de los puntos, la indicacién sobre si es la linea helicoidal dextrorsa o sinistrorsa debe darse con palabras o con flechas, asi como se muestra en Ja fig. 304 a la izquierda para una linea helicoi- dal dextrorsa, y a la derecha, para una sinistrorsa ». El desarrollo de la espira de una linea helicoidal cilindrica se fuestra en la fig. 305. En forma desarrollada cada espira representa el segmento de una recta. Esto se desprende de Ja formacién de la linea helicoidal: por cuanto la cireunferencia de la base del cilindro © La linea helicoidal cilindrica se illustra muy hien on un muelle salomé- nico, en las roscas de los pernos, en los tornillos, én los esparragos y en cl tor- nillo sia fin cilindcico. 188. CAP. VII LINFAS GURVAS se dividié en partes iguales yel paso de la linea helicoidal fue divi- dido en un mismo nimero de partes iguales, el desarrollo de la linea helicoidal en toda la extonsién de su paso puede considerarse como el lugar geométrico de los puntos, para cada uno de los cuales la ordenada es proporcional a la abscisa, es decir, yAz. Esta es la ecuacién de una linea recta. Las tangentes a la linea helicoidal coinciden en e] desarrollo con la recta en a que se desarrolla la espira de la linea helicoidal. En la fig. 305, para el caso de dos pasos de Ja linea helicoidal, se han obtenido dos segmnentes de ésta bajo un angulo a a la recta que reprosenta a la circunferencia desarrollada de la base del cilindre. La pendiente de la linea helicoidal se expresa con la formula h tga= 7 donde k es el paso de la linea helicoidal y d, el didmetro del dro. E] dngulo « se Hama dngulo de espira o dngulo de paso. La longitud de una vuelta (espira) de la lf{nea helicoidal es igual a L=VP Tay. , Para un mismo didmetro d, el dngulo @ depende solamente del paso de la linea helicoidal; para obtener un angulo de paso pequeiio debe tomarse un paso pequefio, y viceversa. Si para el caso de cilin- dros de distinto didmetro el paso permanece invariable, el Angulo de paso seré tanto menor, cuanto mayor sea el didmetro del cilindro. in- Se puede construire! modelo de la linea helicoidal si se toma un recténgulo con la diagonal dibujada en él y se avrolla on forma de un cilindro circular recto; on este caso, la diagonal del rectangulo forma wna espira de la Linea heliccidal. Evidentemento, la linea helicoidal es la distancia més corta entre dos puntos de la superficie Lateral de un cilindro circular: es la linea geodésica de esta super ete, p En efecto, en la superficie do tal cilindro, entre dos puntos se puede trazar una infinidad de lineas. Una do estas lineas expresa la distancia mas corta entre estos puntos. Al desarrollar la superficie tal linea se desarrolla en una recta. Esto es propio de las lineas de la superficie Hlamadas geodésicas. Examinemos la siguiente propiedad de una linea helicoidal ci- Ifndrica. Supongamos (fig. 304) que a la linea helicoidal, en un punto cualquiera A, de ésta, se ha trazado una tangente que corta al plano H en cl punto K,, El Angulo entre la linea helicoidal y cualquier generatriz del cilindro se expresa por e] dangulo entre esta generatriz y la tangento (a la Iinea helicoidal) trazada en el punto comin para la linea heli- coidal y la generatriz. El] desarrollo en la fig. 305 muestra que entre la linea helicoidal dada y la generatriz del cilindro se obtiene un angulo coustanto, es decir, todas las tangenies a la linea helicoidal § 48. LINEAS BELICO(DALES: CILINDRICAS Y CONICAS 189 tienen una misma inclinacién a las generatrices del cilindro y cortan al plano H bajo un mismo dngulo a. Este mismo Angulo se obtuvo entre log desarrollos de la linea helicoidal y lacireunferencia de la base. Al desarrollar la superficie lateral del cilindro con la linea he- licoidal dibujada en ésta, por ejemplo, el elemento AgA3E 5 (fig. 301) adquiere la forma del triangulo recténgulo KA ,£s, en el quo &,A, eg la tangente a la linea helicoidal en el punto A;, y K3E,; es la proyeccién de la tangente sobre el plano de la base del cilindro, o sea, la tangente a la circunferencia de su ha- se. De aqui se desprende que el punto K g perte- nece a la evolvente de la circunferencia, pues- to que las tangentes en todos los puntos de la linea helicoidal cilfndrica tienen las trazas en el plano de la base del cilindra que forman la evolvente de la circunferencia de la base de este cilindro. Aprovechemos esta circunstancia para la construccién de la tangente a la linea helicoi- dal cilindrica en un punto cualquiera de ella. En la linea helicoidal representada en la fig. 306, la tangente se ha construido en el punto K. Ante todo se ha trazado la proyeccién horizontal de la tangente (el segmento KZ) per- pendicularmente a ok. Con ayuda del punto 7 en la evolvente se ha hallado la proyeccién 2’, después de lo cual puede trazarse la proyec- cién frontal de la tangente (la recta 7’k’). La Fig. 306 construccién se ha repetido para el punto L. Se puede construir en la superficie del cilindro una curva formada de Ja misma manera que la linea helicoidal, pero dejando el giro de la generatriz del cilindro uniforme y haciendo el desplazamiento del punte por la generatriz alterno por und ley cualquicra. Estas curvas se llaman a veces lineas helicoidales de paso variable. La construccién de tales curvas se da on la fig. 307 para ol caso de mevimion- to uniformemente acelerado del punto por la goneratriz, Vienen dados los des- plazamientos del punto on cada una de las doce posiciones indicadas de la genera- triz; por ejemplo, al pasar a la novena posicién el punto so desplazaré en el seg- mento GH») {contando a partir de la octava posicién de este punto). En la fig. 307 se da también oJ desarrollo do la linea construida; el dugulo do paso es variable. Si el punto se desplaza uniformemente por la generatriz de un cono circular recto y la generatriz realiza un movimiento de giro alrededor del eje del cono con una velocidad angular constanto, la 190 P. Vil LINEAS CURVAS trayectoria del punto es una linea helicoidal cénica”; sus proyecciones se representan en la fig. 308. Los desplazamientos del punto por la generatriz son proporcionales a los desplazamientos angulares de esta generatriz. En la fig. 308 se dan en la superficie del cono doce Posiciones de la generatriz y en estas posiciones viencn indicadas las posiciones correspondientes del punto. La distancia entre los puntos de las espiras contiguas AoA 1.=h, medida por la goneratriz, se Hama paso de ia linea helicoidal cénica ». C) Cz Cs Ca © Go C, Ua_ Ca Cx Cu Cre A by Es Es Es Ey Eg Ey Eg Ey Ei Fig. 307 La proyeccién de la linea helicoidal cénica sobre ef plano pa- ralelo al eje del cono (en el caso en cuestién la proyeccién frontal) representa una sinusoide con altura de onda decreciente; la proyec- cién sobre el plano perpendicular al eje del cono (en el caso dado la proyeccién horizontal) representa una espiral de Arquimedes. En el desarrollo de la superficie lateral del cono (fig. 308 a [a derecha), la linea helicoidal se desarrolla también en una espiral de Arquimedes, puesto que al desplazamiento angular uniforme del radio le corresponde en el desarrollo de la superficie del cono un des- plazamiento uniforme del punto por este radio. En el dibujo se mues- tra el desarrollo para dos vueltas de la linea helicoidal cénica. » La Mnea helicoidal cénica se ilustra muy bien, por ejemplo, en un muello helicoidal cénico y en una rosea cénica. xs % El paso de la linea helicoidal cénica se cuenta a veces por su eje. El seg~ mento fy, tiie. 308) so considera como la proyeccién del paso k, medido por la ners, sobre el oje de la linea helicoidal. La divisién de k on n partes {gua~ es corresponde a la divisién do A, en Ja misma cantidad do partes iguales entre si, y viceversa. Fig. 308 SS SS ONE Fig. 309 192 CAP. VIL LINEAS CURVAS La linea helicoidal puede ser construida no solamente en una superficie cilindrica 0 cénica, Como ejemplo puedo servir la linea helicoidal (fig. 309) en la superficie formada con el giro del arco 48 alrededor del sje OO, es decir, en la superficie de un toro. Una linea helicoida!l semejante se puede ver en los torai- llos sin fin globoidales (véase la fig. 309, a Ia derecha). PREGUNTAS AL § 48 4. gCémo se forman las lincas helicoidales cilindricas y cénicas? 2. ¢A qué se le lama paso de una linea helicoidal: citindrica y cénica? 3, gQué forma tienen las proyecciones do las lineas helicoidales cilindrica ¥ 06: on abe los plagos: paralelo al eje de la linea helicoidal y perpendicular a esto je 4, Como distinguir si Ja linea belieoidal dibujada en la superficie de unas barras cilindrica y cénica es dextrorsa o sinistrorsa? gCémo aohstar of paso si 50 nope solamente la linea? . 4Eo qué sv desarrolla cada espira de una linea belicoidal; cilindrica y eénica? 6. gCémo se expresa Ja pendiente de una linea helicoidal cilindrica? 7. éQué linea se forma en el plano perpendicular al eje de una linea helicoi- dal cilindrica si se construyen las trazas de las tangentes a esta linea? VIII CAPITULO SUPERFICIES CURVAS § 49. CONOCIMIENTOS GENERALES SOBRE LAS SUPERFICIES CURVAS 1. Podemos darnos idea de la superficie, considerandola como la parte comin de dos zonas contiguas dol espacio. En la Geometria Descriptiva Ja superficie se define como la traza de una linea o de otra superficio en movimiento. La idea de superficie come el conjun- to de todas las posiciones consecutivas de cierta linea que se muevo en ol espacio es cémoda para las construcciones grdficas ?. Claro estd, que al representar una superficie nos limitamos a dibujar esta linea solamente en algunas de sus posicioncs. La idea de la generaciéa de la superficie como resultado del mo- vimiento continuo permite llamar a tales superficies cinemdticas ». La Ifnea que engendra la superficie, en toda posicién de ésta se lama generatriz. Habitualmente, se sefiala toda una serie de posi- ciones de la generatriz. Se suele decir; «generatrices>, «tracemos la generatriz», etc., comprendiendo hajo estas palabras lag diferentes posiciones de la generatriz. La linea generatriz puede ser recta o curva. Asi pues, la superficie cinemAtica representa el lugar geomét co de lag Iineas que se mueven en el espacio con arreglo a cualquier Jey. 4) En este caso, la linea que gonera la superficie puede deformarse durante el movimiento. Entonces se habla de la superficie con ¢generatriz variable». Por ejemplo, la superficie lateral de un cono circulac se puede obtener girando una cireunferoncia de modo tal, que su centro se desplace uniformemente on tinea recta (por el eje del cono) del vértice a la base, y simulténeamente con este movimiento aumonta regularmente ol radio. *% En el apartado de la Mecdnica llamado eCinematica®, cl movimiento so osamina sélo desde el punto de vista geométrico, independientemente de tag causas fisicas o fuerzas que lo provocan. 