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Instituto del Pensamiento Socialista

KARL MARX

EL HILO ROJO
ZANON ,
FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES
EL ROL DE LOS TROTSKISTAS

RAÚL GODOY
Godoy, Raúl
Zanon, fábrica militante sin patrones : el rol de los trotskistas / Raúl Godoy ; editado por
Alejo Chialvo Lasala ; Graciela López Eguía. - 2a ed . - Ciudad Autónoma de Buenos Aires :
Ediciones IPS, 2020.
256 p. ; 23 x 16 cm. - (El hilo rojo)

ISBN 978-987-3958-63-2

1. Fabricas Recuperadas. 2. Cultura de la Clase Obrera. 3. Trotskismo. I. Chialvo Lasala,


Alejo, ed. II. López Eguía, Graciela, ed. III. Título.
CDD 335.433

Primera edición, agosto de 2018


Segunda edición, junio de 2020

© 2018, Ediciones IPS

Diseño de interior: Hidra


Diagramación de interior: b de vaca
Arte y armado de cubierta: Hidra

Edición fotográfica: Sebastián Pérez


b de vaca

Riobamba 144
Capital Federal - C1025ABD
Buenos Aires - Argentina
Tel.: (54-11) 4951-5445
e-mail: edicionesips@gmail.com.ar
www.edicionesips.com.ar

Hecho el depósito que marca la ley 11.723


Impreso en Argentina. Printed in Argentina
ÍNDICE

7 Prólogo a la segunda edición

11 Prólogo

15 Agradecimientos

17 Capítulo 1:
De los inicios a la recuperación del sindicato

61 Capítulo 2:
De la ocupación de Zanon a las “jornadas revolucionarias” de 2001

109 Capítulo 3:
El gobierno de Néstor Kirchner abre otra etapa

133 Capítulo 4:
La coordinación de la vanguardia y el frente único obrero

167 Capítulo 5:
Producción y gestión obrera

191 Capítulo 6:
Debates sobre el proceso de las fábricas recuperadas en Argentina

209 Capítulo 7:
La pelea en el terreno legal

225 Epílogo

231 Cronología

237 Anexo:
Estatutos del Sindicato Ceramista de Neuquén
PRÓLOGO A LA SEGUNDA EDICIÓN

Transcurrido poco más de un año de su primera edición, nos llega la


grata noticia de que Zanon, fábrica militante sin patrones se había agotado.
A casi 20 años de la ocupación de la fábrica y de su puesta en producción
bajo gestión obrera, el interés por conocer su historia se confirmó por el
entusiasmo con que fue recibido este libro. Obreros, estudiantes secunda-
rios y universitarios, docentes, jóvenes trabajadores y trabajadoras se apro-
piaron de sus contenidos y reivindican que la lectura y discusión sobre esta
experiencia práctica y política los ayuda a interpretar la teoría, al hacer
más concretas cuestiones ideológicas, programáticas, de táctica y estrate-
gia que los principales fenómenos de lucha de clases recientes, como Chile
y Francia, volvieron a poner en debate. Las y los lectores pueden tener en
sus manos esta nueva edición, que conserva la versión original en un for-
mato mejorado.
Desde su primera publicación, a lo largo de 2019 e inicios de 2020 co-
menzó a configurarse un nuevo escenario internacional que incluye ten-
siones geopolíticas y la continuidad de la crisis de la economía mundial,
profundizando la desigualdad y los desastres ambientales que desnudan el
rostro del modelo neoliberal y ponen en crisis los regímenes políticos tra-
dicionales. Estos factores son el sustrato de lo que nos interesa destacar, el
nuevo ciclo de lucha de clases que recorre el mundo. Hong Kong en Asia;
Irán, Irak, El Líbano en Medio Oriente; la huelga general masiva del 8 de
enero en la India; en América Latina las revueltas en Colombia, Ecuador,
Haití y Chile o la resistencia al golpe en Bolivia y en Europa, el destacado
proceso huelguístico de los trabajadores franceses que fue precedido por las
manifestaciones explosivas de los chalecos amarillos. La irrupción de la pan-
demia del coronavirus en casi todo el planeta no hizo más que agravar las
contradicciones del capitalismo, aunque en lo inmediato muchas puedan
parecer “ocultas” producto de las cuarentenas masivas en muchos países.
Si la perspectiva se encamina a la apertura de situaciones prerrevolucio-
narias, con mayor participación de la clase obrera con sus métodos de lu-
cha, nos parece que la experiencia de Zanon cobra aún más vigencia para
los tiempos que se vienen. Porque más allá de que la gesta de los obre-
ros ceramistas no se dio en el contexto de una ofensiva del movimiento
obrero, dejó enseñanzas muy importantes: la definición de las “posiciones
8 RAÚL GODOY

estratégicas” de la clase obrera, el problema de su “hegemonía”, el rol de


los dirigentes obreros como tribunos del pueblo (como los llamó Lenin),
la coordinación y la autoorganización y la importancia de un partido de
trabajadores revolucionario que la desarrolle (lo que llamamos “estrategia
soviética”). Estos conceptos están explicados a lo largo del libro en base a
la experiencia ceramista, tanto en sus puntos fuertes como en sus propias
debilidades.
 

A propósito de la estrategia soviética

Cuando comenzaba la lucha de Zanon a fines de 2000 y comienzos de


2001, desde el PTS habíamos revalorizado la importancia de la “estrategia
soviética” en debate con las corrientes de izquierda internacional, como
las llamadas autonomistas que reemplazaban al sujeto social y político de
la clase obrera y con ello toda perspectiva de asalto al poder. La izquierda
trotskista también sufrió el embate de esta nueva ola derrotista apostando
a la construcción de partidos amplios y laxos, contracara, por otra vía, de la
adaptación a los movimientos.
¿A qué nos referimos con “estrategia soviética”? A la importancia que
tiene el desarrollo de la “autoorganización” de la clase trabajadora y las ma-
sas (los soviets rusos, las coordinadora interfabriles de Argentina en los 70,
los cordones industriales chilenos, etc.), no solo para la lucha inmediata
sino para pensar en situaciones agudas, el auto-reconocimiento de sus fuer-
zas y el “pasaje a la ofensiva” (ver Estrategia socialista y arte militar, Emilio
Albamonte y Matías Maiello, Ediciones IPS, 2017).
Ya hace más de un siglo, en 1905, Lenin resolvía el álgebra de esta
ecuación:
 
¿Soviet de Diputados Obreros o Partido? (...) Yo pienso que no es así como debe
plantearse, que la respuesta debe ser forzosamente: Soviet de Diputados Obreros y Partido1.
 
El soviet (consejo) era el organismo de frente único de las masas que
“reunía a todas las fuerzas realmente revolucionarias”. La socialdemocracia
rusa no buscaba sustituir al soviet ni imponerle su orientación, sino des-
plegar la lucha política con las representaciones que en él actuaban –en el
marco de la más amplia libertad de tendencias–, por la hegemonía obrera
y la dirección política. La estrategia soviética es un punto clave para los par-
tidos revolucionarios porque se trata de la justa relación que el partido es-
tablece con los organismos de frente único de masas.

1  Lenin, Vladimir I., “Nuestras tareas y el Sóviet de Diputados Obreros (Carta a la redacción)”,
T. 1, Buenos Aires, Ediciones IPS, 2013, p. 325.
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 9

La importancia de esta estrategia y de este método es la necesidad de la


intervención activa de los trabajadores y el pueblo, tomando en sus manos
su propio destino, en una acción política organizada. Así lo plantea Trotsky:
 
En la acción, las masas deben sentir y comprender que el soviet (consejos, co-
mités) es su organización, de ellas [negritas nuestras], que reagrupa sus fuerzas para
la lucha, para la resistencia, para la autodefensa y para la ofensiva. No es en la ac-
ción de un día ni, en general, en una acción llevada a cabo de una sola vez, como
pueden sentir y comprender esto, sino a través de experiencias que adquieren du-
rante semanas, meses, incluso años, con o sin continuidad2.
 
***

Más allá de los episodios y coyunturas, tenemos que prepararnos para


escenarios de mayor lucha de clases a nivel internacional. En Argentina el
gobierno peronista intenta recrear un nuevo consenso social “nacional y
popular” sobre la base de la experiencia fallida del gobierno macrista. En
lo inmediato trata de aprovechar una suerte de clima de “unidad nacional”
producto de la pandemia del coronavirus, para ganar apoyo popular. Pero
la subordinación al capital financiero y al FMI –que el gobierno se ha com-
prometido continuar– y las adversas condiciones internacionales (ni siquie-
ra se esperan “vientos de cola”) condenan al país a una mayor dependencia
y decadencia, dentro de una estructura dominada por el agronegocio, las
petroleras, las energéticas y la megaminería contaminante. La profundiza-
ción de la crisis económica y social y los escenarios convulsivos del conti-
nente marcan las perspectivas de una nueva crisis nacional y de futuros
enfrentamientos de la lucha de clases. Zanon es un pequeño pero impor-
tante aporte para la preparación de los combates que se vienen.
La experiencia de los obreros ceramistas y de otras fábricas recuperadas,
como MadyGraf en el norte del Gran Buenos Aires o la Textil Neuquén
(hoy Cooperativa Traful Newen), que empezó a fabricar barbijos para los
hospitales de esa provincia, son puntos de apoyo para pensar una respues-
ta de los trabajadores, para los tiempos convulsivos que se vienen. O los
trabajadores tomamos el destino en nuestras manos e imponemos una sa-
lida anticapitalista y socialista, o nuevamente buscarán hacernos pagar las
consecuencias de esta pandemia y esta nueva crisis que ellos generaron. La
previsión de Rosa Luxemburgo, “socialismo o barbarie”, tiene más vigen-
cia que nunca.

Los coordinadores

2  Trotsky, León, Stalin, el gran organizador de derrotas, Buenos Aires, Ediciones IPS-CEIP, 2012
(Obras Escogidas 1, coeditadas con el Museo Casa León Trotsky), p. 220.
 
PRÓLOGO

Cuando mi camarada y amigo Raúl Godoy –el principal protagonista


y autor de este libro– y los coordinadores me propusieron escribir este pró-
logo, lo primero que pensé fue que, además de ser un orgullo, también era
un desafío tratar de hablar sobre una de las experiencias más importantes
de nuestra clase obrera de las últimas décadas.
Más aún teniendo en cuenta que sobre Zanon existen innumerables
investigaciones, tesis, libros, películas, documentales: desde Naomi Klein,
periodista, escritora y activista canadiense, conocida por su crítica a la globa-
lización y al capitalismo, quien difundió con su documental La toma a nivel
internacional la heroica gesta obrera de Zanon, pasando por el apoyo de in-
telectuales como Osvaldo Bayer y James Petras, numerosos artistas, músicos,
escritores y bandas de rock. Hasta existe un libro de cuentos para chicos, es-
crito por una docente neuquina, que relata la lucha de los obreros ceramis-
tas y un largo etcétera que las y los lectores podrán conocer en estas páginas.
Pero si faltaba algo sobre la historia de Zanon era escribir este libro mi-
litante que sintetiza la experiencia y las lecciones de la principal corriente
de izquierda en este proceso, los trotskistas del Partido de los Trabajadores
Socialistas (PTS). Podemos encontrar un antecedente en la saga de videos:
Zanon, el hilo rojo que se publicó en La Izquierda Diario. Se trata de seis capí-
tulos sobre este proceso relatados por Raúl.
Entrar en una fábrica cerrada, con sus hornos apagados, con su silen-
cio, e imaginarse que se puede poner de nuevo a andar, pero esta vez sin
patrones, es algo difícil de imaginar para muchos obreros. Pero los trabaja-
dores de Zanon rompieron esa barrera y demostraron al mundo que las fá-
bricas sin patrones funcionan, pero sin trabajadores no.
Quienes lean estas páginas podrán ir recorriendo el camino que hi-
cieron los obreros, sus dudas, sus debates y sus iniciativas para superar
obstáculos.
La estructura de este trabajo y la pasión de sus protagonistas les va a
permitir conocer desde adentro cada una de las acciones que desarrollaron
los obreros y las obreras de Zanon, de esta gesta heroica que arrancó por el
año 1998 y cobró visibilidad en 2001, hace diecisiete años, con la puesta
en producción de la fábrica por sus propios trabajadores, sin patrones. De
allí el nombre que adoptó años después: FaSinPat (Fábrica Sin Patrones).
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Podrán conocer y vivir, gracias al apasionante relato de uno de sus


principales protagonistas, los primeros pasos de la organización clandes-
tina para recuperar la Comisión Interna y la pelea por la conducción del
Sindicato Ceramista (SOECN) cuando enfrentaban las maniobras y aprie-
tes de parte de la burocracia sindical, la patronal y el gobierno.
Podrán valorar la importante política hacia los sectores populares, ex-
presada en la unidad con los movimientos de desocupados, en particular,
con el entonces poderoso Movimiento de Trabajadores Desocupados (MTD
Neuquén), y también la pelea por la unidad de las filas obreras al impulsar la
Coordinadora Regional del Alto Valle junto a docentes de ATEN, desocu-
pados, estudiantes, trabajadores y dirigentes de la salud del Hospital Central
Castro Rendón, delegados del Sindicato de Televisión, junto a otros trabaja-
dores y partidos de izquierda.
Conocerán la difusión de la situación de los conflictos obreros, los de-
bates entre las agrupaciones y los sectores de vanguardia a través del perió-
dico Nuestra Lucha, editado por los obreros de Zanon.
También podrán conocer las dificultades que atravesó y atraviesa hoy la
gestión obrera. Dificultades lógicas, ya que dicha gestión debe enfrentar, en
soledad, las vicisitudes de la economía capitalista. La experiencia de Zanon
bajo la gestión de sus trabajadores es un gran ejemplo de cómo empezar a
luchar contra los cierres y despidos.
Por último, recomiendo a nuestros lectores especial atención al aparta-
do sobre la reforma de los estatutos del Sindicato. Dicha reforma es un ver-
dadero antídoto contra la burocratización de los dirigentes sindicales, ya
que establece que los dirigentes, al cumplir su mandato, tienen que volver
a trabajar, que deben ganar lo mismo que los obreros de su fábrica y que de-
ben subordinarse a los mandatos de asamblea. Además, el mandato de uno
o todos los miembros de la Comisión Directiva puede ser revocado con jus-
ta causa por el voto de una asamblea extraordinaria, con un quórum supe-
rior al 40 % de los afiliados y la aprobación de mayoría simple de afiliados
presentes. Este logro es uno de los aportes que hizo nuestra corriente, el
PTS, a la experiencia de Zanon. Es una muestra de cómo una corriente mi-
litante trotskista, lejos de ubicarse como una mera corriente sindicalista,
puede levantar una política sindical revolucionaria, al atacar la razón de ser
de la burocracia sindical que le permite perpetuarse en el control y manejo
de la organización sindical. Avanzar en este sentido sería avanzar en recupe-
rar las organizaciones obreras de manos de la burocracia sindical.
En esta experiencia recurrimos también a distintas enseñanzas de
Lenin y Trotsky, utilizamos muchas de sus categorías, intentando aplicar-
las en cada paso que dábamos. Los lectores se encontrarán con la catego-
ría de Lenin de “escuela de guerra”, aunque no sea “la guerra misma”, para
los hechos más agudos de la lucha de clases. Encontrarán la definición de
“tribunos del pueblo” opuesta a la de dirigentes meramente “sindicalistas”.
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 13

Podrán comprobar la aplicación del Programa de Transición de León Trotsky,


en el cual Raúl se referenciaba muchas veces en las asambleas cuando plan-
teaba las demandas.
También podrán conocer los primeros momentos de la ocupación, los
ataques de la patota de la burocracia sindical, las represiones policiales y
amenazas de desalojos, pero sobre todo las discusiones y decisiones que de-
bieron tomar los obreros para defenderse de los ataques. La autodefensa
obrera fue una medida indispensable frente a las embestidas del Estado y
sus agentes, que combinó la firme decisión de “ponerle el cuerpo” a la re-
presión con buscar apoyo en la comunidad para sacarle “poder de fuego”
al propio Estado.
A su vez, cómo conquistar hegemonía es una de las cuestiones centra-
les en todo conflicto serio, y Zanon y el Sindicato Ceramista son también
una fuente de inspiración en este aspecto.
La lectura de los siete capítulos de este libro permitirá no solo un reco-
rrido de los principales hechos históricos de la lucha de Zanon, sino sacar
las conclusiones y reflexionar sobre los aportes de los trotskistas del PTS en
esta gesta, relatados por el principal dirigente de la fábrica y del Sindicato
Ceramista, Raúl Godoy.
Él fue el primer secretario general del SOECN recuperado, luego fue
secretario adjunto y actualmente es diputado provincial de Neuquén por
el Frente de Izquierda.
Comparto con Raúl, el “Pájaro”, ser parte de los fundadores del PTS,
cuando fuimos expulsados del viejo MAS en el año 1988 y militábamos
juntos en la ciudad de La Plata.
Las y los lectores tienen en sus manos un libro de historia pero, sobre
todo, de grandes lecciones políticas y de la lucha de clases. Es un libro es-
crito por un obrero revolucionario dirigido a todos los militantes de la iz-
quierda, pero también a aquellos que quieran conocer parte de la historia
reciente de nuestra clase.

José “Negro” Montes, obrero del Astillero Río Santiago


Dirigente y fundador del PTS
Julio de 2018
AGRADECIMIENTOS

Quiero dedicar este libro a los trabajadores y trabajadoras que luchan


por sus derechos. Transmitir en estas páginas que podemos hacerlo, que
podemos ganar. Que los explotados tenemos el legítimo derecho a rebelar-
nos. A patear el tablero y reclamar lo que es nuestro: TODO. Nuestra vida.
Somos los que movemos el mundo. Nada se mueve sin la fuerza, la energía
y la sabiduría de nuestra clase. Quiero transmitirles la convicción de que
no estaremos solos, que la solidaridad de clase existe, es un hecho y hay
que trabajarla. Siempre tuve grabado en la cabeza algo que dice un querido
compañero y amigo dirigente de nuestra organización: echarle la culpa “a
la gente” es el primer síntoma de un burócrata.
Quiero dedicar estas páginas también a mis queridos compañeros y
compañeras de Zanon, que tomaron en sus manos la resolución de sus
destinos en momentos inciertos. Los que discutían todo y luego salíamos
como un solo puño a enfrentar a las patronales, los burócratas, jueces y fun-
cionarios del gobierno que fuera. A los queridos compañeros de Cerámica
Stefani de Cutral Co, a los compañeros más precarizados de nuestro sindi-
cato, como lo eran nuestros compañeros de Cerámica Del Valle, que lue-
go se sumaron a nuestra gestión obrera de Zanon. A nuestros compañeros
de Cerámica Neuquén.
También a la juventud del PTS, que tomó nuestra causa en forma activa
y militante desde el primer día, e hizo que muchos de nuestros compañeros
y compañeras ceramistas entraran por primera vez a la universidad, prime-
ro, tímidos, luego, con toda personalidad, alentados por los estudiantes.
A la comunidad de la ciudad de Centenario, del barrio Nueva España
frente a Zanon, y del barrio Parque Industrial de Neuquén, que aportaron
con alimentos y un gran apoyo a nuestras familias. A lo largo del libro in-
tento dejar marcada la solidaridad de muchas organizaciones políticas, so-
ciales, de derechos humanos, estudiantiles, etc. Parafraseando a nuestras
Madres de Plaza de Mayo de Neuquén y Alto Valle, la solidaridad no se
agradece, pero se valora profundamente.
Me tomo la atribución personal de dedicarle este libro a mi madre
Edith Peña, obrera de la fruta, una mujer profundamente sensible, que crió
a sus tres hijos con la tenacidad de una leona. A mi hermana Gloria, a mi
hermano José, que hoy ya no está. A mis hijas Lucía y Natalia, que vivieron
16 RAÚL GODOY

todos los avatares de esos años con total entereza, a Graciela Frañol, su ma-
dre y mi compañera de esos días, quien jugó un rol muy importante en la
Comisión de Mujeres. A mi pequeña Violeta y a mi compañera Carolina.
Nada de esto hubiese sido posible sin la elaboración colectiva, la crítica
permanente, los cuestionamientos y el equipo político con compañeros en-
trañables como Emilio Albamonte, Fredy Lizarrague, Titín Moreira, Grace
López Eguía, el “Negro” Montes, Manolo Romano y todo un engranaje de
compañeros y compañeras que me aportaron y aportan cotidianamente.
También agradezco a los coordinadores de este libro, Grace López
Eguía y Alejo Chialvo Lasala, con quienes trabajamos durante meses para
que el mismo salga a la calle.
Por último, agradezco a Ediciones IPS por la producción gráfica y la
adaptación a la edición; al equipo de compañeras que estuvieron a car-
go de la edición y corrección de este libro: Rossana Cortez, Malena Tatar,
Laura Esquibel, Valeria Machluk y Nora Dragún; a Sebastián Pérez por la
edición de las fotos que acompañan el libro y a Hidra por el diseño y arma-
do de tapa e interior.

Raúl Godoy
Julio de 2018
CAPÍTULO 1

De los inicios a la
recuperación del sindicato

El porqué de este libro

Entré a trabajar a Zanon a mediados de los 90, años de “neoliberalis-


mo”, tiempos difíciles para el movimiento obrero y la izquierda, tanto a ni-
vel político como ideológico porque el neoliberalismo no era solo un plan
económico sino también una reacción ideológica que tenía alcance inter-
nacional. La decadencia económica del país y la miseria creciente iban de
la mano con la entrega nacional a las multinacionales y el mayor someti-
miento a los países imperialistas, cuando todas las empresas del Estado
y los recursos naturales fueron vendidas por monedas a los monopolios
internacionales.
Nuestro partido, el PTS, era un núcleo resistente a la crisis del vie-
jo MAS, del cual proveníamos. Éramos un grupo pequeño de militantes,
creo que no llegábamos a doscientos en todo el país en esa época. Yo fui
parte de su fundación, vivía en ese entonces en La Plata, donde había ido
a estudiar y terminé abrazando la militancia revolucionaria. Trabajaba de
oficial albañil en la Dirección Nacional de Escuelas, un ente estatal dedi-
cado a la construcción y al mantenimiento de edificios escolares. Como
parte de la política de reforma del Estado, dejaron sin efecto mi contra-
to. La situación de la zona, con la privatización de YPF y otras empresas,
produjo que miles de familias quedaran en la calle Por ese motivo nos vol-
vimos a Neuquén, lugar donde nací y me crié, con mi entonces compañera,
Graciela Frañol, y nuestras dos hijas pequeñas, Lucía y Natalia. Tenía el de-
safío de venir a construir el partido en la provincia –éramos un pequeño gru-
po inicial de seis compañeros– y la posibilidad de entrar a trabajar en Zanon,
buscando una estructuración en el movimiento obrero.
En mis primeros años en la fábrica comencé a relacionarme con los
compañeros más activos y sensibles, intentando avanzar y confluir en base
a una experiencia en común y a las lecciones sacadas de esas experiencias,
aportando en debates ideológicos y dando un horizonte político a nuestras
18 RAÚL GODOY

acciones cotidianas. En esos años de reacción ideológica esto era muy difí-
cil, las charlas giraban alrededor del último modelo de auto o de televisor, y
si se hablaba de los piquetes era para hacerlo en forma despectiva. Pero eso
empezó a cambiar con los aires del Cutralcazo1 y con nuestros primeros pa-
sos en la organización. Este libro es una forma de atesorar esa gesta de los
obreros ceramistas para toda la vanguardia obrera y juvenil.
Muchos libros2, folletos y artículos se escribieron sobre la novedosa e im-
portante experiencia de los obreros ceramistas de Zanon, que se hizo conoci-
da como parte del proceso de ocupación de fábricas posterior a 2001. Incluso
se produjeron películas y documentales, y su ejemplo recorrió varios países
de nuestro continente y de Europa. Pero poco se conoce acerca de cómo se
fue gestando y preparando la organización obrera dentro de la fábrica, escri-
to por los propios militantes y protagonistas centrales de esta gesta. Este ca-
pítulo está dedicado a rescatar esas tareas preparatorias militantes.

Nuestros primeros pasos

Cuando entré a trabajar la fábrica estaba funcionando a pleno y amplia-


ban las instalaciones para producir porcellanato. Eran los inicios de los años
90, en la plenitud de la época de Menem-Cavallo3, con mucha venta de cerá-
micos y muchísima producción.
Durante el menemismo, por abajo, se iba colando el descontento po-
pular, incluso antes de que la crisis se manifestara abiertamente. Ejemplo
de esto fue el estallido en Santiago del Estero, cuando en 1993 se empezó a
desarrollar un proceso de luchas de los trabajadores estatales, porque no se
focalizaba en las grandes ciudades sino en los “bordes”. El Santiagueñazo,
por la radicalización de sus métodos de lucha, combinando el paro con mo-
vilizaciones populares y juveniles, y aun con su alto grado de espontanei-
dad, fue un hito en la lucha de la clase trabajadora. También en 1996, en
Neuquén irrumpieron los trabajadores desocupados de Cutral Co, cortan-
do rutas y enfrentándose a la represión4.
La Patagonia fue escenario de numerosas movilizaciones. Entre las ac-
ciones más importantes protagonizadas por sectores del movimiento obrero
quiero destacar dos. En primer lugar, la lucha de los mineros de HIPASAM

1 Levantamiento de los trabajadores desocupados en la localidad petrolera de Cutral Co en la


provincia de Neuquén. Es en la Argentina donde los trabajadores desocupados han desplegado la mayor
creatividad con su novedoso método de lucha y organización, que los ubica como potenciales aliados del
movimiento obrero ocupado, si este levanta audazmente sus demandas.
2 Ver por ejemplo Fernando Aiziczon, Zanon, una experiencia de lucha obrera., Buenos Aires,
Herramienta-El Fracaso, 2009.
3 Domingo Cavallo: Ministro de Economía del gobierno de Menem.
4 Este levantamiento fue precedido por una primera pueblada en Senillosa.
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 19

(Hierro Patagónico de Sierra Grande) en mayo de 1991, como respuesta al


decreto del gobierno de Menem de intervención de la empresa y el cese de
su producción. La ausencia de actividad de la mina tuvo un fuerte impacto
en esa localidad de la provincia de Río Negro. Comenzó un éxodo de su po-
blación y las autoridades municipales declararon la emergencia social, eco-
nómica y sanitaria. Los mineros y sus familias se pusieron en pie de lucha
realizando un prolongado corte de ruta en demanda de soluciones para la
situación crítica de todo el pueblo. Los mineros se manifestaron frente al
Congreso de la Nación y la Casa Rosada mientras los estudiantes secunda-
rios tomaban las escuelas. Las protestas alcanzaron una gran difusión en los
medios de comunicación que mostraban la lucha de todo un pueblo enca-
bezada por los mineros, con las mujeres acampando en la ruta, donde tam-
bién se realizaban asambleas, y también en los patios de las escuelas tomadas.
El gobierno nacional prometió una falsa reapertura. Los mineros avanza-
ban en la coordinación y, en octubre de ese mismo año, los trabajadores de
HIPASAM, de SOMISA y de Altos Hornos Zapla se unieron en una gran ma-
nifestación contra el plan de privatización de la siderurgia nacional. A su vez,
el gobierno seguía con su plan y, en enero de 1992, llegó el decreto presiden-
cial que ordenaba la liquidación de la empresa. Ese fue su cierre definitivo:
la producción cesó, gran parte de sus maquinarias fueron retiradas con des-
tino incierto y las familias que habitaban en sus barrios fueron desalojadas.
La huelga terminó en una derrota que, sin embargo, dejó varias enseñanzas.
Otra lucha, también muy importante en la Patagonia, fue la de los
metalúrgicos de Ushuaia, cuando en abril de 1995 ocuparon la planta
Continental contra el atropello patronal. La represión del gobierno pro-
vincial empezó con el desalojo, fueron doce horas de enfrentamientos
en las calles. La policía perseguía a los compañeros por toda la ciudad,
con palos, a patadas, culatazos, balas de goma y de plomo. Los obreros se
defendían heroicamente. En medio de esos duros enfrentamientos cayó
asesinado Víctor Choque, quien se convirtió en nuestro primer mártir
obrero en “democracia”. La UOM5, que venía boicoteando la lucha, se
vio obligada a llamar a un paro que finalmente tuvo que ser apoyado por
la CTA6 y el MTA7. El movimiento obrero sureño sufrió duras derrotas,
mientras en el país las revueltas estatales se seguían desarrollando con
métodos violentos, quemando a su paso las odiadas instituciones del ré-
gimen. Sin embargo, este proceso quedó aislado por la complicidad de
la burocracia sindical que impidió su desarrollo nacional, y contribuyó
así a su derrota, en aras de mantener la estabilidad del régimen político.

5 Unión Obrera Metalúrgica.


6 Central de Trabajadores de Argentina. Se fundó en 1991 como una alternativa a la CGT
peronista, con peso mayoritario en trabajadores estatales y de servicios.
7 Movimiento de Trabajadores Argentinos liderado por Hugo Moyano que en 1994 se constituyó
como una línea interna de la CGT.
20 RAÚL GODOY

Mientras la desocupación crecía, los trabajadores desocupados de


Neuquén avanzaban en su organización. En 1995 ponían en pie la
Coordinadora de Desocupados, exigían al gobierno que aceptara los
proyectos laborales que le presentaban y un subsidio de doscientos
pesos para los mayores de dieciséis años, incluyendo a los trabajado-
res inmigrantes. Este reclamo era muy progresivo y se contraponía a la
política reaccionaria de la burocracia de la UOCRA 8, que discrimina-
ba a los trabajadores extranjeros y los responsabilizaba del crecimien-
to de la desocupación, cuando la construcción entraba en decadencia.
Con una acción ofensiva, ocuparon la Municipalidad y posteriormen-
te la Casa de Gobierno, pero por falta de preparación fueron violentamente
desalojados. Los compañeros, que luego integrarían el MTD9, provenían de
la construcción y muchos de ellos habían participado de los agrupamientos
antiburocráticos de la UOCRA10 que habían logrado recuperar el sindicato
en los años 80, y varios dirigentes habían militado en partidos de izquierda.
En Zanon, un puñado de obreros seguíamos con mucha atención el de-
sarrollo de ese proceso; esperábamos que el ejemplo de su lucha entrara en
la fábrica, pero la derrota que sufrieron los desocupados que estaban dan-
do sus primeros pasos lo impidió en ese momento.
Sabía que en Zanon había un régimen de dictadura. Entrábamos con-
tratados (cuatro contratos por seis meses) y si alguien se negaba a hacer una
hora extra, lo despedían; si se accidentaba, lo despedían; si se ausentaba por
enfermedad, lo despedían. Esta fábrica tiene su historia, fue fundada du-
rante la última dictadura militar y tenía un régimen duro, estaba desterra-
da cualquier agrupación que oliera a política. Había una burocracia sindical
amarilla, policíaca.
Yo estuve prácticamente seis meses sin un solo franco, trabajábamos de
lunes a lunes 16 horas. El ritmo de producción era infernal y llevaba a ge-
nerar un alto porcentaje de “accidentes”. En las 8 horas que quedaban del
día después de las 16 horas de trabajo, tenía una hora de viaje para ir y una
para volver, entonces el tiempo de descanso se reducía a 6 horas para co-
mer, bañarte, compartir con tu familia y, en mi caso, poder charlar de po-
lítica alguna vez cada tanto con algún compañero. Para conseguir un día
para descansar solo nos quedaba ir a donar sangre. Yo me hice donante
voluntario y cada tres meses lo hacía. Para mí fueron años de perro desde
todo punto de vista.

8 Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina.


9 Movimiento de Trabajadores Desocupados.
10 Fue un proceso que involucró a miles de obreros alrededor de la nueva dirección Naranja,
hegemonizada por el MAS que implicó la conquista de la primera seccional de la UOCRA arrebatada
a la burocracia sindical por la izquierda (en 1984 fueron los Naranjazos en la UOCRA con Selesky en
Neuquén, Campana, Lomas de Zamora, y la Celeste de La Plata). Los trabajadores desocupados del
MTD que, como señalamos, fueron parte importante del proceso de recuperación del sindicato de
los obreros de la construcción de Neuquén, sacaron dos importantes conclusiones: luchar por trabajo
genuino y unirse al movimiento obrero ocupado.
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 21

Al comienzo, en la fábrica, creo que lo más revolucionario que hice


fue callarme la boca y desarrollar un trabajo clandestino, para preservar-
nos de los “amigos” de la burocracia, porque los primeros núcleos de
compañeros que conquistamos fracasaban al exponerse y hablar sin cui-
darse de ellos. Entonces, lo primero que tuvimos que hacer era saber dis-
tinguir a los activistas y mejores compañeros. Porque cuando detectaban
que se juntaban tres obreros en la fábrica, enseguida vigilaban el super-
visor o la burocracia. Yo tuve la mala suerte de estar en un sector donde
arriba estaba toda la gerencia que observaba desde los ventanales, y aba-
jo, muy cerca, la “covacha” de la burocracia. Había una agrupación sin-
dical, la Verde y Blanca, un desprendimiento de la burocracia de Montes
con algunos compañeros honestos, pero no era algo muy firme y, sin em-
bargo, barrieron a todos sus dirigentes. Eso fue entre 1996 y 1997.
Empezamos a organizarnos juntándonos a jugar al fútbol, a tomar una
cerveza para entrar en confianza. En algunos sectores, se acumulaba odio
porque las condiciones de trabajo se hacían insoportables.
En 1996 comenzó una cierta resistencia, y la burocracia se tuvo que po-
ner al frente de ese proceso porque había elecciones en el sindicato y se ha-
bía presentado la lista opositora Verde y Blanca. Seguían los despidos, la
burocracia cambió el discurso y convocó a un paro dentro de la fábrica para
descomprimir. Pero el paro fue tomado por el conjunto de los trabajadores,
y surgió un activismo que lo garantizó. Duró tres días y fue total, desbor-
dando completamente a los dirigentes. Para todo el mundo fue un paro his-
tórico y eso le costó la cabeza al gerente Abrutín. Empecé a ponerme más
en contacto con los activistas que habían surgido, fue la primera vez que
intervine en una asamblea en la fábrica. Después de esa asamblea, varios
compañeros se acercaron a hablarme. El clima había cambiado.
En esos años, lo que primaba para nosotros como corriente política era la
firme convicción en la potencialidad de la clase obrera, en un momento en el
que eran miles los que desertaban de esta estrategia en la izquierda mundial.
Era la defensa del marxismo contra la ofensiva reaccionaria, tanto a nivel ideo-
lógico como político, donde había un descreimiento en la clase obrera –inclu-
so los intelectuales escribían sobre el fin del trabajo y de los trabajadores– y
más aún en la revolución y en la necesidad de construir un partido para tal fin.
Éramos, como dije, un pequeño grupo fundador, de resistencia, que veníamos
a desarrollar las tareas preparatorias que tuvimos que hacer contra la corriente.
La primera etapa de Zanon consistió fundamentalmente en la orga-
nización a partir de la fábrica –que combinó el trabajo “legal” y “clandesti-
no”– para comenzar a enfrentar a la patronal y fortalecer la confianza obrera.
Necesitábamos sacarnos el chaleco de fuerza de la burocracia sindical, recupe-
rando la confianza en nuestras propias fuerzas. La conquista de la Comisión
Interna, con la asamblea como institución soberana donde se resolvía todo,
fue el primer paso.
22 RAÚL GODOY

Mientras nos organizábamos y preparábamos para estas peleas por


nuestros derechos, sabíamos que cada batalla, por pequeña que fuera, de-
bíamos pensarla como lo que Lenin denominaba “escuela de guerra”:

(…) la huelga enseña a los obreros a comprender cuál es la fuerza de los patrones y
la de los obreros: enseña a pensar, no solo en su patrón ni en sus camaradas más próxi-
mos, sino en todos los patrones, en toda la clase capitalista y en toda la clase obrera (…)
abre los ojos, no solo en lo que se refiere a los capitalistas sino también en lo que res-
pecta al gobierno y a las leyes (…) [El obrero] Comienza a comprender que las leyes se
dictan en beneficio exclusivo de los ricos, que también los funcionarios defienden los
intereses de los ricos11.

En este sentido, la “escuela de guerra”, que no es “la guerra misma”, es


clave en las etapas previas para formar dirigentes obreros que se preparen
para futuros ascensos. Zanon es una experiencia viva de lo que decimos,
una fortaleza obrera que se mantiene después de diecisiete años a pesar del
constante asedio capitalista.

Nuevos aires combativos

El Cutralcazo en 1996, con su combatividad y sus persistentes cortes de


ruta, logró impactar en algunos sectores de la fábrica. Recuerdo que hicimos
un fondo de huelga para los compañeros de Cutral Co de $ 70 que fue una
enorme conquista, porque si bien el monto del fondo de huelga era ínfimo,
los ceramistas nunca habían juntado dinero para otros sectores. Después se
sucedieron los paros nacionales de las centrales sindicales. El primero, el 8
de agosto y después un paro de 36 horas el 26 y 27 de septiembre de ese mis-
mo año. En la fábrica, estos paros eran parciales porque la burocracia se ne-
gaba a garantizarlos y le dejaba las manos libres a la patronal para presionar
a los trabajadores, incluso pagando taxis para que pudiéramos llegar a traba-
jar. Esto era una gran presión para poder adherir, sobre todo, para quienes
estábamos contratados.
En el ámbito nacional, empezaba a cambiar la situación de la clase obre-
ra. El odio a la burocracia se extendía y se hacía sentir en otras fábricas. El
ejemplo más importante fue el de Cormec (FIAT) de Córdoba en los años
1996-97, donde los obreros lograron expulsar a la burocracia de la UOM y
eligieron en asamblea una nueva comisión interna y un cuerpo de delega-
dos. Tomaron la fábrica, hicieron piquetes y tuvieron una importante re-
percusión nacional. Unos meses después, llegarían a formar un sindicato

11 Vladimir Lenin, Obras selectas, ob. cit., pp. 65-66.


ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 23

independiente, el SITRAMF, que lamentablemente tuvo una existencia efí-


mera porque quedó reducido a una sola fábrica y la burocracia de la UOM
logró aislarlo primero y derrotarlo después. El proceso que se iniciaba en
Zanon apuntaba en el mismo sentido, aunque no pudimos confluir en una
corriente común porque se desarrolló más tarde, con otros ritmos.
Ante el desgaste del menemismo, el régimen iba preparando un recam-
bio político. Con el respaldo de la CTA y el “progresismo” liderado por
Carlos “Chacho” Álvarez, se fue preparando una nueva trampa: la Alianza,
con la que se intentaba capitalizar el proceso de luchas que se había expresa-
do nacionalmente en los paros contra el menemismo, para desviarlo al terre-
no electoral. También comenzó el pasaje a la oposición de las clases medias,
que tuvo su expresión más activa en el movimiento estudiantil universitario
y secundario en casi todo el país. Este movimiento primero enfrentó las le-
yes de educación y luego el recorte presupuestario de Menem, con expresio-
nes altamente combativas, como el llamado “mayo neuquino” del 98, con
ocupación de colegios secundarios, terciarios y facultades, y duros enfrenta-
mientos con la policía.
Los trabajadores desocupados seguían en pie de lucha: en 1997 hubo
importantes gestas en Neuquén, Salta y Jujuy; en abril se produjo el segun-
do Cutralcazo en Neuquén. El glorioso levantamiento de los fogoneros12
de Cutral Co, que se produjo en simultáneo con una importante huelga
docente13, terminó con una violenta represión en la que Teresa Rodríguez,
joven empleada doméstica de esa localidad, cayó asesinada por la poli-
cía. Esto desarrolló movilizaciones masivas de repudio en la provincia y
en todo el país. Los levantamientos de los trabajadores desocupados eran
apoyados por todo el pueblo. En Cutral Co se enfrentaron valientemente
con la Gendarmería, lo cual se vivió como un triunfo. En las calles se po-
dían leer las pintadas futboleras: “Cutral Co 2 - Gendarmería 0”.
El proceso de lucha de los desocupados se seguía extendiendo, un mes
después se levantaron en Tartagal (Salta) y en Jujuy. Los desocupados avan-
zaban en su lucha, su programa y su organización y nos daban un gran
ejemplo a los trabajadores ocupados. Estos primeros movimientos de traba-
jadores desocupados combativos surgían de las entrañas de los trabajadores
petroleros que habían sido despedidos con las privatizaciones, y peleaban
por “trabajo para todos” para volver a reinstalarse en las empresas.
En la fábrica estos procesos desarrollaban un sentimiento contradicto-
rio. Algunos obreros, más avanzados, sentían simpatía por la combatividad

12 Los piqueteros de Cutral Co se autodenominaron fogoneros para diferenciarse del sector de


los piqueteros que terminó negociando después del primer Cutralcazo con el MPN (Movimiento
Popular Neuquino), partido que gobernaba la provincia de Neuquén.
13 No me voy a referir, porque no es el tema de este libro, al balance de aquella gran huelga
docente, de la cual fuimos muy críticos desde el PTS en ese momento, justamente por la política
corporativa que tuvo la conducción de ATEN en lugar de profundizar la unidad que se venía dando
en los hechos con los desocupados.
24 RAÚL GODOY

de los desocupados, otro sector, más atrasado, protestaba contra los pique-
tes; mientras tanto, se iba generalizando la bronca contra la burocracia.

Recuperación de la Comisión Interna y primeras asambleas

La burocracia, cuyo secretario general era Montes, había ganado el


sindicato ceramista hacía dos años. En la fábrica no existía la Comisión
Interna, la empresa la había prohibido. El sindicato necesitaba tener un
control más férreo sobre los trabajadores y, por eso, arregló con la empre-
sa tener una Comisión Interna. Previo a esto, la patronal había despedido
a todos los se suponía que eran de la oposición, y entonces quedaba la bu-
rocracia sola. Pero entre los compañeros que habían sido activistas dentro
de la fábrica, en todos los sectores –hornos, línea de la planta nueva y vie-
ja–, comenzamos a discutir la posibilidad de presentar una lista. El com-
pañero Mario Balcazza14 fue el que tuvo la iniciativa y yo fui el último en
incorporarme, porque no tenía un acuerdo previo y profundo. Ellos de-
cían “somos opositores y después vemos”. Yo planteé: “Si entramos es
para cambiar todo. Yo no me voy a jugar el puesto de trabajo por nada”.
Finalmente discutimos con Manolo Romano, un compañero del partido
con quien hacíamos equipo político en Neuquén, ser parte de la lista. En
principio el acuerdo fue bastante elemental y se hizo de manera clandes-
tina. La lista estaba integrada por Mario Balcazza, Miguel Ramírez, Fabio
Chandía, Alejandro Quiroga, Alejandro López, Carlos Acuña, Néstor San
Martín y yo. Así se fue conformando nuestra lista, la Marrón, nombre que
tomamos de las experiencias clasistas de los años 70.
La burocracia armó su lista oficial, la Azul y Verde, y ellos –la patronal y
el sindicato– hicieron una maniobra presentando una tercera lista, la Roja,
que tenía un integrante de la vieja directiva y el resto era gente indepen-
diente, incluso buena gente. La Lista Roja empezó a decir: “Ni burocracia
ni tanta combatividad, hay que hacer algo en el medio”.
Salimos a golpear durísimo a la burocracia y a la otra lista. Hacíamos las
presentaciones en el comedor de la fábrica. Hablaban unos y otros y, cuando
hablábamos los de la Marrón, con personalidad, nos prestaban mucha aten-
ción. Ante eso la patronal y la burocracia intentaron una última maniobra, que
era dejarnos afuera de la lista a quienes habíamos sido contratados y estábamos
mensualizados. Eso provocó una crisis en la Marrón, ya que algunos compañe-
ros estaban dispuestos a aceptarlo. Pero como respuesta decidimos apelar a la
base, lanzando una campaña de avales. Salimos a juntar avales y conseguimos

14 Mario Balcazza falleció el 6 de septiembre de 2016 producto de una larga enfermedad. Mario
seguía trabajando en Zanon.
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 25

doscientos de un total de trescientos sesenta obreros. Era un indicio muy signi-


ficativo del cambio en el estado de ánimo de los compañeros. La patronal y la
burocracia se dieron cuenta de que teníamos mucho apoyo en la base.
De entrada, salimos con un discurso claro que atacaba los problemas
centrales del momento: igual trabajo, igual salario; democracia obrera; de-
cisiones en asamblea; revocabilidad de los mandatos; pase a planta perma-
nente a todos los contratados; que los contratados tuvieran sus propios
representantes; que se votara un delegado por sector para constituir un
cuerpo de delegados.
El jueves 29 de octubre de 1998, ganamos la Interna. Nuestro triunfo
fue aplastante y muy festejado por los compañeros. Fue histórica la votación,
era la primera vez que se votaba masivamente en la fábrica. La elección salió:
47 votos para la burocracia de la Azul y Verde de Montes –oficialista–, la lis-
ta Roja sacó 83 votos, y la Marrón, 187.
Al otro día entramos a trabajar a los turnos con una sonrisa en la cara.
Empezó a cambiar la moral, aunque todavía estábamos en una fábrica divi-
dida y seguía la persecución patronal. Recorríamos algunos sectores, como el
de porcellanato, pero los compañeros tenían miedo de hablar con nosotros.
Lo primero que hicimos para unificar a los compañeros de la fábrica
fue un campeonato de fútbol, durante todo un año. Y la metodología del
campeonato era un equipo por sector y cada equipo tenía un representan-
te, o sea, un delegado. Así pudimos entablar relación con todos los sectores
de la fábrica. Hacer una asamblea era muy difícil porque la empresa lo pro-
hibía. De hecho, las primeras medidas de fuerza que hicimos fueron asam-
bleas de media hora en el comedor en la hora del refrigerio.
Adoptamos un mecanismo que era ir al comedor a hablar con los com-
pañeros durante el refrigerio, y esto se transformó en un método distintivo
de la Comisión Interna, que nos permitió mantener informados a los tra-
bajadores sobre todas las cuestiones de la fábrica y la situación política del
país. La Comisión Interna de Zanon tuvo, desde el principio, la iniciativa de
llevar permanentemente información a la base y a las familias de los traba-
jadores, no solo en forma verbal, sino con boletines y folletos escritos. Esta
actividad de información para garantizar el efectivo ejercicio de la democra-
cia obrera, permitiendo que los obreros eligieran entre las distintas posicio-
nes con fundamentos, también colaboraba e incentivaba el desarrollo de la
politización de los trabajadores, preparando el terreno para la maduración
del activismo sindical y político dentro de la fábrica. Todo este trabajo pre-
vio favoreció el posterior surgimiento de una militancia obrera.
Durante los dos años que estuvimos como delegados nos hicieron la vida
imposible en la fábrica. De nuestra parte desarrollamos, como dije antes, una
verdadera “escuela de guerra”, aprendiendo de cada pequeña batalla.
26 RAÚL GODOY

Mientras tanto, en el país…

En el escenario político nacional se preparaba el nuevo gobierno para


desviar el descontento popular. La Alianza15 se presentaba como oposición
al neoliberalismo que encarnaba Menem, pero, en su corto mandato, de-
mostró que era puro continuismo, mostrando una vez más el fracaso de la
“teoría” del “mal menor”. A poco de su asunción en 1999, la Alianza fue
entrando en crisis con su base social. De la Rúa creyó que podía conser-
var su fuerza inicial a pesar de implementar medidas impopulares como el
“impuestazo” a las clases medias, la reforma laboral, la rebaja salarial a los
empleados públicos y a los jubilados. En respuesta hubo tres paros genera-
les en el año 2000 que fue minando su fuerza y fortaleciendo las del movi-
miento obrero. Y, peor aún, al forzar la votación de la reforma laboral en el
Senado mediante sobornos, provocó la renuncia del vicepresidente Carlos
“Chacho” Álvarez y una mayor deslegitimación del régimen político. La
amplia base social de clase media, estudiantes y asalariados estatales en la
que se apoyaba el gobierno empezó su pasaje a la oposición.
En este contexto de decadencia nacional, de un cambiante escenario
político y de un gobierno que se iba haciendo cada vez más impopular, se
va a desarrollar una importante fase del proceso de los obreros de Zanon,
hasta la ocupación de la planta en octubre de 2001.
En paralelo, en Neuquén en 1999, Jorge Sobisch asumía su segundo
mandato e inmediatamente lanzó la campaña de “alianza estratégica” con la
Repsol16, al servicio de garantizarle jugosas ganancias a las multinacionales.
Este “régimen petrolero”, al mismo tiempo, dejaba por fuera no solo a miles
de desocupados, sino a importantes franjas de las clases medias y los trabajado-
res estatales que se mantuvieron como oposición social al gobierno. Esto fue
a la vez una base de apoyo para los obreros ceramistas que nos fuimos consti-
tuyendo como un actor importante en el enfrentamiento al gobierno provin-
cial. Como veremos más adelante, estos sectores fueron fundamentales para
el mantenimiento de la fábrica tomada y en producción bajo gestión obrera.
Neuquén es una provincia petrolera rica, pero con un alto índice de po-
breza, con divisiones y fragmentaciones. Esta fragmentación se expresaba
también en el terreno sindical: mientras la dirección del sindicato petro-
lero17 apoyaba explícitamente al gobierno y daba estabilidad al régimen, la

15 Coalición electoral integrada por la UCR y el FREPASO (Frente País Solidario), integrado
por el Frente Grande, el Partido Socialista Popular, el Partido Socialista Democrático y el Partido
Demócrata Cristiano.
16 Con este acuerdo Sobisch, en el año 2000, prorrogó a la petrolera española la concesión del
yacimiento gasífero más importante del país: Loma de la Lata. Esta concesión vencía en 2017, pero
diecisiete años antes de su vencimiento la extendió hasta el año 2027, eximiéndola del pago del
impuesto por la prórroga –una cifra superior a los U$S 100 millones–.
17 En este momento el petrolero es el sector más importante por su rol estratégico en la economía
provincial. Hasta los 80 fueron los obreros de la construcción (UOCRA), concentrados en las
megaobras hidroeléctricas.
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 27

CTA y ATEN (gremio docente) se ubicaban como una oposición política y


social al MPN18, mientras que la oposición política burguesa no era –ni lo
es hoy– una amenaza electoral ni política al partido provincial.

La “huelga de los 9 días”

A principios del año 2000, la patronal de Zanon intentó imponer un


Procedimiento Preventivo de Crisis19. Quería legitimar despidos, suspensio-
nes en masa e imponer condiciones de mayor productividad y explotación,
ya que con la nueva interna habíamos logrado ponerle límites importantes
a la superexplotación. Para eso inventaron una crisis que no tenían, un ver-
dadero chantaje al que el gobierno de Sobisch respondía otorgando subsi-
dios millonarios. La patronal de Zanon tenía una muy buena relación con
el entonces gobernador del MPN. Un ejemplo de eso fue cuando Sobisch,
Menem y Luigi Zanon20 bajaron al playón de la fábrica en helicóptero para
la inauguración de la nueva planta de porcellanato, por entonces la más
moderna de Latinoamérica, construida con subsidios millonarios del pro-
pio gobierno.
Comenzó una guerra de nervios. Los gerentes y los supervisores presio-
naban en todos los sectores diciendo que se venían cien despidos, suspen-
siones rotativas y rebaja salarial, que era la única forma en que la fábrica
podía continuar operando. Incluso hubo una propuesta “por debajo de la
mesa” a un par de delegados de la Comisión Interna para que fuera ella mis-
ma la que hiciera un listado de cien para ser despedidos. Esto fue rechazado
de plano y con mucha indignación por la mayoría de la Comisión Interna.
Nos preparábamos para la defensa de los puestos de trabajo y de nues-
tros derechos. En las reuniones en el predio21 y en las asambleas dentro de
la planta comenzó la organización. La conquista de la Interna y las asam-
bleas habían fortalecido la moral y la amenaza de la patronal actuó como
un disparador.
Aprovechamos los paros nacionales del 5 de mayo y del 9 de junio para
instalar un viejo método de lucha de nuestra clase: el paro con piquetes. El
paro se discutía y votaba en asambleas, y la Comisión Interna, junto al ac-
tivismo, garantizábamos el cumplimiento de sus resoluciones. La prepara-
ción de los piquetes sirvió para ir organizando más compañeros activistas.

18 Numéricamente los estatales enrolados en la CTA eran –y lo siguen siendo hasta el día de
hoy– el sector mayoritario de trabajadores organizados de la provincia.
19 Ver capítulo 7.
20 En la ceremonia inaugural, Luigi Zanon felicitó al gobierno militar por “mantener la Argentina
segura para las inversiones” (Citado en Wikipedia, ver: http://es.wikipedia.org/wiki/FaSinPat).
21 En ese entonces desde la Comisión Interna alquilamos una vieja casona con canchas de
fútbol, en donde comenzamos a juntarnos habitualmente.
28 RAÚL GODOY

Fueron jornadas memorables en las que recorríamos el perímetro de 60


hectáreas de la fábrica, evitando que entraran los carneros y los jefes. Estas
acciones eran un importante elemento de acción directa cuando el con-
junto de la clase obrera seguía bajo la tutela y el método del paro pasivo
de la burocracia sindical. Mientras tanto, la burocracia de Montes, adhe-
rida a la central moyanista, lo único que hacía era pegar en las carteleras el
comunicado del paro.
La patronal buscaba desgastarnos, cansarnos, doblegarnos, querían de-
rrotar nuestra organización: la Comisión Interna. Ellos nos desafiaban, no-
sotros respondíamos. La burocracia del sindicato ceramista atemorizaba
a los compañeros con la posibilidad de despidos con causa si íbamos a la
huelga. Pero nosotros seguíamos adelante. No solamente hacíamos los pa-
ros, también organizábamos acciones a contraturno, a la salida del hora-
rio de trabajo.
En esta situación de extrema tensión, a las 6 de la mañana del sábado 15
de julio de 2000, mientras entraban los compañeros al vestuario, se produjo
la muerte de Daniel Ferrás a causa de la negligencia y desidia de la patronal.
Daniel era un joven obrero de 21 años que se descompuso en el vestuario y,
como no había ni ambulancia ni equipo médico y los tubos de oxígeno es-
taban vacíos, murió. Ese fue un gran golpe para nosotros. Durante el fin de
semana, en el velatorio, nos fuimos encontrando. Todos sentíamos un odio
terrible, dijimos: “esto no da para más”. El lunes 17, a las 6 de la mañana,
organizamos una asamblea en la entrada de la planta. La muerte de Daniel,
el avasallamiento de ese elemental derecho a la vida, fue el detonante para
lanzar la huelga. Daniel Ferrás se convirtió en nuestro mártir obrero. Se ini-
ciaba así la “huelga de los 9 días”. El impacto del paro trascendió los porto-
nes de la fábrica.
La asamblea fue conmovedora. Muchos de nosotros hablábamos con
lágrimas en los ojos, los compañeros tenían impotencia pero también mu-
cho odio de clase, que empezaba a manifestarse. Fue un paro contunden-
te, nadie se atrevía a cuestionar en lo más mínimo si había que parar o no.
Teníamos una fuerza arrolladora. Preparamos un pliego petitorio en el que
se pedía una ambulancia, servicio médico y que se despidiera al jefe de se-
guridad e higiene. Además, todo esto se ligó al problema que veníamos
arrastrando, que eran las amenazas de despidos y suspensiones. Por eso,
incorporamos al petitorio: “Ningún despido, ninguna suspensión”, y tam-
bién: “Abajo el preventivo de crisis”, “Basta de presionar a los trabajadores”.
A las 9 de la mañana nos llamaron desde Casa de Gobierno porque el
gobernador Sobisch pedía una reunión urgente con la Comisión Interna.
En la reunión Sobisch nos informó que había tenido contactos telefónicos
con la empresa y que había llegado a un acuerdo donde el gobierno de la
provincia haría compras anticipadas, pondría millones de pesos para que
Zanon “no tuviera crisis” y que no hubiera despidos. Nos dijo que nosotros
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 29

arreglásemos las suspensiones y rebajas salariales y que él, como goberna-


dor, se comprometía a que no hubiera despidos. Estaba presente también
Guillermo Pereyra, secretario general del sindicato petrolero que era, ade-
más, subsecretario de Trabajo y diputado provincial de su partido, el MPN.
Nos esperaban con una trampa: habían armado una conferencia de pren-
sa en la Casa de Gobierno en la cual querían anunciar que no iba a haber
despidos y querían aparecer junto a toda la Comisión Interna y el subse-
cretario de trabajo. Pereyra nos decía: “muchachos, aprovechen el momen-
to, agradezcan al gobernador las gestiones y anunciemos que no va a haber
despidos, lo que va a ser una buena noticia para su gente, para la pobla-
ción y para la paz social de la provincia”. Le respondimos: “acá hay otro
problema, acaba de morir un compañero y las condiciones cambiaron. No
solamente no queremos ni despidos ni suspensiones sino que estamos re-
clamando seguridad e higiene, reclamando enfermeros en todos los tur-
nos”. Ante eso Sobisch se molestó mucho, nos dijo: “muchachos, esto es
desmedido, ustedes se están yendo para otro lado”. Le dijimos: “esto es lo
que traemos como mandato de asamblea”. En el medio de una situación
de nerviosismo, Pereyra nos llamó a un costado y nos dijo: “van a molestar
al gobernador, acá hay que salir en forma conjunta ustedes, el gobernador
y yo, mostrando esto como un paso adelante, y ustedes están cambiando las
condiciones”. Nosotros le señalamos que no estábamos cambiando nada
y que había un compañero muerto. Es obvio que no hubo conferencia de
prensa. Pero cuando salimos, ya estaban convocados todos los medios, así
que toda la Comisión Interna se sentó en una mesa, a la que vino Pereyra
completamente frustrado. Él anunció que había habido un acuerdo del go-
bernador con la empresa para que no hubiera despidos y nosotros agarra-
mos el micrófono para denunciar que, de todo lo que habíamos votado en
asamblea, no se garantizaba ni siquiera la vida de los trabajadores, y apro-
vechamos esa tribuna para hacer conocidas todas nuestras demandas. Así
el conflicto de Zanon se instaló como un hecho muy importante de la pro-
vincia. Eso luego permitió comenzar a acercarnos y coordinar con compa-
ñeros de ATEN, estatales, estudiantes, y la izquierda. Hasta ese momento,
para muchos, Zanon era una tumba, y a partir de ese momento se hizo es-
cuchar, como un estallido. Había una Comisión Interna y una militancia
política previa que podía tratar de transformar este estallido en una batalla
de clase, lo que constituyó un hecho fundacional de los ceramistas y de la
misma gesta de Zanon.
Mientras la burocracia quería negociar despidos, suspensiones y peores
condiciones de trabajo, los obreros, encabezados por la Comisión Interna,
empezamos el paro por tiempo indeterminado. Fue un paro histórico.
Desde el primer día de huelga fuimos resolviendo cada paso en asamblea.
El piquete en la puerta de la fábrica impedía la entrada y salida de camio-
nes. Así lográbamos paralizar la producción y la comercialización. Poco a
30 RAÚL GODOY

poco, íbamos incorporando métodos de lucha que parecían olvidados en


el movimiento obrero. Los trabajadores también tomamos el método del
piquete y el corte de rutas de los trabajadores desocupados. A la huelga, el
bloqueo del portón y los cortes de ruta le agregamos las actividades de difu-
sión del conflicto entre la comunidad y el fondo de huelga. Estos elemen-
tos, que se dieron en forma concentrada durante las primeras huelgas, se
multiplicaron y extendieron en los siguientes conflictos, agregándose los
cortes de puentes y de calles céntricas en la ciudad de Neuquén.
En asamblea se votó la formación de la Comisión de Mujeres, integra-
da por esposas, hijas, novias y hermanas de trabajadores, que jugó un rol
destacado en este primer conflicto. Ellas fueron un sostén moral y con-
creto. Garantizaron junto con activistas y estudiantes las ollas populares y
recorrieron los medios de comunicación expresando, con sensibilidad, la
situación de explotación que padecíamos los obreros y nuestras familias y
el convencimiento con el que defendíamos nuestros derechos. Estuvieron
codo a codo cada día del conflicto, recaudando alimentos para el fondo de
huelga y participando en las asambleas.
Fue en esta lucha más dura cuando tuvimos la primera crisis en la
Comisión Interna por las presiones a las que estábamos sometidos por par-
te del Ministerio de Trabajo y de la burocracia. Existía temor en muchos
compañeros de que en la Comisión Interna empezáramos a dividirnos.
Tuvimos una nueva asamblea crucial en la que teníamos que decidir si se-
guíamos con la lucha o si levantábamos las medidas. La patronal nos otor-
gaba algunos de los reclamos de seguridad a cambio de que negociáramos
las suspensiones. Previamente, hubo una reunión de Comisión Interna, en
la que hicimos una discusión muy dura, sobre todo con San Martín22. Él de-
cía que había que negociar inmediatamente las suspensiones y, en cambio,
junto con Carlos Acuña23, sostuvimos que no podíamos negociar la muer-
te de Daniel y que había condiciones para seguir luchando. Quedamos en
minoría. La Interna se dividió alrededor de esta posición. Decidimos –y
esta cuestión es muy importante– llevar las dos posiciones que teníamos a
la asamblea. Cuando nos pusimos de pie para decir cada una de las posicio-
nes, me pidieron que yo expresara la primera posición. La gente aplaudió
muchísimo. San Martín no quiso ni siquiera plantear su postura porque
vio que iba a perder. Este método de expresar las posiciones divergentes o
las tendencias se sumaba así al debate democrático de las asambleas y sus
resoluciones soberanas. Luego lo implantamos como método del sindicato
cuando cambiamos los estatutos: democracia sindical con libertad de ten-
dencias para todas las corrientes o individuos que defiendan el sindicato.

