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EL SUERO Y SUS ALTERACIONES (i) xn TEMA X. C. Vazquez Valverde EL SUENO Y SUS ALTERACIONES Introduccién 1. Caracteristicas del suefio normal 1.1. Caracteristicas electroencefalogréficas. 1.2. Los ciclos de! dormir. 1,3, Caracteristicas fisiolégicas y conductuales, 2. Sustrato neuroanatémico y bioquimico del suefo. 2.1, Estructura neuroanatomica, 2.2. Mecanismos neuroquimicos. 3. La actividad psiquica durante el dormir. 3.1. Los suefios y las fases del dormir. 3.2. El contenido de los suefios. 4. Alteraciones primarias de sue 4.1. Insomnio. 4.2. Hipersomnia 4.2.1. Idiopatica 4.2.2. Narcolepsia 4.3. Trastornos nocturnos episédicos. 4.4, Sindromes que cursan con apnea. 5 a Psicovoaia paToLogica Alteraciones del suefio en diversos cuadros psicopatologicos, 5.1, Depresi6n. $.2. Psicosis. 5.3. Estados de ansiedad 5.4. Mania. 5.5. Drogodependencias. 5.6. Otros. 262 EL SUEROY SUS aLTERACIOWES x INTRODUCCION Aunque el tema del dormir ¥ el sofar ka sido una preocupacién secular de los hombres, hasta as tres tiltimas décadas no se ha comen- zado a desvelar su naturaieza, En la lengua castellana no se distingue semanticamente entre el hecho de cormir y el de sofiar (la expresion “tener suefto" es cluramente equivoca), cuando, en reatidad, et acto de dormir es independiente de que se suefe 0 no; para el estado de dormir no disponemos de ningin sustantivo, pero se adelanta ya que von “alteraciones del sueio” nos referimos a las alteraciones del fend- meno del dormir. E} sueho puede caracterizarse como un “estado reguler, recurrente, facilmente reversible, caracterizado por una relativa tranquilidad, por un gran incremento en el umbral o en la respuesta a estimulos externos en comparacion al estado de vigilia” (Kaplan y Sadock, 1981, p. 666). Este definicion. como veremos posteriormente, requiere varias matiza- jones. En efecta, la tranquitidad no es uniforme a Jo largo de Ja noche y el umbral para volver al estado de vigilia 0 para simplemente respon- der @ una situacion estimular, depende de varios factores. Con ios nuevos estudios sobre el suefio ha cambiado radicalmente la concepcion que se tenia del mismo. El sue ya no se considera como un estado de pasividad, sino como un estado en el cual la actividad nervioss ofrece un patrén diferente al dc la vigilia, Por otro lado, ya no se considera que sea una situacion que, aunque transitoria, pueda ser comparable a la de muerte (como hacian los clisicos) por su total des- conexidn con el mundo exterior. Es un tépico comén sefalar que una madre puede despertarse ante el llanto de su hijo, aunque quizds no se despierta ante intensos nuides de otra naturaleza; esto indica que las Personas posten algtin activo mecanismo para el filtraje seméntico de fa informacion, incluso cuando estén dormidas (al menos en la elapa 263 vn #sICOLOGiA PATOLOGICA menos profunda del sueito), Una confirmacion de este hecho provino de Oswald e ai (1966). quienes comprobaron que los estimulos significa- tivos (como, por ejemplo, pronunciar el nombre del durmiente) tienen una probabilidad mayor de provocar cambios en el EEG (electro- encefalogramal 0 de despertar al sujeto: io misma sucede en los esti mulos considerados como peligrosos (Fisher, 1973). Sin embargo. si hay que decir que e/ aprendizaje, en estas circunstancias, apenas €& posible (iinicamente en las fases de sueno ligero) tal como Simon demostré (1904), El estudio de las alteraciones del sueno tiene una importancia notable, pues es una de las alteraciones que mas frecuentemente apa- recen en lu cliniea, biea como un sintoma primario o bien como un simtoma secundatio asociade 2 otros (por ejemplo, depresion} 0 a ciertos estados