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LA AGRESION Y LA VIOLENCIA UNA MIRADA MULTIDISCIPLINARIA Maria Elena Medina-Mora Coordinadora EL COLEGIO NACIONAL México, 2011 ¢EXISTE VIOLENCIA SIN DOLOR? FRANCISCO PELLICER Instituto Nacional de Psiquiatria Ramén de la Fuente Muniz INTRODUCCION Sabemos que el dolor cs un mecanismo de alarma que tiene el hombre y los animales y que esta en relacion con informar del dano 0 evitarlo. :Es 86lo/¢l dano que Hama- mos fisico, al organismo, o cabria englobar en la definicion, y en los mecanismos neurobioldgicos al dolor derivado de la conciencia y el afecto? La definicién de dolor actual de la Asociacién Interna- cional para el) Estudio, del Dolor (1AsP), dice: Dolor: expe- riencia desagradable, en lo sensorial lo emocional, que se asocia a ‘una lesion tisular real 0 posible, 0 que se describe en funcion de dicha lesion Como vemos en esta definicion esta considerado que el dano se pueda trasladar al campo de lo intangible, es decir a lo que conocemos como nuestra esfera cultural y a lo rela- cionado con la esfera afectiva. En este sentido cabe pre - guntarnos: ¢la violencia duele, es igual el dolor que senti- mos, derivado de violencia que el que produce dano somé- tico, son los mismos mecanismos fisiolégicos de uno y de otro, existen analgésicos para el dolor producido por vio- lencia? 83, A continuaci6n abordaremos de forma sucinta los meca- nismos fisiol6gicos con los que cuenta el organismo para censary percatarnos del daiio. 2QUE ES UN RECEPTOR SENSORIAL? Basicamente, un traductor de energia, estos diminutos corptisculos situados por todo el cuerpo son capaces de modificar su estructura fisicoquimica mediante energia mas 0 menos especifica, y son los encargados de transfor - mar el incremento o decremento de energia en un c6digo escalar que se-traduce en, potenciales de accién nerviosos que Ilamamos potenciales de receptor, con ellos se estable- ce un c6digo mediante el cual el sistema nervioso se per- cata de lo que sucede en-el organismo tanto en su parte interna como por fuera de él, en su entorno. Como se podra advertir, he omitido utilizar el concepto de informacion, con respecto a lo que se genera-en los re- ceptores sensoriales y se transmite al sistema nervioso, en tal caso diria que se transmiten atributos, En realidad el concepto de informacidn, en el ambito dé las néuirdciéhcias, &s tin proceso Ue niayor éomplejidad que se gesta de manera central a partir de este fraseado de energia codificado de forma binaria en el dominio de la frecuencia, y que esta dado por atributos dirfamos primor - diales. Estos atributos, sumados a procesos como memoria y aprendizaje, devienen en lo que los cognoscitivistas desig - nan como qualia, es decir aquello que entendemos como calidad sensorial, lo definirfamos como lo que califica a la percepcién, por ejemplo en el ambito del dolor: como re - lampago, quemante, opresivo etcétera. ;Cudles son los ele - mentos de la estimulacién sensorial que confieren la par- ticularidad de lo sentido y lo percibido? 84 Una de las grandes interrogantes en la neurofisiologia de las sensaciones es determinar los procesos mediante los cuales el aparato con el que sentimos y discrimina- mos los estimulos (receptor, transducci6n, conduccién se- lectiva, nticleos de relevo y neurotransmisores asociados, por citar algunos) deviene en un componente afectivo mo- tivacional y cognoscitivo. RECEPTORES SENSORIALES AL DOLOR Los receptores sensoriales que responden a la estimula- ci6n dolorosa‘6 nociceptores sé¢-encuentran en la piel, miisculos, articulaciones y visceras. Estos receptores son transductores capaces de codificar presi6n y temperatura excesivas, asi como pH extremo. Existen tres grandes ca- tegorias de receptores cutaneos asociados al dolor: los no- ciceptores mecanicos A-6, los termo nociceptores; los cua- Jes censan-temperaturas por encima de 45°C, y también el frio intenso, menos de 5° C, Por ultimo los nociceptores polimedales C, éstos reciben su nombre de acuerdo con el tamano de