13— 891 194 CAP, VIII SUPERFICIES CURVAS La superficie generada con arreglo a tal ley se Hama regular, a diferencia de las irreguiares (o aleatorias). 2. La superficie que puede ser engendrada por una recta, se llama superficie regiada. La superficie reglada representa el lugar geomé- trico de lineas reetas. La superficie para la cual solamente la linea curva puede ser su generatriz, se Hama superficie no regrlada (su- perficie curva)». En la fig. 310 se dan algunos ejemplos de superficies regladas. La superficie represontada a la izquierda est& generada por la recta A,A» que, permaneciendo constantemente paralela a la recta 51S, se desliza por cierta linea fija 71727’, llamada directriz. sy Fig. 310 Es evidento que tal superficie se generara si se considera la lf- nea invariable 7.7.7; como generatriz cuyos puntos se desplazan por rectas paralelas a la linea directriz $,S,. Claro esté que la curva deber4 corresponder en todas sus posiciones a las condiciones de jgualdad y paralelismo de las curvas, es decir, a la coincidencia de una con otra al ser superpuestas y al paralelismo reciproco de las tangentes trazadas a la curva en un mismo punto de ella en las posi- ciones consecutivas. La superficie representada en la fig. 310, a la derecha, esta en- gendrada por una linea recta que, permaneciendo paralela al plano P, se desliza por dos directrices fijas: la recta S,S_ y la curva T,T;. Como ejemplo de superficio curva (no reglada) sirve la esfera (con otras palabras, superficie esférica). 1) La denominacién de «superficies regladas» se debe vincular con la idea do rectitud {areglav, otvazado de rectas con ayuda de una regla») y no con el tér- mino de «linear. $49, SUPERFICIES CURVAS 195 3. Una misma superficie puede ser generada por el desplazamien- to de diferentes lineas y de acuerdo a distintas condiciones que debe cumplir la generatriz en su desplazamiento. Por ejemplo, la super- ficie lateral de un cilindro circular recto (fig. 311) puede ser exami- nada como el resultado de un desplazamiento determinado de la ge- neratriz (la recta A,4,) 0 como resultado del desplazamiento de una circunferencia cuyo didmetro se desplaza por la recta 0,0,, y eb plano determinado por esta circunferencia es perpendicular a 0104. En la fig. 311 se muestra ademas la curva 7,7;7 en el mismo cilindro; todos sus puntos son equidistantes de la recta O,O;. Podemos darnos idea de la generacién de la superficie lateral de este cilindro también como resultado del giro de la linea 77,7 al- rededor del eje 0,02. En general, las leyes de generacién de una su- perficie pueden ser muy diversas; entre estas leyes y forma de las generatrices es deseable elegir las mas simples o cémodas para la representacién de las superficies y resolucién de los problemas rela- cionades con las mismas. Si nos imaginamos un conjunto de generatrices rectilineas y un conjunto : de generatrices de circunferencias (fig. 314), cada Fig. 314 linea de un conjunto (de una «familia» de lineas) cortaré a todas las lineas del otro conjunto (de la otra «familias de lineas), como resultado de lo cual se obtiene la red (estructura) de dada superficie. Tal representacién puede ser extendida también para otras superticies. 4. Sobre el ejemplo de la superficie lateral del cilindro (fig. 311) examinemos la generacién de esta superficie como resultado del desplazamiento de una esfera cuyo centro C se mueve por la recta 0,0,. Aqui la generatriz no es una linea, sino una superficie (una esfera). La superficie obtenida (la superficie lateral del cilindro) envuelve a la superficie generatriz (a la esfera) en todas sus posi- ciones. Ademas, ambas superficies hacen contacto por una circun- ferencia en cada posicién de la esfera. Si el centro de la esfera se desplazase por cierta curva, entonces, claro estA, se generaria otra superficie envolvente, y no la mostrada en la fig. 341 (véase la fig. 349), Asi pues, la generacién de una superficie puede ser oxaminada también como resultado del desplazamiento de cierta superficie gene- ratriz, con la particularidad de que ésta puede ser invariable o variar continuamente con arreglo a cualquier ley durante su movimiento, 5. Algunas superficies curvas pueden ser desarrolladas de ta modo que todos sus puntos coincidan con un plano sin sufrir deforma- cién alguna (por ejemplo, discontinuidades, pliegues). Ademas, cads punto en el desarrollo corresponde al Gnico punto de la superficie; 13" 196 CAP. VIIL SUPERFICIES CURVAS las lineas rectas pertenecientes a la superficie permanecen rectas;, los segmentos do las rectas conservan su longitud; e] angulo formado por la lincas en la superficie se conserva igual al Angulo entro las correspondientes lineas en e] desarrollo; el area de una zona cerrada cualquiera en la superficie conserva su magnitud dentro de la co- rrespondiente zona cerrada en e] desarrollo}. A tales superficies lag Namaremos desarroilables. A ésias se re- fieren solamente las superficies regladas, y ademas, aquellas en las que las generatrices rectilineas adyacentes son paralelas a se cortan, © son tangentes a cierta curva espacial. Todas Jas superficies curvas no regladas y aquellas regladas que no pueden ser desarrolJadas sobre un plano so llaman alabeadas. § 50. EXAMEN DE CIERTAS SUPERFICIES CURVAS, SU DETERMINACION Y REPRESENTACION EN EL DIBUJO Representar una superficie en el dibujo significa indicar los da- tos que permiten construir cada punto de esta superficie. Para ex- presar una superficie basta tener las proyecciones de la linea direc- triz e indicar cémo se construye la linea ganeratriz que pasa por cualquier punto de la directriz ". Pero si se le quiere dar a la repre- sentacié6n mayor claridad y un ta- racter mas expresive, se dibuja RS ademas el contorno de la superfi- i\ cie, varias posiciones de la genera- J triz, logs puntos y lineas mas impor- eT tanles de la superficie, ete. CHR A. Superficies regladas desarrotlabies 1. Cilfmdrieas y eénicas. La su- perficie cilindrica se genera por una linea recta que conserva en to- . das sus posiciones el paralelismo Fig. 312 a cierta recta dada y que pasa con- secutivamente por todos los puntos de cierta curva que es la direciriz (véase Ia fig. 310, a la izquierda). La superjicie cénica se gonera por una linea recta que pasa por cierto punto fijo y conseeutivamente por todos los puntos de cierta directriz curvilinea (véase la fig. 312). El punto fijo S se Mama vérlice de la superficie cénica. Hacemos recordar, que se Hama dngulo de dos curvas quo so cortan al Angulo entre Jas tangentes a estas curvas en el punto de su interseccién. » En calidad do direetriz frecuentemente so toma la linoa de interseccién de la superficie dada con el plano H, § 50. EXAMEN DE CIERTAS SUPERFICIES CURVAS 497 Si se aleja e] punto S al infinito, la superficie c6nica se trans- forma en cilindrica. Las superficies cilindricas y cénicas pueden intersecar al pla- no de proyeccién; se obtiene una linea llamada traza de la superficie en el plano de proyeccién dado. En la fig. 313 vienon dadas una su- perficie cilindrica expresada por la curva directriz A,B,C, y la direccién de la genoratriz S7, y una superficie cénica (a la derecha) expresada por la curva directriz K,/4,N, y el vértice S. En ambos casos se han construido jas trazas de las superficies sobre el plano H, es decir, las lineas que pasan por las trazas horizontales de las gene- ratrices de Ja superficie dada (las curvas a‘b’c’, abc y k’m'n’, kmn), Fig. 343 La superficie cilindrica puede ser dada por su traza sobre el plano Hy la direccién de la directiiz; la superficie cénuica, por su traza sobre el plano H y el vértice. Dandonos un punto sobre la traza po- demos construir la correspondiente generatriz de la superficie. Para construir el contorno de una superficie cilindrica o cénica, se debe senalar en cada uno de los planos de proyeccién las «genera- trices limites» que delimitan la zona dentro de la cual se encuentra la proyeccién de la superficie. Asi, por ejemplo, en la fig. 314, a la izquierda, se han sefialado sobre Ia traza de la superficie cilindrica los puntos por los que pasan las proyecciones de las generatrices limites: a’, a y b’, b (para Ja proyeccién frontal) y c’, ¢ y d', d (para la proyeccién horizontal}. Con ayuda de estos limites y las lineas do interrupcién se determinan los contornos de las proyecciones y go realiza la delimitacién de las partes vista y oculta de la superficie en las proyecciones (véanse las lineas lenas y de trazos en la fig. 314). En la fig. 3414, a la derecha, se han efectuado construceiones ana- logas para una superficie cénica. Aqui, ambas proyecciones de la generatriz SB han resultado limites, una para la proyeccién frontal y la otra para la proyeccién horizontal del cono. 498 CAP. VIII SUPERFICIES CURVAS De acuerdo a las indic¢aciones generales (véase el comienzo de este pardgrafo), los puntos en las superficies cilfndrica y cénica pue- den ser construidos con auxilio de las generatrices que pasan por los mismos. En algunos casos, al formular e] problema, es necesario se- fialar si se considera el elemento buscado visto u oculto”, En la fig. 314 se muestra Ja construccién de la proyeccién horizon- tal del punto £ perteneciente a una superficie cilindrica y dado por su proyeccién e’; de acuerdo con los datos del problema el punto Fig. 344 £ esta oculto sobre el plano V. Se da también un ejemplo de la cons- truceién de la proyeccién frontal del punto F perteneciente a una superficie cénica y expresado por su proyeccién f, con la condicién de que este punto es visto sobre el plano H. En ambos casos la cons- truccién se ha realizado con auxilio de la correspondiente genera- triz; la marcha de la construccién estd indicada con flechas, Si la curva directriz (dispuesta en el espacio o que representa la traza de Ja superficie sobre el plano de proyeccién) se sustituye por una quebrada inscrita en dicha curva, entonces la superficie cilindrica se sustituye por una prismética, y la superficie cénica, por una piramidal (las caras de un Angulo poliédrico). Tal relacion entre estas superficies se utilizaré en las construcciones ulteriores (por ejemplo, al desarrollar las superficies cilindricas y cénicas, véase el § 68). Las superficies cilindricas se distinguen por la forma de la sec- cién normal, es decir, por la curva obtenida al intersecar esta super- ie con un plano perpendicular a sus generatrices. ciones se hacen a veces tomando entre paréntesis la corres- pondiente proyec . Por ejemplo, (¢’) significa que el punto E se