You are on page 1of 26
DRAMATURGIA DEL SAINETE José Rojas Uzeategui Para Carlos y Carmen Desde 1895, con Carlos Ruiz Chepellin (Caracas, 1856-1912), Un inglés de la Guayana, sainete, comienza a manifestarse con vigor una tendencia nacionalista, desde la perspectiva de un teatro de caricter popular, que si antes tuvo expresiones, las mismas fueron de tipo individual, caso de José Vicente Camacho, Un Hanero en la capital. Sainete, 1875, no asi con la Dramaturgia del sainete que se conveniente en un movimiento que implica a toda una generacién abocada a producir un teatro con caracteristicas y especificidades peculiares, que de alguna manera nos permiten hablar de una tendencia, que es, ademas el segundo gran momento de la dramaturgia y el espectculo en el pais, si se reconoce como el primero el teatro que se escribié a partir del primer gobierno de Guzman Blanco desde 1870. Dramaturgia del sainete que tendra su etapa de esplendor entre 1914 y 1930, pero que se prolonga hasta el afio 1939 cuando Rafael Guinand estrena Yo iambién soy candidato y Julian Padr6n publica Pardsitas negras y alcanza 1942, afto de Venezuela gtiele a oro de Andrés Eloy Blanco y Miguel Otero Silva; piezas que cierran con broche de dorado un periodo ejemplar, por diversas razones, que se explicaran a lo largo de esta disertacion. No consideramos a Aquiles Nazoa entre los saineteros por estimar su teatro de otro cardcter. La tendencia tiene nexos préximos y fuertes con el teatro lirico, especificamente con la zarzuela ‘que en este tiempo tuvo su eclosion en una Caraces todavia pueblerina, caso de Un gallero como pocos, 1895, de Ruiz Chapellin también, que Voz y Escritura (Mérida) (8-9): 173-198, Diciembre, 1999. 173 Carlos Salas, Historia... p. 72'* registra como sainete y que se entrené como zarzuela con musica de Pedro Elias Gutiérrez. Este suceso de teatro popular no se ha repetido después. A la Dramaturgia del sainete se la ha juzgado posteriormente, con extremo rigor, legando a afirmarse que esta tendencia es intrascendente, ligera en demasia, sin ninguna profundidad, de personajes irrelevantesy de cardcter localista hasta la nulidad, juicios que no compartimos por considerar que aquellos que asi ven y critican el sainete lo hacen desde la perspectiva del desarrollo actual del teatro sin considerar su. particular realidad, sus valores especificos generados or otra situacion historica que impuso este modelo que llevé el pueblo or primera vez en forma masiva y consecuente. Los estrenos de Rafael Otazo, de Guinand, de Leoncio Martinez (LEO) y la presencia de actores como José Izquierdo y Antonio Saavedra eran sucesos de la misma significacion que los estrenos de peliculas norteamericanas Posteriormente, lo que pudiera ilustrar grificamente el interés que despertaba el género. El sainete, entre nosotros, tiene antecedentes inmediatos en el Costumbrismo, entendido éste como una variante del Realismo Autores como José Antonio Arvelo -EI palurdo y la coqueta, 1875, Vicente Fortoul —Veinte mil pesos por una abanico, 1880 0 Nicanor Bolet Peraza —A falta de pan buenas son tortas, 1873-; cultivadores de 1a comedia de carécter local en la generacién anterior anunciaran el modelo que sera explotado luego con singular repercusién hacia un estamento olvidado © ignorado hasta ese momento por los dramaturgos: el pueblo, por lo que cree que es este el mayor mérito de eee’ * Carlos Salas. Historia del teatro en Caracas. ‘Caracas, Ediciones de la Secretaria General. Cuatricentenario de Caracas, 1967. (materiales para el Estudio de Caracas, v.7). (*) Las citas subsiguientes de Carlos Salas remiten la pagina: Bibliografia, Vor y Escritura (Mérida) (8-9): 173-198, Diciembre, 1999. 174 Ia tendencia: acerca al comiin a la escena en la que veia reflejado su cardcter y sus gustos, sus problemas inmediatos y sus alegrias, tratados con carifio y solidaridad de padre amoroso, donde !a carcajada no es extrafia ni escasa, La dramaturgia del sainete es un fendmeno artistico popular que no ha tenido continuacién, desafortunadamente. La Venezuela de la década del noventa del siglo diecinueve se debatia entre dos problemas graves; 1° la inestabilidad politica, representado por las guerras civiles y los levantamientos recurrentes e interesados contra el gobierno de turno y 2° la penuria econémica de un pais agrario y monoproductor. Mediado el afio 99 llega a Caracas la evolucién triunfante que liderizaba Cipriano Castro y los sesenta que incorpora a los andinos en la direccién del Estado por primera vez y con una nueva vision de la realidad, basada en lo econdmico en la agricultura, especificamente en la economia cafetalera; en lo politico en el autoritarismo cohercitivo, que se expresaria después en el slogan de! gomecismo “Unién, paz y trabajo”, tan agudamente glosado por el pueblo en “Unién en la cércel, paz en el cementerio y trabajo en las carreteras”, pero los andinos lograron pacificar el pais levantisco, militarmente, ordenar luego la administracion piblica_y proponer una nueva politica para el pais, expresado en el postulado de Castro “Nuevos hombres, nuevos ideales, nuevos procedimientos”, formulado por este general como su programa de gobierno. En este sentido es ilustrativo que un texto de Rafael Otazo se lame La restauracion de la paz. Caracas 1903, que de alguna manera traduce la necesidad ciudadana de decapitar la guerra intermitente y aniquiladora, de crear un ambiente de paz para el trabajo, de implantar alguna seguridad para la vida cotidiana, sin el sobresalto de la recluta, del préstamo obligado a aquellos hombres de armas sin otro interés que el poder. Gomez liquidara posteriormente el caudillismo regionalista que promovia la constante revuelta y el desangramiento perenne en el pais agropecuario, Vor y Eseritura (Mérida) (8-9): 173-198, Diciembre, 1999. 