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Juan Friede, conocido historiador colombiano, miembro de Ia Academia Colombians de Historia, de la Real Academia de Historia en Madrid y de otras instituctones cientificas, quien ha sido profesor de la Universidad Nacional de Colombia y de varias uuniversidades norteamericanas, autor de importantes trabajos sobre la historia colonial, se aventura en el presente estudio a un campo nuevo para él, que es Ia historia de la Independencia. Con Ja acostumbrada seriedad y desapasionada investigacion de documentos histéricos, ha descubierto un aspecto nuevo de nuestra Guerra de Emaneipacion. Durante sus Investigaciones en el Archivo General de Indias y en nuestro Archivo Nacional ha descubierto un hecho poco conocido hasta ahora: un amplio movimiento que hubo tanto en Espaia como entre las autoridades coloniales inconforme con la recia politics pacificadora ejercida por los militares enviados a América por Fernando VIL. Con acopio de documentos histéricos su estudio demuestra que a ese movimiento inconformista pertenecian prestantes elementos de la sociedad y del gobierno peninsulares, Jos cuales rechazaban la politica de sangre y fuego llevada por los ““pacificadores”; situacion que a la postre favoreci6 la revolucion de Riego en 1820 en Espafia, cuando legaron noticias de la derrota del ejército expedicionario en los campos de Boyacs. Explica cémo aquel movimiento interno aporto de una manera ecisiva al logro de la Independencia y como impidid el envio a América de ejércitos auxiliares espafioles para proseguir la guerra, No nega el herofsmo de los caudillos de la revolucion americana pero considera que éste no hubiera sido suficiente para lograr la Independencia, sino conjugaren tanto Ia situacion favorable internacional como también aquel movimiento peninsular inconforme. Leyendo la obra del profesor Friede se tiene la impresion de que la excesiva valoracion de los héroes de la Independencia tergiversa la realidad ¥ sive de escudo a Ja actual clase dirigente, que se precia de ser heredera de aquellos hhéroes, para reivindicar una estima y derechos que no le corresponden. independencia americana vista por los espafnoles 986.103F630 61 ERC: R MUNDO- (0 Juan Friede LA OTRA VERDAD { la independencia } americana vista por los espafioles Primera edicion: febrero de 1972 Segunda edicién: mayo de 1972 Derechos reservados por EDICIONES TERCER MUNDO, Apartado aéreo 4817 Bogota, Colombia Impreso y hecho en Colombia Printed and-made in Colombia INDICE Introduccién. CAPITULO! Las autoridades espafiolas ante el problema de paciticacion ... CAPITULO II Las autoridades de Santafé se enfrentan a fos militares ... CAPITULO Itt E/ Consejo de Indias vuelve a condenar la politica de violencia. . CAPITULO IV Cartas acusatorias contra fos militares causantes de Ia pérdida del Nuevo Reino de Granada CAPITULO V Esfuerzos de la monarquia constitucional para recuperar ef dominio sobre sus colonias. CAPITULO VI Envio de nuevos parlamentarios a América y su fracaso “Los origenes de las revoluciones latinoamericanas como también las causas de la Revolucion Francesa, se consideraban durante un largo tiempo como eonocidos y comprendidos. Sin embargo, la modema historiografia fia Puesto cada vez més en dud las presunciones aceptadas anteriormente sin vacilacién. Antecedentes politicos, econdémicos, sociales e¢ intelectuales de aquellas revoluciones, ofrecen todavia un campo fructifero pora las Investigaciones, y el cuadro que surge es en extrema complejo”. ‘omunicacian de los profesores R.A. Humpreys y John Lynch al XII Congreso de Clencias Historicas, Viena, 1965, INTRODUCCION La época de la Independencia es tal vez aquella que con mayor acuciosidad ha sido estudiada por los historiadores, El imulo de escritos que dejaron los préceres debido a la propensién de la época a confiar al papel sus ideas y actuaciones y las dificultades que se interponfan a una comunicacién personal, han producido una vasta documentacion que permite seguir paso a paso la vida de los cauidillos de la gesta emancipadora en sus minimos detalles, incluso anecdoticos. Este efimulo de la documentacién personal: cartas, informes, proclamas y luego las memorias, indujeron a los historiadores americanos a ocuparse més que todo con estudios biograficos, muchos de ellos interpretativos de acuerdo con el credo politico 0 ideoldgico de tal o cual autor. Menos estudiadas quedaron las causas econémicas, politicas ¥ sociales de la Independencia y el favorable momento historico intemacional en que se desarrollaba La historia de Ia Independencia aparece todavia, ala luz de la literatura histérica, como Ia suma de acciones individuales, més que todo militares y politicos, de una generacion’ que parece actuando en el vacio, sin la concurrencia de aquellas condiciones que la engendraron, apoyaron y que decidieron el éxito final, Y ciertamente, pese a la vasta literatura biografica, a las repetidas descripciones de Jomadas y batallas y a las abundantes colecciones de cartas ‘cruzadas entre los caudillos de la lucha contra Espaiia, no tenemos todavia una obra historica que abarque la época de la Independencia por todos sus aspectos; aunque tal investigacion es indispensable para poder valorar en su justo grado las actuaciones de tal o cual caudillo y apreciar su contribucion a los designios histéricos del movimiento emancipador americano, La investigacion de todos los aspectos de la Independencia es vasta y necesitaria una exclusiva consagracion, que se haré, esperemos, algin dia, bien, en equipo o individualmente, prescindiendo de los ‘“héroes” y tratando, mediante el ‘estudio del abundante material conservado en los. archivos historicos, revelar el papel que ‘cumplieron|as fuerzassocialesactuantes, la constelacionpolitica nacional ¢ internacional y las causas econdmicas, politicas espirituales que motivaron, fortalecieron y llevaron a feliz trmino el movimiento independentista. ‘Tal investigacion expondria muchas facetas de ese movimiento no esclarecidas todavia suficientemente por la historiografia, {Fue la Independencia americana un movimiento social y econémico, o netamente politico? ;Tratdbase de una lucha dentro de un movimiento republicano universal para abolir los regimenes monarquicos, o era un hecho aislado? Fue la Independencia in movimiento popular, reivindicador del derecho del pueblo @ una vida mejor, o solo el de una clase minoritaria que aspiraba a sustituir la administracion espafola y ejercer las prermogativas de que ésta habia gozado? jTratabase de un Tnovimiento progresista con el fin de librar al pais de las Uabes impuestas por el régimen colonial en su progreso economico, politico y espiritual, o de un simple golpe de estado para apoderarse del gobierno? Era ese movimiento el fe una clase consciente de sus intereses, o fruto de la ambicion personal de algunos individuos? ;Tiene la Independencia una conexién con la general efervescencia ocasionada por la Gran Revolucion Francesa de 1789? Todas esas preguntas esperan todavia una contestacion. Lo cierto es jque, dentro del contexto de la historia mundial, la lucha por la Independencia Hispanoamericana sobrepasa el limite geogréfico en que se desarrollaba, Al igual que el Gesprendimiento de los Estados Unidos del imperio britinico y la yevolucion de 1789, el movimiento americano era un @slaban de la amplia revolucion social —por varios aspectos no concluida actualmente— contra una caducada y obsoleta estructura social fincada en el pasado, que politicamente representaba el orden monarquico. Con acierto escribia Pablo Motillo el 18 de abril de 1815 al gobernador de la isla de Santo Tomas: “Todas las potencias de Europa estén fuera de su nivel (sic,) por las ideas de independencia que tanto han minado 10s’ tronos”. Y afiadia: “Su Majestad Catolica 10 —Fernando VII— ha contribuido més que ningin otro Muonares &destruirel germen io ‘aad ioeay"™(1) 2a aaa E] presente estudio no aspira a rellenar el gran vacfo que se observa en la historiografia al tratar la Independencia como un hecho aislado, Sélo tiene por objeto lamar la atencién sobre un aspecto poco tratado por los historiadores: los movimientos politicos que en la propia peninsula minaban el orden social establecido. Se tergiversa el cuadro de aquella Espafia contra la cual luchaban las fuerzas insurgentes. La tondencia general de los historiadores americanos de basarse en documentos en cierto modo regionales —pues ilustran prineipalmente si no exclusivamente “Jo de aca”, lo que se pensaba y como se actuaba de este lado del Atléntico— originé una despreocupacién por el estudio del contrincante: aquella Espaia que aparentemente solo conocia un modo de actuar ahogando en la sangre la sublevacién de sus colonias. Como prototipo del espafiol de aquella aciaga época se considera a un Pablo Morillo, Juan Samano, Pascual de Enrile; planteamiento un tanto simplista que impide el juicio desapasionado sobre el cardcter de la contienda. Crigina la idea de una falso Bspaa, como si les onvulsiones sociales y politicas que estremecie: a fines del siglo XVII princtplos del XIX no tuvieran efecto sobre la poblacién espafiola y sus clases dirigentes, y no hicieran ver —aunque fuera tan solo a un sector de la poblacin— que un anhelo popular como el americano no era posible acallarlo por medios violentos asi como los empleados por los franceses no habian logrado doblegarlo en la Espafia misma, El presente estudio tiene por objeto demostrar, a base de algunos documentos, que: 1) la situacion intema de Espafia aporto en grado decisivo al feliz resultado de la revolucién americana; 2) que un Morillo, Sémano o Pascual de Enrile no eran figuras representativas de toda Espaiia; y 3) care ta misma Expafa hubo una decidida oposicion a la i fuego con que se protendit Pisgaecaceiates ona oa eis 1, Rodriguez Villa, Antonio, El teniente general don Pablo Morillo, primer conde de Cartagena, marqués de la Puerta. Madrid, 1908. ‘Tomo I, 409. " Y ciertamente, no es dable suponer que la influencia de Ja Dustraci6n, delos! postulados universales de la Revolucion Francesa, la’lograda independencia de Norteamérica y la valerosa lucha del propio pueblo espafiol contra la invasion francesa, no hubieran originado en vastos circulos peninsulares la comprension hacia el movimiento de las colonias hacia la libertad y la independencia, La Constitucion de Cadiz de 1812 dio un paso —aunque timido~ a la yepresentacion popular que incluia la participacion, aunque limitada, de los pueblos americanos, Era un avance hacia un liberalismo que se gestaba en Espaiia desde el siglo XVIII —la lustracion— y que no pudo desaparecer de golpe con la restauracion de Fernando VII al trono. Los documentos atestiguan la persistencia de un partido de oposicion al despotismo del gobiemo; la cual el monarea no pudo suprimir peso a las drasticas medidas que habia adoptado. El evidente fracaso de la clique militar en su politica “pacificadora’ Ilevada a cabo en las Américas, iba fortaleciendo ese partido de oposicion. No era una casualidad que la revolucion de Riego de 1820 estallé precisamente cuando se trataba de Pues la caida del Nuevo reino de Granada en manos de Bolivar el 7 de agosto de 1819 hizo patente la incapacidad del gobiemo absolutista de Fernando VII para afrontar la situacion, y la ineptitud del enviar nuevos contingentes a América, partido militarista que lo mantenia en el poder.(2) Pexseguido incansablemente en Espafia, aquel partido de oposicion se vio fortalecido por la ineficaz y monarea para Goblegar la insurreccién, Los documentos estudiados en el ‘Archivo General de Indias —aunque someramente, pues el tema cae fuera del marco de mis usuales investigaciones— patentizan el hecho de como se iba gestando en.Fspafia un partido politico que rechazaba la accion de la autoritaria Clique militar y su método de emplear la fuerza como tnico medio de reincorporar a la corona las provincias insurgentes; contraproducente politica Ievada por el 2, Con mucha vaz6n enlaza Vicente Lecuna la revolucin de Riego ‘con la caida de Bogota en manos de Bolivar (Véase: Lecuna, Vicente, Cronica razonade de lat guerras de Boltvar. Nueva York, 1980, pig. 317) 12 partido que contaba muy pronto con gentes que ocupaban altas posiciones en la vida social, politica y administrativa, Casi desde un principio, cuando habian legado noticias sobre las acciones represivas de Morillo, se produjeron serias divergencias en las altas esferas del gobiemo acerca del método a seguir ante la creciente expansion de la revolucion americana, Hsas divergencias crecfan por momentos y desde el punto de vista de la objetividad histérica, es insostenible pasar por alto la influencia que tavo el partido de oposicion fen el desarrollo de la lucha de los pueblos americanos, ¢ ignorar su aporte indirecto al buen éxito de esa lucha, Tal aporte merece mayor atencién de los historiadores que todavia tratan la Independencia como consecuencia Gnica de las acciones individuales de los “héroes”, a través de siempre repetidos estudios biograficos. Las fuentés espafiolas reflejan la verdadera situacion: el feliz éxito de la guerra de emancipacién no ha obedecido tan sélo a la favorable constelacion politica, econémica y espiritual de Europa a principios del siglo XIX sino también a la existencia en Fspafia de ese partido de oposicién que involuntariamente ‘cumplié el papel deunaespeciede‘quintacolumna”,aportando. a la lucha americana un elemento de peso para su éxito final. La actuacion de Femando VII ante esa creciente oposicion fue ambigua ¢ insegura, El monarca se apoyaba esencialmente sobre el grupo militar que lo mantenia en el trono. Parecfa obvio que Ia insurreccién iniciada en 1810 no fue ni prematura ni accidental —as{ como Ia tildan algunos historiadores— sino la continuacién de las revoluciones de los Comuneros de 1780 en el Nuevo Reino y de la de Tupac Amari en el Peri, contra las trabas impuestas por el gobierno espafiol al progreso del bienestar de sus posesiones americanas, Con referencia al Nuevo Reino de Granada, Blas Lamota, coronel de la infanteria espafiola, informaba al rey el 11 de agosto de 1815: “Y si Vuestra Majestad pidiere los autos y expedientes de la sublevacion que en los afios de 1780 consterné la capital de Santafé, hallard Vuestra Majestad en ellos que fueron las cabecillas de ella, los padres y parientes ce los que han promovido y mantenido la del afio 1810 que todavia dura, Siendo de notarse —continuaba— que no solamente fueron indultados sino premiados los 13 i entendida”.(3) Era pues yr una politica mal entendic ae Base rear definiivamente ex espinn belde¥ os i “ales de Morillo en Venezuela y en el Nue Exits ine eforzaron la influencia del partido miltaista en ff corte: partide que naturalmente abogaba por el emp! Ta fuerza. Los acontecimientos en Margarita parecian dar razOn esa politica, Las insirueciones originales dadas « Noto rd jon pacificadora el noviembre | 4 a eeeeeSeupada la isla. de Margarita, se emplearin para toe los_medios 8 mn orden todos i foriese, pero el 1 de abril de 1816, ese a reconqulsta ia ‘Arismendi y las represalias que habia tomado, de Ja it Reyoeadas esos instruccioues. “Convencido Su Majestad por esta experiencia que la dulzura y clemencia qe Malesia! Pomplace en ercer con sus amados vasallos no ha diucido en los descarriados ¢ ilusos de esos dominios Tos bhuenos efectos que tan justos debieson esperase, "10 S02) ia la seguridad de os demés, el rey a, Gompromet ts fnentimiento”, las “medida fuertes y de rigor mne sé habiun tomado.(6). E ae yue esta. obstinada —comprensible i cami resistencia al imperialismo espafiol la que produjo el suse 31° ido militarista en Espafia. A su influencia | deb\o fe Bestitucion del virrey deja Nuorn Granade, Francis ntslvo -autorided civil que trataba de encauzar, el Mont mquiniado hacia su recuperacton por mediot ‘1 a comprension— y el nombr: feos ¥ O° an Gimeno, viejo milltar, partidario de la alice 3 zadas”. La Espafia oficial no se i “payonetas aguzadas : Politica venta 'de_ que. los éxitos,iniciales del_eferelto expuiconr, anton Venez ya cea wn pasajeras y que mas In dessin ae Pile-eas Tos gobiernos republicanos (época de Santalé, legaio 549. 3, Archivo General de Indias, Sevilla, Audiencia Santafé, legai 4, Rodriguez Villa, Tomo II, pig. 443 5, Ibid, Tomo III, pag. 44. “ “Patria Boba”) que a una verdadera y definitiva sumision a Espafia. Bl jubiloso recibimiento que esperaba a Morillo en Bogota y su verdadero “paseo” desde Cartagena a aquella ciudad, ‘sin encontrar la minima resistencia después de la desintegracion del ejército patriota en Cachiri, eran Ia expresion de la profunda desilusion de los neogranadinos con los gobiernos republicanos del pasado, pueblo harto de las rencillas y_rivalidades personales entre los caudillos de la tevolucion que con luchas partidistas y regionales hab fan Nevado al borde del abismo la “Patria” cuya redencién pretendian, Con razén podia declarar Morillo en su proclama a los habitantes: “Yo soy duefio de todas las provincias de Venezuela y de este virreinato, por la fuerza de las armas y > por el amor de la masa de los habitantes que son fieles al rey”.