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Oio'-“e~) . Evans - Pritchard 7 Los nuer ‘Traduccién de Carlos Manzano A EDITORIAL ANAGRAMA [BARCELONA 41) Titule de te edicion original: ‘The Noer Clarendon Press Oxford, 1940, Magueta de la colecisn: ‘Aageate y Mubal Portade: Julio Vivas Primers edicion: 1977 ‘Segunda edieidn: 1992 © EDITORIAL ANAGRAMA, 1977 Pedss de Is Crew, 58 (08034 Barcelona ISBN: 84-339.0609-7 Deplxito Legal: B. 32.817-1992 Printed in Spain Libergeaf Sh Consttucis, 19, 08014 Barcelona al personal de la misién norteamericana en Nasser Ay del pais de los insectos zumiadores, ‘que se encuentra al otro lado de los rfos de Cus, el cual envia embajadores por mar en canoas de papiro sobre las aguas!: «fd, mensajeros veloces, adonde mora un pueblo alto y bronceado, hhacia un pueblo temido ahora y para siempre, tun pueblo poderoso y victorioso, cuyo pais esta surcado por rios.» (satas 12, 12) PREFACIO Emprendi mi estudio de Jos nuer a peticién del gobierno del ‘Sudan Angloegipcio, que lo financié en gran parte y colaboré también generosamente en la publicacién de sus resultados. Rea- licé parte de la investigacién como Leverhulme Research Fellow. Deseo expresar mi agradecimiento al gobierno de Sudan y al Leverhulme Research Fellowship Committee. ‘Tengo contraida una gran deuda con el profesor C. G. Selig ‘man y su esposa por su amistad durante los quince iltimos aiios. Sin su respaldo y estimulo puede que no hubiera escrito este libro. Ademés, aunque no han hecho investigaciones entre los nuer, sus brillantes investigaciones entre otros pueblos niléticos, especialmente los shilluk y los dinka, pusieron los cimientos de todos los esiudios futuros en esas regiones.! Doy gracias a todas aguellas personas que me han ofrecido hospitalidad y ayuda en Sudén, en Jartum y en Nuerlandia; a Sir John Maffey, entonces gobernador general; a Sir Harold Mac- Michael, entonces secretario civil; Sr. S. Hillelson y a su espo- sa; a los Sres. C. A. Willis, A. G. Pawson, M. W. Part y E.G. Co- ruton, que fueron por turno gobernadores de la provincia del Alto Nilo; al Sr. P. Coriat, al Cap. A. H. A. Alban, al Cap. H. A. Romilly, al Sr. J. Tierney, al difunto Sr. F. D. Corfield, todos los cuales fueron en su momento comisarios de los distritos nuer. Estoy especialmente agradecido al Sr. F. D. Corfiel, amico et condis- cipulo meo, por el interés que ha mostrado por mi obra y por ‘su generosidad al permitirme usar muchas de sus espléndidas Fotografias. Doy gracias también al personal de la Misién Americana en Nasser, al de Ja Congregacién de Verona en Yoahnyang y al de a Sociedad Misionera de Ia Iglesia en Ler. Deseo expresar mi agradecimiento especial a los miembros de Ja Mision Americana, 1. Pagan Tribes of the Nilotie Sudan, de C. G. y B. Z. Seligman, 198 , en particular a la sefiorita B, Soule, quienes pusieron sin reservas sus hogares, su tiempo y sus conocimientos a mi disposicién, A ellos dedico este libro no sélo como expresién de gratitud per- sonal, sino también como homenaje a su ferviente servicio para con los nuer, Ademés, debo el agradecimiento més efusivo a los muchos nuer que me alojaron y me ofrecieron su amistad. En lugar de citar a individuos en particular, expreso mi respeto general hacia ese valiente y noble pucblo. Los siguientes amigos y colegas han leido este libro y me han expresado criticas y consejos valiosos: el profesor C. G. Selig man; el profesor A. R. Radcliffe-Brown, cuya influencia en el as- to tedrico de mi obra resultard evidente para cualquier estu- dioso de la antropologia; el Dr. M. Fortes, y el Dr. H. M. Gluck- man. Tengo contrafda una deuda especial con el Dr, Fortes. Mis ideas sobre los fines y métodos de Ia antropologfa social se han visto influidas por las muchas conversaciones que hemos tenido sobre el tema durante varios afios de camaraderfa y, puesto que resulta dificil decir lo que ha dado y recibido uno en una rela- cidn de ese tipo, reconozco sin reservas que nuestras discusi nes me han estimulado enormemente, Gran parte de los hechos relatados en este libro fueron reco- gidos anteriormente, en Sudan Notes and Records y en Africa principalmente, y agradezco a los directores de esas revistas y al de Custom is King el permiso para volver a publicarlos. Tam- bign estoy en deuda con los editores ¢ impresores de dichas re- vistas, con George Routledge & Sons, Ltd. y con Hutchinson & Co. por la utilizacién de los clichés fotograficos. Varios amigos me han prestado fotografias, croquis de mapas y diagramas. En las listas de ilustraciones y de figuras va expre- sado el agradecimiento, pero deseo hacer constar expresamente mi gratitud a F. D, Corfield; a H. E. Hurst; director del Depar- tamento Fisico del gobierno egipcio; a B. A. Lewis, aC. L. Arms- trong, al personal de la Misién Americana de Nasser, al difunto L, F, Hamer, al Dr. E. S. Crispin y a Yuzbashi Talib Ismail Doy las gracias a W. R. Key por los muchos servicios secreta- riales que ha prestado en la preparacién de este volumen. ELE. EP, Enero de 1940 INDICE Prefacio Introduccion - cea I. El interés por el ganado IL, La ecologia . ML El tiempo y él espacio IV. El sistema’ politico V. El sistema de linajes | VI. EI sistema de grupos de edad Maras Mapa de Africa mostrando la ubicacion aproximada de los nuer soe Mapa de los nuer y de los pueblos vecinos | : Mapa esquematico de Jas tribus nuer mas importantes. Mapa esquemético de la distribucién de las secciones tribales low Mapa esquematico de la distribu bales jikany orientales . Mapa esquemético que muestra la diveccién de los tras- lados de las tribus zeraf eh-la estacién seca Distribucién tribal alrede:tor del. ato 1860 . Mapa esquemstico de las tribus jikany orientales n de las secciones tri. Figvras 1, Calabaza para hacer mantequilla . 2. Calabaza para conservar queso 3, Bolsas hechas con escrotos de un toro y de una ji- rafa Esquila de buey y collera Cabeza de temera disecada Anillo para destetar a las crias 29 Mt 157 2 267 12 17 74 16 7 143, 250 37 43 44 49 9 7. Figurillas de barro representando bueyes decorados con borlas. . 38 8, Representacién grafica de la distribucién de colores en el ganado . 56 9.. Representacién grafica de la distribucién de colores en el ganado 37 Céleulos de la temperatura y de las “Prcipitaciones en Nuerlandia . 68 Crecida y deseenso del rio Sobat .« are 70 10. Instrumentos para atraer a los peces 87 11. Lanzas de cuerno y de ébano . 132 12, Mollején de barro cocido con muela de madera... 186 15, Collar de ternera compuesto por esquilas hechas con cocos . 5 206 14. Cucharas hechas con cuernos de bifalo. 256 15. Mayal de cuero ae 264 Las figuras 1, 5, 6, 7, 10 y 15 son dibujos de muestras que forman parte de la coleccion del autor en el Museo, Pit Rivers de Oxford. Las figuras 2, 3, 4, 11, 12, 13 y 14 son dibujos gue forman parte de Ia coleccién tl sutor en el Museo de Arqueslo. gia y Etnologia de la Universidad de Cambridge. LISTA DE ILUSTRACIONES I. Joven (gaajok orientales) abrochando tn collar de piel de jirafa a un amigo. IJ, Muchacha en un corral (gaajok orientales) Cornfield. TIT. Ordefio de una vaca inquieta (lou). IV. Buey con borlas colgando de sus cuernos (lou), Y. Muchacha ordeiando (lov) VI. Sabana tipica en octubre (Nuerlandia occidental). VII. a@. Casas en un monticulo (lou) &. Casas en un mon: ticulo (lou). VILL. Colina arenosa con campamentos de ganado en el ho- rizonte (dok). IX. Pesca con arpén desde una canoa (rfo Sobat) Cornfield. X. Pesca con arpén en los bajlos (tio Sobat) Cornfield. XL. a Sabana abierta en la temporada seca (lou). b. Des broce de una plantacién de mijo para Ia dltima siem- bra (lou). 10 XII. Plantacién de mijo en octubre (rengyan). XML Muchacha en una plantacién de mijo (dok). XIV, Chaparrén de agosto (lou). XV. @. Paraviento (lou). XV. . Un pozo en el Iecho del Nyanding (lou), XVI. Vista aérea de aldeas (nuong) Royal Air Force Official- Crown Copyright reserved. XVII. Muchacho recogiendo excrementos para hacer combus- tible (lou). XVIII. Construceién de un establo para el ganado (ikany orientales) Cornfield. XIX. @. Campamento de ganado (leek) XIX. b. Tipica depresién pantanosa en noviembre (Jikany orientales). XX. Ganado de viaje (lou). XXT. a. Ganado pastando en una colina (leek). XXI._b. Campamento de ganado de comienzos de fa estacién seca junto a un estanque del bosque (lou). XXII. a. Pesca con Tanzas desde un dique (gaajok orientales). XXII. b, Pesca con arpén en el lago Fadio (lou). XXIIL a. Seccién del corral de un campamento (low). XXIII b. El rlo Sobat en Ia estacién seca (lou). XXIV. Un jefe piel de leopardo XXV. ay b. Pirdmide de Neundeng (Jou). XXVI_ a. Joven (gaajok orientales) con peinado hecho con cenizas. XXVL_ b. Joven (gaajok orientales) después de quitarse el pei- nado hecho con cenizas. XXVIL. Iniciacién de los muchachos (cerca de Nasser, gaajok orientales), XXVIII. a. Joven (rio Zeraf) XXVIIL &, Joven (low). XXVIII. ¢, Hombre (rio Zeraf), XXIX, Hombre (puesto de Nasser). XXX. Seccién de una casa y un corral. Las ilustraciones VII, VIII, XV, XXI y XXVI proceden de clichés de Sudan Notes and Records; las ilustraciones XXV y XXVII, de clichés de C. G. y C. B. Z. Seligman, Pagan Tribes of the Nilotic Sudan (George Routledge & Sons, Ltd.); y la ilustra- cidn XXIII procede de Custom is King (Messrs, Hutchinson & Co). La ilustracién XVI procede de una publicacién proporcio- nada por e) Departamento de Geograffa Fisica del gobierno ceipcio. w anes Surst Mapa de Africa mostrando Ia wbicacién aproximada (rea sombresda) de los mer 12 INTRODUCCION Desde 1840, cuando Werne, Arnaud y Thibaut hicieron su accidentado viaje, hasta 1881, cuando el triunfo de la rebelién del Mahdi Muhammad Ahmed cerré Sudén a futuras exploracio- nes, vatios viajeros penetraron en Nuerlandia por uno u otro de Jos tres grandes rios que la atraviesan: el Bahr el Jebel (con el Bahr el Zeraf), el Bahr el Ghazal y el Sobat. No obstante, no he podido hacer demasiado uso de sus escritos, pues sus contactos con los nuer fueron escasos y las impresiones que recogieron su- perficiales y a veces erréneas. La descripcién mas fiel y menos pretenciosa es la que debemos al cazador de elefantes saboyano Jules Poncet, que pasé varios afios en la zona limitrofe de Nuer- Tandia? Fuente posterior de informacién sobre los nuer constituyen os Sudan Inteligence Reports, que abarcan desde la reconquista de Sudan en 1899 hasta la actualidad, a pesar de que su valor etnolégico ha disminuido en afios recientes. Existen unos pocos informes de oficiales militares, correspondientes a las dos prime- ras décadas posteriores a Ia reconquista, que contienen observa- ciones interesantes y muchas veces penetrantes.? La publicacién de Sudan Notes and Records, iniciada en 1918, proporcioné un nuevo medio para recoger observaciones sobre las costumbres de 1, Algunos de los eseritor de Jos que he obtenido jnformaciones ton: Ferdinand Were, Expedition tur Entdeckung der Quellen des Wetssen Nil (1830. 0}, 848, Hadibabdet amid Bey (C. L. du Couret), Voyage au Pays des Nia ‘Niame ow Hommes & Oneue, 1854, Brun Roller, Le Nil Blane at fo Souda Gi Lojean, Le’ Fiewor Blane (Exttait des Nouvelles Annales. de Voyages, 18634) Mr. y Mes. J, Petherick, Travels im Central Africa, 186% Ernst Marno, Reisen fin Gebiere des blauen wind weissen Nil, im exyplischen Sudan und. den’ angrer= enden Negerlinders in dev Taliren 1809 bis 187, 1674. Olros aparecen citados inde adelante, espeviamente ‘en las pp. 144 yh 2. ‘El teniente coranel conde Gleichen uso eS0s Intormes en su recopiacién: ‘The Anglo-Esypttan Sudan, 2 vols. 1 B os pueblos del Sudan Angloegipcio, y varios funcionarios pi- blicos publicaron articulos sobre los ‘nuer. Dos de dichos fun- cionarios fueron asesinados mientras cumpifan con su deber: el comandante C. H. Stigand por los aliab dinka en 1919 y el capi- tén V. H, Fergusson por Jos nuong nuer en 1927, En la misma revista aparecid el primer intento de escribir una descripcién com- pleta de los nuer, obra de H. C. Jackson, quien se hizo acreedor a nuestro clogio por la forma como la Ilews a cabo, a pesar de que encontré obstaculos considerables? Después de que hube comenzado mis investigaciones, se pur blicaron un libro de la sefiorita Ray Hultman, de la Misign Ame- ricana, y varios articulos del padre J. P. Crazzolara, de la Con- gregacién de Verona* Aunque mis diferentes contribuciones a varias revistas aparecen reeditadas, en forma resumida, en este libro, o se reeditardn en un volumen posterior, las cito aqu{ para que el lector pueda disponer de una bibliografia complet omitido muchos detalles que aparecieron en dichos articulos! Brun-Rollet y Marno compilaron listas de algunas palabras nuer, El comandante Stigand y la sefiorita Huffman han compues- to vocabularios mas completos, y el profesor Westermann y el padre Crazzolara han elaborado graméticas, El articulo del pro- fesor Westermann contiene tambien material etnoldgico! 