encuentra en la parte de Ja superficie, considerada oculta sobre el plano V § 50, EXAMEN DE GIERTAS SUPERFICIES CURVAS 199 Destaquemos él caso cuando la seccién normal de una superficie cilindrica representa una curva de segundo orden”. Tal superficie cilindrica se refiere a las, superficies de segundo orden. Los puntos de cualquier superficie de segundo orden satisfacen en Jas coordena- dag cartesianas espaciales a la ecuacién de segundo orden. Cualquier plano corta a tal superficie segtin una curva de segundo orden®. Una recta corta a una superficie de segundo orden siempre en dos puntos. Segin la forma de su seccién normal, el cilindro de segundo or- den puedé ser eliptico (en el caso particular, circular), parabdlico e hiperbdlico. La superficie lateral del célindro circular recto, cono- cido de la Estereometria, es una superficie de segundo orden. De todos los cilindros mencionados, solamente en el circular se puede inscribir una esfera. Si Ja seccién normal es una linea geométrica indefinida, entonces es un cilindro de forma general. La superficie cénica que se corta por un plano segin una curva de segundo orden, es una superficie de segundo orden (cono de segun- do orden). En la Estereometria se examina el cono circular recto. Por sa vértice pasa una infinidad de planos de simetria de este cono. Estos s! Fig. 345 : planes se cortan segin una recta que es el oje del cono. En tal cono se puede inscribir una osfera. La superficie lateral de un cono circu- lar recto es una superficie de segundo orden. Claro estdé, que el eje del cono circular puede ocupar cualquier posicién con respecto a los planos de proyeccién, que sc puede llevar a la mas simple (por ejemplo, a la perpendicular al plano H}. En la fig. 315, a la izquierda, viene dado un cono que tiene un sistema de eclipses semejantes y semejantemente situadas® (en la ® Sobre Jas curvas de segundo orden véaso ol § 21. } Sobre los casos de intorseccién segin rectas véase més adelante. ® Son elipses semejantes y semojantemente situadas las elipses con ejes proporeionales y respectivamente paralelos. 200 GAP, VIII SUPERFICIES CURVAS fig. 315 estas elipses estan situadas en planos paralelos al plano Hf). A tal cono se le llama eliptice. Claro esta, que en él, como en todo cono de segundo orden, Jas secciones producidas por planos que no pasan por el vértice son circunferencias, elipses, pardbolas e hipérbolas, y cada una de estas lineas puede ser adoptada como directriz. Por esta raz6n, la denominacién de «elipticon no debe comprenderse como indicacién de que es preferible elegir Ja elipse en calidad de directriz. Podemos darnos idea del cono eliptico considerandolo como ua cono circular recto transformado mediante su compresién regular en el plano de la seceién axial. Sobre las secciones circulares de tal cono véase el § 63. El cono cepresentado en Ja fig. 315, a la derecha, tiene como base un circu- lo, lo mismo que el cono circular recto, pero la proyeccién del vértice sobre cl plano de la base no coincide con el cen- tro del circuto. Tal cono se llama circudar oblicuo. Intersecando su superficie lateral con planos paralelos al plano de la base obtenemos circunferencias cnyos centros estén situados sobre la recta que pasa por el vértice y el centro de la base de! cono (en la fig. 315 la recta SC). 2. La superficie Hamada superficie con arista de retroceso se engendra por el mo- vimiento continuo de wna generatriz recti- linea _que hace contacto on todas sus posiciones con cierta curva espa- cial. Esta curva espacial es la generairiz de la suporticie y se llatna arista de retroceso. Tal superficie se muestra en la fig. 316; sus generatrices A 4A, AoAe, etc. son tangentes a la curva espacial MN. La arista de retro- ceso divide a la superficie en dos cavidades (lo que corresponde a la divisién de cada tangonte en su punto de contacto en dos partes). Evidentemente, dandose las proyecciones de la arista de retro «eso se puede expresar la superficie en e] dibujo. Por ejemplo, to- mando una linea helicoidal cilindrica (véase e) § 48) en calidad do urista de retroceso y trazando una serie de tangentes a ésta defini- mos la superficic, y si el eje de la linea helicoidal se dispone per- pendicularmente al plano H, la superficie engendrada representardé una superficie de igual pendiente (con respecto al plano #), puesta que todas las tangentes @ Ja linea helicoidat eorten al plano HW bajo un mismo dngulo (véase la pig. 188). El dibujo de tal superficie (de una de sus cavidades) se muestra en la fig. 317, donde al arco ABC de la linea helicoidal cilindrica se han trazado unas cuantas § 50. EXAMEN DE CIERTAS SUPERFICIES CURVAS 208 tangentes con auxilio de la evolvente af,2,3,4, como el lugar geo- métrico de las trazas horizontales de las tangentes (véase la fig. 306). El elemento construido do la superficie esta dirigido con su convexi- dad_ hacia el observador. En la misma figura se muestra la construccién de la proyeccién k’ del punto K_perteneciente a la superficie dada, con ayuda de la proyeccién &. Trazando por ol punto,é una tangente a la semicir- cunferencia abc, por medio de los puntos 4, y # hallamos sus proyec- ciones frontales 4, y 4’ y, al mismo tiempo, la proyeccién de la tangente en la que esta situado el punto XK, La linea de referencia trazada a partir de] punte & determina la proyeccién buscada Fk’. Si fuese dada Ja proyeccién fronts | de cierto punto perteneciente a la superficie dada y se exigiese halli.r su proyeccién horizontal, seria nece- sario trazar al nivel de la proyeccién frontal dada un plano y cortar a éste con una superficie (sobre la intersec- cién de superficie y plano véase mas adelante el § 55 y otros). La proyec- cién horizontal buscada del punto de- berd pertenecer a la proyeccién hori- zontal de la linea de corte. En el caso en cuestién se deberia tomar un plano horizontal secante; este plano cortard a la superficie que se oxamina segin la evolvente. Las superficies cilindrica y cénica Fig. 317 pueden ser consideradas como engen- dradas de una superficie con arista de retroceso con la condicién de que la arista de retroceso representa un punto, en el primer caso inlinitamente alejado, y en el segundo, situado a una distancia finita. En el caso de una curva plana como superficie directriz, deter- minada por las tangentes a tal curva, representa un plano. Al interseear una superficie con arista de retroceso por un plano que no pasa por la generatriz, se obtiene una curva con punto de re- treceso (véaso la pdg. 200) situado sobre la arista de retroceso. Do aqui la denominacién de «arista de retroceso». B. Superficies regladas alabeadas 1, Superficies con plano de paralelismo. 1.1. Cilindroides y conot- des. La superficie Namada cilindroide se genera al desplazarse una 202 CAP. VIII SUPERPICIES CURVAS recta que conserva en todas sus posiciones e! paralelisma con cierto plano dado («plano de paraielismos) y que corta a dos lineas curvas (a dos directrices). Si las directrices son curvas planas, entonces, claro esta, no de- ben ser coplanares. En la fig. 318 so muestra un cilindroide engendrado por el mo- vimiento de la recta AD por las directrices ABC y DEF paralelamente al plano de paralelismo P (en este caso, un plano proyectante hori- zontal). Come se ve, para la construccién del dibujo se debian tener dadas las proyecciones de las directrices y la posicién del plano de paralelismo. Fig. 318 La superficie llamada conoide se engendra por el movimiento de uma recta gue conserva én todas sus posiciones el paralelismo con cierto plano dado («plano de paralelismo») y que corta a dos directri- ces, una de las cuales es curva y la otra es una recta (si lacurva es plana, ella no deberd pertenecer a un mismo plano que la segunda generatriz recta). El conoide se muestra en Ja fig. 319. En calidad de plano de pa- ralelismo se ha tomado el plano H. La generatriz (una recta) corta a la curva AFB y a la recta CD, situada en este caso perpendicular- mente al plano H¥, Todo plano paralelo al «plano de paralelismo» corta al cilindroide y al conoide segin una recta. De aqui que, si se exige construir una goneratriz cualquiera del cilindroide o del cenoide, hay que trazar un plano, correspondiente al problema, que sea paralelo al plano de \ Son conoides, por ejemplo, Jas superiiels SACDS y SBCDS e0 la fig. 265, que, junto con los triangulos ASB y ABC, delimitan al cuerpo representado én esta figura, § 50. EXAMEN DE CIERTAS SUPERFICIES CURVAS 203 paralelismo, hallar los puntos de interseccién de las directrices de Ia superficie con este plano y por estos puntos trazar una recta que sera Ja generatriz buscada. En el caso particular representado en la fig. 319, para construir la generatriz del conoide, que pasa por ol punto & de la recta directriz, se puede prescindir del plano secante auxiliar, pues- to que la proyeccién frontal de la generatriz debora ser paralela al eje x. Basta trazar e’f'|\x, con ayuda del punto /’ hallar el punto f y la proyeccién horizontal ef. En la fig. 318, a la derecha, se muestra la determinacién de la proyeccién k’ del punto X pertencciente a un cilindroide, si esta dada la proyeccién &. Por el punto *& se ha trazado un plano (no se Fig. 319 muestra en el dibujo) paralelo al plano de paralelismo P. Como re- sultado de la interseccién obtenemos la recta con las proyecciones I—2, 1'2' y la proyeccién k’ sobre 72". Si viene dada la proyecci6n frontal de un punto cualquiera per- teneciente a un cilindroide y hay que hallar su proyeccién horizontal se procede como fue explicado en esta pagina, a saber: so traza cierto plano que corte al cilindroido de tal manera que el punto se encuentre en este plano. Por ejemplo, el cilindroide representado en la fig. 318 se deberia cortar con un plano horizontal al nivel de la proyeccién frontal dada del punto, construir la proyeccién horizontal de la Linea de interseccién y en ella la proyeccion horizontal buscada de] punto. De modo andlogo se debe proceder en el caso de la construccién do las proyeeciones de un punto en el conoide. 