(6) Pero ni Morillo ni Samano, més militares que politicos, supieron aprovechar esa situacion favorable. Su. politica represiva contra el elemento civil no tardé en convertir la inicial simpatia popular hacia Espafia, en un odio implacable. Guerrillas populares cubrieron pronto la Nueva Granada, desorganizaron las comunicaciones, incitaron la poblacion a In general rebeldia y constituyeron un aporte decisivo a la derrota que el 7 de agosto de 1819 sufrio en Boyacd Ia tercera division al mando de José Maria Barreiro.(7) Esos éxitos iniciales del ejército expedicionario no lograron, empero, convencer al partido oposicionista en Espafia, y las alarmantes noticias que seguian llegando desde América le daban razon. La efervescencia en las colonias seguia su curso. Se extendié por todo el continente americano desde Chile y Buenos Aires hasta la Nueva Espaiia (Mexico). El movimiento independentista encontraba benevolente acogida —abierta o solapada— entre las Principales potencias europeas y los Estados Unidos, Paises que aspiraban a romper el coto que de su imperio colonial habia erigido Espafia y que impedia la expansion comercial de aquellos paises capitalistas. Tal circunstancia y 6, Ibid, pag, 96. 1 de junio de 1816, Véase: Friede Juan, La Batalla de Boyacé o través de los Archivos Espaoles, Bogotd, 1969, Capitulo III, pags. LI-LY, Ia ayuda que estos ‘iltimos brindaban a los patriotas “que Ia Hebi posicion de Espafia no podia impedir— reforzaba el partido oposicionista en Expafa, el cual bregaba: por Biabandono de la obsoleta politica colonial, monopolista por fradicion, para alinearla a la nueva situacion intemacional. Y asi encontramos entre los miembros de los Consejos de Indias Y del Estado, de la Junta de Guerra e incluso entre los Fiscales, voceros de los intereses de la monarquia, individuos {que se oponian al régimen del terror introducido en América for la clique militar, la cual queria a toda costa conservar el Ya extemporiineo ciego sometimiento de las colonias a su madre patria, ‘Con todo, pese a recibir en ocasiones un aparente apoyo de Femando VII, 1a oposicion no habja logrado influiren los Gcontecimientos. El ineficaz y persistente sistema de Sgobiemo por control remoto”” a base de informes que tediamente llegaban a Espafia, impedia la fiel evaluacion de Tn situacion general y la adopcion de una clara y precisa Politica de como iratar el problema americano, Aquel RStema, que durante siglos habia logrado, mal o bien, Gonservar las colonias bajo la dominacion espafiola, era ya {neapaz de afrontar una situacion explosiva, en la cual jugaban intereses no sélo de los americanos que habian gleanzado un cierto grado de progreso econémico y un Rotable aumento demogratico, sino también los de las demas TMeciones en proceso de industrializacidn, las cuales buscaban uevas fuentes de materias primas y nuevos mercados para sus productos industriales. ‘Aunque la situacién intemacional presagiaba el ineludible desprendimiento de las colonias americanas de su madre patria, no seria justo olvidar el aporte indirecto a la emancipacion que dio ef partido espafiol oposicionista. La fccuela americana que podriamos llamar ‘‘nacionalista” hace eaeetmiso’ de la precaria situaciOn interna de Espafa después Ge las guerzas napolednicas, 1a cual préctidamente paralizaba fel eruerzos de la reconquista, Tampoco acepta el importante papel que cumpli6 la tevoltcion de Riego, la cual impidio ya de una manera definitiva el envio de una fuera hilitar para lograr la reintegracion de las colonias al imperio Gspafiol, Al leer las obras historicas modemas que siguen Cerwhndo el “herofsmo” de los caudillos de la revolucion Timericana, se tiene la impresion de que no obedecen al 16 verdadero deseo de esclarecer la realidad histérica sino al dé justificar la actual situacion privilegiada de una c a Faseitaria.” que" se prec’ de" ear Leredera cae Om caudillos de la revolucion, y de tener, por consiguie: ne “a erecho. de gobemar los detinos dela atte tepetin as. La historiografia “‘heroica” recuerda las insistentes Beticlones elevadas en las postrimerias del siglo XVI y aun pare le HAD reclamando favores especiales y una stuason, eli, nde solve Ls romay de su Recast colette ateceans ten ee congistadory no debems oda que uchabs con aan de sca conta nds primis, amas. con nz teosy ech de mudora. dead de seis) oxide eid htt ce ‘poey y olevor- In dpudsdexbtnta ene fe ds partidos contendientes, espafiol y patrota, durante la guerra pe reeleaelbn., iNo vamos a negar el valor y arrojo de aoe, a revolucion! | Pero en el con tata ie sup trie desproporelon ene hs vet de ae a jiepce “sido AIK ponan fa dot pao ontrincantes para lograr sus fines politicos, era casi tan poe ea que antafio existia entre los indios y sus Gonguiiaore oe Vi. Todas vent gba et aor Pe reiou la primera fase la lucha entre 1810 y ete le la Independencia fue favorecida por la eerie cea de la peninsula y la debilidad de las toilets ce naga DIL Sc eosccln na soda fs, ene 1315 y' 1820 s8 Gers favorecida por Ia débil posicion de Femando Vil en eat intemaconel y 1s tenson ntrna orga por een per ye le terror en la propia Espafia(8). Y en la tercé , de 20 a 1823, la fragil monarquia coobtituc al Con lt erica de haem pole, Dolvr obsess s ee -cién la sorda lucha interna que imperaba en Espafia. Er zi célebre carta de Jamaica exclamaba: “ ;@ué locura de la nuestra enema pretender reconaistar la Américe sin marina, sn tao y W carente de recursos, era incapaz de doblegar la insurreccin americana No es mi intenci6n denigrar el valor de los caudillos de la lucha por la independencia; lucha noble y justa como lo es cualquiera en que un pueblo lucha contra la tirania y la * opresion. El objeto de mi presente estudio es solamente enderezar el falso concepto que se quiere imbuir en el animo el pueblo americano de que la independencia obedecia solo ‘al “heroismo” de sus caudillos, como si para lograrla hubieran tenido que vencer escollos inexpugnables, ingentes Gificultades, impedimentos y obstaculos insuperables. La Yerdad es que el momento histérico en que se produjo la separacion de las colonias de la metropoli_ no pudo ser mas propicio para la emancipacion:1) América madura para entrar én el concierto intemacional de las naciones; 2) presion y ‘apoyo recibido de los paises avanzados con el fin de abrir para si nuevos y libres mercados de consumo y fuentes de extraceion de materias primas;y 3)lalucha politica dentro de Espafia misma, la cual, junto con el atraso econdmico y la obsoleia estructura social, era incapaz de frenar la evolucion de sus colonias hacia la independencia. El estudio de la constelacién historica del momento permite una vision més amplia que la que adoptan Eeneralmente los historiadores americanos, Uni exagerado sentido nacionalista de este lado del océano ha deformado el @uadro de aquella Espaiia que luchaba por conservar sus colonias en condiciones internas y extemas adversas desde todos los puntos de vista, Esa desesperada situacion de la metropoli explica —aungue no justifica~ su desgraciada politica pacificadora con que trato en vano de conservar su Imperio de ultramar; politica que era en esencia igual a la adoptada ain iltimamente por los demas paises imperialistas Cuando veian tambalear bajo sus pies un terreno que mal o bien habfan ocupado en el pasado, Espafa perdié la batalla como la han perdido las demas potencias colonialistas. Los métodos represivos que utilizo a prinicipios del siglo pasado casi sin soldados, pies los que tiene apenas son bastantes para jetener a su propio pueblo en una violenta obediencia (Lecuna, Vicente. Simén Bolivar, Ideas politicas y militares. (1812-1830). Buenos Aires, 1945, pag. 90. 18 poco se diferenciaron e inchiso eran menossangrientos quelos que hemos presenciado en el presente siglo, cuando Francia Inglaterra y Espafia misma trataron de conservar sus posesiones coloniales en Africa o Asia Tos belgas en el Congo, los holandeses en Melanesia o el papel de EE. UU, en las Mlipinas, Puerto Rico y tltimamente en Indochina. Pero vale la pena destacar —y esto es el principal Sia_mencionar los objetivo del presente trabajo— que en la 6 Dec eee a politica a sangre y fueKo. La oposieion al imperalismo tiene hondas raices historias en Espaa. Desde tiempos attés no fltaron gentes y partidos peninsulares que rechazaban su recia politica imperialista, Entre el inconformismo del gran dominico Fray Bartolomé de las Casas a mediados del siglo XVI y los planes del Conde de Arancla en la seyunda mitad lel XVII, hubo muchos vaticinios de la pérdida de las Indias, si Espafia no cambiaba su politica colonial. Sin embargo, la rigidez de la estructura social espafiola, la pesadez desu onganizacién burocritica, las arraigadas tradiciones y la ceguedad de los gobemantes impidieron que esas eriticas y planes de renovacion indujeran a cambios substancials en la general orientacion politica de la metr6poli hacia América a jo largo de los sigios de su dominacion, El proceso de la paulatina pérdida de las Indias comenzé a raiz misma de la conqui raves ci 6 gonauiia ya través de muchas viistudes eulmin6 con Ia publicados inextenso por el autor en el BOLETIN CULT CAPITULO | Las autoridades espaiolas ante el problema de pacificacion Desde Ia llegada a Cartagena del virrey del Nuevo Reino de Granada, Francisco de Montalvo, comenzaron los roces entre él y Pablo Morillo, jefe militar del ejército expedicionario. Uno, representante de la autoridad civil y otro, de la militar,’ no concordaban en los métodos mas adecuados para pacificar el territorio reconquistado.(9) Bs posible que la desesperada resistencia de Cartagena y las noticias sobre los sangrientos sucesos en Margarita provocadas por Arismendi, exasperaron a Morillo induciéndolo a considerar que ‘solo con la fuerza podria doblegar la insurreccién americana.(10) Pero es mas probable que como militar de carrera no concibiera otro modo de obrar. Por su parte, Montalvo, responsable como virrey ante las autoridades peninsulares por el gobiemo de las tierras reconquistadas, tenia ideas distintas sobre el modo de encauzar el territorio bajo su mando hacia la normalidad. 9. Las instruceiones que se dieron 2 Morlllo para su expedicion parecian prever las divergencias que se habran de producir entre ambos jefes. Un aparte de ellas decfa: “La buena armonia que ‘observen el virrey de Santafé y ol general don Pablo Morillo, seri un medio muy seguro no solo de que se tranquilizaran las vast reyiones confiadas al mando de ambos sino que contribuiré cficazmente a la pacificacién del Rio de la Plata (lugar donde originalmente debia dirigirse Ia expedicion de Morillo) yategurara el Pera “(Rodriguez Villa, Tomo I, pag. 442). 10, Véase el proclama de Morillo desde Ocafa en 1816 y divigida a los. margaritefios (Rodriguez Villa, Tomo IIT, pag. 36). Preferia acciones mas civiles que militares.(11) Ya con referencia al castigo de los prisioneros tomados en la reconquista de Cartagena se suscitaron serias divergenciss entre ambos jefes, originando el 7 de febrero de 1816 la necesidad de pedir instrucciones exactas a Espafia.(12) Después de la ida de Morillo a Bogota —el virrey quedaba en Cartagena— se produjeron nuevos roces. Quejas y mutuas ‘acusaciones por parte de los dos jefes dejaron una abundante documentacion, que permite estudiar el carécter de la animosidad y de la postura de ambas autoridades ante el problema de la pacificacion. Segtin se desprende de las consultas del Consejo de Indias fechadas el 14 de febrero de 1817,(13) el 14 de agosto del afio anterior Montalvo habia informado a Espafia sobre sus diferencias con Morillo en lo referente a los gastos que demandaba la subsistencia del ejército expedicionario, El virrey exponia la precaria situacion econdmica y fiscal del Nuevo Reino empobrecido por la pasada guerra, las exiguas ‘entradas de! fisco y el considerable descenso de la produceion agricola e industrial del pais, Era imposible, declaraba, sostener el numeroso ejército que acampaba en Santafé con el Producto de las rentas ordinarias, incluso contando con préstamos y contribuciones extraordinarias, Se quejaba de que Morillo no tomaba en consideracién esa precaria situacion del pais, ni seguia las directivas que él, como virrey, le estaba dando. El general no definia la fuerza militar necesaria para la seguridad de 1a capital, cuyo sostenimiento vaciaba las cajas reales. Impedia la buena marcha de la administracion y la distribucion equitativa de los disponibies recursos fiscales. En otra consulta de la misma fecha, originada por un 11, Sexin se desprende de Ia carta del Ministro de Guerra a Morillo, fechada el 22 de octubre de 1816, Montalvo reivindicaba el derecho de confirmar o rechazar las sentencias pronunciadas por el Consejo de Guerra; derecho que correspondia a Morillo, como :efe del ejército, (Ibid. Tomo II, pag. 108). ‘Archivo General de Indias, Sevilla, Audiencia Santafé, legajo £49. Tia. nuevo informe de Montalvo fechado el 29 de agosto de 1816, el Consejo informaba al rey que Morillo habia instalado arbitrariamente un Tribunal de Cuentas en Santafé, pese al legitimo que funcionaba en Cartagena, Cobraba las rentas de varias provincias, imponia multas y contribuciones a Ia poblacion y gastaba todo segtin su parecer, A las protestas del vimrey, Morillo habia exigido se enviase a Santafé dos oidores, ¥ cuando Montalvo lo habfa rehusado para no desmembrar la Audiencia, el general nombro arbitrariamente dos contadores y seguia disponiendo de los fondos puiblicos a st antojo. El Consejo de Indias censuraba la actitud del autoritario general y recomendaba expedir una orden a Morillo de que B5e abstenga de apropiase facultades que no le estén permitidas y son peculiares del virrey” y que sélo se ocupase “en lo puramente militar que le esta encargado”, que deshiciese el Tribunal de Cuentas que habia instalado y respetase todas las disposiciones del virrey en lo referente a ia administracién fiscal. Sugeria que ambos jefes elaborasen un pplan de conjunto para cubrir los gastos que demandaban las fropas, aunque cuidando de que no “sea gravada la real hacienda ni tampoco aquellos habitantes (?/ )”.Insistia en la necesidad de que Morillo “nada obre sin acuerdo del virrey” y urgiaa Montalvo aque se trasladase con la Audiencia cuanto antes a Santafé de Bogota, Consta en el expediente que el 28 de febrero de 1817 esas recomendaciones encontraron pleno beneplacito del rey. El 8 de marzo se expidieron las ordenes correspondientes @ ambas autoridades; aunque sin sefialar de qué manera cubrir los gastos de la expedicion sin gravar el fisco ni los habitantes. Yaen esta primera diligencia pueden observarse las fallas que ocasionaba el gobiemo por “control remoto”, Las desaveniencias denunciadas el 14 de agosto de 1816 se ventilaron en el Consejo en febrero del afio siguiente. Las Grdenes correspondientes se expidieron en marzo. Llegaron Pues a su destino pasado un aho de los acontacimientos cuando la situacion habia 1 n er ya experimentado grandes 14. No es por demas transeribir algunos parrafos de la carta de Morillo. fechada en Calabozo, el 22 de diciembre de 1817, y su ren violenta a las citadas recriminaciones, “Después de sacrificios que 23 wiembre del mismo afio 1817 se ventilaron en OF eateelo mucvas denuncias de Montalvo contra Morill(15) Lacarla del vinrey est fechada ol mismo mes Y fa pero del aiio anterior. En ella infor Storie dispuso arbitrariamente de los caudales existntas on ales cajas de Bogoté, cuyo mo ju CSntribuciones impuestas a los habitants elev 4,680,000 Todo esto, se quejaba el virrey, b pesesitado. Para el sostenimiento dela guamicion de Cariagena ‘Morillo habia envisdo sumas insuficientes aun tontando con donaciones voluntarias de los comezeiantes de Ja plaza, El vtrey reclamaba que su autoridad solo abarcaba Cartagena y les provincias adyacentes de Antioguia y del Choco, mientras el resto del pais estaba gobernado de hecho por Morillo, quien “ademas exigid nuevas multas y trastome fl sistema ‘de distribucion y recaudacién de rentas, sin sujecion a las leyes ni contar para nada con el virrey”. El Segundo de Morilo, Pascual de Bnrile(L6),_infornat Montalvo, obligaba a la poblacion civil @ ejecutar trabajos Initiles en los caminos, especialmente en la provincia de ‘con el seficr virrey —escribfar—, sufriendo hhice para contemporizar co) oe hasta lo infinito el tono petulante de su correspondencis | esaives que a cada paso hacia de todas mis disposiciones, haya Gsado sorprender al Ministerio y Supremo Consejo de Indias con tuna imputacién, .., en desdoro de mi opinion y del buen crédito "1 ya sobre manera mi de mi conducta”, “Ha turbado —continuab: tspiritu —la orden de que me abstuvise de apropiarme facutades {que no me estaban permitidas y que me ocupase en fo puramente militar que me estaba eneargado, .. El general Montalvo, en toda fu vida militar, no ha estado ala eabeza de ningtin cuerpo, di © ejéreito, ..”, Si Montalvo lo hubiera acompafado a Bogoté, escribia, hubiera visto “la diferencia que hay —entre— dictar una providencia con el sable en la mano —y~ extenderla con acuerdo de asesor en el fondo de un gabinete, .." (Rodrfguer Villa. Tomo TH, pgs 47071) 15, Archivo General de Indias, Sevilla. Audiencia Santafé, legajo 549, 16, Enrile fue el general de la flota que bloqued a Cartagena por mar durante el asedio de Ia ciudad. 