3. Mayor C. H. Stigand, *Wartlor Classes of the Nuers”, S. N. & R, 1918, pp. 1648, y “The Story of Kie and the White Spear" ibtdy 112, np. 22862 cpitan Wit. Fergusson, “the Nuong Nuer, ibid, 1919 pp. MGS, y "Net Beast Tales”, id, 12H pp. 105412; H.C, Jakson, “Tie Nuer of the Upper Nile Province”, ‘id, 1923, bp. S907 y 12888 (este encazo se. publicd en ferme de libro eon el mismo ‘tuio en EU Hadara Printing Press, Jartum, sin fecha, inelula Un ensayo final de 23 péylnas de P. Coal sobce “The Gavieir Nuers', ‘Ray Hiltman, Nuer Customs and Fotore, 93), 105 pps pxtre J. Cran aolara, sBie GarZaremonie bel den Nucr™, Afriea, 193, pp. 2039, y "Die Bodes kung ses Rindes bei den Nucr’, ibid, 193, pp. 020. ‘3B, Eo GvansPritchard, “The Nuer, ‘Tribe and. Clan”, SN, & Ry 193, po. 158, 1384, mp. 157, 7 195, pp. S787) "The Nucr, AgeSetst, tide, 1936, Bp. 2340; "Econom Lite of the Nuer", tid. 1931, yp. 20048 3 TSB, pp. SLT FEustoms Relating to Twine among the Nilotic Nuer*, Uganda Journal, 193, pp. 2908 “Dally Lite of the Nuer in ‘Dry ‘Season Camps", Custom i Ring, Coitlection of Essays in Honour of BR, Re Merett, We, pp. 2919: “Some Aspects of Marriage and. the Family among the Nuet?, Zeltschrift fir vergleichende Rechtswissensehaft, 1838 pp. 20000, “Hiuer Time Reckoning”, Ati, 195, pp. 16% 216. Bt capitulo sobre Tos nuet (cap. VI) en Posen Tribes of the Nittie Sudan det profesor C. G. y Mrs. BZ. Seligman. 1982, es8 compilado a parti deals uadernos: de notes, e Brunitollst; *Vokabulaien der Dinks—, Nusbs— und Scilluk Sprachen", Petermanrs Mitticiuongen, Exp. ic 1623, pp. 2990; Mammo, "Ricine Vocab. ten Ger Fangl~, Tables, Bertae~ und Nusbr Sprache, Rete ire Geblete des Hen wd weiser Nal, p. 919s, Rrteor Disiieh Wertman, “The Nucr Language’, Mitellungen les Seinars far Orientaische. Sprachen, 112, Dp. keiths mayor C. Ti, Stigend, A Nuerngieh Dictionary’ Voeebulary, 1928 BP ops Ray Huttman, NuerEngish Dictionnary, 180%, © pp.. y EnglseNuct Dictloinary, 195, #0 pps padre J.P. Crazsolsray Ouuies of Nuer Grammar, 1955, 28. 4 1 En este volumen describo las instituciones politicas de un | pueblo nilético y sus procedimientos para conseguir sus medios | de subsistencia. La informacién que he recogido sobre su vida doméstica se publicard en un segundo volumen. Los nuer,’ que se Ilaman a sf mismos ath (sing. ran) son aproximadamente 200.000 almas y viven en los pantanos y sabanas abiertas que se extienden a ambos lados del Nilo, al sur de su confluencia con el Sobat y ¢l Bhar el Ghazal, y a ambas orillas de estos dos tributarios. Son altos, de extremidades largas y cabeza estrecha, como puede verse en las ilustraciones. Cultu- ralmente, son semejantes a los dinka, y ambos pueblos: juntos forman tina subdivision del grupo nilético, que ocupa parte de una zona cultural del Africa oriental, cuyas caracteristicas y ex: tensién no estén bien definidas en Ia actualidad. Otra subdivi- i6n nilética abarca a los shilluk y a varios pueblos que hablan Ienguas semejantes al shilluk (luo, anuak, lango, etc.). Proba- blemente, todos esos pueblos de habla shilluk se parezcan més mutuamente de lo que se parecen cada uno de ellos a los shilluk, aunque poco se sabe de Ia mayoria de ellos. Una clasificacién pro. visional podria ser Ia siguiente: ‘TIPO CULTURAL DEL AFRICA ORIENTAL otras culturas nilohamitas —_nilotes, grupo shilluklou grupo nuerdinka shalluke pueblos de habla puer dinka shilluk Los nuer y los dinka son demasiado parecidos fisicariente y sus lenguas y costumbres son demasiado semejantes como para que pueda caber alguna duda sobre su origen comtin, a pesar de que no se conoce la historia de su separacicn. El problema es 7, La palabra "nues” esti establecida por el uso desde hace un sig. Pro Dabiemente sea de origen dinks. La uso ef) singular y plurals "un auee”, "Top muer" 15 complicado: por ejemplo, los atwot, al oeste del Nilo, resultan ser una tribu nuer que ha adoptado’ muchas costumbres dinka,* mientras que a las tribus jikany de Nuerlandia se las considera de origen dinka, Por otro lado, ha habido contactos continuos entre ambos pueblos, a consecuencia de los cuales se han produ cido muchos mestizajes y préstamos culturales. Ambos pueblos reconocen su origen comin, Cuando poseamos mayor informacién sobre algunos de los pueblos de habla shilluk, podremos establecer las caracteristicas definidas de Ja cultura 'y de la estructura social niloticas. En el momento actual, uta clasificacién de ese tipo resulta extraor- dinariamente dificil y prefiero dejar para otro momento el in- tento; quiero dedicar este libro exclusivamente a una descrip- cin de los nuer y dejar de lado las comparaciones evidentes que se podrian hacer con otros pueblos nildticos. El tema principal ¢s las instituciones politicas, pero éstas no se pueden entender sin tener en cuenta el medio ambiente y los modos de subsistencia, Por esa raz6n, dedico la primera parte del libro a_una descripcién de la regién en que viven los nner y de sus formas de obtener los articulos de primera necesidad para la subsistencia. Como se verd, el sistema politico de los muer concuerda con su ecologia. Los principales grupos’ estudiados en la segunda parte del libro son el pueblo, la tribu y sus divisiones, el clan y sus lina- Jes, y los grupos de edad. Cada uno de dichos grupos es —o forma : parte de— un sistema segmentario, en funcién del cual se define i | y, en consecuencia, la posicién de sus miembros, cuando actitan como tales en relacién unos con otros o con extranjeros, no esté diferenciada. A lo largo de nuestra investigacién iremos aclarando estas afirmaciones. En primer lugar describimos la relacién mu. tua-entre sectores territoriales dentro de un sistema territorial 9 politico y despues la relacién de otros sistemas sociales con \ dicho sistema. A medida g 108, resultara evidente Io que entendemos por estructura politica, pero como definicién inicial podemos decir que-nos réferimis a las relaciones que. se producen dentro de un sistema territorial entre grupos de perso- nas que viven en zonas espaciales bien definidas y son conscientes dg su identidad y de su cardcter exclusivo. Sdlo en las mas pe- queiias de dichas comunidades estén sus miembros en constante Contacto mutuo. Distinguimos esos grupos politicos de los gru- pos locales de tipo diferente, a saber: los grupos domésticos, la familia, Ia casa familiar, y Ja familia extensa compacta, que no Son 1. Poncet, op. eit, p58, En el mapa de lap, 125 figuras comme stot 16 —ni forman parte de— sistemas segmentarios y en los cuales la posicidn de los miembros en rclacién unos con otros y con Jos ex- trafios esta diferenciada. Los vinculos sociales en los grupos do- mésticos son primordialmente de parentesco, y es normal la vida corporativa. Ms Wh Wie DINKA -NUER — SHILLUK) ANUAK Los nuer y los pueblos vecinos El sistema politico de Jos nuerincluye_a todos los. pueblos con quienes entran en contacto. Pok «pueblo» entendemos a todas las personas que hablan la misma lengua y, tienen la misma.cul iura, y se consideran a si mismas distintas de otros agregados similares. Tanto los nuer como los shilluk 0 los anuak ocupan un territorio continuo, pero un pueblo puede’ estar distribuido en zonas exiensas y separadas, como, por ejemplo, los dinka Cuando un pueblo esté, como los shilluk, centralizado politica. 17 Malakal B2 [Mapa esquemético que muestra a las tribus nuer més importantes mente, podemos hablar de una enaciény. Por otro lado, los nuer y los dinka estan divididos en una serie de tribus, que carecen de organizacién o de administracién central comunes; asi, que podemos decir que, politicamente, esos pueblos son una agrupa- cidn de tribus, que a veces forman federaciones poco rfgidas. Los nuer distinguen a las tribus que viven en su tierra natal, al oeste del Nilo, de las que han emigrado al este de dicho rio. Nos parece adecuado hacer la misma distincién y hablar de los nuer occiden- tales y de los nuer orientales. A los nuer orientales podemos divi- dirlos, para facilitar la descripcién, en las tribus que viven cerca del rfo Zeraf y las que viven al norte y al sur del rio Sobat, Entre Jos nuer, el segmento politico mas amplio es Is’ tribu; No existe grupo mayor cuyos miembros, ademas de reconocers: a s{ mismos como una comunidad local distinta, afirmen su ob gacién de unirse para combatir a extranjeros y reconozcan Ios derechos de sus miembros a recibir una compensacién en caso de resultar heridos. Una tribu se divide en una serie de-segmentos territoriales ¥ éstos son algo mas que meras divisiones geogré- ficas, pues los miembros de cada uno de ellos se consideran co- munidades independientes y a veces actian como tales. Llama- mos «secciones primarias» a los segmentos tribales mas amplios; esecciones secundariase, a aquellas en que se divide una seccién primaria; y «secciones ‘terciariass, a aquellas en que se divide tuna seccién secundaria. Una seccién tribal terciaria consta de una serie de aldeas que son las unidades politicas mis pequefias de Nuerlandia. Una aldea se compone de grupos domésticos, que ‘ocupan caserios, casas y cabafias, Analizamos la institucién de la vendetta (feud) y el papel que en ella desempefia el jefe piel de leopardo en relacién con el sistema politico. La palabra «jefer puede ser una denomina- cién engafiosa, pero e3 to suficientemente imprecisa como para que la conservernos, a falta de una palabra més adecuada; el jefe es una persona sagrada pero carece de autoridad politica. En realidad, los nuer carecen de gobierno, y podemos calificar su estado de anarquia ordenada. Asimismo, carecen de derecho, si por este término entendemos juicios celebrados por una autori- dad independiente e imparcial que tenga también poder para im- poner sts decisiones. Existen indicios de que estaban produ. ciéndose algunos cambios en ese sentido, y al final del capitulo dedicado al sistema politico describimos Ia aparicién de profetas, personas habitadas por los espiritus de los dioses del Ciclo, y sugerimos que pueden advertirse en ellas los inicios de una evo- lucién politica, Los jefes pieles de leopardo y los profelas son los tinicos especialisias en el ritual que, en nuestra opinién, ten- gan alguna importancia politi 19 Después de un examen de la estructura politica, describimos el sistema de linajes y analizamos la relacion existente entre am- os. Los Tinajes nuer son agnaticios, es decir, que constan de per- ssonas que trazan su ascendencia a un antepasado comin a través de los varones exclusivamente, El clan es el grapo de linajes mas amplio que se puede definir en funcién de las reglas de la exogamia, a pesar de que se reconoce la relacién agnaticia entre varios clanes. Un clan est dividido en linajes, que son ramas divergentes de descendencia a partit de un antepasado comin. Llamamos alinajes maximos» a los segmentos mayores en que se divide un clan; «linajes mayores», a los segmentos en que se divide un Tinaje maximo; «linajes menoress, a Jos segmentos en que se divide un linaje mayor; y «linajes minimos», a los seg- mentos en que se divide un linaje menor. El «linaje minimo» es ‘el que suele citar un hombre, cuando se le pregurita cual es st li- naje. Asi, que un linaje es un grupo de agnados, muertos o vivos, euyo parentesco mutuo puede trazarse genealégicamente, y un clan es un sistema exdgamo de linajes. Los grupos de linaje di- | fieren de los grupos politicos en que la relacién mutua entre sus miembros se basa en la filiacidn y no en la residencia, pues los }inajes estén dispersos y no componen comunidades locales ex- clusivas, y también en que los valores referentes al linaje fun- cionan muchas veces en una gama de situaciones diferente de la de los valores politicos. Después de analizar el sistema de linajes en su relacién con la divisién territorial, describimos brevemente el sistema de los grupos de edad. La poblacién masculina adulta esta dividida en ‘grupos estratificados basados en la edad, que llamamos egrapos de edad». Los miembros de cada grupo Hegan a serlo mediante Ja iniciacién y siguen siéndolo hasta su muerte. Los grupos no forman un ciclo, sino un sistema progresivo, pues el grupo de los jévenes va pasando a través de posiciones de antigtiedad rela tiva, hasta que Hega al grupo de los de mayor edad, después de Jo cual sus miembros mueren y el grupo se convierte en un recuerdo, pues su nombre no vuelve a repetirse. Los tinicos gra- dos de edad significativos son las de la muchachez y de Ia edad adulta, de modo que, una vez que se ha iniciado a tin muchacho en un grupo de edad, permanece en el mismo grado de edad para él resto de su vida, No existen categorias de guerreros y ancianos, como las que pueden encontrarse en otras partes de Africa orien- tal, Aunque los grupos de edad son conscientes de su identidad social, no tienen funciones corporativas. Los miembros de un grupo de edad pueden tener actividades comunes en una locali- dad pequefia, pero cl grupo completo no coopera nunca de forma exclusiva en actividad alguna. A pesar de ello, el sistema esta 20 lo organizado tribalmente y cada tribu esté estratificada de acuerdo con la edad, independientemente