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EL SURGIMIENTO DEL REALISMO SOCIAL EN CENTROAMERICA 1930 - 1970 Claudio Bogantes Ursula Kuhlmann El proceso social por el que se desarrollan las socedades en Centroamésica tiene caracteristicas particulares cuando st lo compara con el de los céntros hhegemonicos del capitalismo, Pero también tiene rasgos propios cuando se con- Sideran sus diferencias con sub-egiones que contaron con una mase ampia de poblacion y de recursos. México, Bras ol rio de la Plata, por ejemplo, logaton consttuir fuerte Estados con un relativo grado de autonomia y con una clara cultura hegemonica que pretendia legitimarse como nacional. La produccion cultural Centroamericana, en cambio, estari determinade por una situacién social particular que, aproximadamente entre 1820 y 1930, se caracteriza por dos aspectos problemiticos: la balcanizacion y la debilidad estructural de cada ‘una ce las sociedades lamadas “nacionales”, donde era casi imposible contar con un minimo marco institucional como para produc una cultura autorefe rencial; y la persistencia de una masa mavoritaria campesina de origen mestizo, indigena o negro y que conservaba formas de cultura, de comportamiento y mu- has veces ain de lengua ajenas —o antagénicas~ alas del grupo dominante que producia cultura iustrada. De alli que a princpios del siglo XX. en repiones donde se habia liquidado la herencia colonial y se habian estructurado metro polis predominanterente capitalists. como en Montevideo, Sto Paulo 0 Buenos Aires, s¢ produjeran movimientos literarios semejantes a los europeos (la novels: ‘subjetivista, la poesia vanguardista. ¢| teatro grotesco, la cultura urbana de ma- a8), en tanto que en la subregion centroamericana todavia predominaban la poesia omamental el cuadro costumbrista, Esta diferencia es comprensible si se considera que en un caso nos encontras ‘mos con grandes aglomeraciones urbanas divididas en clases bajo una estructura productiva capitalista, en que se da una relative especializacion y division del tra- ‘bajo y se cuenta con publicos bastantes emplios y diferencindos; mientras que en América Central strata de asentamiantos aldeanos en donde vive la oligarquia ‘terrateniente y donde su literatura es solo un ormamento de su situacion de pri- vilegio seflorial. Para decirlo en términos directamente comprensibles, mientras Buenos Aires contaba en 1930 con casi tres millones de habitantes, Costa Rica xno Iegata al medio millén y no habia ninguna ciudad centroamericana que pa- sara os 40 6 50 mil habitantes. Y mientras en aquella metrdpoli exstia un po- blico regular para 37 salas de teatro, se publicaban tres docenas de revistas perid- dicas y muchas novelas -algunas de las cuales tiraron mis de 50 6 de 1000,000 ejemplares~, en las capitales adminstrativas 0 portuarias de América Central slo ocasionalmente se publicaban textos o revisasliterarias que no eran produ: das por profesionales de la cultura, ni estaban dirigidas a un publico andnimo ‘que actuaba como un mercado de consumo de productos culturales diferencia- ‘dos, De tal manera que seria posible afirmar que una y otra sub-region, en el mis- mo periodo historico, atravesaban distintas etapas de desarrollo y, aun, const- ‘tian diferentes formaciones sociales. Entre 1910-1930 el Cono Sur era una formacién predominantemente capi- talista; Centroamérica, otra predominantemente tradicional. Una, por lo tanto, produce formas de cultura propias de las sociedades burguesss, mientras que la ‘ira esté dominada todavia por una cultura oligirquicose oid Aunque bésicamente el problema parece planieado correctamente aludiento al lugar comin de que er. América Latin se dal “sincronia de lo asncronico” © la “contemsporaneidad de distintos periodos histéricos”, los desarrolls pos teriores ponen en cuestiin el modelo diacrénico con que se periodiza la literatu- fr latinoamericana. Esta periodizacin tiene por paradigma el proceso que siguid [a cultura francesa y,en el mejor de ls casos, el que sguitron las wociedades que prodvjeron una robusta litentun nacional y donde, finalmente, se legaron a constituir culturss metropolitanas semejantes a las de los paises industrials. {Nos sive ese paradigma para describir¢ interpretar los proceso lterarios més relevantes de soctedaies que no cuentan con unamasa critica de poblacién y de recursos suficientes; que todavia deben liquidar la herencia colonial donde un pequefio grupo clgarquico monopolizaba cas la ttalidad de los medios produc- tivos y del poder politico; y donde la mayoria de la poblacién, perteneciente a otra cultura, era excluida de todos los beneficios del sistema capitalista interna- onalizado,incluida la calturailustrada? {Cuindo estas naciones se encuentren dominadas por la penetracion imperialista —es decir, aproximadamente después 4: la guerra de 1914~ reproducirin las formas de desarrollo social y cultural que ya habjan atraveudo las otras subrepiones? ;O producirin conjuntos cultures ‘expecificos y radicalmente diferentes, porque Ia stuacion sociale interncional de América Central no sigue los mismos eaminos que el Cono Sur? EL estudio del caso-Centroamérica se realiza en esta oportunidad junto con l del NE, de Brasil y el de Haitiy las Antillas Francesas para problematizar dos tesis. En primer lugar se trata de mostrar que si bien toda América Latin, desde 1s conquista en el sigio XVI, se desarolla como el traspatio de los poles hegem- icos del capitalimo y que, por lo tanto, su cultura de alguna maneraes un eo, (© reproduccion degradada, de los procesos culturles capitalists, esta variable externa no ¢s un paradigma de interpretacién de los fendmenos internos. Hace falta considera el impacto que tiene eta dominacion hegeménica para estructu- rar y reestructurar la sociedad local. En segundo lugar, ese impscto es radical- mente diferente en regiones en las que se desarrolla una formacién social donde 1a inmensa mayoria popular esté dominada por una oligarquia que utiliza la va- riable caltural —campesina, indigena o negra para consolidar la explotaciéa de su fuerza de trabajo; y en aquellas otras regiones de asentamiento reciente -co- mo Sio Paulo, Montevideo 0 Buenos Aires o de organizaciin bisicamente capi- talsta ~como Caracas, Santiago de Chile o La Habana-. El impacto que supone caer bajo e] dominio directo politico, econémico y militar del imperialismo nor. teamerisano cuando se es una sociedad muy pequea, débil, y con tna masa de trabajo opritmida bajo relaciones de produccion pre-capitalistas, tiene un efecto especifico sobre las condiciones bajo las que los intelectuales les deberin produ- cir cultura: el exilo, fa intemacionalizacin profesional, la expectativa socialista de superar la dominacion imperialistay la identificacion con la masa popular per- teneciente a una cultura oprimida, Si es verdad que este es el fendmeno domi- nante de la cultura del Carite y de Centroamérica en el iltimo medio siglo ~y que ha dado como resultado monumentos artisticos como las obras A. Carpen- tier, G. Marquez, M.A, Asturias o Aimé Cesaire—; y sies verdad que este fenéme- no resulta simplemente desconocido en el Cono Sur, entonces debemos revisar nuestros criterios de periodizacién y aceptar la evidencia de que los procesos culturales latinoamericanos tienen no sélo una cualidad especifica frente a los de los paises hegeménicos. sino que también se diferencian esencialmente segin e! tipo de formacion social que los produzca. El objetivo de estos analisis de casos ¢$ observar como se produce la trans- foomacion de la sociedad en la etapa imperialista en la subregin que esté bajo la inmediata dominacin norteamerivana. Y observa, al mismo tiempo, el proceso de produccién cultural como un aspecto, y como una funcidn, de los procesos sociales. Resumiendo, lo més significativo del impacto que produce la domina- ccidn imperialsta de os EE.UU. se percibe en la transformacion de os actoresso- ciales tridicionales —oligarquia y masa popular~ y en lt constitucién de un nue. Yo actor social formado pot los estratot medios independientes de la oligarquia. AAl producirse la criss del antiguo modo de existencia campesino precapita lista y la proketarizacion de la ma productora, ésta se organiza y se impone co ‘mo un nuevo actor social en la escena nacional y, ain, subregional. Por otro lx do, la antigua oligarquia pierde legitimidad y hegemonia, transformandose en Socia menor ée los intereses imperialists. Finalmente, se consolida un sector de clases y estratos medios que, a pesar de todas sus diferencias, constituyen una alianza progresista tratando de representar, en su debilidad, los intereses nacio- rales y populares. A este sector pertenecerin los nuevos intelectuales que, por ‘tener que reproducir en este cuadro de relaciones, formalizarin un corpus cultu- ral que no tiene analogia con los europeos, y tampoco con los que se producen nel Cono Sur del Continente. 