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El incario y las cuatro partes del mundo La plaza principal de Cuzco (Huay- capata) era, por asf decirlo, el kilé- metro cero de las vias imperiales y la demarcacién de las cuatro direccio- nes del espacio en que se dividia el incario 0 Tahuantinsuyu. Cada una de esas cuatro partes 0 «cuarteles del mundo» estaba regida por un gobernador o apo, pertene- ciemte a la casa del Inca, dotado de plenos poderes y res- ponsable sélo ante el soberano. El cargo era hereditario. Antisuyu era el cuartel o regién que abarcaba de Cuzco a los Andes orientales, limftrofes con la selva. Cuntisuyu se extendia por el sudoeste de la capital y Ilegaba hasta la cosca del Pacffico. Collasuyu era el mas vasto y se expandia por el sudeste abarcando la actual Bolivia y alcanzando Chile y Argentina. El cuarto cuartel del mundo, Chincha- suyu, correspondfa al noroeste y comprendia las tierras entre Cuzco y Quito. El apo de cada una de las regiones debia enfrentarse a veces con tribus primitivas no sélo reacias ala asimilacidn, sino abiercamente belicosas. Con algunas de ellas, no ‘obstante, se mantenfan intercambios comerciales, prin. palmente con las de la selva, que aportaban plantas diver- sas, materias tint6reas y otros productos que no se daban en el medio andino. En cuanto a la incorporacién de tie- rras nuevas, la politica seguida se explica en otro apartado, pero basicamente consistia en equilibrar la represi6n mas despiadada con la oferta de tentadoras ventajas, y la asimi- lacién, que era el ideal buscado, con deportaciones en ‘masa y otras formas de desarraigo. 85 [ Z EXPANSION DEL IMPERIO ECUADOR 5 sou ‘ARGENTINA, (1691053 ran wea nganne EE 14711493 tps nn (a 149-1525 tcp primeros gobernantes, El gran conquistador fue Topa (© Tupac) Inca Yupanqui, que intento en vane Las terrazas o andenes del santuario de Machu Picchu constituyen una auténtica obra de ingenierta para aprovechar las laderas para los cultivos. Pero los gobernadores no residian en las capitales de sus regiones, ya que no habia, al contrario de lo que ha suce- dido en casi todas las civilizaciones desde la ntigiiedad hasta nuestros dias. Ellos seguian viviendo en Cuzco, en el entorno del Inca, y gobernaban sus territorios a través de sus delegados y subordinados, todos los cuales, en con- junto, configuraban la pirsmide jerdrquica que tanta efic ia otorgaba al sistema, Lo més lejos que iban los goberna Los ineas buscaron los fondos de los valles para establecer sus a ban al mismo tiempo que se ex las laderas de las montafas andinas Pero las necesidades del im erio, que aumer ‘a aprovechar dores en tiempos de paz era al centro administrative de cada tambo 0 tampu (cuya funcién se explica més ade- lante), situado a no més de 50 km de Cuzco. De cada re- en los qui das de nudos, de la poblacién, fuerza de trabajo gidn o cuartel se llevaba cuenta exac y toda suerte de ficacidn de ésta, produccién, exister estadisticas que se mantenian rigurosamente al dia a pesar de la extensién del incario. El incario y las cuatro partes del mundo bien sus cultivos. u territorio, os obligaban Habfa cuarteles dedicados a suministrar mano de obra es- pecializada o profesionales de ciertacalificacién. A los pu- rie se los sacaba del ayllu y se los conducia a Cuzco para que desempefiaran alli la labor que, por tradicién, corres- pondia a su cuartel: danzantes, portadores de la litera im- perial, orfebres, constructores, tejedores, soldados, etc. Se hacfa lo mismo con las mujeres que estaban destinadas al culto del Sol, tejedoras, concubinas, etc 7 Los incas Las vias de comunicacién El perfecto funcionamiento de la maquinaria institucional incaica precisaba de unas excelentes comunicaciones que permitieran la rapide en la transmisién de érdenes, noti- cias y datos, asi como el desplazamiento de las tropas que acudian a los escenarios bélicos a reducir rebeliones 0 a emprender la ampliacién imperialista de los «cuarteles del mundo». No deja de ser paraddjico que contara con tan excelentes comunicaciones una creacién politica en la que los stibditos estaban condenados a la inmovilidad y en la 88 que apenas habia intercambio comercial. Pero las vas de comunicacién eran las arterias del imperio, que sin ellis no hubiera podido funcionar y mantenerse. En un medio tan complejo y variado topograficamente red era necesariamente desigual y, al tener que salvar see dentes de dificil acceso y alturas vertigi 5.000 m), obligé a plantearse la realizacién de obras de ingen lizéndose normalmente en época colonial y muchas hilt subsistido hasta nuestros das. +fa, Buena parte de estas vias siguieron Ut El incario y las cuatro partes del mundo Tramo del camino puede e El camino real (capacian) atravesaba a lo largo de unos 5.200 km la cordillera de norte a sur: iba desde el actual Ecuador hasta la ciudad argentina de Tucumén, pasando por Chile. La ruta costera recorria 4,000 km siguiendo todo el litoral del Pacifico pasando por las regiones mas dridas, iba desde Tumbes o Tiimbez, en la actual frontera entre Ecuador y Peri, hasta Maule, en Chile. A la altura de Copiapé se le unia un ramal procedente de Argentina Ademis de estas dos grandes vias troncales, habfa numero- s0s caminos secundarios que llegaban a los valles més pro- fundos y conectaban remotas regiones con las vias princi- ca que asciende hasta las ruinas de Machu Picchu. La antigua atractivos turisticos del actual Pera, Tanto por el nuimero de visitantes como por su imp uipararse perfectamente a los conjuntos monumentales m: tancia historica, este centro arqueoldgico itados del mundo. oales. Algunos de estos caminos tenfan una finalidad ex- tar. Los demas compartian esta finalidad con otras necesidades del Estado. La anchura media era de unos 8 m, mds que suficiente ha- vida cuenta la inexistencia de carruajes. La construccién clusivamente mil de estas vias, accidentes del terreno aparte, era més sencilla saban una calzada que las persas o las romanas: no pr. nien cimentada, pues sdlo las recorrian personas. pie y ani- males de carga. Esto suponia también una ventaja cuando habia que abordar grandes desniveles: entonces la via se convertia en escalera. Al atravesar marismas, se construfa 89 Los incas cn la cronica de Poma de Ayala, Del mantenimiento de estas estructuras se ocupaban los puric como parte de la mita o trabajo obligatorio, tun paso clevado o bien se efectuaban drenajes. Los ayllus por los que pasaban las v vacién de su tramo, y t era preciso y construir incluso muretes y otras defensas para evitar que la arena invadiera el camino. Las distancias se marcaban con unos cipos cada poco més de 7 km. estaban obligados a la conser- que limpiarlo de arena cuando Los puentes de fibra trenzada Para salvar rios sgantas, construyeron puentes (chaca) s del paraje donde se spectaculares y durade- ros, pues sobrevivieron siglos a la destruccién del imperio, eran los colgantes de sus dos extremos. El més impresio de diversos tipo tendian. Los més caracteristicos, . segtin Las exigent nante era el que cruzaba la vertiginosa garganta del rio Apurimac (h. 1350), de casi 50 m de longitud y que es- 90 Puente inca en Machu Picchu. Los puentes de tro excepcionales, por la escase © por Ia longitud de las gargantas que habia que salvar. tuvo en servicio hasta el siglo xix. La arquitectura andina desconocia el arco, lo que hacia dificil construir puentes de piedra, y la madera escaseaba en la mayoria de las regio- nes como para emprender el montaje de una gran estruc- cura, De modo que se eché m posicidn: la fibra vegetal. Los «cables» eran, pues, fibras de El incario y las cuatro partes del