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La historia oral W. Moss, A. Portelli, R Fraser y olros Introduccién, y seleccion de textos: Dora &chwarzstein 108 FUNDANINTOS DE € lL CIENCIAS DEL HOMBRE | Centro Edilor de América Latina HACE DIFERENTE A LA pease HISTORIA ORAL* Alessandro Portelli “SF, die la seftora Olver, YY cuando mucho tempo después habian del asunto, denon una solucién que ilo, mnismes han Blaborado. Es0 no es demasiado ut, verdad”. Es uti, dijo Poirot... “Es importante conocer ciertos datos que han perdurado an la memoria de las personas auncuo elas 90 fuedan saber exactamente cual {ue el hecho, por qu sucedid o qué levé a él. Pero pueden muy bier saber algo que nosotros no sabemos y que no tenemos modo de co: fo recuerdos que han llevado a ieorias...” nocer. Ha habic jerdos Qh eee Los alefanies recuerdan investigaciones histédcas, sin embargo, re lueron rea- Yncan lane an ityes como ent hombres, por los primeros son lamentablemente scasos respecte. de. Sus famas favortae, montas quo él descvbnd =ve los vieos ecinos, y aun fnas sus esposas, son cos on ese saber le- gendario, tan invalorablo para ia vordadera historia. AS Seda ved ue daba con una genuna fami hoandesa, 05 tmodamento encerraga an su casa ce campo Ce tcho ba, fa sombra do un copeso sicémora, [a mirate come a un equa volumen cerrado an lola gbicaY Ia tudlaba con ei entusiasmo de un ratén de biblioteca. Was ington Irving “Rig Van-Winkle* : (ell, the death"6f Luigi Trastull. and «ther stories. ‘York Press, 1991, pags. 45-58. Una primera versién, "Sulla specificita della storia orale” aparecié en Primo Maggio (Milan, Italia) 13 (otofo, 1979), 45-60: fue reecitado como “On the peculiarities c! oral history’ ‘on History Workshop JornaOxiord, Inglaterra) 12 (pri navera, 1981, | 96-107, 36 as Recuerdos que llevan a teorias Un espectro ronda los salones de la academia: el aspectro de la historia oral, La comunidad intelectual italiana, siempre recelosa de las novedades del exterior —y sin em subordinadas a los “descubrimnientos exttanjeros"— se apresuré a recortar la historia cral aun antes de tratar de entender qué es y cémo se la usa. El método empleado ha sido el de cargar a la historia oral con pretensiones que no poses, para tranquilizar la mente de todos rechazéndolas Por ejemplo, La Repubblica, el periddico italiano de orien. faci6n mas intelectual e internacional de cuantos se publican en Italia, ‘se apresurd a desechar las “descripciones ‘desde abaja’ y los paquetes artificiales de ‘historia oral’ donde se supone que las cosas se mueven y hablan por si mismas", sin siquiera detenerse a advertir que no se trata de cosas sino de personas (si bien personas a menudo consic eradas 0 mas que “cosas’) que la historia oral espera cue “so muevan y hablen por si mismas\".! Parece existir el temor de que una vez que se abren las compuertas de la oralidad, la escritura (y con ella la racio- nalidad) sera expulsada por una masa espontanea ¢ incon- trolable de material tluido y amdrfo. Pero esta actitud nos ciega al hecho de que nuestrc temor reverencial por ja sscritura ha distorsionado nuestra percepcion del lenguaje y de la comunicacién al punto que ya no entendemos ni la oralidad ni la naturaleza de la escritura misma. En realidad, ‘as fuentes escritas y orales no son mutuamente excluyen- tes, Tienen caracteristicas comur es asi como auténomas y funcianes copeeificas que sdlo cava una puede cumplir (0 que uA conjunto de fuentes cumple mejor que otro). Por lo tanto, requieren instrumentos interpretativos difere ites y especificos. Pero la subestimacién y la sobreestimacion de las {uentes orales terminan por anular cualidades e< pecifi cas, convirtiendo a estas fuentes ya en meros apoyos para ‘as fuentes escritas tradicionales y3 en una cura ilusor a para todos 'os males. Esie capitulo tralaré de sugerir algunos do los modos on que fa Historia oral ox ririresoe oa storia oral es inlrnsecamente diferente {por o Tanto especiiicamente_ ui La oralided de las fuentes crales Las fuentes orales son fuentes orales. Los estudiosos estan dispuesto a admitir que e documento real es la cinta gra- bada, pero casi todos trabajan con las transcripciones y son solo las transcripciones las que se publican * En ocasiones, las cintas se destruyen: ur caso simbdlico de la destruccion Ge la palabra hablada. La transcripcion conviete los objetos orales en visuales, ue