Ja fibra nerviosa que los inerva, ademas del tipo de estimulo al cual responden, son receptores abundantes especialmente en los primates, incluyendo al hombre y res- ponden bien a estimulos mecanicos nocivos, a estimulos térmicos y quimicos. EL DOLOR {UNO MAS DE LOS SENTIDOS? La informaci6n que percibimos por los sentidos: vision, audicion, gusto, tacto, equilibrio etcétera, nos relaciona de manera integral con el ambito externo y nos informa del estado funcional de nuestro medio interno. Existe pues un 85 sistema sensorial especializado en dar la senal de alarma ante el dao en el organismo. Como cualquier otra moda- lidad sensorial, el dolor depende de la activacién de un discreto grupo de vias neurales. Estas vias transmiten los atributos ya inicialmente etiquetados como nocivos a su primer sitio de integraci6n en el sistema nervioso central: la médula espinal. A partir de aqui los atributos se proce- san a varios niveles, que van desde los reflejos de flexion 0 evitaci6n (llamados: automaticos, involuntarios 6 incons- cientes), hasta la integraci6n de respuestas sistémicas y con- ductuales altamente elaboradas y conscientes, e inclusive con repercusi6n en el ambito social. Como parte de estas respuestas se encuentra la activaci6n de los mecanismos de antialgesia, es decir, todos aquellos relacionados con la dis- minuci6n © suspension de la sensaciGn dolorosa, Aunque el dolor y_la.antialgesia estan-estrechamente relacionados, cada uno se constituye en entidades separadas que se in - tegran a distintos niveles en el sistema nervioso. En este amplio contexto-el dolor no sélo se asocia con sus componentes discriminativos como lo podrian ser: intensidad, duracién, localizaci6n y qualia, sino que afecta de forma importantemente en Ja esfera emocional, produ - ciendo sufrimiento, ansiedad_y depresion, Afecta,también a sistemas como el endocrino, induciendo liberacién de hormonas como adrenalina, corticosterona entre otras; el muscular, alterando los circuitos de retroalimentacién que permiten Ja relajaci6n muscular, produciendo asi las con - tracturas asociadas a procesos dolorosos, y a nivel circula- torio cambiando la respuesta vascular, entre muchos otros. 2E XISTE EN EL CEREBRO EL CENTRO DEL DOLOR? Desde la década de los anos 50 se utiliz6 el abordaje neuroquirtirgico para la destruccién del haz del cingulo 386 o la corteza anterior del cingulo (CAC), en pacientes con dolor refractario al tratamiento farmacolégico antialgésico. La peculiaridad de esta intervenci6n estriba en que el paciente, después de la cirugia, referia identificar el mismo dolor e inclusive podia ubicarlo pero manifestaba que éste no le importaba, es decir de alguna forma el componente afectivo desagradable que conlleva el dao ya no estaba presente (Foltz y White, 1962; Hurt y Ballantine, 1974; Hassenbusch e¢ al., 1990). Por otro lado también se ha des- crito la importancia de la corteza insular en el procesa- miento del dolor, la cual se ha documentado de manera hist6rica mediante dos entidades clinicas, el sindrome de asimbolia al dolor, que se caracteriza por la falta apropiada de respuesta motora y emocional a un estimulo nocivo. Este sindrome esta-causado por la desconexi6n anatomica de la entrada sensorial al sistema limbico provocado por dano en la corteza insular (Berthier 1988 ¢ al; Augustine, 1996). La segunda entidad clinica es elsindrome de dolor pseudotalamico, en el cual el paciente desarrolla dolor es- pontaneo en la mitad del cuerpo afectado, Este padeci- miento se atribuye a la interrupci6n de las-vias nerviosas que conectan)la/corteza de la-insula\con el talamo dorsal (Schmahmann y Leifer 1992). LA IMAGEN DEL DOLOR EN EL CEREBRO Vogt e¢ al. (1996) han demostrado cambios significativos y consistentes en el flujo sanguineo cerebral de regiones especificas como respuesta a estimulos nocivos agudos, Las estructuras cerebrales relacionadas en esta respuesta son: el talamo, el nticleo lentiforme, el cingulo anterior y las cortezas prefrontal e insular. 