del organismo (por ejemplo, estados de ansiedad). Poro antes de adentrarnes en ¢l estudio de tales alteraciones, revisa- remos el estado actual de los conocimientes sobre el suenio normal 1, CARACTERISTICAS DEL SUENO NORMAL Gran parle del conocimiento que hoy tenemos sobre el suefio es debide 2 los estudios electroencefalogcificos que en la década de Jos $0 realizaron autores como Aserinsky, Dement, Kleitman.., y que tuvieron su continuacién en ios estudios clinicos, bioquimicos y neuro- fisiolégicas Hevados a cabo por Jouvet, Kales, etc. durante la década de los 60. {De qué medios disponemos para el estudio del suefio? los mas importantes son los regisiros poligrdficos ¥ la observacton conductual det individuo. Pero junto a éstos tienen relevancia tambien les propios informes del individuo e inchiso de la persona que con él comparta el lecho. Para la valoracion y registro de toda esta mformacién se dispone de criterios esténdar unificados (Rechtschatten y Kaler, 1968). Los pardmetros que tienen mas interés en el estudio clinico y experimental del suefio son: la Iatencia det suefto. el tiempo total de suefo. el tiempo absolute y relativo de cada fase, la latencia del primer REM (esto es, una de las fases del suedo, de las cuales hablaremos a continuacion) y el numero de ciclos REM-no REM que se presentan a lo largo de la noche. 264 EL SUERO Y SUS ALTERACIONES xs 1.2. Caracteristicas electroencefalogrificas Analizando el patron encefalografico de un sujeto dormido (hipno- grama) se han podido distinguir una serie de fases dentra del proceso continuo que supone el suefio. Hasta que una persons se duerme transcurren, normalmente, desde 30 segundos a 30 minutes {periodo de adormecimiento): este periodo no tiene especiaies caracteristicas electroencefalograficas respecto del periodo de vigilia, pera en él se suelen dar. sin embargo, slgunos fend- menos pecuiiares, En este pericdo es cuando aparecen las imagenes hipnagégtcas (1) (véanse en psicopatologia de la percepcién). Asi mis- mo es frecuente la experimentaci6n de sobresaltos repentinos, sensa~ ciones de vértigo intenso, etc., fehogues sensoriales) movimientos miociénicos de musculos aislados. A partir de un determinade momento, comien’3n a apreciarse cam- bios en el BEG que, siguiendo la nomenclatura de Dement y Kleitman (1957), pueden agruparse en diversas fases: Fase I,— A los pocas segundos (0 minutos) de dormirse, comienzar. a dispararse las ondas alfa tipicas de los estados vigiles tranquilos. Estas ondas alfa, de unos 8 a 12 ciclos por segundo (c.p.s.) comienzan a sustituitse por otras de mayor voltaje y de unos 4 a 6 c.p.s, (ondas theta). Es una fase inestable, por cuanto es frecuente que se yuelva al- guna vez al estado de vigilia antes de pasar a la fase I]. Fase {1.— A los 5 6 10 minutos aparece esta nueva fase. Junte von la anterior constituye la fase de “sero figero” Ademas de las ondas thera, este estadio se caracteriza por: a) aparicin de ondas delta de | a3 eps., b) aparicion de “husos sigma” de 12a 14c.ps. yc} “comple jos K”, esto ¢s, aparicion de tres o cuatro ondas de gran voltaje (semie- jantes a las delta). Fase HII Cuando mas del 20%, del trazado estd formedo por ondas de unos 100 my de amplitud y de una frecuencia de 1a 3 cps. (es decir, onda delta), se dice que se ha entrado en Ia fase III, en la que también aparecen esporddicos husos signa, Esto suele ocurrir aproxi- madamente antes de media hora de que el sujeto se haya dormido. Fase IV.— Aproximadamente a ts media hora de haberse dormido el sujeto, ef 503 del trazado se compone de ondas delta y theta de muy (1) Son itusiones visuales o auditivas fogaces de una gran intensiad y claridad. 