24 Antioquia donde impuso tal obligacién a més de 4000 habitantes. Sefialaba que la medida exasperaba la poblacion, ¥ una vez més, el “gobiemo por control remoto” demostré su nefanda influencia: las denuncias del virrey exan extempordneas pues Montalvo ya habia sido removido de st cargo, pese a la aparente benevolencia que traslucen los documentos anteriormente citados. El 9 de septiembre de aquel mismo afio, 1817, Juan Samano, gobernador interino de Santafé, habia sido nombrado virrey en su reemplazo. Ese Juan Sémano, adicto en cuerpo y alma a Morillo, fue altamente apreciado por el general.(17) Bl exvirey, anunciaba el nombramiento, viajaba aLa Habana para restaurar su quebrantada salud. Simulténeamente con ese cambio en el gobierno de la Nueva Granada, se confirmaron a Morillo los poderes extraordinarios que habia recibido al embarcarse a América. practicamente revocados por las Ordenes reales que hemos citado. El nombramiento de Sémano y la confirmacion de los poderes dictatoriales a Morillo constitufan una sefalada victoria del partido militarista en Espafia.(18) Obedecian probablemente ala ocupacion de Guayana por Bolivar y a los éxitos militares que obtuvo San Martin en Chile, Parecia que ante tal emergencia Ia solucion debia ser la militar, Ademés, por el'mes de junio del mismo afio llegaba a Espafia el ya nombrado Pascual de Enrile, enviado por Morillo para defender la politica de su jefe, exponer al rey la grave situacion en que se encontraba ‘el ejército expedicionario, sefialar la urgencia del envio de tropas auxiliares y ofrecer un plan general para doblegar la insurreccion, Es posible que Enrile interviniera en el nombramiento de Juan Samano y en 17, Morillocolma de elogios a Sémano: “Muy alto concepto merecen sus hazalias y extraordinarios servicios, ,, Ha seguido conmigo en la mayor armonfa y en cuanto ha estado de su parte”. (Rodrfguez Villa. Tomo II, pag. 501, Valencia, 25 de enero de 1818), Morillo se quejaba al Ministro de Guerra en su carta del 19 de septiombre de 1816 que Montalvo “no tiene cuenta la autoridad ‘con que Su Majestad me ha revestido, ni la consideracion que se debe a mi mando, ni se hace cargo de las medidas que se toman euando se entra a sablazos en un pais”. (Ibid, pag. 218). 25 A Ja destitucion de Montalvo. De todos modos el cambio del gobierno disipaba las causas de la peligrosa dualidad y Giscordia entre los poderes civil y militar en_pafses recientemente recuperados, pues Morillo y Samano pertenecfan al mismo bando. De ese modo fueron entregados ‘2 los militares los dos paises pacificados, el Nuevo Reino de Granada y Venezuela. La clique militar se apoderd del gobierno, prosiguiendo su politica “pacificadora” hasta su completa derrota. see En la memoria presentada al Consejo de Indias por Pascual de Enrile y Alcedo, brigadier al mando de la flota del ejército expedicionario,(19) se relataban minuciosamente los sucesos acaecidos en Venezuela y en el Nuevo Reino de Granada durante la campafia, desde el desembarco del ejército en la Margarita hasta la ocupacién de Bogota, Enrile era vocero de los militares que abogaban por la politica de ‘mano dura”, En un estilo poco literario y un tanto embrollado, el comandante pasaba revista sobre los sucesos Gcsecidos en Cumané, Margarita, Caracas, Puerto Cabello, Cartagena y Santafé, Ensalzaba la labor del general Morillo en la pacificacion de Venezuela y del Nuevo Reino de Granada, Insistia en la oposicion encontrada por parte de los insurgentes y el desprecio en que han tenido las proclamas del general y los indultos que se les ofrecfan, En la isla Margarita todos los habitantes _juraron sobre los Santos Sacramentos la fidelidad al rey, lo mismo que un centenar de caudillos apresados en la ‘Tierra Firme. En Caracas todos los infidentes que se habjan presentado fueron indultados, salvo un espafiol ‘que se habia unido a los insurgentes, Consideraba injustas las acusaciones de crueldad queseachacaban a Morillo, pues mientras este, decia, solo habia condenado a muerte a noventa insurgentes, “no se habla del Peri y México, en donde se ahorcan a centenares en el arbol mas proximo a donde se aprehenden”. Es cierto, continuaba Enrile, que se ha mandado abrir caminos y construir puentes sobre los rios, 19, Archivo General de Indias, Sevilla. Audiencia Santafé, legajo 748, 19 de junio de 1817. “para dar ocupacién al pueblo y distraerlo (1) : flinio de 1816 cl Nuevo Reino ha entrade on lavigne Rants recuperacion, el servicio de los correos se ha mejotado, las calles y plazas de las ciudades fueron empedradas, se actecenté el rendimiento de las salinas de Zipaquira y la vida recobré su normalidad, “Hasta las mujeres piblicas si recogieron y trabajan para el ejército” ~ oa seca alot Exton I compan pucfcadoreBoileexigia la centralizacion de poder en una sola m: ello a un militar investido de poderes dictstoriles, “pure ol jefe enemigo (—Bolivar—) es un dictador con talento, bien ebedecido, cuando el general del rey (—Morillo-) es contrariado de todos”. Tal situacion ofrecia “ventajas inmensas para el enemigo, porque nadie le pide cuentas” mientras que en Venezuela “hay tantas autoridades como son la del general en jefe, la del virey y la del capitén general” Aunque en su informe no faltan alabanzas al valor del ejército expedicionario, Enrile insistia sobre In necesicad del envio de nuevas tropas (4.000 hombres), porque los. efectivos peninsulares han disminuido y no se podia fiar en las tropas qriollas que los suplian, Exponia minuciosamente el peligro gue representa Is ooupacin de los Llanos Orientals pot ol Blades Unidos « inate sigeria so peten ce af ciaseuropeas el peligro que para las i representaria el regimen tepublicano Sse insidlase oh las Posesiones espafiolas de ultramar. Aducia también razones feopoliticas: 1a emancipacion de las colonias favorecer {all Perhudicial “emigracion de los arises (Cartesanos—).y Iebradores, —igual— como sucede en beneticio de stados Enrile ofrecia un detallado proyecto de la ereccion e' tenitorio de Ia Nueva Granada de na wed de cuariees y depésitos de armas, como centro distbuidor para tas ias sublevadas. Enumeraba los cuerpos desplazarse de un lugar al otro. Insistia en la importancia estratégica del Nuevo Reino como punto de partda para la ificacion de toda América, Era el “cai " Yenl, Chile, Buenos Aires y Montevideo. En veinte dias, por el Puerto de Buenaventura, podria desplazarge un ejérelto a tuayaquil o Panama. “Lo que en Santafé se encuentra 27 —declaraba— es reserva para el Periiy aun para Guatemala y ‘Acapulco, sirviendo ademas para Venezuela”. A los venezolanos los consideraba‘*buenos soldados, obedientes y_ sufridos.., pero fuera de sus casas”. Podria envidrselos al Perit acompafiados de dos batallones de la Nueva Granada, para reforzar al ejército del virrey Pezuela en Cordoba de Tucuman. Enrile exponfa un plan de accién total contra los insurgentes americanos, Insistia sobre la necesidad de crear tuna poderosa escuadra para proteger la marina mercante y Ofrecia detalles sobre su organizacion: apostaderos en varios Tugares de la costa y en las islas del Caribe; una escuadrilla permanente en Cartagena y en las costas de Caracas; una fuerte guarnicion del ejército enGuayaquil y Panama, para que ‘el Pacifico no fuera entregado “a la mexced de los piratas’’; aprovechamiento de los grandes rfos del continente para la avegacion, especialmente debido a la perspectiva de la Atilizacion ‘de barcos a vapor, con lo cual “se evitarian los peligros, las dilaciones y 1a voluntariedad de los. indios Boxas’ a ereacion de una mesa de marina en la Secretaria de Marina de Madrid y la del cargo de comandantes que Qeborian acompafiar a los virreyes en el gobierno de las provincias. Tan importante le parecia el trifico por el rio Magdalena que proponia la separacion de Mompox de, la jurisdiccion de Cartagena, nombrando para aquel puerto “un gobemador, comandante del rio”, a cuyo cargo seria. la Srgenizacion y la vigilancia de la navegacion fluvial. Gonsideraba factible la construccién de barcos con las maderas del pais, importando la necesaria cabuya desde Chile. En su proyecto incluia el establecimiento de una escuela de marina. Como centro’administrativo y politico de toda la region, con jurisdiccion sobre Venezuela, Nueva Granada, Panamé, Guba, Puerto Rico. y demés islas antillanas, y bajo el mando de tn jefe superior, Enrile proponia a Cuba, esa “lave del seno mexicano”, “joya de América”. Cuba seria el punto estratégico ‘coordinador de toda la campafia pacificadora, Gesde ‘México hasta Chile y Buenos Aires. La isla seria el punto desde donde se vigilarian las islas y las costas y se Tendria en jaque al corso enemigo. Reforzando a Cuba, declaraba Bnrile, se evitaria la constante ayuda que recibfan 28 tos insurgentes como aquella que dio Alejandro Petion desde Gran parte de su escrito se referia a reformas de card recuperadas de Venezuela y Nuevo Reino. El fin era fomentar el comercio, 1a agriculiura y la industria, Mencionabe especialmente la provincia de Socorro, “la mis poblada del reino,..siea y caleada para Ia agricultura y naturalmente industriosa, muy parecida a Galacia”, Se ha tratado, continuabs Enile de Yobstrufradelantos én todo, porque se ia voltosa, y a pesar de ello, i you tan de algodon van hasta Manion ee a 1 problema que originaba grave desajuste econémico era la “moneda macuquina, que es todo de cobre”. ra tal la ostumbre de adultera I moneda, “ave luego que se nota la escasez, se procede a ello... in el solo reino de Santafé ay moneda de ley macuquina de Caracas, Barinas, Maracaibo, Santa Marta, Cartagena, Antioquia y la de los pees ieee come aera recogida de esa moneda se impone y Morillo lo hard apenas lo permitan las circunstancias. Habré que fomentar la exportacion, especialmente de harinas, a lo que se Seer cathe gel aa teria otro articulo de exportacion. Se pueden fabricar Yeptsiosamente barre para pélvors y cantimploras pam el Como puerto del comercio exterior Enrile consi Maracaibo como el mas apropiado. Maracaibo “es rere natural del Reino, vista comercial, marinera y militarmente”. Este puerto deberia ser integrado al Nuevo Reino. Unido mediante un amplio camino terrestre con Santafé y de alli con Buenaventura en el Pacifico, Ia via sera la vértebra de {odo el comercio continental. Enrile eritcaba al viney de Santafé por su opasicion esa vi, bajo el pretexto de que laracaibo servia de puerto a Trujillo, Mérida y Barinas, porque estaba dentro de la capitania de Venezuela, Declaraba Eniile haber visto el expediente levantado sobre este problema, “y no se encuentra una razén que convenza’’ Ademés, eclarsba Enis, Marscalbo “tldra de In miseria con que esta si se incorpora a Santafé”, Ge. Vonesuels, pais exist y eniguiado por ie gloria cual deberia ser sustentada por los situados Gs la Hebei 29 Santafé; mientras Santafé podria seguir goberndndose por el antiguo sistema —“aunque con amplias facultades del jofe prineipal para llevar adelante el plan de operaciones ”—. Fra Eonveniente que “en Venezuela no haya mas autoridad que la militar. . . estableciendo un régimen parecido a la ley marcial, al estado de guerra, etc.” La exposicion de Enrile finaliza con presagios pesimistas; aun descontando su finalidad que era la de {mpresionar a la corte. Insistia en que el ejército expedicionario carece de pertrechos, pélvora, cartuchos, havios y otros elementos de guerra, Se quejaba de que en Espafia nose apreciara suficientemente el sacrificio que hizo el ejército, “después de haberse expatriado, dejando aqui —es decir, en Espafia— sus mujeres e hijos”. Ya no se trataba de tuna guerra contra “los indios, ni hay flechas, ni se asustan de os caballos los habitantes”. Todo lo contrario, Se trata de “hombres aguerridos que no dejan el campo, que ya estan endurecidos —en la guerra— y pelean por su independencia, gobernados por oficiales europeos de todas naciones, luienes nada tienen que perder””.La insurreccion se consolida. Sitios son habiles, necesitados, ayudados por hombres de talento, .. Se les ha dejado ir tomando la preponderancia que fienen, que sera cada dia mayor si pueden satisfacer parte del dinero facilitado por las compaiiias de los Estados Unidos y Ge toda Europa”. "Yo no extrafiaré —declaraba Enrile— tengan ravios en breve y que ataquen el Istmo —Panamé—, sabiendo Ja situacion en que se encuentra y la clase de tropas que quedan en la Nueva Granada, . . ,ademés de la ventaja que tienen sobre nosotros de formar expediciones donde no pueden ser atacados, por ser terrenos de otras potencias. . Bon por lo tanto duefios de caer donde les acomode més y nos obligan a gastos dobles o triples para defendemos, perdiendo la gran ventaja de atacar... En este mismo sitio Gije tiempos ha, que bloquearian los insurgentes nuestros puertos de Espaia, en cuanto supiesen donde iba la expedicin y el estado de nuestra marina”, Enrile insistia sobre las ventajas que tiene el enemigo sobre un ejercito egado de tierras situadas “a mil o mil quinientas leguas”, obligado a consultar, rendir cuentas y defenderse de las facusaciones. “Si fuera posible —exclama— que Su Majestad ‘estuviese en Madrid y —simulténeamente— en La Habana, yo 30 peu y seguridad’? _ En el “Restimen de las medidas pri 4 sme eet ae Be deat a ma tenet bag deine meee’ gee anton eae eae del 7 por ciento, pues el del 15 eee -obraba en Espafia fomentaba el contraband OE Of deealmntani los combatientes de ultramar; la ae ee are an el fomento de la marina “con dponadeces shar a aan de aca los pron yd a en ¢ , Guay il anama er tectgon mace alta ftam me sm ieee Sp meng "nrg _ g at aranceles mas alt ra “5 est mes th, ap” ea oeaseeniee) como consejeros de las autoridades; Comandaniegobemador en Mompox (puerto. que tdia Pe ‘artagena el rfo Cauca); una escuela de . eee a ns explotacion de hierro, cobre, plomo, estaiio, y garbon} tatar ae impedir la formacion de expediciones en Pe Galveston, Puerto Principe, Santo Tomés eae Ha i destacar a un hombre de confianza a Haiti ae ree piratas; armer los buques que no viajaren en ireccion dele pacficacion de la América, ataca directamente al pistema actual da las monarquias; por cuya razon, por la pobreza co ae se amenaza a la Butopa y por el bien de la. Seales materia que pide la atencion de la Euro, y de la Espana en particular, no siendo astintaea gentes no lograrfan ventajas con tanta 20. Es interesante toler ques trata de te abotcion esianos, medida por I cal hehaban en rane lee Conn an win oe Cortana 31 alcance de un solo individuo ni de aquellos que se dedican a = ee Jos planes presentados en el Consejo de Indias por el enviado personal de Morillo; planes strates que mm indudablemente a la decision de Fern: iE conBivr el problema de a aarzecion americana Por i i ituir al virrey Montalvo por S . medios militares y reas zy Mon ro bor Samer, He resumido con eae yorque a mi modo de ver resume denen eon y la lose dela reconuista quo guiaban del_ partido “cpacificadores”. Bs todo un programa 2 Jot bla, expuesto con sinceridad, franqueza ¥ Convencimiento, aunque utdpico, quijotesco y fuera de te saibilidad de ser realizado en la situacion prevaleciente. “En Poeun palabras —declaraba Brrile— este eseito es un resumen en cuanto el general oro dicho ag Nalestad septs ” inceridad concluye: “E: Were os iniayeses que se nos han confiado no son personales sino de Su Mi pertenecemos” fajestad y de la Nacion a que | virrey depuesto, a ya mencionada carta de Montalvo, el virey depuest fechaia el 80 de noviembre de 1816, pese a su inactualidad, Gcasioné una nueva “consults” del Consejo de Indias (21) Pese al cambio politico que prodjo la sustitucion de Montalvo por Samano y a la larga exposicion de Enrile « jguid la ami 1” Consejo siguid abogando por aaa eas ica de las prerrogativas del gobierno yi, en f litarista. Recomendaba ivil a oposicion al partido mil 0 Sirona dale gracas a Montalvo porlaprudencig con due i 'tado a Morillo y reprochar a éste y a 7 habia tratado # Comendaba, se ordenase a Sémano la AL Acchivo Goneral de Indias, Sevilla, Audioncla Santa, leas 649. isotecriaa gultas reza el texto, s€ 25 do noreabre de 1617, Hates const rts ltl, w 20 ea mo dl monatea“'de que este nogocio (el probleme ae to) levee orden concierto que require, yqueaduellos texunter no nuitan las maenores velactones, después Convulsione tan espantosse”- observancia estricta de las leyes ¢ instrucciones relativas al ramo de la hacienda real y no introducir innovaciones sin previa consulta con las autoridades peninsulares, Buena parte de las recomendaciones del Consejo se referian al problema de los empleos piiblicos. Se observa que en Espafia se daban cuenta de la importancia que para los americanos tenia —como todavia tiene— el reparto de puestos buroeréticos para decidir la adhesion de un individuo a tal o cual partido politico, No hemos encontrado la peticion 0 “consulta” referente a ese topico, aunque indudablemente lo hubo, Las recomendaciones del Consejo de Indias se reducfan alo siguiente: 1, Se declaraba que la conquista del Nuevo Reino fue el resultado de una accién militar y no puede considerarse todavia consolidada. Por consiguiente, el nombramiento de un empleado debia hacerse “evitando todo lo que pueda reanimar el espiritu de discordia que ain no esta extinguida”, rigiéndose tan solo por su habilidad personal para desempefiar el puesto. 