1.2. Paraboloide hiperbélico (plano oblicuo). En la fig. 320 se da el dibujo de la superficie llamada plano ablicuo 0 paraboloide hiper- bélico. La generacién de esta superficie puede ser considerada como resultado del movimiento de una generatriz rectilinea por dos direc- trices (dos rectas que se cruzan) paralelamente a cierto plano do 204 CAP. VIII SUPERFICIES CURVAS paralelismo. En Ja fig. 320 el plano de paralelismo es el plano do proyeccién H, y las directrices, las rectas AB y CD. En la misma figura se muestra la construccién de la proyeccién & con auxilio de la proyeccién fronta) dada #’ del punto pertenecien- te a un plano oblicuo. La tarea se reduce al trazado de Ja proyeecién Fig. 820 frontal m’n’ de la generatriz al nivel del punto & correspondientemen- te al plano de paralelismo dado, Si se conociese la proyeccién #, entonces, para hallar la proyec- cién k habria que trazar cierto plano secante de tal modo que pasa- A ra en el espacio por el punto K, es decir, proceder asi como fue expuesto mas arriba para la superficie con curva de retroceso (pag. 201). Eo la Geometria Anal se demuestra que el paraboloide hiper- bélico puede ser también obtenido como resultado de tal movimiento de la parabola BOB, (fig. 321), cuando su ejo de simetria permanece’ paralelo aleje z, el vértice se desplaza por la pardbola AOA , y el plano da la pardbola 808, permaneco paralelo al plano 202, En 1a interseccién del paraboloide hiperbélico con un plano paralelo a 20y so obticne una hipérbola (si tal plano pasa por ol vértice O, e paraboloide hiper- bélica se corta segin dog rectas que aes por el punto @), Los planos para- lelos a zOz y yGz cortan al paraboloide hiperbélico segan pardbolas. Con esto esté relacionada la denominacién do 1a superficie eparaboloide hiperbélicos. En la fig. 322 viene representado un plano oblicuo generado por el] movimiento de la generatriz rectilinea AB por la rectas que se § 60. BXKAMEN DE CIERTAS SUPERPICIES CURVAS 205 cruzan AD y BC, dispuestas en planos reciprocamente paralelos, siendo dado el plano de paralelismo P. Evidentemente, se obtendra la misma superficie, si en calidad de generatriz se toma la recta AD y se le hace desplazarse por las directrices AB y CD paralelamente al plano P,. De oqui se desprende que por cualquier punto de un plano oblicuo se pueden trazar dos rectas pertenecientes a este plano. En la fig. 322 se ve una parabola correspondiente a la parabola AOA, mostrada en la fig. 321. También se ha construido una para- bola obtenida al intersecar un paraboloide hiperbélico con un plano de perfil que pasa por los puntos B y D (en la fig. 321, la parabola BOB,). Para construir la hipérbola segdn la cual el plano H corta Fig. 322 al paraboloide hiperbélico (fig. 322), hay que hallar las trazas ho- rizontales de las generatrices, como se muestra en la fig. 322 para algunas de ellas. 5 Asi pues, para las superficies examinadas (cilindroide, conoide y paraboicide hiperbélico) la generatriz es una recta que debe cortar al mismo tiempo @ dos directrices y permanecer constaniemente paralela a cierto plano, con la particularidad de que las posiciones de estas direcirices y det plano de paralelismo deben permanecer invariables. 2. Superficies con tres dircetrices. 2.1. Miperboloide de una hoja. So Hama hiperboloide de una hoja a la superficie engendrada por el movimiento de una recta que corta simultdneamento a tres reclas que se cruzan (directrices). Si todas las directrices son paralelas a un plano, entonees la genvratriz, al moverso por estas directrices, engendra un paraboloide hiperbélico. 208 CAP, VII SUPERFICIES CURVAS Si (fig. 323) en una de las tres rectas que se cruzan dadas (en la recta f) se toma un punto A, y se traza por este punto y cada una de las dos rectas restantes (la if y la JT) los planos @ y P, entonces estos planos so cortarin segin wna recta que pasard por el punto A, y que cortara a la recta Ji en el punto K, y a la recta (J en el punto Kz. Sion calidad de puntos de partida se toman todos los puntos do la recta I y para cada uno de éstos se construyen por el procedimiento indicado tales rectas como A;K,, ..., éstag generaran una superficie Namada hiperboloide de una hoja. En la préctica se toma una serie de puntos de la recta J y se construyen las genoratrices correspondientes. En la fig. 323 hubiera basta- do con la construccién de un solo plano, por ejemplo, of plano @ de la recta [/y hallar el ee de interseccién Ky de la recta /J7 con el plano Q. baila Geometria Analitica se demuestra quo el hiperboloide do uma hoja puede ser tam- bién obtenido como resultado del movimiento de una elipso que se deforma (fig. 824, a la izquierda) cuyo plano permanece paralelo all plano 1 ¥ Jos extremos de cuyos ejes se deslizan por hipérbolas situadas en los planos 20 y yz. En la fig. 824, a la derecha, se muestra un hi- perboloide de ‘una hoja con las generatrices rec- Fig. 324 tilfmeas trazadas en él. Si se sustituye la elipse por una etrcwnferencta defor. mada, ambas hipérbolas directrices serdn iguales. En este caso, la superficie se llama hiperboloide de revolucién de una hoja (véaso mas adelante el § 54). Por cualquier punto de un hiperboloide de una hoja se pueden trazar dos reclas pertenecientes a esta superficie. Antes esto fue sejialado para e] paraboloide hiperbdlico. § 50, EXAMEN DE CIERTAS SUPERFICIES CURVAS 207 En la fig. 325 esté representado un hiperboloide de una hoja dado por tres rectas que se cruzan de posiciéu arbitraria. Una de estas rectas estd situada perpendicularmente al plano H. Tal posiciédn siempre se puede obtener, por ejemplo, por el método de cambio de Jes planos de proyeccién. En dicha figura se muestra la construccién de la proyeccién frontal k’ del punto K perteneciente al hiper- boloide de una hoja y dado por su pro- yeceién horizontal k. Trazando por los puntos a y k una recta (la proyeccién horizontal de la generatriz), con auxilio de los puntos dy f construi- mos las proyecciones d’ y 7’, lo que determina la proyecci6n frontal de esta genoratriz, y en ella el punto buscado &’. Fig. 32 Si en vez de la proyeceién hori- ig. 325 zontal se da Ja proyeccién frontal del punto K perteneciente a un hiperboloide de una hoja y, ademis, ninguna de las directrices es perpendicular al plano V, entonces so debe intersecar el hiperboloide de una hoja con un plano que pase por el punto K, como ya se dijo més arriba. 2.2. Cilindro oblicuo con tres directrices. Se Nama cilindro obli- cuo con tres directrices la superficie generada por el movimiento de la recta generatriz por tres directrices, de las cuales por lo menos wna _es curva®, Si las generatrices son rectas' que se cruzan, se obtiene el hiper- boloide de una hoja examinado mas arriba (pag. 205). Es posible el caso cuando una de las directrices sea una curva plana. Esta no debe estar situada en un mismo plano con ninguna de las rectas que se cruzan, que son las otras dos directrices. Si dos de las directrices son curvas y la tercera recta, entonces tal ndro oblicuo se llama conosoide. Un ejemplo se da en la fig. 326. El conosoide viene dado por dos curvas situadas en los planos de perfil y la recta AB perpen- dicular al plano H, Las proyecciones horizontales de las generatrices pasan por el punto a (6). Las proyecciones frontales de las generatri- ces cortan a la proyeccién a’b’ en distintos puntos. En la fig. 326 se muestra la construccién de las proyecciones frontal y de perfil del punto K perteneciente al conosoide y dado por su proyeccién k: por los puntos a y & se ha trazado la proyeccién de la generatriz, sehan construido las demas proyecciones de esta generatriz, y sobre ellas, 4 Sobre Ja construceién do las generatrices de un cilindro oblicuo con tres directrices véase el § 63. 208 CAP. VIIL SUPERFICIES CURVAS las proyecciones k’ y k". Si viene dada, por ejemplo, la proyeccién k’ y hay que hallar la proyeccién k, entonces se utiliza la correspon- diente seccién de la superficie, como se dijo sobre esto en la pag. 204. Los cilindros oblicuos con tres directrices tienen amplia aplica- cidn en la préetica (al disefiar hélices, superficies de la carroceria de los automéviles y otras). Asi pues, para las superficies examinadas (hiperboloide de una hoja y cilindro oblicuo con tres directrices) la generatriz es una recta que debe intersecar simulidneamente tres directrices fijas. Fig. 326 C, Superficies curvas no regladas 1. De segundo orden. Mas arriba se examinaron las superficies regladas de segundo orden: cilindro, cono, paraboloide hiperbdlico y el hiperboloide de una hoja. Ahora examinemos lag démas superfi- cies de segundo ordon, las curvas: elipsoide, paraholoide eliptico y el hiperboloide de dos hojas. 4.1. Elipsoide. El elipsoide puede ser obtenido como resultado del movimiento de una elipse deformable ACBD (fig. 327) cuyo plano queda paralclo al plano zOy y los extromos de cuyos ejes se deslizan por las elipses AEBF y CEDF. Si en este elipsoide los tres didmetros AB, CD y EF no son iguales entre si, entonces el elipsoide ge llama triazial; si dos de ellos son iguales entre s{, pero no son iguales al tercero, entonces se obtiene un elipsoide de revolucién achatado o estirado (véase el § 51); si AB=CD=EF, se obtiene una esfere. Al intersecar el elipsoide con cualquier plano se obliene una eclipse; en casos particulares, una circunferencia. § 0. EXAMEN DE CIERTAS SUPERPICIES CURVAS 200 Fig. 327 4,2. Paraboloide eliptico, El paraboloide eliptico puede ser ob- tenido como resultado del movimiento de la elipse deformable ABCD (fig. 328) cuyo plano queda paralelo al plano zOy y los extremos de cuyos ejes so deslizan por las pardbolas AOB y COD. Al cortar un paraboloide elip- tico con diferentes planos pueden obtenerse solamente elipses (en algunos casos, circun- ferencias) y pardbolas, con la particula- ridad de que las dltimas se obtienen en el caso de planos sceantes paralelos al eje del paraboloide eliptico. Si se sustituye la elipso ABCD por una circunferencia defor- mabloe, entonces, ambas paribolas AOB y DOC serdn igualeg. En este caso la superficie se Wama paraboloide circular o paraboloide 8: de revolucién (véase el § 51). A? ae 4.3. Hiperboloide de dos hojas. | hiper- Cz boloide de dos hojas (fig. 329) consta de dos partes (hojas) que se extienden al infinito. Fig. 329 Cada una de estas hojas puede ser obte- nida como resultado del movimiento de una clipse deformable {A,C,B,D, y A,C,B,D,) cuyo plano queda perpendicular al eje de la superficie 0,0, y los extremos de cuyos ejes se deslizan por dos hipérbolas. Si sustituimog la elipse por una circunferencia defor- mable, amhas hipérbolas A,0,B, y C,O,D, serin iguales. En este caso la superficie se Mama hiperboloide de revoiucién de dos hojas (véase el § 51). En Jas secciones producidas en el hiperholoide de des hojas por diferentes planos, pueden obtenerse eclipses (en casos particulares, circunferencias), hipérbolas y pardbolas. 14—B91 210 CAP. VIII SUPERFICIES CURVAS. 