mundo ave, y trenzadas una planta crasa emparentada con ¢ con habilidad y maestrfa como para garantizar una solide a toda prue racién constante p: por el uso. Asf, los cables de suspensién se renovaban cada Naturalmente, la conservacién obligaba a a sustituir las partes da dos afios. Los extremos se enterraban en el suelo, anclados en vigas de madera gru piedra. El piso sobre el q a que descansaban en pilotes de e se caminaba consistia en tres cables gruesos, que iban unidos a los de suspensién me- diante otras cuerdas. Sobre esos tres cables se disponian ta- blones p: acilitar el paso, La parte central, como cabe nceaba, y la estructura completa lo hacia cuando soplaba el viento fuerte, Otra construccién tipica de esta cultura era el puente sobre pontones, como el del s0 estaba formado por tablas y pal rio que desemboca en el lago Titicaca, Los pontones eran balsas de totora unidas 1es0s cebles atados a torres de piedra en las orillas, El ayllu correspondiente es- taba encargado de reponer las balsas, que por el material precario del que estaban hechas tenfan una vida breve A veces, para cruzar un rio habi , formada por tun grueso cable o tirante trenzado, y siempre atado a unos una oro estribos de piedra 0 unos pefiascos en ambis orillas, del que colgaba un cesto suspendido, con asa arqueada por la cual pasaba la maroma. En él se sentaba la persona y con una soga atada al cesto ella misma iba tirando de un cabo para hacer el arrastre En algi los puric y las lamas y otto para las person nos lugares, habia dos puentes paralelos: uno para notables, 1 incas Los tambos, para alojar a los viajeros Tambo es el nombre espafiolizado del rampu, una institu- cién complementaria de la red de comunicaciones ¢ inse- parable de ella. Cada 20 0 30 km (y en las zonas desérti- cas, alld donde hubiera agua) habia unas ones que desempefiaban la funcién de posada, almacén y oficina. En ellas se alojaban los viajeros, que siempre eran personas nobles o funcionatios, o simples sta uric pero con una mi- Basamentos de piedra del templo de Ollantaytan servira los viajeros, y algunos, como en este ca: sié -a encomendada por la superioridad, y alll ve aprovisionaban de cuanto pudieran necesitat. Los curacy se encargaban de que no faltara nada y el ayilu en el que estaba enclavado el tambo tenfa que proveer los sumin sarios en todo momento. tos ne Se trataba de construcciones sencillas, de adobe o de pie. dra, de unos 30 X 90 m, de una sola nave o con habit nes separadas, y disponfan de un corral para lamas, Biv almacen de los incas en la ladera de llantaytambo, Est nuy célidas, se excavaban dependencias subterré- Inds frescas, para conservar mejor las pros tiempos de guerra, cuando un elevado conti hombres debya transitar por los caminos fa Ia intende ) con antelacidn al curaca, quien s. en los tambos se Io que unos mensaje lispusiera en su mo Labia ato de lo nec arias categorfas de tamb El incario y las cuatro partes del mundo te destruida por no pmeterse a la oligarquia de Cuzco descrito en pérrafos anteriores conformaban, por asi de- . Ademés, las prendas utilizadas por los a gnatarios se adornaban con aplicaciones de nlata y cobre. También se prendian peque- ascabeles que sonaban al caminat. purie vestian con gran sencillez. La prenda ‘oman entre los hombres era una varie- Je poncho Hamada onca, que solia ser de a. Para combatir el frio se echaban por ma una capa o yacolla. Como prenda inte- se empleaba un taparrabos que se sujetaba intura con un cinturén de lana (chump). parrabos se adoptaba al Ilegar a los catorce como simbolo de que se habia alcanzado ad adulta. Las clases altas celebraban el 0 con una ceremonia. El tnico adorno los cordones de el puric er: 1, de colores vistosos, con que se trenzaba abello, que llevaba largo. Los dias festivos, hombres se colocaban un tocado distintivo Telas confeccionadas con lana de alpaca, La artesania tradicional tiene atin una gran aceptacion, de su clan, También en esas o¢; nes vest un onca largo hasta los pies. La indumentaria femenina era igualmente muy sencilla. Consistia en otra variedad de poncho, que una pieza de tela ujero para introducir la el anacty que no era mi rectangular con un cabeza, y cuyos faldones se cruzaban sobre el cuerpo y se sujetaban con un cinturdn. Llegaba hasta los pies. Sobre el anacu se Hevaba una ya~ calla de alpaca, tefiida, Completaba el atuendo una toquilla que se echaba por los hombros y se sujetaba con un alfiler de material més o me nos valioso segiin las posibilidades. La oli rquifa vestia esencialmente igual que el resto, pero con tejidos de calidad muy superior. usaba dos veces una misma ido se despojaba de lla, se proce- dia a quemarla Atuendo de los miembros de la nobleza, Entre los incas, la indumentaria esencial se reducia a una de mas calidad 117 os incas Mascara de La metalurgia y la orfebreria En el incario el oro y la plata se obtenfan en notables can- tidades, y de las minas se extrafa cobre, que los peruanos aprendieron a alear con el estafio para producir bronce También obtenian mercurio de una mina de Huancavé- lica, que usaban para amalgamarlo con el oro y la plata. Los incas se encontraron con las técnicas desarrolladas por las culturas anteriores, 0 sea que en este terreno no fueron innovadores, pero, como en tantos otros, aportaron el tra- bajo organizado, sistematico y controlado. Todo el oro y la pla eran propiedad del Inca y, tras su ex raccién, debfan llevarse a Cuzco, donde se atesoraban. El oro, como don del Sol, tenia cardcter sagrado, y no se po- dia sacar de Cuzco ni en la més minima proporcidn. Los otros metales tenfan también una dimensién religiosa (se consideraba que la plata eran lagrimas de la Luna) y los lu- res donde se obtenfan sf tenfan una condicién sacral, 120 pucs se consideraban huacas, lugares donde se manifestaba Ia divinidad, Se Hevaba cuenta estricta de toda la produce cién, y habia funcionarios especialmente encargados dé supervisar todas las fases, que controlaban rigurosamente desde el trabajo en minas y placeres hasta su transporte y almacenamiento. El Inca podia saber en todo momento curénto metal se extraia, de qué cantidades se disponia, ete, El oro se obtenfa por lavado, para lo que se construfan pe- quefias presas en las corrientes auriferas. Las pepias se fundian para formar lingotes, en unos hornos (huayrts) si tuados en lo alto de los cerros. Empleaban como combus- tible el carbén vegetal y el fuego se activaba con fuelles, $ orientaban hacia el este, en la dir én de los vientos ali- sios, que contribuian a que se alcanzaran las altas tempera- turas necesarias. En los talleres de orfebretia se empleaban pequefios hornos y hornillos, y se avivaba el fuego con tu bos por los que se soplaba. La produccién: del maiz al oro Jas técnicas para el trabajo de los metales eran el moldeado, el batido, la soldadura, etc. Los or- febres residian todos en Cuzco y estaban exentos de la prestacién laboral, ya que toda su tarea era en beneficio del Estado. Por los testimonios de los cronistas sabe- mos que los incas produjeron obras de orfe- byreria de gran belleza y perfeecién: figuras humanas y de animales, vajillas y adornos, pero éste es un capitulo de la oria del arte que se ha perdido, puesto que los conquistadores fundie- ron las piezas para obtener lingotes y monedas, en cumplimiento del emperador Carlos V de 1535 Con el bronce se fabricaban cabezas de mazas de ‘guerra, palancas para tareas de construccién, ins- trumentos quirtirgicos, alfileres, cuchillos, bolas para cazar aves y adornos diversos. Los incas sabfan conferir al cobre un aspecto parecido al oro, también eee Snes decoanves, Mascara de oro con tepujados. Cumpliendo un edicto de Carlos V, los espanioes fundieron los metales preciosos para obtener lingotes y moneda, “ 8 fe} 0) Los incas emplearon el método de la cera perdida, usado en otras culturas y en distintas épocas: la pieza moldeada con carbén (A) (B); la coccion dernite la cera (C), y el espacio que ésta deja se rellena con metal fundido (D). 