de otras tribus, si bien tribus vecinas pueden coordinar sus grupos de edad. _— ‘Los nuer, como todos los dems pueblos, estén también dife- renciados en funcién del sexo. Esta dicotomia tiene una impor tancia muy limitada y negativa para las relaciones estructurales que constituyen cl tema de este libro. Su importancia es mas do- théstica que politica, y Ié presto poca atencién. No podemos decir que los nuer estén estratificados en clases. Dentro de una tribu ‘existe ana tenue diferenciacién de posicién social entre los miem- bros de un clan, los nuer de otros clanes y los dinka que se hayan incorporado a {a tribu, pero, salvo en la periferia de Jas zonas de expansién nuer hacia el este quizs, constituye una distincién de categorias mas que de rangos. Fate es, expuesto brevemente, el plan de este libro y éstos son los significados que damos a las palabras usadas con mas frecuencia para calificar a los grupos en él analizados. Espera- mos clarificar dichas definiciones a medida que vayamos expo- niendo la investigecion. Esta tiene dos objetivos: describir la vida Ge los quer, y relevar algunos de los prineipios de su estructura social. Hemos tratado de dar una descripcién lo mas concisa posible de su vida, por creer que un libro corto es de mayor valor para el esiudiante y para el administrador que uno largo; por Eso hemos omitido mucho material y recogido sélo lo que es pertinente para el tema limitado de andlists. ur Cuando el gobierno del Sudan Angloegipcio me pidié que hi- ciera un estudio de los nuer, acepté después de algunas vacila- Ciones y dudas, Estaba deseoso de completar mi estudio de los azande antes de lanzarme a una nueva tarea. También sabia que tin estudio de los nuer seria extraordinariamente dificil. Tanto su regién como su caracter son de dificil acceso y Io poco que habia visto de ellos anteriormente me convencié de que no conseguiria establecer relaciones amistosas con ellos. ‘Siempre he considerado, y sigo considerando, que un estudio sociolégico adecuado de los nuer era imposible en las Gircuns- fancias en que zealicé Ja mayor parte de mi labor. EI lector es quien debe jtzgar lo que he conseguido. Me gustarfa pedirle ‘que no lo juzgara demasiado severamente, pues, si bien mi des- Gripeién es a veces pobre e irregular, insisto en que Hevé a cabo a Investigacion en circunstancias adversas, en que la organizacion ai social de los nuer es simple y su cultura mfnima, y que lo que describo esta basado casi enteramente en Ia observacién directa y.no esté aumentado con copiosas notas tomadas a partir de informadores regulares, pues, verdaderamente, no dispuse de ninguno. A diferencia de Ia mayoria de mis lectores, yo conozco a los nuer, y puedo decir que, si bien este libro revela muchas insuficiencias, me asombra el simple hecho de que haya Megado a publicarse. Un hombre ha de juzgar sus trabajos en funcién de los obstéculos que haya tenido que superar y de las penurias ‘que haya sufrido; en relacién con esos criterios, no estoy avergon- zado de los resultados. Puede que interese a Ios lectores que dé una corta descr cién de Jas condiciones en que realicé mis estudios, pues asi po- Grin distinguir mejor las afirmaciones que pueden estar basadas en una observacién correcta de las que pueden estar menos fun- damentadas. Llegué a Nuerlandia a comienzos de 1930. Un tiempo borrasco- so impidi6 que mi equipaje llegara hasta Marsella, y, a causa de ertores de los que no fui responsable, mis vituallas no fueron cexpedidas desde Malakal y mis servidores zande no recibieron ins- trucciones de reunirse conmigo. Continué hasta Nuerlandia (la regién leek) con mi tienda, algunos pertrechos y algunas vitua- as compradas en Malakal, y dos criados, un atwot y un bellan- da, escogidos apresuradamente en el lugar. ‘Cuando desembarqué en Yoaknyang, en el Bhar el Ghazal, los misioneros catdlicos de alli estuvieron muy atentos conmfgo. Esperé durante muchos dias a Ia orilla del rfo a los porteadores que me habfan prometido. El décimo dia sdlo cuatro de ellos Ilegaron y, si no hubiera sido por la ayuda de un mercader arabe que recluté a algunas mujeres del lugar, podria haberme retra- sado por tiempo indefinido. La mafiana siguiente, emprendi camino hacia la aldea vecina de Pakur, donde mis porteadores dejaron caer tienda y vituallas en cl centro de una llamura sin arboles, cerca de algunas casas y se negaron a Ilevarlos hasta la sombra, aproximadamente media milla més adelante, Dediqué el dia siguiente a instalar mi tienda e intentar convencer a los nuer, a través de mi criado atwot, que hablaba nuer y algo de arabe, para que trasladaran mi resi dencia a un lugar cercano a la sombra y al agua, cosa que se negaron a hacer. Afortunadamente, un joven, Nhial, que ha sido desde entonces mi compafiero constante en Nuerlandia, me tom6 9, Aprovecho esta, temprana oportunidad para Informar 2 fos lectores de ‘que'ng he teanscrito los hombres Ruer mi otras palabras con uniformidad fone lea, Ass, puss, no pongo objeciones aque alres las transeriban de otra forma, Generalmente, he dado la forma de nominativ, pero slgin geuitivo se ha esca- Dado en el texto, en for grafieas yen Tos mapas. 2 afecto y, después de doce dias, convencié a sus compatriotas para que trasladaran mi equipaje hasta el extremo del bosque donde vivian. Para entonces, mis criados, que, como la mayoria de los nati- vos del sur del Sudén, sentian terror de los nuer, habfan legado a estar tan atemorizados, que, después de varias noches sin pegar ojo por el miedo, huyeron hacia el rio para esperar el préximo vapor con direccién a Malakal, y me quedé solo con Nhial. Du- ante aquel tiempo, los nuer del Iugar se negaron a echarme wna meno para nada ¥ s6lo me visitaban para pedirme tabaro, y expresaban desagrado, cuando se lo negaba, Cuando cazaba ani- males para alimentar a mis criados zande, que por fin habian egado, ya maf mismo, Ios cogfan y se los comfan en Ios mato- rales, y respond{an a mis protestas recordéndome que, puesto que habia matado dichos animales en su tierra, tenfan derecho a ellos. Mi principal dificultad en aquella etapa era la imposibilidad de conversar por extenso con los nuet. No tenfa intérprete. Nin- guno de los nuer hablaba drabe. No existfa una gramética ade- cuada de su lengua ni, aparte de tres cortos vocabularios nuer- inglés, dicctonario tampoco. Por consiguiente, dediqué toda mi primera expedicién y parte de Ia segunda a dominar suficiente- mente la lengua para hacer investigaciones en ella, y sélo quienes hayan intentado aprender una lengua muy dificil sin ayuda de un intérprete ni de un asesoramiento literario adecuado aprecia- rin plenamente la magnitud de mi tarea. Después de abandonar el pais leek, me dirigt con Nhial y mis dos criados zande al pais lou, Fuimos en automévil a Muot dit con intencién de quedarnos a vivir a la orilla de su Jago, pero Jo encontramos totalmente desierto, pues era demasiado pronto para la concentracién anual en aquel lugar. Cuando encontramos a algunos nuer, se negaron a comunicarnos Ja localizacién de los ‘campamentos cercanos y con enorme dificultad conseguimos loca- lizar uno. Montamos alli nuestras tiendas y, cuando los que esta- ban acampando en aquel lugar se retiraron a Muot dit, los acompafiamos. ‘Mi estancia on Muot dit fue feliz y productiva. Entablé amis. tad con muchos jdvenes nuer, que trataron de ensefiarme su Jengua y mostrarme que, aunque fuese tn extrafio, no me consi- deraban molesto. Cada dia pasaba horas pescando con aquellos muchachos en los lagos y conversando con ellos en mi tienda, Empecé a sentir que iba recuperando Ja confianza, y me babria quedado en Muot dit, si la situacién politica hubiera side més favorable. Fuerzas del gobierno rodearon nuestro campamento una mafiana al amanecer, hicieron registros en busca de dos pro- 2B fetas que habjan sido dirigentes en una rebelién reciente, y ame- nazaron con coger més, si no les entregaban a los profetas, Me senti en una posicién equivoca, pues aquellos incidentes podrian repetirse, y poco después regresé a mi casa de Zandelandia, des- pués de haber realizado sélo tres meses y medio de trabajo entre Tos nuer. En cualquier época habria sido dificil hacer investigaciones centre los nuer, y en el periodo de mi visita se mostraban extraor- dinariamente.hostiles, pues la reciente derrota que les habfan nfligido las fuerzas gubernamentales y las medidas adoptadas para garantizar su sometimiento definitivo les habian provocado profundo resentimiento. Muchas veces los nuer me han hecho Pstas observaciones: «Vosotros nos habis invadido; y, sin em ‘bargo, decis que no podemos invadir a los dinka»; evosotros nos vencistéis con vuestras armas de fuego y nosotros sdlo teniamos anzas. Si hubiéramos tenido armas de fuego, os habriamos expul- sados! y asi sucesivamente. Cuando entraba en un campamento Ge ganado, era no sdlo un extrafo, sino también un enemigo; ¥ aras veces intentaban oculter su desagrado ante mi presencia, pues se negaban a responder a mis saludos e incluso se volvian, cuando me dirigia a ellos. ‘Al final de mi visita a Nuerlandia en 1930, habla aprendido tun poco de Ta lengua, pero habia tomado escasisimas notas sobre ‘sus costumbres. En la temporada seca de 1931, regresé para hacer un nuevo intento, y me dirigi primero a la Misién Ame- Fieana de Nasser, donde permaneci quince dias y recibi Ia gene- tosa ayuda del personal americano y nuer, y después a los campa- mentos de ganado del rio Nyanding, eleccién desafortunada, pues os nuer de aquel lugar eran mas hostiles que los que habia en- contrado hasta entonces y las condiciones mas duras de lo que habfa experimentado en época anterior alguna, El agua era esca- say estaba contaminada, el ganado estaba muriendo de ictericia hematdrica, y los campamentos estaban invadidos por las moscas. Los nuer s negaban a transportar mis vituallas y pertrechos, y, como sélo tenia dos burros, uno de ellos cojo, me resultaba im- posible trasladarme. Posteriormente, consegui un camién, y me Tiberé de aquello, no sin antes conocer a los nuer en su estado de animo mas paralizador. Como hacian toda clase de esfuerzos para impedirme entrar en los campamentos de ganado y raras Yeces recibia visitas, carecia casi de comunicacién con la gente. Mis intentos de continuar las investigaciones se vieron entorpe- ccidos de forma persistente ‘Los nuer son expertos a Ja hora de sabotear una investigacién y,hasta que no ha vivido uno con ellos durante varias semanas, Frustran constantemente toda clase de esfuerzos para deducir 24 Jos hechos més simples y para aclarar les précticas més inocentes- ence dias obtuve ras informaciones en Zandelandia de las ae consegul en Nuerlandia en otras tantas semanas. Después de GAS empo, estaban dispuestos a visitarme en mi tienda, a furnae wy fabaco 0 incluso a hacer bromas y charlar un poco, pero se Tagaban a recibirme en sus tiendas o a hablar de cosas serias- JBloqueaban las preguntas sobre sus costumbres con una técnica gue puedo recomendar a Jos nativos que se sientan importunados or la curiosidad de los etnélogos. El siguiente ejemplo de ‘os Por agoe muer es el comienzo de una conversacién en la zona del Mo Nyanging sobre un fema que se presta a algunas obscurids: ss, pero que, con deseo de cooperar, se puede aclarar ripida- mente. Yor cOuién ores 1? Cok Un hombre Yor zeoino te Hamas? Coot gouteres saber mi nombre? Yor Si webs verdad quieres saber mi nombre? i Cee eee vereado'a visitarme a mol tienda y me gustaria saber quien ere Gusk De acuerdo. Soy Cul Jor. MeMamo Pritchard. Cwatt geome se lama th padre? Sart padve se lama. tambien, Pritchard. Yor MDM, *Go puede set cierfo. No puedes amarte gual que t pace eval ae Tigra ml linaje. ¢Cme se ama tw Uae? “Gielen saber el nombre demi inaje? Yor si eee Xe. St ue harks, site To digo? 2Te To Mevarés a tw terra? uot Ove Teva have ada con él. Simplemente, quiero con cn pasta que estoy viviendo en tu cAmpamente. ‘uot: Bueno, somos 10s Joe. : Cun Bete. seegantado ef nombre de tu tribu. Ya lo 38 Megane el nombre de ws lnaje. Te pregunte fue quieres saber el nombre de mi tnaje? foro quiero saberlo. Yo: Ne aur arr qué me lo preguntas? Dame wn poco de tabaco. eCémo te Mamas 1? Desafio al més paciente de los etndlogos a que intente avanzar contra esa clase de oposicién. Simplemente te vuelves Toco. De Font Gespués de algunas semanas de relacionarse exclusiva: sone con los nuer, empieza uno a mostrar, si se me permite el Totrugcano, los sintomas més evidentes de enuerosis» ‘De Nyanding me trasiadé, sin haber hecho progreso real elgu- 25 no todavia, a un campamento de ganado en Yakwac, en el rio Sobat, donde monté mi tienda a unas yardas de los paravientos. Alli permaneci, exceptuando tn corto intervalo pasado en la Mi- sién Americana, durante més de tres meses hasta el comienzo de las Iluvias. Después de las habituales dificultades iniciales, comencé por fin a sentirme miembro de una comunidad y a verme aceptado como tal, especialmente cuando hube comprado algo de ganado. Cuando Jos que acampaban en Yakwac