2, No debia removerse empleado alguno sin justa causa, aunque hubiera colaborado con los insurgentes. Incluso ‘cuando resultase alguna culpa leve, “Ia tranquilidad general se interesa en disimularlo”, 8. Las amnistias y perdones debian ser observados estrictamente, evitando en lo posible la iniciacién de procesos sobre hechos ocurridos en el pasado, 4, Debia censurarse y desaprobarse la conducta de Enrile y la “extorsion de aquellos miserables habitantes en tiempos en que la dulzura era el tinico medio de aliviarlos en sus desgracias y conservarlos en la debida fidelidad”. Esas recomendaciones fueron aprobadas por el rey el 23 de diciembre de 1817, y el 13 de enero de 1818 fueron despachadas las ordenes correspondientes. Se increp6 a Morillo sus arbitrarias actuaciones sin haberlo previamente consultado con el virrey Montalvo, “‘cuyas facultades son siempre de la primera autoridad conforme a las leyes”, A Sémano se comunicé la complacencia con que el rey ha visto la prudencia observada por Montalvo en sus tratos con Morillo y el desagrado por la actuacién de Enrile. Se ordenaba a Samano que en todo actuase de acuerdo con las leyes vigentes. A Enrile se le reproché su “dura conducta” y no se le ha permitido el regreso a América, Se le sefialo 33 caminos sdlo debfa emprenderse en tiempos de paz y abundancia “debiendo haberse, Vuestra Excelencia contentado con franquear lo indispensable par tropas y esto con acuerdo del virr Puotlas reacciones de. Morilo y_Smano ante. estas recriminaciones, llegadas a su destino a mediados de 1818, no se conocen. Juzgando por los hechos es de suponer que poco Tes afectaron esas tardies recomendaciones. No a Facial de ile. De la consulta del 0 de 1819(22) feantende que 1 orgulloso general no acept0 el “‘tegaio””. El 46 de febrero de 1818, el 17 del mismo mes y el 8 fpmeee el mismo afio insistia sobre Ia conveniencia de, sus recomendaciones. Hl Consejo de Indias, encargado por oy e reafirmo de contestar estas representaciones,se reafirmo en Ia conden je las actuaciones de Bnrile, pese a que ésfe, seg Bc feada “del documento, habia logrado el pleno respaldo rio de Guerra, ia teiNie esa manera snequivoea, fueron desautorizadas por cl Consejo de Indias, con el ‘visto bueno!” del rey. les Aactuaciones de Morillo, Simano y Bnrile; Jo que no, he a militar proseguir 5_usuales impede 8 torsion, “Se ohedece pero no se cumple” era otra de las maximas del gobiemo colonial. que la apertura de CAPITULO II Las autoridades de Santafé se enfrentan a los militares La dualidad del gobiemo originada en el Nuevo Reino de Granada en virtud de los desacuerdos entre el gobierno civil, representado por la Real Audiencia y su presidente y virrey Francisco de Montalvo, por una parte; y el gobierno militar, representado por Morillo y Iuego por Samano, por otra, se refleja en los documentos conservados en el Archivo Historico Nacional de Bogota. (23) a Esos documentos atestiguan que entre la Audiencia instalada en Santafé y Juan Sémano por entonces todavia gobernador interino, comenzaron a sucederse serias desavenencias. Ya en sus primeras sesiones(24) la Audiencia se opuso a los arrestos y castigos de infidentes o sospechosos que efectuaba el gobemador, sin siquiera informar de ello a la Audiencia, Se aludia a la ley 3a.,libro 12, titulo 11 de la Novisima Recopilacin y a otras pragmati¢as y leyes, de los cuales se desprendia que todoslos casos que Samano consideraba de su incumbencia eran “materia de peculiar y Privativo conocimiento de la real jurisdiccion”, es decir, de la Audiencia, Al principio Samano habia techazado tal interpretacion; pero al conocer el “parecer” del fiscal —quien se habia adherido a la resolucién de la Audiencia— prometio informarla oportunamente de todo lo que sucediera, Una nueva controversia se produjo cuando Sémano presento el poder que desde Venezuela le habia sido otorgado Por Morillo el 5 de julio de 1817, cediéndole el derecho que a él le fue concedido para juzgar y sentenciar los casos de 23. Archivo Historieo Nacional, Bogoté. Fondo Historia, Anexo, leyajo 23 24, Ibid. fol, 2 a 8, 21 de agosto cle 1817. ee 1 fiscal, ta bélicos, como quemar, talar, 0 destruir los elementos que infidencia(25) Con acuerdo, del parecer, del, Gsoet it Dorian servi alos efectos reales, Audiencia reenarpre ‘stspendié le efeciivided de ese 4. Desertores del eército, j Beco vrertiembre suspendio. 14 ofectivided 98 o%e 5. Empleados civiles que se pusieren alas 6rdenes de los eo, Suumay semefedtes a procedicsen al castigo insurgentes: pviietto no se hublera, recibido diectives del virrey 6. Los empleados que para permanecer en sus empleos Se ee area at Cartagena. Al resistirse habian jurado fidelidad a las autoridades revolucionarias, Nee an ec ordeni el fica eprodujo toda una sete 7. Las personas que con eseritos, proclamas, ete,, Dba ee aneca tlegatced ua fanoyebartdaydecutonice) In favorecian el movimiento revolucionario, de disposiciones legales a 8. Los que, aprovechando la anarquia, cometian delitos Audiencia: ‘i 774 que estatuia la comunes contra los stibditos espafioles, 1 prams de lcci cl enim cas ‘de Los primeros cuatro grupos, rezaba la real. orden, a ee ree ea tec Waticla Raliae el fueen? quedaban sometidos al tribunal militar, observindose lag Fy coe alles cache ta que renultaren colptorpetidos los disposiciones dadas en 15 de julio de 1806, En el caso de no tan solo aquellos casos en que estar conforme el virrey o el capitin general con la sentencia Boe ee ere ava puceto de 178 qualserocioa del tribunal, el proceso debia reverse en segunda instandia, DeMP a Ot ce cate Go Lape y euspendla ol fist asistiendo un oidor de la Real Audiencia, 0 tres oidores af Ia Ia expedida el 31, de agosto de 1699 y suspenaia el fuera sentencia fuera del iltimo suplicio. ‘Tratandose de. jefes Fee ee eee” Grae ido “tnfldendiay (incluso da lot militares, al no conformarse el virrey o el capitin general con Berio ce lea cdeatex militafen on lea causes de inden tada la sentencia del auditor, el proceso debia reverse con “individuos oo) jones oa asistencia de tres oidores o de tres letrados “de conocida sublevacion”’ Julio de 1817relacionada con las Probidad @ instruccién””, Sélo entonces deberia ejecutaree a Hee ee a Sari anRa lanes iet sentencia inmediatamente, “mientras dura Ia. actual diferencias que ya he1 a si tomados situacion”. Neen eee a a ayatientate Los infidentes pertenecientes a los cuatro. diltimos fn Ia reconquista de Cartayens.(80) Ta orden reglamentabs grupos caian bajo lajurisdiccién civil exelusivamente, e_una manera general los procedimientos que, debian guardiindose con ellos los usuales procedimientos judiciales RE OT Cr erate oe La ejecucién de Ia sentencia deberia efectuarse sin tardanza, Bits caban civididos' en oclio ruy “Por, considerase los paises revolucionarios de América en = con las armas en la estado de guerra”. Sin embargo, todos los condenados tenfan 1, Los jefes militares apresados con Jes arm derecho de acogerse a indultos y perdones, tanto si fueren enor ' sometidos a la jurisdiecion civil ova la militar, 2. Los espias. , iendo actos Estas directivas generales que debian sorvir de guia a las 8, Los que excitaban a la subversion cometi autoridades en el trato de’ los insursentes cue calan Prisioneros no pueden considerarse, dadas las circtinstancias, aaa Injustas, crueles e inhumanas como lo declaran. algunos 25, hid fol. 24-27. historiadores. Delimitaban el alcance de las jurisdicciones: la justicia militar se aplicaba a los miembros del ejército, a los 28. Tia. fl. 50 espias y a los saboteadores; mientras que el elemento civil, aun cuando hubiera apoyado a los revolucionatios, quedabs 29, Tid fol. 53. sometido a la justicia ordinaria, quedandovigentesiosindultos aa y los perdones. Puesta en prictica, esa real orden hubieva 30, Tbid fl. 60. Impreso 37 26 salvado muchas vidas humanas. Desafortunadaménte, con la Jentitud caracteristica de la burocracia espariola, ese reglamento, pedido el 14 de agosto de 1816 a raiz de le Feeonquista de Cartagena, fue solo expedido en Espafia el 28 Ge julio. del afio siguiente, Solo a fines de afio Hegaba o Cartagena y dudamos de que tuviera efecto en la suerte de los prisioneros encerrados en los insanos calabozos de aquelln Prudad. A Santafé llegé tan sélo el 20 de noviembre de 1817, Ge decir, casi simulténeamente con la instalacién de Samano or Gr cargo de virrey del Nuevo Reino; cosa que de por si hacia dudoso su cumplimiento. En su carta al Consejo de Indias fechada el 9 de septiembre de 1817(31) la Audiencia resumia las dificultades ¥ divergencias con el poder militar: “‘La division cimentada Yate el virrey don Francisco de Montalvo y el teniente general don Pablo Morillo, ha dostruido 1a unidad del fobiemo en todo sentido. Ambos jefes tienen sus adictos ¥ parciales que son otros tantos conductores funestos de esta Replorable division. Y como acontece de ordinario én {shejantes conflictos, el pueblo sufre y padece la colera de gus jefes. La crueldad con que han sido tratados sus hhabitantes en sus personas, la depredacién en aus bienes, los Titeajes y vejaciones inere‘bles que han padecido y ailn estén tiitendo...”, impedian, declaraban los oidores, el. buen funcionamiento del gobiemo y ocasionaban graves perjuicios fa provinela, Sin conocer la destitucion de Montalvo, 1 Suudigueia solicitaba tna declaracion oficial que concediera al {iney plenos poderes jurisdiccionales, a mas de una orden tuplicita para que el gobiemo de la provincia se ejerciera Gnicamente por las autoridades civiles constituidas y no por Ja Junta de Guerra creada por Morillo. Simultaneamente la Audiencia informaba al Consejo haber techazado el poder dado a Simano por Morillo habehrandolo juez de delitos de infidencia. Consideraba e] proceder del general como grave intromision e% | sus Pretrogativas jurisdiccionales. Informaba haber suependido ¢! vrecto del nombramiento hasta comunicarse con el virrey Montalvo en. Cartagena, De lo contrario, continuaban los cidores: 31, Archivo General de Indias, Sevilla, Audieneia Santaté, legajo 685 38 “Recayendo (—la justicia—) male cia—) en don Juan Sima au oflales que fine asus rnc renova Tas escenas nare x con que el general Morillo desterrd la uz de este desolado Reino durante al menos de Ia ean generacion, Simano es un intrépido militar; pero. con avanzada edad y falta de sentido, ni an esta fcultad pued mn buen suceso, Un connate por el lerrarismo 10 devora y, negando las ites de gunar el eorazon hu a emplea el vigor y la aspereza ia pea ‘onfianza en el Bsta carta, que it rta, que por su estilo y c ci faeces 2 a a ae procede, hay que recordar, de la més alla aut ‘dad Peninsular instalada en el Nuevo Reino, Como tantas ek icedido alo largo de Ia historia, la autora ee gnfrents a la militar, Por otra parte el rechazo de Sémano y la suspension de sus podere, asf como Ia deserpcin que se h persona y carécter, explican en. bu mano dura" coi a 6 anes errno eR ier Me oUan Cea sole auiso que en la pivcisa eaalen oh er aoe cea esta cara en Bogotd es decir, el 9 de sopiembre de 1817, e1 Key nombraba en Brpata a ese mismo Simano, virey del sy ne cet, ate Ios oidores dela Audiencia no tavieron en low acontectmiontos atiba derrton dejan eh cara al eebany los aconte lescritos dejan en claro el de I politica represia ered por los militares. En eed del 27 de octubre al sy (92) los oldoresseguian denunciando esion: “La Audieneia entiende que romresos de Ia pacificicion del Reino mis bien oe eeperane de I sina politica y del exacto cumplimiento de as leyes, gue del, Consejo de Guerra Permanente”. EI 8 d an re(33) insistian sobre la arbitrariedad de “los rocedimientos del general don Juan de Samano y el ningsn 92, Archivo Histérico Nacional ‘on "0. Anexo. rico Nacional, Bogots, lo. Hist vo gold. Fondo Histérieo, Anexé 38, Ibid, fol, 57, 39 saludable resultado de ellos. Pues nada gana el gobiemo en exeitar la ejecucion piblica sin comprobar su conducta que fateresa al publico, —a quien— se le debe rigurosa justicia. Bntretanto la Audiencia se limita a reclamar la infraccion de laley...”. ‘La ejecucién el 14 de noviembre de 1817 de nueve intidentes, entre ellos la célebre heroina Policarpa Salavarieta, prodijo una profunda indignacion entre los miembros de la Audiencia.(34) Bien por considerar el hecho tomo una provocacion por parte de la autoridad militar o bien por la repugnancia que ese acto produjo en la poblacién, ‘1 tono del acuerdo que se tomo en aquel dia era severo en grado oxtremo, “Habiéndose notado —comienza el acta det gruerdo-- en la mafiana de este dia al frente de las casas del fribunal en la plaza mayor colocadas dos horcas_y nueve panquillos, donde a las 11 del propio dia fueron ejecutados gcho hombres y una mujer por disposicion militar sin precedente aviso ni aun noticia a esta Real Audiencia. ..”, los Fidores se agraviaban del hecho, declarando que el proceso Gebia haberse ventilado en la Sala del Crimen, tal como se habia prevenido a Sémano. Se ordenaba al secretario averiguase lo sucedido, los pretendidos delitos que se achacaban a los ejecutados y los procesos que se les habia incoado. Todas estas diligencias se harén “‘para dar cuenta a Su Majestad”’. Del informe del secretario se desprenderse que se trataba de gentes que llevaban armas y mantenimientos y que fueron sorprendidas y apresadas en el camino que conducfa a Jos Llanos Orientales, foco de la insurreccion. Eran paisanos. es decir, civiles, y entre ellos hab{a una mujer, Policarpa ¢ Pola Salavarrieta, Todos fueron ejecutados y algunos suspendidos luego en la horca. ae ‘A principios de 1818 debio haber egado a Bogota e! nombramiento de Sémano para el virrey de la Nueva Granada, Tndudablemente este hecho hizo ilusoria cualquie: {iervencion de la Audiencia en favor del pueblo granadino. Las tirantes relaciones que reinaban entre el nuevo virrey ¥ 34. Ibid. fol. 58. Jos oidores pueden deducirse de las. 08 ° de las posteriores que que Simano no se comunicaba con la ‘Auden ne durante los luctuosos meses de julloagosto de 1819 euando Bolivar se acereaba a Bogoid. En el acuerdo del 12 de julio d aquel eho los oldores oftecian en vano al virey a colaboracién ante el peligro que corria la ciudad, (35) Simano no informaba a Ia’ Audiencia sobre el desarrollo de. acciones militares, relegéndolo a las noticias publicadas nia Gaceta Oficial. Solo a las tes y media de la mafiana del 9d agosto los oidores fueron informados por el virrey sobre a derrota de Boyacd y Ia inminente ocupacion de la capital : ls fuere de Bolivar, Indlcéndoles que “la Audiencia se toma ed imase convenientes seguridad, onténdose en camino silo tenia por ‘bien para la Plaza de Cartagena 0. para oira parte donde juzgase gportuno”. El mismo hua a caballo bien protegido por una montada; mientras que los oidores y demas autoridades espafiolas, no man‘ u , no prevenidas di fe Ra Tos efeabrosos eaminos de la montafa hacie erie lena, perdiendo todas sus propiedades.(36) 85, Friede, La Batalla de Boyacé. Documento 35, pigs, 76~77 86, Ibid. Documento 120, pigs. 279-283, CAPITULO II El Consejo de Indias vuelve a condenar la politica de violencia, Ni el nombramiento de Juan Sémano como virrey del Nuevo Reino de Granada ni la expedicién de una circular a las autoridades de América —que no hemos encontrado y que parece haberse inclinado a la postura del grupo militar— hicieron acallar al partido que se oponia en Espafia a la Pacificacion de las Américas a sangre y fuego. La presion ejercida en la corte por ese grupo originé una orden real para que el Consejo de Indias emitiera su dictamen sobre el problema. A su vez, los consejeros encargaron a los fiscales de los Consejos Reales el estudio de la situacion, Bl “parecer” de los fiseales, voceros de los intereses del monarea, fechado el 4 de noviembre de 1817, abordaba el problema en todos sus aspectos: politico, legal y humano.(37) Ya en el comienzo de la extensa informacion encontramos un pérrafo significativo: “Parecerfa, sin duda, muy extrafio que al cabo de siete afios de desordenes y arbitrariedades, en que para nada se ha contado con las leyes y la civilizacion entre enemigos, y con cuyo método nada se ha adelantado sino en la obstinacién y en las ruinas, todavia se diga, como por desengafio, que no hay otro remedio ni esperanza sino llevandolo todo por rigor y la fuerza”, A continuacién los fiscales hacen constar que el “olvido solemne” pronunciado el 24 de mayo y confirmado el 20 de Julio de 1814, lo mismo que la proclama publicada con ocasién de la restauracién de Femando Vil al trono de Espafia, no se habfan cumplido, pese a la insistencia del Consejo de Indias. 