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silio bubatramos hecho mzvor estuer,, ‘ ems me eespid Ceo me Logramos armen ge ‘sido ans Escaplinados F SENOS opeesive de las sstuaciones sociales 5 Fanaa siento que | manguna seficiente poogur el mundo es complejo. Cuslquier verdad separada de 1, compiementama 6s ome verdad 2 medias Qué piensa usted? Recuende uma seach especiica en ba que haya hecho un esfuerzo ¥ en ls our x, ms iste las deias sober sf mismo, cuando la autoeficacis io Hews 2 2 Sa peenteeensge sparc fa sean no seselS como esperaba, cuando experimenss ies iano eric Pl eptemseo Sasori fects su juicio en el segundo caso? a : = 10 0.0 mundo sone a | enente hemos hecho algo eviditien, 1a fale negacion ("lo y convertiree en hurnil Mid fingida Para dat una buena fmpresian como ser senicillo Pismo tempo capaz— He re jeren habilidades sociales ‘La autorrepresentacion joata es mayor en culturas que Valoran la autortestriceién, como fas de China y Japon (Brown y Kabayashi, 2003; Heine y otros, 2000, 2002; Yik y otros, 1998). En China y en Japdn la gente manifiesta mn fos aprenden a compartir el crédito dh llas, "Cuando tengo tn fracaso, es mi culpa, no de m paises occidentales, los pequefios aprend fe atribuyen el fracaso a la situaciin, Segiin el repor fesultado es una mayor modestia y timidez entre los japonese portancia a si mismos, ‘A pesar de estas preocupaciones de la autorrepresen entero tiende a resaltar su yo de manera privada (Brown, 2003) La predisposicién al servicio del yo se ha encontrado en estudiantes daneses de bachillerato y universita tios; jugadores belgas de basquetbol; estudiantes y conductores japoneses, nifios en edad escolar de Israel y Singapur; estudiantes y trabajadores australianos, escolares chinos; alumnos y escritores deportivos de Hong, Kong, y franceses de todas las eda- des (Brown y Kobayashi, 2002, 2003; Codol, 1976; de Vries y Van Knippenberg, 1967, Falbo y otros, 1997; Feather, 1983; Hagiwara, 1983; Jain, 1990; Liebrand y otros, 19%; Lefebvre, 1979; Murphy-Berman y Sharma, 1986; Ruzzene y Noller, 1986; en Sedikides y otros, 2003; Yik y otros, 1998, respectivamente). responsabilidad de sus fa upo” (Anderson, 190), Ein los re of gullosen de (1999), 04 én, la gente en el mundo nigra, elogia a sus futuros competidores, Resumen Como animales sociales, ajustamos nues- tras palabras y actos a nuestros priblicos. da crédito puiblicamente a los dems, pe- En grados variables, nos automonitorea- ro de manera privada se adjudica el cré- dito a sf misma, Incluso, en ocasiones los individuos se autolimitan con comporta- mientos de autoderrota que protegen la alta valoracién personal, al proporcionar ‘excusas para el fracaso. ‘mos; observamos nuestro desempefio y Jo ajustamos para crear Ja impresion que deseamos, Estas técticas de manejo de la impresién explican algunos ejemplos de falsa modestia, en los que la gente se de- Post scriptum personal: Verdades gemelas, los peligros del errs) el poder del pensamiento positivo “*" neste capitulo se presentaron dos verdades memorables: la de la autoefi- la predisposicion al servicio del yo. La verdad respecto de la autoficaia 108 no resignarnos ante las situaciones negativas. Necesitamos perseverat a pe iniciales, y esforzarnos sin distraernos por dudas sobre nosotros mis- do creemos en nuestras alta autoestima es igualmente adaptativa, Cuan ‘somos menos vulnerables a la depresidn y se incrementan 80 parte wn ) Estar atento a la forma en ‘gue uno se presenta ante los demas en sttuaciones sociales y modificar e! portamiento para rear la tmpresin “La opinién publica siempre es mas tirdnica hacia aquellos que evidentemente le temen que hacia quienes sienten indiferencia ante ella.” —fertrand Russell The Conquest of Happinncs, 1930, siento social Pensa 1992). En situaciones Schlenker ¥ Weigold a no familiare; familiage, nuestra autoimagen ( cnsciente. En circunstanc oe ee tal ver ¢) jestuerzo cons {mpresionar, 0 en una Conversac vurre sin un » queremos , én, =e s a las que q e os Muy CONScientes ‘0 fiesta, con personas a 19% di omantica, estamos Muy conscientes de jag guien que nos importa &® > , somos menos modestos que cuando esta amos y, por lo : panecet bien (Leary y ot n fotografias, hast 10s, 1994; Tice y otros, 1995), a) 5 probable que practiquemog nt? P TOS die siones que cre amigos que nos e hos para que nos tome apariencias en el espejo e} entaciOn, NO NOs sorpre; yr la autorrepresen| Prende ) a la preocupacién por er que se viera ma que, Debio a I Ere cuando el fracaso pudliera hacer que se viera mal (Arkin y gu genes ae cuatigombra que los demas pongan en riesgo su salud by, gardner, 1985). No gas y que causan cancer, y do su piel con radiaciones que producen avrnea para fumar, olen anoréxica, cediendo a las Pree’. 