1. Elcontexto histérico de Centroamérica ‘A lo lang de los movimientos de iberacion violentos en México y Colom bia, wmbién Centroamiérica logré en el ao 1821 —pricticamente sin derrama- miento de sangre- la independencia de li corona espaiola. Como “Repiibica Federal de Centroamérica” conservo esta unidad hasta 1840, para ser destruida en ese aflo por una aligza de las fuerzas conservacoras de Centroumérica y Gran Bretafa, Conflctos intemos entre los conservadores ~quereivindicaban un gobierno centralista con privilegios para el cleo y las clases acomodadas— y Ios liberales, que bajo Ia influencia de las ideas de la Revolucion Francesa eran federalistas y se enconiraban en oposicidn con la Iglesia, habian precedido a esa derrota, Des- 6 aque tiempo, los diferentes Estados de Centroumérica tomaron un desarrollo capitalist, que en cada pais muestra paticularidades pero que, sin embargo, per mite interpretaciones generalizadoras. En el Salvador fracas en 1865 el gobiemo liberal del General Gerardo Ba- trios, Barrios fue asesinado, el partido liberal dsuelto y las reformas economicas iniciadas por el presidente fueron aniguiladas por los coaservadores a favor de 1a insalacon de grandes empresas agrcolis capitalists con cultivo predomizan- te de café. Las grandes plantaciones de café siguen sndo hoy en dia ~al lado del cultivo de algodn— la base econdmica de este pais. En Guatemala el desarolle de un producto de exportacin el café-contri bay6 al establecimiento de una infraestructur relativamente amplia a nivel na- ional (ferrocartles, telerafo, puerto), pero aqui también se cresron grades la tifundios donde los habitantes del pais —en su mayoria indigenas— tenian que trabajar como peones, El desarrollo economico de Honduras se distingue considerablemente del resto de los paises del istmo. A causa de la fata de un mercado estructurado y un producto de exportacion propio, las compaftias bananeraslograron controlar laeconornia y ademis la vida politica del pus. Nicaragua tiene una agriculture mucho mis diversfcada que los dems pa ses de la region. Sin embargo, durante mucho tiempo no desarrollé un producto de exportacion importante. El cultivo de bananos en cuantia considerable se in- trodujo mas tarde que en los otros Estados, Recitn en los afios 20 la Standard Fruit and Steamship Company, que en Honduras disponia de terrencs inmensos desde fines del siglo pasado, se instalalo en Nicaragua, Las plantaciones cerca de Puerto Cabezas fueron abandonadas al principio de los aftos 40. La Unite Fruit Company, sin embargo, poseia pequefics terrenos cerca de Bluefields. 1.1 El desarollo politico y econdmico de Coste Risa tomé temprano un rumbo propio. Ya en el afio 1823, Cosia Rica se opuso como inico puis en Cen ‘roanérica contra la ocupacion pot las tropas de Filisola as que trataron de to rar esta regién del sur del istmo siguiendo una orden del emperador mexicano Iturbide, Todavia durante la Federacion se lewd a cabo ung reforma agraria. Costa Rice era la mis pobre de ls provincas centroameicanas: no disponia de rique- 1as de suelo y también la poblacion indigena era escasa. Por esta ruz6n tampoco se pudo generar un sistema de “encomienda” come, por ejemplo, en Guatemala. Les pocos indigenas habitantes dela provincia de Talamanca, la cual forma Ia es cena esencial de la novela Mamita Yunay, los Brunk, siempre se hubfan opuesto 4 losespafioles y munca fueron conqustados. Segiin el censo de 19271, la poblacian total de Costa Rica constaba de 472 nil personas ni siguiera medio millin de habitantes. La capital, San José, era ha- bitada por 46 mil personas. La poblacién total vivia en partes casi igualesen las ‘ciudades ($20/o) y en el campo (480/0). La reforms agraris realizada por Braulio aril transformé Costa Rica en un pais de pequetosterratenientes capitalistas Este hecho contribuye a la explicacion de por qué el pais tomo un desarrollo re- lativamente democtitico y liberal y brind® posibiidades de educacion popular relativamente amplias en comparacion con los paises de la region. Durante miu- cho tiempo se enoigullecié de tener més profesores que soldados. En 1931 se gastaron mis de 4 millones de colones del presupuesto nacional en educacién, ‘mientras que el presupuesto para el efrcit, la marina y Ia policia ascendié a 2 millones y medic. La tasa de analfabetos pudo ser bajada en Costa Rica a 230/0, ‘mientras en el pais vecino Nicaragua y en Guatemala legeban a 759/o y 800/o, respectivamente’. Si bien estas cifras en el contexto general de las sociedades la- tinoumericanas son diminutas y aparentemente inelevantes, para la formacion social de Costa Rica significan al menos indicadores de la posbilidad teérica de Ja existencia de un citculo mayor de receptores ée literatura. Por otro lado el pais w encentraba —conio Guatemala y El Salvador en condiciones de desaro- liar un producto de exportacion capitalists, Pero tampoca aqui la dominacion Por las competias bananeras se llevo a cabo de una manera tan absoluta como en Honduras. Esta premisa no excluye también que en Costa Rica las compaflias ba- naneras -y mis tarde sobre todo la United Fruit Company monopolizeran la economia y ejerceran una considerable influencia sobre la vida politica del pats. 2. Desarrollo socioeconémico y proceso cultural en Centroamérica 1 proceso cultural de la sociedad latinoamericans acompafo durante los siglos XIX y XX las etapas de su desarollo econdmico que, en el caso de Centro- amézic, supone la sustitucién de un modelo de dependenci por otro. "1, Departamento de planificacién y coordinacién sectoral (Ed): Le pobrea en Costa Rica. Andlisis del sector urbano. San Jose, 1975 . 1 Kepner, Charles D, Js: Socal Aspects of Bonane Industry, New York, 1967. p. 4, Ls cifras somesporden al aio 1931, ca La fase Lberalista—precedente ala economia de enclave con caricter mono: polista~ se distingue por un sistema econémico mercntiista. Cuando se forma. ton as Replicas iberaes después dels independencia de ls corona espaiala les ‘ocd, dentro de la divi internacional del trabajo, el papel del cultivo y dela exportacién del café hacia Europa y sobre todoa Inglaterra, Dentro de esta fase se puede observar una polarizacion entre la élite —la oligarquia cafetalera— y la rmayorit de la poblicion predominantemente rural Un estrato medio, al que per- tenecen los artistas, vive dependiente de ests lite y adopts sus valores. La oli garquia cafetalera en e] poder se destaca mis por retener formas y desarrollos culturaes que de liberaros o promoverlos. No ere capaz de crear un ambiente cultural uebano propio, “que al menos no estuviese impregnado de una trstsi- ‘ma pobreza provincial, porque el arte y la civilizacin de la élite no pudo dejar de ser retorico”® Dentro del marco econdmico y social la élite reproduce tanto las ideologias politicas como Jos ideales culturales de la metrépoli europea. Los grupos domi- nantes encuentran su ideologia no solamente en los principios politicos de Rousseau, sino también en los tedricosliberales de la economia politica Salvo muy pocas excepciones, las primeras manifestaciones literarias relevan- tes en Centroamérica se originaron en esa €poca. Las dos corrientes més impor tantes de aquel tiempo. el