inevitablemente img & diferente eficacia de las grabaciones, comparadas con las transcripciones —por ejemplo, para los fines del aula— solo puede apreciarse mediante la experiencia chrecia. Esta es una de las razones por las cuales creo que es innecesario darle una atencion excesiva a la busquede de metodos nuevos y mas inmediatos de transcripcion. Esperar que le tanscripcion reemplace a la cinta pare los fines cientificos ‘equivale 2 hacer critica de arte con reproducciones o critice literariz con traducciones La traduccion mas Meral casi nunca es la mejor y una traduccion verdaderamente fie! siempre implica cierta cantidad oe invencin. Otro tanto puede decirse de la transanpcion de fuentes orales, El desprecio de la oralic ad de ias tuentes orales tiene un peso directo sobre ia teoriz: intgrpretativa. El primer aspecto fie suble acenivarse es #1 beer ls ivertes Sal REN inlormecion sobre personas'o grupos socialeé anallabetos cuya historia escrita fake 0 esta distorsionada. Otro aspecto concierne al contenigo: la vida gotidiana y le cultura materia! de esas personas o grupos. Sin embargo, no son especificas de lad fuentes orales. Las Cartas de los emigramies, por ejemplo, tienen el mismc origen y contenido, pero son éscritas. Por otra parte, muchos proyectos de historia oral han reunido entrevistas con miembros de grupos sociales gue usan la escritura y se han ocupado de t6picos habitual- mente cubiertos por el material de archivo escrito estandar. Por Jo tanto, origen y contenido no son suficientes para distinguir_las fuentes orales dela variedad de fuentes etiplesdas por la Neions cecal so-peneae-ast-Thocte jeneral, ast, muchas teorfas de la Historia oral son, en realidad, teorias de la historia social en su conjunto.? | En .a bisqueda de urr factor diferenciador, debemos Volvernas en primer lugar a la forma. No necesitamos repetir 38 acd que la escritura representa el lenguaje casi exclusiva- mente por medio de rasgos segmentarios (grafemas, sila- bas, palabras y oraciones). Pero el lenguaje también esta compuesto por atro conjunto de rasgos, que no pueden ser contenidos dentro de un solo segmento pero que también son portadores de significado. La variedad de tono y volumen a erste able ae lavacr eset significado implicito y Beta aa fle gomteioe Toe oe lade ‘que no son reproducibles por escrito, Salvo, y evvonces en Torma inadecuada y poco accesible, somo notaci6n musical." La misma declaracion puede lene Significados muy contradictorios, segun la entonacién del que habla, Io que no puede representarse objetivamente en l& transcriozion sino describirse aproximadamente en las propias palabras del transcriplor Para hacer legible la wanscipcion, habitualmenie_ys nocesanio inclu signos de puntuacion, que son siempre un eeu ecm neaemaa mas © menos arbiirano del transcriptor. La pun luacion. indica pausas distribuidas Ge acuerdo con regias gramatical2s: cada signo tiene un lugar. un significads y una extension onvencionales. Estos casi nunca coiciden con los rimos ) pausas del sujeto que habia y, por lo tanto, terminan por confinar el discurso dentro de reglas gramati cales y légicas que no sigue necesariamente. Le extension exacta y lé_ubicacion de la pausa tiene una funcion impor: tante one: entendimienio del sioniicad del Pausas gramaticales regulares wenden a organizar lo que se ee eee for jenle expositoria’ y folerencial, mientras que las pausas de extension y udica- clon _wreaulares acentuan_@! contenido emocional_y jas Pausas muy pesadas y rilmicas recuerdan el estilo oe las Sraeenee aaa eenew mENESreG Seat Gs orcs de ritmo @ otto dentro de la misma entrevista, 2 medide que cambia su actitud hacia jos temas que se estan tratando. Por Supuesto, e50 solo puege percibirse escuchando, no leyen- ot aKa. ~~ Otro tanto puede decirse respecio de la velocidad del habla y sus cambios durante la entrevista, No hay reglas RESIST ee epecetracor puede sighticar mayor 6ntasis asi como mayor dificultad, y 1a aceleracion pude demostrar un deseo de pasar por alto ciertos puntos, asi como una mayor familiaridad 0 comodidad. En todos los casos, el _analisis de los cambios en la velocidad debe combinarse con el_analisis del rimo. Los cambios. 