2. Ciclicas. La superficie ciclica se genera por una cireunferencia de radio variable cuyo centro se desplaza por una curva cualquiera. Destaquemos el caso de generacién de una superficie ciclica, cuando ef plano de la circunferencia generatriz queda perpendicular a la curva directriz dada por la que so mueve el centro de la circunferen- cia. Tal superficie se'sucle Hamar estriada. Podemos darnos una idea de Ja superficie estriada considerdndola también como una envol- vente de la familia de las esferas de didmetro variable cuyos centros 86 encuentran en cierta curva directriz. El radio de la circunferencia generatriz o de la esfera generatriz puede ser constante. La superficio generada por el movimiento de tal circunferencia por cierta curva directriz o al envolver todas las posiciones consecutivas de la esfera generatriz cuyo centro realiza semejante movimiento, se Nama tu- bular, Come ejemplo de su aplicacién en la técnica pueden servir los compensadores en las tuberias?)_ La curva directriz para una superficie tubular puede ser una linea helicoida! cilindrica; en este caso tendremos una superficie helicoidal tubular. Véaso un ejemplo en la fig. 349: la superficie de} alambre de seccién circular enrrollado en el tubo. Es también una superficie helicoidal tubular la superficie de un muelle cilin- drico con seccién circular de sus espiras. Las superficies ciclicas de diferentes tipos se aplican, por ejemplo, en las tuberfas de gas, en las turbinas hidréulicas y en las bombas centrifugas. Si en vez de una directriz curva tomamos una recta, la superficie estriada so transforma en una superficie de revolucién (véase el § 54), en particular, en cénica, y la superficie tubular, siendo la directriz recta, se transforma en una superficie del cilindro de revolucién. D. Superficies dadas por su estructura Se Nama superficie dada por su estructura a la superficie dada por cierta cantidad de lineas pertenecientes a esta superficie. En particu- lar, podemos imaginarnos un grupo de ciertas curvas planas, cada una de las cuales esta dispuesta en planos paralelos entre sf, y otro grupo de lineas que cortan a las del primer grupo; en la inter- seccién se genera la estructura de la superficie. La superficie dada por su estructura no se puede considerar como completamente determinada: pueden haber superficies con una misma estructura, pero que se distinguen algo una de la otra. 4 Dispositives para absorber las vaciaciones do longitud de la tuberia on e) caso de oscilacién considerabla de la temperatura. PREGUNTAS A LOS §$ 49 ¥ 50 2A Como ejemplo de superficies estructurales pueden servir las su- perficies de los cascos de lés barcos, de los aviones y de los auto- méviles. E. Superficies grdficas Toda superficie puede ser dada graéficamente”’, Pero, para unas superficios las generatrices y las directrices estan geométricamente determinadas y la generacién de la superficie esta sometida a cierta ley, para otras estas condiciones no existen. En el filtimo caso las superficies se dan solamente con ayuda del dibujo lineal valiéndose de cierta cantidad de lfneas que deberan pertenecer (segin la idea durante el disefio) a tal superficie o que se revelan en la superficie existente. A tales superficies se les suele llamar superficies graficas. A esta clase de super! Ss pertenece también la superficie Namada topogrdfica, es decir, la superficie terrestre desdo el punto de vista de su representacién. El relieve de la superficie terrestre se reprodu- ce con lineas (horizontales) obtenidas al intersecac a esta superficie con planos horizontales. PREGUNTAS A LOS §§ 49 Y 50 4. aQué significa superlicie? 2, gCémo se gonora la superficie llamada cinemética? 3. gQué significa linea generatriz de una suporficie? 4, gEn qué consisto la diforencia entre las superficies reglada y no reglada? 5. ¢Puede toner la superficie engendrada en calidad de generatriz no una linea, sino una superficie? 6. qué se le Hama linea directriz? 7, ;Cudles superficies so refieren a las alabeadas (no desarrollables)? 8. {Qué signiticn arepresentar una superficie en ol dibujoo? %. {Cémo se goneran las superficios cilindrieca, cénica, con arista do retro- ceso y cémo se representan en ol dibujo? io. 2Qué significa superfieie de segundo orden y qué lineas se producen en la interseccién de esta superficie con planos? 41. ¢Cémo so distinguen las superticies cilindricas? 12. 2A cual cono se le llama oliptico y a cudl, oblicuo circular? 13. {Por qué se expresa la superficie con arista de retroceso en el dibujo? tCémo, ademas de esuperficie con arista de retroceso» se le suelo Hamar a esta superficie? 44. aCémo se goncran las superficics con plano de paralelismo? 15. 2Cudles lineas son las directrices en el cilindcosdo i, on el conoide? 48. somo so genera la superficie oblicua (el paraboloide hiperbélico)? 47, ?Segin cudles lineas se corta el paraboloide hiperbélico por planos pa- ralelos a los planos de coordengdas? 48. gCudntas rectas pertenecientes al paraboloide hiperbdlico se pueden tra- zar por cada uno de sus puntos? 19. eCémo se genera ol hiperboloide de una hoja? 20, {Cudntas rectas pertenecientes al hiperboloide de una hoja so pueden trazar por cada uno de sus puntos? 4 Es decir, con auxilio del dibujo lineal, 148 | {Cudles curvas so obtienen al intersecar un clipsoi . 2A gué so te Nama paraboloide elfptico? CAP, VIIL SUPERFICIES CURVAS . g@émo se genera la superficie llamada cilindro oblicuo con tres direc- . gEn cul caso el cilindro oblicuo con tres directrices se Hama-conosoide? Enumeren las superficies regladas y curvas de sogundo orden, ¢Puede ser examinada Ja esfora como un oli peolde ¥ en cual caso? econ planos? 27. {Cusles curvas se obtionen al intersecar un paraboloide eliptico con planos? 28, gCudles curvas se obtionen en Ja interseccién de un hiperboloide de dos hojas con planos? 29, En éCudles superficies se Haman viclicas? § 51. SUPERFICIES DE REVOLUCION el grupo de superficies curvas (regladas y no regladas) se inclnuyen las superficies, ampliamente difundidas en la practica, Ha- + madas de revolucién. So llama superficie de revoluctén a la superficie engendrada por el movimiento de cualquier linea generatriz que gira alrededor de una recta fija la- mada eje de la superficie”. La superficie de revolucién pue- de ser dada por la generatriz y Ja posicién del eje. En la fig. 330 se muestra dicha superficie. Aqui como generatriz sirve la curva ABC y como eje Ja recta OO, dispuesta en un misme plano con la curva ABC, Cada punto de la generatriz describe una citcunferencia. De este modo, el plano perpendicular al eje de la superficie de revolucién corta a esta superficie segtin una cireun- ferencia. Estas circunferencias se Maman paraletos. El mayor de los paralelos se llama ecuador, y el menor, cuello de la superficie*. Al plano que pasa por el eje de la superficie de revelucién co lo Fig. 330 Je llama plano meridional. La linea de interseceién de una superficie de revolucién con el plano meridional se llama meridiano de la super- ficie. 1 Durante la generacién de la superficie de revalucién el ejo permanece fijo. 2 Mas exactamente, so lkama ccuador a aquel de los paralelos que es mayor quo los paralelos vocinos a éste a ambos lados.del mismo, considerados hasta eb primer evello; cuello es el menor de Jos paralelos veeinos husta el priser ecuador. je aqui se desprende que la superficie de revolucién puede tener unos cuantos ecuadores y cuellos. § S1.SUPERFICIES DE REVOLUCION 213 Se puede Wamar vértice de la superficie de revoiucién al punto de interseccién del meridiano de esta superficie con su oje, si en la intersecei6n no se forma un Angulo recto. Si el oje de la superficie do revotucién es paralelo al plano V, el meridiano situado en el plane paralelo al V se llama meridiano principal. En tal posicién, el meridiano principal se proyecta sobre el plano V en verdadera magnitud. Si el eje de la superficie de revo- lucién es perpendicular al plano H, el contorno de la proyeccién hori- zontal de la superficie es una cireunferencia. Lo mas conveniente desde el punto de vista de la representacién es que el ejo de la superficie de revolucién sea perpendicular al plano H, al Vo al W. Algunas superficies de revolucién representan casos particula- res de las superficies examinadas en el § 50. Tales son: 1) el cilin- dro de revolucién, 2) el cono de revolucién, 3) el hiperboloi- de de revolucién de una hoja, 4) el elipsoide de revolucién, 5) el paraboloide de revolucién, 6) el hiperboloide de revolucién de dos hojas. Para el cilindro y el cono de revolucién los meridianos son rectas; en el primer caso, paralelas al eje y equidistantes de éste, en el se- gundo caso son rectas que cortan al eje en un mismo punto y bajo un mismo Angulo al mismo. Puesio que el cilindro y el cono de re- volucién son superficies que se extienden infinitamente en direccién de sus generatrices, en las representaciones éstos se delimilan gene- ralmente por algunas lineas, por ejemplo, por las trazas de estas superficies en los planos de proyeccién o por uno de sus paralelos. El eilindro circular reeto y el cono cireular recto, conocidos de la Estereometria, estén limitados por una superficie de revolucién y planos perpendiculares a sus ejes. Los meridianos de tal cilindro son rectangulos, y los de dicho cono son triangulos Para e] hiperboloide de revolucién el) meridiano es una hipérbola, con la particularidad de que si el eje de giro es el eje real de la hipér- hola, entonces se engondra un hiperboloide de revolucién de dos hojas, y si se hace girar la hipérbola alrededor de su eje imaginario, se engendra un hiperboloide de revolucién de una hoja. El hiperboloide de revelucién de una hoja puede ser también en- gendrado por el giro de una recta cwando la generatriz y el eje de giro son rectas que se cruzan. En la fig. 331 se muestra un hiperbo- loide de revolucién de una hoja engendrado por el movimiento de la reeta AB que gira alrededor del eje indicado y limitado por dos para- Jelos; la cireunferencia descrita desde el centro O, es el cuello de la superficie. En el hiperboloide de revolucién de una hoja se pueden trazar generatrices rectilineas en dos direcciones, por ejemplo, asi como se muestra en la fig. 331, y con inclinacién hacia el lado contra- rio bajo el mismo angulo al eje. 246 CAP. VITf SUPERFICIES CURVAS Ademas de las rectas en esta superficie pueden haber hipérbolas y circunferencias: las hipérbolas como consecuencia de la intersec- cién con planos que pasan por el eje del hiperboloide, y las circun- ferences como resultado de la interseccién con planos perpendicula- res al eje. En la fig. 334, a la derecha, se muestra la construccién de la proyeccién frontal del hiperboloide de revolucién de una hoja con ayuda de su eje y su generatriz. Primeramente se ha hallado el radio Fig. 334 del cucllo de ta superficie. Para ello se ha trazado la pérpendicular o, 1 a la proyeccién horizontal de Ja generatriz. Con esto queda de- terminada la proyeceién horizontal de la perpendicular comin a la