75 y atrasado, Por supuesto este se conseguiré a un precio exhorbitante a base también de sangre, de silencio, de carcel_y represiOn; la palabra libertad perdi6 sentido en este duro y largo periodo que terminé sélo con la muerte del dictador en 1935. Pero es durante el gomecismo que florece la Dramaturgia del sainete, y la ligereza, superficialidad, intrascendencia, etc., tal vez haya que buscarla en el peligro que entrafiaba cualquier alusién cuestionadora a los procedimientos, conducta y voluntad del gomecismo que era realmente la ley y la constitucién y cualquiera denuncia contra el gobierno podria significar la muerte, la carcel en la sérdida Rotunda o en los castillos de Puerto ‘Cabello 0 Maracaibo, que era practicamente una muerte en vida, 0 el exilio obligado, que afecté a ambos creadores e intelectuales. Un suceso inesperado; la aparicién del petréleo ira a transferir tadicalmente a la sociedad venezolana en su conjunto. El petrdleo marcara el fin de la Venezuela rural y agropecuaria, es decir la cultura tradicional basada en el latifundio para los poderosos yy en el conuco 0 la parcela para el comin, pero en todo caso en la agricultura y el pastoreo, donde el obrero como lo entendemos en este momento no existia, por lo menos con las caracteristcas que lo identifican on este momento: un aprendiz o un oficial de taller de carpinteria, sastreria, panaderia, etc., no tienen en comin con un obrero sino su condicién de asalariado y sus dificultades para sobrevivir con la paga que hoy como ayer es insuficiente. El asalariado de ese tiempo no tenia ninguna proteccién ni privilegio ni reivindicacién, si no trabaja el dia no cobraba; vacaciones, servicios médicos, escuela para los hijos, techo propio no figuraban entre sus posibilidades. La explotacién petrolera es tuna empresa del capitalismo intemacional: compleja, exigente en hombre y recursos financieros cada vez mayores: la mano de obra no calificada, el mayor aporte laboral del pais, salid del medio rural que se aglutind en poblados provisionales en las cercanias de los campos petroleros y en condiciones de vida muy deficientes en los que Vor y Esoritura (Mérida) (8-9): 173-198. Diciembre, 1999. 176 abundaban la prostitucién, el juego de azar, el licor, la barajas que siempre nos han embelesado, pero donde eran escasas el agua limpia, la comida digna, la ropa decente. Sin embargo corrié con el dinero y el ruido del mismo legé hasta tos villorios alvidados y tristes, cuyos habitantes se deslumbraron con ese nuevo Dorado al que se dirigieron casi a ciegas y con la conviccién de que hasta alli no habian vivido y que la realizacion de todos los objetivos seftalados y queridos comenzaban con el empleo en las compafias: ganado rumbo al matadero, pero con capacidad para imaginar la redencién personal negada hasta ese momento, en lo individual y familiar. Sin embargo, no seré esta sociedad nueva en sus intereses, conducta, actitudes, Ia que aparezca en la dramaturgia de ese tiempo fundamental de la modernidad sino todavia el pueblo tradicional, el paisano de Ia bodega, Ja zapateria del remendén, del arriero y del pisatario o medianero, del verdulero y los sirvientes, del borrachin o la lavandera, del desempleado y del seductor, del profesional modesto, en fin de la amplia gama de los artesanos, de los pequefios funcionarios o de algin ristico que esta en la ciudad por cualquier causa, Por supuesto, la clase dominante funcionaré como el referente basico de estos personajes para quienes los valores y el sistema de vida de los burgueses seran el objetivo vital a conseguir por este proletariado que comienza a comprar radios, enlatados, colchones, gaseosas... Se puede caracterizar la dramaturgia del sainete por tres rasgos fundamentales 1°, El lenguajes del género es recurrentemente popular, familiar, con los giros de Ia calle incorporados, pero con un empleo restringido de groserias, términos vulgares, palabras malsonantes ¢ insolencias, aunque el uso de circunloquios, imagenes, metéforas, juegos de palabras evoquen esos términos que son la esencia del habla del Vor y Escriura (Mérida) (8-9): 173-198. Diciembre, 1999. [77 pueblo. 2°. Los temas estan referidos a la vida ordinaria de la gente modesta; amores, pasiones, vicios, problemas, convicciones, intereses, Bustos; es facil encontrar un marido arrepentido o un comudo; una mujer vanidosa o una muchacha engafiada por el tenorio del barrio, una beata perversa 0 una viuda que no se resigna a tal estado; una solterona amargada y del mal genio o una seflorita que queria dejar de serlo; un hombre casado, con numerosa prole y supuestamente feliz que sin embargo se escapa de la rutina y por el carnaval se decide por una cana al aire, cuando disfruta de bailes publicos y otras diversiones de la temporada y que vuelve a su rutina sin reconvenciones. 3°. El nivel técnico de esoritura del sainete es bastante alto, por lo menos en autores come Guinand, Leoncio Martinez , Innes Gonzalez, Ayala Michelena, Por lo demas, la acusacion de intrascendencia, superficialidad, localismo capitalismo pierde relieve al comprobarse que el localismo del sainete era preciso y necesario para expresar una condicién que no puede generar sino la especificidad del caraquefio, la geografia, el paisaje del Valle de Caracas; que la superficialidad es aparente, pues lo que quieren los saineteros es dar una proyeccién literaria y gozosa del avileiio de su tiempo, en el que confluyen distintos caracteres de la vida cotidiana de la ciudad y su ambito: el valentén de oficio, el jugador marrullero, el cabrén, el caradura que sablea a sus amigos o que engafia a los desconocidos; pero también el honesto y recto ciudadano que cumple con sus deberes de trabajo y que en muchas oportunidades recibe maltratos que no se corresponden con su conducta; la intrascendencia es la més débil de estas acusaciones, pues es facilmente rebatible si recordamos solo algunos textos que mantienen vigencia en la actualidad a pesar de las miltiples diferencias de tiempo y gusto que nos separan de la sociedad en que se inscribieron sus autores y el momento actual, comprobable en el interés que despierta cualquier Vor y Escritura (Mérida) (8-9): 173-198. Diciembre, 1999. 178 manifestacion de tal género, lo mismo en un montaje que en una edicion Sin embargo existe una limitacién terrible: la Bibliografia de los autores es practicamente inhallable. De Rafael Otazo (Caracas, 1872-7952) no tenemos ni uno de los ochenta y tantos titulos que Salas, p. 357 informa que escribi6; el propio Salas no informa sino de treinta piezas de ese total mencionado. Tengo informacion confidencial de que el profesor Leonardo Azparren Giménez posee una de estas obras; del resto de la produccién de Otazo se ignora su destino. Por esta razén nos verios obligados a presentar un estudio parcial sobre la obra de los saineteros en base a los textos que manejamos: de Manuel Antonio Diez Delicias de la vida, de Rafael Guinand El rompimiento y Yo también soy candidato. —Guinand es el maestro indiscutido del _género, de Leoncio Martinez. (LEO) Salto atrds, de Eduardo Innes Gonzilez Saldo de cuentas 0 Entre viejos camaradas y de Leopoldo Ayala Michelena La Taquilla y la respuesta del otro mundo. Se aclara que paralelamente a ta Dramaturgia del sainete se siguié esctibiendo el teatro de corte tradicional que se venia haciendo desde el nacimiento mismo de la narracion independiente y que por este tiempo apareceran nombres de la significacion de Romulo Gallegos, de Ayala Michelena que como Innes Gonzalez escribirin sainetes y teatro convencional; Angel Fuenmayor, lo mismo que el malogrado Henrique Soublette. Otros autores con obra varia: el poeta Salustio Gonzélez Rincones, el cuentista Julio H. Rosales, el critico Julio Planchart que con los nombrados arriba conforman el grupo motor de aquella generacion y de una revista importante como lo fue La Alborada, también escribieron para la escena. Se agregan autores y obras de quienes no tenemos otras referencias: Armando Benitez, Caimito, 1916, Francisco Bentacourt (PAKO) y Vietor Nieto, Por culpa de! as, 1923, Eduardo Gorrochetegui, Un bohemio o los baderilleras de Yor y Escritura (Mérida) (8-9); 173-198, Diciembre, 1999. 