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Johan Huizin a Johan Huizinga Ho mo B Homo ludens lud ens. Ellibro de bolsillo Historia Alianza Editorial/Emecé Editores Trung omscinas: Homo ladon “TRADUCTOR Eugenio Ima Primera edn en aElibro de ballon: 1972 (Octavaeinprescn: 198 | Primera edicion en «Ares de conosimient: Humans: 2000 Sextaeimpresn: 2007 Diseio dle cubierts: Alana Eloi astracién: Simo Gémer Polo. Lor ugadores de dads (dele Museo de Arte Modeeno. Barelons, Fotografia Orono ese oso dco. sont de tot ti pci orl Ley quate pene Se prin yo maki crus de scores ‘ademas orden perc pat ues prises ogee, Aiabuyeenocomuncaren fublcomen coda te pune ober ‘esis in storm penises iad tlie ipo de soponeocoenialss tes de tagsct net, shlaprespi naa © A. Hizinga.Scholvinck, 1954 © mece Estos, S.A. Beno Aire, 1968 (OFA east: Alana Eloi $A. Madd, 1972, 1954, 1987, 1990, 1994, 1995, 1996, 1998, 1989, 20002001, 2002, 2004, 2005,2007 CalleJuanignacio Luca de Ten, 15; 28027 Madrid telefono 913938888 ‘rualianznesicril ISBN: 978.88.2063539.2 Depesiolegal M.3.638-2007 Impreso en Feringkee CdS. L. Prine Spain “STUTERE REBT INFORDACION PRRIODICA SOBRE LAS NOVEDADIS DE AIANZA EDITORIAL ENVEE UN CORRED ELECTRONIOO ATA DREGE: alianvacditorial@anaya.es Introduccién a modo de prélogo Cuando svi lar que desgnacién dona sapinsno y ni siquiera una con lade emana» wotras parecides. Simi de- ‘mostracin tuviera que adoptar forma de tess, una de ellas rezaria af: la etnologia y las ciencias afines conceden poca iimportancia al concepto de juego. Alofrecer milibro al pablico me asalta el temor de que a pesar de todo el trabajo que me ha supuest, vaya a ser con: siderado por muchos como una improvisacién con deficien- {e prueba, Pero el destina de un autor que se ocupa de pro- ‘blemas dela cultura supone que, en ocasiones, tiene que pi- sarterrenos queno conocelo bastante. Pero eraalgoimposi- ble para mfllenar todas as lagunas cientifcas antes de escri bitlo y me ha sido mucho més fil respaldar cada detalle conuuna ita, La cuestin era éta: escribir elibro ahorao no escribislo nunca. Escribiracercade algo que me eraentrafia- bile. Ymedecidaescrbielo, J-Huwinca Leyeden, 15 de juniode 1938, Indice Introducci6n a modo de pogo 1, senciayseificacin delueo comofetmeno curl 2, Elconcepto de juego y susexpresiones enellenguae 3. Juego competicin,Funcién creadora de cultura 4. Eljoego yel derecho 5. Eljuego yla guerra 6. Eljuego yelsaber iB 8 9. - Wuegoy poesia Papel iguraconpoia Formaslidicas dela Filosofia 10. Formasliicasdelarte 11, Lasculurasylasépocessubspecied 12, elemento hidico en cultura actual Notas on 7 " 45 o 103 17 137 153 14 187 201 20 1. Esencia y significacién del juego como fenémeno cultural Eljuego es més viejo quela cultura; pues, por mucho que es- trechemos el concepto de ésta, presupone siempre una so- ciedad humana, y los animales no han esperado a que el hombre les ensefiaraa jugar. Con toda seguridad podemos decirque a civilizacion humana no ha anadido ninguna c sacterfsticaesencialalconcepto del juego. Losanimalesjue- ¢gan,lo mismo queloshombres. Todoslos rasgos fundamen- tales del juego se hallan presentesen el de los animales. Basta ‘con er jugar a unos perritos para percibir todos esos rasgos. Parecen invitarse mutuamente con una especie de actitudes ‘ygestos ceremoniosos. Cumplen com la regla de que no hay que morder a orejaal companero, Aparentan como siestu- Vieran terrblemente enfadados. Y, lo msimportante,pare- cen gozar muchisimo con todo esto. Pues bien, este juego re- tozén de los perritos