costumbrsmo ye! modemismo, se orentan, aunque formalmente independientes, conforme 1 los ideales de la cultura europea, Jos cuales, si bien en Europa eran expresion de una sociedad en cambio y de lun nuevo espacio social, en Centioamérica no tenian ninguna sgnificaciin para el desarrollo cultural, porque reproducian estas mismas formes culturales ‘europeas part una pequeta élite nacional. También las posibilidades de la crea cion de una cultura veréaderamente nacional eran constantemiente negadss. no sélo porque la estructura socal de aque! tiempo hacia imposible la ralizacion de tal proyecto (por la falta de edusacion del sector mayoritario de la poblacion, signo de la dominacién también cultural), sino también porque las imitaciones de 4a élite no eran lo suficientemente vitals para poder crear un estilo cultural na cond. Si bien el ideal de cultura ~y la ideologia transmitida por la clase dominante de esa sociedad~ era un ideal dependiente de Europa, tanto en la politica como en el arte, este modelo cambia profundamente con la penetracion de los norte ‘americanos en la economia Centroamericana. Les necesidades del mercado mun- dial, que con la instauracion del enclave bananero se extiende hacia esta region, rovocan otra dindmica que pone en crisis la antigua idcologia. Ya no existe la imagen de una metropoli efana que no interiene en el proceso interno de pro duccin, que solamente se interesa porque los grupos dominantes orienten su ideologia y cultura hacia Europa y s entienéan a sf mismos como parte de una empresa civilizadora que abarca todo el mundo®. 3. Ramiret, Sergio: “Blanes y Volcanes (Aproximaciones al proceso cultural com ‘emporinso de Ceniroamiric)”, En: Centroameérica hoy, México, 1975. 313, La extension del cultivo del banano requeria Is presencia de un poder #x- ‘tranjero en ¢l proceso de produccion entero, ya que necesitaba tenicas més efi- cientes de comercializacién (frigorificos, insecticidas, fertlizantes, etc.), es decir, el considerable adelanto tesnologico de los Estados Unidos. Estos medics téeni- ‘cos sin embargo requieren —al contrario de la produccidn de café— al cultivo de ‘banano én gran escala y en grandes plantaciones. ‘Las companias fruteras norteamericanas se reservaron el control econdmico Y politico directo de sus campos de inversion. La instalicion de este nuevo mo- delo de dependencia tuvo efectos profundos tanto por el desarrollo politico co- ‘mo cultural de toda la region. Si la transicion de la economia colonial ala mer- ‘cantilista 4 llevd a cabo sin rupture (las élites siguen cultivando un estilo de vida otientado hacia Europa), li trnsicén a la fase monopolist nos efecto sin dis ficultades. La dlites no participan ~aparte de algunas indemaizacions por tene- ‘nos y concesiones~ enla produccin de plusvaliaoriginado por el cultivo del ba- nano. Los campesinos emigran cada ver mis alas regiones de plantacion y van formando alli una nueva masa proletaria. la cual, influenciada por él desarrollo intemacional, empieza a tomar conciercia de su papel, pero ain sin encontrar el camino para una movikzacion ampli. La olgarquia vegeta pendient de los idea Jes cultuals europeos.identificindose con “una cultura centroamericanaaislada de todo contexto universal y rviendo sus recuerdos prestados en literatura. en arguitectura, en formas de organizacion poltica"S, Por mu pate a nueva meteo- poli norteamericana no es capaz de ofrecer una tradciOn cultural que pueda ae: furar sus intereses econdmicos. En algunos paises tiene que recurir a interven ones militares par consolidar sus dominios (como en el caso de Panay Ni- caragua), en otros apoya dictaduras militares (por ejemplo en Guatemala y Hon- duras), y 4 veces lees suficente otergar concesones a una burguesia nacional co- ‘mo lo muestra el caso de Costa Rica. Dentro de estas condiciones ~aqui esbozadas de manera muy general se ‘constituye una nueva generacién de productores de cultura. la cual se propone la tarea de formular la identidad de las sociedades latinoamericanas de una manera radicalmente diferente y que orienta su praxis literara en referencia a esta meta, Nacerd una nueva cultura altemativa que por primera vez no se orienta conforme alos modelos culturales de una metropoli y que elzboriré Is propia realidad so- ‘al, no a partir de detalles pintorescos para los salones dela lite sino desde una perspective revolucionaria, es decir. desde el punto de sista de las clases oprimi- as. En la mayoria de los casos ~y a obra de Filla significa una excepeion~ los productores de cultura no crearan su literature como expresidn de sus propios intereses de cls sino que tratarin de hacerse portavoces de aquellos que hasta ahora nunca habian encontrado posibilidades de articulacion deatro de la cultu- a “oficial’. Y por ello los temas de este nuevo modo de produccién literariose- rin las condiciones de vida de estos grupos hasta ahora olvidados; sobre todo los TTS. top. 309, de la regin rural, aunque también se elabora literariamente Ia lucha de clases en las ciudades, En este contexto es importante sefalar que esta literatura fue scrita en el cxilo. Las condiciones de produccién para una literatura critica y que tematica, Jos problemas sociales de las masas murpinalizacas no e deron en la mayoria de os paises, or causa de sus condiciones politica; por ende muchos autores tuvie- ‘on que emigrar en razén de su compromiso literaio. De todas maneras, Cosia Rica forma una excepcién en el contexto centro- americano. El pais tiene una larga tradicién democratica. Si bien las condiciones de una produczion iteraria en este pas fueron favorable en comparacion con el resto de la regibn. este hecho no significa que esta replica hay’ farorecido ex- presiones literarias criticas. La politica entreguista de la burguesia nacional no era menor que on otros estados centroamericanos; por lo contrario, la venta del pas alos consorcios ex vanjeros e pudo efectuar con mucho menos dificultades ‘bajo la fachads de una tradicion democratica. Fallas por ejemplo, que con su no- vel inicié una tradicién de la novela de protestao social en la regi6n, no two ‘que emigrar a causa de su actividad literaria, Se encontraron otros caminos para tener teriporlitente su literatura ante pblco: la primera edicion de a no vela Mamite Yunai fue comprada integrumente por la United Fruit Company Resumiendo Io anteriommente dicho, este nuevo modo de produccion liters ria se puede entender como praxis socal de autores que redefinen su pape y su actitud lteraris en un nuevo espacio social, déndole a su literatura una mucra funcién social conforme a nuevas perspestivas historias. Dentro de un sistema ue no fue capaz de superar la herencia de su pasado colonial, de aboli as viejas formas oligirquicas y en el cual se formaron estructuras de un neocolonialismo ¥ de otto tipo de dependencia ~1o que en Centroanérica encuentra ura expre- sign sumamente fucrie por la quasi total dominacién de lx politica y Ia econo- mia por los Estados Unidos los productores de cultura intentin concertar so teacion artistica con las alternativas historicas, elaborando las condiciones de vida de las masas opsinidas, buscando ls transformacion de la sociedad, o lu chando contra la permanente presencia de potenciasimperiaistas que forman un obsticulo para el proceso histico. Ante este fondo sociocultural hay que enten- er el sugimiento de realismo social en Centroamériea. 