179 Caracas, 1907, José de la Concepcion Carrasco, Rio revuelto, Barquisimeto, 1914, Anan Salas, El Capitin Ufiate, 1914, Arturo Santana, El general Tabare, 1906, Gabriel Bracho Montiel, £/ dolor de los otros (2), Diego Damas Blancos, Yo quiero ser “pitcher” (2), Misael Niiftez, Uno por ciento (?). Tantos en los autores de la Dramaturgia del sainete como en las representaciones de la otra corriente es comin {a pasién por el pais y su espiritu: los personajes, los ambientes, las situaciones, las anécdotas son raigalmente nacionales generadas por un devenir histérico particular que se podria caracterizar por dos temas centrales: la violencia y la pobreza. La conciencia de pertenencia a una realidad propia también esti presente en este segmento de la dramaturgia, que ha sido ignorado por la critica. Tal vez por esta condicién de conciencia que cuestiona, de examen riguroso de nuestro ser y esencia que pone al descubierto limitaciones, torpezas y pecados, piblicos y privados, los estudiosos de la literatura lo han deshechado. Violencia y pobreza, conciencia de si mismo como ejes pivotales de una creacién que pretende identificar a una nacionalidad. Manuel Antonio Diez (Caracas 1838-1916) es uno de esos. personajes polifacéticos que abundan en el devenir de Venezuela y que nos asombran por sus multiples actividades y realizaciones vitales. Diez fue ingeniero, médico, articulista, académico de la Historia, dramaturgo (diez. piezas) y autor de zarzuelas (cuatro). Tuvo tiempo para ser presidente de la repiblica (interino en 1886), Salas, p. 334; que recordemos es el nico hombre de teatro que ha llegado a ese cargo. Entre 1911 y 1916, aflo de su deceso, publico la mayoria de las catorce Piezas que hemos registrado de este singular compatriota. Se conocen cinco titulos mas de su produccién, pero con escasa informaciGn sobre os mismos. Vor y Escritura (Mérida) (8-9): 173-198. Diciembre, 1999, 180 La dramaturgia de Manuel Antonio Diez comparte los rasgos que caracterizan al sainete y la comedia breve en lineas generales, entre estos su caricter costumbrista, localista en el disefio de sus personajes y situaciones, en su caso, estrictamente parroquiales, de la parroquia caraquefia, pero sin la gracia y el ingenio de los saineteros que escribieron en su mismo momento o que lo relevaron en la escena capitalina, Personajes que en el caso de Diez, son apenas bosquejos sin relieve ni carnadura de sus coterraneos y que el autor pone a parlamentar sin un fin preciso, tal vez con un lejano interés moralizante ‘© un propésito educative como se podra deducir del anilisis rasante de la pieza del doctor Diez. Delicias de ta vida, Sainete en un acto. Caracas, 1911 es una de las tres piezas que el comedidgrafo publico en ese aiio y que completan Carnaval en Caracas y El trovador chiflado, que desconocemos, de esta Ultima obra no hay ejemplar en Bibliografia Nacional Delicias de la vide? se ambienta en Caracas: el autor acota: pasa en Caracas, en época actual, 1910”. escena Los “Personajes vestidos mitolégicamente” (Subrayado nuestro) son: Apolo. Momo, Talia, Cupido, Psiquis, Esculapio, Higia, Baco, Argumento: los personajes mitologicos son caraquefios que se han reunido y disfrazado para representar un sainete que reproduzca la vida capitalina, técnica de la caja china, una caja dentro de otra, dentro de otra, etc. Pero estos “dioses” son burdos, grotescos y legan hasta parecernos ofensives. Apolo toma el tren para viajar a Petare y Apolo leria donde ensayan estos mamarrachos. Se ? Manuel Antonio Diez, Delicias de fa vida. Sainete en un acto. Caracas, Imp. Bolivar, 1911 Vor y Eseritura (Mérida) (8-9): 173-198, Diciembre, 1999. 18 mucha poesia y ficciones, pero también realidades y desengafios. La poesia recrea y alimenta el espiritu, proporciona goces inefables como el de la paternidad”. (Ese. Ul, p. 6), Momo llama “compadre” a Apolo; pero este Momo, dios de la locura y el carnaval es, en manos de don Manuel Antonio un tipo cicatero, miserable, lleno de hijos y de mala fe, que fia el alimento a su prole, para no gastar sus escudlidos ahorros; ademas lleva un viaje y gastado sombrero que hiede y repulsa. Talia no tiene ningin relieve ni significacién y Psiquis es una mocita que no alcanza a proyectarse mas alla de su posible cara juvenil. Esculapio recomienda el aseo con parsimonia y gravedad como la mejor medicina, personal y social, ,Seré este el disftaz del doctor Diez que era médico, ‘entre otras muchas cosas mas?. Baco es un borrachin impertinente y sinvergienza. En fin, tipos caraquefios de la clase media cul mascaras para metaforizar la ciudad El estilo es rebuscado y produce dentera como una naranja agria “Psiquis ha sido, es y ser el sol de mi existencia, la estrella polar a quien dirigiré mis miradas para seguir navegando en el mar proceloso del mundo de las ideas” (Esc. VIII, p. 17) dice Cupido en una ficcion dentro de otra A Rafael Guinand (Caracas 1881-1957) se le considera el mejor creador de tipos populares para la escena, que el autor entresacd del sector humilde de Caracas, asimismo es el mejor intérprete de esos tipos plebeyos en los escenarios madestos de la Caracas del primer tercio del siglo: como intérprete consentido del piiblico sucedié a un notabilisimo actor: Teéfilo Leal y compartié glorias con José Izquierdo y Antonio Saavedra, hombres de teatro que hicieron posible la proyeccion del arte escénico sobre un vasto sector social que hasta entonces habia sido ignorado, pues el teatro se hacia para los sectores privilegiados, los saineteros lograron atraer al pueblo hacia las candilejas y como hemos insistido, esto pudiera considerarse como su Vor y Escritura (Mérida) (8-9): 173-198. Diciembre, 1999, 182 mayor logro. Y Guinand con sus personajes y con su modelo de actuacion es referencia indiscutible en esta eclosin de la faréndula en las cuatro primeras décadas del siglo veinte El sainete es, por definicién, una funcidn dramatica breve, de