121 Festividades, creencias y ritos Las fiestas, como todas las actividades en una so- ciedad teocratica, esta- ban vinculadas al calen- dario religioso y éste, al ciclo agratio. Cada mes habia una fiesta y por lo eneral coincidfa con una feria o mercado. El calendario inca era solar, como ca- bya esperar de un pueblo que centraba sus creencias en el culto al Sol. A diferencia de las culruras mesoamericanas, los incas tuvieron unos conocimientos astronémicos muy ele- mentales y el calendario era, por lo mismo, muy sencillo, El aio se dividia en doce meses de treinta dias, con cinco dias supernumerarios al final. El afio empezaba en diciembre (Capac raimi: festival esplendoroso), en que se celebraban los ritos de iniciacién a la pubertad, la adopcién del taparrabos y diversos juegos, cdnticos y danzas. Seguian Huchuy pocoy (pequefia_ maduracién), Hatun pocoy (gran madu- racién), Paucar huarai (estidura de flores, coincidiendo con el equinoccio de pri- mavera), Airihuai (danza del maiz joven), Aimuari (canto de la cosecha), Jnti raimi (festival del Sol, solsticio de ve- rano), Anta situhua (purificacién de la Tietra), Capac si- ‘ubua (purificacién general, sacrificio); Coya raimi (Festival de la coya o reina), Uma raim (Festival del agua; equinoccio de otofio) y Ayamarca (procesién de los muertos; noviem- be). Todas estas fiestas ponfan un contrapunto a la dureza 141 Los incas La mascara felina y las manos de esta cerimica an que se trata de tuna divinidad o un brujo relacionados con los ritos, de fertlidad Estatulla de un tocador de flauta, perteneciente a tuna de las culvuras de la costa vinculadas al area de havin, con adornos en. las orejas que coineiden con los del Lanzén. Los pueblos andinos empleaban la musica para ‘convocat @ los dioses, del trabajo y se celebraban en todo el imperio, hasta el il- timo ayllu. Légicamente, tales celebraciones revestian gran esplendor en Cuzco, con la presencia del Inca y de los altos dignatarios, en torno a los cuales se observaba un ceremonial calculado al mil sas podfan durar de un dia a una semana, y en su transcurso se consumia chicha en gran- des cantidad: obligatoria Los purie se entregaban a danzas y cantos siguiendo las indi caciones de los sacerdotes del Sol. Los instrumentos emplea- dos eran la caracola, usada como trompa, y varias clases de flautas de pico (de hueso, de cafia, de arcilla) y de Pan, tam bores y tamboriles, panderetas, cascabeles y sonajeros, Para ejecutar algunas danzas, se empleaban méscaras y pieles de animales, y en otras, que eran una estlizacién de las labotes 15.49 ge pan de in cultura nazca conservada pricticamente intacta agricolas, los danzantes blandian los aperos y tiles propios rite ain arena del desta. Fats nts eon mn poplars de las faenas del campo, Habia asimismo danzas guerreras, __entze los nazeas y los mochicas, y se elaboraban en varios netro. Las de modo que la ebriedad era general y casi 142 Festividades, creencias y ritos 4:47 en las que se coreografiaban combates ¢ incluso se emplea- ban cad res de enemigos, alos que se acondicionaba para transformarlos en instrumentos de percusidn, Las danzas procedian de las culturas preincaicas, como pone de mani- ica mochica, cuyos recipientes estén decora- dos con representaciones detalladas de ese tema Pero las danzas no las ejecutaban sélo los puric. En el en- torno del Inca eran mis solem: fiesto la c s, con movimientos pau elegancia y sobriedad. El soberano contemplaba los majestuosos movimientos de los danzantes sentado en su escabel de oro. sados a los que se pretendia cor Tampoco faltaban entre los puric las competiciones depor- tivas, como carreras 0 pruebas de habilidad en el lanza- miento de bolas, y juegos como la persecucién festiva de mujeres jovenes, con relacién sexual in situ como premio, entre otras amenidades, Los cultos locales y la religién oficial En el escalén més bajo de la religiosidad popular estaba el culto local, centrado en la huaca o santuatio. Este recogfa la tradicién y la suma de creen- cias elementales de la familia, el clan y el ayllu: orar para obtener una buena cose- ch para que lloviera, para sanar una en- fermedad, para que un na curriese elizmente, etc. Asimismo, alli se ofrecian las primicias de la cosecha. La huaca era un punto del territorio donde, por la razén que fuere, se manifestaba una fuerza sobrena tural que permitia a los hombres comunicarse con la es div Vinidad. De esa topografia sagrada formaban parte rios, lagos, manan- tiales y a Fiesta y baile en una pequena aldea del iplano. Muchas dau ceulturas preineaie npanaban con un gran consumo de chicha. lentes del terreno. Otras huacas eran pequetios pos y en las aldeas 0, a veces, aucénti- cos templos que se remataban con una figura de la divinidad local eubierta por un dose. sando la flauta de Pan, parte importante en Miisico ciegs 143 Los incas Junto a esta religiosidad popular, y comple- mentindola, estaba la religién del Estado, el caulto solar, que da nizacién y a un ritual elaborado. En el solsti- cio de invierno, el Inca, suntuosamente ata- viado y seguido de sacerdotes y dignatarios, taba ante el dios supremo, del que directamente, y presidfa la cere- cendido del fuego sagrado. Esta a lugar a toda una orga se proster descendi monia de € operacién la Hevaban a cabo los sacerdotes, que manejaban espejos para concentrar los rayos solares mientras otros frotaban las ma- deras que con este fin se custodiaban en el templo, Este fuego sagrado quedaba al cui- adas al Sol. dado de las virgenes consa Mutros de la piramide mochica de adobe conocida como la Huaca del Sol. Por 146 En septiembre, los nobles recorrian lay de Cuzco «matando» simbélicamente lif fermedades y otras des racias con wml zas que representaban los rayos dél Como en todos los cultos, existia el coi io, es decir, que para obtenet ester prescindir de algo. Se sacl ban alimentos y objetos varios y, al pl de sacrifi era m se practicaban ocasionalmente sacrificial manos, principalmente de nilfos entry por los curacas de las regiones sometida Representacion de Inti, el dios Sol, com TOME nuumano, La religion oficial del incario eta th culto solar, sujeto a un ritual establecido, amano, 135 X 230 men la base y mas ombina de América del Su Ademas del culto al Sol, se rendia tambi alguna forma de adoracién ala Luna, las estrellas, el mar, la tierra y fend- menos naturales como el trueno, Los sacerdotes pertenecfan a la nobleza, y eran los oficiances de los ritos y de las grandes cere- y los encargados de consultar los oriculos. monias Los protagonistas de los mitos Inti era el nombre que se daba al dios Sol. Pade de los incas, los protegla como pueblo escogide para dominar la Tierra. Descen- diente directo de Inti era el soberano. Se rataba de una divinidad benéfica, que pro- dligaba sus dones a los hombres, area en la que era secundado por su eényuge, la Luna. En Machu Piechu hay tun gnomon a modo de poste de amarre del Sol (Intibua- tana), Alrededor de estos postes se reunfan los sacerdotes para observar la trayectoria del astro y hacer predicciones. Pachacamac era el creador: su nombre significa shacedor de la'Tierra», Se trata de una divinidad incorporada al pan- teén ineaico provedente de las culturas costeras, ya que se le representaba