39 reqularidad es la nor ‘en la escritura (impresa sobre todo) y la presunia norma de ia lectura: el lector introduce las variaciones, no el texto imismo. No es una cuestion de pureza filoligica. Los rasgos que no pueden ser contenidos dentro de segmentos son el sitio (no exclusivo, pero muy importante) de las funciones narra- tivas esenciales: revelan las emociones de los nartadores, su participacién en la historia y el modo en que la historia los afecté. A menudo esto implica actitudes que los hablan- tes pueden no ser capaces de (o estar dispuest2s a) expre- sar de otra manera, 0 elementos que no estén plenamente dentro de su control. Aboliendo estos rasgos, achatamos el contenido emocional dei habla hasta que alcanza la supues- ta ecuanimidad y la objetividad del documento escrito. Esto puede agudizarse cuando participan informantes del pueblo: pueden tener un vocabulario pobre pero a menuco son mas ficos en variedad de tono, volumen y entonacién que los hablantes de clase media que han aprendido a imitar en el habla el tono parsia de a escrituras La historia oral como narracién Las fuentes histéricas orales son fuentes narrativas. Por lo tanto, el andlisie de 16s matoriales de la histora oral debe valerse de algunas de las categorias genorales: desarrolla- Elnora ga cena STIR for la teoria de la narrativa en la Mteratura y el folklore Saga ten Saris dol toolimanis dade oles saiovietae Mevo como de los materiales del folklore organizados mas formal- mente. Por ejemplo, algunas narraciones contienen cambios sustanciales en la “velocidad” de la narracién, es decir, on la proporcién entre la duracién de los acontecimientos descrites y la duracién de la narracién. Un inforriante puede contar en pocas palabras experiencias que cluraron un tiempo largo, o demorarse largamente en apisodios breves. Las oscilaciones son significativas, aunque rc podemos establecer una norma general de interpretacién: demorarse ‘en un episodio puede ser un modo de acentuar su impor- tancia, pero también una estrategia para distrae: la atencién 40 de olfos puntos mas delicados. En todos los casos hay una relacin entre la velocidad de la iiarracion y el significado del narrador. Lo mismo puede decitse de otras categorias entre aquelas elaboradas por Gérard Genette, tales como “distan- cia’ o “perspectiva’, que definen la posicién de! narrador hacia la historia.* Las fuentes orales de clas2s_no_hegemo a vineuladas con la tradicién de la narrativa folk. En esta tradieion, Tas distinciones entre qeneros narrativos se perci- ben de manera diferente que e 1 Ia tradicion escrita de las clases educadas. Esto se verifica en ia distincién genérica_ nire narrativas “factuales" y “arlisticas’, entre "econt “plenios" y senlimiento o imagingcion, Mientras la pe cepcion de un relato como “verdadero” es relevante tanto para la leyenda como para la experiercia personal y la memoria historica; las narraciones histéricas, poéticas y legendarias a menudo se mezclan de mane’a inextricable.’ El rasultago son las narrativas en que el limite entre lo que tiere lugar juera del narrador y To que sucede dentro, entre lo que le concierne al individuo y lo que concierne al grupc, puede ‘gmarse mas alusivo que en Tos generos escrios esiable- tides, de modo que la “verdad” personal puede coincidir con a imagheder compara streniena "Cada uno de estos faciores puede revelarse mediante factores formales y estilisticos, a mayor o menor p-esencia de materiales formalizados (proverbios, canciones, ‘rmulas Tastereotipos) ouede medir el grado en que existe un punto de vista colectivo dentro de le narrativa de_un individuo. Eslos cambios entre el lefiguaje estandar y el dialecto a menudo son un signo de la clase de control que tienen los habitantes sobre la narrativa. tura tipica réegurrente es aquella en la que se usa ol lenguaje estandar en general mientras que el dialecto aparece en digresiones 0 anécdotas, coincidiendo con una Gavtipacn tas personal Gol “arrador a (como cuando as, presencias del dialecto coinciden con el lenguaje fermaliza- do) a intrusién de a memoria colectiva, Por otra parte, el lenguaje estandar puede surgir en una narrativa en dialecto cuando los temas estan mas :strechamente relacionados con la esfera publica, como la politica. Nuevamentte, esto puede significar tanto un grado nds 0 menos consciente de Separacién, como un proceso de “conquista” de una forma mas "educada’ de expresién qu2 comienza con la farticipa- 4 cidn en politica.