regresaron a su aldea del interior, no disponia de medios para acompafiarlos ¢ intenté volver a visitar el pais leek. Un severo ataque de malaria me envié al hospital de Malakal y de alli a Inglaterra, En aquella segunda expedicién realicé cinco meses y medio de trabajo. Durante el desempefio de un cargo posterior en Egipto, pu- Dliqué en Sudan Notes and Records ensayos que constituyen la base de este libro, pues no esperaba tener otra oportunidad de visitar a los nuer. Sin embargo, en 1935 Ia fundacién Leverhulme me concedié una beca de investigacién de dos afios para hacer un estudio intensivo de los galla paganos de Etiopfa. Como los trimites diplomaticos provocaron un retraso, pasé dos meses y medio en la frontera de Sudan y Etiopia haciendo un estudio de Jos anuak orientales y, cuando, por fin, entré en Etiopfa, la inmi- nencia de la invasién italiana me oblig6 a abandonar mis estudios de los galla y me permitié mejorar mi investigacién de los nuer, durante una estancia de siete semanas més en su pafs, revisando notas antiguas y recogiendo nuevo material. Visité a los nuer que viven en el rfo Pibor, reanudé mis relaciones con amigos de Ia Misién de Nasser y de Yakwac, y pasé un mes aproximadamen- te entre los jikany orientales en la desembocadura del Nyanding. En 1936, después de hacer un estudio de los Iuo niléticos de Kenia, pasé siete semanas més, las tiltimas, en Nuerlandia, visi tando la parte de ésta que queda al oeste del Nilo, especialmente Ja seccién Karlual de la tribu leek. Asi, que, en total, vivi entre Jos nuer un afio aproximadamente. No considero que un aiio sea el tiempo adecuado para hacer un estudio sociolégico de un pue- blo, especialmente de un pueblo dificil en circunstancias adversas, enfermedades graves tanto en la expedicién de 1935 como en la de 1936 pusieron fin a las investigaciones prematuramente. Ademas de la incomodidad fisica en todo momento, de la des- confianza y obstinada resistencia que encontré en las primeras cetapas de la investigacién, de la falta de un intérprete, de la caren- cia de una gramética y un diccionario adecuados y de la imposi- bilidad de conseguir informadores habituales, surgié otra dificul- tad a medida que avanzaba la investigacién. A medida que fui entablando relaciones mas amistosas con Jos nuer y sintiéndome més familiarizado con su lengua, empezaron a visitarme desde la 26 3 ‘mafiana temprano hasta avanzada la noche, y apenas pasaba un momento del dia sin la presencia de hombres, mujeres y mucha- chos en mi tienda. Tan pronto como empezaba a hablar de una costumbre con un hombre, otro interrumpfa la conversacién para tratar algiin asunto suyo particular o con un intercambio de bro mas y chistes. Los hombres venfan a la hora de ordefiar y se quedaban hasta mediodia, Después las muchachas, que habfan acabado cn aquel momento de ordefiar, Hegaban y pedfan aten- cidn insistentemente, Las mujeres casadas eran visitantes menos frecuentes, peru los uuchachos solfan estar bajo el toldo de mi tienda, si no habfa personas mayores para expulsarlos. Aquellas visitas inacabables ocasionaban charlas ¢ interrupciones constat tes y, aunque ofrecian la oportunidad de mejorar mi conocimien- to de Ja lengua nuer, provocaban gran tensién. Ahora bien, si uno decide vivir en un campamento nuer, ha de someterse a la costumbre nuer: y son visitantes persistentes e incansables, La principal privacién era la publicidad a que estaban expuestas todas mis acciones, y pasé mucho tiempo antes de que me acos- tumbrara —aunque nunca Megs a serme totalmente indiferente aquello— a realizar las operaciones mas intimas ante un piblico oa la vista del campamento. Como mi tienda estaba siempre en medio de casas o paravien- tos y tenia que realizar mis investigaciones en piblico, raras veces podia mantener conversaciones confidenciales y nunca consegui adiestrar a informadores capaces de dictar textos y de dar des- cripciones y comentarios detallados, Aquella imposibilidad se vio compensada con la intimidad que me vi obligado a establecer con los nuer. Como no podia usar el método mas fécil y mis corto de trabajar con informadores regulares, tuve que recurrir a la observacién directa de Ia vida cotidiana de Ia gente y parti- cipar en ella. Desde Ja puerta de mi tienda podia ver lo que estaba ocurriendo en el campamento o en la aldea y pasaba cada momento en compaiifa de los nuer. De modo, que recogia la infor- macién en fragmentos, pucs utilizaba a cada nuer que encontraba como fuente de informacién, y no, por decirlo ast, en largos rela- tos proporcionados por informadores seleccionados y entrena- dos. Por haber tenido que vivir en contacto tan estrecho con los, nuer, llegué a conocerlos més fntimamente que a los azande, so- bre fos cuales puedo escribir una descripcién mas detallada. Los azande no me habrian permitido vivir como uno de ellos; los nucr no me habrfan permitido que viviera de forma diferente. Entre los azandé me vi obligado a vivir fuera de la comunidad; entre los nuer me vi obligado a ser un miembro de ella, Los guande me trataron como a un superior; los muer, como a un igual. 2 No tengo demasiadas pretensiones. Creo que he entendido los valores principales de los nuer y que puedo presentar una des- cripcién exacta de su estructura social, pero considero este volu- men —y asi lo he denominado— como una contribucién a la etnologia de una zona particular més.que como un estudio socio- Togico detallado, ¥ me sentiré satisfecho, si como tal se lo acepta. Existen muchas cosas que no vi ni investigué; por tanto, quedan ‘muchas oportunidades para que otros hagan investigaciones en el mismo campo y entre pueblos vecinos. Espero que asi sea y que tun dia podamos disponer de una documentacion bastante com- pleta sobre los sistemas sociales nil6ticos. 28 y CAPITULO I EL INTERES POR EL GANADO Un pueblo con una cultura material tan simple como los nuer depende enormemente de su medio ambiente. Son fundamen- talmente pastores, aunque cultivan mas mijo y mafz de lo que se suele suponer. Unas tribus cultivan més y otras menos, segin las condiciones del suelo y del agua en Ja superficie y de su Tiqueza en ganado, pero todzs ellas consideran la agriculture como un trabajo duro que les impone la pobreza de provisiones, pues en su fuero intemno son pastores, y el unico trabajo que les encanta es la custodia del ganado. No 36lo dependen del ganado para muchas de las necesidades vitales, sino que, ademés, su concepcién del mundo es la de los pastores. El ganado es su posesién mas preciosa y arriesgan su vida de buen grado para defender sus manadas y para saquear las de sus vecinos. La ma- yorfa de sus actividades sociales estan en relacién con el ganado, ¥ ef mejor consejo que puede darse a quienes deseen entender el comportamiento nuer es cherchez la vache! Ta actitud de los nuer hacia los pueblos vecinos y sus relacio- nes con ellos estén influidas por su amor al ganado y su deseo de adquirirlo. Desprecian profundamente a los pueblos que tie- nen poco © ningin ganado, como los anuak; por otro lado, sus guerras con las tribus dinka han estado encaminadas a apoderar- se del ganado y a controlar los pastos. Cada tribu nuer y cada seceién tribal tienen sus propios.pastos y suministros de agua, y la fisidn politica est intimamente vinculada a la distribucién de esos recursos naturales, cuya propiedad suele expresarse en fancién de los clanes y linajes. Con frecuencia se producen dis- eros viajeros. que entrsron_ en Ia regién, recalearon ef interés fu ganndo. Vie Marno, op. eft, p. 28% Weroe, op. ell, De 4; 44a Couret, op. cit, D- #2 29 putas entre los clanes a propésito del ganado, y éste es la com: pensacién por la pérdida de la vida o de un miembro, que con tanta frecuencia se producen como resultado de ellas. Los jefes pieles de leopardo y los profetas hacen de arbitros en los pleitos en que el ganado est en juego, o de agentes rituales en situa- clones que exigen al sacrificio de un buey 0 de un carmero. Otro especialista en ritual es el wut ghok, el Hombre del Ganado. ‘Asimismo, al hablar de los grupos de edad y de los grados de edad nos vemos obligados a describir las relaciones de los hors- bbres con eu ganado, pues el paso de la muchacher a la condicién de adulto se sefiala de la forma més clara mediante un cambio correspondiente en dichas relaciones en a iniciacién. ‘Los grupos pequefios locales llevan a pastar su ganado en comin y defienden juntos sus hogares y manadas. Su solidari- dad es més clara que en ningtin otro momento en Ia estacién seca, cuando viven en un cfrculo de paravientos en torno a un corral ‘comtin, pero también puede verse en sut aislamiento de la esta- idn de las Iuvias. Una familia no puede proteger y pastorear su ganado por si sola y la cohesién de los grupos territoriales tha de considerarse en funcién de ese hecho. ta red de vinculos de parentesco que une a los miembros de comunidades locales se pone en funcionamiento mediante reglas ‘exdgamas, muchas veces expresadas en funcién del ganado, La unién del matrimonio se leva a cabo mediante el pago de ganado ‘La condicién legal de los conyuges y de sus hi diante derechos y obligaciones con respecto al ganado. Las familias son las propietarias del ganado, Mientras el cabe- za de familia esté vivo, tiene derecho pleno.a disponer de la smanada, si bien sus viudas tienen derecho a usar las vacas y sus hijos son propietarios de algunos de los bueyes. A medida que ‘cada uno de los hijos va Ilegando al estado adulto, por orden de antigiiedad, se casa con vacas procedentes de la manada. El hijo siguiente tendra que esperar hasta que la manada haya recuperado ‘sus dimensiones anteriores, antes de poder casarse, a su vez. Cuando el cabeza de familia muere, Ia manada sigue siendo el centro de la vida familiar y los nuer desaprucban profundamente ‘que se desmembre, por lo menos hasta que no se hayan casado todos los hijos, pues es una manada comin a Ia que todos tienen iguales derechos. Cuando los hijos se han casado, suelen vivir con sus mujeres ¢ hijos en casas contiguas. Al comienzo de la ‘estacidn seca, se ve a una familia extensa compacta de ese tipo viviendo en un cfrculo de paravientos en tomo a un corral comin, y en los grandes campamentos que se forman avanzado el afio la ‘encontramos ocupando un sector independiente de las Iineas de 30, AS paravientos. BI vinculo entre hermanos a través del ganado con- tinda durante mucho tiempo después de que cada uno tenga su hogar e hijos propios, pues, cuando una hija de cualquiera de ellos se casa, los demas reciben uma parte de Ja compensacién matrimonial importante que el marido hace por ella. Sus abuelos, tios maternos, tias paternas y maternas e incluso parientes mas lejanos reciben también una parte. El parentesco suele defi- nirse con referencia a esos pagos, y se recalca con la mayor cla- ridad en el caso del matrimonio, en el que los movimientos de corral a corral cauivalen a las Iineas de un cuadro genealézico. ‘También se recalca mediante el reparto de la carne de un animal sacrificado entre parientes agnaticios y cognaticios. Otro ejemplo de Ia importancia del ganado en Ia vida y el pensamiento de los nuer lo constituyen los nombres de personas. Con frecuencia se designa # los hombres con nombres que hacea referencia a la forma y color de sus bueyes favoritos, y las mu- jeres reciben los nombres de los bueyes y de las vacas que orde- fian. Incluso los nifios se dan nombres-de-bueyes, cuando juegan en Jos pastizales, y un nifio sucle recibir el nombre del toro de Ja vaca que él y su madre ordefian. Muchas veces un hombre recibe un nombre de buey 0 de vaca al nacer. A veces el nombté de un hombre que se transmite a la posteridad es su nombre-de- buey y no su nombre de pila, A eso se debe que una genealogia nuer pueda parecer el inventario de un corral. La identificacién ingiiistica de un hombre con su buey favorito tiene por fuerza que influir en su actitud hacia el animal, y para Jos europeos esa costumbre es prueba lamativa de la mentalidad pastoril nuer. Puesto que el ganado es la posesin més preciosa de un nuer, al ser un suministro de comida esencial y Ia propiedad social més importante, resulta facil comprender por qué desempefia un papel primordial en su ritual. Un hombre entra en contacto con los espiritus a través de su ganado. Si conseguimos la historia de cada una de las vacas de un corral, obtenemos al mismo tiempo una descripcién no sélo de todos los vinculos de parentesco y afinidades de los propietarios, sino también de todas sus rela- ciones misticas. Las vacas estén dedicadas a los espiritus de los linajes del propietario y de su mujer y a cualquier espfritu perso- nal que al mismo tiempo haya poseido a uno cualquiera de los dos. Otros animales estin dedicados a los espiritus de los muer- tos. Frotando cenizas a lo largo del lomo de una vaca o de un buey se puede entrar en contacto con el espiritu asociado con él y pedirle ayuda. Otra forma de comunicar con los muertos y con los espiritus es mediante el sacrificio, y ninguna