87 Por otro lado se ha descrito que la morfina, un impor- tante analgésico opioide, reduce de forma relevante los componentes afectivos del dolor sin alterar su localizacion somatosensorial. Este efecto se demostré midiendo el flujo sanguineo cerebral regional en estructuras como la corteza del cingulo anterior y las cortezas prefrontal e insular, las cuales presentaron una disminucion del flujo ante el esti- mulo doloroso bajo el efecto de morfina sin alterar el flujo en las cortezas somatosensoriales (Vogt et al, 1996), Normalmente los protocolos experimentales sobre do- lor se han realizado en una primera instancia en animales de experimentacion, curiosamente en el campo de las imagenes funcionales (resonancia magnética funcional, tomografia por emisién de positrones, tomografia com - putada por emisi6n de fot6n tinico) ha ocurrido de forma inversa, es decir se han levado a cabo primero en huma- nos, lo que ha permitido corroborar muchos de los hallaz- gos clinicos hist6ricos|con respecto alas tareas-y su integra- cién en el cerebro. Posteriormente estas tecnologias estu- vieron al alcance de la investigaci6n animal, y se ha podido demostrar que en fatas con diversos estimulos nociceptivos se incrementa el flujo, sanguineo de las. mismas estructuras o las analogas que en el humano (Tuor et al., 2000; Hess et al., 2007; Graff-Guerrero ef al., 2009; Westlund et al., 2009). Por otro lado la experiencia del desagrado se encuentra codificada también en el sistema limbico y en algunos de los sitios activados por el dolor. En este sentido son rele - vantes los trabajos de Rainville ef al. (1997) y Coghill et al. (1999), en los que se ha demostrado que estructuras como la corteza anterior del cingulo, y la corteza insular se en - cuentran relacionadas con la sensaci6n de desagrado. Es - tas mismas estructuras se activan, Como parte de este grupo de nticleos y estructuras que codifican dolor. 88 Recientemente se ha acufiado el término matriz del do - lor (Peiron ef al., 2000) que considera justamente estas regiones anatémico-funcionales que se activan como con- secuencia de un estimulo doloroso, donde el sistema limbi- co, las cortezas cerebrales e inclusive el cerebelo juegan un papel definitorio en los procesos sensoriales y perceptuales de la estimulaci6n nociceptiva y la sensaci6n dolorosa. ¢QUE HACER CON EL DOLOR DEL OTRO? Es pues importante establecer un puente (un mecanis - mo) entre lo que yo siento como individuo, en términos de los atributos sensoriales, y de forma posterior perceptuales y lo que siente el otra. Un primer éstatus dePimecanisino estaria dado [por lo que se conoce como neuronas en espejo (Rizzolatti et al., 1981), estas células nerviosas se localizan en el drea pre- motora ventral y'se activan, tanto durante la ejecuci6n de una acci6n motora —movimiento de la mano— como durante la obseryaciGn, de la misma.accién ejecutada por otros. Pareciera que es la forma en la que se explica el aprendizaje’ por iitacion. Es relevante destacar que bue- na parte del desempefio motor se puede obtener mirando dicha ejecucidn en otro, pero no s6lo esto, sino que la ges - ticulaci6n que acompania a los estados de animo también se aprende del gesto del otro asociado a la circunstancia, hecho que es notable en bebés de entre 10 y 18 meses de edad. Esto hace pensar que el rango de expresin emocio- nal es aprendido y aprehendido con una importante mo- dulaci6n educativa y cultural, es este acoplamiento neuro - fisiol6gico de dos procesos no acoplados ni anat6mica ni de forma neurohumoral en la ejecucién al que denomi- namos concordancia. En este punto quiero citar la pro- 89 puesta de Bartra (2006) en la cual expone que la con- ciencia puede surgir de la capacidad del cerebro de reco - nocer la continuidad de un proceso interno (neuronal) en. circuitos 0 vinculos ubicados en el entorno del individuo, lo que denomina como “exocerebro”, el cerebro de afuera del cerebro, el vinculo y en cierta forma el vehiculo que enlaza a la cosa social, agrega Bartra una especie de protesis del cerebro que lo