You are on page 1of 83
URS HULU | BONDAREWSKY TACTICA DEL. |. BONDARESWSKY TACTICA DEL MEDIO JUEGO Igor Zejarovich Bondareswky nacl6 en 1913. Aprendié ajedrez a la edad de nueve pero no es hasta 1925, cuando contaba doce afios, que empieza a parti- cipar seriaments en competiciones, a re- sultas, dice él, del Interés que se creé en Ja Unién Soviética por el Torneo Intern clonal de Mosct que se celebré aquel afio. En 1937 juega por primera vez en el Cam- peonato Sovistico, y en 1940 obtiene el primer lugar en el Xil Campeonato de la URSS, delante de Botvinnik, Keres, Smys- low, etc. En el afio 1949 fue laureado con el titulo de Gran Maestro Internacional Ingentero de profesién, Bondareswky ha Jugado muy poco en Ia’ altima época, ha- biéndose dedicado a escribir sobre’ aje- drez y a entrenar a los Jévenes jugadores soviéticos. En esta obra, Bondareswky ofrece un ma- glstral tratado sobre {a teorfa de las com- binaciones en el medio juego. El lengua claro y sencillo de la obra la hace muy recomendable para principlantes, aunque también seré de gran ayuda para el jug: dor experimentado que desea mantener su nivel. ejemplaridad de las posiciones que el autor aneliza hacen de este libro un manuel Indispensable para la préctica del medio juego en ajedrez, tema muy poco tratado_en la literatura ajedrectstica de habla hispana. I. BONDAREWSKY TACTICA DEL MEDIO JUEGO I. BONDAREWSKY TACTICA DEL MEDIO JUEGO ‘coucoon ‘ ESCAQUES EDICIONES MARTINEZ ROCA BARCELONA TACTICA DEL MEDIO JUEGO I. Bondarewsky Tradu por Mariano ORTA MANZANO i6n directa del inglés cotejada con la edicién original rusa Revision técnica por José Me Juste BorRett © 1972 por EDICIONES MARTINEZ ROCA, S. A Gran Via, 774, 7° - 08013 Barcelona RESERVADOS TODOS LOS DERECHOS IMPRESO EN ESPANA - PRINTED IN SPAIN ISBN 84-270-0020-0 Depésito Legal: B. 35.695-1984 Diagrafi , S. A. = Constituci6, 19 - 08014 Barcelona INDICE LA BASE DE UNA TEORIA DE COMBINACIONES ... ... Los elementos de la combinacién ... 1.0... «+. ce El sacrificio como elemento basico de una combinacién El cdleulo de una combinacién y la valoracién de la posicién final. La génesis y la naturaleza légica de las combinaciones Celadas ... IDEAS COMBINACIONALES Combinaciones basadas en atracciones Combinaciones de bloqueo ... Combinaciones basadas en diversién ... ... Combinaciones basadas en desalojamiento de casilla . Combinaciones de despeje de linea ... Combinaciones de cierre de lineas ... . Combinaciones basadas en aislamiento . Combinaciones basadas en destruir una guardia Combinaciones basadas en apoderarse de un punto Combinaciones destructoras .. Combinaciones con motives mezclados SACRIFICIOS ... Bratiocrarta \... IL 4 7 a7 30 33 ery 36 38 41 43 45 46 48 50 52 59 65 7 Con el fin de hacer el presente libro mds amplio en su objetivo y alcance, se ha aiadido al mismo algiin material su- plementario, el cual viene dado en for- ma de notas del editor perfectamente diferenciables de las del propio autor. EpIciones Martinez Roca LA BASE DE UNA TEORIA DE COMBINACIONES Para definir una combinacién {Qué es una combinacién de aj drez? Naturalmente, debemos empe- zar dilucidando esta pregunta, Pero definir lo que se llama com- binacién en ajedrez no es un asunto tan simple como podria parecer a primera vista. Hemos de tener en cuenta, ante todo, que los teorizadores ajedreci tas han definido el concepto de com- binacién de diferentes maneras. La revista Shajmaty v S.S.S.R. aireé una discusién de amplia envergadura so- bre este tema en 1952. Un cierto ni mero de jugadores de ajedrez con- tribuyé con articulos y cartas en los que se expresaban ideas plausibles, pero hasta ahora nadie ha empren- dido en serio la tarea de escribir un libro sobre «La Teoria de Combi- naciones de Ajedrez.» Me atrae la idea de este trabajo, pero el presente libro esté pensado para jugadores corrientes y por tan- to no hay espacio aqui para una pro- funda investigacién tedrica, No obstante, estoy convencido de que desde el principio mismo de su estudio del juego, un jugador no sélo debe asimilar varios puntos de vista titiles de jugadores mds experimen- tados y estudiar la experiencia acu- mulada de la teorfa ajedrecistica, sino que deberia también entender el fondo de! asunto, tener en cuenta el verdadero concepto de esta cues- tién y ligarlo correctamente con otros problemas de téctica y estra- tegia ajedrecisticas, Por consiguiente, aunque no hay ninguna posibilidad de formular en este libro una teorfa definitiva sobre las combinaciones, debemos tratar de poner los cimientos esenciales de una teorfa semejante. Examinaremos un cierto nimero de ejemplos y gradualmente iremos haciendo las generalizaciones nece- sarias a medida que vayamos acu- mulando una experiencia prdctica ajedrecistica. Diagrama nim. 1 Juegan las blancas En esta posicién, las blancas pue- den jugar 1. P6A.'Después de esto surge una amenaza de mate en 7CR por la dama. (Recalcamos ciertas pa- labras para Hamar una atencién es- pecial sobre ellas.) Evidentemente, las negras s6lo tie- nen una defensa, esto es, el movi- miento forzado 1. ..., P3C, pero en- tonces las blancas contindan 2, D6T y tenuevan su amenaza. Es fdcil ver que las negras no pueden impedir el mate. Puedea, en efecto, retra- sarlo un movimiento con 2. .... DxP+, pero, naturalmente, esto no constituye diferencia alguna. Ahora otro ejemplo. Diagrama nim. 2 Juegan las blancas 1. C7R+ RIT EI dnico movimiento si las negras no quieren ceder su dama por un caballo, lo que desde luego significa- rfa una derrota cierta. 2. DxPT+! Un golpe inesperado. Las blancas sacrifican su dama para destruir ast la proteccién del rey negro, lo que leva al mate inmediato, La destruc. cin de la cubierta de peones del rey no es importante en este caso 10 particular —sélo se ha aniquilado a un peén— més que a causa de las caracteristicas de la posicién, pues, por la gran actividad de las’ piezas blancas, esto es bastante para ganar. RxD Comparemos el curso del juego en las dos posiciones que hemos exa- minado, En la primera posicién, a pesar de la gran ventaja material de las negras, las blancas lograron la vic- toria de una manera que no causaba ninguna sorpresa. Todo transcurrié «normalmente», Después del primer movimiento de las blancas, su opo- nente se vela forzado a debilitar, de una manera decisiva, la proteccién de peones de su rey. Las blancas inmediatamente explotaron esto, pe- netrando con su dama en 6T, lo que llev6 al mate inmediato. En el se- gundo ejemplo, las blancas, sacrifi- cando su dama, ganaron de una ma- nera especial, Realmente, en el curso enormal> del juego, ceder una dama significa la pérdida de la partida, pero aqui vemos que la cesién de la dama, lo que Mamamos un sacrificio en tales casos, lleva a una victoria inmediata. 2Por qué ocurre esto? El rey negro esté expuesto al ataque y las blancas tienen una oportunidad de dar mate con las piezas que siguen en el ta- blero, De aqui que por medio del sacrificio de la dama se cree una posicién especial en la que las piezas blancas consigan el maximo de ac- tividad. En ambos casos vemos la natura- leza forzada de todas las réplicas de las negras; ellas, en la situacién da- da, eran ei bando a Ia defensiva. Pero repetimos que en el primer ejemplo las blancas consiguen el ma- te de una manera «normal», y en el segundo por medio de un sacrificio. ‘Vamos a lamar el primer método una maniobra forzada, esto es, una maniobra en la que el bando’a la defensiva se ve forzado a hacer mo- vimientos que le son impuestos, y el hando atacante no puede recurtir a ningtin sacrificio, Con esto hemos Megado ya a la definicién principal en su forma ge- neral: Una maniobra forzada o unas maniobras forzadas que se combinan con un sacrificio es lo que Mama- mos una combinaciéa. (El lector enterado se habré dado cuenta de que al hacer esta defini- cion, Bondarewsky prefiere elegir el ejemplo de Botvinnik, quien definta ast una combinacién en 1939. Su de- finicién textual era «Una combina- cidn es una variante forzada con un sacrificios. Puede decirse qué esta es la definicién restringida, ya que hay una escuela de pensamiento que prefiere una definicién mds amplia. Asf, se puede citar a otro importan- te metodologista soviético, Roma- novsky, quien, en la segunda edicién de su libro sobre el medio juego, publicada en 1963, escribia: «El concepto amplio de una combina- cién, mantenido por los cldsicos det ajedrez, puede expresarse con la si- guiente simple definicién: Una combinecién es una variante forzada por medio de la cual su iniciador lo. gra un objetivo que se ha propues- to alcanzar.» N, del E.) LOS ELEMENTOS DE LA COMBINACION Al llevar a cabo una maniobra forzada y una combinacién, el ban- do activo, esto es, aquel que da na- cimiento a la operacién, fuerza a su oponente o a hacer el ‘inico movi- miento posible en respuesta (como en los ejemplos arriba mencionados) o a elegir una entre un nimero li- mitado de respuestas. En este tiltimo caso, la maniobra forzada consiste no en una, sino en varias variantes. Es Idgico que en una partida préc- tica slo una de estas variantes se dé sobre el tablero y que las res- tantes sélo sean calculadas mental- meate. Pero en cada una de estas variantes el bando activo crea ame- nazas y fuerza réplicas definidas has- ta que la variante acaba finalmente por terminar en ventaja suya, Esta ventaja puede ser mate (co- mo hemos visto mds arriba), Ia ga- nancia de material (de la dama, de una torre, de un peén, etcétera) 0 por lo menos simplemente una po- siciéa mejorada de las propias pie- zas y peones de uno 0 un empeora- mieato én la posicién de las piezas y peones del oponente. Desde luego, una ventaja sélo se consigue cuando se juega una ma- niobra forzada correcta 0 cuando se juega una combinacién correcta. En la prdctica, algunas veces resulta que el bando activo no obtiene una ventaja objetiva como resultado de la combinacién, sino que sdlo crea una posicién que se acomoda a sus gustos y a su estilo de juego. Estas maniobras forzadas 0 combi- naciones son también correctas, es- trictamente hablando, pero es mejor Namarlas maniobras modificativas 0 combinaciones. Todas las maniobras forzadas 0 combinaciones, aunque concebidas en Ja mente del jugador, se realizan en el tablero no porque sean pen- sadas por tal o cual jugador, sino porque la posicién efectiva en’el ta- blero permite que sean realizadas gracias a sus caracteristicas especia- les. A estas caracterfsticas que re- gulan la posibilidad de jugar una ma- niobra forzada o combinacién las Mamaremos motivos, Los motivos, por asi decirlo, su- gieren en qué direcci6n parecen tra- bajar los pensamientos de un juga- dor. (Es muy importante hacer uso de esto en la prdctica.) avy En ciertos casos, estos motivos pueden ser inadecuados para jugar una maniobra forzada 0 combina- cién porque tengan insuficiente peso. En otfos casos son lo suficiente- mente importantes y sirven entonces de buena base para indicar la di- reccién del golpe principal. El estudio detallado de las ma- niobras forzadas es igualmente im- portante para el juego practico y pa- ra el estudio de combinaciones, pero en este libro tales maniobras sean estudiadas solamente como elemen- tos de combinacién. Examinemos ahora con mds deta- He lo que sucedié en el ejemplo del diagrama nim, 2, Al analizar la po- sicidn, forzosamente lo impresiona a uno Ia posicién pasiva de las piezas negras, incapaces de tomar parte en Ja defensa de su rey. Por el contra- rio, las piezas blancas estén sober- biamente colocadas y pueden em- plearse facilmente en un ataque con- tra el rey. De aqui que la direccién del golpe principal parezca clara, Aparte que la situacién sobre el ta- blero es tal, que las blancas tienen que actuar ripida y enérgicamente antes de que las negras movilicen sus fuerzas, porque en ese caso la actividad de las piezas blancas seria neutralizada, con lo que la ventaja material de las negras en el cambio decidiria gradualmente, con un jue- g0 correcto, !a partida a favor suyo. Pero no basta con que la situacién sugiera la direccién del ataque prin- cipal y de las enérgicas medidas que hay que tomar para precaverse. Uno ha de encontrar el modo de obtener una ventaja, explotando pa- ra este pronésito los motivos presu- mibles, esto es, hallar una Ifnea con- creta que conduzca a una ventaja. En cualquier combinacién que em- piece con un sacrificio, el hallazgo de la linea concreta se compone de dos fases. ‘Ante todo, por medio de un sacri- ficio, se realiza un pensamiento de- finido que nosotros Ilamamos la idea de la combinacién. Esta idea tiene como objetivo la transformacién de 12 los motives de una manera tal como para obtener una posicign en la que nuevos motivos sean explotados con una maniobra forzada 0 con un cier- to movimiento para adquirir ventaja. Expliquemos esto con un ejemplo. Diagrama mim. 3 Juegan las blancas UQué desventajas existen aquf en la colocacién de las piezas negras, esto es, qué motivos hay para una combinacién? Uno dirfa que hablan- do generalmente las negras estin muy bien. Pero las combinaciones pueden explotar no sélo las debilida- des crénicas de una posicién, sino también las pequefias debilidades que no se notan a primera vista, Las negras tienen aqui una de esas pe- quefias debilidades. Su torre en 2D no esté defendida. Bueno, cy qué? ZEs que es realmente obligatorio te- ner todas las piezas de uno guardén- dose entre si? No, desde luego no es obligatorio, pero en esta situacién particular resulta que esta debilidad puede ser explotada. Uno debe ob- servar también la disposicién activa de las piezas blancas. 1 TxAL S EI sacrificio en el cambio ejecuta un pensamiento definido: la idea de la combinacién. El PCR negro tiene que jugar pasdndose a la columna del AR, lo que deja expuesto al rey negro al ataque, Asi la idea de la combinacién radica en la diversién del peén de la columna CR. 1 PXT Después de la realizacién de la idea se ha creado una posicién con nuevos motivos. Ahora no sélo un objetivo —la torre en 2D— sino dos objetivos —el rey y la torre— estén Sujetos al ataque. Esto se consigue con el movimiento siguiente de las blancas, que crea dos ataques en dos direcciones. 2 DAC+ 3. DxT RIT y las blancas han ganado una pieza, En este ejemplo particular vimos una combinacién simple con un sa- crificio, peo en una combinacién complicada puede haber varios sacri- ficios con varias ideas. Mas adelante veremos también casos en los que dos ideas se realizan mediante un sa- crificio, La segunda fase de una combina- cidn, como ya se pone en claro por el ejemplo, ejecuta los motivos re- cign creados por medio del sacrificio. Al movimiento concluyente que ex: plota los nuevos motivos lo lama- temos el ataque resultante, En este caso particular 2. D4C-+ es seme- jante ataque. Llamaremos la posicién que se produce después del ataque resultante la posicin designada, Uno debe observar claramente que no siempre se da el caso de que la posicién designada coincida con la posicién final que calculamos desde el punto de vista de la ventaja final. En el citado ejemplo, la posicién fi- nal se produce después de 3. DT, en tanto que la posicién designada se produce después de 2. DAC+. Nos hemos desviado un poco ex- plicando, sobre la base de un ejem- plo concreto, lo que es la idea de una combinacién y lo que son el ata- que resultante, la posicién designa- da y la posicién final, Volvamos aho- ra al andlisis del diagrama nim. 2. 