265 x6 PsicoLesia PATOLeGICA baja frecuencia (1-3 c.p.s.). Esta es la tiamada fase IV, que junte a ta fase IIT, recibe ei nombre de “seo profundo" No se observan usos, ni complejos K, ni alteraciones electioencetalogriticas que sean susci tadas como reacciones ante los estimulos externos. Esta fase muchas Personas la aleanzan con bastante dificultad El suefio de ondas Ientas, 0 sueiio profundo se da con mayor frecuencia en la primera mitad de ta noche; en la segunda mitad no suele aparecer (ver figura 1), A lo largo de las 8 horas normales que dura el suefio de un joven adulto normal, estas fases ocupan un distinto porcentaje de ese tiempo total: la fase ! ocupa aproximadamente un 3% del suefio total, la fase [1 un SOx, la fase HI un 10% y Ia fase IV un 10%: aunque estas ciftas varian con la edad, la menstruacién, el embarazo..., (eft. Vela, 1980) Suefio REM. Junto a las cuatro fases que hemos distinguido anteriormente aparece una fase cualitativamente distinta. En efecto, Aserinsky y Kleltman (1955) observaron que se podian distinguir Gos tipos de sueho, segin el movimiento de los ojos det durmiente un Sueno de “movimientos ripidos de tos ojos’ (“rapid eves movements”, REM) y un suefio de movimientos no répidos de los ojos (no REM) Este iiltimo es el que se observa en las cuatro fases antes aludidas, mientras que el sueno REM (también llamado suefo activo 0 sueno desincronizado} presenta unas caracteristicas definitorias diferentes: J. Aunque no presenta un registro electroencefalogratico caracteris- tico (eft. Freedman, Kaptan, Sadock, 1976), se aproxima mutcho a! trazado de la fase 1, aunque un poco més répido: segin Oswald (1962) el ritmo base de bajo voltaje de 12-18 c.p.s. (esto es, situa Gos entre los ritmos aifa y beta propios de la vigilia). No suele haber compiejos K. ni husos sigma, aunque esporédicamente aparezcan ondas theta y delta, 2. Elumbral para despertarse aicanza su cota maxima, 3. Se antl totalmente el tono muscular. Esto fue lo que llevé a Jouvet (1965) a denominar a este tipo de suefto, suerto paraddjico, pues se cvidenciaba un EEG proximo a la vigilia, pero el tone muscular indicaba justamente lo contrario, junta con la falta de reaccién ante estimulos externos (de hecho, para Jouve: ~ 1965, 1979 el sueiio. REM es profundo). 4. Lo més caracteristico y lo que da nombre a esta fase, son los rape GOs movimientos oculares que aparecen en forma de salvas (de 2 a 266 EL SUERO Y Sus ALTERACIONES xo 100 movimientos), con una eran rapidez (0,1-0,2 segs.) y coordina- cin, Estos movimientos emergen algo después de que aparezcan fos primeros signos de este tipa de suefo. EI sueno REM predomina en la segunda mitad de la roche (al igual que la fase Il). Algo de cierta importancia por su significado clinico, como veremos mds tarde, es que el primer REM de la noche aparece a Jos 70-120 minutos de comenzar a dormir (véase figura 1}. El sucho REM aproximadamente oculpa un 20% del dormir total, es decir, alrede- dor de una hora y media Dentro del suetio REM se suelen distinguic los componentes ténicas (iono muscular mulo y actividad cortical elevada) de los componentes Hisicos (movimientos mioclonicos. movimientos de los ojos, etc.). Los componentes ténicos parecen prevalecer en los suenos REM de la primera mitad de la noche. mientras que los componentes fasicos preva- lecen en la segunda mitad (cfr. Bulbena, 1980), Otra caracteristica distintiva de! sueno REM es que si se despierta ai sujeto en esta fase, enc] 60-90% de las ucasiones (Kaplan y Sadack, 1981) dird que estaba sofiando y serd capaz de relatar el sueftc. Esto no sucede casi nunca en el suefio no-REM y ademés el sujeto despertado en esta tase demastrard desorienzacion remporoespactal (en prado mayor segin la profundidad de la fase en que se halle). 