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PET

Las siglas PET representan al polietilenterftalato ó politereftalato de etileno,


cuya fórmula podemos escribir como:

El PET se obtiene policondensando Acido Tereftálico (C6H4(COOH)2) con


Etilenglicol (CH2OHCH2OH), y sus propiedades más características son:

• Alta rigidez y dureza.


• Altísima resistencia a los esfuerzos permanentes.
• Superficie barnizable.
• Gran indeformabilidad al calor.
• Muy buenas características eléctricas y dieléctricas.
• Alta resistencia a los agentes químicos y estabilidad a la intemperie.
• Propiedades ignifugas en los tipos aditivados.
• Muy buena barrera a CO2, aceptable barrera a O2 y humedad.
• Reciclable, aunque tiende a disminuir su viscosidad con la historia
térmica.
• Aprobado para su uso en productos que deban estar en contacto con
productos alimentarios.
• Alta resistencia al plegado y baja absorción de humedad que lo hacen
muy adecuado para la fabricación de fibras.

Historia
Fue producido por primera vez en 1941 por los científicos británicos Whinfield y
Dickson, quienes lo patentaron como polímero para la fabricación de fibras. Se
debe recordar que su país estaba en plena guerra y existía una apremiante
necesidad de buscar sustitutos para el algodón proveniente de Egipto.

A partir de 1946 se empezó a utilizar industrialmente como fibra y su uso textil


ha proseguido hasta el presente. En 1952 se comenzó a emplear en forma de
filme para envasar alimentos. Pero la aplicación que le significó su principal
mercado fue en envases rígidos, a partir de 1976. Pudo abrirse camino gracias
a su particular aptitud para la fabricación de botellas para bebidas poco
sensibles al oxígeno como por ejemplo el agua mineral y los refrescos
carbonatados. Desde principios de los años 2000 se utiliza también para el
envasado de cerveza.
Aspectos positivos del uso de tereftalato de
polietileno
Como algunos de los aspectos positivos que encontramos para el uso de este
material, principalmente empleado en envases de productos destinados a la
venta, podemos destacar:

• Que actúa como barrera para los gases, como el CO2, humedad y el O2
• Es transparente y cristalino, aunque admite algunos colorantes
• Irrompible
• Liviano
• Impermeable
• No tóxico, cualidad necesaria para este tipo de productos que están al
alcance del público en general (Aprobado para su uso en productos que
deban estar en contacto con productos alimentarios)
• Inerte (al contenido)
• Resistencia esfuerzos permanentes y al desgaste, ya que presenta alta
rigidez y dureza
• Alta resistencia química y buenas propiedades térmicas, posee una gran
indeformabilidad al calor
• Totalmente reciclable
• Superficie barnizable
• Estabilidad a la intemperie
• Alta resistencia al plegado y baja absorción de humedad que lo hacen
muy adecuado para la fabricación de fibras

El PET es un plástico técnico de gran calidad para numerosas aplicaciones,


entre ellas;

FABRICACIÓN DE PIEZAS TÉCNICAS:

El PET reforzado con fibra de vidrio o sin reforzar, tiene gran importancia en la
fabricación de piezas resistentes al desgaste, (cojinetes, piezas de cerraduras,
ruedas dentadas, ....), en aparellaje eléctrico, por sus propiedades ignifugas,
dieléctricas, térmicas y de estabilidad dimensional.

FIBRAS DE POLIESTER:

El PET es prácticamente el poliéster (TERMOPLASTICO) comercialmente más


importante en la obtención de fibras. Todos sabemos que las prendas hechas
de fibra de poliéster, son muy resistentes a las arrugas y pueden lavarse
repetidas veces sin necesidad de un planchado posterior. Normalmente estas
fibras de poliéster para prendas de vestir, se utilizan mezcladas con algodón o
lana.
FABRICACION DE ENVASES:

La mayoría de los envases que manejamos en nuestra vida cotidiana están


elaborados con PET (exceptuando los fabricados con PVC). Reproducimos a
continuación un artículo de la "REVISTA DE PLASTICOS MODERNOS", nº 506
agosto 1998, que consideramos nos va a informar del porqué de la substitución
del envase de vidrio por el de PET.
El PET, un plástico para envases.

