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109 §.8. ‘Aunque se pueda tomar la respiracién en la primera, segunda, tercera y tiltima negra de cada compas, es preferible hacerlo en la primer nota y sobre todo después de ella, a no ser que las cuatro primeras notas se muevan por grados conjuntos y las otras en saltos, ya que no hay lugar més conveniente para respirar que en los intervalos grandes. §.9. Practicando esmeradamente los ejemplos que siguen la figura 16, Tabla V, uno aptenderé a tomar respiraciones en los lugares apropiados y, con el tiempo, seré capaz de arreglérselas con cualquier pasaje que pueda encontrarse. Si pudiera dedicarle mas espacio, este tema de la respiracién merecerfa ser aclarado todavia més con otros ejemplos, y con mayor razén, ya que los cantantes y los instrumentistas de viento cometen numerosos errores en este respecto. Pero, ;quién podria determinar todos los casos en los que uno no fuera capaz tocar en una s6la respiracién todo lo que debe serlo? La causas son tan variadas, que la mayor parte del tiempo no se podria decir con seguridad si es a causa del compositor o el instrumentista o el lugar donde uno toca o canta; o si es el temor, que oprime natural mente el pecho, lo que hace que no se respire en los lugares apropiados. Lo que sf es seguro, es que cuando uno toca o canta algo solo, el aire puede rendir, sino dos veces més, por lo menos una vez més que cuando se toca en presencia de un piiblico numeroso. En esta circunstancia, hay que saber aprovecharse de todas las ventaias que puede oftecer el arte de la ejecucién. Hay que aplicarse por observar y entender qué constituye una idea musical y lo que debe formar una 110 unidad. Hay que evitar separar lo que debe estar unido con el mismo cuidado que hay que evitar unir dos ideas distintas y que, por lo tanto, deben ir separadas, ya que la verdadera expresi6n depende en gran parte de ésto. Aquellos cantantes e instrumentistas de viento que no son capaces de percibir las ideas del compositor (y son muchos), estén en constante peligro de equivocarse en este respecto y de demostrar su poco talento. Los instrumentistas de cuerdas tienen una gran ventaja ya que s6lamente tienen que adquirir el conocimiento de lo que hemos expuesto arriba, y no dejarse corromper con el ejemplo de aquellos que unen todo sin distincién, de tal manera que la expresiGn resulta igual a la de la zanfonfa. Capitulo VIII Sobre las apoyaturas y otros Ppequefios adomos esenciales afines §. 1. Las apoyaturas (en italiano appogiature, en francés ports de voix)! ademés de ser ‘omamentos, son también muy necesarias. Sin ellas la melodia seria a menudo muy seca y simple. Para que la melodia sea galante, es necesario que tenga siempre mds consonancias que disonancias. Sin embargo, el ofdo se cansa fécilmente al escuchar muchas consonacias consecutivas y también cuando después de varias notas répidas sigue una consonacia larga. Por lo tanto, las apoyaturas deben excitar y alertar el oido de vez en cuando. En este respecto las apoyaturas contribuyen mucho, porque cuando estén delante de una tercera y una sexta con iclacidu 4 uit baju, cesullan cuattas y sétimas que sun disonautes y tesucl ven con la nota siguiente. §. 2. Para no confundir las apoyaturas con las notas ordinarias, se indican con notas pequefiitas y toman su valor de la nota que les sigue. No importa mucho que tengan més. de un corchete 0 que no tengan ninguno. Sin embargo, ordinariamente se usa un s6lo corchete y se les ponen dos corchetes delante de aquellas notas a las que no se les pueda quitar nada de su valor; por ejemplo, delante de dos o més notas largas, negras o blancas, mientras sean del mismo tono (véase la Tabla VI, figura 25). Estas pequefias semicorcheas 1 En alemin Vorschlage. (N. del T.) 112 se tocan muy brevemente y, ya sea que vengan de arriba o de abajo, s¢ ejecutan en el tiempo. en lugar de las notas principales. Tabla VI Sigur 25 §. 