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Directora de la colecci6n Silvia Geller Cotaboracion: Eduardo Goldfarb sctora del Instituto de Buenos Aires Graciela Brodsky FI Instituto Clinico de Buenos Aires es rsiem! Instituto del Campo Freudiano y tiene su se tacién Lacaniane. bro de la Red Internacional del de en la Escuela de Ja Orien- Cuerpos que buscan escrituras Eric Laurent y otros Instituto Clinico de Buenos Aires / Paidés Conversacién del TC de BA, diciembre de 2012 Establecimiento del text ilvia Geller Desgrabacién: Gustavo Riposali jer, presentaci6n de La angustia laceniana frie Laurent, De la angustia a la mi 27 de noviembre de 2007). (Biblioteca Nacional de Buenos Aires, Disefio de cubierta: Gustavo Macri Disedo original de tapa de la coleccién: Daniel Iglesias y asociados Laurent, Eric Cuerpos que buscan escritures -1 2014. 152 pp.; 22x15 cm. 1 @d.- Ciudad Autonoma de Buenos Aires: Paidés, ISBN 978-950-12-8849-0 is, 2, Psicologia. CDD 150.195 junio de 2014 I" edicion Reservados todos los derechos. Queda rigurosamente probibida, sin la autorizacion right, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la escrita de les titulares del copy” eproduccin parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, incluidos Ja reprografia y cl tratamiento informatico. © 2014, frundacion Casa del Campo Freudiano © 2014, de la presente edici6n: Editorial Paidés SAICF Publicado bajo su sello PAIDOS® Independencia 1682/1686, Buenos Aires ~ Argentina E-mail: difusion@areapaidos.com.ar www paidosargentina.com.ar Queda hecho el depésito que previene fa Ley 11.723 Tmpreso en fa Argentina ~ Printed in Argentina Impreso en Master Graf, ‘Moreno 4794 - Munro, Provincia de Buenos Aires, en mayo de 2014. ‘Tirada: 3.000 ejemplares ISBN 978-950-12-8849-0 someone Indice Prefacio Silvia Geller....... 1, Los casos.. 1. Otra marca posible Maria Inés lammaitteo .... 2. El partenaire analista Mariana Santoni. 3. Destilar el odio Gabriel Domenicucci .... Il, La conversacion......... 1. Apertura 2. Caso 1 “Fl i El impuiso a cortarme” o hacer magia ceres en silencio, otro tipo de escritura. onversacion que no engancha el inconsciente El trazo de un alivio Escrituras contemporaneas...... 3. Caso 2 Armarse de un ® maytisculo Hay voces y voces... He vist . 4, Caso 3 visto un transexual y el aparatito de goce.. “Coloco la voz en un lugar que me duele”... i 13 19 29 35 53 60 63 67 CUERPO QUE BUSCAN ESCRITURAS Marcas infinitas.. . ‘Acercarse al inconsciente del lado del sinthome Inventar un dispositivo... Pirandello y sus personajes . lll. Senderos..... L. Elinconsciente, femenino, y la ciencia Miquel Bassols. 2. El milagro del amor y su goce Silvia Elena Tendlarz... 3. Misica para tus ofdos Graciela Musachi.... IV. Horizontes... 1. De la angustia a la mujer Evic Laurent 75 7 81 83 103 1h 127 129 Prefacio ja Geller La invencién dei lado del psicoanalista torna posible abrir puertas alli donde otros permanecen encerrados en innumerables clasificaciones para asegurarse de sus diagnésticos. Eric Laurent, con la agudeza que lo caracteriza, recorre mi- nuciosamente cada uno de los tres casos presentados. Interroga, concluye, rectifica y propone una nueva pregunta para una nueva conclusién. Son dos los lemas directores: cémo dirigir una cura y cémo ex- traer una ensefianza de ella. Un caso no es un compartimento estanco; es mas bien una en- crucijada, una hipdtesis sintomatica sobre la que se puede cons~ truir una direccién de tratamiento. La metéfora escogida por Eric Laurent sobre que no se trata de personajes en busca de un autor, al modo de Pirandello, sino en todo caso de cuerpos que buscan escrituras, revela que estos cuer- pos se construyen en una diversidad articulada con modos contem- poraneos de goce. Como operar con lo real es un vector que per- mite entender los casos con diversas “claves de lectura”. ;C6mo fundamentamos una neurosis 0 una psicosis o un inclasificable? Escritura, marca, cuerpo, palabra y silencio son términos que Laurent intercambia y combina con el inconsciente transferencial de acuerdo con la definicién de Jacques-Alain Miller y la pregunta acerca de cémo es un psicoandlisis en la perspectiva del sinthome. En esta misma linea se publica como “Horizontes” la conferen- cia en la que Eric Laurent presenta La engustia lacaniana, de J.~A. Miller, que complementa la conversacién con la relacién de Ia an- gustia, el cuerpo y la mujer. CUERPOS QUE BUSCAN ESCRITURAS: Reunimos también en el apartado “Senderos” tres articulos que acompaiian estos desarrollos. El texto de Miquel Bassols vincula el inconsciente y la ciencia con lo femenino como un nombre de lo real. El de Silvia Elena Tendlarz recorre con su pincelada el mi- lagro del amor entre el goce y el cuerpo. Por tiltimo publicamos una variacién sobre la musica que realiza Graciela Musachi. Invitamos a nuestros lectores a obtener una nueva inspiracion para las problematicas con las que nos desaffa un mundo que a veces, carente de palabras, empuja a lo peor del goce. La funcién de un psicoanilisis es precisamente reducir esta consecuencia en su maxima expresion. De ahf que Ja transmisién de nuestros resul- tados de trabajo sea ineludible para obtener alguna salida, entre lo miltiple y Jo diverso, a nuestros sintomas contemporaneos. ee I Los casos 4, Otra marca posible Maria Inés lammatteo DEL SILENCIO AL CORTE El presente caso se enmarca en un tratamiento !evado a cabo en los consultorios externos de un hospital pablico. Ana, de quince afios, llega a Ia consulta! traida por su madre luego de haberse hecho cortes superficiales en sus brazos y por presentar un cuadro de anorexia. Es muy delgada, esta maquillada excesivamente con color negro, viste ropa muy holgada y el pelo Je cubre Ia cara. Las cortes se relacionan con una pelea que tuvo con dos com- pafieros, un varén y una mujer, con quienes se vincula a través de facebook haciéndose pasar por varén. Cuando estos descubren la mentira se produce la pelea, y aparecen los cortes en los brazos; uno de esos cortes forma la inicial del nombre de su compaiiera. Luego de este episodio su madre decide cambiarla de escuela. Con respecto a su peso se muestra inconmovible en su deseo de adelgazar, aunque le sefialen insistentemente el exceso de delgadez. Esti en tratamiento con un nutricionista y un pediatra, quienes destacan el riesgo que esa situaci6n tiene para su salud. Ana refiere que su propésito es terminar internada, pues de este modo sabria quiénes se preocupan por ella. Al serle sefialado este tiltimo punto aclara que su hermano mellizo “es el centro de Ia familia, él logra 1. La consulta se inicia en julio de 2011, cuando la madre la retira del trata- miento que hacia en ef Hospital Materno Infantil, con la hipétesis de que era-una piciente de mucha gravedad para esa institucién. CueRPOS QUE BUSCAN ESCRITURAS llamar la atencién de todos”. Su problema con la comida empez6 cuando era chica. Siempre se sintié fea. El cuadro de anorexia se inicia luego del fallecimiento de su abuelo materno, ace un afi, con quien tenfa una relacién muy cercana: EI si se fijaba en mi, i ir querida”. ae eal no abla en las primeras entrevistas. Se muestra reti- cente y apatica. Queda del lado del analista preguntar y o pease” nes prestar significantes para darle la posibilidad de nombrar algo ella le pasa. . * Be descontada, todo lo que les cuenta a los demas ter- mina Hegando a su madre —“ella se entera de todo”-, y por eso no habla. En la serie de quienes “cuentan todo” entra su terapeuta an- terior —que es quien notifica a los padres de los primeros comes su hermano mellizo y sus tias. A diferencia de esa terapeuta le "i fialo que lo que hablamos en sesién queda bajo secreto profesional. HACER DE VARON... ALIVIA En las siguientes entrevistas comienza a hablar sobre su imagen. Los padres insisten en que se vista “de mujer”; su hermano! le (ite “Vas a terminar como un macho”. E] hermano duerme en Ta habi- tacién con Ana desde que comenzaron los cortes, por miedo a que ie pase algo. Ella ha intentado echarlo varias veces sin lograrlo. Sobre el hacerse pasar por varén en. facebook dice: “Me per mite socializar mejor, estar més tranguila”. La incomodidad es lo que aparece en su lugar cuando eso ya no es un recurso. 1 yer: Me cuenta que esté escribiendo una novela en la are el per: sonaje principal es un chico de su edad que tiene una hermana imelliza, La novela trata de los problemas que el personaje tuvo en su infancia, en especial que fue abandonado y luego adoptado por nuevos padres. Aclara que algunos hechos son ficticios y otros sn reales, de su propia vida. Refiere no mostrar Jo que escribe a me ie para que no se entere su madre. Sostengo que la novela puede ser rivado que decida no mostrar. cae ae nto por la relaci6n con su hermano y dice que si sabe socializar” y que “es muy comprador” con el entorno familar. “Ahora estudia magia y tiene a todo el mundo alrededor hacién- ‘OrRa MARCA POSIBLE doles trucos”. Le digo que parece que su hermano se las ingenia para captar la atencién de la familia. “:¥ vos?”, pregunto. “Yo me quedo callada.” Relata conflictos con sus pares en el colegio y refiere no sopor- tar a sus compafieros porque la molestan. Como respuesta “me vio- lento, les grito como una loca o les tiro cosas”, La molestan por estar apartada y ser callada. “Me parecen estiipidos.” Estas conduc- tas le traen problemas en clase. Ana repiti segundo afio dos veces. No puede ubicar qué le molesta de esa situacién. Solo afirma que se angustia mucho en el colegio, sin saber muy bien ante qué. En su casa también se angustia cuando recuerda “cosas malas” que le pasaron. Se refiere a un intento de abuso ~asi lo nombra~ por parte de un amigo de su padre ocurrido unos meses atris, Un hombre de confianza para Ana, quien intenta abordarla agarrando su cuerpo. Ella queda paralizada por un instante hasta que logra soltarse. Les cuenta cl episodio a sus padres a través de una carta y en esos dias permanece muy angustiada en su habitacién sin poder hablar de Jo-ocurrido. Esto antecede a la pelea con'sus compaiieros, y forma Parte, aprés-coup, de la coyuntura en la que se inician los cortes. Dice: “A partir de ese momento me qued6 miedo a los hombres, a veces dudo de si soy lesbiana... ahi también dejé de comer”. Se sorprende mucho por Ja reaccién de enojo y preocupacién de-sa padre: “No sabia que yo era tan importante para é!”, DE LA ANGUSTIA Al, CORTE Y LA POSIBILIDAD DE UN TIEMPO ENTRE AMBOS ‘Se hace amiga de un compaiero que Ileva el nombre de su abuelo fallecido y a él puede contarle todos sus problemas. Este laescucha y trata de ayudarla. Hacen una especie de pacto con re- ~ lacién a la comida y a no cortarse. Ella lo cumple y registra cierta tranquilidad si esté con él. La relacién se complica cuando él le propone ser novios. En ese momento retorna el miedo a los hom- bres. Recuerda los dichos de ese amigo del padre al intentar abor- darla cuando le decfa que estaba mis atractiva, que ya no estaba tan flaca como antes. A pesar de los miedos acepta salir con su compa- fiero pero la relacién se corta abruptamente. “Fl se cansé de que siempre le cuente lo mismo, que estoy gorda y quiero adelgazar.” CUERPOS QUE BUSCAN ESCRITURAS i i soportar En ese momento reaparece la angustia. Ana dice os op ror ue él no le preste atencidn, vuelve a cortarse come ote r la angustia. Los cortes comienzan a sucederse “a were car; |. ce vercon mayor frecuencia, se corta en su casa y tambion oo ’ cole a ‘. i es. 16 autoridades y a los pa cidn que preocupa a las adre ao freenencla in las entrevistas, que llegan a ser diarias. be ofren ° la posibilidad de Ilamarme en cuanto advierta que c pienza 4 irse mal, como un modo de introducir un tiempo ant se > do de CE an ier Ta ponvonte posible Ia internacién, i iderar como i x Se empieza a considera I a omo vn limite a la repeticién de la secuencia amgustia/® ate ‘ da que medie entre ambas. Aparece en primer p ano cific tad de ‘Ana para poner en palabras aquello ane la ace pa Weer i ista apuntan a situar lo que i enciones del analista apt 1 lo eine “ le presten atencién”. gustia y se recorta el “que no le py "os ya ocupar un La familia comienza a manifestar preocupacion y 2 ncupar an lugar de constante presencia, sobre todo la images gen en est ‘al ima” es “todo’ . “todo el tiempo enc de Ana ea mie | a ee inici: i familiares pi 1 Se inician entrevistas v ; separa i6n que preserve el espacio de tratamiento propio de a Bs ne En ‘na de dichas entrevistas se le propone al padre qu Ana y este no puede decir nada, queda en silencio. “ido que el de La posibilidad de la internacin toma otro sen’ ae ha corroborar qué otros estén alli para ella. Dice no creer estar Joc sino que lo que tiene es mucha angusta. Refer ne ey de ‘0 de i tarse. Remarco el riesg e trolar el impulso a cor a uedarse callada, hay que hablar de eso que angus! i cde se i 3 Le preocupa no pasar de afio por tercera vez, ya q) ser : 4 - vernal no podria rendir los examenes. Se hace lugar a su p! pacién y se sostienen las entrevistas tres veces por semana con acompafiamiento familiar. LA ESCRITURA: OTRO TIPO DE MARCA Ora mance posible Los cortes van cediendo. Quedan las marcas. Dice: “Veo las marcas y sé que cuando se vayan voy a querer cortarme de nuevo”. Necesita de las marcas para recordar y mostrar a los otros su suffi miento. “;Habra otro modo de dejar marcas del sufrimiento?”, le pregunto. Cuenta que antes dibujaba cuando estaba mal. Dejé de hacerlo cuando una maestra se asusté por el contenido agresivo ‘de sus dibujos. Le propongo revisar a dénde y quiénes mostrar su suftimiento. La invito a retomar el dibujo Hevando consigo un cuaderno para los momentos en que lo necesite diciéndole que puede en- sefiarlo a quien quiera, o bien mantenerlo como algo privado. A partir de la siguiente sesién trae dibujos que a veces muestra y a veces no. Describe que la angustia persiste por la noche y la vin- cula con el hecho de sentirse sola y “no tener en quién confiar”, Escribirme mensajes contintia siendo una via para poner algo en palabras. Por ejemplo dice: “Estuye pensando que lo que me an- gustia es la imagen de mi propio cuerpo”. Los temas de los men- sajes son retomados en las entrevistas. La escritura de la novela toma protagonismo, eso la tranquiliza. Su madre le aplica una crema para borrar las cicatrices pero ella no quiere —“necesito Jas marcas para recordar el alivio”—. Sefialo que escribir también es dejar una marca, Cuando el silencio retorna en las entrevistas le pregunto por la novela, de la cual puede desplegar una conversacién sin incon- venientes. Describe al protagonista como alguien negativo y ce- rrado. Relata las adversidades que él tuvo que afrontar. Le pre- gunto qué piensa que haria el protagonista con las cicatrices, Se _ le ocurre que “si él escribiera qué le pasé con cada marca podria recordar cémo se sentia y el alivio de haberlo superado”. Remarco que es una buena idea. Algo de la imagen de su cuerpo se ha modalizado en el trans- curso del tratamiento; sostiene su estilo pero agrega algiin detalle femenino. Ha finalizado la escritura de la novela, que hace cir- cular entre algunos amigos, de quienes le retorna un reconoci- miento. Se encuentra escribiendo otra a modo de saga, pero con otros personajes. Actualmente contimtia en tratamiento en consultorios externos. Y 4 angus- Comienza a escribirme mensajes de texto cuando os ‘3 ngs tiada, pero no responde a los Ilamados. Advierto que pt a ao i6n. los mensajes empieza a decir mas que en seston. 2.El partenaire analista Mariana Santo Su pasién, la del transescwal, es la locura de querer liberarse de ese error, el error comin que no ve que el significante es el _goce y el flo mo es mis que su significado, Jacours Lacan Se trata de un paciente de dieciséis afios, que estd en entrevistas P q _ preliminares hace un afio aproximadamente. Ubicaré tres momen- tos en el recorrido. Las voces: desroy Loco? Desde la primera entrevista refiere escuchar voces: “Me dicen que les dé informacion sobre mi, me preguatan qué hice el s4- bado. Las escucho todos los dias, estoy hablando con usted y me _Interrumpen, no puedo hacer ofdos sordos, me dicen ‘estas bajo mi-control’”. Si bien hace tiempo que las escucha —no se pudo precisar desde cuando-, mi hipétesis es que consulta en el momento donde las “voces han cambiado de signo, en el punto donde la voz irrampe como intrusiva, rompiendo con su arreglo anterior. Ademas, hay un dato en relacién con la privacidad que lo mueve aconsultar en este momento: “Yo antes hablaba por dentro mio y s{ tenia mi privacidad, después no, por eso vengo. Empecé a escu- char una conversacién, como si mis amigas me preguntaran cosas con el pensamiento; nadie hablaba y yo contestaba. Usted que sabe cosas de la mente, eso es asi?, custed qué haria?, destoy loco?”. CUERFOS QUE BUSCAN ESCRITURAS jole que aqui la cuestién no es abrir juicios la clave es explorar su mundo, qué dicen Jas voces, qué significa eso para él y especialmente en qué lo afectan. La siguiente entrevista trae un escrito sobre lo que le dicen las voces y me lo deja. Escribe: “Yo estaba en la fiesta y me hablaban, me preguntaban por Damian, me pedian que les cuente cuando me vesti de mujer. Yo les decia que no habia hecho eso, y me de- cian que si no lo habia hecho me parara en un pie y dijera no con Ja cabeza. Le pregunté quién es, qué quiere. Me responde: ‘jdiver- tirme!’ Quiere molestarme, me dice: eCual es tu debilidad? iFs- cribi mal! ;Mareate!””