22 Delegado de la Marrón que llegó a ser secretario adjunto del primer mandato del Sindicato
recuperado. Luego traicionaría en la primera huelga como conducción del SOECN y sería
inmediatamente expulsado por la asamblea obrera.
23 Integrante, luego, de la Comisión Interna y secretario de Prensa del sindicato.
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 31

Es importante resaltar este método que usábamos cuando en la Interna


no nos poníamos de acuerdo: expresar las diferencias en la asamblea, discu-
tirlas abiertamente y luego votarlas. No todos estaban de acuerdo en esto.
El método de San Martín era el opuesto, era el de la burocracia sindical
(en contra de las oposiciones y de las minorías), el de consensuar una posi-
ción en la Comisión Interna y llevarla como propuesta, como una sola po-
sición. Esto ahoga la democracia del conjunto de los trabajadores; por eso,
la democracia obrera, aplicada por primera vez en esta ocasión, la defen-
demos hasta el día de hoy. Este método nos marcó al interior de la fábrica
y luego lo trasladamos a los organismos de coordinación que impulsamos.
Después de ocho días de conflicto y de interminables reuniones en
la Secretaría de Trabajo, en la Casa de Gobierno, etc., la Subsecretaría de
Trabajo decretó la conciliación obligatoria que obligaba a los trabajadores
a levantar la huelga en su momento más fuerte y a la empresa no le exigía
nada. Una vez más, una maniobra de la patronal y del Estado para desmo-
vilizar a los trabajadores.
La burocracia de los Montes apareció por primera vez en todo el conflic-
to. Fue el propio secretario general del SOECN quien trajo la resolución a
la asamblea diciendo que teníamos que aceptarla o nos iban a declarar ile-
gales. La asamblea se puso muy tensa, porque el conflicto se había inicia-
do con mucha fuerza en la base, como una cierta explosión. El paro estaba
fuerte, había un activismo muy combativo y la presencia del secretario ge-
neral después de ocho días de lucha generó más bronca todavía. Y como si
fuera poco, para traer la conciliación obligatoria y meter miedo para levan-
tar las medidas de fuerza. Recuerdo que le sacamos el papel de las manos y
con mucha indignación planteé: “esto es un papel, acá se murió un compa-
ñero, y un papel no nos va a parar. Compañeros, estamos fuertes, estamos
bien, vamos por un día más”. Muchos compañeros dudaban porque toda-
vía había mucho legalismo, mucha confianza en el Ministerio de Trabajo,
en la justicia, hasta en el mismo sindicato. Un cierto temor a todas las ins-
tituciones, había odio pero también mucho miedo. Hubo algunos sectores,
pequeños, que estaban por levantar el paro, entre ellos, había compañeros
de la Comisión Interna que empezaban a dudar. Entonces insistimos en
seguir un día más, en que no nos teníamos que dejar amedrentar por un
papel. Teníamos que demostrar que nosotros íbamos por todas nuestras de-
mandas y que se tenían que cumplir. Comenzó un debate donde empeza-
ron a hablar muchos activistas. En un clima muy efervescente, con muchas
sensaciones mezcladas primó la fortaleza de un activismo duro que inspiró
confianza en la mayor parte de los compañeros, y con una mayoría arrolla-
dora votamos continuar. La asamblea explotó en un solo grito: “¡unidad de
los trabajadores, y al que no le gusta, se jode, se jode!”.
Al día siguiente ganamos. La burocracia, la patronal y el gobierno to-
maron nota de nuestra decisión de desconocer la conciliación obligatoria.
32 RAÚL GODOY

Comprendieron nuestra decisión de ir hasta el final y que, por el momen-


to, la relación de fuerzas no estaba de su lado. Por eso, conseguimos todas
nuestras reivindicaciones: ni despidos ni suspensiones. No solo mantu-
vimos las condiciones laborales, sino que obtuvimos mejores condicio-
nes de seguridad e higiene –una ambulancia y un médico permanente–.
Incorporamos una nueva demanda a nuestro programa: el control obre-
ro sobre las medidas de seguridad. Logramos también el pago de todos los
días de huelga, algo completamente inusual en las luchas obreras dirigidas
por la burocracia. En la reunión en la Subsecretaría de Trabajo donde la
empresa aceptó todas nuestras demandas, recuerdo que a la hora de firmar
el acta yo me negué, planteando que hasta que no lo votara la asamblea no
podíamos firmar nada. Se armó un gran revuelo y no lo podían creer, me
acusaban de querer seguir con el conflicto. Pero era tal nuestra fortaleza
que no les quedó otra que aceptar y esperar la resolución de la asamblea.
La subsecretaría envió dos veedores para observar la asamblea que se hizo
en el playón de la fábrica. Fue una asamblea enorme donde leímos la pro-
puesta de acta que fue refrendada por la asamblea con una gran ovación,
con cantos, lágrimas y abrazos. Además de lo conquistado teníamos que de-
fender el método de la asamblea.
“El paro de los 9 días” terminó con un acto-homenaje a Daniel Ferrás,
junto con sus familiares, docentes y estudiantes en las calles céntricas de
Neuquén. Estábamos empezando a dar los primeros pasos en un nuevo ca-
mino de lucha, confiando en nuestras propias fuerzas para imponer nues-
tros reclamos. Con las asambleas cotidianas, la Comisión de Mujeres, la
huelga y el piquete empezamos a superar la práctica de la burocracia sindi-
cal y a tonificar nuestros músculos.
Estuvimos siempre rodeados del apoyo de organizaciones solidarias,
como ATEN, de estudiantes universitarios y de partidos de izquierda. Justo
en esos días la docente Silvia Rogetti se accidentó gravemente mientras tra-
bajaba en condiciones precarias en una escuela en construcción. Eso desa-
tó movilizaciones de miles de trabajadores y trabajadoras de la educación.
En uno de esos actos se nos dio la palabra a los obreros ceramistas que
habíamos marchado con una columna importante junto con ATEN. Por
primera vez me tocó hablar en un acto ante miles de trabajadores y trabaja-
doras. Mientras estaba hablando, avisan de la muerte de Silvia, lo cual pro-
vocó un estallido que terminó en un escrache a la funcionaria sobischista
Cielo Chrestía, responsable política de la muerte de Silvia.
Los obreros ceramistas nos convertíamos así en un factor actuante
de la vanguardia neuquina, forjando esa unidad en las calles.
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 33

La recuperación del sindicato

Julio Fuentes, secretario general de la CTA, después del triunfo que ob-
tuvimos en “la huelga de los 9 días” dijo: “Acá se decide no solo el conflicto,
sino quién dirige el sindicato”. Tenía razón.
El SOECN24, que logramos recuperar en septiembre de 2000, agrupaba
a cuatro fábricas: Cerámica Zanon (con 330 obreros), Cerámica Stefani de
Cutral Co (con 65), Cerámica del Valle (con 23) y Cerámica Neuquén (ex
Alba, con 50). La pelea por el sindicato fue día a día ya que nos costaba lle-
gar a los compañeros de las otras fábricas. La burocracia organizaba asam-
bleas para intentar expulsarnos del sindicato, utilizando todos los artilugios
legales y recurriendo al Ministerio de Trabajo. Pero esas asambleas tramposas
que promovía la burocracia se lograron desmontar con la participación ma-
siva de los compañeros.
Dos de los delegados, Fabio Chandía25 y Alejandro Quiroga, que eran
muy ordenados, hicieron una campaña de hormiga y empezaron a afiliar
compañeros nuevos al sindicato. Nosotros, desde el PTS, no le dábamos
importancia, porque considerábamos que esa tarea era muy “reformista”,
que favorecía el negocio de la burocracia. Discutíamos que no había que
preocuparse en afiliar, que lo importante era la asamblea, la democracia di-
recta. Afortunadamente, los compañeros afiliaron a esos nuevos obreros,
quienes en un futuro se iban a transformar en piezas fundamentales para
recuperar el sindicato porque iban a poder votar. La burocracia no quería
reconocer a los nuevos afiliados. Esta fue una pelea increíble, los obreros
querían entrar y el sindicato se negaba a reconocerlos. Dejó al desnudo la
verdadera intención de quedarse con el control del sindicato a toda costa,
para seguir viviendo de los privilegios que obtenían con la cuota que apor-
tábamos los trabajadores. Pero finalmente, el viernes 15 de septiembre, les
ganamos el sindicato en una asamblea que fue histórica.
La conducción del SOECN había convocado a una asamblea para ele-
gir la junta electoral –y expulsarnos– en Cutral Co, a más de 100 kilómetros
de la fábrica y, además, a las 13 hs –el cambio de turno en la fábrica es a las
14 hs– para que nadie pudiera ir. Así que fuimos a discutir con la empresa
para que nos dieran el día, y le propusimos devolverlo un domingo o un fin
de semana. Nos dijeron que no. Le pedimos dos horas pero la empresa pasó
a la ofensiva y planteó: “El que falta mañana va a ser despedido”, y así nos
pusieron entre la espada y la pared. Estaba todo arreglado con la burocra-
cia, trabajaban juntos. Convocamos a una asamblea en el comedor de la fá-
brica. Nosotros teníamos dudas, estuvimos discutiendo muchísimo con los
compañeros, entre los delegados y activistas: ¿qué hacer? Entonces tomó la
palabra un viejo compañero de la fábrica, don Keller, y dijo de manera muy

24 Sindicato de Obreros y Empleados Ceramistas de Neuquén, encuadrado en la CGT.


25 Miembro de la Comisión Directiva del sindicato.
34 RAÚL GODOY

firme: “si hay que ir a defenderlos, vamos, si faltamos todos, no nos pueden
echar a todos”. Al día siguiente la fábrica estaba vacía, conseguimos dos co-
lectivos, autos y camionetas e inclusive muchos compañeros que no podían
ir por problemas familiares, ese día faltaron al trabajo para cubrirnos.
Llegamos a Cutral Co. El escenario estaba montado en un club de la
zona y las calles estaban cortadas por la policía. Había policías adentro es-
perando a “un pequeño grupo de activistas” que iba a romper la asamblea,
pero llegamos masivamente. Les copamos el club, los dejamos descoloca-
dos porque les quebramos la maniobra. Las compañeras de la Comisión de
Mujeres, nuestras esposas y familiares, también habían ido, una vez más, a
acompañarnos. Se pararon en la entrada del club y a medida que íbamos
entrando, los obreros les iban dando algunos “elementos de defensa”. Esa
era una clara demostración de que los obreros íbamos a la asamblea a ganar.
La burocracia había llevado a obreros de Cerámica del Valle para que
votaran contra nosotros, en colectivo, invitándolos a comer un asado. Pero
el odio acumulado contra ella le jugó una mala pasada. Cuando empezó la
asamblea, un compañero de Cerámica del Valle se nos acercó y nos dijo:
“¿Tienen lugar en el colectivo para volver?”, le contestamos que sí. Se ano-
tó para hablar y denunció a la burocracia y todas sus maniobras. Su inter-
vención causó un alto impacto en la asamblea, fue conmovedora, y un muy
duro golpe contra la burocracia que levantó aún más la moral de todos
nuestros compañeros. A partir de su intervención muchos trabajadores,
que habían sido llevados a votar con la burocracia, empezaron a adherir a
nuestras posiciones. Y a partir de ese hecho supimos: “este es un gran com-
pañero”. El compañero es Luis Calfueque, quien luego fue integrante de la
Comisión Directiva del sindicato como secretario administrativo, y hoy es
integrante de la Bordó-Marrón y militante del PTS.
En esa asamblea estuvieron presentes representantes de la FOCRA
(Federación Nacional de Ceramistas), que viajaron para legitimar nuestra
expulsión, y se tuvieron que ir con la cola entre las piernas. Ahí quedó
echada la suerte del sindicato. Se votó una junta electoral para garantizar
una elección transparente, integrada por Juan Orellana, hoy militante del
PTS, y Francisco “Paco” Morillas. El regreso de Cutral Co fue todo un fes-
tejo. Y tal era la masividad y la fuerza obrera dentro de Zanon que la patro-
nal no pudo tomar ninguna represalia.
Una vez fijada la fecha para las elecciones se formaron dos listas, una de la
burocracia y otra de la Lista Marrón con compañeros combativos de distintas
fábricas. Nuestra lista se conformó en una reunión con todos los activistas en el
predio en Centenario. La Lista Marrón quedó armada de la siguiente manera:
Secretario General: Raúl Godoy
Secretario Adjunto: Néstor San Martín
Secretario Gremial: Alejandro López
Secretario Administrativo: Luis Calfueque
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 35

Secretario de Actas: Julio Araneda


Secretario de Difusión y Cultura: Juan Carlos Acuña
Tesorero: Ricardo Vilte
Pro tesorero: Marcelo Rojas

Vocales titulares:
Mario Balcaza
Sergio Pinchulef
Ignacio Canales
José Luis Vázquez
Ernesto Ruíz
Fabio Chandia
Vocales suplentes:
José Eduardo Vegas
Alejandro Quiroga
Luis Alberto Martínez
Ángel Velázquez
Artemio Garrido
Julio Duarte

Comisión revisora de cuentas:


Titulares:
Miguel Ramírez
Darío Pozo
Héctor Vicavil

Suplentes:
Héctor Raúl Rinaldi
Luis Zapetini
Ernesto Correa

Fue una elección con mucha participación ya que votó el 97 % del padrón,
casi la totalidad. La burocracia sacó 120 votos –para nosotros, fueron muchos–
y nosotros, 206.
La reconstrucción del sindicato luego de ganar las elecciones fue un
gran paso. Nos habíamos sacado de encima a la burocracia pero quedaba
todo por hacer. Cuando fuimos al edificio del sindicato estaba casi absoluta-
mente vacío, había una sola silla, un escritorio viejo y una máquina de escri-
bir Olivetti a la que le faltaban las teclas. El sindicato estaba en bancarrota.
Cuando nos presentamos en el Banco Nación a clausurar la cuenta banca-
ria para que no la siguieran operando ellos, nos encontramos con que ya la
habían cerrado por falta de fondos. La cuenta estuvo cerrada desde 2000
hasta 2007 por cincuenta cheques sin fondos emitidos un mes antes de de-
jar el sindicato. Nos dejaron endeudadísimos, con juicios laborales de al-
gunos trabajadores que habían sido empleados por el sindicato y la obra
36 RAÚL GODOY

social. Nos encontramos con ese panorama y con conflictos en las distin-
tas fábricas, teníamos que atender problemas de la gente que estaban muy
postergados y además, la nueva conducción había generado muchas expec-
tativas. Tomamos la decisión de tener cuatro o cinco liberados, es decir, ren-
tados y de rotar nuestras rentas entre las distintas fábricas, de manera que
participen alternativamente algunos compañeros de la Cerámica Neuquén,
de Zanon, de Del Valle y tratar de dar respuestas así. Lo que mantuvimos
como norma es que ningún compañero del sindicato podía ganar más que
un obrero de la fábrica.
En esos primeros días, mientras el compañero Luis Calfueque de
Cerámica Del Valle estaba de guardia en el sindicato vino Muñoz, un en-
viado de recursos humanos de Zanon, con una propuesta para hacernos.
Fuimos con Alejandro López para ver de qué se trataba. Muñoz apareció con
un maletín enviado por la patronal, para iniciar un “diálogo” con las nuevas
autoridades del sindicato. Decía que la empresa estaba al tanto de la crítica
situación económica que teníamos, y ofreció “adelantar” más de diez cuotas
sindicales de todos los obreros de la fábrica, como forma de comenzar “bue-
nas relaciones”. La respuesta fue automática. Lo invitamos a retirarse, recha-
zando lo que era claramente un intento de soborno. Le dijimos que íbamos
a reconstruir el sindicato desde las bases, que no íbamos a aceptar ni un cen-
tavo de los empresarios. Sabíamos que estas prácticas ocurrían en la mayoría
de los sindicatos, pero nos enfureció que se atrevieran a hacernos semejan-
te planteo a nosotros, con todo lo que veníamos demostrando. Muñoz tuvo
que agarrar su maletín y salir raudamente del lugar.
Al ganar el sindicato conquistamos un nuevo escalón para fortalecer
nuestra organización y nuestra lucha y avanzar en el clasismo. El SOECN
se fue forjando en la dirección de las primeras huelgas. Pero no nos queda-
mos ahí, no nos encerramos en las cuatro paredes de la fábrica ni del sin-
dicato, buscábamos confluir con otros sectores combativos, constituimos
la Coordinadora del Alto Valle (como explicamos en el capítulo IV) y viaja-
mos por todo el país con el mismo objetivo. A la vez, teníamos una política
de exigencia hacia las organizaciones de la clase trabajadora, como la CTA
provincial, para forjar el frente único obrero. Combinábamos la política de
masas –que incluía alianzas con organismos de DD.HH., como las Madres
neuquinas, las Federaciones y Centros de Estudiantes y la Confederación
Mapuche– con el fortalecimiento de los agrupamientos de vanguardia y la
coordinación de los sectores combativos y en lucha, para enfrentar los pla-
nes de ajuste del gobierno y su política represiva. Pero sabíamos que no po-
díamos dejar el sindicato tal cual era, a la medida de la burocracia, y por
eso votamos cambiar de raíz los estatutos, lo que consideramos un jalón
para toda clase obrera.
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 37

LAS PRIMERAS HUELGAS DIRIGIDAS POR


EL SINDICATO COMBATIVO

Actuar como “tribunos del pueblo” con un programa obrero y


popular frente a la crisis

Las patronales recibieron al nuevo sindicato con atraso en los pagos y


provocaciones en las cuatro fábricas, no nos daban descanso. En marzo de
2001, se realizó una huelga de doce días en Cerámica Zanon que precedió a
un paro nacional. Argumentando crisis y amenazando con la quiebra, la pa-
tronal desafió a los trabajadores y no pagó los sueldos de febrero. Pero una
vez más le torcimos el brazo en la lucha y planteamos nuestra contraofensi-
va: si la empresa decía una vez más que tenía una crisis, entonces que nos
mostrara los balances y los libros, para ver si era así. Si era cierto lo de la
crisis, que Zanon pasara a manos del Estado provincial. Los trabajadores ce-
ramistas sabemos cómo hacerla funcionar y cómo controlar la producción.
Las propuestas, tomadas del Programa de Transición de León Trotsky, como
la apertura de los libros contables, se iban a hacer realidad un año después
con la fábrica bajo gestión obrera.
Ya desde nuestros primeros pasos nos orientábamos a poner en pie
una alianza que buscara en primer lugar la unidad de las filas obreras en-
tre ocupados y desocupados, pero también la confluencia con los sectores
explotados y oprimidos del pueblo. Desde el PTS discutíamos contra el
sindicalismo de un sector de la vanguardia y la izquierda, que se restringía
a la lucha por las demandas obreras, incluso naturalizaba la división que
impuso el neoliberalismo entre ocupados y desocupados, efectivos, con-
tratados y tercerizados. En esos momentos siguiendo a Lenin en el “Qué
hacer”, empezamos a hablar de convertirnos en “tribunos del pueblo”, en
el sentido de dirigentes que no se limitaban a las reivindicaciones econó-
micas de su propia fábrica, sino que reconocían la estratificación social y
política y se dirigían al pueblo ligando las demandas propias de sus sec-
tores con los reclamos populares y proponiendo alianzas para luchar en
común y lograr imponerlas. Desde esta perspectiva fuimos dando cada
batalla en Zanon.
Mientras se mantenía la fábrica totalmente parada, convocamos a un
acto en el portón de Zanon con más de trescientos trabajadores ceramistas,
familiares, dirigentes de la CTA provincial, docentes de ATEN Centenario,
ATEN Capital y ATEN Provincial, la comisión de desocupados de Plottier,
la comisión vecinal del Barrio Islas Malvinas, delegados de la Planta de
Agua Pesada de Arroyito, estudiantes universitarios y delegaciones de parti-
dos de izquierda. Hice uso de la palabra y propuse un compromiso de cada
uno de los que estábamos ahí de pelear por trabajo para todos. Nosotros no
teníamos que aceptar las divisiones que nos imponían a los trabajadores,
38 RAÚL GODOY

había que buscar la unidad y romper las barreras que nos dividían. Por eso,
propuse avanzar en una Mesa de Coordinación Regional de todos los sec-
tores. Una de las demandas que estábamos exigiendo desde el sindicato era
un plan de obras públicas controlado por los gremios y las organizaciones
obreras: los compañeros de la UOCRA, los docentes de ATEN, los cera-
mistas, y en este camino, buscar una salida al problema de la vivienda en la
provincia. En esos días había movilizaciones de compañeros de la UOCRA
que pedían trabajo, y el gremio ATEN solicitaba la construcción de escue-
las. Además, con esta demanda queríamos incorporar el reclamo de traba-
jo genuino de los movimientos de desocupados.
La asamblea votó continuar la huelga a pesar de que el viernes a la me-
dianoche se había depositado la plata. El lunes 19 la patronal tuvo que acep-
tar, una vez más, la exigencia de los trabajadores de pagar los días de huelga y
de que no se descontase un solo centavo del presentismo. Por imposición de
la asamblea, la empresa tuvo que transportar a todos los huelguistas al banco
para que el cobro estuviese garantizado antes de retomar tareas.
Los obreros habíamos logrado un nuevo triunfo. En esta primera etapa,
la idea del control obrero y la unidad de las filas obreras entre ocupados y
desocupados se fueron instalando como dos de nuestros principales lemas.
Como desarrollamos en otro capítulo, junto a la alianza obrera y popular,
peleábamos por el frente único con las organizaciones de masas de la clase
trabajadora y el movimiento estudiantil. El 21 de marzo de 2001 las centra-
les sindicales convocaron a un paro nacional contra el ataque a la educación
que había anunciado López Murphy, el ministro de economía del gobierno
de De la Rúa.
El primer paro nacional que encaramos los ceramistas con la nueva
conducción del Sindicato fue un gran logro. Por primera vez en la histo-
ria del sindicato garantizamos con asambleas un paro total en las fábricas y
una columna que marchó uniendo en las calles a los obreros de las cuatro
cerámicas de Neuquén y Cutral Co.
Uno de los hechos decisivos fue la preparación del paro activo. Dos
delegaciones de ceramistas participamos de las asambleas universitarias
de Trabajo Social y de Humanidades con quinientos estudiantes y lleva-
mos la solidaridad frente al recorte presupuestario y la moción de uni-
dad de trabajadores y estudiantes. De allí surgió la votación de marchar
en una misma columna el día del paro. Decenas de activistas estudianti-
les que impulsaban la organización de cuerpos de delegados por curso to-
maron en sus manos la marcha.
En el acto del paro activo habló Julio Fuentes, secretario general de la
CTA-Neuquén, y a mí me tocó hablar en representación del SOECN, des-
pués habló la FUC26 y el dirigente de ADUNC (docentes universitarios),

26 Federación Universitaria del Comahue.


ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 39

Tiscornia, del PCR, por los docentes universitarios. Este último señaló:
“tengo el orgullo de haber llegado a esta marcha en una columna encabeza-
da por los obreros ceramistas”.
Esta columna obrero-estudiantil que marchó desde el playón de la
Universidad Nacional del Comahue fue impactante. Algunos periodistas
relataban por las radios que les hacía recordar a las columnas de los años
70 donde confluían obreros y estudiantes. Lo más destacado de esta ex-
periencia es la unidad con los estudiantes, que posibilitó posteriormente
dar pasos hacia un Pacto Obrero Universitario, lo que se materializó años
después en un acuerdo marco entre el Sindicato Ceramista y el Consejo
Superior de la Universidad Nacional del Comahue.
La unidad y los frentes únicos que íbamos conquistando, la alianza obre-
ra y popular, en este caso con los estudiantes, y también con los desocu-
pados, antes con los compañeros estatales, fue dándonos la idea de una
unidad más concreta y duradera. Aunque lográbamos confluir en las calles
con los trabajadores estatales, nos topábamos con la traba de la dirección
de la CTA, que negociaba por sectores y levantaba las medidas de lucha o
entraba en tregua con el gobierno. Nunca asumió la demanda que le ha-
cíamos de una asamblea provincial con delegados con mandato para pre-
parar un plan de lucha con un pliego único de reclamos. Por eso, desde el
sindicato buscamos poner en pie una organización de los sectores combati-
vos y antiburocráticos, para darle continuidad a la lucha contra el gobierno,
a la vez que manteníamos nuestra política hacia la central y sus sindicatos.
Empezamos a plantear la necesidad de una mesa de coordinación regional.

La “huelga de los 34 días”

“Los obreros y la empresa Cerámica Zanon llegaron anoche a un difi-


cultoso acuerdo que terminó con el conflicto en el día número 34 de la
huelga más extensa que haya realizado el gremio ceramista”, así comenza-
ba el relato del día 9 de mayo el diario Río Negro, el más importante de la
Patagonia, que le dedicó dos páginas a nuestra larga huelga. “Sí, sí, señores,
soy ceramista, sí, sí, señores, de corazón, que los obreros y las mujeres, allá
en el parque27, son dueños de Zanon”, cantábamos y festejábamos la noche
del 8 de mayo de 2001. Segundos antes la patronal, finalmente, firmaba el
acta-acuerdo donde quedaba plasmado el triunfo.
A comienzos de abril de 2001 la patronal anunciaba una vez más que se
iba a retrasar con el pago de los salarios. Buscaba, con la excusa de la crisis,
imponer peores condiciones laborales, derrotar al nuevo sindicato combativo

27 Se refiere al Parque Industrial donde funciona Zanon.


40 RAÚL GODOY

y quebrar la unidad obrera. Nuestra respuesta no se hizo esperar; el paro fue


total. Se restablecieron nuevamente los piquetes en la puerta de la planta
para impedir la salida de los camiones y se instalaron las carpas en la entra-
da junto a nuestras familias. Las asambleas generales se sucedían día a día.
Creamos comisiones de trabajo: de mujeres, de carpas, de prensa, de solidari-
dad conformada por estudiantes y otros sectores que jugarían un importante
rol para sostener la huelga. La Comisión de Mujeres tuvo un papel central re-
corriendo establecimientos y medios de comunicación locales para difundir
el conflicto y garantizar el fondo de huelga en los barrios y en los supermer-
cados, lo que nos permitió que se pudiera sostener el paro durante un mes
asegurando el alimento de cada una de las familias obreras.
Para ese entonces había leído sobre la lucha de los camioneros de
Minneapolis (EE.UU.) en los años 30, en el libro La historia del trotskismo
norteamericano de James Cannon, dirigente del SWP28, libro del que apren-
dí muchísimo y que me aportó, además de fuerza moral en un momen-
to difícil del movimiento obrero y de nuestros primeros pasos partidarios,
también experiencia y tradición de la clase obrera internacional que pude
volcar en Zanon.
La huelga llevaba diez días y ante la inflexibilidad patronal comenzamos
con movilizaciones y cortes de rutas parciales. Esta metodología se debió a
que siempre tuvimos en cuenta a la comunidad. Además dejábamos circular
los colectivos, a los que nos subíamos para explicar nuestra lucha. Los aportes
de otros trabajadores y sectores populares se multiplicaban día a día. Se acer-
caban los vecinos a la fábrica a dejar sus donaciones, las carpas en la puerta
estaban decoradas con múltiples adhesiones de solidaridad y simpatía hacia
nosotros, nos llegaban dibujos y cartas muy emotivas desde las escuelas y los
jardines de Centenario. En otros casos no pudimos ser tan contemplativos
con la comunidad y copiando el método que forjaron los estudiantes secun-
darios, cortábamos todo el microcentro afectando al mismo tiempo la parte
comercial y la zona bancaria.
El 26 de abril pararon las otras tres fábricas ceramistas en solidaridad con
Zanon y convocamos a una movilización hacia Centenario de la que partici-
paron más de mil trabajadores y estudiantes. La marcha fue recibida por los
docentes y la comunidad, y luego de recorrer la ciudad finalizó en un acto en
la plaza de Los Pioneros.
Desde los comienzos de la huelga buscamos la coordinación. En la
primera mesa de Coordinación jugaron un rol destacado las docentes de
ATEN Centenario y los estudiantes universitarios. Nuestra exigencia y
llamado a la unidad lograron que el 1° de Mayo se hiciera un acto con-
junto con la CTA en la puerta de la fábrica, que fue histórico, mientras
delegaciones ceramistas participaban en todos los actos de la izquierda en

28 Socialist Workers Party (Partido Socialista de los Trabajadores): fundado en enero de 1938 por
los trotskistas estadounidenses.
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 41

Buenos Aires. Recuerdo que cuando hice uso de la palabra en el acto de


Neuquén leí una parte del discurso29 de George Engel, uno de los Mártires
de Chicago, para destacar el legado internacionalista y revolucionario de
la clase obrera.
Llevábamos más de un mes de huelga, la patronal se jugaba al desgas-
te y nosotros nos habíamos propuesto no dar un paso atrás. Por primera
vez los obreros de Zanon cortamos el puente Neuquén-Cipolletti. Fue un
corte total desde la mañana hasta la tarde, mostrando la decisión de pro-
fundizar las medidas si no llegaban las respuestas. Después de diez horas
de negociación querían imponernos cláusulas de productividad y limitar
el derecho de huelga. Ese día tuvimos una discusión fuerte porque co-
metimos un error serio, que fue permanecer durante muchísimas horas
dentro de la Casa de Gobierno sin salir a informar ni a escuchar a los com-
pañeros que estaban afuera. Estábamos reclamando un derecho que nos
correspondía: el pago de los sueldos, y la patronal trató de introducir la
discusión de productividad. Esto abrió nuevamente una discusión dentro
de la Comisión Interna. Nuestra posición dentro de la Interna fue que esa

29 “Es la primera vez que comparezco ante un Tribunal americano, y en él se me acusa de


asesinato. ¿Y por qué razón estoy aquí? ¿Por qué razón se me acusa de asesino? Por la misma que tuve
que abandonar Alemania, por la pobreza, por la miseria de la clase trabajadora.
Aquí también, en esta ‘libre república’, en el país más rico del mundo, hay muchos obreros que
no tienen lugar en el banquete de la vida y que como parias sociales arrastran una vida miserable. Aquí
he visto a seres humanos buscando algo con que alimentarse en los montones de basura de las calles.
Cuando en 1878 vine a esta ciudad, creí hallar más fácilmente medios de vida aquí que en
Filadelfia, donde me había sido imposible vivir por más tiempo. Pero mi desilusión fue completa.
Empecé a comprender que para el obrero no hay diferencia entre Nueva York, Filadelfia o Chicago,
así como no la hay entre Alemania y esta república tan ponderada. Un compañero de taller me
hizo comprender científicamente la causa de que en este rico país no pueda vivir decentemente
el proletariado. Compré libros para ilustrarme más, y yo, que había sido político de buena fe,
abominé de la política y de las elecciones y también comprendí que todos los partidos estaban
degradados... Entonces entré en la Asociación Internacional de Trabajadores. Los miembros de
esta asociación están convencidos de que solo por la fuerza podrán emanciparse los trabajadores,
de acuerdo con lo que la Historia enseña. En ella podemos aprender que la fuerza libertó a los
primeros colonizadores de este país, que solo por la fuerza fue abolida la esclavitud, y así como
fue ahorcado el primero que en este país agitó la opinión contra la esclavitud, vamos a ser
ahorcados nosotros.
¿En qué consiste mi crimen?
En que he trabajado por el establecimiento de un sistema social en que sea imposible el hecho de
que mientras unos amontonan millones utilizando las máquinas, otros caen en la degradación y en la
miseria. Así como el agua y el aire son libres para todos, así la tierra y las invenciones de los hombres
de ciencia deben ser utilizadas en beneficio de todos. Vuestras leyes están en oposición con las de la
Naturaleza, y mediante ellas robáis a las masas el derecho a la vida, a la libertad y al bienestar...
En la noche en que fue arrojada la primera bomba en este país, yo me hallaba en mi casa. Yo no
sabía ni una palabra de la conspiración que pretende haber descubierto el ministerio público.
Es cierto que tengo relaciones con mis compañeros de proceso, pero a algunos solo los conozco
por haberlos visto en reuniones de trabajadores. No niego tampoco que haya yo hablado en varios
mítines, afirmando que si cada trabajador llevase una bomba en el bolsillo, pronto sería derribado el
sistema capitalista imperante. Esa es mi opinión y mi deseo.
Yo no combato individualmente a los capitalistas; combato el sistema que da el privilegio. Mi
más ardiente deseo es que los trabajadores sepan quiénes son sus enemigos y quiénes son sus amigos.
Todo lo demás yo lo desprecio; desprecio el poder de un Gobierno inicuo, sus policías y sus espías.
Nada más tengo que decir”.
42 RAÚL GODOY

acta no se podía firmar. Esto pasó en medio de las presiones dentro de la


Casa de Gobierno y ahí aprendimos que los tiempos, en cada negociación,
los deben manejar los trabajadores y no los funcionarios. Este aprendizaje
indispensable lo hicimos gracias a la crítica concreta realizada por mi par-
tido, en medio de la interminable negociación de esos días.
Hubo una nueva discusión, algunos compañeros y algunas corrientes
de izquierda nos decían que firmáramos igual el acta porque ya el conflic-
to estaba desgastado. Nosotros, junto a un par de delegados, planteábamos
que no, que no íbamos a firmar nada sin convocar a la asamblea que era el
órgano de decisión soberano y el control indispensable contra la burocrati-
zación. Discutimos que íbamos a tener una asamblea en la fábrica y recién
después íbamos a responder.
Nos reunimos en asamblea y decidimos rechazar las cláusulas y endure-
cer las medidas, y la respuesta llegó por teléfono, la empresa había cedido.
La huelga triunfó. Con este hecho se demostraba que el retraso en el pago
de salarios no se debía a la supuesta crisis (desde el sindicato demostramos
que era una mentira, porque en el segundo semestre de 2000 habían ga-
nado diez millones de pesos) sino que querían quebrar la unidad y orga-
nización de los trabajadores para aumentar aún más sus ganancias a costa
de una explotación mayor. Pero una vez más les torcimos el brazo. En esta
dura huelga dos compañeros, que eran encargados, se sumaron a la lucha y
luego jugarían un rol muy importante en nuestra gestión obrera. Ellos eran
Carlos “Manotas” Saavedra y Miguel Papathyphonos, el “Papa”.
También fue el primer quiebre importante de la nueva Comisión
Directiva del sindicato. Uno de los principales referentes en ese momento,
Néstor San Martín, quien era el secretario adjunto del SOECN, estuvo prác-
ticamente ausente durante la huelga. Cuando depositaron los salarios nos
enteramos de que él había cobrado en tiempo y forma, es decir, estaba arre-
glado con la patronal. La bronca de los compañeros fue generalizada, por eso
no pudo volver a pisar nuevamente la fábrica y se tuvo que ir. A pesar de que
un dirigente importante, el segundo del sindicato, había traicionado, la for-
taleza del activismo y la base y el peso de las asambleas permitieron que fue-
ra un golpe menor y pudimos superarlo rápido.

Avanzamos en el programa

El conflicto lo ganamos. Pero en discusiones en asambleas llegamos a


la conclusión de que no podíamos seguir haciendo tantas cosas solo para
cobrar los salarios y empezamos a avanzar en un programa de acción. Ante
las provocaciones permanentes de la empresa decidimos ir al fondo de la
cuestión. Planteamos que queríamos ver los libros de contabilidad, que si
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 43

realmente tenían la crisis que decían, la fábrica pasara a manos de la pro-


vincia, que los trabajadores sabíamos cómo hacerla funcionar.
Empezamos a averiguar cuánto se gastaba y de dónde venía la materia pri-
ma, los costos y de dónde provenían los repuestos, cuánto material producía-
mos, a cuánto se vendía, dónde se exportaba, quién lo compraba. Paso a paso
comenzamos a descubrir las cifras millonarias que ganaba Zanon. A partir de
ahí, ante cada planteo que nos hacía la patronal, ya sea de despidos o suspen-
siones, empezamos a pedir que mostrara los libros de contabilidad.
Sin embargo, no fue tan sencillo ya que cuando comenzamos a plantear
esta perspectiva se generó un debate en la fábrica. Algunos compañeros ob-
jetaban que lo que nosotros proponíamos era ilegal, porque la fábrica es pro-
piedad privada y los patrones no iban a querer. Por supuesto que no iban a
querer, pero nosotros dábamos vuelta la pregunta y les decíamos: ¿qué pasa
si Zanon mañana dice: no me conviene más, agarro la plata y me voy? ¿qué
propuestas tenemos para conservar nuestro puesto de trabajo? Seguramente,
la respuesta de la burocracia sería: negociemos la indemnización. Esa nunca
sería nuestra salida, porque defendíamos los puestos de trabajo y estábamos
dispuestos a hacer lo necesario para garantizarlo. Por otra parte, la empresa
obtuvo créditos y subsidios del gobierno provincial, que salieron de los im-
puestos que paga el pueblo. O sea, los capitalistas obtienen sus ganancias apro-
piándose del trabajo ajeno y además se benefician con los recursos del Estado,
que se le niegan al pueblo para la salud, la educación, las viviendas.
Nosotros, los obreros de Zanon, buscábamos poner la fábrica al servicio
de los trabajadores y el pueblo. Por eso, no solo íbamos a pedir solidaridad
al resto de los trabajadores, sino a llevar una propuesta que nos uniera en los
reclamos; empezamos a plantear la necesidad de un “plan de obras públicas
para construir viviendas populares, escuelas y hospitales, controlado por los
trabajadores”, tanto por los obreros de la UOCRA y por los desocupados que
necesitaban trabajo, como por los docentes y trabajadores de la salud. Y esta
propuesta la hicimos concreta en la demanda de “estatización de Zanon bajo
control obrero”. Esa es la perspectiva que nos trazamos. Desde estos primeros
momentos utilizamos el Programa de Transición de los trotskistas: si la patronal
dice que está en quiebra tiene que abrir los libros de contabilidad, basta de se-
creto comercial. Planteamos también la estatización de la fábrica y que la pro-
ducción se utilice para un plan de obras públicas al servicio de la población.

La nueva Comisión Interna

En 2001, al año siguiente de la recuperación del Sindicato, se renueva


la Comisión Interna en Zanon. Andrés “Chaplin” Blanco (un compañero
que se sumó a nuestras filas desde el principio y actualmente es dirigente
44 RAÚL GODOY

del PTS), uno de los delegados electos de esta Interna y que luego fuera ele-
gido secretario adjunto del SOECN en dos oportunidades, cuenta cómo y
por qué eligen la nueva Comisión Interna:

Los compañeros que integraban la nueva Comisión Directiva del sindicato po-
dían haber sido también Comisión Interna de Zanon, porque los estatutos del gre-
mio lo permitían. Pero se discutió una política de constituir una nueva Comisión
Interna. Fuimos discutiendo por sectores. En porcellanato nos postulamos: Juan
Billet, el compañero “Rulo” Lucero, Fabio Oliva, Fabián, tres compañeros más y
yo. Entre todos ellos nos designaron representantes del sector a Juan Billet y a mí.
La Comisión Interna que se eligió representaba a todos los sectores. El “Colo”
Cristóbal Darío y Francisco “Paco” Morillas de esmaltes; “Cepillo” Riquelme de ato-
mizadores y molinos; Juan Orellana de selección y “Chiquito” Reyes de movimenta-
ción. Hicimos discusiones profundas, porque era una Comisión Interna que tenía
que mantener viva la llama de la conquista de las calles, de que no volviera a ser una
fábrica “normal”, que se quedara encerrada dentro de las paredes de la planta.
Se planteó una fecha: abril de 2001 que coincidió con el conflicto de los
“34 días”. Las elecciones se hicieron en la carpa que estaba afuera de la fábrica
elegimos nuestra Interna al costado de la ruta. Los compañeros de la Comisión
Directiva del sindicato, aunque participaban de conjunto en las asambleas, siem-
pre nos proponían que dirigiéramos nosotros, para tener contacto directo con los
compañeros y hacernos conocidos en la base.

El conflicto se alargaba, no se veía solución rápida y había que man-


tener a los compañeros motivados, haciendo actividades y manteniendo
el fondo de huelga. Mariano Pedrero, abogado del Sindicato Ceramista,
Julio Araneda, Carlos Acuña y yo fuimos a Buenos Aires a hacer el fondo
de huelga. En ese viaje tuvimos una entrevista con el secretario general de
la CGT, Hugo Moyano, y fue una experiencia concreta donde conocimos
a fondo lo que es la burocracia sindical. Fue muy chocante, no solo no
puso un peso, sino que nos dijo “no jodan, arreglen por $ 200 y vuelvan
a trabajar”. Ahí nos dimos cuenta que esos dirigentes no defienden los in-
tereses de los trabajadores, sino el de los patrones. Por eso, a la burocracia
hay que echarla de nuestras organizaciones.
Cuando terminó el conflicto de los “34 días” empezamos a hacer un
seguimiento a la producción ya que veíamos salir mucho material, salían
camiones y camiones cargados, pero cada vez que teníamos reuniones con
la patronal argumentaban problemas económicos, así que decidimos con-
trolarlos. Nos poníamos en la puerta con una carpeta y controlábamos
cuántos camiones salían, con qué y cuánto material. Todo esto para poder
denunciar que la patronal estaba haciendo un vaciamiento, que era fal-
so que no vendía. Junto con esto, hacíamos denuncia tras denuncia en la
Subsecretaría de Trabajo: no había elementos de seguridad, las máquinas
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 45

no tenían mantenimiento, salían una gran cantidad de camiones por día.


Este paso que dimos, un control obrero en los hechos, nos sirvió mucho
después, cuando pusimos a funcionar la fábrica bajo nuestra gestión.

Nuevos estatutos para un sindicato clasista

En el año 2005, una vez que logramos consolidar tanto la gestión obre-
ra como el sindicato, nos abocamos a la discusión de la reforma de los esta-
tutos del SOECN. Esto siempre había sido una bandera que compartíamos
desde el PTS con la agrupación Marrón. Esta discusión se dio cuando ya
estaban incorporadas todas las corrientes políticas que ingresaron a la ges-
tión obrera, aunque no hicieron grandes aportes.
Por eso retomamos las discusiones con los compañeros sobre qué esta-
tuto proponer para que rigiera una verdadera democracia sindical y hubiera
independencia del Estado y de sus instituciones. Que todo se resolviera en
asamblea y que a los miembros de la directiva que no cumplieran o traicio-
naran se los pudiera cambiar cuando la base decidiera en una asamblea con
simple mayoría. Decidimos que se eligieran delegados por sector en todas
las fábricas y que hubiera un cuerpo de delegados del sindicato que se reu-
niera todos los meses y llevara mandato. Estas reuniones y las de la Directiva
tenían que ser abiertas a la base. Otra cosa que discutimos es el problema
que la cuota sindical que se descuenta compulsivamente y es retenida por
las empresas. Propuse que habría que volver a como era al principio en los
sindicatos, cuando los trabajadores pagaban todos los meses la cuota al diri-
gente o delegado en forma voluntaria.
La pelea por recuperar los sindicatos no puede ir separada de la lucha
por transformarlos profundamente, hasta casi borrar sus características
actuales. Plantearse conducir los sindicatos tal cual son, sin proponerse
cambiarlos, es adaptarse a una organización que solo abarca a una peque-
ña fracción de la clase obrera, que en general está en mejores condiciones
relativas que el resto. De lo que se trata es de recuperar las comisiones in-
ternas, los cuerpos de delegados y los sindicatos en la perspectiva de que
se conviertan en una palanca para la creación de organizaciones de lucha
más amplias, donde tengan un lugar los compañeros y compañeras que
comúnmente quedan por fuera de los límites de la organización sindical,
como son los contratados, los desocupados, los trabajadores en negro,
etc. Hay que recuperar los sindicatos para renovarlos, promoviendo nue-
vas camadas de dirigentes trabajadores.
El núcleo que atraviesa todo el nuevo estatuto es la ruptura con la he-
rencia peronista en los sindicatos, es decir, con la conciliación de clases.
Esto abarca tanto sus principios generales como sus artículos puntuales.
46 RAÚL GODOY

Partiendo de la base de que la sociedad está dividida en clases y que la


clase obrera es internacional, nos pronunciamos contra el sistema capita-
lista de explotación y opresión, en lucha por su liberación. Los artículos
más destacados son los que establecen que todo dirigente liberado de ta-
reas en su lugar de trabajo debe cobrar el mismo salario que en su fábrica;
que los dirigentes roten contra la reelección indefinida, estableciendo
que después de un mandato deben volver a su puesto de trabajo; se fija la
incorporación proporcional de las minorías en la Comisión Directiva, lo
que no admite ningún sindicato en la Argentina –incluso ATEN, un sin-
dicato reconocido por su democracia interna, reconoce solo a la primer
minoría pero en forma absolutamente limitada–. También, se incorpora
el reconocimiento de la asamblea como organismo soberano de decisión.
Desde el PTS esta discusión la tomamos como prioritaria y funda-
mental. No fue un invento nuestro sino que nos basamos en ejemplos his-
tóricos. Para esto nos dio una mano nuestro compañero Titín Moreira,
militante trotskista desde los años 70, tomando la experiencia de otros
sindicatos, como la de la UGT española de los años 30 y la de la CGT pe-
ruana, cuyos estatutos fueron redactados por Carlos Mariátegui.
La recuperación del SOECN fue anticipatoria a la recuperación de otras
seccionales y organismos sindicales de distintos gremios, un síntoma de que
había comenzado una experiencia de los trabajadores con la burocracia sin-
dical y de que, allí donde fuera posible, surgían nuevos sectores opositores.
Con desigualdades, este proceso molecular se expresó en la recuperación de
sindicatos seccionales como el SOECN, o en la comisión provisoria de ATE-
Río Turbio; en algunas fábricas mediante la recuperación de las Comisiones
Internas como Jabón Federal, en docentes, como en varios SUTEBA30 o en
la UNTER de Río Negro; en el cuerpo de delegados de Subterráneos; en la
lista opositora de la Alimentación, que en ese entonces, en el año 2004,
era la Celeste y Blanca, de donde luego surgirá la Bordó como el sector más
combativo que obtuvo el 25 % de los votos y ganó en las principales fábricas
enfrentando a la burocracia menemista de Daer. También se dio en el sur-
gimiento de delegados combativos en muchos gremios, en el nuevo cuerpo
de delegados conquistado por una lista antiburocrática en el Astillero Río
Santiago, como así también en activistas de sectores no sindicalizados. Este
fenómeno antiburocrático, que tuvo un nuevo hito con la lucha de los obre-
ros de Kraft en 2009, se referenciaba en el llamado “sindicalismo de base”,
del que fuimos parte desde el PTS con mucha representatividad en impor-
tantes gremios del movimiento obrero industrial.
El hecho de cambiar los estatutos, adoptar un programa de independen-
cia de clase y anticapitalista y considerarse parte de una clase obrera inter-
nacional son cuestiones elementales para que los sindicatos se transformen

30 Sindicato Único de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires. Muchas de sus seccionales


fueron dirigidas por la izquierda.
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 47

en un instrumento de la lucha de clases. Tanto los estatutos de la burocracia


como la Ley de Asociaciones Profesionales del Estado, que rigen y regulan
todos los sindicatos, son moldes que fabrican y perpetúan burócratas, que
encasillan a los trabajadores para limitarlos a un reclamo puntual y reivindi-
cativo, exclusivo de la clase obrera sindicalizada. Por eso la recuperación de
los sindicatos implica su completa transformación, en caso contrario, existe
una adaptación, que es lo que pasa con los procesos de nuevas direcciones,
como ocurre con algunos de los partidos de izquierda que terminan adap-
tándose a los estatutos, a las leyes y a las viejas prácticas y no cambian prác-
ticamente nada. Muchas veces esos sindicatos se pierden, vuelve a dirigir la
burocracia y es como si no hubiera pasado nada, quedan en pequeñas anéc-
dotas. Asumir la dirección del sindicato y cambiarlo totalmente va dejando
jalones que sirven de bandera al conjunto de los trabajadores. Más aún hoy,
con el grado de precarización y de atomización de la clase obrera, es necesa-
rio levantar un programa por la unidad de las filas obreras que trascienda a
los sindicatos tal cual son y que abra sus puertas al pueblo trabajador, a los
explotados y oprimidos. Por ejemplo, en Neuquén no se puede pensar un
sindicato que no tenga política hacia el pueblo mapuche o hacia los familia-
res de los casos de gatillo fácil que sufren la represión a su juventud en los
barrios pobres. En esos sectores explotados y oprimidos hay una fuerza so-
cial enorme, por eso, los organismos recuperados por los trabajadores tie-
nen que buscar esa alianza estratégica para imponer las demandas, tanto en
el terreno defensivo como para pasar a la ofensiva en el futuro con los méto-
dos de la clase obrera, es decir, con la lucha de clases.
Que el SOECN es un sindicato democrático se va a ver reflejado en
su política de coordinación (ver en Capítulo 4) y en su forma de fun-
cionamiento como “Consejo de fábrica” para la gestión obrera (ver en
Capítulo 5) y además, en que los dirigentes cobran lo mismo que cual-
quier trabajador y no tienen prebendas o privilegios especiales. Pero tam-
bién en su forma de funcionamiento democrática, en que las reuniones
de la Comisión Directiva son abiertas a la base y a los activistas. A tal
punto es una organización radicalmente distinta a otras que lo primero
que hicimos fue abrirle las puertas a los trabajadores desocupados. Por
ejemplo, los delegados de los desocupados del MTD organizaban reunio-
nes junto con los delegados de Zanon para planificar tareas y políticas
comunes. Todas estas acciones que se llevaron adelante se hicieron con
contradicciones y polémicas pero se resolvieron democráticamente en las
asambleas. El SOECN es un sindicato que supera los límites “gremiales”
corporativos en la perspectiva de la lucha política común entre ocupados
y desocupados, estudiantes, mapuches, etc. Con la conquista del sindica-
to, logramos una pequeña institución combativa, no solo para reforzar
nuestra propia lucha, sino para ponerla al servicio de los trabajadores y
sectores populares.
48 RAÚL GODOY

Nosotros, desde el PTS, luchamos por una dirección revolucionaria en


todas las organizaciones del movimiento obrero y por la libertad, en su in-
terior, de todas las tendencias que reconozcan los trabajadores. Desde esta
perspectiva estratégica es que dimos la pelea por recuperar y transformar el
Sindicato Ceramista y, luego, decenas de Comisiones Internas, cuerpos de
delegados, seccionales y sindicatos en todo el país.
Lenin decía que una política sindicalista, en última instancia, es una
política burguesa, ya que solo se limita a negociar con los capitalistas el pre-
cio de nuestra fuerza de trabajo.
Por eso, peleamos para que los sindicatos se transformen en sindicatos
militantes, activos, que no solo luchen por sus demandas propias y puntua-
les, sino que abarquen y generen una alternativa para el conjunto del pue-
blo trabajador. Los objetivos que se plantea un sindicato recuperado, su
programa, son importantes como pelea no solo para agitarlo en campañas
electorales o en “días de fiesta”, sino para que sea tomado por las grandes
organizaciones de masas.
El poder político y sus instituciones limitan, reglamentan y controlan
nuestros sindicatos con un alto grado de intervención estatal. Por eso no-
sotros, además de denunciar la Ley de Asociaciones Profesionales, plantea-
mos la necesidad de que nuestro sindicato sea independiente del Estado,
de las burocracias sindicales y de los partidos patronales.
En cada pelea parcial, tenemos que ir buscando el objetivo de forjar
una fuerza social poderosa y organizada que defienda los intereses de los
trabajadores y el pueblo hasta el final, para que las crisis la paguen los capi-
talistas. Es en este sentido que luchamos por la recuperación de los sindica-
tos y por cada puesto de lucha en las organizaciones obreras.
El presidente Menem, el gobernador Sobisch y el empresario Zanon

Inauguración de la planta de porcellanato


Huelga de los 9 días, julio de 2000

Primera marcha Comisión Interna Zanon. Año 2000


Obreros de Zanon ingresan marchando a la ciudad de Centenario

Madres Neuquén y Alto Valle durante huelga de los 9 días


Primera bandera del
Sindicato Ceramista recuperado
Huelga 34 días. Marcha al centro de Neuquén. Abril de 2001

Huelga 34 días. Primer corte de puente de Zanon


Huelga 34 días. Corte en el centro de Neuquén

Huelga 34 días. Marcha a Centenario


Huelga 34 días. Unidad de ceramistas y docentes

1° de Mayo en Zanon. Año 2001


Huelga 34 días. Marcha a Casa de Gobierno

Huelga 34 días. Primer corte en puente de Zanon


Raúl Godoy
leyendo a George Engel
en acto del 1° de Mayo
Raúl Godoy. Julio de 2001

Asamblea en el comedor
Luis Calfueque (3ero desde la izq. Cerámica Del Valle). Julio de 2001

Asamblea en el playón de Zanon


CAPÍTULO 2

De la ocupación de Zanon a las


“jornadas revolucionarias” de 2001

La ocupación de la fábrica

En octubre de 2001, unos meses antes de la caída de De la Rúa, en me-


dio de la crisis y la decadencia nacional, la patronal de Zanon empezaba una
nueva embestida. Volvió a la carga con una serie de medidas durísimas. No
pagó los sueldos, retiró el transporte, sacó el servicio médico y de enfermería
y cerró el comedor, iniciando de hecho un lockout patronal31.
Ante la amenaza de cierre, nuestra respuesta no se hizo esperar. El 2
de octubre dimos un paso decisivo y ocupamos la fábrica. La toma fue una
respuesta a la altura de los ataques que nos lanzaban la patronal y el go-
bierno, haciendo eje en la defensa de los puestos de trabajo, en momentos
de alta desocupación, dirigiéndonos a la comunidad para ganar su apoyo.
Decimos ocupación porque si bien pasamos semanas en las carpas, afuera,
mantuvimos el control de la puerta.
Esta acción despertó un gran entusiasmo en la vanguardia combativa
de la provincia, que redobló su apoyo a nuestra lucha. La toma no signifi-
caba encerrarnos fronteras adentro de la fábrica, sino transformarla en una
trinchera de lucha.
Zanon se convirtió así en un laboratorio de la lucha de clases. Desde
nuestra mirada militante, la ocupación de la fábrica tenía el objetivo inme-
diato de frenar el ataque patronal y defender los puestos de trabajo, pero

31 En ese momento el conflicto de Zanon fue una expresión de la enorme crisis nacional y de la
decadencia de la industria, con fábricas cerradas, miles de despidos y pérdida de conquistas laborales.
En promedio, todos los días se cerraban de tres a cuatro empresas (tres mil desde enero de 1999).
La actividad industrial estaba en el mismo nivel de 1993: en treinta meses se retrocedió ocho años,
destruyendo miles de puestos de trabajo. Los pequeños comerciantes no encontraban el piso de su
derrumbe. La desocupación superaba su récord histórico, arriba del 18 %. Los obreros de Zanon no
queríamos pasar a engrosar las filas de los desocupados, por eso nos atalonamos en la defensa de
nuestros puestos de trabajo, y la toma se imponía como una medida elemental ante el vaciamiento
que intentaba la patronal.
62 RAÚL GODOY

no la separábamos de la lucha de clases más general, desde nuestra perspec-


tiva de una política clasista.
Desde el inicio combinábamos las guardias obreras con múltiples ac-
tividades. Nos dividíamos las tareas internas y las políticas. Con la ocupa-
ción se fortaleció el ejercicio de la democracia obrera: las asambleas y las
decisiones colectivas iban aumentando la confianza en nuestras propias
fuerzas. Al mismo tiempo, la fábrica tomada se convirtió en un referente y
en el centro organizador de toda la vanguardia provincial. Así, compañeros
hasta ayer de base se transformaron muy rápido en activistas y dirigentes,
como parte de un fenómeno que los cambió radicalmente.
Cuando concretamos la ocupación, la Comisión de Mujeres se puso de
nuevo en pie en forma inmediata y empezó una intensa actividad para soste-
ner el fondo de huelga. Trabajadores estatales, docentes, estudiantes y obre-
ros desocupados visitaban y recorrían cotidianamente la fábrica, guiados por
los obreros que les explicábamos los “secretos” de la producción.
Unos días después, en un acto realizado por estudiantes y docentes de la
UNCo, en un corte del puente carretero, presentamos la primera tanda de ce-
rámicos. La imagen de los primeros cerámicos producidos por obreros en una
fábrica ocupada, sin los patrones, tuvo un alto impacto emotivo. Y así lo mani-
festó el entonces secretario general de ADUNC (docentes universitarios), Luis
Tiscornia, en un escenario montado sobre los puentes cortados. Una postal de
esos años32.
La ofensiva de la patronal y del gobierno no nos daba respiro. El juez
penal Badano ordenó el pedido de desalojo de la planta instando a la po-
licía a cumplir con la orden. Un nuevo golpe contra los trabajadores que
nos obligaba a replantearnos los pasos a seguir. Cada una de estas ame-
nazas del Estado generaba dudas, miedos e incertidumbre, pero también
bronca en los obreros y sus familias. Por eso, cada paso debía tomarse con
plena conciencia y determinación. Así, las asambleas eran una verdadera
caldera de debates y discusiones donde nadie se callaba nada, y a su vez lo
que se resolvía lo llevábamos adelante con una profunda unidad. Otra pos-
tal de esos años.
Nos preparamos para resistir. Empezamos a organizar las guardias obre-
ras para la autodefensa. Volvimos a hacer un llamado a las organizaciones
solidarias que reinstalaron las carpas y las guardias nocturnas en la puerta
de la planta. Los docentes de ATEN Centenario recorrieron las calles con
altoparlantes, llamando a apoyar a los obreros contra la inminente repre-
sión. Durante quince días pendería sobre nuestras cabezas la amenaza de
una acción violenta. El gran apoyo social que nos habíamos ganado en la
comunidad, los preparativos de autodefensa y los recursos de amparo que

32 La patronal había pedido el corte de gas para producir el apagado de todos los hornos. Por
eso, esta primera tanda de cerámicos la sacamos en forma precaria, solo tuvimos que pulir los que ya
estaban cocidos.
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 63

presentamos hicieron retroceder al juez, que suspendió la orden. Por un


lado, el descrédito social que supo acumular Luigi Zanon, como todos los
amigos de Menem, y por el otro, los heroicos ceramistas que defendimos
con uñas y dientes nuestros puestos de trabajo permitieron que nuestra lu-
cha se fuera convirtiendo en una causa provincial.
Día a día, junto con las organizaciones solidarias, recorríamos los ba-
rrios puerta por puerta contando nuestra lucha y pidiendo la solidaridad.
Se rearmaron las comisiones de trabajo que hacían pintadas, pegatinas y
volanteadas en el centro, e iban a escuelas, universidades y dependencias
estatales. La Universidad Nacional del Comahue encabezó una gran cam-
paña de solidaridad, que inició la Agrupación En Clave ROJA (compuesta
por militantes universitarios del PTS e independientes) y fue apoyada por
el Consejo Superior, bajo el lema: “Un estudiante, un peso. Somos miles,
miles de pesos para que triunfe la huelga de Zanon”. Nosotros asumimos
los reclamos en defensa de la universidad pública y participamos activa-
mente en las marchas convocadas por los estudiantes.