2En qué consistia la idea basica de la combinacién? La idea consistia en abrir brecha en la posicién del rey negro y en destruirla parcialmente mediante un sacrificio de dama. Ef rey-en 2T queda expuesto y su- fre mate por las dos piezas blancas restantes que siguen en activo. Asi, aqui la idea de destruir la po- sicién del rey es levada a cabo en un grado relativamente més ligero. En tales posiciones simples, con una minima destruccién de la posicién del rey, uno puede también calcular que tenemos un caso de la idea de empujar al rey a la pésima casilla T2. Sin embargo, més adelante, en ca- sos de combinaciones més compl cadas que consideraremos en el ca- pitulo segundo, veremos una dife- rencia fundamental entre las ideas de destruccién y diversién, En este caso Ia maniobra forzada es el solo ataque resultante —3. T3T++— y la posicién designada que se produ- ce tras él coincide con la posicién final. Asf, al completar nuestro andli- sis de las dos combinaciones men- cionadas, podemos ya decir que en cualquier combinacién hay motives, sacrificios, ideas, maniobras forza- das, ataque resuitante, positién de- signada y posiciones finales y la ven- taja. B EL SACRIFICIO COMO ELEMENTO BASICO DE UNA COMBINACION Consideremos ahora con més de- talle esos sacrificios aue forman par- te de una combinacién, Hablando en general, cuando hace un sacrificio, el bando activo aumenta el poder de sus piezas con una energia espe- cial, y al mismo tiempo causa una falta de armonfa en las piezas de su oponente, destruye la cooperacién de éstas, a algunas de ellas las deja sin guardia y as{ sucesivamente. Uno puede decir que después de un sa- crificio la actividad, el poder de las piezas del bando que. ha hecho el sacrificio aumenta tanto que hace posible, a pesar de la ventaja mate- tial del oponente, lograr una venta- ia objetiva final por medio de mo- vimientos que obligan, movimientos que exigen réplicas definidas. Cuando la ventaja final es mate, entonces, como es natural, la can- tidad de material sacrificado carece de importancia. Pero, {qué sucede si la ventaja es, digamos, la ganan- cia de una pieza? jPuede uno en ese caso sactificar 1a propia dama? Evidentemente, en este caso también los sacrificios'son factibles. Vere- mos esto més adelante en ejemplos concretos. Importa mucho poner en claro que en una combinacién las piezas que quedan después del sacrificio obligan, por medio de maniobras for- zadas, con exactitud matemética, sin que importe lo larga que pueda ser la combinacién, al bando a la de- fensiva no sélo a devolver todo el material sacrificado, sino también a terminar con una desventaja, bien materialmente, bien posicionalmente, De lo que se ha dicho se deduce con claridad que en una combina- cién la maniobra forzada debe pro- ducirse después del sacrificio, pero también puede precederlo, cuando sigue el sacrificio y entonces, una vez més, una maniobra forzada. “ En otras palabras, las maniobras forzadas, antes y después del sacri- ficio, forman, juntamente con el sa- crificio, una operacién completa for- zada que lamamos combinacién, Se hace factible en virtud de los moti- vos apropiados. A mi parecer no hay razén alguna para que la teoria di- vida la operaci6n forzada en sus par- tes constituyentes como hacen algu- nos escritores, porque para propési- tos prdcticos ‘es importante afirmar y subrayar el ligamen indivisible de todas las partes de la operacién, que estén subordinadas a un tinico pro- pésito y que surgen sobre la base de los motivos en la posicién inicial, Uno puede Megara establecer la analogfa de que en el perfodo de sa- crificio en una combinacién el «ma- terial» ajedrecistico se transforma en cenergias, que seguidamente vuelve a transformarse en «material» por medio de una maniobra forzada con ventaja para el bando activo. Esta analogia puede parecer mds bien co- gida por los pelos, pero refleja muy bien la naturaleza de los fendmenos que ocurren en una combinacién. En una palabra, en las combinacio- nes simples todo ocurre muy répida- mente, La maniobra forzada se trans- forma a veces en un tinico ataque resultante, y slo una pieza adquiere la oportunidad de desplegar su «energiay. En combinaciones mds largas complicadas, uno puede discernir f4- cilmente la gran actividad, la cener- gfa>, de un cierto niimero de piezas después del sacrificio. La transformacién de «materials en «energia» es seguida por el pro- ceso inverso solamente en combina- ciones correctas en las que, en el curso del tiempo medido en movi- mientos, la energfa infundida a las restantes piezas en virtud del sacri- ficio se transforma una ver més en el material usual. Uno puede decir que una combinacién es una forma de explosién en el tablero de aje- drez cuando las consideraciones re- gulares usuales pierden su sentido. Para un juego tranquilo, «normal», tenemos una reconocida vara de me- dir para calcular los valores. Una larga experiencia nos convence de que una dama es aproximadamente igual a dos torres o a tres piezas menores, Una pieza menor puede compensarse con tres peones y as sucesivamente. Pero si se juega una combinacién correcta, entonces, du- rante el curso de la comibinacién, to- dos estos célculos pueden resultar de ninguna importancia. El factor de- cisivo es la energia de que constituyen la idea di cia el logro de la ventaja final. Sélo al final de la combinaciéa las rela- ciones usuales vuelven a ser las que eran. Analicemos ahora otras dos posi- ciones. Diagrama nim. 4 Capablanca-Yates Nueva York, 1924 Juegan las blancas 1. CA T4A Las negras tienen que trasladar su torre atacada a esta casilla, pues, de otra forma, perderian su PTD (o et PR después de 2, CX C—N, del E). Por supuesto, no pueden jugar 1. se CXC a causa de 2, TXA+ y 3. RXC, con lo que las blancas ganan una pieza. Esta es una variante, 2. CAR TAC Este y los siguientes movimientos son también forzados. 3. C@R)6D = T4A 4. C7C i Dos ataques en dos direcciones. Las blancas atacan simulténeamente ala torre y al PTD. 4, 5. C()XP T2A ¥ las blancas han ganado un peén. iQué hemos visto en este ejemplo desde el punto de vista de nuestras consideraciones tedricas? Las negras tenfan un débil PTD que estaba ya siendo atacado por un caballo blan- co en Ia posicién inicial, El peoa es- taba defendido solamente por una torre, cuya eleccién de casillas es- taba estrictamente limitada. Estas circunstancias servian como un mo- tivo que sugitieron a las blancas por dénde debja hacer su amenaza prin- cipal y buscar una continuacién for- zada que llevase al logro de una cla- ta ventaja: la ganancia del PTD, jPuede uno Hamar Ia linea com- pulsiva que siguen las blancas una combinacién? No, porque todo trans- currié cnormalmentes, sin sacrifi- ios, sin romper las consideraciones normales de «material» ajedrecistico. De aqui que en el caso que acaba- mos de ver tengamos sélo una ma- niobra forzada. Veamos el otro ejemplo. 5 Diagrama nim. 5 Juegan las blancas 1 C7A+ RIC Forzado, ya que, si 1. ..., TXC; 2. DXD+ y mate al siguiente mo- vimiento, Esta es una variante, aun- que desde luego una variante muy simple. 2. C6T+ RIT Ahora las blancas tienen un re- traso por repetir su maniobra forza- da. Sin embargo, la posicién del rey negro es muy restringida y est sien- do atacado por dos piezas blancas. Esto es un motivo para buscar una idea que pueda producir una ven- taja. iSemejante idea puede hallarse asil 3. D8C+! = Un sacrificio de dama para res- tringir al rey hasta el grado maximo, para bloquearlo con sus propias pie- zas. Para este propésito, la torre es atrafda a 1CR. Al mismo tiempo, la torre es diversionada de su guarda de 2AR. De aquf que la idea combi- nacional. consista en bloquear por atraccidn en un caso y por diversién en el otro, ambas cosas conseguidas con un solo sacrificio, 16 oe TxD 4. CA++ La ventaja-mate se ha logrado, Un solo movimiento de caballo ha pues- to fin a la partida explotando hasta el grado maximo la restriccién del rey negro que estaba ya bajo ataque. Tal mate se lama «mate asfixiado». Aqui no hay necesidad de preguntar qué es lo que ha sucedido: una ma- niobra forzada o una combinacién. Cuatro de las posiciones que he- mos examinado se citan en el Chess Manual de Emanuel Lasker. Las he- mos répetido con comentarios com- pletamente distintos, con objeto de recalcar la actitud diferente de los escritores de ajedrez respecto al con- cepto de una combinacién, Lasker no vela en principio diferencia al- guna entre estos ejemplos y los con- sideraba 2 todos combinaciones. ‘Antes de pasar a una explicacién posterior sobre los rasgos importan- tes de las combinaciones, me gustaria tratar un punto que no tiene ningu- na relacién directa con Ja teoria de las combinaciones, pero que es inte- resante desde un punto de vista ge- neral, Sin duda, el lector que haya examinado cuidadosamente los ejem- plos que se citan habrd reaccionado ante ellos de modo muy distinto, Me imagino que las maniobras forzadas le habrén parecido muy légicas y consecuentes, pero, a pesar de eso, més bien creo que no lo habrén con movido mucho ni Je habrén solici- tado ninguna respuesta estética. Sin embargo, las combinaciones, a pesar de toda ‘su simplicidad, habrin he- cho que su cotazén, estoy seguro, lata més aprisa, si esta es la primera vez que las ha visto. No es que ten- gamos que tratar de cuestiones es- téticas en este libro, pero considero necesario mencionar esta diferencia en la reaccién, Lo que he puesto de manifiesto es un factor muy caracteristico que realza la diferencia éntre una ma- niobra forzada y una combinacién, no desde un punto de vista teérico, sino con relacién al efecto artistico sobre un jugador, desde el punto de vista de Ia belleza del ajedrez. El papel principal en esto est4 desem- pefiado por el elemento basico de Ja combinaci6n: el sacrificio. Como ya hemos afirmado, cual- quier combinacién se compone de un cierto numero de elementos. En este libro dedicaremos considerable atencidn al elemento bisico del sa- crtificio, y el capitulo segundo le es- tard dedicado. Ahora hemos de familiarizarnos con otros dos puntos que estén es- trechamente ligados con cualesquie- ra combinaciones. EL CALCULO DE UNA COMBINACION Y LA VALORACION DE LA POSICION FINAL Uno empieza una combinacién sé- Jo cuando ha calculado mentalmen- te con claridad todos los movimien- tos forzados e imaginado todas las réplicas posibles, esto es, cuando uno ha considerado todas las varian- tes hasta el mismo fin, hasta la po- sicién final, hasta el punto en que las relaciones y valoraciones norma- les entran nuevamente en juego, tal como lo estaban haciendo antes de la aexplosién» de la combinacién. Se comprende que un error en los edlculos sea irreparable, y en este caso, la combinacién se torna inco- trecta, En otras palabras, a pesar de la presencia de una idea definida, no se obtiene ventaja alguna, més bien, por el contrario, el bando ac- tivo sale peor parado, 7Por qué ocu- re esto? Porque los motivos que parecfan adecuados para jugar la combinacién, en realidad no eran adecuados, y el cdlculo mental re- sulta ser tna ilusién dptica a causa del error. De resultas, el sacrificio se ve carente de objeto y el proceso de transformar materia en energfa no se produce consiguientemente. La inadecuada energia ganada por las piezas como resultado del sacrificio se va disipando gradualmente cuan- do tropieza con una defensa acerta- da por parte del bando a la defen- siva, y entonces la ventaja material de este dltimo decide la partida. Cuando el célculo mental de la combinacién es correcto, uno debe primeramente, antes de jugar los mo- vimientos que se propone, valorar las posiciones finales de cada varian- te para decidir si son realmente ven- tajosas, Si no, entonces, desde luego, la combinacidn carece de objeto. Ex- pliquemos primeramente los rasgos esenciales del cdlculo mental y lue- go volvamos a la valoracién de la posicién final. He aqui algunos ejem- plos de la necesidad del célculo acertado. Diagrama mim. 6 Capablanca-Tanarov Nueva York, 1918 Juegan las blancas 7 Al examinar la posicién, notamos Ja buena colocacién de todas las pie- zas blancas, en tanto que las negras estén como estrechadas y ademés tie- nen un débil PD que han de defen- der con sus piezas. Las blancas estén mejor. La debilidad det PD, atacado ya por la torre y el caballo, y la dis- posicién de su dama y de su alfil a lo largo de la diagonal de! caballo negro y del PD parecieron a Capa- blanca ser motives suficientes para una combinacién, cuya idea, como veremos, es atraer a la torre negra a su 3D, donde queda clavada. Ca- pablanca se proponia explotar esta clavada con su ataque resultante. Veamos primeramente lo que suce- dié en la partida. 1. TXP Con este sacrificio, Capablanca ini- cia su combinacién. Nétese que 1. CxPD, TXC; 2, AXC podfa ser re- , TXT amenazando ee xT 2 AXC : Ahora la torre clavada parece con- denada, pues después de 2. ..., AXA; 3. DXA las blancas ganan a causa de su doble ataque: sobre la torre y la amenaza de mate en 7CR. aoe Tsp? 3. TXT AXA La combinacién esta completada; Jas blancas han ganado el PD, pero Capablanca inmediatamente empieza una segunda combinacién que en se- guida decidié la partida. A 3. DXA las blancas habrfan continua: do justamente como en la partida. 4. COT + 5. DXA RIT El motivo para esta combinacién es la situacién del rey negro, cer- cado por sus propios peones. Sacri- 1s ficando su dama, las blancas atraen a la dama negra a 4R y al mismo tiempo la apartan de 1D, esto es, de la defensa de su primera fila. Cho DxD 6. CxP4+t Este sacrificio aparta a la torre de su primera fila y al mismo tiempo realiza el ataque resultante o més bien un ataque doble, jaque y ata- que, contra la dama. El cabailo no puede ser tomado a causa de 7. T8D y mate. El motivo de la combina. cién —el cerco en la posicin del rey— se ve muy claramente en esta variante. Pero si el rey se retira del jaque, entonces simplemente 7, CxD y las blancas tienen -una pieza més. De aquf que Tanarov abandonase. Las dos combinaciones de Capa- blanca en esta partida causan una fuerte impresién, pero el andlisis muestra ique la ‘primera fue inco- rrectal Si Tanarov hubiese jugado 2. ss D4TI, en lugar de 2. ..., T8D?. entonces ‘Capablanca no habria ob- tenido ninguna ventaja de su com- binacién, por el contrario, su posi- cidn habria sido peor que cuando empez6, Unas pocas variantes: 3. P4AR, AXA: 4, PXA, D4At; 5, RIT. T3C y las negras salen ganando en el cambio, O bi 3. A3A, AXA; 4, DXT, AxT; 5. C7R+, RIT; 6. CxP, AXP+l; 7, RXA, D3C+, y as{ sucesivamente también en ven- taja de las negras. Otra tentativa blanca es 3. COT+, RIT; 4. ABA, pero entonces 4, ..., AXA; 5. DXT, ASC es lo que sigui Las blancas, habiéndose conven- cido de que todas estas variantes son malas para ellas, tendrfan que haber jugado 3. A3A, AX.A: 4. PX A, T3C: 5. C7R+, RIT; 6. CXT+, PTXC. En la posicién resultante, las blancas habrfan perdido la ventaja que dis- frutaban antes de su combinacién. Las negras habrian tenido muy bue- nas chances de hacer tablas a causa de la debilidad crénica de los peo- nes de la banda de la dama blanca. En este caso particular, Capablanca tuvo suerte, ya que su cdleulo in- correcto de ia combinacién no re- sulté demasiado mal para él, pero por regla general un error as{ pro- porciona consecuencias muy desagra- dables. Hemos citado este ejemplo para convencer al lector de la necesidad de un cdlculo penoso, de la atencién més aguzada cuando est4 proponién- dose una combinacién. Como uste- des ven, ni siquiera un jugador como Capablanca estuvo lo suficientemen- te alerta y entré en una combina- cién dudosa, Otro ejemplo. Diagrama nim. 7 Gufeld-Klovan Moscti, 1956 Juegan las negras TID? Las negras, al sacrificar su caba- No, inician una combinacign basada en la idea de liberar la columna en la cual la dama blanca estd frente a la torre negra, Pero han calculado la combinacién malamente, 2 Pxcl AXPTR El «punto» completamente inofen- sivo de la combinacién, 3. PXPL DSC 4. CATE cn Si ahora 4. ..., TXD, entonces las blancas ganan con 5. PXT(D)+ 0 con 5. AXT. 4 woe DxC 5.PxT@) TxD 6. P3CR Lo més simple, ya que las blancas fuerzan el cambio de damas y per- manecen con una torre mds. En am- bos casos el cdlculo incorrecto creé la ilusién de que los motivos dispo- nibles eran suficientes para hacer una combinacién. Pero a veces su- cede que los motivos son adecua- dos, que hay una buena idea dispo- nible, pero la oportunidad combina- tiva falla a causa de un error en el cileulo, Diagrama nim. & Ragozin-Alatortsev X Campeonato U.R.S.S., 1937 Juegan las blancas Bajo la influencia de Ja ventaja material de su oponente, las blancas se abstienen de hacer el célculo ne- cesario en un momento en que te- nia una chance de organizar una combinacién victoriosa, 1 CxA PXC Bt Nada se altera con 1. .... T8C+: 2. R2A. ya que no pueden continuar 2. sy TIC+ a causa de 3. C2R, 2 DxD+ TxD 3. TXAL ” Ia idea de la combinacién es atraer al rey a una mala casilla con respecto a la posicién de la torre negra. a RxT Si 3. ..., T8C+, entonces 4, TIR, y la ventaja material de las blancas es suficiente para ganar la partida. AXP+ El ataque resultante, una vez mas un ataque doble, como en la parti- da Capablanca-Tanarov, 4... 5, R2R T2D Las blancas deberian ganar el re- sultante final de peones. Por ejem- plo: 5. ..., P4C; 6. R3D, PSA; 7. PXP, etc. Aprovechemos la opor- tunidad para Hamar Ja atencién del lector sobre el orden de movimien- tos en la combinacién, Las blancas cambiaron primero piezas menores y Tego damas. Si hubiesen empezado con el cambio de damas, entonces las negras habrian tenido una de- fensa, 1. DXD+, TxD: 2, CxA (0 2. TXA), 2. ..1, TECH y ast su- cesivamente. Por eso, al levar a la practica una combinacién, uno tiene que asegurarse de que se conserva el orden de movimientos previsto en el célculo mental, Ahora considere- mos los factores que acompafian cualguier céleulo, ZCudles son los medios de com- pulsién en una combinacién? He- mos estado hablando del hecho de que el bando activo impone todo el tiempo réplicas definidas, {Cémo se consigue esto? Es conveniente expli- car aquf qué medios se emplean en este proceso de compulsién y cud- 20 les de ellos fuerzan en mayor grado. Primero y principal, todo movi- miento de jaque es el grado mis alto de compulsién, Luego, el mimero de réplicas posibles puede ser dura- mente restringido por una amenaza de mate, aungue esto no fuerza tan- to como un jaque. En realidad. cuando uno estd amenazado de ma- te, puede emprender todavia cual- quier overacién ventajosa con tal de que vaya acompaiiada de jaques. De aqui que al jugar una combinacién no haya que calcular con que una amenaza de mate vava a forzar auto- méticamente al ovonente a defender- se contra ella. Este puede ser un célculo erréneo, pues el bando a la defensiva puede entonces inespera- damente pasar a las operaciones ac- tivas y con una contracombinacién © maniobra forzada, ignorar la ame- naza y forzar una ventaja, Conven- zAmonos nosotros mismos de esto so- bre ta base del siguiente ejemplo. Diagrama nim. 9 Juegan las blancas Las negras no estén meramente amenazando mate, sino aue parece haber creado una amenaza contra ia cual no cabe defensa alguna. Pero en realidad se equivocaron al entrar en esta posicién, ya que las blancas tienen la posibilidad de dar mate pri- mero por una combinacién que con- siste enteramente en jaques, 1, TST+1 A primera vista, esto sélo retrasa el mate, pero en ‘realidad el sacri- ficio de la torre atrae al rey negro a 8T y al_mismo tiempo desaloja la casilla ITR, de forma que la dama blanca puede entrar en juego deci- sivamente, Lo. RxT 2, TIT+ RIC 3. T8T+ RXT 4, DIT+ Y mate en el movimiento siguien- te en 7T. Las réplicas del bando a Ia defen- va se ven considerablemente redu- cidas por un ataque sobre varias pie~ Zas 0 peones o por la amenaza de un ataque semejante. Ademds es com- prensible que un ataque contra la dama obligue a la defensa de ésta 0 a la creacién de una contraamenaza mayor 0 igual en fuerza a un ataque contra la dama, tal como un jaque © una amenaza de mate. Desde lue- go, una amenaza de igual fuerza se- ria un contraataque a la dama del oponente. Mostremos ahora cémo la amenaza de um ataque sin la ame- naza efectiva misma puede obligar al oponente a defenderse, restrin- giendo considerablemente su elec- cién de movimientos. (Véase diagrama nim. 10.) Al jugar 1, CLA, las blancas ame- nazan con hacer la horquilla en 2. C3R. Las negras tienen que defen- derse contra esto, bien moviendo su dama o su torre de 4D, 0 de lo con- trario perderian en el cambio. Pero no hemos agotado les diver- sos medios de compulsion, La cap- tura de cualquier pieza o pedn para el propésito de cambiar también obli- ga al oponente o bien a hacer el Unico movimiento que le permita Diagrama mim. 10 Juegan las blancas restablecer la igualdad material 0 a elegir para el mismo propésito uno de un restringido nimero de movi- mientos. Por ejemplo, en la siguien- te posicién que ocurre en una varian- te de la apertura Ruy L6pez des- pués de un error de las negras. Diagrama mim. 11 Juegan las blancas Las blancas ganan ahora maniobra forzada que ui cambios como medio de compulsién. 