. Se le pregunta sobre lo que escribié. “Yo una vez me vesti de mujer, para salir con una atniga, tenfa catorce afios. Hay una confu- sion, a mi me gustan los hombres. Desde segundo grado de la pri- maria un chico me gustaba; no le dije porque me daba vergiienza.” Intervengo diciénd sobre estar loco 0 no, que Mariana Samoni: Nergiienza? Paciente: Para m{ no es normal, si soy hombre me tendria que _ es que ya me he eriado asf, entre mujeres, con mamé, que no existe Damian, si de nombre. Damidn es de hom- gustar fa mujer.. hermanas mujeres. Se lo dije a mi hay un Damian se confundieron bre, por lo tanto no existe. M.S.: Fs el nombre el problema? P.; No, yo soy el problema, trato de funcionar, me miro al es- : pejo todos los dias. Sé que puedo salir solo, con la ayuda de ustedes. M.S. ¢Cémo podemos ayudarte a salir? P.; {llorando] Sentis que ne entras en cl mundo, no sos de la naturaleza. Dios hizo a un hombre o una mujer, no hizo un tercer sexo. M.S. @Y tenés alguna idea de por qué Dios te hizo asi? P.: Me sentia una nena siempre, a los cuatro afios querfa aritos. Ex PARTENAIRE AWALISTA Yo me di ee di cuenta de que aciarando este tema tal vez se me vayan ces, eso analicé yo, siento mucho dolor. M.S.: Contame sobre ese dolor. P.: Cuando empi a piezo a hablar de esto ten; i ont : go ganas de tirar todo. 20 Ne Pas ane me cambiaron? :E] cerebro, el alma, se me metid ‘piritu? Yo tuve un episodio de confusién en mi vida, que puede ¥ a uede haber alterado mi sexualidad. Tenia seis ato: y él trece, me hi id id; nia seis aiios Sitia asf una primera forma de causalidad, ubicando que esto Je ocurre “porque a los seis afios hubo una manoseada”. Arma una ‘a. 1: d: idea delirante, “me cambiaron. un espiritu”. Estas cambiaron, se me metid ‘pi bi eid ideas no logran regularlo P.: (Horando] ;Por qué tener que gastar plata? Yo no quiero ser travesti, pero es a lo > que voy a llegar. Quiero i + . rel para sentirme en este mundo. mediar las cosas M.S.: De qué modo se podria remediar? P.: Me gustari: js pon Me gustaria ser mujer, poder tener una personita en la . como tinico, no encajo e i Z ° 5 nla socie sentir que se estan burlando. ‘adh me hacen Por o i Vi ons tro lado, en la misma entrevista les da otro estatuto a las _ voces: “Nos conectamos con la mente con mi novio, como si yo 5 Jovescuchara h; ablar, es telepatia; i ara " puede escuchar”, ‘patfa; para mj no es un problema si me PY, i oe qulnevome si usted me leyera los pensamientos, me gus. e me escape nada de mi i ‘ : ic ensamiento, Cor ora a p . Como gue es He csp, Como st yo estuviera dentro de usted y veo come si es- oS saliendo. 2A usted qué le parece? ;Usted qué dice? ‘b a digo aue no puedo saber sus pensamientos ni estar dentro y le pido que sea él quien hable de esto. Parece aliviarse. CUERPOS Qué BUSCAN ESCRITURAS Y agrega: “Me da miedo no tener mi propia privacidad xe siento que no es mi mente sola, sé que es use , € wor au dice ‘bueno contame’. Cuando estoy acd escucho uke yous 4 no mueve los labios. Usted puede saber mas de mi de lo ae Ye cuento con mi boca. {Todo esta formado por mi propia = " . Respondo que no lo sé. “Yo solo puedo enterarme de al igo o vs me lo contds, yo no tengo esa capacidad de conectarm lear” pensarnientos, sos vos el que me tenés que explicar. Enuncia su saber respecto de las voces. Considera que si actarase el tema de su sexualidad, las voces desaparecerian. Comienza aha- blar de su sexualidad, ubicando como sintoma Ja identidad sexual. P.: Yo no quiero ser mas Damian, me gustaria ser um amu. Yo queria decirle si ime puede anal re necesito ay a vend cambio. Que alguien diga si el vientr se aquivor®. Que usted me analice y me diga si soy hombre o mmuler visto evisidn, N., que tanto la estudiaron y se dieron ¢ ee una smentirosa, que era una mujer eneerrada o oe cuerpo de hombre. El Estado le pago Ja operacion sex - rm un error. Soy una mujer porque me siento una mujer, Pe mone lo mismo que un profesional me lo diga, el cuerpo es w pero mi mente es de mujer. Cé ke? MLS.; «Cémo lo sabés? P.: Me siento una mujer desde chiquita, jugaba con smuiecas, le sacaba la ropa a mi hermana. Antes mi mama no me po Ha acep : tar. Yo le voy a dar nietos, pienso alquilar un vientre ¥ poner ‘ material genético. No me gustaria fecundarlo yo, nun ocala a una mujer. {Usted sabe hacer andlisis de esto? Porque yo soy de ellas, me siento una mujer. M.S.: Hablemos entonces de esto, de que te sentis una mujer. P.; Mi cuerpo, sin mi miembro, sacérmelo, trabajar para jun- ee , 4, tar plata, a los dieciocho tendria mi mayoria de edad y ya ests empezar a ser Celina. Me da miedo porque Dios quiere un ho EL PARTENAIRE ANALISTA bre y una mujer, no un tercer sexo. Pero yo tengo la certeza de que quiero scr una mujer y nadie me lo va a impedir. Me siento una mujer pero lo que hay entre las piernas no corrobora, por eso vamos a reformarlo todo para que corrobore. Soy una mujer ence- trada en un cuerpo de hombre. Se interroga su certeza respecto de que su cabeza es de mujer. “Siempre me pregunté por qué no fui una mujer. A los cinco aiios me gustaban los nenes. Mi papd es tan machista que me veia jugar con mufiecas y me decia que eran monstruos. Yo siento que usted me habla y me acaba de decir: estamos todos bien.” Vuelve a ubicar al analista en el lugar de la voz, una voz paci- ficadora. A lo largo de este primer tiempo va realizando un tra- bajo con las voces. En el plano transferencial ha ubicado al ana- lista como partenaire, dirigiéndole interrogantes respecto de esas voces: “zEs asi?”, “zestoy loco?”. Trae en. un escrito lo que le dicen las voces y me lo deja, lo que constituye una cesién del objeto voz. Si bien la transferencia esta en un punto vacilante, el lugar que ocupa el analista en sus voces tiene un estatuto pacificador. A la vez realiza un trabajo de diferenciacién de los estatutos de las voces. Distingue las voces intrusivas que lo molestan, se burlan, __ y las voces que le permitirfan cierta regulacién del goce, a las que lama telepatia. Luego de este periodo de diferenciacion, ya no "vuelve a incluir a la analista en sus voces. EMPUJE A LA MUJER: MUJER POR DENTRO “Eso de operarme me da miedo, Dios me mandé asi, pero en un futuro silo harfa, cuando termine de estudiar. Me gustaria ser odontéloga, cirujana o contadora. Me gustarfa que me diga Ce- lina. ¢Qué libro me recomendaria para leer? No tengo privacidad en mi cabeza? zMe lo pueden escuchar?” __ Le pido que explique cémo es esa no privacidad. “Siento como __hipnotismo, como que se meten dentro de vos o te sacan de tu cuerpo, como si hubiera un ser mas denso que nosotros que pu- _, dieta atravesarnos.” CUERPOS QUE BUSCAN ESCRITURAS M.S.: ¢Gual es tu idea, para qué lo hace? P.: Para molestar, hay gente que sabe manejar para sacarle in- formacién, con la mirada te impacta como un laser, se me mete para adentro. :Existe eso? zA usted le pasa? Me hace doler los ojos. Mire, me pinté las ufias, se me ve ja mano mis de sefiorita. Aunque me opere nunca voy a ser una mujer porque siento que Dios no me hizo asi. M.S.: ¢Entonces? P.: Seguir en la postura en la que estoy, seguir pare éndome auna mujer, quiero que todo surja de mi, de a poco, que surja de adentro, que surja mi personalidad, no en el cuerpo. Subrayo la linea de la personalidad diciéndole: “Exactamente, que surja en tu personalidad. De eso se trata”. Ante esto afirma lo siguiente: “Ese es mi Gnico problema, estoy entre la espada y la pared. Dios me hizo un hombre pero yo no quiero ser un hombre porque no tengo hombria”. ; Ante lo cual insisto en que se trata de la personalidad y corto la sesion. En otra ocasién vuelve a decir que Dios lo hizo hombre. Le pregunto cémo lo sabe. Entonces explica lo siguiente: “Porque tengo el miembro masculino. Soy una mujer encerrada en un cuerpo de hombre, mi ser de adentro es una mujer, me gusta charlar con amigas, depilarme, y no lo de hombre, que es gua- rango. Desde los nueve afios rechazo mi sexo, pero siempre he estado presionado por lo de Dios, yo no entiendo a Dios, por qué me hizo hombre si realmente quiero ser mujer. Me hice unas amigas en otro barrio, ellas me dicen Celina. En mi casa no, mi mamé no acepta el tema de mi sexualidad, decia que yo le daba asco. Aprendi que no le tengo que contar, es como si Ilevara todo el tiempo un peso en Ia espalda. Me siento mortifi- cado por ser hombre, porque soy las dos cosas, mujer por den- tro, pero por fuera soy hombre”. Le pregunto cémo sabe que es mujer por dentro. Contintia: “Porque lo siento, siempre que estoy EL paRTENAIRE ANALISTA En una entrevista llega diciendo que quiere cambiar su nom- bre:por el de Celina en el DNI. Es un intento de inscripcién en Jo simbolico. ¢Qué significa para él cambiar el nombre? “Que se esti haciendo realidad un paso que pensé que nunca iba a llegar. Vuelvo con partida de nacimiento nueva, volvi a nacer. Yo queria quemi mamé me pusicra ese nombre, pienso que me estoy impo- niendo a ella al cambiarme lo que ella me dio. Mi papé retrocede, _ yo-soy el dolor de mi pap’, me dice: ‘Vos tenés que ser lo que quieras cuando yo no esté, pero mientras yo esté hay que respe- _ tarme’: ;que me vista de hombre! Para mi una mujer completa es la que puede dar vida, quisiera guardar mi esperma para tener un hijo-que salga de mi ser. Mi papd no tiene muchos parientes con su apellido, Me dice: {Vos tenés que seguir el apellido!”. Le qui- __taria el material genético a una mujer para poder ponerle mi ape- Mlido y no sentir ese peso de mi papé en la cabeza, asf lo callo a él, _Yo siempre fui ‘su machito’, tinico hijo varén, el tnico que va a dejar descendencia. Lo estoy desafiando, desautorizindolo, man- dindome sola. Traro de complacer los deseos de mi papé, pero yo quicro ser mujer y que él se cague. Desde los cinco afios fue una tortura, siempre me sentf una mujer, las mujeres son todas com- “petitivas, pero yo no lo soy.” “zPor qué no sos competitivo>”, interrogo. “Soy transexual, es enfrentar Ja realidad y sentirme mujer, cé- moda con mi cuerpo. Yo no compito con una mujer, me pisa la . cabeza. Yo tengo una mujer encerrada y no la encuentro en este - «cuerpo, por tener eso, pene; estoy atrapada en otro cuerpo, y yo si me voy a operar, no tengo dudas.” Le digo que por el momento, como hablamos alguna vez, ese __ cambio puede hacerse en la personalidad, y le propongo que ha- “ blemos de esa mujer, de cémo serfa. Se entusiasma con la pro- _ puesta y afirma que “es educada, sincera, no sabe mentir, es muy inocente, no puede hacerle dafio a nadie. Sumisa, callada, buena, dulce”. A la siguiente entrevista refiere estar escribiendo un diario fatimo, a partir de lo hablado en la vez anterior. “Lo empecé el otro dia, tengo que dejar las cosas en claro, yo me siento mujer, CUERPOS QUE BUSCAN ESCRITURAS Io siento, estoy sensible, soy mujer. Se me acaba de ocurrir que yo me siento mal porque mi pap4 es el que me tira abajo, yo no puedo odiarme. El odio es a mi papé, porque él quiere un hom- bre. Yo no soy homosexual, me defino como transexual, como una imujer, no travestido, que tiene su miembro y lo quiere usar. Yo no lo quiero a mi miembro, no lo miro, hago pis sentada, lo re- chazo.” Este segundo periodo parece tener un carécter estabilizador, caracterizado por una disminucién de la produccién alucinatoria yun avance del empuje ala mujer. Ya no incluye al analista en sus voces, habla muy poco de ellas, y en su lugar privilegia el tema de ser mujer. A partir de la fantasia de cambiarse el nombre en el DNIy de su produccién escrita, el riesgo del pasaje al acto por la via quirirgica parece acotarse. SER MEJOR MUJER P.: Ya no escucho las voces. ¢Usted me ve mejor la cara? Me depilo con cera. Celina fue la que se impuso al cambio, 0 me acep- tan o me aceptan. Interrogo qué significa. P.: Se animé més a ponerse rebelde. Me decian que no me pinte las ufias, que no use pantalones ajustados, yo igual me pinté, me compré yo mis maquillajes. Yo sé bien lo que soy, una mujer, y es mi meta cada dia mejorarme un poco mas, mejorarme, ser mejor mujer. Uno necesita criticas para construirse mejor, ropa... Intervengo retomando su palabra, “zconstruirte mejor en tu personalidad?” P.: Si, las acciones, la forma de dirigirme. He avanzado, ya no me tiro abajo. Yo salia de casa sintiéndome relinda y al escuchar comentarios hirientes..., ya no se queda adentro, ya no es un ata- que. EL PARTENAIRE ANALISTA, M.S.: :Qué mas ha podido construir de su personalidad? P.: No ser tan grotesca al hablar, 0 tan tore ida al sentarme: : gr f 1 mi estoy siendo mas suave al hablar, al tratar a una persona. Me siento di I hab) ‘sona. acompafiada por mi novio, siento que ya no estoy enfrentando sola las cosas. He estado en su casa, tengo ¢ limpiar, hacer la » Tengo qui comida. Yo era muy nerviosa, de entender todo mal, atacada, como que me estaban insultando, muy a Ia defensiva. Es me a pro- ly animarme a pré bar cosas nuevas. Hoy me pinté las uiias de verde cuando siempre : m + me pintaba de negro, Era oco reprimida. unto ya no me . un poco reprimida. Ese pi yi afecta. Y fa forma de dirigirme, ser ms educada, ‘a re boca sucia, fe rigirme, ser mds educad: y , era re boca suci: Ser mis reservada en mis cosas, poder estar mis sola. Antes siempre necesitaba de una amiga para hablar. Ahora le es suficiente saber sus c y rt guardar! 2 0 -osas y poder guard: n p gu: las. Le pregunto por el Ps i iscusié i ands Tavimos una discusién con mi mamé, me ech de casa 6 el diario en mi casa. Mi ; : ; » Me acuerdo de lo que habfa i eta més que un diario un tine dian din de a forma de proyect: it fi a r arme dia a dia, d verme Ai io Sau yome a mi BR poquito mas avanzada, mejor, qué cualidades qui- ener. Era proyectarme en describirme a mi misma. Le digo que m i fe resulta muy inter i anne vy esante esa idea: proyectarse a En filti fc este tiltimo periodo ya no escucha voces, y ya no hace re- rales ei En este sentido, a partir del recorrido del os logrado por el momento volver asintética la via del «= Pasaje al acto en Jo real (cirugia), y ubicar el ser como “cada gia), ¥ ar ell si bi 1 ser mujer ds _ dia mejorarme un poco mis 3. Destilar el odio Gabriel Domenicucci EL MoDO DE PRESENTACION En marzo de 2010 un psiquiatra me deriva a Julia, una paciente de cuarenta afios, a los consultorios externos del Hospital Borda. Julia venia realizando tratamiento psiquidtrico en el hospital durante el ultimo aiio, y acababa de interrumpir un tratamiento con una psicdloga de su obra social. Segtin sus dichos: “Era buena profesional pero se orientaba a que tome decisiones en tiempos que yo no podia”. Sin embargo, sostenia sin interrupcién y con -miucha transferencia las consultas con su médico psiquiatra. Julia es misica, cantante y saxofonista. Cuando la recibo, la paciente ha perdido la cuenta de las inter- Maciones que ha tenido, En los dltimos cuatro afios, entre los in- -gresos a clinicas psiquiatricas privadas, al Servicio de Toxicologia del Hospital Fernandez y al Hospital Moyano, las internaciones suman mds de quince. Esto ha forzado a que sus hijas vivan cada una con sus respecti- ‘vos padres. Julia ya no puede pagar su alquiler y debe convivir con madre en un departamento donde pasé su adolescencia y donde fue abusada durante afios por una pareja de su madre. ‘Fiene episodios que se caracterizan por el descontrol y se de- _© Sencadenan por el consumo de alcohol combinado con psicofir- “macs. Al.cuadro de ese momento se le agregaba un trastorno de la alimentacién que cursaba desde la adolescencia. Si bien ya no se ‘ovocaba vémitos, tenia atracones y presentaba una extrema del- -gadez. CUERPOS QUE BUSCAN ESCRITURAS SIN TRANSFERENCIA ‘A las pocas semanas de iniciadas las primeras entrevistas se producen dos cambios. La madre se muda, dejando el departa- mento que por herencia le correspondia a Julia. Ese movimiento se produce no sin augurios catastréficos respecto del futuro eco- némico y de fa salud de la paciente. Al mismo tiempo su hija menor es enviada por su padre a vivir con ella, lo que contribuye al pronéstico de su pronto colapso y a la pérdida de toda posibili- dad de intervencién de ella como madre. Estos cambios que la paciente sobrelleva con alegria, pero con no estan sostenidos en la transferencia. No hay sig- nos de que la paciente esté instalada en el tratamiento conmigo. Los episodios de consumo de alcohol combinados con ingesta de alprazolam se restringen a los momentos en que sus hijas no estan con ella, pero esto no implica un acotamiento sino que es ‘ana manera de esconder su estado y simular que todo esta bien. Si algo de lo ocurtido se vuelve evidente, miente. Cuando indago sobre esos episodios ella piensa: “No va a pasar nada”, “tengo que poder”, “tengo que ser una mamé diez”, “que no les falte nada a mis hijas”, El inicio de la wida sexual de las hijas la angustia. Pide orientacion al respecto, y quizds esta fue una de las pocas deman- das que realizé en ese momento. Relata una escena en la que, alcoholizada, “gfloré el monstruo otra vez, llamé a una amiga y la destrai”. A pesar de que insisto en que hable de ese monstruo, ella no puede decir mucho. Comienza a esbozarse algo sobre el odio. Cuenta que tomar alcohol no le produce placer, no le agrada el olor ni el gusto. Por esta razon toma bebidas fuertes 0 alcohol fino rebajado con jugo de naranja, como una manera de lograr el efecto lo mis directamente posible. “Camino siempre en el horde”, “siento presién”, “pase lo que si eso ocurre destruyo a mis hija...” los dafios que ella les gran temor, pase no me puedo internar, Las intervenciones tendientes a relativizar k habrfa ocasionado o podria ocasionarles no producen ningtin efecto. Tyas varios meses de tratamiento en los cuales se registran epi- sodios de consumo que van agravando su estado y no parecfa afian- zarse nada de Ja transferencia, me preguntaba cémo hacer para Destivak et o010 jue j i ane ‘ll se alojara en el espacio. Eventuales ilamados mios ante sus clas no parecian modificar el i el escenario, Cuando el médi aes u fi el médico a pa oe Yaeaciones no venia a las consultas. ;Cémo continuar? wo m