Las “jornadas revolucionarias” de 2001

Con las jornadas revolucionarias33 del 19 y 20 de diciembre cae el go-


bierno de De la Rúa. El pasaje a la acción de miles en todo el país, en es-
pecial, de la juventud, va a constituir, más que una bocanada de aire, una
correntada que venía en nuestro auxilio.
Fiel cumplidor del FMI, De la Rúa lo intentó todo: reforma laboral, ajus-
te en el presupuesto de educación, rebaja de sueldos a los trabajadores esta-
tales, etc. La clase obrera y el pueblo respondieron ampliamente con siete
paros nacionales. Los desocupados se organizaron en un movimiento mili-
tante y lograron arrancarle al gobierno muchos planes sociales. La catástrofe
económica se profundizaba día a día, miles se hundían en la pobreza. El go-
bierno de la Alianza mostraba ser continuidad del menemismo no solo por
las políticas que aplicaba, sino por la corrupción con la que gobernaba: en el
Congreso de la Nación estalló el escándalo por las coimas para imponer la re-
forma laboral antiobrera, conocida como “ley Banelco”. La oposición de am-
plias capas de la población al gobierno se hacía cada vez más evidente.
Finalmente, el gobierno dejó su certificado de defunción listo para
firmar con la confiscación en masa de los depósitos de muchos ahorristas

33 Así definimos desde el PTS a los acontecimientos del 2001. Fuimos el único partido de la
izquierda que reconoció la potencialidad de las jornadas y a la vez marcó los límites que imponía la falta de
centralidad (hegemonía) obrera. La convergencia de los piquetes (método del movimiento de desocupados)
y las cacerolas (método de las clases medias) alcanzó para tirar al gobierno de De la Rúa, pero faltó el actor
central y esa debilidad fue uno de los elementos que permitieron el desvío del proceso que se inició al grito
de “que se vayan todos”.
64 RAÚL GODOY

de clase media para salvar a los bancos. Los saqueos a decenas de super-
mercados en casi todas las provincias y la respuesta autoritaria de De la
Rúa precipitaron la crisis. El 19 a la noche en la Capital Federal una mul-
titud respondió desafiante, haciendo sonar sus cacerolas y marchando a
la Plaza de Mayo al grito de “que se vayan todos”, lo que ponía en evi-
dencia la podredumbre del régimen político que se desmoronaba. Era la
respuesta al estado de sitio decretado por De la Rúa. Se desató la repre-
sión, y a esta le siguió la rebelión, miles de jóvenes ocuparon su lugar en
la “Batalla de Plaza de Mayo” el día 20 de diciembre. Así lo reflejó en su
momento nuestro periódico, La Verdad Obrera:

Se vive una revuelta nacional del pueblo pobre, las clases medias y los traba-
jadores. Por eso cayó Cavallo. Irrumpió un clamor popular, como no se veía nada
igual desde el fin de la dictadura militar: que se vayan. No se pueden sostener con
el estado de sitio. Apenas fue anunciado por De la Rúa se llenaron las calles a
desafiarlo. Espontáneamente, en las principales ciudades del país hubo cacerola-
zos, bocinazos de los automovilistas y formidables concentraciones de masas en la
Capital del poder político. Sumaron decenas de miles los que manifestaron fren-
te al Congreso, a la Casa Rosada en Plaza de Mayo, y hasta en la casa particular de
Cavallo y la propia residencia presidencial en Olivos. Los gases contra la manifesta-
ción, más que una utilización del estado de sitio fue la reacción lógica de un gobier-
no en estado de coma. Hay una insubordinación generalizada de todas las clases
explotadas y oprimidas. Todas las direcciones oficiales han sido desbordadas34.

Por la tarde renunciaba De la Rúa y huía de la Casa Rosada en heli-


cóptero mientras la policía desataba una feroz represión.
En Neuquén hubo acciones de los trabajadores desocupados, pero estu-
vieron ausentes las clases medias con sus cacerolazos y asambleas populares.
Mientras tanto los obreros de Zanon nos encontrábamos encarando las ta-
reas de la venta del stock para sobrevivir y preparando la vuelta a la produc-
ción. Aun así fuimos parte activa de la movilización contra el estado de sitio.
Este contexto nacional de cambio en la relación de fuerzas nos dio impulso
para proponernos la puesta en producción de la planta.
Desde la caída de De la Rúa hasta la asunción de Duhalde se vivió en el
país una crisis de poder. Luego de haber pasado cinco presidentes en una
semana, Duhalde asumió en medio de la depresión económica, las dispu-
tas capitalistas y la irrupción de masas. Su principal objetivo era desmontar
la movilización popular y canalizar el descontento contra el régimen. Para
ello contó con la burocracia sindical, que impidió la entrada en escena de
los trabajadores con sus organizaciones y sus métodos de lucha, como la
huelga general.

34 La Verdad Obrera N.° 94, 20/12/01.


ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 65

A pesar del papel jugado por la burocracia sindical, este cambio fuertí-
simo en la situación nacional dio lugar a múltiples fenómenos: asambleas
populares, piquetes y cacerolazos. Estos abarcaban a las clases medias, a los
trabajadores desocupados, a los estudiantes y, también, a los trabajadores
ocupados, pero como vecinos de los barrios y no como clase, con sus organi-
zaciones. Este fue uno de los aspectos débiles del fenómeno en su conjunto.
En este marco general, y como parte de este cambio en la situación que
pasó a cuestionar al régimen político y a sus instituciones, en un sector más
reducido del movimiento obrero tuvo lugar el fenómeno de las fábricas re-
cuperadas y puestas a producir por sus trabajadores. Esta fue la respuesta
que dio un sector de vanguardia a la situación de despidos masivos y cierres
de fábricas que se produjo en todo el país.
Un año antes de la caída de De la Rúa, la clase obrera venía protago-
nizando los paros convocados por la CGT “disidente” contra el gobierno,
que pusieron en el centro de la escena nacional las acciones obreras convo-
cadas por los grandes sindicatos. Pero la conducción de la CGT estaba ali-
neada abiertamente con el “bloque de la burguesía devaluadora”, al cual
subordinó las acciones de lucha.
Pero las jornadas revolucionarias del 19 y 20 de diciembre, si bien no
tuvieron como actores principales a los trabajadores organizados debido al
rol de la burocracia, impactaron profundamente en la conciencia de la cla-
se obrera, que dio impulso a tendencias a la organización de base, al asam-
bleísmo y a la legitimación de la acción directa. Muchos de estos aspectos
se expresaron en los procesos de ocupaciones de fábricas primero y en el
sindicalismo de base unos años después.

La alianza con la juventud y el movimiento estudiantil

En los primeros años de la lucha de Zanon, la juventud y el movimien-


to estudiantil tuvieron un papel fundamental, que probablemente muchos
no conozcan o no valoren lo suficiente, pero que para nuestro partido
fue imprescindible, desde varios puntos de vista. En primer lugar, cuan-
do Zanon todavía era desconocido para muchos, los jóvenes del PTS y su
agrupación universitaria En Clave Roja, primero con sus piqueteos del pe-
riódico La Verdad Obrera en la fábrica todas las semanas, luego trayendo las
primeras muestras de apoyo en las primeras huelgas, se fueron ganando la
confianza y el respeto de los obreros. “Los chicos de En Clave Roja”, como
los llamaban, lograron que los obreros se animaran por primera vez a ir a
la Universidad y se pararan frente a un curso a contar su lucha y pedir un
aporte al fondo de huelga. O que diagramaran un volante que luego ayuda-
ban a repartir frente a un supermercado para pedir alimentos. Este trabajo
66 RAÚL GODOY

se expandió nacionalmente con todas nuestras agrupaciones estudiantiles


en todas las universidades, colegios e institutos donde había compañeros
y compañeras de En Clave Roja. Luego, se multiplicó en comisiones de
apoyo de centenares de estudiantes en las facultades, se dictaron clases pú-
blicas con cursos enteros sobre la ruta 7 frente a la fábrica, se hicieron
marchas multitudinarias donde los ceramistas concentrábamos en el pla-
yón de la Universidad con los Centros de Estudiantes. Los militantes de
la juventud jugaron un rol importantísimo para hacer muchas veces lo
que nosotros no podíamos hacer en la tensión de cada lucha: discutir pa-
cientemente con los obreros avanzados nuestras ideas revolucionarias,
más allá de nuestro conflicto puntual. Y junto a centenares de otros es-
tudiantes, fueron un engranaje para soldar la unidad obrero-estudiantil
que se forjó en esos primeros años, y que fue una bisagra para conquis-
tar apoyo de masas en la comunidad. Aunque no haya sido un proceso
tan profundo ni generalizado como el Cordobazo o el Mayo Francés, no-
sotros vimos la potencialidad de esta unidad que históricamente, en mo-
mentos de gran radicalización, puede cambiar la situación política y abrir
incluso procesos revolucionarios. No por nada desde el MPN siempre
atacaron esta unidad con los estudiantes secundarios y universitarios, di-
ciendo que “nada tenían que hacer” las camisas de grafa en las facultades
ni los estudiantes en la fábrica o en los piquetes.
Otro hito posterior en la alianza con el movimiento estudiantil y los
trabajadores y trabajadoras de la educación fue la pelea y creación del
proyecto de “escuela en fábrica”. Un proyecto impulsado por compañe-
ras docentes que venían acompañando nuestra lucha, junto a estudian-
tes y docentes universitarios. Uno de los que tomó la responsabilidad de
este proyecto totalmente inédito entre los obreros fue el compañero Jorge
“Boquita” Esparza. La propuesta era crear una escuela pública dentro de
Zanon, reconocida por el Consejo Provincial de Educación (CPE), con
docentes y auxiliares de servicio enmarcados en el sistema de educación
pública, con títulos reconocidos por el CPE, donde pudieran estudiar los
obreros que no habían terminado el secundario, así como sus hijos y jóve-
nes de los barrios periféricos y del propio Parque Industrial. La concreción
del proyecto fue una pelea ardua contra los obstáculos y limitaciones que
querían imponer desde las autoridades del CPE, que lo aceptaban con la
condición de que fuera solo para los obreros de Zanon y a término, es de-
cir, luego de que se recibieran, cerrar la escuela. Esta pelea duró varios
años, con movilizaciones junto a las docentes y estudiantes, y producto de
esa lucha hoy la escuela que funciona dentro de Zanon sigue abierta. Su
nombre es CPEM 88 “Boquita” Esparza, en homenaje a nuestro compa-
ñero que falleció de cáncer a los 31 años, el 30 de abril de 2009. Un año
después, en abril de 2010, fue inaugurada la escuela dentro de la fábrica.
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 67

El rol del fondo de huelga

El conflicto seguía, nos convocaron a una nueva reunión de concilia-


ción. Allí propusimos que se embargara la producción y que, con la venta,
se garantizara el pago de los salarios adeudados. Exigimos también la re-
conexión del gas para poder producir y la formación de una comisión de
obreros para controlar la producción. La patronal propuso suspender a to-
dos los trabajadores y dejar solo en actividad a sesenta obreros. No nos de-
jaban otro camino que rechazar la provocación y profundizar las medidas
de fuerza, y decidimos fortalecer el fondo de huelga.
Hacer el fondo de huelga esta vez era una tarea mucho más grande.
Entonces comenzamos a recorrer los barrios, cambiando “un panfleto
por un alimento”, íbamos casa por casa, barrio por barrio. Se hacían jun-
tadas enormes en autos y camionetas. Hacíamos los piquetes arriba de las
rutas, pero no cortábamos totalmente sino que hacíamos que los autos
transitaran a paso de hombre para repartir volantes y juntar para el fon-
do de huelga.
En esta actividad había grupos de compañeros que decían “yo no quie-
ro pedir limosna, yo trabajé toda mi vida, quiero mi plata, me da vergüen-
za ir a pedir”. Tuvimos que discutir mucho y explicarles que no estábamos
pidiendo limosna. Había que fortalecer la lucha, porque el fondo de huel-
ga es eso: garantizar las condiciones para que no se quiebre la lucha por
hambre. Fue tan masivo lo del fondo de huelga que un paisano de acá de
la región nos ofreció una vaca a precio barato. A todos se nos iluminaron
los ojos porque veníamos comiendo fideos y arroz hacía mucho tiempo. El
“loco” Ramírez, uno de los delegados de la primera Comisión Directiva,
era el encargado de la olla popular y hacía milagros para cocinar con lo
poco que teníamos. Apareció la vaca y salieron todos los baqueanos, esos
que andan con el facón en la cintura, pero no sabían cómo carnearla y
después de muchas vueltas tuvo que venir el paisano y dijo “déjenmela a
mí”, y en dos minutos la despachó y al rato estaba cuereada. Hubo mu-
chas anécdotas así. También fuimos a juntar alimentos a las puertas de los
supermercados donde la gente, de sus bolsas, sacaba un paquete de arroz
o azúcar y nos lo donaba. Hasta los chicos que vendían en la calle hacían
una venta y traían un aporte. Y ahí veías que realmente tenía un significa-
do profundo hacer un aporte para los obreros en lucha.
El fondo de huelga es una tradición del movimiento obrero interna-
cional que retomamos en Zanon y en cada conflicto que implique una
pelea larga contra la patronal y el gobierno. Así también lo entendieron
los presos de la cárcel que está atrás de Zanon. Orientados por Zainuco,
una organización de defensa de los derechos de los presos y solidaria con
nuestra lucha, nos donaron la ración de tres días de su comida en una
de las huelgas.
68 RAÚL GODOY

La Comisión de Mujeres

Desde la “huelga de los 9 días” las mujeres jugaron un rol fundamental


en nuestra lucha. No solo las compañeras que trabajaban en la fábrica, que
eran pocas, sino también las esposas, madres e hijas de los obreros. Ellas se
pusieron al frente y sostuvieron a la par nuestro las carpas en los portones en
pleno invierno, bajo la lluvia, muchas veces junto a nuestros pequeños hijos
e hijas, recorrieron barrios, supermercados y comercios pidiendo un alimen-
to para el fondo de huelga y participaron de cada marcha con su bandera.
Como pasó muchas veces en la historia de la clase obrera, cuando los tra-
bajadores salen a la huelga, las mujeres y sus familias juegan un rol funda-
mental en la moral y el ánimo de lucha. Si no están organizadas hasta pueden
dudar del destino de la lucha, de si vale la pena tanto esfuerzo, o tener mie-
do de las represalias que pueda tomar la patronal. Pero cuando se organizan
y se suman a la lucha son una fuerza potente, muchas veces superior a la del
propio obrero en huelga, y son ellas quienes los empujan y levantan para que
no aflojen. Y esta realidad la vivimos en Zanon, donde nuestras compañeras
y nuestra familia estuvieron codo a codo en la lucha, levantando la moral y la
combatividad, porque nos ayudaban a ganar confianza.
Una vez más, estos hitos me recordaban el relato de James Cannon sobre
las huelgas de Minneapolis, en EE. UU., en los años 30.
Mónica Flores, la compañera de Raúl Rinaldi, Graciela Frañol, dirigen-
te del PTS, quien era entonces mi compañera, Gloria Godoy, mi hermana
quien era entonces compañera de Ricardo Vilte, Raquel Parra, Ana Soto,
Raquel Quiñiñir, entre otras, fueron algunas de las mujeres que jugaron un
rol fundamental en la organización de la Comisión de Mujeres de Zanon.
Hoy Gloria trabaja en Zanon y muchos de esos hijos, por entonces niños
aún, que pasaron parte de su infancia en las carpas, las marchas, los pique-
tes, son parte de la gestión obrera, y parte imborrable de nuestra historia.

La relación con el pueblo mapuche

La relación de los obreros de Zanon con el pueblo mapuche viene de


años. Comenzó antes de la gestión obrera, pero fue a partir de la puesta en
producción de la fábrica que pegó un salto. En momentos en que había un
boicot abierto a la gestión obrera, la Confederación Mapuche de Neuquén
se acercó a la fábrica y nos ofreció retirar arcilla de sus territorios para pro-
ducir cerámicos, lo que para nosotros tenía una gran carga simbólica, ade-
más de que daba respuesta a un problema serio para poder producirlos.
Durante años la patronal de Zanon le robó tierra a las comunidades ma-
puches, explotando su mano de obra, y ahora los obreros recibíamos ese
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 69

gesto, pudiéndoles comprar arcilla por una decisión voluntaria de ellos.


Esta colaboración y lazo solidario se vio reflejado en la creación de la serie
“mapuche” de cerámicos, diseñada con su simbología.
Esta relación se fue afianzando con el tiempo porque compartimos las lu-
chas, estuvimos juntos en la calle, pero también porque desde el Estado se in-
crementaron los ataques al pueblo mapuche. Si bien los distintos gobiernos
han ido girando a un discurso de más respeto a los pueblos originarios, de
una educación intercultural, etc., lo cierto es que cuando los intereses de los
capitalistas chocan con los derechos de los pueblos originarios, y sobre todo
el derecho al territorio, ahí está el Estado para defender a los terratenientes
y a las multinacionales. Pasa en el norte con la extensión de la frontera de la
soja, y en la Patagonia con los territorios de las petroleras y los de los terrate-
nientes que hacen negocios inmobiliarios y turísticos en la cordillera.
Con el descubrimiento de Vaca Muerta en Neuquén la hostilidad es-
tatal hacia el pueblo mapuche volvió a pegar un salto, criminalizando y
estigmatizando a las comunidades, en particular al Lof Campo Maripe,
cuyas tierras ancestrales se ubican en el corazón de Vaca Muerta. Allí, li-
teralmente, las petroleras arrasaron con el fracking, destruyendo la tierra,
la flora y la fauna del lugar.
Por eso, en el años 2013, cuando ya era diputado provincial del Frente
de Izquierda, al votar en la Legislatura provincial el acuerdo YPF-Chevron,
nuevamente estuvimos codo a codo con el pueblo mapuche en las calles,
enfrentando la represión policial durante más de 8 horas mientras los di-
putados del “doble oficialismo” (el MPN que gobierna la provincia y los K
que eran gobierno nacional) votaban la entrega.
Hoy en medio de una avanzada de la ofensiva del gobierno nacional
contra el pueblo mapuche, luego de la represión al Pu Lof en Resistencia
de Cushamen, la desaparición y asesinato de Santiago Maldonado y el ase-
sinato de Rafael Nahuel en el lago Mascardi, nos encontramos nuevamen-
te defendiendo los derechos de los pueblos originarios y enfrentando esta
escalada represiva. En estas y otras luchas se fueron soldando lazos solida-
rios y hemos aprendido mutuamente en base al respeto y al debate frater-
nal. Por eso, y más allá de los debates y de las diferentes posiciones que
existen dentro de las organizaciones y comunidades originarias, nosotros
las defendemos incondicionalmente frente a los ataques del Estado así
como defendemos sus derechos, incluyendo el derecho al territorio.

Artistas por Zanon

Los y las artistas son una parte fundamental de nuestra historia. Desde
las primeras peñas en la ciudad de Centenario y los artistas regionales, como
70 RAÚL GODOY

César Cabezas, que se acercaban a tocar en las puertas de Zanon, hasta los
grandes recitales en el playón de la fábrica, tuvimos relación con cientos
de músicos, artistas plásticos como Stella Provecho, Chalo Bejarano, Elisa
Algranati, actores y actrices como Raúl Toscani, escritores y poetas como
Horacio Bascuñan, entre otros tantos entrañables amigos y compañeros.
En el año 2003 hicimos una experiencia impresionante que se llamó
Latinoamérica Arde, organizada por los obreros y obreras de Zanon, el
MTD, estudiantes de la Escuela de Bellas Artes, el grupo Contraimagen y
El Ojo Izquierdo, junto a decenas de artistas, que consistía en una mues-
tra itinerante, incluyendo la participación de músicos, que se hacía en si-
multáneo dentro de la fábrica, en el obrador del MTD en el barrio San
Lorenzo y en la Casa Marx (sede política y cultural del PTS). Fue una jor-
nada de tres días, impresionante, con mucho impacto en la región, y que
terminó con un recital muy concurrido en la Vuelta de Obligado, en el
centro de Neuquén.
También cuando instalamos la carpa frente al Congreso Nacional pa-
saron muchos artistas importantes, como León Gieco, Teresa Parodi, Ciro
Pertusi de Ataque 77, La Bersuit Vergarabat, Las Manos de Filippi, Arbolito,
entre otros. Organizamos el primer recital importante en el gimnasio “El
Escondido” de la Universidad del Comahue, donde tocó la banda La Moto
junto a otras bandas locales. Después hicimos uno más grande, en el gim-
nasio del Parque Central de Neuquén, donde tocó Bersuit Vergarabat y
desbordó de gente.
Y surgió la idea de hacer recitales dentro de la fábrica, cobrando una
entrada popular que nos permitiera cubrir los gastos de organización, pero
que sirviera para que la juventud tuviera la posibilidad de ir a un recital ac-
cesible, sin que la policía los molestara. Porque desde el primero hasta el
último recital no hubo ni un policía dentro de Zanon. Y nunca tuvimos
un problema, porque la juventud sabe dónde está cuando pisa Zanon, sabe
que eso lo hacemos como forma de devolverle a la comunidad algo de todo
el apoyo que nos brindó. Porque en Zanon, siempre, la seguridad la hace-
mos entre todos.
En Zanon tocaron Manu Chao, Ska-P, León Gieco, La Renga, Ataque
77, Rata Blanca, Las Manos de Filippi, Ciro y los Persas, Todos Tus Muertos,
Arbolito, Bersuit Vergarabat, La Moto, y decenas de bandas de Neuquén y
Río Negro. También la artista plástica Marta Suchs expuso su muestra sobre
los obreros de Zanon y nuestra lucha, León Ferrari nos donó un cuadro, se
realizaron obras de teatro y proyecciones de cine para niños y adultos, entre
distintas iniciativas. Así la relación con los artistas se fue consolidando y hasta
el día de hoy son cientos los artistas solidarios que no solo apoyan nuestra lu-
cha, sino que también encuentran en Zanon y en las luchas obreras una fuen-
te para el arte.
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 71

El lockout patronal y los despidos masivos

El 31 de octubre de 2001, la jueza laboral Elizabeth Rivera de Taiana,


en un fallo inédito, decretó la responsabilidad patronal por lockout ofen-
sivo. Esa resolución judicial sancionaba la conducta “ilícita” de Zanon
y disponía el secuestro y embargo del 40 % del stock de la producción
para ser vendido en 72 horas, y destinar lo obtenido al pago de los suel-
dos de septiembre. Esto implicaba volver a las condiciones previas al
lockout, ponía a la defensiva a la patronal y nos permitía ganar tiempo.
Poco después, el 30 de noviembre, recibimos los telegramas de despi-
do de los doscientos ochenta trabajadores, lo cual provocó un cimbrona-
zo. Estábamos en las carpas hacía dos meses y, ante ese ataque, estalló la
bronca, incluso en los sectores de la base que todavía tenían expectativas
en que la patronal, en algún momento, reabriera la fábrica. Improvisamos
una movilización a la Casa de Gobierno, totalmente indignados. Al mismo
tiempo se desarrollaba una lucha de ATE y la CTA contra el cobro de sa-
larios en Lecops –bonos basura que empezaron a emitir para capear la cri-
sis en la que estaba entrando nuestro país–, por lo que había una carpa de
la CTA frente a la Legislatura. Llegamos a la Casa de Gobierno cada uno
con su telegrama en la mano, pero no fuimos recibidos. Entonces hicimos
una montaña con los telegramas y los prendimos fuego, diciendo: esta es
la respuesta de los obreros a los despidos en Zanon. Empezaron a aparecer
policías por todos lados, nos cercaron. Nosotros sacamos a todos los niños
y a los compañeros mayores de ese escenario. Cuando estábamos a punto
de ser reprimidos, enterados de esta situación, llegaron los trabajadores del
Hospital Castro Rendón, los compañeros de la Junta Interna de la rama sa-
lud –con los que, a la larga, íbamos a terminar juntos en la Coordinadora
Regional– y cuando estaban llegando a la Casa de Gobierno se desató una
represión brutal. Éramos unos ciento cincuenta ceramistas más algunos fa-
miliares. Comenzó una persecución y una cacería por todo Neuquén que
luego salió en todos los diarios, incluso en los de Buenos Aires. Buscaban
y cazaban a “los de camisa marrón”. Disparaban balas de goma y gases con-
tra todos, persiguiéndonos por todo el centro, llegando incluso a repri-
mir en las puertas del hospital Castro Rendón y de un jardín de infantes.
Detuvieron a diecinueve ceramistas y tuvimos varios compañeros heridos
con balas de goma y descompuestos por los gases lacrimógenos, que termi-
naron en el hospital. Estaba lleno de policías de civil. Mis hijas, que tenían
10 y 13 años, en ese momento estaban, junto a otros niños, con un compa-
ñero mayor, Domingo Parra, y su mujer, resguardados en una plaza, a varias
cuadras. Al ver una camisa de grafa marrón, los pararon policías de civil,
que bajaron de un auto sin patente, y les apuntaron con las armas. Las chi-
cas se abrazaron a Domingo y evitaron que se lo llevaran. Un pequeño gru-
po terminó refugiado en la sede de ATE, otros compañeros en el hospital y
72 RAÚL GODOY

otros en locales gremiales, el operativo era de más de veinte cuadras a la re-


donda. Algunos compañeros que quisieron acercarse más tarde no pudie-
ron llegar porque los metieron presos. Fue un día de mucha tensión, de
mucha bronca y culminó en una movilización que convocamos automática-
mente junto con la CTA y organismos de derechos humanos.
A las 6 de la tarde de ese mismo día nos estábamos movilizando todos,
fue impresionante la cantidad de gente que participó, más de siete mil per-
sonas en el centro de Neuquén, exigiendo la libertad de los detenidos. Los
tuvieron que liberar cuando amenazamos con ir a rescatarlos directamente
a las comisarías. Bajo el título “Marcharon para liberar a los detenidos”, el
diario Río Negro del 1/12/01 reflejaba así la situación:

El reencuentro de los detenidos con sus compañeros tuvo una alta dosis de emo-
ción. En plena calle los obreros de camisas marrones se abrazaron y besaron, al tiem-
po que aullaban de alegría. “Aquí están estos son, los obreros de Zanon”, cantaron.

Marchamos hacia la Legislatura y terminamos en un acto común con todas


las organizaciones. Todo lo que vivimos nos dio mucha fuerza y empezamos a
mostrar las garras, porque era la primera represión fuerte que sufríamos los ce-
ramistas. A las movilizaciones posteriores fuimos muchísimo más organizados,
con más medidas de seguridad, con más bronca y más firmeza.

Una provincia petrolera y un régimen fuerte

Neuquén es una joven provincia productora de energía con enormes ri-


quezas naturales: las cuencas gasíferas y petrolíferas, y los ríos Limay y Neuquén
donde se ubican las grandes centrales hidroeléctricas. Sin embargo, todos es-
tos recursos energéticos en manos de multinacionales han contribuido a re-
doblar las cadenas de dominación y dependencia. Si bien la realidad de la
provincia ha cambiado mucho desde aquellos años, especialmente a partir del
descubrimiento de Vaca Muerta y del desarrollo de la explotación no conven-
cional de hidrocarburos, su economía sigue dependiendo casi exclusivamente
del petróleo, el gas y la producción de energía.
Desde sus orígenes, a mediados del siglo XX, esta estructura depen-
diente, del petróleo fue dándole una fisonomía particular, ya sea cuando
YPF era estatal, pasando por las privatizaciones y la época de Repsol, hasta
el actual pacto YPF-Chevron. Esto se combinó con la proscripción del pe-
ronismo, que derivó en la fundación del Movimiento Popular Neuquino
(MPN), que en sus orígenes fue para sortear dicha proscripción pero que
decantó en la consolidación de un partido provincial con peso de masas,
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 73

que sigue gobernando la provincia ininterrumpidamente desde su funda-


ción, hace más de cincuenta y cuatro años (incluso aportó gobernadores y
funcionarios a las distintas dictaduras militares). Así se fue consolidando
un “régimen petrolero” donde el Estado siempre tuvo una presencia fuer-
te, con un partido también fuerte que nunca perdió el control estatal du-
rante más de medio siglo.
En ese momento, la provincia de Neuquén estaba gobernada por Jorge
Sobisch, un gobernador de clara orientación neoliberal, que incluso des-
pués de 2001 se autodefinía como “lobista de las petroleras” (de Repsol en
particular) y que fue reelecto en 2003 con el 50 % de los votos. Es que si
bien los “aires del 2001” habían llegado a la provincia, la clase media no se
había pasado a la oposición y esto le daba cierta estabilidad al régimen, lo
que contrastaba con la “crisis orgánica”35 abierta en la Argentina con la caí-
da de De la Rúa. A esto se sumaba –una cuestión que sigue siendo hasta
hoy un factor central de estabilidad del régimen– el férreo control policial
por parte de la burocracia del sindicato petrolero, dirigido por Guillermo
Pereyra del MPN, por entonces y en la actualidad. Esto ha impedido esta-
llidos, como se dieron en otras provincias petroleras, por ejemplo, Santa
Cruz. Pereyra combina métodos gansteriles contra cualquier delegado opo-
sitor con la firma de paritarias con altos salarios para los trabajadores pe-
troleros, lo que se traduce en una situación muy conservadora en el sector.
Quienes sí jugaban un rol destacado de “oposición social” al MPN y
sus políticas neoliberales eran los trabajadores y trabajadoras estatales y de
la educación, que además eran, y siguen siendo, numéricamente un sector
importante de la clase trabajadora de Neuquén. En estos sectores, y en el
movimiento estudiantil secundario y universitario, encontró apoyo de ma-
sas la lucha de Zanon, que también se extendió hacia los barrios populares
por la unidad forjada con los movimientos de desocupados. Esta oposición
confluyó con un gran sector de clase media progresista, muy activo en aque-
llos años.
Fue enfrentando a este gobierno neoliberal del MPN que la lucha de
Zanon se fue abriendo camino, con los “aires del 2001” a su favor, pero
contra un gobierno y un régimen muy duros, con una práctica represiva
permanente, que recién fue modificada luego de que en abril de 2007, en
la debacle del gobierno de Sobisch, la policía asesinara al maestro Carlos
Fuentealba durante una represión en medio de una huelga docente.

35 El PTS definió que en la Argentina de 2001 se desarrollaba una “crisis orgánica” –de acuerdo
a la categoría utilizada por Gramsci– en la que se combinaba la crisis económica con la crisis de la
autoridad estatal en su conjunto, la cual se expresaba a través de la separación de las masas respecto
de los partidos tradicionales.
74 RAÚL GODOY

Volviendo a la ocupación

La situación por la que estábamos atravesando en Zanon nos llevó a


adoptar una propuesta de fondo y las medidas adecuadas para sostenerla.
También queríamos confluir con los trabajadores que estaban enfrentando
una situación similar, atacados por el gobierno y las patronales y abandona-
dos a su propia suerte por la burocracia sindical.
Cuando la patronal, el año anterior, decía que tenía pérdidas, propusi-
mos la apertura de los libros de contabilidad para desenmascarar lo que era
evidente: que la planta de Zanon era rentable. Por supuesto que ellos se ne-
garon a que los obreros y la comunidad conociéramos sus manejos. Sin em-
bargo, logramos desmontarle el procedimiento preventivo de crisis (PPC).
Cuando quisieron apagar los hornos y parar la producción, ocupamos las
instalaciones para poner a funcionar la fábrica. Por eso, en forma inmedia-
ta, recurrieron a la justicia para que nos cortaran el gas. Mientras la discu-
sión entre la patronal y los futuros inversores se empantanaba y la amenaza
de cierre o quiebra pendía sobre nosotros, nuestro reclamo concreto fue: la
inmediata reconexión del gas y que el gobierno se haga cargo de la comer-
cialización de los cerámicos producidos (stock) y por producir, para garanti-
zarnos de esa manera el cobro de nuestros salarios.
Esto era parte de nuestra propuesta: provincialización o estatización de
Zanon bajo gestión obrera.
¿En qué consistía? En que el gobierno se hiciera cargo de la empresa,
ya que Zanon le debía millones de dólares a la provincia y la fábrica se hizo
grande con el esfuerzo no solo de sus trabajadores sino del conjunto de la
comunidad. Una confiscación sin más trámite. Y decíamos:

Nosotros, los ceramistas, sabremos ponerla a funcionar al servicio de la comuni-


dad. La estatización de Zanon solo podrá concretarse con una lucha que involucre a
otros sectores. Por eso, el reclamo de provincialización (o estatización) administrada
por los trabajadores va de la mano con la exigencia al gobierno de un plan de obras
públicas para combatir la desocupación. Los obreros ceramistas podemos contribuir
enormemente a este plan, ya que producimos no solo los cerámicos, sino los ladri-
llos como en las fábricas Del Valle o Stefani. La falta de viviendas, escuelas y hospita-
les y, por otro lado, la inmensa mano de obra desocupada y la crisis de la industria de
la construcción y ceramista, plantea la necesidad de implementar un plan de obras
públicas controlado por los trabajadores de la educación, la salud, ceramistas, des-
ocupados y de la construcción. Somos conscientes de que solo una gran lucha del
conjunto de los trabajadores y el pueblo de Neuquén podrá imponerla36.

Empezaba diciembre con noticias contradictorias, el Tribunal Superior


de Justicia provincial ratificaba el fallo de lockout desestimando la apelación

36 La Verdad Obrera, 22/10/01.


ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 75

de la patronal, pero al mismo tiempo esta anunciaba que se presentaba a


“concurso de acreedores”.
Por esos días iniciábamos la venta del stock para garantizar los salarios,
ya que el gobierno se negaba a hacerse cargo de la comercialización. Ya no
dependíamos del fondo de huelga, comenzábamos a ejercer la administra-
ción obrera de la planta, aunque limitada a la comercialización, que empe-
zamos a hacer en algunos galpones de la ciudad de Centenario.
A nivel nacional, se avecinaba el desenlace del gobierno de De la Rúa.
Las clases medias a las que les habían confiscado sus ahorros pasaron de
conjunto a la oposición. El 13 de diciembre fue el paro nacional de las cen-
trales obreras, y en Neuquén hicimos una gran marcha con piquetes por
toda la ciudad. Los trabajadores de la salud estaban en pleno proceso de lu-
cha y los estatales rechazaban el pago en Lecops. Una vez más esta marcha
terminó en un enfrentamiento callejero con la policía, con una brutal re-
presión, donde los jóvenes –tal vez anticipando la batalla de Plaza de Mayo
que transcurrió una semana después– jugaron un rol central.

Un paso decisivo: la puesta en producción


bajo administración obrera

En medio de la efervescencia nacional y del cambio en la relación de


fuerzas que significaron las jornadas revolucionarias de diciembre de 2001,
dentro de mi partido teníamos también muchos debates en torno al conflic-
to en Zanon. ¿Por qué esperar, por qué no conectar el gas, por qué no rom-
per el precinto si en Buenos Aires y en muchas otras ciudades del país se
sucedían acciones directas de las clases medias? Discutí esto con un grupo de
dirigentes del sindicato y activistas, y dijimos: ¿por qué no actuamos con el
descaro de las clases medias que en Buenos Aires salieron a romper los ban-
cos con sus cacerolas y martillos… y reconectamos el gas? Así lo hicimos. La
moción concreta en la asamblea la hizo el compañero Reinaldo Giménez,
un viejo obrero de la fábrica que además es plomero-gasista matriculado.
Buscamos asesoramiento técnico para evitar cualquier inconveniente.
Realizamos las pruebas correspondientes, encendimos los hornos, dos de
mono-cocción, uno del llamado tercer fuego y uno de porcellanato. Frente al
hecho consumado, la jueza Baggio revocó la orden de corte del suministro,
decretada por ella a fines del año anterior, antes de que se sancionara el
lockout ofensivo. Los ceramistas teníamos gas legalmente, pero como el pe-
dido de desalojo solicitado por la patronal no estaba resuelto mantuvimos
las guardias obreras.
Hasta la reconexión del gas solo estaba funcionando el sector pu-
lido de porcellanato en la fábrica, pero con los hornos en marcha y a
76 RAÚL GODOY

temperatura adecuada comenzamos la cocción del material, y los turnos


se regularizaron. Ya no era nada más que “control obrero”, como en años
anteriores, sino que se trataba de la gestión obrera directa, donde ni la pa-
tronal ni los jefes ni los encargados ni los capataces existían, por lo cual,
la planificación, la reparación, el control, la disciplina y el orden queda-
ban exclusivamente en manos de los trabajadores. Era una nueva forma
de producir, colectiva, que implicaba un aprendizaje, con sus contradic-
ciones, polémicas y roces que solo se fueron superando mediante el ejer-
cicio de una profunda democracia obrera en las asambleas. El hecho de
trabajar por primera vez sin jefes y “sin cadenas” fue una enorme sensación
de vértigo. Recuerdo que varios años después, durante una de las visitas
guiadas que hacíamos en la fábrica, un niño de unos 7 años me increpó:
“¿ustedes no tienen jefes, a ustedes no los manda nadie?”. No, le dije. “¿Y
qué pasa si yo pateo un tacho y tiro todo al suelo?”. Va a venir un compa-
ñero y te va a decir que no lo hagas más, que eso está mal. “¿Y qué pasa si
vuelvo a patear y a tirar todo?”. Nos vamos a juntar todos en asamblea y te
vamos a decir que está mal, que no lo hagas más. “¿Y qué pasa si lo vuelvo
a hacer?”. Te van a echar de una patada, le contesté, y él quedó conforme
con la respuesta. Siguió haciendo montones de preguntas durante el reco-
rrido, pero entendió lo que es la organización y la disciplina obrera.
La puesta a producir de la fábrica nos planteó el problema de tener que
organizar y planificar la producción, las ventas, las compras, etc., y al mis-
mo tiempo, el de seguir extendiendo nuestra organización, tanto regional
como nacionalmente, también el de estar al tanto del desarrollo político
y jurídico del conflicto. Estaba claro que todo esto no se podía hacer solo
con la Comisión Directiva y la Comisión Interna de la fábrica. Apelamos
nuevamente al conjunto de los compañeros y activistas para organizar es-
tas actividades a través de la elección de coordinadores de la producción en
cada sector. En el marco de este accionar fue surgiendo una nueva institu-
ción en la fábrica, la reunión de coordinadores, que junto a la Comisión
Directiva y Comisión Interna, nos permitió encarar todos los problemas de
forma integral, y unir las tareas de producción a las tareas políticas. Todos
estos organismos fortalecieron la subjetividad de los obreros y pusieron en
evidencia, en forma incipiente, el poder de la clase obrera, como relato más
adelante en el capítulo 5.
Además votamos en asamblea un coordinador general, el compañero
Carlos “Manotas” Saavedra. “Manotas” se supo ganar el respeto y la con-
fianza de todos los trabajadores no solo por su capacidad en cuanto a cono-
cimientos técnicos y como organizador de la producción (bajo la patronal
había sido encargado de un sector), sino porque se ponía al frente de la
misma. En ese mismo proceso de acción y aprendizaje, el compañero se fue
haciendo de una visión política mucho más profunda, acercándose a las
ideas del trotskismo, hasta sumarse a las filas del PTS.
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 77

Como plantea Ernest Mandel en su libro Control obrero, consejos obreros


y autogestión:

(…) si la huelga pasa de la defensa mediante guardias de los huelguistas (los pi-
quetes de huelga) a la ocupación pasiva de las instalaciones y luego incluso a la ocu-
pación activa en la que los trabajadores reanudan la producción y hasta la venta de
productos bajo su responsabilidad, se está forjando en los hechos un contrapoder em-
brionario. [Se desemboca entonces en] una prueba de fuerza para determinar quién
manda en la fábrica, en la economía y en el Estado: la clase obrera o la clase bur-
guesa. (…) Si bien toda huelga amplia, duradera y combativa contiene en germen la
creación de semejante poder de impugnación al poder del capital, no es sino una
posibilidad. Lo que hace la diferencia es de entrada el nivel de conciencia de los
asalariados, que está en la base de las capacidades de iniciativa, de organización y
de decisión colectivas.

Los aportes del PTS, tomando aspectos programáticos y de la tradición


del trotskismo, fueron fundamentales, como venimos señalando, en mo-
mentos en que la clase obrera no era un actor central ni estaba a la ofensiva.
Esta definición se puede aplicar a la primera etapa de Zanon –como
señalábamos en el primer capítulo– en la que comenzamos a ejercer el
control obrero, mientras los empresarios se mantenían en la fábrica, o a
la toma y puesta en producción precaria que también describimos. Pero
cuando rompimos los precintos y abrimos el gas, cuando pusimos la fábri-
ca a producir y comercializar bajo gestión obrera, ya estábamos iniciando
otra etapa, la de “escuela de planificación”37. Los trabajadores adminis-
trando una planta de alta complejidad –una de las fábricas de cerámicos
más importante de América Latina–, coordinando treinta y seis sectores,
el abastecimiento de cientos de insumos diferentes, la comercialización
y distribución de los productos. El comando capitalista fue reemplazado
por la gestión obrera colectiva. Liberados del látigo de los empresarios y
supervisores, los obreros ceramistas pusimos nuestro ingenio y capaci-
dad para crear nuevos productos y aumentar la producción, para reducir
los costos y los accidentes de trabajo. Una auténtica “escuela de planifica-
ción”, que puso de relieve la capacidad de la clase obrera para organizar
racionalmente la producción.
Trotsky señalaba en 1931 que:

Los obreros no necesitan el control para fines platónicos, sino para ejercer una
influencia práctica sobre la producción y las operaciones comerciales de los patrones.
Sin embargo, esto no se podrá alcanzar a menos que el control, de una forma u otra,
y dentro de ciertos límites, se transforme en gestión directa. En forma desarrollada, el

37 Ver documental Zanon, escuela de planificación de Victorio Deleonardi.


78 RAÚL GODOY

control obrero implica, por consiguiente, una especie de poder económico dual en las
fábricas, la banca, las empresas comerciales, etcétera38.

Ese fue el salto que dimos los obreros de Zanon.

Si tocan a una, nos tocan a todas

Mientras nos organizábamos internamente, nunca perdimos de vista


que nuestra experiencia era parte de un proceso nacional de fábricas recu-
peradas por sus trabajadores. Fábricas ocupadas que desafiaban el flagelo
de la desocupación, al tomar a través de la acción directa la defensa de los
puestos de trabajo, como respuesta a las crisis generadas por los capitalistas.
Por eso, apoyamos a todos los trabajadores que ocupaban las fábricas y las
ponían a producir con distintas modalidades. Y adoptamos un lema que se
hizo masivo: “si tocan a una, nos tocan a todas”, para popularizar en forma
sencilla la necesidad de defendernos mutuamente.
Buscábamos la unidad y la confluencia con todos los sectores en lu-
cha y por eso participamos en las asambleas barriales que se desarrolla-
ban. El 17 de marzo de 2002 fuimos al Encuentro Nacional de Asambleas
Populares de Capital y de delegaciones de asambleas de varias provincias.
Allí tuve la oportunidad de intervenir y plantear la necesidad de la uni-
dad entre trabajadores ocupados, desocupados y asambleas populares para
profundizar el camino abierto por las jornadas del 19 y 20 de diciembre.
En este viaje afianzamos nuestros lazos con la textil Brukman de Capital
Federal, que había sido ocupada por sus trabajadoras y había sufrido un
intento de desalojo el día anterior por parte de la Guardia de Infantería.
Asambleístas de distintos barrios de la ciudad, estudiantes y una delegación
de ceramistas formamos una columna de mil quinientos compañeros que
caminamos cuarenta cuadras para ir a rodear a las obreras y obreros de esa
fábrica. Todo fue muy emotivo, tanto la combativa marcha como la llega-
da a la puerta de la fábrica, donde nos fundimos en un abrazo con las tra-
bajadoras de la fábrica textil. Hicimos un acto importante en la puerta y
eso marcó el inicio de una gran hermandad entre Zanon y Brukman, que
pegaría un salto en los actos simultáneos que hicimos el 1° de Mayo en la
puerta de ambas fábricas, donde presentamos el periódico obrero Nuestra
Lucha, para difundir nuestras experiencias en todo el país.
En medio de la crisis económica y como perspectiva anticapitalista de
conjunto, reafirmamos nuestra definición de luchar por “la estatización y

38 Trotsky, León, “El control obrero de la producción” en La lucha contra el fascismo en Alemania,
Buenos Aires, Ediciones IPS-CEIP León Trotsky, 2013 (Obras Escogidas 3, coeditadas con el Museo
Casa León Trotsky), p. 48.
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 79

expropiación sin pago de toda empresa que cierre o despida masivamente,


y su puesta en producción bajo gestión obrera”.
En el mismo texto que citaba antes, Trotsky señalaba:

Bajo la influencia de la crisis, el desempleo y las manipulaciones rapaces de los


capitalistas, la clase obrera en su mayoría puede llegar a estar preparada para luchar
por la abolición del secreto comercial y por el control sobre la banca, el comercio y
la producción antes de haber llegado a entender la necesidad de la conquista revo-
lucionaria del poder. (…) la lucha por el control obrero de la producción será con
toda probabilidad la primera etapa del frente único revolucionario de los trabaja-
dores que preceda a la lucha abierta por el poder39.

Esta siempre fue nuestra perspectiva estratégica desde la cual encara-


mos la experiencia del control obrero, apostando al desarrollo de una situa-
ción nacional convulsionada, aun con los límites que ya en ese momento
señalamos. Y nos preparamos para que, cuando se dé esa situación, la “for-
taleza” que construimos en Zanon y la acumulación de su experiencia, que
perdura hasta el día de hoy, sean un importante punto de apoyo para toda
la clase obrera, mostrando no solo la capacidad de los trabajadores para ges-
tionar la producción, sino la capacidad de combate de la fábrica militante
que concentramos en todos estos años. Como dijo nuestra querida compa-
ñera Celia Martínez, de Brukman, “si los trabajadores podemos manejar
una fábrica, podemos manejar el país”.

Nuevas instituciones en la nueva situación

La Comisión Interna, dentro de una fábrica, representa a los trabaja-


dores ante los ataques de la patronal. Cuando pusimos a producir la fábri-
ca sin patrones, se abrió una nueva etapa para la Interna porque aquel rol
ya no tenía sentido. Sus integrantes asumieron nuevos roles, y se constru-
yeron nuevas instituciones y nuevas instancias de decisión. Se amplió el
número de representantes dentro de la fábrica porque se eligieron coordi-
nadores de producción y un coordinador general. Pero lo más importante
fue que surgió la reunión de Coordinadores, donde se unía la discusión de
la producción con la discusión política entre representantes de la produc-
ción y del sindicato. Nos planteábamos tanto los problemas que teníamos
que superar para conseguir los materiales e insumos, como los ataques de
la justicia y del gobierno y las respuestas que teníamos que dar.

39 Ibídem, p. 52-53.
80 RAÚL GODOY

También pusimos en pie las jornadas de discusión en la fábrica. Cuando


hay jornada se para la producción en todos los turnos y se constituye una
especie de gran asamblea donde se discute todo y se toman las resoluciones
más importantes. En ellas, que son mensuales, se abordan los problemas
de la producción, la situación nacional, provincial y las medidas de acción.
Se rinde cuentas sobre la administración de la gestión obrera, se planifica
lo esencial del trabajo y se discute la política. Funciona como una especie
de “consejo obrero”.

El asesinato de Kosteki y Santillán

Los movimientos piqueteros organizados en la Asamblea Nacional de


Trabajadores habían llamado a una nueva jornada nacional de lucha en
común con todas las organizaciones piqueteras del país. El 26 de junio de
2002, día en que estaba programada la actividad, en Neuquén organiza-
mos, junto al MTD y demás organizaciones de desocupados, un corte del
puente carretero que une Neuquén con Cipolletti, donde históricamente
se hicieron los piquetes más grandes. Entre las consignas convocantes esta-
ban: aumento general del salario, duplicar el monto del subsidio a los des-
ocupados que era de 150 pesos, alimentos para los comedores populares y
el pedido de solidaridad con Zanon ante la amenaza de desalojo. Este últi-
mo punto había sido incorporado en el pliego en una reunión en Buenos
Aires adonde habían viajado compañeros de la fábrica y se había discutido
con las organizaciones convocantes.
Esta jornada se dio en un marco nacional de mucha tensión, con
amenazas de represión por parte del gobierno del presidente, Eduardo
Duhalde, del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Felipe Solá, y
del entonces secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández. Esta
amenaza de todos los estamentos del gobierno había generado un clima pre-
vio a la jornada que buscaba poner a la “opinión pública” en contra de los
cortes, y romper la vieja unidad entre la clase media y los desocupados que
se había expresado en la consigna “piquete y cacerola, la lucha es una sola”.
En el transcurso del día empezaron a llegar las noticias de la dura repre-
sión ocurrida en el puente Pueyrredón, que une la localidad de Avellaneda
con la ciudad de Buenos Aires, en la que fueron asesinados Maximiliano
Kosteki y Darío Santillán –militantes de la Coordinadora de Desocupados
Aníbal Verón– a manos del comisario Franchiotti. En sus declaraciones,
Aníbal Fernández y otros funcionarios justificaban esta represión diciendo
que había habido enfrentamientos entre los propios manifestantes. Había
un clima enrarecido y durísimo hacia los trabajadores y hacia el movimien-
to piquetero en particular. Durante las primeras horas que siguieron a la
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 81

represión, el gobierno y los grandes medios lograron instalar la versión de


que se habían enfrentado distintas organizaciones piqueteras y se habían
matado entre ellos. La campaña era terrible. Al otro día, el inefable dia-
rio Clarín tituló lo ocurrido con la famosa tapa “La crisis causó dos nuevas
muertes”, encubriendo el brutal asesinato.
Finalmente, esta versión se fue revirtiendo, al salir a la luz lo que real-
mente había pasado: una brutal represión realizada de manera conjunta por
la Policía Federal, la Bonaerense, Prefectura y Gendarmería, muchos de ellos
de civil. Una cámara del noticiero de Canal 7 llegó a filmar el momento
en que dos efectivos de la policía provincial dispararon sobre los manifes-
tantes. Fueron fundamentales las fotos del fotógrafo independiente Sergio
Kowalewsky y las del fotógrafo del diario Clarín, Pepe Mateos, utilizadas lue-
go en la causa contra el comisario Alfredo Franchiotti y demás policías que
asesinaron a Maxi y Darío.
Enterarnos de su asesinato fue un golpe muy duro para todos. Ese
mismo día discutimos que había que viajar a Buenos Aires y movilizar
también en Neuquén. Resolvimos convocar a todas las organizaciones a
una movilización en repudio a la represión y los asesinatos para el día si-
guiente, y como parte de las acciones resueltas por el Sindicato Ceramista
participé de la marcha que se hizo a Plaza de Mayo al día siguiente de la
represión.
A Darío Santillán lo había conocido en Mosconi (provincia de Salta),
en un viaje del que también hablo en el libro (ver en capítulo 4), que fue
una de las primeras actividades que hicimos como Sindicato Ceramista,
llevando la solidaridad a la “plaza del aguante” donde estaban acampan-
do todas las organizaciones piqueteras en el centro de la ciudad, rodeados
por fuertes operativos de gendarmes y policías. Junto con muchos otros
compañeros y compañeras, seguiríamos encontrándonos en distintos es-
cenarios nacionales. Él había venido siempre a las manifestaciones que se
hacían en defensa de Zanon en Buenos Aires. Era un compañero al que
teníamos bien presente, un compañero con el cual habíamos compartido
trincheras. Maxi y Darío eran parte de una generación de jóvenes que asu-
mieron la militancia social en un momento en el que el país estaba pro-
fundamente golpeado por la miseria producida por años de aplicación de
políticas neoliberales. En la fábrica se discutió en las asambleas, se hizo un
cerámico alusivo, y lo llevamos para colocarlo como parte de todas las ac-
ciones que se realizaron en la Estación Avellaneda donde fueron asesina-
dos. Hoy esa estación se llama Darío y Maxi en su homenaje, y ahí persiste
un monolito levantado en su memoria, con el cerámico homenaje que hi-
cimos en Zanon bajo gestión obrera.
Este fue el comienzo del fin del gobierno de Eduardo Duhalde, que
convocó a elecciones anticipadas para 2003, aunque muchos de sus fun-
cionarios continuaron en cargos públicos de importancia, como el mismo
82 RAÚL GODOY

Felipe Solá o el hoy fallecido Carlos Soria, en ese entonces titular de la


SIDE, o Aníbal Fernández, luego devenido kirchnerista.