La regla general de que los envases debían ante todo proteger el producto y
facilitar su transporte ya no es aplicable sin reservas. Los envases tienen que
reunir los nuevos requisitos que exigen los consumidores, el comercio y la
protección del medio ambiente. Aparte de ser aptos para su función elemental,
los envases han de ofrecer la posibilidad de fabricarlos económicamente, de
reutilizarlos razonablemente y de eliminarlos con seguridad al final de su ciclo
de vida. El tereftalato de polietileno (PET), conocido también como poliéster
termoplástico, reúne un alto porcentaje de dichos requisitos. Es el material de
que se hacen las botellas; no todas, pero cada vez más. El PET está
reemplazando al vidrio, pero no sólo eso, sino también y en medida creciente al
PVC y otros plásticos con los que todavía se fabrican botellas y envases
similares de consistencia sintética. La multitud de evidentes virtudes del PET
convencen cada día más a usuarios y consumidores. Ese es el motivo de que
este plástico típico para envases, siga progresando.
Según estimaciones oficiosas, el mercado mundial de PET debe de importar
actualmente unos 17 millones de toneladas al año. Más del 60 por ciento, o
sea, la mayor parte llega al comercio en forma de fibras de poliéster, restando
por lo tanto, cerca de 7 millones de toneladas de PET como materia prima para
envases. Y precisamente en este segmento se pronostican tasas de
crecimiento extraordinarias para los próximos años. La empresa consultora
Maak Business Service de Zurich (Suiza) estima que en el año 2005, el
mercado mundial de PET para envases ascenderá a 15 millones de toneladas.
Eso equivaldría a un crecimiento anual del 16 al 18 por ciento. De su estudio
del mercado, los consultores suizos sacan la conclusión de que cabe esperar
un fuerte crecimiento debido a la botella de PET para agua mineral, que a
finales de siglo será del orden del 40 por ciento.
Shell Chemicals, uno de los principales proveedores mundiales del material de
que se hacen las botellas, apuesta por PET y su crecimiento. Dicha empresa
está construyendo en diversos puntos, nuevas instalaciones o ampliando la
capacidad de producción actual. A mediados de 1997 se inauguró al sur de
Roma la nueva planta de la filial italiana Sipet, que tiene una capacidad de
producción de PET de 90.000 toneladas anuales. En total, Sipet está en
condiciones de producir ahora 180.000 toneladas al año. Junto con los centros
de producción sitos en el Reino Unido, Estados Unidos y México, Shell tenía a
finales de 1997 una capacidad de producción de PET de 600.000 toneladas
anuales. Hay proyectadas varias plantas en el norte t sur de Europa, así como
en América Central y en los Estados Unidos. Steve Wood, responsable de
Shell Chemicals Europe, está convencido de que a medio plazo proseguirá el
rápido crecimiento del consumo de PET y calcula que el índice de expansión
anual importará un 10 por ciento.
La botella de PET para agua mineral
El reducido peso y la notable resistencia son los argumentos decisivos a favor
de la botella de PET. Porque, como puntualiza Steven Wood de Shell, dando
en el clavo: "¿A quién le gusta subir escaleras portando cajas de botellas de
agua mineral que pesan dos arrobas?". Así que los puntos a favor de la botella
ligera de poliéster deberían dar lugar también al rápido relevo de la tradicional
botella de agua mineral, que en Alemania es de vidrio. Sin embargo, nada
cambia. En círculos influyentes sigue habiendo reparos a introducir la
alternativa de PET en todo el territorio alemán. Por ello, el candidato de
polímero deberá permanecer todavía algún tiempo en la sala de espera hasta
que desaparezcan las últimas reservas.
El Instituto Fraunhofer de Tecnología de Productos Alimenticios y Envases,
domiciliado en Munich, presentó hace algún tiempo un balance ecológico del
que se deducía que implantando un sistema de envases retornables a base de
la botella de PET resultarían "claras economías en relación con la demanda de
materias primas". No obstante, la central sita en Bonn de la cooperativa
alemana de Productores de Aguas Minerales (GDB) ve otros problemas
completamente distintos: "Mientras no pueda garantizarse la absoluta
inalterabilidad del sabor por la limpieza de las botellas de plástico, no saldrá al
comercio el agua mineral envasada en botellas de PET. Considerando que en
Alemania están en circulación alrededor de 2.500 millones de botellas (cerca
de 80 por ciento de ellas son de agua mineral) no se puede correr el riesgo de
empezar con un producto técnicamente inmaduro".
A finales de octubre del año pasado, la cooperativa GDB remachó su punto de
vista y reafirmó sus reservas. Durante la junta general de los mayoristas
alemanes de bebidas, el presidente de la GDB, Andreas Rottke, no dejó lugar
para albergar grandes esperanzas: "La botella de PET no se encuentra a punto
de imponerse en Alemania. De las botellas de PET que circulan ya en
pequeñas cantidades en el mercado, ninguna satisface los criterios de calidad
aplicables a un producto sumamente delicado como es el agua mineral." Rottke
estima que en su sector tampoco tiene oportunidad alguna de éxito otro
material algo más caro que el PET, concretamente PEN (naftalato de
polietileno). La proporción de aldehído acético, un punto crítico del PET, es aún
más alta en el caso del PEN. Si bien el aldehído acético –una etapa de
oxidación previa al ácido acético- no es nocivo para la salud, sí altera el gusto
del agua mineral embotellada. Otros no comparten evidentemente esta opinión,
pues Coca Cola, lanzó al mercado en el verano de 1997 botellas retornables de
1 litro, de PEN, conteniendo agua mineral de su marca "Minaqua".