* A la inverta, ja dialectizacion de los térmi- nos técnicos puede ser ur signo de la vitalidad del habla. tradicional y del modo en quz los hablantes se esfuerzan por aparie fiat Te variedad apa Ge su cultura Acontecimientos y significado Lo primero que hace que Ia histona oral sea dilerente, entoncas, es que nos dice menos sobre los acontecimientos gue sobre piece ficado. Esto no implica que Ta historia oral ‘no tenga validez factual. Las entrevistas suelen revelat acontecimientos desconocides 0 aspecios desconocidos de acontecimientos conocidos: siempre arrojan nueva luz sobre areas inexploradas de la ‘nda cotidiana de las clases no hegemcnicas. Desde este punto de vista, el Unico problema gue planiean las fuentes orales es el de la veriicacion (a! ‘que volveré en la seccion siguiente) Pero el elemento singular y precioso que las luentes orales imponen al historiadcr, que ninguna otra fuente posee en iguel medida, es la_subjetividad del _hablante Si el enfoque de la investigacior. es amplio y lo bastante articu lado, puede surgir una seccién transversal de la subjetividad de un grupo o de una clase Was luentes orales nos sicen no sdlo lo que hizo la gente sino To que deseaba hacar. To Teian_estar haciendo y Toque ahofa piensan que hicieron. Tas Tuentes orales puscen no agrebar mucho a Ic que sabemos, por ejemplc, del costc material de una huelga para los trabajadores panicipuntes: pero nos dicen mucho sobre kos costos psicoldgicos. Tomando una categoria lite faria de los formalistas rusos, podriamos decit que las fuentes orales, en especial de ios grupos de hegemonicos. son una muy itil integracén de otras fuentes en le que conciemne aja fabula ia secuencia logica, causal, de la historia—{ pero se .ornan dnicas y necesarias por su_argu. Mento, “€| modo _en que ics materiales de la historia sor Ordenadios por los narradcres para contar la historia * La ‘Srganizacion de la narrative revela mucho de las relaciones de los hablantes con su historia. La subjetividad es asunts.de la historia tanto como ki son los “hechos" mas visibles. o que creen los intormantes os | | en verdad ur_hecho historico (es decir, ef hecho de que ellos Je erean], tanto como fo que realmente sucedio, Cuando los ‘abajadores de Terni ubican mal un abonlecimiento crucial de su historia (la muerte de Luigi Trastulli) de una fecha y un conlextc 2 otro, esto o artoja dudas soore la cronologia teal, pero nes obliga @ reordenar nuestra interpretacion de una entera fase de la historia del pueblo, Cuando un viejo lider de masas, también en Terni, sueha una historia acerca de cOmo cas consigue aue e! partido Comunista revierta su estrategia despues de 2 Segunda Guerra Mundial, no fevisamos nuestras reconstrucciones de los debates politi- Cos dentto de la izquierda, sino que nos enteramos de la magnitud de. costo reai de ciertas decisiones para esos activistas de las masas que debieron seputtar en su subcons- Cionte sus nocesidades y deseus de 'revolucion, Cuando desoubrimos que en otras partes del pais se cuentan histo- fas semejanites, reconocemos un complejo iegendario semitormado en ei cuai las ‘divagaciones. seniles” de un anciano decepcionads revelan mucho acerce de la historia Ge su paride que o se expres en las memorias extensas y lUeidzs de sus lideres oliciales. éDebemos creer en las fuentes orales? Les fuentes orales son creibies perc con una credibilicad Gierénie. Le imporiancia Ge testimonis oral puede residir-n @n Su adnerancia al hecho, sino mas dier en su alajamuen: 10 det mismo cuando surge ia imayinacion, e! simbolismo ¥ @i deseo. For lo tanio, ag hay fuentes orales Taisas’. | Vez que heros veriicado su credibilidad factual con 1od0s BS crilerios sstablecidos de le criica Wologea y le veriica— Con factual requendos por todos los tipos de luentes, ja diversidad de la historia oral consiste en ei hecho de que las feclaraciones “equivocadas” son psicologicamente “verid Gs" y que esa verdad puede ser igualmente importante Gomo fos relalos factualmente confiables. Por supuesto, esto no signiica que aGepiemos el prejuicio Sominante qe ve la credibilidad factual como un monopolio Ge los documentos escritos. Muy a menudo, los documentos *scritos son solo la trasmisién no controtada de fuentes 43 PTS ee eee orales no identificadas (como en al caso del irforme sobre la muerte de Trastulli, que comienza: “De acuerdo con la informacién verbal tomada...). El pasaje de esas “fuentes- uf orales al documento ascrito susle ser ef iesuttado do Process que no tienen credibilidad cientifica y que a menudo estan