abia que hacer para que se instalara en el tratamiento y permitiera hablar de lo monstruoso en ella, del odio? HACER PAGAR AL OTRO Sin ee . Cat Taneferenca, ni siquiera asiste a las entrevistas que no con el dia en que la atiende édi i el médico, Esa id i yo del estado de este tratami 2 vet ou pi jento. Idea que estalla al i | ‘ al volver su psi- quiatra de vacaciones. Ella se Ins . resenta con una 16 an Ps expresiOn trans- e rmada, Cuenta aue se escapé de la guardia del Hospital Ferndn- : a, en bata, con un piloto enci ge descalza, en encima. Relata que ante el : ijas se fueron de la casa. Ne ié ; r . No sabe quién Hamé | *AME (Sistema de Atencién Médica de Finergencia) " : us vez relatada la escena carga contra mi: “Qué pretendés - 37 “42 ; ae Tatamientoi . Intervengo pidiéndole que hable del odio. Entonces sus dichos viran hacia lo erético: “;Cud fi _ tenés?, zpor qué m A morgue tengo fan ten 8 a e tratds de usted? No vengo porque tengo fan. » tasias brutales con vos, qué hacés si , ' » qué hacés si te estampo contra la ‘ . ar ya oe solo quiero una cama en el Moyano” pares ae us aetinad se agravaba cada vez més, de modo que doy por ter. ada : A 7 a _ cnirevista y me pongo de pie para abrir Ja puerta del . Ella se cruza delante de mi, me ; . ; s toma de los bra no me fi “as ye vot Leja sale. A pesar de su equerio porte, varios policias . hasta que finalmente se gol te cont 2. golpea la cabeza, a ¢ su agitacion momentdneamente y es trasladada a la guardi le alli al Hospital Moyano. “wey ublando de lo ocurtido con el psiquiatra me cuenta que du- primer periodo de tratamient i 5 c la paciente habja teni a erio ati ia tenido tee, Comuctas similares, er6ticoagresivas. Por un lado le decfa: om conmigo”, y por otra: “Si vos me das esta orden de inter- ei para que vaya al Moyano, salgo de acd y me mato...” a ® Posicin cesa cuando Ja paciente le regala unos cuadros he- 2 os Por su padre, musico y pintor. El los enmarca y los cuelga en torio. Cuando la paciente los ve, dice: “Este es mi lugar” CUERPOS QUE BUSCAN ESCRITURAS i édico, 2 habia Asi entré al ruedo y a la transferencia con su médico, gpero ‘ ‘licie? alguna posibilidad para el espacio del anilisis? donde sedis EI psiquiatra y yo decidimos ir a verla al Moyano, lor eds je internacin, i i bargo, nego de dos meses culpa conmigo. Sin em! . ie intemaciol to con un aspecto extrafio, cuando regresa al tratamient pect AO, eee a é estaban pensando el psiquiatra y carga: “zEn qué esta See aon v te conmigo”. i aron? Estoy enamorada de vos, casat c internaron? y ; peervent sefialando que eso significaba un obstaculo para su tratal y ivacis ice: * irve venir”. deslizo la idea de una derivacién. Ella dice: “No, me sirve DESTILAR, UN TRABAJO EN GOTAS i a Surge un cambio en el tratamiento cuando pensaba que y: ada era posible. a . Locke de la entrevista en que ella insiste en su Posilon, ¥ ivacid jente viene con i a derivacién, la pacien mientras yo evaluaba un: ; ne hijas. Ademis trae su disco y me lo entrega como obseq » tiene A partir de entonces comienza una dindmica que © sostiene 1 un largo perfodo. Se instala en el tratamiento bajo la siguic we tee d del odio a los padres ogi istori jad, hablar del o légica: historizar su enferme , ir os padres de se hijas y del odio a las parejas de sus hijas. Ese desplicgve st Pre duce lentamente, con todo tipo de pausas y escansiones. ae ce una ausenci: - lazo con el Otro se produ a Be ae ono i fiada por sus hijas para i ir lo hace acompafiada p: rior, 0 en caso de concurti ee eet e las preocupa. Muchas tratar un tema actual qu preoc N ee ici « de mis hijas, asi que preferi q n diciendo: “Iba a hablar j 1 gan directamente”. Jamés he vuelto a intervenir sobre sus ausenci: sobre el hecho de que concurra acompafiada. de noviembre de Julia no ha tenido nuevas internaciones des le novi pre fe 2010, y desde enero de 2012 no toma ninguna medicac On. ps h . cision propia, pero a la vez consensuada con su médico. EL ODIO AL OTRO, EL ODIO SOBRE FL CUERPO . an- Antes de finalizar quisiera ubicar algunas cuestiones de relev cia que se han podido trabajar en este ultimo afio de trata: . Desritak et 010 En primer lugar, la paciente comienza a completar las escenas que relata. Meses después del alta de la internacién se presenta a la entrevista y dice: “Soy manipuladora, sabés el setenta por ciento de las escenas”. Ese treinta por ciento que reserva es el que tiene que ver con algo de su responsabilidad y del trato hacia el otro. Por ejemplo, culpaba a una expareja por su estado de los wiltimos afios. Sin embargo, nunca habia mencionado qué le hacia ella a él. En esa oportunidad cuenta que Hegé a destruirle el auto a pata- das luego de una discusién, un auto que su pareja cuidaba como si fuera de coleccién. También relata escenas en las que seduce a su compaiiero de trabajo para no perder el empleo. La queja sobre lo que el Otro le hace se completa ahora con su manipulaci agresividad. En segundo lugar, cuando logra historizar su enfermedad puede hablar de su primera internacion. Luego de haber descui- dado sus cuerdas vocales, exigiendo su garganta, colocando la ‘voz en una posicién incorrecta técnicamente, se producen nédu- los que requieren intervencién quirtirgica. De esa cirugia se des- pierta sin voz, afonia que duré un tiempo. Frente a esa situacién se produce la primera descompensaci6n. Su Voz, grave y rota, esté dafiada en forma definitiva. Ha dafiado su instrumento, y este es un tema de completa actualidad para ella. En una entrevista dice: “Coloco la voz en un lugar que me duele”, Hace algunos meses la paciente manifesta que ya no quiere venir a hablar de cosas cotidianas y en ese mismo giro comienza a desplegar el odio por los padres de sus hijas. “Los destruiria”, dice, a la vez que refiere no poder soportar saber que la odian, aun cuando eso no tenga ninguna consecuencia para ella. “Eso solo puedo decirlo ac4.” Le digo que por esa razén es muy importante que ella habie de eso en este espacio. El tratamiento se ha interrampido luego de dos aiios y medio, Ha tomado Ia decision de dejar de concurrir y me lo comunica telefénicamente. Segdn manifiesta: “Estaba yendo solo para tran- quilizar a mi familia”. Sefialo la importancia de su Hamado, el tinico en el tratamiento, y le transmito que puede contar con este espacio cuando ella lo considere necesario. in y su I La conversacién 1. Apertura Roberto Mazzuca: Vamos a conversar acerca de tres casos que todos conocemos porque hemos recibido los textos en el mo- mento de la inscripcién, es decir que no van a ser leidos como es habitual en este tipo de practica. En primer término contamos --¢on un presentador del caso que subrayar4 los momentos prin- - cipales y eventualmente formulard algunos interrogantes. En se- gundo lugar, escucharemos a Eric Laurent y luego abriremos la conversacién clinica a todos los que quieran participar. Vamos a hacer esto con cada uno de los tres casos que provienen del tra- bajo en grupos que componen el sector de Casuistica del ICdeBA. Este sector esté a cargo de Adela Fryd. Adela Fryd: Veremos tres casos en el siguiente orden, El pri- “tero que tomaremos es “Otra marca posible”, de Maria Inés Iam- "matteo. El segundo caso es “El partenaire analista”, de Mariana Santoni. El tercero y altimo lleva por titulo “Destilar el odio”, de Gabriel Domenicucci. Primero le daré la palabra a Graciela Ruiz, que.comentaré el caso Maria Inés Iammatteo. linico de Buenos Aires que tuvo lugar el 29 Conversacién anual del Instituto Cl eo rcccmos 3 GuseNo de noviembre de 2012. Versién revisada por el autor. “EL IMPULSO A CORTARME” 0 HACER MAGIA Graciela Ruiz: El caso de Marfa Inés es el de una jovencita de = quince afios, Ana. Siempre se sintio fea. No logra despertar el _ interés del otro sobre ella. No se siente querida, se siente “en menos”. La atencién de la familia esté centrada en su hermano mellizo, quien porta un valor falico del que ella se ve privada. Ri- valiza con ese hermano. Confronta con él y subjetiviza su falta con significaciones de inferioridad, menosprecio, disminucidn. Lo real del cuerpo aparece sin el velo filico con el que podria transformar el no tener en algo que el otro desee. El fracaso del semblante fi- lico parece encontrar su origen primordial en su madre, de quien “sabemos que le esta todo el tiempo encima. Se considera todo Para su hija y el sujeto dice de ella, con desconfianza, que “se en- tera de todo”. EI falo es primero de Ja madre y condiciona incluso el lugar del padre. El falo se instaura con relacién a la castracién materna, como indice de su falta. En este caso tenemos més la versién de _twia madre estragante que deseante, aunque Ana dice que siempre se sintié asf de fea. | Los sintomas se agravan a partir de la muerte de su abuelo. EI _sise fijaba en ella y la hacia sentir querida. Ha perdido con esta _ muerte esa imagen que la vestia. Primer acontecimiento a tener en _ cuenta, sucedido un afio atras. Luego, hace algunos meses, hubo un segundo acontecimiento: el intento de abuso por parte de un amigo del padre. En esa ocasién también deja de comer. Coin- cide con el episodio en el que se corta, se angustia, se recluye y CUERPOS QUE BUSCAN ESCRITURAS: no puede hablar. Por medio de una carta comunica lo que ha su- cedido a sus padres. El enojo y la preocupacién de su padre sobre este hecho [a sorprenden. “No sabia que era tan importante para al”, dice Ana. Pero esto no alcanza. En el colegio, con sus pares, se encuentra también en menos, apartada y callada. La molestan y responde con violencia. Esta si- tuacién le trae problemas. Ir a la escuela la angustia. En esta cir- cunstancia se comunica con dos compafieros por facebook, sin la presencia del cuerpo y haciéndose pasar por varén. De este modo puede socializar. Al no poder inscribir el falo como falta, se dificulta la posibi- lidad de invencién de cémo ser mujer. Su cuerpo queda fuera del circuito del deseo. ¢Su solucién es investirse & partir de una iden- tificacién imaginaria con el hermano? 2O se trata de la construc- cién de un falso semblante? Al ser descubierta en este personaje con el cual se habia comunicado con sus compatieros se desenca- denan los cortes que la traen al andlisis. Una vez empezadas las entrevistas, vernos cémo se repiten los mismos desencuentros. Esta vez la relacion de amistad con un compafiero que lleva el mismo nombre que su abuelo tiene un efecto tranquilizador. En !a escucha, y con su ayuda, regula la co- mida y los cortes, pero Ia situacién se complica cuando él le pro- pone ser novios. En ese momento aparecen el miedo y Ja angustia. Conecta esta circunstancia con el abuso, momento en que alguien le dice que esté més atractiva y que ya no esté tan flaca. A pesar de esto, acepta una relacién de noviazgo con su amigo. Pero Ja relacién se interrumpe, y reaparecen la angustia y los cortes con mayor frecuencia, No tolera que é no le preste atencién. La furia que se desencadena es mayor. Se llega a considerar la posibilidad de una internacién, lo que finalmente no se realiza. Suscita una mayor preocupacién de su familia y también mds participacion de esta en su tratamiento. Comienza a escribir mensajes de texto al analista y retoma el dibujo en los momentos en que se siente mal.” También reanuda la escritura de una novela y hablar de esto en: sus sesiones le permite sustraerse del silencio. Sobre el protago= nista comenta que s¢ trata de “alguien negativo y cerrado”. Esta novela se parece més a una fantasia novelada que evoca la novela | familiar del neurético. Casoa Lo més evi ae mas fuidente del caso es el cuerpo y sus embrollos, segéin Spae timo volumen! de la coleccién de ICdeBA. EI pre- le la falta en ser y la ausencia d e apicio de la cia de rescate por el semblant. iculan a lo que Hamaria “ id fa “la rebelién del ”, ae que Hama lel cuerpo”. El euxpe se rebela al dominio significante, y esta rebeldia a mani- ‘ a en un lecir gee no al significante amo. Como respuesta a a intrusiva de la madre, n ie , ho come, no habla. El rechazo fe "aero tons la forma de la anorexia y el silencio. Se priva, _Regativiaa el objeto y gora de en nada con Ja que se confronta a madre, Esta posicién la fede pone por fuera de la es- et es que construye se revelan como frdgiles¥ poco . Se cae de cllas, y asf se siente nuevamente expulsada y a alacto. nes de su angustia y del pasaje Ae bergo del caso se percibe un progreso a raiz de las entrevis- corginde, “mer momento justifican sus acciones y sus sintomas _paetedole un entido a partir de la trama familiar. Sobre el final aa Male ate dice, “El problema es no poder “Wimagen dem propio cerpeh nn? meme amen neveane rmuchas incégnitas sobre el futuro. ;Podra hacer magia? \ sentic 'o ve emueo aprendido por su hermano para convo- aa ane i nit sino, como sefiala Jacques-Alain Miller, [Bagi pro por el deseo de tocar lo real, actuar sobre la i za, hacerla obedecer, movilizar y utilizar su potencia. | Erie La : Slaaee arene Se puede constatar que en los dos primeros casos 2 aun Co poco mis en el segundo~ hay un trastorno marcado eae con vacion este vemos que en cierto plano Ana se vive Cor ‘On. Hay que saber lo sto signi 1 que esto significa, ha i [No es ou er lo « , , hay que indagar. ficiente que alguien diga me siento varén cuando la ine, 2 LJ-A Miller eat y otros, Embroll . Buenos Aives / Paidés, vol. 8, sees del cuerpo, Buenos Aires, Instituto Clinico de CUERPOS QUE BUSCAN ESCRITURAS gen del cuerpo es més bien la de una mujer. No sabemos, por lo tanto hay que interrogar lo que esto significa para Ana. En la redaccién del texto de Maria Inés Iammatteo hay una os- cilacién en la descripcién de Ana, como si fuese un sujeto que se inscribe en el registro de la histeria teniendo en cuenta la acci6n de los padres, la posicién de la madre invasora, el padre que se ocupa de ella. Hay también una escena de seduccion, una rivali- dad con el hermano varén, que ademis es mellizo. Por otra parte, tenemos otra vertiente en la cual, como subrayaba Graciela Ruiz, se trata mas del cuerpo, no tanto el cuerpo sintomatizado, o un sintoma que podria hablar~ el cuerpo como tal. Los cortes en la piel, las marcas, el hecho de que eso no se detenga, lleva a pensar en ja internaci6n. Es curioso cémo Ana toma en consideracién la posicién del padre para con ella, cuando sabemos que es un amigo de él quien la manosea. Ella estima formidable Ja reaccién de enojo y preocu- pacién de su padre. Cuando en realidad uno tiene la idea de que enojo y preocupacién son un poco discordantes, incompatibles frente a lo que pasa con una chica tan enferma. Si esta persona es alguien que se presenta como un amigo, entonces tenemos que pensar que en Ia familia cligen mal los amigos. Al mismo tiempo esté su lazo con los amiguitos en facebook. Del lado de la histeria se presenta y se disfraza de varén, y después considera que cuando esto no le funciona tiene que mostrar el cuerpo. Hay un bajon que no se explica del todo por qué se produce. ‘Tenemos a la vez un registro que podria ser leido como neurosis y un fendmeno clinico un poco inexplicable. ¢Por qué esta consecuencia que después im- plica una posible internacién? De la misma manera, hay una novela que podria inseribirse en Ja tradicion de la novela familiar freudiana, considerar a otros pa- dres y olla colocindose en la posicién de varén, Pensemos en la novela familiar pero también en Orlando de Virginia Woolf. Or- Janda es una novela en Ia cual se atraviesa la pantalla del espejo. Recuerden que en Orlando hay un episodio en el cual todo esta helado, es decir, el suelo mismo se vuelve una pantalla, un espejo. ‘Todo esta al mismo tiempo congelado y lleno de espejos. Sabemos que no es suficiente que un texto sea una novela para que constituya una novela familiar bajo el régimen edipico. El Caso 4 hecho de que Ana haya finalizado esta novela, o una novela cual- quiera, no alcanza para decir que tiene una relacidn de precision con su escritura. Termina la novela en pocos meses y la hace circu- Jar, pero mas como un objeto separado. De hecho ya estd pensando en otras cosas al estilo de una saga, lo que es al mismo tiempo el discurso comin, por ejemplo Twilight generalizado; la saga, con lo que implica de ruptura completa con Ia novela familiar. Es un caso muy interesante para leer con estas claves distintas de lectura, y a la vez en la escritura hay una oscilacion que parece pertenecer al caso mismo. Cuando el psiquiatra indica risperidona ala misma droga que hay en Francia, categorizada como antipsic6- tico-, sefiala que desde su punto de vista no hay duda diagndstica. Considera que no se puede correr el riesgo de confundir el caso de esta joven con un caso de registro histérico. Hay demasiado del lado de una tendencia mortéfera. ; Ain siendo una joven de quince aiios se la medica con rispe- ridona, sin considerar las consecuencias que trae esta medicacién a esa edad. Pero se justifica, tanto por la importancia del aspecto mortifero como por el riesgo que hay en la joven de pasaje al acto. Efectivamente, lo que més me interesé en este caso es leer admi- tiendo esta oscilacin. Si bien los argumentos clinicos estén més del lado de la psicosis, sea cual fuere, por el momento es conve- niente conservar la idea de un abanico lo mas amplio posible. ‘Te- neimos una clave de lectura que nos hace reconsiderar lo que es {a identificacién viril, lo que es la conexi6n con el saber, con el inconsciente que se manifiesta en esta escritura de novelas. Habi- tualmente, cuando estamos més del lado de a histeria, la conexi6n del sujeto histérico con el inconsciente, su apertura y division subjetiva, hacen que la escritura del sujeto histérico sea una ma- nera de hablar con él. Se hace hablar al sujeto de lo que estd escri- biendo para tratar de agrandar la divisién subjetiva. Tenemos el testimonio de sujetos que estén mis del lado de la histeria, de un saber, una conexi6n con su inconsciente muy llamativa, y a veces ino se pregunta, écémo pueden estar tan bien conectados con su inconsciente?! Me gusté su hipétesis de pensar la marca como un tipo de es- critura, y entonces la escritura termina siendo otro tipo de marca Lo que es Ilamativo es que su escritura va en el sentido del si- CUERPOS QUE BUSCAN ESCRITURAS lencio. No es que habla a partir de su escrito, sino gue escribe a partir de lo que habla. La cosa genial de los mensajes de texto permite que en lugar de hablar en la sesiGn y de decir “pienso ave lo que me angustia es la imagen de mi propio cuerpo » ascribe mensajes, y continga siendo una via para poner en Be al as ice tave pensando que lo que me angustia es la imagen de mi prop ego trata de la transcripcién escrita de los pensamientos que van en la direccién de un silencio que se apoya sobre su escritura. Usted dice: “los temas que va proponiendo en los mensajes son retomados en las entrevistas”. Hay un doble movimiento, de la entrevista pasa al silencio de la escritura y del mensaje fe texto, pero en sesién comenta el mensaje de texto y puede hablar sobre eer sovimiento de utilizar l eseitara hasta al silencio me pa- rece constituir la vertiente central y va en el mismo sentido que las marcas sobre el cuerpo, que finalmente son marcas en silencio. Ella lo dice asi: “Una marea recuerda un alivio, un sub miento”, pero sin embargo no hay wna marca que correspon. ja a una escena especial. Es un alivio en general que se inscribe a silencio. Es distinto, por ejemplo, de lo que ahora esté muy di- fundido, gente que se tata y con las marcas del tatuaje a veces subrayan la vinculaci6n a tal o cual hecho de su historia para no olvidarlo. Es una inscripcién, una condensacion, una estenogr e de lo que puede ser desplegado cuando hay este uso vinculado a palabra, al inconsciente. Mientras que me parece que la esevinara de este sujeto esté mas “desabonada” del inconsciente, rserl e algo que se puede comentar, pero que no tiene un engand e sobre el inconsciente transferencial, tal como lo decia J.