constituye una de las formas més simples del juego entre animales. Existen grados mas altos y ‘més desarrollados: auténticas competiciones y bellas de- ‘mostraciones ante espectadores. Podemos ya sefialar un punto muy importante: el juego, ‘en sus formas mas sencllasy dentro dela vida animal, es ya algo més que un fenémeno meramente fisioldgico o una smos de poner de relieve conexi6n dela cultura arcai- ca con el juego. Vimos cémo, a todo lo ancho de la tierra la Vida social primitiva esté dominada por un complejo de re- presentaciones y précticas, totalmente homogéneas, de ca- rricter agonal Sin duda alguna, estas formas agonales de jue- {g0 se originan con independencia de las representaciones religiosas particularesa cada uno delos pueblos en cuestin. La explicacin més inmediata de esta homogeneidad la en- ‘contramosen la misma naturaleza humana, que siempre se cesfuerza porlo superior, yasea honor yexcelencia terrenales o lavictoria sobre lo terrenal. Ahora bien, la funcién congé- nita por la que el hombre actualiza este impulso no es otra que juego. ‘Siefectivamente la cualidad «juegos es lo primario enlos fendmenos culturales que consideramos, es ldgico entonces {que no importe mucho travar una clara linea de separacion. entre todasestas formas, el potlach el kula el canto alterna- doylaporfia denigrante las bravatas las uchas sangriemtas, tc. Lo vamos aver, todavia mis caro, cuando, antes de pa- sar ala consideracién particular de cada una de las funcio- nes culturales, nos ocupemos dela conexién entre juego ¥ derecho. 4. El juego y el derecho A primera istala esfera del derecho, dela ley y de la adi nistracién de justicia parece estar muy apartada dela esfera lidiea. Una santa seriedad y elinterés vital del individu y de la comunidad dominan todo lo que se refiere al derecho ya Ja justicia. La base etimolégica de las palabras que expresan Jos conceptos de derecho, de lo justo de a ley se halla, s0- bre todo, en el dominio del establecer, constatar, indicar, reunir, mantener, ordenar, acoger, escoger, repartit, ser igual, vincular, estar acostumbrado, esta firme. Conceptos todos bastante opuestos ala esfera semuintica en que apare- cenlas palabras para designar el juego. Pero ya hemos obser~ ‘ado, a menudo, que a santidad y la seriedad de una ccién enmodo alguno excluyen su cuslidad lidica. Pronto se nos manifiesta ls posibilidad de una afinidad entre el derecho vel juego en cuanto observamos que el ejer- *. Bstaaccidn de pesareseljuicio, bxciZerv, que Zeus cele~ bra. Las ideas de la volunted de Dios, de la fataidad de la suerte, se hallan completamente mezcladas. La balanza de [a justicia ~pues de este pasaje homérico procede, sin duda, clsimbolo- es a balanza dela incierta perspectiva de ganan- cia, Niasomoshay, todavia, de una victoria de la verdad ét- cade quel derecho pese ms que la injusticia. ‘Una de las figuras del escudo de Aquiles, tal como esti escrito en el canto XVII de la ada, representa un tibu: nal actuando dentro de un circulo sagrado, en el que se ha- llan sentadas los jueces. En el centro del cfrculo hay 600 apvatia. tdavter dos talentos de oro~ para el que pro- ‘nancie la sentencia ms usta”. Se trataria, por lo tanto, de tuna sume de dinero aunque mis parece que consttuye un premio o la traviesa lo cual conviene mejor aun juego de azar que ala sesién de un tribunal. Talanta se llamé, en un principio, a balanza misma, y acaso el pasaje habria de in- lerpretarseasiel poeta teniaen a imaginacién un cuadroen

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