ceremonia nuer puede ser completa sin el sacrificio de un carnero, un macho cabrio o un buey. 3L Hemos visto, en un breve examen de algunas instituciones y costumbres nuer, que la mayor parte de su comportamiento so- cial se refiere directamente al ganado. Un estudio mas completo de su cultura mostrarfa en todos los casos el mismo interés pre: dominante por el ganado: por ejemplo, en su folklore, Siempre estan hablando de sus animales. A veces me desesperaba por no hablar de otra cosa con los muchachos que del ganado y de las muchachas, y hasta el tema de Jas muchachas conducia inevita- blemente ai del ganado. Empezara por el tema que empezase y lo enfocara desde el angulo que lo enfocase, al cabo de poco esta- bamos hablando de vacas y bueyes, de vaquillas y novillos, de carneros y ovejas, de machos cabrios y cabras, de terneros, cor- deros y cabrites. Ya he indicado que esa obsesion —pues es0 ¢s To que parece a un forastero— no se debe sdlo al gran valor econémico del ganado, sino también al hecho de que representa vinculos en numerosas relaciones sociales. Los nuer tienen ten- dencia a definir todos los procesos y relaciones sociales en fun- cidn del ganado. Su idioma social es un idioma bovino. En consecuencia, quien viva entre los nuer y desee entender su vida social ha de dominar primero un vocabulario referente al ganado y a Ja vida de las manadas. Discusiones tan complica das como jas que se producen en las negociaciones de un matri- monio, en las situaciones rituales y en los pleitos legales sélo pueden seguirse, cuando se entiende la dificil terminologia de colores, edades, sexos, etc. del ganado. ‘A pesar de lo importantes que son las ocupaciones agricolas y piscatorias en la economia nuer, las ocupaciones pastoriles tienen prioridad, porque el ganado no sélo tiene utilidad alimenticia, o también un valor social general en otros sentidos. He citado algunas situaciones en que se manifiesta dicho valor, pero no he referido todas las funciones del ganado en la cultura nuer, pues tienen importancia en muchos procesos sociales, incluidos algu- nos que he citado, que quedan fuera del objetivo de este libro. Me ha parecido necesario dar un esquema introductorio al res pecto para que el lector pueda entender que la devocion nuer hacia el arte del pastoreo esta inspirada en una gama de inte- reses mucho mas amplia que la simple necesidad de comida y también la raz6n por la que el ganado es un valor dominante en sus vidas, Mas adelante nos preguntaremos cémo se relaciona dicho valor con las condiciones del medio ambiente y hasta qué punto nos ayndan los dos factores, considerados como un todo, a explicar algunas caracteristicas de la estructura politica nuer. 3 16 n Antes del siglo actual, los nuer eran mucho més ricos en ganaé do que ahora y es probable que cultivaran menos mijo. Sus exis~ tencias se han visto mermadas por repetidos brotes de ictericia hematirica, que todavia sigue diezmando las manadas. Quizis fuera mas destructiva en el pasado que ahora, aunque los ata’ ques que presencié fueron severos; pero en el pasado los belico- sos nuer siempre podfan recuperar sus pérdidas haciendo incur- siones contra los dinka. Todos los nucr coinciden en afirmar que en Ia generacién anterior sus manadas eran mayores y que las compensaciones matrimoniales y de sangre eran de cuarenta y a veces de cincuenia a sesenta cabezas de ganado, mientras que ahora los parientes de una novia no esperan recibir mas de vein- te a cuarenta. En la actualidad, yo diria, baséndome en una im- presién general, que los nuer son mucho més ricos en existencias gue los shila, pero no tan prosperos como las tibus dinka més favorecidas. Resultaba dificil hacer un censo del ganado, ni siquiera en una zona pequefia, y, desde luego, los nuer habrian considerado semejante intento con aversién, A partir de los pocos célculos hechos, yo deducir‘a un término medio de diez cabezas de ganado vacuno y cinco cabras y ovejas por establo. Un establo de tama- fio normal no puede contener mas de tna docena de vacas apro- ximadamente, Como un establo corresponde a unas ocho perso. nas, probablements el ganado vacuno no superara a Ja poblacién humana. Las vacas predominan y probablemente constituyen Jos dos tercios aproximadamente de las manadas. Muchas ilus- traciones de este libro muestran el aspecto del ganado nuer. Los rnuer dicen que una joroba muy grande es sefial de origen beir y que los cuernos muy largos son sefial de origen dinka. Algunas tribus son mas ricas en ganado que otras. La regién low esta considerada como especialmente idénea para criar gana- do y es famosa por sus grandes manadas. Los jikany orientales fueron en tiempos muy ricos en ganado, pero sus manadas estan convalecientes todavia de las pérdidas por epidemias que obli- garon a dicho pueblo a cultivar mas extensamente. EI ganado esté repartido en todas partes equitativamente, Pricticamente nadie carece de él y nadie es muy rico. Aunque el ganado es una forma de riqueza que se puede acumular, un hombre nunca posce mu- chos més animales de los que puede contener su establo, pues, en cuanto su marada ¢s lo suficientemente grande, él 0 alguien de sui familia se casa: con ello la manada queda reducida a dos ‘0 tres animales ¥ los aos siguientes se dedican a reparar sus pérdidas. Todas las familias pasan por esos perfodos alternativos 33 de pobreza y relativa riqueza. Los casamientos y las epidemias impiden la acumulacién del ganado y asi no hay diferencias de riqueza que ofendan al sentido democratico de este pueblo. ‘Cuando pasemos a examinar el sistema politico nuer, habre- mos de tener presente que, hasta afios recientes, probablemente hayan sido mas exclusivamente pastores y némadas que en la actualidad, y que la disminucién de sus manadas puede explicar en parte su persistente agresividad. ut Aunque el ganado tiene muchos usos, su principal utilidad es la leche que proporciona. La leche y el mijo (sorgo) son los ali- mentos basicos de los nuer. En algunas partes de su pats, espe- cialmente entre los lou, las existencias de mijo raras veces duran todo el afio, y, cuando se agotan, ese pueblo depende de la leche y del pescado, En esas ocasiones, una familia puede alimentarse ‘con la leche de una sola vaca. En todas partes la cosecha de mijo es insegura y son frecuentes los periodos de escasez mas o menos grave, durante los cuales dependen del pescado, de las raices silvestres, de Jos frutos y semillas, pero principalmente de Ia leche de sus manadas. Inciuso cuando el mijo es abundante, raras veces lo comen solo, pues, sin leche, suero de leche o queso Iquido, a los nuer les parece insfpido, desagradable y, especial- mente en el caso de los nifios, indigesto. Consideran la leche esencial para los nifios, pues creen que no pueden estar bien ni felices sin ella, y las necesidades de Jos nifios son las primeras ‘que satisfacen, aun cuando los mayores tengan que pasar priva- ciones, como ocurre en épocas de penuria. En opinién de los nuer, Ia situacién ideal es aquella en que una familia posce varias vvacas lecheras, pues en ese caso Tos nifos estén bien alimentados y hay un excedente que se puede emplear para la fabricacién de ‘queso, para ayudar a los parientes y para agasajar a los huéspe- des. Generalnente, una familia puede obtener leche para sus niles, porque un pariente le prestara una vaca lechera o le dara parte de su leche, sino poseen una. Todo el mundo reconoce esa obligacién para con los parientes y cumple con ella generosamen- te, pues todos estan de acuerdo en que las necesidades de los nifios son de la incumbencia de los vecinos y de los parientes, y no sélo de los padres. No obstante, de forma ocasional, des- pués de una epidemia o, en menor grado, después de que dos o tres jévenes del grupo se hayan casado, toda una aldea e incluso toda una poblacién puede conocer la escasez. A veces Ia escasez 4 €s consecuencia también de la tendencia de las vacas de una aldea a dejar de dar leche hacia la misma época. Los nuer valoran las vacas segtin la cantidad de leche que den y conocen los méritos de cada una en ese sentido, Las crias de una buena vaca lechera se aprecian mas que Ias de otra que dé poca leche. Para ellos, una vaca no es nunca una vaca simple. mente, sino que siempre es una vaca buena o mala, yun nuer a quien le adeuden una vaca no aceptaré como pago de la deuda tuna que no Je guste. Si preguntamos a un nuer en un campa- mento de ganado cuales son las mejores y lus peores vacas de Ja manada, podra decirlo al instante. Al juzgar su valor, no atri- buye demasiada importancia a las cualidades estéticas que apre- cia en un buey, especialmente la gordura, el color, y la forma de los cuernos, sia que selecciona la que presente las caracteristi- cas de una vaca jehera: Jomo ancho y suelto, huesos de las ancas prominentes, venas de Ja leche anchas, bolsa de !a leche con muchas arrugas. Al juzgar la edad de una vaca, observa la pro- fundidad de los surcos que se marean a uno y otro lado de su grupa en direccién a la cola, el mimero de dientes y su filo, la firmeza de su paso y el mimero de anillos en sus cuernos. Las acas de Jos ner tienen las caracteristicas conocidas de las vacas lecheras Las mujeres, Jas muchachas y los muchachos no inicia- dos se encargan de la operacién de ordefar, que realizan dos veces al dia. A los hombres les est prohibido ordefiar, ano ser ‘que, como ocurre en los viajes y en las expediciones guerreras, no haya mujeres 0 nifios presentes. El ordenador se coloca en cuclillas junto a la vaca y ordefia una sola ubre cada vez dejan- do caer Ia leche en Ia esirecha boca de una calabaza con cuello en forma de botella colocada sobre los muslos (véanse las Tlus- traciones HI y V). Ordefia con tos dedos pulgar, e indice, pero, como mantiene cerrados los demas dedos, Ia ubre recibe en cierto modo Ja presién de toda la mano, Se trata de un mo- vimiento"en que se combinan las acciones de apretar y de esti- rar. La calabaza se mantiene en la posicién adecuada gracias a Ta presidn hacia abajo de las manos que la aprietan contra Jos muslos. Cuando se usa una olla 0 una calabaza de boca més ancha, se sostiene entre las rodillas y el ordefiedor presiona dos ubres a un tiempo. A veces se ve a dos muchachas orde- fando a una vaca, una a cada lado. Si una vaca es inquieta, un hombre puede mantenerla inmévil colocando la mano en sit boca y apretindole el morro; y si da coces, se coloca un lazo cen tomno a sus patas traseras y se Jas mantiene juntas (véase a Mlustracién 111). Me dijeron que a veces ponen una anilla en el hocico de una vaca que no suela estar quieta mientras la ordefian. El proceso del ordefto es el siguiente, Sueltan a la 35 ria, que, con la soga de mantenerla sujeta alrededor del cue- Mo, corre inmediatamente hacia su madre y empieza a embestir yiolentamente contra la ubre de ésta. Eso hace que comience f salir la leche, y los nuer consideran que, si la cria no ma- mase en primer lugar, la vaca retendria la leche. No dan palmadas en Ia ubre, a no ser que la cria haya muerto, pues Ereen que es malo para la vaca, Cuando la cria ha mamado tun poco, la retiran —a lo que se resiste tenazmente— y la atan junto a las piernas delanteras de la madre, con lo que se pone a frotarse contra ellas, cosa que gusta a aquélla. Entonces Ia Tuchacha hace el primer ordefio, llamado wic. Cuando las bres se vuelven blandas y vacias, vuelven a soltar a Ja cria y repiten Ia misma operacion de antes. El segundo ordefo se ama tip indit, el tip mayor. Por regla general, se hacen s6lo dos ordeiios, pero, si se trata de una vaca lechera muy buena que se encuentre en el punto culminante de su periodo de Taetacion, pueden volver a soltar a la cria y realizar un tercer ordefio, Hamado tip intot, el tip menor. Cuando la muchacha hha acabado de ordefiar, limpia sus muslos y la calabaza con Ta cola de la vaca y suelta a la cria para que acabe Ia leche que Queda. El primer ordefio requiere més tiempo y produce mas Teche que el segundo, y el segundo mds que el iercero. El pro- ducto obtenido por la mafiana es mayor que el de Ja tarde. De acuerdo con una serie de célculos, podemos considerar que, por término medio, Jas vacas nuer producen de cuatro a cinco pintas (J pinta = 0.568 litros) durante su periodo de lacta- tién, que sucle durar unos siete meses. No obstante, no hay que olvidar que se trata de un célculo referente a Ja produccién de le che para el constimo humano. La crfa se lleva su parte antes, du- rante y después del ordefio, Ademés, es posible que, como decla- ran los nuer, algunas vacas retengan Ja leche para sus crias, dado que muchas veces éstas maman durante varios minutos después del ordefo antes de que sus madres las rechacen dandoles coces (0 movigndose de sitio de modo que no puedan Mlegar a las ubres. A veces, un nifio se lleva a la vaca, ordefia las ubres y chupa la leche de sus manos 0 comparte Jas tetas con la cria, pero, por regla general, Ia leche que queda es para la crfa. Por consiguien- te, la produccién total puede Hegar a ser de siete