carécter popular eminentemente comico, satirico y de critica social que extrae de la clase popular tanto los personajes, como el lenguajes y las fabulas para expresar con esto una realidad como fa crolla nuestra. Es comin en el sainete Ia presencia de campesinos y provincianos que aportan su humanidad y personalidad en franca desventaja con los capitalinos, que encuentran en ellos motivos de chacota. Como el pibblico a quien esta dirigido, su argumento es sencillo y los personajes son seres sin complicaciones existenciales que sobrepasan la sobrevivencia, busca primordialmente entretener y divertir, pero también enseftar, educar, corregir y criticar, tanto a hombres como a instituciones, costumbres 0 vicios. Por ejemplo, El rompimiento. Caracas, 1918 (2) nos muestra a una modesta familia caraquefia tipica. Hilario, el jefe, es zapatero remendén, soltero, maduro y a quien le gusta tomarse sus tragos, los lunes, dia que por tradicién se considera como el zapatero; comparte su hogar con una hermana también mayor y solterona y con una sobrina, Tomasa huérfana, a quien los hermanos han criado, La muchacha mantiene un noviazgo que Hilario considera ya largo, por lo que ha decidido llamar a cuentas al pretendiente. Esparragoza, que tal es el apellido del novio no tiene las mejores intenciones con Tomasita; quiere gozarla y considera que el tiempo es precioso para conseguir su propésito. En conversacion que sostiene con ella logra convencerla para que fugue con él esa misma noche, alegando que no dispone de medios para financiar una boda formal, pero que se casaré con ella de inmediato, la muchacha después de muchas consideraciones y por el apremio del seductor termina por aceptar. Hilario consigue, por su parte, tener un didlogo con Esparragoza, en la que practicamente obliga al hombre a fijar una fecha para et matrimonio que este sujeto Vor yy Escritura (Mérida) (8-9): 173-198. Diciembre, 1999. 183 acuerda para dentro de seis meses. El pretendiente es un vivian que no tiene oficio conocido y a quien regularmetne se le encuentra ef un botiquin donde consume tiempo y licor con otros ociosos. Para celebrar el arreglo, Esparragoza propone un brindis_y para tal efecto ‘manda al sirviente de la casa a comprar una botella de ron; Hilario que anda medio achispado, consiente. Hilario y Esparragoza se emborracharon y terminan por irse a dormir en la misma casa Braulio, el sirviente, es amanerado: es ese tipo que las amas de casa aceptaban como ayudantes de su faena diaria por cuanto se conformaban con la comida y el techo a cambio de! trabajo de barrer y limpiar, planchar, cocinar y hacer los mandados. Por lo demas, creemos que Barullo es el primer invertido que aparece en la escena venezolana, y su minimo papel en El rompimiento contrasta con el papel Protagénico que tiene en numerosas piezas contemporaneas, tipo visto desde miitiples épticas por los dramaturgos, Mientras Hilario y Esparragoza duermen la borrachera viene a la casa tuna vieja conocida de Misia Ramona a pedir una limosna: las mujeres, como es corriente, se enfrascan en una conversacion detallada sobre sus vidas, viven alejadas y un largo tiempo sin. verse propicia que entren en intimidades: Catalina, la visita, confiesa que recoge una limosna para Pagar una misa de penitencia que tiene por objeto lograr el milagro de decidir al novio de una hermana de Catalina y casarse: esa hermana es viuda, con tres muchachos pero se ha enamorado de un elemento sin relieve, pero que Catalina no ha podido alejar de su hermana y que ha terminado por aceptar a regaiadientes, hasta el punto de que lo que aspira por el momento es que el hombre tome estado, pues teme las habladurias y chismes de su vecindario: Catalina confiesa que el pretendiente ha prometido el matrimonio para dentro de seis meses. Tomasita ha escuchado la conversacién y esta intrigada: algunos detalles la lleva a sospechar... Casi al momento de Catalina retirarse, Esparragoza sc levanta y aparece por donde estan las mujeres. La Vor y Escritura (Mérida) (8-9): 173-198, Diciembre, 1999. 184 cuiiada lo reconoce; mientras la muchacha le recrimina su maldad por lo gue el defachatado tenorio sale de alli antes que la situacién se violente, pues, ademas, Braulio ha dicho que Esparragoza también es novio de una hermana suya. El estilo de El rompimiento es sencillo, de tipo familiar, con los giros y las inflexiones del habla corriente del capitalino de su tiempo, lo que produce e! tono tipico de un cuadro de costumbres, género con el que el sainete guarda miltiples afinidades tanto estilisticas como de contenido, Con También yo soy candidato, Caracas, 1939 cerramos esta aproximacién a Guinand. La pieza se entrend en la fecha citada y se puede decir que es la apertura teatral a una nueva realidad politica en Venezuela, en ese afio se convoca a elecciones generales para congresantes que escogerian en segundo grado al presidente de la Repiblica; es la apertura del general Eleazar Lopez Contreras, quien sustituy6 a Juan Vicente Gomez en al jefatura del Estado. La contienda electoral tuvo algin viso democratico pues se permitid que contados politicos populares se postularan a la representacién legislativa. Y este es el caso de Berruga, un personaje del pueblo que también es candidato. El autor no nos dice que oficio tiene ef elemento, nos lo presenta directamente como aspirante al Congreso. Nos informa que Berruga es negro, que vive amancebado y en alquiler, que le debe al casero tres meses de renta, por lo que el arrendador tiene intenciones de desalojarlo. Berruga es mal visto por el sector tradicional de la politica, sector que le prepara una celada para liquidarlo electoralmente. Pues bien, este Bernuga se hace ilusiones con su futuro cargo: hasta ofrecerle a una vecina, amiga de su compafiera, diligenciar en su momento, las aspiraciones de ésta para que el Estado le acuerde una * Rafael Guinand. £ rompimienio. Sainete de costumbres caraqueftas. Caracas, Imp. Bolivar, 1918, (Ediciones Parodi) Vor y Bscrisura (Mérida) (8-9): 173-198. Diciembre, 1999. 