§. 16.
Los adormos que hemos descrito en los apartados § 14 y § 15 son apropiados para
excitar felicidad y alegria de acuerdo al cardcter de la pieza. Pero las apoyaturas simples se
usan para la ternura y la tristeza. Ahora, como la finalidad de la Miisica consiste en ora
excitar las pasiones ora en apaciguarlas, la necesidad y utilidad de estos adornos en la
melodia simple y natural es evidente.
Si uno quiere mezclar los adomos de los apartados § 14 y § 15 con las apoyaturas
puras del ejemplo de la Tabla VI, figura 26, y utilizarlas después de éstas, se pueden
introducir en aquellas notas sobre las que se ha indicado una letra, de la manera siguiente.
El adomo de la figura 27 puede emplearse en las notas que se encuentran bajo las letras (c),
(@), (O, (i) y (n). El de la figura 28 es adecuado para la nota bajo la letra (k); el de la figura
29 se puede usar en las notas bajo las letras (g) y (m). El adorno de la figura 30 debe
aplicarse a la nota bajo la letra (e); pero el de la figura 31, a la nota bajo (b). El adomo de la
figura 32 puede unirse a las notas bajo (a) y (1); y el de la figura 33, a la nota bajo (h). Se
sobreentiende que en cada caso los adornos deben transportarse a los tonos indicados por
las apoyaturas
§. 18.
Esta mezcla de apoyaturas simples con los pequefios adornos, también llamados
propretés por los franceses, mostrar que, gracias a los ltimos, la melodia resulta mucho
119120
mis vivaz y brillante que si éstos se obviaran. Sin embargo se deben emplear con buen
Juicio y en ésto depende una parte considerable de la buena expresién.
§. 19.
Hay mucha gente que da muy mal uso a todos los adornos arbitrarios, asf como a
las apoyaturas y a otros adomos esenciales. Mientras que el tiempo y los dedos lo
permitan, ellos no dejan pasar ninguna nota sin agregarle algo. Al usar con demasiada
frecuencia las apoyaturas y los abzug, debilitan la melodfa o la vuelven confusa por la
superabundancia de todo tipo de trinos, mordentes, doublés, battements, etcétera. A veces
utilizan notas que hasta un ofdo que no sea muy apto para la miisica se darfa cuenta de que
no son apropiadas. Si algin cantante célebre interpreta apoyaturas de una manera
placentera algo fuera de lo comtin, inmediatamente la mitad de los cantantes de esa nacién
comienzan a gemir, y a quitarle toda vida a las piezas més vivaces por medio de sus
desagradables quejidos, convencidos que asf han igualado o hasta sobrepasado los méritos
de aquel gran cantante. Es cierto que los adomos que hemos expuesto son esenciales para
lograr una buena expresién. No obstante hay que utilizarlos con moderacién, sin abusar
nunca de lo que es bueno. Los més exquisitos y delicados manjares producen disgusto si
se sirven demasiado a menudo. Lo mismo sucede con los adornos en la Miisica cuando se
usan tan profusamente que abruman el ofdo. Una melodfa majestuosa y vivaz puede
tornarse baja y simple debido al mal uso de las apoyaturas; y una melodia triste y tierna se
vuelve alegre y atrevida si se usan trinos con demasiada frecuencia y una abundacia
excesiva de otros adornos; en ambos casos las ideas del compositor son distorcionadas. De
la misma manera que los adornos pueden mejorar una pieza cuando se emplean
adecuadamente, también pueden empeorarla cuando se usan mal. Aquellos que tienen un
gran deseo de alcanzar el buen gusto pero todavia no lo logran, caen més facilmente en este
descuido. Al carecer de una sensibilidad delicada, no saben tratar a la melodia simple comose debe. Por asf decirlo, se aburren de la noble simplicidad. Para no caer en tales errores
hay que evitar desde temprano cantar o tocar de una manera demasiado simple o demasiado
abigarrada, ni mezclar constantemente Lo simple con lo brillante. Hay que utilizar los
pequefios adornos como se usan los condimentos en los manjares y tomar como gufa el
sentimiento que domina en cada lugar. Asf no se usaré nunca ni mucho, ni muy poco, y no
se transformaré una pasi6n en otra.
121Capitulo IX
Sobre los trinos
& 1.