a nueve pintas al dia y, por cierto, es mucho més rica que la leche que dan las vacas inglesas. No es de extrafiar que la produccién sea pequefia, ya que las vacas nuer no reciben alimentacién artificial; a veces Jos pastos suculentos son dificiles de encontrar y tienen que su- frir muchas privaciones. Por otro lado, hay que recalear que, mien- tras que los granjeros ingleses sélo necesitan leche, los ganade- ros nuer necesitan leche y también desean preservar todas y cada una de las crias. Las necesidades humanas tienen que subordi- 36 18 Fg. calabaze para hacer mantequilla narse a Jas necesidades de las erfas, que han de ser objeto de atencién primordial, si se quiere perpetuar la manada, La leche se consume en varias formas. La leche fresea la beben los nifios principalmente y también se ingiere con ga- jo. Los adultos beben la leche fresca principalmente fen la época calurosa de la estacién seca, cuando més se apre- tun trago refrescante y Ja comida es escasa, Parte de la leche la guardan y pronto —muy pronto en verano— se agria y espesa, y asi se come, A los nuer les gusta tener siempre una talabaza’de leche agria a mano, por si acaso legaran visitan- tes. Parte de la produccin diaria se guarda para hacer queso y, si hay varias vacas en laciacién, puede reservarse una para ese fin, La leche para hacer mantequilla se bate en una calabaza diferente de la usada para beber. Después se la traslada a otra calabaza (véase Fig. 1), en la que permanece durante varias horas, y, como no limpian las calabazas de hacer la mantequilla a no ser que huelan mal, los dcidos que quedan de ocasiones an- teriores hacen cuajar In'ieche. Después de haberla conservado en Gicha calabaza, se encarga de batirla una mujer o una mucha- cha que se sienta en el suelo con los pies extendidos hacia adelante y alza Ja calabaza y después la deja caer hasta los muslos donde la sacude varias veces antes de repetir la misma in; se trata de un método de batir simple, pero prolijo, 37 38. Fig. 2 CCalabaza para conservar queso Gama a eg prada, gw Be orina de buey para darle més consistencia, Cuando ha acabado: ca en otra calabaza, que cuelga en una choza. Las mujeres y los nifios son quienes principalmente beben el suero, mezclado con leche fresca. Cada dia afiaden nueva cuajada ala conser. vada y de vez en cuando la agitan junto con un poco de ori Se buey para impedir que se eche a perder. Pueden hacerlo asi durante varias semanas, antes de cocer fiialmente la guajada, lieth in bor, sobre un fuego rapido, que la convierte eh queso solide y de color amarillo obscuro (lieth in car). Después de cocer durante un rato, se vierte el liquide en una calabaza y la grasa que queda arriba se separa para usarla como aderezo ara las gachas. EI quoco ce ctelga cn una malla del techu de tuna choza en una calabaza redonda, de cuya corteza se ha cortado un trozo, de modo que unas cuerdas la atraviesen y hogan de tapadera corrediza (véase Fig. 2), y, si se Io preserva del aire con una capa de excremento del ganado, puede mante. nerse en buenas condiciones durante meses. Asi, que la leche puede almacenarse en forma de queso, Se come junto con las gachas y también se usa para untar el cuerpo. También se ordefian las ovejas y las cabras por la mafiana, pero los nuer aprecian poco su leche, que beben los nities pequellos y no se usa para hacer queso ‘ni mantequilla. La mu. Jer ordefa y los cabritos y corderos acaban lo que queda en las ubres. Como las crias acompafian a sus madres a la hora de pastar, no se ordefia a éstas por la tarde, pera muchas veces, durante el dia, muchachos pastores hambrientos aprietan las ubres y chupan Ia Teche en sus manos. Vale Ia pena insistir en algunos de los aspectos revelados por a descripcién de Jas operaciones de ordefio y fabricacién de queso y mantequilla, (1) La cantidad y distribucién actuales del ganado no permiten a los nuer Hevar una vida enteramente pas- toral, como les gustaria hacer, y, en cambio, puede que si se les permitiese en otra época, De ‘acuerdo con un céleulo generoso, la produccién media diaria por establo probablemente no sea mayor de doce pintas o de una pinta y media por persona, En consecuencia, resulta necesaria una economia mixta. (2) Ademds, la fluctuacién de los recursos Eamiliares, causada por las epide mias y por la compensacién matrimonial, se ve aumentada por el cardcter organico de la dieta basica, pues las vacas sdlo pro- || ducen leche durante determinado periodo después de parir y la | rduccidn no es constante. Como consecuencia de ello, una fa- milia particular no es una unidad autosuficiente, por lo que se refiere a Ja leche, pues no puede garantizar siempre un aprovisio- namiento adecuado. Asf, pues, como la leche se considera esen- cial, Ia unidad econémica ha de ser més amplia que el simple grupo familiar, (3) Las condiciones ambientales, asi como Ta nece- sidad de cereales para completar su racién de leche, impiden a los 39 nuer Ievar una vida enteramente némada, pero la leche les per- imite Hevar una vida errante durante parte del afio y Jes da movilidad y facilidades de escapatoria, como muestra su histo- ria y ha demostrado recientemente la campaiia gubernamental contra ellos. La leche no requiere almacenamiento ni transporte, pues se renueva diariamente, pero, por otro lado, impone una dependencia continua del agua y de la vegetacién, que no sélo permite una vida errabunda, sino que, ademas, la vuelve obliga- toria. Esa vida fomenta las cualidades del pastor —valor, aficién a lalucha y desprecio del hambre y las privaciones— en lugar de moldear el caracter industrioso del campesino, Iv A los nuer les interesa también el ganado por la carne, cocida © asada. No crian manadas para matarlas, pero con frecuencia sacrifican ovejas y bueyes en ceremonias. Siempre hay espiritus en cuyo honor realizar un sacrificio adecuado en cualquier mo- mento, y dichos sacrifieios suelen retrasarse durante mucho tiem- po, de modo que no falte una excusa apropiada para celebrar una fiesta, cuando ¢l pueblo lo desee. A las vacas fértiles se las sacrifica én los ritos funerarios, pero, en Tos demés casos, slo matan a vacas estériles. En los sacrificios, a la mayoria de la gente le interesa mas el caracter festivo de los ritos que el rel gioso. A veces, como en las ceremonias nupciales, las personas que ejecutan él ritual no son las mismas que las que comen la carne, mientras que en otras se produce una pelea general por la res muerta. En esas ocasiones, los nuer muestran sin avergon- zarse su deseo de carne, y reconocen que algunos hacen sacrifi- cios sin causa justificada. En determinados afos, los jévenes tie- nen Ia costumbre de reunirse en una casa, en la época de las lluvias, con el fin de matar bueyes y saciarse con su carne. Sin embargo, salvo en esas ocasiones, no se debe matar a un buey ‘sélo para comerlo —pues se cree incluso que el buey podria mal- decir a quienes lo hicicran— y sdlo lo hacen en caso de grave escasez. Los lou, que son ricos en ganado, tienen fama de matar bucyes para comerlos, de Jo cual se avergiienzan mas que nada. Aun asi, en ninguna regin de Nuerlandia es corriente que se mate el ganado para comerlo, y un nuer nunca matarfa ni siquiera a una oveja 0 a una cabra por Ja razén exclusiva de que deseara carne. En ocasiones de menor importancia se sacrifican ovejas © cabras, y no bueyes, por ser menos valiosas. Los nuer comen todos los animales que mueren de muerte 40 natural, Incluso cuando muere el buey favorito de un muchacho, se puede convencer a éste para que comparta su carne con los demés, y se dice que, si se negara a ello, su lanza podria vengar el insulio cortandole un pie o una mano en una ocasién futura, Alos nuer les gusta mucho la carne, y declaran que, cuando muere una vaca, «los ojos y el corazén estén tristes, pero los dientes y el estémago se legrans. eF] estémago de un hombre ruega ‘a Dios, independientemente de su mente, para que le conceda este tipo de dones.» "Aunque @ los bucyes ao los oscrifica y ce Ios come, no elo se los aprecia para esos fines, sino también para hacer ostenta- cién y por el prestigio que confiere su posesién. El color y la forma de los cuernos son importantes, pero las cualidades esen- ciales son el tamaiio y la gordura, y se considera especialmente importante que no s¢ Je vean los huesos de la grupa. Los nuer admiran una joroba amplia que se bambolea, cuando el animal camina, y muchés veces, para exagerar esa caracteristica, mani- pulan Ja joroba poco después del nacimiento del animal. Como otras pueblos pastores det Africa oriental, los nuer extraen sangre de los pescuezos de sus animales, Io’ que cons- titaye un articulo suplementario de su dieta en los campamen- tos de la estacién seca, cuando en general se los puede ver san- grar por lo menos a una vaca por noche. Para fines culinarios se Sangra con més frecuencia a las vacas que a los bueyes. La ope- racin, llamada bar, consiste en atar una cuerda muy apretada fen tormo al pescuezo de Ja vaca, de modo que se destaquen las ‘yenas y pueda cortarse una de ellas, del lado de ta cuerda que da hhacia Ja cabeza, con un cuchillo pequefio envuelto en cuerda © hierba para impedir que profundice demasiado. La sangre sale a chorro y, cuando se ha Henado una gran calabaza, desa- tan la cuerda y deja de salir. Untan la herida con un poco de estigreol, Si se examina el pescuezo de una vaca, se ve una serie de cicatrices pequefias. Después de lz operaciéa, las yacas se muestran algo mareadas y puede que se tambaleen un poco, pero no parece que les afecte mucho mas la experiencia. De hecho, puede ser, como afirman los nuer, que les beneficie, pues evan una vida indolente, Las mujeres cuecen la sangre hasta ‘que esta bastante cuajada y puede usarse como condimento carnico para las gachas; o blen los hombres esperan a que sé eoagule en un bloque sélido y, después de asarlo en las brasas de un fucge, lo cortan y se lo comen. Los nuer no consideran Ia sangre de las vacas como un articulo de primera necesidad y aquélla no desempefia un papel importante en su cocina. De hecho, dicen que no ejecutan la operacién para conseguir comida, aunque recondcen que la san- gre asada es deliciosa, sino por el bien de Ias vacas. La sangria esta destinada a curar a una vaca de cualquier enfermedad. al AL climinar Ja sangre mala. También dicen los nuer que hace cn: gordar a la vaca, pues el dia siguiente estara mas vigorosa y astard con avidez. Ademds, en su opinién, la sangria disminuye fel deseo de Ia vaca de que la cubra el macho, Los nuer dicen gue, si la vaca se ve cubierta con frecuencia, puede Megara volverse estéril, mientras que, si se Ia sangra de ver en cuan do, s6lo necesitaré que la cubran una ver y quedaré prefiada, ‘A veces se sangra al ganado por razanes mddicas en la estacion de las Huvias, cuando los hombres pueden estar tan saciados, que den Ia sangre a los muchachos del corral y a los perros. A veces hacen incisiones en los hocicos de las vacas y dejan fluir la sangre hasta el suelo para hacerlas engordar. He visto a nuer sajar sus propias piernas y Ia regién lumbar para darse agilidad y vigor. Los dos detalles siguientes me parecen importantes. (1) Aun que los nuer no matan a su ganado para comerlo, en realidad el destino de todos los animales ¢s Ia olla, de modo que obtienen suficiente carne para satisfacer su deseo y no tienen necesidad apremiante de matar animales salvajes, actividad a Ja que sc entiegan muy poco. (2) Excepto cuando son frecuentes las epide- demias, las ocasiones ustiales de comer carne son Jos rituales, y el cardcter festivo de los ritos es lo que les confiere parte de st importancia en la vida del pueblo. v Aparte de la leche, Ia care y Ia sangre, el ganado proporciona alos nuer numerosos articulos domésticos de primera necesidad, y, si tenemos en cuenta lo limitadas que son sus posesiones, po: demos apreciar la importancia del ganado como materia prima, Los cuerpos y productos corporales de! ganado tienen los si- guientes usos Sus pieles se usan para camas, para bandejas, para trans: portar combustible (Ilustracién XVID, para atar y para otros fines, para majales (Fig. 15), para collares de cuero para los bueyes (Fig. 4) y para membranas para los tambores. Se em: plean en la fabricacién de pipas, Ianzas, escudos, petacas para tabaco en polvo, etc. Las eserotos de los torus se convierten en olsas para contener tabaco, cucharas y ott0s objetos peque- os (Fig. 3), Los pelos de la cola se convierten en borlas usadas por las muchachas como ornamentos para las danzas y para decorar Ios cuernos de sus bueyes favoritos (Ilustracién IV). ‘Sus huesos se usan para la fabricacién de brazaletes, y como 4a Fig.3 Bolses hechas con escrotes de un tore y de una jirafa mazas, trituradores y raspadores. Sus cuemnos se cottan para fabricar cucharas (Fig. 14) y para construir arpones. ‘Sus excrementos se usan para combustible y para cubrir las paredes, los suelos y los exterlores de las cabaiias de paja de os campamentos de ganado. También se emplean como arg ‘masa en