3. El case de Costa Rica La novela social en Costa Rice es la expresinliteraria de un largo proceso historico que comienza a articularse, no en el plano de la literatura, sind a nivel social y politica, desde finales del siglo XIX, Por ello es importante iniiar nues- to andlisis a partir del Golpe de Estado del General Guardia en 1870. Este golpe de Estado y la subsiguiente dictadura militar y liberal del General Guardia, que duré hasta 1882, marcan politicamente el paso de la Repiblica patrarcal dec — monénica a la Repiblica liberal. Esta transiciGn marca igualmente la aparicion del capital americano en el pai, la oranizacion del enslave bananero y as pr eras manifestaciones de! movimiento obrero. “Hasta la muerte de Guardis las actividades poiticas en Costa Rica es- tuvieron sujetas y dirigidas en unos casos por poderosas familias que ad- quirireron posiciones sociales a causa de los negocios hechos eon la ex: Portacion del café; en otros por Presidentes de voluntad de hiero que lograron mantener sosegados a los circulas politicos”*, Y al pensar de Rodrigo Facio: “A la muerte de Guardia, (1882), la nue- va actitud esti ya bien sentada: en adelante ge trata solamente de impr ‘mith en las insituciones del pais, y e808 lo que son las reformas libe- rales del 84 y el 88; se trata de esiructurar un Estado netamente civil, sin ingerencias eclesisticas, rligiosas ni de otro orden, capaz de servir sin tropiezos los intereses de la aristocracia”’. ‘Dérante la administraciGn del General Guardia se logra terminar el ferroca- ri al Atlantico, con e! consiguiente abaratamiento de los fletes a Europa, pues el embargue y desembarque de mercancias en el Puerto del Caribe reduce el tiempo de transporte en tres meses Otra consecuencia fut la aparicién del capital ame «ano en el pais. Para la construcci6n del ferrocarril se hicieron emprésttos en Londres en 1871 y en 1874 que resultaron set, por falta de experiencia, por ineptitud y por comupcidn de los nezociadores nacionales, catastrdficos para la economia del pais 0 porlo menos para la del Estado. La deuda inglesa es en Cos- ‘ta Rica ain hoy de una miticidad micondiana, Existe al respecto vn estudio de Cleto Gonzalez Viquec, Historia Firancier de Costa Rica, de 1914 (Editorial Costa Rica 1977). A causa de la imposibilidad de financiar el ferrocarail con ca- Fital inglés, sus gastos ascendieron a I mill6n en 1871 y 2.400.00 en 1872, de los cuales llegd 2 Costa Rica apenas la mitad, se cedid la construccion a un contratis- {a americano que sanearia la deuda inglesa y- procuraria capital amerikano para su terminacién. La idea de Minor Keith era explotar a ambos lados de la linea {+ trea las terrasaptat para ls produccién bananera. El $ de abril de 1884 el gobier ‘no cedié a Minor Keith 800.000 acres, junto con el derecho a explotar el ferto- caril durante 99 aftos. Facio nos describe las consecuencias de Ia presencia del snvevo capital “Las conseeuencias sociales y econémicas que ls produccién y el comer: cio dl banano productn en el pais, son, en algunos spectot, bien dife- rents alas del café, Primero: porgue la produccion del café inunds le propiedad consiuida -organizada ya por pricticas exondmicasy sobre bases sociales mis o menos firmes~ o sea, geogrificamente hablando, la de Is Meseta Central; mientras e! banano se asienta en tiemras virgenes que € mismo habia, las de la zona ltoral del Atlintico, Segundo: 6. Monge A., Carlos: Historia de Costa Rica, XIV Edicion. San José, 1978. p. 244. 1. Facio, Rodeo: Erudio sebre economi cottmcense Obrat de Radngo Fei, Tomo San los, 197. p66. que mientras e] capital inglés, padre del café, se concret6 a estimu- Eo Timneldadale, uaa produce ya en exteach, el capital aver. xno, padre del banano, extiende sus papeles hasta ls propia organizacion ‘técnicoagricola de los cultives"® Et banano promueveigualmente un nuevo tipo de agricultor nacional que ju- ridicamente es propitario independiente, pero que en realidad depende de la CCompaffaextranjera que tiene e1 monopolio del transporte terest, el ferroca- tril, y el monopolio del transporte maritimo, en su propia flota. A estos dos mo- nopolios viene a agregarse un tercero, el de la comercializacion de la fruta enlos mercados norteamericanos. El productor nacional pasa asi a ser casi un asalaria- do de la Compatia, es decir de ls bumguesia amerisana, accionista de la UFCO. Otra consecuencia sociologica es Ia importaciox de jamaicanos negros de len fia inglesa, que hasta hoy dia constituyen un sector dela poblacion costarricen- se desarraigada, desintegrada y miserable. El cultivo bananero acarre6 igualmente luna gran concentracin de obreros agricola nacionales y centroamericanos, que si bien no sufren en igual medids el problema del desaraigo social y cultura, si suften las consecuencias de un violenta modificacion de sus formas de vida tra dicional. Econdmicamente la produccién bananera fue catesréfica pars el pais. Al agotamiento de las tierras, (15 afios egin Facio) viene a agregarse la sustraccion de mano de obra de otros cultives para el mercado interno, como mait, artoz, frijoles, legumbres, etc. que son abandonados a cause ¢e les halagiefios sueldos en délares, creando una aguda crisis de subsistencias hacia finales de siglo. Ahora bien, estos altos salarios no tienen ninguna repercusion sobre el nivel de consumo de la sociedad nacional, ya que la Compatia, haciendo uso de sus privlegios, los recoge gracias al sistema de “tiendas de raya” 0 “estancos”, como se les llama en Costa Rice, que venden todos les productos necesariose innecesa- ios importados “taxfree” de la metropoli. 3.1 Losactores sociales Un aspecto positive que se puede descubsir en relcién con la produccién bananera es la oportunidad que brindd, para la formacion de un fuerte y cons- ciente movimiento obrero, que cada vez fue enriqueciendo su concienca de cla se, y que si bien inicialmente es de caricter primordialmente econsmico, leva en 4 un cusstionamiento politico del orden existente bajo la hegemonia de la ole garquia cafetaler, Las nuevas fuerzas sociales que se hacen presentes en ls histori nacional, y ue poco a poco irin haciéndose presentes a nivel politico, encuentran su prime 1a expresin en el movimiento mutuaista de fin de siglo. La primere mutual fue Bp. 7. 9. Qtadopor Redo Facio,op. it. p. $0. “Sociedad Matualista de Artesanos de Panaderia” (1866) que fue una asocia- n interclassia que agrupaba tanto a obreros como & patrones. Ese cardcter plurclsista despareci al ser disuelta la Sociedad, forniando los obreros de pa- naderia en 1900 la “Sociedad de Socorres Mutuos”. En 1905, panaderos y obreros de la construccién se organizan en Ia “Federa- cin de artesanos, panaderos, constructores y carpinteros”. En 1908 aparece la “Sociedad mutualista de Tipografos”, Bajo la influencia de nuevos inmigrantes ceuropeos Hegados al pais ¢rafz de la Primera Guerra Mundial, las sociedades mu- tualstes van abandonando el caricter inofensivo de su oxganizacion y aparecen los primeros sindicatos que representan un proletariado con mayor conciencia de clase y un mayor grado de combatividad. Aparece el “Sindicato de Artesanos” en Puntarenas en 1916. En 192] la nueva “Confederscién General de Trabaja- dores" dirige con éxite wha gran huelge que trae como resultado la jornada de 8 horas y un aumento general de salarios del 400/010. Es precisamente en la zona bananen que el sndicalisio cobre auge y enver- gadura, a pesar de las presiones de la Compafia que nunca reconocié la existen- cia legal de los sindicatos. Estos sindicatos fueron creados y dirigidos por el Par tido Conmunista, fundado en 1931 por Manuel Mora, Jsime Cerdas y Luis Car- ballo, La actividad sindical en la zona bananera fue dirgida por Carlos Luis Fa- lias que ¢8 el autor de algunas de las mejores y mas conoeidas novelas sociales. En 1934, 15,000 obreros de la zona bananera se alzaron en una huelga que con- movi6 a todo el pas y que fue la primers que se le ganara ala Compafia en todo ¢l Caribe, Exe mismo afo se producen las huelgs de los obreros del calzado en San José y del aziear en Turrialba. En 1936 se organiza una huelga de zapateros en Cartago, en 1938 la Compania traslaa sus actividades al Pacifico y en 1939se desarrolla una importante huelga de trabajadores bananeros alli, asi como una hhuelga general en el 43. 