1 AXC AXA 2 Forzado, ya que si 1. ..., PXA; 2. PxP, las blancas ganan un peén. De igual manera es forzado el si- guiente movimiento de las negras. 2. PxP PXP 3. DxD = Si las blancas capturan seguida- mente el PR, las negras replican 3. DxD seguido por 4, ..., AXP, recuperando el peén. 3. wwe TDxD Las negras también tienen una po- sicién perdida después de 3. ..., TRxD; 4. CxP, AXP (no 4. ...5 xP a causa de 5.CXA); 5.CXA, CXC (las negras han recuperado ahora el pedn, ya que el caballo no puede ser capturado a causa del ma- te en la primera fila blanca. Pero las negras han saltado meramente de la sartén al fuego); 6. C3D (ahora las dos piezas negras indefensas en la columna abierta estén colacadas muy desventajosamente); 6. ..., P4AR} 7, BAR, AtA+ {todos forzados); 8. RIA. Ahora las negras pueden probar 8. ..., TIAR con la esperanza de 9. PXC, PXP+; 10. C4A, PACR, eteétera, pero el simple 9. R2R fuer- za entonces una considerable venta- ja material, por ejemplo: 9, .... A3C; 10. PxC, PxP; Il. C4A, PACR; 12. C3T y asf sucesivamente, 4. CxP AXP XA, exe 6 C3D P4AR 7. P3AR AGA+ Todos estos movimientos de las negras son forzados si las negras quieren mantener Ja igualdad mate- fal, & CXA, CXC; 9, ASC. Ahora las blancas ganan en el cambio. Por ejemplo: 9. ..., T4D; 10. ATR (esto se juega también contra cualesquie- ra otros movimientos de torre); 10. wy TIR 11. PAAD y lo mejor que hacen Jas negras ahora es ceder el cambio. Finalmente, hay otro medio mds 2 de compulsién que esté ligado con la esencia misma de la combinacién, esto ¢s, el sacrificio, El hecho de que un sacrificio fuerce réplicas definidas se entiende claramente sin ejemplos, Puesto que ya hemos visto casos de esto. De aquf que haya un inmenso ar- seal de medios de compulsién. El punto importante es meramente ele- gir los medios mds efectivos en cada posicién concreta sin sobreestimar el grado disponible de compulsion. Examinese esta posicién, Diagrama nvim. 12 Juegan Jas blatcas Las negras supusieroa aquf que las blazcas no podfan hacer una combi- nacién con la idea de destruir la de- fensa de la TD con 1. TXC y se convencieron de esto con la siguien- te Ifnea de razonamiento: «Si la to- tre toma mi caballo, evidentemente no lo recapturo con el alfil, ya que entonces mi torre queda sin guardia y amenazada por su torre. En lugar de eso, yo tomo su torre en 2D y, con objeto de no perder material, él tendr4 que jugar CxT, cuando yo haya jugado AX, y ast acabaré el cambio ventajosamente.» Toda esta Mnea de razonamiento es incorrecta, ya qué las negras no han conside- tado todas las réplicas posibles de las blancas después de 1. TXC, TXT desde el punto de vista del mayor grado de compulsién. Consi- derando Ja posicién cuidadosamente, vemos que las blancas pueden jugar un movimiento del més alto grado de compulsién: 2, TSTR+ apartan- do a su torre del ataque del alfil. Las negras tienen que defenderse contra el jaque, y en lugar de ganar las ne- gras en el cambio, Jas blancas ga- nan una pieza. Movimientos como 2. TST + se Haman «jaques interme- dios», y siempre hay que tenerlos en cuenta al calcular las combinaciones. Desde luego no es slo un movi- miento intermedio lo que puede cau- sar un fallo en nuestro célculo: cual- quier réplica que tenga un grado mayor de compulsién es por su na- turaleza un movimiento intermedio. Naturalmente debemos prestar aten- cién a todos estos movimientos. En conexién con el hecho de que los movimientos de la combinacién tie- nen diferentes grados de compulsién tenemos el caso de la pieza «rabio- sa». He aqui un ejemplo. Diagrama nim. 13 Juegan las blancas Las blancas juegan una combina- cién basada en destruir la defensa de la TR, ya que si 1. ..., PXT, en- tonces 2. DXT. Sin embargo, des- pués de la captura del caballo, las negras no estén obligadas a tomar Ja torre y pueden buscar un movi- miento de igual o mayor grado de compuisién que pueda permitirles guardar su torre indirectamente. Examinemos, por ejemplo, la ré- plica 1. ..., AXC, con lo que las negras teplican a la captura de un caballo por las blancas con la cap- tura de una pieza equivalente. En- tonces, después de 2, DXT, AXT, las negras no han perdido nada. De aquf que ahora tengamos que exa- minar segundos movimientos alter- nativos por Jas blancas. Aqui, antes que todo, se trata de la recaptura en 4R con caballo o alfil. Ensayemos 2. AXA. Ahora, una vez mds, 2. ..., PXT es mala a causa de 3, DXT y las blancas han reali- zado su objetivo, Pero las negras, en lugar de eso, pueden jugar 2. TXA, apartando su torre de la cap- tura con un mayor grado de com- pulsién, ya que atacan a la dama. Sélo a la captura de esta torre re- plicarfan las negras 3. ..., PXT. Las blancas podrian ensayar en lugar de eso 3. TX A3CD, creando una ame- naza equivalente, ya que la dama ne- gra sigue estando ahora amenazada. Tanto 3. ..., TxD; 4. TxD, como 3... DXT; 4, DXT dejan a las ‘blancas una pieza mds. Sin embargo, al jugar 3. TA las blancas no han contado con un movimiento negro que tiene un mayor grado de com- pulsign, a saber: 3. ..., DXT+! En Telacién con estos golpes inespera- dos es como se habla de la rabiosa. En este caso, la dama negra, por sélo un movimiento, es una rabiosa. Des- pués de 4, RXD, TxD, las negras salen ganando en el cambio, Ahora consideremos 2, CXA en lugar de 2. AXA. Entonces también aqu se sigue 2. ..., TXC. Una vez més 3. TX A3CD es malo a causa de 3. DxT+! Por medio de 3. DxT, PXT; 4. Dx PA, las blancas pueden ganar justamente un pe6n. Asf Iega- mos a la conclusidn de que después de 1. ..., AXC la recaptura en 4R 23 no da a las blancas la gran ventaja por la que estaban jugando cuando iniciaron la combinacién. Pero seguramente la torre en 6AD puede ser también una rabiosa. {Qué me dicen ustedes de 2, Tx A3CD!? Las blancas ganan asi dos piezas a cambio de una torre. Vemos por estos ejemplos que una pieza puede convertirse en rabiosa en el mismo momento en que pa- rece condenada a la captura, Debe- mos extraer de las variantes arriba citadas 1a conclusién de que no hay objeto alguno en que las negras re- pliquen al, TXC con 1. ..., AXC. Noten ustedes ahora que después de 1, TXC la torre negra esté en una situacién desesperada. 7Por qué no ha de conve:tirse entonces en una rabiosa? Asi, pues 1 Tx Una vez mds las blancas no pue- den convertir en «rabiosa> a su to- re econdenada» en 6AD con 2. TX A3CD a causa de 2. ..., DXT+, con lo que una vez mds las negras ganan en el cambio. En lugar de eso, Tas blancas tendrian que replicar a 1. ..., TXC con 2. CxT, con lo que 2.2.1, PXT deja a las negras en iguales condiciones. Ya hemos dicho que un ataque contra una pieza 0 un peén es un medio de compulsién, Es muy util exponer con mayor detalle las di- versas clases de ataques que se pro- ducen con diferentes movimientos. Debe observarse que los movimien- tos més valiosos desde el punto de vista de la compuisién (desde luego, por regia general, pero no siempre) son movimientos’ que estdn ligados con ataques sobre dos objetivos en lugar de uno. En tales casos, los me- dios de defensa se ven més limita dos. En algunas posiciones no hay medios de defensa en absoluto. Veamos el siguiente ejemplo: 24 Diagrama mim, 14 Juegan las blancas 1. P4A ataca simulténeamente a la torre y a la dama. Naturalmente esto fuerza la tinica réplica posible: 1. .., DXPA. He aqui cémo por medio de un doble ataque, incluso un pe6n puede servir para crear el mayor grado posible de compulsién. Las blancas replican a 1. ..., DXPA con 2. C3R, y las negras no tienen defensa alguna contra este nuevo ataque doble, Como resultado de la combinacién, las negras pierden en el cambio la equivalencia de un peén. En este caso particular hemos tenido una pequefia combinacién con la idea de atraer a la dama a 5AD por medio de un doble ataque, y el ata que resultante es, de nuevo, doble ataque. Otro ejemplo: (WVéase diagrama nim. 15.) Las blancas pueden jugar 1. A4A. Con un solo movimiento crean un dobie ataque en dos direcciones por medio de dos piezas, torre y alfil. En el ejemplo anterior, después de 1. P4A habia también un doble at que, pero por medio de un solo peén. Aparte eso, uno puede crear una do- ble amenaza en una sola direccién con dos piezas. Como ejemplo, puede Diagrama mim. 15 Juegan las blancas citarse cualquier jaque con dos piezas. Los tres métodos que se han enu- merado llevan el nombre general en la literatura ajedrecfstica de doble ataque, lo que hablando estrictamen- te es incorrecto. De aquf que siempre que uno tropiece con esta expresin debe observar cuidadosamente las caracteristicas exactas det doble ata- que para entender mds acertadamen- te lo que est4 ocurriendo en el ta- blero. Volviendo a la posicién del diagrama mim. 15, noten ustedes que después de 1. A4A sélo una réplica, 1. ..., T2D, mantiene la igualdad ma- terial. Pero si el PAD de las blancas estuviese en 4A, entonces las blan- cas, por medio de 1. A4C, un doble ataque en dos direcciones, ganaria claramente en el cambio. Hemos notado ya que de ningin modo es esencial que se requiera pa~ ra el éxito alguna especie de ataque doble. A veces un ataque simple pue- de ser més eficaz, pero por regia ge- neral es més diffcil defenderse con- tra las diversas posibilidades de ata- ques dobles. Lo que se ha dicho sobre los ata- ques dobles como medio de com- pulsién es también enteramente apli- cable al caso del ataque resultante. La practica muestra que con fre- cuencia ocurre que el ataque resul- tante sea un doble ataque. Tendre- mos la ocasién de Hamar la atencién sobre esto al considerar sucesivas po- siciones. Hemos empleado mucho tiempo considerando los factores relaciona- dos con el calculo de una combina- cin, en vista de la gran importancia de los mismos. Pasemos ahora a otra cuestién im- portante: la valoracién de la posi- cién final. Debe quedar completamente en claro que el destino de toda la com- binacién depende de una valoracién correcta de cada una de las posicio- nes finales resultantes de variantes listintas de la combinacién. Sélo con que una de estas posi- ciones esté valorada de forma inco- recta, el oponente puede descubrir esto y elegir precisamente la unica variante en que se ha equivocado el bando activo. Examinemos ahora para empezar el tipo de posicién en el cual la va- Joracién de la posicién puede dar origen a controversia. Diagrama nim. 16 Smyslov-Bronstein XIX Campeonato U.R.S.S., 1951 Juegan las negras Lee CxP+ Las negras inician una combina- cién en lugar de simplemente volver su caballo atacado a 3AD. La idea del sacrificio consiste en destruir la guardia del PD blanco. 2. DXC Un sacrificio de dama con Ia idea de atraer la dama blanca a 2C. 3. DxD CxP+ E] ataque resultante, operando en dos direcciones. 4. RIA! DxP Mejor que 4. RID, CxD+; 5. R2A, CSA. AxD Cx D, las blancas pueden ABAD, cambiando alfiles con ventaja suya. 5. TDIC La combinacién de las negras est concluida, y ahora hay que valorar la posicién final. Aunque las negras han obtenido tres peones por su caballo, la posi- cién es todavia muy complicada y por tanto las blancas levan ventaja. El curso posterior de la partida com- pleté esto tutalmente. De aquf que haya que considerar la combinaci6n de las negras como poco sblida. En el siguiente ejemplo, las blan- cas Hevaron a cabo una combina- cién, calclando ganar un peén. (Véase diagrama nim. 17.) 1. CxP? a E} sacrificio del caballo atrae al alfl a 4D, donde las blancas calcu- lan que pueden ganarlo con un sim- ple ataque contra el cual las negras no tienen defensa alguna a causa de la clavada en que se ha colocado aho- ra el alfil, . AXC 2 Ada s 26 Diagrama mim. 17 Sokolsky-Vasilyev Semifinal XVI Campeonato U.R.S.S., 1947 Mueven las blancas El ataque resultante. Ahora, si sey TIA; 3. TXA y las blancas que- dan con un pe6n de ventaja. En esta variante Sokolsky valoré correcta- mente la posicién final, pero... ae AXA! 3. TxD TDxT 4. DXA a Pero en esta variante, que las ne- gras eligieron de hecho, la posicién final estaba incorrectamente valora- da por las blancas, A pesar de su ventaja en material, las blancas es- tén en mala posicién, pues las piezas negras son muy activas, como vemos por el curso posterior de Ja partida. 4 TD 5. PACD Es comprensible que las blancas pierdan la sangre fria y que répida- mente vayan a la derrota, Un movi- miento mejor era 5, TIR. thom TRID 6 TIR P4cD 7. DXPC TIAD Las blancas abandoman, LA GENESIS Y LA NATURALEZA LOGICA DE LAS COMBINACIONES Habiendo entablado conocimiento con los elementos basicos que for- man una combinacién, debemos tam- bién dilucidar un punto importante que afecta a las combinaciones en general, 1Cémo nace una combinacién? LSe presenta por casualidad o es pre- parada por el juego que la precede? Para el practicante ajedrecista es muy importante dar la respuesta co- rrecta a'estas preguntas. El gran te6- rico ajedrecista, excampeén mundial de ajedrez, Dr. M. Euwe, en su libro Estrategia y tdctica en el ajedrez, hizo un intento por dividir todas las combinaciones en combinaciones ac- cidentales y sistemdticas. No puedo estar de acuerdo con semejante divisién, ya que conside- ro que todas las combinaciones son Idgicas. Como ya hemos comentado, una combinaciéa no surge por el talento de tal o cual jugador. La posicién dada en el tablero, sus ras- gos especiales, sus motives, como hemos convenido en Hamarlos, rigen Ia posibilidad de la existencia de una combinacién, El jugador emeramen- te» tiene que saber cémo encontrar la combinacién empleando la agude- za de su visién combinacional. De aqui que siempre que hay motivos suficientes, exista objetivamente una combinacién.. Esto se justifica. Por una parte las partidas de maestros a menudo se desenvuelven en forma tal, que como resultado de la lucha un’ bando logra una ventaja posicio- nal en virtud de la cual surgen debi- lidades en la posicién de su oponen- te, las piezas del defensor, al querer remediar estas debilidades, quedan pobremente colocadas, sin coordina- cién, etcétera. Justamente en estos casos es cuando aparecen motivos esenciales para llevar a cabo una combinaci6n. Se puede decir que un bando ha creado motivos para llevar a cabo una combinaciéa por medio de un consistente juego posicional, Por otra parte, a veces resulta que se crea una debilidad en Ia posicién de un bando 0 que la cooperaciéa de las piezas de un bando queda destruida como resultado de un solo movimiento débil; o que los motivos para llevar a cabo una combinacién se crean’ de cualquier otra manera. Entonces uno puede hablar de mo- tivos que han surgido stibitamente. Expliquemos estas consideraciones con ejemplos. Diagrama nim, 18 Botvinnik-Euwe Torneo 1948 Juegan las blancas En esta partida, Euwe estuvo en dificultades desde el comienzo mis- mo, y Botvinaik exploté muy bien las ventajas de su situacién y, con un juego consistente, Heg6 a la po- sicién que se recoge en el diagrama, Al valorar esta posicién, notamos que el rey negro estd en peligro a causa de su expuesta posicién y que 27 la torre negra esta fuera de juego. De aqu{ que existan motivos para una combinacién. Los motivos su- gieren la direcci6n del ataque prin I: hay que crear amenazas con- tra el rey y la torre. Estos motivos son el resultado de un juego planea- do y consistente por parte de las blancas. 