procesos tecnol6gicos menores y para proteger las her das. Las cenizas de excrementos quemados se usan para untar cel cuerpo de los hombres y para teflir y fortalecer el cabello, para enjuagerse la boca y lavarse los dientes, para la prepara ion de utensilios de calabaza, para curtir el cuero y para 4B 44 Fig. 4 Esguila de buey y collera Tavarte Ia cara y les manos, para preparer pleles de dorms, wots de cero y para ors fins es sh orina se utliza para batir la maneca y hacer el queso, axl ammo en In prey Facién de los utenslicy hechos’ Ae calabaza, en el eurtiZo Bel Guero y para Lvarse la cara 9 las manos, Tas mujeres castdas usan las pices de las ovelas y de las cabras como taparrabos (Tlustracién XXIII [a]); tambidn se Sean como alfombras pata tentarse, para hacer boleas on lat fue guordar tubaco y mio, y se cota en tas con Ins que les Hones sence tow tbe, cuando date, No se ina Se ha llamado al beduino arabe pardsito del camello. Con cier* ta justificacién podria lamarse al nuer parisito de la vaca, No obstante, puede parecer que la lista que hemos compilado no abarca una gama demasiado amplia de usos, pero la cultura ma- terial de los nuer es tan simple, que explica gran parte de su tecnologia y abazea articulos de los que dependen en gran me- dida; por ejemplo, el uso de excrementos como combustible en’ ima region en que es dificil obtener suficiente combustible vege- tal para cocinar, y més atin para las grandes hogueras que arden dia'y noche en todos os establos y paravientos. Hemos visto que, aparte de sus numerosos usos sociales, a Jos nuer les interesa directamente el ganado como productor de dos articulos esenciales de su dieta, la leche y Ia carne. Ahora comprendemos que el valor econémico del ganado es mayor. Teniendo en cuenta también el valor social mas general del ga- nado, indicado lrevemente en el apartado I, podemos observar ya que existe un interés extremado por un objeto particular, que predomina sobre todos los demés intereses y est en relacién co as cualidades de simplicidad, perseverancia y conservadurismo, tan caracteristicas de los pueblos pastores. vi En pr itulos describiremos la forma como satisfa- cen los nuer las necesidades de ganado, agua, pastos, proteccién contra Jos animales carnivoros y los insectos que pican, etc. y ex- pondremos el modo como determinan las costumbres humanas y afcctan a las relaciones sociales. Dejando de lado esas cues hes més amplias, vamos a preguntarnos aqui si los auer, que tanto dependen de su ganado y valoran tanto a éste, son. pasto- res competentes, No hace falta decir que prodigan a sus animales todas las atenciones que permite su saber, pero es oportuno pre- guntarse si su saber es suficiente. Hemos sefialado especialmente Jos casos en que Ja préctica nuer no coincidfa con Jos usos de los granjeros, y hemos investigado las razones que explican la divergencia. Més abajo exponemos algunas de las dificultades mas evidentes y algunas observaciones generales sobre la gana- deria nuer. 1. Como no devuelven las vacas a los corrales al mediodia, las crias mas pequefias han de pasarse de alimentos durante va- rias horas al die. No obstante, el capitan H. B, Williams, director del Departamento Veterinario de Sudin, me ha dicho que los ‘bueyes nuer tienen fama de ser tan buenos como cualesquiera 45 otros de Sudén, de modo que su desarrollo, como crias, no puede verse detenido gravemente. En la época de las Iluvias, raras veces ordefian a las vacas antes de las 9 0 las 10 de la mafiana y, de nuevo, hacia Tas 5 de la tarde, pero en la estacién seca pueden Hevarlas a pastar a hora tan temprana como las 8 de la mafiana y no regresar hasta Jas 5,30 de la tarde, de modo que no pueden amamantar a sus crias durante unas 10 horas. No obstante, no es ficil evitar ese largo intervalo, pues en la estacién seca los cam- pos de pastos muchas veces estan alejados y, a causa de la falta de buenos pastos, el ganado tarda més tiempo en alimentacse que en la de las Ituvias. En la época de las Iluvias seria cosa facil evar a pastar a la manada al amanecer y devolverla a los corra- les a mediodia, como hacen muchos pueblos del Africa oriental, para que las vacas amamanten a sus crias y rumien, Pero los nuer dicen que, cuando el ganado sale de su establo, caliente y humeante, le gusta descansar por un rato en el corral antes de ir a pastar, y su apatia, que contrasta con su avidez a la hora de pastar después de una noche al aire libre en los campamentos de la estacién seca, parece justificar esa afirmacién. Los nuer comprenden que cl calor y el humo de los establos son perjudi- ciales para el ganado, pero consideran peores a los mosquitos. ‘También creen que, esperando hasta que el rocfo se haya eva. porado, disminuye el riesgo de trastornos digestivos, pues en la época de las Hluvias el suelo estd frfo y htimedo hasta tarde. Otra raz6n para mantener hasta tarde el ganado en los corrales es la de que, si se lo suelta temprano, tardan poco en pastar hasta hartarse y empiczan a crrar en todas Jas direcciones, pues en la época de las Iuvias no suelen pastorearlo, 2. Sorprende inmediatamente a un europeo el hecho de que el estado del agua potable en los periodos de la estacién seca deje mucho que desear, especialmente si él mismo tiene que beberla, A veces los estanques han quedado casi completamente secos y contienen agua sucia, legamosa incluso, que hombres y ganado beben, Me he preguntado por qué no se trasladan antes desde dichos estanques pequefios, del tipo del que figura en la Hustracién XXI (b), en tomo a los cuales acampan al comienzo de'la estaci6n seca, hasta los rios y Jagos donde se concentran. al final, pero no pretendo discutir su criterio, pues saben perfec. tamente que el agua sucia no gusta al ganado, ni es buena para i, y, cuando las circunstancias lo permiten, procuran asegurarse el suministro de agua limpia con la frecuencia con que la nece- siten, Al trasladar el campamento, tienen que tener en cuenta una serie de requisitos: pastos, pesca, la cosecha de Balanites aegyptiaca, la segunda cosecha de mijo, etc., ademas del estado del agua. 46s 23 3. A diferencia de algunos pueblos del Africa oriental, los nuer no conservan muchos animales sin castrar. Si en algo se equivocan es en conservar demasiado pocos. Por las limitadas observaciones que hice, calculé que hay un toro adulto por cada treinta © cuarenta vacas adultas aproximadamente. Los nuer intentan seleccionar para toros sementales los novillos de sus mejores vacas lecheras, de modo que puedan engendrar buenas vacaslecheras con ells. Digen qué sino castraran a la mayorta fe los novillos, las vacas no podrian estar tranguilas y habria ccnutantes icine on lag comreica ¥ aifocion on ton estblos. No castran a los terneros hasta que no tienen de dieciocho meses a dos afios de edad: «Cuando su madre ha tenido otra eria y lleva tuna tercera en su seno». Lo derriban, cortan cl escroto con una Tanza, extraen los testiculos y los cortan, El animal pierde poca sangre y se recupera pronto. Los nuer pueden castrar a un ter- nero con vistas a un sacrificio, pero, en los demas casos, prefie- ten realizar la operacién en la estacién seca, pues existe menos peligro de inflamacién que en la de las Iuvias. No impiden a Ios toros que luchen, salvo en el caso de que pertenezcan a Ia misma manada, y la tradicién cita con frecuencia ese tipo de luchas como causa de escisin y migracién de linajes, En los sacrificios matan gran cantidad de novillos y de bueyes. 4, Hasta el tercer afio no permiten que el macho cubra a las vaquillas. Los nuer saben cudndo esta en celo una vaca por ‘su comportamiento en el corral: esta inquieta, muge, mueve cons- tantemente a cola, olfatea las vulvas de las demas vacas © in- tenta montaras, SI una vaca se ha apareado en el campo donde fastan —pues los toros acompafian a la manada—, los nuer etal fils MM pes cs varios. Si preguntamos a los nuer cuando pariré una vaca a decirlo al instante y con exactitud. Dicen que, si uma vaca no ha tenido una enfermedad grave, dara a Juz unas ocho exfas apro- ximadamente. 47 Fig. 5 Ccabera de tornera disceada litero, los nucr intentan sacarla, y, cuando es necesario darle a vuelta dentro del titero, lo hacen. Sila placenta no cae o si Ja vaca no lame a su cria, le administran medicinas, Cuando muere una cria, recurren a diferentes procedimientos para con- Vencer a su madre para que dé leche. Disecan la cabeza lendn- ola de paja (véase Ja Fig. 5) y la untan con orina de la madre © bien, especialmente cuando una vaca aborta, disecan toda la crfa, introducen estacas de madera para que hagan de piernas, y Ja colocan frente a su madre y empujan Ja cabeza contra las lubres de ésta, mientras las aprietan suavemente y tiran de ellas, y un muchacho infla la vagina, Los nuer dicen que si una cria tiene s6lo uno 0 dos dias de vida y su madre muere, morira también, pero cuanda conoce 24 Fin 6 Avilla para destelar a las eras cl cak tin bor, cla leche blanca» que sigue al calostro, puede salvarse, Se la alimenta a mano por medio de una calabaza pequefia con boca en forma de embudo, y hacen todo Io posi- ‘ble para que otra vaca con leche la amamante. Como Ios nuer creen —erréneamente, al parecer— que es peligroso para una cla beber la leche incolora situada sobre el calostro, la ordefian antes de dejar mamar a la cria y, si por descuido ésta mama antes, le administran un purgante, Consideran gravisimo que haya algo de sangre en Ia leche. ‘Durante los primeros tres © cuatro dias, una cria mama toda la leche de su madre excepto la parte eliminada, Entonces, invi tan a-los parientes que vivan cerca a comer gachas sobre las. que vierten la primera leche cogida para el consumo humane. En esa ceremonia, cortan a la cria las puntas de los pelos de Ia cola y su propietario escupe sobre ellas y frota con ellas el Tomo de la madre, ya que, de lo contrario, la cria enfermerd,. pues se resiente de que los hombres estén robando su leche. No obstante, después pueden seguir diciendo: «Todavia no com- partimos la leche con su eria, pues durante Jas dos primeras se- manas cogen muy poca leche para permitirla fortalecerse y para que sus dientes se endurezcan, Cuando la cria esta més fuerte, cogen més leche y entonces dicen que la erfa comparte (buth) Ia leche con los hombres. Sigue mamando hasta que su madre vuelve a estar prefiada y se niega. Por Io general, no- cemplean procodimientos para destetarla, pero si la vaca da de 49 mamar estando prefads y resulta imposible separaria de st ria en Jos pastzales, colocan un anillo de. puas en torno al Hocico de Ta erfa (Fig, 6), que le permite pastar, pero no mamar, pues las plias pinchan la ubre de la madre y dst le da coves para que se aparte. Com habra visto elector en esta descrip dn, asf es como solucionan los nuer el problema de los gant: eros de hacer que las vacas abastercan asus amos sin privar 2s ria de i timentacon eencial las crias pequefias, después de que la manada de Jas reses adultas hays ido a los pastzaes, av guntden asta Tinales de Ta tarde en establos en tas aldens de ta estacién de tae Twine YJ'en Tos campamentos de le estaciOn seca, as acan a la sombra de un frbol. Las abrevan durante Ta tarde y tos maachor Jes levan hierbas, especialmente poor (Oryea Barthidy que les engorda mucho. Empiezan a ir a pastar con les erlas mis me vores, vgiladas por muchachos pastores, hacia su tercer mes ¥ Jas mantienen apartadas de las madres guigndolas en direceida puesta a la seguida antes por la manada de reses adults, Acorn Patlan ala manada, cuando tienen aproximadamente tn ano de fad, época para la cual sus madres vuelven # estar prefiadas. Volveremos a tener més oportumidad de observar la atencién qué'los nuer prestan a su ganado y la sabiduria de sus métodos En sta seccién me he limitado a presentar algunos ejemplos para ilustrar una conclusién general a la que llegué mientras realizaba mi estudio: que la ganaderia nuer no podria mejo- rarse en detalle importante alguno en sus relaciones ecoldgicas actuales; que, en consecuencia, un conocimiento mayor del que poseen no representarfa ayuda alguna para ellos, y que, como veremos, si no fuera por su vigilancia y cuidado’incesantes, el ganado no sobreviviria a las duras condiciones de su ambiente. vil Se lia observado que a los nuer podria Hamérsclos parésitos de'la vaca, pero con igual razén podria decirse que la vaca es tun pardsito de los nuer, quienes pasan la vida asegurando el bienestar de aquélla. Consiruyen establos, encienden fuegos, y limpian los corrales para que las vacas estén cOmodas; se tras Jadan de las aldeas a los campamentos, de un campamento 2 otro campamento y regresan de los campamentos a Jas aldeas para conservar su salud; desafian a las ficras para protegerlas, y labran ornamentos para adornarlas. Las vacas pueden llevar su apacible, indolente y perezosa vida gracias a la devocién de los nuer. En realidad, ia relacién es simbistica: el ganado y los 50 hombres se mantienen mediante Jos servicios recfprocos que se prestan. En esa relacién simbidtica e