3.2 Alianza de fuerzas progesistas Otro de los elementos que se debe tomar en cuenta en una revision somera de! ambiente politico-scial de esa época, que va del fin de siglo a a Guerra Civil de 1948, es la actitud de la Iglesia Catdlica frente a la “cuestion social”. En 1891 aparecid la enciclica Renwm Novarum del Papa Leon XIII sobre Ia ‘cuestién obrera, la cual es considerada como la respuesta de la Iglesia. al Manifies- to Comunista, Un anilsis comparado de los dos documentos cae fuera de los li mites de este ensayo, pero con respecto a la situacion en Costa Rica, es impor- tante considerar la repercusion a nivel local, de esas preccupaciones de la iglesia Se trata de Ia Carta Pastoral del Obispo de Costa Rica, Monsefior Augusto Thiel, “Sobre el justo salario de los jomaleros y artetanos, y otros puntos de actualidad ‘que se relacionan con Is situacion de los destituidos de bienes de fortuna”, hecha pablice el 5 de setiembre de 1893, 10. Backer, James: La Iglesic y ef sindicalismo en Coste Rica. San Jost, 1974. p. 13 y se En este documento se hace un interesante andlisis de la dolorosa situacion actual “de los desposeidos de fortuna” de Costa Rica, ataeando lo que para él cconsttuye la raz misma del problema, es deci a inflacion: “La causa de esto es que el justo jornal del trabajador no ha sido. awmentado en proporcién a la baja del valor del dinero;de modo que el pen que hace diez aos tenfa con su jornal lo suficiente para mantener ecentemente una familia, ahora no lo puede"! ‘A final de su carta pastoral entra Thiel al terreno del derecho que tienen los obreros a formar asociaciones mutualistas 0 sindicatos: “Y si el auxilio de la autoridad civil es insuficente para remediar los rales, los obreros y artesanos tienen el derecho de formar entre ellos sus propias asociaciones y juntar sus fueraas de modo que puedan ani- mosamente libertarse de la injusta ¢ intolerable opresion"!? ‘Como nos lo hace ver James Backer: “La reaccion del gobierno liberal a la ‘carta pastoral fue doctrinari politica y fuerte. El 14 de setiembre de 1893, e1 Minisiro de Culto, Manuel V. Jiménez, le eseribi6 a Thiel: “Se ve (#1 gobierno) en la necesidad de lamar seriamente la atencion de Ud. hacia el procedimiento empleado por Ud. dando publicidad a su ci- tada pastoral y a otras anteriores, sin haber obtenido previamente euto- rrizacion del Poder Ejecutivo, ya hacia doctrinas tan erréneas como la de aque la autoridad debe fijar el precio de los salarios de los trabajadores, ‘tan antiecondmicas como la de que establezca los valores de los articu- los de primera necesidad, tan inconvenientes como la de excitar a los dobreros y artesanos a formar entre ellos sus propias asociaciones y jun- tar sus fuerzas de modo que puedan animosamente liberarse dela injus tae intolerable opresién que supone en los patrones, Estas doctinas dan por resultado por ls tendencias socialistas que extiaian, profundas perturbaciones en le marcha de los interess reciprocos de la propirdad ¥ 4 abajo y no x compadeen con la mision conlindore dl Ps tor"l3 All represo de su exilio en 1886 (en 1884 habia sido expulsado junto con los Jesuits), Thiel funda un partido politico para defender los intereses de la iglesia. En las elecciones de 1854 su candidato a la Presdencia de ls Replica sali ganador, pero el gobierno no lo reconoci6. Los catlicos se levantaron en armas, el gobierno los sometio y para evitar el golpe de Estado se suspendieron las ga rantias individuales; e! Padre Mayorga, jefe de la insurreccién y ¢! candidato Tre- {jos fueron arrestados!4 11. Malavassi, Guillermo: Los principios cristianos de justicis social y la realidad his tiriea de Costa Rics. Prdlogo y recopilacion de documentos, por Trejos Fnos., San José, 1977. p. 63 VMb. p72, 13,Chtado por James Backer, op. cit, 14 Backer 3, op. it. p. 44, 6 SI La influencia de las teoias sociales de la Iglesia se hacen sentir en la activi ‘ad desarollada por el periddico catdlico “La justcia social” cuyo fundador y director fue el joven Torge Volio. £1 pesiddico tuvo una corta existenci, de 1902 2 1904en que Volio se marché a ia Universidad de Lovaina para hacerse sacerdo- te, En 1912 Volio fue a Nicaragua a lucha allado de los liberals contre el rég- men de aquel pais, lo que le acarred, por un lado, el grado de General y, por ‘tro, le suspensién del sacerdocio durante un afl. Tres sfios mis tarde Volio se separd definitivamente del clero para casarie y para gozar de mayor libertad en sus actividades politicas. El 25 de enero de 1923 Volio funda el Partido Re- Jormista. En su Manifiesto se expresan ideales sociales, nacionalists y antiimpe- tialistas: “EI Partido Refomista quiere reemplazar los idolos por los ideaes; las 4quercllas personalistas por ta fecunda mucha de valores doctrinarios 4que amplien el espiritu de la Nacion. Querenios el gobiemo de nuestra ‘asa, queremos un gobemante que no sea un titere cuyos hilos mane- jan asu aninjo las cancilleriasextranjeras. La invasin de capitalists extranjeros sedientos de nuestras tiers y de la rique2a del subsuelo nos ha marivillad, sin pensar en nuestro por- Yenir de nacién independiente, ni en el de generaciones futuras cuyo patrinonio estamos entregando sin medida de tasi que deje ah comu- ‘idad esas riquezas por medio del Estado”!*, En la defensa de la Ley sobre Accidentes de Trabajo, Volio nos dice que “.... hay wna inmensa categoria de hombres, la de los asalariados, el ‘900/o de la nacién pudiera decirse, que necesita una proteccion de par- te del Estado para garantizarle un minimun de vida. Esta ley de que tr ‘tamos debié haberse dictado, si bien se mira, contemplando, antes que tos, alos trabajadores del campo, gentes infelices que apenas si se alimentan diariamente, que viven en absoluta indigencia. cubiertos de harapos y ganando un sslano tan mezquino que nunca alcanza a cubrir ni las mas perentorias necesidades de su familia, .."17, El partido Reformista fue en Costa Rice “un nuevo partido, vigoraso y fe- ‘cundo, si no en realzaciones, en anhelos, en esperanzas redentoras de los oprim- dos”. Mas como nos lo hace ver James Backer: "En un ambiente catolivo tra ional como el de Costa Rica, en esa época un movimiento socialristiano tenia que aprovesharse de la aprobacian de Ia Iglesia para sobrevivr. Pero en ls décs- as del 20 y 30, el Reformismo estuvo totalmente aslado y fue atacado desde todos lados. Tanto el Partido Comunista como la Iglesia, los conservadores y Jos capitalists denunciaron a Volio y a su movimiento. Sin apoyo, el Reforms mo desaparecié y el Comunismo tomo el campo “progresist.”. Fann at 16.Volio, Marina: Jorge Votio y el Partido Reformista San Josi, 1978. p. 98. 11.0.3 1b p 9 52 Esa alianza, entre un Partido o més bien entre un Presidente de ideas social cristianas y la Iglesia se realizar en la década de los 40 entre Calderon Guardia, que habia hecho sus estudios de medicina en la Universidad de Lovaina, donde también habia estudiado Jorge Volio bajo la influencia del Cardenal Mercier, y el nuevo Arzobispo de Costa Rici, Victor M. Sanabria. Calderon Guardia habia subido al poder como candidato de la oligurquis tradicional y gracias a apoyo popular que su fama de médico le habia justamente granjeado Durante la década 30-40 la actitud dominante dentro del clero costaricense fue reaccionaria. Al hacer mencin de las enciclicas Rerum Novarum y Quadra- _gesimo Anno (1931), s¢ insistié sobre la obligacion de los ricos a ser caritativos Para solucionar los problemas de ls miseriay el desempleo y se callaba el dere cho proclamado por las mismas enciclicas de organizacion y sindicalizacién que tenian los obreros. El vocero de esta actitud fue el Padre Hidalgo: asi en 1935, escribia en el Mensajero del Clero: “No queda otra solucion que la que presta cel Evangelio cuando aconseja al rico tener caridad con el pobre, y a éste ser mis resignado con su suerte"20, Al final de la década una actitud “activista” encarnada por los Padres Mene- ses y Acufla que se enfrentaba a la actitud de] Padre Hidalgo fue cobrando fuerza. En abril de 1940 Sanabria fue nombrado Arzobispo de San José. Exists una amistad personal entre el nuevo Arzobispo y el nuevo Presidente y su actitud frente 4 los problemas dela clase obrera era pareja. En su casta pastoral de toma de posesion como Arzobispo escribia Sanabria: "Resumiendo cuanto hemes ve nido diciendo acerca dela cuestign social y acerca de su solucién, afirmamos que Ja Iglesia favorece con decisién toda idea sina de mejoramiento