185 Pensién, por cuanto el padre de esta sefiora se desempenié como funcionario gubernamental durante veinticinco aiios. Pero lo notorio es. que en Berruga asoman o se petentizan los vicios que han caracterizado a la politica y a los politicos nacionales que en sus discursos pregonan amor a la institucionalidad y al Estado, lo mas serios deseos de trabajar por los intereses del pais y de sus compatriotas pero que en el fondo lo que quieren es medrar con el cargo, enriquecerse y ganar el prestigio social que conllevan la Fepresentacion de los ciudadanos. En alguna parte de sus parlamentos Berruga afirma que ganara “ochenta bolivares diarios mas lo que chorrea” y lo dice con tanta conviccién interresada que no queda otra alternativa que la resignacién, por cuanto no se debe esperar nada positivo del personaje. Un antiguo conocido viene a visitarlo atraido por el rumor del posible éxito de Berruga: este elemento ha salido de la céreel donde purgaba condena por ladrén; y el candidato lo contrata como secretario, pues un congresante debe tener secretario, lo mismo que un ministro querida de lujo. De entrada le recomienda que no renuncie ni que él mismo se lo pidiera. Asi, el secretario comienza el ejercicio de sus funciones que se inicia con la lectura de una correspondencia recibida del Interior, y que son las eternas quejas y reclamos de los pueblos por soluciones a problemas ancestrales de educacién ~hay nifios en edad escolar pero no hay escuela ni maestro-, de salud el paludismo hace entrega, epidemia de diarrea-, de servicios pliblicos -no hay agua corriente, los caminos necesitan reparacion urgente, el telegrafista no atiende el trabajo-, etc. Berruga se promete tomar decisiones pero después. Como dijimos, hay interés oficial en abortar las aspiraciones de Bernuga y en la calle del candidato se promueve un altercado que perturba la paz publica, se escuchaban gritos de | Viva Berruga! y ruidos de goipes, de palos sobre costillas y dos solitarios tiros de revolver: todo sin embargo, vuelve a la calma habitual después de algun momento de tension provocada; pero también de inmediato se presenta un policia secreto que pregunta por Vor y Everitura (Mémda) (8-9): 173-198, Diciembre, 1999. 186 el doctor Berruga y éste se identifica. El policia le informa que esta detenido y que debe acompaiiarlo a la Prefectura; el candidato protesta y amenaza de acuerdo a sus perspectivas electorales, pero el policia termina por convencerlo que suba a la patrulla. Berruga, antes de salir le recomienda a su secretario velar por su casa e intereses, Por supuesto, este secretario es un sinverguenza, un vividor que exige delicadezas que no amerita, ni se gana’ por ejemplo, pide para su desayuno; huevos fritos, caraotas reffitas, queso y café con leche, que segiin él es un desayuno sacerdotal y que la mujer de Berruga tiene que esmerarse en conseguir, pues como se observa ellos son gente modesta y solo con el auxilio de vecinos_y partidarios del candidato puede ella disponer. Por lo demas, e! secretario ha curucuteado en los escasos papeles de Berruga y segin él tiene las pruebas suficientes para hundir al aspirante por su filacion con una doctrina revolucionaria internacional, con el comunismo, del que era poco aficionadado el general Lopez. Por cierto, el término Comunismo no se menciona, pero los referentes son lo suficientemente explicitos para sacar la conclusion de que es a esta corriente a la que se refiere el picaro secretario, Por lo demas, individuo no se ha movido en diligencia alguna en procura de la libertad de Berruga quien lleva ya varias semanas detenido: la mujer s la preocupada por dicha situacién, por lo demas es ella quien lleva a su marido algunas cosas ~cobija, almohada, ete.~ para aliviar en algo la condicién del preso y para trasladarlos a tenido que valerse de terceros, lo mismo que buscar un abogado para diligenciar la libertad de su hombre; la amiga vecina le recomienda, por otra parte, que procure sacar al secretario de la casa pues no es conveniente para su reputacion que comparta el techo con un hombre que no es su marido el secretario la chantajea con la acusacién de que Berruga es rojo y que él le puede demostrar. Cierto dia viene el casero a exigir el pago de los. alquileres atrasados; la mujer le dice que se entienda con el secretario; quien no solo evade la obligacian de su patrono sino que engafia al usurero con el cuento de que Berruga va a recibir una cuantiosa Vor y Escritura (Mérida) (8-9); 173-198. Diciembre, 1999. 187 herencia y que sélo necesita cien bolivares para agilizar las cuestiones legales: el casero termina por suministrar la suma con la esperanza de recibir el doble después de una semana: fa trampa, el engafio nos satisface por cuanto ese picaro roba a otro desalmado. Mientras tanto, la mujer se mueve en procura de la libertad de Berruga y tiene la esperanza de que sera encarcelado en cualquier momento. A todas estas viene al domicilio de los Berruga, un tio sacerdote, parroco de un perdido pueblo del Interior, de El Manteco, quien se siente conmovido por la suerte de su sobrino, razén por la que ha venido desde su lejana feligresia para interceder personalmente por su querido pariente a quien no veia desde quince afios atraés; por supuesto que intentard convencerlo de que abandone la politica. Quien recibe al sacerdote es la vecina, pues la seffora de casa esta en la calle en sus diligencias; la vecina le pone, igualmente, en contacto con el secretario. Después cuando regresa la duefia, ésta lo instala en la alcoba matrimonial para que descanse del largo viaje, por cuanto el reverendo se propone iniciar de inmediato las gestiones propias para lograr la libertad de Berruga. Las mujeres tienen necesidad de salir de la casa por un momento, y en el intervalo se aparece Berruga, ya libre, a quien le han chismeado que su mujer lo engatia con un albahil; el cura se ha despejado de la sotana y duerme boca abajo; Berruga constata de esta manera el supuesto engafio de que ha sido victima, por fo que, furioso, se arma de un garrote y le cae a palos al durmiente, quien se salva de una tunda de pronéstico reservado por la llegada de las mujeres quienes logran contener al celoso y furibundo Berruga, a quien le cuesta creer que sea su tio, el sacerdote: posteriormente vienen las aclaratorias y la afirmacién contundente del religioso en torno a la inocencia y honsadez de la mujer de Berruga: se promete dejarlos casados antes de su regreso a El Manteco, Toda vuelve a la normalidad y Berruga decide algjarse de la politica, pero su secretario le informa que cualquiera que fuera su resolucién él no renunciaré a su cargo. Vor y Escritura (Mérida) (8-9): 173-198. Diciembre, 1999. 