ayudaria a adaptarse 0 readap- tarse, utilizando los sistemas culturales de codificaci6n simb6lica y lingiifstica. El segundo nivel de integraci6n estaria dado por la anticipacién, es decir un sujeto que ha tenido la experiencia previa, en este caso dolor asociada a un estimulo visual indicatiyo, de disconfort 0 dafio, versus un estimulo inocuo, también asociado a un estimulo visual especifico, Cuando se estimula de forma dolorosa con el indicatiyo previo de dolor se activa el cingulo anteriory la insula media, cuando se da el indicativo de dolor y se es- timula de forma inocua se genera una condicién de anti- cipacién-y-en- esta situacién la actividad en el cerebro re- cogida mediante resonancia magnética funcional presenta una activaci6n, mds anterior, en las dos estructuras; estos hallazgos sugieren que si bien la corteza dé la frisula esta direciamente relacioniada, no'son os misios grupos neu £ ronales los que integran para una condicién o la otra (Ploghaus et al., 1999; Porro et al., 2002). Un tercer nivel de complejidad esta dado por lo que se conoce Como empatia y consiste en sentir o tener la sensa - cién, en la esfera afectiva sin estar expuesto al estimulo generador, de lo que el oére siente. Al respecto contamos con varias evidencias experimentales obtenidas también mediante imagenes funcionales de Ia activacién de la ma- triz del dolor en sujetos con empatia al mismo, expe- rimentada por el ofre (Botvinick e af, 2005). Al respecto existe evidencia experimental con sujetos que presentan 90 una condicién patoldégica en la cual no sienten ninguna sensacion dolorosa desde el nacimiento, la Hamada insen- sibilidad congénita al dolor. Estos sujetos en realidad nun- ca han experimentado la alarma del desagrado que con- lleva el dafio, por lo que cognoscitivamente no tienen este referente, en ellos ver la cara de dolor en otro no activa a la corteza anterior del cingulo, como lo hace un sujeto control sano (Danziger et al., 2009) ver figura 1. Figura 1. Experimento realizado con resonancia magnética funcional (Bold) con un paciente que presenta insensibilidad congénita al dolor (c1P), comparado contra un voluntario sano (control), en dos situaciones ex - perimentales: A, se les muestra una fotografia de una lesion infligida a un dedo. Tanto el control como el cap muestran activacin de la cor - teza de la insula (opin) y la corteza anterior y media del cingulo (amce). En B se les presenta una fotografia de un individuo con facies de dolor, en este caso el paciente con insensibilidad congénita al dolor no presenta activacién de Ia corteza del cingulo y presenta menor activacién en la de Ia insula comparada con el control. Tomado de Danziger, N., Faillenot, I. y Peyron, R. (2009) Can we share a pain we never felt? Neural correlates of empathy in patients with congenital insensitivity to pain. Neuron, 61, 203-212. 91 EI cuarto nivel estaria dado por lo que denominamos compasion, la cual engloba a la empatia y agrega el deseo de cambiar la situaci6n penosa del otro. En estudios recientes se han documentado los sitios de activaci6n cerebral en individuos en los que se evocan sentimientos de compa- si6n ante el dolor social y el dolor fisico, lo interesante al respecto es la activaci6n bilateral de la corteza de la insula, el cingulo anterior y el posterior y dorsal; todas estas es- tructuras integran, en parte, la denominada matriz del dolor, pero ademas de estas estructuras limbicas se activan Jas cortezas frontales posteroinferior y posteromedial, estructuras relacionadas con la capacidad de reflexién, jerarquizaci6n, planeacién, entre-otras, y, mas ligadas a los procesos Cognoscitivos que a los afectivos. En este sentido son particularmente demostrativos los trabajos del grupo deDamasio (2009) ven la figura 2. Otro aspecto interesante es el dolor producido por el rechazo.0 la exclusi6n social, Los que lo sufren Jo refieren como “sentimiento de dano”, si bien se trata-de un dano, que en esencia es mas metaf6rico que real en términos de lesi6n fisica, resulta