social, y que hace y haré de su parte cuanto permitan las circunstancias para impulsar y pro- pular ese mejoramiento"21 3.3. A esta alianza entre el Presidente y el Arzobispo. entre el Estado y Ia Iplesia viene 1 agregarse el jefe del Partido Comunista, Manuel Mora Valverde. Desde 1942, Calderén Guardia habia perdido el apoyo de amplios sectores capi- talistas que habian financiado su campafa politica y que ahora se sentfan traicio- nados por un Presidente que habia hecho aprobar una legslaciin socal en favor de la clase obrera y que representaba, segin ellos, una cuantiosa pérdida de dine 10 en forma de las cuotas que los patrones debian pagar. A este respecto se debe recordar que Costa Rica se habia declarado en guerra con las potencias del Eje; y si bien no es cierto que esa medida afectara Ia expor- tacion del café a causa del ciere éel mercado alemén, lo que habria provorado el descontento de toda la oligarquia, como lo sostienen Bulgareli y Stone, ses ierlo que las influyentes familia de origen italiano y sobre todo las de origen "Wath. p. 64 21, Malivas,G, op. cs p 219 $3 lenin, a quienes el Gobiemo les coniss las propiedades, tenian razones con- ‘antes para perpetrar un golpe de Estado contra Calderén El golpe fue planeado en cass de Jorge Hine y pars tal efecto invtaron al Jefe del Partido Comunista, que a la sazin se oponi a Gobierno, para que par ‘icipaa en el glpe lo que le daria una fachada popular Manvel Mora x nego a partcipar, haciendo ver 2 los capitalists que las razo- nes de la critica dl Partido Comunista frente al Gobierno no eran lat mismas que as dela oligaria. El partido comunista sproveché el antagonismo ene la politica del Presiden. te y la oligaquia y decidio apoyario. El acuerdo fue que el Gobierno impulsaria Ja cuestén socal a cambio del apoyo inconcional del Partido Comunista. No se ‘debe olvidar que a nivel intemacional la purticipacion de le Unicn Sovitica al lado de ls aliados en la Guerra Mundial hacian mas fil a alianza entre el Parti do Republicano de Calderon y el Partido Comunista En 1943 se aprobaron “ls Garantias Sociales” como una reforma ala Cons- titusion en la cual los articulos 55 y 56 reconocen legakmente los derechos de sindicaizacion y de huelgs, Terminada la redaccibn de las leyes se decidis bus- car el apoyo directo de la Iglesia, el Arzobispo propuso algunas enmiencas, entre ‘otras que los empleados de los servicios piblieos no tuiesen el derecho de huel 12, ¥ prometio su apoyo. La idea era evitar que fs leyesfueran motejadas de co muristas. Los obispos de Costa Rica se pronunciaron en mayo del 42 basando su opi rién en las doctrinas de Leén XII y Pio XI diciendo que: “La conciencia ato: lica puede aceptasls,en su general, como la cxpresion leitima. de los postu Jadcs eatéicos sobre msteriassocales"2? EIP.C. por su parte sabia que el apoyo dela Ines ala politica del gobierno en materia socal era imprescndibe, asi como también era imprescindible pate asegurar la elecign del candidato calderonista alos nvevos comicios electoales, Pare asegurar esa legishcién y su influencis, Manuel Mora decidi6 acercarse al Arzobispo Sanabria: “En una serie de reuniones secretas, el jefe del Partido Comunisay el jefe de la Iglesa se reconocieron como intligentes y sinceros. Este res péto mutuo de pronto se convietid en una amistad intelectual y perso: tal, Los dos se reconovieron, se respetaron y guardaron sus diferencias octrinaes, pero decidieron buscar un método de actuar juntos para lo ‘rar una meta comin, el mejoramiento de la clase obrera. La solucion que encontraron fue la dsolicin del Partido Comunistay la creacion de otra agrupacion politica que no atacaria ala Iglesia y que aceptaris a doctrina social catdlics como base de la soluciin de los problemas socio-economicos nacionales?? hn acker, J... op. cit. p. 78. Asi nacio el Partida Vanguaniis Popular y se cimenta la alianza entre el Partido Calderonista, la lalesiay el Partido Comunist. Desce el punto de vista de ls relaciones con el extranjero, si bien al princi pio del periodo que nos hemos fijado para nuestro andlisis 1870-1948, la crisis peneral del capitalimo a fines del siglo XIX no parece haber afectad la expor- taci6n cafetalera de Costa Rice al mercado europeo en general y al inglés en par ticular, diretament; indrectamente si tavo consezvercis para el pais, pussesa crisis marca el inicio del eclipse de la hegemonfainglsay la aparicicn del impe fialismo norteamercano. Ma arriba vimos la aparcion del capital americana en Costa Rica en la construccién del ferrocarily el estabiecimiento del enclare ba- narero. Las crisis europeas hacen que leguen al pais oleadas de emigrados. cuyes, ‘ideas van a impubsar el debate de ideas y concretamente la organizacién del movi- smiento obnero2 1a Guerra Mundial represent un duro golpe para la comercilizaccn del café que levé el Estado costaricense al borde de la bacarrota El joven estadista Alfredo Gonzilez Flores tra, durante su periodo como presidente, de hacer ‘aprobar una reforma tributaria.eacaminada & hacer que la oligarquia cafetalera ccontribuyese un poco mas a la financiacion del aparato de Estado. La tentativa acabd en 191 7.con un goipe de Estado de la oligaquia?S Por esa época el capital americano se apoderd del monopolio dela electric dad, de las comunicacionesy el transporte. Por otra parte la Revolucién Mexicana y Ia Revolucion Rust no dejaron de tener su impacto en Costa Rica. La erisis mundiil del capitaistno en 1929 afect6 otra vez ala oligarquia ca: fetalera y a los productores nacionales de banaro, a quienes la UFCO, incume plendo les contrats, se negaba 2 comprarks el banano. Mas, como nos lo hace ver Daniel Camacho, las clases dominantes supiron sirnpre trailadar los proble- “_24.De la Cu, Viadums: “El primer congeso det Farido Comunia en Costa Rica” En: Exudios Sccises Centromercenes. No. 25 y sg, Programa cenroamericano de des solo de las cencs souls. Cuded UaivesiriaR. Fi, Sa Js, Costa Ric Desde el time tecio del Siglo XIX se consttuyen de manen clara oranaiones d+ sitas, de tipo mutuals guabnente 1 produces importantes moximienos hei tios'y omanizacones de tipo politico parti les como el Pato de Obreos y ‘Artetanos, en 1846 ye) Fuido Independients Demincaia en el periodo de 1893 1894.25 25, Aguiar Bulge, Oscar "La figun controveria de! Licenciado Aledo Gonzile ‘lores En: Revise dela Unitesidad de Coste Rica no. 30. Ciudad Universitaria, 1971 Sin embargo, todas esas medidas (ipurstos dectos) no eran mds que planes, re ‘medioscaseres que ao hacen mis que alive dolor vanstonament, porque, unque ‘turer resultados posits, no podfan de manera alguna compensa las pedis us 1 Estado sufi a caus de dsminacon de simporiacions que paral feche anterior. ‘monte eta del Jo, de mayode 1915, habian marcido uma robe del SETENTA POR CCIENTO, con especto ala ater . 100 mas a las dases dominadas, en forma de reduccién directa de sslarios, despidos, aumentos de precios, etc.26. En El Salvador, la burguesia reaccioné ain mas brutalmente: alli & pro- dujo el genocidio de 30,000 campesinos. En Nicaragua Is lucha aniimperaista de Sundino hizo que a Costa Rica llegaran muchos nicaragiensesa las bananeras. Li legada de la Espana Roja. como se decia entonces, dividié la opinion de 1s época, y la Espafta de Franco envio nvevas oleadas de emigrants. Las consecuencias econémicas acarreadas por la I] Guerra Mundial no son catastrofices para Ia oligarquiacafetalera. Jacobo Schifter lo muestra claramente, indicando que le demanda de café de Costa Rica en ef mercado norteamericano subi6 en un 339/o, contrarrewando ampliamente el cerre del mercado europeo. Si bien es cierto que las exportaciones totales baiaron, el descenso se debid a as esportaciones bananeras, afeciadas por la plaga de Panama2”, Segin Schifter: “Las politics que si parecen haber tenido una inflvencia imponante en el alejamiento capitalista del régimen del Calderbn fueron la per seeueibn de lov alemanes durante ls guerm y ls sprobacin de I lepacon seial”? La Guerra Civil del 48 marca la reaccién de la burguesia contra las nuevas. fuer23s