Primeros puestos de trabajo generados


por la gestión obrera

Los obreros de Zanon levantamos desde los inicios de nuestra lucha la


demanda de “trabajo para todos” que plantearon los desocupados en los
levantamientos de los 90. Esta consigna la compartíamos con el MTD de
Neuquén, con quienes participábamos en la Coordinadora Regional del
Alto Valle. Por eso, a medida que fuimos avanzando en la producción,
incorporamos nuevos trabajadores a la fábrica y llevamos adelante una
iniciativa inédita. Propusimos ofrecerle trabajo a compañeros desocupa-
dos de todos los movimientos combativos de la zona que, más allá de
sus posiciones políticas, mantenían los piquetes como parte de su posi-
ción independiente del gobierno40, para que trabajaran bajo las mismas
condiciones y salario que todos los ceramistas. Esta propuesta, no sin dis-
cusiones, fue votada masivamente por asambleas de todos los turnos de la
fábrica. Antes habíamos resuelto que todos los obreros de la gestión obrera
cobráramos igual, sin distinción de categorías. Nos considerábamos como
soldados en una trinchera. Un sector de compañeros planteó que los tra-
bajadores desocupados que se incorporaban no podían ganar lo mismo
que los obreros de Zanon. Esa fue una importante y aleccionadora discu-
sión que tuvimos en las asambleas. Finalmente, logramos convencer a esos
compañeros de que no podíamos discriminar a nuestros hermanos de cla-
se, como hacen los patrones y sus gobiernos. Éramos conscientes de que
con esa medida no resolvíamos el problema de la desocupación, pero que-
ríamos ser consecuentes con nuestro planteo y dar un ejemplo concreto de
la unidad de las filas obreras, de la unidad entre ocupados y desocupados.
El MTD resolvió que los primeros puestos de trabajo ofrecidos por
los obreros de Zanon a su organización se repartieran entre la juventud,
por ser el sector más postergado, discriminado y castigado por el desem-
pleo. Para muchos de esos jóvenes fue un cambio social muy importan-
te porque la mayoría no había trabajado nunca, y tampoco conocían las
fábricas por dentro ni su funcionamiento. Al incorporarlos, lo primero

40 El gobierno de Duhalde, a la vez que había reprimido lanzó una política de cooptación,
dividiendo a los movimientos piqueteros entre los “duros” (que mantenían los piquetes y la lucha
callejera) y los “blandos” (los que negociaban con el gobierno). Así, el Bloque Piquetero Nacional se
terminó dividiendo en un bloque encabezado por el FTV-CTA y la CCC (la dupla D´Elía-Alderete),
por un lado y por el otro, el Polo Obrero que terminó conformando la ANT con Raúl Castells.
Dentro de los movimientos independientes del gobierno estaban los MTD, el MTR y decenas de
organizaciones piqueteras menores en casi todas las provincias del país.
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 83

que hacían los obreros ceramistas era recorrer la fábrica y enseñarles


el funcionamiento de las máquinas y el proceso de producción. Y de a
poco, les enseñaron a clasificar, a paletizar, a usar máquinas que jamás
pensaron que iban a ver, incluso aprendieron oficios como tornería, sol-
dadura, mecánica, electricidad, entre otros.
Siendo conscientes de que era un hecho “revolucionario” la entrada
de desocupados a trabajar a una fábrica controlada por sus trabajadores,
la Juventud del MTD repartió un volante que decía:

(...) demostrarles a todos los trabajadores del país que no hacen falta los patro-
nes ya que ellos solo explotan y cierran las fábricas. Mientras hoy el gobierno nos
muestra las cifras escalofriantes de la desocupación, los obreros al tener el control
de la fábrica ven que si pueden controlar y generar más puestos de trabajo, pueden
gobernar el país. La juventud del MTD está orgullosa de entrar a trabajar en una fá-
brica bajo control obrero, y entendemos que ya somos parte de la historia, porque
antes lo defendíamos desde afuera y hoy lo hacemos desde adentro.

Una provocación más

Nos armaron una nueva provocación, no nos daban descanso. Dos


compañeros que manejaban el dinero de la fábrica fueron asaltados. Les
robaron el auto y la plata de los sueldos de la semana, para luego abando-
narlos en un descampado. Esto no terminó ahí. La justicia adicta al MPN,
a través de uno de sus fiscales, Pablo Vignarolli, armó una causa contra los
ceramistas diciendo que era un autorrobo. En lugar de investigar a los au-
tores del robo, se puso el foco en las víctimas.
Nosotros denunciamos públicamente que el robo a los compañeros de
Zanon que manejaban el dinero era una provocación. Quienes habían in-
tervenido en el asalto fueron dos personas que supuestamente se habían
fugado de la Unidad 11 el mismo día pero en distintos horarios. Con el co-
rrer del tiempo nos enteramos que uno de ellos era un tipo muy conocido
dentro del ambiente carcelario, afuera como puntero del MPN y adentro
como colaborador de la policía. Entonces no fue una casualidad. Este hom-
bre fue apresado y días después volvió a escaparse. Uno o dos años más tar-
de, nos movilizamos a Casa de Gobierno para entregar un petitorio, y allí
estaba este hombre. Cuando asumimos la banca en la Legislatura años des-
pués lo vimos ahí adentro, operando con la gente del MPN.
Para armar esta causa usaron un argumento perverso, basado en la
solidaridad que había habido de parte de los internos de la Unidad 11
con los obreros de Zanon, cuando donaron alimentos a nuestras car-
pas. Porque al inicio del conflicto, cuando estuvimos meses afuera, en
84 RAÚL GODOY

las carpas, sosteniendo la olla popular, un grupo de internos, a través de


Zainuco –organización de derechos humanos que se dedica a seguir las
condiciones carcelarias– donaron sus raciones de comida para la olla po-
pular. Eso habla de la profundidad que estaba teniendo nuestra lucha y de
cómo era visto Zanon por los explotados y oprimidos. Nosotros denunciá-
bamos que los que llenan las cárceles son los hijos de los trabajadores y los
pobres, y que los funcionarios, los corruptos y los políticos patronales –la-
drones de guantes blancos– siempre tienen impunidad.

La patota de la burocracia sindical

El 1° de octubre de 2002 cumplimos un año de ocupación de la fábri-


ca. Nos acercábamos al octavo mes de producción. Zanon se fue convir-
tiendo en la fábrica más importante de las que fueron puestas a funcionar
por los propios obreros y se fue transformando en un ejemplo para el res-
to de los trabajadores del país. Se iba haciendo realidad la trinchera clasis-
ta y una fábrica militante.
El miércoles 2 organizamos una marcha por las calles de Neuquén re-
clamando la estatización bajo gestión obrera. Fue una marcha unitaria jun-
to a docentes y secundarios que se movilizaban por sus reivindicaciones. Al
finalizar la movilización, nos enteramos que los Montes (la vieja burocra-
cia sindical ligada al MPN) se dirigían a la fábrica para atacarnos e intentar
ingresar por la fuerza a la planta. Eran un pequeño grupo de diez “mon-
tistas” y familiares, acompañados de barras bravas del club Cipolletti y pi-
bes reclutados en los barrios más carenciados, a los que les pagaron para ir.
Eran casi un centenar y llegaron escoltados por la policía. Con los compa-
ñeros que habían quedado en la guardia más los que íbamos llegando co-
menzamos la resistencia detrás de los portones y en los techos de la fábrica
y logramos que retrocedieran hasta el otro lado de la ruta. Mientras tanto,
los grupos especiales de la policía, armados con escudos, palos y escopetas,
se mantenían al margen, dejando actuar con impunidad a la patota. Como
no pudieron ingresar, armaron un “campamento” a unos 100 metros, des-
de donde intentaron mantener virtualmente sitiada la fábrica. Luego tras-
cendió que contaron con la colaboración directa de la patota del Centro
de Empleados de Comercio, encabezado por el dirigente del PJ, Sergio
Rodríguez, y la de los punteros del propio MPN.
Esta situación de extrema tensión y violencia perduró durante dos
días. A la noche hacían “incursiones” sobre la fábrica con pedradas y go-
merazos, incluso con algunos tiros. Mientras, la policía, que seguía apos-
tada a 50 metros frente a Cerámica Neuquén, los dejaba actuar con total
impunidad.
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 85

Los ceramistas y las organizaciones solidarias respondimos defensiva-


mente, sin entrar en la provocación de salir a enfrentarlos porque esa era
la excusa que esperaba la policía para reprimirnos y desalojar la toma de la
fábrica. En varios medios masivos de prensa que respondían al gobierno,
quisieron instalar la idea de que se trataba de una pelea de “pobres con-
tra pobres”, tratando de desprestigiarnos y victimizar a los agresores. Por
eso, teníamos que mostrarlos ante la población como lo que eran: un gru-
po de matones pagos por la patronal de Zanon y la burocracia sindical, con
la connivencia del gobierno.
El jueves 3 a la tarde, convocamos a una reunión en la fábrica con
las organizaciones de la Coordinadora Regional, la CCC, la Federación
Universitaria del Comahue (FUC), Barrios de Pie, Polo Obrero, los diri-
gentes de ATEN (docentes), ATE (estatales) y los partidos de izquierda. La
CTA anunció que ante los acontecimientos convocaban a un paro provin-
cial para el lunes 7.
Era el golpe de gracia que recibía la patota. Durante esa jornada ha-
bían sido repudiados por la prensa después de que agredieron a pedra-
das, amenazas e insultos a periodistas, entre ellos Walter Pérez, de Radio
Universidad Calf y de Télam. Luego se sumó una nueva agresión durante
una conferencia de prensa realizada en Zanon. Esa noche levantaron cam-
pamento, pero luego volverían.
El viernes 4 el MTD, que junto a otras organizaciones había hecho guar-
dias en los portones de la fábrica, cambió el corte de puente planificado pre-
viamente para exigir planes de viviendas por una marcha solidaria con los
obreros de Zanon. El relato que publicó Indymedia es conmovedor:

Un grupo de 400 desocupados del MTD marchan cortando la ruta. Se acercan


a la puerta de Zanon. Del otro lado espera una nutrida delegación de Ceramistas.
Se confunden en un abrazo, ese mismo abrazo solidario que durante todos estos
días de tensión se vio (…) estamos cansados, pero las palmas, los saludos, los ros-
tros cansados pero felices de los obreros alcanzan para darle a la jornada un alto
grado de solidaridad. –La ruta es nuestra– había dicho un compañero desocupado
(...) Los rompehuelgas entendieron el mensaje, anoche guardaron violín, tetrabrik
y asado en bolsa y se volvieron a sus casas.

Con la retirada del campamento montista, la CTA levantó el paro. Los


ceramistas igual seguimos en guardia. No fue en vano porque el lunes 7,
con la excusa de que la jueza neuquina no había ordenado el desalojo, la
patota regresó. Esta vez se cuidaron de traer a los barrabravas de Cipolletti
(incluso aquella participación había generado un conflicto en el Club) o
por lo menos estuvieron sin sus camisetas albinegras. Traían un gran car-
tel, “Ceramistas independientes-CGT” mostrando, ahora abiertamente, el
apoyo de la burocracia sindical neuquina.
86 RAÚL GODOY

Se ubicaron en el mismo lugar alejado, la policía se mantuvo en actitud


pasiva durante todo ese día e incluso en el corte total que hicieron de la
ruta 7. Así relató un periodista cómo se vivía la jornada adentro de Zanon:

Anoche vivimos una larga madrugada de provocaciones, con tiros al aire y


pedradas (…) Mientras caía el sol y varias organizaciones se hacían presentes en
la fábrica, los desocupados comenzaron a hacer un campamento solidario en la
puerta, decidiendo en común con los obreros, que tenían que seguir la produc-
ción (…) Las provocaciones se extendieron desde las tres hasta las seis de la ma-
ñana y los desocupados resistieron pacientemente (…) Luego del mediodía, los
montistas desesperados por el fracaso de su nueva intentona, cortaron la ruta
“para no dejar pasar a ningún camión”. El corte duró hasta que los desocupa-
dos del MTD comenzaron a repeler las provocaciones. Al estar frente a frente,
los rompehuelgas retrocedieron rápidamente y la policía intervino con gases la-
crimógenos y balas de goma, para dispersarlos.

Con esta acción, la policía –y por esa vía el gobierno– pretendían reu-
bicarse. Pero la TV mostró a uno de los activistas declarando, ante la pre-
gunta venenosa del periodista de que si aprobaba el accionar policial que
había reprimido a los montistas: “No, porque mañana será contra noso-
tros”. Una respuesta contundente.
Horas después el campamento se levantaba. La noche del 8 de octubre
fue calma. La combatividad demostrada principalmente por los ceramis-
tas y los compañeros del MTD, la solidaridad y el aguante de diversas or-
ganizaciones obreras, populares y de izquierda, la presencia de numerosos
dirigentes e incluso de diputados de la oposición, las declaraciones en los
medios, la difusión de una solicitada de apoyo a los ceramistas y una decla-
ración de la Universidad Nacional del Comahue fueron una fortaleza para
derrotar el accionar de los rompehuelgas.
La guardia obrera que custodió la fábrica durante meses se tuvo que
probar en la acción y, junto a los compañeros del MTD que estuvieron en
la primera línea, demostró no solamente la necesidad, sino la efectividad
de esta organización de autodefensa conjunta.

El 8 de abril de 2003 impedimos el desalojo

A nivel nacional, el gobierno de Duhalde, luego de los asesinatos de


Maximiliano Kosteki y Darío Santillán en el Puente Pueyrredón, tuvo que
adelantar las elecciones para desviar el descontento popular que aún conti-
nuaba. Trataban así de encaminar todo hacia la trampa electoral, votando
solo un nuevo presidente mientras “se quedaban todos”.
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 87

En este nuevo contexto, a nivel provincial, la jueza Norma Poza resol-


vió que los síndicos de Zanon “tomen posesión de la fábrica con el uso de
la fuerza pública”. Esto significaba la amenaza de un desalojo violento des-
pués de un año y medio de la ocupación ante el lockout patronal y la pues-
ta en producción. En esas mismas horas, y en forma paralela, otro juez
neuquino archivaba la causa por coimas que involucraba al gobernador
Sobisch. Justicia de clase.
Los obreros de Zanon nos preparábamos para resistir. Desde la no-
che anterior a la fecha fijada se formaron guardias de ceramistas junto a
las organizaciones solidarias para impedir cualquier intento de desalojo.
Trabajadores ocupados y desocupados, estudiantes, miembros de organis-
mos de derechos humanos, de la CTA y partidos de izquierda recorrían las
instalaciones y el predio, cubriendo las terrazas, apostados en las cercanías
de la ruta. Se acercaron especialmente delegaciones de la vecina provincia
de Río Negro y del resto del país. Muy temprano, desde la madrugada, fue-
ron llegando las delegaciones no solo de la capital, sino del interior de la
provincia, que iban nutriendo el playón de entrada, hasta dejarlo cubierto.
Fue una jornada histórica, y así lo titularon en tapa todos los diarios de la
zona. Tuvo emotividad, fortaleza y organización. Era un “día D” para noso-
tros, ya que había una amenaza firme con orden de desalojo y la toma de
posesión de la fábrica por parte de los síndicos.
Sin embargo, el 8 de abril no cayó del cielo, fue fruto de un trabajo pre-
vio en asambleas, en reuniones de consulta y organización con toda la iz-
quierda que apoyaba nuestra lucha, en jornadas enteras en la fábrica con
las Madres de Plaza de Mayo y en las reuniones de la Coordinadora del
Alto Valle.
Un hecho destacable, que muestra la profundidad de la solidaridad, fue
el de las trabajadoras y trabajadores de la educación nucleados en ATEN,
que enviaron en los cuadernos de comunicaciones de los estudiantes pri-
marios una nota a los padres no solo anunciando el paro contra el desalo-
jo, sino también convocando a las familias a la fábrica para ayudar a los
obreros. La entonces Junta Interna del Hospital Castro Rendón emitió un
comunicado donde se decía que los trabajadores del hospital no iban a aten-
der policías heridos en caso de represión: todo un mensaje.
En la puerta de la fábrica se convocaron representantes de la Pastoral
Social y de la Iglesia evangélica, los compañeros de la Confederación
Mapuche, organismos de derechos humanos, las Madres de Plaza de Mayo,
los partidos de izquierda, docentes de distintas localidades de la provincia
que tuvieron que viajar varias horas para llegar a la fábrica, estudiantes, re-
presentantes de la CTA y de diversos sindicatos y, por supuesto, en prime-
ra línea, nuestros compañeros del MTD. Lo más contundente que se logró
fue la convocatoria a un paro provincial por parte de la CTA y del gremio
docente. En especial se destacó la actitud militante del sindicato docente
88 RAÚL GODOY

de Capital, en ese entonces dirigido por la agrupación Rosa, recorriendo


las escuelas y logrando un acatamiento enorme. No convocaron simple-
mente a un paro sino que se movilizaron. Lo mismo pasó con los docentes
universitarios donde hubo una asamblea interclaustro de estudiantes, do-
centes y no docentes que votó la paralización de la Universidad Nacional
del Comahue. Se movilizaron también los otros movimientos de desocu-
pados de la zona: los compañeros del MTD Darío Santillán de Cipolletti,
los del Teresa Vive, los del Polo Obrero, los de Barrios de Pie. Fue impre-
sionante. La playa de estacionamiento estaba colmada y hasta había gente
sobre la ruta. Se podía observar la diversidad: había desde camionetas 4x4,
hasta compañeros que venían caminando por la ruta desde los barrios ale-
daños de Nueva España, del Parque Industrial, compañeros que subsistían
con un Plan Trabajar y un bolsón de comida. Todos fueron a luchar junto
a nosotros ese día.
Creo que lo que marcó esa jornada histórica fue la huelga provincial
y la movilización con eje en Zanon. Todos los medios y los ojos estaban
puestos ahí. Habíamos hecho varias asambleas donde habíamos discuti-
do no salir de la fábrica, inclusive si había represión la íbamos a enfren-
tar en forma organizada. Esta cuestión de la defensa de la fábrica llevó
mucha discusión interna sobre qué significaba. Los compañeros tenían
plena conciencia y estaban dispuestos a jugarse, y repetimos una frase
que cada tanto usábamos que “de acá solamente nos sacan con los pies
para adelante”, que demostraba la disposición de combate de los obreros.
Puedo asegurar que en la mayoría de los compañeros esa frase estaba he-
cha carne. Esa era la fuerza moral que se transmitía a cada uno de los que
vinieron a apoyar. Dentro de la Comisión Directiva del SOECN inclu-
so discutimos funcionar con dos direcciones alternativas para la jornada.
Un grupo de dirigentes íbamos a quedarnos dentro de la fábrica, pasara
lo que pasara, hasta el final, y otro grupo de compañeros tendría la res-
ponsabilidad de ponerse a resguardo en caso de represión, o si hubiera
detenidos, para continuar con la lucha. En las asambleas se dio la opción
a los compañeros para elegir entre estar adentro de la fábrica o afuera,
junto con el resto de las organizaciones. Todos quisieron estar adentro.
Ese día no faltó ningún obrero de Zanon. Nos concentramos en el
playón y cada uno tomó su puesto en los lugares que habíamos resuelto
previamente, con brigadas organizadas en distintos lugares de la planta,
con puntos álgidos, donde la seguridad iba a ser más extrema. Tuvimos
un par de semanas previas de preparativos intensos donde nos organiza-
mos para resistir. No iba a ser fácil desalojarnos y eso lo dejamos en claro,
que los que vinieran a desalojar a los obreros de Zanon no iban a entrar
a pasear por la fábrica.
Yo creo que esa firmeza fue tomada por el conjunto de la comunidad,
y eso se demostró en la masividad de la movilización. Era una pulseada
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 89

directa contra el gobierno que no se dirimía con palabras sino poniendo


el cuerpo. El gobierno lo entendió así, por eso tuvo que retroceder.
Durante la mañana los síndicos recorrieron todas las comisarías pidien-
do el auxilio de la “fuerza pública”, pero no apareció ni un policía de trán-
sito ese día por la fábrica. Así, vinieron solos y se tuvieron que retirar.
A media mañana salió la ministra de Seguridad diciendo que no iba a
pasar nada, después salió el jefe de gabinete Brillo a reafirmarlo, pero no al-
canzaba porque la gente seguía llegando a la fábrica. Finalmente tuvo que
salir el mismo gobernador Sobisch a la una de la tarde a decir “acá no pasa
nada, yo soy el gobernador, yo soy el que doy las órdenes y acá no va a pa-
sar nada”. Aun así la gente se quedó hasta que nosotros dijimos “ya está”.
Así como la población entendió nuestro derecho a defender los pues-
tos de trabajo y nuestra pelea por poner la fábrica al servicio de la comuni-
dad, también comprendió el derecho a la autodefensa en caso de represión.
El 8 de abril muestra cómo Zanon se metió en el cuerpo y en la concien-
cia de muchos compañeros y llegó a distintos sectores: desde compañeros
desocupados hasta profesores universitarios, inclusive algunos diputados
y abogados, ese día, estuvieron todos en Zanon. Se marcó un hito porque
nunca una pequeña fábrica como la nuestra tuvo semejante concentración
de apoyo y esa gesta histórica quedó marcada a fuego.
Nuestra política consistió en convocar a un arco democrático bien am-
plio, que llegó a incluir hasta a la iglesia “contra la represión a los obreros
de Zanon”, junto a la organización de la autodefensa dentro de la fábrica
con la colaboración de las organizaciones obreras combativas, y un frente
único obrero con la CTA que decretó el paro provincial. Todo bajo la “dis-
ciplina ceramista”, como se popularizó en esos días.

La relación de los ceramistas con las obreras


y obreros de Brukman

Nueve días después vino el desalojo violento, sin orden previa, de las
compañeras de Brukman. Ante esto convocamos a una reunión en Zanon
que fue impresionante, porque veníamos de resistir nuestro desalojo.
Participaron ATEN Capital, organismos de derechos humanos, represen-
tantes de la CTA, organizaciones de desocupados, partidos de izquierda y
muchos ceramistas que nos juntamos para discutir qué podíamos hacer.
Ahí se votó una marcha para el día siguiente y una delegación para viajar
a Brukman ese mismo día, para estar con las compañeras. Como ya dije,
habíamos inscripto un slogan para las fábricas recuperadas: “tocan a una
y nos tocan a todas” y acá no solamente nos tocaron sino que nos pega-
ron un golpe bajo fuertísimo. Fui parte de la delegación que viajamos a
90 RAÚL GODOY

instalarnos en Capital Federal a ayudar a las compañeras a organizar la re-


sistencia, a organizar la pelea por regresar a la fábrica.
Hubo discusiones arduas entre las distintas organizaciones sobre cómo
actuar. Nosotros, mientras discutíamos, nos pusimos codo a codo con las
compañeras de Brukman a organizar la solidaridad. Se fueron haciendo mo-
vilizaciones paralelas en Buenos Aires y en Neuquén. A Buenos Aires viaja-
mos con una delegación de treinta compañeros de Zanon y del MTD para
estar en el lugar que teníamos que estar: en primera línea junto a las com-
pañeras de Brukman que se preparaban para intentar recuperar su fábrica.
El lunes 21, a partir de una amplia convocatoria desde Brukman, hubo
una movilización enorme que llegó hasta el cordón policial, fue un mo-
mento muy tenso. En la primera línea estaban las compañeras de Brukman
junto a los compañeros de Zanon, los organismos de derechos humanos,
personalidades y diputados. La situación era extrema, sabíamos lo que nos
estábamos jugando. Luego de horas de estar cara a cara frente a la policía
armada hasta los dientes, las obreras avanzaron. El acto de las compañeras
de encarar y voltear las vallas –creo que nos quedó grabado en la memoria
a todos– fue de esos hechos que marcan para siempre. La imagen de esas
obreras de guardapolvo celeste, encabezadas por Celia Martínez, se consti-
tuyó en un símbolo de las fábricas recuperadas. Este puñado de mujeres,
obreras textiles, desafiaban al poder. Una imagen que recorrió el mundo.
La represión fue feroz, incluso llegó a más de veinte cuadras a la re-
donda de Brukman. Todo un operativo montado para reprimir, con ga-
ses lacrimógenos, carros hidrantes, helicópteros, patrulleros, miles de
policías, carros de asalto y motociclistas. A algunos de ellos pudimos
neutralizar con clavos miguelitos traídos desde Neuquén, pero el opera-
tivo era descomunal. En segundos nos llenaron de gases lacrimógenos,
que inundaron varias cuadras. Sentíamos los estampidos de las escope-
tas en nuestras espaldas, apretando los dientes y pensando que en cual-
quier momento nos tocaba a nosotros. Entre tanto había que rescatar a
compañeros o compañeras que se caían, tropezaban o que no podían res-
pirar. En medio de esa escena, veo a mi compañero José Montes, obrero
del Astillero Río Santiago, abrazando a Celia Martínez, rescatándola de
la represión. También tengo grabada la imagen de un compañero llevan-
do casi en andas a Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo.
La cacería contra las obreras de Brukman y los militantes de las orga-
nizaciones solidarias terminó con decenas de heridos y más de cien dete-
nidos –entre ellos ceramistas–, incluso llegaron a tirar gases lacrimógenos
en el Hospital Garrahan, donde se refugiaron compañeros y compañeras.
Fue un trabajo arduo poder reagruparnos. Logramos hacerlo ho-
ras más tarde cerca del Congreso, a decenas de cuadras de la fábrica.
Recién en ese momento pudimos hacer una movilización improvisada
para repudiar la represión, y luego estuvimos hasta las dos de la mañana
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 91

recorriendo las comisarías para lograr la liberación de los detenidos. Al


otro día se hizo una marcha impresionante de alrededor de veinte mil
compañeros. Para las obreras de Brukman se iniciaba una nueva etapa, la
de resistir en las carpas que instalaron al día siguiente, el miércoles 23 de
abril, en la placita de la esquina de la fábrica. Esas carpas de la resistencia
jugaron el rol de organizar y preparar la recuperación de su fuente de tra-
bajo, objetivo que lograron después de ocho meses de heroica resistencia,
desafiando el frío, la lluvia y la falta de recursos. El apoyo de los obreros
ceramistas a nuestras grandes aliadas se mantuvo durante toda esta eta-
pa. Fueron múltiples los viajes, encuentros y actividades que hicimos en
común, hasta que volvieron a recuperar la fábrica.
Ese 1° de Mayo, después del intento de desalojo a Zanon y el desalo-
jo de las compañeras de Brukman, decidimos demostrar nuestra alianza
intercambiando delegaciones de ambas fábricas en los actos de Buenos
Aires y Neuquén. El acto en Neuquén terminó con una exigencia a las
centrales sindicales a un paro urgente para que se pudiera recuperar la fá-
brica para sus verdaderas dueñas, las trabajadoras de Brukman.
Y el acto de Buenos Aires terminó en un abrazo de los ceramistas con
las compañeras al grito de: “Brukman es de los trabajadores y al que no le
guste, se jode, se jode”.
Marcha al puente Neuquén Cipolletti. Diciembre de 2001

Gendarmería. Corte en puente Neuquén Cipolletti. Diciembre de 2001


Gendarmería. Corte en puente Neuquén Cipolletti. Diciembre de 2001

Comisión de Mujeres en las carpas. Año 2000


Comisión de mujeres. Marcha a Centenario. Año 2001

Abrazo por Zanon


Patota burocracia sindical. Octubre de 2002

Patota burocracia sindical. Octubre de 2002


Guardia obrera contra burocracia. Octubre de 2002

Preparación contra desalojo. Abril de 2003


Resistencia al desalojo. 8 de abril de 2003

Resistencia al desalojo. 8 de abril de 2003


Las Manos de Filippi en Zanon. 18 de febrero de 2004

Marcha estudiantes secundarios a Legislatura. 28 de octubre de 2004


Arbolito. Carpa Congreso. 19 de noviembre de 2004

León Gieco. Carpa Congreso. 19 de noviembre de 2004


Rubén Patagonia. Carpa Congreso. 19 de noviembre de 2004

Teresa Parodi. Carpa Congreso. 23 de noviembre de 2004


Ciro Pertusi. Carpa Congreso. 27 de noviembre de 2004

Celia Martínez y Yuri Fernández de Brukman. 27 de noviembre de 2004


Izquierda: Afiche Ataque 77. Derecha: Afiche La Renga

Izquierda: Afiche Ataque 77. Derecha: Afiche Ska-P


Izquierda: Afiche Manu Chao. Derecha: Rata Blanca en Zanon. 23 de septiembre de 2006

Friso cerámicos entrada Zanon


Izquierda: Películas de Zanon. Derecha: Jorge “Boquita” Esparza

Inauguración CPEM 88 “Boquita” Esparza. 27 de abril de 2010


Manu Chao en Zanon. 20 de noviembre de 2011

Manu Chao y bandas invitadas en Zanon. 20 de noviembre de 2011


Primera promoción del CPEM 88 “Boquita” Esparza. 30 de noviembre de 2012

Raúl Godoy y Myriam Bregman en Vaca Muerta. 12 de abril de 2015


Obra de Marta Such. Exposición en la Legislatura de Neuquén. 26 de octubre de 2016

Denuncia sobre presencia de Gendarmería en territorio mapuche. 22 de junio de 2017


CAPÍTULO 3

El gobierno de Néstor Kirchner


abre otra etapa

Una definición clasista del nuevo gobierno

Recuerdo que mientras nosotros enfrentábamos el desalojo de la fábri-


ca en abril de 2003, Néstor Kirchner estaba haciendo campaña electoral en
Neuquén. En su discurso dijo que si él fuera el gobernador de la provincia
o ganara las elecciones nacionales nos daría una solución inmediata y defi-
nitiva a los obreros, que veníamos enfrentando a un empresario vaciador y
demostrando que sabíamos hacer producir la fábrica. Nunca nos hicimos
ilusiones, sabíamos perfectamente que era un representante más de los
empresarios y que buscaba diferenciarse de Menem, y para eso, nada me-
jor que delimitarse del empresario Luigi Zanon que, como señalábamos al
principio, no solo era discípulo de Menem sino que su fábrica la abrió con
el aval de la dictadura militar. A Kirchner le venía como anillo al dedo para
reforzar su perfil progresista en la campaña electoral emparentarse con la
causa de los obreros ceramistas. Ganó las elecciones pero la solución, como
ya sabíamos, no llegó. Aunque trasladamos nuestra lucha al centro de la
Capital instalando una carpa frente al Congreso con gran repercusión, y
juntamos miles y miles de firmas solidarias, incluyendo las de casi medio
centenar de diputados, él siempre miró para otro lado.
El 27 de abril de 2003, en elecciones anticipadas, Carlos Menen gana las
elecciones con el 24,5 % de los votos, secundado por Néstor Kirchner con el
22 %. Tras ellos, una dispersión de 16 listas, entre las que estaban Rodríguez
Saá, López Murphy y Elisa Carrió, que rondaron un 15 %. El hundimien-
to del radicalismo era total. Por ejemplo, Leopoldo Moreau sacó apenas el
2,3 %. La participación electoral fue del 78 %, con muy bajo nivel de voto en
blanco y una votación marginal de la izquierda41, lo que marcaba que, más allá
de la dispersión de los votos, se imponía la salida electoral como desvío, es de-
cir, de las calles a las urnas. Era un primer paso para el fortalecimiento de las

41 Alianza Izquierda Unida 1,72 %, Partido Obrero 0,72 %.


110 RAÚL GODOY

instituciones que habían salido golpeadas de las jornadas de diciembre. Con


este resultado, el 18 de mayo debía realizarse el que sería el primer balotaje de
la historia en el país. Sin embargo, ante lo que iba a ser una derrota aplastan-
te, Menem se retiró, dándole paso a Néstor Kirchner, que asumió ese 25 de
mayo habiendo obtenido apenas el 22 % de los votos.
Las elecciones anticipadas fueron una política del régimen para encau-
zar la grave crisis abierta luego de la masacre de Avellaneda, en la que asesi-
naron a Kosteki y Santillán. Por eso, desde la Coordinadora del Alto Valle
resolvimos llamar a las organizaciones combativas nacionales y regionales a
rechazar la trampa electoral, convocando a no participar.
Los ceramistas veníamos de hacer un encuentro en Rosario con varias
organizaciones en el Supermercado Tigre (hoy La Toma) donde nos jun-
tamos con delegaciones de obreros ocupados y desocupados combativos
–además de algunos participantes de las asambleas barriales– que estaban
realizando distintas experiencias de lucha y organización. Pero la asunción
de Kirchner provocó un golpe y un replanteo para muchas organizaciones
que hasta ayer habían estado en la calle y en la lucha, y ante el discurso
conciliador del nuevo gobierno comenzaron a cambiar de actitud. Muchos
empezaron a decir que había que “darle tiempo” porque “era distinto al go-
bierno anterior”. La amplia unidad con sectores combativos que veníamos
logrando se empezaba a resquebrajar.
En Neuquén, en la Coordinadora del Alto Valle discutimos la postura
a asumir frente al nuevo gobierno. Desde los primeros meses tuvimos una
política muy clara y nos dispusimos a convencer a los obreros de Zanon
y a las organizaciones aliadas de que no se debía depositar confianza en
Kirchner porque era un gobierno patronal que asumía para restaurar el ré-
gimen burgués golpeado, para recomponer la confianza del pueblo en los
políticos y las instituciones cuestionadas, apelando a la demagogia y has-
ta tomando medidas populares –como bajar el retrato del general dictador
Jorge Rafael Videla y hacer algunas concesiones–. El inicio del gobierno
de Kirchner fue parte del proceso de gobiernos “progresistas latinoameri-
canos” como los de Chávez, Evo Morales, Lula y luego José Mujica. Esto,
evidentemente, llevó a una delimitación de nuestros viejos aliados, que co-
menzaron a tener expectativas en el nuevo gobierno. Las Madres de Plaza
de Mayo encabezadas por Hebe de Bonafini (a excepción de algunas de
ellas, como las Madres de Neuquén y Alto Valle que se mantienen hasta
el día de hoy independientes de cualquier gobierno), Barrios de Pie, Patria
Libre, la Federación de Tierra y Vivienda, la CCC (colateral del PCR) y
otras organizaciones se fueron plegando a los nuevos aires K que se insta-
laban en el país. Creían que un gobierno patronal, aun con un discurso
progresista, nos iba a traer alguna solución. Por eso, este posicionamiento
claro del Sindicato Ceramista y la Coordinadora del Alto Valle fue funda-
mental en momentos en que variadas organizaciones tenían ilusiones en el
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 111

nuevo gobierno. Nosotros seguíamos adelante defendiendo las banderas de


la independencia de clase, que no solo limitábamos a la lucha entre obre-
ros y patrones sino al reconocimiento de que el Estado y el gobierno perte-
necen a otra clase, la de los explotadores.
En Neuquén, esta situación de expectativas de un sector en el nuevo
gobierno nacional se combinaba con un gobierno abiertamente neoliberal
como el de Sobisch, que en octubre de ese mismo año fue reelecto con el
50 % de los votos. Esto de alguna manera hacía que la situación en la pro-
vincia fuera más dura, con mayor polarización social. Incluso el gobierno
del MPN había logrado, luego de meter presos a los principales dirigentes de
la CTA a fines de 2001, asestar una derrota a esa central sindical, que como
explicaba más arriba jugaba un rol de “oposición social” al gobierno. En este
contexto, marcado por ciertas expectativas de sectores de la vanguardia, a ni-
vel nacional, con el nuevo gobierno, y una situación más de enfrentamiento
con el gobierno provincial y por algunas derrotas en sectores de la llamada
“vanguardia neuquina”, los obreros de Zanon debíamos seguir produciendo
y enfrentando los ataques patronales y los intentos de desalojo del Estado.

25 de noviembre de 2003: represión con balas de plomo

A nivel provincial, el gobierno no nos daba respiro. En abril intentaron,


sin éxito, el desalojo de Zanon y en noviembre se lanzaron contra nuestros
principales aliados, los trabajadores desocupados del MTD del Barrio San
Lorenzo. La policía los atacó cuando marcharon al estadio Ruca Che para
rechazar el sistema de pago con tarjetas, que solo podían utilizar para la
compra de alimentos, medicamentos y pagar servicios en los grandes super-
mercados. Estaban denunciando el atropello que eso significaba a quienes
lo único que recibían eran 120 pesos por mes para vivir. Fueron atacados vio-
lentamente por la policía con gases, balas de goma y de plomo. Reprimieron
durante todo el día a los desocupados y a los vecinos del barrio, en una
verdadera cacería. Se desató una batalla callejera; los jóvenes y adultos del
MTD, junto a los vecinos, levantaron barricadas en las esquinas y enfrenta-
ron con piedras la brutal represión policial.
Cuando llegó la noticia, organizaciones de derechos humanos, repre-
sentantes de sindicatos y la CTA, activistas, estudiantes y partidos de iz-
quierda, encabezados por los obreros ceramistas, llegaron al barrio San
Lorenzo a manifestarse en las calles y enfrentar la represión. Los vecinos re-
sistieron durante más de 7 horas las incursiones policiales, como pudo ver-
se por casi todos los canales de televisión provinciales y nacionales. Codo a
codo junto al MTD, los ceramistas convocaron a una conferencia de pren-
sa de repudio a la represión en el barrio.
112 RAÚL GODOY

Esa tarde hubo una represión planificada que dejó veintidós heridos,
nueve de ellos con balas de plomo. Heriberto Chureo, dirigente del MTD,
recibió una en el abdomen, por un oficial que le disparó con su pistola regla-
mentaria a corta distancia, mostrando una alevosía criminal. Esto hacía re-
cordar la represión que le costó la vida a Teresa Rodríguez en 1997 en Cutral
Co. Esta brutalidad policial continuó cuando persiguieron y fusilaron al jo-
ven obrero ceramista y estudiante secundario “Pepe” Alveal –que había ingre-
sado a trabajar a Zanon como parte de la juventud del MTD– quien recibió
sesenta y cuatro perdigones de balas de goma en su cuerpo y perdió un ojo.
Así como muchas veces los desocupados nucleados en el MTD se habían
acercado a la fábrica a defendernos de intentos represivos y desalojos, esta vez
fuimos los obreros de Zanon quienes nos trasladamos hasta el barrio a poner
el cuerpo por nuestros hermanos de clase.

La toma de la Universidad Nacional del Comahue:


los ceramistas en la Universidad

El 27 de octubre de 2004, una asamblea estudiantil Interfacultades de


la Universidad Nacional del Comahue (UNCo) decidió la toma de todas
las sedes universitarias en contra de las acreditaciones a la CoNEAU42 que
impulsaba el rectorado, en ese entonces a cargo de Ana Pechen, quien lue-
go fuera dos veces vicegobernadora por el MPN. En pocos días, asambleas
masivas por facultad y numerosas interfacultades ratificaban y efectiviza-
ban las tomas de todas las facultades de Neuquén y Río Negro pertenecien-
tes a la UNCo, desatándose una de las luchas estudiantiles más masivas de
esta Universidad.
Durante un mes los estudiantes paralizaron toda actividad académica,
con el apoyo de algunos docentes y no docentes pero con la oposición de la
gran mayoría de las autoridades y camarillas universitarias, así como de los
partidos patronales –como el MPN o el Frente Para la Victoria– y los grandes
medios, como el diario Río Negro. Con guardias nocturnas y piquetes en los
ingresos impedían que entraran los docentes y estudiantes “autoconvocados”
organizados por el rectorado, que se proponían levantar la toma y derrotar la
lucha. La toma se combinaba con movilizaciones masivas, donde miles de es-
tudiantes expresaban su repudio a la acreditación de las carreras a este orga-
nismo creado por la Ley de Educación Superior menemista, que había sido
rechazada en los 90 por el propio Consejo Superior de la UNCo.

42 Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria, organismo dependiente de la


Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación, encargado de la evaluación de las
universidades públicas y privadas y la acreditación de sus respectivas carreras de grado y posgrado y de
sus correspondientes títulos. Comenzó a funcionar en 1996 tras su creación en 1995 como parte de la
Ley de Educación Superior (LES) votada durante el menemismo.
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 113

Así, la toma se transformó en un gran conflicto político en las provin-


cias de Neuquén y Río Negro, que encontró a gobernadores, funcionarios,
intendentes y hasta cámaras empresarias atacando y descalificando a los estu-
diantes, acusados de ser “120 delincuentes”. Pero toda esta campaña de des-
prestigio no pudo hacer mella y los estudiantes lograron un enorme arco de
apoyo en la comunidad, que veía con simpatía la lucha estudiantil, aún sin
comprender a fondo qué significaba una sigla tan extraña como la CoNEAU.
Este apoyo se sentía en las marchas, se veía en los vecinos que acercaban comi-
da para la olla popular, en los comerciantes que también aportaban comida o
pegaban en sus vidrieras un cartel de apoyo a los estudiantes. Las Madres de
Plaza de Mayo de Neuquén y Alto Valle también estuvieron ahí, al igual que el
músico León Gieco quien, de gira por Neuquén, fue hasta la sede central de
la UNCo a llevar su apoyo. Por supuesto, los ceramistas estuvimos apoyando
desde el primer día la lucha estudiantil, así como lo habían hecho cientos de
estudiantes con la lucha de Zanon, avanzando y consolidando más aún la uni-
dad obrero-estudiantil que se venía gestando desde hacía años.
Tanto los ceramistas como los estudiantes nos sentíamos orgullosos de
la unidad conquistada. El gobierno y los medios nos atacaban por la pre-
sencia de “las camisas marrones de grafa dentro de la toma”. Esto tenía un
doble contenido: nuestra solidaridad concreta, pero también la pelea por
una universidad donde pudieran entrar los trabajadores y sus hijos. Fue
simbólico y muy emotivo escuchar a muchos obreros decir que era la pri-
mera vez que entraban a una universidad.
La solidaridad ceramista se expresó en las marchas, en decenas de asam-
bleas donde nos permitían hablar, en la colaboración con alimentos, en algún
mate en los piquetes, y también llevando nuestra experiencia, por ejemplo,
aportando a la “comisión de seguridad” para que pudieran defenderse de
los ataques que organizaban los “autoconvocados”. Esta solidaridad quedó
plasmada en un cerámico de la toma, que los estudiantes repartieron en la
comunidad.
Finalmente, luego de un mes de que la Universidad estuviera paraliza-
da, el rectorado tuvo que ceder y, por mayoría, el Consejo Superior, en una
sesión histórica en la que participaron más de mil estudiantes, transmitida
en vivo por la radio universitaria y otros medios, votó una ordenanza que
suspendía estas acreditaciones a la CoNEAU.
Durante esta gran lucha universitaria se fue consolidando y masifican-
do la unidad obrero-estudiantil forjada desde los primeros años de la lucha
de Zanon. La confluencia en las calles en apoyo a la lucha obrera daba un
nuevo salto, y ahora éramos los obreros los que nos hacíamos parte de la lu-
cha estudiantil, lo que impactó tanto en la conciencia de los obreros como
en la de los propios estudiantes.
114 RAÚL GODOY

Nacionalizar Zanon: la carpa en Plaza Congreso

Desde los inicios del proceso de toma y puesta en producción, promo-


vimos una política para difundir y transformar lo que podría haber sido un
conflicto fabril, corporativo o sindical en una gran causa social. Buscábamos,
en forma militante, desarrollar una alianza obrera y popular en la provincia
y la unidad entre ocupados y desocupados, haciendo visible y más fuerte el
conflicto, y utilizar a nuestro favor las contradicciones entre el gobierno pro-
vincial de Sobisch y el del recién asumido Kirchner, ubicándonos en forma
independiente.
Como parte de la política de defender la ocupación y la gestión obrera,
en medio de una situación provincial hostil y represiva, tratamos de naciona-
lizar el conflicto en busca de nuevos aliados. Por eso, en noviembre los obre-
ros de Zanon decidimos instalar una carpa frente al Congreso en Buenos
Aires para llevar nuestro reclamo de estatización bajo gestión obrera al go-
bierno de Kirchner.
La jornada empezó el lunes 22 de noviembre, con una charla de Osvaldo
Bayer en la carpa ceramista. Alrededor de cuatrocientas personas lo escucha-
ron atentamente durante el recorrido histórico de las luchas del movimien-
to obrero.
Recuerdo que relató el famoso 1° de Mayo en el que los obreros de
Chicago dejaron sus vidas exigiendo la jornada laboral de ocho horas y des-
pués recordó la Semana Trágica cuando “los obreros en vez de levantar la
bandera argentina, levantaban las banderas rojas y fueron apresados, y mu-
chos otros fueron fusilados”. Y finalmente dijo:

El caso de Zanon es como volver a esos tiempos, a ese espíritu solidario en-
tre trabajadores, todos para todos. Y ellos, encima producen esa maravillosa cosa
que es producir ellos mismos. Tenemos este ejemplo que es Zanon, que hay que
defenderlo a muerte. (...) Aquí no puede venir el señor Sobisch a decir que no se
produce nada, eso lo dice porque quiere terminar con este verdadero ejemplo de
dignidad. (...) Han aumentado de la nada la producción a 360 mil metros. En las
empresas privadas no pasa eso. Esto es lo que a uno le da ganas de vivir (...).

Al finalizar la charla de Bayer, hubo un panel de delegados y represen-


tantes de empresas recuperadas que se hicieron presentes para contar su
situación, acercar su solidaridad a los ceramistas y pedir apoyo para una sa-
lida de raíz.
El martes 23 se hizo la presentación del proyecto de ley de expropia-
ción definitiva de Zanon y de todas las fábricas y empresas recuperadas, y
el miércoles 24 se realizó una charla con trabajadores y coordinadores de
Zanon. Entre numerosas actividades se realizó un encuentro de trabaja-
dores donde participaron más de un millar de personas entre obreros de
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 115

distintos sectores, desocupados y organizaciones sociales y estudiantiles.


También se organizó una clase pública en la carpa ceramista sobre “La ex-
periencia de tres años bajo Control Obrero. El significado de Zanon para
la lucha de todos los trabajadores y el conjunto de los oprimidos. La ne-
cesidad de construir una intelectualidad marxista revolucionaria orgáni-
ca de la clase obrera”. Estuvo a cargo de los profesores de Ciencias Sociales
de la UBA, Hugo Calello y Christian Castillo –quien luego sería diputado
de la provincia de Buenos Aires por el PTS en el FIT–.
Recuerdo también que mientras desarrollábamos estas actividades dia-
rias en la carpa, hubo un conflicto de los ferroviarios, que terminó con el
delegado Rubén “Pollo” Sobrero y otros compañeros detenidos por la po-
licía y trasladados a una comisaría durante la madrugada. Con una dele-
gación de compañeros de Zanon, llevando a la práctica la solidaridad de
clase, nos hicimos presentes para acompañar a los ferroviarios que decidie-
ron cortar las vías, acción que duró hasta su liberación en horas de la no-
che, festejada por todos los trabajadores que fuimos parte de la jornada.
La semana se cerró con un festival de solidaridad del que participa-
ron Attaque 77, Resistencia Suburbana, Las Manos de Filipi, León Gieco,
Teresa Parodi y Bersuit Vergarabat. Finalmente la Marcha del Orgullo Gay
terminó en la carpa.
A pesar del amplio apoyo conquistado y la gran repercusión nacional
obtenida, el gobierno de Néstor Kirchner, que había dicho en campaña
que si de él dependiera solucionaría el conflicto, no fue capaz de reci-
bir a los obreros, ni mucho menos de dar una respuesta. Lo que sí logra-
mos con la Carpa fue terminar de nacionalizar de manera contundente
nuestra experiencia de lucha, que se multiplicó entre miles de jóvenes y
trabajadores, e impactó en muchos artistas, que luego llevaron su arte al
playón de la fábrica.

Nuevas tensiones, amenazas de muerte y agresiones

En la madrugada del sábado 26 de febrero de 2005 dejaron en el con-


testador del teléfono de mi casa una extensa amenaza de muerte donde
decían: “Godoy te vamos a matar, sos boleta... a vos y a tu mujer. A vos,
Godoy y a López” (en referencia a Alejandro López).
Inmediatamente radicamos la denuncia en la fiscalía, hicimos una con-
ferencia de prensa y preparamos una respuesta a la altura de las amenazas.
El jueves, organizamos una marcha al centro, más de dos mil personas se
movilizaron ante el clima intimidatorio en la provincia.
Pero la amenaza que nos hicieron no quedó ahí. La escalada contra los ce-
ramistas seguía. A pocos kilómetros de la marcha, desde un auto Falcon color
116 RAÚL GODOY

verde (como los que se usaban en la época de la dictadura), un par de “sujetos”


agredieron a la esposa de un obrero de Zanon, haciéndole unos cortes en el
cuerpo, increpándola explícitamente por ser parte de la lucha de Zanon. Al día
siguiente, ingresaron a su vivienda y la volvieron a amenazar de muerte.
Producto de estas nuevas intimidaciones el gobierno, contra nuestra
voluntad, dispuso una guardia policial permanente en nuestros domicilios,
la intervención judicial durante un mes de los teléfonos fijos y los celula-
res y policías de civil que nos seguían a todos lados. Todo esto tenía más un
efecto de presión y control sobre nosotros que de resguardo por las amena-
zas que, sabíamos, tenían vinculaciones con el propio gobierno.
Frente a este nuevo ataque los ceramistas, junto a la CTA, organis-
mos de derechos humanos, organizaciones sociales y la izquierda, convo-
camos a una nueva movilización con paro provincial. Fue una respuesta
contundente, más de cuatro mil personas nos movilizamos en el marco
de un paro provincial de la CTA. Seguíamos exigiendo el esclarecimien-
to de los hechos y el castigo a los culpables materiales y políticos. En ese
acto el mensaje que di fue claro: respondimos a las agresiones y provoca-
ciones con el método de los trabajadores: el paro y la movilización, pero
también haciendo público el legítimo derecho que nos corresponde a la
autodefensa frente a las agresiones.
El 11 de marzo continuaron las agresiones: dos personas entraron a la casa
de un ceramista, encerraron a su mujer e hijos, y revolvieron toda la casa. Ante
esta situación de presión extrema tomamos la decisión de resguardar en otra
provincia a la familia agredida.Yo mismo tuve que mudarme más de cuatro ve-
ces en un año.
Como estábamos en una etapa crucial desde el punto de vista de la
definición de la gestión obrera, por los plazos judiciales, estaban ejercien-
do una presión para quebrar la voluntad de lucha de los trabajadores y
sus familias, para tener las manos libres para entregarle la fábrica de nue-
vo a Luigi Zanon o a algún empresario amigo. Para hacer eso tenían que
quebrar al sindicato y la moral de los trabajadores. De eso se trataba esta
nueva escalada contra los ceramistas.
Sin embargo, estos no eran hechos aislados o únicamente contra los
ceramistas. En la provincia se vivía una situación de mucha tensión y per-
secución. Recibieron amenazas los trabajadores judiciales, incluso la de-
fensora de niños, niñas y adolescentes, Nara Oses, y su equipo de trabajo.
La policía hasta llegó a ingresar a su casa intempestivamente, portando
armas largas, como forma de intimidarla ante su oposición a la reforma
de la ley 2.302 de defensa de los derechos de niños, niñas y adolescentes
que pretendía reformar el entonces gobernador Jorge Sobisch.
Como decía al principio del capítulo, con el nuevo gobierno de Néstor
Kirchner se vivía una situación particular en Neuquén. Por un lado, la crisis
que golpeó al régimen de partidos con las jornadas de 2001 no llegó con la
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 117

misma fuerza a la provincia, que seguía siendo gobernada por un neoliberal,


reelecto en 2003. A su vez, mientras el gobierno provincial endurecía sus res-
puestas represivas, muchas organizaciones abandonaban las calles por sus ex-
pectativas en que los cambios vinieran “desde arriba” con el apoyo del gobierno
nacional. En esta situación contradictoria, los obreros de Zanon y el Sindicato
Ceramista, donde desde el PTS tuvimos una política activa, resistimos por un
lado, los intentos de desalojo y la represión del gobierno de Sobisch, buscando
la más amplia unidad y coordinación, y por el otro, combatíamos las ilusiones
en un gobierno nacional que aparecía como “lo nuevo” y cooptaba a las distin-
tas organizaciones sociales, sacándolas cada vez más de las calles. El SOECN
tuvo siempre una política clasista, independiente de los distintos gobiernos, a
la vez que manteníamos la exigencia de estatización sin pago bajo gestión obre-
ra de Zanon, tanto al gobierno nacional como al provincial.

Las Madres de Plaza de Mayo y las fábricas ocupadas

Las Madres de Plaza de Mayo jugaron un rol importante para Zanon


y las fábricas recuperadas. El 5 de noviembre de 2002, en el Auditorio
de la Universidad Popular de las Madres, más de trescientas personas nos
congregamos para poner en pie la Comisión Nacional de Solidaridad con
las Fábricas Ocupadas. Bajo el lema “Si tocan a una, tocan a todas”, las
Madres junto a una delegación de obreros de Zanon abrieron la reunión
en la que estuvieron presentes organizaciones piqueteras como el MTD
Berisso-Ensenada y el MIJD de Raúl Castells, asambleas populares de
Capital y provincia de Buenos Aires, estudiantes y docentes de Sociología
de la UBA y de la Universidad Popular de las Madres, el CeProDH, agru-
pación HIJOS, los entonces diputados Luis Zamora y Alexis Latendorf,
partidos de izquierda como el MST y el PTS y, desde luego, los trabaja-
dores de las fábricas autogestionadas Brukman, Grissinópoli, Imprenta
Chilavert, Panificación 5, Supermercado Tigre y Clínica Junín, además
de delegaciones de trabajadores de EMFER, Pepsico y de la lista Violeta
y Roja del Indec, entre tantos otros.
El escritor Osvaldo Bayer señaló: “Lo de Zanon es un gran ejemplo a
seguir. ¿Qué podemos hacer? Bueno, para empezar, apoyar a todos estos
movimientos: a los trabajadores que están ocupando las fábricas (...)”. Tras
él, Vicente Zito Lema, entonces director de la Universidad Popular de las
Madres, señaló: “Si no tomamos como causa noble la noble causa de los
trabajadores que ponen en este país en ruina y en pesadilla diaria, una fá-
brica en movimiento ¡¿Para qué carajo estamos en el mundo?!”
Luego de que tomaran la palabra varios compañeros como Celia de
Brukman, Leonardo Norniella de Pepsico y un compañero de Emfer, un
118 RAÚL GODOY

emotivo video sobre nuestra lucha cerró el encuentro. Al final, quedó el


firme compromiso de la defensa de todas y cada una de las fábricas ocupa-
das. Los obreros de Zanon junto a las Madres quedamos en abrir las puertas
de la Universidad Popular todos los miércoles para coordinar las iniciativas
que surgieran en ese sentido. De ese encuentro surgió el lema “Si tocan
a una, tocan a todas”.
Entre otras cosas, en ese encuentro planteé:

La presencia de todos ustedes acá es muy importante porque, más allá de la


modalidad que apliquemos, a ningún patrón ni a ningún gobierno les conviene ni
les gusta que los trabajadores demuestren lo que son capaces de hacer. Porque en
última instancia, queda el rey desnudo y entonces se nota quienes son los parási-
tos y quienes son los que mueven la economía de un país.
(...) Nosotros no queremos salvarnos solos. Ni el mejor de los emprendimien-
tos ni la mejor de las cooperativas ni la mejor fábrica auto-gestionada va a andar
bien cuando hay cinco millones de compañeros desocupados en la calle. Entonces:
¡la pelea es de fondo!
(...) El lanzamiento de esta comisión, compañeros, plantea, por lo menos, dos
cuestiones. La primera es la autodefensa. Porque hay amenazas de desalojo, órde-
nes de desalojo; cualquier juez “coimeado”, o cualquier gobierno “nervioso” no nos
van a dejar –como no nos han dejado– trabajar en paz. Con papeles o sin papeles,
con un poco más o un poco menos de legalidad, pero no nos dejan trabajar en paz.
Entonces el primer paso es: ‘tocan a una, y tocan a todas’. Tenemos que poner un
muro infranqueable ante la represión, ante los ataques que suframos cada uno, va-
mos a estar donde haya que estar para defender cada iniciativa de los trabajadores
que han puesto en marcha. Y la segunda cuestión es que sepan –así como se ente-
ró el otro día el juez Páez Castañeda, que es el que permanentemente nos agrede–
que ya no van solos los obreros de Zanon a una audiencia: van con las Madres, van
con la Comisión.