1994). No nos sorprende que la gente exp sey consumir drogas (Leary ¥ CO" si misma pudieran ser desenmasea modestia cuando los halagos ft rjan su autoevaluacidn (Arkin y otros, 198) na Si oes ‘Wiros, 1982), El profesor Smith mostraré menos confianza.) nr ‘de eu trabajo cuando lo exponga ante colegas profesionales que : tes Continuamente vigilan su propio comportamiento, observan la forma en que rex conan los demés, y después ajustan su desemperio social para lograr un eect 4. seado. Los individuos que obtienen altas puntuaciones en una escala de la tendenc, al automonitoreo (quienes, por ejemplo, estan de acuerdo en que “tiendo a ser cons la gente espera que sea”) actuan como camaleones sociales, es decir, ajustan su con. ducta a situaciones externas (Snyder, 1987; Gangestad y Snyder, 2000). Al hacerlo, tienen mayores probabilidades de adoptar actitudes que en realidad no son propss (Zanna y Olson, 1982). Debido a que estan conscientes de los demas, ellos son menos propensos a actuar con base en sus propias actitudes. Para la gente con un alto auto monitoreo, las actitudes tienen una funcién de ajuste social; les ayudan a adapiare a nuevos empleos, funciones y relaciones. Los individuos que obtienen bajas puntuaciones en pruebas de automonitora Preocupan menos por lo que piensan los demés. Se guian mas por aspectos inters y, porlo tanto, son mas propensos a hablar y a actuar de acuerdo con sus sentimier tos y creencias (McCann y Hancock, 1983). Si se les pide que hagan una lista acer de lo que piensan de las parejas homosexuales, tinicamente expresan lo que cree. $0 importar las actitudes de su futura audiencia (Klein y otros, en prensa). La mayoria Nosotros estamos entre el extremo de un alte nivel de automonitoreo del artista y el Kimite inferior de automonitoreo de la insensibilid™! intransigente. Elhecho de presentarse a uno mismo en!" Mas que crean una impresidn deseada & asunto muy delicado, La gente desea se" - como capaz, pero también como modes!" honesta (Carlston y Shovar, 1983). La mode" tia produce una buena impresién, Pe? arrogancia no solicitada crea una mala iP sién. De ahi surge el fenémeno de la als destia: con frecuencia _mostramos a autoestima que la que sentimos de for™f, vada (Miller y Schlenker, 1985). Per?“ orrach nd El yo en un mundo social {TACION hes ins personas saboteaN sus oportunidad de éxito al cr meiner fas posibilidades de alcanzar el éxito. Lej hedaddapahy See aon tera. ate io de comportement sel tener un aletivo autora sete claboradores, 1986; Baueeter y Sle, 1968 Rhodewalt 1987 “Real setAeigo un fracatado 10 habra hecho bien ino fuera por este problema", e a qué la gente se limitaria asf misma con un comportamiento de autoderrota? pedperde que protegemes con fervornuestra autoimagen al atribuir los fracasos a fac- Rees extermos. ;Puede usted ver por qué, al femer al fracaso, la gente puede autolimi- tres pir en una festa la nocke anterior a una entrevista de trabajo 0 fuEat on lugar de estudiar para un examen importante? Cuando la autoima- oetigada al desempeno, puede ser més autodesvalorizante hacer un duro es- ferso y perder que posponer las cosas y tener una excusd a la mano. Si fracasamos y Pismos lmitados de alguna manera, podemos aferrarnos a una sensacién de cua tenemos éxito ajo esas condiciones, esto slo puede mejorar nuesia ai haan. Las estriciones protegen tanto la autoestima como la imagen piblicy a ‘Remitmnosatbui os racasos a algo temporal extern ("me sentia enfermo”; “es- Permuera hasta tarde la noche anterior”) y no ala falta de talento o capacidad ‘se andlisis de la autolimitacin, propuesto por Steven Berglas y Edward Jones as) ha sido confirmado en un experimento relativo a “las drogas y el desempsto se vegtua. Imaginese en el lugar de sus participantes de la Universidad de Duke vores adivina las respuestas a algunas preguntas dificiles sobre aptitudes, y se le te Su alificacén es una de las mejores hasta ahora”. Usted se stent con una suet- oe iStble; luego le ofrecen elegir entre dos drogas antes de responder = més w vos. Una de las drogas mejoraria el desempefio intelectual, mientras que 1a of2 Traalvbaa, ,Cudl elegiria? La mayoria de los estudiantes escogid la que supuesto- vote desorganizaria su pensamiento, para asf tener una excusa frente a un mal