sociales que habian aflorado al nivel politico gracias la alanza.inesi- ble, pero que habia procurado une legislacisn en favor de las cases desposeidas, entre los sectores progresstas de I Iglesia, encabezados por el Arzobispo de San José. Victor Manuel Sanabria, el Partido Comunista, encabezado por Manuel Mora y el Presidente Rafael Angel Calderon Guardia La vigja olgarquia cafetaera se sino traiconada por Calderén, pero fue ‘una nueva fraccion de la burguesia la que se levanto en armas bajo le jefatura de José Figueres. Esta fraccion de Is burguesia tenia como proyecto la diversifica- 76.Camacho, Daniel: ";Por qué persist el jusgo democsitico en Costa Rica? (Algunas hipotess)”. En sDemacraci en Costa Rica? 5 opiniones pokemices p. 85 y sits. Consular igualmente: Gonuilez F., AB. Mensaje Presdencil del lo. de mayo de 1916. Aguilar B, op. cit. p. 100, “for medio de las conuibuciones indretas la mayor parte de as carga pblics agobio al pueblo eorsumidor + la mas, alos menos pudientes, 1 los desheredados de a for fa, Esto ¢3 vn anioma anivesalmente admiilo, Sien cambio nos fgamos cn los verda- eramente acomodados, en sapitaistas, vemos que ello pagan impuestos en propor- com inversa a sus rents, Toda garancia que pase de 1s gatos necesarics est absolv- ‘taments libre de impuestos £1 capital que se acumula, is gastos de vie en el extra jfco, s sustaen completamente 4 la contribucion. .", Lo que ea citto «n 1916 ‘suia signdolo durante la Tl Guar Mundial. 27.Schiter. I> Le fase ool de le Guerra Ql e Cora Rice. Sen Jose. 1979. p. 60. 28.18. p.61, cibn de la aprculturay una industialzacion del pais porla via de susttucion de importaciones, tal como habia sido impulsada en los paises del Cono Sur cuando lacrisis de 1929. 4. La novela social en Costa Rica 4.1 La literatura costarnicense nace, nos dice el historiador de 1a literatura ‘costarricense Abelard Bonilla, con el realismo, en los Ultimos afios del siglo die- ccinueve y en los primeros del actual29. Fara este autor. el creador de la novela realista nacional, tanto en lo que atafie al contenido como a la forma, fue Joa- quin Garcia Monge con B/ Moto de 1900. Por esos afios comia una pokémica acerca de! nacionalismo en literatura. Se inicio en mayo de 1894 4 raiz de la publicacion éel libro de cuentos de Ricardo Femindez Guardia, Hojarasce. Fernandet Guardia se habia educado en Paris. Dario estima que “Jos cuentos de Hojarasca, escritos en correcto castellano. tie- nen el corte y el sabor de los cuentos franceses contemperaneos"0. Carlos Ga- sini publicé a fin de mes un articulo de critica en Curtilas. En él escribie Gagi- ti “Achague muy comin en nuestas repiblicas es desdeitar los mil suje- tos nacionales que pudieran dar motivo a otras obras literarias interesan tisimas y Henas de novedad para los extranjeros.se recure « argumen: {os gastados, se intan escenasy se trazan didogos que los mismos pve den verifcare: aqui en Madrid o en Pais, y mventias tanto nadie se ‘ocupe de estudiar nuestro pueblo y sus costumbres desde el punto de vista artistico, nadie piensa en desenirafiar los tesoros de belleza ence rrados en los dramas de nuuestras ciudades y en los idilios de nuestras aldeas, en la vida patriarcal de nuestros antepandos y en su historia piblica, en lo recondito de las almas y en la naturaleza exhuberante que ‘espliega ante nuestros ojos indiferenes su grandiosa poesis"!1 La reaccidn de Femindez Guardia no se hizo esperar y aparecié poces dias después en forma de una carla al director de! periddico BT Hereldo de Costa Rica, Pio Viquez. Después de un brllateslegeto acerea del derecho al libertad y ain al lbertingje en literatura y en arte, Fernandez G. esponde directamente alk critica de Gagini, “Para concluis voy a citar un parrafito de lz cttica del setor Gagini publicada en Cuarilas Dice asi: “El que hs pintado de mano muestra 4 Sevila, gpot qué no ha de hacer otro tanto con lugares que conoce mejor y alos cuales profess mis caro?” 29 Bonilla, Abelido: Historie » Antologia del liteanns cenertcens. 2 tomes. in Jost 1957. 127 30.Cesto de Rawson, Marana: 6! costumbrismo en Cost Rica. 1971. 111, rota 3 BIB. 9321, 57 Con perdén de mi amigo Carlos Gagini, a quien quiero y cuyos méritos respeto y admiro, me permito desir que estos sencilamente un desati no nacido sin dude del sentimiento patritico Levado al extremo, Se comprende sin esfuerzo que con una grega de le antigibedad, dotada de est hemos expends y sev qe ya no exists pie hacer una Venus de Milo. De una parisiense graciosa y delicada pudo nacer la Diana de Houdon; pero, vive Dios que con una india de Pacaca sdlo se puede hacer otra india de Pacaca”32 Margarita Castro Rawson, en su estudio sobre el costumbrismo en Costa Ri- ca, coneluye, que triunfaron en esa polértica quienes sostuvieron la posicion ni cionalista, Y su ascendiente en la prensa, raiz del triunfo, hizo que ejercieran fran influencia en Ja nueva generacion, provocando una revolucién hterata y in- Suistica, Revolucion que cuajari en £1 Moto de Joaquin Garcia Monge, “a cuya ‘obra se debe la evolucinidiomitica que diferencia radicalmente la literatura del siglo actual de la que se habia producido en el decinueve33 Ahora bien, al lado del costumbrismo triunfante se siguid escribiendo una liweratura en la tradiciin scadémica y europea que Hegé a amalgamarse con la nueva influencia del modemismo rubendatiano. Producida por escritores que habian “bebido su inspiracion en los aies parisinos y sentfan la atraccion del parnasianismo, el simbolismo y el impresionismo34. Una prueba de ello la en- cuentre A. Bonila en el resultado de los Juegos Florales de 1909 en que se premio, de tres pequefias novelas de costumbres, la menos realista “A Paris” del mismo Carlos Gagini, mientras “inicamente se Je concedié una mencion hhonorifica «la mejor de todas, “La propia”, de Manuel Gonzalez Zelecon, una ‘obra maestra de I literatura més auténticamente costasricense"?5, Virginia Sandoval de Fonseca en su Resumen de literatura costarricense, de acuerdo con A. Bonilla, escribe: “La publicacion de £7 Moto (1900) de Joaquin Garcia Monge pone las bases de la novela costarrivense, Seguida por Manuel Gonzélez Zeledon (Magén) con sus cuadros de costumbres y cuentos y por Aquileo J Echeverria eon sus Concherias y Cronicas Nos encontramos frente 21a ‘gran trinidad costumbrista de nuestra hteratura”?6 Dicha aseveracion la hallamos en un subcapitulo llamado “EI costumbrismo y sus desviaciones" Mas adelante dice Vitginia Sandoval: “Después de ls auto- ‘es tratados se notard que los que siguen buscan rumbos no explorados. Afinna el profesor Bonilla Baldares que la influencia positvista produce una forma de realismo que se interesa por la realidad circuncante. De alli que en Magin, Gat- Bub. p. 326, 33 Bonilla, A. op. ct p. 133, 34.Ib. p14. 35.1b.p.142, 36, Sandoval de Fonseca, Vigna: Resumen de licrana corarrcense, 1978. p. 11 58 cia Monge 0 Aquileo, el mundo exterior sea lo dominante, Conforme avanza el tiempo, el idealismo va desplazando al positivismo. Por ello, escritores como Luis ‘Dobies Segreda y Carmen Lyra prestan gran atencién al mundo subjetivo™37. Los estudios sobre historia de ls Iteraturscostaricense adolecen de una ‘fin confusion termtinologica. Cabe preguntarse qué e entiende, o mas preciss ‘mente qué entienden los diferentes autores, por costumbritmo, por ralismio cos- tumbrsta, por costumbrismo expresionista 0 natualista, términos que aparecen a menudo en sus esritos, jE el realismo un rago diferencial del costumbrismo? ifs el realismo una escuel? Es posible decir que una de las carctristicas de la obra de Carmen Lyra es el idealismo? Precisamente de ella nos dice otro his toriador de Ia literatura: “Hacis 1921 empieza a publcar Carmen Lyra cuadsoslteratos de ici- 4a critica soval, que levan impliitos un claro sentido politico. Algu- nos de ellos s ‘efieren a su papel como educadora y otros al dseio cbservar de la misera, el agotamiento la marginacin de i clase obrera en nuestra patria”38, En la obra literaria y politica de Carmen Lyra se puede rastrear una evolu cin, comin a muchos otros escrtores de le época, que llevan su sensiilidad social hacia una ideologia politica liberara. pusando desde un socialism mo- derado hasta un comunismo revolucionario. Parecerie pues un tanto raro calif- cat Su obra como idealists, Es posible, 0 quizi obvio, quelos diferentes autores se refieren a cosas diferentes al hablar de las mismas obras y de los mismos es critores. Se have nesesario entoncestratar de explctar los supuests tedricosen los cuales se basa el dscurso sobre la producciba lerana. 