1, D3CRI La dama apunta a 7C; Ja idea del sacrificio del caballo es la ocupacion de una casilla vital. Le. PxC 2, DIC TIA 3. T7A S Si las negras se defienden ahora contra el mate con 3, ..., D3D, en- tonces 4, TX A; por ejemplo, 4. ..., P6D; 5. T7T, DID; 6, DXPT, con la amenaza decisiva de 7. D6C+. 3. DxT La combinacién de las blancas, que habia empezado con 1. D3C, esta concluida ahora, Disfruta de una ventaja material suficiente para ga- nar por técnica. Diagrama nim, 19 Botvinnik-Pachman Mosc, 1947 Juegan las blancas Las blancas jugaron: 1. TSC? A eso siguié: haw Txal Si ahora 2, PxT simplemente 2. --, DXT, el sacrificio de cambio ha destruido al bando a la defensiva, en tanto que si 2, DX, entonces la dama ha sido atrafda a una mala casilla y 2. ..., ASA decide el asunto. Como resultado de 1a combinacién, Jas negras se quedan con una pieza més. {Qué podemos decir acerca de este caso particular? Con su inco- trecto primer movimiento, las blan- cas crearon stibitamente los motivos para una combinacién. Repetimos: los motivos pueden surgir de dife- Tentes maneras, como un resultado del juego consistente 0 de sibito, pero la combinacién siempre esta justificada, De este tiltimo ejemplo podemos también extraer algunas conclusio- nes esenciales en e] juego practico. Siempre hay, en todas las posiciones. que analizar diligentemente. Hay que sopesar escrupulosamente todos los motivos disponibles, ya que de lo contrario es facil que uno pase por alto la chance de una combinacién. Incluso si usted se ha estado defen- diendo tercamente durante largo ra- to y se halla todavia en una posicién dificil, la posibilidad de hacer una combinacién provechosa no ha des- aparecido en modo alguno. Incluso cuando su oponente tiene una gran ventaja, todavia puede cometer un error téctico, y con un movimiento descuidado crear de pronto motivos para que usted haga una combina- cién perfectamente Iégica. He aqui un buen ejemplo de esto: (Véase diagrama mim. 20.) ‘Las blancas tienen una ventaja de- cisiva, Pueden adoptar la maniobra forzada 1. TX C+, TXT; 2.DxT+, DxD; 3. AXD, RXA, con un final Diagrama mim. 20 Levenfisch-Chejover Moscti, 1935 Juegan las blancas de peones en que su pedn extra ga- rantiza la victoria, Por ejemplo: 4. R3C, PAR; 5. RIA, R3A; 6. RAR, R3R; 7. PST, RXP; 8. RSA, y las biancas ‘deben ganar. Recomenda- mos al lector que analice esta posi- cién cuidadosamente y se convenza de que esto es asi, De paso debemos comentar que el andlisis de los fina~ les de peén en que uno tiene que calcular las variantes muy exacta- mente es titil para dominar la técni- ca del anilisis, que ciertamente ayu- da a desarrollar las facultades com- binacionales que uno tenga. El gran maestro Levenfish, por su- puesto, vio esta maniobra forzada, pero, por lo que parece, decidié que no tenfa necesidad alguna de pre- cipitar el asunto y que tenia tiempo para reforzar su posici 1. PAC Las blancas intentan jugar la indi- cada maniobra forzada en el proxi mo movimiento, La diferencia esta- ria en ese caso en el final de peones que débamos en la ultima nota, en que las blancas podrian defender su PD en el momento apropiado con PSA. Sin embargo, hay una debili- dad tactica en Ia colocacién de las piezas blancas, consistente en el hecho de que la dama estd Hevando a cabo dos importantes tareas: de- fender al mismo tiempo el PTR y el PAR que forman un escudo protec- tor para el rey blanco. Asi, con su descuidado 1. P4C, las blancas co- meten un error téctico que de stibito presenta a su oponente una chance para explotar la sobrecarga de la dama. Le... PAR! La idea, tras este sacrificio de peén, es claramente la de apartar a la dama blanca de la defensa, tanto de PAR como de PTR. La combina- cién de las negras, desde juego, es por tanto completamente ldgica, 2 TXC+ Esto es lo que las blancas eligie- ron en la partida, y después de 2. ..., DxT; 3. D5D, D3A, pronto Hevaron a una pérdida para las blancas. Otros segundos movimientos para las blan- as eran también insatisfactorios, por ejemplo: 2, DxXPR, DxPT+; 3. RIC, TXP++, 0 2. DAC, TXP+; 3. T2C (3. RIT, entonces simple- TXA), 3 5. DXA), 4... DXPT+, con. gran ventaja en el final. (El consejo de Bondarewsky de es- tar siempre en guardia resulta parti- cularmente oportuno aqui, ya que en la revista ajedrecistica Shajmatnaya Moskva, a ultimos de 1965, un vigi- lante aficionado ruso, Korogodov, sugeria un segundo movimiento mds fuerte para las blancas, a saber: 2. DAR, ya que entonces 2. ...) TXP+; 3. RIT, TX A? pierde con 4. D8T +, RIA; 5. TIA+, RSC (5. ..., RIR} 6. D5D++); 6. D4#R+, RAT; 7. TICRI, con amenaza: decisivas. Ni sirve tampoco 3. ..., TSA, por aplas- tante que pueda parecer: 4. TXC+, DxT; 5. DXT, PXD; 6. AXD, RxA, con mejor partida para las 29 blancas, 0 en esto 4... RXT; 5. AXP+, T3A; 6. A2CI, RIC; 7. AXT y 8. D&R+; de nuevo mejor para las blancas. La linea correcta de las negras es 3. ..., DIR cuando Korogodov da 4, T3C, pretendiendo que las Blancas estén mejor a causa de la variante 4. ..., TX A; 5. DET +, R2A; 6. TIA+, RIC; 7. DAR+, RAT; 8. T3CI Sin embargo, como comenta la revista, en esto las ne- gras pueden mejorar con 6. ..., C#A; 7. DAR, R3A, cuando si 8 DAC, entonces no 8. ..., P3TR; 9. DSTI, 3 13. TxD, POR, y las negras ganan. Indudablemente, una variante tan larga no puede ser considerada como exhaustive, y nuestra conclusion debe ser la de que este ejemplo es evidentemente mucho mds complicado de lo que pensaba Bondarewsky.—N. del E.) CELADAS Aparte las maniobras forzadas y las combinaciones, el arsenal de la tdctica de ajedrez contiene también los recursos conocidos como «ce- ladas», Diagrama nim, 2 Bondarewsky-Ufimtsev Leningrado, 1936 Tuegan las negras En esta posicién, las negras hicie- ron el movimiento completamente «natural», 30 ATC Atacando a la torre y al peén del rey. No tenfan la menor sospecha de que as{ estaban cayendo en una as- tuta trampa. Se siguié: 2, TsT+ R2A 3. ABR+! CxA 4. RSC Y las negras no tienen defensa al- guna contra 5. T8A++. La combi- nacién que empieza con 2. T8T+ tenfa la idea de apartar al caballo negro de 3A mediante el sacrificio del alfil, ya que inmediatamente las negras no pueden jugar ..., CXP+,y el rey blanco puede jugar a salvo SC. Otro ejemplo: (Véase diagrama nim. 22.) Las blancas podfan decidir las co- sas en favor suyo con 1. D2T. Si en- tonces 1. ..., P6R+, luego 2. R3C; las negras no tienen ningun jaque y sélo con Ja entrega de mucho ma- terial pueden impedir la amenaza de mate. Las blancas podrian ganar tam- biéa con 1. D3R, por ejemplo, 1. .... T6D; 2. D6C, P6R+; 3. R2T, con lo que una vez més no hay jaques Diagrama mim. 22 Smyslov-Tal Torneo de candidatos de 1959. Juegan las blancas ni defensa alguna contra 4, TXP+. Con ambos jugadores apremiados gravemente por el tiempo, las blan- cas jugaron en realidad: 1. DSR? Un movimiento como éste es com- pletamente «natural» cuando no se tiene tiempo para pensar. Las blan- cas amenazan mate y amenazan con cambiar damas, lo que forzarfa a las mente con este movimiento tan «na- turals era con el que estaba contan- do Tal para una chance de organizar una astuta trampa. Lo. TeC+! Las negras sacrifican su torre pa- ra atraer asf al rey a Ja primera fila de las blancas, donde le puede dar jaque en 8D y continuar con jaque perpetuo. Por ejemplo, 2. RXxT, D&8D+; 3. R2T, D4T+; 4. R3C, D6A+, etcétera, pero no 4. DST+; 5. R2C, DSC+; 6. D3C. 2, RIT Ter Tablas, Se deduce de estos ejemplos que una celada que envuelva un sacrifi- cio difiere de una combinacién en el hecho de que el primer movimiento del jugador activo, esto es, del ju- gador que planea la celada, no fuerza la réplica del oponente, sino que s6lo Io tienta con algiin cebo y asf espera atraerlo por el mal camino, Pero una vez que el «cebo» ha causado su efecto, entonces se sigue una genuina combinacién. Ahora hemos acabado de conside- rar la teorfa bisica de las combina- ciones ajedrecisticas y pasamos a es- tudiar las diversas ideas que les dan fundamento. 3 IDEAS COMBINACIONALES El nimero de combinaciones po- sibles ajedrecisticas es astronémico. Desde el punto de vista matemético, el ntimero es finito, puesto que el m mero de partidas posibles es finito, pero desde un punto de vista préc- tico, uno puede confiadamente de- clarar que el ntimero es infinitamen- te grande, De hecho casi cada partida se ve obligada a producir combinaciones, bien en el juego real, bien como con- tinuaciones posibles acariciadas en la mente por los jugadores, pero que no Megan a aparecer efectivamente en la escena. Esta sola consideracién da una buena idea del numero de combinaciones posibles, ya que las partidas de ajedrez normalmente no se repiten excepto unas pocas excep- ciones cada dos siglos 0 asi. Sin em- bargo, si bien uno necesita cifras astronémicas para calcular el niime- ro de combinaciones posibles, por otra parte uno puede casi contar con los dedos las ideas que estén detrés de las combinaciones. En vista del hecho de que en la actualidad no hay ninguna teorfa de combinaciones que sea aceptada por 2. — rierica wrot0 surco todos los especialistas en ajedrez, no trataré en este libro de delimitar el nuimero de ideas combinacionales, ya que para este propésito seria nece- saria una investigacién muy extensa con objeto de probar las propias opi- niones. Por eso en este capitulo exa- minaremos meramente las ideas que se presentan con més frecuencia en la prdctica, pero no entraremos pro~ fundamente en los detalles. El pe- quefio objetivo de este libro sélo permite unos pocos ejemplos para ilustrar cada idea, y ademds usare- mos sélo ejemplos de tipo libro de texto y posiciones de partidas reales. Sin embargo (en el curso del desarro- Wo del estudiante), éste deberd fa- miliarizarse con ejemplos concretos de cémo la misma idea se realiza con el sacrificio de varias piezas con tal © cual ataque resultante. Con este objetivo a la vista recomiendo muy fuertemente al lector que compile un libro de notas que contenga una co- leccién de ideas combinacionales. Sobre esto se insistiré més adelante, cuando empecemos a analizar posi ciones, 33 COMBINACIONES BASADAS EN ATRACCIONES Diagrama niim, 23 Juegan las blancas La primera impresién que tiene uno es que las blancas deben aban- donar a causa de la amenaza 1. C6A++, contra la cual no ninguna defensa satisfactoria, Cierto que hay dos circunstancias que crean motivos para que las blancas bus- quen una combinacién, a saber; la posicién del rey negro, que no tiene ningtin movimiento, y el hecho de que las blancas tienen tres piezas Que actian en la direccién de ese rey. No obstante, si uno se pusiera a analizar Ja posicién sin suficiente cui- dado, estos motivos serfan rechaza- dos como inadecuados si el jugador no estuviese familiarizado con la idea de diversion. Una vez que uno estd familiarizado con esta idea, es com- pletamente fécil encontrar mate en dos con 1. D8C+1 2 T8R++ RxD El sacrificio de la dama blanca atrae al rey a una casilla mala, desde la cual no puede escapar de su pri- mera fila. a4 He aquf otro ejemplo de un sa- crificio diversionario que leva al mate. Diagrama nim. 24 Juegan las blancas 1, AGT +I RIC Las negras rehiisan el sacrificio, ya que después de 1. ..., RXA se sigue 2. DxP+, R4T; 3. DSC o A3A++. Retirar el rey a su pri- mera fila también Hevaria al mate. 2, PST+ es Las blancas fuerzan asi la acepta- cién del sacrificio del alfil y de este modo apartan al rey a 6T. a RxA 3. DXPA+ = RXP 4. AIA++ En las dos combinaciones de mate que acabamos de ver, la idea de di- versién fue Hevada a cabo por sa- crificios de dama y alfil. Sin embar- £0, la misma idea puede ejecutarse en una posicién apropiada mediante el sacrificio de una torre o un peén, Recomendamos al lector que retina por su cuenta posiciones toma- das de libros de texto y en las que el mate se consigue por sacrificios con la idea de atraer alguna pieza 0 pe6n a alguna casilla inferior. A continuacién debemos conside- rar un ejemplo en que se emprende un sacrificio atacante no para lograr el mate, sino para ganar la dama por medio del sacrificio de una torre. Cualquier jugador que desee des- arrollar su visién combinacional y su fantasfa debe compilar todo un catélogo de posiciones en las que diversas piezas sean sacrificadas con propésitos de atraccién y logro de diversas ventajas. De esta manera se forma una coleccién de'sacrificios de atraccién, que es muy util. Luego, esto mismo se hard para todas las ideas restantes que consideraremos posteriormente. Uno no debe limitarse a coleccio- nar meramente un considerable mi- mero de ejemplos. Es natural que ataque resultante pueda ser de dife- Tentes clases, Esto significa que uno deberia coleccionar posiciones de li- bros ie texto en las que ataques do- bles de todas clases son el ataque re- sultante (esto es, ataques simples, ataques que explotan clavadas, y ast sucesivamente), Por ultimo, al final de vuestro 1i- bro de notas, debéis compilar un gran mimero de ejemplos de ideas combinadas realizadas mediante el sactificio de diversas piezas con di- versos ataques resultantes que aca- ban con diversas ventajas para el bando activo, El jugador que lleva a cabo la am- plia tarea que recomendamos arriba, percibird pronto to mucho que ha aumentado su fuerza de juego y lo mucho que se han desarrollado su visién combinacional y su imagi- nacién. (Véase diagrama ntim. 25.) 1. TAL = Clavando la dama con su torre, Diagrama nim. 25 Juegan las blancas las blancas fuerzan su captura, lo que aparta a Ja dama a una casilla mala. ae DxT 2. D8T+ Y genan la dama, Diagrama nim. 26 Reti-Tartakover Viena, 1910 Juegan las blancas No es facil descubrir la brillante combinacién de mate que hizo Reti. 35 Sin embargo, un conocimiento de la idea de atraer y el gran efecto de un ataque doble y en particular de ua jaque doble facilita definidamen- te el proceso. 1. D8D+!! La dama es sacrificada con el pro- pésito de atraer al rey a 1D, donde queda expuesto al ataque de una «bateria» de torre y alfil. hs RxD 2. ASC+ R2A 0 2. ..., RIR; 3, TED++. 3. ASD++ En el diagrama siguiente, 1a po- sicin de Ja dama y de la torre de Jas blancas parece «estar pidiendo» un jaque doble; éste es el motivo para la combinacién. (Véase diagrama mim. 27.) 1 SCI Las negras sacrifican un pe6n con ‘objeto de atraer a la dama a 4CR de las blancas. Como el peén ataca a ambas piezas, y las blancas no pue- den hacer un contrajuego suficiente, tienen que aceptar el sacrificio. Diagrama mim, 27 Rudakovsky-Bondarewsky XII Campeonato U.R.S.S., 1940 Juegan Jas negras 2. DXP car El ataque resultante, una vez més un ataque doble. 3. D2C 4. DxC CxT+ T2A Como resultado de la combina- cién, las negras han ganado en el cambio Ja equivalencia de un pedn. COMBINACIONES DE BLOQUEO En Jas posiciones que hemos exa- minado arriba, el ataque resultante explotaba Ia pobre posicién de una pieza atrafda, Naturalmente, cuando hablamos de la posicién pobre de una pieza no nos estamos refiriendo a su aislamiento de la escena prin- cipal de a accién, sino meramente al hecho de que en la posicién que surge del sacrificio esté malamente 36 colocada con respecto a Ja posicin efectiva de piezas que se obtiene en- tonces. Cuando tratamos del bloqueo, la atraceién vuelve de nuevo a inter- venir, pero no es la pieza atrafda la que se explota para el ataque resul- tante, sino otra cuya movilidad que- da restringida por la pieza atrafda. Ya hemos visto un mate asfixiado. Consideremos ahora otra combina- cién con este propésito para fami- Hiarizarnos mejor as{ con Ia idea del bloqueo. Diagrama nim, 28 Jucgan las blancas 1. C7A+ RIC 2, COT+ RIT 3. D8C+ Li dama es sacrificada con objeto de diversionar la torre hasta 1C. Sin embargo, aqui, el ataque resultante no estard dirigido contra esta torre, sino contra el rey, que, como re- sultado de esta diversién, se ve pri- vado de su ultimo movimiento po- sible, ya que cuando 1C es ocupado, queda bloqueado. ae TxD 4. C7A++ (Véase diagrama nim. 29.) Las blancas pueden decidirse a ha- cer un sacrificio basado en el bloqueo. 