Después tomó la palabra Hebe de Bonafini y dijo:

Teníamos una deuda con los compañeros de Zanon, de viajar allá y viajamos,
y nos deslumbramos y nos sorprendimos y vimos algo que no sabíamos que exis-
tía. (...) Con los piqueteros, con las asambleas, pero sobre todo, con los trabajado-
res poniendo a funcionar las fábricas cuyos patrones decían que daban pérdidas y
los compañeros nos están demostrando que no es así, que los trabajadores pueden
llevar adelante una fábrica. La fábrica, sin trabajadores, no funciona. Pero sin pa-
trones ¡sí que funciona! ¡y qué bien!
(...) Quiero decir que Zanon es demasiado grande para lo que algunos hemos
visto: 74.000 metros cubiertos de fábrica, cuatro manzanas. Unas máquinas impre-
sionantes, computarizadas, robotizadas, y un grupo de compañeros con una férrea
decisión de defenderla y llevarla adelante.
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 119

Compañeros: ¡Si salvamos Zanon nos salvamos todos! Miren que estoy dicien-
do algo muy serio: ¡Si salvamos Zanon nos salvamos todos! (...) Los compañeros de
Zanon cuando propusieron esto dijeron: no es solo para los compañeros de Zanon,
es para todos los compañeros que están en la misma lucha. (...) Es posible y es ne-
cesario que demostremos al mundo que no importa quién gobierne, no importan
las peleas de los políticos, los rastreros que se matan por un voto. Nosotros, con los
compañeros –sobre todo con ellos, que nos están dando el ejemplo – le vamos a
demostrar que el país funciona con las manos de los trabajadores y no con las ma-
nos ladronas de los políticos. Muchas gracias.

Hubo dos hitos muy fuertes entre las Madres de Plaza de Mayo y la lu-
cha ceramista. Que las Madres, con toda su trayectoria de lucha y lo que
representan los pañuelos blancos en nuestro país y el mundo, estuvieran
apoyando nuestra lucha ya constituía en sí mismo un gran hecho político.
Las Madres de Plaza de Mayo Filial Neuquén y Alto Valle fueron las prime-
ras que se acercaron y estuvieron incondicionalmente. Con un gran gesto
de apoyo a nuestra lucha, en un hecho inédito cambiaron su ronda tradi-
cional que siempre hicieron en el Monumento a la Madre en el centro de
Neuquén por una ronda en la rotonda sobre ruta 7 frente a la fábrica. Esa
ronda estuvo llena de obreros con sus camisas de grafa, que por primera
vez, muchos con sus familias, marcharon junto a las Madres.
El segundo hecho fue la visita de la Asociación Madres de Plaza de
Mayo que vino desde Buenos Aires hasta Neuquén en un colectivo con
más de cuarenta Madres. Esto tuvo un impacto fuertísimo, a escasos días de
una de las amenazas de desalojo. Fue conmovedora la imagen de la entrada
por los portones de la fábrica de un mar de pañuelos blancos. Tal vez mu-
chos no le hayan dado el valor que tuvo esta imagen, pero con esta acción
estaban rompiendo el muro que históricamente separó la lucha de los orga-
nismos de derechos humanos de la clase obrera. Los abrazos de las Madres
con los obreros de Zanon unían generaciones. La de las madres de una ge-
neración de luchadores desaparecidos por la dictadura en medio de un
ascenso revolucionario, con una nueva generación de obreros que empeza-
ban a retomar, de alguna manera, esas banderas. Esto también fue un acto
de desagravio en una fábrica que fue fundada en plena dictadura militar.
Derribando este muro, también se desafiaban años de macartismo de
la burocracia sindical peronista y los gobiernos, que intentaron separar tan-
to a los organismos de derechos humanos como a la militancia de izquier-
da del conjunto de los trabajadores.
Lamentablemente este camino de unidad y cooperación quedó trun-
cado a partir del giro de Hebe de Bonafini –y de la Asociación Madres
de Plaza de Mayo que preside– cuando decidieron apoyar al gobierno de
Néstor Kirchner, y luego al de Cristina. Aun con importantes diferen-
cias políticas y de estrategias con ellas, cuando mantenían una posición
120 RAÚL GODOY

independiente de los gobiernos y los partidos patronales pudimos llegar


a importantes acuerdos, y su colaboración en los primeros años de ges-
tión obrera en Zanon fue muy significativa. Pero cuando dieron este paso
y terminaron con su independencia del Estado no quedó otro camino que
alejarnos. A pesar de su derrotero posterior, no podemos dejar de valo-
rar el apoyo que significó la Asociación Madres de Plaza de Mayo para los
ceramistas.
Y no puedo dejar de destacar el rol de las Madres de Plaza de Mayo de
Neuquén y Alto Valle: Inés Ragni, Lolín Rigoni, y Beba Balbé, que falleció
hace unos cuantos años. Con ellas nos une hasta el día de hoy un profun-
do lazo político y personal. Ellas mantuvieron su independencia, marcaron
públicamente sus diferencias con Hebe y las Madres que se fueron con el
gobierno de Kirchner y siempre fueron incondicionales con la lucha cera-
mista y los obreros de Zanon.
Marcha 24 de marzo de 2002. 25 años de Madres de Plaza de Mayo

Madres de Plaza de Mayo en Zanon. Octubre de 2002


Hebe de Bonafini en Zanon. Octubre de 2002

Hebe de Bonafini y Raúl Godoy. Octubre de 2002


Hebe de Bonafini entrega pañuelo
a Godoy. Octubre de 2002
Obreros de Zanon con Madres. Octubre de 2002

Represión al MTD. 25 de noviembre de 2003


Madres de Plaza de Mayo. Represión 25 de noviembre de 2003

Pepe Alveal. Represión 25 de noviembre de 2003


Toma de la Universidad del Comahue. Madres. 9 de noviembre de 2004

Toma de la Universidad del Comahue. Raúl Godoy. 9 de noviembre de 2004


Marcha de estudiantes de la Universidad del Comahue. 12 de noviembre de 2004

Carpa frente al Congreso. Noviembre de 2004


Carpa frente al Congreso. Noviembre de 2004

Madres de Plaza de Mayo en Carpa Congreso. Noviembre de 2004


Festival frente al Congreso. 19 de noviembre de 2004

Osvaldo Bayer en carpa frente al Congreso. 22 de noviembre de 2004


Carpa frente al Congreso. Noviembre de 2004

Carlos “Manotas” Saavedra. 25 de noviembre de 2004


Carpa en Congreso. Jornada de cierre. Encuentro de Trabajadores. 27 de noviembre de 2004

Carpa en Congreso. Jornada de cierre. Encuentro de Trabajadores. 27 de noviembre de 2004


CAPÍTULO 4

La coordinación de la vanguardia
y el frente único obrero

Primeros pasos en la coordinación regional y nacional

Al comienzo de nuestra lucha, la patronal, el gobierno y los medios


hegemónicos intentaron someternos al más duro aislamiento. A su vez la
burocracia sindical jugaba un rol activo contra la dirección clasista. Ante
esto respondimos con una política permanente de coordinación y unidad
con otros sectores combativos a nivel regional y nacional. Unidad con
sectores de la clase obrera ocupada y desocupada, tomando las demandas
de los sectores populares, como los estudiantes o el pueblo mapuche, or-
ganismos de derechos humanos y de todos los actores de las luchas.
La construcción de la unidad, bajo la forma de un frente único obre-
ro, la logramos en distintos niveles y con distintos grados de acuerdo. Al
comienzo tuvo un carácter defensivo, por mantener los puestos de trabajo
frente a la amenaza de cierre de la fábrica y a medida que nos fortalecíamos
nos preparábamos para utilizarlo a la ofensiva. Primero fue para enfrentar
el ataque combinado de la patronal, el Estado provincial y la burocracia. Y
se puso a prueba al tomar la fábrica, al enfrentar la represión y las amena-
zas de desalojo, y luego al ponerla a producir bajo administración obrera
directa, sosteniendo hasta hoy la experiencia de la “fábrica sin patrones”.
La política de frente único no empezó con la ocupación ni con la con-
quista del sindicato, sino que fue una tarea sistemática desde el inicio de
la nueva Comisión Interna. Sabíamos que en forma aislada no podíamos
defendernos con eficacia ante la magnitud de los ataques. En ese cami-
no de buscar alianzas, durante la llamada “huelga de los 34 días”, pusi-
mos en pie el Comité de Lucha de Centenario junto a los docentes de esa
ciudad. Era una organización para la defensa y la solidaridad mutua. Esta
unidad elemental marcó el inicio de un camino de coordinación, toda-
vía en pequeña escala, ya que se agrupaba la fábrica Zanon y la seccional
Centenario de ATEN, el sindicato docente, junto a agrupaciones y parti-
dos de izquierda.
134 RAÚL GODOY

Esta coordinación fundamental que iniciamos en defensa propia la


fuimos transformando en forma consciente en algo superior, y que será
bandera de Zanon y el SOECN durante años, que fue instalar la idea de
que la nuestra no era una lucha aislada ni corporativa, por lo que debía-
mos buscar las alianzas necesarias para responder a la altura de las circuns-
tancias. Más allá del rol de la burocracia de los grandes sindicatos, había
en todo el país distintos fenómenos de luchas obreras con los que buscába-
mos confluir para fortalecer nuestra pelea pero también tratando de apor-
tar a la recomposición que se venía forjando en sectores de la clase obrera.
Como parte de estas batallas iniciamos una gira por el país encabeza-
da por miembros de la Comisión Directiva del Sindicato, Julio Araneda,
Julio Duarte y yo. El 19 de junio de 2001 estuvimos en un plenario de
los compañeros de la CGT regional San Lorenzo en Santa Fe, con diri-
gentes del frigorífico Swift, de docentes y con una delegación de Buenos
Aires –Miguel Delfini (ex dirigente de la Ford), Sosto de telefónicos de
Capital (en ese entonces del Partido Obrero) y Néstor Pitrola, dirigente
de la Naranja de Gráficos y del PO–. Ese día con Edgardo Quiroga (secre-
tario general de la CGT San Lorenzo) firmamos una declaración donde
nos comprometíamos a trabajar e impulsar mesas de coordinación regio-
nales, en cada uno de nuestros sectores y zonas, que agruparan a compa-
ñeros más allá del gremio en el que estuvieran encuadrados, ocupados y
desocupados, para confluir en una primera reunión en un mes, en lugar
y fecha a convenir, para comenzar a coordinar nacionalmente a todas las
organizaciones que resistían esos ataques de las patronales y el gobierno.
Para nosotros fue un gran paso adelante.
Seguimos viaje a La Plata, Córdoba y Buenos Aires, donde después
de intercambiar opiniones con organizaciones y sindicatos con experien-
cias muy disímiles, adhirieron a esta declaración el Sindicato Gráfico
de Córdoba, ADIUC (Docentes Universitarios de Córdoba) y dirigen-
tes del Cuerpo de Delegados de Luz y Fuerza de esa provincia. Lo mis-
mo hicimos con compañeros de comisiones internas de Buenos Aires y
con Roberto Martino, del Movimiento Teresa Rodríguez. Nos llevamos a
Neuquén una experiencia riquísima.
Semanas después, junto a Luis Calfueque de Cerámica del Valle, via-
jamos hasta la norteña localidad de General Mosconi, en Salta, para
llevar la solidaridad a los desocupados que habían sido reprimidos por
Gendarmería Nacional, tenían pedidos de captura y se encontraban
acampando en la plaza central. También buscábamos intercambiar expe-
riencias y opiniones con la Unión de Trabajadores Desocupados (UTD)
y sus dirigentes, e invitarlos al Encuentro Nacional. Cuando llegamos
a Mosconi con Calfueque quedamos muy impactados, ya que era una
ciudad prácticamente sitiada, había retenes de la Gendarmería en casi
todos los accesos, con carpas y camiones en todos los rincones, estaba
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 135

absolutamente militarizada, mientras que en la plaza se multiplicaban


las carpas de desocupados, trabajadores y organizaciones. Era un cuadro
impresionante porque marcaba la relación de fuerzas, allí no podía en-
trar la policía, no entraba Gendarmería, la plaza era del pueblo, era de
los trabajadores de la UTD. Nos sorprendió el trabajo orgánico que te-
nía la UTD con la población y los trabajadores petroleros en actividad.
Por ejemplo, el grueso de ellos habían sido obreros petroleros, no eran
desocupados permanentes, ellos tenían esa organización que nucleaba a
petroleros en actividad y a compañeros que iban rotando permanente-
mente en trabajos en las destilerías y refinerías de la zona. También traba-
jaban con la comunidad haciendo obras, hacían trabajos en las escuelas,
en los parques, en las plazas, en los hospitales y escribían “trabajo reali-
zado por la UTD”.
En este viaje estrechamos nuestra relación con el compañero Calfueque,
a quien había conocido en la asamblea de Cutral Co. Él había sido militan-
te del MAS y pudimos avanzar mucho en las discusiones políticas, y cuan-
do volvíamos de Mosconi ya era casi un militante del PTS. Un viaje muy
productivo, donde conocí también a Ivana Dal Bianco, que militaba en el
CeProDH en Buenos Aires, abogada recientemente recibida que había via-
jado a darle una mano a Mara Puntano, abogada de los piqueteros.
Los viajes han servido para múltiples iniciativas y políticas que han
salido en común con otras organizaciones de ocupados y desocupados.
Para mí fue muy importante acompañar con el cuerpo, dedicando esfuer-
zo y tiempo, para contribuir a que surgiera militancia obrera, no solo
en el lugar en el que a uno le toca estar sino en cualquier lugar donde
hubiera alguna lucha o proceso de reorganización. Era una experiencia
fundamental para unir a esos sectores de vanguardia impulsando orga-
nismos de auto-organización, pero también sembrando en profundidad
para la construcción de una corriente revolucionaria dentro del movi-
miento obrero.

Agosto de 2001: Encuentro de Organizaciones Obreras


en Neuquén

A principios de julio de 2001, nuevamente la patronal se atrasó en el


pago de los salarios. Desde el SOECN convocamos a un plenario de delega-
dos y activistas para decidir un plan de lucha. Se hacía cada vez más necesa-
rio coordinar con otros sectores de Neuquén y extender esa coordinación a
nivel nacional. En base al trabajo anterior y al viaje realizado por distintas
provincias, el plenario de delegados votó la convocatoria a un encuentro de
organizaciones obreras en Neuquén para el 4 de agosto.
136 RAÚL GODOY

En la convocatoria al encuentro los ceramistas proponíamos: luchar


para superar los paros aislados de la burocracia sindical e imponer un ver-
dadero plan de lucha que termine en una huelga general en todo el país
que nos permita triunfar y lanzar un Boletín Nacional para extender la
coordinación. Nos pusimos a trabajar entonces fuertemente en esto. Los
preparativos venían bastante bien, varias organizaciones nacionales habían
confirmado su participación. Se fueron sumando adhesiones a la declara-
ción. Fuimos invitados a una asamblea de los desocupados del MTD del
barrio de San Lorenzo. Allí planteamos que ese encuentro fuera para dar
pasos en la coordinación obrera, por eso, los llamábamos a sumarse y jun-
tos avanzar en las tareas de lucha y organización para empezar a ponernos
de pie en todo el país, y buscar una salida de los trabajadores ocupados y
desocupados a toda esta crisis. A partir de ese momento, lo que había na-
cido como acciones en común y encuentros callejeros comenzó a consoli-
darse como una fuerte alianza entre nuestras organizaciones que jugó un
rol muy importante en la región, y que duró varios años.
El sábado 4 de agosto de 2001 se realizó el Encuentro. Hacía un frío
intenso, había una llovizna helada, pero eso no impidió que fuera un éxi-
to. De a poco fueron llegando delegaciones desde distintos lugares del
país. Fueron más de setecientos trabajadores los que se reunieron en el co-
medor de la Universidad Nacional del Comahue. Afuera seguía el frío he-
lado, pero adentro se sentía el calor de la lucha de Zanon, la solidaridad
obrera y el entusiasmo de estar gestando una unidad que trascendía las
fronteras de un sindicato o de una provincia.
Como presidencia honoraria de ese encuentro se proclamó por unani-
midad al compañero Aníbal Verón, asesinado en Salta durante una dura
represión a los desocupados en el año 2000. El debate en el Encuentro se
desarrolló en forma democrática y fraternal, y se tomaron distintas reso-
luciones, que marcaban la necesaria unidad entre ocupados y desocupa-
dos y una perspectiva común de lucha. Para nosotros fue una experiencia
muy importante y un gran desafío haber sido los organizadores de un
Encuentro de Coordinación Nacional, que intentaba ser un polo de rea-
grupamiento para potenciar las exigencias a las centrales sindicales y tallar
en medio de la crisis con una política obrera independiente. A partir de
este Encuentro pusimos en pie el Movimiento de Coordinación Obrera.

Primer Encuentro de Organizaciones Combativas:


nace la Coordinadora Regional del Alto Valle

A dos meses de realizado el primer encuentro nacional en Neuquén,


los obreros de Zanon nos vimos obligados a ocupar la fábrica ante el lockout
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 137

patronal, que intentó cerrar y despedir a todos los trabajadores. Desde la


trinchera de la toma –que despertó un amplio reconocimiento y un pro-
fundo sentimiento solidario en la base de los trabajadores estatales y en
gran parte de la comunidad–, redoblamos nuestra exigencia a la CTA de
una asamblea provincial, mientras seguíamos dando pasos efectivos en la
coordinación con las organizaciones combativas: confluimos con el MTD,
principal movimiento de desocupados de Neuquén, y la UnTER, el sindi-
cato de los docentes de Río Negro, que había sido recuperado por una nue-
va dirección que incluía a sectores de izquierda.
El jueves 22 de noviembre organizamos un corte, que había sido una
de las resoluciones definida en una reunión de coordinación previa. Del
lado neuquino llegamos bien temprano en una columna encabezada por los
obreros ceramistas, los desocupados del MTD, estudiantes y profesores uni-
versitarios. Después se acercaron la CCC y docentes de ATEN Centenario
y Plottier. Pasado el mediodía apareció del lado de Río Negro una compac-
ta columna encabezada por los docentes nucleados en UnTER y, además,
la Coordinadora de Desocupados de Cipolletti. Cuando a ambas columnas
las separaban no más de cien metros, los bombos y redoblantes no lograban
opacar el grito que desde los dos lados se hacía cada vez más contagioso, más
aguerrido, más alentador: “¡unidad de los trabajadores, y al que no le gusta
se jode, se jode!”. Los dirigentes y los activistas nos fusionamos en abrazos.
Éramos trabajadores ceramistas, maestras, desocupados, estudiantes, mili-
tantes, todos al grito de “...unidad de los trabajadores...”.
En las reuniones y encuentros, fuimos avanzando en un pliego de rei-
vindicaciones y acciones en común. Por ejemplo, en la acción del puente
las consignas principales fueron: reapertura de Zanon y el cobro de los suel-
dos; el pago de los salarios a los estatales rionegrinos (a algunos les debían
dos meses y les querían pagar en bonos) y contra la represión a los que lu-
chan, como era el caso de los desocupados del MTD y los docentes de la
UnTER que habían sido detenidos días atrás por participar en movilizacio-
nes. En mi discurso en el puente planteé la exigencia de inmediata libertad
de Emilio Alí y Raúl Castells –presos por “extorsión” al reclamar comida
para los desocupados– y el fin de la persecución a más de dos mil lucha-
dores. En el marco de esa jornada de lucha maduró la idea de organizar
un nuevo encuentro abierto a todas las organizaciones combativas y la van-
guardia para avanzar en la coordinación.
Decidimos convocar a un Encuentro Regional de Orga-nizaciones
Obreras, de ocupados y desocupados en lucha y sectores combativos para
el domingo 2 de diciembre de 2001 en Neuquén, adentro de la fábrica. Lo
convocamos el SOECN, el MTD y la UnTER, pero con la participación de
otras organizaciones que, desde el inicio, acompañaban nuestra experien-
cia, como los docentes de ATEN Centenario, los docentes universitarios y
numerosos delegados, activistas y luchadores de distintos gremios, además
138 RAÚL GODOY

de los estudiantes combativos –que habían conformado una comisión de


apoyo a los obreros de Zanon– y los partidos de izquierda. El Encuentro
fue un éxito y se resolvió, entre otras cosas, constituir la Coordinadora
Regional del Alto Valle.
La Coordinadora había logrado nuclear a los sectores combativos
de Río Negro y Neuquén y se convirtió en un atractivo polo de refe-
rencia para la vanguardia. Con este agrupamiento intentábamos supe-
rar las barreras de los viejos aparatos sindicales y la división de las filas
obreras entre ocupados y desocupados. Nuestra primera acción de im-
portancia fue la convocatoria al acto del 1° de Mayo de 2002, donde lo-
gramos reunir a mil compañeros y compañeras frente a las puertas de
Zanon. Mientras que la CTA solo logró reunir doscientas personas en
un fracasado acto que daba la espalda a los luchadores de la provincia.
A los pocos días y ante el anuncio del “medio paro” de Hugo Moyano43,
la Coordinadora llamó a una marcha de la que participaron más de mil
compañeros, que fue la única acción en Neuquén. Expresamos en las ca-
lles nuestra política para desarrollar el frente único con las convocatorias
de la burocracia sindical, “golpear juntos y marchar separados”. Exigíamos:
huelga general con piquetes, cortes de ruta y tomas de empresas para “que
se vayan todos”.
El dirigente de la CTA neuquina, Julio Fuentes, en una asamblea pro-
vincial de trabajadores tuvo que reconocer públicamente que había dos or-
ganizaciones, la CTA y la Coordinadora, dando cuenta del peso que había
adquirido la misma. Aunque no se puede comparar una organización de
masas que nuclea a miles de estatales con una coordinadora impulsada por
un pequeño sindicato que actuaba como un polo de reagrupamiento para
la vanguardia, los dichos de Fuentes eran todo un reconocimiento de la po-
tencialidad de la Coordinadora que no solo organizó medidas de lucha y
acción directa, sino también importantes encuentros de debate y reflexión
y se pronunció públicamente frente a los hechos políticos más importan-
tes, tanto regionales como nacionales, y hasta internacionales.
Al interior de la Coordinadora se fueron desarrollando múltiples dis-
cusiones sobre el contenido, el método y la estrategia. Se fueron delinean-
do centralmente dos posiciones: una, veía a la Coordinadora solo como
un polo para coordinar las luchas sindicales reivindicativas, que debía ac-
tuar con el método exclusivo del consenso (acuerdo de corrientes) y otra, la
nuestra, la consideraba como un organismo de vanguardia combativo para
la lucha política contra la burocracia, las patronales y el gobierno, que te-
nía que avanzar en el método de la democracia obrera, tomando en cuenta
la representatividad de cada organización, con mandatos de asambleas que
fomentaran el debate en la base, y con libertad de tendencias en su interior.

43 Esta medida de fuerza fue anunciada por Hugo Moyano durante la presidencia de Duhalde
para el 14 de mayo de 2002. Se suspendió por las malas condiciones climáticas del país y nunca se hizo.
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 139

Sin embargo, a pesar de estas diferencias, seguimos adelante en la coordi-


nación. Aun con estos límites, la Coordinadora fue una gran herramienta.

Plenario Abierto de la Coordinadora del Alto Valle


en Zanon bajo control obrero

El sábado 10 de agosto de 2002 se desarrolló un nuevo plenario abier-


to de la Coordinadora del Alto Valle en el interior de la fábrica, toda deco-
rada con las banderas de las organizaciones presentes.
Era impresionante estar adentro de la planta ocupada por los trabaja-
dores sesionando en una gran asamblea junto a organizaciones combativas
solidarias. La prensa local publicó que hubo sesenta y cuatro organizacio-
nes y unos mil asistentes. La jornada consistió en un plenario regional de la
Coordinadora y en un acto nacional de apoyo a los obreros de Zanon que,
una vez más, éramos amenazados por el desalojo.
Los ceramistas y el MTD llevamos dos propuestas fundamentales. Una,
exigir a la CTA la convocatoria a una asamblea provincial (o regional) de tra-
bajadores con mandato para decidir un plan de lucha con un pliego de re-
clamos unificado, que fue marca de origen de la Coordinadora. La otra,
conformar una Mesa Nacional de todas las organizaciones que no estaban
en una tregua con el gobierno y la burocracia –piqueteros, fábricas ocupa-
das, asambleas barriales o centros de estudiantes combativos–, para con-
vocar juntas a una nueva Asamblea Nacional de Trabajadores ocupados y
desocupados. Era el momento de organizar las fuerzas de la vanguardia de
la clase obrera y el pueblo, en medio del descrédito de las instituciones y
de los representantes políticos. Recién en mayo del año siguiente asumiría
la presidencia Néstor Kirchner y comenzaría lo que denominamos el “pro-
ceso restaurador del régimen político”.
Desde el PTS insistíamos que la única manera de imponer la consigna
“que se vayan todos” que las masas reclamaban en las calles era con la partici-
pación activa y con los métodos de la clase obrera. Este era el norte que señalá-
bamos en un momento donde la clase obrera venía golpeada y desorganizada,
y la izquierda, aunque había adquirido cierta visibilidad dentro del movimien-
to piquetero, tenía poco peso político. Sosteníamos que era clave favorecer la
entrada de los trabajadores ocupados que habían estado ausentes en las “jor-
nadas revolucionarias”, por la traición de la burocracia sindical, garante de la
estabilidad burguesa y la continuidad del régimen. Lamentablemente en la iz-
quierda no había acuerdo para desarrollar la unidad de trabajadores ocupa-
dos y desocupados y dirigirnos a las clases medias asamblearias. No acordaban
con nuestro planteo de impulsar un movimiento único de desocupados con
libertad de tendencias a su interior, en vez de “colaterales” de cada partido
140 RAÚL GODOY

u organización que mantenían la atomización de los propios desocupados.


Tampoco con el de pelear dentro de los sindicatos y comisiones internas para
que estos tengan una política activa que incluyera la organización de los traba-
jadores desocupados en su interior.
Los debates en la izquierda fueron intensos, incluso acalorados en algunos
casos, pero francos y abiertos, siendo un ejemplo de democracia obrera que
contrastaba con los plenarios o reuniones donde se acordaba y regimentaba
de antemano entre las tendencias y se anulaba el debate real.
En la Comisión de trabajo y fábricas ocupadas de ese plenario, habla-
ron y participaron compañeros de otras regiones, particularmente, las empre-
sas ocupadas o en conflicto, como los mineros de Río Turbio, los obreros de
Grissinópoli, Brukman, La Baskonia, Chilavert, Fricader, Clínica Junín y, ob-
vio, los obreros de Zanon. Votamos llevar todas las resoluciones y conclusio-
nes a los trabajadores de la región y sacar un folleto masivo con ese objetivo.
A la semana siguiente se preparaban paros y cortes de estatales y docentes, y la
Coordinadora propuso hacer un llamado a los sindicatos a unir los reclamos
y las medidas y exigir que tuvieran continuidad en un plan de lucha común.
Al finalizar el Plenario se hizo un acto de apoyo a la lucha de Zanon
y contra las amenazas de desalojo en la puerta de la fábrica. Allí estaban
delegaciones de Barrios de Pie, Patria Libre y del Polo Obrero, que parti-
ciparon del acto pero no del Encuentro. Contó con más de veinte orado-
res, dado el gran número de organizaciones y delegaciones presentes. Fue
una gran demostración del apoyo logrado por los ceramistas y seguramen-
te incidió en la decisión del juez Bassi, que pocos días después desechó el
pedido de desalojo, solicitado por el juez del concurso Páez Castañeda.

LOS ENCUENTROS DE FÁBRICAS OCUPADAS

Primer Encuentro en defensa de las fábricas recuperadas

Zanon fue parte del fenómeno de fábricas recuperadas por sus tra-
bajadores. En este proceso, forjamos una relación muy estrecha con las
combativas obreras de Brukman, del barrio de Once en Buenos Aires.
Esa hermandad conquistada nos llevó a proponernos organizar un nue-
vo Encuentro, esta vez en defensa de las fábricas ocupadas. Decidimos
hacerlo en las puertas de la textil, el 13 de abril de 2002, ante la amena-
za de desalojo.
Hicimos un llamado amplio, invitábamos al encuentro en Brukman
a todas las organizaciones obreras (sindicatos, movimientos de desocupa-
dos, comisiones internas, delegados y activistas) que no avalaran la tregua
de los dirigentes sindicales que nos dejaban solos frente a las patronales,
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 141

que nos querían dejar sin trabajo frente al gobierno nacional y a los gobier-
nos provinciales que nos ahorcaban con la desocupación, la devaluación de
nuestros salarios y todos los planes que ordenaba el FMI. Invitábamos espe-
cialmente a los trabajadores que frente a los cierres de sus empresas, habían
tomado en sus manos la defensa de la fuente de trabajo.
Casi mil compañeros y compañeras se dieron cita en la calle. La mesa
fue presidida por las trabajadoras de la textil, los ceramistas, los periodistas
de El Gráfico, los trabajadores de la UOCRA de Jujuy y las trabajadoras del
vestido de la fábrica uruguaya Dymac. La compañera Teresa Rodríguez fue
nombrada presidenta honoraria del encuentro, a cinco años de su muer-
te a manos de la policía en los levantamientos populares de Cutral Co.
Tuvimos el honor de contar con el apoyo de destacados intelectuales y lo
hicimos público en un comunicado del sindicato: “Osvaldo Bayer emocio-
nó a los presentes agradeciendo la acción de Zanon y Brukman. Más tarde
llegaría el sociólogo estadounidense James Petras...”.
En este encuentro lanzamos el periódico obrero Nuestra Lucha.

Segundo Encuentro de Fábricas Ocupadas

Queríamos extender el sólido lazo que ya nos había unido con las obre-
ras de Brukman a otras fábricas. Así fue que les llevamos la propuesta de
lanzar un nuevo encuentro que, finalmente, por la numerosa participación
de empresas recuperadas por sus trabajadores y el programa que acorda-
mos, resultó un verdadero hito.
Teníamos la necesidad de juntarnos con los trabajadores de otras fá-
bricas que estaban ocupadas, muchas de las cuales habían decidido trans-
formarse en cooperativas. Varias de estas fábricas estaban influidas por el
MNER, cuyos dirigentes eran Luis Caro y Eduardo Murúa. Las compañe-
ras y compañeros de Clínica Junín de Córdoba decidieron ser parte de la
convocatoria junto a Zanon y Brukman. De este modo, las tres fábricas
que luchábamos por la estatización bajo control obrero estábamos unidas.
A su vez, a la reunión de preparación asistieron dirigentes de la cooperati-
va de trabajadores de El Aguante –ex Panificación 5–, de la metalúrgica La
Baskonia, de la Imprenta Chilavert y otras. El criterio que acordamos para
participar era sencillo, todas las empresas ocupadas o en lucha tenían un
lugar. Pero llamábamos también a los sindicatos combativos, a las organiza-
ciones piqueteras y a las asambleas barriales para organizarlo juntos.
El Encuentro se realizó finalmente el 7 de septiembre de 2002 en la fá-
brica Brukman. Los representantes de empresas bajo gestión obrera tra-
jeron, en su gran mayoría, mandato de asamblea. Se hicieron presentes
Zanon, Brukman, Clínica Junín de Córdoba, los mineros de Río Turbio,
142 RAÚL GODOY

Renacer de Ushuaia, Hipermercado Tigre y Cristalería Cuyo de Rosario,


cerámicas Stefani y Del Valle de Neuquén, imprenta Chilavert y cooperati-
vas como el Frigorífico J.J. Gómez de Río Negro, El Aguante, Flexicoop de
Córdoba, además de la fábrica tomada Flash, Cooperativa General Pehuel,
miembros de La Baskonia y Ghelco, entre otras. Se plasmó la unión entre
dos formas de gestión, las empresas “bajo control obrero” y las que habían
decidido transformarse en cooperativas, aunque lamentablemente esta uni-
dad no pudo ser más profunda ya que Luis Caro decidió convocar para ese
mismo día a un encuentro del MNER en La Baskonia.
Los trabajadores fuimos los protagonistas, dirigimos el Encuentro y las
comisiones, opinamos y debatimos ampliamente las resoluciones, junto a
compañeros desocupados, asambleístas, estudiantes y trabajadores de otros
gremios. Por el contrario, en el Encuentro que organizó Caro, la voz cantante
la tuvieron los funcionarios.
Más de cuarenta asambleas populares mostraron la creciente solidari-
dad con esta histórica experiencia de las fábricas bajo gestión obrera, ejem-
plo nacional con repercusión internacional.
Agustín Vanella, presidente de la FUBA, trajo el apoyo solidario de
esa organización. También apoyaron organismos de DD.HH. y, por su-
puesto, compañeros y abogados del CeProDH que asesoraban legalmente
a Brukman, a Zanon y a otros luchadores. Se recibieron saludos especiales
del intelectual norteamericano James Petras y de la Asociación Madres de
Plaza de Mayo encabezada por Hebe de Bonafini.

Tercer Encuentro de Fábricas Ocupadas y Trabajadores


en Lucha en Rosario

El 15 de marzo de 2003 más de mil compañeros fuimos protago-


nistas del Tercer Encuentro de Fábricas Ocupadas y Trabajadores en
Lucha, en el ex Supermercado Tigre en la ciudad de Rosario, uno de los
centros urbanos más importantes del país y muy duramente golpeado
por la desocupación. El núcleo convocante fuimos Zanon, Brukman y
el ex supermercado Tigre, con el apoyo de las Madres de Plaza de Mayo.
Se transformó en un importante polo de atracción: cerca de doscientas
organizaciones concurrieron al Encuentro, incluyendo al Sindicato de
Empleados de Comercio de Rosario, que participó con sus principales
dirigentes y varios delegados.
Contradictoriamente, la situación del país había cambiado en rela-
ción a los encuentros anteriores, donde todavía se mantenían frescas las
jornadas del 19 y 20 de diciembre. En este encuentro lo que primaba
era el plan de recomposición de la autoridad del gobierno mediante las
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 143

elecciones anticipadas del 27 de abril que había convocado el gobierno


de Eduardo Duhalde luego de los asesinatos de Kosteki y Santillán para
descomprimir el proceso abierto en nuestro país.
Un paso esencial fue que, por primera vez, se resolvió impulsar coordi-
nadoras regionales de ocupados y desocupados. Era una manera de romper
los corralitos que imponían las organizaciones piqueteras, que promovían
encuentros por separado. Definimos que la lucha era por trabajo genuino y
lanzamos una campaña por un plan de obras públicas controlado por los tra-
bajadores y por aumento de salarios al nivel de la inflación. Discutimos la im-
portancia de disputar con la burocracia dentro de los sindicatos. Nos parecía
fundamental, por un lado, definir un programa de unidad entre ocupados
y desocupados, y por el otro, tener una política hacia los grandes sindicatos.
Desde Zanon y Brukman pusimos siempre el centro en la administra-
ción obrera directa, mientras exigíamos la estatización sin pago, y desde esa
posición dialogábamos con los compañeros que elegían la alternativa de
cooperativas. En Rosario un compañero de Cooperativa El Aguante dijo:
“me dirijo a los compañeros de las cooperativas y el mensaje es que decidan
ustedes, los trabajadores, resuelvan todo en asamblea, no se dejen manejar
por nadie desde arriba, a través de abogados que hoy están en las listas de
Rodríguez Saá”, refiriéndose al Dr. Caro. Por nuestra parte definimos que,
más allá de las modalidades que asumiera cada fábrica recuperada, debía-
mos defender incondicionalmente a cada una de cualquier ataque de las
patronales, de la burocracia y del Estado.
Creo que esa posición y la presencia de varias cooperativas en el
Encuentro mostraron también una maduración, una experiencia, si bien
no acabada, con la práctica de los dirigentes y abogados del MNER ligados
al gobierno y a los políticos patronales. Esto quedó plasmado en las resolu-
ciones mediante una campaña nacional por la expropiación definitiva y sin
pago a las patronales de todas las empresas ocupadas, para que sean pues-
tas bajo administración obrera directa.
Otra resolución importante fue el relanzamiento de Nuestra Lucha
como periódico obrero nacional. Parecía que se iban sentando las bases
para construir una nueva corriente clasista y antiburocrática y que Nuestra
Lucha, lanzado de manera amplia, podía despertar el entusiasmo de mi-
les de trabajadores. Lamentablemente este camino de unidad que empe-
zábamos a recorrer se interrumpiría luego por las ilusiones que abrió el
gobierno de Néstor Kirchner en los sectores combativos, incluyendo el im-
portante apoyo al gobierno de parte de Hebe de Bonafini, presidenta de la
Asociación Madres de Plaza de Mayo.
Tendía a cerrarse un proceso abierto, más radicalizado, de ocupación
de fábricas, asambleas populares y cortes de ruta masivos. Por otra parte,
en el movimiento obrero comenzaba a abrirse una nueva etapa a partir de
la reactivación relativa en la industria, a partir de la devaluación que hizo
144 RAÚL GODOY

Duhalde. Surgieron nuevos procesos de lucha y de organización sindical,


que se conoció como “sindicalismo de base”, que se organizaba por fue-
ra de las conducciones burocráticas de los sindicatos. Desde Zanon y el
SOECN también tuvimos una política muy activa para confluir con estos
nuevos sectores combativos de los trabajadores.

Abril de 2005: Encuentro de organizaciones combativas

El 2 de abril de 2005 en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA nos


dimos cita los sectores más significativos que veníamos protagonizando im-
portantes luchas y procesos de reorganización contra la burocracia sindi-
cal: los obreros de Zanon y el Sindicato Ceramista de Neuquén (SOECN),
los compañeros del Cuerpo de Delegados del Subterráneo –que tomaron
la iniciativa de convocar a ese Encuentro en plena huelga de Metrovías–,
los trabajadores aeronáuticos y delegados de LAFSA, que en ese momento
enfrentaban el plan privatizador del gobierno y los docentes de Salta que
luchaban por el salario y habían sufrido una brutal represión por parte del
entonces gobernador peronista Romero.
Desde el comienzo tuvimos discusiones entre los mismos compañe-
ros convocantes, ya que impusieron un método restrictivo de participa-
ción con cupos para cada organización sin ningún criterio objetivo. Desde
el Sindicato Ceramista y el PTS, que fue la única organización partida-
ria que lo rechazó, nos opusimos. Lamentablemente, la mayoría de las
organizaciones, como la mayor parte de los delegados del Subte, encabe-
zados por “Beto” Pianelli, intentaban ponerle límites a los avances en la
coordinación.
A pesar de esta división, se lograron importantes resoluciones.
Además de votar acciones de apoyo a varias luchas en curso y un acto en
la Casa de Salta en Buenos Aires en repudio a la represión a los docen-
tes, se resolvió realizar un acto unitario para el 1° de Mayo, delimitándose
del gobierno de Kirchner; impulsar listas antiburocráticas unitarias en to-
dos los gremios, basadas en plenarios de delegados y activistas; conformar
con todos los convocantes una Comisión de Enlace, abierta a la incorpo-
ración de más organizaciones, para coordinar medidas de lucha y organi-
zar un nuevo Encuentro. Esto último no llegó a concretarse.
Desde Zanon y el SOECN participamos con una numerosa delega-
ción con mandato de asamblea. Llevamos la moción de que, en pos de
una coordinación efectiva y para darle continuidad al Encuentro, se cons-
tituyera una Mesa de Enlace y un llamado a un próximo Encuentro que
fuera abierto a todos los trabajadores y donde se privilegiara el manda-
to de la base, sea por medio de asambleas o con mociones avaladas por
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 145

firmas de los trabajadores. Y por último, llevamos la propuesta de impul-


sar un periódico obrero nacional que pudiera llegar por decenas de miles
a cientos de empresas y lugares de trabajo en todo el país, para trasmi-
tir nuestras experiencias de organización y lucha, apoyar activamente los
conflictos y difundir las ideas de independencia de clase y autoorganiza-
ción contra la patronal, la burocracia sindical y el gobierno. Un periódi-
co como el que proponíamos hubiese sido una gran herramienta unitaria
para difundir las experiencias de los sectores combativos a millones de
trabajadores en todo el país, pero esto no se aceptó.
El PO y el MST, aún con diferencias entre sí, tuvieron en común su in-
sistencia en plantear en las comisiones que la coordinación debía limitarse
a acciones puntuales de solidaridad obrera.

Una pelea constante de los ceramistas:


la unidad con los movimientos de desocupados

Para los obreros ceramistas, la unidad de las filas obreras entre ocupa-
dos y desocupados se convirtió en una de nuestras principales banderas
de lucha. En Neuquén nos hermanamos en primer lugar con los traba-
jadores desocupados del MTD. Los compañeros del Barrio San Lorenzo
se venían organizando y haciendo manifestaciones callejeras, también ha-
bían participado de la primera asamblea piquetera en La Matanza, junto
a una delegación de la CTA. El 4 de octubre de 2001, se habían confor-
mado como MTD, planteando la independencia de las centrales sindica-
les. Varias veces nos habíamos encontrado en las calles, haciendo cortes
por el centro de Neuquén. En uno de ellos, terminamos en un acto con-
junto en el monumento a San Martín, que fue el inicio concreto de la
unidad entre nuestras dos organizaciones. Juntos planificamos un cor-
te de puente para el día 14 de noviembre de 2001. Todavía había rece-
los en compañeros de base de las dos organizaciones, que no entendían a
fondo el porqué de esta unidad. Ese día, al finalizar la jornada de protes-
ta y cuando desconcentrábamos, un colectivo con compañeros del MTD
fue detenido por la policía y llevado a la Comisaría 2da con la excusa de
que habían roto el auto de un comisario. Los ceramistas que aún quedá-
bamos en el puente fuimos enseguida a la comisaría y convocamos desde
allí a otras organizaciones para lograr su inmediata liberación. Mientras
entrábamos en la comisaría con los bombos, comenzamos a escuchar que
desde adentro de la celda los compañeros cantaban “unidad de los traba-
jadores y al que no le gusta se jode, se jode”. Fue un momento cargado
de tensión, pero a la vez despertaba en el conjunto de los compañeros un
fuerte lazo de hermandad. A las 2 de la mañana de esa jornada liberaron
146 RAÚL GODOY

a todos los compañeros. Un compañero desocupado dijo: “es la primera


vez que una organización de trabajadores viene a sacarnos de la cárcel”.
Este episodio nos llevó a una profunda reflexión en las dos organiza-
ciones. El golpe del gobierno provincial había sido muy certero y muy bien
pensado. Para los obreros de Zanon el mensaje era “no se junten con esta
gente porque les va a pasar lo mismo”, “ustedes son otra cosa”. Y para los
compañeros desocupados el mensaje era “ellos tienen otros intereses, a lo
sumo van a volver a trabajar y ustedes van a seguir siendo desocupados y van
a terminar siendo usados”. Fue una política consciente del gobierno de divi-
dir desde el inicio a estas dos organizaciones, que con su alianza combativa,
darían mucho que hablar. La respuesta tanto de los trabajadores de Zanon
como del MTD, después de largas asambleas, fue un nuevo corte de puente
al día siguiente. Así comenzó a forjarse la confianza mutua entre nuestras
organizaciones y fue el inicio de una hermandad de clase que fue un ejem-
plo a nivel regional y también nacional.
Nosotros, en Zanon, desde que recuperamos la Comisión Interna tu-
vimos duras discusiones con los compañeros dentro de la fábrica sobre los
piquetes y las distintas acciones de los movimientos de desocupados. Costó
hacer entender en primer lugar que somos parte de una misma clase ato-
mizada, que es un crimen que los sindicatos no defiendan los intereses de
los desocupados. Porque tanto la patronal como la burocracia sindical divi-
den a nuestra clase y, en el caso de las patronales, usan a los desocupados
como presión hacia los trabajadores ocupados para amenazarlos con des-
pedirlos o bajar las condiciones de trabajo porque son miles quienes pue-
den ocupar su lugar en la producción. Estas jornadas de defensa mutua en
las que peleamos codo a codo fueron saldando muchas de esas discusiones.
El 24 de julio de 2001 los movimientos piqueteros nacionales convoca-
ban a la Primera Asamblea en La Matanza, provincia de Buenos Aires. En
medio de múltiples actividades, los ceramistas cortamos el puente carrete-
ro que une Neuquén con Río Negro en el contraturno (todavía estaba la
patronal), como parte del plan de lucha votado en esa primera Asamblea
Piquetera de La Matanza. Estuvieron los desocupados del MTD del Barrio
San Lorenzo, y los docentes universitarios que estaban de paro por tiempo
indeterminado contra el recorte salarial. El gremio de los docentes, ATEN,
llamó a una jornada de lucha.
Para los ceramistas fue muy importante sumarnos al plan de lucha
que habían votado las organizaciones de desocupados. Pero a la vez que
luchábamos juntos, aspirábamos a sumarnos como sindicato combativo
a una organización común para lograr la unidad efectiva de trabajado-
res ocupados y desocupados, basada en la democracia directa. Con esta
propuesta fuimos a la Segunda Asamblea Nacional, convocada en sep-
tiembre de 2001. Allí llevamos las conclusiones del Encuentro del 4 de
agosto que habíamos realizado en Neuquén, lo que nos permitió llegar
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 147

con propuestas de programa y acciones concretas, organizados como un


polo combativo. Fuimos la única organización de trabajadores ocupados
que pudo hablar en la Asamblea –a pesar de la negativa de todas las di-
recciones de los movimientos convocantes–, por el reconocimiento hacia
nuestra lucha y la pelea que dio un sector importante de la base piquete-
ra para que habláramos.
Aunque las resoluciones adoptadas eran progresivas porque apunta-
ban a la unidad de ocupados y desocupados y planteaban la convocato-
ria a una nueva asamblea constituida en base a un delegado cada veinte
con mandato, finalmente la dirección de la CTA y la CCC (orientada
por el PCR) abortaron esta experiencia y se subordinaron a los Consejos
Consultivos que impulsaba el gobierno peronista de Eduardo Duhalde en
la Provincia de Buenos Aires. Entonces, retomar y volver a desarrollar ese
camino inicial y esa pelea fue lo que nos propusimos junto a los compañe-
ros del MTD, con quienes habíamos participado en ese evento.
Comenzó una importante diferenciación entre un movimiento pique-
tero más “dialoguista” y otro que se mantuvo políticamente independiente
del gobierno. La pelea de Zanon junto al MTD, incluso contra la mayoría
de las corrientes de izquierda, en todo momento fue por poner en pie un
movimiento único de trabajadores desocupados, con libertad de tenden-
cias, que estableciera como política permanente la unidad con los trabaja-
dores ocupados y la exigencia a las centrales sindicales. Que la unidad no
fuera solo un acuerdo de cúpulas sino con participación y decisión de las
bases, y evitar así también el uso clientelar de los planes. Además, plantea-
mos la pelea por trabajo genuino, aceptando los planes sociales como un
paliativo pero no como un fin en sí mismo. Por eso, exigíamos al gobierno
un plan de obras públicas para generar trabajo, controlado por los propios
trabajadores. Coherentes con esta política fue que los primeros puestos
de trabajo que creamos en la gestión obrera de Zanon fueron para los mo-
vimientos de desocupados combativos, como un pequeño y a la vez gran
ejemplo de lo que queríamos decir.

La política hacia las centrales sindicales nacionales


y la CTA provincial

El panorama para los trabajadores era difícil y complejo. La clase obre-


ra estaba dividida y atomizada, producto de los golpes económicos y los
ataques de las patronales, del gobierno y de la propia burocracia sindi-
cal. Desde el PTS sosteníamos una política concreta para esta situación:
la necesidad de la unidad de las filas obreras. Esto en sus inicios dentro
de Zanon significaba superar las divisiones –impuestas por la patronal y la
148 RAÚL GODOY

burocracia– entre efectivos, contratados, jornalizados, mensualizados, etc.


Y tenía continuidad en la nueva situación, planteando la unidad del con-
junto del movimiento obrero: ocupados, desocupados, precarizados, sin-
dicalizados o no. Producto de su propia experiencia los compañeros en
Zanon tomaron en sus manos esta política, no sin muchas discusiones pre-
vias porque no era una cuestión sencilla. Al principio, algunos compañeros
veían trabajadores desocupados en la fábrica y les causaban rechazo, los mi-
raban con desconfianza, decían “no tenemos nada que ver”. También seña-
lábamos la necesidad de la unidad con trabajadores de otros gremios –en
el caso de Neuquén con los estatales de ATE-CTA y docentes de ATEN–,
con una orientación clara de frente único con los sindicatos en lucha: “gol-
pear juntos, marchar separados”.
La burocracia sindical fue la responsable de las derrotas que sufrimos
en los 90 y de la división de nuestras filas como agentes de la patronal, im-
pidiendo una lucha unificada y generalizada para enfrentar el flagelo de la
desocupación. Lo que estaba planteado en ese momento era imponer la de-
manda del reparto de las horas de trabajo entre ocupados y desocupados sin
rebaja salarial, para que la crisis la paguen quienes la generaron: los capitalis-
tas. La burocracia no solo fue cómplice de esta situación, sino que fortaleció
en la clase obrera la conciencia de aceptar esta división. La dirección buro-
crática de los sindicatos no afilia a los contratados y menos aún a los desocu-
pados, ni levanta las demandas del conjunto de la clase obrera. “Educa” en
la resignación y en el corporativismo, en la fragmentación de nuestras filas.
Los ceramistas pertenecemos a un gremio de la CGT orientada en ese
momento por Hugo Moyano. De esta conducción no recibimos ni un pa-
quete de arroz cuando estuvimos en lucha, solo ataques, cuestionamientos y
zancadillas y una política pro patronal desde el comienzo. Nosotros respon-
díamos en soledad, con la unidad de las filas obreras, porque también nos
enfrentábamos, en este punto, con las direcciones de los movimientos pique-
teros –incluso las orientadas por la izquierda– que sostenían una posición
corporativa y sectaria para mantener cada uno su propio “movimiento”.
En Neuquén la CTA es una central que siempre tuvo un peso sindi-
cal y político-social muy importante. Durante muchos años fue la única
oposición política al gobierno del MPN, ya que los partidos patronales, in-
cluyendo la centroizquierda, resultaban impotentes ante la hegemonía del
gobierno provincial. Tanto ATE como ATEN con su estructura sindical es-
tán en cada rincón de la provincia de Neuquén y constituyen una referen-
cia opositora y de lucha para amplios sectores de la población.
En esos años encabezó muchos procesos de lucha, de los que empe-
zamos a participar como flamante Comisión Interna. Cuando comenzó
nuestro primer conflicto importante con “la huelga de los 9 días” y la lu-
cha de Zanon empezó a tener visibilidad, los dirigentes de la CTA empeza-
ron a participar de los actos y de las movilizaciones.
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 149

En una de las primeras reuniones que tuvimos con los dirigentes, nos
plantearon que nos afiliáramos a la CTA. Nosotros en ese tiempo trabajá-
bamos con una máquina de escribir –una Olivetti vieja a la que se le salían
las teclas y sin cinta–. Incluso los comunicados de prensa que hacíamos no
los difundía ningún medio, solamente Radio Comunidad –una pequeña
FM– y Radio Universidad-Calf que nos abría las puertas en algunos de sus
programas. Así arrancamos, en condiciones bastante precarias, mientras
peleábamos contra una patronal durísima, contra el ministerio y el gobier-
no. En ese momento la CTA nos ofrecía todo su aparato. Pero nosotros le
dijimos que queríamos dar la pelea por nuestro sindicato, que no servía de
nada tener la afiliación individual de los delegados mientras quedaban cua-
tro fábricas sin su representación ante cada una de las patronales.
En uno de los viajes que hicimos a Buenos Aires, en el marco del pre-
ventivo de crisis y la amenaza de más de ciento veinte despidos, intentamos
ver a Hugo Moyano pero no pudimos llegar porque nos pararon los ma-
tones armados. En ese mismo viaje fuimos a ver al secretario general de la
CTA, Víctor De Gennaro. Fue un hecho importante para nosotros ya que
expresó la solidaridad, tanto de la CTA Nacional como la de Neuquén. En
esa reunión también se volvió a plantear que los delegados ingresáramos a
la CTA. Nosotros le respondimos nuevamente que no, que queríamos re-
cuperar nuestro sindicato. Le aclaramos que apostábamos a la unidad con
todo, pero también íbamos a mantener nuestra independencia, para que el
peso de las decisiones siga estando en las asambleas.
La relación y la política hacia la CTA fue un tema de gran debate en
la fábrica con muchos compañeros de base que decían que los estatales no
tienen nada que ver con los privados. Fueron peleas durísimas las que tu-
vimos que dar, primero bastante en soledad, yendo casi a título personal,
después éramos grupos más numerosos. Participamos en las asambleas pro-
vinciales que hacía la CTA en ese momento, donde se juntaban centenares
y a veces llegaban a ser más de mil trabajadores. Íbamos con nuestro plan-
teo y nuestras críticas, dejando en claro nuestra independencia política,
pero a la vez haciendo frente único con ellos, con la base de sus sindicatos,
contra los ataques del gobierno y sus planes económicos.
También tuvimos muchas discusiones con los sectores combativos de
docentes y con la izquierda que muchas veces sostenían una política “infan-
til” y negaban el frente único que nosotros proponíamos para reforzar una
alianza defensiva contra los ataques del capital, sin mezclar las banderas.
Para nosotros el frente único fue muy valioso, porque logramos, por ejem-
plo, paros provinciales por las demandas conjuntas y la defensa del control
obrero de Zanon, contra los intentos de desalojo de la fábrica.
Para el 1º de Mayo de 2001, en plena huelga, tuvimos una controversia
con la CTA, y algunas corrientes de izquierda, sobre qué acto realizar. Los
ceramistas, en medio de una huelga durísima, llamábamos a concentrarnos
150 RAÚL GODOY

en la puerta de la fábrica y la CTA, frente a la Legislatura. Nosotros plantea-


mos que estábamos en medio de un conflicto duro, que llevábamos veinte
días en la puerta de la fábrica en las carpas, entonces, ese era el lugar don-
de se debía hacer un acto de lucha. Así lo reafirmó una reunión de la mesa
de coordinación en la que estaban los ceramistas, ATEN Centenario, la
Biblioteca Fonseca, la Corriente Clasista y Combativa, ADUNC. Ese fin
de semana mientras estábamos en las carpas llegó el secretario general de
la CTA Neuquén, Julio Fuentes, con alimentos para el fondo de huelga y
nos planteó la necesidad de unificar los actos. Acordamos ir primero a la
Legislatura y luego trasladarnos todos a Zanon. Hicimos un acto enorme
en la puerta de la fábrica, uno de los más grandes, donde se expresaron to-
das las tendencias y las agrupaciones y fue una de las primeras veces donde
hubo un fuerte componente de trabajadores desocupados. Ese 1° de Mayo
de 2001 en la puerta de la fábrica constituyó un hito muy importante.
El 13 de diciembre de 2001, como parte del paro nacional convocado por
las centrales sindicales nacionales, la CTA neuquina llamó a una movilización
de estatales. Habían resuelto hacer piquetes y apenas empezaron a distribuirse
por todo el centro de Neuquén, comenzó otra represión brutal y terminamos
todos atrincherados en el hospital Castro Rendón. Fue una batalla que duró
varias horas que en Neuquén lo bautizaron “el jueves negro”. Los ceramistas
participamos de esa movilización y sufrimos la represión. Se fue dando una
importante unidad por la base de compañeros del hospital, de compañeros es-
tatales y docentes cada vez más profunda, y quedó claro que la lucha para no-
sotros no pasaba solo por Zanon.
Ese paro general fue un anticipo porque unos días después, el 19 y 20
de diciembre, se desarrollarían, fundamentalmente en Buenos Aires, las
“jornadas revolucionarias” que derrocaron al gobierno de De la Rúa.
Al poco tiempo, en febrero de 2002 bajo el gobierno de Jorge Sobisch,
detuvieron por acumulación de causas penales a varios dirigentes de la
CTA, incluyendo al secretario general, Julio Fuentes, y a otros tantos con
pedido de captura y desarticularon la conducción provincial de la CTA.
Este hecho fue la coronación de una política sistemática del gobierno de
perseguir, estigmatizar y desprestigiar a los sindicatos en general, y a la
CTA en particular. Esta política fue la que también intentaron contra
Zanon y el Sindicato Ceramista, pero que no pudo prosperar, producto
de nuestro diálogo permanente con la comunidad. La conducción de la
CTA no tuvo ese diálogo, y esa actitud terminó aislándola a la hora de
buscar defenderse.
Discutimos una vez más en la asamblea de la fábrica que, por una cues-
tión de principios y de clase, ante el ataque del Estado a una organización
sindical y a sus dirigentes, había que ponerse en la primera línea de la de-
fensa. Fue un debate difícil porque había mucha negativa y resistencia de
los obreros a defender a Julio Fuentes y a los dirigentes de la CTA, algunos
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 151

por su práctica burocrática, pero también otros porque calaba el discurso


del gobierno de estigmatizarlos como violentos.
Cuando hubo que ponerse a la cabeza de pelear por defender a esos di-
rigentes, a pesar de nuestras diferencias, los sectores opositores y la izquier-
da estuvimos en la primera línea. Desde allí denunciamos la pasividad de
toda la CTA nacional en la defensa de sus propios presos, exigiéndoles un
paro y movilización nacional. Finalmente viajaron a Neuquén algunos di-
rigentes nacionales, se hizo una movilización importante y un acto del que
participaron Marta Maffei y Víctor De Gennaro. Fui el último orador y
planteé que la única forma que teníamos para liberar a los compañeros pre-
sos, la única forma de defenderlos realmente no era con discursos, sino con
un paro general de la CTA y la exigencia al resto de los sindicatos, porque
se trataba de un ataque a una organización sindical. Aunque a los dirigen-
tes no les gustó, el planteo fue muy aplaudido por la propia base de la CTA
y por las organizaciones presentes.
En Zanon, fue una pelea que los compañeros entendieran que frente
al Estado burgués defendemos las organizaciones de los trabajadores e in-
cluso a sus dirigentes, aunque sean burocráticos. No permitimos ninguna
injerencia del Estado en nuestras organizaciones. Solo los trabajadores po-
demos arreglar cuentas al interior de nuestros sindicatos. Siempre fuimos
críticos y siempre denunciamos a las conducciones, pero a la vez, tuvimos
una política de unidad en la acción y de unificarnos con la base, exigiéndo-
les medidas concretas, desarrollando asambleas conjuntas.
Después de esa situación, se logró la libertad de los dirigentes de la
CTA, pero entraron en una tregua con el gobierno durante meses. Nosotros
tuvimos que seguir la lucha por distintas vías, denunciando la tregua y lla-
mando a romperla. Teníamos que defender la ocupación y avanzar en los
primeros pasos de la gestión obrera, permanentemente hostigada por la pa-
tronal, el gobierno y su justicia. Esta pasividad de la CTA también llevó a
que Zanon y el Sindicato Ceramista se transformaran en punto de referen-
cia y apoyo para cualquier sector en lucha.
Como corriente siempre le damos mucha importancia a la política de
frente único. No pensamos en “sindicatos rojos” aislados de la mayoría de
las organizaciones sindicales, que a su vez aíslen a la vanguardia de la ma-
yoría de los trabajadores.
Sabemos distinguir, y nunca pusimos un signo igual entre la base obre-
ra que integra los sindicatos y la dirección burocrática. Con nuestra polí-
tica buscamos unirnos a la base trabajadora, pelear en común y ayudar a
acelerar la experiencia con su dirección. Nuestro método para desenmasca-
rar y superar a la burocracia combina la exigencia y la denuncia, la unidad
de acción y el enfrentamiento.
152 RAÚL GODOY

Una política para la hegemonía obrera

Nuestro proceso tuvo la particularidad de que, lejos de encerrarnos en


una política corporativa y concentrarnos en defender solo nuestros dere-
chos, tomamos en nuestras manos las demandas de otros sectores oprimi-
dos de la comunidad, buscando la coordinación y el frente único. Nuestras
banderas incluían la unidad de las filas obreras entre ocupados y desocupa-
dos, unidad obrero-estudiantil y el Pacto Obrero Universitario (ver Capítulo
1), la alianza con el pueblo mapuche, la defensa de todos los sectores opri-
midos de la sociedad y el frente único con las organizaciones sindicales y los
movimientos de desocupados.
Para nosotros es fundamental que cada lucha obrera supere su carácter
corporativo, no solo ganando el apoyo necesario para triunfar en su recla-
mo particular sino para que los trabajadores, o al menos un sector de van-
guardia, se reconozcan como una clase capaz de levantar las demandas del
conjunto de los sectores oprimidos de la sociedad, señalando cuáles son los
aliados para la lucha y cuáles los enemigos comunes a enfrentar. Como de-
cía Lenin, ser verdaderos “tribunos del pueblo”, es decir, obreros que reco-
nocen que en la sociedad hay otras clases y sectores oprimidos, aliados sin
los cuales no se puede proponer una salida anticapitalista o resistir una ex-
periencia como la nuestra.
Nuestra experiencia de lucha puso en primer plano la necesidad de
fortalecer nuestra defensa ante los ataques de la patronal, de la burocracia
y del gobierno a través de sus instituciones. Para eso fue clave desarrollar
una política hegemónica, tendiente a conformar una alianza con los secto-
res populares. Zanon demostró en pequeña escala la potencialidad que tie-
ne la clase trabajadora si persigue ese objetivo para atraer en torno suyo a
otros sectores populares. En ese sentido nuestra experiencia ceramista fue
también una “escuela de hegemonía”. Desde una pequeña fábrica pudi-
mos mostrar una alternativa a la política de la burocracia, imponer paros
provinciales y acciones de lucha y enfrentar y derrotar los ataques guberna-
mentales, como los intentos de desalojo, apoyándonos en la comunidad.
Imaginemos por un segundo que sectores estratégicos de la clase obrera,
como los petroleros en Neuquén, levantaran una política no corporativa
hacia otros sectores populares: se vería claramente su verdadera potenciali-
dad como clase.
Para poder ejercer ese rol desde Zanon no bastaba con tener un progra-
ma que incluyera a otros sectores oprimidos sino que había que demostrar
la capacidad y la determinación para llevarlo adelante poniéndole el cuer-
po. La recuperación de la Comisión Interna primero y del sindicato des-
pués, su transformación en un sindicato militante y la ocupación y puesta
en producción de la fábrica, se transformaron en lo que nosotros, tomando
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 153

conceptos de Clausewitz, denominamos “fortaleza” o “bastión”44. No solo


un lugar desde donde hablar, un punto de referencia, sino una acumula-
ción y concentración de fuerzas real con capacidad de lucha que permitía
no solo defenderse, sino también poder pasar a la ofensiva.
Desde este punto de vista Zanon se transformó en una “fortaleza” para
el conjunto de la vanguardia, quien era atraída por la combatividad que de-
mostraban sus obreros.
Otro concepto que tomamos para pensar Zanon desde nuestro punto
de vista como partido y nuestra responsabilidad en la lucha es el de “cen-
tro de gravedad”45. Es decir, un lugar conquistado como fortaleza donde se
expresa la relación del partido con la clase trabajadora y con la comunidad
no solo siendo parte de las luchas, sino siendo los primeros en entrar y los
últimos en retirarnos del campo de batalla.
Un “centro de gravedad” provee la “fuerza física y moral” para tener “ca-
pacidad de combate” frente a ataques de las patronales, de la burocracia y
del Estado, combinando sectores sociales con los territorios.
Desde este punto de vista, Zanon se transformó en un “centro de gra-
vedad” para nuestra corriente, desde donde logramos incidir y ser un pun-
to de referencia, según el momento, en la realidad política provincial y,
en menor medida, nacional. Desde ese lugar logramos imponer instancias
de coordinación nacional y regional, el frente único a la CTA, una alian-
za combativa y fundamental con los trabajadores desocupados del MTD, y
junto a ello una política “hegemónica” hacia los estudiantes y la comuni-
dad, que nos dio esa “capacidad de combate” para derrotar duros ataques
de la burocracia, de la patronal y del Estado.