que también tiene su asiento neuro- bioldégico en las estructuras cerebrales antes mencionadas: la corteza anterior del cingulo, la corteza prefrontal ventral derecha y como en el caso de la compasi6n la corteza pre- frontal, es decir la estructura que aporta los argumentos cognoscitivos, se atinan a la integraciGn afectiva de este tipo de dolor. Fl estudio de Eisemberg e al. (2003) pone de manifiesto estos hallazgos. PARA ENTENDER EL TRATAMIENTO DEL DOLOR AFECTIVO Dolor y depresi6n es una de las comorbilidades estudia - das en el dmbito de la salud mental, con la cual se esta - 92 Oke Ra) 2249 Po ee dan hah) peer eee) (FDR) <9.05 Figura 2. Activaci6n cerebral realizada mediante resonancia magnética funcio- nal. En C elestado, de, compasién para,el dolor social. -D, muestra la activacion en la compasicn del dolor fisico. Notese la activaci6n bila- teral dé la Cortéza de la insula (in), ellcinguilo antérior (ac); el cingiulo dorsal y posterior (pc). Como en Ia figura anterior estas mismas es - tructuras se activan cuando el propio sujeto experimenta dolor, ‘Tomado y modificado de Neural correlates of admiration and com- passion. Mary Helen Immordino-Yang, Andrea McColl, Hanna Damasio, and Antonio Damasio, PNAS May 12, 2009 vol. 1060 no. 19 8021-8026. blece un circulo vicioso entre si el dolor, principalmente el crénico conlleva a depresi6n, en espectfico la connotada como mayor, o viceversa. Se ha demostrado por varios au - tores que el 17% de los pacientes con depresién presentan problemas de dolor, ademas de que estos pacientes sobre- 93 dimensionan el componente afectivo de sus experiencias dolorosas (Von Korff and Simon, 1996; GraffGuerrero, 2001; Crook et al., 1989). También se ha encontrado una correlaci6n entre las estructuras del sistema limbico y la corteza cerebral prefrontal como fundamento anatomo- funcional en dolor crénico y depresién. Argumentos experimentales aportados por nuestro grupo (GraffGue- rrero et al. 2008) mostraron que en pacientes con depre- sién mayor, sin tratamiento farmacol6gico durante una prueba de dolor por presién mecanica mostraban un au- mento en la activacién, medida como cambio del flujo cerebral utilizando imagenes cerebrales funcionales me- diante SPECT, mientras que los mismos, pacientes después del tratamiento farmacologico para la depresién y some- tidos a la misma prueba de dolor, disminuyen el area de activacion. Esto muestra la correlacién entre el mejora- miento clinico para la depresion y la disminucién de la percepcion al dolor, figura 3, Como-vemos contamos-con el andamiaje neurobiolé- gico mediante el cual experimentamos dolor provocado por violencia)y por lo tanto se puede incidiren la dismi- nuci6n del mismo mediante distintas aproximaciones que intervengan en las estructuras yen la forma de operar rela ~ cionadas con la matriz del dolor, asf como en el compo - nente afectivo y cognoscitivo del mismo. Por eso no es de extrafiar que algunos dolores de origen neuropatico dis - minuyan con tratamiento farmacoldgico contra la depre - sién o con la administracion de farmacos moduladores del estado del dnimo utilizados para el tratamiento del trastor- no bipolar o la esquizofrenia. Este redireccionamiento de moléculas farmacol6gicamente activas abre una ventana terapéutica muy importante para tratar el dolor producido por trastornos de la esfera cognoscitiva y afectiva que debemos seguir estudiando. 94 “SOI-191 ‘LOT Porc nally [-uo1ssaidap sofeu yun squaned ut uonyaWAS ured eoumadxs yim payeposse soBueyp oy poorq [exq2225 -(g00g) “9 ‘aopurgoiuong ey aq 4 -[‘owoy, orouioy “gq ‘VUIpayy-ouNIL “A ‘vsourdsg-ezopusyy “y “WoIJoq “VY ‘O19LIONH-YeIy :op opeuioy, sowusDed so] ap aued sod wso19jop uopdaoied y ap uoINuTUsIp Ef UO? vUCIoyaLIOD onb oalosdepoue corfopoovuLT ojustureyey [2p sondsop ofnyg oye ap seozy sep ap uoPNUTUSIp x] 38530N ‘woIsds>DoUCUDOUr J0d roTOp le epuergjo ap eqerad vun ue (Lav sayy) cqusnueey Jep sondsop 4 (ay aiejog) oawaudapnue oqerueen [Pp sue so

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