4.2 En el excelente trabajo sobre el costumbrismo de M. Castro Rawson. se ‘rasluce este problema terminolégico en la indecisin o falta de precision en 1s definicion del costumbrismo, que s© designa unas veces como movimiento (p. 108), otras como género (p. 110), y otras como estilo (p. 95) Es posible que l contumbrismo sea todo eso, 0 que movinisnto, género y estilo sean tes as pectos diferentes del costumbrismo, pero la autora no nos lo precisa en ningun ‘momento39. No es que la erminologia sea importante por si misma. Lo que me parece importante es guardar cierta consecuencia en ella, al mismo tiempo cue seria, 4e importanciaexpliciary definir los conceptos que se uilizan Abelardo Bonilla, pionero de los estudis literarios en Costa Rica, sigue lt terminologia que tradicionalmente se emplea en la clasficacin de a Literatura Fin. pas 3, Chase Alonso: Nararia Contenpories de Cots Rice romos Sep Jou 1975 pst 36.Casto de Rawson, Mop a curopea. Asi la literatura costarricente, para él, aparece con ¢l realismo, cuya ‘manifestacin local es el costumbrismo, que ! lama realismo costumbrista. El rtalismo levado a sus consecuencias extremas se transforma en el naturalism, Consecuentemente puede entonces escribir de Carlos Luis Fallas que es“el mis recio representante de lo que suele lamarse literatura proletaria y €] nico escri- ‘tor naturalista de Costa Rica"40, Siguiendo 12 metodologia de inspiacion iukacsana propuesta por Loss a1, una inversion de los términos daria mejor cuenta del deseo literario en Costa Rica y de sus vinculaciones con ei desenvoivimiento historico-social del pais. EL naturalismo lo constituyen las obras costumbnists, mientras qué las ex: presiones mis cabales del realismo las hallamos en la obra narrativa de Caslos Lug Fallas y de Fabiin Dobles, coniiderados entonces como intelectuaes or tinicos, para decirlo con un concepto gramsciano, de las clases dominadas que adquieren carta de ciudadania lteraria, presiamente a través de las obras de dichosescritores, Ahora bien, a superacién del naturalismo (costumbrsm) por el elismo (0 realismo social) s¢ explica por la manera en que el excritor se articula al pro- eso sorial que tiene como suet historic s esas nuevas class, se resuere en Ua formulasion de un proyecto especificament iterari. La temética en los dos “ismos"es a primera vista similar, los dos se intere- san por problemas sociales, pero el tratamiento que dan a esa tematica #s com> pletamente diferente El costumbrsmo crea stuacones estitcas en las cuales los perio, al estar sometidos a una fatalidad, seven imposiiitados de actuary tata de cam biar la situation sosial que los oprime; mas que suetos de ln acion, son victmas de ella. El realsmmo, al contrario, cea situaciones dinimicas, cuyo desacallo naratoligco encamina la accion hacia una posible solucion de las contradiccio- nes aque estan abocados los personajes, quienes por si parte son sujetos de esas asciones, gozando de una libertad que les permite actuar dentro de Jos limites de la necesidid, limites qut son de raturaleze sociale hisvicay, por ence, suscep- tibls de ser modificados. No se trata pues de ur destino, de uta fetalidad,feate 41a eual Jo Grieo posible es la resignacion, sino de unas condiciones hibtorisas (que pueden ser modificadas Para crear sus personajes, el costumbrism fija su atencién en lo sobresalen: te, lo folklérico, lo que esté fuera de Jo comin, Ast pululan Ios mendigos, los tipos raros, las mediorbrujas, como en el caso de Luis Dobles Segreda bien la 49.Bonil. A. op cit. 17h 41. Losad, Alejandto: Ceeciony pass, La producibn Lira como asi sot on ‘ispanoamérica yen el Feri, Lis. 1978 60 abstraccin leva a la creacion de prototipas como en el caso de Aquiléo que ‘opone el “leva, el gamonal o el abitante de la ciudad que leva levita el “con- cho", el campetin (Concepeiin). Tanto el uno como el otro son abstractos, ti pos ideales donde se pretende descubrir las caracteristicas del “alma” costar cense, de la “esencia” del tio. ‘Los personajes del realismo, en donde el sujeto dominante generalmente ¢3 «oleetivo, no son arquetipicos © prototipos sino més bien gente comin y co- tient, que si legen a destaca oa slirse del comin hasta lear a converte en protagonists ¢3 porque, levados por ls accién, toman carta en el asunto. Lo {que los converte en personas es su toma de posiciin frente a fas circunstancas 4 que se ven sometidos y frente alas cuales reaccionan, El costumbrismo y el naturalism en general es fagmentario en su vision de Ja realidad, mientras que el reaismmo trata de damnos una imagen completa dela toalidad social, en donde todas las clases estinrepresentadas através de los con- flictos de intereses que crean las oposiciones y contradcciones que son Ja pala: sa de la acon, Los mejores ejemplos son prcisarmente las obras mejor logradas, sein la opiniin undnime de critcos ¢historiadores de la literature, de los dos csritarescliados mas aba: Gente y Gerteclas de Carlos Luis Falls y El sitio ela abras de Fabiin Dobles El costumbrismo es moralzante, haciendo uso dela sitira y la critica en la descripcin de tipos y costumbres, ridivulizando las falsas pretenciones,fstigan do Ios viios para enmentar los defectos y mejorar les costumbres. El realisio denuncia 1a injusticia de la organizacion de la totalidad social y trata de mostrar 1s posiblidad de modificar las condiciones. Es politico donde el costumbrismo s moralizante. El naturalsmio propiamente dicho no e5 i lo uno ni lo otto. es ris bien aséptico en nombre de la objetivida; el eseritor naturale ni fustiga Jos defectos para mejorar las costumbres, ni muestra las contradicciones sociales Y sus razones indicando la posibiidad de una modificacién, El naturalismo asi ‘entendido es muy posible que no se haya dado en la literatura costrtcense 4.3 El corpus de a narrative ealita est constituido por ls obras de Caos Luis Fallas y Fubiin Dobles, que sn lo miximos representantes de la novela social de Costa Rica, Junto a ellas estén las obras de otros autores que general- ‘mente incuyen dentro de a narrative de tipo socio poitio, como Joaquin Guierez, Caros Salazar Herrem, José Maria Cans, Adofo Herrera Garcia y otros. Existen tambien algunas produccionesprecuroras, entre ls que encona- ‘mos sobre todo lt de Carmen Lyra. Carlos Luis Falla (1909-1966) es considerado uno de los pocos esritores letioamericanos auténticamente proletarios, no so por tomar posicion a favor del proletaindo urbano y ral, sino por su mismo origen de case. En sus notas autobiogrificas nos dee Falls: “Cuando yo tenia cuatro cinco afios de edad, mi madre contrajo ma {rimonio con un obrero zapatero, muy pobre. con el que tuvoscs bias 6 ‘Me erié, pues, enn hogar proletario, Curso los cinco aos de la escue Ta primans y luego dos de la secundana. Tuve que abandonar ls estu- dios, fui aprendiz en los tlleres de un ferrocar y, als dicisis aos, ‘me tradadé a la provincia de Limén, en el ltorl atlantico de mi pats, fade de la Unied Fruit Company el poder wus smeccano gus extiende su imperio bananero # lo lrgo de todos los paises del C En Puerto Limin tmabsjé como cargador, en los muelles. Después me interme por ls inmensas y sombrias bananeras de ls United, en iss que por afios hice vida de pein, de ayudante de alba, de dinamitero, de tractors, ete, Entusiasmado por las ideas revolucionaras y entiimperialstas que por ese emtonces comenzaban a agitar al proletariado costarricense, mnrest al naciente movimiento obrero y, para poder vivir y lucharen las

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