cargados de sesgo clasista. En los registros de juicios (al menos en Italia, donde no se les reconoce ningiin valer legal a las transcripciones taquigrificas 0 de. cintas grabadas), lo que se registra no son las palabras realmenta pronunciadas por los testigos, sino un resumen dictado por al juez al escribiente, La distorsién inherente a tal procedimiento supera toda evaluacién, en especial cuando los hablantes se han expresado originaimente en dialecto. Sin ambargo, muchos historiadores que desprecian las fuentes orales aceptan esas transcripciones legales sin formular ninguna pregunta. En menor medida (grecias al uso frecuentes de la taquigrafia), esto corresponds a los registros parlamentarios, a las minutas de ancuentros y convenciones y a las entrevistas publicadas en periédicos: todas fuentes que son usadas legitima y ampfiamente en la investigacién historica estandar. Un subproducto de este prejuicio es ia insistercia en que las fuentes oralas son distantes de jos acontecimientos y por fo tanto sufren la distorsién de la memoria defectuosa. En verdad, este problema existe para muchos documentos eserites, que suelen oscribirse algiin tiempo después del acontacimiento ai que se refieren, a menudo por parte de no participantes. Las fuentes orales pueden compensar ia distancia cronclagica con una participacion perscnal mi mas préxima. Mientras las memorias escritas de kos politicos © de bs lideres sindicales gozan de crévilo hasta que se demuestra que cameten erroras, son tan distances de algu- nos aspectos del acontecimiento que narran como lo son muchas ontrevistas histéricas oraies, y sdlo acultan su dependencia del tiempo asumiendo la forma inmutable de un “texto”. Por otra parte, los narradores orales tienen ciertas ayudas para la_memoria dentro de su cultura Muchas historias son _narradas una _y otra vez, 0 discutidas con miembros de la comunidad; ja narrativa formalizada, incluso ‘el metro, pueden, ‘ayudar a praservar una version textual de un _acontecimiento. De hecho, no se debe olvidar que los informantes orales pueden ser también alfabetizados. Tiberio Oucci. un ex lider 44 de Ia liga de trabajadores agricolas de Genzano, en’ las colinas romanas, puede ser alfpico: ademas de recordar su propia experiencia, también ha investigado en los archivos locales. Pero muchos informantes leen libros y poriédicos, escuchan la radio y Ia talavisién, ationden 'sermones y discursos politicos y guardan diarios parsonaiss, cartas, recortes y dlbumes fotograficos. La oralidad y la eseritura, ya desde hace muchos sic'os, no han existido en forma separada: si muchas fuentes ascritas se basan en la orali- dad, la oralidad moderna misima esta saturada de escritura. Pero fo realmente importante es que la memoria no es on depas peane da tach 26 Un activo proceso de eee tee Asi, la utiidad especifica de las fuentes crales aaa 1 fiistoriador no_esté tanto en su capa- cigad para preservar 61 pasado como en los cambios misinos eTaborados por la memotia. Fstos Cambios tovolan al ecle. za de fos narradores por datle un sentido al pasado y una ma a sus vidas 3 Tarr en su contexto histéreo. Los cambios que gueden haber tenido lugar posterior- mente en la conciencia subjaiiva personal de los narradores © @N su posicién socioscon¢mica pueden afectar si no la narracién concreta de aconte-imientos anteriores, al menos la evaiuacién y al modo de “colorear” ia historia, Muchas Personas son reticentas, por ejemplo, cuando se trata de daseribir formas ilegales de lucha, por ejemplo el sabotaje. Eso no significa que no las rncuarden claramenta, sino que ha habido un cambio on sus cpiniones politicas, sus circuns- tancias personas o en la linva de su partido. Por lo tanto, acciones consideradas legfimas @ incluso normales o fiecesarias en Sar eee oa jas ahora com@ inaceotables literalmente son desechacas de la tradicién. = ‘estos casos, la informacion mas preciosa puede estar en lo que gus_en lo que cuentan. jin embargo, con frecuencia los narradores son capaces de reconstruir sus actitudes pasadas aun cuando ya no ccinciden con las presantes. Este es el caso de jos traba- jadores de la fébrica de Terni que admiten que les represa- lias violentas contra los ejecutivos responsables de los despides masivos en 1953 peden haber sido contraprodu- antes, aunque reconstruyen con gran lucide:: por qué parecieron tiles y razonables en su momento, Jos tostimonios