-A. Miller. CONVERSACION QUE NO ENGANCHA EL INCONSCIENTE Hay algo de un desabonamiento que da la tendencia hacia el i i *3C6 silen- silencio. Usted misma se interroga Como hacer con cote s cio?”. En el antepentiltimo parrafo indica: ‘Cuando el silencio re- de la cual puede sin inconvenientes una conversacién”. Es exactamente torna en las entrevistas, le pregunto por la novela, desplegar Caso 4 esto, el fondo es el silencio, pero si se puede hacer una conver- saci6n, no hay problemas. Solo que esta conversacién no engan- cha en algo del inconsciente como tal, se queda en el nivel de la conversacion sobre la novela. Lo que busca haciendo circular su novela exprés entre los compafieros es precisamente sostener una Conversacién. No presenta fenémenos del tipo del velo del pudor, © la eventual timidez, o el sentimiento de lo terrible que es comu- nicar estas cosas a sus compafieros, dar cosas de lo privado, la falta de vergiienza sobre esto, Esta dimensién parece borrada. Solo te- nemos una dimensi6n en la cual hay circulacién en silencio de esta novela desabonada, con la posibilidad de una conversacién, permite hacer un lazo social con los demas. Por un lado me parece que tenemos el interés terapéutico del caso, que hay que subrayar. Ella esté mucho mejor que al inicio ¥ se evité una internacién que hubiera provocado una tercera re- peticién, Pero también, mds alla de esto, es cierto paradigma de “cémo hacer” con esta clase de casos. La palabra clase se puede objetar cuando tratamos lo singular, y en la época de las clasifica- clones no voy a proponer una clasificacién mas. Pero voy a hablar de-esta clase de casos en la cual estos adolescentes no se sabe muy _ bien en qué borde clinico estan. ;Cémo hablar con ellos cuando precisamente parece que hablar no les interesa mucho? Recuerdo que hace afios se habia presentado un caso asf, con el silencio de los mensajes de texto. Este caso me lo hace recor- dar. Cuando el sujeto no esté enganchado con su inconsciente, ===. hay cosas que se pueden hacer para mantener esta interlocucién. ___ Usted consigue con su invencién pasar de una marca a la otra, un = desplazamiento metonimico més que una metéfora. Ella acepta | este desliz y puede sostener una conversacién sobre su caso, Mu- =. chas veces con estos sujetos estd muy bien la idea de tener una -coniversacién sobre el caso a partir de este desabonamiento, yno de la historia familiar de la cual sabemos muy poco, de todo el = © quilombo edipico [risas}, que no fanciona mucho para ella, De todo esto vemos que mantiene un registro de interlocu- == clon. El sujeto, a pesar de estar desabonado de su inconsciente, _ = puede depositar algo en la sesidn. Para ella es muy importante. _- Que:al mismo tiempo deposite algo con el terapeuta o el ana- ista, haga circular esto entre todos sus compafieros y prepare que le CUERPOS QUE BUSCAN ESCRITURAS Caso1 una nueva saga para hablar atin mds no significa que todo esto no tenga un valor especial. Sin embargo, pienso que fue por su interés anterior a todo esto que pudo separarse de la novela ex- prés y preparar otra, pluralizando de este modo la transferencia. Maria Inés lammatteo: Si, eso es un detalle en relacié Con esto sale del aislamiento. Hay que poder aceptar constituir desenganche, o es estar desabonada del inconsciente. Pensabo te el punto de transicién en el cual el sujeto puede depositar esa == cién cuando escuchaba la idea de recordar con cada marca. No novela y, jhop!, se desplaza en la pandilla de sus amigos, pasa a = hay-una escena sino una contabilizacion de momentos d. i facebook, pero de otra manera que con el disfraz con que se pre- = que no relanzan a otra escena. 8 ee ages sentaba al inicio. . Al inicio hubo el disfraz facebook, un disfraz de varén como algo fijo, mientras que al final de este perfodo vemos que algo cir- cula, habla como un varén de una hermana melliza. Hay un pasaje al otro lado de la pantalla, ya no como disfraz sino describiendo lo que hay, como el varén que constata lo que hay y lo que pasa en la familia. Pero esto no tiene nada que ver con la novela edipica, es otra cosa. Es lo que hay cuando se ha hecho este pasaje que forma parte del recorrido. Estas son las hipétesis que me surgieron al leer el caso. ¢Qué les parecen estas hipotesis? tepeticion de goce, o el trazo de un alivio. No es recordar una historieta, o una hystoria, con y- Eric Laurent: Se trata mas del significante solo que contabiliza que del rasgo unario, el rasgo de uno y uno y uno, que no cesa ¥ AO se engancha en Ia cadena significante. No se engancha eh SS, que permitiria después constituir algo. Es ;tac! yenun = Certo nivel es una encarnacién de esta oposicién entre el signifi- _ cante uno que repite el goce, opuesto al registro del significante = unario, corte simbélico. Es un caso muy llamativo, itil y paradig- _Matico para tocar de cerca esta oposicion entre los dos registtos. S om Inés Iammatteo: Pensaba con relacién al lazo social y plu- - ar e transferencia, gcémo se deposita este objeto, la escritura, ¥ qué funcién cumple? No lo habia pensado como pluralizacién Marta Inés lammatteo: Me parecieron muy interesantes los co- mentarios, sobre todo para pensar el estatuto de la escritura, que en este caso constituye un permanente interrogante. Por un lado cumple la funcién de marca que hace ceder los cortes. Por otro, resta el interrogante de si hay algo igualmente fallido en ella con relacion al cuerpo —en lo que insiste- y el hecho de necesitar de la matca para recordar, como una inscripcidn en lo real de algo que falla en lo simbdlico. de donde le retorna ademés un reconocimiento. Lo que le vuelve = €s que escribe bien, por ejemplo, y eso le permite ser mirada de =< otro modo. a Eric Laurent: Cuando un sujeto pasa por la insistencia de un _- Boce asi, no podemos pensar que una mejoria lo ponga a una dis- __fancia tal que esto no vuelva a repetirse. Hay que prepararse para ce == los momentos en los cuales ella puede recaer_ Entonces habra que |. protegerla de estas caidas, pero sin olvidar que se ha constatado = que puede superar estos momentos de altibajos y que luego de ‘in momento agudo puede encontrar una cierta socializacion. Se fata de que pueda salir de su encierro del cuarto, donde ella se = corta bajo la mirada del hermano aterrorizado y frente a esto los =» padres permanecen enloquecidos. Escena que tiene a la vez un EL TRAZO DE UN ALIVIO Eric Laurent: ¢En qué en lo real? Virtualmente consideramos que el cuerpo és el orden imaginario, entonces inscribir algo para recordar da una idea de una relaci6n floja con el significante, es decir, no se pueden recordar las cosas en el orden simbélico. Hay que hacer un trazo en el imaginario, pero con un peso real, la carga libidinal, eso recuerda un alivio. Es la huella de un trazo, en los términos del tiltimo curso de J.-A. Miller, es el trazo de Uno- ‘CueaPos QUE SUSCAM FSCRITURAS poder fascinante y horrorizante. Si bien no hay que idealizar lo que se puede obtener, hay que conservar en la memoria io gue se obtuvo, con la idea de que podri salir cuando las cosas dificiles se presenten. Graciela Ruiz: Me interesé mucho el comentario de Eric. Me abrié la perspectiva con la clave de una nueva een ave gonsise en que el diagndstico de histeria no esta atin tan decidido. Yo P " saba que estaba bastante en el borde del discurso, ya sea porque no toma la palabra, en fin, porque tiene actos violentos, por e Pa saje al acto en si mismo. En verdad habia muchas cosas series relacién con lo que me hacia verla como en el borde de! iscurso, y todo el desafio era ver cémo sc la podia hacer entrar en (lseurso. Por otra parte, se puede considerar la escritura —la novela— como un producto de la lectura de lo dicho, pero esto no mm term! napa de quedar claro. Esa escritura era més bien hacer algo porqu no podia hablar, escribe porque no puede hablar. Me parecia 7 ne debia ser prudente, y no tomar ese estatuto de escritura como bitualmente lo pensamos en el anilisis, algo que se precipita como una lectura de lo dicho. Aca no habia palabra. Entonces me pare: cia mas complicado. Pero si, creo que mi comentario que ee poco resumido, Me pidieron que fuera sintética, entonces some la cuestion de la ausencia de investidura filica por el lado del Lacan clisico. EscriTURAS CONTEMPORANEAS Eric Laurent: Esta ausencia félica se manifiesta no cnet registro del -#, sino més bien en Ja presencia de un goce ineludible, intra table. Seria itil como ejercicio clinico —para el ICdeBA en er ral-- tener una idea, hacer una reflexién sobre los modos de - critura contemporineos, en su articulacién con el estar abonado, desabonado del inconsciente. Podriamos hacer la serie de Joyee, Kafka, Virginia Woolf como los grandes desabonados, y ver come se articulan las novelas, por ejemplo, con el destino. Teneo é caso de Mishima, que conté su suicidio tantas veces basta _ zarlo, y el hecho de escribir novelas no lo protegié en absolu Caso4 de la coyuntura fatal de su vida cuando entré en oposicién con su amante. En esta escena final sucedié la realizacién de lo que _ habia perfectamente anunciado. De la misma manera Kafka no tiene nada que ver con la escritura de una palabra, es una escritura como tal. O, como decia Deleuze, lo que Ie interesaba en Kafka era la locura de Kafka. Mientras que hay toda una manera de leer “a Proust como se lee Ja novela familiar, Me gusta la formulacién _ de Deleuze que es leer en Proust su locura patticular. Hay que leer un texto mas que interesante de Deleuze sobre Proust donde s¢ hace escuchar algo de esto. Jacques-Alain escribid un texto muy Ilamativo sobre Kafka, en el que mostraba que algunos lo lefan como una neurosis obsesiva grave, cuando es algo completamente de -otro orden. La ubicacién de esto nos permite después ver cémo utilizan la escritura los sujetos que pueden apelar a este recurso. _ Todo esto quedarfa pendiente para una investigacién. Diana Paulozky: A mi me parece muy interesante la interven- - cidn sobre la marca. Recordaba justamente, a partir de Io que acaba de sefialar Eric, cémo Mishima frente a la belleza de un “cuerpo necesita hacer un corte porque no tolera el todo de la be- lleza, y esa marca hace la diferencia. En este caso, en la marca, -thds alld de cémo escriba, o de que sea o no novela, Ja marca, el _ desplazamiento que hace en esa intervencién me parece lo importante del caso. mas Déborah Fleischer: Voy a decit algo que quizé suene antiguo. La figura del mellizo me evocs la éuestin del espejo convexo y el espejo plano. Tal como dice Lacan con respecto al caso Dick, es como si esta mujer hubiera quedado a las puertas del Oto, es decir, _ viéndose en algtn sentido en el hermano, sin un corte. Quiz sea _ medio antiguo frente a todas las sutilezas actuales, pero me evocaba esta cuestion, la imagen que ella tiene y el corte como algo que ven- dria a romper el espejo. En este sentido toda la cuestién de la escri- _ tura parece funcionar con relacién al lugar del analista como secre- _tatio del alienado. Quiz4 sea un poco antiguo volver a Dick. Eric Laurent: Como diria Graciela Brodsky, no hay que decir tres veces “es un poco antiguo” [risas]. Eric Laurent: mM contrast: Gue os v : ip ‘a mucho ct que ivir la experiencia de ser mujer. El préximo caso noe i ie s in- juciré en una de: ipcid rod scripcién més efectiva, ién a clase de mujeres. , con relacién a que hay du Ricard é a ek Seles Justamente él hablaba de esta mujer sumisa. lulce, cuando él debia se: i is : natal , cuan T un tipo muy violento compaftera con la silla. Me i ont von ; - Me int 6 a ‘logos especiales que se hacen en cats conser ee. a rand po dies i q jones. :Cua: as guns a Mariana si la madre le pegé con una silla'o wn a a tu interés, qué buscabas en el detalle? sion de la sugestién, porque sugestionar un transexual decidide que tenia cincuenta aiios y considerar que se le podia hacer pen- sar otra cosa me parecié demasiado. Sin embargo, si uno tom | el punto de vista de esta cita, “el error comtin que no ve que ee significante es el goce”, entonces, si el significante es el goce, a pasa por un pequefio dispositi g quiere ser mujer y todo el aparato significante de descripeién dé. inttoduzca una distancia onl -la silla o cualquier cosa que si mismo en tanto mujer forma parte de su goce. Toda esta dee lenta'es algo que puede ah cl cuerpo a cuerpo-. La bofetada vio- cripeién de cémo va a ser Celina es un aparatito de gore. Si core Jedescripcion de la dulzura wereen xin peor. TU tienes razén, estd nivel, el de un si on : erfecta de su transformacié gnu alos hechos es alguien que es peligroso para su. rset and 7 la tiene idarse, y decirsel Sourdad. ay selo a ella no es solo por un sentimiento de Eric Laur i ee m Primero, saber lo que sufrié la madre [risas]. No ae <2 poner la mano, porque una vez que se pone I Mano, por ejemplo, se puede ir a estrangular. Es muy distinto i tarse el pene pudiese mantenerse en este cado, con imaginacién se le podria hacer significar otra cosa. ae cul se trata del pene real, es el pene significado y lo real queda dé lado del aparato de goce que hay. Habria que ver el desarrollo turo de este sujeto, si no hay algo a tratar de ver con él y qué est4 del lado -ahora gracias a esta relectura— de la sugestion, s del lado de un tratamiento del aparato significante como apa de gozar. Roberto Mi a “ (fe Macatee: Hay algo que usted destaca que no es sola- lice gad pars iormacion en mujer sino la elaboracién ie ae A hace. ta mujer dulce de la que él habla se la Cirender al ¥ oma una metéfora, hay una elaboracion ante. El dice “Todas las mujeres son compe- oP nm 4 una mujer competitiva sino una mujer de pero él no seré una mujer competiti d i i Mariana Santoni: Aparecia por un lado la certeza. Por otro pr sentaba la posibilidad del futuro. En algdn momento dice: “Le: CUERPOS QUE BUSCAN ESCRITURAS Eric Laurent: ;Ah si...! {Se podria pensar esto asi! Pero depende. de si realmente toma la consistencia de esta Celina. Roberto Mazzuca: Ya que no hay mas intervenciones pasamos entonces al préximo caso. Por el mo* enunciacién. Esta descripcién, esta ficcién autodescriptiva es una: | manera de integrar ms que un horizonte consistente. mismo estatuto a Celina que a ser la mujer de Dios. ;Per depende de la evolucién de la construccién de este sujeto, : hacia una consistencia de este personaje Celina —que tiene muchos rasgos imaginarios, de cliché, de elementos pegados otros, en una autoficcién- o esta mas en la descrip on d : un punto real al cual quiere dirigirse. Veremos si est4 mas del lad de la consistencia de un delirio, entonces ten delirante, y si no quedara mds como aparatito de goce en el cual | recupera algo de la dimensién de extrafamiento. No doy el. ‘Pero, a ver!: si va” sa los de algo, de dremos una metéfora vyd: Este caso lo va a comentar Adrian Scheinkestel. Te trata de una mujer misica, cantante, saxofonista, de cuarenta y dos aiios, que ha pasado por quince internaciones, Es una mujer -dafada por el Otro, daiiada por sf misma. Quedé vestida con sus pajes de la adolescencia que le fueron arrancados para siempre én la crueldad del robo de sus suefios. Fue abusada durante varios abos por la pareja de su madre. Abuso acompatiado por el des- _-cuido-y desamor de esta. Insiste, en el relato del caso, la cuestién | del descontrol. ¢Qué descontrol?. En relacién con la alimenta- “cin, la ingesta de alcohol y drogas, el descontrol de su voz, el = descontrol en el lazo amoroso, odioso con ef Otro sin mediacién. =-Podriamos nombrar esto como estados delirantes del cuerpo, un | Guetpo enloquecido. Se observan también los intentos fallidos del gajeto