44 Ver Emilio Albamonte y Matías Maiello, Estrategia socialista y arte militar, Buenos Aires,
Ediciones IPS, 2017.
45 Ídem.
Juventud CTA en Zanon. 1° de Mayo de 2001

Plenario Coordinadora Alto Valle en Zanon. 2 de diciembre de 2001


Acto Zanon con CTA. Año 2002

Marcha MTD a Zanon. Octubre de 2002


Visita de colegio primario a Zanon. 18 de junio de 2004

Comienzo construcción Centro salud de Nueva España. 22 de junio de 2004


Construcción Centro de salud de Nueva España. 19 de julio de 2004

Boxeador Aldo Ríos en Zanon. 20 de julio de 2004


Donación TV y video a escuela. 6 de agosto de 2004

Día del niño en Zanon. 7 de agosto de 2004


Donación de Zanon

Inauguración Centro de salud de Nueva España. 3 de septiembre de 2004


Madres de Plaza de Mayo en inauguración Centro de salud de Nueva España.
3 de septiembre de 2004

Encuentro por las 6 horas. Roberto Pianelli. Federación de Box. 29 de octubre de 2004
Zanon en Encuentro por las 6 horas. Federación de Box. 29 de octubre de 2004

Marcha Coordinadora del Alto Valle. 5 de noviembre de 2004


Raúl Godoy y Vicente Zito Lema. Noviembre de 2004

Visita a Zanon de colegio de Villa La Angostura. 20 de noviembre de 2004


Visita a Zanon de jardines de infantes

Convocatoria a organizaciones en el Bauen. 7 de marzo de 2005


Pérez Esquivel en Zanon. 17 de marzo de 2005

Donación al papá de Emanuel para la operación de su hijo


Boxeo en Centenario. Auspicia Fasinpat. Mayo de 2005

Movilización con ATE. 17 de mayo de 2005


Movilización por la libertad a los presos por luchar

Como diputado, Raúl Godoy rechaza el acuerdo con Chevron. 28 de agosto de 2013
CAPÍTULO 5

Producción y gestión obrera

El proceso de puesta en producción y gestión obrera

Desde nuestros despidos, el lockout patronal y el cierre de la fábrica, fue-


ron pasando largos meses. Nosotros no ocupamos y pusimos a producir la
fábrica automáticamente, sino que fue un proceso extendido en el tiempo.
En los vaivenes del conflicto, donde operaban distintos factores y la situa-
ción no se terminaba de definir con claridad, nosotros no nos mantuvimos
pasivos, sino que fuimos aprovechando ese tiempo para prepararnos para
distintas variantes posibles. Al decir de Gramsci, manteníamos pesimismo
en el intelecto, optimismo en la voluntad, es decir, nos preparábamos para
los peores escenarios pero con la mayor energía y organización posibles.
Cuando estábamos en las carpas pero todavía no habíamos tomado la
fábrica y no estábamos produciendo, dijimos en una asamblea: la patronal
nos está quitando las 8 horas de trabajo, tenemos que transformarlas en 8
horas de militancia. Porque a veces llegaban los compañeros a las carpas y
no había nada para hacer, entonces muchos se ponían a jugar al truco, a ha-
blar, y solo un grupo era el que salía a hacer las actividades. Empezamos a
utilizar mejor el tiempo, a ir a las facultades, a los barrios, a recorrer los me-
dios, a viajar para difundir el conflicto y buscar la coordinación.
Mientras hacíamos todas estas actividades, desde el PTS nos íbamos
preparando porque sabíamos que íbamos a tener que atravesar un um-
bral, que era tomar la fábrica. Éramos conscientes de que la ocupación
significaba tocar la propiedad privada y eso iba a desencadenar reacciones
muy fuertes. Nosotros nunca ocultamos esto a los compañeros, siempre
les planteamos que ocupar la fábrica era fácil, el problema era quedarse
y vulnerar la “sacrosanta” propiedad privada. Empezar con la producción
también era fácil, pero otra cosa era planificarla estratégicamente y man-
tenerse. La toma y la puesta en producción iban a activar todos los meca-
nismos represivos del sistema capitalista. Como dijo explícitamente una
jueza en el fallo sobre Brukman cuando ordenó el desalojo: primero está
la propiedad y después la vida de las personas.
168 RAÚL GODOY

Dar este salto generaba mucha inseguridad en los compañeros y sus fa-
milias. A favor de tomar esa decisión, pesaba el efecto de las jornadas de
2001 que abrieron una situación social muy progresiva para nosotros, por-
que la gente repudiaba las instituciones y se rebelaba contra ellas, insultaba
a los políticos burgueses en la calle, golpeaba sus autos, todo era cuestiona-
do. Hasta las señoras de clase media acomodada rompían los bancos a mar-
tillazos para exigir que les devuelvan sus ahorros. Había un plafón social y
político, pero tomar esa decisión era fuerte para nosotros. Muchos compa-
ñeros se preguntaban: “si es ilegal ¿qué puede pasar?”. El régimen político
nacional estaba muy debilitado pero no podíamos tomar una decisión tan
profunda con liviandad.
En mi partido siempre fue norma explicar toda la situación: analizar el
momento político, las relaciones de fuerza, los aliados y los enemigos, las
brechas burguesas, buscando el mejor momento, pero también teniendo en
cuenta los riesgos. Por eso no fue una decisión que tomamos de un día para
el otro, sino que empezamos a discutir y reflexionar en las asambleas. Había
muchas dudas. Nosotros explicábamos que para dar ese paso teníamos que
tener un acuerdo mayoritario significativo. Uno de esos días de verano, des-
pués de estar unos meses en la carpa, al finalizar la jornada, con un grupo
de compañeros y compañeras activistas nos quedamos tomando mate en un
rincón de la fábrica y charlando sobre este tema. Me acuerdo que estaba el
compañero Natalio Navarrete, “Chicho”, hoy militante del PTS, que siem-
pre fue muy responsable con respecto a la producción, siempre pensaba en
ese aspecto, y dijo: “muchachos para mí hay que producir. Ya va siendo el
momento porque el problema es que si seguimos solo con el fondo de huel-
ga los compañeros se van a empezar a desmoralizar”. Entonces dijimos: tal
vez sea este el momento. Así que fuimos a la próxima asamblea con la pro-
puesta de entrar a la fábrica y empezar con la producción. Por unanimidad
la asamblea votó comenzar a producir.
Para poder hacerlo teníamos que sacar el precinto del gas que, a instan-
cias del empresario Zanon, había sido cortado por orden de la justicia en
octubre de 2001. Esa había sido la respuesta de la patronal ante nuestra de-
cisión, cuando mostramos nuestra disposición de poner a funcionar una
parte de la fábrica, al pulir el material que había quedado en porcellanato y
hacer nuestro primer cerámico producido sin patrones, que luego llevamos
a un acto en el puente, donde lo presentamos.
En esa asamblea tomó la palabra el compañero Reynaldo Giménez,
quien planteó que lo que nos separaba de la posibilidad de darle de comer
o no a nuestras familias era un pedazo de papel y un alambre, es decir, una
orden judicial y un precinto, y que de ninguna manera eso podía constituir
un obstáculo. La decisión de romper el precinto de gas para encender los
hornos estaba tomada.
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 169

Largamos la producción

Si bien durante meses, desde octubre de 2001 cuando se inició el conflic-


to, nunca dejamos de permanecer en la fábrica, entrar con la decisión de po-
nerla nuevamente en producción fue un hecho impactante, porque la fábrica
en silencio es una fábrica dormida, es todo “fierro” helado, frío. Recorrerla sin
funcionar daba una sensación de vacío enorme para quienes la habíamos vis-
to durante años siempre produciendo, con máquinas automáticas y semiauto-
máticas, alarmas sonando, llena de luces, líneas cargadas de cerámicos dejando
una estela de vapor. Todo eso ahora estaba detenido, muerto, mudo.
Cuando tomamos la decisión de entrar para iniciar la producción, lo
primero que hicimos fue limpiar la fábrica, que estaba llena de tierra y pol-
vo. Esto era típico en un establecimiento que trabajaba con arcilla, y ade-
más, enclavado en plena meseta neuquina. Agarramos las mangueras y los
sopletes y nos dedicamos durante días a limpiar las máquinas, engrasarlas,
ponerles aceite. Eso solo ya nos cambiaba la moral y nos llenaba de entu-
siasmo. Se daba la paradoja de que quienes durante años –en defensa de
nuestros derechos y ante la humillación de la patronal– habíamos parado
las máquinas, en ese momento las íbamos a poner en movimiento, tam-
bién, como una forma de lucha. Pero el desafío a la patronal esta vez era
mucho más grande. Dejábamos al rey desnudo: la fábrica podía funcionar
sin patrones ni supervisores.
Empezar a escuchar las máquinas otra vez, que comenzaran a moverse,
que empezaran a girar las poleas tuvo una envergadura enorme, logró mora-
lizar a todo un sector y superó nuestras expectativas y nuestro entusiasmo. A
partir de ahí, cuando largamos la línea, todo un sector de compañeros que se
habían retirado empezó a volver, y se fue sumando a la gestión obrera.
Organizar la producción no iba a ser fácil. La fábrica tenía varias líneas,
entramos y largamos una. El hecho de estar parada tantos meses y la falta de
mantenimiento previo nos ponían muchos obstáculos. Empezamos a pro-
bar con dos líneas. Tampoco teníamos la materia prima completa para hacer
todos los modelos. Pero Zanon, aunque es una fábrica grande y compleja,
es bastante autónoma, porque tiene laboratorios de arcilla, de esmalte, una
matricería donde se hacen las matrices para las prensas. Además, tiene tor-
nería, bobinado de motores, talleres eléctricos y de electrónica, todo dentro
de la planta. Todo eso nos daba una relativa autonomía, un cierto margen
para la creatividad. Los compañeros de laboratorio, los de pasta, los de arci-
lla y los de esmalte empezaron a ver cómo podíamos suplantar las materias
primas a las que no teníamos acceso en ese momento por el bloqueo, a bus-
car alternativas. Así se fueron creando modelos inéditos y el primero, como
no podía ser de otra manera, se llamó “el obrero”. Fabricamos “el obrero”
en varios tonos: gris, verde, beige, azul. Fue nuestro primer producto, nues-
tro caballito de batalla, la gente lo compraba mucho.
170 RAÚL GODOY

Al comienzo tuvimos toda una etapa de tercerización de la compra, la


fábrica sufría un bloqueo económico y teníamos que comprar a través de
terceros, lo cual era más caro y nos complicaba. En ese proceso de armar
toda la estructura de compras, de venta, de producción y demás, dimos una
nueva vuelta de tuerca: las que antes eran comisiones de trabajo de prensa y
difusión, de seguridad, se multiplicaron para poder abordar la organización
de la fábrica y para que no estuvieran separadas en términos absolutos de la
lucha política que teníamos que dar. También, tomando la experiencia his-
tórica de los consejos obreros como organismos de autodeterminación, de-
sarrollamos una especie de consejo de fábrica. Hicimos que cada sector de
la producción eligiera un delegado, un coordinador; además, por lo menos
un coordinador general por turno, y representantes de compañeros de com-
pras, de ventas, de administración, de la guardia junto a representantes del
sindicato. Este organismo nos ayudó mucho como órgano de debate y reso-
lución de los problemas que iban surgiendo. Este tipo de consejo de fábrica
tenía dos o tres características: no existía ninguna diferencia salarial con nin-
gún compañero, cobraba lo mismo el que estaba en la línea que el coordi-
nador, y los coordinadores también cumplían horario y eran revocables. Por
otra parte, las decisiones importantes se terminaban resolviendo en asam-
bleas. La Reunión de Coordinadores –como se llamó ese organismo hasta
el día de hoy– nunca tuvo atribuciones plenas, que fueran autónomas de la
asamblea de fábrica. Y alentamos la rotación en esos “cargos”.
Al tiempo de haber puesto a producir la fábrica, también se acercaron
compañeros que habían sido despedidos por la patronal. Esto nos vino muy
bien porque necesitábamos, por ejemplo, mecánicos y electricistas y ellos
ya conocían el trabajo.
Por otro lado, desde Zanon y el Sindicato Ceramista firmamos un
Convenio Marco con la Universidad Nacional del Comahue, en el que
esta se ponía a disposición de la gestión obrera y nosotros nos comprome-
tíamos en la defensa de la universidad pública. Parte de este compromiso
se concretó mediante la colaboración de estudiantes, técnicos, ingenieros
y otros profesionales con la producción y las tareas de la gestión obrera. Es
que nosotros nunca despreciamos el aporte de los y las profesionales para
poner todo su conocimiento al servicio de mejorar no solo la producción
sino también la organización de la fábrica. Por el contrario, siempre busca-
mos el aporte de todo tipo de profesionales para organizarnos de la mane-
ra más científica posible, combinando la creatividad y la experiencia de los
trabajadores en la producción con el conocimiento técnico y profesional.
Así como muchos intelectuales vieron en Zanon una fuente de ins-
piración y de debate sobre el rol de la clase obrera y sus potencialidades,
también otros profesionales, técnicos, ingenieros, etc. vieron en la gestión
obrera otra forma de ejercer su profesión, potencialmente libre de las nece-
sidades del mercado y los capitalistas.
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 171

Así se empezó a organizar la producción, no tanto en función de lo


que queríamos hacer o de las demandas del “mercado”, sino en función
de lo que teníamos a mano y disponíamos para producir. La producción
era acorde a lo que había en lo inmediato, empezamos a remar desde atrás
tratando de superarnos todo el tiempo. También tuvimos que hacer, en la
producción, un repliegue táctico. Al no tener repuestos para poner en fun-
cionamiento todas las máquinas, los íbamos sacando de algunas líneas,
para hacer que funcionaran las que estaban mejores.
Había más creatividad, varios compañeros empezaron a producir otros
modelos y se empezó a generar una inquietud entre política social y produc-
tiva. Zanon, que era un empresario italiano, ponía a los modelos de cerámi-
cos todos nombres italianos, por ejemplo Fiorentina, Torino, Travertino.
Como reacción a esto surgió un sentimiento de repudio y decidimos poner-
le a los cerámicos nombres que tuvieran que ver con nosotros. La relación
que logramos generar con los compañeros de la Confederación Mapuche,
que venía desde antes, se hizo más fuerte. En el medio de un boicot de los
empresarios que no nos querían vender materias primas, la Confederación
Mapuche, a través de sus autoridades, se acercó hasta la fábrica a ponerse a
nuestra disposición y ofrecernos las arcillas que estaban en sus territorios.
Luigi Zanon trabajó muchísimo para evitar que pudiéramos producir.
Mandó cartas documento, hizo presentaciones judiciales, amenazó a los
proveedores. A cada uno de ellos les decía “si ustedes le venden a estos
usurpadores están infringiendo la ley”, y los amenazaba con una denun-
cia penal. La acción solidaria de la Confederación, que nos ofreció la ma-
teria prima, no solo aportó para que pudiéramos empezar la producción,
sino que también generó un efecto dominó en varios proveedores que di-
jeron “esto va en serio, estos tipos van a laburar”. Y ahí nació el modelo
“mapuche”, dedicado a nuestro pueblo originario. Esto tuvo un gran valor
para nosotros y para ellos, lo que afianzó nuestra relación, porque mien-
tras Luigi Zanon les robaba la arcilla, nosotros se la comprábamos. Y si an-
tes había nacido el primer modelo, “el obrero”, después se fueron creando
otros que tenían más que ver con la lucha y, si se quiere, constituía un acto
de desagravio a todo lo que habíamos padecido durante años.

La autodisciplina

El comienzo de la producción trajo nuevos problemas, porque con él


empieza la necesidad de mantener la organización del trabajo. Durante
toda la época en que luchábamos no era importante cumplir los horarios.
Pero el proceso de producción industrial es otra cosa. Al poner una línea
en marcha, está el obrero que la inicia, el que está en el medio y el que está
172 RAÚL GODOY

en el final, es un equipo de trabajo que tiene que estar sincronizado. Ya no


estaba el látigo del capital y la disciplina que imponía el capitalista, em-
pezábamos a necesitar y discutir una disciplina diferente, una autodisci-
plina tratada y votada en asamblea. Junto con la producción empezó el
primer debate para tener normas de convivencia interna que todos te-
níamos que cumplir de alguna manera, no solo no había que faltar, sino
que había que cumplir el horario y desempeñar alguna tarea. Esto fue un
aprendizaje para nosotros. Siempre me acuerdo de Trotsky cuando hablaba
sobre el Ejército Rojo que estaba suplantando al viejo ejército zarista. Ahí
daba una definición: un ejército se disciplina con el látigo por opresión, o
por conciencia, por autodisciplina. Y yo creo que en una fábrica gestionada
por sus obreros ese criterio de la autodisciplina es aplicable. Porque, en cier-
ta forma, en la fábrica también somos como un ejército poniendo en mar-
cha toda una maquinaria. Nosotros necesitábamos una disciplina propia
que fuimos definiendo en los sectores, en cada una de las asambleas. Por
ejemplo, cuántos días de franco podíamos tener, cuánta tolerancia en las
llegadas tarde, cuántos días podíamos tomarnos por asistencia familiar. No
solamente teníamos en cuenta los derechos mínimos de cualquier conve-
nio, también considerábamos la parte humana. Si algún compañero tenía
problemas en forma permanente se discutía. Así aparecían problemas
de todo tipo: familiares, de enfermedad, de alcoholismo, de adicciones,
etc. Todo eso se trataba de abordar con un grupo específico junto con
el Dr. Gustavo Mujica, que es un compañero médico que vino a expresar
su solidaridad cuando empezamos a estar en las carpas y nos acompaña has-
ta el día de hoy, y que siempre tuvo un compromiso profundo con nuestra
lucha y con la gestión obrera, dedicando muchas horas de su tiempo en ser
parte de este proceso. Tan es así que en una asamblea se votó que se integrara
como socio de la cooperativa con plenos derechos. Junto con él y otros pro-
fesionales solidarios se armó un equipo interdisciplinario, eso nos ayudó mu-
cho también para que no fueran normas frías y duras, pura reglamentación
pragmática, sino para que se contemplara el factor humano. Siempre el capi-
talista explotador está en las antípodas de un pensamiento así. Es que para él
los trabajadores somos solo un número más, incluso nuestras vidas valen me-
nos que sus valiosas máquinas, por eso nos tratan como material de descarte.

Comprar y vender

También necesitábamos armar el departamento de compras, agarrar


un papel y hacer un listado de las materias primas que necesitábamos, y
discutir muchísimo con proveedores que nos miraban con desconfianza.
Por eso, los compañeros que armaron esa estructura jugaron un rol muy
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 173

destacado. No se limitaban a comprar y vender, porque en ese momento


había que comprar sin dinero y tenían que convencer a los proveedores de
que esto iba a tener futuro. Andrés Blanco, “el Chaplin”, fue muy impor-
tante. Pertenecía al núcleo duro del activismo y al calor de la lucha ceramis-
ta se hizo militante trotskista del PTS. Junto a Lucero y a “la gorda” Báez,
activistas que venían del sector de porcellanato, fueron los que armaron ese
equipo y empezaron lentamente a avanzar. Después los compañeros rota-
ron y volvieron a trabajar en otros lugares.
En ventas también ocurrió lo mismo. Ninguno de nosotros era vende-
dor, entonces, los que eran menos tímidos se empezaron a especializar. El
tema de la administración también lo tuvimos que asumir los obreros, por-
que el personal administrativo de la fábrica no participó de nuestra lucha.
Empezamos con cosas muy precarias que volvían locos a los compañeros
abogados y contadores, porque los compañeros anotaban en papelitos, en
cuadernos con lápiz negro cada caja de cerámicos que salía. También ha-
bía que llevar el inventario de todo el stock. La fábrica es muy compleja, es
enorme, tiene muchísimos aspectos para cubrir. El equipo de ventas tenía
que trabajar en común con los equipos de stock y despacho, para saber qué
se podía vender y qué no. La gestión obrera demandó una inversión enor-
me de cuadros obreros que se desarrollaron en ese aprendizaje, asumiendo
las diversas tareas que se nos presentaban. Todas estas tareas afectaban a
compañeros que eran necesarios, tanto en el sindicato, como en las luchas
políticas nacionales o internacionales, o en los encuentros obreros. Y se ex-
trañaba su presencia, ya que estaban consumidos en esas múltiples cuestio-
nes de la fábrica. Mantener la gestión obrera era parte de la militancia pero
consumía las energías y la cabeza de muchos compañeros y compañeras va-
liosísimos. Entonces había que saber que, en Zanon, por cada compañero
que batallaba afuera, por cada compañero que estaba en un piquete, había
un compañero en la fábrica sosteniendo la gestión obrera. Había que com-
binar la lucha contra el poder económico y político mientras se mantenía
la fábrica bajo control de los trabajadores.
Un problema adicional y grave para comercializar la producción era
que los distintos gobiernos nos mantenían en la ilegalidad. Esto se profun-
dizó cuando la gestión obrera se empezó a consolidar en la producción y
después en las ventas. Una vez alejada la amenaza inmediata de desalojo,
la política fue, entonces, el ahogo comercial. Empezamos a tener proble-
mas con los camiones que venían a comprar porque les embargaban los
cerámicos. Esto significó un nuevo bloqueo a la gestión obrera, que fue
superado con la intervención de la Asociación Madres de Plaza de Mayo,
que puso a disposición la personería jurídica de la Asociación Rebeldía y
Esperanza para la comercialización de la gestión obrera. Lo mantuvimos
un tiempo hasta que logramos que reconocieran legalmente la cooperati-
va y obtuvimos nuestra autonomía legal y comercial. El reconocimiento
174 RAÚL GODOY

de nuestra cooperativa ocurrió casi simultáneamente con el alejamiento


político de la Asociación Madres de Plaza de Mayo a nivel nacional, pro-
ducto de su acercamiento al entonces gobierno de Néstor Kirchner. Pero
el rol que la Asociación Madres de Plaza de Mayo cumplió en ese momen-
to fue muy importante y progresivo, y los obreros de Zanon lo valoramos.
También una política muy valiosa sobre los sectores de compras, ven-
tas y administración fue la de la rotación permanente de quienes tomaban
estas tareas. Por un lado, porque pasar a estar en una oficina en lugar de
en la línea de producción ya implicaba una desigualdad en cuanto al tipo
de trabajo y al esfuerzo que demandaba. Por otra parte, al estar en contac-
to permanente con empresarios, comerciantes, intermediarios, gerentes de
los bancos, etc., se está sometido a una presión objetiva muy fuerte para
lograr “favores” o “beneficios” que, en sí mismos, ya son pequeños actos
de corrupción. Por eso, la rotación es una política preventiva permanente.
Aun con estos recaudos, siempre existió en la gestión obrera una comisión
de seguimiento y control que, si detectaba hechos de corrupción, se lleva-
ban a la asamblea, que tenía atribuciones hasta de expulsar de la fábrica a
las personas implicadas.

Fábrica de militantes obreros

El hecho de tomar el destino en nuestras manos fue generando una


militancia obrera importante. Esto no nació con la toma, sino desde el
principio, cuando ganamos la Comisión Interna, y se continuó con la
Comisión Interna ampliada. Es que para cada compañero que bancaba
con el cuerpo cada acción no había secretos, todo se discutía abiertamen-
te. Hicimos un trabajo mediante el que se multiplicaba la fuerza militante
que llegaba hasta los obreros medios, hasta los más de base. Este concepto
de que las 8 horas de trabajo tenían que ser también 8 horas de militan-
cia fue asumido por los compañeros. Sabían que no tenían que venir acá
y estar sin hacer nada, sabían que tenían que hacer su aporte. Pero cuan-
do comenzamos a producir y a trabajar nuevamente 8 horas, este concep-
to de militancia obrera seguía en pie, porque cada compañero lo había
hecho carne profundamente.
La experiencia de las asambleas, sentir que cada opinión es tenida en
cuenta, que cada compañero o compañera puede opinar, votar y decidir cada
paso a seguir, genera confianza y voluntad. Es decir, desarrolla la confianza
en las propias fuerzas y se pone el cuerpo a cada resolución que se toma, por-
que se siente como propia.
Para quienes tratamos de forjar una corriente revolucionaria, para quie-
nes tenemos la convicción de que la clase obrera es el sujeto transformador,
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 175

no solo se trata de declamar el programa, que es necesario, sino de llevar-


lo a la vanguardia y desde allí a las masas. De ahí la importancia que tiene
para nosotros impulsar el surgimiento y desarrollo de militancia obrera no
solo para el conflicto en sí mismo, sino para el conjunto de la clase obrera.
Por eso definimos a Zanon también como una “fábrica militante”, tanto
en el sentido de ser una fábrica movilizada como en el de que es una “can-
tera” donde surgieron militantes obreros, algunos de ellos militantes revo-
lucionarios del PTS en la actualidad. Es decir, nuestra pelea siempre fue
porque los obreros más conscientes y de izquierda no solo fueran militan-
tes de la causa de Zanon sino que se transformaran en militantes de la cau-
sa del conjunto de la clase trabajadora.

La expropiación

El camino a la expropiación de Zanon fue larguísimo, más de nueve


años de lucha permanente hasta que logramos una cierta legalidad, mien-
tras íbamos obteniendo conquistas parciales. Durante los primeros años se
trató de una cuestión de pura relación de fuerzas, de buscar legitimidad.
La consigna que acuñamos, “Zanon es del pueblo”, tenía una connotación
fuertísima, que la gente tomó, se la apropió.
Lo mismo pasó con consignas como la apertura de los libros de conta-
bilidad, el control obrero, primero, de la seguridad e higiene, y luego de la
producción, la estatización sin pago y bajo administración obrera de toda
fábrica que cierre o despida y la necesidad de ligar esta última consigna a
la exigencia al gobierno de un plan de obras públicas que generara a su vez
trabajo genuino, mientras denunciábamos la falta de viviendas para miles
de familias y la falta de escuelas y hospitales. Así, la expropiación de Zanon
era parte de un pliego de reivindicaciones más amplio que convocaba a
otros sectores a luchar en común. Esto no fue un invento nuestro sino que
lo tomamos del Programa de Transición de León Trotsky.
Era emocionante escuchar a distintos obreros defender el programa
con pasión, y resignificar y utilizar en concreto un programa que estaba
escrito hacía muchísimos años, con sus propias palabras, con sus propias
formas. Hicimos reflotar un programa histórico de la clase obrera interna-
cional. Esta pelea –que fuimos dando paso a paso– culminó en el proceso
de lucha por la expropiación.
Pasaron nueve años y no existía figura legal, la situación indefinida de
limbo judicial se fue extendiendo, porque cualquier concurso de quiebra
tiene una duración de tiempo limitado, y acá habían pasado años y años.
Este proceso no tenía precedentes: sucesivas órdenes de desalojo desacti-
vadas por falta de relación de fuerzas favorable a la patronal y al Estado,
176 RAÚL GODOY

intimaciones continuas que no les daban resultado. Hubo un fallo muy in-
teresante cuando se nos otorgó la expropiación, que decía:

(…) la planta objeto de expropiación se encuentra ocupada desde septiembre


de 2001. Desde ese momento hasta la actualidad no ha existido posibilidad alguna
de venta con ocupación y, valga recordar, tampoco ha sido factible el cumplimien-
to de diversas órdenes de desalojo que no pocos conflictos han suscitado incluso
entre los poderes nacional y provincial (…) No se advierten condiciones que auto-
ricen a presumir una variación en la conflictiva situación descripta con anteriori-
dad. Y la situación actual de ocupación es anormal –cuando no ilegítima–, por lo
que debe ser resuelta lo antes posible.

Era la única vía que les quedaba para dar una salida. Para ellos, o se
otorgaba la expropiación o se iba al desalojo, que ya había fracasado y, por
el contrario, había provocado el desarrollo de un movimiento democrático
muy amplio de apoyo y contra la patronal vaciadora, al haber puesto la fá-
brica a producir. Ante esa situación social y política tomaron la decisión de
aceptar lo que ya había sido impuesto en el terreno de los hechos, en el te-
rreno de la lucha de clases.
La expropiación que se votó no era, obviamente, el proyecto de ley ni
la perspectiva que nos habíamos trazado los obreros ceramistas. Nosotros
habíamos elaborado y votado un proyecto de expropiación sin pago y es-
tatización bajo administración obrera de Cerámica Zanon para ponerla al
servicio de un plan de obras públicas. Junto con esto planteamos desde ese
momento la necesidad de ligar la expropiación a la renovación tecnológi-
ca de la fábrica. No fue lo que se consiguió, se votó una ley intermedia: la
expropiación y el otorgamiento a la cooperativa de trabajadores FaSinPat
(Fábrica Sin Patrones) de la totalidad de la fábrica. Fue una de las expro-
piaciones más progresivas y más completas de todas las votadas en el país,
sin costo para los trabajadores, ya que en la ley de expropiación el gobierno
se comprometió a pagar a algunos acreedores, pero para los trabajadores el
único “compromiso” era venderle al Estado una determinada cantidad de
cerámicos para la obra pública a precio de costo (lo que incluía obviamente
el valor de la materia prima, amortización de las máquinas, insumos, ener-
gía y salarios). Para nosotros era lo que más se aproximaba a poner la fábri-
ca al servicio de la comunidad, el Estado tenía que comprar los cerámicos
y pagarlos, sin costo para los trabajadores. El gobierno nunca cumplió esta
obligación, porque hubiese sido muy beneficioso para la gente que necesi-
taba viviendas, para la construcción de escuelas y hospitales, pero también
para nosotros, los trabajadores.
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 177

¿Espontaneidad u organización consciente?

En una entrevista para la película La Toma, sus directores, Naomi Klein


y Avi Lewis –intelectuales canadienses e importantes referentes del movi-
miento antiglobalización, que fueron muy solidarios con la gestión obrera
de Zanon– me preguntaron si todo el fenómeno de Zanon había sido “una
idea de un grupo de viejos trotskistas ortodoxos que hicieron una conspira-
ción” o si habían sido los trabajadores, si era “un proceso genuino y espon-
táneo de los trabajadores”.
Lo primero que quiero destacar es que la película de estos realizadores
es un aporte a favor de la clase obrera, contra la mayoría de los intelectua-
les contemporáneos que la daban por muerta. La película rescata el rol de
los trabajadores asumiendo en sus manos la producción de las fábricas y
poniéndolas a producir bajo su control, ante la decadencia y la profundi-
zación de la crisis nacional. Es una visión anticapitalista, de reivindicación
de la clase obrera.
Pero lo hace desde una postura política e ideológica que no es la que te-
nemos los marxistas, es decir, poniendo de relieve el espontaneísmo y no
la organización consciente y el rol de un partido revolucionario en la lucha
de clases. Por eso, pone al mismo nivel el proceso de la fábrica metalúrgica
Forja –dirigida por Eduardo Murúa, peronista – y el de Zanon, encabezado
por una dirección combativa en alianza con “un grupo de viejos trotskistas
ortodoxos”. De ahí que, aunque no se haga intencionadamente, en la pelí-
cula se puede ver la diferencia de ambos procesos. El primero, con los obre-
ros pendientes de negociaciones interminables, siguiendo los ritmos de la
“legalidad”, como actores de segunda detrás de los abogados, esperando au-
torización para poner a producir la fábrica sin desarrollar medidas de lu-
cha. En cambio, el segundo, basado en esencia en la lucha de clases, donde
la legalidad está totalmente subordinada a ella.
Pero ¿de dónde salen estas ideas espontaneístas y antipartido?
Fundamentalmente surgen cuando se dan procesos donde la clase obrera
no interviene o lo hace de manera diluida en los “movimientos sociales”,
como fue en 2001 en Argentina o en procesos como el no-global de esa mis-
ma época o, más recientemente, los indignados en el Estado Español quie-
nes, al no radicalizarse, dieron lugar al surgimiento del fenómeno reformista
de Podemos. Muchas de estas corrientes, además, vieron actuar a las organi-
zaciones de masas del movimiento obrero, burocratizarse y traicionar la cau-
sa de los trabajadores. En primer lugar, al estalinismo que usurpó durante
décadas las banderas del marxismo y del socialismo. Estas corrientes saca-
ron la conclusión de que la clase obrera tenía que prescindir de un partido,
porque todo partido estaba condenado a transformarse en algo aberrante.
Hay otra tendencia opuesta en la izquierda, aunque más minoritaria,
para quien las iniciativas, las ideas, las tendencias reales de la clase obrera
178 RAÚL GODOY

no tienen importancia. Este sector opina que el partido es todo. Es una iz-
quierda que, ante el retraso del proletariado, se impacienta y busca incluso
suplir el rol de la clase obrera como sujeto revolucionario con voluntaris-
mo. Una izquierda que tiene escepticismo en el rol del proletariado, que
incluso reivindica otros sujetos revolucionarios, como el Partido Obrero de
Argentina, que reivindicaba en esos años al “sujeto piquetero”.
Ahora bien, volviendo a la pregunta de Naomi Klein. El proceso de
Zanon ¿fue espontáneo? ¿Por qué tanto los amigos como los adversarios han
tenido que reconocer que, con respecto a las fábricas recuperadas, es distin-
to y el Sindicato Ceramista recuperado también lo es? ¿Cómo se explica esto,
en el marco de que se dio sin radicalización o sin un gran ascenso obrero?
Creo que son varios factores los que hay que tomar en cuenta. Se combi-
nó una nueva generación de obreros que se plantó para resistir los ataques de
una patronal dura, en medio de una situación nacional de crisis y resistencia
de los desocupados y las clases medias, con un partido revolucionario que era
parte del proceso, con obreros que peleábamos desde adentro por un progra-
ma, un método y una estrategia no solo para el conflicto, sino para lograr la
unidad con el resto de los trabajadores y sectores oprimidos.
A esto hay que sumarle que Neuquén tiene una amplia tradición com-
bativa, que se expresó en los 80 con la recuperación de la UOCRA, en
los 90 con el surgimiento del movimiento piquetero, además de sindica-
tos con amplia tradición asamblearia como ATEN, los organismos de dere-
chos humanos, el pueblo mapuche, el movimiento estudiantil, entre otros.
Estos sectores de la llamada “vanguardia neuquina” no solo influenciaron
a los propios obreros ceramistas sino que también fueron un engranaje
para ampliar las fuerzas hacia la comunidad. Esta vanguardia protagonis-
ta de muchos procesos importantes fue un aporte al desarrollo de nuestra
lucha. Desde Zanon retomamos muchas de estas tradiciones y sus mejores
experiencias. Desde el PTS aportábamos un punto de vista clasista y anti-
capitalista con el objetivo de trascender la lucha sectorial o sindical y trans-
formarla en una lucha política abierta contra el Estado y sus instituciones.
Esto lo planteábamos tanto para la lucha de clases más inmediata, como
por la necesidad de pelear por la unidad de las filas obreras, por la coordi-
nación, por conquistar el apoyo “de la comunidad” para ganar base social
contra el gobierno, para enfrentar la legalidad, etc. También para levantar
estratégicamente la necesidad de la independencia política y de la construc-
ción de un partido propio de la clase trabajadora.
Por eso planteamos la necesidad de superar la lucha sindical y afirma-
mos que los trabajadores debíamos intervenir en el plano político. A los di-
rigentes clasistas de nuestro sindicato, que no compartían la estrategia del
PTS, no les dijimos: “entren a nuestro partido o nada”. Pero tampoco ce-
dimos a la idea burguesa de que los trabajadores no tenemos que hacer po-
lítica, y afirmamos que era necesario dar pasos hacia la formación de un
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 179

partido de la clase trabajadora. Después de un duro debate, llegamos a po-


nernos de acuerdo con varios de ellos –que no eran la mayoría pero sí un
sector importante– en la idea de que necesitábamos construir e impulsar
una herramienta o movimiento político de los trabajadores. Incluso poste-
riormente algunos participaron dentro del Frente de Izquierda en las elec-
ciones del 2011 y Alejandro López llegó a ser diputado provincial junto
conmigo. Para nosotros esto fue un gran paso adelante. Aunque con mu-
chos no pudimos avanzar hacia la comprensión de una estrategia común
que en definitiva no puede separarse de la construcción de un partido re-
volucionario, nosotros no renegamos de esta experiencia, sino que por el
contrario la valoramos, aun con sus límites y con el rumbo que tomó lue-
go cada uno.
A su vez como sindicato impulsamos durante varios años un periódico
militante de la clase obrera, Nuestra Lucha, para difundir la idea de la inde-
pendencia política de los trabajadores.
Queremos contribuir a que los trabajadores comprendan su rol hege-
mónico en la sociedad, se piensen como clase obrera no solo para tener
su propia organización, sino para terminar con esta sociedad basada en la
explotación y construir una nueva sociedad: esa es la conciencia que que-
remos conquistar nosotros.
Cuando Naomi Klein me preguntó ¿quién hizo el proceso de Zanon?
¿Los trotskistas ortodoxos que conspiraron o la clase obrera espontánea-
mente?, le respondí naturalmente que lo habían protagonizado los obre-
ros combativos de Zanon, pero que sin un partido revolucionario como el
PTS, que aportó en parte la estrategia, el proceso de los ceramistas no se
hubiera dado como se dio. Entonces, fue esa combinación la que dio ese
resultado. Esa fue mi respuesta.
La intensa lucha de los obreros de Zanon llevó a un sector importante
a hacer una experiencia profunda no solo con los sucesivos gobiernos que
fueron pasando sino con las instituciones de esta “democracia para ricos”,
como su Poder Judicial, el parlamento, los partidos patronales, etc. De la
misma manera constituye un aporte a la superación del corporativismo de
la mayoría de los sindicatos, dando un elemento para potenciar la “hege-
monía” obrera a partir del vasto trabajo hacia “la comunidad”, la juventud
y otros sectores de trabajadores, y levantando las demandas de otros secto-
res oprimidos. Todo esto con la idea de que la clase obrera no es solo suje-
to de explotación como quieren hacer creer los capitalistas sino que puede
y debe transformarse en sujeto de su propio destino y plantear una salida
al conjunto de los explotados. La obrera de Brukman Celia Martínez lo ex-
plicó sencillamente al decir que “si los trabajadores podemos manejar una
fábrica también podemos manejar un país”.
Esto no va a surgir producto de una sumatoria de luchas parciales, por
más radicales que sean, sino que es una tarea por la que hay que trabajar
180 RAÚL GODOY

conscientemente. Nuestra clase tiene historia, tradición, gestas gloriosas


que son parte de nuestra experiencia. Un partido revolucionario de la clase
obrera no es más que la condensación de esta experiencia en un programa,
que no solo lucha por los derechos de los trabajadores sino por su emanci-
pación definitiva. La necesidad de la construcción de ese partido es parte
de las conclusiones de la lucha de Zanon.
Asamblea en Zanon

Zanon (vista aérea)


Zanon en producción bajo control obrero

Zanon en producción bajo control obrero


Zanon en producción bajo control obrero

Zanon en producción bajo control obrero


Zanon en producción bajo control obrero

Zanon en producción bajo control obrero


Zanon en producción bajo control obrero

Zanon en producción bajo control obrero


Cerámico mapuche

Cerámico solidario con la Confederación Mapuche


Muestra Cerámicos

Muestra Cerámicos
Marcha por la expropiación
Tapa diario La Mañana. Expropiación de Zanon.
CAPÍTULO 6

Debates sobre el proceso de las


fábricas recuperadas en Argentina

Distintas estrategias en el “movimiento de fábricas recuperadas”

La ocupación y puesta en producción de Zanon fue parte de un pro-


ceso que se había extendido en otras partes del país en medio de la cri-
sis abierta en 2001. Ante el abandono o quiebra de las empresas, surgió
el movimiento de fábricas ocupadas por sus trabajadores, que se conocie-
ron popularmente como “fábricas recuperadas”. Así como hubo un mo-
vimiento de trabajadores desocupados fuertísimo y un movimiento de las
asambleas populares en distintos lugares del país, –centralmente de las cla-
ses medias urbanas–, también estuvo el de las fábricas recuperadas en el
movimiento obrero, que abrió un gran debate.
Este se dio en el marco de un movimiento que de conjunto tenía un ca-
rácter muy progresivo, porque, a su manera, fue una respuesta de sectores de
la clase obrera a los cierres de fábricas y empresas y a los despidos masivos,
abandonados a su suerte por el conjunto de la burocracia sindical.
“Ocupar y producir” era la consigna general que identificaba a todo el
movimiento, pero a partir de ahí se desprendían intensas discusiones: en
qué términos, para qué, con qué objetivos, bajo qué modalidad. Estaban
quienes planteaban la modalidad legal de cooperativas como objetivo en sí
mismo –como sostenían sectores del peronismo– que planteaban armar coo-
perativas y pagar la expropiación o, en otros casos, directamente comprarle
la empresa al patrón o comprar la quiebra. Es decir, hacer todo en términos
burgueses, en términos capitalistas, lo que terminaba implicando que los tra-
bajadores se hicieran cargo de las deudas de la patronal vaciadora (pago de
enormes deudas a los proveedores, muchos impuestos impagos) lo cual lleva-
ba a que los obreros pagaran la crisis que no habían generado. En otros ca-
sos, desembocaba en experiencias donde los trabajadores terminaban siendo
el actor secundario de una salida de la mano de la patronal e incluso de sec-
tores del gobierno, como la ex Zanello S.A., fábrica de tractores.
192 RAÚL GODOY

Había otras alternativas autonomistas, que pensaban en “experiencias au-


togestionarias” en los bordes del sistema. Estas experiencias se dieron en pe-
queñas empresas o emprendimientos que, al poco tiempo, se chocaban con
las presiones y relaciones capitalistas. Nosotros, mientras peleábamos codo
a codo en muchos terrenos contra los ataques de las patronales y el Estado,
fuimos polemizando con todas las corrientes. Porque integrar las cooperati-
vas a un capitalismo en crisis era un camino regio a la autoexplotación, pero
tampoco se podía pensar en una fábrica autónoma “liberada”, porque la au-
tonomía dura hasta que llegan las boletas de la luz y del gas, hasta que hay
que comercializar. Ahí se ponen en evidencia las leyes del mercado capitalis-
ta, que no se pueden esquivar. Todos estos debates al interior del movimien-
to de fábricas recuperadas se daban a la vez que teníamos que enfrentar en
común los intentos de desalojos y las presiones de la patronal, la burocracia
y la justicia.
Desde que la patronal quiso cerrar y despedir a todos los trabajadores,
exigimos la expropiación sin pago y estatización bajo gestión obrera para po-
ner la fábrica al servicio de un plan de obras públicas, que generara viviendas,
hospitales y escuelas. Esto, para nosotros, tenía un significado profundísimo,
que abarcaba tres cuestiones centrales. Por un lado, con la estatización buscá-
bamos que no recayeran sobre los obreros ni las deudas de la patronal ni es-
tar atados a los vaivenes del mercado capitalista. Buscábamos que el Estado
avalara la continuidad de la producción, la inversión tecnológica, el mante-
nimiento y la ampliación de los puestos de trabajo y la garantía del pago de
salarios. A su vez, exigir al Estado era una batalla política contra el “sentido
común” de que los cierres y despidos son asuntos “de los privados”, demos-
trando que el Estado no es más que un instrumento del conjunto de los ca-
pitalistas, responsable directo de la crisis económica en curso.
Con la gestión obrera queríamos participar y controlar efectivamente la
producción, los ritmos de trabajo, el control de calidad, además de la fun-
ción social que podía cumplir la fábrica. Así, queríamos mostrar que la cla-
se obrera puede tomar en sus manos el funcionamiento del conjunto de la
producción.
Por último, la exigencia de un plan de obras públicas estaba dirigida
a satisfacer las necesidades sociales de viviendas, escuelas y hospitales, sol-
dando una unidad con los sectores populares que hicieron conocida la con-
signa “Zanon es del pueblo”.
Estos puntos los levantábamos como parte de un programa de conjun-
to, contra el salvataje a los bancos que llevó adelante Duhalde y después
Kirchner, por una banca estatal única bajo gestión de los trabajadores, contra
el pago de la usuraria deuda externa, por impuestos progresivos a las grandes
fortunas que se habían dedicado a la fuga de capitales durante la crisis de la
convertibilidad, por el reparto de las horas de trabajo con un salario que par-
ta de la canasta familiar, para terminar con la desocupación.
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 193

Ese fue nuestro programa, que nos permitió no solo la defensa de la


producción y la gestión obrera, sino la búsqueda de la unidad de las filas
obreras y el pueblo para dar una alternativa política y una salida obrera a la
crisis, para que la paguen los capitalistas y no los trabajadores.
Esta alternativa no se dio, centralmente por el retroceso del movi-
miento general a partir de la recuperación de la economía que comenzó
a fines de 2002. Este reanimamiento económico permitió que el gobier-
no de Néstor Kirchner (electo el 27 de abril de 2003) iniciara un proceso
de “desvío” desde el Estado, que impidió un avance más profundo. Pero sí
conseguimos una ley de expropiación en 2009, con la cual los obreros no
tuvimos que poner un peso y se otorgó la posesión completa y definitiva de
la fábrica, incluyendo un predio de más de 40 hectáreas para sus trabaja-
dores y el reconocido nombre de la empresa Zanon. Esto fue un gran paso
adelante que consolidó legalmente lo que habíamos conquistado legítima-
mente con la lucha. Un reconocimiento a la relación de fuerzas y una de-
rrota para los empresarios y el propio gobierno que intentaron por todas
las vías hacer fracasar esta experiencia. Aun con todos los logros conquista-
dos nosotros nunca dijimos que era la solución definitiva, porque el Estado
no se quiso hacer cargo, y la gestión obrera quedó aislada en el mercado
capitalista, lo que nos llevó a “autoajustarnos” cuando se desataron las cri-
sis que nosotros no provocamos (como la recesión de 2009, producto de
la crisis económica internacional). Junto con esto, la negativa a dar crédi-
tos o subsidios para la renovación tecnológica fue deteriorando la produc-
ción, aunque pasados diecisiete años seguimos resistiendo y peleando para
defender la fábrica. Esta salida intermedia, que conquistamos, pero que no
era la nuestra, muestra por la negativa lo acertado de nuestro planteo y la
vigencia de la pelea por la estatización bajo gestión obrera de toda fábrica
que cierre o despida masivamente.

El debate con el cooperativismo

El debate mayor al interior del movimiento de ocupación de fábricas –que


se extendió a todos los movimientos militantes surgidos luego de 2001– fue,
por un lado, entre la perspectiva señalada por Zanon y Brukman (en sus ini-
cios), cuyo programa planteaba estatización bajo gestión obrera, coordina-
ción para la lucha entre ocupados, desocupados y asambleas populares, y
por otro, la del cooperativismo, que iba desde pequeños proyectos de coo-
perativas hasta el MNER (Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas)
y el MNFRT (Movimiento Nacional de Fábricas Recuperadas por sus
Trabajadores), con sectores del peronismo que intervinieron en el proce-
so de fábricas recuperadas, como el abogado Luis Caro y Eduardo Murúa.
194 RAÚL GODOY

Ocupación, expropiación y lucha de clases

Todos los movimientos de trabajadores que de una u otra manera fueron


parte de este proceso de “ocupar, producir, resistir”, en su mayoría cooperati-
vistas, además de que permitieron conservar los puestos de trabajo, tuvieron
el enorme mérito de demostrar en los hechos que los patrones no eran ne-
cesarios para dirigir y organizar la producción y distribución de mercancías.
Estas experiencias en defensa de la continuidad de la producción y los pues-
tos de trabajo, nuevas en la tradición política de la clase obrera de nuestro
país, fueron muy progresivas.
La categoría de “fábricas ocupadas” tiene que ver con que:

(…) en un 46,7 % de las empresas relevadas, los trabajadores tomaron la fábri-


ca en el proceso de lucha por recuperarla, mientras que en el 24 % desarrollaron
medidas de fuerza en la periferia de las fábricas, como acampes en la calle o cor-
te de ruta. (…) La toma se constituye en un mito fundador, donde se reconstruyen
las relaciones de poder/saber, la construcción de la identidad y los lazos sociales46.

No por casualidad, Naomi Klein tituló La Toma a su película sobre el


proceso de las fábricas ocupadas en la Argentina.
Según la investigación citada47, un 93 % estaban organizadas bajo la
modalidad de cooperativa, sin embargo, solo el 27,6 % de las fábricas ha-
bían sido expropiadas temporalmente a mediados de 2003, mientras que
las demás funcionaban gracias a cesión de acciones, alquiler o acuerdo ju-
dicial o con los dueños anteriores. Solo un 2,3 % peleábamos por la estati-
zación. Una minoría logramos la expropiación, mientras la mayoría seguía
los mecanismos “normales” del proceso de quiebra, con lo cual quedaban
reducidas a cooperativas de trabajo que no poseían nada más que la fuerza
de trabajo de sus integrantes.
Desde el punto de vista de la estrategia política, el cooperativismo tien-
de a bloquear la lucha independiente de los trabajadores. Termina ponien-
do el norte en “la producción”, en sacar adelante “nuestra empresa”, etc.,
haciendo recaer el “éxito” o el “fracaso” de la producción en los propios
trabajadores y no en los verdaderos responsables, que son los capitalistas.
Esta estrategia que tiende a amortiguar, reducir y hasta impedir la lucha
obrera, lleva a la vía de la negociación con el Estado en el marco de las pro-
pias leyes burguesas que reglamentan las cooperativas. Así se da la parado-
ja que los mismos trabajadores terminan “luchando” por la quiebra de su
empresa (cuando esta se encuentra en concurso de acreedores o situaciones
de crisis), lo que los conduce muchas veces a frustraciones.

46 “Empresas tomadas: un salto al vacío”, en La gaceta de Económicas, 29/6/03.


47 Ídem.
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 195

En el trabajo “Reforma o Revolución”, Rosa Luxemburgo señala que


las cooperativas de producción

(…) constituyen un híbrido en el seno de la economía capitalista: una produc-


ción socializada pequeña dentro del intercambio capitalista. (…) En el caso de la
cooperativa productiva se deriva la necesidad contradictoria para los obreros de re-
girse con todo el absolutismo preciso en una empresa y de cumplir con respecto a
sí mismos la función del empresario capitalista. Esta contradicción acaba hundien-
do la cooperativa de producción porque o bien se convierte en una empresa capi-
talista normal o, si los intereses de los obreros son más fuertes, se deshace como
cooperativa.