1. TDxct Las negras no pueden aceptar el sacrificio, ya que después de 1 PXxT; 2, DxP+, su dama es atraf- da a 2AR, creando un bloqueo tras el cual Jas blancas dan mate con 3. TST. De aquf que en la combinacién las blancas ganen un caballo, Diagrama nim, 29 Juegan las blancas En la prdctica, un sacrificio con la idea de bloqueo ocurre casi ex- clusivamente en combinaciones de mate, para restringir los movimien- tos posibles de un rey. La siguiente combinacién, que se encuentra en un manuscrito del jugador italiano Greco, data aproximadamente del jafio 16251 Diagrama nim, 30 Juegan las negras 37 COMBINACIONES BASADAS EN DIVERSION El motivo para buscar una com- binacién en este caso particular es una posicién de rey a la defensiva dloqueado por sus propios peones sin nover. Esta posicién de peones normalmente forma la mejor cubier- ta defensiva para un rey en el me- dio juego. Sin embargo, en aquellos casos en que hay Iineas abiertas en el centro 0 en cualquier otro lado a lo largo de jas cuales actian las piezas pesadas (dama, torre), uno de- be estar en guardia, ya que la pe- netraci6n en la fila de retaguardia por una de estas piezas puede con- ducir al mate, Por esto, en tales si- tuaciones, los jugadores experimen- tados, cuando se les presenta una oportunidad conveniente, hacen en el momento oportuno lo que se Ila ma un otificio de salida para el re} avanzan uno de los peones delante del rey, Normalmente es mejor avan- zar una casilla un pe6n de torce oun peén de caballo, pero desde luego también otras variantes de esto son totalmente posibles. Diagrama niim, 31 Juegan las blancas En esta posicién, un adecuado ori- ficio de salida se crearfa avanzando 38 las negras una casilla su PTR 0 su PCR. Evidentemente no podria pro- ducirse entonces un mate en la fila de retaguardia. Es Idgico que la ca- silla que haya de ser usada para el orificio de salida del rey no esté so- metida a ataque ella misma. Asf, si en el diagrama num. 31 se afiade un alfil blanco en ICD, el PCR, al avan- zar hasta la tercera fila de las negras, Proporcionaria entonces un orificio de salida, en tanto que el PT no lo proporcionaria. En la posicién actual no hay ningtn orificio de salida, lo que sugiere un motivo para una com- binacién, y empezamos a buscar los medios de penetrar hasta la octava fla con dama o torre. Una casilla adecuada para esta penetracién es 8D, que est4 guardada solamente por Ja dama negra. Se ocurre en seguida el pensamiento: jno podria ser apartada la dama de alli, despojin- dola asf de su funcién esencial? Esta busqueda nos leva al movi- miento 1, D7C! Aqui la idea de di- version se realiza por medio de uo ataque doble, ya que tanto la dama como Ja torre de las negras son ata- cadas, y las megras no pueden cap- turar a Ja dama debido a su obliga- cidn de defender 1D. Ya hemos dicho en el primer ca- pitulo, y podemos convencernos aqui una vez mds, que los golpes mds pe- ligrosos son las diversas formas de ataque doble, puesto que, por regla general, limitan grandemente las ré- Plicas del oponente o incluso lo pri- van de cualquier defensa satisfacto- ria. Asf ocurre en la posicin del dia- grama nim. 31; las negras pierden inmediatamen (Véase diagrama mim. 32.) Las blancas ganan la dama apar- tando al rey negro que la defiende. Esto lo consiguen mediante el sacri- ficio de la torre: 1. T7T+1 Diagrama nim. 32 Juegan las blancas Diagrama nim, 33 Nimzovitch-Marshall Nueva York, 1927 Juegan las blancas La ventaja de las blancas es clara a primera vista, lo que sugiere la biis- queda de una combinacién, Aqui pueden juzgarse como motivos la po- sicién peligrosa del rey negro, la cla- vada del caballo y el hecho de que la torre y el alfil de las negras no toman una parte directa en Ja partida, y en cambio las piezas de las blancas es- tn soberbiamente colocadas, 1. TSR! EI sacrificio de la torre desvia ala dama negra de la defensa del caballo. Law DxT 2 Dxc+ RIC 3. AGT Abandonan, Si 3. ..., D2A, entonces mate con 4, D8D+ y 5. DXD+4. Diagrama nim, 34 Jolmov-Golz Dresde, 1956 Juegan las blancas La concentracién de las piezas blancas apuntando contra la banda del rey capacitan a aquéllas para ha- cer una combinacién con la idea de diversién, Después del sacrificio ini- cial, la desventajosa _posicién de la dama negra desempefia un papel im- portante, 1. DXAY PxD Evidentemente las negras no pue- den jugar 1. ..., DXT a causa de 2. DxC, Esta variante serfa juego era- bioso» por parte de la dama de las 39 negras, que por lo dems esté con- denada. Aqui la rabia no trabaja a favor de las negras, pero sin embar- g0 no se debe dejar de tener en cuen- ta, cuando se analiza, tales movi- mientos intermedios; de lo contra- tio, uno podria encontrarse con una desagradable sorpresa. Ya hemos ha- blado de esto detalladamente en el capitulo primero. Después del movi- miento que se da en el texto de las negras, la «baterfa» blanca de torre y caballo desempefia el papel deci- sivo. 2. CAR+ os Un doble ataque en dos direc- ciones, Bene DxT Era esencial tener en cuenta esta réplica al comienzo de la combina- cién. Un movimiento de rey para po- nerse fuera de jaque les dejarfan sim- plemente una pieza menos después de 3. CxD. 3. CxC+ Este es un «movimiento interme- dio» por parte de las blancas. Si aho- ra 3. ..., R2C, entonces un nuevo ataque doble, esta vez con una pie- za: 4, C5T+, dejaria a las blancas con ventaja material. (Véase diagrama mim. 35.) Este es un ejemplo més compli- cado. Las negras usan la idea de diver- sién como base de una celada, En la partida las negras jugaron: Lo. Ast Ahora las blancas tienen que re- tirar su dama a 2A. Cierto que des- pués de 2, D2A, DxD; 3. TxD, P3R, la partida de las blancas serfa dificil, por ejemplo: 4. C6A-+, R2R; 5. CXA, AGR, etcétera. Las blancas cayeron en una astuta trampa y pron- to tuvieron que abandonar. 40 Diagrama rim, 35 Boleslawsky-Bondarewsky Torneo 1941 Juegan las negras 2. TxP Al parecer, las blancas supusieron que su oponente se habfa equivocado y se habfa olvidado de su rey en- cerrado en la fila de retaguardia’ evidentemente la dama blanca no po- dia ser capturada, a causa de 3. TxT++. Pero fue la posiciém cer- cada del rey blanco lo que las negras planearon explotar cuando montaron la trampa, Para este propSsito tenta- ron a su oponente con la captura del PTR, apartando asf la torre de la fila de retaguardia. a TICR! Después de este movimiento, todo se hace claro. Las negras organizan indirectamente un doble ataque: amenazan con capturar ta dama, y, sobre todo, con dar un mate por la fila de retaguardia. 3. D3D Dsc+ Abandonan las blancas A causa de 4. TID, T8A+; 5. TXT, DxT++. COMBINACIONES BASADAS EN DESALOJAMIENTO DE CASILLA Algunas veces surgen posiciones en las que una pieza o peén del ban- do atacante tropieza con la accién de otra pieza o pen. Aclaremos esto con algunos ejemplos. Diagrama nim. 36 Juegan las blancas El escaque 5CR de las blancas es- t4 ocupado por un peén blanco. Si lo moviera de alli y se colocase en su lugar el caballo blanco, las negras se verian perdidas a causa del doble ataque. De aqui que surja el pen- samiento de desalojar por la fuerza esta casilla sacrificando el peén. 1, P6C+ AXP Rehusar el sacrificio levaria tam- bign a una pérdida inmediata. 2. CSC+, eteétera, (Véase diagrama nim. 37.) Las blancas. no pueden capturar dos veces en 6AR porque podrian recibir mate en la fila de retaguardia. Al mismo tiempo, las negras tienen Diagrama mim, 37 Juegan las blancas una inmediata amenaza de mate por su parte si su dama se coloca en 7CD y otra amenaza de triunfo con 1. Dx D. {Qué van a hacer las blanca cPuede decirse realmente que la pe- ligrosa posicién del rey de las negras atacado por tres piezas es un motivo inadecuado para una combinacién? Si uno no estuviera enterado del des- alojamiento de casillas, facilmente se le pasarfa por alto la combinacién, pero una vez que nos hemos familia- Tizado con esto se alcanza inmedia- tamente la idea de ganar con 1. TET +! y el mate sigue en seguida en D7T recién desalojada mediante el sacri- ficio de la torre. Pasemos ahora al diagrama si- guiente, (Véase diagrama nim. 38.) Las blancas amenazan con dar ma- te con 1, D8T+, etcétera, y gene- 4l Diagrama nim, 38 Kmoch-Rubiasteia Semmering, 1926 Juegan las negras ralmente hablando su_posicién pa- rece completamente satisfactoria. Pe- ro son las negras las que juegan, y la posicién del rey de las blancas es tan insegura como la del rey de las negras. Cierto que no se ve a pri- mera vista cémo las negras pueden penetrar en Ia posicién de su opo- nente a pesar de sus triplicadas pie- zas mayores en la columna del rey. Sélo el desalojamiento de casilla es la idea que da solucién a este problema. ae TOA! Las blaneas abandoaron ya que las negras fuerzan el mate en todas las variantes, pues todos sus movimientos son de jaque, y asf tienen el mayor grado de’ com- pulsign. La dama y la torre de las blancas activamente colocadas en la columna 42 de TR son testigos impotentes de la cada de su rey. Diagrama nim, 39 Flohr-Byvshev Semifinal XIX Campeonato U.R.SS. de 1951, Juegan Jas blancas La dama de las negras defiende la torre en su 2AD. Si se viese ataca- da, se veria en apuros para encon- trar un buen movimiento, Nétese también que la dama guarda al alfi, asi es que estd «sobrecargaday. Las bdlancas podrian atacar ventajosa- mente a la dama desde 4AD, ya que entonces las negras no tendrian nin- guna defensa satisfactoria. De aqui que se nos ocurra la idea de liberar esta casilla, 1. AXPH! TxA 2 T4A DID De Io contrario, viene 3. DxT. 3.7XA Mediante esta combinacién, las blancas han ganado un peén. COMBINACIONES DE DESPEJE DE LINEA Habiéndonos familiarizado con el desalojamiento de casillas, examine- ‘mos ahora ejemplos basados en des- pejes de lineas. Es Iégico que un caballo, que tiene una especie par- ticular ‘de movimiento de salto, no pueda beneficiarse del despeje de li- neas. Similarmente, un pedn, que sé- Jo puede avanzar una casilla, no pue- de tener ninguna I{nea especial. Para ua pedn coinciden los conceptos de desalojamiento de casilla y despeje de linea. Pero un peén no movido tiene una «lineas de movimiento, aunque ésta consista meramente en dos casillas, Diagrama nim. 40 Juegan las blancas EI motivo para la combinacién fue el hecho de que 1a dama y la torre de las negras estaban malamente co- locadas, como invitando a un jaque doble por parte del peén. Como re- sultado, las blancas ganan una pieza por un pedn. En este caso tenfamos que desalojar la casilla 3CR donde estaba la torre. Uno podria objetar que el despeje de Iinea es inconce- bible sin desalojar también una ca- silla, Verdad es que esto es comple- tamente correcto, pero, desde un punto de vista tedrico, hay una dife- rencia y ademés —lo que es mds portante desde nuestro punto de vis ta— Ia divisién de los conceptos de desalojcmiento de casilla y de des- peje de linea es significativa desde el punto de vista que se refiere a buscar una combinacién en 1a pré tica. Presten particular atencién a la posicién siguiente, en la que se lleva a cabo un tipo de apertura de linea que es muy comtn en la préctica, aunque evidentemente en una forma mucho mds complicada. Dicho sea de paso, he tenido a menudo ocasién de jugar esta combinacién tan ele- mental en exhibiciones simultdneas. Diagrama nim. 41 Juegan las blancas 1. AXP+ 2. TxT RXA Naturalmente, el jugador que ha- ce una combinacién como ésta nunca piensa en ella como desalojamiento de la casilla 3D para que la torre 4B pueda entrar en accién, sino que més bien sus pensamientos tienden al despeje de Ifnea para ia torre suge- rido por el motivo de la torre negra sin defensa que esté en la columna de la dama, Diagrama nim, 42 Alekhine-Tartakover Kecskemet, 1927 Juegan las blancas En el diagrama ntim. 42 la com- binacién de las blancas repite la idea de despeje de linea por medio de dos sacrificios, El motivo que sugiere la combinacién es el hecho de que la dama de las negras esta colocada en Ja linea de una «baterfay que con- siste en la torre y en el alfil de las blancas. 1, COT+! Despejando una Iinea para el alfil que estd en 3D, Naturalmente, el sa- crificio debe ser aceptado. 44 Th ore PxC 2 AXP+! Ej segundo despeje de linea, esta vez para la torre. Las negras acep- taron este segundo sacrificio, ya que rehusarlo también implicaba pérdida, por ejemplo: 2. ..., R2C; 3.C5A+ 9 4.DXP 62. ..., RIA; 3. AXPT4+4 6 2. ..., RIT; 3. DXPAR, CD2D (3, 44 CR2D; 4. ABC 6 3. ..., TIA; 4. TXD 63..... D2A; 4. CST, CXC; 5. DxC, R 6. DxP+, RIC; 7. D6C-+, RIT; 8. TSD, con un ata~ que decisivo): 4, ASA (Alekhine da 4. CSA, con ataque para mate, pero esto no es tan claro después de 4. , AIA! —N, del E.), y tas negras se ven completamente indefensas contra diversas amenazas de las blan- cas tales como 5. AXC, CXA; 6. CSA 6 5. AXPT 6 5. CST. R.. CxA 3. DAC+ Las blancas podrfan también ga nar con 3. TXD, AXD; 4. TXT +, AIA; 5. A4A acabando el cambio con ventaja. Alekhine elige un juego aun mis simple. 3. 4. RIT TxT xD Si 4, .... AXT entonces 5, D3A forzando de nuevo C3AD cediendo el caballo, Las blancas han calculado certeramente todas las variantes. 5. DAR 6 DxC c3AD La combinacién ha terminado y las blancas tienen una ventaja material decisiva. COMBINACIONES DE CIERRE DE LINEAS Esto es Ic directamente opuesto a la seccién anterior, Hasta aqui ha- biamos tenido sacrificios con el fin de despejar o abrir una linea para la accién de las piezas del bando activo, ahora tenemos el cierre de la linea de accién por parte de las piezas del bando a la defensiva ejecutado por una de sus propias piezas. Diagrama nim, 43 Juegan las blancas 1. C6DL Este es un cambio con ganancia, ya que después de 1. .., PXC la iinea de accién de la dama de las negras queda cerrada y las biancas pueden jugar la maniobra forzada 2, COT+, RIT; 3, CXAt, RIC; 4. Cx. Se podria decir que el PAD no movido de las negras es atrafdo a 3D por el sacrificio del caballo, lo que significa que estamos tratando de la idea de atraccién. Pero un and- lisis mds cuidadoso nos convenceré de que el rasgo que es explotado no es el pedn en 3D, sino el cierre de la Itnea de accién de la dama, Con la atraccién, lo que se explota es Ia pobre posicién de la pieza atrafda; Ge no es el caso aqui. Diagrama nim. 44 Juegan las blancas 1, Tea! Después de este sacrificio de to- tre, en el supuesto de 1. ..., AXT la Iinea de accién de la torre adelan- tada queda interrumpida y se sigue mate con 2. DxT. Si, por el con- trario, es la torre la que hace la cap- tura en 3AD, entonces la linea del all queda cerrada, lo que leva a mate con 2. D7C.'Las negras sélo tienen_una defensa contra el mate 1. ..., TICD, pero entonces las blan. cas ganan una torre con 2. TXT. (Véase diagrama nim. 45.) Las blancas no pueden jugar en busca de mate con 1. P6A, ya que las negras tienen la réplica 1. ..., 45 Diagrama nim, 45 Saemisch-Ahues Hamburgo, 1946 Juegan Jas blancas D4A+, cambiando damas, Saemisch encontré una notable combinacién con Ia idea de cierre de linea, lo que ocurre en dos variantes. 1, TSR! Las negras abandonaa. Al 1. ..., PXT, cerrando la_dia- gonal del alfil, sigue mate en 7C, eo tanto que si 1. ..., AXT entonces 2. P6A y como el alfil ha cerrado la quinta fila 2, ..., D4A-+ no propor- ciona ya una defensa contra el mate. En las dos combinaciones siguien- tes la idea es muy préxima a la idea de cierre de linea. La diferencia con- siste en el hecho de que la linea de una pieza del oponente no es cerrada por una de sus propias piezas, sino por una pieza del lado activo. Ocu- Tre raramente en la practica, pero uno debe familiarizarse con ello. COMBINACIONES BASADAS EN AISLAMIENTO Aquf la idea se realiza de una for- ma muy simple. Diagrama num. 46 Stahlberg-Persitz Liublana, 1955 Juegan las blancas 1. A8CL Si ahora 1, ..., TDXA; 2. DXT pues la dama no’ puede ser tomada, ya que habria un mate inmediato. Después de 1. A8C la TR queda en- cerrada, Esto leva al aislamiento de la otra torre que no estd guardada y que no tiene ninguna casilla segura adonde ir. De aqu{ que esta simple combinacién proporcione un cambio ventajoso, Ahora examinemos un hermoso ejemplo clésico del juego del famoso gran maestro checoslovaco Reti. Es- ta combinacién se inicia con una ma- niobra forzada relativamente larga. Al parecer, por esto M. Euwe, en su libro Estrategia y tdctica en el aje- drez, colocé a esta combinacién en la categoria de combinaciones «acu- mulativas», Segiin mi teorfa, ésta es una com- binacién con una maniobra forzada introductoria que es una parte com- ponente de la misma. Diagrama mim, 47 Reti-Bogoljubov Nueva York, 1924 Juegan las blancas Las blancas amenazan con captu- rar no sélo en SAR, sino también en 5R al mismo tiempo que defien- den su PAD con su dama, {Qué van a hacer las negras? Cambiar en su 5R es desventajoso, ya que después de 2. AXP dos peones estén ame- nazados, tanto el PR como el PTR. De aquf que la respuesta de las ne- gras sea forzada. PRXP TDID El contraataque 2, ..., D4R ata- cando al peén blanco es insatistac- torio a causa de 3, D4A+, RIT; 4. AXPD, DXPAR; 5. AXPA (una combinacién de despeje de linea, aunque muy simple). El intento de atacar a los peones con Ja torre tam- poco es prometedor: 2. ..., T4R; 3, AXPD, Tx PAR; 4. AdR, TXT+ G..., THT pierde por 5. D4At, RIT; 6. D7A, amenazando a la to- rre y con dar mate en 8A); 5. TXT, P3TR (6 5. ..., PICR; 6. AXPC, etcétera); 6. D4A+, RI: con dos ‘amenazas decisivas, 8. DXA+t y 8 D6C. 3. AST TAR Si la torre fuese a 2R 6 6R, en- tonces, después de 4, AXP, las ne- gras no podrian jugar 4. ..., AXPAR. a causa de 5. DXA, con Jo que el alfil no puede ser capturado a causa de mate en 8A, 4. AXP Desde luego, si 4. entonces 5, AXT. 3. TXT 6 DXA TXPAR AXPAR, AxT TxA Las negras han mantenido Ja igual- dad material, pero si al comienzo de la maniobra forzada hubiesen visto toda la combinacién, entonces segu- ramente habrian preferido permane- cer con un pe6n menos para evitar Jo que sigue. 7, TIAR Las piezas blancas se han concen- trado para el ataque contra el rey negro. La maniobra forzada introduc- toria estd legando a su fin. 1 TID Naturalmente 7. .... A2R pierde por 8. D7A+, etcétera. La defensa 7. «.»y D2R es refutada por 8. ATA+, RIT; 9. ASD (aislando a la torre ne- gra para que no pueda volver a ID), 9...» D3A no es nada mejor, ya que 10. D&A y ganan. & ATA+ 9. ASR! E| movimiento final de la combi- nacign, Evidentemente el alfl no puede ser capturado so pena de mate, Al mismo tiempo 9. ABR! ha aislado a las piezas mayores negras que ya no actiian a lo largo de la fila de re- taguardia de las negras para defen- der al alfil, por lo que Bogoljubov abandond. RIT 47 COMBINACIONES BASADAS EN DESTRUIR UNA GUARDIA Al examinar las ideas de atraccién, diversién y as{ sucesivamente, hemos estado tratando en esencia de la eli- minacién de una defensa en el sen- tido amplio de la palabra, ya que cualquier combinacién persigue este propésito. En el andlisis final, el ban- doa la defensiva se ve privado de toda defensa satistactoria y tiene que sufrir pérdidas materiales o empeo- ramiento de su posicién, Cuando se habla de combinaciones basadas en destruir la guardia, pen- samos en combinaciones en las que la destruccién se realiza por medio de un sacrificio directo 0, como po- drfa_decirse, en su «forma més cruda>, Diagrama mim, 48 Juegan las blancas Al parecer, las negras tienen una posicién sélida, pero con un simple sacrificio en el cambio las blancas ga- an una pieza. 