1.2. Los ciclos del dormir A lo largo de la noche pueden apreciarse una serie sucesiva de ciclos de suefio REM-sucio noREM. El primer REM aparece. por término medio, a 105 60-90 minutos de empezar a dormir (2) y a partir de aqui, cade 90-100 minutos. més 0 menos. volverd a aparecer un pertodo REM, ocupandose el tiempo restante con suefto no-REM. La media de cada periodo REM es de una media hora, si bien el primer REM suele ser mas corto (unos 10 minutos) que el testo, haciéndose cada vez mas prolongados, de modo que el ditimo REM de la noche puede Negar a los, 40 minutos de duracién (Kaplan y Sadock, 1981). No obstante, hay notable diferencias de una a otra noche en un misme individuo (Gon- zalo, 1976). Normaimente, las fases de suelo REM estan intercaladas entre fases de tipo U1, aunque no cs infrecuente que en lz primera mitad de la (2) En el caso de las siestus, e] petiodo REM sconcece también con esta latencia (Maron et al,, 1964). 267 xs PSiccLOGIA PaTOLOaICA noche algunas fases REM estén precedidas por fases de tipo III 6 IV ¥_ una vez pasado el periodo REM se accede igualmente Ja fase II (Cherpillod er al., 1965). En definitiva, ¢l ciclo REM ~no REM se repite unas 4 6 5 veces a fo largo de la noche en un individuo normui. Ei ciclo sueno-vigikia (también llamado ritmo nictemerals es un “ritme circardiano” (esto es, se da una vez y solo una en un periodo comprendido entre 23 y' 25 horas): el ciclo REM -no-REM es un “ritmo ultradiano” (se da mas de una vez cada 24 horas). En su excelente revision sobre el tema de la cronobiologia, Fetnéndez-Gonailez y Vela (1980) destacan que et cicle REM -no-REM no ¢s ¢] tinico del organisme que se cumple cada 90 minutos, sino que las variaciones del ritmo cardiaco, la actividad motora global, las contracciones gistricas en ausencia de alimentos ingeridos, etc, singuen un patron similar, de tal modo que puede hablar se de una “oscilacién quietud-actividad” durante todo el dja (“ciclo basico de actividad y reposo” 9 BRAC). (3), Fl ciclo sueto-vigilia, y los ciclos REM-no REM, varian, ontogené- tica y filogenéticamente. No parecen existir diferencias significativas respecto del sexo (Fisher, 1973) FIGURA 1 Un tipico patron de una noche en un adulto joven: D’ (despierto), S (sueio sinetonizado o no-REM), D (sueio sincronizado 0 REM MOVIMIENTOS: DE LOS OJOS =—_—— ss wy T 2 FASE DEL EEG 3 4 ESTADO a SD SD SDS DS DD HORAS: oO a 2 3 4 5 6 7 8 (3) Estas osciizciones parecen poder detectarse en tests de rendimiento( Broughton, 1975). Pot otro lado, se han apreciado ciclos en la catatonia periodica, la deo presion (algo yz conocido), en la esquizofrenia, el autismo... (cfr. Fernindez. Gonzéier y Velz, 1980). 268 EL SUERO V SUS ALTERACIONES x9 13. Caracteristicas fisiolégicas y conductuales, Ademds de la distintiva caracteristica electroencefalografica, se pueden apreciar otra serie de cambios concomitantes en otras diferentes variables a la de la actividad eléctriea cerebral A. Sistema vegetativo. ~ Ritmo cardiaco, En ¢l sueto no-REM el pulso es regular; si bien en las fases de suerio profundo puede llegar a estar de 5 a 10 latidas por ebajo del ritmo normal del sujeto cuando esta despierto y tranquilo. En el suevio REM el pulso es irregular, pero hay que sefialar que esta irregularidad es la constante de esta etapa de suefio en todas las varia- bles fisiologicas registradas poligrificamente. En esta fase se alcanzan Jos topes maximos y minimos de estas variables a lo largo de todo el suefio de Ia noche, En suma, existe una enorme variabilidad intrsfase (Fisher, 1973, Dement, 1964, Snyder, 1967). ~ Ritmo respiratorio, Mientras que en el suenio no-REM 1a res la, en el suenc REM