Los trinos resaitan infinitamente la ejecucién musical déndole un gran resplandor y,
al igual que las apoyaturas, son indispensables. Si un instrumentista o un cantante tuviera
buen gusto para Ia ejecucién musical pero no suplera tocar bien los trinos, no alcanzarfa
nunca la perfeccién en su arte. La naturaleza otorga a algunos lo que otros sélo pueden
adquirir por medio de una gran dedicacién. Hay quienes pueden trinar con todos los
dedos, pero otros s6lo pueden hacerlo con unos pocos. El trinar constituye siempre un
gran obstéculo para algunos instrumentistas; lo que posiblemente depende més de la
constitucién de los tendones que de la voluntad. Sin embargo, es posible mejorar mucho
por medio de la préctica. Siempre y cuando uno no espere que los trinos se produzcan por
si mismos, empiece a temprana edad mientras los dedos estén todavia en desarrollo y haga
los esfuerzos necesarios para alcanzar la perfeccién.
§. 2.
No es necesario ejecutar todos los trinos a la misma velocidad. No sdlo hay que
adaptar su velocidad a la pieza misma que se toca, sino también al lugar en que se hallan.
Si el lugar donde se esté tocando es grande y hay mucha resonancia, un trino lento
produciré un mejor efecto que uno répido ya que 1a alternacién répida de los tonos lo vuelve
confuso y pierde claridad. Si, al contrario, se est tocando en una habitacién pequefia 0
tapizada, donde los oyentes estén situados muy cerca del ejecutante, un trino répido es
preferible a uno lento. Ademés, hay que saber distinguir el tipo de pieza que se estatocando, para no confundirlo con algin otro, como le sucede a tanta gente. Los trinos se
¢jecutan lentamente en las piezas tristes, pero deben ser mds répidos en las alegres.
§. 3.
Hay que evitar excesos de lentitud o rapidez en los trinos. El trino realmente lento
que se utiliza Gnicamente en el canto francés, tiene tan poco valor como el trino que los
franceses Iaman chevroté ! por ser demasiado répido. Algunos de los mejores y mas
renombrados cantantes ejecutan estos trinos de la manera mas seductora, sin embargo no
hay que dejarse influenciar por eso. También hay quienes piensan que el trino chevroté
tiene su mérito, pero no consideran que es mucho més dificil aprender a tocar un trino
moderado y parejo que uno de gran velocidad pero falto de claridad, el cual ante todo debe
ser considerado como un defecto.
§.4.
El trino de tercera, es decir, cuando se toca un intervalo de tercera en vez de la nota
adyacente a la nota principal, se usaba en otros tiempos y hoy en dia todavia lo usan los
violinistas y los obofstas italianos. Pero no deben usarse en el canto ni al tocar
instrumentos (a excepcidn de la musette?). El trino sélo debe abarcar un tono entero 0
medio tono, dependiendo de la tonalidad y del tono en que se origine.
'Llamado asi por su similaridad con el balido de la cabra (chévre). (N. del T.)
2nstrumento del mismo tipo de la gaita. (N. del T.)
123§. 5.
Para que los trinos alcancen una belleza perfecta, hay que tocarlos parejos, es decir,
una velocidad que sea al mismo tiempo constante y moderada. Por esta raz6n, es
importante que los dedos no se levanten unas veces més que otras al tocar trinos en el
instrumento.
§. 6.
Seria muy dificil establecer con precisién la velocidad correcta de un buen trino.
Sin embargo, me imagino que un trino largo que prepara el fin de una pieza, no seria
demasiado répido ni demasiado lento, si durante el tiempo de un pulso, el dedo no se
moviera més de cuatro veces. Asi, se producirfan ocho notas como las que se muestran en
la figura 1, Tabla VII. En las piezas répidas y alegres, los trinos cortos pueden ejecutarse
con més répidez y en la duracién de un pulso se puede agitar el dedo una o dos veces més.
Sin embargo, se sobrentiende que esto debe suceder s6lo en notas cortas y cuando hay
varias consecutivas.
‘También puede observarse que, en general. la velocidad de los trinos debe variar dependiendo de la
altura de los tonos. Tomaré como referencia las cuatro octavas del clavicémbalo. En mi opinién,
Ia velocidad de los trinos en la octava del do central debe ser la que ya hemos indicado. En la
‘octava superior se pueden ejecutar un poco més répidamente. en la octava inferior un poco mas
lentamemte y todavia mas lentamente en la primera octava. De lo anterior concluyo que. en cuanto
la voz humana, la soprano puede ejecutar los trinos mas répidamente que la contralto. El tenor y
el bajo. en la misma proporcién, mds lentamente que la soprano y la contralto. Los trinos en el
violin, la viola, el violoncello y el contrabajo podrian corresponder a los de las cuatro voces, La
flauta y el oboe pueden ejecutar los trinos tan répidamente como la soprano. y el fagot podria
tocarlos con la misma rapidez que el tenor. Cada quien podra disentir 0 concurrir con esta opinién,
¥y aunque puede ser que algunos de mis lectores objeten y consideren indtiles este tipo de sutilezas,
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