1 TXAL Como en todos nuestros ejemplos de libros de texto, esta combinacién es, desde luego, completamente ele- mental, pero da una idea clara de lo 48 que significa «destruir una guardia». Si la torre es capturada, se sigue 2. DxT. Un sacrificio puede utilizarse no sélo para liquidar a una rieza 0 pe6n que defiende a otra pieza, sino también para destruir la defensa de algtin punto importante, como en el ejemplo siguiente. Diagrama nim. 49 Juegan las blancas El caballo negro en 3C esté de- fendiendo una casilla importante, ya que si no fuese por este caballo, las blancas darfan jaque doble a rey y dama en 7D. De aqui que surja el pensamiento de que si este caballo fuese destruido, la defensa de 7D quedaria destruida al mismo tiempo. 1. DxCL Y las blancas ganan al menos un caballo, ya que si 1. ..., D4D; 2. C6T+ y 3. CxP+, acaban ganando una torre. (Véase diagrama mim. 50.) 1, DoD! Diagrama mim. 50 J. Rabinovich-Panov IX Campeonato U.R.SS., 1934 Juegan las blancas H movimiento introductorio para la combinacién, he A2AR Sil. ..., AXC; 2, PXA con ven. taja, ya que no existe ninguna defen- sa satisfactoria contra la amenaza 3. PXP, 2 DXAL Al sacrificar su dama, las blancas destruyen la guardia de 3AR de las negras. Si 2. ..., TDXD; 3. CXxP+ es el ataque resultante. PXC Valorando la posicién final, pode- mos decir que las blancas han lo- grado una ventaja definida: tienen un pen mas y si 3. ..., PXP enton- ces 4. T7D es muy desagradable para las negras. Diagrama niim. ST Grigoriev-Chistiakov Mosci, 1935 Juegan las negras El rey de las blancas esté mal co- locado. A cualquiera se le ocurre un ataque a lo largo de la columna abier- ta TR, Examinando la posicién cui- dadosamente, vemos que la defensa de las blancas estd basada en su ca- silla 3TR. 7Cémo puede superarse esto? La casilla est defendida tanto por la torre como por el caballo. tSe puede destruir a una de las pie- zas defensoras con un sacrificio? Analizando todos estos factores, lle- gamos a la posibilidad de um sacri- ficio de la dama por el caballo de las blancas. El andlisis exacto muestra que esta combinacién es ventajosa. L... DxCl 2. PxD TIT+ 3. T3T TXT+ 4. PXT PAA+ Y mate al siguiente movimiento. 49 COMBINACIONES BASADAS EN APODERARSE DE UN PUNTO El verdadero nombre de la idea —apoderarse de un punto vital— da una buena idea del tema de tales combinaciones. Diagrama niim, 52 Nimzovitsch-Rubinstein Berlin, 1928 Juegan las blancas que -hemos examinado hasta ahora. Aqui tenemos algo nuevo. El punto de la combinacién es apoderarse de una casilla cuya ocupacién justifica el sacrificio. Diagrama ntim. 53 Spielmann-Tartakover Marienbad, 1925 Juegan Jas blancas EI rey negro est4 mal colocado, y sus piezas principales —Ia dama y-la torre— no desempefian papel alguno en su defensa. 1, D6C se deja suge- rir con la amenaza decisiva de 2. DXPT ++, pero esto entrafia ceder una torre, Hagamos el célculo necesario. 1. DEC, TXT+; 2, RIC, TID+ (el mate puede también ser evitado con 2. 1, T8C+, pero, después de 3. RXT, ASA+ 4. R2C, no hay po- sibilidad de mds defensa); 3. R3T y aqui también las negras estén inde- fensas. 1Cudl era la idea de esta combinaci6n? Aqut no vemos ni atraccién, ni di- versiOn, ni ninguna otra de las ideas 30 También aqui el rey negro esté en una posicién dificil. Las dificultades de_una formacién seriamente debili- tada de peones se ven agravadas por la soberbia posicién del caballo blan- co, pues s6lo se necesita que la dama blanca penetre en la banda del rey y todo est4 acabado. Apenas hemos pensado en esto cuando inmediata- mente se nos ocurre la idea de apo- derarnos de una casilla por medio de la combinacién, 1. DET! 2. ALA Ahora las negras no tienen defen- sa alguna contra el mate. DxT+ Diagrama nim, 54 Taimanov-Zhujovitsky Semifinal XVII Campeonato U.R.SS., 1949, Juegan las blancas En esta posicién, Taimanov jugé descuidadamente 1. C6R, contando com que la partida estaba terminada, Sin embargo cayé en una astuta ‘trampa basada en la idea de apode- rarse de un punto. han eset Con tal de apoderarse de esta ca- silla, ningiin precio puede ser dema- siado alto. Hay dos amenazas: 2...... DxP++ y 2, wy CIAF4. 2 PICR El unico movimiento. aoe D3A+ 3. T2C C7A+ ¥ Jas negras ganan. En los tres ejemplos hemos mostrado sacrificios encaminados a apoderarse de un pun- to, lo que levaba a mate o a una ré- pida ga nancia, Naturalmente, las ‘combinaciones para apoderarse de un punto pueden llevar a las mds diver- sas clases de ventajas. Como en to- das las combinaciones, el sacrificio sélo necesita estar justificado por subsiguientes logros. El siguiente ejemplo clasico ilustra esto muy bien. Diagrama mim. 55 Torre-Lasker Moscti, 1925 Juegan las blancas El rey negro, en una posicién i adecuadamente defendida, y la acti- vidad de las piezas blancas por la banda del rey, sirven de motivos po- derosos para emprender una com! nacién, Es interesante que un juga- dor tan sobresaliente como Emanuel Lasker, campeén del mundo duran- te 27 afios, prestase atencién inade- cuada a estos motivos. 1. ACAI co Un sacrificio de dama con la idea de apoderarse del punto 7CR. Lo. DxD ‘Ahora las blancas juegan una ma- niobra forzada que se ha acostum- brado a Hamar el emolind». Aconse- jo al lector que tome nota de esta maniobra. 2 TXP+ RIT 3. TXP+ RIC 4. TIC+ RIT 51 3. TXA+ RIC 6. T7C+ RIT 7, TSC+ La torre blanca ha destruido la fila dos de las negras. Se abstiene de cap- turar el PTD por una continuacién del proceso para no abrir asf una columna a lo largo de la cual la torre negra podria capturar el PTD de las blancas y tornarse asf activa después del final de la combinacién. a RIT 8. TxD R3C Este doble ataque por parte de su rey hace que las negras puedan re- cuperar una pieza, pero siguen es- tando con tres peones menos. 9. T3T RxA 10. TXP+ Abandonan, COMBINACIONES DESTRUCTORAS Si una combinacién est4 dirigida contra un determinado objetivo y va acompafiada de sacrificios como para dejar este objetivo abierto a un sub- siguiente ataque, decimos que se ha Nevado a cabo una combinacién des- tructora. Con objeto de dejar ex- puesto el objetivo al ataque, esto es, de destruir la mayor parte de su cu- bierta protectora de piezas y peones, han de realizarse considerables sacri- ficios, sin quedarse en términos me- dios.’ De aqui que inmediatamente surja la pregunta: vale todo ello la pena? Si en realidad se legase a lograr el objetivo de la combinacién, chan estado justiticados los sacrificios 0 han sido demasiado grandes?, Supongamos que la combinacién gana la dama opuesta con el gasto de menos material. La combinacién edestructoras estard justificada. Cuando abrimos brecha en la posi- cin de una dama por medio de sa- crificios, tendemos, sin embargo, aumentar su movilidad, y es précti- camente imposible capturar a una dama «abierta. Las mismas consi- deraciones se aplican a una torre, y para una torre «abierta» uno pue- de sacrificar s6lo una pieza menor; de lo contrario, la combinacién ca- recerfa de valor. 52 Pero, puede uno realmente lograr mucha destruccién por medio sélo del sacrificio de una pieza menor? Todas estas consideraciones genera- les se mencionan con objeto de ex- plicar por qué en el juego prdctico las combinaciones destructoras nor- malmente quedan limitadas a ope- raciones contra e! rey. Con objeto de «ganar» el rey, esto es, de darle mate, uno puede, desde luego, Hevar a cabo los mayores sacrificios posi- bles. Ademés, el rey no es sélo una pieza de pequefia movilidad, sino que est sujeto a reglas particulares que restringen atin mds sus movimientos. Por supuesto, no es esencial que una combinacién destructora tenga que acabar en mate. Para un rey, quedar expuesto en un tablero abierto en el medio juego es siempre tan peligro- So, que, para salvarse del hostiga- miento ‘de las piezas atacantes, un defensor puede verse forzado a en- tregar un montén de material, lo que generalmente hace que una combi- nacién resulte sélida aunque no fuer- ce el mate, ya que el material sacri ficado puede ser recuperado con in- terés, Examinemos un cierto ntime- ro de ejemplos del juego prdctico; en el curso de este examen haremos algunos comentarios suplementarios sobre combinaciones destructoras de tipos encontrados a menudo en la Practica. Diagrama nim. 56 Semifinal XXIII Campeonato URSS., 1955 Juegan Jas negras Habiendo estudiado la posicién cuidadosamente, notamos que la pro- teccién de peones del rey blanco ha quedado debilitada y que no hay en absoluto piezas que lo defiendan. La dama y el caballo negros estén ame- nazadoramente cerca de él. Estos motivos sugieren la direccién del ataque principal: la destruccién de la posicién del rey blanco, Then 2 PxXC 3. RIT CxPr DxXP+ La idea de destruccién ha sido eje- cutada mediante el sacrificio del ca- ballo por dos peones. El rey estd ahora completamente abierto, pero las negras no pueden ganar con sélo su dama, por tanto, surge ahora el nuevo problema de sacar a relucir sus reservas lo mds répidamente po- sible para un ataque decisivo contra el rey. Si hace esto con demasiada lentitud, las piezas de las blancas se encargarén de la proteccién de su rey. Noten ustedes cémo, una yez que se ha Ilevado a cabo la destruc- cién, las negras adoptan un plan cui- dadosamente calculado para hostigar al rey blanco. 3... TDIR 4. DxPC : Las blancas capturan el peén para poder regresar a 2CR y encargarse de Ja defensa. Si en lugar de eso 4. D6A entonces 4. ..., TAR; 5. D3A, DST+; 6. RIC, T4C+, con Jo que as blancas tienen que ceder dama por torre. A propésito de esto, noten ustedes que las negras no deben ju- gar 5. ..., TAT +, pues las blancas ganarfan con una combinacién de diversin: 6. DXT, PxD; 7. TICR. La posibilidad de esta contracombi- nacién nos recuerda una vez més lo cuidadosos que debemos ser en nues- tro andlisis, recordando que incluso en una posicién completamente ga- nada, un solo movimiento descuida- do puede crear inmediatamente un motivo para una contracombinacién. 4 TAR 5. D2C TAT + 6 RIC D6R+ 7. DIA a Evidentemente, los ultimos pocos movimientos de las blancas han sido forzados; 7. T2ZAR?, T4CR. a DT Ahora hay amenazas tanto de 8. sy TET +5 9. R2C, DET + + y 8... TAC+. 8 DXPT Liberando 2AR para la fuga del rey. a... DaC+ 9. R2A TIT+ 10, RIR : Si 10. R3A, entonces 10. .... T6T +; 11. RAR (11. R2A, D6C+ +), 53 LL. ..., TIR4; 12, RAD, DAR+ +. Ocupando IR el rey blanco ha blo- queado una Ifnea propia. 10, DxT+ 11 Cip La operaci6n forzada, que empez6 con el sacrificio del caballo, estd ter- minada ahora. Las negras han salido del cambio con una brillante po- sicién. {Qué hemos visto en este ejem- plo?’ Hubo sacrificios; maniobras forzadas, incluyendo una con ja idea de cerrar \ineas, Sin embargo, los sa- crificios fueron jugados por las ne- gras sin explotar ninguna de las ideas técticas que hemos estudiado hasta ahora. Toda la combinacién repre- senta un plan definido y tiene una naturaleza estratégica, Por supuesto, en las combinacio- nes destructoras uno puede tener co- mo partes componentes combinacio- nes con diversas ideas tdcticas, pero todo esté bésicamente subordinado a la idea de destruccién seguida por un ataque contra el rey al descubier- to, Dificilmente puede decirse que la combinacién de Tal consistiera en atraer al rey blanco a 1T y dejar la cosa asf. Esta afirmaciéa me parece completamente ingenua. La cuestién esencial, como hemos visto, no era la atraccién del rey a 17, sino barrer Ja cubierta de peones del rey cuando Jas negras tuvieron un plan certera- mente calculado de explotar la com- prometida situacién resultante del rey. También es incorrecto hablar meramente de destruir la guardia en este caso es la pieza o pedn guar- dién el que es destruido y no pre- cisamente el peén que le sirve de co- bertura al rey, (Véase diagrama nim. 57.) El rey negro no esté todavia en- rocado, en tanto que las blancas es- tdn completamente desplegadas. Es- tas circunstancias sirven de motivo claro para atacar al rey negro. Pero, Leémo? Se nos ocurre inmediata- Bat Diagrama mim, 57 Lilienthal-Capablanca Hastings, 1934-5 Juegan las blancas mente Ia idea de una combinacién para destruccin. El andlisis concre- to muestra que hay una combinacién con un sacrificio de dama. 1, PXCt DxD La aceptacién es forzada, ya que, sil, ..., DXA, entonces simplemen- te 2, PXP, TICR; 3. P6A, con una ganancia simple —3. ..., Cx P es en- tonces imposible a causa de 4, DSA. TICR 2. XP 3. CAD Las blancas han destruido 1a po- sicién del rey negro con su sacri- ficio de dama, dejdndola completa- mente abierta para el ataque. Noteo ustedes que el rey no tiene un solo movimiento y que la actividad del alfil y del caballo de las blancas han aumentado grandemente. Aparte es- to, una de las torres blancas esta a punto de iniciar el trabajo en la columna del rey. Todo esto es una consecuencia légica de la forma en que fue abierta la posicién, Junta- mente con esto, como ya dijimos al comienzo de la seccién, el poder de las piezas crece, y el rey se ve co- locado en una posicién muy peli- grosa. Para evitar el mate, las ne- gras se ven forzadas ya a sufrir grandes pérdidas de material, de for- ma que las blancas acaban mejor. DSR S 3, .... DXPA; 4, TDIR+, C4R; 5. TXC+, R2D; 6. TR+, ¥ las blancas salen ganando. 4. TDIR C4A 3. TXD+ CxT 6 TIR Las blancas capturan ahora el ca- ballo y éste es material aprovecha- ble, aparte de que tienen asi una po- sicién mucho mejor. También en este ejemplo vimos un plan exactamente calculado de ata- que después del sacrificio, mediante el cual quedaba destruida la posicién del rey, En este caso particular el sacrificio no es directo, sino indi- recto, ya que no es la dama, sino el PR el que, al precio de la dama, lleva a cabo la destruccién, pero este es un detalle que en principio no tiene ninguna importancia. La naturaleza estratégica de la combinacién es cla- Ta una vez més. No se trata de un caso de atraer al rey; la analogia de esto con los ejemplos inmediatamen- te precedentes es obvia. (Véase diagrama nim, 58) Una vez mds tenemos una posiciéa enrocada debilitada y piezas distan- tes de Ja defensa de ia banda del rey. Los mismos motivos y de nuevo una combinaciéa destructor 1. AXPCRI PXA Sacrificando el alfil, las blancas in- dican el propésito de barrer la co- bertura de peones del rey como en la partida Bannik-Tal. Pero aqui se explota la desventaja de la posicién abierta del rey, como veremos, jun- Diagrama mim. 58 Bialas-Stahlberg Hamburgo, 1955 Juegan las blancas tamente con otro defecto en la po- sicién negra. 2. DET ce Las blancas_amenazan con jugar 3. DxP+, RIT; 4. T6A, tras de lo cual Jas negras no tendrian defensa alguna. Pot ejemplo, si 4. ..., TXT; 5. PXT, amenazando tanto con 6. D7C++ como con 6. DXT+; 0 si 4, sy DBA; 5. DET +. a D2A Aprestando la dama para la de- fensa, Si en lugar de eso 2. ..., CSR, entonces las blancas podrian jugar 3. TXT+, TXT; 4. DxP+, RIT; 5. T3D, etcétera. 3. PACD ee Las blancas expulsan al caballo pa- ra privar de defensa al PR, Si 3. ..., CSR, las blancas podrian jugar esta combinacién con la idea de atrac- sion: 4, TXT+, TXT; 5. DxT+, RxT; 6. CXP+; el ataque resul- tante es una horquilla, y después de 55 6. ..., R2R; 7. CXD, CxP; 8, T3D, PSD; 9. T3T (no 9. TXP, C7R+), con lo que Jas blancas ganan. Una defensa mas tenaz es 3. ..., DxP, aunque también en este caso es clara la ventaja de las blancas: 4. TXT+, TXT; 5. DxP+, RIT (65. ..., D2C; 6. DXD+ y 7, PXC); 6. D6T+, RIC; 7. PXC, con un peén extra ¥ mejor posicién. see D2c 4. TxT+ Txt 5.DXD+ = -RXD 6. PXC Las blancas tienen un peén més y una ventaja posicional, Comparado este ejemplo con los anteriores notamos que en este caso una segunda combinacién, basada en diversiOn, formaba una parte com- ponente de la combinacién, pero que el propésito basico subsistfa: 1a des- truccién. Diagrama mim. 59 Bondarewsky-Zagoriansky Semifinal XIV Campeonato U.R.S.S., 1944 Juegan las blancas Explotando su concentracién de piezas en la banda del rey, las blan- cas llevan a cabo una combinacién destructora. 56 1. CxP+! La combinacién que empieza 1. C6A+ funciona solamente en dos variantes, esto es, 1. .... AXC; 2. DxD61...., PXC; 2. Dx PT, pero al jugar 1. RIT, las negras to- davia podrfan defenderse. Lo. PXxC Sil, ..., RIT; 2, CxP+, RIC; 3. ATT++, 2 DxPT CC .» P4A era algo sin esperan- vas a causa de 3, AXA, DXA (3. wy CXA4; 4. TXC es desde luego peor); 4. DxC con dos peones de ventaja (y si 2. ..., CXA+; 3. TXC, TIC +1, AXT; 5, PTXA, la misma idea ganadora que en la partida—N. del E.). 3. AXC PxXA 4 DxP+ RIT 5. D6T+ RIC 6. T3D AXA Tampoco otros movimientos ha- brfan impedido una ganancia rapida por parte de las blancas. 