puede haber desde apnes de 10 segundo de duracién a tasas de 50 por minuto (Fisher, 1973), ~ Presién arterial. En el susiio no-REM la presion es regular y algo mds baja que cuando se esta despierto y tranquil, No obstante. hay en todas las fases “variaciones episodicas fasicas”, si bien se acentuan en el sueno REM (Vela 1980). En general, los niveles mas bajos se dan en la primera fase de la noche, = Fluio sanguineo, Mientras que en el suefio no-REM no hay dife- Fencias significativas con el estado de vigilia, aunque parecer ser menor ei flujo en aquél que en éste. en el sueno paradéjico hay vn aumento significative (Kanzow ef af, 1962, Vela, 1980). — Funciones digestivas, Segun Vela (1980) ios datos al respecto son contradictorios. Parece, no obstante, que la motilidad aumenta durante el periodo REM. ~ Resistencia eléctrica de la piel. Mientras que en el suelo no-REM hay una baja resistencia, ésta eumenta en el suefio paraddjico (Hawkins, etal, 1962). ~ Respuestas sexuates. La respuesta més estudiada ha sido la eree- cin del pene en los hombres. En el suelo no-REM apenas sise produce alguna ereecién: en un 80% 0 e] 90% de los periodos REM se producen erecciones parciales o totales. Es un fenémeno independiente de la 269 xno PSICOLOGIA PATOLOGICA actividad sexual inmediata anterior, y se da desde el nacimiento —lo sual supone que la ereccién en el dormir és un fenémeno eminente- mente fisioldgico— (véase Fisher, 1973, para una revision de sus propios estudios sobre el tema hasta 1970). Segiin Fisher et af, (1975), esta caracteristica podrfa servir para el diagnéstico diferencial de la impoten- cig, pues mientras que en las impotencias orgénicas este fendmeno dis- minuye © desaparece, en las impotencias psicégenas no se aprecian alteraciones, En las mujeres, una variable dependiente, equivalente a la ereccion en el varén, en relacion con los periodos REM, parece ser el flujo sam guineo vaginal. Los infartos, ilceras pépticas, crisis asmaticas, accidentes vasculares cerebrales, etc. que suceden por la noche, suelen acontecer durante las fases de suefto paraddjico. Dado el caricter ergotrofo del suefio REM (trente al cardcter trofotroge —o de predominio parasimpatico— del suefio no-REM), se pueden explicar estas crisis. Sin embargo, existen farmacos selectivos que reducen el sueto REM (véase A. Fernandez, 1977), reduciéndose estos peligros en sujetos con alto riesgo. B, Sistema Neuromuscular. Durante et sueflo no hay, ni mucho menos, una pérdida total de movimientos. Los sobresaltos musculares masivos son tipicos de las fases I y II, pero también en el resto de las fases se dan movimientos de misculos aislados. Los movimientos corporales suelen coincidir con el transite de una a otra fase. En especial, la fase REM esta delimitada por manifiestos movimientos. En esta fase son mis frecuentes tos movimientos mimi- cos, masticatorios y los sonidos guturales, que en las otras fases (Freed- man et ai., 1976, A. Ferndndez, 1977, Vela, 1980). Sin embargo, aunque en las fases no-REM hay una movilidad me- Ror, no existe una pérdida det tono; en el suefio paraddjico los movi- mientos que se producen son totalmente fésicos, sin ningin compo- nente tonico (incluso desaparecen los reflejos tendinosos y la tonicidad de los masculos antigravitatorios, cfr. Jacobson et al, 1964) Ciertas variables (como e] exceso de la comida ingerida en la cena, el acostarse pronto, tener una temperatura corporal alta...,) incrementan los movimientos corporales durante e1 suefio (Gonzalo, 1976). Por tiltimo, sefialaremos que si bien en el suefio no-REM también se observan movimientos oculares, éstos son mucho menos frecuentes, 270 FU SUERO Y SUS ALTERACIONES, Ke rapidos v sincronizados