Ahorro de peso y combustible


En la sala de espera se hallan igualmente los fabricantes de PET y los
constructores de máquinas de soplado con distensión para la fabricación de
botellas. La esperada introducción del envase de poliéster para agua mineral
traería consigo un negocio colosal. El asunto había empezado de forma muy
prometedora, ya que en el segundo semestre de 1994 se probaron alternativas
a la tradicional botella de vidrio a escala limitada y sólo en algunas regiones. En
el banco de pruebas se situaron la botella de 1 litro de PET y, a la vez una
botella de vidrio, igualmente de 1 litro de capacidad pero aligerada bastantes
gramos, aunque conservando el conocido aspecto del envase de vidrio con
paredes de menos espesor. Como contrapartida, la botella ligera tenía una
capa protectora de poliuretano (PUR).
Nunca se ha llegado a saber con exactitud el resultado final de esa prueba. Y lo
que se dice cambiar, no ha cambiado casi nada. El calmante de la sed
mineralizado se sigue envasando en vidrio, aunque hay buenos argumentos a
favor del competidor polímero. Porque las ventajas son realmente de peso.
Mientras que la "botella de vidrio clásica" pesa vacía unos 600 gramos, la
versión delgada y envuelta en PUR no pasa de 400 gramos. En cambio, la
botella de PET es un auténtico "peso pluma" cuya tara no supone más de 80
gramos. Dada una caja de 12 botellas, eso representa una reducción de más
de 6 kilos y el consiguiente ahorro en concepto de gastos de transporte.
Además de ser una ventaja decisiva para el consumidor, la reducción del peso
repercute favorablemente en los portes y, por lo tanto, es asimismo ventajosa
para los distribuidores de bebidas con gas. Por ejemplo, para transportar en
camiones 10.000 hectolitros de agua habría que hacer alrededor de 30 por
ciento menos viajes. Dicho en otros términos: eso significaría consumir 30 por
ciento menos de combustible y reducir también en un 30 por ciento las
emisiones de gases de escape de los camiones, lo que redundaría
enormemente en provecho del medio ambiente. Y el resto continuaría igual que
antes.

Proporción de reciclaje
Los envases de PET ofrecen una serie de ventajas en comparación con el
vidrio, tanto en el aspecto económico como en el ecológico. Según estima el
Foro PET de Ratingen, una oficina de información de renombrados
proveedores de PET y consumidores, gracias a la notable resistencia del
material polímero es posible alcanzar altos índices de recirculación con el
sistema de envases retornables. La Federación de Ecología y Protección de la
Naturaleza (BUND), institución conocida por su postura crítica frente al
enmascaramiento de los hechos por la industria, confirma que con 20 a 25
ciclos al PET resulta por último más ecológico que la botella de vidrio. Y el
ingeniero G. Birnbaum, de Nürnberger Gesellschaft für Konsumforschung,
afirma que los estudios realizados por su empresa pusieron de manifiesto el
alto grado de aceptación de los envases de PET entre los consumidores. Se
destacaron como ventajas adicionales decisivas, en comparación con el
envase de vidrio soplado, el reducido peso, y el ser irrompible. Birnbaum
considera otra ventaja más y muy esencial: las excelentes posibilidades de
reciclaje del material. Las vías ofrecidas para el reciclaje razonable de este
material deberían de convencer hasta a críticos empedernidos. Según el Foro
PET, el verdadero fuerte del poliéster termoplástico. El material de que se
hacen la s botellas en la primera vida del plástico es posible reciclarlo en un
100 por ciento. Y si la capacidad de reciclaje de PET EN Europa occidental en
1993 no llegaba a 30.000 toneladas, en los últimos años a aumentado
considerablemente. Según los datos disponibles, la cantidad total de botellas y
envases de PET recogidos en 1997 ascendió a 100.000 toneladas. Un 80 por
ciento aproximadamente se pueden convertir en PET reciclado. La diferencia
corresponde a la porción no aprovechable, compuesta de chapas, tapones,
etiquetas y residuos similares.
Petcore, la asociación de empresas europeas de reciclaje de PET, también es
optimista. El reciclaje de PET va progresando. Alrededor de 75.000 toneladas
de botellas de PET se recogieron al año anterior en toda Europa para fines de
reciclaje. Eso equivale a 1.500 millones de botellas de PET y representa un
aumento de casi 70 por ciento en comparación con 1995. Con respecto a 1997,
esta asociación domiciliada en Bruselas espera que la cantidad de envases de
PET recogidos rebase la marca de las 100.000 toneladas. David Mathias,
presidente de Petcore, cree que en cualquier caso el reciclaje de PET posee
"un enorme potencial" y tiene la esperanza de que se mantenga el interés con
que han actuado hasta ahora la industria y los municipios y de que siga
incrementándose la disposición del público a contribuir al reciclaje de PET.

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