1 “olvido” fue mal interpretado, Sélo se 87, Archivo General de Indias, Sevilla, Audiencia Santafé, legajo 549, 43 habia perdonado a quienes deponian las armas; pero no a los. que estaban en las prisiones. Desde México lego una consulta pidiendo aclaraciones sobre el aleance del “olvido”. La consulta nunca fue contestada, en virtud de lo cual habia jefes de la sublevacion que se hallaban en libertad, mientras que las cérceles estaban repletas incluso con menores de edad. Las deportaciones, continuaba el informe, se efectuaban arbitrariamente sin que precedieran las diligencias prescritas por las leyes y muchas personas fueron expulsadas a Espafia por peligrosas, sin que se hubiera remitido las actas 0 procesos que se les habia incoado. En consecuencia, decian los fiscales, iba creciendo en América la desconfianza en la buena fe de la accién gubemamental y se acrecentaba la subversion de quienes, “viendo que no se cumplfan las promesas, no tenfan més esperanzas que la de morir peleando”, Se tomaron represalias contra muchos que en el fondo conservaban la fidelidad al rey y que consideraban “aquellos movimientos entre hermanos como efecto de ld ausencia del padre comiin”(es decir, del rey). Los fiscales abocaban luego el aspecto juridico del problema. Tratabase en el caso de la rebelion americana de una contienda militar o civil? ; es decir, si la insurreccién era una guerra entre dos ejércitos enemigos o sélo una insubordinacién del elemento civil, en cuyo caso la accion del ejército tenfa cardcter més policivo que militar. Hubiera sido facil, continuaban los fiscales, resolver el problema si se tratase de una guerra contra una potencia enemiga. Pero el caso de las Américas era distinto: no se trataba de una contienda entre dos naciones extrafias sino de una rebelién intema que, aunque muy extendida y de gran intensidad, no permitia aplicar la ley de guerra. Por consiguiente, declaraban los fiscales, el problema crucial para juzgar el carécter del movimiento infidente era el de resolver si el ejército expedicionario enviado a América sélo tenfa por objeto el restablecimiento de la autoridad legitima —en cuyo caso la autoridad civil no perdia ninguna de sus prerrogativas—, o si se trataba de una accién militar contra un enemigo en la cual el ejército asumia todos los poderes, sustituyendo mientras duraba la contienda a las autoridades civiles. La ley del 17 de febrero de 1801, declaraban los fiscales, contemplaba y definfa lo que era infidencia y tal caracter ‘tenfa la revolucion americana. Los fiscales consideraban la 44 insurreccién como un movimiento civil, en el autoridad militar era limilada Unicamente’ a los problemes relacionados directamente con la accién bélica; dejando intactas todas las prerrogativas de la autoridad civil, _ Después de numerar las funestas consecuencias que tuvieron en el Nuevo Reino de Granada las divergencias entre Ja autoridad civil y militar, los fiscales sostenfan que en América debian aplicarse “los principios reconocidos por los Publicistas”, es decir, las normas que estipulaba el derecho piblico. Unatemplanzadebia observarse en las actuaciones de Jos dos bandos beligerantes. sa templaza la exigia “el mutuo interés de disminuir los horrores que trae de suyo (—la guerra—) y la conveniencia de evitar represalias; pues castigos y sevicias alejan la paz”. Los fiscales insistfan en que aun en Ja guerra con Francia, Espafia habia observado esa norma, ese a que se trataba de un flagrante incumplimiento de actos y de la alianza convenida con aquella nacién, Con mayor razon deberia observarse este precepto en América, ues “‘el objeto en la (—guerra—) de América, ni es ni debe ser el acabar con las fuerzas del enemigo sino la suumision sincera de los pueblos. ..”, Por otra parte, continuaban los fiscales, “siendo muchos y fuertes los vasallos rebeldes, deben relajarse las leyes de las traiciones. .. maxime, porque la experiencia ha demostrado que en América a ningin acto de severidad ejercitado en campafia se le debe la sumision sincera de los pueblos”. Los fiscales pedian que en el easo de los instrgentes se aplicase en toda su extension el “derecho de gentes” que concedia a los inculpados la facultad legal de defenderse de las acusaciones y el derecho de ser condenados solamente por Ja justicia, civil o criminal, segiin el carécter del delito. Aun en el caso de los militares que se pasasen al enemigo, “en este conflicto —es decir, en el de América— no hay otro remedio que transigir”, porque lo habjan efectuado en circunstancias especiales o movidos por el incumplimiento de las promesas que $e les habia hecho. Los delincuentes debian ser apresados ¥ los presos evados individualmente ante la justicia; pero ni castigados sumariamente ni los pueblos sometidos a represalias, Con respecto a los civiles y militares que se habjan sumado al bando revolucionario, los fiscales consideraban que es contrario al sentido de la ley tratar como reos “a los que 45 constituides en pais ocupado se han visi obligados a obedecer las leyes que les impuso el usurpador y sirven al gobierno establecido de hecho y por la fuerza”. Solamente era Ticito castigar a los que perturbasen el orden piblico ya establecido, es decir, en las regiones ya sujetas o pacificadas definitivamente. En éstas, la jurisdiccién sobre todos los habitantes pertenecia a la autoridad civil exclusivamente. Bajo la militar solo cafan los delitos que cometieran los miembros del ejército si quebrantasen las normas que regian Jos cuerpos militares. Después de estas largas disquisiciones juridicas, que adquieren interés especial por proceder de los fiscales defensores de los intereses de la monarquia, los informantes recomendaban que cesaran todos los procesos anteriores a la publicacion de los indultos; que estos iiltimos se cumpliesen Tigurosamente “sin interpretaciones ni distinciones arbitrarias y opuestas ala buena fe de las promesas y al decoro del Bobierno”; que se volviera a juzgar a los individuos ya sentenciados, entrando en vigor el “olvido” decretado por las Cortes de Cadiz del 15 de octubre de 1810; que no se expulsase a Espaiia ni se encarcele a persona alguna sin que precediera una sentencia judicial; que no se remitiera a Espafia para juzgarlo a reo alguno sin que se enviasen simulténeamente las actas de su proceso, revocando la real orden del 24 de agosto de 1815 expedida por el Ministerio Universal de Indias, y entrando en vigor las antiguas leyes del 25 de enero de 1754 y Ia cédula real del 16 de abril 1758 que ordenaban ese procedimiento; que no se calificase de “‘peligrosas, comose hace de muchas personas por solo haber andado o tenido trato con los insungentes”’; y que en todos Jos juicios se guardasen los procedimientos usuales y se observase escrupulosamente el derecho que asistia a los acusados a defenderse. Los fiscales recomendaban que los casos de infidencia de los eclesidsticos se ventilasen ante jueces civiles y eclesidsticos conjuntamente, “sin perjuicios de Jas regalias de Su Majestad y del mayor examen sobre la extension de la inmunidad”. Solo resta decir que el Consejo Supremo de las Indias se adhirié totalmente a este parecer de los fiscales. En la extensa consulta que ese tribunal enviabaalreyel18 de mayo de 46 1818 (38) se repetian en esencia las recomendaciones de los fiscales, tanto sobre el problema general de la insurreccién como también sobre las normas juridicas que deberian aplicarse en una situacién que, aunque tuviera antecedentes en Francia y en América del’ Norte, no era todavia muy frecuente en aquella época, traténdose de una rebelion de todo un pueblo contra la autoridad constituida, Sin embargo, como generalmente sucedia en Espafa con su pesado € inoperante organismo burocrético, la resolucién del Consejo legaba tarde. Los acontecimientos que se precipitaron tanto en América (la campafia de Bolivar y de San Martin) como también en Espafia (la revolucién de Riego) hicieron: extempordneas todas esas dilucidaciones y recomendaciones. CAPITULO IV Cartas acusatorias contra los militares causantes de la pérdida del Nuevo Reino de Granada. Como ya hemos dicho, el partido politico que en la peninsula criticaba la “mano dura” con que los. militares quisieronaplastarel movimiento independentista,formabaparte de la oposicion general contra el absolutismo instaurado por Fernando VII, “el rey deseado”, cuando al volver a ocupar el trono revoed la Constituci6n de 1812, encarcel6 las figuras mas prominentes de las Cortes de Cadiz, disolvio el parlamento y entregé el gobiemo a una camarilla reaccionaria. Todo esto condujo a sublevaciones ~aplastadas— en Pamplona, La Corufia, Barcelona y Valencia, yala formacién de dos partidos antagonicos, Hberales conservadores, que paralizaban en buena parte las acciones gubernamentales. La tension social que produjo el despotismo y el régimen del terror, debilito la posicion intema del gobierno de Femando VII. En el campo internacional la posicion de Espafia era extremadamente débil, pese a la derrota de Napoleon y ala Santa Alianza en que se unieron las potencias europeas para preservar sus tambaleantes tronos. Espafia tuvo que conceder a Inglaterra, como potencia “neutral”, Privilegios en el comercio con sus colonias que permitieron & ese pais echar pie firme en sus posesiones americanas. A tal punto que un historiador inglés considera la Independencia como 1 culminacion de la expansion comercial de Inglaterra Y no duda en afirmar que “la emancipacion econémica de Hispanoamérica estaba consumada antes que ésta lograra su independencia politica” (39). De otro lado, la compra de la 39. Humpreys R.H. Economie Aspects of the fall of the Spanish American Empire. Publicado en Revista de Historia de América Afio 1950, No. 30, ' arte de los Estados Unidos a Espafa, trajo a Moa por pre der Ban Ue «Be, imperio colonial espanol. are '¥ como si esto fuera poco, los “amigos” de Espafia en la Santa Allanza, con todo y sosteniendo el principio inquebrantable de Ia legitimidad del orden monérquico como instalado nada menos que por el mismo Dios, y rechazando la evolucion americana por “ilegal”, no le prestaron ayuda efectiva para la recuperacion de sus’ colonias, ni tenian fe en que podia recuperarlas, Todo lo contrario: aprovechando la ambigua situacion y Ia debilidad del gobierno espanol, no fardaron en entablar lazos econdmicos con las nuevas naciones, reconociéndolas, pues, de facto, aunque no de jure. Todos estos problemas tanto nacionales. como intemacionales impedian al gobiemo espafiol dedicay su atencién al problema americano, abandonando practicamente la pacificacion de las provincias sublevadas en manos de los jefes del ejército expedicionario, sin enviar refuerzos que Morilo pedia insistentemente (40), ¥ todo esto, peso a que el problema se agravaba dia por dia y que aquel ejétcito, debido a Tas pérdidas sufridas en las campafas, se iba integrando més y més con el elemento crialla, en cuya fidelidad no podia fiarse demasiado, A principios de 1819, el ambiente salvo Jas costas del mar, cuyos habitantes manten ian relaciones directas con Espafa y ejercfan un tucrativo negocio de contrabando facilitado por la inpeta administracién espanola, era propicio ala Independencia en todo el continente, La Batalla de Boyacé del 7 de agosto de 1819 fue un golpe mortal para el poderio colonial. Dividié en dos partes el ya tambaleante imperio colonial que se extendia desde México hasta Chile; una desmembracién tanto més eficaz por cuanto Espafia carecia de una flota apreciable en ambos océanos, La derrota en Boyacd fue el comienzo del ocaso de la Espaiia imperial que culminé en el campo de Ayacucho. Fue el resultado de la ceguedad politica de sus gobemantes, al no reconocer la débil posicién de Espafa tanto en Europa como en América, al no comprender la magnitud y el 40, Carta de Morillo al Ministro de Guerra, del 26 de enero de 1816 (Rodriguez Villa, Tomo Il, pag, 128), Estas peticiones se repiten constantemente, historicoarraigo del movimientoindependentista, y al dejarse evar por la clique militar y por aparentes éxitos campales que han sido siempre pasajeros cuando con la fuerza se pretende acallar movimientos populares fuertemente fincados en una situacién politica, econdmica e ideologica, Y éste fue el caso de las guerras americanas de emancipacion, El informe del fiscal de la Audiencia, Agustin de Lopétedi, (41) es de interés no tanto por los detalles de la “Noche Triste” que para las autoridades espafiolas de Santafé fue la del 8 al 9 de agosto de 1819, sino por las eriticas que hace el fiscal a la politica pacificadora llevada por Morillo, Lopétedi habia legado al Nuevo Reino desde México en el mes de febrero del fatidico afio de 1819. Pudo darse cuenta de la situacién intema del pais en visperas de la Batalla de Boyaca: las gentes atemorizadas por ejecuciones, deportaciones y contribuciones; la huida a los campos y montes, lo que restaba brazos a la agricultura y reforzaba las guerrillas; el comercio paralizado, abrumado de impuestos; escasez aguda del medio circulante y la economia por el suelo; persistencia de estancos perjudiciales y altos precios dé todos los articulos que dificultaban el mero sustento a la Poblacion. Asi fue, declaraba Lopétedi, como gentes “lus mis mansos de la tierra y que aman la tranquilidad hasta el punto que ha podido justamente confundirse con la inaccion y la apatia.... al verse siempre vejados, oprimidos con el peso enorme de las contribuciones, insultados hasta por los soldados, mirados con desconfianza, amenazados y_testigos de casi diarios suplicios, han debido irritarse considerando que en vez de la paz, se procuraba su destruccion”’. Lopétedi criticaba la reforma monetaria introducida por Morillo, La falta de numerario oblig6 al virrey Montalvo a emitir una moneda provisional desvalorizada, sujeta a alteraciones fraudulentas. Y también los insurgentes emitian su moneda. Todo esto lev a una anarquia econémica del pas, Pero Morillo resolvid, declaraba Lopétedi, proceder ala teforma monetaria en el momento menos propicio. Mando recoger la “mala moneda de repente y cuando menos s¢ pensaba’’, siendo que apenas habia “buena” para Teemplazarla, Ademés, con el fin de amortizar la moneda 41. Friede, La Batalla de Boyacd Documento 120, pégs, 274—283, 51 recogida, el Pacificador impuso una contribucién del uno y medio por ciento sobre las propiedades y los capitales. Lopétedi, siguiendo las teorias econémicas de su época, consideraba injusto y perjudicial gravar con impuestos ei patrimonio, fuente de las inversiones, sino tan solo su rendimiento, Y un item més: la moneda amortizada aleanzaba apenas un millon, mientras el impuesto decretado con el pretexto de la conversion subia al doble, Del informe de Lopétedi se desprende, pues, que mientras impuestos, contribuciones yestancos malquistaron, las clases humilde y media con Espa, la reforma monetaria y la imposicion del iltimo impuesto le enajené las simpatias de la clase pudiente de la sociedad neogranadina, Lopétedi revela en su informe la téctica oficial, tan usada todavia, de publicar tan sdlo los éxitos de los ejéreitos pero no las derrotas; fomentando de esta manera los rumores que en nada coniribuian a la quietud de los habitantes. Nila propia Audiencia recibja, aunque fuera de una manera confidencial, informes sobre la verdadera siixiacion politica del pais, La noticia de la derrota de la tercera division mando de José Maria Barreiro en el Puente ce Boy: por forpresa a les autoridades yal pueblo, La huida de las autoridades y de los simpatizantes con Espafia era aprest Y general, dejando en manos de los patriotas !os libros, los archivos, los caudales publicos, las armas y los caballos; todo tan til a los revolucionarios. Cuenta Lopétedi los detalles de la precipitada huida de los ministros, los oficiales y de los vecinos principales, muchos a pie y sin equipaje. Se extendia sobre las desconsideraciones que han sufrido los oidores y Jos altos empleados en su viaje por el escabroso camino que conducia de Santafé a Honda y las peripecias de la navegacién rio Magdalena abajo hacia Cartagena, desde donde escribia su informe. Y con audacia pedia la sustitucion de Sémano por ‘un gobemante “que dé todas las muestras de temura fyat»mal de la beneficiencia, de la humanidad y dulzura, ‘jue son el fruto de la sabiduria y el inico apoyo del recomendacién tardia y extemporanea por los suicesos que se precipitaron. En Venezuela aparece Cecilo 0” Doardo, regente de la Audiencia de Caracas, quien en varias cartas al Consejo de Indias (4 de diciembre de 1816, 5 de febrero de 1817, 27 de noviembre de 1819 y el 13 de febrero de 1820) denunciaba severamente la intervencion de Morillo en el gobierno pacifico de Ceballos y de Cagigal (42). Del resumen presentado por el secretario del Consejo se desprende que al Negar Morillo en 1815 a Venezuela comenzaron los secuestros de bienes y las vejaciones a la poblacién. La autoridad de la Audiencia fue suspendida y la administracion ptiblica fue trastornada con la creacién del Consejo de Guerra Permanente y con la introduccién del terror. “Las propiedades del vecindario —reza el documento— fueron objeto de la rapacidad de los administradores, recaudadores y demas, sin que la asolacion de los pastos, ganados y sementeras, los préstamos forzosos, los muebles cesaparecidos en los alojamientos, y hasta el servicio personal hubieran bastado para la subsistencia de las tropas, cuyo jefe atropellé todo, confinando a los oidores en Puerto Cabello, para amedrentar y hacer creer a los pueblos que alli no habia mas ley que las bayonetas aguzadas (expresion de que se servia), ..”, Tales procedimientos hicieron emigrar a muchos vyeeinos a Trinidad, ponerse bajo la proteccion del gobierno inglés y dedicarse a la piratera, la introduccién de armas