que los que acontecen durante el suefio paradé- Jico. De hecho, segin Dement (1964), los movimientos ovulares en el sueflo REM no son distinguibles de los que se registran en un individuo atento durante la vigilia, C. Sistema endocrino Se sabe que en la fase REM se activa el funcionamiento de la hipd- fisis anterior y posterior. Ademas, como veremos mds adelante, el sistema hipotélamo-hipofisiario interviene decisivamente en el ciclo suefio-vigilia. En general, como apunta Vela (1980), la prolactina, la hormona del crecimiento, el cortisol, la testosterona..., tienen sus periodos de maxi- ‘ma secreccion durante el suefio; esta secreccién se produce en todos los casos en forma de salvas. 2. SUSTRATO NEUROANATOMICO Y BIOQUIMICO DEL SUERO. Vamos a resumir brevemente los hallazgos mas relevantes en este rea, teniendo en cuenta el abrumador cuerpo de datos de que dispo- nemos en is actualidad. 2.1. Estructuras neuroanatémicas, Los mecanismos implicados en el stiefo son muy variados. Desde los afios 30 se conoce la existencia de multitud de puntos hipnégenos en el diencéfaio (esto es, el tétamo, hipotalamo, ¢ hipofisis principal mente) y en el tronco del encéfalo (véase Gonzalo, 1976, para una revi- sién de estos estudios). Segiin los datos disponibles; podemos plantear esquematicamente los principales centros nerviosos intervinientes: — Formacién reticular activadora.— Moruzzi y Magoun (1949) pusieron de manifiesto que este sistema difuso intervenia decisivamente en Ia vigilia. Su activacion (que en buena medida depende de tas aferen- cias sensoriales) supone la activacion del cortex y, por tanto, un aumen- to del nivel de vigilancia. — Hipotdlamo.— Ademés del sistema reticular activader, el hipoté- lamo interviene en la regulaci6n del estado suefio-vigilia. En efecto, la estimulacién del hipotdlamo anterior produce somnolencia (lo cual po- ne de manifiesto la existencia de niicleas hipndgenos activos) y la 27 wor PSICOLOSIA PaTOLOGICA estimulacion del hipotélamo posterior produce un incremento de la vigilia (véase Gonzalo, 1976), ~ Tronco cerebral El estudio de las estructuras dei tronco cere- bral ha incidido también en mostrar que el sueno no és s6lo debido a una desactivacion de los sistemas activadores, sino que. intervienen también otros ceatros activos hipnégenos Jouvet (1967. 1975, 1979) y Morgane y Stern (1974), entre otros, han demostrado en esta zona la existencia de.centres que controlan (desactivando) el sistems reticular aycendente, 2.2. Mecanismas neuroguimices La investigacién bioquimica de los mecanismos del sueno estd en plena ebullicién; slo expondremos brevemente aqui los resultados mas sobresulientes (Kaplan y Sadock, 1981, Vela, 1980, Jouvet, 1967. 1975, 1979) Un pupel esencial juegan las “‘monoaminas bidgenas” (cfr. PoWin- ger, 1972), es decir. las catecolaminas (ejemplo: adrenalina y noradre- nalina) ¢ indolaminas (ejemplo: serotonina). En términos generales, las catevolaminas tienen un papel mas activador que la serotonina. Los nucleos del rafe constituyen la mas importante via serotoninés- ica, mientras que los nicleos coeruleus son una importante via nor- adrenerpica, (Morgane y Stern, 1974), La destruccién total del micleo coeruleus suprime totalmente el suefte REM, Pero no sdlo intervienen las momoaminas, sino que sustancias colinérgicas, como ia acetilcolina parecen intervenir también en la aparicion del sueio REM (Kaplan y Sadock, 1981), pero dada la dis- persion de esta sustancia en el cerebro, apenas es posible buscar core- latos neuroanatémicos, Hasta agui hemos visto Ja importancia de los neurotransmisores en el sueio, pero la investigacion mas reciente comienza a centrarse en ej Papel que podrian jugar ciertos aminodcidos, descubiertos en la sangre y en la médula espinal de algunos animales, que parecen tener un papel inductor de sueno (cfr. Kaplan y Sadock, 1981, Vela, 1980). 