de dominar imaginariamente los objetos: el oral —bulimia, “anorexia, el escépico -su ropa, su pelo batido, cierto /ook-. Esta lectado el dominio pulsional y se trata de pensar cémo ella se “ingroduce en la pulsin de otro modo. Dice que tomar alcohol no fe produce placer, no le agrada el olor ni el gusto, ingiere bebi- -das fertes o alcohol fino, buscando el efecto del modo més di- ‘teeto posible. Hay una disyuncién entre el placer y el més alld del r CUERPOS QUE BUSCAN ESCRIFURAS: Caso 3 cuerpo. No es el circuito lo que le interesa, sino el efecto directo. También encontramos signos, a mi modo de ver, de abandono del cuerpo propio. Destruye a patadas el automévil de su partenaire. Dice: “Camino siempre en el borde”, frase que indica que no estin recortados, y necesita transitarlos una y otra vez para darles existencia. El caso es un ejemplo de la debilidad de nuestras clasificacio- nes frente a la debilidad de algunos sujetos que mantienen con los objetos una demanda de presencia real que deberia estar des- tinada al analista en el relevo del falo. Los cuadros pintados por. el padre, que le regala a su psiquiatra, las hijas con las que la pas. : ciente se hace acompajiar en algunos encuentros, el disco que le regala al analista, son intentos de traer al padre, misico y pintor, para lograr una mediacién entre ella y otro hombre, una media- ” cién entre los cuerpos, las voces, las miradas, También hay qué subrayar el acto de Ja entrega, el valor de las ofrendas. La pacienté intenta hacer entrar en el consultorio otros objetos que no sean - ella misma, a diferencia del neurdtico, que viene a su sesién en: compafifa del fantasma. “Qué pretende usted de mi”, voz dela. iniciativa del Otro. Llega acompafiada de objetos, como los pri mitivos que se acercan al totem llevindoles pan, objetos como” ofrendas para apaciguar su furia, el odio del Otro. El analista su> pone al comienzo que no hay transferencia, pero en realidad 167 que sucede es que no hay enganche entre lo que ella dice y ella® misma, es de estructura. La paciente ha dafiado su voz y ese dato: provocado obstaculiza la localizacién del objeto en el fantasma.'La: vor rota es una modalidad de la cadena discursiva. Gota a gota, ser el pasaje de la voz rota en la transferencia que la aloja sin fla- maria y sin expulsarla. Hacia el tiltimo tramo del tratamiento, his: toriza su enfermedad y habla entonces de su primera internacion. a los veintitin afios. Cito: “Lego de haber descuidado sus cuerdas vocales exigiendo su garganta, colocando la voz en una posicién incorrecta técnicamente, se producen nédulos que requieren'in= tervencién quirtrgica. De esa cirugia se despierta sin voz. Afonia que duré un tiempo. Frente a esa situacion se produce la primet#:: descompensaci6n. Su voz, grave y rota, esta dafiada en forma dé finitiva. Ha dafiado su instrumento y este es un tema de complet, actualidad para clla. En una entrevista dice: Coloco la voz en tt a lugar que me duele”. Esta frase para mi fue un hallazgo, es lo que _ nds me interes6 y todo mi comentario se reduce a esta frase. e Parece producirse la unin de la voz y del cuerpo. Como si = el objeto “voz” entrara en el cuerpo. Podria ser el indice de una - Subjetivacin. La subjetivacién de un dolor. “Coloco la voz en un lugar que me duele”, esta el lugar y est el dolor. Esta frase puede : indicar que la voz es ubicada en un Ingar que duele 0, lo que no es lo mismo, que se trata de producir un dolor para colocar la voz. Ya ‘no es el inconsciente a cielo abierto sino uno més operativo para el : trabajo analitico y que leva a la pregunta: zqué es lo que la llevé a __ Solocar mal la voz que derivé en su primera internacién luego de la afonia posoperatoria? :Cudles fueron los acontecimientos previos a “eso? Algo que hasta ese momento parecia anudado. Eric Laurent: Vis un caso impresionante por la gravedad y por lo que se pudo hacer, pero también por el hecho de ver un sujeto “gue estd realmente agotado por algo que se manifiesta desde los _veinte afios. No es el brote de los quince, es el brote de los veinte. __ No se trata de irrupcién de voces, es la sensacidn de que algo de ls voz se ha desplazado, necesitando una intervencién quirirgi: Este es el tipo de desencadenamiento que surge cuando el mé- ‘ico entra en oposiciéa y hace la intervencién. Después, al salir fe a intervencién el sujeto entra en desesperacin, El cirujano, en _Ingat de haberle dado el instramento nuevo, lo deja en cambio sin Not. Frente a esta situacién usted sefiala la primera descompensa- : a 6n cuando se produce la afonia. ¢Es lo que dice ella, ahora? = Gabriel Domenicucci: El relato es muy posterior, fue més ulte- rior en el tratamiento la posibilidad de historizar ese primer epi- io: Tomé un tiempo ubicar algo de ese primer desencadena- | Milento, es mas en el final que en el principio. Pero si, son palabras de la paciente. Curr USCAN ESCRITURAS 05 QUE Bl fl Cas03 . vee 5 ats o la miisica, porque en ella la rmisica esté articulada a la voz. Hay que tener en cuenta que ella queria cantar. Dificilmente se la pueda pensar como un misico, Yo dirfa que estd esencialmente | centrada en un proceso de destruccién que acapara toda su pasién. Destruccién tanto de si misma como de los instrumentos, de los que la rodean, las hijas, las amigas. La cantinela que se repite es “llamé y la destrui”. Esto puede aplicarse a todos, ella incluida. Esté entregada a esa pasién desde hace veinte afios y especial- mente en los cuatro dltimos. Quince internaciones resultan fuera de lo comin. Gabriel Domenicucci:'Teniendo en cuenta el episodio que ocurre en-el consultorio, la sensacién que compartiamos con el médico _ antes de Ja internacién era justamente que de un desierto abso- tuto, de eso no habfa retorno. _ «Eric Laurent: {La paciente, el entorno, las hijas, todo el mundo comprometido! Es muy Hamativo, sorprende. Si tratamos de en- -_ ttar en el asunto, hay una primera fase en la cual usted dice: “No se aloja en el espacio, queda fuera”, y a la vez usted tiene que so- _ portar su indiferencia absoluta. Ella solo venfa cuando tenfa cita _ / _ con el psiquiatra. ¢Cudnto tiempo duré esta fase? Gabriel Domenicucci: Son salidas y entradas permanentes, no son internaciones que duren un tiempo. Es como si pudiese entrar ee find te Gabriel Domenicucci: Cuatro 0 cinco meses, aproximadamente. y salir indefinidamente. Eric Laurent: {Tiene paciencia! En un momento dado, tal como Eric Laurent: Se trata de esto. Estos pacientes entran y salen Adridn Scheinkestel subrayd, tenemos esta bascula donde usted le porque el hecho de entrar es el tratamiento por la internacién _ misma; tal como decia Lacan, es el tratamiento por los muros. No es una paciente que se corta una y otra vez; sin embargo es. equivalente a internase una y otra vez. La repeticin es el acting; iy tac, internarse!, otro acting, internarse, lo cual le permite tra- | pesar de su pequefio porte varios policfas no podian contenerla, zar marcas que no cesan, no paran, obteniendo como resultado hasta que se golpea Ia caheza y cede su agitacién momentinea- una infinitizacién de este proceso. De la misma manera que en. a i “mente”. Tenemos un pasaje al acto de alguien en un estado de el caso anterior, el aparato de goce se convierte en esas marcas = agitacin caracteristico. Se ve esto en pacientes que parecen dé- de goce con esta sucesién de internaciones. Primero tenemo: biles, pequeiiitos, y es notable la fuerza que tienen eit eate tipo di esto, de extrema gravedad. Luego, es atin més sorprendente low = estados. En este caso se presenta con una posesion extraiia como que sucede con usted en esta serie que parece detenerse en un = sifuese la manifestacién de un monstruo, algo horrible de consta momento dado. Usted dice, en una frase discreta, “Julia no ha © tat’ Parece ser la posesion por un dios malo ” tenido nuevas internaciones desde noviembre de 2010 y desde | : . enero de 2012 no toma ninguna medicaci6n”. ;Parece un mila gro absoluto! Alguien que después de veinte afios con una psico: sis tan grave y con manifestaciones destructivas en todo su en- torno, es como estar en el desierto, es como una bomba atomica, es decir, no queda nada mis. Las hijas al borde de la ruina, la herencia destruida, todo despilfarrado. En este estado de cosas, en este desierto, es finalmente un fenédmeno excepcional haber encontrado un apaciguamiento, una tregua. \CERCARSE AL INCONSCIENTE DEL LADO DEL SINTHOME Gabriel Domenicucci: Algo de ese fendmeno luego se presenta = de un modo muy curioso, como toda su sintomatologia. Una vez ‘CusR0s Que BUSCAN ESCRITURAS Caso 3 cielo abierto en el delirio, o el inconsciente a partir de lo que se puede decir, hablar, elaborar, o lo que es acercarse al inconsciente del lado del sinthome, que son mas bien. trozos de real, pedazos, pura presencia del Otro. Toma como ejemplo sujetos psicdticos | Gue vienen a verlo con los que el tratamiento consiste esencial- “mente en el efecto de presencia, de marcar el encuentro con el ‘cuerpo, tomar Ja mano, el brazo. El hecho de hablar es secunda- Tio. Se puede hablar porque hubo primero este agarrarse al Otro, del que dice que esta més del lado sinthome. En su caso, es al “ _tevés, es mas bien ella la que lo agarré. El hecho de que ella sea mujer probablemente desempefie un papel en esto. No se toma y aprieta fuerte la mano de una mujer, mientras que cuando hay un hombre enfrente se pueden hacer este tipo de cosas. Las mujeres muchas veces son ellas las que efectivamente se agarran, y dicen... : jahora te vas a casar conmigo! [risas]. Pero es verdad que esta ver- tienite es ms de este orden. _ Si tomamos la versién sinthome del asunto tuvo que aferrarse a lo que en ese momento pudo frenarla en el movimiento auto- . destructivo. Después vino a la cita con este enganche con usted, - quedando en un lugar secundario poner palabras sobre el odio. escena semejante y estando atada en una guardia puede decir cosas tales como, “Bueno, ya esté muchachos, no se asusten, me voy a mi casa”, esa posibilidad de... Eric Laurent: ...switch, de bascula, Hay un modo de inmediatez en ella que nos hace pensar en el caso Aimée de Lacan. Después de un estado de agitacién que duré dos aftos Aimée llega a la ear cel con la preocupacién constante desde hace afios de matar a la actriz y en el Ultimo aiio se presenta con una jntensidad mayor. Sin embargo, todo cede durante la misma noche una hora después en que fuera encarcelada. A la mafiana esté la Aimée que puede trabajar como camarera en una casa de familia. Me parece que es un fenémeno un poco extrafio que da la idea de los efectos sor- prendentes que se pueden producir en casos en Jos cuales tenemos delirios, o una erotomanta transferencial tal como la que hubo con. el psiquiatra. Es verdad que en el caso de Aimée es un autotratamiento. La condicién es el tratamiento por la cércel, la punicion, el castigo, la internacién y esto mismo es lo que la detiene. Probablemente en su caso esta sea la primera sefial que tenemos de que algo pueda detenerse de toda esta catdstrofe. No obstante hay que tener en cuenta que fue internada dos meses y cuando vuclve a verlo sé despliega esto de “bueno, muchachos, no es para tanto”. A partir de entonces comienza una dindmica que se sostiene por un largo periodo. Se instala en el tratamiento bajo la Logica de historizar - su enfermedad. Pienso que esta légica empezé cuando sucede el primer apaciguamiento con la presencia del Otro que Ia puede de- tener y frenar, momento que usted relata pero que no esté en el texto escrito. Luego de un nuevo perfodo en el cual usted dice que puede poner palabras sobre el odio, usted la empuja a hablar de eso. De dénde viene el efecto terapéutico? ;Viene del hecho de que puede’ historizar su odio poniéndole palabras, 0 viene de otro lado? Si se toma la dimensién clinica el primer efecto de este adveni- miento es cuando esta contenida, detenida en Ja guardia del Mo: yano, etapa necesaria para luego venir a verlo. Si leemos Sutilezas analiticas, J.-A. Miller destaca alli lo distinto que es aproximarse al delirio o al inconsciente. El inconsciente a. : | de algunas cosas y comienza a desplegar el odio por los padres de us hhijas” —dice “los destruiria” y “esto solo puedo decirlo aci”-, aca” vaticina el hecho de que luego de dos afios y medio ha to- mado la decisién de dejar de concurrir. El hecho de que hablar = pase al primer plano es para zafar del asunto. La cosa fundamental petal dimension erotomaniaca de la pura presencia y agarrarse a __osted. ‘Toda esta secuencia tan sorprendente permite pensar que -efectivamente este sujeto, si sigue con los que la han atendido, con sted, con el psiquiatra, podr4 continuar, y no esta precisamente CUeRPOS QUE BUSCAN ESCRITURAS Caso 3 nuevo se acerque a ella, como las voces de Schreber, se sentira invadida y la extraccién no podra pasar sino por un episodio que tendré més o menos la misma estructura, que habra que soportar, anticipar con la idea de que no hay que evitar esto. Esto es lo mas terrible, o lo més dificil, pues se trata del tacto clinico, que no es sencillo obtener. A la vez serfa una ilusién pensar que algo de esto se podria evitar. Cada vez que se repite hay que saber anticipar lo que va a pasar. ¢Para qué? Para que sea lo menos dafiino posible para ella y los que la rodean. Si se hace esto creo que se podré transformar su pasién erotomanfaca destructiva, porque ya con los maridos esté més en la fase de odio de Ja erotomanfa. Sabe- mos que la erotomanfa comporta tres fases —De Clérambault so- faba con un mundo ordenado a la francesa y no sé si se encuentra exactamente asf la erotomanfa cuando todo esto queda depurado en los grandes casos que él comentaba-: la fase de amor, la fase’ de perplejidad y la fase de odio. Si se considera su estilo transfe- rencial podemos pensar que hubo exactamente el mismo tipo de relacién con los maridos. Hubo un momento de erotomania que a veces los hombres confunden con el amor. Luego esta eroto~ mania pas6 a una fase destructiva y de odio. ‘Tal como dice usted; la fase de verdadera agresién en 1a cual romper a patadas el ob=. jeto se puede describir como un gesto de yerdadera mujer, como dirfa Lacan. Es el caso de la sefiora Gide destruyendo el objeto ms precioso del hombre, 0 Medea. Todo puede caer debajo de. la figura de la verdadera mujer, figura tan inquietante de 1a lo- cura femenina. Pero en ella, est mas del lado de la forma clinica de ja erotomanfa. Con el segundo marido hubo algo igual. Se se-_ par del primero, lo que evité la vertiente mas destructiva, y con el segundo hubo la misma fase y después destruccién. Cuando ella, dice “voy a destruirlos”, es verdad. Asi que ahora hay que ocupar: en la cadena el lugar que estos pobres hombres tuvieron, aunque probablemente ella tuviese su encanto particular para seducirlos. Usted, el psiquiatra, el servicio, estén en esta posicién? Hay que. ocuparla sin dejarse destruir, sin retroceder ante estos episodios, : con la idea de que es asi como podré durar cuarenta afios més. por algtin trabajo que hizo con alguna cantante y por uno de esos pocos momentos en que ella se habfa comportado amorosamente con una persona. La descripcién que hacfa de las clases era la si- guiente: “Esta mujer no entiende absolutamente nada, porque quiere corregir técnicamente algo que no tiene correccién téc- nica”. Lo recordé cuando usted hablaba de la via del sinthome a diferencia de la via de Ja historizacién. Hubo un intento de la do- cente de corregir técnicamente y poner todo en su Ingar y eso solo Je permiti6 decir “esta mujer no entiende”. Eric Laurent: Si, es ella la que sabe. Digamas, ni profesores, ni cantantes, solo es ella la que sabe. Y lo denuncia con una fuerza _ impactante. ANVENTAR UN DISPOSITIVO : Adela Fryd: Ahora nos queda un tiempito para hacer preguntas. Tnvito a todos a participar, especialmente a todos los docentes y participantes del ICdeBA, ya que han trabajado y esto es un pro- -ducto de lo que se ha hecho este aio. Ss Félix Morales: Vernos en los tres casos una repeticién incesante "de marcas de goce. ;Cudl es la posicién para el analista respecto : Eric Laurent: Precisamente, los tres casos son buenos ejem- | = plos de lo que queremos decir cuando decimos que la palabra “no: basta y que hay que pagar un precio personal. Por ejemplo, ea asador”. Hay que ponerla porque la temperatura estd bastante alta: De Ja misma manera, admitir que la palabra no basta permite - incluir todo el dispositivo de escritura del primer caso, en el cual 7 se acepta al mismo tiempo que se cede el libro en la transferencia -pluralizada. También estos intercambios en silencio que Hegan a Gabriel Domenicucci: Algo de lo que usted mencionaba me hizo recordar que la paciente fue becada este afio para estudiar canto, CuzePos QUE BUSCAN ESCRITURAS Case 3 En el caso del sujeto transexual, é considera que su palabra no cambia en nada el proyecto de sus certezas y sus identificaciones, que la palabra solo sirve para describir cémo serd Celina. Hay que tragarse esto con la idea de que la palabra es el instrumento de goce. : Aceptar esto demuestra también que al mismo tiempo que la palabra no basta, con cada uno de los tres casos se inventa un dis- positive que instala un azo singular con cada sujeto. Este dispo- sitivo les permite recuperar algo de su objeto a de manera menos catastrofica que la forma salvaje en que se presenta en el encuen- tro con el analista. Por lo tanto, hacerse décil a estas invenciones implica tener la idea de que el tema fundamental no es la palabra en el sentido afios cincuenta de la cosa. Se trata de otra articula~ Eric Laurent: Si, estarfa de acuerdo con esta perspectiva. Se puede describir esto como la construccién; como decia Ménica ‘Torres, “cada uno encuentra su solucién”. Hay