orales mas importantes de nuestra época, La ‘autobiogratia de Malcom X, €| natracor describe muy vivi- damente cémo trabajaba su mente antes de alcanzar su actual percepcion y luego juzga su propia personalidad: pasada segiin las pautas de su actual conciencis politica y Feligiosa, Si la entrevista se.realiza con nabilidad y sus fines on claros para los narradores, & esics no les resulta dif hacer una distincidn entre su personalidad pasada y le presente, cbjetivando fa pasaca como diferente de Ia actual En estos casos —Malcolm X es nuevamente tipico— I Jronia a €| principal mada narrative. os paultas dilerantes Sticas (0 politicas, 0 relgiosas) y narrativas se inierioren y ‘S@_superponen_y su tension modela Te naracon historia. 761 otra pane, también puderos encontrar narradores ouya percepcin parece haberse delendo en momentos dos de su experiencia personal. cierios luchadores de la eae ae guerra; y tai vez cionios miltan- tes estudiamtiles de le décaca del ‘60. A menudo, esos indivisuos estén totalmente absorbidos por Ta totalidad Gel acontesimento histérico del que iueron parie y su releto asume Tas cacencias y Ta formulacon de la épica. La di Tincidn entre un estilo wonieo y uno 6pico mplica una dis: indin ene perspectives nisisricas, ave Geben se: tenidas en cuenta on nvestia inlerpreiacior. 061 testimonio, Objetividad aS yontes ofales_no_son objetivas. Esto por supuesio corresponie & todas las fuerres, aungue ia santicad de la escritura @ menudo nos lleva @ olvidarlo. Pero la no adjeti- vidad inherente a las iventes orales esta en caracierisicas intiinsecas. especificas, sienoo las mas importantes elhecho se aye son aiaaiea, varltiee v parcies a intruduccion de Alex Haly @ L@ avlobiogralia de Malcolm % describe que Macelm no cambio su enfoque narrativo espontaneamente, sno porque el interrogatorio de Su entrevistador lo tue apartando de la imagen exclusiva- mente pulica y oficial de si mismo y de la Nacién del islam que estaba intentando proyectar. Esto iusira,ol hecho de que 46 los documentos de historia oral son siempre el resultado de: una relacién, de un proyecto compantido en el cual tanto elt ‘ontrevistador como el entrevistado estan participando, aunque nc necesariamerte en armonia. Los documentos ‘escrilos con fips, existen sea que tengamos conciencia de ellos 0 no, y no cambian una vez que los hemos encontrado. Eltestimomnio oral es s6lo un recurso potencial hasta que los icenaaiares er eee Tac igadores le dan existencia, La condicion para le exis~ tencia de una fuente escrita es la emisiOv., pare las {. antds rales, Ia transmision: una diferencia semejame a la sescrita por Roman Jakobson y Piotr Bogatyre’ entre los procesos creatives del folkiore y los de Is teratu"= El contenido de Iz fuente escrita es independiente de las necesidades y las hipotesis del jnvestigador: es_un texto astable, que sdlo podemos interBretar. E! contenido de las fGentes orales, pot otra parte, depende en duena medida de eae eer Po entrewaiadzres on ToTTINDS de pregur Se dialone y relacion personal ee Es el investigador el que decide que habra una entrevista, en primer lugar. Los investigadores @ menudo introducen Astorsiones especiticas: fos informantes les dicen lo que cteen que ellos desea que les digan y asi revelan quién ereen que 6s ol invectigader. Por otra parte, las entrevisias rigidamente estructuradas pueden exciuir elementos cuya existencia 0 relevancia eran previamente desconocidas para @l entrevistador y por lo tanto no fueron contempladas en ef programa de preguntas, Tales entrevistas tienden a confir- mar e| mzrco de relerencia previo de! historiagor equisito. entonces, es que el invest -acépte™ al informante ye dé prioridad 2 lo-que ésie d decit, antes que alo que el investiqador desee cit, dei ioda pregunia no respondida para mas taidé_o para otra See eee Te otiemcones son sieTote en Oor tant “Ges. Los éntrevistadores siempre estan estudiando, aun recalaSanonTera bs enTievistadoTes que los “eSiudian” Convencria que los Ivslofiadores reconorcan este hecho y 40 aprovechen en lugar de tratar, de eliminario en favor de una neuttalidad imposible (y tal vez indeseable) El resultado final de la entrevista es ol producto tanto del narrador_como del_investigador. las_entrevistas, ‘Gomo sucede con Trecuencia, s€ preparan para la publica~ cin omitiendo por completo la vor del entrevistador, se produce una sutil distorsién: el texto