y al fomento de la insurreccion 0? Doardo oftecia detalles del movimiento subversivo en Margarita encabezado por Juan Bautista Arismendi, Morillo, una vez ocupada la isla, dej por gobernador a’ Antonio Arraez quien, por orden del jefe, impuso al vecindario una contribucion excesiva de 40.000 pesos, pese a “la absoluta pobreza de aquellos miserables pescadores”. Morillo ordend ademés el secuestro de bienes de varias personas, y cuando Atraez se opuso a tales vejaciones, lo destituy6 del mando y nombré para ejecutar la orden aJoaquin de Orreiztierra, “dando la ocasion al levantamiento y desesperacion de los 12, Archivo General de Indias, Sevilla, Audiencia Santafé, legajo 1.017, Cajigal fue expulsado de Venezuela por Morillo, “porque no se condueia con la pridencia que exigenlascircunstancias” (Carta de Envile al Consejo, fechada el 19 de junio de 1917), (Ibid, Audiencia Santaf6, legajo 718). habitantes que arroiaron Jas tropas —espanolas— de aquel punto interesante”. En su representacién al Consejo, O’Doardo explicaba el origen de la rebelion de Arismendi. Este, vecino acaudalado, duefio de un hato de ganado y regidor del cabildo, no habia tomado parte alguna en el movimiento de 1810. En 1812 fue nombrado gobernador de la isla, Pascual Martinez, soldado raso de la guamicion, casado con una isleha. Ei nuevo gobemador se propuso a introducir en el ayuntamiento a algunos familiares de su mujer. A ello se opusieron los regidores de la ciudad y entre ellos Arismendi, por carecer aquellos sujetos del necesario rango social. El ofendido gobernador inicié una persecucion de los regidores. “Arismendi perdié a su mujer e hijos y el espiritu de venganza lo armé y le hizo el més sanguinario de toda la provincia”. El documento contiene una nota marginal que reproduce la resolucién del Consejo relativa a esas cartas acusatorias. El texto reza: “Respecto de que por la ley de amnisticia se ordena un olvido de todo lo pasado, basta ésto para omitir el perd6n que se propone (43). Pero a fin de que Jo hecho anteriormente sirva de leccion para lo venidero, prevéngase al nuevo jefe nombrado para Santafé —Juan Samano— siga emplearido los medios suaves y conciltatorios para calmar los animos y evitar desgracias, manifestandole los funestos efectos que produjeron las medidas de rigor y arbitrariedad que se tomaron antes”. La nota arriba transcrita esta fechada el 13 de diciembre de 1820, es decir, suscrita por las autoridades de la monarquia constitucional, ;Ya habfan pasado, pues, cuatro afios desde las primeras denuncias. toe Documentos atestiguan que la clique militar y su politica americana encontré oposicion también entre los miembros del clero, Testimonio de ello es la representacion al Consejo, que hizo Andrés Rosillo, canénigo de la catedral de Santafé, por entonces en Espaiia (44). Cumpliendo 43, Este giro parece indicar que O' Doardo pedia que se perdone a Arismendi por su rebeldfa 44, Archivo General de Indias, Sevilla, Audiencia Santaté, legajo 1017, 54 expresas reales Ordenes informaba sobre las conmociones acaecidasenelNuevo Reino de Granada, Declaraba que desde 1815 los habitantes de aquel reino estaban “decididos a reconocer el gobiemo de Vuestra Majestad y abandonar al intruso (es decir, revolucionario)”. Entre las razones de la simpatia hacia la causa de Espafia sefialaba el odio al Congreso de Tunja y alas actuaciones de Bolivar, ‘jefe de las tropas caraquefias, que entro a fuerza de armas, talando y destruyendo la comarca”; a més de confiscar las propiedades de las iglesias. Sefalaba que las tropas realistas (“nacionalistas”, reza el documento), conducidas por Calzada ¥ Latorro, fueron recibidas en Bogotd el 6 de mayo de 1816 “con aclamaciones piblicas” y que la publicacién de los indultos atrajo a muchas familias que habian hufdo “creyendo ver extinguidas para siempre las rivalidades, partidos y faceiones”. Sin embargo Morillo, “contestando a los partes en que Latorre y Calzada le comunicaban las demostraciones del regocijo que observaron en Santafé, les reprendio con acrimonia, dicienidoles que no era tiempo de regocijo sino de horeas y banquillos, dandoles orden de proceder inmediatamente a las prisiones Bllos las ejecutaron a sit pesar, violando sus promesas y difundiendo el espanto”. El resultado de todo ello fue, declaraba Rosillo, que muchos volvieron a las guerrillas, y se difundio “el error de creer que Vuestra Majestad no existia en el trono y que las tropas expedicionarias dependian de personas particulares a quienes no interesaba la conservacién del reino”, Rosillo proponia se publicase un indulto general “que diese a entender con expresiones patéticas”” las buenas intenciones del rey para con sus stibditos americanos; que se ordenase la restitucién de los bienes requisados, “circuléndose el indulto por los Torres, Calzadas, Montes, Cajigales y otros semejantes, y de ningtin modo por los Morillos, Sémanos, Arces ni Warletas”; que las sentencias pronunciadas contrs los infidentes no perjudicasen a los hijos Y parientes; y que se admitiesen reclamaciones de los Gescendientes de los muertos en el patibulo y de los que perdieron sus bienes injustamente, La oposicién a la politica pacificadora levada por 55 militares no abarcaba tan solo vastos circulos civiles y eclesiasticos, penetrando incluso en los propios citculos militares. El informe del gobernador de Cartagena, Gabriel de ‘Torres (45), es una muestra de la oposicion que alcanzé las altas esferas del ejército. En su exposicion al rey,el 18 de octubre de 1819, Torres rechazaba resueltamente los métodos que habfan sido empleados por Morillo y Sémano para pacificar al pais. Todo un militar, adicto incondicionalmente a la monarquia y preocupado por la recuperacion de los ‘territorids en manos de los patriotas, no escatimaba severas criticas a la politica levada por los “pacificadores”. Se referia a una carta fechada el 15 de julio de 1819, es decir, antes del descalabro sufrido por el ejército espafiol en los campos de Boyaci; la cual no hemos encontrado. Pero en la del 18 de octubre repetia en esencia lo que habia escrito. En aquella carta, declaraba Torres: ‘me atrevi a indicar que el Nuevo Reino de Granada caminaba precipitadamente a su uina, por las causas que all{ manifesté”, Preveia, declaraba, “a disolucion general... y la pérdida del Nuevo Reino a través de la opresion de los pueblos, de la ninguna proteccién _ que 5 les dispensaba y de contribuciones superiores a sus fuerzas gon que se les gravaba”. Y refiriéndose al descalabro sufrido por el ejército realista, exclamaba: “Pero como podia suceder otra cosa? La fuerza moral de los pueblos, destruida; éstos vejados, despojados con el mayor desorden de sus frutos, de sus ganados y Ia justicia con su balanza inclinada siempre a favor de los que cometian estas vejaciones. . . El tinico medio de hacer sitbditos leales es el de hacer ver a los pueblos, que bajo el paternal gobierno de Vuestra Majestad son mas felices que bajo el de los rebeldes, y que los medios de conseguir ésto no son las vejaciones, la falta de proteccién y el consentimiento tacito o expreso de _armuinarlos, sino la administracion més rigurosa de justicia, 1a ‘proteccion’ que las leyes designan y a las demas a que esta Friede, La Batalla de Boyacd, Documento 124A, pags, 296-203. Morillo se agraviaba contra el autor de ese informe, Gabriel de ‘Torres, ya en su carta al Ministro de Guerra fechada el 22 de diciembre de 1817, quejindose de que aquel no cumplia sus Grdenes. (Rodriquez Villa, Tomo HII, pag. 465). ‘obligado el que manda, especialmente en unas circunstancias en que mas que nunca es necesario tener un incansable celo Para hacer amable el dominio de Vuestra Majestad’’. En da carta citada, Torres, exponia el desordenado reclutamiento de los soldados practicado por Morillo y por Samano, arrancéndolos sin discriminacign de sus. tareas agricolas, de la industria y de la familia. Muy severa es su critica de las actuaciones de Samano; critica muy valiente si tenemos en cuenta que el virrey estaba por entonces en la Propia ciudad de Cartagena, Le enrostra el abandono precipitado de Santafé, con lo cual habia imposibilitado ala dispersa tropa de Barreiro la concentracion en la capital con el fin de rehacerse del revés sufrido y salvar por lo menos los archivos y los caudales de la caja real y de los particulares, Le increpaba el abandono de Honda y luego de Nare, abriendo al ejército republicano la puerta de entrada a la Provincia de Antioquia y con ello al Choc6; con Io cual el virrey habia, entregado con ligereza esas dos provincias a las fuerzas revolucionarias exponiendo ademés la seguridad del propio puerto de Cartagena. Solo confiaba en el enlace que le quedaba con Morillo en Venezuela por el camino de la Grita ocupada por el gobemador de Santa Marta, Miguel de Latorre. Y concluia: “Decidido como lo estoy en Sacrificarme y perecer como debo en el punto en que Vuestra a wested se diene, ppoloceria, desearia que mi sacrificio fuese 1080, atrayendo ina utilidac K 6 reales armas de Vuestra Majestad. 2m \woO)Y #oHa a sus CAPITULO V Esfuerzos de la monarquta constitucional para recuperar el dominio sobre sus colonias, El desasosiego originado por la politica reaccionaria de Femando VII al retomar a Espafia, produjo la Hamada revolucién de Riego, El 1 de enero de 1820 se sublevé Rafael Riego, comandante de las fuerzas armadas reunidas en los alrededores de Cédiz para trasladarse a América y continuar Ja politica de la mano dura frente a los patriotas, Proclamo la vigencia de la antigua, y revocada por Fernando VII, constitueién de 1812 y en un santiamén se unieron al movimiento revolucionatio las guarniciones de La Coruia, Ferrol, Vigo, Zaragoza, Barcelona, Pamplona y de otros lugares. El problema americano fue pues la chispa que desato el descontento de las masas. Para salvar su trono, Fernando se vio obligado a aceptar la Constitucién de 1812 que habia derogado en 1814, Aunque la instalacion de la monarquia constitucional fuera obra del partido de la oposicién, no se crea que hubo en Espana un entendimiento cabal de la esencia de la revolucion americana como movimiento popular firmemente arraigado y que ya por entonces habfa alcanzado notables éxitos militares. Por lo pronto ces6 cualquier intento de enviar nuevos contingentes de tropas a América, Se despacharon emisarios para comunicar a los insurgentes de ultramar la feliz noticia del restablecimiento de la monarquia constitucional, para que jurasen la nueva-vieja constitucion de 1812. Bsa Constitucion fue ya a tiempo de su promulgacion considerada insuficiente para colmar los deseos de libertad independencia de los americanos. Pero el nuevo gobiemo constitucional no crey6 necesario un reajuste de esa constitucion a la nueva situacién creada en América. Dividido en “moderados” y “exaltados” seguia en su miopia, sin tener 59 en cuenta que una gran parte del antiguo imperio colonial ya habia logrado de hecho la independencia. Y asi, en vez de proponer a ios americanos nuevas relaciones con la metropoli que correspondieran-a la situacion de 1820, se les ofrecia una constitucion de 1812 ya extempordnea ante la realidad creada por los hechos. La proclama dirigido a los americanos por Femando VIL (46) es caracteristica de ese patemalismo que no propone nada ni invita a un didlogo de igual a igual sino que espera una confianza ciega del hijo descarrilado hacia su padre. “El rey deseado” que durante seis largos afios ahogaba en la sangre la oposicién peninsular y americana, se convierte de tun dia para otro en “rey y padre” y lama a sus extraviados hiijos para que vuelvan a ia casa de su “tiemo padre”. En la proclama se hace primero la autocritica, pues errar es humano y “los errores no son crimenes”. No falta en el escrito la alusion a la comunidad de sangre, idioma y religion y a las virtudes heroicas de ambos bandos. Tampoco faltan los consabidos ‘“‘comunistas”: hombres ambiciosos que “promueven laanarquia para arrancar y fijar en sus manos el eetro del mando. .., aventureros desconocidos. . ., influjo extrafio que divide para dominar y domina para saciarse de riquezas”. Y tampoco falta la amenaza: ““Temed todos los males que producen los furores de una guerra civil”, El desconocimiento del carécter del movimiento emancipador americano y su aspecto politico y social, fuertemente arraigados, fue total en Espafa. eee Como puede ser previsto, el “mea culpa” de Femando VII y las diligencias emprendidas por los comisionados para lograr la adhesion de los americanos a Ja nueva-vieja constitueion no han producido efecto. San Martin en el Perit se nego a prestar el juramento, Los enviados a Venezuela y él Nuevo Reino de Granada, José Sartorio y Juan de Barry. respectivamente, no tuvieron siquiera ocasion de entrevistarse con Bolivar. Sin fecha. (Enero de 1820), Coleccién de Documentos. Library, Universidad de Indiana en Bloomington, Indiana, Una constancia documental qued6 de los incidente: se Unygimnl document qué deinen gu constitucién de la monarqufa espafiola. En la carta que el 29 de junio de 1820 escribiera el gobemador de Cartagena, Gabriel de Torres, al capitén general de Cuba, Juan Manuel Cagigal (47), relata a éste los incidentes ocurridos durante la jura a la Constitucion en aquel puerto ocupado todavia por las fuerzas tealistas. Informaba simultineamente sobre los diez meses del gobierno del virrey Juan Samano, presidente de la Audiencia instalada en la ciudad después del abandon de Santafé. Del informe se desprende que, pese a las Girectivas Hegadas de Espafa, Samano proseguia su politica represiva, “Imposiciones continuas a los pueblos —reza la carla—, prisiones por sélo sospechas, la més de veces infundadas, omisién la més culpable en todas las disposiciones militares... y ltimamente la apatia, el desorden y la arbitrariedad en toda su extension, produjeron tun desaliento general en las tropas y un disgusto universal en. los pueblos, como consecuencia precisa de aquella conducta...”.’ De este modo criticaba el gobemador de Cartagena las actuaciones de Simano, Informaba luego a Cagigal que el Virrey, empedernido monarquista, se habia negado a jurar la Constitucion y que fue depuesto de su cargo por los militares acaudillados por Torres, que si aceptaron la monarquia constitueional Pocos meses después caia Cartagena en manos de los revolucionarios. 47, Friede, La Batalla de Boyacd, Documento 124, pigs. 294-295, CAPITULO VI Envio de nuevos parlamentarios a América y su fracaso, El fracaso ae los emisarios enviados a América en 1820 ¥, Jos éxitos progresivos de la campafia emancipadora obligaron a las autoridades a ocuparse continuamente’ en el problema americano y en el mejor medio para reintegrar al Imperio las provincias sublevadas. Lo que sorprende €s que incluso cuando Ilegaron las noticias de la entrega por D Donojé a Iturbide del ditimo reducto espaiiol realista en México, el puerto de Veracruz, no se contemplé la necesidad e invitar a Espafia a los representantes de las repiiblicas, de hecho ya independientes, con el fin de tratar directamente los asuntos relacionados con la independencia, Todavia estaba en vigencia el tradicional sistema del yobierno “por control temoto”, mediante el envio de comisionados con poderes limitados. Todavia era poderoso el partido militarista que no renunciaba al empleo de la fuerza para combatir a los “‘tebeldes”. Pero no por esto faltaba la oposicién dentro del Propio gobierno, la cual abogaba por la necestdad de ver la situacién en toda su cruel realidad y que se esforzaba en hacer comprender que no era la prolongacion de la guerra el medio mas propicio para salvar los intereses de Espafia, sino convenios con los gobiernos constituidos de hecho en América, HI informe reservado destinado a Femando VII y confeccionado por los secretarios de las Cortes(48) daba cuenta al monarca de lo actuado en éstas y en el Consejo de Estado desde junio de 1821 hasta octubre de 1822. Este informe ilustra las dificultades que tuvo el gobierno espafiol en adoptar una linea segura de accion, ante opiniones 48, Archivo General de Indias, Sevilla, Indiferente General, legajo 1870, 63 divergentes de los politicos; opiniones que iban desde la insistencia en la ‘‘perpetua union” de las colonias con la metrépoli_y en la necesidad de seguir empleando la fuerza Proporcionada incluso por potencias extranjeras, hasta el convencimiento de la inutilidad de cualesquiera’ esfuerzos Para conservar a América en el estado de coloniaje, El informe es interesante no sélo por la diversidad de opiniones que existian en las esferas gubernamentales espafiolas con relacion al problema americano sino también porque constituye un ejemplo mas de la tradicional lentitud burocriitica con quese trataban en Espafia asuntos incluso tan uurgentes como lo era la insurreccién americana; la cual iba a pasos gigantescos hacia la total independencia, El informe ilustra como, fracasadas las gestiones de los comisionados enviados en 1820 para lograr el reconocimiento de la monarquia oonstitucional, el 27 de junio de 1821 las Cortes se dirigieron al gobiemo pidiendo informes Pormenorizados sobre la situacién en América, y el 10 de agosto el rey ordend al Consejo del Estado ocuparse del “ss del Estad limiento de esa orden. el Conseio