en estos casos una tanera muy particular de encontrar cada uno su propia solucidn. PIRANDELLO Y SUS PERSONAJES Roberto Mazzuca: Si sefalamos las diferencias entre los casos, _ en los dos ultimos usted marco cierta oposicién entre este donde la palabra era hasta cierto punto secundaria y el anterior, donde "habia alguna claboracién significante. Sin embargo son dos casos = de psicosis francas, claras. El primer caso me resulté muy intere- cidn a este inconsciente definido con las categorias de la altima = sate, y lo que decia usted al respecto en cuanto a que no vamos ensefianza de Lacan, que tratamos de descifrar, de las que estos A construir una nueva categoria. Me parece que es habitual la pre- tres casos son paradigmaticos. Nos hacen ver cémo opetar a par= » sentacién de casos como estos, que estan del lado de psicosis pero tir de estas categorfas en casos en los que la palabra no es para | que’no se presentan como tales. En ese sentido el primer caso nada suficiente. Cuando se considera la gravedad de lo que esta en juego no hay que retroceder o desesperar, pero sf tenemos un des: plazamiento que permite construir de otra manera los aparatos de goce de cada uno de estos sujetos. Vemos una efectividad, tene- mos resultados terapéuticos en los tres casos, con una dimensién notable y a la vez transitoria, porque no creemos que esta gente este curada. Es transitorio pero es mucho lo que se instala de esta manera y bajo otras formas de repeticién podremos sostener una cura a largo plazo de estos sujetos. tiene un particular interés. Eric Laurent: El primer caso est mas en la categoria de los in- © clasificables. $i entra en cierta categoria es precisamente la cate~ _=gotia de la dificultad de la categoria, entonces el pecado es menor =. cuando uno hace una categorfa asi. Pero en este sujeto, el pri- _ mero, no hay tampoco la elaboracién significante aiios cincuenta. = No se puede describir una oposicion entre palabra plena y palabra cia. No se puede decir que hay una elaboracién de un recuerdo _de la infancia, de una formacién del inconsciente, de algo que --remita a [a historia. Hay otra cosa, y es esta otra cosa la que trata~ = mos-de delimitar. Hay que verificarlo a lo largo del tratamiento. propuesta de pensar esto comb silenciar el Otro, reducirlo a _ estos mensajes de texto y después a un texto tipificado, del tipo _-de una saga, me parece que es un trabajo que va al revés de lo ig seria el significante en su posicién de dominacién. En todo “aso es cl significante utilizado como instrumento de goce en un “dispositive que mezcla RSI. Como usted subraya, a pesar de no =. Set una psicosis franca como los otros dos casos, es un trabajo que “toma su referencia en lo que hacen las invenciones de los sujetos =psicoticos. Es concebirlos como sujetos que no se inscriben en la Marta Goldemberg: :Considera en estos tres casos algo de la so* ! luci6n singular en esto de Ia marca posible, del agarrarse, como usted dijo, acompafiados por el partenaire analista? Eric Laurent: Pensds que hay una solucién singular? Marta Goldemberg: Me parece que si en esto que usted dijo; que: si los resultados terapéuticos en cada uno de los casos ~aunque en algunos no definitivos— son soluciones singulares, quizés conduz: can al camino de una invenci6n, es decir, algo que anude no tran sitoriamente sino quizd con un tiempo mayor. ‘CueRos Que BUSCAN ESCRITURAS Caso 3 categoria de psicosis francas, pero s{ mas del lado de la categoria "= atencién. Ahora forma parte de nuestra civilizacién y | ifi. de inclasificables, y considerarlos a partir de la forclusién genera~ - caci6n se cuenta entre las practicas del cuerpo vse viben h lizada, especialmente en el modo de abordaje del tratamiento. La “esta direccién. Po que se tnseriben en mejor manera de acogerlos es pensar el tratamiento en Ja perspec= tiva de la forclusién generalizada, y no de como lo habian pensado algunos, en términos de neurotizar a los sujetos, que podrian serlo incluso siendo un poco psicéticos. No es nada de esto. : : Beatriz Udenio: Pienso lo importante que resulta esta conversa- __ clon que hoy se ha dado aqui y la perspectiva que usted ha plan- teado respecto de la discusién de los casos que fueron elegidos por _ el equipo. Una pregunta dificil j 0. | para nosotros, los que trabajamos Adela Fryd: Sin clasificarlos. Pero las marcas en el cuerpo, a la en Casuistica, es: ¢Cémo se orienta cada una de esas reuniones, manera de esta joven, que no son marcas escritas, sino que son : _de esa ensefianza y lo que se intenta como transmisién? 2Cé marcas de dafiarse e insistir con dafiarse como simbolos de angus~ Se puede estar a la altura de lo contempordneo ¢ ir también colo, tia, Es muy comin en esta época observar este tipo de fenédmenos ando esas discusiones clinicas en la perspectiva de los halla; . en adolescentes con algiin déficit simbélico. _las modificaciones que se hacen en nuestra propia doctrina? Re- _ cordaba la expresin de J.-A. Miller, que usted retomé del curso _ Sutilezas analiticas, cuando dice en un momento, ¢cémo es un psi- = -coanilisis en la perspectiva del sinthome? E] intenta destripar esa Bric Laurent: En ella los cortes son numerosos, fuertes y con la especial caracteristica de que se hacen en publico. Es muy distinto, . de cuando una joven ~es verdad que la mayorfa son mujeres, pero "#4 _ pregunta, y me parece que las referencias que usted trajo a Ja luz también hay hombres que se hacen marcas diseretas- pasa a este de los casos son ineludibles. La referencia a cémo pescar de en. nivel de una mostracién que va mds alld de una provocacién. Es 3 ada lo que en cada uno hace de aparato de goce para aparejarlo. mucho mas complicado. La insistencia es otra cosa, no es solo una =) No ir contra sino tratar de hacerse décil a eso para que en tod llamada de atencién. Tal como ella lo dice de un modo mis pre- =caso el sujeto pueda modificar algo. Pero no ir ented ambien mn ciso, es la marca de un alivio, En nuestra época son mas comunes ” “violentar nuestros ideales, nuestras ideas y lo que hemos apren estas escarificaciones, como también los tatuajes. a ido en los cincuenta. Me parece que para los participantes del Pasé unos dias de vacaciones —porque a veces hay que tomar’ = ACdeBA y los docentes el trabajo que se realiz6 en esta conversa. vacaciones para recuperar un poco en la playa, en un lugar en = = Gin es una orientacién en la direccién de una clinica psicoanaly- el cual habia muchos norteamericanos; la gran mayoria, todo el “tica actual, necesaria e ineludible. mundo estaba tatuado de una manera infernal, por todas partes, a Era gente que parecian buenos padres de familia, gente absolw- tamente banal, y estaban tatuados por todas partes, con una in: tensidad, una voluntad... Es algo muy lamativo estos cuerpos en: busca de un personaje, como Pirandello y los personajes en busea de-un autor, mientras que en este caso son realmente cuerpos que_ van en la busqueda de un significante que sea realmente un signi- ficante. Hacen montajes para ocupar su puesto banal de padres d = familia, de ir a la playa con la nenita, y para hacer esto necesita, tener tatuajes por todas partes, es increible, para que no sufran de: trastornos de hiperactividad con déficit de atencion. Necesitan: recordarse quiénes son, dénde estén, con un aparato que Hama dae =) Roberto Mazzuca: Agradecemos a Eric Laurent, a los partici- ‘pantes y a los presentadores. soljapuas _ _ El titulo anunciado de esta conferencia es: “El inconsciente, lo fe menino y la ciencia”. Esto seria una triada, incluso una trinidad a » désarrollar: ;Qué es el inconsciente? ¢Qué es lo femenino? ;Qué _ es la ciencia? Tres cuestiones incre(bles, tres entidades indefini- =” bles en el pensamiento occidental. Pero el titulo que yo habfa dado a la conferencia era otro: “El inconsciente, fetnenino, y la ciencia”. Este titulo es quizé menos _ comprensible, menos evidente, en una gramitica un poco mis for- _ zada, més lacaniana. Me dijeron que aprender a leer francés le- _ yendo a Lacan, como hice yo, no era la mejor manera, porque su _@tamitica esta siempre muy cortada. Es verdad que cuando hablo -€n francés, tengo siempre esa gramética un poco cortada, a lo allarmé. Este titulo es un poco mallarmeano, “El inconsciente, femenino, y la ciencia”. Es més bien una diada, no una trinidad: _ el inconsciente, que es femenino, y la ciencia. Las comas siempre _ gon importantes. Sin comas, seria: “El inconsciente femenino yla “siencia”. Fsa seria otra conferencia, que podria ser también inte- resante: la singularidad del inconsciente femenino en su diferencia 1.-Conferencia dada ele ACF de Bélgica el 12 de enero de 2013, en el del ciclo de conferencias de! Campo freudiano sobre “Cuestiones de femi- :d”. Publicado originalmente en francés como “L'inconscient, féminin, et la Mtience”, en Quarto, Revue de Prychanahyve. Conversation sur L.’Un tout seul, Bélgica, 17.104, mayo de 2013. Agradecemos la gentil traduccién de Damasia Amadeo de CUERPOS QUE BUSCAN ESCRITURAS, ELINCONSCIENTE, FEMENING, ¥ LA CIENCIA Pero, justamente, nos podemos preguntar, siguiendo el pen » samiento freudiano y la orientacién lacaniana, si hay un incons-_ ciente femenino que podriamos oponer a un inconsciente mascu- lino. Con esta interrogacién, entramos en el hueso de la cuestién’ __ las neurociencias sobre todo, por atrapar algo de la cuestién feme- "7 hina, es que hay algo que est4 més all4, fuera de medida. = Podriamos seguir esta errancia de la ciencia en las investigacio- 2 nes'm4s o menos cientificas a partir de la formula que inauguré _. laciencia moderna del siglo XVI, la formula de Galileo segtin la = cual hay que “medir lo que es medible, y tratar de medir lo que “tio se puede medir”.* La ciencia se funda en esta operacién. Esta - posicion de principio llevé también al cientificismo de estos dias, S ideal cientificista de una evaluacién cuantificada y generalizada "gue puede llegar a hacer toda suerte de estragos. -Ustedes conocen la critica que JA. Miller y Jean-Claude Mil- ner hicieron en los férums sobre esta nueva ideologia de 1a evalua- cin. Podemos evocar, por ejemplo, las recientes declaraciones del = Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre los malos efectos de que quisiera tratar con ustedes. ELOCALIZAR Y MEDIR EL GOCE FEMENINO? La ciencia ~las neurociencias, sobre todo- sostienen una di- ferencia de estructura entre un cerebro que seria femenino y un cerebro que seria masculino, una diferencia que no es tan fécil de establecer a partir de las caracteristicas propias de cada sexo: el cerebro femenino, de apariencia mas pequefia que el cerebro. todos sus pliegues y en todas sus circunvoluciones. Hay otra po- sicién que sostiene que el cerebro femenino, extendido, consi- derado como una superficie, jes més extenso y mas ancho que © afios en Europa y que se muestran como una verdadera maquina de producir mas desempleo, més recesién y todavia més miseria = mento de aspecto cientifico dado como mea culpa por el FMI es dida. © jJustamente el de un “error metodolégico”: habrian calculado mal De la misma manera, en el campo de las neurociencias se esti; ya en posicién de afirmar que es posible localizar y medir el goce femenino en el cerebro a partir de imagenes de resonancia mag: nética; eso acaba de salir en un articulo del Journal of Sexual Medi- cine? Medir el goce femenino es el ideal ciéntifico para atrapar un real que huye siempre, mds allé de toda medida. Vemos la impor- tancia de ese campo fuera de medida que no puede ser tomade | por ninguna métrica. Es como “La carta robada” de Edgar Allan Poe que sirvid de base a Lacan para “El seminario sobre ‘La carta robada’”s} ella no esté en un campo métrico, calculable, medible: y evaluable por la policia que busca ese objeto que huye siempre : Lo que nosotros vemos en los esfuerzos de la ciencia moderna, ene Lo que dice Olivier Blanchard —el jefe del FMI- es que el mo- delo matemuttico sobre el cual se apoyaban esas politicas, que apuntaban al desendeudamiento radical y al retorno sagrado al equilibrio presupuestario, comportaban un error en el nivel del “multiplicador fiscal”. Para simplificar mas ese modelo mate- matico, por ende irrefutable, se prevefa que cuando se retira un euro de un presupuesto, faltaria un euro en el pais concernido. Ahora bien, eso es falso. Por razones que conciernen a una rea- lidad perfectamente trivial, y que es que los hombres son hu- manos, esta austeridad desencadend reacciones colectivas que desembocaron en lo qué“éste euro retirado provocs: la pérdida de tres euros en las sociedades concernidas. Multipliquen por mil y comprenderdn por qué fa austeridad impuesta a discrecién 2. Jannini, E. A., “Female Orgasm(s): One, Two, Several”, disponible inca, tiltima consulta: 28/03/2012. 4 3. Lacan, J., El seminario. Libro 2: El yo en la teoréa de Freud y en la téonica psis coanalitica, Buenos Aires, Paidés, 1992. 4, Véase cl termémetro de Galileo. CueaPos Que BUSCAN escRITURAS EL INCONSCIENTE, FEMENINO, ¥ LA CIENCIA ni el caballo ni el elefante tienen dimensiones estrictamente de- terminadas: hay en todas partes un margen de imprecisién, un juego de “ms 0 menos” y de “aproximadamente” $ por troikas eruditas no conduce a otra cosa que 2 mas austeridad, mas desempleo y més recesién.’ Pareceria ser en apariencia, entonces, un problema metodold- gico, un problema métrico. EL ESPACIO DEL GOCE Y DEL INCONSCIENTE ES INDETERMINADO Ahora bien, justamente en esta dimensién del “mas 0 menos”, de lo “aproximado”, en este espacio de lo indeterminado, tiene todo su lugar el espacio del goce y del inconsciente. ¥ el espacio de la feminidad, del goce femenino, tal como Freud lo habia des- cubierto en su propia experiencia, es justamente este espacio Otro. que escapa a la medida filica y a la légica binaria del significante del 1 y del 0. No hay por lo tanto ninguna posibilidad de localizar este espacio del goce en el espacio métrico que los instrumentos tecnocientificos nos ofrecen, especialmente en nuestros dias en las neurociencias. Incluso las imagenes de resonancia magnética, que hos son presentadas hoy como una suerte de imagenes de lo real LA VARIABLE GOCE NO ES MEDIBLE E] problema, de hecho, es que siempre hay una variable no medible, la variable “goce” en el sujeto, una variable que se nutre de su propia naturaleza no medible; una instancia nombrada por Freud como el supetyé, que impone siempre un goce un poco mis allé del principio de placer; una instancia insaciable que dice _ al sujeto “{goza!”, pero “goza fuera de la medida, siempre y toda- vfa un poco més, goza incluso de la renuncia al placer”. Entonces,. hay que seguir los impases de la ciencia moderna frente a este im= posible de medir. E1 deseo del psicoanalista debe apuntar a esta cuestién: cémo en la ciencia moderna aparece este imposible de del pensamiento del sujeto, son siempre equivocas. Se hicieron ex- representar para cernir la diferencia sexual en lo real. Hay siempre periencias mostrando que las mismas localizaciones cerebrales se algo que cojea en este tipo de razonamientos cuando se esté frente = Activan si uno se quema con una taza de café o si se recibe la noti- aalgo que a fin de cuentas no es medible. 2 oa de que nuestra pareja nos ha engafiado. Por lo tanto, es siem- Be oe eines tradicign epistemol6gica que desemboca en el. 4a. © pe una imagen a interpretar del lado del significante cs siempre cientificismo de nuestros dias, hay otra tradicién donde se en» ‘tna imagen equivoca. Nunca hay una relacién directa ttre el cuentra, por ejemplo, una de las referencias mayores de Lacan en = e 0 el campo de Ia ciencia, Aleyandre Koyré, que deberiamos volver _ ___Siguiendo esta misma errancia, cierto saber popular sostiene a visitar hoy. Por ejemplo, en su articulo de 1948, Del mundo del 2g que algunas conexiones neuronales en el cerebro del hombre son “aproximadamente” al universo de Ja precision, Koyré ya habia desta- cado esto: Enure las matematicas y la realidad fisica hay un abismo; quer aplicar las matemiticas a los estudios de la naturaleza es un e770 y un contrasentido; en la naturaleza no hay cfreulos ni elipses, ni iimeas rectas; es ridiculo querer medir con exactitud las dimen, siones de un ser natural: el caballo es sin duda més grande que el perro, y este es mas pequefio que el clefante, pero ni el perro: 6. Koyré, A, “Du monde de ’a asa 1A d peu prés 4 Punivers de la précision”, Criti 28,1948, incluido en Etudes d’bistoire de la pensée philosophigue, Paris, Gall 5. “Le billet politique d’ Hubert Huertas”, en Prance Calture, 9/01/2013. : ‘mard, 1961, pp. 311-329. CUERPOS QUE BUSCAN ESCRITURAS. EL INCONSCIENTE, FEMENING, Y 1A CIENCIA y debe seguir el hilo, no puede hacer redes. La cadena significante se impone en el cerebro masculino sin posibilidad de saltos meta-_ féricos. La version popular ya distingue algo que no es represen- table en lo real del cerebro sino que corresponde a una posicién diferente en relacién con el significante y el goce. La mujer goza de hacer incluso cosas simultaneamente. Dela misma manera, segiin Lacan, la mujer es Otra para el hom- bre como lo es para si misma.’ Otra para el hombre, Otra para Ja mujer. Es una alteridad a Ja segunda potencia. El inconsciente, como la mujer, es Otro para si mismo también. Otro para el hom- ‘bre, Otro para la mujer, Podriamos comentar brevemente dos diferencias que podemos encontrar en los seminarios de Lacan sobre esta alteridad del in- _ consciente como una alteridad femenina. La primera en el Semi- nario 11,° de 1964, el inconsciente enlazado al mito de Orfeo y Euridice. La segunda en el Seminario 202° de 1973, donde esta alteridad femenina es abordada mediante la paradoja de Zenén, = paradoja de la cuantificacién en la fabula de Aquiles y la tortuga. Porque HAY DE LO SIMBOLICO, HAY DIFERENCIA SEXUAL De una manera o de otra, se busca encontrar en lo real una diferencia que no podemos mas que atribuir al registro simbé- lico en sus determinaciones sobre lo real y lo imaginario. Es el primer Lacan de los afios cincuenta: porque existe lo simbélico, porque existe el significante, existe la diferencia, la diferencia se- xual en primer término. Hay una diferencia radical en el incons- ciente, silo pensamos como esta diferencia misma, el inconscienté: como el Otro por excelencia. El inconsciente seria siempre “Otra cosa”. Es una expresidn de la cual Lacan hace uso en “Posicién del inconsciente”.’ Es otra cosa que lo que queria decir, en. un lapsus, © incluso en un sintoma, otra cosa que lo que yo queria hacer. En la perspectiva lacaniana, que puede ser deducida de 1a con: cepeién freudiana del inconsciente, no hay inconsciente femenino o masculino. E] inconsciente es siempre femenino. En cambio, | libido, la energia sexual del deseo considerada en su vertiente cuantitativa como el quantum de energia pulsional, esta libido serfa siempre masculina. Eso ya esté en Freud y Lacan retoma. esta légica freudiana. Podriamos poner en tensién el inconscieate como Otro del lado femenino y la libido ordenada por el signifi-. cante del falo y por el significante en general del lado masculino, Se trata, en la libido, de un aspecto cuantitativo, de cierta medid: introducida en lo real y veremos justamente la dificultad de atra par lo real con la medida. El inconsciente freudiano escapa a toda medida, a toda cuantificacién posible. Es el Otro por excelencia. ~ Euripice 00s veces PERDIDA En el Seminario 11, el sujeto del inconsciente es identificado con Eurfdice dos veces perdida. Dice Lacan: Para dejarme llevar por una metifora, Euridice dos veces per- dida es la imagen més palpable que puede darse, en el mito, de la relacién del Orfeo analista con el inconsciente. Con lo cual, si se me permite afiadir una ironja, el inconsciente se encuentra en la orilla estrictamente opuesta a la del amor, que, como todos saben, és siempre tinico, y la formula donde una puerta se cierra diez se abren encuentra en él su mejor aplicacién." _ Eso es del lado del amor. Del lado del inconsciente, Euridice = como objeto de amor seria dos veces perdida. :Por qué Orfeo _ pierde a Euridice? Porque él se da vuelta en el momento de salir del infierno. Les resumo la historia. Perseguida por Aristeo, Euri- : 8. Lacan, J., “Ideas directivas para un congreso sobre la sexualidad directiva’ “tn Escritos 2, ob. cit. - 9. Lacan, J., El seminario. Libro 11: Los enatro conceptos fimdamentales del psicaand. _ lis; Buenos Aires, Paidés, 1993. . eee 10. Lacan, J., Hl seminario. Libro 20: Aun, Buenos Aires, Paidés, 1992. H1. Lacan, J., Elsentinario, Libro 11, ob. cit., p. 33. 7. Lacan, J., XXI, 1987 [1964]. osicién del inconsciente”, en Escritos 2, Buenos Aires, Sigh CCueros que Buscan escetuRAs EL INcONSctenTe,FEIENINO, YA CIENCIA terminado su lance con Briseis; esta, como la tortuga, avanza un poco, porque es no toda, no toda Suya. Todavia queda, Y es necesario que Aquiles dé el segundo paso, y asi sucesivamente. Hasta €s asi como en nuestros dias, pero solo en nuestros dias. ® legs a definir el nimero, el verdadero, o para decirlo mejor, el real dice es mordida en su huida por una serpiente y muere. Descon= solado, Orfeo desciende a los infiernos para salvarla. Duerme a Cerbero, el perro de los infiernos, gracias a su lira y a sa misica. Luego llega frente a los soberanos del mundo subterrineo, Hades ysu mujer Perséfone. Impresionada por su coraje y su amor, Per- séfone le ruega a Hades que devuelva a Eurfdice a su marido: Hades acepta con la condicién de que Orfeo no se dé vuelta antes: de haber salido de los infiernos. Este, inquieto por el silencio de Euridice, se da vuelta algunos pasos antes de la salida. Euridice entonces le hace un signo de adiés antes de desaparecer una se~ gunda vez, pero ahora para siempre. Ese silencio de Euridice es muy importante, més adelante ser4 retomado de otra manera en lo que voy a decirles. : ‘Ahi nos acercamos a lo que J.-A. Miller elaboré estos viltimos afios sobre el inconsciente real, algo que toca a un nuevo real que el psicoandlisis de orientacién lacaniana hoy tendria a su cargo. El inconsciente real es el que no cesa de no escribirse, como esta Eur ridice. Hay que tener en cuenta las dos negaciones. Esta Euridice:. es ese real que huye en el sentido de que no cesa de no aparecer. Dos veces perdida, esta doble negacién es necesaria para intentar: cernir ese lugar de Jo real en este otro espacio que no es el espacio métrico. Hay toda una serie de desarrollos en la ciencia moderna que dan con este real como punto de detencién, més alld del cual no: se puede ir. Hay hoy una nueva interseccién entre psicoandlisis.y ciencia, si se repiensa lo real a partir del inconsciente real, tal como’, Lacan lo habfa enunciado una vez y J.-A. Miller lo desarrollé. . Lacan evoca asi el nimero real, algo muy enigmatico en la = Gencia moderna, que escapa a toda finitud, como el numero Pi, por ejemplo. , = ©. “Porque Zen6n no habja visto que tampoco la tortuga est pre- _ servada de la fatalidad que pesa sobre Aquiles; también su paso es ie Lacan pone en serie el goce de la posicién femenina y el real ade la tortuga, que no es otra solamente para Aquiles sino también _ Pata si misma. La dimensién del espacio del mimero real, que mo hay que considerar como una cantidad sino como una cifra, =€§ muy importante encontrarla en Ja ciencia moderna. El uso del _pumero no es solamente el de cuantificar, medir, sino el de intro- _ ducir una nueva relacién con lo real. El ntimero real como tal, no | nedlble, hace aparecer otra fancién de lo real. Es un real mucho inds enigmatico en la ciencia moderna. En el campo de las neuro- -iencias, encontramos esta imposibilidad de representar ese real, algo que escapa a la légica falica. Es la cuestidn del origen del len- _ Buje, de la sede del lenguaje. Ningtin resultado cientifico puede Aefinir la sede del lenguaje. La otra imposibilidad en las ciencias iodernas concierne a la conciencia. El sujeto cartesiano de la EL NUMERO REAL ESCAPA A TODA FINITUD La segunda referencia es mucho més Iégica, mas precisa en he ensefianza de Lacan, es la referencia a Aquiles y la tortuga: . Fl goce del Otro, del cuerpo del Otro, solo lo promueve la info nitad. Voy a decir cual: ni més ni menos la que sustenta la para doja de Zendn. Aquiles y Ia tortuga, tal es el esquema del goz9 de un lado del ser sexuado. Cuando Aquiles ha dado su pas ° Tacaa, J., El seminario, Libro 20; Aun, ob. cit., p. 15. CUERPOS QUE BUSCAN ESCRITURAS: el sistema nervioso; lenguaje y conciencia son los dos signos de un real que no puede ser localizado, medido. Creo que es impor: © tante para nosotros dirigirnos a los impases de 1a ciencia moderna: cuando intenta localizar esos dos puntos para ver dénde Euridice viene a decirnos algo. La MANCHA BLANCA DE FREUD O LA FEMINIDAD IMPOSIBLE DE REPRESENTAR Quisiera volver a Freud para mostrar cémo él encontré su Eu- ridice, c6mo la invent6 también en su encuentro con Ja histeria, como encontré este inconsciente Otro, su inconsciente real, me atreveria a decir. Les propongo releer ese famoso suefio de fa in- yeccién de Irma, suefio fundador del psicoandlisis. Es un suefio ligado a la cuestién femenina. Querria subrayar que todos los res- : tos diurnos, las asociaciones alrededor de las imagenes del suefio, giran en torno a mujeres. Algunos dias antes de su cumpleaiiog, : en sa casa de vacaciones, su esposa Martha le habia informado | sobre su deseo de invitar algunos amigos de la familia para festejar su cumpleafios. Martha estaba embarazada de seis meses de Ana, Freud acababa de redactar ese mediodfa un informe sobre una pa-_= ciente, Irma, amiga de la familia, cuyo tratamiento no habfa sido un éxito. Ella estaba invitada a la fiesta y esto incomodaba a Freud Su dificuliad para curarla tocaba su deseo de médico y psicoana-: lista, y esa noche, del 23 al 24 de julio de 1895, tuvo ese suefio qu testimonia ese real del inconsciente que el psicoandlisis introduce: Fn un amplio hall. Muchos invitados, alos que recibimos. Ent ellos Irma, a la que me acerco enseguida para contestar, sin pér dida de momento, a su carta y reprocharle no haber aceptad atin la “solucién”. Le digo: “Si todavia tienes dolores es exclu: sivamente por t culpa”. Ella me responde: “(Si supieras qu dolores siento ahora en la garganta, el vientre y el estémago! jiento una opresin!...”. Asustado, la contemplo atentamente Esta pilida y abotagada. Pienso que quizé me haya pasado in- : advertido algo orgénico. La conduzco junto a una ventana y me. dispongo a reconocerle la garganta, Al principio se resistié un poco, como acostumbran hacerlo en estos casos las mujeres que usan dentadura postiza. Pienso que no la necesita. Por fin, abre.. ELINCONSCIENTE, FEMENINO, Y LA CIENCIA bien la boca, y veo a la derecha una gran mancha blanca, y en otras partes, singulares escaras grisdceas, cuya forma recuerda 3 Ja de los cornetes de la nariz. Apresuradamente Ilamo al doc- tor M., que repite y confirma el reconocimiento... El doctor M. presenta un aspecto muy diferente al acostumbrado: esta palido. cojea y se ha afeitado la barba... Mi amigo Otto se halla ahora su lado y mi amigo Leopoldo percute a Irma por encima de la biusa y dice: “Tiene una zona de macidez abajo, a la izquierda, y una parte de la piel infilerada, en el hombro izquierdo” (cosa que yo siento como él a pesar del vestido). M. dice: “No cabe duda, es una infeccién. Pero no hay cuidado; sobrevendré una disenteria y se eliminard el veneno...”. Sabemos también inme- diatamente de qué procede Ia infeccién. Nuestro amigo Otto ha puesto recientemente a Irma, una vez que se sintié mal, una in- yeccidn con un preparado a base de propil, propilena..., écido propiénico..., trimetilamina (cuya férmula veo impresa on gruc- sos caracteres), No se ponen inyecciones de este género tan li- geramente... probablemente estaria ademas sucia la jeringuilla."* S Fsta formula en el suefio es lo que cesa de no escribirse en fa : garganta de Irma. Hay algo asf como una imagen de lo real en 7 esta mancha blanca. No hay més que esta mancha blanca, algo =-que no cesa de no escribirse en el ombligo del suefio freudiano. Y _ cesan de no escribirse. Algo llega a escribirse. En el Seminario 2, Lacan dice que Freud tenia agallas; continud sofiando y logré | auravesar Ja angustia frente a esa mancha blanca para intentar ex- _ Weer algo, esa formula famosa que intenta cifrar algo del goce fe- © Sabemos que la interpretacién de un suefio es siempre infinita, una especie de tortuga Briseis para el analizante y para el ana. ta. Nunca se deja atrapar en una sola interpretacién. Hay ahi empre una infinitud, pero en esta desmultiplicacién hay algo que 15. Freud, S., “La interpretacién de los suefios”, en Obri 5. Freud, S., : eta, Maceid Biblioteca Nueva, 2007 [1900], pp. 412-413. samples one . Lacan, J., El semtinaria, Libro 2: Bl yo en ta teoria de Freud é i ruanalitica, ob. cit., pp. 223-260. * AR em Tai CCucRPOS QUE BUSCAN ESCRITURAS EL nconscirae, remeuivo, v La cENCIA este espacio de la mancha blanca Freud terminar por escribir la no cesa de no escribirse, algo de lo cual se tiene la imagen en esta . formula de la wimetilamina, una letra, en el sentido mis cientifico mancha blanca. ¥ Freud asocia sobre esta mancha blant Janca x esrams de forma se: s instancia de la letra. Al final de su obra, Freud diré de la sexua ancha blan mer . oa tee femenina que es un continente negro, el xo man’s land de los mapas de los exploradores, una terra incdgnita, contrastando totalmente con esa mancha blanca de su suefio. Hay ahi un saber “inreductible para Freud que no cesa de no escribirse. El suefi -freudiano de la mancha blanca se inscribe aqui en el centro, en el En la garganta veo una mancha b! mejante a los cornetes de nariz. La m ala difteria y, pot tanto, a Ia amiga de Irma, y, adem: enfermedad de mi hija mayor hace ya cerca de dos afios y todos _ los sobresaltos de aquella triste época."” Fs un real que esta infiltrado en toda la historia familiar de” Freud. . i : on ms escrituras. Por eso Lacan hablaba del sujeto forcluido por la iefncia, porque es un sujeto que retorna de una manera o de otra ‘has nasales aluden a una preoct- = nel sintoma de la ciencia moderna. pacién mia sobre mi propia salud. Jn esta époce solfa tomar con frecuencia cocaina para aliviar una molesta rinitis, y habia ofde , mismo _ decir pocos dias antes q medio, se habja provocado una extensa necrosis de 1a mucosa _ nasal. La prescripcién de la cocaina para estos casos dada por _ imi em 1885 me ha atraido severos reproches. Un querido amigo tio, muerto ya en 1885, apresar6 su fin por el abuso de est medio.”* Las escaras que cubren las cone! __ > Hable del lenguaje y de la conciencia E DIE « que hacen sintoma |. imposibilidad de ser localizados. Para explorar ahora ese espacio Las cuestiones del goce femenino y de la muerte recorren las asociaciones de Freud. Incluso su propia muerte —el cancer que lo. imaté— est un poco evocado por ese real en la garganta. La than cha blanca evoca también la enfermedad de la amiga de Irma, ae necrosis nasal de wna paciente, y la muerte del amigo de Freud: provocada por el abuso de cocaina, Detras de Irma, como lo iné = dica Lacan, esti la propia mujer de Freud, Martha Bernays, y la, relacién de Freud con el goce femenino. Esta mancha blanca, t rrorifica, es el lugar que presentifica Ja sexualidad femenina en la: subjetividad de Freud, la feminidad en su posicién radicalmentt Otra, imposible de representar. Todas las representaciones dé Freud se ordenan alrededor de la garganta de Trma en la forma de una elipse bifocal entre la ausencia y Ja presencia del objeto. En: rata de la relacion de la feminidad con ese espacio no representa- _ le por el significante, con el espacio del inconsciente y del goce, et espacio que no es accesible més que por la instancia de la fete, A a realiza algo que no puede hacer el significante. : . nes de hacerles un resumen, quisiera localizar esta elabora- je Lacan que busca ligar la feminidad a la letra. Esa relacién fe planteada por él a lo largo de toda su ensefianza en diversos momentos. Por esta via dird que se puede ir més all4 del impas freudiano del continente negro, de la roca de la castraci6n, ie se “encuentra en “Anélisis terminable ¢ interminable””? como punto 17. Fread, S., “La interpretacién de los suefios”, en Obras completas, ob. Gi, p-415. = 20, Freud, dlisis termi apie, ‘vend, S., “Andlisis terminable e interminable”, en Obras completas, ob. cit, EL INCONSCIENTE, FEMENINO, Y LA CIENCIA. CUERPOS QUE BUSCAN FSCRITURAS _ novela. Esta operacién del cuento dentro del cuento, del cuad: dentro del cuadro o de la novela dentro de le novela, nos hace _spresente cada vez algo de ese real. Hs un artifcio del barroco para apuntar a ese real que no se puede representar. La operacién wets. rica de ese cuento de Karen Blizen sigue esta misine lowiea, Es on cuento sobre una anciana que cuenta historias. Ella es analfabeta de obstéculo del anélisis. Es como Moisés, que haré Ia travesfa del desierto con la letra como objetivo. La letra no es un concepto;. = ts de lo real. En ol Seminario Aun, Lacan dice que el objeto a es ante todo una letra. Esta letra adquiere una consistencia de objeto como tal. Ella no representa algo, no es ni signo ni significante, es ante todo un objeto que se identifica con esta mancha blanca det suefio freudiano. Por eso Lacan deber4 ir mas all de la Logica fa - pero, siguiendo la tradicin oral femenina, transmite el valor de |: , transmite el valor de la lica, més alld de Ja presencia/ausencia del simbolo filico en la sub- Tetra é aca, t 4 Dee . a través de las generaci * jetividad. Podriamos seguir este desarrollo en lo que fue Ia logick esta transmision, no cbstsnte, “al . Towra eye azn de ser. En del no todo en la enseftanza de Lacan como algo del ny todo signi: © cuando el natrador —el sujeto de | inal, ¢s el silencio quien habla: ficante, En ese campo, mas alld de la Logica félica, la funci6n de i eto de la enunciacién— es fiel, eterna e Ja letra, tal como Lacan la concibid, permite abordar y escribir lo.” que no puede ser simbolizado por el significante como en la parte: = que vacio”.