Por eso nosotros, aunque apoyamos a los trabajadores que adoptaron


la modalidad de cooperativa, no asumimos esa perspectiva como un norte
a seguir porque tiene esta contradicción, insalvable dentro del capitalismo,
que marca Rosa Luxemburgo. En el caso de Zanon, ante la dura oposición
de los gobiernos a otorgar la estatización o provincialización bajo gestión
obrera, aceptamos la expropiación definitiva a favor de los trabajadores, y
la conformación de una cooperativa, para poder darle relativa estabilidad
a la producción y comercialización. Aunque esto nunca fue un objetivo
en sí mismo sino un instrumento para mantener la gestión obrera, que si-
guió funcionando con sus métodos de asambleas y coordinadores de la pro-
ducción. Pero esa contradicción de las cooperativas es innegable, como lo
muestran las propias dificultades dentro de Zanon, producto del ahogo fi-
nanciero de los gobiernos y de la propia competencia capitalista.

La izquierda y las fábricas recuperadas

Dentro del movimiento de fábricas recuperadas intervinieron, con di-


ferente peso y responsabilidad, distintos partidos de izquierda. Mi partido,
el PTS, fue el que intervino más directamente y con responsabilidad, a par-
tir de nuestro rol dirigente en Zanon y el Sindicato Ceramista de Neuquén,
y en un momento también en la textil Brukman. Años después se dio la
ocupación y puesta en producción bajo gestión obrera de MadyGraf (ex
Donnelley), donde el PTS también es parte de su dirección.
También tuvo alguna influencia en las fábricas recuperadas, dentro de la
izquierda reformista, el PCR por su rol en Renacer de Ushuaia, aunque su
política no se diferenció mucho de las corrientes peronistas. Finalmente el
Partido Obrero hizo un intento de reabrir la fábrica de pastas Sasetru, cerra-
da durante años, pero lamentablemente esta experiencia no prosperó. Más
allá de no haber tenido un papel de responsabilidad dentro de las fábricas
196 RAÚL GODOY

recuperadas, los compañeros del PO escribieron un libro y hemos polemiza-


do largamente con ellos durante esos años. Consideramos importante reto-
mar y reactualizar esos debates pensando en los futuros procesos que darán
a la clase obrera una vasta y rica experiencia para enfrentar los cierres y des-
pidos masivos.

Un debate con el libro de Pablo Heller

El libro Fábricas ocupadas: Argentina 2000/200448 –escrito por Pablo


Heller del PO– se refiere a un período en el que el Partido Obrero centra-
ba su intervención política en el movimiento de desocupados, período en
el que llegó al extremo de plantear al movimiento piquetero como un “nue-
vo sujeto dirigente”. Esto para los marxistas es un despropósito porque, si
bien los desocupados son parte de la clase obrera, y el movimiento piquete-
ro es un fenómeno de organización muy progresivo, este se encuentra por
fuera de los grandes centros de producción, de transporte, de servicios y
del manejo de los principales resortes de la economía. Por eso no puede ju-
gar un rol centralizador ni hegemónico del conjunto de la clase obrera ni
de otros sectores populares. Esta nueva “teoría” es una de las principales
contradicciones que atraviesa el conjunto del libro: el “nuevo sujeto diri-
gente” no tiene ningún liderazgo en el fenómeno más avanzado de la cla-
se obrera ocupada.
Pablo Heller en su libro pone en el centro de la política hacia las fá-
bricas ocupadas la cuestión de la expropiación y la gestión obrera, como
parte de un programa clasista y revolucionario, pero manteniendo su
oposición a nuestro planteo de estatización con control obrero. A los fi-
nes prácticos, el programa propone que el Estado otorgue subsidios no
reintegrables, que considere a esas fábricas proveedores privilegiados y,
en muchos casos, que garantice los salarios de convenio. Con estas propues-
tas, que irían en el sentido de una orientación “estatista”, Pablo Heller con-
tradice el conjunto de las afirmaciones de su libro que se pronuncia una y
otra vez contra la estatización y cualquier injerencia del Estado.
Según Heller, “El debate –el único que merece el nombre de tal– gira en
torno de la estrategia y la perspectiva política que debe guiar al movimiento
de lucha de los trabajadores en general y de las fábricas recuperadas en parti-
cular; a saber, una política de independencia de clase o de sometimiento a la
burguesía”49. En este terreno intentará centrar la crítica al proceso de Zanon
y a la política del PTS en este proceso, aunque debe partir de reconocer que:
“Las fábricas puestas en funcionamiento por sus propios trabajadores se han

48 Fábricas ocupadas: Argentina 2000/2004, Buenos Aires, Editorial Rumbos, 2004.


49 Ídem.
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 197

convertido en una referencia para reforzar las tendencias a una renovación


sindical. Ceramistas de Neuquén es, quizás, el ejemplo más emblemático. La
irrupción de Zanon conmovió los cimientos de la estructura sindical”50. Y
casi al final de libro, señala:

(…) Más allá de los avatares de la lucha desplegada por los compañeros de Zanon,
hay algo incuestionable y es que la gestión obrera de Zanon se ha afianzado, en térmi-
nos políticos pero también económicos. Nadie puede dudar del enorme capital po-
lítico que tiene en su haber Zanon expresado en un enorme respaldo popular. A su
turno, Zanon ha multiplicado su producción casi por diez, ha incorporado varias de-
cenas de trabajadores a su planta, que fueron reclutados en las filas de las organiza-
ciones de desocupados. Ha probado, en la práctica, la superioridad de los métodos
de organización de la clase obrera en oposición al fracaso capitalista51.

Estatización con gestión obrera

En el capítulo “Estatización burguesa y burocrática”, Heller asegura que


“a menudo se escucha hacer un fetiche de la ‘estatización’, convertida por
algunos en sinónimo de socialismo. Por lo general, son los mismos que ha-
cen fetiche de la autogestión”52. Y analizando las estatizaciones en general,
afirma que:

Una empresa estatal constituye una forma de propiedad burguesa. El Estado


reproduce las relaciones sociales de explotación y hasta lo hace en forma más exa-
cerbada, por su condición de representante del conjunto de la clase patronal. (…)
Las estatizaciones burguesas en los países atrasados son fenómenos relativamente
progresivos53.

Es indiscutible que “una empresa estatal constituye una forma de pro-


piedad burguesa” y que “el Estado reproduce las relaciones sociales de
explotación”. Sin embargo, no siempre “lo hace en forma más exacerba-
da, por su condición de representante del conjunto de la clase patronal”.
Precisamente por ello a veces se ve obligado a tomar medidas que limitan
el accionar de la ley del valor (por ejemplo, impidiendo cierres o despidos
masivos en algunas empresas) para proteger a la clase capitalista en su con-
junto. Si no, ¿cómo se explica que “las estatizaciones burguesas en los paí-
ses atrasados son fenómenos relativamente progresivos”?

50 Ídem.
51 Ídem.
52 Ídem.
53 Ídem.
198 RAÚL GODOY

Heller afirma después que:

Así como la nacionalización burguesa es una medida relativamente progresiva


frente al imperialismo, es también una medida absolutamente reaccionaria frente
a la gestión obrera. Porque cuando las fábricas se ocupan y se colocan bajo gestión
obrera, se abre la perspectiva de poder del proletariado54.

Si se trata de una “nacionalización burguesa” que liquide la “gestión


obrera”, es obvio que estamos de acuerdo en que es “absolutamente reac-
cionaria”. Pero puede no ser así, dependiendo de la relación de fuerzas.
Por eso, el programa que levantamos en Zanon jamás separó la estatiza-
ción del planteo y la defensa de la gestión obrera directa. Incluso al ligarlo
a poner la producción al servicio de un plan de obras públicas, controla-
do por trabajadores de la construcción y la propia población, potencia el
protagonismo de la clase y no solo no fortalece al Estado sino que lo debi-
lita en algo fundamental para él como la obra pública. Solo pensar en que
los obreros de una fábrica junto a los sindicatos docentes, de la salud y las
organizaciones de los barrios populares discutan y resuelvan el destino de
la obra pública para hospitales, escuelas o viviendas muestra la potenciali-
dad de este programa.
Finalmente Heller afirma que:

(…) la “estatización” de Aerolíneas, los yacimientos del Turbio, los ferrocarri-


les, las comunicaciones o cualesquiera de las empresas quebradas conduciría a su
racionalización, a descargar sus deudas en el pueblo mediante impuestazos, a po-
ner “en valor” a las empresas para reprivatizarlas y así pasar de un ciclo a otro con
eje en la estafa patronal a sus trabajadores, al Estados y a toda la población55.

Si esta es la única estatización posible, es necesario considerar reaccio-


naria toda estatización, ya no las de fábricas que estuvieran bajo “gestión
obrera”, sino hasta las mismas empresas de servicios públicos privatizadas.
Desde el PTS no somos fetichistas de la “estatización”, y planteamos
esta política sabiendo de antemano que era difícil de imponer (salvo que
se profundizara el proceso de luchas obreras y populares). Era una pelea
que enmarcamos en que la crisis la paguen los capitalistas y su Estado, pero
dando una salida hacia la comunidad con la exigencia de un plan de obras
públicas para construir viviendas populares. Nuestra política pretendía que
fuera el Estado el que interviniera en el mercado y la competencia capitalis-
ta; que hiciera las inversiones necesarias para la producción; que garantiza-
ra los salarios y que los obreros fueran los que, en su actividad cotidiana,
definieran lo que se producía, cómo se producía, etc. Esto significa para

54 Ídem.
55 Ídem.
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 199

nosotros promover una práctica anticapitalista, y Zanon es, en este senti-


do, una pequeña escuela, como el mismo Heller se ve obligado a reconocer.

PO vs. PO: ahora reivindican la estatización

Años después de publicado el libro de Pablo Heller, Gabriel Solano56


escribió una nueva polémica sobre las “fábricas recuperadas”, donde hace
un planteo opuesto al de su compañero del PO, pero sin la mínima refe-
rencia a la antigua posición levantada por su propio partido. Aunque no
lo dice, dicha polémica está dirigida al PTS, por centrarla en la orientación
de las gestiones obreras de Zanon y Donnelley (actualmente MadyGraf).
Allí Solano afirma que la consigna “fábricas sin patrones” es “muy no-
civa para el movimiento obrero”57, porque hace suponer que podría existir
tal cosa en un régimen capitalista. Luego señala que la consigna no figura
ni en el programa ni en el Manifiesto Político del FIT.
Como polemizamos en su momento, Solano hace una definición abs-
tracta que no responde a la realidad. ¿Cómo define entonces el PO la ex-
periencia encabezada por los obreros de Zanon, desde hace diecisiete años
produciendo y dirigiendo la fábrica “sin patrones”, o a los gráficos de
Donnelley, si lo que escribe Solano es que no pueden existir “fábricas sin
patrones”?
El PTS jamás levantó como programa la consigna de “fábricas sin pa-
trones” y por eso no figura en el programa del FIT (no fue levantada como
programa por el SOECN ni por los obreros de Zanon). Pero tampoco figu-
ra allí una condena tan ridícula a esta formulación popular de una de las
experiencias más avanzadas de la clase obrera argentina en la crisis de 2001,
que no se incorporó como conquista programática, sino como la expresión
popular, la “descripción” de esas experiencias entre la vanguardia obrera y
juvenil protagonista de aquellas jornadas.
Contra los despidos y frente a las amenazas de cierre en Zanon, la “con-
signa” que levantamos no fue “fábrica sin patrones”, sino la defensa de las
conquistas, comenzando por los puestos de trabajo, la apertura de los libros
de contabilidad (para demostrar que el preventivo de crisis previo a la quie-
bra era fraudulento) y el control obrero. Y frente al cierre de la fábrica, el pro-
grama de acción era ocuparla, ponerla a producir, exigir su expropiación sin
pago en el marco de la estatización bajo gestión obrera directa. La consigna
“Zanon es del pueblo” justamente sintetiza que no queríamos la fábrica para
sus trabajadores, porque no somos corporativos, sino ponerla en función so-
cial de los sectores explotados y oprimidos.

56 Dirigente del Partido Obrero. Actual legislador de la Ciudad de Buenos Aires.


57 Gabriel Solano, “Fábricas sin patrones”, Prensa obrera N.° 1333, 24/9/14.
200 RAÚL GODOY

Aunque para nosotros nunca fue “la” consigna, las “fábricas sin patro-
nes” fueron y siguen siendo hechos muy progresivos frente a la conciencia
burguesa de que una fábrica no puede funcionar sin patrones, sin personal
de mando y dirección y bajo sus órdenes. Celia Martínez de Brukman lo
popularizó sencillamente diciendo que “si los obreros podemos dirigir una
fábrica, podremos dirigir el país”.
Después de criticarnos desde el inicio del proceso de fábricas recupe-
radas porque levantamos la “estatización bajo gestión obrera”, Solano dice
que las “fábricas que fueron ocupadas en 2001/2002 y puestas a producir
por sus trabajadores exigen una campaña por la estatización de esas empre-
sas bajo control obrero y la defensa del convenio colectivo”58.
En 2002 aseguraban que:

(…) la experiencia recorrida plantea impulsar la expropiación de las fábricas


pero rechazando su estatización y reivindicando la gestión obrera independiente.
(…) La lucha por la expropiación de las empresas vaciadas y quebradas solo puede
ser entendida como un escalón en la lucha por el poder. La gestión obrera inde-
pendiente, en que la clase obrera sustituye a la patronal en el manejo de la produc-
ción, constituye un desafío al orden social vigente (...)59.

Doce años después aseguran lo contrario, sin una sola autocrítica ni re-
ferencia a su antigua posición, planteada en el auge del fenómeno de “fá-
bricas sin patrones”.
Por último, Jorge Altamira, para justificar el cambio de política, plan-
teó en su espacio en Youtube “Altamira responde” que, si bien no se pue-
de proponer la estatización en una situación revolucionaria (se supone que
se refiere al año 2001), sí corresponde levantarla en una situación no re-
volucionaria (refiriéndose ya al año 2014). La primera pregunta que cabe
hacer es: ¿por qué no plantearon entonces esta política desde los años
2003/2004? (salvo que aseguren que la supuesta “situación revolucionaria”
abierta en 2001 haya durado hasta el 2014, cosa difícil de creer).
En segundo lugar, el razonamiento de Altamira, que quiere acomodar la
política, en realidad, la empeora completamente. Ya descartamos que la estatiza-
ción burguesa sea incorrecta en sí misma en cualquier circunstancia. Entonces,
en una situación revolucionaria, ¿no se puede levantar expropiación/estatiza-
ción bajo gestión obrera como parte de un programa transicional, porque esto
fortalece al Estado que queremos destruir? ¿Qué significa la nacionalización de
la banca o la expropiación de grandes grupos capitalistas que levantamos, sobre
todo, en situaciones revolucionarias? ¿Y el monopolio estatal del comercio ex-
terior debería ser un monopolio “no estatal”? Por lo tanto, el razonamiento de

58 Ídem.
59 Pablo Heller, “Fábricas ocupadas y gestión obrera. Los trabajadores frente al derrumbe
capitalista”, en Razón y Revolución N.° 10, primavera de 2002.
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 201

Altamira liquida las medidas anticapitalistas centrales del Programa de Transición


(fundamental para las situaciones revolucionarias).
Este debate adquiere nueva importancia ante las crisis capitalistas recu-
rrentes que, si bien nunca se repiten a sí mismas, volverán a plantear mu-
chos de estos interrogantes y disyuntivas para la vanguardia obrera y sus
organizaciones. El proceso de Zanon y los debates que dimos al interior del
movimiento de fábricas recuperadas tienen la importancia vital de utilizar
la rica experiencia en los futuros acontecimientos.
4 años de gestión obrera en Zanon

Textil Brukman
Hotel Bauen

Maquinazo en Brukman
Arrufat

Marcha fábricas recuperadas


“Loco” Ramirez y “Boquita” Esparza en Río Turbio por muerte de mineros

Marcha en Neuquén en apoyo a mineros Río Turbio


Marcha obreros de Zanon

Exigiendo expropiación de Zanon


Gira por Europa de Raúl Godoy

Cerámico mapuche en Grecia


Zanon y BioMe (Grecia)

Fábrica BioMe (Grecia)


CAPÍTULO 7

La pelea en el terreno legal

El CeProDH, un organismo en defensa de la clase obrera

En todo conflicto, la cuestión legal siempre se plantea como un tema


de suma importancia para los trabajadores; existe confianza, y a la vez te-
mor, en lo relacionado a las instituciones, a las leyes y a las acciones legales.
Pero hay momentos críticos donde es más fácil superar los escollos que las
leyes nos imponen a los trabajadores cuando peleamos contra los explota-
dores, demostrando que esa legalidad es sostenida por el Estado y que este
representa los intereses de otra clase social, la de la clase capitalista. En el
Manifiesto Comunista, Marx y Engels definen que “el gobierno del Estado
moderno no es más que una junta que administra los negocios comunes
de toda la clase burguesa”. Nosotros hacemos una clara distinción entre lo
que es legal y lo que es legítimo, entre lo que es legal para los patrones, para
el gobierno, para la justicia, y lo que es legítimo para la clase obrera. Pero
esta conciencia del carácter de clase de la justicia no nos impide tratar de
utilizar a nuestro favor las contradicciones de su legalidad y aprovechar las
brechas entre sectores burgueses. Así fue como logramos muchos puntos
de apoyo con fallos favorables que, aunque parciales, supimos utilizar para
avanzar en la lucha de clases.
Un grupo de jóvenes abogados del CeProDH (Centro de Profesionales
por los Derechos Humanos), fundado hace veintiún años por compañeros
del PTS y profesionales independientes, tomó ese desafío desde los prime-
ros pasos de nuestra lucha, representando al conjunto de los trabajadores.
Cuando conquistamos la Comisión Interna de la fábrica no teníamos abo-
gados y empezaron los conflictos más duros, los compañeros del CeProDH
asumieron esa tarea militante, elaborando las estrategias jurídicas para en-
frentar los ataques que sufríamos. Además jugaron un rol preponderante
en rodear de solidaridad nuestra pelea y en darle cobertura legal a las ac-
ciones que debíamos realizar en defensa de nuestros derechos, y que desa-
fiaban la propiedad privada. Esto, por supuesto, no fue una casualidad. El
CeProDH se planteó desde sus orígenes como un organismo no solo para
210 RAÚL GODOY

defender las libertades democráticas, sino también los derechos de los tra-
bajadores –como clase– como parte de los aportes del PTS a la lucha de la
clase obrera.
Desde el comienzo y hasta la actualidad son varios los compañeros y
compañeras abogadas que colaboran y son parte de la lucha de Zanon.
Pero fue Mariano Pedrero, nuestro abogado y parte de la Cooperativa has-
ta el día de hoy, quien estuvo desde antes de recuperar el sindicato, con
quien hicimos un equipo político efectivo, junto a otros compañeros de la
dirección de mi partido como Titín Moreira y Grace López Eguía, y des-
de Buenos Aires, con Fredy Lizarrague y Emilio Albamonte centralmente.
Mariano llegó a Zanon recién recibido en el año 2000. Cuando vino
a vivir a Neuquén trabajaba como maestro, no podía ejercer como aboga-
do por no tener aún la matrícula. Por eso, al principio un viejo camarada
abogado de mi partido y del CeProDH, Rubén Tripi, nos dio una ayuda
muy importante, no solo poniendo su firma como abogado sino aportan-
do a la lucha. Rubén nos asesoraba desde Buenos Aires y tuvo que via-
jar a Neuquén cuando finalizó la primera huelga importante. Recuerdo
que cuando ganamos ese conflicto, estábamos en la asamblea y avisamos
que acababa de llegar el compañero abogado, desde Buenos Aires, para fir-
mar el acta y para, de alguna manera, legalizar el triunfo que habíamos con-
seguido. Por supuesto, no íbamos a dejar esa conquista en manos de los
abogados de la burocracia de Montes. Ningún obrero lo conocía personal-
mente pero los compañeros sabían que había jugado un rol muy destaca-
do con sus aportes y que siempre se plantaba firme ante la patronal y el
Estado. Entonces, en la asamblea, buscaban una especie de súper héroe de
historieta, de dos metros, pero Rubén es un hombre bajo, un pequeño gran
hombre porque son muy grandes sus causas. Fue graciosa la primera reac-
ción, buscando al más grandote. Luego fue llevado en andas cuando gana-
mos el conflicto.
Pero fue Mariano quien estuvo “en el terreno” durante los años más ál-
gidos de la lucha de Zanon, participando de las asambleas como un com-
pañero más, discutiendo con los obreros y haciendo un equipo cotidiano
de dirección de lo que fue la primera gran lucha obrera que nos tocó diri-
gir desde el PTS. Mariano siempre cuenta la siguiente anécdota: cuando se
hizo la asamblea para discutir si se aceptaba o no la conciliación obligato-
ria y todavía estaba la patronal, entró escondido entre el tumulto de com-
pañeros para que no lo detuvieran los de seguridad del portón y la guardia.
Para él fue una experiencia que le quedó grabada en la piel porque tenía 24
años y se había recibido hacía poco.
Se fue armando un equipo de abogados de Neuquén y Buenos Aires que
se integró a nuestra lucha como parte fundamental de ella. Rápidamente
se sumó Myriam Bregman, que hizo importantes aportes durante todos
los conflictos, siguió durante catorce años, en Buenos Aires, el expediente
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 211

de la quiebra de la empresa y continúa ayudando en nuestros problemas


legales hasta el día de hoy junto con Mariano. También colaboró Ivana
Dal Bianco, que defendía a los piqueteros de Salta y a otros presos políti-
cos, situación que era moneda corriente por aquella época. Es una compa-
ñera que se desempeñó muy bien en las causas penales que nos iniciaron.
Cada vez que salíamos a movilizarnos terminábamos procesados o éra-
mos duramente reprimidos, como en noviembre de 2003 cuando repri-
mieron en inmediaciones del Estadio Ruca Che. En esa ocasión, Pedro
“Pepe” Alveal fue literalmente fusilado, recibiendo sesenta y cuatro im-
pactos de bala de goma en su cuerpo, uno de los cuales le vació el ojo iz-
quierdo. Años después, esos hechos terminaron en un juicio a los policías
que lo balearon. Luego se sumó el compañero Leopoldo “Polo” Denaday,
otro joven abogado de Neuquén que volvía a la provincia recién recibido,
tras haber estudiado en la Universidad de Buenos Aires. Polo no solo fue
abogado de los ceramistas, sino también de decenas de delegados, sindi-
catos y comisiones internas independientes de las dirigencias burocráti-
cas, como los papeleros de Molarsa, el Sindicato de Televisión, delegados
de la fruta, de Textil Neuquén, de la alimenticia Werthein, entre otros. Él
falleció siendo muy joven en un accidente automovilístico en la provin-
cia de Mendoza el 14 de marzo de 2011. Su despedida fue en la sede del
Sindicato Ceramista, rodeado de trabajadores combativos y de sus cama-
radas de militancia revolucionaria. Fue muy emotiva, cargada de tristeza y
también de lucha. Se sentía mucho el enorme reconocimiento de los obre-
ros que él defendía. Fue un hecho histórico que obreros de cuatro fábricas
paralizaran la producción para poder participar masivamente del home-
naje y del velorio. No solo desde Zanon y Cerámica Stefani de Cutral Co,
ambas bajo gestión obrera, sino que también lo hicieron los trabajadores
de Cerámica Neuquén, entonces bajo patrón, y los de la papelera Molarsa.
Quiero destacar que los abogados y abogadas del CeProDH y el PTS no
eran abogados que militaban, sino militantes revolucionarios que ponían
su profesión al servicio de una causa revolucionaria.

Los orígenes del CeProDH

El CeProDH se conformó por iniciativa del PTS el 22 de agosto de


1997. Una de las compañeras fundadoras, Myriam Bregman, relataba
que sus integrantes veían que la tradición de los organismos de dere-
chos humanos en la Argentina había calado hondo y eran organizacio-
nes muy respetadas por los sectores populares, dada la persistencia de
su lucha. En esos años, la mayoría de esos organismos centraba su ac-
cionar fundamentalmente en dos temáticas, contra la impunidad de los
212 RAÚL GODOY

genocidas de la dictadura cívico-militar y contra la represión institucio-


nal. Mediando la década de los 90, comenzaron a sucederse importantes
luchas de los trabajadores, desocupados primero y asalariados después,
y allí por lo general los organismos de derechos humanos cumplían un
rol activo cuando se desataba la represión. Por eso, los miembros del
CeProDH se propusieron tomar esas peleas antirrepresivas o contra la
impunidad, pero también la defensa de los derechos de los trabajadores
más de conjunto.
Este resurgir de la pelea contra la impunidad de los genocidas tuvo
su expresión masiva en la movilización a Plaza de Mayo del 24 de marzo
de 1996, en el 20º aniversario del golpe militar. Luego vendrían los “es-
craches” de HIJOS a los genocidas, que terminaban casi siempre con re-
presión y con varios jóvenes detenidos. Desde su fundación el CeProDH
–conformado no solo por abogados, sino por otros profesionales y por
cientos de jóvenes que se organizaban en Comités contra la represión y la
impunidad– fue parte de estas luchas democráticas.
Myriam, mi camarada y amiga, me contaba que muchos de los que
constituían el CeProDH habían leído detenidamente las experiencias de
los abogados que participaban de la defensa de los trabajadores en las dé-
cadas del 60 y 70. La militancia de la Asociación Gremial de Abogados
y otras experiencias les daban vueltas por la cabeza. La profesión y los
conocimientos de estos abogados habían sido para ellos una herramien-
ta más de la lucha. Eso explicaba que Alfredo Curuchet, Silvio Frondizi
o Rodolfo Ortega Peña, a quien lo velaron en la Federación Gráfica de
la que había sido asesor, hubieran sido perseguidos, y varios asesinados,
por las bandas paraestatales como la Triple A. Posteriormente, vino la
dictadura cívico militar con “La Noche de las Corbatas”, siendo la abo-
gacía una de las profesiones con más desaparecidos. Por eso reivindi-
can a esos colegas, más allá de toda diferencia en cuanto a estrategias
políticas.
El desafío del CeProDH, entonces, era superar el corte histórico que
impuso la dictadura cívico-militar, y comprometer la práctica militante y
profesional con el triunfo de las luchas obreras y populares, plantearse la
defensa legal siempre ligada a una estrategia política.
Para Mariano, se trataba de retomar la tradición de aquellos abogados
que en los 60 y en los 70 defendían presos políticos y acompañaban a los
obreros en sus tomas de fábricas, como Alfredo Curuchet.
Otro punto fundamental es que los abogados y abogadas del CeProDH
siempre actúan respetando en primer lugar la opinión de los trabajadores.
A partir de los conocimientos que les da su profesión y su práctica militan-
te, presentan diferentes alternativas, alertan cuáles son los peligros, pero
primero, siempre primero, son los trabajadores los que tienen que definir,
a través de sus métodos democráticos, cuáles son los pasos a seguir y las
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 213

acciones que desean realizar. Sobre esas decisiones ellos piensan la cober-
tura legal o cómo reflejar ese planteo. No al revés, es decir, no se pone la
lucha en función de tal o cual cuestión legal sino que se utiliza uno u otro
artilugio legal en función de la estrategia de lucha.

Causas judiciales, una pelea “por otros medios”

La lucha de Zanon estuvo cruzada por decenas de causas judiciales,


tanto penales como civiles, comerciales y laborales. El primer golpe que
preparó la empresa fue la presentación de un procedimiento preventi-
vo de crisis. Luego se presentó en concurso de acreedores, que posterior-
mente se convirtió en una quiebra. Se armaron causas para discutir la
provisión de gas a la planta, también causas que iniciamos nosotros con-
tra la patronal acusándola de lockout e intentando discutir el conflicto en
los Tribunales de Trabajo y no en otros ámbitos aún más hostiles. La em-
presa y también el propio Estado iniciaron numerosas causas penales por
habernos manifestado sobre las rutas o puentes.
Sabemos que no existe un Poder Judicial imparcial, que como parte fun-
damental del Estado tiene un contenido de clase. Pero aun denunciando
esta justicia clasista, cada vez que podemos tratamos de aprovechar los res-
quicios legales que se puedan en favor de las luchas obreras o las causas po-
pulares. Como bien explica Myriam, uno de los conceptos bajo los cuales
las universidades forman a los abogados y abogadas es que el Estado –y por
ende el poder judicial de ese Estado– representa el “interés general”, que
está para defender los intereses comunes de toda la población. Pero la po-
blación no es un todo homogéneo porque la sociedad está dividida en clases
sociales. Entonces, esa idea de Estado neutral esconde la realidad opuesta,
que el Estado burgués garantiza los intereses particulares de la clase capi-
talista contra los intereses de los trabajadores y el pueblo, que son la enor-
me mayoría de la población. El sistema judicial es parte fundamental de ese
Estado capitalista. Por eso todas sus resoluciones están teñidas de un claro
contenido de clase. Lo que no quiere decir que los jueces resuelvan dentro
de una burbuja aislada del mundo y de la política, aislada de la lucha de cla-
ses. Nosotros tratamos de encontrar todas y cada una de las contradicciones
políticas que abran resquicios por donde filtrar los reclamos de los trabaja-
dores, intentando usar a su favor la relación de fuerzas cuando esta les re-
sulta favorable, aprovechar el consenso que la lucha tenga en la comunidad
y desarrollar todo lo que le dé legitimidad al reclamo. Incluso jugamos con
la legalidad usando toda jurisprudencia o doctrina que hayan sentado pre-
cedentes que hoy cubran nuestro reclamo. Por ejemplo, la sentencia que
declara el lockout/paro patronal ofensivo de los empresarios en Zanon se
constituyó como un punto de apoyo para posteriores procesos de lucha.
214 RAÚL GODOY

Legalidad vs legitimidad

Permanentemente pusimos en cuestión el concepto de legalidad y le con-


trapusimos el de legitimidad, tanto para llevar adelante nuestras acciones
como para defendernos en el terreno judicial. Nuestros compañeros aboga-
dos siempre lo plantearon así, para ayudar a ganar confianza a los trabajado-
res en las propias fuerzas e ir perdiendo el respeto y el miedo a la legalidad de
los capitalistas y su Estado. Por ejemplo Mariano cuenta cómo en el medio
de la “huelga de los 9 días”, luego de la muerte de Daniel Ferrás, el gobierno,
en complicidad con la empresa, dictó la conciliación obligatoria para frenar
la bronca. Pero la unidad en la decisión de continuar el paro y la búsqueda
de apoyo en la comunidad fue fundamental para superar la pretendida “ile-
galidad” de la huelga. Plantear la legalidad o la ilegalidad de una huelga o de
una medida de fuerza es una falsa dicotomía. La clave es si la huelga y el re-
clamo son legítimos o no. Esta fue la lógica jurídica, si se puede llamar así,
para fundar cada planteo que trasvasaba los límites de la legalidad como, por
ejemplo, la violación de la conciliación obligatoria, la ocupación de la plan-
ta, la puesta en producción bajo control obrero.
Cuando los trabajadores ocupan una fábrica vaciada por sus patrones,
nos dicen que es delito violar la propiedad privada. Nosotros sabemos que
lo que es delito lo establece la burguesía, por lo tanto, ese no es un paráme-
tro definitorio para pensar qué hacer y qué no.
Por otra parte, como explicita Myriam, la legalidad puede conquistar-
se, puede cambiarse. Veamos el caso de los genocidas. Se tuvo que cons-
truir una legalidad para poder juzgar hechos que por el derecho común
estaban prescriptos; claro que todo ello fue sobre la base de no tocar nada
de la “obra” que ellos dejaron, sus decretos-leyes y hasta sus jueces siguie-
ron en funciones. Pero la persistente lucha sí consiguió que las causas se
reabrieran. En este sentido, una de las ideas más fuertes que nos interesa
transmitir desde el CeProDH es que cuando existe disposición de sectores
de nuestra clase a pelear y transformar la realidad, también en el terreno
legal se puede ser audaz y lograr precedentes históricos, establecer puntos
de apoyo para esas luchas y las que vendrán. Incluso cuando esas condicio-
nes en la lucha de clases no son tan favorables, también los abogados tene-
mos un gran rol para cumplir.

La legalidad en las fábricas ocupadas

El capitalismo se basa en el principio del carácter inviolable de la pro-


piedad privada. El derecho a ser propietarios es presentado como un de-
recho que corresponde a todos. Pero esto no es verdad, porque mientras
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 215

algunos podemos ser propietarios de un bien menor, o hasta de una vivien-


da en el mejor de los casos, otros son propietarios de las fábricas, de las tie-
rras y de los recursos naturales. Ellos son los propietarios de los medios de
producción y no necesitan trabajar para subsistir, mientras que los traba-
jadores, al no tener la propiedad de los medios para producir, nos vemos
obligados a vender nuestra fuerza de trabajo para poder sobrevivir. Así es
que la propiedad privada traza las fronteras entre las clases sociales.
El fenómeno de las fábricas recuperadas en Argentina puso en cuestión
esa propiedad privada capitalista en este siglo XXI –que comenzó de forma
convulsiva–. El gobierno constitucional, pero completamente deslegitimado,
de De la Rúa, era sacudido por la acción legítima de nuestro pueblo en las ca-
lles. Se expandieron como método de lucha los cortes de rutas ilegales.
Cuando los explotados se rebelan, una nueva legitimidad comienza a
cuestionar una legalidad que es la forma jurídica en la que se escuda la ex-
plotación y la opresión. En el movimiento obrero, esto se expresa en el re-
chazo de los cierres de empresas y/o despidos masivos, en la ocupación de
las plantas y luego en la puesta a producir sin los patrones.

La primera huelga de Zanon y


el rechazo a la conciliación obligatoria

El Estado no es neutral, por lo tanto tampoco su Ministerio de Trabajo.


La conciliación obligatoria es una herramienta muy discrecional que tiene
el Estado, por eso la utiliza para quebrar huelgas, para desarticular la lucha
y se niega a dictarla cuando ese impasse podría favorecer a los trabajadores.
El caso de Zanon es paradigmático. La fábrica fue paralizada ante la
muerte de un trabajador por falta de atención médica (“huelga de los 9
días”), y como la patronal no podía disponer libremente de su capital, el
Ministerio de Trabajo declaró la conciliación obligatoria, que implicaba
obligar a las partes a retrotraer las medidas, intentando así ganar tiempo y
desarticular la lucha.
La burocracia, que todavía dirigía el sindicato, fue a la asamblea con
la notificación de la conciliación obligatoria, diciendo que había que acep-
tarla o al día siguiente íbamos a ser todos despedidos, sin cobrar un centa-
vo de indemnización. Los trabajadores votaron no acatar la conciliación.
Como el conflicto tenía fuerza, al día siguiente a la patronal no le quedó
otra opción que la de asistir a una audiencia. Tuvo que aceptar y firmar to-
das las condiciones que impusimos los obreros.
Esto, por supuesto, no quiere decir que como norma los trabajadores de-
ban rechazar siempre una conciliación obligatoria, eso depende de la rela-
ción de fuerzas en cada conflicto, y en cada momento específico del mismo.
216 RAÚL GODOY

El procedimiento preventivo de crisis

El procedimiento preventivo de crisis es un mecanismo que intentó


aplicar Zanon en el año 2000 para tratar de despedir a la mitad de los tra-
bajadores y empeorar las condiciones laborales de los que quedarían en la
planta. Sigue siendo utilizado hasta la actualidad, y también es desechado
cuando a las patronales no les conviene porque intuyen que servirá de avi-
so y alerta para los trabajadores. Un ejemplo de esto último es el que se dio
en la autopartista LEAR en 2014 o el conflicto de AGR60 en 2017.
El preventivo de crisis es un mecanismo que instauró el gobierno de
Menem mediante la ley 24.013. Así las patronales, que en general cuentan
con sindicatos cómplices, organizan la destrucción de decenas de puestos
de trabajo sin mayores complicaciones. En el caso de Zanon se impidió que
la dirigencia de la FOCRA firmara un convenio a la baja en el marco de ese
procedimiento preventivo de crisis. También, producto de la movilización,
el Ministerio de Trabajo de la Nación tuvo que aceptar que la Comisión
Interna participara en las audiencias de preventivo de crisis, algo que la ley
no contemplaba. Fue un hecho distintivo en ese momento.
Entre tanto se desató la “huelga de los 9 días” y el preventivo de crisis
terminó quedando en la nada.
Pero los empresarios son tan impunes, y están tan acostumbrados a que
los sindicatos sean serviles, que a la par que intentaban aplicar este procedi-
miento aduciendo crisis, Cerámica Zanon publicó en el Boletín Oficial la
ampliación de su capital accionario y recibió de los principales bancos un
mega préstamo de 20 millones de dólares. Son impunes porque en este sis-
tema capitalista el derecho del propietario está por encima, incluso, de la
justicia del propio Estado burgués. Ellos están dispuestos a violentar toda
legalidad para conseguir sus objetivos.

El lockout/paro patronal ofensivo

Una de las conquistas que logramos en el terreno judicial, pero produc-


to de la relación de fuerzas que impusimos con la lucha, fue la condena a la
patronal por lockout ofensivo. Myriam recuerda que eran momentos críticos:
unos días antes de que interpusiéramos el amparo de lockout, ya existía una
resolución (firme) del juez penal Badano de Neuquén, que ordenaba el des-
alojo de la planta. Habíamos intentado plantear un habeas corpus preventi-
vo para frenar esa orden de desalojo y otras medidas, pero sin éxito.
Ante esa situación, Myriam y Mariano decidieron presentar un am-
paro en el ámbito de la justicia del Trabajo, en el que se debía discutir el

60 Artes Gráficas Rioplatenses, del Grupo Clarín.


ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 217

conflicto. Myriam me cuenta que todavía recuerda esa madrugada en una


antigua oficina que tenía el CeProDH en la calle Rodríguez Peña, en barrio
de Congreso, en la que estaban con Ivana Dal Bianco y Rubén Tripi rom-
piéndose la cabeza, pensando cómo calificar la acción patronal más allá de
los reclamos puntuales que hacíamos, y surgió la idea de calificarla global-
mente como lockout, figura que después fue tomada por la jueza Elizabeth
Rivero de Taiana en su sentencia como “lockout /paro patronal ofensivo”.
Obtuvimos una sentencia histórica, sentando un importante preceden-
te jurisprudencial, que ya se ganó un lugar pues ha sido publicado en las
principales revistas jurídicas, se ha puesto como material de estudio en cur-
sos de derecho del trabajo, etcétera.
Ese triunfo dio más fortaleza a los trabajadores para poder poner a pro-
ducir la fábrica. Además les dio una salida económica. Con esta sentencia
pudieron comenzar a vender parte del stock que les correspondía por los sa-
larios adeudados.
Cuando la justicia laboral decretó el lockout, logramos paralizar la causa
penal y rechazar una nueva denuncia de los Zanon por “hurto de materias
primas”; también quedó en suspenso el trámite ante el fuero civil; aunque
el gas seguía cortado. Luigi Zanon apostaba al desgaste. Por eso decidimos
largar la producción comenzando a labrar esa frase que hoy recorre la expe-
riencia de las fábricas recuperadas: “ocupar, resistir, producir”.
Ante esta medida que tomamos los trabajadores se les planteó un proble-
ma a los abogados. La jueza había precintado la entrada de gas, no era una
decisión sencilla la de quitar el precinto. Entonces presentaron un escrito di-
ciendo que mantener el gas cortado era una contradicción flagrante con la
sentencia de lockout que ordenaba la reapertura y la puesta en producción de
la fábrica. Como contamos en capítulos anteriores, sacamos el precinto y lar-
gamos el gas. Los empresarios reclamaron, pero se consiguió que la misma
jueza que había ordenado el corte resolviera que lo que tenía preeminencia,
en última instancia, era el fallo del lockout y esa fábrica debía estar abierta.

La quiebra de Zanon y el intento de


“toma de posesión” de la planta

En aquel momento la patronal no podía demostrar la crisis sin que


saltara a la vista el vaciamiento y la fuga de capitales al exterior. Señalamos
que eso existió, pero ningún juez, síndico o funcionario se animó a in-
vestigarlo. Lo que hizo la empresa fue presentar un concurso preventivo,
esta vez en Buenos Aires. Primero fue un concurso, y luego en agosto de
2005, el juez Rafael Barreiro (Juzgado Nacional en lo Comercial 18) de-
terminó la quiebra de Zanon.
218 RAÚL GODOY

Myriam recuerda que los compañeros del CeProDH se presentaron


en ese juzgado en representación del SOECN y de cada uno de los traba-
jadores. Tenían una sentencia que decía que la que actuaba ilegalmente
era la empresa, pero en el fuero comercial, todo está hecho para que solo
se escuche a los empresarios y los trabajadores son poco menos que ma-
terial descartable.
También, los compañeros del CeProDH hicieron un enorme traba-
jo de denuncia e investigación demostrando las maniobras empresariales
para desconocer la condena por lockout, denunciando que Zanon oculta-
ba información en el concurso, la “ruta del dinero” como se dice ahora,
los giros a Bahamas para fugar su fortuna, y exigieron, por supuesto, que
no se podía reactivar la planta sin la garantía de la conservación de to-
dos los puestos de trabajo y los derechos adquiridos de los trabajadores.
En abril de ese año, el juez ya no pudo desconocer esta realidad y le
quitó a los directivos de la Cerámica la mitad de la administración de la
empresa, nombrando como coadministradora a la Sindicatura actuante.
En su carácter de coadministradores, se negaron a anular los despidos ile-
gales de todo el personal efectuados por Zanon en noviembre de 2001.
Nuestros abogados rechazaron la coadministración, y propusieron la
necesidad de una Comisión de Administración Obrera Transitoria, para
que la fábrica sea manejada por los únicos que habían demostrado que les
interesaba la continuidad de la unidad productiva, los obreros.
El juzgado, en cambio, en tres oportunidades envió a la Sindicatura a
“realizar el inventario y tomar posesión” a Neuquén sin dar ninguna ga-
rantía respecto de los derechos de los trabajadores. La “toma de posesión”
solo tenía como objetivo retomar el control de la planta junto con los di-
rectivos de la Cerámica, como paso previo al desalojo violento.
El CeProDH planteó algo sumamente lógico: si la patronal a partir de
septiembre de 2001 cometió paro patronal, la única variante jurídica po-
sible para hallarle una solución al conflicto planteado era retrotrayendo
todo a la situación anterior a ese accionar ilícito. El lockout es un acto ilíci-
to y, por tal razón, son nulos de nulidad absoluta todos los actos que de él
se deriven, incluidos los despidos.
En medio de esa situación complicada para la naciente gestión obre-
ra conseguimos que más de cien reconocidos abogados encabezados por la
Asociación de Abogados Laboralistas, el actual diputado nacional Héctor
Recalde, el entonces presidente de la Asociación Americana de Juristas
Beinusz Szmukler, Horacio Meguira, el juez del Trabajo Enrique Arias,
Víctor Abramovich del CELS, Ricardo Monner Sans y muchos otros más
firmaran una importante solicitada haciendo suyo el reclamo de “justi-
cia para los trabajadores ceramistas”, y que “la única manera de poner fin
al lockout ofensivo es con la reapertura y puesta en funcionamiento de la
planta con la totalidad de los trabajadores”.
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 219

Finalmente, logramos destrabar esta situación en el expediente de la


quiebra años después, cuando en 2009 la Legislatura de la provincia de
Neuquén aprobó la ley de expropiación de la fábrica. De alguna manera el
gobierno tuvo que “legalizar” lo que en los hechos ya era inevitable: la fá-
brica Zanon era de los obreros.
Este capítulo sobre los problemas, avances y retrocesos en el ámbito ju-
dicial también intenta ser una ayuda para las nuevas generaciones obreras.
Aunque la historia nunca se repite, pueden sacar lecciones y conclusiones
de nuestra experiencia. La clave es que el terreno legal es un frente de lu-
cha que, en definitiva, solo se puede sortear en el terreno de la lucha de
clases. No hay vía legal o judicial en sí misma para afrontar un conflicto,
siempre el factor determinante es la pelea que den los propios trabajado-
res, dentro de determinada relación de fuerzas. No obstante eso, incorpo-
rar el frente legal con abogados militantes comprometidos con la causa de
los trabajadores como parte de un plan de conjunto en cada conflicto es
fundamental.
Mariano Pedrero (a la derecha) en las primeras movilizaciones

Leopoldo “Polo” Denaday, Nilda Eloy y Raúl Godoy. Primer juicio de lesa humanidad en Neuquén
Rubén Tripi (centro) y Mariano Pedrero (derecha)

Myriam Bregman. Acto en Casa de Neuquén en Buenos Aires


Mariano Pedrero con Ricardo Monner Sans en Zanon

Ivana Dal Bianco, Mariano Pedrero y Pedro “Pepe” Alveal


Leopoldo “Polo” Denaday

Encuentro Nacional del CeProDH. En la mesa Myriam Bregman, Ivana Dal Bianco y Rubén Tripi
Myriam Bregman y Raúl Godoy

Audiencia Pública en Congreso por renovación tecnológica de Zanon


EPÍLOGO

En el contexto de estallido de la crisis y durante las jornadas revolucio-


narias de 2001, con el quiebre de la economía, el cierre de más de dos mil
empresas y fábricas en nuestro país, cuando los bancos se apropiaron del
dinero de miles de ahorristas: en medio de esta debacle política, Zanon fue
la expresión más radical y profunda de respuesta obrera a esa crisis. Dio
una salida anticapitalista de gestión obrera directa y fue parte de un proce-
so de ocupación de fábricas y empresas que se pusieron a producir en ma-
nos de sus trabajadores.
Como cuento en el libro, Zanon no surgió de un día para el otro.
Ya en la decadencia de los años 90 luego de sufrir la superexplotación y
el maltrato, bajo convenios flexibilizadores, persecución y despidos, co-
menzamos a organizarnos y recomponer nuestras fuerzas al calor de los
Cutralcazos y los estallidos en varias provincias que, de alguna manera,
impactaban al interior de la fábrica. De este modo, primero recuperamos
la Comisión Interna, y luego de dos años de peleas internas, el sindicato.
Logramos así tener una herramienta para luchar. El año 2001 nos encon-
tró con nuestro sindicato recuperado y militante, y con cierta experiencia
en diferentes conflictos.
Por eso, cuando llegó el ataque más duro de la patronal estábamos
preparados para responder. Para esto fue fundamental tener una orga-
nización política en donde podíamos pensar y discutir colectivamente la
relación de fuerzas, todo el contexto en el que se desarrollaba la experien-
cia de Zanon, y socializar esas discusiones con nuestros compañeros de la
fábrica. La ocupación fue en octubre de 2001, y durante meses hicimos
guardias en los portones, sin producir, pero desarrollando una actividad
militante intensa en la región y en todo el país. Recién en febrero del año
siguiente pudimos sacar a los guardias que estaban puestos por la empresa.
Y al calor de diciembre de 2001 dimos un paso más, cuando el movimien-
to de desocupados salió masivamente a las calles, las clases medias crearon
sus asambleas barriales y hubo manifestaciones masivas en las que los aho-
rristas rompían los bancos a martillazos. Fue el momento de la alianza que
se conoció con el nombre de “piquete y cacerola, la lucha es una sola”, en
alusión a la unidad entre el movimiento piquetero y las clases medias con
sus cacerolazos.
226 EPÍLOGO

Nosotros discutimos en nuestras asambleas que no podíamos estar por


detrás de lo que estaba ocurriendo, entonces ocupamos totalmente la fá-
brica. La patronal nos denunció en la justicia y pidió que nos corten el gas
bajo la amenaza de que, en manos de los trabajadores, podía producirse
una explosión que ponía en peligro toda la zona. Esto fue una verdadera
provocación para bloquearnos y ahogarnos dentro de la fábrica ocupada.
En respuesta a este ataque rompimos el precinto, obtuvimos el gas y la pri-
mera producción.
Haber aprovechado el cambio de la situación política nacional fue fun-
damental para tomar decisiones ofensivas, como no detenernos ante la pro-
piedad privada capitalista, ya que nuestras acciones no dependían solo de
la relación de fuerzas en la fábrica.
Todo el trabajo y el esfuerzo militante desplegado durante meses con co-
misiones de trabajo, a las que se integraban compañeros, compañeras de la
Comisión de Mujeres y militantes de organizaciones que colaboraban activa-
mente con nuestra causa, aportaron a crear una red solidaria activa que fue
fundamental para construir el apoyo de la comunidad. En esos intensos me-
ses, estas conquistas lograron que ni el propio gobernador neoliberal Jorge
Sobisch pudiera avanzar con el desalojo y la liquidación de la gestión obrera.
El arte de la estrategia es tratar de modificar la relación de fuerzas ini-
cial para abrir caminos que no estaban planteados en un primer momento.
Saber cuándo avanzar y cuándo retroceder fue un aprendizaje fundamen-
tal y una tensión permanente durante esta verdadera “escuela de guerra”.
Los comienzos de la producción bajo control obrero fueron difíciles.
Pero a medida que nos asentamos y acrecentamos la producción logramos
incorporar nuevos compañeros y compañeras. Como decían muchos, en
medio de la crisis económica en la que había miles de cierres y despidos,
Zanon bajo gestión obrera incorporaba trabajadores. Se ingresaba a la fá-
brica cobrando un salario medio que era importante, incluso durante mu-
chos años tuvimos un salario por encima del convenio, se cobraba más
en Zanon que en ninguna otra fábrica ceramista. Durante al menos trece
años, con altibajos en la producción, la gestión obrera pudo resistir con re-
lativo éxito las presiones del mercado capitalista, ampliando los puestos de
trabajo y sosteniendo los salarios. Pero esto fue a costa del deterioro de la
maquinaria, sin subsidios ni créditos por parte de los gobiernos que nos
permitieran una renovación tecnológica, como sucede en toda la industria
ceramista del país. Esto llevó a reducir la productividad, producto del aho-
go financiero de los sucesivos gobiernos.
Durante más de una década, logramos sostener –aun con contradic-
ciones– la gestión obrera de una fábrica grande, que en su momento fue
la primera en producción de porcellanato de América Latina, en un he-
cho inédito a nivel nacional e internacional. Esto fue producto de la com-
binación de varios factores. En sus orígenes, haber empalmado con una
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 227

situación política y social de cierta radicalización en el país, lo que facilitó


acciones más ofensivas y el surgimiento de cierta militancia obrera, aunque
no directamente en el conjunto del movimiento obrero. Una vez impuesta
la gestión de los trabajadores y habiendo conquistado apoyo popular y legi-
timado la ocupación “ilegal”, se dio un cierto crecimiento económico que
conllevó a un alza en la construcción, lo que favoreció la venta de cerámi-
cos. Esto permitió cierta estabilidad económica de la fábrica. Además, el
sostenimiento de la militancia obrera, bajo la influencia política de nues-
tro partido en frente único con el sector independiente de la agrupación
Marrón, terminó de transformar a Zanon y al sindicato ceramista en una
referencia y en un ejemplo ineludible dentro del país y en sectores de van-
guardia a nivel internacional. En un tercer momento, el desvío de las mo-
vilizaciones en las calles hacia una recomposición de las instituciones, la
cooptación de sectores de vanguardia por parte del kirchnerismo y la pasi-
vidad que logró imponer impactaron también en Zanon, desmovilizando
paulatinamente la fábrica, hasta llegar a la ruptura de la dirección históri-
ca del proceso de Zanon.
Como mencionamos en el libro, nuestra estrategia planteaba la estatiza-
ción bajo gestión obrera, para que fuera el Estado –y no los trabajadores– el
que se hiciera cargo de la inversión para garantizar, entre otras cosas, la reno-
vación de maquinaria, los salarios, la obra social. Al mismo tiempo los tra-
bajadores debían decidir qué se producía, cómo se producía, con qué ritmos
de trabajo, etc. Todo esto puesto al servicio de un plan de obras públicas. Sin
embargo, no logramos imponer este objetivo. Pudimos conseguir la expro-
piación definitiva en 2009, luego de ocho años de lucha intensa, que acepta-
mos como una conquista parcial en el marco de una gestión obrera aislada,
que debía subsistir frente a las presiones del mercado capitalista. Este triun-
fo parcial, largamente debatido y votado por unanimidad en la asamblea de
trabajadores, lo pensamos como un punto de apoyo para la resistencia de la
fábrica y para defender esta trinchera conquistada para todos los trabajado-
res. Esto siempre se hizo apostando a una recomposición y ofensiva del movi-
miento obrero con la cual empalmar. Como dice Clausewitz: “Toda defensa,
de acuerdo con su fuerza, buscará transformarse en ataque tan pronto como
haya agotado las ventajas de la defensa”.
A pesar de no haberse desarrollado una situación así, y de la enorme
contradicción de haber quedado aislada e inmersa en un mercado capita-
lista, la gestión obrera mostró un enorme potencial no solo como perspec-
tiva de salida obrera a la crisis para el futuro, sino para el propio desarrollo
de la producción.
Por eso una conclusión central es que cualquier cooperativa o gestión
obrera solo puede mantener su fuerza vital si se sostiene con una firme mi-
litancia, si mantiene un claro horizonte anticapitalista, una clara oposición
al Estado y sus instituciones.
228 EPÍLOGO

Durante muchos años, Zanon fue una fortaleza sitiada que tenía muchos
aliados: organizaciones de trabajadores desocupados, organismos de dere-
chos humanos, jóvenes trabajadores y estudiantes, estatales, docentes y nues-
tros hermanos mapuches. Eso fue en base a desarrollar políticas para soldar
la alianza con el pueblo: hacer recitales, realizar múltiples donaciones solida-
rias –como construir viviendas y un centro de salud–, aportar a los fondos de
huelga de las principales luchas obreras a nivel nacional. Esas acciones fue-
ron fundamentales para mantener más de diecisiete años de gestión obrera.
Pero una “fortaleza sitiada” no puede sostenerse eternamente ya que no pue-
de existir la defensa absoluta, aunque las tácticas defensivas sean necesarias y
ventajosas en determinados momentos. Toda defensa, para ser efectiva, nece-
sita “golpes habilidosos”, es decir, acciones ofensivas. Nuestra pelea contra la
espera pasiva fue una de las causas que nos llevó a la ruptura con un sector
de la vieja agrupación Marrón.
La crisis internacional de 2008 en Argentina llevó a un nuevo proce-
so de cierre de fábricas, a la caída de la construcción y a la recesión. En
Zanon tuvimos que replegarnos, apagamos un horno, paramos algunas lí-
neas de producción, pero mantuvimos el salario y los puestos de trabajo.
Atravesamos la crisis de 2008 porque la fábrica estaba movilizada no solo
exigiendo la expropiación –la que conseguimos finalmente–, sino también
para resolver los problemas que surgían en la producción.
El golpe lo empezamos a sufrir cuando comenzó a perderse la energía
vital, esa energía de creer en nuestras propias fuerzas, de mantener la mo-
ral de una fábrica militante.
Durante el auge del kirchnerismo, desde el PTS batallamos para que
el Sindicato Ceramista se mantuviera independiente, resistiendo la políti-
ca de cooptación conciliadora hacia los movimientos sociales y los sectores
de la vanguardia obrera por parte de estos gobiernos. Pero sobre el fin del
ciclo del kirchnerismo, entre fines de 2012 y comienzos de 2013, un sector
de la vieja dirección de la fábrica comenzó a confiar en una salida negocia-
da, al plantear que la renovación y el mantenimiento de las maquinarias
iba a venir de la mano del gobierno de Cristina Kirchner, con promesas que
“endulzan el alma, el corazón y la sangre”. Esto llevó a una desmovilización
de la fábrica en momentos en que primaba el conformismo y la pasividad
en el movimiento obrero en general.
En ese contexto en el que varios sectores combativos se pasaban a las
filas del kirchnerismo, un dirigente de la Marrón decía: “hay un tiempo
para luchar, hay un tiempo para producir, hay un tiempo para negociar”.
Entonces, la lucha quedaba en un plano secundario, supeditada a esperar
que se cumplieran las promesas del gobierno. Se debilitaba así la moral de
la vanguardia obrera. Empezaron a surgir diferencias profundas que rom-
pían con la vieja tradición de la Agrupación Marrón y con los importantes
acuerdos políticos que habíamos forjado durante años. Este sector dejó de
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 229

impulsar acciones solidarias con otros trabajadores, de darle importancia a


las asambleas, cambiando el debate fraternal por la prepotencia, abandonó
las reuniones de Comisión Directiva, rompió con el Frente de Izquierda sin
ninguna definición política concreta, dejando de lado toda pelea real por
una alternativa política independiente de los trabajadores. Fue tomando
definiciones parciales que, de conjunto, decantaron en profundas diferen-
cias tácticas y estratégicas. Esto llevó a la conformación de dos agrupacio-
nes diferenciadas dentro de Zanon y del Sindicato Ceramista: la Marrón
independiente y la Bordó Marrón. Esta última fue impulsada por militan-
tes del PTS que reagruparon a compañeros independientes de la “vieja
guardia” y compañeras y compañeros más jóvenes. Más allá de los impor-
tantes acuerdos alcanzados y el camino común recorrido, nunca llegamos
a confluir con este sector en una cuestión estratégica fundamental: nuestra
batalla es contra el sistema capitalista, que en su decadencia, todo lo des-
truye, lo deteriora, lo explota, lo oprime. Si la lucha se limita a la fábrica
en medio de un sistema capitalista depredador, no hay salida, hay que po-
ner la lucha en una perspectiva. Esa falta de acuerdo estratégico y esa posi-
ción de pelear en los marcos de un régimen capitalista en una sociedad de
esclavos asalariados lleva –más tarde o más temprano– a la adaptación, y a
perder el norte, que es la liberación definitiva de nuestra clase y, como par-
te de ello, la lucha por construir la organización de los esclavos insurrectos,
es decir, un partido revolucionario. El verdadero clasismo tiene que ser an-
ticapitalista, y debe crear la herramienta que permita luchar por un gobier-
no de trabajadores.
Estamos en una sociedad de esclavos asalariados, y si bien en Zanon
nos liberamos del patrón, seguimos siendo esclavos del capitalismo. Solo se
puede retomar aquel espíritu libertario, anticapitalista si se está haciendo
algo épico, de lo contrario, se vuelve rutinario y no despierta más que de-
sazón. En los orígenes, el hecho de saber que cada cerámico producido en
esa fábrica era parte de una lucha, era un desafío al poder capitalista con-
tra viento y marea, formaba parte de nuestra fuerza moral. Esa llama es la
que queremos reavivar, renovar.
Por eso seguimos impulsando, dentro y fuera de la fábrica, campañas
en apoyo a Zanon y a todas las gestiones obreras, como Cerámica Stefani de
Cutral Co, Cerámica Neuquén y Madygraf (la ex Donnelley), ubicada en
el Parque Industrial de Garín. No solo como respuesta a los despidos y cie-
rres de fábricas, sino también por todas las lecciones que intento sintetizar
en este libro: la unidad entre ocupados y desocupados, la política hegemó-
nica hacia la alianza obrera y popular, el hecho de ser verdaderos tribunos
del pueblo, la coordinación de la vanguardia y la política de frente único
hacia los grandes sindicatos, la unidad obrero-estudiantil, la democracia di-
recta, la combatividad, la política clasista plasmada en el nuevo estatuto del
SOECN, entre otras.
230 EPÍLOGO

Se ha escrito bastante de Zanon, desde muchos puntos de vista. Pero si


este libro tiene un sentido es para rescatar las principales experiencias y lec-
ciones para el futuro que sacamos como corriente revolucionaria, al tener
una responsabilidad de dirección en los momentos más agudos del proce-
so. Hoy nuevamente, nos ponemos al frente de su defensa en medio de la
crisis. Porque hace falta condensar toda la experiencia que ha hecho la cla-
se trabajadora –la grande y la pequeña, la nueva y la vieja– para mantener-
la viva. Y la mayor condensación de esa experiencia es la de la construcción
de un partido revolucionario que la haga carne, que la haga programa, la
haga estrategia. Ese es el hilo rojo que recorre este libro.
CRONOLOGÍA

1979
Se inaugura Cerámica Zanon S.A. en el Parque Industrial de Neuquén a 7,5
kilómetros de la capital provincial favorecida por un régimen de promoción
industrial.