como un hombre-pez. que salfa del océano para llevar a cabo su labor creadora. Segiin una narracién, olvidé proporcionar comida a la primera pareja humana, lo que caus6 la muerte del varén por inanicién, La mujer © quejé al Sol por aquel injustificable descuido, e Inti la compensé volvigndola fértil y permitiéndole proctear. No estd claro si el padre de las criaturas que nacieron fue el propio Sol o si éste obré el prodigio de capacitar a la mu- cenogénesis, Tras el nacimiento del primogé- nito, Pachacamac dio muerte al nifio y le hizo pedazos, De ada uno de éstos nacieron las plantas que poblaron la Tic- ra, Un segundo hijo, Huichama, escapé al trigico sino de su hermano, y Pachacamac, furioso, maté a la madre. Hui- chama la vengé, persiguid a Pachacamac y lo arrojé al mar con lo que la creacién ya no pudo proseguir. Disco solar en oro repujado, Esta representacion de Inti sigue los mismos canones que la de la pagina anterior, pero el material ha permitido al orfebre recrearse en Jas formas decorativas Viracocha era el ser supremo de los ineas, dios de las tor- mentas y del Sol, tal vex. un mediador entre Inti y los hombres, aunque no debe repararse en las contradiccio- nes o la falta de sistematiz caso, Viracocha era ya una nidad muy arraigada y venerada en Epoca preincaica, Se lo representaba con rayos de sol saliendo de la cabeza y de las manos, y con lagrimas que serfan la Huvia. Festividades, creencias y ritos | Relieve de Viracocha en et dintel de la puerta del Sol de Tiahuanaco, con rayos solares en la cabeza y en los ojos lagrimas {que simbolizan la lluvia 147 Yaa y cdor, a Viracocha se debian la luz y el principio de to sas, La creacién se produjo a partir del lago Titicaca era creacién, que comprendié la Tierra, el firma los primeros hombres, al parecer seres gigantes- satisfizo a Viracocha, que decidié envia destruir lo creado. Cre6 después una si «uit alos hombres en los diferentes saberes que les ‘ieron vivir civilizadamente, fa clabora ante dividia la histo {Tierra en cinco edades. La primera era una edad en la que gobernaba Viracocha: todos vivian felices mn Festividades, creencias y ritos y la muerte no existia, La segunda edad estuvo protagoni zada por los gigantes, adoradores de Viracocha. En la ter cera aparecen ya los hombres, pero reducidos todavia a un estado de salvajismo. La cuarta edad fue la de los auc runa © guerreros, a quienes se deben los primeros impulos civi lizadores, y en la que habrfa prosperado la cultura mochica La quinca edad serfa la de la plenitud imperial del incario Viracocha, una ver. concluida su misién entre los hombres. se adentré en el océano, caminando sobre las aguas, y de saparecié, La llegada de los espafioles, por mar, pudo rel cionarse con el retorno, siempre esperado, de Viracocha, lo que de momento causé el desconcierto de los incas. Pese al encumbramiento de Inti, como antepasado directo de la dinastia inca, siempre se tuvo present en todo momento se le honré debidamente. Una divinidad menor fue Tonapa, ayudante de Viracocha Tras rebelarse contra éste, fue castigado ab a Viracocha y ndondndolo a la deriva y arado en las aguas del lago Titicaca. El simbolo de dd calor») era una cruz, y esta particularidad y la ci- cunstancia de que se rebelara contra aquel dios antiguo Heva- Tonapa (conocido también como Conapa, que sigh que ti ron a los primeros misioneros a conjeturar sobre una remota penetracién del cristianismo en tierras peruanas, luego arrine Jo por otros ccultos. Naturalmente, la cruz es un simbolo primario que, con distintas variantes, se da ‘on muchas culeuras sin rel: cién directa unas con otras Cuatro individuos portan una litera con un difunto, 150 ‘Como todos los pueblos preincaicos, os incas practicabal encargado de los sacrificios corresponde a la cultura de Cen Sechin (h. 1800-800 a. C La muerte y los ritos fiinebres A los muertos se les reconocia la capacidad de seguir vie viendo como presencias invisibles que pululaban por dow quier y que, en principio, eran hostile a los vivos. Los purie no merecian funerales vistosos y en el mas allé sélo podtan aspirar a encomendarse a divinidades de rango inferior. En el | ally, basado en el clan y en la cooperaciés la desaparicién de uno de sus miembros se consideraba una desgracia no sélo por los sentimientos de pérdida que el dbito pudiera su- Jone, sino porque desaparecfa una pieza ile] engranaje, se producfa una mutila sin en el organismo social. Los allega thos organizaban unos ritos sencillos, Las Jiuijeres se cortaban la cabellera, se cu- Vian cl rostro y proporcionaban ali- Jyento a codos los que vistaran a la fami- 1 pésame. Junto al tuvliver se ejecutaba una danza de movi fislentos lentos, al ritmo de los tambori- Jes que batian las mujeres. Al difunto se Jo encerraba en postura fetal, envolvién- Wolo con su poncho y luego con una ‘manta. El fardo funerario se depositaba eh cuevas y bajo salientes rocosos, o en fhimulos hechos de piedras cementadas on avcilla, El ajuar consis las perte- inencias del difunco, recipientes con chi- hay losatriburos de su dedicacién, site- ‘na una especifica: armas en el caso de los uerreros, instrumentos para el trabajo {extl, etc. A las mujeres las acomp: tan el celar, lana, etc Fiscas costumbres tenfan por objevo mantener al muerto cémodo y satisfe- cho y disuadirlo de que se dedicara a mostrar su hostilidad hacia los vivos, causindoles perjuicios 0 lanedndoles conjuros y maldiciones. Todo el ayllu tarea de propicia- bien comtin. A la colaboraba en cidn, pensando e Jarga, a esas presencias de los difuntos les sobrevenfa una segunda y definitiva muerte y ya se los olvidaba Caso muy distinto era el de los nobles y, ial, el del Inca, sobre cuya muerte ya se ha tratado anteriormente, Ls oligarquia organizaba vistosos fune- rales para honrar a sus difuuntos, y se los crtaba acompafiando los fardos fune- »s con abundante y rico ajuar. Festi Contejo de un enterramiento, en la eronica de Poma de Ayala, El difunto aparece ades, creencias y ritos DECHICASVIO 151 Como en tantas otras sociedades arcaicas, re- sulta diffcil delimitar los dmbitos de la medi- cina y las précticas mégicas y supersticiosas. En conjunto, la medicina se componia de tales pric- ticas y de soluciones racionales y empiricas, como ho podia ser menos. Y como en otras sociedades ar- caicas, la enfermedad se consideraba la mayoria de las veces un castigo o el resultado de la malevolen- cia de una entidad més poderosa que el enfermo. Si entre el individuo, su divinidad local y las divi- nidades mayores habia armonia, la enfermedad no hhacta mella, Esa armonia se manifestaba en la ob- servancia de las précticas religiosas y en el acata- ‘miento del orden establecide que, por definicién, cra sagrado. La ausencia de armonfa acarreaba, pues, enfermedad y desgracia, La medicina y los quipus La festividad de la reina © Coya Raimi, cele- brada con motivo del equinoccio de otoio, tenia también un aspecto curativo. Al ser su finalidad esencial la purificacién y al identi- ficar transgresién con enfermedad, el pro- pésito de los ritos era asegurar la salud y el bienestar, En esas fechas se ayunaba, se lavaba el cuetpo y se hacian confesiones paiblicas de las faltas cometidas. Al margen de este aspecto migico-religioso, habia una medicina basada en la observacién, pero los co- nocimientos eran muy precarios. La ignorancia en materia de anatomia y fisiologfa era casi total. Aun asi se recurria a remedios que, segiin habia dem trado la préctica, eran eficaces, como plantas medi nales y algunas sustancias minerales, que se aplicaban 169 Los incas Fn muchos mercados peruanos se encuentran todavia