188 Leoncio Martinez (LEO). Caracas, 1888-1941, célebre humorista y caticaturista cuentista, poeta, dibujante y comedidgrafo escribié los siguientes sainetes: Menelik, 1914 (en colaboracién con Armando Benitez), Sin cabeza, 1917 y Salto atras. Caracas, 1925*, la mas popular de sus creaciones para la escena, la que ha llegado hasta nosotros en montajes, copias multigrafiadas y diversas ediciones. Salto atrds se estrend en Caracas en 1921. Salto atrds es un sainete en un acto. La accién se desarrolla en Caracas y tiene como personajes a individuos de la burguesia capitalina. Ellos son: dofia Elena, Brigida, la sirvienta, Belén, amiga de dofia Elena, el padre Castrillo, Fulgencio, hermano de dofia Elena, Arturo su sobrino y enamorado de Julieta, Jeronimo, esposo de dofa Elena, Pedro, Daniel y Saturnino, parientes Julieta, hija de dofia Elena y Jerénimo y Von Genius, esposo de Julieta La obra es bisicamente critica risuefia y limpia a los prejuicios raciales que sobreviven en la burguesia venezolana. Julieta, hija de Elena y Jeronimo ha dado a luz un nifio, pues esta casada con Von Genius, descendiente de alemanes y comerciantes de profesin, desde hace quince dias éste se encuentra fuera de Caracas por razones de su trabajo y en este tiempo su compafera ha tenido el bebé, pero el niho es negro y este tiene conmovida a la familia, que no le encuentra explicacion al hecho de que de gente blanca y noble nazca un nifto negro: el suceso ha trascendido los limites del hogar y Belén, amiga de dofia Elena ha venido a visitar para constatar el hecho viendo al recién nacido con sus propios ojos a lo que se ha opuesto en un primer momento la abuela, pues Belén, segin la apreciacién general es un periédico de mucha circulacién, metafora para lamarla chismosa sin que ella se sonroje. Fulgencio hermano de Elena ha hecho detener al “Rafael Guinand. Yo también soy candidat. Caracas, Direccién General de Cultura de la Gobernacién del Distrito Federal- Imp, Municipal, 1978. Vor y Escritura (Mérida) (8-9): 173-198. Diciembre, 1999. /89 capataz de la hacienda familiar, pues sospecha que este servidor moreno tenga algo que ver con el color del nifio, por el hecho de que este africano manifesté siempre un carifio especial por Julieta, a quien de nifia cargaba y con quien pasaba largos ratos con ella sentada en sus rodillas, ademés Von Genius y Julieta pasaron la luna de miel en ta hacienda. Dota Elena ha llamado al padre Castrillo, confesor de la familia, en este duro momento para que los ayude, pero el sacerdote no ha conseguido otra cosa que ver lorar a Julieta quien alega inocencia; Jeronimo, el papa, es el tnico que defiende a la hija y le recrimina a su mujer su actitud poco cristiana, su prejuicio social que ha enlodado la honra de la hija comin: hace saber al mismo tiempo que defendera a Julieta por sobre cualquier cosa y que es ella quien debe sincerarse con su marido, pues éste es la Unica persona a quien ella debe explicaciones en relacién con el asunto; pero dofta Elena y Fulgencio desdefian la posicién de Jeronimo y le ordena a Brigida alquilar un nifio blanco que presentaran a Von Genius, quien por telegrama anuncia que llegar en horas. En la casa se han concentrado Arturo, padrito y eterno enamorado de Julieta, Pedro, Daniel y Saturnino, parientes, quienes conforman una asamblea familiar que dilucida sobre el caso; mientras discuten llega el marido que acelerd el regreso y quien se muestra sumamente contento por su condicién de padre pero también sorprendido de alguna manera por el nimero inusual de personas congregadas en la casa, dofia Elena le grita a Brigida que traiga el nifio y Ia sirvienta viene con un muchacho de doce aiios, hijo de una islefia; todos se quedan de una pieza, al tiempo que Julieta sale con su hijo, a quien pone en los brazos del padre; éste lo recibe con muestras de satisfaccién, al tiempo que besa a su mujer, dofia Elena pide explicaciones y Von Genius dice sin inmutarse que su abuelo se cas6 con su cocinera negra y que su hijo ha dado el salto atras. Vor y Escritura (Mérida) (8-9): 173-198, Diciembre, 1999. 190 El tema de tratamiento de los personajes, la calidad artistica de este sainete son las razones que explican la popularidad y difusién de esta pieza fundamental de la dramaturgia del primer tercio del siglo. A Leopoldo Ayala Michelena (Caracas, 1897-1962) se le considera como uno de los fundadores del teatro contemporaneo venezolano, En este sentido, Rubén Monasteriors asienta que: “En mas de una oportunidad lo citan como “El padre” del teatro venezolano moderno” Un enfoque... p. 41° ¥ no es gratuita la consideracién por cuanto Ayala Michelena enriquecié la escena nacional con un importante wimero de titulos, entre los que se cuentan los dos sainetes que comentaremos: La taguilla, 1924° y La respuesta del otra mundo, 19387, que estrend la compafia de Rafael Guinand y que ha sido impreso varias veces, entre estas en dos oportunidades por los Cuadernos de la Asociacién de Escritores Venezolanos. La taguilla se desarrolla en la boleteria de un teatro de variedades donde se presenta una coupletista de éxito “La Cosquilla”, quien canta canciones picantes que han atraido a un numerosa y diverso piblicos que llena la sala noche tras noche. Por el sitio desfilan un conjunto de personajes populares que el dramaturgo recrea como fotografias instantdneas, entre ellos el Tercio, aficionado pobre que carece de dinero para comprar la entrada y quien intenta colarse sin el pase correspondiente y a quien los porteras detienen a pesar de las protestas de éste, quien alega ser amigo del director del teatro; el taquillero le habia negado la entrada fiada y el elemento terminado por sablear a * Leoncio Martinez (LEO). Saito atras. Sainete en un acto. Caracas, tip. Universal (1925), (La Lectura Teatral), * Rubén Monasterios. Un enfoque critic del teatro venezolano. Caracas Monte Avila (1975) " Leopoldo Ayala Michelena “La taquilla”. Teatro seleccionado de Leopoldo Ayata Michetena. Caracas, El Creyén, 1950. Pp. 299-336. Vor y Escritura (Mérida) (8-9): 173-198, Diciembre, 1999. 191 Comprador 1°. quien le paga el boleto y un paquete de caramelos. El comprador 2°. es hombre de genio agresivo y asiste al teatro en compafia de su esposa: molesta verbalmente a los empleados y al caramelero y terminara golpeado por el taquillero, hartos de sus bravuconadas y sin el espectaculo. El comprador 3°. es un viejito que cuenta las monedas mientras hace saber al impaciente taquillero, detrés del viejo estin dos mujeres de la vida alegre quienes se conmueven con el problema del anciano, a quien offecen pagarle la entrada, lo que provoca la reaccién airada de éste, quien alega que él no es limosnero, que trabaja doce horas diarias y que no tolera ofensas, se retira del lugar sumamente molesto, mientras las alegres damiselas se proponen ser inflexibles después de esto y no ayudar ni siquiera al abuelo propio. Melchor es un borracho consuetudinario, amigo de los porteros y quien esta en el sitio por costumbre, para sopesar al piiblico, opinar en voz alta sobre el espectaculo y escuchar los comentarios del caso. El comprador 5° es un invertido que asiste acompafiado de un niffo a quien llama sobrino, compra una entrada de dama y es rechazado Por el portero que lo obliga a cambiarla. También llega a la taquilla un escritor que viene a averiguar sobre su drama que ha entregado al Director; después vemos a Er Gazpacho, un torero envejecido, que Neva sombrero cordobés y pantalon entallado: es un pobre hombre que tuvo una actuacién deplorable en la dltima corrida y que procura un admirador fortuito que Je brinde unos tragos de vino; y por ultimo, un grupo familiar de El Tuy, nisticos, que estan de paso por Caracas y que aprovechan la oportunidad para asistir al teatro, La funcion de esa noche se suspende por razones técnicas, pero no el efecto que deja en nosotros la lectura de la pieza. Lo importante de La taquilla son los tipos que desfilan por el lugar y que conforman el abigarrado mundo de los aficionados del teatro ligero, aficién que llené una época singular de la faréndula de la capital de Venezuela. Vor y Escritura (Mérida) (8-9): 173-198, Diciembre, 1999. 