1993
Se inaugura, con la presencia del entonces presidente Carlos Menem, la sección de
porcellanato con la que la fábrica alcanzará las abrumadoras dimensiones que hoy tie-
ne. Entonces gracias al crédito “blando” estatal se convierte en la primera, más gran-
de y moderna fábrica de porcellanato de Latinoamérica.

1996
Octubre
Se realiza el primer paro total en defensa de un obrero despedido, Silvio
Centurión, que es reincorporado.

1998
Octubre
El 29, la Lista Marrón gana las elecciones a Comisión Interna de Zanon contra la
burocracia sindical de los hermanos Montes.

2000
La empresa presenta un recurso preventivo de crisis, que no prospera dada la im-
posibilidad de demostrar la crisis.

Junio
El obrero Daniel Ferrás, de 22 años, se descompensa dentro de la planta. La em-
presa no tiene las medidas de seguridad necesarias, y Daniel fallece durante el
traslado al hospital. La huelga “de los 9 días” consigue que se instale una ambu-
lancia y una comisión obrera de seguridad e higiene. Primera derrota patronal.

Octubre
Los Montes llaman a una asamblea en la localidad de Cutral Co (a 100 km. de
la fábrica) en horario laboral, para que se forme la junta electoral del Sindicato.
Intentan consumar un fraude, evitando que vayan los obreros de Zanon. Pero los
ceramistas faltan masivamente al trabajo, viajan a Cutral Co y eligen una junta
electoral contra el fraude. Así se inicia la recuperación del Sindicato.
232 CRONOLOGÍA

Diciembre
Las cuatro fábricas votan masivamente a la Lista Marrón. Se recupera el SOECN,
la seccional 21 en la Federación Obrera Ceramista de la República Argentina
(FOCRA). Raúl Godoy es el secretario general.

2001
Abril-mayo
Intentan suspender al personal por “falta de insumos” y se produce la huelga his-
tórica de 34 días. La patronal retrocede abonando los salarios caídos. Se vota una
nueva Comisión Interna.

Septiembre
El 7 se anunciaron despidos masivos. Días después comienza el lockout patronal
(cierre compulsivo de la empresa). Los ceramistas responden rápidamente con la
huelga. La empresa suspende al personal por falta de insumos. Dice que no pue-
de pagar los salarios y apaga los hornos.

Octubre
Los trabajadores toman la planta, impidiendo el ingreso de los gerentes.

Noviembre
Zanon comunica oficialmente el cierre de la planta y el despido de trescientos
ochenta empleados, quienes marchan a la Casa de Gobierno y queman los tele-
gramas. Ese día la policía reprime y son detenidos seis obreros.
La jueza laboral Elizabeth Rivero de Tania falla contra la empresa y decreta el
lockout patronal (cierre ofensivo). Ordena el embargo del 40 % del stock para
que se destine al pago de sueldos atrasados.

Diciembre
El 3 se produce el paro nacional llamado por la CTA. Los ceramistas se movilizan
contra el ajuste del gobierno radical de De la Rúa y son reprimidos nuevamente
por el gobierno provincial.

2002
Enero
Luigi Zanon pretende recuperar la propiedad de la fábrica. Su intención era po-
nerla a producir utilizando apenas el 10 % de la capacidad instalada y emplean-
do únicamente a sesenta y dos empleados. Los obreros rechazan inmediatamente
esta propuesta.
Surge la “Coordinadora del Alto Valle”, integrada por el SOECN, los obreros
de Zanon, organizaciones de desocupados, comisiones internas y agrupaciones
antiburocráticas docentes, estatales, de salud y de la construcción. Se suman or-
ganizaciones estudiantiles y partidos de izquierda. La Coordinadora cobra peso
regional, reagrupando a las organizaciones combativas, siendo una alternativa a
la burocracia sindical.

Marzo
Los obreros encienden cuatro hornos y reactivan la fábrica. La Confederación
Mapuche ofrece sus canteras de arcilla para la producción de cerámicos.
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 233

Abril
Sale la primera producción de veinte mil metros cuadrados.
El 13 se hace el 1º Encuentro de Fábricas Ocupadas, en la textil Brukman de la
Capital Federal, también ocupada por sus trabajadores desde el 18 de diciembre
de 2001. Están presentes en la jornada del Puente Pueyrredón donde son asesi-
nados Kosteki y Santillán.

Agosto
Se generan diez puestos de trabajo genuino.

2003
Febrero
Se crean treinta nuevos puestos de trabajo genuino que son repartidos entre
las organizaciones de desocupados que apoyaron la gestión obrera: “Unidad de
ocupados y desocupados para luchar por trabajo genuino”.

Abril
Un nuevo intento de desalojo contra los obreros es frustrado por más de tres mil
personas. La CTA había llamado a un paro provincial.

Junio
Se presenta en la Legislatura provincial el proyecto de Ley Expropiación Bajo
Control y Gestión Obrera acompañado por cincuenta mil firmas.

Noviembre
Represión en inmediaciones del Ruca Che. En ese ataque Pedro “Pepe” Alveal
recibe sesenta y cuatro impactos de bala de goma en todo su cuerpo, uno de los
cuales le vacía el ojo izquierdo. Alveal había entrado a trabajar a Zanon como jo-
ven del MTD.
Se producen más de ciento veinte mil metros cuadrados de cerámicos por mes.

2004
Febrero
Se conforma la Cooperativa de Trabajo FaSinPat (Fábrica Sin Patrones).

Setiembre
La gestión obrera construye el Centro de Salud Nueva España (barrio de chacras
cercano a la fábrica).

Noviembre
Se instala carpa de Zanon frente al Congreso Nacional en Buenos Aires con el
apoyo de muchas personalidades. Presentan proyecto de Ley de Expropiación y
Estatización sin pago.

Diciembre
Gran festival con León Gieco, Raly Barrionuevo, Ciro Pertusi de Ataque 77 y el
cantautor local César Cabeza.
234 CRONOLOGÍA

2005
Febrero
Amenazan de muerte a varios dirigentes ceramistas y sus familias.

Marzo
Agreden físicamente a esposa de ceramista. El premio Nobel de la Paz Pérez
Esquivel visita la región por ese motivo.

Junio
Se presenta un metro cuadrado de poesía con poemas inéditos de Juan Gelman.

Agosto
El juez Rafael Barreiro determina la quiebra de Zanon.

Octubre
Se autoriza a la Cooperativa a administrar la fábrica hasta octubre de 2006.

2006
Mayo
Con veinte mil firmas y una masiva movilización desde Zanon se presenta nueva-
mente en la legislatura provincial el proyecto de Ley de Expropiación.

Septiembre
Se construye la casa de una familia en la toma “Rincón del Valle” cuyos padres
habían fallecido en un accidente.
Toca Rata Blanca para quince mil jóvenes en el playón de Zanon.

Octubre
Prórroga de la administración de la fábrica por parte de la Cooperativa.

Noviembre
Festival Folclórico en la fábrica Raly Barrionuevo, Duo Coplanacu, Presagio y nu-
merosos artistas locales.

Diciembre
Recital de Ataque 77 en Zanon.

2007
Abril
Represión en Arroyito, la policía fusila públicamente a Carlos Fuentealba. Una
delegación ceramista acompañó la medida y las posteriores jornadas de protesta.

Setiembre
Primera partida de cerámicos para exportación.

Octubre
Se presenta el mural “Guerreros y maestros” de Marta Such.
ZANON, FÁBRICA MILITANTE SIN PATRONES 235

2008
Agosto
El Encuentro Nacional de Mujeres hace un acto en Zanon.

Octubre
Vence plazo de administración de la fábrica por parte de la Cooperativa FaSinPat.
Toca La Renga frente a quince mil jóvenes

2009
Marzo
El Ejecutivo provincial presentó a la Legislatura el proyecto de expropiación con
avenimiento.

Agosto
Tras casi nueve años de gestión obrera, el proyecto de expropiación con aveni-
miento de los acreedores privilegiados presentado por el Ejecutivo es aprobado
en la Legislatura.

2010
Abril
Comienza a funcionar en la fábrica la escuela provincial “Boquita Esparza”.

Mayo
Es ocupada la Cerámica Stefani de Cutral Co ante el intento de vaciamiento
patronal.

Diciembre
Ceramistas encabezan una movilización tras un plenario obrero clasista que
se solidariza con las familias inmigrantes sin techo reprimidas en el Parque
Indoamericano en CABA.

2011
De la lucha sindical y social, muchos dirigentes ceramistas dan un paso al terreno
político. En un plenario de la Agrupación Marrón del Sindicato Ceramista votan
formar parte del Frente de Izquierda y de los Trabajadores en Neuquén (jun-
to con el Partido de los Trabajadores Socialistas, el Partido Obrero e Izquierda
Socialista).

Junio
El día 12, el Frente consigue la primera banca obrera en la historia de la región
para ponerla al servicio de los trabajadores.

La lucha siguió estos últimos años y en el 2014 se ocupa Cerámica Neuquén y es


puesta a producir bajo gestión obrera.
ANEXO
ESTATUTOS SOCIAL

SINDICATO DE OBREROS Y EMPLEADOS CERAMISTAS


DE NEUQUÉN

CAPÍTULO 1

Preámbulo
Sobre la base lógica de que el trabajador por sí y aisladamente no puede
convertirse en un ente eficaz en la integral defensa de sus derechos e intere-
ses, ni para la obtención de las mejoras a que es acreedor por su condición
de propulsor del progreso humano, debe buscar entre sus compañeros de
clase la fuerza que le permita contrarrestar con toda capacidad e inteligen-
cia las intenciones dirigidas a cercenar sus legítimos derechos. Por esa ra-
zón el SOECN es un sindicato que tiene como principio y forma de trabajo
la asamblea de trabajadores. Las asambleas de fábrica y del sindicato son la
autoridad máxima que permiten el debate, la confrontación de ideas y opi-
niones y la resolución democrática de todas y cada una de las decisiones a
tomar por los trabajadores. El SOECN es una organización sindical de lu-
cha y defensa de los intereses económicos y sociales de los trabajadores/as
ceramistas en la actual sociedad capitalista. En la sociedad hay cada vez más
una reducida minoría que disfruta de todas las ventajas del desarrollo eco-
nómico, social y tecnológico; mientras el resto está condenada a la sobreex-
plotación, la desocupación y los bajos ingresos. La sociedad se desarrolla en
el contexto de la lucha de las clases sociales. Por eso el SOECN reconoce, se
orienta y basa su práctica en la lucha de clases y bajo los principios del sindi-
calismo clasista, conservando su plena independencia del Estado y sus ins-
tituciones, del gobierno y todas las organizaciones patronales. El SOECN
reconoce que la clase obrera no tiene fronteras. Somos hermanos de los tra-
bajadores y los pueblos pobres y oprimidos de América Latina y el mundo.
Luchamos contra la dominación de las potencias imperialistas que saquean
al mundo con su secuela de hambres y guerras. La fraudulenta deuda exter-
na o la intromisión del imperialismo en las principales fuentes de riqueza
nacional, como es el caso del petróleo y el gas en nuestra región, consolida
su dominio sobre los instrumentos y medios de producción, impidiendo el
desarrollo nacional independiente y soberano. El SOECN libra una lucha
238 ANEXO

consecuente por los legítimos intereses de la clase trabajadora y en alianza


con los sectores populares buscando elevar la conciencia de clase de los tra-
bajadores y lograr una sociedad sin explotadores ni explotados.
Sus directivos y afiliados se ajustarán para ello a lo siguiente:
Artículo 1: Bajo la denominación de Sindicato de Obreros y Empleados
Ceramistas de Neuquén, constituyese el día 12 de septiembre de 1982, una
organización sindical con carácter permanente para la defensa de los inte-
grantes gremiales cuya finalidad es la de agrupar en su seno todos los obre-
ros/as y personal no jerárquico que trabajen en la industria de la cerámica,
en las distintas ramas y especialidades, entre otras las que a título enun-
ciativo se establecen: se considerará dentro de la actividad ceramista, en-
tre otras: porcelana y loza de mesa, cerámica artística, industriales rojas,
gres, refractarias, alfarería, yesería artística, escultura, azulejos, mayólicas,
decoración, sanitarios, pisos y revestimientos, y todo aquello que directa-
mente esté relacionado con la industria de la cerámica. Se incluye dentro
del ámbito de representación del SOECN a los trabajadores de coopera-
tivas de trabajo cuyo objeto sea la actividad cerámica. Su domicilio legal
queda constituido en la calle Carlos H. Rodríguez n° 665 de la ciudad de
Neuquén.

CAPÍTULO 2

Fines y objetivos generales


Artículo 2: La finalidad y objetivos de la asociación, son los siguientes:
A) Lograr, sostener y defender las reivindicaciones morales, intelectuales
y/o culturales de sus afiliados, facilitando la unión y agremiación de todos
los trabajadores del gremio. B) Bregar para terminar con la explotación del
hombre por el hombre incorporando al sindicato y a sus hombres en la mi-
sión histórica que desempeña la clase obrera organizada en la construcción
de una sociedad más justa y solidaria. C) Adoptar las medidas de lucha que
el sindicato crea conveniente y que las circunstancias aconsejen en defensa
de sus fines y objetivos, dentro de los principios del sindicalismo clasista.
D) Propiciar y concretar convenciones colectivas de trabajo y proponer a la
sanción de leyes y normas legales que tiendan al mejoramiento de las condi-
ciones laborales, sociales, económicas, técnicas y culturales de los afiliados.
E) Desarrollar la organización sobre la base de los principios de unidad, so-
lidaridad y efectiva democracia sindical, recurriendo al análisis objetivo, a
la crítica constructiva y a la aplicación en la práctica del sindicalismo clasis-
ta. La democracia sindical presupone el derecho a la libre expresión de las
posiciones gremiales y políticas y la plena libertad de las tendencias que de-
fienden los intereses de los trabajadores. F) Promover la implantación del
ESTATUTOS DEL SINDICATO CERAMISTA DE NEUQUÉN 239

servicio médico y odontológico; colonias y campamentos para vacaciones y


recreación, instituir seguros colectivos, subsidios por enfermedad, servicios
mutuales, cooperativas, bibliotecas, etc. G) Adherir a federaciones y confe-
deraciones o desafiliarse cuando así lo resuelva la asamblea de afiliados. H)
Defender los intereses profesionales de los trabajadores que agrupa y repre-
sentarlos ante sus empleadores, autoridades y demás personas o entidades
ante las cuales es menester ejercer dicha representación. I) Destinar un por-
centaje de la recaudación de la cuota sindical para implementar un fondo
de huelga permanente. J) Luchar por la unidad efectiva entre trabajadores
ocupados y desocupados. Buscar la coordinación con otras organizaciones
obreras en lucha. K) Mantener una efectiva independencia frente a cual-
quier intento de injerencia por parte del gobierno y las instituciones del es-
tado y sus patrones. L) Impulsar la solidaridad de clase, principio que nos
permite practicar el apoyo mutuo entre trabajadores y los miembros de las
clases explotadas y oprimidas. Implica también el apoyo mutuo internacio-
nal de la lucha de los trabajadores, pueblos y naciones contra la opresión y
explotación capitalista y por el ejercicio pleno del derecho de los pueblos a
su soberanía e independencia nacionales.
Artículo 3: El sindicato no podrá: A) establecer diferencias por razones
ideológicas, políticas, sociales, de credo, nacionalidad, raza o sexo, debiendo
abstenerse de dar un trato discriminatorio a los afiliados; B) recibir ayuda
económica o donaciones de organizaciones patronales o empresarios indivi-
duales, como así tampoco aquellas que provengan del Estado u otra institu-
ción u organización y tengan un fin contrario al espíritu y a la letra de la ley
de este estatuto. Cualquier otro tipo de ayuda económica deberá ser acepta-
da por asamblea extraordinaria convocada al efecto.

CAPÍTULO 3

De los asociados
Requisitos de admisión

Artículo 4: El ingreso como afiliado deberá ser solicitado por el aspiran-


te llenando y firmando el formulario en el que consignara nombre y ape-
llido, edad, nacionalidad, número de libreta de enrolamiento, cedula de
identidad o documento único de identidad, fábrica en la que trabaja, fecha
de ingreso y sección, acompañará 2 fotos tipo carné. La solicitud será acep-
tada o rechazada por la Comisión Directiva, dentro de los 30 (treinta) días
posteriores a su presentación, indicándose claramente, en su caso, las cau-
sales de su rechazo. Transcurrido 30 días desde que la Comisión Directiva
hubiere recibido la solicitud si esta no se expidió en forma expresa, se
240 ANEXO

considerará automáticamente. El rechazo de una solicitud de afiliación


solo podrá fundarse en las siguientes causas: a) Incumplimiento de los
requisitos de forma exigidos por los estatutos. b) No desempeñarse en la
actividad, profesión, oficio, categoría o empresa que representa al sindi-
cato. c) Haber sido objeto de expulsión de un sindicato sin que haya trans-
currido un año desde la fecha de tal medida. Se deja sin efecto este inciso
si la mayoría simple de los afiliados en una asamblea extraordinaria consi-
dera que las causas fueron por persecución política o gremial o por llevar
adelante luchas en defensa de los trabajadores.

Derechos de los afiliados

Artículo 5: El afiliado que no adeuda más de 2 (dos) cuotas sociales


vencidas gozará de todos los derechos que le acuerde este estatuto, así como
el uso de los servicios de la institución, de acuerdo a las disposiciones que
lo regulen (siempre y cuando el no pago de la cuota se deba al incumpli-
miento patronal en el pago de salarios o los aportes sindicales que haya
retenido).
Artículo 6: Mantendrán la afiliación: a) Las personas comprendidas en
el artículo 14 de la ley 23.551. b) Las trabajadoras en estado de excedencia
y por lo términos previstos en el artículo 183, inciso C de la ley de contrato
de trabajo. c) Mantendrán la afiliación los trabajadores que fueren despe-
didos y que perseveren en la lucha por recuperar su puesto de trabajo du-
rante todo el tiempo que esta se sostenga. d) Los afiliados que interrumpan
la prestación de tareas por invalidez, accidentes, enfermedad o excedencia
quedan exentos del pago de la cuota sindical, mientras subsistan las circuns-
tancias indicadas en ellos. La Comisión Directiva se reserva el derecho de
constatar la veracidad de cada caso.
Artículo 7: Para ejercer el derecho a elegir a sus representantes a través
del voto, el trabajador deberá haberse desempeñado en la actividad duran-
te los tres meses inmediatos anteriores a la fecha de la elección.

Obligaciones

Artículo 8: Son obligaciones de los afiliados: abonar puntualmente la


cuota sindical que rija; quedando exceptuado de esta obligación los afila-
dos que se encuentren en los incisos a, c y d del artículo 6.
ESTATUTOS DEL SINDICATO CERAMISTA DE NEUQUÉN 241

Renuncia

Artículo 9: Los afiliados podrán renunciar en cualquier momento a su


condición de tales. Con el único requisito de estar al día en el pago de las
cuotas societarias, o sea, que esté abonada la mensualidad correspondiente
a la fecha de su renuncia; esta deberá ser por escrito, telegrama o carta docu-
mento y dirigida a la Comisión Directiva, la que deberá resolverla en el tér-
mino de treinta (30) días de haberla recibido y no podrá ser rechazada, salvo
que el sindicato resolviese su expulsión por causa legítima. De no mediar re-
solución expresa en el término aludido, la misma se considerará aceptada.

Cancelación

Artículo 10: Los afiliados perderán su carácter de tales, siendo por tal
motivo cancelada su afiliación y eliminados de los registros de afiliados por
las causas siguientes: a) Cesar en el desempeño de la actividad, encuadra-
da en el artículo 1 del presente estatuto, con las excepciones previstas en el
articulo 6 y en las condiciones allí establecidas. b) Adeudar más de dos (2)
cuotas sociales y no haber abonado las mismas dentro del plazo de 48 ho-
ras de haber sido intimado por la Comisión Directiva, siempre y cuando
no se trate del caso de la excepción del artículo 5 donde la cuota sindical
no se abona por incumplimiento patronal.

Régimen Disciplinario

Artículo 11: Las sanciones disciplinarias que pueden aplicarse a los afilia-
dos serán las que taxativamente se fijan a continuación: a) Apercibimiento.
b) Suspensión. c) Expulsión.
Artículo 12: Tales sanciones se graduarán en la siguiente forma: a) Haber
cometido violaciones de los cuerpos directivos o resoluciones de las asam-
bleas, cuya importancia justifique la medida. b) Colaborar con los emplea-
dores en actos que importen prácticas desleales declaradas judicialmente.
c) Recibir subvenciones directas o indirectas de los empleadores con moti-
vo del ejercicio de cargos sindicales.
Serán únicas causas de cancelación de la afiliación: a) Cesar en el des-
empeño de la actividad, oficio, profesión, categoría o empresa previstos en
el agrupamiento, exceptuando los casos determinados. b) Mora en el pago
de cuotas y contribuciones sin regularizar esta situación en el plazo razona-
ble en que la asociación sindical intime a hacerle.
242 ANEXO

CAPÍTULO 4

De las autoridades
Artículo 13: Las autoridades del sindicato son: a) La asamblea gene-
ral de afiliados. b) El plenario de delegados de fábrica. c) La Comisión
Directiva. d) La Comisión Revisora de Cuentas.

Comisión Directiva

Artículo 14: El Sindicato será dirigido y administrado por una


Comisión Directiva compuestas por 14 miembros titulares, que desem-
peñarán los siguientes cargos: Secretario General, Secretario Adjunto,
Secretario Gremial, Secretario de Actas, Secretario Administrativo,
Secretario de Difusión, Cultura y Turismo, Tesorero, Pro-Tesorero, seis (6)
Vocales Titulares. Se completará de seis (6) Vocales Suplentes que solo inte-
grarán la Comisión Directiva en los casos de renuncia, fallecimiento o im-
pedimento de sus titulares.
Artículo 15: Para integrar los órganos directivos se requerirá: a) Mayor
de edad. b) Estar afiliado, tener dos (2) años de antigüedad en la afiliación
y encontrarse desempeñando la actividad durante dos años. El setenta y
cinco (75 %) por ciento de los cargos directivos y representativos debe-
rán ser desempeñados por ciudadanos argentinos. Los cargos de Secretario
General y Secretario Adjunto serán ejercidos por ciudadanos argentinos.
La representación femenina en los cargos electivos y representativos de las
asociaciones sindicales será de un mínimo del 30 %, cuando el número de
mujeres alcance o supere ese porcentual sobre el total de los trabajadores.
Cuando la cantidad de trabajadoras no alcanzare el 30 % del total de traba-
jadores, el cupo para cubrir la participación femenina en las listas de can-
didatos y su representación en los cargos electivos y representativos de la
asociación sindical será proporcional a esa cantidad. Asimismo, las listas
que se presenten deberán incluir mujeres en esos porcentuales mínimos y
en lugares que posibiliten su elección
Artículo 16: El mandato de los miembros de la Comisión Directiva es
de tres (3) años. Partiendo del principio de la rotación, donde todo dirigente
debe volver a su puesto de trabajo, los miembros que hubiesen estado renta-
dos o realizando tareas políticas, gremiales o administrativas fuera de su pues-
to de trabajo por más de la mitad del mandato podrán ser reelegidos. Pero
durante el mandato siguiente no podrán estar rentados y podrán realizar ta-
reas políticas, gremiales o administrativas luego de su horario de trabajo.
Artículo 17: Todo miembro de la Comisión Directiva, de la Comisión
Revisora de Cuentas o del Cuerpo de Delegados antes de desvincularse la-
boralmente de alguna de las fábricas o cesar en su puesto de trabajo tiene
ESTATUTOS DEL SINDICATO CERAMISTA DE NEUQUÉN 243

la obligación de renunciar previamente a su cargo gremial. En caso de re-


nuncia, licencia, ausencia, fallecimiento o cualquier otra causa que ocasio-
ne vacancia transitoria o permanente de un cargo titular de la Comisión
Directiva, los reemplazos se realizarán de la siguiente forma: en reunión de
Comisión Directiva convocada al efecto se elegirá por votación un miem-
bro de la misma Comisión Directiva para ocupar el cargo vacante. Este re-
emplazo será por el término de la vacancia o mandato según corresponda.
Los vocales titulares que pasen a ocupar permanentemente un cargo en la
Comisión Directiva serán reemplazados por los vocales suplentes elegidos
por la Comisión Directiva.
Artículo 18: La Comisión Directiva se reunirá una vez por semana en
sesión ordinaria, el día y hora que ella acuerde en su primer reunión y ade-
más, toda vez que sea citada por quien la presida o a pedido de la Comisión
Revisora de Cuentas y/o la mitad mas uno de sus integrantes, debiendo en
estos últimos casos celebrarse la reunión dentro de los 15 días posteriores
a ser solicitadas. La citación se hará por las circulares y con dos días de an-
ticipación y con un enunciado a tratar.
Artículo 19: Las reuniones de Comisión Directiva serán abiertas para
todos los afiliados que tendrán derecho de voz. La Comisión Directiva
tendrá quórum en sesión ordinaria en primera convocatoria con la mitad
más uno de sus miembros titulares computándose a tal efecto al Secretario
General. En segunda convocatoria habrá quórum con seis miembros, pre-
sidiendo la reunión el miembro que ocupe el lugar de mayor prioridad en
la Comisión Directiva o quien se designe si no lo hubiere. Sus resoluciones
serán tomadas por simple mayoría de presentes. El Secretario General o en
su caso el miembro que presida las reuniones de la Comisión Directiva di-
rige el debate o su voto será doble en caso de empate.
Artículo 20: En caso de renuncia de la Comisión Directiva que de-
jen a esta sin quórum, los renunciantes no podrán abandonar sus cargos
y subsistirá su responsabilidad hasta la nueva constitución de la Comisión
Directiva, que se hará en la forma prescripta para su elección y dentro
de los treinta (30) días de quedar sin quórum, en caso de abandono ade-
más de las responsabilidades legales pertinentes, podrán ser expulsado del
sindicato.
Artículo 21: El mandato de uno o todos los miembros de la Comisión
Directiva podrá ser revocado con justa causa por el voto de una asamblea
extraordinaria convocada al efecto, debiendo contar para ello con un quó-
rum superior al 40 % de los afiliados y la aprobación de mayoría simple de
afiliados presentes. En caso de revocatoria de toda la Comisión Directiva la
asamblea designará a cinco afiliados de al menos dos fábricas para que pre-
vean lo pertinente a fin de que dentro de los cuarenta y cinco días se con-
voque a elecciones de conformidad con el capítulo correspondiente. En
caso de revocatoria individual se convocará nueva Asamblea Extraordinaria
244 ANEXO

para ocupar los cargos vacantes. Los reemplazantes se elegirán entre los
miembros de la Comisión Directiva. La Asamblea Extraordinaria se convo-
cará en un plazo no mayor de 15 días corridos y será convocada al efecto.
Artículo 22: Los miembros de la Comisión Directiva podrán ser suspen-
didos preventivamente en sus cargos por faltas graves que afecten al Sindicato
o por actos que comprometan gravemente la disciplina y la armonía de la
Comisión Directiva. La suspensión no podrá exceder de 15 días y deberá re-
solverse en sesión especial en la que deberá ser escuchado el miembro dis-
cutido y la resolución que recaiga deberá ser sometida a la Asamblea que se
convocará a tal efecto de inmediato y cuya celebración se efectuará en el plazo
máximo de 15 días corridos y en las condiciones y con los requisitos estable-
cidos en el artículo 21 del estatuto. La Asamblea dispondrá en presencia del
imputado, quien formulará su descargo y el que será convocado en forma fe-
haciente por la Comisión Directiva.
Artículo 23: Son funciones y atribuciones de la Comisión Directiva:
A) Ejercer la administración del sindicato. B) Ejecutar las resoluciones de
las asambleas, cumplir y hacer cumplir las normas legales y reglamentarias
de aplicación de este estatuto y los reglamentos internos, interpretándolos
en caso de dudas con cargo de dar cuenta a la asamblea más próxima que se
realice. C) Nombrar comisiones auxiliares, permanentes o transitorias que
a su juicio considere necesarias para el mejor desenvolvimiento y organiza-
ción. Designar afiliados a formar comisiones que auxilien a los secretarios
en sus funciones generales o sus casos especiales D) Nombrar empleados y
todo el personal necesario para el cumplimiento de finalidad social, fijarle
sueldos, determinarles obligaciones, amonestarlos, suspenderlos y despedir-
los. E) Aceptar o rechazar solicitudes de afiliados, de conformidad con lo
previsto en este estatuto. F) Convocar asamblea de carácter ordinario, con-
feccionando el orden del día. G) Presentar a la asamblea general ordinaria
la memoria y balance general, inventario, cuenta de gastos y recursos e infor-
mes de la comisión revisora de cuentas. H) Convocar a la asamblea de carác-
ter extraordinaria, confeccionando el orden del día cuando sea convocada
por propia decisión y convocarla también cuando la solicitaran por escrito
el 15 % como máximo de los afiliados al día con tesorería de conformidad
con lo que se dispone en el capítulo de las asambleas. I) El SOECN no ten-
drá rentados salvo que así lo resuelva por excepción una asamblea extraor-
dinaria convocada al efecto que pondrá las condiciones de la renta. El plazo
de la renta lo definirá la asamblea y durará mientras subsistan los motivos
pero con un máximo de 6 meses. Vencido el período de la renta se deberá
volver al trabajo sobre la base de promover activamente el principio de la ro-
tación. La remuneración será igual a la que el trabajador perciba en su pues-
to de trabajo. J) Es función de la Comisión Directiva el organizar la elección
de cuerpos de delegados por sector o sección en cada una de las fábricas.
ESTATUTOS DEL SINDICATO CERAMISTA DE NEUQUÉN 245

Secretario General

Artículo 24: Son deberes y atribuciones del Secretario General: a) Ejercer


la representación del sindicato. Es el representante legal de la organiza-
ción en todos sus actos jurídicos, gremiales y sociales. b) Formar las actas
o resoluciones de la comisión directiva y asambleas correspondientes a las
reuniones que asista. c) Autorizar con el tesorero las cuentas de gastos, fir-
mar recibos y demás documentos de la tesorería, de acuerdo con lo resuel-
to por la comisión directiva. d) Firmar conjuntamente con el tesorero los
cheques. e) Firmar la correspondencia y demás documentación del sindica-
to en forma conjunto con los secretarios de las distintas áreas. f) Convocar
y presidir las reuniones de la Comisión Directiva. g) Adoptar resoluciones
urgentes en casos imprevistos a referéndum de la Comisión Directiva.

Secretario Adjunto

Artículo 25: Son deberes y derechos del Secretario Adjunto colaborar


con el secretario general en el ejercicio de las funciones de este y que le de-
legue o encomienda y reemplazarlo en caso de ausencia, impedimento o se-
paración de su cargo.

Secretario Gremial

Artículo 26: Son deberes y atribuciones del Secretario Gremial atender


las cuestiones gremiales del sindicato y colaborar con el secretario general.

Secretario de Actas

Artículo 27: Son derechos y atribuciones del Secretario de Actas redac-


tar las actas de asamblea, Comisión Directiva y otras reuniones convocadas
por la Comisión Directiva. Registrará los presentes y ausentes en un libro
de asistencia. Presentará en cada caso el acta anterior para su aprobación.

Secretario Administrativo

Artículo 28: Son deberes y atribuciones del Secretario Administrativo


tener a su cargo la correspondencia general y toda cuestión de carácter ad-
ministrativo que no corresponda a otra secretaria. Firmar conjuntamente
246 ANEXO

con el secretario general, secretario adjunto y tesorero las bajas y altas del
inventario general. Organizar y/o mantener ordenado al día los archivos
del sindicato. Solicitar presupuestos de compras y/o reparaciones, mante-
ner relaciones laborales con el personal en relación de dependencia.

Secretario de Difusión, Cultura y Turismo

Artículo 29: Son deberes y atribuciones del Secretario de Difusión, Cultura


y Turismo: a) Dar a publicidad todas las resoluciones adoptadas por los órga-
nos directivos. b) Comunicados de prensa. c) Organizar un boletín o diario
mensual del sindicato. d) Programar la difusión o intercambio cultural y educa-
tivo entre los afiliados. e) Será responsable de todos los planes de turismo para
los afiliados. f) Organizara juntas deportivas entre los afiliados al sindicato.

Tesorero

Artículo 30: Son deberes y atribuciones del Tesorero: a) Ocuparse de todo


lo relacionado con el cobro de las cuotas sociales y contribuciones. b) Llevar
los libros de contabilidad exigidos por la autoridad de aplicación. c) Presentar
a la Comisión Directiva los balances mensuales y preparar anualmente el ba-
lance general, cuentas de gastos y recursos e inventario que deberá aprobar la
comisión directiva. d) Firmar con el secretario general los cheques y autorizar
con el mismo las cuentas de gastos. e) Efectuar los depósitos del dinero ingre-
sado a nombre del sindicato y a la orden conjunta del secretario general, se-
cretario adjunto, tesorero y pro-tesorero. f) Retener en caja chica la suma de
dinero en efectivo que determinase la Comisión Directiva. g) Dar cuenta del
estado económico de la entidad a la Comisión Revisora de Cuentas toda vez
que esta lo solicite.

Pro-Tesorero

Artículo 31: Son los deberes y atribuciones de este: a) Reemplazar en


caso de impedimento, renuncia o destitución del tesorero. b) Es obligatorio
el auxiliar inmediato del tesorero y en su razón de su cargo, debe interiori-
zarse del movimiento general de tesorería, para estar en condiciones de eva-
cuar cualquier información que le sea solicitada en ausencia del tesorero.
ESTATUTOS DEL SINDICATO CERAMISTA DE NEUQUÉN 247

Vocales Titulares

Artículo 32: Los vocales titulares desempeñaran las comisiones y tareas


que la Comisión Directiva les confíe.

Vocales suplentes

Artículo 33: Los vocales suplentes entran a formar parte de la Comisión


Directiva en las conducciones previstas en este estatuto.

CAPÍTULO 5

Comisión revisora de cuentas


Artículo 34: Es este el órgano de fiscalización que se denomina
Comisión Revisora de Cuentas, integrada por 3 miembros titulares e igual
número de suplentes, quienes deben reunir las mismas condiciones y exi-
gencias de la Comisión Directiva.
Artículo 35: Los revisores de cuentas serán elegidos mediante el voto
directo y secreto de los afiliados en el mismo acto electoral en que se elija la
Comisión Directiva y duran en sus funciones 3 años, pudiendo ser reelec-
tos una sola vez. Resultarán electos miembros de la Comisión Revisora de
Cuentas aquellos candidatos cuyas listas hayan superado el 20 % de los vo-
tos válidos en el acto eleccionario y ocuparán los cargos en función del sis-
tema proporcional D’Hont.
Artículo 36: Son deberes y atribuciones de la Comisión Revisora de
Cuentas: a) Revisar una vez por mes como minino el movimiento de caja
del sindicato, como asimismo toda cuenta especial o de crédito cual fue-
ra su origen. b) En caso de verificar alguna anormalidad, solicitar por nota
su solución a la Comisión Directiva, la que está obligada a contestar por
igual medio, dentro de los cinco (5) días, detallando las medidas adopta-
das para subsanar la anormalidad. c) De no ser satisfechas o satisfactorias
las medidas adoptadas por la Comisión Directiva, la Comisión Revisora
de Cuentas solicitará al secretario general o autoridad principal, convo-
que a reunión de Comisión Directiva con la asistencia de los concurrentes
en plazo no mayor de tres días, oportunidad en que se informará verbal-
mente sobre la cuestión planteada, debiendo elaborar acta con lo que en
dicha reunión se expresa, cuya copia se entregará a la Comisión Revisora
de Cuentas. d) No resultando un solución satisfactoria como la Comisión
Revisora de Cuentas está facultada para solicitar a la Comisión Directiva,
convoque en un plazo no mayor de 15 días a una asamblea extraordinaria,
248 ANEXO

debiendo la Comisión Revisora de Cuentas comunicar tal circunstancia al


Ministerios de Trabajo en forma independiente de la Comisión Directiva.
e) Todos los balances e inventarios deberán llegar necesariamente para con-
siderarlos válidos, a la opción de la Comisión Revisora de Cuentas.

CAPÍTULO 6

Asambleas
Artículo 37: Las asambleas ordinarias y extraordinarias son la máxima
autoridad del sindicato. Las asambleas son ordinarias y extraordinarias, las
asambleas ordinarias serán convocadas una vez al año, dentro de los 100 días
posteriores al cierre del ejercicio, y en ellas se debe: A) Considerar, aprobar o
modificar la memoria, balance general e inventario, cuentas de gastos y recur-
sos e informes de la Comisión Revisora de Cuentas. Se dará conocimiento las
retribuciones percibidas por cualquier concepto, por cada uno de los miem-
bros de la Comisión Directiva, como asimismo toda erogación que su gestión
haya motivado en concepto de viáticos, reintegro de gastos, pasajes u otros ru-
bros. Con la anticipación no menor de 30 días a la fecha de la asamblea con-
vocada se pondrá en conocimiento de los afiliados por cualquier medio de
publicidad el orden del día y la documentación correspondiente. B) Tratar
cualquier asunto incluido en el orden del día con excepción de aquellos reser-
vados a asambleas extraordinarias. Las asambleas ordinarias y extraordinarias
deberán ser convocadas en días sábados después de las 14 hs, días no hábiles
o en jornadas de paro decretado o al que adhiera el SOECN. Las mismas de-
berán realizarse en la localidad donde se encuentren la mayoría de los afilia-
dos salvo fuerza mayor o razón debidamente fundada. La Comisión Directiva
garantizará el transporte para todos los trabajadores de las fábricas de localida-
des distintas a las del lugar de desarrollo de la asamblea.
Artículo 38: La asamblea extraordinaria se reunirá cuando la convoque
la Comisión Directiva por propia decisión o a requerimiento por escrito del
(15 %) quince por ciento de los afiliados al gremio al día con la tesorería, la que
deberá fundamentar la causa debiendo acompañar el orden del día bien claro.
Artículo 39: Sin perjuicio de los que pudieran incluirse en su con-
vocatoria será de competencia exclusiva de la asamblea extraordinaria
de los siguientes temas: a) Sancionar y modificar el estatuto (es obliga-
ción de la Comisión Directiva dar a conocer con una anticipación no
menor de 30 días de la convocatoria las modificaciones estatutarias a
los afiliados). b) Aprobar la fusión con los otros sindicatos. c) Aprobar
la adhesión a otras asociaciones disponer la desafiliación o separación
de las misma. d) Adopción de mediadas de acción directa que se lleva-
ran a cabo de la siguiente forma: 1) Mediante Asamblea Extraordinaria
ESTATUTOS DEL SINDICATO CERAMISTA DE NEUQUÉN 249

convocada al efecto con dos (2) días de antelación, siendo las mismas dis-
puestas o levantadas por dicha Asamblea (en caso de no ser resuelta, las
medidas pasarán a cuarto intermedio hasta su finalización). 2) Si se lle-
varen a cabo en establecimientos serán determinadas o dejadas sin efec-
to por Asamblea convocada por el gremio, debiendo aprobar la adopción
el 75 % de los operarios, para su levantamiento bastará con la aproba-
ción del 51 % de los mismos. e) Fijar las cuotas de afiliación y las con-
tribuciones especiales para sus afiliados f) Disponer la disolución del
sindicato. g) Resolver sobre las expulsiones de los afiliados y la revoca-
ción de mandato a los miembros de la Comisión Directiva y Comisión
Revisora de Cuentas y atender, en grado de apelación, las demás sancio-
nes que aplicará la Comisión Directiva. h) Considerar los anteproyectos
de Convenciones Colectivas de trabajo. i) Entender y resolver en sancio-
nes disciplinarias de conformidad con el capítulo correspondiente y en
lo referente en lo estipulado, así como también en materia de rechazos
de solicitud de afiliación. j) Dar mandato a los delegados al Congreso
de la FEDERACIÓN OBRERA CERAMISTA DE LA REPUBLICA
ARGENTINA (FOCRA) y recibir el informe del desempeño de aquellos.
k) Elegir la Junta Electoral.
Artículo 40: La convocatoria a la Asamblea Ordinaria se efectuará con
un mínimo de treinta (30) días y un máximo de sesenta (60) días de antici-
pación a la fecha fijada para su celebración y las extraordinarias serán con
un mínimo de cinco (5) días, debiéndose comunicar a los afiliados por los
medios más efectivos, dentro de los dos (2) días siguientes a la decisión de
convocarlos, indicando en forma concisa días, lugar y hora de celebración,
como así también el orden del día.
Artículo 41: La Asamblea Ordinaria se constituirá en primera convoca-
toria con la presencia de la mitad de los afiliados cotizantes, luego de una
hora con la presencia del quince por ciento (15 %). En segunda convoca-
toria, dentro de los siete (7) días subsiguientes. A la hora de la citación se
constituirá con la presencia del diez por ciento (10 %) de los afiliados pre-
sentes. Las asambleas extraordinarias se constituirán a la hora de citación
con la mitad más uno de los afiliados cotizantes y luego de una hora con el
número de afiliados presentes.
Artículo 42: El carácter de afiliado, a los efectos de la presencia a la
asamblea, deberá acreditarse con carnet al día o documento que acredite
identidad.
Artículo 43: En la asamblea, los acuerdos y resoluciones serán tomados
por simple mayoría de votos, con exclusión del afiliado que preside la reu-
nión, y las votaciones se harán levantando la mano. Solo se procederá por
voto secreto cuando lo resuelva la asamblea y en el supuesto de decidir me-
didas legítimas de acción sindical. En caso de empate el voto del presiden-
te decide. Las cuestiones enumeradas en el artículo 39 inciso B, D y F del
250 ANEXO

estatuto, requieren para su aprobación el voto favorable de los 2/3 de los


asambleístas con derecho a voto.
Artículo 44: La presidencia no permitirá en las asambleas las discusio-
nes ajenas a las cuestiones susceptibles de alterar el orden y la armonía, de-
biendo los oradores conducirse con todo respeto y consideración.
Artículo 45: Cada afiliado podrá hacer uso de la palabra dos veces y el
autor de la moción en debate hasta tres veces sobre el mismo asunto, salvo
autorización de la asamblea ante el pedido expreso o en caso de que por la
importancia de la cuestión, se declare libre el debate; en ningún caso podrá
dar lectura a discursos, pudiendo utilizar únicamente un ayuda memoria.
Artículo 46: La palabra será concedida por el presidente, atendiendo
el orden en que sea solicitada. Tendrá preferencia sobre los que ya han he-
cho uso de la palabra una sola vez, y los que hubieran hablado sobre la cues-
tión en debate.
Artículo 47: Los miembros de la Comisión Directiva y la Comisión
Revisora de Cuentas no podrán votar en la aprobación de la Memoria,
Balances e Inventarios Generales y en las cuestiones referentes a su
responsabilidad.
Artículo 48: Las asambleas serán presididas por el miembro que desig-
ne la propia asamblea. Será Secretario de Actas el miembro de la Comisión
Directiva que ocupa esas funciones y, en su ausencia, designará por la pre-
sidencia a un afiliado que lo reemplace, en este último caso el afiliado re-
emplazante está obligado a entregar a la Comisión Directiva el borrador del
acta y toda otra documentación presentada en la asamblea.
Artículo 49: El presidente abrirá la sesión dirigiendo el debate y levantan-
do la asamblea una vez concluido el orden del día y/o el pase a cuarto interme-
dio, cuando lo solicite la mayoría de los afiliados.
Artículo 50: Todo asambleísta que, haciendo uso de la palabra en
forma autorizada por la presidencia, formule una proposición a viva voz
sobre cuestiones en debate, será tomada como moción y sometida a con-
sideración de la asamblea si es apoyada por lo menos por dos afiliados.
Cuando una cuestión está ya sometida a asamblea mientras no se tome
una resolución, no puede considerarse otra, excepto las mociones de or-
den o previas.
Artículo 51: Son cuestiones de orden las que se susciten respecto a los
derechos de la asamblea y sus miembros con miembros con motivo de dis-
turbios o interrupciones personales y las tendientes a que el presidente
haga respetar las reglas de la asamblea. Son mociones de orden: A) Que se
levante la sesión. B) Que pase a cuarto intermedio. C) Que se cierre el de-
bate. D) Que se declare libre el debate. E) Que pase al orden del día.
Artículo 52: Son mociones previas: A) Que se aplace la consideración
de un asunto. B) Que se declare que no hay lugar a deliberar. C) Que se al-
tere el orden del día.
ESTATUTOS DEL SINDICATO CERAMISTA DE NEUQUÉN 251

Artículo 53: Las mociones de orden serán puestas inmediatamente a


votación sin discusión y aprobadas por simple mayoría de votos y podrá re-
petirse en la misma sesión sin que ello implique consideración.
Artículo 54: Si un asambleísta se opone al retiro o a la lectura de do-
cumentos se votará sin discusión previa si se permite el retiro o la lectura.
Los asambleístas pedirán la palabra en voz alta, dando a conocer su apelli-
do y fábrica, y no por medio de signos, se dirigirán en su exposición, siem-
pre al presidente, quedando prohibida toda discusión en forma de diálogo.

CAPÍTULO 7

Del cuerpo de delegados


Artículo 55: Los delegados serán elegidos cada dos años por sus compa-
ñeros de trabajo de sector –sean afiliados o no afiliados– y serán revocables
por mayoría simple de su sector o sección. El sector deberá tener un míni-
mo de 15 trabajadores y un máximo de 40 que, de superarlo, agregará un
delegado. Si un sector no llega al mínimo se fusionará con otros. La reu-
nión de Cuerpo de Delegados será resolutiva cuando los delegados tengan
mandato de base y se puede autoconvocar cuando tenga mandato de base.

CAPÍTULO 8

Régimen electoral
Artículo 56: La convocatoria a elecciones deberá ser resuelta por la
Comisión Directiva y publicada con una anticipación no menor a cuarenta
y cinco (45) días hábiles a la fecha del comicio. Deberá fijarse con una anti-
cipación no menor de noventa (90) días hábiles de la fecha de terminación
de los mandatos de los directivos que deben ser reemplazados. En la convo-
catoria deberán ser especificados los lugares y horarios en que se efectuará
el acto eleccionario, los que no podrán ser luego alterados.
Artículo 57: En una asamblea extraordinaria convocada al efecto, con
no menos de sesenta (60) días hábiles de anticipación al acto elecciona-
rio, se procederá a designar la Junta Electoral. La misma estará integrada
por tres miembros afiliados que no podrán ser integrantes de la Comisión
Directiva ni candidatos a integrarla. Tendrá a su cargo la organización,
fiscalización del acto electoral, oficialización de las listas y proclamación
de las autoridades electas. En la misma asamblea se elegirán dos miem-
bros suplentes para la Junta Electoral. La Junta Electoral dictará su propio
252 ANEXO

reglamento y las disposiciones inherentes al mejor desarrollo del acto elec-


toral, con arreglo a los presentes estatutos.
Artículo 58: El mandato de la Junta Electoral terminará con la pues-
ta en posesión del cargo de las nuevas autoridades. Después de la procla-
mación de las autoridades, acto este que se efectuará inmediatamente de
conocerse el resultado del escrutinio, la Junta Electoral conservará sus atri-
buciones relacionadas con el proceso electoral.
Artículo 59: Con la finalidad de garantizar la democracia y represen-
tatividad sindical, donde todos los trabajadores estén representados, la
elección se realizará por voto secreto de todos los afiliados no afectados
por las inhabilitaciones establecidas en la ley o este estatuto, siempre que
tenga una antigüedad de 3 meses a la fecha del acto eleccionario y se rea-
lizará por el sistema proporcional D’Hont con un piso del 20 % de los
votos válidos.
Artículo 60: Se confeccionará un padrón por orden alfabético y otro
por establecimientos con datos suficientes para individualizar a los afiliados
y denominación y domicilio del establecimiento donde trabajan o donde
hayan trabajado por última vez durante el transcurso del año inmediato an-
terior. Los padrones electorales y las listas oficializadas deberán encontrar-
se a disposición de los afiliados en el sindicato y en cada establecimiento,
con no menos de treinta (30) días de anticipación a la fecha de la elección.
Artículo 61: Las listas de candidatos deberán ser presentadas dentro
de los diez (10) días contados desde la fecha de la convocatoria, a la Junta
Electoral y propiciada como máximo por un tres por ciento de afiliados con
más de seis (6) meses de antigüedad en la afiliación. Para efectuar la adjudica-
ción de colores, número u otras denominaciones a las listas intervinientes se
deberá tener en cuenta la agrupación que le hubiere utilizado anteriormente.
Artículo 62: Si la lista o algún candidato son observados por la Junta
Electoral se dará vista de la observación al apoderado de la misma por el tér-
mino de tres (3) días corridos, para su ratificación o rectificación. Las listas
aprobadas serán exhibidas en la sede del sindicato a partir de la fecha de su
aprobación y hasta el día de la elección.
Artículo 63: Hasta cinco (5) días del acto eleccionario los apoderados
de cada lista elevarán, si lo creyeren necesario, la nómina de los fiscales de
cada mesa que por turno ocuparán el puesto, como así también con diez (10)
días de anticipación la Junta Electoral el número de mesas que se constitui-
rán con las nóminas de quienes la presidirán. En el acto comicial, la Junta
Electoral deberá designar presidente de mesa, no pudiendo estos en ningún
caso ser miembros de la Comisión Directiva o integrantes de listas.
Artículo 64: El afiliado, en el acto de emitir su voto, deberá acreditar su
identidad y suscribir una planilla como constancia. Depositará su voto per-
sonalmente en urnas selladas y lacradas, debiendo al efecto colocarlo en un
sobre que se le entregará firmado por el presidente de mesa y los afiliados
ESTATUTOS DEL SINDICATO CERAMISTA DE NEUQUÉN 253

que lo deseen. Deberán instalarse tantos cuartos oscuros como mesas exis-
tan, siendo obligatorio su uso.
Artículo 65: Deberá efectuarse por los respectivos presidentes de mesa
en presencia de los fiscales que concurrirán un escrutinio provisorio que se
hará en la misma mesa electoral, inmediatamente después de clausurado el
comicio, labrándose un acta de su resultado que firmará el presidente y los
fiscales asistentes que lo deseen y se remitirá a la Junta Electoral conjunta-
mente con las urnas respectivas.
Artículo 66: El escrutinio definitivo lo efectuará la Junta Electoral, acto
al que tendrán derecho de asistir representantes de todas las agrupaciones
participantes.
Artículo 67: Resultarán electos miembros de la Comisión Directiva
aquellos candidatos cuyas listas hayan superado el 20 % de los votos vá-
lidos en el acto eleccionario y ocuparán los cargos en función del siste-
ma proporcional D’Hont. Serán puestos en posesión de sus cargos por la
Junta Electoral dentro de los cinco días corridos subsiguientes al de su
proclamación.
Artículo 68: Los miembros de la Comisión Directiva saliente deberán
hacer entrega de sus cargos a los sucesores, reunidos en pleno en la fecha fi-
jada por la Junta Electoral, labrándose un Acta, con un Inventario General
y Estado Financiero. Cada miembro de la Comisión Directiva, el día ante-
rior o posterior a la reunión, entregará al miembro que lo reemplace todos
los elementos que posee, libros archivos, y también documentación, labrán-
dose un acta, dando un información general que permita al sucesor, un me-
jor desempleo. De todo lo actuado, en esta oportunidad formará un solo
legajo para archivar como antecedente.

CAPÍTULO 9

Artículo 69: El patrimonio de la institución está formado por: a) Las


cuotas sindicales mensuales de los afiliados y contribuciones extraordina-
rias de estos, resueltas por asambleas. b) Las contribuciones provenientes
de la concertación de convenciones colectivas de trabajo de acuerdo con lo
establecido por el art. 37 inc. a de la Ley 23. 551 c) Los bienes que se ad-
quieran con los fondos del sindicato, sus frutos e intereses. d) Recursos oca-
sionales que no contravengan las disposiciones de este Estatuto y la Ley.
Artículo 70: Los fondos sociales, así como todos los ingresos sin excep-
ción, mantendrán depositados en uno o más bancos legalmente habilitados
y que la Comisión Directiva determine, a nombre del Sindicato y a la or-
den conjunta del Secretario General, Secretario Administrativo, Tesorero
y Pro-tesorero.
254 ANEXO

Artículo 71: La Comisión Directiva ejercerá la administración de todos


los bienes sociales. Todos los actos que importe la adquisición, enajenación
o constitución de gravámenes respecto de los bienes inmuebles o muebles
registrados será decidido por la Comisión Directiva ad referéndum de la
primera Asamblea, a la que se le informará detalladamente sobre las condi-
ciones y modalidades de la operación.
Artículo 72: El ejercicio económico-financiero es anual y se cerrará al
cumplirse el último día hábil del décimo segundo mes, contando desde
el mes en que se hizo cargo la Comisión Directiva. De cada ejercicio se
confeccionará la correspondiente Memoria, Inventario y Balance General,
acompañándose con los Cuadros de Pérdidas y Ganancias, movimientos
de fondos de afiliados, los que serán sometidos a Asamblea Ordinaria para
su aprobación y su contenido se ajustará a lo establecido en el art. 20 del
Decreto 467/88.

CAPÍTULO 10

Artículo 73: La asamblea no podrá decretar la disolución del Sindicato


mientras existan treinta afiliados dispuestos a sostenerlo.
Artículo 74: De hacerse efectiva la disolución serán designados los li-
quidadores, cargo que podrá recaer en miembros de la Comisión Directiva.
La Comisión Revisora de Cuentas vigilará las operaciones de liquidación
del Sindicato. Una vez pagadas las deudas sociales, el remate pasará a la
Federación Obrera Ceramista de la República Argentina (FOCRA) a la que
está adherida como Sindicato Filial Nº 21, en calidad de depósito pudiendo
en caso de reorganizarse, solicitar la devolución de los bienes totales dentro
de un plazo no mayor de dos años, caso contrario pasará a formar parte del
patrimonio de la misma.
Este libro se terminó de imprimir
en el mes de junio de 2020,
en Primera Clase Impresores,
California 1231, Buenos Aires, Argentina.

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