272 EL SUEWO Y SUS ALTERACIONES xna. 3, LA ACTIVIDAD PSIQUICA DURANTE EL DORMIR Lo que se conoce como “sueiio” (o “ensuerio”) es la manifestacion mas obvia de la actividad psiquica que acontece mientres dormimos. No es necesario seflalar aqui el interés que teorias como el psicoandlisis han puesto en su interpretacion; sin embargo, a pesar de la notable minuciosidad de la recogida de datos que los psicoanalistes han realiza- do (desde la obra capital de Freud, La incerpretacion de los suenos), el valor cientifico de los postulados teéricos previos a la mecénica heurfstica vtilizada, parece ser muy precario (véase, por ejemplo, Eysenck y Wilson, 1980). Lo que si es cierto es que este valor supra- simbolico y cuasimégico otorgado a los suefios es algo muy antiguo en Ia humanidad (véase Hall, 1979) y atin hoy mucha gente continia confiriéndole una gran importancia a tos suehios. 3.1. Los suetios y las fases del dormir, Ya dijimos anteriormente que si despertamos a una persona cuando esta en fase REM, on el 60-908 de las veces dira que estaba sofiando. Y esto sucede asi para cualquier persona {Kleitman, 1979). Es decir, todos soflamos todas las noches, pero, sin embargo, unos lo recuerdan y otros no, De hecho, ef olvido de lo sofiado es muy rapido: si al cabo de unos 8 minutos de haber despertado al sujeto en REM no se le pregunta sobre su suefio, lo habré olvidado casi por completo (Dement y Wolpert, 1958). EI problema crucial reside, pues, en que unos son “buenos recorda- dores"” y otros “malos recordadores”. Las personas que normalmente son capaces de recordar sus suefios, tienen una mayor posibilidad de relatar un suefio si se les despierta en REM que aquellas otras que normalmente no recuerdan lo que han sofiado (Goodenough, ef al. 1959), Lo que no se puede decir es que estas tltimas sueflen menos que las primeras; tan s6lo puede afirmarse que recuerdan menos sus suehos. Ademés, no hay diferencias en los registros poligréficos de ambos grupos. Aproximadamente un 10% de los individuos desperados en una fase no-REM dicen estar sotando (4). Por tanto, los suefios no parecen ser exclusivos de la fase REM (Foulkes, 1962, Fisher, 1973, Rechs- chaffen, 1973). Sin embargo, pueden apreciarse diferencias entre (4) Generulmente, los sueios en no-REM se producen en la fase 1 fase II; parece existit un continua entre las alucinaciones hipnagégicas y los suetios que ocasionalmente aparecen en esios periodos no-REM (Fisher, 1973) 273 wna FsicoLocia paroLoaica ambos tipos de suefios: los sueros del periodo REM son mis vividos, complejos, secuenciados y plisticos, mientras que los del periodo no- REM son mas bien imagenes (0 ideas) menos imaginativas, menos ricas ¥ mas vinculadas = los sucesos acaecidos durante ese dia ‘Un somero andlisis del patron de actividad observable en el periodo REM pone de manifiesto que aparecen en él algunas caracteristicas Aue sabemos que se dan mientras sofiamos: atencidn exacerbada, act- vidad cognitiva, activacién emocional, etc. Pero, ademés, se da una pérdida del tono muscular y de los reflejos; esta caracteristicas bien Pudiera fener Ia funcién de protegetnos para no llevar a cabo io que estamos sohando (Fisher, 1973). Un interesante detalle es apuntado pot Kaplan y Sadock (1981): Ja sensicién habitual de impotencia de no podernos mover, es justamente lo que se comesponde con e} estado neuromuscular en ese momento, Se discute si las respuestas observables en el periodo REM se corres- ponden con el contenido de lo que se esté softando. Parece que se producen mas