192 La respuesta del otro mundo es el Unico sainete en tres actos del que tengo informacién; en el intervienen dieciseis personajes y una voz. La accién sucede en Caracas. Los dos primeros actos se desarrollan en el Salén principal de una tintoreria de la que es duefio Leonardo Escoriaza, quien atiende el negocio con el Morocho, su empleado y aprendiz. A la tintoreria llega primero Restituto, un vividor de oficio que viene en busca de una prenda de vestir que Leonardo le pudiera vender de entre las cosas no reclamadas, pero Restituto vive en la posada de un italiano a quien le debe unos dias de cama y comida y a quien no quiere pagar. El italo lo sorprende en la tintoreria y le exige el ago respectivo: el vividor termina por darle una moneda al posadero y pagarle tres fuertes (moneda de cinco bolivares) al tintorero por un paquete sin saber el contenido del mismo: la moneda que Restituto entrega al italiano es falsa, pero el paquete que se lleva contiene una sotana vieja, Leonardo es aficionado a los tragos y consume licor todos los dias; su mujer, Petronila, viene a traerle una jarra de refresco, un “jugo de pifia hervido con goma” y a pedirle dinero; mientras, discuten sobre la suma necesaria y sobre la actitud de dos hermanas de Escoriaza, viejas y solteronas quienes rechazan la relacién de hijo de la pareja con Eulogia, muchacha criada por las seftoras, por cuanto ellas menosprecian a Petronila, por su origen... Las viejas se han aficionado por el Espiritismo y los fenémenos extrasensoriales y recibe en la casa con entera confianza y familiaridad a Pentanjama, fakir y medium que las tiene sugestionadas con el tema del contacto con los muertos: esa noche tienen sesién. Petronila se encuentra a su futura nuera y se la trae ala Tintoreria, pues la encontré llorando, por cuanto en la noche siente que rasguiian la puerta de su cuarto y ella piensa que sea Pentanjama quien la viene requiriendo de amores: Miguel se enardece por la cuestion y anuncia que matard a su rival, pero Leonardo advierte que ese individuo es suyo, que sera él quien cobre esta ofensa que se agrega a otras que Pentanjama le debe: el fakir no es otro que Blanquilla, un Vor y Escritura (Mérida) (8-9): 173-198, Diciembre, 1999. 193 pillo que en otro momento traté de robarle hasta la honra de su querida Pentronila; él mismo propone que Miguel se case de inmediato con su novia, prometiéndole ayudarlos a formar la familia, al tiempo que anuncia que asistira a la sesién de espiritismo que se realizaré en casa de sus hermanas. El tercer acto se traslada a la casa de Mamerta y Claudia, las solteronas, quienes han ambientado un salén para la ceremonia espiritista; el escenario es tan lagubre que la sirvienta ha decidido marcharse el dia siguiente, por cuanto no soporta la aficion de sus patronas por la dimensién de los espiritus. Ademas ha creido ver en alguien que llegé recientemente a un muerto de su aldea: pero el recién llegdo es Leonardo que viene vestido de levita y pumpa anticuados, por lo que parece un resucitado: el hombre hace las paces con sus hermanas después de quince afios de alejamiento y ellas lo invitan a quedarse para la sesion en la cual convocaran los espiritus de los grandes hombres de la Roma antigua; Escoriaza se repite que si efectivamente es, como lo sospecha, Blanquilla el fakir lo matara alli mismo, sin embargo se despide con la promesa de volver a la hora que las sefioras han fijado para el acto, pues Leonardo tiene un plan, Al tiempo que el tintorero sale, entra Pentanjama, que como se dijo es un pillo que se esta aprovechando de la credulidad de las solteroras y disfrutando de sus bienes; con él trabaja Restituto que hace el papel de los espiritus, pero en esta noche Pentanjama actia solo porque su ayudante est preso debido a una trifulca con el italiano, La sirvienta y Eulogia se esconden en el tablado y con una voz hueca llaman: jBlanche!, lo que sorprende y altera al fingido hindi, quien pensaba irse esa misma noche con el dinero de las viejas y terminar con este personaje que ya lo fastidiaba Eulogia manifiesta interés en asistir a la sesion del dia, cosa extraiia en ella, por cuanto siempre rechaz6 cualquier relacién con el asunto, pero es que Leonardo la ha incitado a colaborar y el fakir no encuentra la manera discreta de alejarla, pues la presencia de la muchacha le Voz y Escritura (Mérida) (8-9): 173-198, Diciembre, 1999. 194 complica los planes. Cuando Mamerta y Claudia se aproximan enciende tun pebetero, hace pases hacia el tablado, mientra exclama con acento adecuado jAlturas del Himalayal, Aguas del Ganges, al tiempo que les aclara que los espiritus pueden negarse a corporeizar esa noche por cuanto amenaza Iluvia y s6lo con offendas valiosas pueden incitar su presencia, por lo que pide joyas, pero las mujeres afirman no poseerlas, ero que si tienen ochenta morocotas (moneda de oro equivalente a ciento cuatro bolivares de plata) que Pentanjama recibe en una mochila que no pesa nada, por lo que pregunta si estén completas las ochenta: ellas le informan que la mayor parte esta en billetes equivalentes a la suma dicha; el fakir esta calculando la manera de escaparce de la casa, pues escucha que lo llaman por su nombre, por lo que comienza a ofrecer parte de las monedas: primero dos, después diez; Leonardo responde con voz cavernosa desde un angulo del tablado, lo que exaspera al falsario, quien se muestra sumamente nervioso, por cuanto no entiende quién pueda set en entrometido: Leonardo afirma ser Nerén y Mamerta le pregunta por qué incendid Roma, a lo éste responde: “Porque fué la Gnica manera que encontré pa acaba con los zancudos y las pulgas”, (p. 405). Leonardo ordena a su compadre, quien