3. Las apoyaturas son un retardamiento de la nota precedente. Entonces se pueden tomar desde arriba o desde abajo, de acuerdo a la posicién de la nota anterior (véase la Tabla VI, figura | y 2). Cuando la nota anterior se encuentra a uno o dos grados més alta que la nota siguiente, sobre la cual se encuentra la apoyatura, hay que tomar la apoyatura desde arriba (véase la Tabla VI, figura 3). Pero cuando la nota anterior es mas baja que la siguiente, la apoyatura debe tomarse desde abajo (véase la figura 4). Frecuentemente es la novena que resuelve hacia arriba a la tercera, o la cuarta que resuelve hacia arriba a la quinta. figura figura2 ‘figura 3 figuras 8.4, La lengua debe articular levemente las apoyaturas, inflandolas cuando el tiempo lo permita, y ligando un poco mas débilmente la nota siguiente. A este tipo de ornamento se le llama Abzug_y proviene de los italianos. 113 8.5. Hay dos tipos de apoyaturas. En uno las notas deben ser atacadas como notas buenas, es decir en el tiempo fuerte; en el otro tipo, las notas deben ser atacadas como notas malas, es decir, en el alzar del tiempo. A unas se les podria llamar apoyaturas en el tiempo, y a las otras apoyaturas pasajeras. §. 6. Las apoyaturas pasajeras se encuentran cuando hay varias notas del mismo valor que descienden en terceras (véase la Tabla VI, figura 5) y se ejecutan como aparecen en la figura 6. Hay que sostener el puntillo y articular las notas con que empiezan las ligaduras, es decir, la segunda, cuarta y sexta nota. No se confunda este tipo con las notas que tienen un puntillo después de la segunda y que expresan casi la misma melodia (véase la figura 7). En esta figura, la segunda, la cuarta y las notas cortas que siguen caen en el tiempo creando disonancias contra el bajo; también deben ejecutarse con desenvoltura y vivacidad. Al contrario, las apoyaturas que aquf se tratan requieren un expresi6n agradable. Entonces si uno quisiera alargar la nota pequefia de la figura 5 y articularla en el tiempo de la nota principal que sigue, cambiarfa completamente la melodia y resultaria como se muestra en la figura 8. Esto seria contrario a la manera francesa de tocar de donde provienen estas apoyaturas y opuesto a la intencién de sus autores quienes han obtenido por ellas el aprecio general del piiblico. A menudo hay dos apoyaturas delante de una nota. De éstas la primera esté indicada por una pequefia nota y la segunda por una nota que se cuenta como parte del compés como sucede en las cesuras (véase la figura 9). Entonces la nota pequefia se articula con un pequefio ataque y en el tiempo de la nota precedente que ocurre en el alzar. Las notas de la figura 9 se tocan de la manera que aparecen en la figura 10. figuras figure 6 figura 10 §. 7. Las apoyaturas que caen en el tiempo fuerte, o en el primer tiempo del compas, se encuentran delante de una nota larga que empieza en el tiempo fuerte y que esté seguida por una nota corta en el tiempo débil (véase la Tabla VI, figura 11). Hay que sostener la apoyatura la mitad del valor de la nota principal que la sigue y debe tocarse de la manera que se muestra en la figura 12. figura figura 12 8.8 Si la apoyatura debe ornamentar una nota con puntillo, ésta se divide en tres partes de las cuales la apoyatura abarca dos y la nota misma s6lo una; es decir, la misma duracién que el puntillo. Entonces las notas de la figura 13 deben ejecutarse como aparecen escritas en la figura 14. Estas reglas, asf como las del apartado § anterior, son reglas generales, aplicables a cualquier tipo de notas y ya sea que las apoyaturas sean més altas o més bajas que las notas que las siguen. 14

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