generatriz y al ejo. La magnitud verdadera del segmento expresado por las proyecciones 0,’ y 0; 7 es igual al radie del cuello de la Superficie. A continuacién al girar los puntes con las proyecciones 2", 2; 3", 3, a’ y a se han llevado al plano P paralelo al V, lo que da la posibilidad de trazar ta linen de contorno de la proyeccién frontal det hiperholoide. Su proyeccién horizontal representara tres circunferencias concéntricas. Para el paraboloide de revolucién el mertdiano es una parabola, cuyo eje es el eje de la superficie. Para el elipsoide de revolucién el meridiano es una elipse. La su- perficie puede ser engendrada girando la elipse alrededor de su eje mayor (elipsoide de revoluctén «estirado»; fig. 832, a la izquierda) o alrededor de su eje menor (elipsotde de revolucién «comprimidor; tig. 332, a la derecha). El elipsoide de revolucién es una superficie delimitada; se puede representar totalmente. También se puede re- § 84. SUPERFICIES DE REVOLUCION 215 presentar totalmente Ja esfera. Para la esfera, el ecuador y los meri- dianos son circunferencias iguales entre si. Prestemog atencién una vez mas a que las superficies de revolu- cién como el cilindro, e! cono y el hiperboloide de una hoja son re- gladas, es decir, pueden ser engendradas por el giro de una recta”. Pero el elipsoide, el hiperboloide de dos hojas y el paraboloide se generan por el giro no do una recta, sino de una elipse, una hipérbola y una pardbola, eligiendo el eje de giro de tal modo que la curva ge- neratriz so disponga simétricamente respecto de este eje. Lo mismo se puede decir respecto al hiperboloide de revoluci6n de una hoja si se genera como resultado del giro de una hipérbola alrededor de su eje imaginario. Dado que el eje de giro se clige coincidente con el ojo de simetria de la elipse, parabola e hipérbola, la elipse y la hipérbola engendran dos superficies cada una, por el hecho de que ambas curvas tienen dos ejes de simetria, mientras que la parabola genera una sola su- perficie, por tener un solo eje de simetria, Por consiguiente, cada superficie ongendrada se obtione solamente mediante el giro por un solo procedimiento, mientras quo la esfera, que se puede considerar como un elipsoide cuando los ejes mayor y menor de la elipse genera- triz son iguales, que se Wansforma en este caso en una circunferen- cia, puede ser engendrada por el giro por mas de un procedimiento: la circunferencia generatriz es simétrica respeclo de cada uno de sus diémetros. 4) La ley do disposicién de las generatrices rectilineas del hiperboloide de revolucién dé una hoja se emplea en Ja construccién conocida bajo el nombro de «Torre de Shijovs. Shajov (1853-1939) es uno de los eminentes ingenieros rusos. La éTorre de Shijovs se emplea en los mastiles de transmisidn, en las torres con tanque do agua, etc, 216 CAP, Vill SUPERFICIFS CURVAS Al girar la circunferencia (o su arco) alrededor del eje situado en el plano de esta circunferencia, pero que no pasa por su centro, se obtione uma superficie llamada foro. Se llama también toro al euerpo delimitado por la superficie térica. Se distinguen (fig. 333): 1) el toro abierto, de otra manera corona circular, 2)el lore cerrado, 3) el toro que corta a sf mismo. En Ja fig, 333 todos ellos se representan en la posicién mas simple: el eje dol toro es perpendicular al plano de proyeccién, en el caso dado al plano H. Como generatriz para el toro abierto y el toro cerrado sirve la circunferencia; para el toro que corta a si mismo, el arco de circun- ferencia. En los toros abierto y cerrado se pueden inscribir esferas. SSI Fig. 334 £) toro puede ser considerado como una superficie que envuelve esfe- ras iguales, cuyos centros se encuentran en la cireunferencia. Ell toro tiene dos sistemas de secciones circulares: on los planos perpendiculares a su eje y en los planos que pasan por el eje del toro. La superficie Namada toro se encuentra my frecuentemente en la construc- eiém de maquinaria y en la arquitectura. En Ja fig, 334, a la izquierda, se repre- § 51. SUPERPICIES DE REVOLUCION 217 somta una pieza cuya superficie de revolucién contiene un toro que corta a si mismo y un toro abierto y, a la derecha, se muestra esquematicamente la super- ficie de paso de una béveda cilindrica a otra que tiene la forma de toro cerrado con el eje 00,, Entro las superficies de revolucion sefialemos ademas el catenoide. Esta superficie se genera por una vuelta completa de la linea de ca- dena™® alrededor del eje horizontal que se encuentra en un mismo plano con dicha Linea. La posicién de un punto en la superficie de revolucién queda de- terminada con ayuda de una circunferencia que pasa por este punto sobre la superficie de revoluci Pero esto no excluye la posibitidad de emplear generatrices rec- tilineas on el caso de superficies de revolucién regladas, semojan- tomente a como so muestra en la fig. 314 para tos cilindros y conos do forma general. En ta fig. 330 se muestra el cmpteo de Jos paralelos para la cons- truccién de las proyecciones de un punto perteneciente a la super- ficie de revolucién dada. Si so conece la proyeccion m’, entonces trazamos la proyeccién frontal /’/, del paralelo y lwego con el radio R=o;f’ describimos una circunferencia (la proyeccién horizontal del paralelo) y sobre ésta hallamos la proyeccién m. Si se conociera Ja proyeccién m, seria necesario trazar con el radio R=om una cit cunferencia y con ayuda del punto f hallar f’ y trazar 7’/{ que es la proyeccién frontal del paralelo, sobre la cual deberd encontrarse ia proyeccién m’. En la fig. 3382 se muestra la construccién de las pro- yeociones del punto A perteneciente a un elipsoide de revotucidn, y en la fig. 335, las del punto M perteneciente a la superficie de una corona circular En la fig. 335, a ta derecha, se muestra la delerminacién de las proyceciones de fos puntos de una esfera, Con auxilio de la pro- yeecién dada a del punto A se ha construido la proyeccién frontal a’; con ayuda de la proyeccién dada 6’ se ha hallado la proyeccién hori- zontal b del punto B, que satisface a la condicién complementacia do que el punto B esta oculto si se mira hacia el plano V. E] punto € viene dado en el ecuador: su proyeccién ¢ se encuen- tra en el contorno de la proyeccién horizontal de la esfera, es decir, en la proyeccién horizontal del ecuador. Los puritos K y M7 se encuen- tran en el meridiano principal ; estos puntos pertenecen a los parale- Jos sobre los cuales se encuentran los puntos A y B. El punto D tam- bién se encuentra en el meridiano principal y esta oculto si se mira hacia ¢] plano H. La Linea do cadeva es la curva caya forma toma una cadena suspendida en dos de sus puntos, o ep gencral un hilo pesado inclistico suspendido do sus extremos, 218 CAP. VItl SUPERFICIES CURVAS Fig. 336 Examinemos un ejemplo de la construccién de las proyecciones de los puntos pertenecientes a una superficie de revolucién. Supon- gamos aue se exige llevar el punto A, haciéndole girar alrededor del eje dado MN, a la superficie de revolucién dada (fig. 336, a). Dado § 51. SUPERFICIES DE REVOLUCION 219 que en este caso el ejo de la superficie de revolucién y el eje de giro del punto A son perpendiculares al plano do proyeccién H, la cir- cunferencia de giro del punto A se proyecta sobre el plano H en verdadera magnitud, asf como el paralelo de la superficie de revolu- cién obtenido al intersecarse esla superficie con el plano de giro del punto A. En este plano esta situado también el centro de giro del punto A, el punto OQ {el punto de interseceidén del eje de giro MN con el plano de giro $). Lo demds esta claro del dibujo. En la posicién A, en la superficie, el punto resulta oculto en el plano V. Supongamos que se exija elegir el oje de giro de tal modo que el punto dado 4 pueda ser Movado a la superficie de rovolucién dada. En la pag. 140 fuo exe. minado en problema semejanto, con la diferencia de quo alli se exigia elogir el ej do gito de tal manera que se pudiera Hovar el punto al plano, hacié¢ndolo girac alrededor do esto ejo. Entonees fuo establecide que existe una zona en la que no so puede elegir el ejo, puesto que al girar el punto alrededor do tales ejea licho punto no puede hacer contacta con el plano, Esta zona quedaba dotormina- por un eilindro parabélico y la parabola aparecia al examinar la posicién da reo{proca del punto que giraba y la recta en la quo deberia encontrarso oste punto al hacer contacto con ol plano. Ahora, evidentemente, la cuestién se resolverd al examinar la posicién ree{proca del punto 4 y la circunferencia (el paralelo) on la superficie del cuerpo de revolucién. De la fig. 336, 2 50 deriva que Ja proycccién o del centro de giro debora estar situada do tal manera que A, no sca menor quo la distancia desde cl punto o hasta ol punto mds cercano en la proyeccién do In circunferencia de radia r. Si se toma el punto o a iguales distancias do a y do la proyeccién do esta circunle- rencia (por ejemplo, en 0; u og, véase la fig. 386, b), entonces en este punto se puede colocar ol eje de giro: la circunferencia de giro del punto 4 hard contacto on la cireunferencia de radio r, © sca, el punto A hard contacto con la superfi- @ de revolucién, ¢Dénde ge encuentran en cl dibujo todos los puntos alejados a la misma dis- tancia del punto @ y de la circunferencia de radio +? Estos se encuentran en la hipérhola (fig. 396, 6) para Ja cual el punto a es uno do suis focos, ob pumto ox en el que ef segmento a7 se divido or la mitad, y que es uno de los vértices, Si so divide el segmento a3 por la mitad, obtendremos el segundo vértice de la isipér- bola {el punto 04); el segundo foco se encontrara en cl punto c, es decir, en el centro de la circunferencia obtenida en Ja interseceién de la superficie del cuerpo do revolucién por el plano 5 (fig. 336, a), De lo examinado se desprende que los puntos situados en ambas ramas de 1a hipérbola o entre éstas pueden ser, cada uno do ellos, clegidos en calidad do proyeccién horizontal del eje do giro. Puede darse el caso cuando el punto 3e encuentra dontro de la superficie de revolucién. Por consiguiente, trazando por este punto el plano do giro obtendre- mos la proyeccién a dentro de la proyeccién de la circuuferencia de radio r sc- gn ia cual el plano de giro del punto A corta a la superficie de revolucién (fig. 86, e). También en este caso cs evidente que A, no debe ser menor que la distan- cia del punto o (0 sea, la proyeccién det ojo) al punto mas cereano de la proyeccién do la circunferencia de radio r, Las posieiones extremas do las proyeccioncs de los ejes so dispondrén ahora como los puntos de una elipse con los focos en log puntos a y ¢, con el ojo mayor en la recta 