del Estado Bas ater oes Cees ic wier ners robes antecedentes del problema americano y las medidas que habjan sido tomadas hasta aquel entonces. El 28 de agosto Jos secretarios entregaron al Consejo del Estado una relacion detallada de lo acsecido en las distintas provincias desde el ‘comienzo del_movimiento insurgente, los recursos con que contaba Espafia en hombres y navios en América y la necesidad de dotar los apostaderos de una marina. Ninguna Regociacion te hizo por entonces con alguna de las potencias jeras para lograr ayuda, z sePortevonmente, 10 de septembre, el Consejo ordend se incluyeran en el informe los papeles procedentes de los archivos del extinguido Consejo de Indias y del Ministerio de Estado. El 27 de octubre todos los papeles seguian todavia en estudio, por lo cual los secretarios de las Cortes urgian a aquel Consejo emitiese su concepto. Este fue dado el 7 de noviembre y su traslado fue enviado a todos los ministerios, El Consejo del Estado dictaminé: (1) que en ningin caso debe consentirse la desmembracion del imperio colonial regido por la monarquia constitucional y en la separacién de las colonias de la metropoli; (2) que para la pacificacion de 64 Jas provincias actualmente emenzadas se enviasen flotas armadas a los puertos de Callao en el Perit y de Veracruz en México, con el fin de cortar a los insurgentes la esperanza de recibir suministros del exterior, pues dada la situacion en Espafia —se declaraba— ésta no estaba en condiciones de enviar contingentes de tropas a ultramar salvo en escala muy reducida y en casos de gran urgencia; (3) que se tratase con una potencia extranjera amiga, preferentemente con Inglaterra, para que proporcionase’a Espafia una armada, ofreciendo en cambio ventajas comerciales y aboliendo el sistema monstruoso del monopolio peninsular: “el errado sistema del comercio exclusivo 0, mas bien, del destructor monopolio a que las antiguas leyes y reglamentos del Sobiemo de 1a metrépoli tuvo hasta ahora condenados a tantos millones de habitantes; monopolio que ha legado a ser insufrible sobre inicuo y absurdo, cuando la metropoli ha venido al punto de decadencia en su industria y comereio que ni podia llevar a América los efectos que necesitaba ni extracr los frutos de que abundaban”; y finalmente (4), que se declarase un comercio libre total con las colonias americanas, “que solo por tirénica violencia puede del todo privarse”™ ofteciendo algunas ventajas a las potencias amiges, Como “medida de orden mas secundaria”, el Consejo de Estado consideraba convenientes: (1) un didlogo con los diputados americanos que debian acudir a las Cortes de 1822 y1823; (2) Ia revocacion de las disposiciones sobre la reforma del clero regular que habian encontrado oposicion en América, y (8) la elevacion al doble de los sueldos del Ejército Expedicionario para prevenir deserciones, Recomendaba asimismo que en la provision de los empleos no se tuviese en cuenta el lugar de origen de los funcionarios, si espanol o americano, sino su idoneidad. El problema de puestos burocraticos aparece en todas las recomendaciones, Tal era la postura oficial del gobiemo espaol frente a la América insurgente: empleo de Ia fuerza incluso acudiendo a una nacion extranjera; mientras que un didlogo con los representantes americanos en las Cortes era de orden “més secundaria”. Ese dictamen se comunicaba al monarca transcribiendo los votos particulares de algunos consejeros; votos bien interesantes porque ilustran en cierto modo la opinion Pliblica espafiola ante el problema de la revolucion americana, 65 con todo y aceptando las recomendaciones del Consejo del Estado, criticaba speramente la pasada politica llevada por el gobiemo: envios de tropas terrestres a América para doblegar la insurreecion y las costosas construcciones de fortificaciones en sus costas; politica que encon6 los énimos de los americanos y ahora Gificultaba la reconciliacion. Estos consejeros declaraban que una flota armada hubiera sido suficiente para cortar el suministro de los recursos a los rebeldes, mantener el comercio con Espana y dominar la insurreccion, Hubiera simplificado la administracion colonial, hubiera permitido la disminucion de las contribuciones e' impuestos locales y hubiera aumentado las entradas del fisco, “‘mirando nuestros propios intereses””. Este grupo consideraba que el envio de fuerzas expedicionarias ‘porque asi exigian las ciegas peticiones del comercio de Cadiz. y México”, ha fomentado en América el, deseo de lograr la independencia; mientras la falta de la armada ha permitido la entrada por los puertos americanos de aventureros, de armas y de municiones. Dos potentes marinas, la militar y la mercantil, y unos pocos puestos fortificados hubieran podido ser construidos. “aplicando la mitad de los caudales que la América iniroducia en el erario”. La falta de la marina origind “la incomunicacion entre la peninsula y las provincias de ultramar y la dislocacién consiguiente del cuerpo politico de la monarquia espafiola”. Cuarenta mil hombres habian sido enviados a América, se gastaron veinticinco millones de pesos, las entradas del fisco mermaron y el comercio espafiol perdio quince millones, debido al cotso y la pirateria Este grupo de consejeros sefialaba las dificultades que presentaba la pacificacion, “agotado nuestro numerario, sin poder disponer de un soldado para ir a América, sin marina grande o pequefia, aislados y reducidos a nosotros mismos”. Recomendaba la estrecha colaboracién con Inglaterra, considerando que ésta solo abrigaba intereses econdmicos y no aspiraba a ganancias territoriales, mientras que “las demas naciones, es decir, Portugal, la Francia y la Rusia quieren positivamente invadir y hacerse duefios de algunas provincias en América”, Por lo demas, abogaba por el comercio libre en ‘América. Preveia la repugnancia que ese sistema encontraria en el comercio espafiol, incapaz de competir con los Un grupo de consejeros, 66 comerciantes extranjeros sin la proteccion del estado. Por esto proponia la implantacion de derechos preferenciales en favor del comercio nacional; procedimiento que, sein se declaraba, seria més eficaz que las prohibiciones de importacién, pues “el contrabando puede més que las prohibiciones de aranceles”. Tal medida permitfa una politica aduanera proporcional a la ayuda (‘al influjo”) que se recibiera de Inglaterra u otra nacion, Ademés, el libre comercio corresponderia “fa los deseos muy antiguos que tiene la América de ampliar su comercio, como seguro medio de adelantar su riqueza agricola”; deseo “recomendado por la justicia”, que permitirfa a los pueblos americanos “un comercio sin las trabas que hasta aqui ha tenido. . ., pues son pocos los efectos comerciales cuya introduccion no esta prohibida”, Consideraba que tal concesin no era perjudicial a la industria de la pen insula, porque (1) las prohibiciones no impedian la introduccion’ de efectos de 1a industria extranjera (debido al contrabando); (2) se puede gravar con derechos de aduana a los productos extranjeros; (3) la causa principal del decaimiento de la industria peninsular era la falta del capital que afluiria desde América si a ésta se otorgase un comercio libre; y (4) la Espafia peninsular podria conservar su politica de prohibiciones y recibiria de América “unos subsidios que le hacen mucha faita y con que ahora no cuenta”. Conclufan estas recomendaciones bien interesautes porque demostraban cémo la balanza econémica del imperio espafol se inclinaba hacia América, con la exhortacion de fomentar la industria peninsular “por la cual se esta clamando hace tres siglos”; de concluir los canales —de riego— en Aragon y Castilla, y de introducir “en las provincias que estan sumisas, como Cuba, Puerto Rico y Filipinas, una administracion sencilla y econémica. . . para desterrar de ellas Ja arbitrariedad”’. Otro grupo de consejeros complementaba el dictamen del Consejo del Estado recomendando se declarase la igualdad de los derechos de americanos y espafioles en lo referente al comercio e industria, Abogaba por una estricta paridad entre americanos y peninsulares en la provision de dignidades y oficios, tanto civiles como eclesidsticos, nombrando algunos americans para los oficios en la propia peninsula, Los empleos no deberfan concederse de acuerdo con el origen de 67 a Jos peticionarios sino segin los méritos personales de cada uuno tuméndose americans y peninsulares. Aconsejaba la eleccién de tales empleados no por un jefe tinico sino por juntas consistentes en tres oidores, tres empleados de la hacienda y tres militares de alta graduacion, segin el destino del empleo fuera a concederse. Los puertos americanos y peninsulares deberfan gozar de las mismas franquicias, El ejercicio de cualquier industria o agricultura deberia ser libre en América como lo es en Espafia Algunos consejeros recomendabanse negociara una tregua de dos afios y se conviniera con los diputados americanos a las, Cortes de una manera definitiva las bases de la “perpetua unién con la peninsula”. Otros consideraban que cualquier medida de pacificacion seria intitil si no fuera apoyada por la fuerza; pero si esto no fuera factible, deberia conclufrselapaz de cualquier modo y de la manera mas répida posible, “para evitar mayores males”. Generalmente se recomendaba la revocacion de las leyes referentes a la supresion de los conventos y la reforma de los regulares en América; mientras que sobre la conveniencia de restablecer el suprimido Ministerio Universal de Indias se dividian las opiniones, considerando que “los males de América... han dependido alternativamente de las cualidades y aptitud o ignorancia de los agentes del gobierno, mas bien que del Ministerio”. ‘Tales eran las opiniones expresadas por la mayoria de os consejeros. Pero existia también una franca oposicién. Bl marqués de Piedrablanca consideraba preferible levantar un empréstito de ocho millones de pesos para la adquisicién de una flota de guerra, en vez de pedir auxilios a Inglaterra. Esa flota bloquearia los puertos y las costas de los paises disidentes, obligindolos a la iendicién. Proponia ademés —timidamente— el nombramiento para cada provincia americana de una junta gubemativa compues.a de tres individuos ‘“nacidos en ambas Espafas. . . sin exclusion de su ‘augusta familia (es decir, del miembro de ia casa real)” Esta junta gobernaria el territorio respectivo provisionalmente, hasta tanto no se intalase una administracién definitiva, Més audaz fue la propuesta del consejero Esteban Varea quien consideraba que todo el problema de la emancipacién habia surgido por la distancia que separaba a América de la Metropoli, por la parcialidad con que se proveia los oficios 68 prefiriendo siempre a los peninsulares y por el despotismo con que gobemaban los aue habian sido enviados desde Espaia, Proponia que se designara para cada distrito vitreinal 0 capitania general una junta de tres personas, una de ellas por los menos de origen americano, para que se entendiera con todos los asuntos gubemativos, salvo casos de la legislacion que se transmitirfan a las Cortes en Espafia, Consideraba que tal sistema no era contrario sino conforme a la Constitucion. “Sin esto —continuaba— sera diffcil la pacificacion, pues si el gobierno remite a los desidentes proclamas, las desprecian; si envian negociadores, no los escucharén; y si usa de medios suaves, serén ineficaces”. Los empleos deberfan recaer en sujetos que se distinguieran por sus servicios en América Por la franca independencia de las provincias ultramarinas abogaba el consejero Gabriel Cisar, considerando “que es imposible sea bien gobemada América desde Madrid, por la grande extension de aquel pais y la larga distancia que media, lo que produce que las providencias cuando llegan, son extravagantes, por la variacion de circunstancias y acontecimientos”. Espafia debiera preocuparse solo por su comercio y pot la seguridad de las comunicaciones maritimas con sus posesiones en América. Cisa: declaraba que *mendigar la fuerza armada inglesa para hacer la guerra a lus espafioles ultramarinos, es impolitico e indecoroso y propio para fomentar en aquellos naturales odios irreconciliables”. Incluso el envio de diputados americanos a las Cortes de Espafia lo consideraba improcedente, porque equivalia a expatriarlos de sus hogares. Proponiase organizaran en América tres 0 cuatro estados independientes, unidos con Espafia en una federacién. Con estos estados debia tratarse, “si es dable”, Ia ereccion de algunos puestos fortificados para Ja seguridad’ de los territorios y para que sirvieran de ‘emporios del comercio espaiol-americano, El anterior informe del Consejo del Estado fue presentado en las Cortes el 17 de enero de 1822 incluyendo algunas consideraciones sobre las causas dle la revolucion y del fracaso de los emisarios enviados en 1820, Odo y discutido el informe, las Cortes propusieron al gobiemo emprendiera las siguientes diligencias (1): tratar con los gobiernos revolucionarios 1a suspension de las hostilidades por un término de dos afios; (2) invitar_a las diputaciones provinciales y los ayuntamientos americanos expongan sus 69 agravios y comuniquen Jos reparos que encuentran en la Constitucion de 1812 adoptada en Espafa (8); declarar la libertad absoluta del comercio entre las colonias “en cuanto a Sus propias frutas e industrias” y convenir “cuantas franquicias fuesen dables” entre ellas y la metrépoli (4); permitir por un término de seis afios el libre comercio entre ellas y demés potencias que estaban en paz con Espana, incluso en buques que navegaran bajo banderas extranjeras (5); suspender en América las reformas referentes al clero, putes ‘'se dijo que si la reforma de regulares en la peninsula se estim6 necesaria atendiendo el estado de su poblacién (niimero), riqueza y territorio, tal vez estas causas no eran tales en América que Ia tal reforma fuese alli imprescindible” (6); adjudicar tierras baldias a los indios y a las castas, “removiendo todos los obstdculos que hasta ahora se han opuesto a la ejecucion de ésta itil operacion”;y (7) mientras tanto negociar con una potencia extranjera “la activa cooperacion y proteccién para esta pacificacion, concediendo a la que fuere, por este setvicio, las ventajas que sean Justas. .. que\han de ser efecto de un particular y meditado convenio”’ Como puede observarse, tales propuestas rechazaban cualquier autonomia de las provincias americanas. Se prometia ofr las quejas y reparos, sin comprometerse. Se trataba de introducir un cisma en el movimiento revolucionario offeciendo a las clases humildes ventajas y consideraciones que éste no le brindaba (ciertamente, no se eonoce que hubo un intento siquiera por parte de los caudillos de la revolucién americana de recompensar al pueblo —soldado aso, campesino, artesano— por su participaci6n en las guerras de Independencia), y aprovechar Ta tregua de dos afos para buscar la cooperacién con una potencia extranjera para debelar la rebelion, La infausta noticia de la entrega por el general O° Donojii a Iturbide del puerto mexicano de Veracruz (24 de agosto de 1821) no aceler@ las diligencias en Espafa. El 13 de febrero de 1822 las Cortes remitieron al gobiemo varios proyectos de decretos para su ratificacion por el rey. Estos decretos debian ordenar: (1) el envio de comisionados a América para que oyesen y comunicasen a Espafia los agravios de los habitantes, y que quedasen en sus puestos hasta recibir nuevas drdenes; (2) el rechazo de la validez del 70 convenio firmado por 0° Donojte Iturbide en Versa Mamado tratado de Cérdoba" y de cul luna w otra manera admitiera’ la Ine ae expedicion de una solemne declaracion diigilers wooed fe potencias de Buropa y al gobiemo de la Amenen dal Wega ae @l sentido de que el reconocimiento de la independ ge a cualguier provincia espanola sublevada, se comaneees Go eto inamistoso hacia Bupaiia; v (4) la consemacion a egg costa de cualquier punto todavia no ocupedo pot lee he revolucionariss. Le soberbia y_ el orgullo cegdban ale api Espaiia. Mientras. tanto, Buenos Aires, ‘Chile, Venaiene Nueva Granada y ahora también México estaban’en mance los gobiemos independientes y solo en el Peri se lucha Lodavia. El desconocimiento de la realidad politica 9 mai situaciOn militar de América eva total En ejecucion de esos decretos, el 23 de febrerose ordend al Consejo de Estado de que estableciera negoviaciones ang Jas potencias europeas con el fin de que no reconocieran independencia de los gobiemnos americanos; antes non ef contrario, “concurran a Espana stestarequiriere auxilie, ¢ destruir tan funesto germen de rebelion, -.. por el interés Teciproco de las naciones europeas ch” conserve tes respectivas posesiones y establecimientos”, Simultdneamente se avisaba a las autoridades de ultramar que ya se habfan tomado las disposiciones adecuadas para oft los agravios de los americanos y a¢ lee ordenaba “excitar a aquellos habitantes a reposar tranquilos en Ia esperanza de que sus quejas seran ofdas, debiendo vor lo tanto cesar los des6rdenes, los desastres de la gueta--* Lag Cortes pedian al Consejo del Estado elaborase’ lat instnieciones que para sus diligencias deberian Tlevar consige los emisatios ante los gobiernos americanos Un mes mas tarde, el 23 de marzo, el Consejo del Estado declaraba no estar en condiciones de elaborar cng instrucciones, pues la autoridad de los comisionados ae limitaba s6lo'a oir las quejas sin que se les olorgasen oting Prerrogativas ni poderes. Un consejero indieaba que al Comercio de Cadiz ~el"Consulado— habia pedido se oyeran Sus opiniones antes de elaborar las instruceionen considerando que las relaciones comerciales entre Espafia y Jas colonias deberian constituir una de las_ principale ‘aterias de aquellasinstruceiones. Otro consejero, él margues n de San Francisco, dudaba dela eficacia del envio de comisionados sin otra autoridad que la de ofr agravios. Consideraba que tal envio era “dispendioso, initil y poco decoroso para la Nacion”, y preveia su fracaso como lo habja sido el de los emisarios enviados en 1820. 