plantas y otros productos utilizados por la brujeria y la medicina antiguos incas, Estas imagenes corresponden al lamaclo mercado de los br ambayeque, en la costa peruana, donde mas se han conservado las tradiciones primitivas en forma de cocimientos, emplastos, polvos, etc. Incluso se practicaban audaces intervenciones quittirgicas, como trepanaciones y amputaciones, sobre todo a heridos de guerra. Ya la cultura de Paracas nos ha dejado algunos ins- trumentos rudimentarios de obsidiana y silex que servian Para esos menesteres, y que los emédicos» incas siguieron utilizando en sus intervenciones. También se reducfan fracturas y se conificaban los miisculos con masajes. La observacién les llevé asimismo a relacionar ciertas dolen- cias con la estacién del afio, los cambios clin gestion de determinados alimentos 0 sustancias, etc. dticos, la in- Diagnésticos y «terapias» Para los diagnésticos también se recurria a la adivinacién, para lo que se sacrificaban animales y se examinaban sus s, 0 bien se observaba el vuelo de los pajaros, 0 se rojaban al aire hojas de coca y se hacia una interpre 170 Distintos tipos de e: alpelos y hachuelas empleados por los ‘no solo se basaba en pricticas magicas y religiosas, Ht Seyi a forma en que cayeran, Al- Hilo pues los elementos itracio- Hs con los empiticos, 1os incas Won a diagnosticar y tratar el Betitismo, Ia gora, la epilepsia, Whine, la disenteria, ast como BHHt0 niimero de enfermedades iiilites, cucineas, nerviosas, Piliionares y del tracto diges- HW. Conocieron el tifus, la tu- Hefeiloss y el técanos, pero dadas Wi dleplorables condiciones higiéni- HW ho trataron esas dolencias con efi- fei bxoftil Estudiaron especialmente el bocio ico, endémico en aquellas regiones, Mi llegar a conclusiones titiles, Beha hecho mencién de la paradoja fille suponia que con tan escasos co Kimientos los «médicos» ‘inca: Wenturaran a real zat trepanacio- MMS, Peto ésta es una préctica muy Gitacteristica de las culturas andi Mas. Al parecer, algunas trepanacio- fies se efectuaban por razones m4 fico-religiosas, como demuestran muchos créneos que no presenta- ban ningtin traumatismo previo. Se trutaba de liberar al individuo de un imal espiritu que lo hubiera poseido , sencillamente, de curar el dolor dle cabeza. Otras operaciones tenian por objeto, como ya se apunté hetidas de guerra que hubie masa encefélica. Se intentar curar ran afectado a la han encontrado créneos con ‘shales de haber sido trepanados més de una vex, posible- mente por considerar que por el primer orf netrar luego un mal espiticu. El orificio practi venta formas geomeétricas que xplicar: redondas, cuadrada |. apertura del orificio podia h. limientos, como raspado, aserr pudo pe- ido pre- 0 somos capaces de poligonales, ovaladas, etc acerse por diversos proce. ado y perforado, La medicina y los quipus Ezquierda: las perforaciones de estos ¢rineos presentan unos reborde: que no parecen salidos de los instrumentos ‘onocidos. Derecha: distintos tipos de ¢scalpelos wilizados tambien para trepanaciones, | En la gestacién y el parto no se observaba medida alguna, y en el trance intervenian los allegados, sin ota preparacién que lacostumbre !s prictica, Todo se reduca a invocaciones ala Ml Tietrao Pachamama y ala Luna, y a plegaras en I huaca local. No existia el oficio 0 funcién de partens {is personas que nacian con discapacidades o defor ida des y aquellas que contrafan enfermedades cronicn inca Pes due les impedian incorporarse a la maquin Productiva del ayll constcuian una clase apate, Ia pure runa: Para ellos habia en los principales centros ur banos una especie de asilos donde quedaban tecaiden Los Planta andina empleada desde tiempos de aunque las hojas de coca se ut que podian trabaj ra con limitaciones, lo ha- anque fi cian, El Estado se encargaba de la manurencién de los on- coe runa durante toda su vida. ‘Como ya se apunté, no exi a habia especie de sacerdote de el an médicos, pero en cada ay- Igxin curandero, que era considerado como una inf or. Por lo general se tra- taba de una persona con alguna incapacidad que le impe- dia cl trabajo en los campos. El Inca si contaba con un mé dico de cdmara, el ambicayo, procedente de la clase noble y que también formaba parte de los ssabios» expertos en otras disciplinas. preparar una tisana medicinal. Los incas conocian varias plantas curativas, an en particular por sus propiedades estimulantes. Las enfermedades de los incas Antes de la llegada de los conquistadores, que introdujeron la viruela, la tuberculosis, otras dolencias, parece que los trastornos mé tre los incas eran la fiebre amarilla y la malaria, propias de los is tropicales. También se padecfan enfermedades respi- ratorias, como la neumonia, la brong ‘comunes en- y el resftiado co- iin, Eran endémicas las dilceras que destruian los tejidos del rostro: empezaban por la nari y corrot sal y los labios, produciendo terribles muti el cartilago na- iones. En la ce- rimica mochiea se encuentran representaciones de personas By) ecronis producidas por i wl HB) los valles situados Miiie los 1.500 y los 100 m Hecviencia una enfer daba con Wedd Hamada ev Hype, ransmitida HF un insecto que lubitaba en aquellas Whines, conocido Homo civira. El mal Jainenzaba con dolor Weyarmanaydehue- § fl cuerpo se Henaba ile una especie de fo- Hinculos que supuraban y \ynentaban de tamafo. Acom- Jiafaban a estos sintomas fiebre flevada y la aparicidn de verrugas, que explica su nombre. El enfermo novia por anemia, Esta dolencia ha sido endémica hasta épocas recientes, in las alturas andinas, el reflejo de las inieves causaba inflamaciones en los Jpirpados, que llegaban a sangrar. Este hnnal, conocido como surumpi, po pro sera. También se daba el sbre todo a quienes no esta altitudes, y hoy qumbrados a aq xe aquejando a muchos via jue recorren los Andes. En la costa eran frecuentes las enfer- as, con aparicién de dades cul istulas, que dejaban seftales de por da. En la cerdmica aparecen personajes fectados por este mal, que al comienzo se snfundié con la viruela. Esta, como queda ‘cho, fue una importacién europea. Cen x empleada desde tiempos de lo reas pata preparar una tisana medicinal. Les ineas conoeian varias plantas curaivas, sue las hojas de Coca se wilizaban en particular por sus propledades estimates aque podtian trabajar, aunque fuera con limiaciones, lo hae an. El Estado se encargaba de la manutencién de los on- coc runa durante toda su vida. Como ya se apunt6, no existian médicos, pero en cada ay I habia algiin curandero, que era considerado como wna especie de sacerdote de clase inferior. Por lo general se tra taba de una persona con alguna incapacidad que le imp diac trabajo en los campos. El Inca si contaba con un mé- ddico de camara, el amibicaye, procedente de la clase noble yy que también formaba parte de los wabios» expertos en otras disciplinas. Las enfermedades de los incas ‘Antes de la llegada de los conquistadores Ia viruda, la tuberculosis, el sarampién que introdujeron ‘otras dolencias, parece qu los trastornos mas comunes en- tre los incas eran la fiebre amarilla y la malaria, propias de los También fermedades respi- ator neumonia, la bronquits y el resfriado co- intin, Eran endémicas las tilceras que destruian los tejidos del rosto: empezaban por la nariz y corrofan el cartlago na~ sal y ls labios, produciendo terribles mutilaciones. En la ce- climas topical padecfan como mics mochica se encuentran representaciones de personas son necrosis producidas por La coca se utilizaba como calmante en lav i , trepanaciones de craneos y en todas la 4 aleceién. operaciones quirirgicas, Los ineas tenian médicos «especializados»: el sirkal (cirujano) as, para Hy los valles situados antic los 1.500 y los 1,800 m se daba con para las heridas de guerra, los car el pueblo llano, y el ambicayo, para el Inca frecuencia una enfer- inedad llamada «ve- fry, transmitida por un insecto que hiabitaba en aquellas alticudes, conocido como titira. El mal La coca, la «planta divi Se cree que esta planta (Erythroxylum coca) se empleaba como anestésico 0, al menos, como sedante en las intervencio- nes quindrgicas, pero en el mundo an: dino nunca se conocié la anestesia ge- neral, por lo que las trepanaciones y orras operaciones particularmente do- Jorosas se llevarian a cabo en vivo, aun- smenzaba con dolor dle garganta y de hue- 40s, y a continuacion wuerpo se llenaba de una especie de fo rrinculos que supuraban y aumentaban de tamafio. Acom- pafiaban a estos sintomas fiebre clevada y la aparicién de verrugas, Jo que explica su nombre. El enfermo {que sustancias como la que comentamos servirian, al menos, para paliar minima- mente el suftimiento. Dificilmente los trepana- dos sobrevivian, Cultivada en las vertientes de los Andes orientales y en las tierras cilidas, la coca forma una mata tupida arbus- tiva de tallos lefiosos, que a veces puede crecer hasta més de 2m de altura. Da unas hojas moria por anemia. Esta dolencia ha sido endémica hasta épocas recientes. En las alturas andinas, el reflejo de las sieves causaba inflamaciones en los parpados, que Hlegaban a sangrar. Este nal, conocido como surumpi, podia producir ceguera. También se daba el soroche o mal de altura, que afectaba sobre todo a quienes no estaban acos- cumbrados a aquellas altitudes, y hoy sigue aquejando a muchos viajeros clipsoidales, pequefias y de color verde intenso, que aparecen varias veces a lo largo del afio, se arrancan y se secan al sol. Las flores , de color son pequ blanco, y los fruros son de que recorren los Andes color rojo. El alcaloide que En a costa eran frecuentes las enfer- medades cuténeas, con aparicién de puistulas, que dejaban sefales de por vida. En la ceramica aparecen personajes afectados por este mal, que al comienzo se confundié con la virucla. Esta, como queda dicho, fue una importacién europea. conti nen, y que hoy cono- ‘cemos como cocaina, e em: pleaba con el fin anestésico do y como ténico ner- J sioso. Los incas y, ances que @& ellos, as gentes de las dems cul- turas que florecieron en los Andes, 173 eee oN La medicina y los quipus Ja: hojas de coca cultivadas en ta actualidad 5 botanico con las hojas, ores y trutos de Jina, El consumo ente los subd Inca estaba reglamentado, lam Les ayudaba a soportar las du caban y luego la escupian. ras caminatas a grandes alturas 0p y mitigaba las sensaciones de AM frio, hambre, En las tumbas se han en- Contrado. hojas de coca MS como parte del ajuar. El proce- sed y cansancio, dlimiento para consumir la coca con- sistia en envolver la hojas con unas bolas de lana que, a su ver, se introducian en wna p aquefia calabaza que contenta cal, obtenida de la com- ppustidn de conchas marinas o directamente de la ca~ liza. Las hojas se introducian en la boca, colocindolas en un lado, donde se mantenfan un tiempo, mientras se ponfa en Ta lengua un poco de cal que ayudaba a que solaran el jugo, Esta «planta divina», como la llamaban los ineas, ¢s un cle mento cultural de primera magnitud en el mundo andino, Fin el imperio las plantaciones se extendieron mucho, siem- pre como monopolio estaal y se Hlevaron alas regiones te ién conquistadas, pero no parece que el consumo estuviera ampliamente generalizado. Acaso lo estuvo en las culturas preincaicas y sin duda tra la conquista. Durante el imperio, Ul consumo estaba estrechamente reglamentado, como 10- ddos los detalles de la vida en el incario, y el uso habitual de las hojas se reservaba a la nobleza, a los adivinos y sacerdotes yya los mensajeros. El empleo para aliviar achaques de la ve 175 La medicina y los quipus #0 sedar a los operados parece que tambien se reservaba a I lives alas. Parece que el acceso incontrolado a esta sus- Wein por parte de los puric no llegé hasta época colonial, sano quedé desorganizado el férreo entramado institu- ibs quipus {9p antiguas culturas peruanas desconocian la escritura, jie idearon un recurso mnemotécnico para comunicarse y ww yet datos. El quipu («nudo») es un invento preineaico, Jieto los incas hicieron uso de él como un clemento impor- {unre en la organizacién de su imperio. El quipu por sf inmo no significaba nada; era el mensaje verbal que lo acompafiaba lo que le daba sentido al jproporcionar la clave para la interpretacién, Hl quipu esténdar, de lana, constaba de un corel principal (que podia medir entre 0 cm y varios metros) del que pendian uerdas menores, de diversos colores, con tnudos espaciados que representaban mime- tin el sistema decimal. También ha- by un simbolo para el cero: una cuetda sin nudos, Por este procedimiento, que permi- la recuentos superiores a la cifra de 10.000, podfan registrarse censos de po- blacién, cabezas de ganado, existencias al- macenadas, etc. El quipu-camayoc era el incérprete oficial de quipus y asimismo el experto que los anudaba. También los go- bernadores y otros dignatarios debian sa- ber «leer» los quipus para dar cuenta al Inca de los hechos y datos que se les pidieran. Los colores y longitudes de los hilos tenfan un significado preciso, como también la forma de los nudos, la distancia entre ellos, «tc. Todo ello permitia aleanzar una exacti- tud que parece asombrosa al hombre mo- demo. Incluso se especula sobre si los qui- pus podfan servir también de recordatorio para ideas mas abstractas que las simples enumeraciones. Si servian, segtin se ha pro- Inca con un quipu representado en la cronica de Poma de Ayala. Las cuerdas con los nuidos colgaban de una cuerda principal que podia tener varios metros bado, para rememorar hechos histéricos con todo detalle: cudntos afios duré un reinado, cud les fueron las conquistas, cudntos hombres se perdieron, cudntos prisioneros se hicieron, qué botin se cobré en una campafia, Los espaftoles destruyeron archivos de quipus, lo cual, unido a la desaparicién de quienes sabian in- terpretarlos, ha significado borrar irreparablemente capitulos muy importantes de la historia peruana. etc, Figurilla femenina de plata que representa una mujer mascando hojas de coca. El consumo habitual estaba reservado a sacerdotes y brujos, alos nobles y a los mensajeros. Disposicién de los quipus Quipu conservado en el Museo Arqueolegico de Lima. En cada cuerda habia de 1 a9 nudos agrupados que representaban cantidades. El mensaje verbal era imprescindible para lescif nificado A continuacién se cita un fragmento de ban lo que se contenia en aquel tal los Comentari reales del Inca Garciaso como a ore Por el amarillo, y la pl Ge aVega donde se comentan las carac- por el blanca Y por el coloradgh teristcas y aplicaciones de los quipus.E1 gente de guerra, autor hijo de un capitén espafiol y de »Las cosas que 47a princesa inca recogié en su obra las pues tradiciones de los pueblos andinos: no tenian colores fl S Por su orden, empezandds las de mds calidad, y procediende fil las de menos, cada cosa en su génlil ar Y flude, y como en las mieses y legumbres BBR también se toma por la cuenta, por in las de Espa ue los Fiudos la daban de toda cosa, FO el trigo, luego fa cebadh, gil Hacian los indios hilos de diversos co banzo, haba, mijo, etc, Y asf tal lores unos eran de un color solo otros bién cuando dart cuenta de las a mths colores otros de tres y otros demas primero pontn ka que tenian po eeu tHe 15 colores simples y las més nobles, como anaat y