intima, los hombres y Jos animales forman una comunidad particular de Jo més estre- cha. Voy a enfocar dicha intimidad en unos cuantos pérrafos. Los hombres se despiertan hacia el amanecer en medio de su ganado y se sientan a mirarlo satisfechos basta el final del ordefio, Entonces, 0 bien Jo llevan a pastar y pasan el dfa obser- vandolo comer, Ilevandolo a abrevar, componiendo canciones sobre ¢l, y levandolo de regreso al campamento, o bien se quedan en el corral bebiendo su leche, haciendo cuerdas para atarlo y ornamentos para él, abrevan a sus crias y se preocupan de él de otras formas, limpian su corral y secan sus excrementos para hhacer combustible. Los nuer se limpian las manos y la cara con la orina del ganado, especialmente cuando las vacas orinan mientras las estn ordefiando, beben su leche y su sangre y duer- men sobre sus pieles junto a su estiércol humeante. Se cubren el cuerpo, se peinan el pelo y se Iavan los dientes con Tas cenizas del estigrcol animal, y comen ta comida con cucharas hechas con sus cuernos, Cuando el ganado regresa al anochecer, atan a cada res a su estaca con cuerdas hechas con Jas pieles de sus compatie- ras muertas y se sientan en los paravientos a contemplarlas y a observar cémo las ordefian. Un hombre conoce cada animal de su manada y de las manadas de sus vecinos y parientes: su color, Ia forma de sus cuernos, sus peculiaridades, el nimero de sus tetas, la cantidad de leche que da, su historia, su ascendencia y su progenie, La sefiorita Soule me ha dicho que la mayoria de Jos inuer conocen los detalles de la madre y abuela de una res y que algunos conocen los detalles de sus antepasados hasta Zinco generaciones. Un nuer conoce las costumbres de todos sus ueyes: uno brama por las noches, a otro le gusta guiar a la ‘manada a su regreso al campamento, y otro sacude la cabeza més que los demds, Sabe cuales son las vacas que estén inquietas mientras las ordefian, cudles son fastidiosas con sus crias, a cuales les gusta beber camino del pastizal, etcétera. Si es joven, busca a un muchacho para que guie a su buey favorito, que Ie da nombre, en torno al campamento por la ma- fiana y va saltando y cantando detrés de él; y muchas veces, por Ja noche se pasea por entre el ganado haciendo sonar una esquila de las que llevan los bueyes y cantando alabanzas de sus parien- tes, sus amores y sus bueyes. Cuando su buey regresa por Ia tarde, lo acaricia, Ie frota el lomo con cenizas, Je quita las garra- patas del vientre y del escroto, y le limpia los excrementos que se le hayan quedado adheridos al ano. Lo ata frente a su cabafia para poder verlo, si se despierta, pues no hay visién que Ilene mis de satisfaccién y orgullo a un nuer que la de sus bueyes. Sh Cuanto mds puede exhibirlos, mds feliz se siente, y para volverlos més atractivos decora sus cuernos con largas borlas, cuyos mo vimientos —cuando sacuden las cabezas al regreso al campamen- to— lo Henan de admiracién, y sus cuellos con esquilas, que tintinean en los pastizales. Inciuso los novillos son adornados por los muchachos a quienes pertenecen con bolitas de madera y esquilas (Fig. 13). Suelen cortar los cuernos de los toros jé- Yenes, destinados a ser castrados més adelante, de modo que al crecer adopten la forma que gusta a sus amos. La operacién, Hamada ngat, sucle realizatse hacia el final de su primer afo y por lo general en la estacién seca, pues se dice que un novillo puede morir, si se cortan sus cuernos en la época de las Iuvias. Derriban y sujetan al animal, mientras cortan sus cuernos en sentido oblicuo con una lanza. Los cuernos crecen en direccién ‘opuesta al corte. Parece ser que los animales sufren mucho du- rante dicha operacién; a veces he ofdo a los nuer comparar esa experiencia penosa con Ja iniciacién de los jévenes a la vida adulta. Cuando un nuer cita un buey, abandona su parsimonia habi- tual y habla con entusiasmo, al tiempo que alza los brazos para mostrar Ja forma que han adquirido sus cuernos. «Tengo un Duey magnifico», dice, «un buey leonado con una gran mancha blanea en el lomo y con un cuerno dirigido por encima de su hocico», y alza los brazos: uno por encima de su cabeza y el otro doblado por el codo y colocado delante de la cara. Al cantar y al bailar, nombran a sus bueyes ¢ imitan con sus brazos la forma de sus cuernos. La actitud hacia el ganado varia segiin las situaciones de ta vida social y los cambios en el desarrollo social. Tan pronto como los nifios son capaces de andar a gatas, entran en contacto es- trecho con los rebafios y las manadas. El corral es su terre- no de juegos, y generalmente se embadurnan con los excremen- tos sobre los cuales se revuelcan. Novillos, ovejas y cabras son sus compafieros de juegos, a los que arrastran por todas partes y en medio de los cuales se tumban. Probablemente entre sus sentimientos hacia los animales predomine el desco de comi- da, pues las vacas, las ovejas y las cabras les sirven para saciar su hambre, muchas veces mamando de ellas. Tan pronto como tun nifio es capaz de beber la leche animal, su madre lo Hleva hasta las ovejas y cabras y le da a beber leche Caliente directamente de sus ubres. Los juegos de los nifios mas mayores de ambos sexos giran en torno al ganado. Construyen establos de arena en los campa- mentos y de cenizas mojadas o de barro en las aldeas, y Henan los corrales de juguete con elegentes vacas y bueyes de barro 82 26 Fig.7 Figanllas de barro que representan bueyes ‘ecorados ‘con borlas (Fig. 7), con los que juegan a hacer de pastores y de padres. Las primeras tareas de la infancie se refieren al ganado. Nifios muy pequefios retienea a las ovejas y a las cabras, mientras sus madres las ordefian, y, cuando sus madres ordefian las vacas, evan las calabazas y apartan a las crias de las ubres y las acarician frente a sus madres. Recogen orina en calabazas y se lavan con ella. Cuando son algo mayores y mas fuertes, tienen que limpiar los establos y corrales, ayudar a ordefiar, y conducir las vaquillas, las ovejas y las cabras a los pastizales. Los contactos con el ga- nado para alimentarse y jugar se han convertido en contactos de trabajo. A esa edad el interés de los dos sexos hacia el ganado ‘empieza a divergir y la diferencia se vuelve cada vez més mani- 53 ss xg oy CaaS ni9 Jo joyes 241 fo raya “ssmEganiED oxUIG 408 oy Kinet, an oigone te wn etsy 3022 Suqos ughoeio}ul =p se OpiBooa 2H "2 jend woo o2uyjq ap uproeWgWIO> wUN aySIKO ‘oWOMIPEULION ‘erex ru 9 ‘Guona epeurey, ‘Sop ap Seu ap uoIaeUIquIOD el fosod ‘soxojo> spar o sop seuiquios aparid jeuur up, “souULIpL Sos9 ap OUR Uo> aquas9p_vI a5 ‘so10{09 soY>IP ap ojos oun 3p so voea wim opuuny “(1sA8) ayeI0004> & (p<) Bs0a} K ze oMCO “um osouare su3 *Gunny)) ofeq “(no1) oword 5128 “(unt) opeisor “Gop) ogeiseo “(em) ugareur “(4n2) oxBou “(40q) o9uEIQ :sajed1D said sax0joo zayp waist "viquIoM v| 9s anb vf Xod eANLOKIUAIS e2psj22}981U> vj $9 s9i0]09 SO 9p UOKNINSTP ¥I ‘I0}09 ojos uN ap $9 0 opueny ‘odion9 ns sod sopinquisip uy}So owls eALLOS PT A saiojo9 Shs 2uaape ap SOWIDY “ZoNW e9eA EUN TeqUION Ty -eysood ef 2p afenduay [a aquowouniows ussonbuius & sopenn seyodare> sepen “nunajap teuopsiodosd ‘soure sns £ opeue [9 aria ‘oxo 40d ‘< ‘ope un sod ‘opeued [2 A safeajus sajeumue so] o17u9 souo!se:> eNNES tka UO}SIIOxd ‘uoo opeue fap zw]gey Janu so] w ayutiad anb eonspnsuay eotUON ‘wun anb spur ofje Uos soururs9; soyst 'sat0f09 sns w aytioutpedi yd epouarajax opuaroed ‘opemed ]2 taqliasop sopend soy ayuespeu SOUYUHD? 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Sin embargo, existen muchas otras combinaciones, por lo menos veintisiete, de las cuales las variedades mas comunes son las del pelo a rayas © leonado (oryang). Al describir un animal, muchas veces indicamos Ia forma de Ja distribucién y el color que se combina con el blanco. Asi, puede ser gris plomizo enteramente (low); puede tener color gris plomizo principalmente con cara blanca (kwe looka), Jomo negro (kar fagka), una mancha blanca en el tronco (bil Tooka), el brazuelo blanco (rot looka) o el vientre blanco (reng loka); puede ser gris plomizo leonado (yang looka); puede ser blanco con grandes manchas de color gris plomizo (rial Joka), con manchas de color gris plomizo de tamaiio medio (kwvac fooka) 0 con el anca gris plomizo (jok loka), etc. Exis- ten por lo menos doce términos que se refieren a’ diferentes combinacianes de blanco y gris plomizo y una cantidad seme- jante de términos relatives a una combinacién de blanco con ‘cada uno de los demas colores. Damos otro ejemplo para ilus. trar Ja amplia gama de variaciones: podemos encontrar bra zuelos y brazos blancos (rol) en una vaca de cualquier color, por ejemplo: un buey negro puede recibir el nombre de rual haber también una combinacién de una forma de distribucién con otra y, en ese caso, las dos combinaciones constituyen los xérminos de referencia y no hay necesidad de indicar Is colo- racién que se da en ellas: por ejemplo, brazuclos y brazos blan- cos (rol) pueden combinarse con cara blanca (kwe road), luna- res negros (ro! kwac), motitas negras (rol cuor), manchas ma- rrones (rol paara), lomo blanco (ker roal), cara Blanca y orejas negras (kur roal), etc. Existen por lo menos veinticinco tér- minos que incluyen la distribucién rot y las otras distribucio- nes tienen igualmente amplias gamas de combinaciones con los colores y entre si Como en otro lugar voy a analizar por extenso Jos principios de la terminologia de los colores y a abstraer las reglas de no- menclatura,’ aqui sélo necesito observar que a partir de los pocos ejemplos citados resulta evidente que existen varios centenares de permutaciones de colores. Algunos colores y combinaciones de colores van asociados ccon animales, aves, reptiles y peces, y en muchos casos dicha asociacién va indicada por ferminos de referencia secundarios ¥y por usos rituales, por ejemplo: fou (gris rata o plomizo) es in avutarda, nyang (a rayas) es el cocodrilo, titi (gris arenoso) va asociade con manlieth, el cernicalo gris, tiiang (bayo) es el tang, dwai (marréa con rayas blaneas) es la sitatunga hembra, 3. 'Nuer Cattle Terms", 58 que ha de publicarse en Sudan Notes and Records. dove (cara blanca) es ol Aguila osifraga, kwac (moteado) es el Ieopardo, cuor (manchado) es el buitre, gwong (moteado) es la pintada, nyal (con motas marrones) es la serpiente pit6n, etc Esas identificaciones lingiifsticas y otras asociaciones de colores conducen a muchas claboraciones fantasticas de nomenclatura, por ejemplo: un buey negro puede recibir el nombre de rual him, carbon ardiendo, o wor car, nubes oscuras; un buey ma rrén, el de rien dol, sangre roja, o rir dol, cobra roja; un buey roano azul, el de bany yiel como la garza azul; un buey gris, plomizo, el de duk fou, 1a umbrosa penumbra de los bosques, et- eétera, Esos nombres caprichosos aumentan la lista de los tér- minos nuer referentes al ganado. Ademés del vasto vocabulario relativo a los colores, a Ia dis- tribucién de los colores y a las asociaciones de colores, también puede describirse al ganado por la forma de sus cuernos y, como Jos cuernos de los bueyes adquieren Ia forma deseada por sus ‘amos, existen por lo menos seis designaciones comunes en uso, ademas de varios nombres fantisticos. Las palabras que indi- can la forma de los cuernos aumentan considerablemente el mix mero de las permutaciones, pues pueden combinarse con muchos de Jos términos referentes a los colores y a las distribuciones: por ejemplo, una vaca de color gris arenoso con cuernos que casi Se encuentran en una curva sobre Ia cabeza es un duot lieth, un cuerno corto con mareas rial es un cot rial, un buey Ieonado ‘con un cuerno dirigido por delante de su cara es un gut nyang, etc Muchas veces las orejas de las vacas, de las ovejas y de las cabras estan cortadas de acuerdo con formas diferentes y se las puede describir haciendo referencia a esas incisiones, procedimiento que es el mas ustal en el caso de las ovejas y de las cabras. Las ovejas, y las cabras presentan mezclas de colores muy diferentes de las, Que encontramos en el ganado vacuno, pero los mismos términos pueden usarse para abarcar todas las combinaciones, porque nun- €a son descripciones exactas de disposiciones de colores, sino que representan distribuciones ideales, a una u otra de las cuales se aproxima cada tna de las disposiciones efectivas reales. (Otra gama de permutaciones se forma mediante prefijos que denotan el sexo 0 la edad de un animal, por ejemplo; tut, «toro», yang, «vaca», thak, «buey», nac, evaquillas, ruath, enovillor, dow “Yterneran, Kol, «cria que todavia no ha empezado a pastars. Asi se puede hablar de tut ma kar looka, dou ma rial, thak ma cua ny, etc, De hecho, si tuviéramos que contar todas las formas po- sibles de referirse a los animales de los rebafios y de las manadas resultarian elevarse a varios miles de expresiones: sistema impo- nente y complicado de ramificaciones que testimonia de forma elocuente el valor social det ganado. 59

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