de- impedimentos sempefio anticipado. Te investigadores han documentado otras formas en que las personas se autolimi tan. Temiendo un fracaso, hacen lo siguiente: + Reducir su preparacién para importantes actividades atleti (Rhodewalt y cols., 1984). ‘+ Dar ventaja al oponente (Shepperd y Arkin, 1991). individuales ‘« Tener un bajo desempefio al inicio de una tarea, para no crear expectativas inalcanzables (Baumgardner y Brownlee, 1987). ‘+ Evitar hacer el esfuerzo que podria realizar durante una dificil tarea que invo- - aaa (Hormuth, 1986; Pyszczynski y Greenberg, 1987; Riggs, 1992; Tur- ey y la autolimitacién revelan 1a En grados variables, conti- {que damos. Ya sea que queramos impre- ‘animales sociales, actuando ante un spitulo2 79 ‘Sin un intento no puede haber fracaso; sin fracaso no hay humillacién.” — william James, Principles of Paychology, 1990. autolimitacién Proteccién de la autoima- ‘gen, por medio de conduc fas que crean una excusa conveniente para un fra caso posterior. “Si tratas de fracasar y tienes éxito, .qué has hecho?” Anon Después de ser derrotada por algunas rivales mds jévenes, la gran jugadora de tenis Martina Navrati- lova confesd que “temia ‘miedo de dar mi mejor juego... Tenia temor de descubrir si podian derro- tarme ante mi mayor €s- fuerzo, ya que si eran entonces acabada” (Frankel y Sry- der, 1987). 7 Penasmsente social s Hasta ahora hemos visto que el yc cial, qv se encuentra en el cemtsy de a autoestima y r gullo al serv {80 siempre mismos sentimie —— Pro javorecedoran? jLart i hap os de forma privada que los que expresan ~_ cen una cara positiva, incluso cuando viven con dudas sobre Fetterman FALSA MODESTIA ” Existen evidencias de que la gente presenta a veces un yo distints « ‘embargo, el ejemplo mas claro no es el falso orgullo, sino la falsa I ng, ted recuerde ocasiones en que alguien no mostraba admiracién a Gna menosprecio. Este tipo de denigracién puede estar, sutilmente, shor" "ime que a menudo provoca “pinceladas” reconfortantes. Decir “me ‘aan Pa puede provocar que un amigo asegure que “jlo hiciste bien”. Incluse «tm como “desearia no ser tan feo” puede inducir al menos un: “Vamos Cont de personas que son menos agraciadas que tii” mea Hay otra raz6n por la que la gente se menosprecia a si misma y logis, Piense en el entrenador que, antes del gran partido, enaltece la fuera a4) 2% {Es completamente sincero? Cuando los instructores enaltecen Prem, ieee te ipplardis Ua Gia images! de modestia y exptrita deportive, pees ah hhumildad no es sino un 4 Preparan truco en el que el part und evan favorable, sis inpartar cules san lor end = convierte en un valioso; una ja es atribuible a la “ dete ~ fan engenkccne mente. Segsin Francis Bacon, ldeofo del sigjo xv, la modest na ex aan > cmene, ~ “artes de la astentacién”. Robert Gould, Paul Brounstein y Harold Sigall (1977) encontraron que. en un. comm te s0 de laboratorio, sus estudiantes de la Universidad de Maryland = Paryland engrandecenss manera similar a su oponente, pero sélo cuando esto se hizo publicamente Dejim anénima, evaluaron a su futuro oponente con mucha menos capacidad. La cme ‘sin de las propias habilidades también sirve para reducir la presiGn de desenpeie para disminuir la linea base para la calificacién del desemperio (Gibson y Sachs 2 La falsa modestia también aparece en la explicacién autobiografica de los los En ceremonias de entrega de premios, los galardonados agradecen a los dens = apoyo. Al recibir un premio de la Academia, Maureen Stapleton se refind 2 lia, mis hijos, mis amigos y a todas las personas que he conocido en toda Se lcineesnorn punsctersy esc ? ‘el éxito a su propio esfuerzo y capacidad’ responder esta pregunta, Roy Baumeister y Stacey Iko (1995) imma E} yo en un mundo social ctento de indie iduos: seeeets Ye PO Ceorga a la escuela publica de su % Speedin de 10.09. Revo aproximadamente peor see dad (64 por ciento) evalia con 7.0 6 6 -s Pablicas ce sa pals (Whitman, 1996) ae \ ivy ae de los pre: i. corporativos: y de los - te prodtucckin predicen en exceso la pendoctvtdad Y ‘recimiento de sus compafias (Kidd Pitan 1 Larwvood y Whitaker. 1977) speneme, es racedonn ver que las personas se cons: paste a grup con una prospec 20 = dana representada en un antiguo drama Mee. cel orgullo. Igual que los sujetos de nues- Jos personajes de la tragedia griega no ge su maldad: tinicamente se considera- pedo aparecen una ¥ otra VEZ Enla teologia, éste ha per- Sito durante mucho tiempo a los “siete pecados

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