da las respuestas sin jador 47 PPE eer las preguntas, lo que lleva a suponer que un nar‘ador dado jiampre dice las mismas cosas, con independencia de las circunstancias; en otras palabras, se tiene la impresién de que un hablante estan estable y reiterative como un docu- mento escrito. Cuando se suprime la voz del investigador, la voz del narrador se distorsiona, Ltestimonio oral, en realidad, nunca 9s dos veces igual. Esa es una caracteristica de toda la comunicacién oral, pero en_especial en las formas relativamente no estructuradas, como las deciaraciones autobiogralicas 0 histéricas dadas on una entrevista’ Incluso el mismo entre- vistador obtiene diferentes versiones de! mismo narrador en distintas ocasiones. Cuando los dos sujetos llegan a cono- Subordinacién de clase —Iratar de identilicarse con lo que cree el narrador que es o1 interés del entrevisiador— puede verse reemplazada por una mayor independancia o por un ‘mejor entendimiento de los propdsitos de la antravista. O una entrevista previa simplemente puede haber cespertado recursos que luego son narrados en encuentios posteriores. Ei hecho de que las entrevistas con la misma persona puedan continuarse indefinidamente nes lleva a a cuestién del cardcter de incompleto propio de las fuentes orales, Es_ imposible agotar toda la memoria de un informant; jos dat axtiaides de cada entrevista son siempre el resuledo Touha leccién_producida por la relacion muiva. La invastigacion histériea con fuentes orales, entonces, siempre 20see la natutaleza inconciusa del trabajo an vealizacion. Para reyisar todas las fuentes orales posibles de las hueloas a2 Ternfde 1949 a 1953, se deberia antrevistar en protundidad a varios miles de personas: toda muestra seria sdlo tan contiable como los métodos de muestreo empleados y nurca podria garantizar que no queden fuera narradores de “calidad” cuyo testimonio sole podria valer por diez lastimonios ssiecciona- dos estadisticamente. El caracter inconciuso de as fuentes orales afecta a todas las otras fuentes. Dado que ninguna Investigacion (respecto ‘de un tiempo histérico del que se dispono de temorias vivas) esta completa a menos que haya agotado las fuentes tanto orales como escritas, y que las fuentes ovales son inagotable, el objetivo ideal de_agotar “todas las fuentes SE COIS Neal Ge oamial ocee las fuentes s_se torna inviable. El trabajo histérico que emplea fuentes orales @s inconcluso por la naturaleza de las fuentes; 4 4 al trabajo histérico que excluye las fuentes orales (cuando ei ieee oe nena cornices ia ponibles) es incomplete por definiciSn. {Quien habla en ja historia orat? La historia oral no esta donde las clases trabajadoras hablan por si mismas. La afirmacién contraria, por supuesto, no seria del todo infundada: la narracion de una huelga median- te las palabras y los recuerdos de los trabajadores antes que los de la policia y la prensa (a menudo poco amistosa) ‘obviamente ayuda (aunque no automdticamenta) a Balan- cear Una distorsién implicita en esas fuentes. Las fuentes ‘orales son Una condicién necesarias (no suficiente) para una historia de las clases no hegamdnicas; son menos necesa- rias (aunque de ningtin modo indtiles) para la historia de las clases dirigentes, que han trnido control sobre la escritura y dejan un registro escrito raucho mas abundante. No obstante, el control de’ discurso histérico permanente firmemente en manos del his-orlador. Es al historador ol que Sale gets ea Seaton areada Peon Buye a modelar el testimonio formulando Tas preguntas y Teaccionando a las respuestas, y el que le da al testimonio Su forma publicada final y su contexio (aunque sélo sea en Términos de montale y anseripcion). Aun aceptando que la Clase trabajadora tabla Perey la historia oral, es Sbvio que la clase no habla en absiracto, sino que |e habla al historiador, con el historiador y, en la medida en que sé publica el material, mediante el historiador. * En verdad, las cosas taribién pueden ser al reves, El historiador puede validar su discurso “ventriloquizandolo” por medio del testimonio del narrador. De modo que lejos de desaparecer en la objetividad de las fuentes, el historiador sigue siendo importante al menos como sacio @ri al dialogo, ‘menudo como “director de ascena” dela entrevista, 6 como un “organizador” del testimonro. En Tugar de descut 1 Tas, os Tistonadores orales en parte las crean. Lejos de “Givers on meros