7 Ante estas opiniones, el Consejo del Estado se limité a recomendar que las personas escogidas por las Cortes fueran idéneas, que para cada provincia americana se enviasen dos personas y que, cuanto antes, se elaborasen las instrucciones. Por fin, el 28 de junio del mismo afio 1822, las Cortes concedieron’ al gobierno plena e ilimitada autoridad de actuacién en el problema americano. Solo indicaban la necesidad de salvaguardar los intereses de los espafioles que quisiesen volver a Espafia o prefiriesen permanecer en América, y de proteger los lugares todavia libres, especialmente las islas de Cuba y Puerto Rico. Autorizaban a Jos comisionados garantizasen a los americanos que quisiesen venir a Espafa plena seguridad de sus personas y bienes, independientemente de su actuaciones durante la insurreccion. Las Cortes reservaban para sf el derecho de juzgar alos desertores del ejército de ultramar. Por lo demas, se autorizaba a los comisionados concluit tratados comerciales provisionales con el fin de no embarazar el comercio entre Espafia y sus antiguas posesiones. wee Las instrucciones dadas por el gobierno espafiol a los comisionados merecen atencion no solo porque revelan la debilidad de la monarquia ante el arrollador movimiento independentista sino porque patetizan_un liberalismo que si hubiese regido la politica de la metrOpoli aftos trés, hubiera podido cambiar el destino de las reptiblicas americanas y aun de Ia misma Espafia, Las detalladas instrucciones generales dadas alos comisionados (49) aconsejaban prudencia en el parlamentar con Jas autoridades americanas independientes, empleando “un lenguaje de la persuasion y de la dulzura”. Nada de violencia o de amenazas del empleo de fuerza. Sus actuaciones deberfan limitarse a “‘ilustrar y convencer”, a 49, Ibid. Madrid, 15 de mayo de 1822, insistir sobre los “nobles y_generosos sentimientos” que animaban a la nacion espafiola y en “su ansia de paz y conciliacion”. Lo tinico inaceptable era la separacién total de la metropoli. Cualquiera otra circunstancia o modalidad podria ser objeto de negociaciones entre las partes interesadas, asegurando a los americanos la més benévola comprensién de sus aspiraciones, De ahi que debieran cesar en la prensa “los insultos més groseros contra los espafioles de Europa”. Los comisionados deberian pedir el respeto a las personas y los bienes de los espaiioles que vivian o quisieran Tadicarse en los territorios ocupados, ofreciendo reciprocidad a los americanos que estaban en FEspafia o quisieran trasladarse a la peninsula para vivir alli, Debian exponer las excelencias de la Constitucin de 1812 que favorecia a los indios, las castas y las gentes de color, Debian explicar que, Por regir las mismas leyes en Espaiia y en América, la anhelada independencia se hallaba practicamente lograda asi como también asegurada la igualdad de oportunidades para Jos empleos piblicos. A las quejas contra el gobiemo anterior a 1820, debian responder “que los pasados excesos se padecfan més en la peninsula que en ultramar”, Debfan insistir en Jas mutuas ventajas que aportaria la estrecha colaboracion entre la Espafia peninsular y la ultramarina en todo lo relativo a la navegacion, aduana, la proteccion de la industria y del comercio con ‘cléusulas preferenciales, Se Pedia respeto. ala banderaespafiola y mayor control en el otorgamiento de patentes de corso “que solo se usa entre naciones extrafias unas a otras” y que tanto afectaban la navegacion y el comercio, Muy ‘significativas son otras cléusulas de las instrucciones generales que trataban sobre la. conveniencia de que los gobiemos americanos conservasen su union politica con Espafia, Algunos argumentos se basaban sobre las experiencias del pasado. Los comisionados debian explicar a Jos americanos que suestatuto colonial les habia evitado “los datios y devastaciones de la guerra que ya es un mal habitual en Europa”, La abstencién de intervenir en las contiendas europeas ha permitido el progreso de América y su notable aumento demografico, “pues los estragos nacidos de las Buerras europeas s6lo han alcanzado algunos puntos de sus costas”. Unida América bajo un solo gobiemo, “continuard 73 perfecionando su civilizacién y aumentando indefinidamente su prosperidad y riqueza, lejos de las convulsions y discordias civiles que destruyen la poblacién y absorben los capitales destinados en tiempos tranquilos a fomentar la agricultura y la industria”. (¥ ciertamente, el fortalecimiento econémico y demogrifico de las colonias espafiolas se debia en gran parte a la neutralidad que conservaron en las contiendas europeas de su Madre Patria), Otros argumentos que debfan exponer los comisionados para lograr la continuacion de la unién con Espafia ofrecen atin mayor interés. Con una prevision casi profética el gobierno espafiol presagiaba 1a futura suerte de los paises Jatinoamcricanos si se independizaban de la metropoli. Los comisionados debian exponer ante las autoridades republicanas el peligro que encierra la desmembracion de América en débiles naciones independientes, frente a los poderosos estados de Europa y al de Estados Unidos, Unidos ajo el cetro de la corona se evitarian las disensiones intemas entre los gobiernos americanos; disensiones inevitables como ya lo habia demostrado la corta historia de los gobiernos revolucionarios con sus contiendas personales entre los cauchillos y entre las fracciones politicas. Dividida América en pequefios y débiles estados independientes sera expuesta ‘‘al influjo inmediato de los gobiemnos extranjeros, poderosos y comerciantes””. Ser ‘juguete de su ambicion, . . exigiendo ventajas exclusivas para dar salida a sus producciones”. Los gobiemos extranjeros, “tomando parle en las mutuas querellas de los nuevos gobiernos, segtin conviene a sus miras, solo tratarian de apropiarse y ‘repartivse 103 despojos de ‘América, . . y la tendrén en un estado perpetuo de tutela”, De este modo veia Espafia el futuro de las naciones americanas independientes y tenemos que admitir que la historia del siglo pasado, y en parte del presente, le ha dado razon, La instruccién adicional expedida el 28 de junio de aquel afio aclaraba y complementaba algunos puntos de la general. Se ofrecia la mutua seguridad para los bienes de espafioles y americanos, tanto en Espaiia como en América, independiontemente de las opiniones politicas y participaciones personales en la lucha, Se prometia por parte de Espafa la buena acogida de los militares infidentes y sinceramente arrepentidos. Se permitia a los comisionados 4 promover la cesacion de las hostilidades locales con el visto bueno de las autoridades militares. Pero la instruccién acusa ante todo la influencia de las directivas tecibidas por el comercio de Cadiz, interesado de “que no se interumpan nuestras_mutuas relaciones comerciales interim se logra la con nh que es de esperarse por resultado de esas comisiones”. La instruccién autorizaba a los emisarios la conclusion de pactos interinos para lograr la “mutua admision de sus productos, tanto naturales como industriales, cuando sean conducides en buque nacional, es decir, americano o peninsular, sin restriccién ni otro derecho que el 2 o/o de salida que sefiala el arancel por gastos administracion”. Se ofrecian distintas altemativas, si tal convenio no fuere aceptado por los insurgentes: derechos especiales para la introduccion de géneros extranjeros; avaltios de articulos de importacién diferentes de los que regian en Espaia; permiso de importacion en buques extranjeros, mediante algin recargo de aduana; introduccién de articulos de prohibida importacion en Espafia, mediante un impuesto; permiso de importar desde Espanta art {culos de prohibida exportacién; fomento de la navegacion y del transporte en barcos espaficles y americanos (se consideraba americano el navio cuyo capitan, contramaestre y las dos terceras partes de la tripulacién fueran americanos); la adopcién por los barcos americanos de una bandera neutral que seria respetada por Espafia y demas naciones. A la presion de los comerciantes de Cadiz sé debja.indudablemente la instruccion de lograr que “aunque no se verifique el armisticio de la cesacion de las hostilidades,.. —esto— no debe ser obstéculo para que se realice el convenio provisional de comercio”. Se sefialara “un puerto franco donde sea admitida seguramente esa bandera neutral y se haga un comercio pactado, sin riesgo alguno con respecto a los stucesos de armas” (!) Las ‘“‘prevenciones reservadas”, es decir, secretas (50), son de interés mas general. Se encargaba a los comisionados guardarlas en la memoria “por medio de apuntes desfigurados”. Se les informaba detalladamente sobre la situacién reinante en América para que la aprovechasen en 50, Ibid, 16 de mayo de 1822. sus negociaciones con los gobiernos americanos. El anélisis de la situacion es agudo y las conclusiones merecen una desapasionada investigacin histérica, Se explicaba a los comisionades que en América no existe unanimidad en lo eferente a los objetivos de la Independencia. Algunos eran “alucinados por los encantos de una libertad que sus mismos secuaces no saben explicar’’, Otros, “los mayores propietarios. .. gran parte del pueblo. . . gentes de color y los indios.., que por una especie de instinto miran como superiorés a los europeos y conservan un gran respeto a la autoridad del rey...”. Algunos preferian la independencia, porque temian las reformas constitucionales, mientras que aquella les permitia lograr “los fines de su ambicién personal”. Existfaen América unespiritu “de provincionalismoen gran fuer- za, como lo demuestran entre otras pruebas las infinitas pretensiones dirigidas a la metropoli en todos los tiempos. ... NNinguna provincia se acomoda gustosa a estar sujeta a otra y todas quieren ser capitales. Esta rivalidad tiene tendencia natural a la division y serd en Ia actual coyuntura un ‘obstéculo poderoso para la formacion de estados de grande extension y poder en América. La experiencia lo confirma en Jas provincias del Rio de la Plata y ya hay sintomas de lo mismo en las de México y Guatemala”, Esta situacién, yezaban las instrucciones, ha producido choques entre grupos de la misma comarca, ‘‘por diferencia de opiniones 0, mas bien, la ambicién que disfrazan con ellas. . . y por el interés de la fraccién que los dirige, que s6lo aspira a la autoridad y riquezas”, Pues, “aunque la insurreccién en América empe: ‘enmascarandose con pretextos de humanidad, de bien comin, de justicia y aun de resistencia a la opresion que se suponia, muchos a quienes sedujeron las primeras apariencias se han desengafiado después, y han conocido que no fue el deseo ‘del bien sino el interés particular el que dirigid a los promovedores de la insurreccion”. "Tales fueron los argumentos esenciales de que debian valerse los comisionados “con mucho pulso y precaucién” para tratar el problema americano y conseguir el restablecimiento de la union entre las antiguas colonias y Espana. Sorprende el agudo andlisis de la situacion y ja prevision de la futura trayectoria de los pueblos Jatinoamericanos; lo cual desafortunadamente se halla confirmado en buena parte por:la historia de los illtimos 150 76 afios, durante los cuales rencillas politicas y ambiciones personales de los caudillos ocasionaron el actual subdesarrollo y la miseria de los pueblos de América, Concluyen las instrucciones secretas con la prevencion contra las potenciasextranjeras, las cuales “lejos de tener interés en la terminacion de los males de la América, fundan en su duracion la esperanza de sus granjerias; con las cuales ya han dejado a varias provincias exhaustas de numerario”, (Son las deudas pitblicas que serian la pesadilla de los subsiguientes gobiernos tepublicanos). También se previene contra los militares extranjeros ( “los aventureros”) que tomaban parte en la revolucién, Eran, se declaraba, elementos que sobraban en Europa debido a la paz (con Napoleon) y quienes “estén propensos a fomentar la prolongacién de la guerra”; la cual les proporciona los medios de subsistencia. Si tales extranjeros viniesen a ofrecer sus servicios al rey, se aconsejaba no desaprobarlo abiertamente sino procurar dilatar la contestacion y ganar tiempo, tra cldusula de las instrucciones se referfa a la esclavitud negra. Se ordenaba a los comisionados tratasen de convencer a los gobiernos americanos de lo inconveniente que seria declarar su libertad por los riesgos que para la vida econémica representarfa la abolicion. (Tal diligencia era innecesaria, La esclavitud negra perdurd en América hasta mediados del siglo XIX. Espafia fue la dltima potencia europea en abolir la esclavitu). ‘Tales fueron los pliegos de las instrucciones que llevaban. a América los comisionados en octubre de 1822 (51), con la autorizacion limitada a ofr y concluir convenios provisionales sujetos a la engorrosa e insegura confirmacion por la autoridad peninsular. Esta seguia en la ficcion de poder arreglar los problemas desde su sede a 4.000 y mas kilometros de distancia, Mientras tanto Argentina, Chile, la costa 51, Para México fueron eviados Juan Ramon Osés, ministro interino dl Tribunal Especial de Guerra, y Santiago Isissarsi, brigadier de la Armada, Para Guatemala, el marqués de Casa Ramos y el brigadier Francisco de Pinos, Para Costa Firme (Venezuela y Nuevo Reino) cl brigadier José Sartorio y el capitan de fragata John Barry. Para Buenos Aires, Antonio Luis Pereira, magistrado de la Audiencia de Chile, y Luis de La Robla, teniente coronel del eféreito, 7 peruana, el Nuevo Reino de Granada, Venezuela y casi toda Centroamérica estaban en manos de los gobiemos independientes, ** No hemos investigado Ia suerte de estas instrucciones en todas las repitblicas americanas. Para la Nueva Granada y Venezuela fueron comisionados los antiguos emisarios Barry ySartorio, quienes desde 1820 estaban en América, Ambos emisarios ‘no tuvieron siquiera oportunidad de entablar negociaciones con las autoridades republicanas, Las cartas de Bary ilustran el doloroso fin de su comision (52). Sitiado en Puerto Cabello por las: fuerzas republicanas durante varios ‘meses, sufriendo hambre y enfermedades y sin comunicacion con la metropoli, Barry aprovech6 el levantamiento pasajero del sitio para embarcarse a Curazao con destino a Puerto Rico y de alli a La Habana, desde donde regres6 a Espaia. eae Como es sabido, el brote de liberalismo de los afios 1820 se extinguié muy pronto en Espafia, como habrén de extinguirse brotes posteriores somejantes. En 1823, con apoyo de los ejércitos franceses, Fernando VII fue instalado una vez més en el trono como monarca absoluito. Uno de sus primeros decretos (53) rezaba: “Enterado de las negociaciones que han entablado en ‘diferentes puntos de mis dominios en América varios individuos que se dicen comisionados nombrados por el gobierno constitucfonal, para tratar con los disidentes de aguellas provincias sobre si pacificacion, en cuyas negociacionet se ha intentado establecer por base preliminar Ja de que el gobierno de Espaia no esta distante de reconocer Ja Independencia de aquellos paises, he venido en declarar nnulos y de ningin valor ni efecto los poderes de todos y cada 52, Archivo General de Indias, Sevilla, Indiferente General, legajo 1570. 58. Ibid. Legajo 1571, Madvid, 24 de enero de 1824, 78 uno de los expresidos comisionados y enviados a América por el gobierno Hamado constitucional. Y por consigaiente ‘euantos actos hayan ejecutado y ejecuten en virtud de ellos, que sean contvarios 4 los legitimos derechos de 1a Corona de Espana y a mi real soberania, felizmente restablecidas, muandando que dichos comisionados cesen y se retiren inmediatamente a la peninsula, En conseeuencia y a fin de que la referida mi real resolucion tenga debido cumplimiento, mando a mis virreyes, capitanes enerales y yobernadotes e intendentes de ambas Américas y sus jslus adyacentes, la hayan publicay en los territorios de sus espectivos mandos, dandoal mismo tiempo las rdenes y providenciss oportunas para que sin dilacion se Hleve a puro ¥ debido efecto en todas sus partes. Fecha en palacio, a 26 de enero de 1824. Yo, el Rey, Por mandato del rey, nuestro senior (Firma) Silvestre Collar”, Este decreto sell6 para siempre el papel de Espafia como potencia colonial, en lo que se refiere a la Tierra Firme del continente americano. Juan Priede Universidad de Texas Austin, Texas.

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