19, con los vértices en los puntos o, y 0. Dentro de esta elipse no deben tomarse las proyecciones de los cjos: tales aes no dan Ja posibilidad de Nevar el punto A a la superficie de revolucién Asi pues, la cuestién de eémo elegir el eje de giro para, haciendo girar ol punto alrededor de éste, Iovar este punto al plano o a la suporficie de revolucién 220 CAP. VIII SUPERFICIES GURVAS cuyo eje es paralelo al eje do giro, nos ha conducido a una elipse (fig. 336, c), una parabola (fig. 244) y a una hipérhola (fig. 336, b) como lugares geométricos da log centros de giro. Durante la resolucién de distintos problemas, como lugares geo- metricos de los puntos o lineas, que responden a determinadas condi- ciones, se emplean unas u otras superfictes. Por ejemplo, vienen dados el plano P y e! punto K exterior a este plano; es necegario determi- nar cémo se dispondrdn en el plano P los puntos que se encuentran a la distancia dada r del punto A (la distancia r es mayor que la dis- tancia del punto K al plano P). En este caso la resolucién esta liga- da con el empleo de Ja esfera como lugar geométrico de los puntos que se encuentran a la distancia r del punto A. El plano P cortaré a esta esfera segin una circunferencia que ser4 precisamente la que dara la solucién del problema”. Si se exigiera construir en el plano P los puntos que se encuen- tran a la distancia 7, no del punto, sino de cierta recta AB no per- teneciente al plano P, el lugar geométrico de tales puntos en el es- pacio seria la superficie del cilindro de revolucién con el eja AB y radio r, y los puntos buscados en e] plano P se obtendrian en la linea de interseccién de este cilindro con el plano P. En adelante, en la fig. 368, a la derecha, y en la 401 se pueden ver ejemplos del empleo de superficies de revolucién cénicas como lugares geométricos de rectas que pasan por un punto dado. Si en el problema se plantea Ja cuestién de puntos equidistantes del plano Q y del punto M dados, entonces como lugar geométrico de tales puntos en el espacio es conveniente emplear el paraboloid de revolucién con el foco de la parébola en el punto M. El empleo de unas u otras superficies en calidad de lugares geo~ métricos, claro estd, no se agota con los ejemplos examinados. PREGUNTAS AL § 5t 4. ¢A qué so le llama superficie de revolucién? 2. {Con qué se puede expresar la superficie de revolucién? 8. A qué co les llama paralelos, meridianos, cuelio, ecuador y meridiano Prinelpal on une superficie de revoluciéa? . Cudl de los ojes de la hipérbola sicve como eje de gire para la genera- cidén do: 4 un hiperboloide de revolucién de una hoja, b) un hiperboloide da re- volucién de dos hojas? 5. eSe puede generar un hiperholoide de revolucién do una hoja con ayuda de una recta : 6. ¢Cudles superficies de revolucién (excepto el hiperboloide de una hoja) son regladas? . €Cémo se genera la superficie llamada toro? 8. ~En cuél caso al toro se le Hama ¢corona circulars? @ gCudntos sistemas de secciones circulares tione el tore? ve 30 éCémo se determina la posicién da un punto en la superficie de revolu- cin " Proponemos al lector eumplir el dibujo y resolver este problema y Jos que siguén a continuacidn. § 82, SUPERFICIES HELICOIDALES Y TORNELLOS 221 § 52. SUPERFICIES HELICOIDALES Y TORNILLOS En la fig. 337 se represonta una espira de una superficie helicotdal generada por el movimionto del segmento AB. La recta determi- nada por este segmento corta en todas las posiciones al eje bajo un mismo Angulo (en la fig. 337, un dngulo de 60°). El desplazamiento de Jos extremos del segmento a lo largo del eje os proporcional al desplazamiento angular del segmento. Los puntos A y B generan lineas helicoidales cilindricas, asi como to- dos los puntos del segmento 4B y, por consiguiente, para una representaci6n mds exacta del contorno de la super- Fig. 337 Fig. 338 ficie helicoidal sobre el plano V se deberia haber trazado la mayor ecantidad posible de proyecciones de las lineas helicoidales descritas por distintos puntos del segmento AB y luego trazar las curvas que envuelven a estas proyecciones. En la practica, en vez de esta construccién voluminosa se trazan rectas que hacen contacto simulta- neamente con las proyecciones de las lineas helicoidales (fig. 345). Si la inclinacién de Ja generatriz respecto al eje del cilindro no es igual a 90° (por ejemplo, 60° en la fig. 337), la superficie helicoidad se dlama oblicua., Si dicho Angulo es igual a 90°, se engendra una 222 CAP. VIII SUPERPICIES CURVAS superficie helicoidal recta. Esta tltima superficie so muestra en la fig. 338. For su generacién, la superficie representada en la fig. 338 6s un conoide. En efecto, la generatriz es una recta paralela en todas sus posiciones a cierto plano (en el caso dado es perpendicular al eje del cilindro); la generatriz corta a dos Ifneas directrices, una curva y otra recta (el eje del cilindro). Puesto que la curva directriz represonta una linea helicoidal, este coneide se llama helicoidal. A este conoide se le lama también helicoide recto”. En la fig. 338 el conoide helicoidal se muestra junto con un cilin- dro circular que tiene el eje comin con el primero; como resultado, en la superficie del cilindro se genora una linea helicoidal cilindrica cuyo paso cs igual al paso de la linea helicoidal directriz. La super- ficie comprendida entre ambas lineas helicoidales se llama conoide helicoidal circular. La superficie representada en la fig. 337, Iamada superficie helicoidal oblicua, se llama también helicoide oblicuo. Un rasgo ca- racter{stico de tal superficie es que la generatriz rectilinea corta en todas sus posiciones a las directrices, una linea helicoidal cilin- drica y una recta (el eje de la superficie) y, ademas, la generatriz corta al oje bajo un dngulo constante diferente de 90°. En todas sus posiciones, la generatriz es paralela a las generatrices de cierto econo de revolucién cuyo eje coincide con el eje de la linea helicoi- dal (fig. 339, a la izquierda). Si, por ejemplo, es necesario obtener la proyeccién frontal de la generatriz del helicoide oblicuo que pa- sa por el punto C, se debe trazar primeramente Ja proyeccién horizon- tal do esta generatriz, es decir, trazar el radio sc, con ayuda del punto c; hallar el punto c, y la proyeccién frontal de la generatriz SC, del cono, y a continuacién trazar e’d' paralelamente a s‘c;. En la fig. 339, a Ia derecha, se muestra una superficie holicoidal generada por el movimiento del segmento tangonte a la superficie del cilindre. La cons- truccién so reduce de nuevo a la determinacién de las proyecciones de las lineas helicoidales engendradas por dos puntos; por el oxtremo A del mento y por el punto de contacto 8, El segment puedo ser dirigido respecto al eje o bien bajo un Angulo recto (como se ha tomado en la fig. 339), 0 bien bajo un dngulo agudo, Laasuperficio reprosentada on la fig, 839, a la derecha, es un cilindroido (véaso la pag. 201). Efectivamente, la generatriz permanece en todas sus posicie- nes paralela a cierto plano y se desliza por dos directrices, dos curvas espaciales; el plano do paralclismo es perpendicular al eje del cilindro; 1a generatriz hace contacto con la superficie del cilindro (los puntos de contacto generan una linca helicoidal cilindrica) y al mismo tiempo corta a la linea helicoidal directriz cuyo eje coincide con ol ejo del cilindro. La superficie ropresentads én la fig. 339, ala derecha, so lama cilindroide helicoidal, Si la generatriz de tal superficie, que se cruza con el eje del cilindro, forma con este eje un Angulo diferente de 90%, Ja superficie no s¢ refiere a Ja serie do cilindroides; esta superficie Neva el nombre de heltcoide circular oblicuo. © Se le suele lamar también heltcoide. Bajo el nombre de helicoide se com- prende una superficie helicofdal reglada, § $2, SUPERPICIES HELICOIDALES ¥ TORNILLOS 223 Las superficies holicoidales examinadas pertenecen a las super- ficies no desarrollables. Pero existe una superficie que se considera como desarrollable. Esta es la superficie con arista de retorno que es la Einea helicoidal cilindrica (véase la fig. 317), Esta superficie helicoidal se Hama helicoide desarrollable. Fig. 339 En la fig. 340 la superficie del helicoide oblicuo se muestra en su interseccién con ef plano 7’ perpendicujar al eje de esta super- ficie; la curva de interseccién se representa en el plano H en tamafio natural, puesto que 7'||H. Esta curva es una espiral de Arquimedes. La construccién de esta curva se reduce a lo siguiente. Dividien- do el Angulo agcoc, (180°) en varias (en co] caso dado en seis) partes iguales, dividimos en la misma cantidad de partes iguales entre si el segmento cy ¢,- Tomando como radio eoa1, a partir del punto cy marcamos oe =e, tomando como radio ¢ oa, marcamos ¢,¢.= =2cotr, etc, ‘ Ahora, prestemos atencién en cémo se construyen las proyecciones de los puntos pertenecientes a las superficies helicoidales recta y oblicua. Para la superficie helicoidal recta esto se muestra en la CAP, VIII SUPERFICIES CURVAS 338. Supongamos que el punto A, pertencciente a la superlicie, viene dado per su proyeccién horizontal a, Para hallar la proyeccién a’ es necesacio trazar la proyeccién horizontal de la goneratriz en la que debe encontrarse el punto A, es decir, trazar el radio ch por Fig. 340 la proyeecién @. Con ayuda del punto 6 hallamos ol punto b’ y trazamos Ia proyeccién frontal de esta genoeratriz, que coincide con la recta c’b’. Sobre esta recta hallamos la proyeccién a’ ». Si viene dada la proyeccién a’ y hace falta hallar a, enton- ces, al principio trazamos por a’ una reeta perpendicular al eje de la linea helicoidal hasta su inter- seccién con la proyeccién de la linea helicoidal en el punto 6’, con auxilio de este punto halla- mos el punto by sobre el radio eb, e] punto a. Fig, 344 La precisién de la construccién aqui estd relacionada con la pre- cisién del trazado de la sinusoide (la proyeccién frontal de la linea helicoidal), puesto que el punto bo se encuentra sobre ella. En el caso de una superficie helicoidal oblicua (fig. 339, a la iz- quierda), si viene dada la proyeccién m y es necesario hallar m’, \wazamos por el punto m el radio se, con ayuda de los puntos ¢ y ¢, 0 Presten atencién en La visibilidad del punte A cospecto del plano V; en el caso de eopacidado de Ja superficie hvlicvidal el punto 4 esta oculto. § $2. SUPERFICIES HELICOIDALES Y TORNILLOS: 225 hallamos los puntos e’ y ¢;, trazamos la proyeccién s‘e, de la genera- triz del cono y paralelamente a ésta trazamos a través del punto e° la proyeccién de la generatriz de la superficie helicoidal. Sobre esta proyeccién obtenemes la proyeccién m’. Si viene dada Ja proyeccién m’ y hay que hallar m, entonces es necesario construir Ia curva (la espiral de Arquimedes) de in- terseccién de la superficie helicoidal obJicua con un plano trazado al nivel de] punto m’ perpendicularmente al eje de la superficie, y sobre Ja espiral hallar el punto m. Las superficies helicoidales sefialadas en las figs, 337—340 no pueden ser desarrolladas con exactitud sobre un plano. Para la superficie helicoidal recta representada en la fig. 338, se puede aproximadamente desarrollar cada vuelta por separado asi como se muestra en la fig. 341. El desarrollo de una vuelta se puede repre~ sentar (aproximadamente) come parte de un anillo plano. Para construir esta parte de anillo es necesario hallar la magnitud de los radios ®, yr; ¥ del sngulo @. Si so designa el paso de la superficie helicoidal ig. 338) por f y los didmetros oxterior e interior (didmetro del cilindro) por ¥ d, entonces, por la f6rmula dada en la pag. 188, las longitudes de las seccio- nes de las lincas helicoidales se expresardn asi: Ca VmDITm y cm Yxtdt-pae Puesto que las lineas helicoidales se desarrollan en el caso dado en arcos con~ eéntricos con un mismo Angulo central, ¢: C=r,: Ry y, por consiguiente, ‘ naga Designando Ja anchura de la superficie helicoidal, o sea, Ia diferencia D—d c ac Ry-ri= =z Por ay obtenemos Ay=r,+-a, de donde r= => rt Ge © bien n= & , De aqui se desprende que ol Angulo « puede ser detorminado con ayuda de Ia férmula ia ib —2aRk—e | = a 800 Hagamos D=100. mm, d—60 mm, h=50 mm, Hallamos: e-20 mm, C318 mm, 495 mm, ryv32 mm, Ryw52 mm, aavi0®. Describimos con los radios Ry==52 mm y r;=32 mm dos circunferencias concéntricas, construimos el dngulo central a=10° y de este modo separamos parte del anillo que representa (aproximadamente) el desarrollo de una vuelta do la superficie helicvidal. Disponiendo de varias de estos vueltas desarrolladas se puede unir cada vuelta con una barra cilindrica de didmetro d (como se muestra en la fig. 343) y fijar entre si una tras otra las vueltas enrolladas sobre Ja barra. De modo semejanto 4 como durante el movimiento helicoidal de un punto se engendra una linea helicoidal y durante el movimiento helicoidal del segmento de una recta se engendra una suporficie helicoidal, se puedo obtener un cuerpo helicoidal si se hace mover a cualquier figura plana (por ejemplo, un cuadrado, 15- 891 226 CAP. VIII SUPERFICIES CURVAS un tridngulo, un trapecio) por la superficio de un cilindro de tal modo que Jos vértices de esta figura se deaplacen por las Lineas helicoidales z el plano de la propis. figura pase constantemente por ol je del cilindro. Se forma un resalto elicoidal delimitado por superficies helicoidales y cilindricas. La conatrucciéu do Jus proyecciones de este resalte helicoidal se reduce a la construccién do tan- tas hincas helicoidales cuantos vértices tieng la figura clegida. En la fig. 342 a la izquierda so muestra la construccién del resalte helicoidal generado por el movimiento de un cuadrado. Uno de los lados del cuadrado lindo constantomente con la generatriz del cilindro; los vértices del cuadrado se des- plazan por las Lineas helicotdales, Durante el fileteado el resalte helicoidal (espira) se obtiene qui- tando con ayuda de una herra mienta cortante parte del material EL resalte helicoidal obtenido esta delimitado por dos superficies helicoidales rectas y dos superficies cilindricas, exterior e interior, que hace contacto con la superficie del propio cilindro. AI conjunto det ctlindro y el resalte helicoidal en éste se le Mama torntllo, En el caso representado en la fig. 342, a Ja iz quierda, vieno dado um tornillo a derechas: la pendiente del resalte helicoidal en la parte delantora (asible) del cilindro va de izquier- la a derecha, Si la pendiente del resalte helicoidal en Ja parte delan- tera (visible) del cilindro fuera de derecha a izquierda (fig. 342, a la ss derecha), tendriamos un tornillo a Fig. 342 izquierdas (véase la p4g. 187, lineas helicoidales dextrorsa y sinistrorsa). En la figura 343 se muestra un resalte helicoidal generado BOE el movimien- to de un recténgulo cuyo lado menor linda con la generatriz del cilindro, Los tornillos de este tipo so cmplean en los transportadores de tornillo”. En la misma ig. sa muestra la construccién de la proyeccién a’ del punto A ue se encuentra en la superficie helicoidal y que viene idado por su proyeccién a. a construccién es similarala mostrada en la fig. 338, pere se muestra cémo evi- tar el error en el trazado de la sinusoide, Para ello se puede hallar cl segmento 2 que determina ol desplazamionto del punto 7 a lo largo del eje del tornillo al girar la generatriz de la posicién inicial ala posicién C? (es decir, el Angulo oct). Se debe tomar la proporcién x: h= Zoct : 360° y de aqui determinar z, lo que nos dard precisamento la magnitud i, Lo gucesive esté clard del dibujo. Los tornillos representados en la fig, 842 tienen rosea cuadrada. Si en vou de un cuadrado tomamos un tridngulo y le hacemos desplazarse a lo largo del cilindro agi como se hizo con el. euadrado, obtendremos un tornillo con rosca tri= angular (fig. 344). El triéngulo generador kinda con uno de sus lados con el cil dro principal; los vértices del triangulo generan lineas helicoidales, para la cons- truceién de las cuales se han tomado dos circunferencias. Estas circunferencias se han dividido en 12 partes; los puntos de divisién se han proyectado sobre |ineas horizontales trazadas a través de las 12 divisiones det paso del torniJlo. La su- 1 El transportador de tornillo (transpertador holieoidal), de otra manera, transportador de tornillo sin fin, se usa para el desplazamiento de cereales, ma- teriales on pedazos pequeiios, etc. § 52, SUPERFICIES HELICOIDALES Y TORNILLOS 227 Fig. 345 perficio del tornillo con rosca triangular representa una combinacién de dos su- perficies holicoidales oblicuas. El contorno visible sobre el plano ¥ se ha obtenido trazando tangentes a las lineas helicoidales mayor y menor (fig. 345). Asi go pro- cede corrientemente, aunque en realidad el contorno de la proyecciGn de la su- perficie hélicoidal oblicua sobre ef plano V representa una linea curya, En la fig, 346 se muestra la construccién de la seccién transversal de un tor- nillo con rosca triangular por el plano R. Se ha trazado cl plano proyectanto horizontal auxiliar P que pasa por el eje del tornillo, En la interseccién con el 15* 228 CAP, VIII SUPERFICIES CURVAS resalto helicoidal ol plano P produce cl tridngulo generador”, cuya proyeccién horizontal se sittia sobre la traza horizontal del plano P; la proyeccién frontal del lado AB de este triéngulo se corta con la traza R, enel punto k” que repre- senta la proyecciém frontal de uno de los puntos pertenecientes a la linea de in- terseccién de la superficie helicoidal por el plano R. Sobre el segmento ad so obtiene la proyeccion horizontal del punto A, perteneciente a la proyeecién hori- zontal de la Linea de interseccién buscada de la superficie helicoidal por el planoR. A continuacién, se ha construido un punto més M (m', m) de csta seccién; esta vez no se ha trazado el plano proyectante horizontal, con el fin de mostrar ‘que es suficiente marcar solamente la posi- cién de la proyeccién horizontal del trian- gulo generador, trazando uno de los radios. Asi mismo, en vez de la proyeccién frontal completa del triéngulo generador basta limi- tarse ala proyeccién do uno de sus Iados, como se muestra on la fig. 346, Fig. 347 Trazando una serie de radios y construyendo Jas posiciones del triéngulo generador correspondientes a estos radios, ohtendremos una serie de puntos para trazar la proyeccién horizontal del contorno de la secciéa. Como ge ve, la figura de la seccién esta delimitada por una linea curva que tiene eje de simetria; por consiguiente, durante la construccién basta hallar una de las mitados de la linea curva, y Ja otra mitad se puede construir come una rama simétrica. Cada una de las mitades de esta linea curva representa una espiral de Arquimedes, sobre cuya construccién se hablé en la pag. 223. En el tornillo representado en i 344, el tridngulo generador, después de cada vuelta alrededor del ajo del dro principal, se eleva a la posicién vecina a Ja magnitud del paso de Ja linea helicoidal. Este tornillo se genera por el movimiento de un perfil, y se llama de rosca simple). SS 1 El plano P produce el tridngulo generador en dos de sus posiciones: en lvs lados delantero (visible) y posterior (oculto) del tornillo, En la fig. 346 se muestra la construccién para la parte delantera (visible) del tornillo, % A los tornillos de rosca simple se les ama a veces de un filete, de filete sencilla y de rosca de entrada simpie, § 52. SUPERFICIES HELIGOIDALES ¥ TORNILLOS 229 Si se toman dos perfiles y, considerdndolos unidos entre sf, s¢ les haco mover- se por las |ineas helicoidales de tal manera que cada perfil después de una vuelta go eleve ala altura de 2h (fig. 347), se obtendré un tornillo de doble rosea!) En la fig. 348 estéa represen- tados un tornillo de rosca cuadrada dextrorsa y una tuerca para éste, En el corte horizontal se ven los segmentos de rectas que junto con Jas semicircunferencias delimitan la figura de la seccién. Estos segmen- LT Torailia i; Fig, 348 tos corresponden a que el resalte helicoidal esta delimitado no por una superficie helicoidal oblicua, sino por una superficie hebicoidal recta, En la tig. 349 ac muestra el tornillo do doble rosca de un transportador de dos tornillos ®, gonerado por el enrollado de un cable do acero de seccién circu- lar sobre un tubo de acero; corrientemente, el cable se fija al tubo por soldadura. Representdndose una serie de esferas, el didmetro de las cuales es goal al didmotro del alambre y cuyos centros estén situados en la I{nea helicoidal (en e] ojo de Ia espira), trazamos cl contorno de la proyeccién de Ja espira como une Tinea que envuelve a la circuuferencia (las proyecciones de las esferas}. 1 Se les suelo llamar: de doble fey. de rosca de dos entradas. 2) Bl transportador de dos tornillos sirve para el desplazamiento de cargas por piezas, por ejemplo, sacos, fardos, etc. 230 CAP. VIII SUPERFICIES CURVAS En la proyeccién horizontal se muestran las secciones de dos espiras (el contorno de la proyeccién de Ja seccidn se ha construido como una linea que en+ vuelve a las circunferencias, obtenidas al intersecar las esferas indicadas mis arriba con un plano). PREGUNTAS AL § 52 4. ¢Cémo se generan las superficies helicoidales recta y oblicua? ua 3 ee qué a la superficie helicoidal recta se le llama también conoide elicoida 3. 2Qué representa un conoide helicoidal circular? 4.

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