VocaTos de as Clases Wrabejadoras, os historiadores orales pueden estar usando palatras de otra gente pero sequir sienco responsable del ciscurso en general, 49 Mucho mas que los documentos escritos, que a menudo evan el aura impersonal de las instituciones que las han @mitido —aungue, por supuesta, estan formadas por indivi- duos, de los cuales a menude sabemos poco o nada—, las fuentes orales envuslven el antero relato en su propia subjelividac, Junio @ la primera narrativa del enirevistado ‘Baia le prifiera persona del historiador, sin el cual no habria entrevista. Tanto el discurso del _informante como el del historiador stn en forma nartativa, que con mucho menor frecuencia es e1 caso de Tos documentos aTchivisticos. Los informants son historiadores, en crelo sentido: y et msto- Tey ak ar cliss cantseay una pari oo eerie ps Wadidonales escrios da Risiota suelor-protertarso en el rol de lo que Ia teoria literaria desoribiria como un *narrador omnisciente”. Dan un reiato en tercera persona de acontecimientos de los que ro fueron parte, y que ellos dominan por completo y descle arriba (por encima de la concioncia de los participantas mismos), Parecen imparcia- les y desapegades, sin entrar nunca en la natrativa salvo para hace: comentarios lateraies, a la manera de algunos novelistas del silo XIX. La historia oral cambia la escritura dg la historia del mismo mode _en que la novela moderna fansformé la_escrtura de ficcién Weraria el cambio mas iMportante es que el narrador ahora entra en la namacion'y 2s pane dé la historia BIO NO es SAlo un cambio yramatical de la tercera a la primBra persona, sino toda una nueva actitud narativa, Ei narrador ec ahora uno de los person: Tz historia 68 pare de la historie que se esta contando. Esto (ipliiumarte Wies-one paricoacia pOMEE 7 personal mucho mas profunda que la del narrador extemo. Escritir historia oral radical, enlonces, no 9s una cuestién de ideo- de tomar partido subjativamente, o de slegit un \ogi Conjunto de fuentes en lugar de otro. Anies bien. es inherente fa presenzia del historiador eh la historia, a la asuncion 0 responsabilidad que io inscribe en el rolalo_y revela la hisioriogral’a como un acto eutonomo_de_nafracion, Las ‘Qeciones poiilicas se tornan manos visibles y vocales, pero mas basices. T mito de que ef histeriador como sujeto podria desapa- recer en la verdad objetiva Je las fuentes de la clase trabajadora era parte de una visién de la militancia politica ‘como la aniquilacién de todos los roles subjetivos en ol del 50 | | I activista dedicado, y come absorcién en una clase trabaja dora abstracta, Esto resultaba en una ironica semejanza con la actug tradicional que veta a los historiadores como no impiicados subjetivamente en la historia que estaban escri- hiendo. Los. historiadores orales parecen ceder a otros sujetos de! discurso pera, en realidad, el historiador se torna cada vez menos un “intermediario” entve la clase trabajadore y el lecior y cada vez mas un protagonista, En la esuritura de historia, como en fa literatura, el acto de Gentrarse en le Tuncion Gel narrador hace que esa Tuncmy ge tragmenie. En una novela come Lord Jim de Joseph fanrad, 61 personajeinarrador Marlow puede contar sdio 10 que él mismo ha visto y oldc: pare contar la “historia completa’ se ve obligado 2 incorporar a varios otros “inlor- mantes” 2 su relato. Lo mismo sucede con los historiacores que trabajar con fuentes orales. Al entrar explicitamente en la historia, 19s historiadores deban permit que las fuentes 3 r 0. entren en el el § La historia oral no tiene un sujet unificado; se la name desde une mulitud de puntos de viste y ta imparcialidad Wadicionaimente reivindicada por IOs historiadores es reem- Blazada p0' la parciaidad del narrador Aqui “parcialidad” Elivale' ae inmesbade”y Tomar pariao Te Wstone oral ‘hoa puede contatee sin omar partie, ya que os "pariBoe™ sana oral velaiae Ve con welonenasies Seeck historias ‘Sus creencias personales, los historaoores y las Tuenies” Ghicilmenis esten en e| misme ‘pamioo". La confrontacion.de Sus paniculariGades diferentes —conlrontacion como “con-— ficto”, y corfrontacion como “busqueda ¢ unigad — es una de las Goss que hacen inleresanie @ le historia ora Notas: Beniaminc Piacido en Le Repubblica, 3 de octubre de 178 * Una excepsion italiana es el Istituto Emesto De Martino, una Si:s

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