7. D6C+ 8. T3C! RIT La lfnea més simple. Las negras abandonan. (Véase diagrama mim. 60.) En este diagrama, la posicién del rey de Jas blancas tiene una buena cobertura de peones, pero la cir- cunstancia de que no haya ninguna pieza defensora en esta banda per- mite a las negras iniciar una com- binacién cuya idea principal es de nuevo la de destruccién, Le. AXPTR+! D3T+ A primera vista, esto puede pa- recer una combinacién basada en la Diagrama nim. 60 van Hoorde-Fichtl Gante, 1954 Juegan las negras atraccién, De hecho, el sacrificio del alfil de las negras ha atrafdo al rey a 2T, de forma que se sigue un doble ataque contra el rey y el caballo. Sin embargo, pronto veremos que ésta serfa una conclusién superficial. 3. RIC cxc Desde luego no 3. ..., DXC; 4 AxC. 4. AIA Esta réplica leva a la captura del caballo negro. Si tuviésemos un sim- ple caso de combinacién de atrac- cién, habria sido una combinacién incorrecta, Pero las negras lo han caleulado todo certeramente y pron- to se pondré de manifiesto que su propésito era una combinacién des- tructora. De aqui que objetivamente fuese mejor para las blancas haber jugado 4. TRIR. Bees C6A+! Un nuevo sacrificio por diversién, con lo que las negras logran una des- truccién importante de la posicién enrocada de las blancas, cosa que ya habfan tenido en cuenta al jugar el primer movimiento de esta combi- nacidn. 5. PXC D6T Ahora el rey estd abierto a ataque frontal, y para este propésito las ne- gras pondrdn en jucgo a su torre por el camino 3A. 6 AGA . Si 6. P4A, entonces 6, ..., DSC-+ y 7... T3A, Las blancas no tienen ninguna defensa satisfactoria. 6... T3A Si Jas blancas mueven su torre de JAR, entonces las negras continuan con 7. ..., T3C-+; 8. A3C, T3T, et- cétera. hs T3C 8. PAA P3TR Las negras ahora recobran la za y siguen con ventaja de material. Diagrama riim. 61 Davidson-Alekhine Semmering, 1926 Juegan las negras La dama negra, dos alfiles y el ca- ballo estén apuntando a la banda del rey de las blancas, en tanto que las piezas blancas apenas toman par- te alguna en la defensa del rey. Todo esto se suma a afladir motives para una combinacién de destruccién. Le AXP! 2 PxXA DxPT+ 3. RIC AIT+ 4. RIT CSAL 5. CXC AXC+ 6 RIC AIT+ 7, RIT D6A+ Una combinacién basada en la atraccién, & RXA TR Esta es la maniobra standard para crear amenazas decisivas con las que ya nos hemos familiarizado mucho. 9. DSA : No hay ningtin otro movimiento. % TxD 10. AXT D§T+ 11. R2C DXA Las negras tienen una ventaja ma- terial decisiva. Hemos citado un ntimero de ejem- plos del juego prdctico en todos los cuales el bando activo ganaba una ventaja por medio de una combina- cién para destruccién. Uno debe no- tar también en particular que seme- jante combinacién destructora ocu- Tre a menudo en casos en que un bando, halléndose en una posicién diffcil, inicia una combinacién para obtener tablas por medio del jaque Perpetuo. Puede ser muy Idgico en una com- binacién proponerse ‘unas tablas, a causa de la posicin expuesta del rey. Puede resultar muy dificil clasi- ficar una combinacién sobre la base 58 de las ideas incorporadas a la misma, El ajedrez es tan complicado, que en la prdctica ocurre frecuentemente ver combinaciones donde toda una variedad de ideas tdcticas estin en- tretejidas para formar un conjunto unificado, A menudo, cuando se tra- ta con tales uniones de ideas, resulta dificil asignar a alguna de ‘ellas el papel principal. Consideraremos aho- ra algunos ejemplos de esta indole, ligiendo deliberadamente los ejem: plos mds simples. También hay que tener en cuenta que no siempre es posible establecer una frontera clara entre dos ideas diferentes. Diagrama nim. 62 Portisch-Florian Budapest, 1955 Juegan las negras Lo. TXP+! 2. RxT DxP+ 3. ASAD TICD+ Todo esto es claro y simple desde el punto de vista prdctico. Pero tra- ten ustedes de definir cudl era la idea de la combinacién. Uno podrfa ha- blar tanto de combinacién de des- truccién como de combinacién de atraccién del rey. Asi hay casos en que resulta imposible clasificarlo to- do exactamente. Tomemos otro ejemplo: (Véase diagrama ntim. 63.) Las blancas dan mate en dos con 1, TxP+ y 2, DST. .Cudl fue la idea de la combinacién? Como resul- tado del sactificio, el rey fue atrafdo a 2T, pero esto es también un caso de destruccién, En general podria decirse que en vista de la destruc cién mfnima de la posicién del rey Jas ideas de destruccién y atraccién se entremezclan, Diagrama ntim. 63 Juegan las blancas COMBINACIONES CON MOTIVOS MEZCLADOS Diagrama niim. 64 Gerasimov-Smyslov Mosei, 1935 Juegan las negras Como ya hemos visto, una concen- tracién de piezas apuntando al rey ‘oponente puede ser un buen motivo para una combinacién, L. Tep! La torre es amenazada por dos piezas. Si 2. AX, entonces el alfil es apartado de la defensa de 2C y las blancas reciben mate en esa casilla, Después de 2, Dx la dama es atraf- da a una pobre casilla, 1o que es ex- plotado con 2. ..., A7T+; 3. RIT, CxPA+; 4. RXA, CxD. De aqui que el sacrificio de la torre tenga dos ideas: atraccién y diversién. 2. DxP Otras réplicas no serfan mejores, como pone de manifiesto el juego subsiguiente, Bev TXPTR Una vez més un sacrificio con la idea de diversién, Hay ahora una 39 amenaza de.3. ..., DXD; 4, CxD, A7T+; 5. RIT, CxP++ y si 3. DxD, entonces directamente 3. ..., AITH y 4, .., CXP++, 3. AdD fn Las blancas defienden su casilla 2AR, pero ahora sigue la maniobra que vimos en la partida Torre-Las- ker. En este caso el «molino» es montado por una torre y un alfil, pe- ro tienen papeles cambiados. 3... ATT+ 4. RIT AXP+ Abandonan, A 5. RIC sigue 5. ..., A7T+; 6. RIT, A2A+, ganando la dama, En este ejemplo hemos visto una com- binacién de atraccién y diversién, y tampoco por primera vez: ésta no es una eleccién casual de ejemplo, ya que tales combinaciones de atraccién y diversién se encuentran a menudo en el juego practico. En el ejemplo siguiente, la dificil posicin de la dama y de la torre blancas permite a las negras jugar una combinacién con ideas de di- versién, atraccién y despeje de linea. Diagrama nim. 65 Simagin-Byvshev Lugansk, 1955 Juegan las negras a. COA+I 2. PXC a La dama no puede tomar porque quedaria apartada de la defensa de la torre, Pero ahora ha quedado des- pejada una diagonal para la dama negra, y un simple cambio atrae a la torre a 4A, donde se pierde. ae DxD 3. TxD P4CR 4. TxP PXxT 5. AXP Las blancas han obtenido dos peo- nes en el cambio, pero los peones de la banda de su rey estan destrozados. La posicién activa de las negras después de 5. ..., T7D hacen su ven- taja clara. Diagrama nim. 66 Duz-Jotimirsky-Rotlevi Carlsbad, 1911 Juegan Jas blancas 1. AXPTI 2 DxT TxT+ TID Si las negras capturasen el alfil, entonces, con 3. TSR, las blancas conseguirfan un cierre de linea de la accién de la dama negra desde STR ya 3... PXT seguirfa 4, DST++. 3. A3D Las blancas han ganado un peén importante y han debilitado seria- mente 1a posicién del rey de las negras. Diagrama nim. 67 Kotov-Bondarewsky Leningrado, 1936 Juegan las negras Las blancas tienen una torre mas, pero su rey est4 mal colocado, Esto proporciona las condiciones para una combinacién por parte de las negras. PSA+1 Apartando al caballo de la defen- sa de la casilla 2AR. 2. CXPAR 3. R3D D7A+ DxA+! Atrayendo al rey atin mds hacia el centro, donde las piezas menores dan mate. 4. RxD 5. K3D AGA+ CxC++ Diagrama nim, 68 Duz-Jotimirsky-Bannik Semifinal XVII Campeonato U.R.S.S., 1949, Juegan las blancas 1. TXAL Destruyendo la defensa de 3AR de las negras. Las negras tienen que aceptar, ya que 1, ..., TXC; 2. TXT, DxT llevarfa a la pérdida de la dama después del despeje de linea 3. Cort. Dh oe PXT 2, COA+! Incitando al PCR de forma que si » PXC; 3, D6T fuerza el mate. RIA Ahora, a causa de la amenaza 4, DxP++, las negras tienen que to- mar el caballo. 3. PxC R Un movimiento t{pico en tales po- siciones. Las blancas impiden el es- cape del rey via IR. Ahora no hay 61 defensa alguna contra 5, D7C++ y las negras abandonaron. Diagrama nim. 69 Juegan las blancas Esta posicién puede surgir de una variante del gambito de dama re- husado. La posiciéa enrocada de las negras es sélida y esta defendida por piezas, pero, sin embargo, la concen- tracién de piezas blancas contra la banda del rey es totalmente consi- derable, suficiente para permitir una combinacisn, 1. DAL El propésito del sactificio de la dama es destruir al defensor de 2AR, esto es, el alfl, y apartar as{ al PT de la columna’ de torre a Jo largo de la cual esté actuando la torre blanca. fee PTXD 2 AXP+! Ahora la torte es atrafda a 2A, lo que, como veremos, es malo para las negras. 2 TXA 3. TET+! Otro sacrificio mds. La torre atrae 62 al rey a 1T y simultdneamente la aparta de la defensa de la torre. Bee RxT 4. CxT+ EI resultante doble ataque que cenganchay a la torre y a la dama. Como resultado de 1a combinacién, las blancas terminan con un peén mas. Diagrama nim. 70 Tehigorin-Davydov San Petersburgo, 1874 Juegan las blancas Las negras tienen una torre més, pero la posicién de su rey est abier- ta, y su TD fuera de juego. Estos son los motivos basicos para la hermosa combinacién de Tchigorin, pero otros defectos de Ja posicién de las negras son explotados también, es- pecialmente Ia colocacién de su da- ma y de su alfl, 1, DaD+ RIA 1...) CAD es una defensa mejor, esperando 2, AXC, D6C+; 3. A2C+, D3D, con un final sostenible después de 4. DXD+, PXD; 5. CxT, RxC; 6. AXP, TIC; 7. A6A+, R2R. Pero si las blancas jue- gan 2. DXC+, R2R (6 2...» RIA} 3. CxT, D6C+; 4. D2C, DER+} 5. T2Al, A6T!; 6. D3A y el alfil per- ‘manece’ amenazado, de forma que las blancas quedan con una pieza mds); 3. DXPA+, etcétera—Nota del E. 2, AGR+! a Ahora, si 2, ..., AXA, el alfil es desviado, de forma que la dama se pierde, en tanto que si 2. ..., PXA, Ia diagonal del alfil negro queda ce- trada_y las blancas dan mate con 3. D7D+, RIC; 4. DxT+, CLA; 5. C7D. 2 RIC 3. C7D+ RIA 4. C5A+ RIC 5. COT+! a iUna nueva diversion! PxC Diagrama nim. 71 Adams-Torre Nueva Orledns, 1921 Juegan las blancas En este ejemplo clisico, la diver- sién es levada a cabo varias veces con sorprendente belleza. El motivo para la combinacién es la posicién encerrada, como hemos encontrado otras veces, del rey negro, que ca- rece de una casilla de escape. 1. D4CR! es Con este sacrificio, la dama de las negras es desviada de la defensa de la TR. Las negras replican con el nico movimiento que impide la pér- dida inmediata; si 1. ..., DXD; 2. TXT+ y mate ala siguiente jugada. Lo. 2 D4aD! DAC Este hermoso golpe aparta no sélo a la dama, sino a la TD. Una vez més, las negras juegan su tinico mo- vimiento: Con lo que tenemos otro golpe soberbio. Bea DIC Jugar poniendo la dama una ca- silla mds lejos a lo largo de la dia- gonal sdlo acortarfa la combinacién de las blancas en un movimiento, co- mo pronto veremos. 4. PATD! on Mediante este sacrificio de _peén His blancas atraen a la dama a 4T. No podian jugar directamente 4. Dx PC a causa de 4. ..., DT, con lo que las negras ganan, si ‘entonces 5. TXD, las negras dan mate en dos con 5. .... T8A+, en tanto que si 5. DxT, las blancas pierden una to- tre después de 5. ..., DXT+; 6. CxD, TxD. Can DxPT Ahora 4. ..., DXT no conviene, pues después de 5, TD no hay nit gin jaque de torre en 8A. 8 5. TARY Por esto fue atrafda la dama negra a 4T. La amenaza de las blancas no es ahora 6, TXD, a lo que las ne- gras replicarfan 6. ..., TXT+, se- guido de 7. ..., TXD, sino 6. DXT! y si 6. ..., DXT; 7. DxT+4, etcé- tera. A causa de esta amenaza de 6. DxT, las negras no tienen tiempo de hacerse una casilla de escape pa- Ta su rey y tienen que jugar retro- cediendo su dama a 4CD. Pero mien- tras tanto las blancas han movido su torre desde 2R a 4R, lo que les da la chance de jugar el golpe final vic- torioso basado una vez mds en la diversion, 5. 6 DxPC! Déc Ahora las megras no tienen la chance de capturar en 2R de las blancas, que habrian tenido si la to- tre no hubiese pasado a su 4R por medio de su sacrificio de pen de atraccién en el movimiento 4. Las negras no tienen defensa alguna aho- ray abandonaron, Al cerrar este capftulo sobre ideas combinativas, llamamos una vez mds la atencién sobre la necesidad de trabajar sisteméticamente en des- arrollo de la visién combinacional. Aparte de compilar un libro de notas de ejemplos que muestren com- binaciones segtin sus diferentes ideas, recomendamos también lo si- guiente, En nuestra literatura ajedrecistica, libros de torneos y diversos boleti- nes, pueden encontrarse muchas par- tidas que contienen un rico juego combinativo. Deben ustedes seleccio- nar de esas partidas posiciones que den origen a combinaciones y dibu- jar diagramas que muestren la po- sicién en que se empez6 la combi- nacién, al igual que hemos hecho en este libro. Luego, todas las veces, colocar la posicién en el tablero y elaborar mentalmente, sin mover las piezas, la combinacién en todas sus variantes. (Bondarewsky tiene razén al lamar la atencién sobre Ia literatura aje- drecistica soviética, pues la mejor compilacién aparecida sobre posicio- nes a resolver ha sido sin duda la publicada en ruso, especialmente ta obra de Lissitsin «Strategya i Tak- tika Shajmat», Moscti, 1958, 542 pd- ginas, 11.326 diagramas! Sin embar- 0, colecciones semejantes pueden encontrarse en inglés, alemdn, espa- fol, etcétera—N. del E.) Si al principio es dificil encontrar la solucién, no hay que descorazo- narse. El éxito no llega de stibito. Al Principio uno puede mover las pie- zas en el tablero con objeto de es- tudiar 1a _combinacién. Posterior- mente, cuando se ha adquirido al- guna experiencia, es esencial encon- trar la combinacién mentalmente ¢ imaginar todas Jas variantes y de- fensas posibles sin mover las piezas. Y mejor atin es escribir la red com: pleta de variantes (una vez més sin mover las piezas) de forma que toda la combinacién aparezca més clara atin, Cuando se ha coleccionado un gran mimero de diagramas, es con- veniente hacerse un fichero en el que las posiciones estén clasificadas segiin sus motivos, y dentro de cada divisin, subdividir segin las ideas combinativas. SACRIFICIOS Una vez que hemos examinado las diversas clases de combinaciones, debemos dedicar particular conside- racién a otro importante tema del medio juego. Este capitulo tratard de los sacrificios. Aqu{ el lector tiene derecho también a preguntar en qué clase de sacrificios estamos pensan- do en vista del hecho de que los sacrificios han intervenido en todos los ejemplos que hasta ahora hemos puesto en este libro. Sin embargo, se justifica plena- mente que se dedique una seccién por separado a 10s sacrificios. La cuestién estriba en que en las com- binaciones los sacrificios van siem- pre acompafiados de maniobras for- zadas como resultado de las cuales el bando activo gana una ventaja ob- jetiva. De aquf que los sacrificios que hemos considerado sean en esencia sacrificios temporales; el andlisis es- tablecié claramente que después de un cierto ntimero de movimientos 0 bien el oponente recibfa mate o bien se recuperaba el material sacrificado, Por eso el sacrificio no era un sa- crificio en el verdadero sentido de la palabra. Pero en el juego practico nos encontramos a menudo con po- siciones en las que un jugador rea- liza un sacrificio sin poder calcular todas sus consecuencias, Hace unos treinta afios, uno de los grandes maestros _prominentes de su época, Rudolf Spielmann, agu- do jugador combinativo, escribié un libro llamado El arte del sacrificio en ajedrez. En ese libro, el autor tra- taba muchos de los problemas rela- cionados con Jos sacrificios, basén- dose en su amplia experiencia perso- nal. Spielmann Hamaba a los sacri- ficios que vamos a analizar sacrifi- cios verdaderos, recalcando que no son de una naturaleza temporal sus- ceptible de andlisis meticuloso. No puedo estar de acuerdo con la clasificacién que hace Spielmann de los sacrificios, ya que él suprime un concepto de sacrificio que ha que- dado firmemente establecido en la literatura ajedrecfstica de] mundo entero, aunque debe reconocerse que este concepto necesita quedar mds puntualizado, Sin embargo, el soberbio material que se encuentra en las partidas de este fino jugador merece un concien- zudo estudio, y el libro de Spielmann puede recomendarse de todo corazén a los jugadores que han pasado de la etapa de principiantes. No se debe trazar una distincién tajante entre una combinacién y un sacrificio en el verdadero sentido de la palabra. A menudo ocurre que por medio de un profundo anilisis a pos- teriori, se puede llegar a la conclu- sin de que quien hizo el sacrificio habrfa ganado una ventaja en todas Jas variantes; el sacrificio podria ser lamado mds propiamente una com- binacién. Pero a pesar de esto, desde el punto de vista practico, desde el punto de vista de la lucha que se desarrolla sobre el tablero, no de- 65 ‘bemos considerar tales sactificios co- mo combinaciones, Iniciemos nuestro estudio sobre satrificios con un ejemplo tipico que estd en la frontera entre una com- binacién y un sacrificio en el ver- dadero sentido de la palabra, Diagrama nim. 72 Rubinstein-Spielmann San Sebastidn, 1912 Juegan las negras ce AXPI En su libro escribe Spielmann: «E] punto crucial de este complica- do sacrificio radica en el hecho de que, cediendo toda una torre (el autor tiene en la mente la posiciéa que se produciré tres movimientos mds adelante), el rey hostil se ve obligado a salir al descubierto... Yo no podia calcular la combinacién mds exactamente (subrayamos esta frase y algunas otras que siguen —I. B) y tenfa que confiar por en- tero en mi conviccién de que desde Tuego se producirfan variantes favo- rables, y los acontecimientos me de- mostraron que tenfa razén.» Por tanto, como las negras no po- dian calcular todas las consecuen- cias de su sactificio, no podemos decir que las negras’ iniciaran una 66 combinacidn. Nos encontramos, des- de el punto de vista de los princi- pios, con un nuevo fenémeno. No hay c4lculo exacto, no hay ninguna maniobra forzada que acompafie al sacrificio para _recuperar material o llevar a mate. De aquf se deduce que no se trata de una combinacién, se- gtin Jo que entendemos por este tér- mino. Hay sélo un sacrificio que lleva en diversas variantes forzadas @ posiciones que Spielmann calcu- laba que le serfan favorables a pesar de su déficit material, puesto que el rey blanco se ve obligado a colocarse en situaciones peligrosas. De aqui, tepetimos, que un sacrificio es dis- tinto a una combinacién, estd basa~ do no en un cdlculo exacto, sino en una presuncidn de la posicién ala que ese sacrificio conduce. Hay que recalcar que aquf no se trata de la valoracién estdtica de una posicién normal con igualdad material, sino de la presuncién de posibilidades en una posicién donde el equilibrio ma- terial ha quedado roto. A semejante presuncién la Hamo presuncién di- ndmica. En los capftulos anteriores recal- camos el hecho de que es esencial desarrollar la visién combinativa. Ahora hay que tratar de desarrollar Jas facultades de correcta presun- cién dindmica, La mejor manera de conseguir este objetivo es analizar concienzudamente el mayor ntimero posible de Jos diversos sacrificios que se han realizado en el juego prdctico. Esta tarea no es menos importante que el estudio de combinaciones pa- ra el jugador que aspira a llegar a la cumbre en el ajedrez. Ahora volva- mos al sacrificio de Spielmann. 