luego dif rpezladas todas tenian su signifcacién dos, arcos y feches porr de Por silo hlos eran muy torcidos, hondas y ee de «Quipu quiere decir gamos por compara as y hachagy mas armas que tenia G° tres 0 cuatro lfuelos [cabo ora hablandds de los vasallos, daba mal], y gruesos como un huso de hie- de lc los vecinos de cada pueblo, y lug es aR EPO ere, yk 0s de a tres cuartas de var én junto los de cada provincia. En ol nlaes (del edeposiio jo incase el deposi ter hilo ponian los viejos de seséhl dels reer exenessinitndowesurden alnirge nee ®Pa-_aflos aibaen el segundo ls hom de un largo quipu cejos [fe Colores saca- maduros de cincuenta arrib an cuenb Tupac Inca Y de almacenes o sartaban en otro hilo por isos], Por ay el ta 178 ron EY los y euerdas de un quip Radicati di Primeglio, uno de los ilistas que mas ha estudiado este istema r otecnico, Hero contenia los de cuarenta: y asf de die z afios, hasta los nifios de teta. V isma orden contaban las muje- n edades 105 hilos tenian otros hil mismo color como hi ves de aquellas reglas s de tal edad, asados; los bil entendian ignificaban el némero de los viu: 5 que de aquella edad ha- juel afio, porque estas cuentas ;nuales, y no daban razén més 2 un affo solo, udos se daban po Jad, dece cu orden de millar, decena llar:y pocas veces © nunca pasa cent pus como éste, que cuelga de una especie de bastidor in de reservarse para datos relativos a una informacion 1 la centena de millars. ‘muy especial o relevante, ya que s¢ han hallado escasos ejemplares 179 Arquitectura, urbanismo y manifestaciones artisticas Las construcciones de {iy culturas andinas ian de una gran senci: ller y un desarrollo, en ie tina instancia, como sucede fn tantas otras civilizaciones, de {us viviendas primitivas, como cho- yas, abrigos, etc. En un apartado ante- flor ya se trat6 de la casa del puric y se hizo mencién de la extrema simplicidad estructural de las mansiones de la oli- arquia. Se trataba de edificios adintelados, pues los incas no conoefan ni el arco ni la béveda, y las techumbres eran de woncos o de paja trenzada. No tenian ventanas, 0 bien G08 se abrian una vex terminada la construccién y se les si invariablemente forma trapecial. materiales los eran la piedra, para los edificios oficiales o de las clases superiores, con aparejo ciclépeo 0 con los sillares pulidos y preca- riamente cementados con atcillas y se empleaba el adobe o la combina- cién de éste y piedra, y otros materiales mis fragiles, como troncos, juncos, etc., para las de- mas construcciones. En realidad, pues, tanto el palacio como el templo, el almacén o el tambo respondian a un mismo y uniforme concepto constructivo, de extrema se cillez. Otra cosa era la decoracién interior, que en el caso de templos y palacios no ahorraba en metales nobles, aunque dificilmente resistirfan una comparacién con edificios equi- valentes del Viejo Mundo en cuanto a lujo y confor. Los incas dieron gran importancia a la arquitectura mili- tar, y construyeron gran ntimero de fortalezas de piedra, 181 Arquitectura, urbanismo y manifestaciones artisticas repartidas por todo el tertitorio, las zonas fronterizas con las regiones por conquistar (Anca nayo, en lo que hoy es Colombia, o Purumauca, junto al rio Maule, en Chile, separadas ambas por més de 2,000 km). En las inmedia ciones de las principales ciudades (marcas) solia erguirse una de estas fortalezas (pucara) en lo alto de una colina prdxima, pero las ciudades no estaban amuralladas. La fortaleza de Cuzco era la ciudadela de Sacs cuya construccién fue iniciada por Pachacuti Inca Yupan: juaman, qui el mismo afto de su acceso al poder (1438). Las obras se prolong igaron setenta afios y en ellas trabajaron mas de 30.000 obreros. Por la parte norte se extiende una triple muralla ciclépea de casi 500 m de longitud, con terrazas y paraperos. La fortaleza tenia sélo tres accesos y constaba ademas de dos torres de planta cuadrada, pasadizos subte- rrineos, aljibes y acequias para la distribucién del agua, al- macenes, albergues y todo cuanto se prevefa que podia ser necesario para resistir un prolongado asedio. Las ciudades del incario ‘Como las demés ciudades importantes, Cuzco o el Cusco, que ademis era como el centro del mundo para los incas, obedecfa a una planificacién que se concretaba en la ¢s- tructura en damero, con calles rectas y perpendiculares y tuna gran plaza central. En esta tltima se situaban los edifi ios principales: el remplo del Sol, las residencias de los sacerdotes, tn palacio en el que se alojaba el Inca cuando estaba en la capital, la casa de las virgenes del Sol y depen dencias administrativas. Cuzco fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1983, Ouras ciudades importantes del incario fueron Pisac, a 34 km de Cuzco, que dominaba el curso alto del Uru bamba, rodeada de cultivos en terraza; Ollantaytambo, cerca de la anterior y de aquel rios y varias ciudades mais en lo alto del mismo valle, que formaban una cadena que al principio debié de tener finalidad defensiva Ruinas incas de Puca Pucara (la «fortaleza roja»), entre P Cuzco. F le pagina siguiente: murallas ciclopeas 183 (Otras ciudades incas repartidas por el imperio fueron Ri- mactampu (Limatambo), en la ruta de Cuzco a Quito, as como también Vilcashuamdn, Bonban, Hu ico y C marca, Huénuco contaba con un gran palacio para el In y Cai cestrat n plaza, icamente situado a medio camino entre la capital y narca era un importante centro con un Quito, Esta tiltima, a la que las vicisitudes histéricas leva fon a actuar como segunda capital, eta una gran ciudad con edificios monumentales. Antes de lleg contraba Tumipampa o Tum con posterioridad, y que tenia una especial significacién re- ligiosa, con un gran templo del Sol cuyos sillares fueron idos desde Cuzco, y con varios palacios y edifi strales para las virgenes dedicadas al cult. Todas las ciudades enume S) Y otras que merecerfan serlo, siguieron habitadas tras colapso del imperio y atin lo estén en nuestros dias, con las Iégicas transformaciones operadas en estos siglos, Machu Picchu, en cambio, se nos presenta como una ciudad inhabitada, con su estructura intacta y sin duda rodeada por el misterio, Arquitectura, urba (Coricancha) en Cuz ades incas fueron derruido: 1 antiguo templo de muchas ci Las ruinas de Machu Picchu fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1983. Su tardfo descubri- co, en 1911 (aunque en la actualidad se postula un des- nto anterior), probablemente salvé a la ciudad de Al parecer, la ciudadela fue cubrimi se desvirtuada o destrui abandonada por sus habitantes originarios, yen todo caso no fue una ciudad grande, sino acaso representativa de una evo- la ciudad de tipo pequ sn de Ia aldea hac para no de 500 habitantes. rnta la particularidad de estar fortifi Machu Picchu pre cada, En un lugar elevado, a 600 m sobre el Urubamb: ca con plazas, templos, r istribuye en terrazas, y cue 196 Jo en su aislamiento, pero los morum nu quedo pre wechar los sila as para los notables y casas con tejado en punt Tiene una sola puerta de acceso. Se desconoce la finalidad de Machu Picchu (nombre que se le ha dado moderna= mente, pues el verdadero se desconoce), pero se éa por se gquro que fue construida por Pachacuti Inca Yupanqul {que pudo haber sido enterrado alli tras su muerte ef 1471. Su hipotética cumba, asi como el templo det Sol debian de atesorar grandes cantidades de oro del que ha- bria sido despojada por Atahualpa cuando ordené acopiar la mayor cantidad posible de metales preciosos para off cérselos a Pizarro, con la esperanza de que desistiera de apoderarse de su reino. Un sencillo collar de conchas de molusco