® Yo encuentro eso muy bello. Cuand 0 es me historia, es decir su di muy bello. Cuando se traiciona Ja pasa por el significante, siempre replegada en el silencio. Ese sile eseo, el silencio no aparece mas que como cio es el de fa mujer en relacién con s{ misma, en relacién con su © El silencio es el sujeto que habla como el mejor de I habla en el libro ma _AnCTOE Ce 108 autores, Roracién de Lacan sobre lo que Santa Teresa lamé “el Castillo in ‘és valioso que es la pagina en blanco. No son terior”, modo de abordar el ello, el Es freudiano, como la sede d ae 2 . . __-Bina-en blanco. Se veré que la pagina en blanco es en si misma partido por Wittgenstein, “aquell otras letras toman su sentid ; 13 : eee t jo a partir de esta pagi hay que callarlo”.” Es ast como - dertas tradiciones talmidicas, la vigésimo eens que a * ces el cuentra este imposible de decir hay que escribir algo con las pax = hace posible todas |. . coer car digas es eso, con las palabras de mi historia puedo hada para leer. Es an poeta saoatol Jon dee planes no habria s gel Valente, quien punto es siempre el del goce femenino, mis allé del falo. _cacién fundamental de una letra. Por lo tanto, la pagi bl Be . P pagina en blan es el sujeto que habla y es también el objeto transmitido por su == habla. Cuando la historia ha sido traicionada, el silencio no es mas filica masculina de la sexualidad, esa parte de la feminidad que no. - : _ Nacio. Si se es consecuente con su deseo, es el silencio quien habla. goce. Eso produjo, a partir de la mistica Santa Teresa, toda la ela- otras que las mujeres las que pueden contar historias de la pé- ese goce confrontado al silencio de ella misma. Podrfamos toma ‘a letra, la letra mas importante de un alfabeto donde todas k: jas tein, Pero es ahi donde comienza el psicoandlisis; _© blanco es la letra mas importante de todo el alfabeto, po: Z , porque ella escribir algo en el lugar de ese silencio, sea hombre o mujer. dice esto de una manera muy precisa, dandole al blanco la signi! > ignifi- =discurso, si él & fiel a su discurso. Esta anciana se identifica con EL SILENCIO QUE HABLA 0 QUE ES VACIO amen de “La pagina en blanco” de Karen, Voy a hacer un res les aconsejo vivamente: Sé Blixen cuya lectura, muy instructiva, trata de un cuento dentro de otro cuento. del barroco 0 en Don Quijote, donde hay una novel 21, Wittgenstein, L., Tracars logic philesophieus, Paris, Gallimard, 1998, p. i 22, Dinesen, I, “La pégina en blanco”, en Cuent “as ob > , en Centos reunidos, ob. cit. CueRPOS QUE BUSCAN ESCRITURAS CUANDO SE LLEGA A LA PAGINA EN BLANCO ALGO DE LO.REAL ESTA PRESENTE ”? Se trata de un: el de cul ¢Cual es la historia de “La pagina en blanco’ ? Se convento de monjas en Portugal que tiene un privilegio. tivar el mejor lino con el cual se fabrica la tela més fina del pais, y = con ella, las sébanas nupciales para Jas princesas de la Casa Rell Hay una costumbre venerable en el cortejo de Jas familias reales: © al dia siguiente de la noche de bodas de una joven de la casa real, se muestra en el balcén del palacio la sabana de la noch bo con la mancha roja que significa: “virginem eam tenemus”, de; claro que era virgen”. Los gitanos en Espafia comparten esta tra: dicién necesaria para la transmisié no se lava ni se utiliza nunca més. El privilegio, el de recibir nupcial con el testimonio y nidad, En la galeria principal 7 cuadros con los fragmentos de la sébana nupcial. nombre de la princesa en el marco del cuadro. nificante que representa todas las historias. Pero, Ja extensa galeria, hay una ‘ela que ni in ningtin nombre en el marco, b tanee como la nieve. Es Ja pagina en blanco de Karen Blixe! pagina mis importante de toda esta galeria. Comenta la autora | convento tiene un segund io y el signo —la letra misma— de esa virgi- : , cada uno con él Es la cadena sig: en el medio de: reconoced la sabiduria de todas las muj que narran historias! [...] Es frente a la pagina en bla 1 las monjas jévenes y viejas permanecen de pie mis tempo sumidas en Jas mas profundas reflexiones. ;Mirad esta pagina, y Si tomamos ese cuento como una suerte de sueio freudiang la pagina en blanco viene al lugar de Ja mancha blanca de la ga ganta de Irma. Es algo que no cesa de no e: cién para poder escribir algo. Hay que subrayar que en ese oun la sébana serd una imagen del inconsciente real como tal. Vor intentar logicizar un poco ese cuento. ‘Vemos, en esta g: 23, Ibid. e de bodas mn del patrimonio. Esa sébana + a acambio el fragmento central de la sabana= 1 del convento se exponen todos los : 0 es como las otras. Es una: y el fragmento de sabana es gina en blanco donde: scribirse y es la condiz allesia de EL INCONSCIENTE, FEMENINO, ¥ LA CIENCIA princesas enmarcadas, la légica filica en ejercicio, es la feminidad del Jado filico. El cuento dice que viendo esos cuadros cada uno “puede tener toda suerte de fantasias filicas; por ejemplo, ver la ‘flecha de Cupido atravesar el coraz6n de la amada. Pero cuando © legamos a la pagina en blanco, podemos ser tomados por Ja an- © gustia, como el escritor delante de su pagina en blanco. Algo de lo real esta presente sin representaci6n posible. Es una otra alteridad que viene a ese lugar, no es un otro simétrico al sujeto. = Podemos incluso inscribir la galeria del cuento en el cuadro _como un cortejo de nombres de mujeres o de mimeros naturales ~ Caya lista es infinita. Los nombres de mujeres son el significante =» de la pérdida de la virginidad que genera interpretaciones diver- , n-blanco enmarcada y sin nombre. Podriamos hacer aqui una ~alusion a la Diosa blanca que aparece en El despertar de la prima- vera de Wedekind.* Lacan hace referencia a ella en su “Prefacio | El despertar de la primavera” diciendo que el Nombre del Padre _-se.pierde en la noche de los tiempos, y que antes del padre del *: Edipo, esta la Diosa blanca, sin nombre.” Hay toda una mitolo- _ gia sobre este espacio de la divinidad anterior al patriarcado y que est en el origen del Nombre de Padre. Es lo que Lacan enuncia, que el Nombre del Padre tiene un origen femenino. La pagina en blanco del cuento hace presente una otra infinitud que no es la del = -cortejo de los mtimeros reales, es [a infinitud de lo que no cesa de o-escribirse. 2Cémo se presenta ese real en la clinica? Es el ombligo del _Sueiio en el suefio de Freud. Tengo otro ejemplo que extraigo de Jos atentados terroristas que tuvieron lugar en Espafia en 2003. solegas de Madrid trabajaron en la “red del {1 de marzo” tra- tando a las victimas de esos atentados. En casi todos los relatos y timonios de las victimas, era explicito que lo que era traumatico é Tepetia en las pesadillas era lo que no habia llegado a pro- ducirse. “No pude ayudar a la persona agonizante al lado mio”; = 24. Wedekind, F., L Geil du printemps, Paris, Gallimard, 1983. » 25. Lacan, J., “Prefacio a El despertar de la primavera”, en Otros escritos, Bue- 0s Aires, Paidds, 2012. CueRPOs QUE BUSCAN ESCRITURAS “Perd{ el tren anterior que me habria salyado del desastre”. Cada" vez, algo que no cesaba de no llegar estaba presente en el testimo~ nio. Es la mejor manera de definir el real lacaniano traumitico. EL. INCONSCIENTE FREUDIANO ES LA PAGINA EN BLANCO Para concluir, Lacan podfa afirmar en su “Discurso de Roma’ “La ciencia gana sobre lo real reduciéndolo a la sefial. Pero ella reduce lo real también al mutismo”.’° Por lo tanto, cuanto mas la ciencia gana, avanza sobre su real, = donde todo parece escrito, cuanto mas ese real no cesa de escti- birse, mas ese real permanece mudo, més se vuelve fuera de sen- tido, mas el sujeto del significante y del goce permanece forcluido para volver como respuesta de lo real; pero, por lo tanto, mas el A psicoanilisis encuentra su sujeto confrontado al real del incons-, ciente, a su propio real, que no cesa de no escribirse. Cuanto mas. la ciencia avanza en sus impases, ms se encuentra el sujeto come: respuesta de lo real. Podriamos incluso decir que el psicoandlisis: = es la pagina en blanco de Ja ciencia, Cuanto mas se busca reducir 4 al sujeto —el sentido de su experiencia de goce~a los datos de las. imagenes de una resonancia magnética, por ejemplo, mas el sujeto se har escuchar en los significantes de su historia que cifran las resonancias seménticas de este goce mismo. Un goce que muestt: : siempre su costado no medible, como un goce mas alld del fal femenino 0 no filico. La feminidad, como espacio subjetivo més allé del falo, ¢s ¢l espacio més préximo, el que est4 mis en contacto con lo real det inconsciente, ese real que no cesa de no escribirse. El inconsciente no es una huella observable en el sistema nervioso, como lo ques rrian los cognitivistas, incluso aquellos que se dicen proximos af psicoanilisis, como Antonio Damasio, que querria encontrar inconsciente freudiano escrito en el sistema nervioso. El incon! ciente freudiano es la borradura de toda huella operada por el sige nificante, es la pagina en blanco. Lo que resta, lo que no cesa de 26, Lacan, J., “Discurso de Roma”, en Otros escritos, ob. cit., p. 151. EL INCONSCIENTE, FEMENINO, ¥ LA CIENCIA ae ibi i ~ no'escribirse en esta borradura, es “el inconsciente real”, tal como _. Lacan indicé una vez en su tiltima ensefianza y J.-A, Miller capté Bara extraer de ahi toda una nueva manera de leer a Lacan a partir ee: oe ; . . sa brajula. El inconsciente real, femenino, es lo que vuelve retomar esos hermosos versos de T. $. Eliot con los cuales voy a conclui Where is the wisdom we have lost in knowledge? Where is the knowledge we have lost in information? 2. El milagro del amor y su goce Silvia Elena Tendlarz 2El infierno es el destino reservado a los seres amantes? ¢Cual es 1 milagro? ;Sus desencuentros y desvarios? iLa ilusién de hacer ‘Uno de dos? | Existen en Lacan distintas teorias del amor que se articulan - con el deseo y el goce, y de ellas resultan distintos planteos en re- = Jacién con la sexualidad femenina. El primer abordaje del amor acentia la vertiente imagina- tia: reversibilidad de la libido narcisista que inviste al objeto y se vuelve libido objetal. Sobre Ja base de este planteo freudiano Lacan arma su primér tripode en el Seminario 4 de necesidad, de- “tanda y amor. El término aqui excluido es el deseo. ‘Tras la satis- faccion de la necesidad, el don mismo se vuelve un signo de amor. ‘De alli que Lacan formule que se trata por parte de la madre de “una doble frustracién: frustracién de goce, pero también frus- stracin de amor. El amor es un don. Y se demanda ese signo de amor, de lo contrario la madre surge nuevamente en su dimension eal, por fuera de la simbolizacién que otorga el Fort-Da. Con la introduccién del deseo se modifican los tres términos: ecésidad, demanda y deseo. El punto central que ocupaba el inor se desplaza al deseo y todo gira bajo la égida de lo simbdlico. amor sc vuelve simbélico y es definido entonces como dar lo no se tiene, es decir que queda articulado al falo y a la falta. i: demanda es sobre todo demanda de amor. CueRPOS QUE SUSCAN ESCRITURAS J.-A. Miller indica que tanto en la vertiente imaginaria como: en la simbélica Lacan se orienta por un “hay relacin” imaginaria propia del estadio del espejo, o relacién intersubjetiva en la vertiente simbolica del amor. El punto de ruptura lo da la afirmacién “no hay relacién sexual”! Ahora bien, si bien Ia necesidad Heva a demandar algo a alguien’ que se supone que tiene, en el amor se demanda “alguien”, es una’ demanda de ser. La demanda de amor apunta al ser del Otro. En la medida en que el amor es dar lo que no se tiene, la demanda de amor es una demanda de castracion. Miller lo expresa de la si- guiente manera: “Te amo por algo que esta en ti y que es lo que te falta”. De esta manera, el “divino detalle” es el signo de la cas- tracién del Otro’ y no ya una simple reversibilidad narcisista que expresa “solo te amo para verme como yo me amo”. El resorte del amor, desde esta perspectiva, es dar lo que no se tiene. Se trata de la relacién entre el amante, que “no tiene” y no sabe lo que le falta, y el amado, que “tiene” pero que no sabe: qué es lo que tiene. Entre los dos términos hay una discordanci un desgarro. Basta con amat para quedar atrapado en esa hiancia, afirma Lacan en su estudio sobre E/ banquete de Platén. El amor es una significacién producida por la metafora del amor. en Ja medida en que el amante sustituye la funcién del amado, como en el caso de Aquiles y Patroclo. La eleccién de Aquiles de seguir a Patroclo en la muerte hace que los dioses vean esta ma= nifestacién del amor como un milagro. “La eleccién de la Moira; del destino, tiene el mismo valor que la sustitucién de un ser por otro ser.” Encontramos asf dentro del envoltorio falico el amor » enlazado al ser. ‘También sefiala Lacan que Alcestes es la encarnacién misma del amor, puesto que ella sustituye a Admeto cuando la muerte va a buscarlo, y se introduce asi en el espacio del entre-dos-muertes. Esta sustitucién produce la metéfora del amor. 1. Miller, J.-A., La fuga del sentido, cap. 8, Buenos Aires, Paidés, 2013. 2. Miller, J.-A., Los divinas detalles, Buenos Aires, Paidés, 2010, p. 173. 3. Lacan, J., El seminario, Libro 8: La transferencia, Buenos Aires, Paidés, 2003, p. 64. relacién’ EL mILAGRo DEL amor ¥ SU GOCE La instantaneidad del amor es descrita por Lacan con un mito “que él inismo inventa: una mano se tiende y otra la alcanza. Pero no es una simetria: “Si la mano se tiende, lo hace hacia un objeto. La mano que emerge del otro lado es el milagro”.* No se trata ya solo del don de amor sino del deseo de un objeto. Dice Lacan: “El sujeto con quien, entre todos los sujetos, tene- mos el vinculo del amor es también el objeto de nuestro deseo”. » Amamos al objeto de deseo. Y afiade: “Si este objeto les apa- siona es porque ahi dentro, oculto en él, estd el objeto de deseo, ‘figalma”é El amor es presentado luego como la mediacién entre el goce y el deseo en el Seminario 10: “Solo el amor permite al goce condes- cender al deseo”, expresa Lacan con su aforismo. En Jos albores desu teorizacién de la antinomia entre el goce autoerético y el _ deseo que estd en relacién con el Otro, el amor funciona como mediador porque vuelve agalmatico al objeto de goce. Produce el velo necesario para que el goce se presente como deseo. Pero Lacan nos advierte que no hay que olvidar que la pasién dé Dante lo deja en las puertas del infierno. LA TENTACION DEL DESEO Cuando Paris debe elegir entre las tres diosas, Afrodita es ele- gida como diosa de la belleza por prometerle el amor de la mujer mis hermosa. Los semblantes con los que se construye la masca- ada femenina y el suefio de ser la mas hermosa conllevan un lazo particular con el amor. En las mujeres en posicién femenina convergen el amor y el _-deseo en un mismo objeto. Nada impide que al igual que los hom- bres también los separen, aunque con una salvedad: no se trata solo de la pregunta acerca de amar, sino, sobre todo, de por quién _s¢ hace amar. 4.Tbid., p. 65. 5. Tbid., p. 171. 6. Tbid., p. 173. CueRpas QUE BUSCAN ESCRITURAS EL MILAGRO DEL AMOR ¥ SU GOCE Lacan indica que la mujer espera ser amada y deseada pot-lo ge lel-falo y el complejo de castracién es necesaria.en el hombre que no es. No lo tiene ni lo es, el falo; busca entonces parecer: pero no en las mujeres. Ellas quedan en una relacién mas es- serlo y obtener el falo a través de la metfora del amor. La liber= : trecha con el deseo del Otro, al mismo tiempo que en relacién tad que tiene respecto del semblante le permite producir distintas _ Gon su goce no caen necesariamente bajo el yugo de la limitacién mascaradas para obtener el amor aiiorado y volverse tnica para -ilica. hombre, ese, incubo ideal, padre muerto o amante castrado, al que’ _. Pero, como contrapartida, la demanda de ser el falo del Otro dixige su demanda de amor. “yuelve a las mujeres mds dependientes de los signos de amor. El velo muestra y oculta. Sobre el velo se proyecta y se imagina, Para qué quiere Eva la manzana que le ofrece a Adén?, se pre- Ja ausencia, de alli que se vuelva el idolo que fija la condicién de punta Lacan. “Es el deseo del Otro lo que le interesa... ellas se eleccién de objeto masculino. A través de encarnar el velo, a través |: jentan tentando.”* Esto produce una apertura al Otro del amor. de la mascarada, las mujeres construyen su parecer ser y, al mismo Si bien son mds independientes de la exigencia pulsional por- tiempo, se sustraen mostrando una verdad de estructura: no toda que su goce no esté localizado, la demanda de amor, a su vez, se vuelve acuciante. La presencia del Otro estd tanto mds involu- frente al partenaire. Al hacerse desear la mujer se posiciona como objeto y recibe= = etada, de abi que la demanda de amor sea de presencia: obtiene "u satisfaccién de los signos de amor que espera recibir a través -de las palabras, El amor pasa por las palabras, pero no solo por = la demanda. Eso hace que las mujeres esperen con anhelo una en los mismos velos y mascaras con las que se ofrece como. se= _ palabra de amor. Es més, el silencio del hombre puede ser expe- fiuelo al deseo que excede al desciframiento filico. Asi, el signi: = timentado como falta de amor. La pérdida de amor, y sobre todo ficante se hurta y no logra vestir por completo el cuerpo de una "de la palabra de amor, toma la forma de una castracién. De esta mujer, y se fuga como por el tonel de las Danaides. -tnanera, el amor y el goce en las mujeres, dice Miller, se vuelven Lacan toma el mito de la creacién de Eva en el Seminario 10 en: indisociables. el que se relata cémo la mujer nace de una de las costillas de Adan. oS “Le han quitado esa costilla, no se sabe cual, y por otra parte ni le falta ninguna. Pero esté claro que en el mito de las costillas sé. trata precisamente de ese objeto perdido. La mujer, para el hom= bre, es un objeto hecho con eso.”’ Se desplaza asi del tratamient félico ‘de !a mujer a su posicién de objeto: al tomarlas como objeto = los hombres quedan més ligados a la pulsién y hacen del Otro un objeto a, revelando asi una verdad de estructura: el objeto a es Ja verdadera naturaleza del partenaire. En este seminario Lacan comienza su desarrollo relativo al goce femenino. Plantea que las mujeres son superiores en el do: minio del goce porque su vinculo con el nudo del deseo es mas Jaxo que del Indo masculino. La relacién entre la negativizacién deseo de falo. Pero no todo es el falo para Jas mujeres y existe un goce puesto. }OCE DEL AMOR E] recorrido de Lacan en torno al goce y al amor en Ia tltima ensefianza abre nuevas perspectivas. A partir del Seminario 20 el foce queda en antinomia con el Otro: uno goza del cuerpo, el Otro es un problema. Lacan indica que el verdadero partenaire © del sujeto es el objeto a. Tras el Otro se encuentra el objeto a. . Envel nivel del autoerotismo de la pulsién no hay Otro. Entonces, |=. gcémo a partir del goce autista se entra en relacién con el parte- ‘naire? Al gozar, hombres y mujeres quedan a solas. Solo el amor _restituye el lazo con el Otro. Se produce una funcién inédita del 7. Lacan, J., El seminario. Libro 10: La angustia, Buenos Aires, Paidés, 2011. 8. Ibid.

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