2 TXA Naturalmente, las blancas no po- dfan tomar la dama a causa de mate en 1A. Si 2, AXA, entonces 2. ..., T8A+; 3. TXT, TXT+; 4. R2C, T8C+; 5. R3A, D4T+; 6. R3R (st 6. R4A, T8AD es una buena répli- ca), 6, .... DXP, En este punto, Spielmann concluye su andlisis y es- cribe: <¥ las biancas, aunque con un afl mds, estén en dificultades grandes y probablemente insupera- bles a causa de la expuesta posicién de su rey. Seria un problema en si examinar la posicién mds profunda- mente, Desde el punto de vista prdc- tico, que es el tinico criterio que nos gula al juzgar los sacrificios reales, sdlo es posible una presuncion ge- neral de la posicidn, que en mi opi- nién seria favorable a las negras. Quien no se resuelva intrépidamente a ganar una posiciéa asi como las negras, nunca llegar lejos en el cam- po del’ sacrificio.» Estoy de acuerdo con la opinién de Spielmann de que las blancas es- tdn en peligro de perder a causa de la expuesta posicién de su rey. Con- sidero que el andlisis moderno es capaz. de probar esto rigurosamente. Pero no vamos a ocuparnos aqui con esta cuestién marginal, aunque 1 comiendo al lector semejante anil; sis concienzudo como ejercicio muy til. El punto principal es que, du- rante la partida, las negras esboza- ron todo un plan que se iniciaba con 1... AXP sin un cdlculo exacto, como se desprende claramente de la variante arriba citada y de los co- mentarics de Spielmann, Por tanto, como ya hemos recalcado otra vez, no estamos tratando aqui de una combinacién tal como la hemos de- finido, sino de un sacrificio que me- rece el calificativo de apropiada pre- suncién dindmica de la posicién. Al mismo tiempo, probando con un andlisis especial que el resultado es, mediante variantes forzadas, una ventaja objetiva para las negras, ten- drfamos, desde el punto de vista tedrico, una combinacién, Por ello este ejemplo particular es la fron- tera entre combinacién y sacrificio. ‘Aparte de 2, AXA, las blancas tienen otra defensa en el curioso movimiento 2, T3A. Después de 2, vy PXP; 3. PXP, Spielmann anali- 2'3....., DIA; 4, PSC (si 4. TXA, DxT; 5. TXT, D&C+, etcéters), 4.4, TXT; 5. DXTE (la mejor respuesta contra la amenaza 5. .... TRA+), 5. 4 AXD; 6. PXD, AXA+; 7, RXA, PXP; 8. TXP, TBA; 9. TAR y considera que las blancas tienen ligeras chances de ha- cer tablas. Noten ustedes que apar- te 3. ..., D3A, Jas negras podrfan ju- gar 3. .., D4TR, nuevamente con clara ventaia, Phe TSA+ 3. AxT TXAt 4. R2C D7A+ 5. R3T Es interesante notar que Spiel- mann escribe: «La combinacién ha- bia sido calculada hasta este punto.» Pero nosotros debemos repetir una vez mds que a nuestro parecer no habia combinacién alguna. Habla simplemente un anilisis exacto de esta variante simple del sactificio hasta este momento, y las negras presumieron que la’ posicién que- daria a su favor contando con su sentido de la posicién, La ventaja material de las blancas, toda una torre, no puede salvarlas, thos TSTR! La principal amenaza de las ne- gras es 6. ..., TXP+; 7. R4C, D4A++. Aparte esto las biancas tienen que contar con otra amenaza de mate por medio de 6. ..., DIA+; 7. TAC, DBA+; 8. RAT, TXP +; 9. RSC, PIT+; 10, R6C,'D2A++. 6. T3A DxPT+ 7, RAC DaT+ & R4A D3T+ 9. RAC PSCR Las blancas se ven forzadas ahora a_ceder una torre a causa de la amenaza 10. ..., DAT+ +. 10, TxP DxT+ ML TSA 11, RXP también significa per- der, Sugerimos que el lector confir- me esto con su propio andlisis. Des- 67 pués del movimiento del texto, las negras ganan muy simplemente con Ll... DSR+3 12. RxP, PIT+; 13. R6A (13. R6C, DSC+), 13. TSR; 14. R6C, D5C+, etcétera. ‘Al concluir nuestro examen de es- te ejemplo debemos comentar que en las dos variantes principales que empiezan 2, AXA 6 2. TXA (como en la partida), las piezas de las ne- gras mantuvieron todo el tiempo gran actividad, como es manifiesto, Esta actividad’ persistié también en aquellas posiciones que quedaban sujetas a una valoracién final desde el punto de vista dindmico. Sin embargo, una actividad tan claramente ostensible de las piezas de quien hace el sacrificio, no es una condicién esencial. Si en aque- Was variantes que estudiamos, las piezas negras tenfan, por decirlo asf, una energla «motrizs en las posi- ciones finales, también es posible tropezar con posiciones en las que el bando activo, como resultado de un sacrificio, tiene piezas que sola- mente poseen una energia «poten- cials, que en el curso posterior del juego podré transformarse en ener- gia claramente perceptible. Al hablar de energia motriz y de energfa potencial estoy, naturalmen- te, trazando slo una analogfa para expresar mis ideas mds claramente, ‘Examinemos ahora la siguiente po- sicién, (Véase diagrama num. 73.) Tal, inesperadamente, hizo el si- guiente sacrificio, que habfa previs- to varias jugadas antes. ee exc 2. DxD cxA 3. TIA CxPA Se ha producido una posicién a la que tendfa Hegar las negras cuan- do sacrificaron su dama por caballo, alfil y pe6n. 2Es posible decir que en esta posicién las piezas de las negras tienen una mayor actividad visible 0, como lo hemos designado, 68 Diagrama nim. 73 Campeonato mundial de estudiantes, 1958 Juegan las negras una mayor energfa «motrizs? No, a mi_parecer, uno no puede decir eso. En el momento presente, s6lo el A en 2C ejerce presién sobre la posicin de las blancas, y el caballo esté muy bien colocade en 5A. Pero las negras no disponen todavia de ningin ataque directo. De aquf que uno pudiera decir, a modo de ana- logla, que las negras tienen una com- pensacién en la energia epotencial» de sus piezas. tAnaliz6 Tal el sacrificio de la dama? No, lo realiz6 solamente por- que su presuncién dindmica de la posicién lo indujo a ello. Conside- 16 que las chances de las negras no serfan peores, como él mismo dijo después de la partida. Es una tarea dificil valorar co- rrectamente tales sacrificios. Aparte las dificultades puramente objetivas, un sacrificio que altera violentamen- te el curso de la partida ejerce (co- mo estd confirmado por la experien- cia) una clara presién psicolgica en el adversario. Muy a menudo, el jugador que disfruta de ventaja material después del sacrificio se esfuerza en conta- bilizarlo con Ja creencia de que tiene la ventaja. Pero si el sacrificio es correcto, entonces las tentativas por demostrar lo incorrecto evan a la concepcién y ejecucién de un plan equivocado; puede presentarse el descorazonamiento y deteriorarse la posicién, Recomendamos al lector que ana- lice muy cuidadosamente la posicién en el Diagrama mim. 74 Juegan Jas blancas ast como sucesivos ejemplos que surgen de sacrificios. Este andlisis es mejor hacerlo no uno mismo, sino con un amigo que, por regla general, hace el anélisis mds objetivo y des- arrolla mejor la facultad para va- lorar en la posicién posibilidades ocultas. Después del movimiento de Tal 3. ss CXPA, Bobotsov decidié ceder el’ cambio con 4. TXC, PXT; 5. CIA. Pero Tal pudo apoderarse de la iniciativa después de esto y, des- arrollando un ataque contra el rey a lo largo de la columna CD, gandé la partida, Se siguid: 5. ..., TIC; 6 AXP, C3C; 7. AIC, AXP; 8. D2D, A2CR; 9. C2R,’ PSA; "10. A2A, P6AI;' 11. D3D, PXP; 12. C4D, A2D; 13. TID, TRIA; 14. ABC, CST; 15. AXC, AXA} 16. C3C, T6A; 17. DXPT, AXC; 18. PXxA, TDIAD ¥y las blancas pronto abandonaron. En el siguiente ejemplo clasico, el factor psicolégico que acabamos de mencionar desempefé un papel im- portante. Diagrama mim. 75 Ilyin-Zhenevsky-Lasker Moscd, 1925, Juegan las negras EI sacrificio que el excampedn del mundo hizo aqui cred sensacién en su. época, at. DxPI? «Una combinacién original por parte de Laskers, escribié Bogolju- bov en el libro del torneo. Desde luego, no se trata de una combi- nacién, 2. TIT DXA 3. TRIC DXTR+ 4. TxD (Véase diagrama mim. 76.) Esta es la posicién que Lasker ha- bfa pensado cuando sacrificé su da- ma por torre, alfil y peén. Al pare- cer, consideraba que su firme posi- 69 Diagrama mim. 76 Juegan las negras cién, su buen centro y la posesin de los dos alfiles compensarian «po- tencialmentes por entero su ligero déficit material. Ademas de esto, dudablemente juzgaba que el sacri- ficio tendria un rotundo efecto psi- colégico sobre su oponente, la clase de efecto que ya hemos mencionado. EI curso posterior de la partida con- firm6 la validez de estas opiniones, y Lasker gané la partida con un her- moso juego. Hoy en dia el sacrificio de una da- ma por torre, pieza menor y peén se hace con la mayor frecuencia, He aqui otro ejemplo: (Véase diagrama nim. 77) 1. AXC Este cambio es Ia introduccién al sacrificio que sigue. 1 CxA Si 1. ..., PXA, Jas blancas con- siguen una ventaja posicional con 2. PSA. 1. ..., AXA también serfa con- testado con 2, PSR, y luego, después de 2, PxP 6 2, ..., A2C, las blancas podrian adquirir ventaja por una combinacién que empezase con 3. CRKPCL 70 Diagrama nim. 77 Keres-Fischer Torneo de candidatos, 1959 Juegan las blancas 2. PSR 2c 3. PXCI? 2Una combinacién o un sacrifi- cio? Pronto lo veremos. AxD AXP Si la TD se retirase del ataque, las blancas acabarfan con tres piezas menores més a cambio de la dama, con una buena posicién mediante (4, ..., TIADI) 5. PXA, DXP; 6, CSAL 5. AXT. 6 AXP 3. 4 AXA PAD De lo contrario, las negras en- rocan. 6 oe AX 6. ..., DX P+ no es bueno a causa de 7, RIC, AXC; 8 A6A+, se- guido de 9. C2R y 10. CxA. 7. TXA PXA & CxPD D4A 9. TIR+ RIA Los movimientos forzados se han concluido, pero las blancas no han Tecuperado el material que sacrifi- caron. Hubo una maniobra forzada, hubo un sacrificio, pero no hay ni guna ventaja objetiva en la posicién final para el jugador que empezé la operacién activa. Diagrama mim. 78 Juegan las blancas Fue por tanto un. sacrifici una combinacién. Keres pens6 pro- bablemente que en la posicién final la mala situacién del rey y de la torre de las negras era un adecuado requisito previo para un juego activo por parte de las blancas, lo que com- pensarfa totalmente el pequetio dé- ficit material. Parece que Keres es- taba acertado en su presuncién, pe- ro en el curso posterior de la par- tida jug6 arriesgadamente y perdis. (La partida continud 10. P3A, P#TR y luego 11, PSA? Varios comenta- dores propusieron 11. T5RI, con to que las blancas no habrian salido perdiendo.—N. del E.) Un sacrificio que se produce fre- cuentemente en el juego practico es el del cambio. He aquf un ejemplo de una de mis partidas. Diagrama rim, 79 Bondarevsky-Mikenas XVII Campeonato U.R.SS., 1950. Juegan las blancas Las blancas no pueden enrocar, ya que entonces caeria su PTR. Por otra parte, las negras estin presio- nando a Jo largo de la columna del rey y amenazan con atacar al PR con s- A6D. Por tanto el siguiente mo- vimiento de Jas blancas parece un error, pero en realidad es una pre- paracidn para el préximo sacrificio. 1, A2C! ACD 2. 0-0 AXPR 3. DAT AXT 4TXA (Véase diagrama ntim. 80.) Esta es la posicién que las blan- cas tenian pensada cuando sacrit caron en el cambio, Comparando los diagramas 79 y 80 se llega facilmen- te a la conclusién de que las blan- cas se decidieron por el sacrificio con objeto de completar su desen- volvimiento, en tanto que las negras tienen todavia que jugar un movi- miento o dos sin su TR. Ademés, el alfil de rey de las blancas ejerce fuerte presidn sobre el bando ne- gro; la dama de las blancas esté 7 Diagrama mim, 80 Juegan Jas negras activamente colocada y los peones de la banda de la dama estén lis- tos para llevar a cabo un ataque sobre el rey enemigo. EI subsiguiente curso de la par- tida confirmé que era correcta la presuncién de las blancas de que el sacrificio resultarfa ventajoso para ellas: 4. ..., RIC; 5. PSC, CID; 6. CxP, A4#A; 7. C2D3C, AXC; 8. AXA, P3CD; 9. PSA, T2R; 10. PXP, PAXP; Il, AXPl, PXA; 12, D8T+, R2A; 13. DIT+, R3D; 14. TID+, etcétera. En los ejemplos que hemos esta- do examinando, los sacrificios se hi- cieron bésicamente con propésitos de ataque. El caso siguiente muestra cudn importante puede ser_un sa- crificio con fines de defensa, En tales casos el factor psicolégico desempe- fia un papel importante. (Véase diagrama nim. 81.) La partida de las negras es dificil, ya que los peones de la banda de su dama estén doblados y no tienen compensacién por esto. El pedén de 4AD es particularmente débil y pue- de ser atacado por tres piezas (C4T, A3R, D2AR). Por tanto las negras Mlevan a cabo una decisién correcta: sacrifican en el cambio, transforman- 72 Diagrama nim. 81 Lyublinsky-Botvinnik Moscti, 1943 Juegan Jas negras do bruscamente el curso de la par- tida. Semejante vuelco de los acon- tecimientos probablemente resulté muy desagradable para las blancas. Es l6gico que hubieran preferido ga- nar el adelantado PAD y luego dis- ponerse a contabilizar su ventaja ma- terial en una posicién tranquila don- de su oponente no tuviese contra- juego alguno. Ahora, después del sacrificio en el cambio, se crea una posicién complicada que exige de las blancas no el juego técnico que estaban planeando, sino una defensa profunda y exacta, ya que no han de Subestimarse, desde luego, las con- trachances de las negras. 5 oo Tsp! 2. CR ey Las blancas no aceptan de siibito el cambio que se les propone, ya que al parecer no desean ceder su segundo alfil, dejando al oponente con dos, pero, como la posicién est4 més bien bloqueada, el caballo pue- de ser una pieza mejor que el alfil. Por esto un plan digno de conside- racién era 2, AXT seguido por el traslado del caballo a 3D. 2 ALA Las negras podian desprenderse de uno de sus peones débiles con 2. .y TXT+; 3, TXT, PST, ya que 4.'PxP no’es bueno para jas blan- cas en vista de 4. ..., TSC. Pero después de 4. C3A, PXP; 5. PXP, las blancas seguirfan teniendo ven- taja, a causa de la debilidad del pen situado en 4AD de las negras. Por eso las negras siguen prefiriendo sa- crificar en el cambio. 3. XT Como ya hemos apuntado, habria sido mejor conservar el caballo y ju- gar AxT. Be one PAXC 4. AZA P4AD Diagrama niim. 82 Juegan las blancas Aquf tenemos los resultados de la forma que eligieron las blancas para la continuacién: la posicién de las negras es completamente firme y tienen Ia opcién de atacar por la banda del rey con ..., P4A y asf su- cesivamente. Por otra parte, a las blancas les resulta dificil improvisar un plan para explotar su ventaja ma- terial, Es interesante recalcar que sin cometer un solo error claro, Lyu- blinsky gradualmente fue colocdn- dose bajo ataque por la banda del rey y perdié la partida. En mi opi- nién, la razén de su derrota radica no solamente en su fracaso al no ha- lar los movimientos correctos desde el punto de vista del juego, sino también en las dificultades de re- ajustar sus ideas una vez que la par- tida habfa virado bruscamente del curso anterior del juego. Aparte el factor psicoldgico, es importante en la prdctica valorar co- trectamente la posicién después de un sacrificio y elegir el plan objeti- vamente més sdlido. Con este pro- Pésito, estudiemos el siguiente ejemplo: Diagrama num. 83 ‘Capablanca-Janovsky La Habana, 1913 Juegan las negras Comparando esta posici6n con la que se ofrece en la partida anterior después de 1. ..., TSD, podemos de- cir que en este caso las negras tie- nen incluso mejores perspectivas, ya que su caballo central ejerce gran presién sobre el juego de las blan- cas. Cito esta posicién no por sim- ple comparacién, sino para investi- gar cémo Capablanca la valoré. Esta 2B

You might also like