lo acompafia en esta accién, que no deje salir a nadic, mientras le revela a Blanquilla quien es él y lo que piensa hacer si no le entrega la mochila, cosa que Blanquilla hace sin chistar, escapandose de inmediato pero sin éxito, por cuanto las damas lo detienen y devuelven al salén ‘empujones: Mamerta le recla las morocotas y lo llama bandido; pero Claudia dice que en la mochila no hay sino centavos monagueros y billetes de un banco quebrado, por lo que Leonardo exclama con emocién: {Que viejas tan caimanas!!!" (p. 407), mientras se escuchan las tisas estrepitosas de las hermanas, Eduardo Innes Gonzalez (Caracas, 1882-1944) tiene predileccion por personajes masculinos de caracter débil o reblandecidos por circunstancias extremas que los transforman en seres patéticos; en Vor y Escritura (Mérida) (8-9): 173-198, Diciembre, 1999, 195 contraposicién con sus mujeres que son de temperamento fuerte con regularidad. En Innes Gonzélesz confluyen muchas de las virtudes y defectos notorios de las escena venezolana considerada como hecho histérico y artistico, ademas, es el mis internacional de los dramaturgos de su generacién por cuanto su teatro participa de un marcado caricter melodramatico que distingue la produccién escénica continental. Su obra se inscribe en su totalidad dentro de la comedia, pero la suya no es una dramaturgia que provoque la risa y mucho menos la carcajada sino més bien una sonrisa atemperada... Es el autor teatral que mas nos recuerda a José Rafael Pocaterra, su contemporaneo, anatomista de la burguesia y la clase media, La obra que lo representa aca es Saldo de cuenta o entre viejos ‘camaradas. Sainete, Caracas, 1924". estrenado el 15 de noviembre de 1923, en el Teatro Nacional, estando los papeles de don Braulio y Peralta a cargo, respectivamente, de los aplaudidos artistas venezolanos Antonio Saavedra y Rafael Guinand. (Nota de Eduardo Innes Gonzalez, p. 2)” Don Braulio es jefe de una familia caraquefia compuesta por dofia Pia, su esposa y Rita, la hija, ademas de Juana, la criada quien contribuye en el apocamiento del patron, El tiempo para el desarrollo de la pieza es cortisimo: las dos horas que median entre las tres y las cinco de la tarde de un dia cualquiera. Don Braulio intenta reposar un poco, pero se lo impide el rasgueo de una guitarra que toca Rita a quien se dirije con mucha dulzura para pedirle que suspenda el concierto por un rato, peticién que atemoriza a la chica no acostumbrada a tales exigencias por parte de su padre; la dota viene a ordenar algunas cosas a su consorte y lo encuentra con la guitarra en los brazos y en mangas de * Leopoldo Ayala Michelena. Saldo de cuenta entre viejos camaradas. Sainete de costumbres caraquetias en un acto y en prosa, original de... Caracas, tip. ‘Americana, 1924 Vor y Escritura (Mérida) (8-9): 173-198. Dicicmbre, 1999. 196 camisa y paralizado por la posible reaccién de su mujer, quien, en este caso, se limita a reclamarle que esté en mangas de camisa en la sala y no estar durmiendo la siesta, pues debe, al levantarse, asistir al entierro del bodequero de la esquina: ella esta saliendo para la iglesia con el fin de hablar con el parroco para que oficie una misa de accidn de gracia por los veinte afios de feliz vida conyugal de esta pareja; el marido se propone cumplir sin dilacién las érdenes de su mujer, pero tocan discretamente la ventana y se queda para ver quién llama: es Espinoza, el novio de Rita, que pasaba y no resistié la tentacidn de ver a su futura “al natural”, es decir, sin maquillaje y en ropa de casa: la muchacha le recuerda a su papa la siesta, mientras llama a Juana para que barra la sala con lo que pretende obligar a su progenitor a meterse al cuarto para evitar el polvo y para que no estorbe. Sin embargo, don Braulio no se acuesta y al rato se asoma y después se dirige al enamorado, quien esta desempleado y no puede casarse, por lo que el sefior termina por despedir al novio, pero también a temer la conducta de su esposa, ‘no obtante, ahora si se duerme profundamente. Don Braulio sostuvo una larga conversacién la tarde anterior con Peralta, amigo de su juventud, quien le prometié pasar un momento por su hogar antes de salir de Caracas, pues ejerce la medicina en una ciudad proxima a la capital, sin embargo, de su domicilio lo aman de emergencia por razones de su profesién, por lo que aprovecha el tiempo mientras viene el automovil a buscarlo para visitar la casa de Braulio y su mujer, de la que estuviera perdidamente enamorado en el pasado tanto que no buscé compafiera, a pesar de que Pia lo desdefié por su compinche de tragos y aventuras, Braulio le revelé su triste verdad y Peralta se ha propuesto ayudar a su antiguo rival; mientras éste duerme, el galeno conversa con las mujeres, a las que exige como médico y como amigo que cuiden al maximo y traten con delicadeza extrema a don Braulio, quien, segin Peralta sufre una delicada enfermedad del corazén que le puede provocar la muerte en cualquier momento por cualquier rabieta o molestia; por supuesto, esto no es verdad, pero el efecto es tal que el Vor y Escritura (Mérida) (8-9): 173-198. Diciembre, 1999. 197 propio Braulio no puede considerarlo sino como un milagro. Para el médico no es sino el saldo de cuentas. Para cerrar no nos queda sino reconocer el carécter aproximativo y parcial de este ensayo que se propuso como objetivo primario actualizar la recepcién de un género que durante un prolongado espacio de tiempo del siglo veinte goz6 del favoritismo de las masas y que posteriormente fue blanco de una critica amarga y despiadad. BIBLIOGRAFIA Ayala Michelena, Leopoldo. “La taquilla”. Teatro seleccionado de Leopoldo Ayala Michelena. Caracas, El Creyén, 1950, Pp, 299 - 336. Saldo de cuenta entre viejos camaradas. Sainete de costumbres caraquetlas en un acto y en prosa, original de...Caracas, tip. Americana, 1924 Diez, Manuel Antonio, Delicias de la vida, Sainete en un acto, Caracas, Imp. Bolivar, 1911. Guinand, Rafael. £7 rompimiento, Sainete de costumbres caraquefias. Caracas. Imp. Bolivar, 1918. (Ediciones Parodi), ==, Yo también soy candidato. Caracas, Direccién General de Cultura de la Gobemacién del Distrito Federal- Imp. Municipal, 1978, ‘Martinez, Leoncio (LEO). Salio airés. Sainete en un acto, Caracas, tip. Universal (1925). (La Lectura Teatral) Monasterios, Rubén. Un enfoque critico del teatro venezolano. Caracas Monte Avila (1975) Salas, Carlos. Historia del teatro en Caracas. Caracas, Ediciones de Ia Secretaria general. Cuatricentenario de Caracas, 1967. (materiales para el Estudio de Caracas, v. 7). Vor y Escritura (Mérida) (8-9): 173-198. Diciembre, 1999. 198

You might also like