movimientos rapidos de los ojos cuando el individuo est Soflando con algun tipo de escena activa (Berger ¥ Oseald, 1962); asimismo, parece que la direceisn de los movimientos se corresponde con el tipo de estimule que estd “‘presenciando” el sujeto en su suerio (Dement y Kleitman, 1957), Aunque para Kleitman (1979) es “evi- dente” que los movimientos ce ios ojos analizan Ia escena, hay que gonsiderar que dichos movimientos no parecen tener, en esencia, tal funcion, dado que aparecen desde el nacimiente y se dan también en ciegas congénitos (Amadeo y Gomez, 1964), aunque con menor inten. sidad y amplitud. No creemos, pues, que los movimientos de ios ojos sean “utilizados para propésitos de exploracion visual” (Fisher 1973, P. 42), sino que parecen ser mas bien un epifendmeno que, por pura mecdnica, tiene una “funcién” exploratoria, 3.2, Elcontenido de los suetios. Una cuestién de cierta relevancia (sin duda hipertrofiada por teorias de corte psicodinémico) es Ia de qué es lo que se suetia, Hall (1979) analizé 10.000 suehos de sujetos (normales 0 con alguna patologia (5). En general, 1s resultados indican que predominan los suefios con poca actividad manual, aunque son frecuentes los juegos, Ja actividad verbal © de diversion. Asimismo, aunque segan las opiniones de ios sujetos, (5) Obviamente, en tados los estudios sobre este tema, aslo se accede a lo que los sujetos dicen sovlar y no a lo que eeamente suetian. 274 EL SUERO Y SUS ALTERACIONES xa el 64:. de jos suefios son agradables © neutres y solo el 25% desagrada- bles: un analisis externo da la impresion de que en realidad predominan emociones 0 sentimientos desagradables, Los conflictos (problemas éticos, problemas de relaciones de depen- Uencia, independencia...) son temas frecuentes. Pero estamos de acuerdo con Hall en que tos suetios mas que reflejar de un modo mas 9 menos directo los deseos del individuo. lo que reflejan es como el indbviduo concibe sus propios deseos, Esto es, el sueiio es un tipo, aiés bien primario y epidérmice, de pensamiento. de la concepeion que une tiene sobre si mismo, sobre el mundo y las rekaciohes entre ambos, — lin ef estudio de Hall, sélo el 30% de los sujetos decian en sus intormes sonar en color. Sin embargo, los sujetos despertados durante los periodos REM informan que el BO de los suetios tienen elementos de color (Kahn ef af, 1962): lo que sucede es que esta caracteristica es ripidamente olvidada por los sujetos, Puede decirse que ¢3 dificil, aunque no imposible, introducir ele- mentos exogenos al suetic dentio del misng. Como cemplo, cabe seaiar que Dement y Wolpert (4958) observaron que lo mas efectivo era echar unas gotas de agua en los pies del sujeto: con este procedi- miento, aproximadamente la mitad de los informes sobre los suefios contenian elementos acuosos. Algo que consideramos importante es que en cste estudio tambien se comprobé que estar 24 horas sin beber no conllevd jen jos tres sujetos experimentaies) ninguna introduccion en fos temas de [ps suenos del alto deseo de sutisfacer la necesidad primvaria de beber. 4. ALTERACIONES PRIMARIAS DEL SUERO Consideramos 4 continuacién las principales alteraciones del suelo (entigndase. claro esta, del dormir}, Estas disfunciones son de gran imporiancia, tanto por su gran incidencia en Is poblacién general, como por su configuracion caracteristica en diversos cuadros patologicos, No hay uniformidad de criterios en Ia clasificacién de estos des- 6rdenes. Proponemos una clasificacion que recoge de un modo claro ¥ compendiado jos principales cuadros: Idiopatigo (o primarioy I. INSOMNIO. organicnec “erebrat Deetiologia conocidag no cerebral ‘exdgeno 275

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