y 1a confirman la impecable maestria tanto de Las artes plasticas y suntuarias La escultura y el relieve tuvieron escaso desarrollo en el imperio inca. No se debié a una falta de dominio técnico, pues en la quitectura los antiguos incas tuvieron oportu- nnidad de demostrar su pericia construyendo muros sim- ples pero de gran belleza, con los sillares ajustados con tal precisién que entre ellos no se puede introducir el filo de tun cuchillo, Esta simplicidad parecfa colmar las aspiracio- nes estéticas de aquellas gentes y no se considerd necesario aportar ornamentaciones como relieves u otras, Los inte~ riores tampoco recibieron decoracién alguna, salvo r timientos de metales preciosos finamente labrados (y que los conquistadores se apresuraron a desmontar y fundi) Apenas se cultivé la escultura de gran tamafo. Se conserva sna que se atribuy6 al dios Viracocha, descubierta en 1930 1 el subsuelo de una iglesia de Cuzco y de la que, por azares ic la excavacidn, se exhibe hoy el cuerpo en un lugar y la ca ‘cra en otto, Aunque la talla revela dominio técnico, las fac~ famosa «piedra de las doce caras los orfebres incas como de los simp! ciones son toscas. Se sabe que también tallaron esculeuras ef madera, pero fueron destruidas por los misioneros, empefite dos en acabar con el menor vestigio de idolatria. En todd caso, la escultura es siempre religiosa y no se hicieron rete por lo que no habia exigencia naturalista . El inico trato del que se tienen noticias es la estatua de tamafio nati raly de oro que representaba al Inca recién fallecido, pero no se ha conservado ninguna pieza y, por tanto, ignoramog aa dénde llegaba la precisién en el parecido. También hay constancia de una estatua de oro que representaba el Sol ef figura humana, y ala que las crénicas aman Punchao. De bia ser entregada a Felipe Il, pero se ha perdido su rastro Abundan en cambio las pequefias representaciones humanas 0 zoomorfas en piedra 0 metales, seguramente con props tos votivos y como parte de ajuares funerarios, Precisamente, Ja orfebrerfa fue la rami istica en la que més destacaron los incas, Sobresalen por la finura de su ejecucién, pese a que las piezas se fabricaban en serie, con la técnica de la cera perdiday dente de Lamba procedian los mejores or Pectoral de plata cincelado y repujado, pro de plata, se destinaban a la oligarg} al alcance del pueblo eran de co- bre batido. Los orfebres mas ha Estas piezas, de or Las estatillas que estab: procedian de J, que recogfan tradiciones de las culruras prein- ntadas. En adornos y pequefios objetos itarios se puso de manifiesto una creatividad deudora dle aquellas culturas, con disefios y motivos que all no es fidos por la funcién reli apacidad creadora y un alto nivel estético const »sa, evidencian una demas mu No se han conservado muestras de pintura, aunque debid de practicars grandes murales que 4 si bien se habrfa perdido la tradicién de foraron Ia arquitectura de las cultivé la po narrativo, Si se ulturas preincaicas costeras. Nos consta que pintura sobre tabla, con escenas de evado muestras de pintura sobre vasijas de ma tradicién no se perdis y persistid en época aban ya entonces con una temd- ica adaptada a los nuevos tiempos. Arquitectura, urbanismo y manifestaciones artisticas Kero de madera tallado con forma de cabeza humana, Los incas tallaron esculturas de madera dedicadas a sus idolos, que fueron destruidas por los misioneros después de la conquista Kero de madera en forma de cabeza de feline vvasijas decoradas constituyen el tinico testimonio que nos ha llegado de la tradicion pictorica de los incas, 207 Las cerdmicas incaicas Actividad notable en época preincaica, en que se alcanzé do de calidad artistica, y ello sin conocer el dmica no fue un elevade torno de alfarero, en el Tahuantinsuyu la especialmente creativa en materia de decoracién y policro- calizaciones naz. anes en st 50: mia, sobre todo si se la compara con las cas 0 chimiies. Con todo, hay piezas el briedad, como los vasos panzudos y de cuello alto, asas verticales y base e6nica, con decoracién muy estilizada. Al unas de estas vasijas, que se han comparado con lo halos griegos, estaban tan bien equilibradas que una llenas, pese a su base cénica, se sostenfan en pie. Solfan destinarse a contenet chicha y eran de gran capacidad (hasta 30 I). Tambien los objetos de uso cotidiano alcan mn nial de cerimica, Esta decorada en el bor inos y en la fran de la vasija forma pieza de ceramica adopta una forma poco nuevo repite como principal motivo decorative una pequenia cabeza de felino. El testo son Arquitectura, urbanismo y mai {0s miodernos artesanos peruanos han Jyjulido en piezas como este recipiente ijjetos del disefio contemporaneo y live le la tradicion autectona Jigeolombina, en este caso los colores He las ceramicas incas. Jon en ocasiones un gusto depurado y, por razones utilita- Flys, una notable dureza: ollas de tres patas, que se vmpasia durante las guerras, y diversos pucheros y otros hharros de cocina, platos y braseros. Estos tiltimos tenfan Jorma ovoide, iban abiertos por un lado y reposaban tam- hién sobre tres patas. El interior se llenaba con carbones ‘encendidos y tenfan un asa para trasladarlos. Muchas pie- ys de cocina posefan también tripode incorporado para pponerlas en el fuego, y disponian de tapa y asa. Algunas te- fnlan también pico. La cerémica decorada presenta motivos feométricos, pero carece de decoracién naturaista festaciones artis Ceramica mochica con asa de esttibo, decorada en rojo con, ‘imbolos relativos al dios Sol, La rana era en el mundo andino un simbolo de fertilidad La misteriosa ciudad donde se adoraba al condor 965, una expedicién arqueolégica halld en la vertiente oriental de la Cordillera Central andina, en el lugar llarmado 1» Patajén, una ciudad construida en piedra y con una superficie superior a las 3.000 ha,en plena selva. Se encontraron ca bien trazados, const nisterio surgid cuando se encontraron unas «eg ira. de Chavin, pero los templos presentan un aspecto qu 2. Esto uitimo llend de perplejidad a los arquedlogos, dado que Yucatan se halla a varios miles de kil6metros del k ciones al parecer reigisas y otras muestras as» 0 cabezas que por su morfologia parecian emparentada una floreciente cultura en principio, parecfa deudor del ultimo periodo del art mas la cultura maya se desarroll6 ya dentro de nuestra era, por lo que las semejanzas se atribuyeron a la casualidad, arecer la misteriosa alas Topa Inca Yupanqui intes de los chachapoy as se halla en 1n_descubrié alli pinturas rupestres y monumentos funerarios. Adoraban a un dios en forma de céndor ludad guardaba relacién con los antepasados de la tribu chachapoya, con la que libré sangrienta 171-1493), obligindola a retirarse a las regiones selvaticas orientales.E1 poblado de | lidad a un centenar de kilémetros de la misteriosa ciudad, En 1933 una expe Y éste es tam principal tema decorativo de la misteriosa ciudad del Gran Patajén. 209 Cerdmicas preincaicas: entre lo sagrado y lo profano Vasija de doble cuerpa enta una atrevida Coramica ritual de ofrendas de ta cultura de Chavin, con asa de estribo cilindrico. Destaca por la perfeccion del pulido final Ceramica de la cultura de havin de uso comun, Obsérvese la factura menos refinada que la anterior, la cual ceslaba Uestinadla a oftendas, En las culturas preincaicas no existia prejuicio alguno con respecto al acto sexual, Asi, abundan las ceramicas llamadas ersticas De nuevo, lo que hoy seria tuna atrevida eseena entre dos personajes entregados al juego erotica ha inspirado a un alfarero mochica.

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