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ESTUDIOS UNIVERSITARIOS | ARLETTE FARCE 44 LA ATRAGCCION DEL ARCHIVO EDICIONS ALFONS EL MAGNANIM. INSTITUGIO VALENGIANA D'ESTUDIS I INVESTICACIO. 1991 is ra pt Fai ‘2De es isn, Eons Afonso! Magni, IVE, 1991 PL Alon Magatnan, = 46008 Valois Di de pd: Ale Gris 3. bevosmo tata: ¥A389.1981 pres esha i Carn moe pie: Germain Men Oe MILLARES DE HUELLAS Ey invierno como en verano est helado; los dedos se ‘agarrotan al deseifearlo mientras se impregnan de polvo {ro en contacto con su papel pergamino o de tela. Es de Gifieil lectura para ojos poco avezados aun cuando a ve es esté cubierto por una escritura minuciosa y regular. ‘Aparece sobre la mesa de lectura, normalmente en forma 6 legajo, atado o cefido, hacinado en suma, con Tos can tos devorados por el tiempo o los roedores; precioso (intl nitamente) y malcrecho, se manipula entamente con miedo ‘que un anodino princinio de deteriaro se velva defini Uv. A primera vista, ya se puede saber si he sido consul {ado o n0, aunque s6lo sea una vez desde su conservacion, Unlegaje intacta es facil de teconocer. No por 8 aspect, (ha podido permanecer durante mucho tiempa en sotenoe protegido de inundaciones, euerras 0 desastres,escarchis ® ineendios), sino por esa forma expecifica de cubriree con ‘un polva no volt, que se nlega a desaparecer al primer soplo, frio caparazén gris depositado por ol tiempo. Sin rms huella que la livide det lazo de tela que lo cite ¥ 10 Fetiene por el centro, deblandolo imporceptiblamente por clitalle, archivo judicial es especial, Aqui, tinieamente nos ‘ocuparemos (0 casi del correspondiente al siglo x, reu- nido en series en el Archivo Nacional, en la Biblioteca del Arsenal y en la Biblioteca Nacional. En &l se basa aues tre trabajo de bistoriador.! 8 uuerte Pana, Eneste siglo no hay manuseritos medievales con no- {ables iumminaciones; el archive es simplemente uno de los medios de que se sirve Ia monarqula para administearse clvily penalmente, y que el tempo ha conservaco como tuna iueila de su paso. Como hoy, aunque de forma dis: tinta, le polieia instruye atestados y ellena registra. Lor ‘comisarios y los inspectores de policia envian a sus supe: Flores notas informes; los deincuentes sufren interrops- {orios ¥ los testigos conflan sus impresiones a escribanos ue las anotan sin puntuacién, segin la relajada costum- bre de la épooa, El archivo judicial del sisio vat estd for sudo por todo esto: por la acumulacion, hoja suclts (rs hoja suclia, de demandas, procesos,interiogatoros, infor smuciones y sentencias. Agu! reposan la pequetiay fa gran delincuencia, junto con las innumerables referencias e in ‘ormaciones de Ia poliea sobre una poblacion ala que 52 ntenta vigilar y controlar activamente. Esto forma legs. jos, lauficados cronoldgicamente, mes tras mes; tambien ppusde formar registros encuadernados en piel es ms r2r0), © reunirse en cajas de earion grises que contienen los in: formes penales, clasificados por nombre y por aio. El ar chivo supone el archivero; una mano que colsociona y cla- sifica, y un cuando el grchivo judicial es ciertamente, on {todas las bibliotecas 0 depésitos de archivos departamen tales el que se conserva mis dbrutalmenten es decir, guar ado de la forma mas simple en estado bruto, sin encus {dernar, dnicamenie reunido y atado como un haz de paja), en cierto modo, esta preparado para su eventual utilt ‘acion Utlizacién inmediata, 1a que necesitaba el siglo xvut para el funcionamiento de su policia; utlizacion eiferida, posiblemente inesperada, para aguél 6 aquella que deck de, mis de des silos después, tomar el archive coma ter- Uigo casi exclusivo, privilesiandolo en relscign eon fuen: tes impress, al mismo tiempo mas tradicionales y mis directamente accesibles. El archivo no se parece @ los textos, a los documen- tos impresos, « las «relaciones>,* a las corresponden. * Las elcoues soa boa ula npr, itis en mot ‘yas contol eet de sats, de poss) de urns ser Les AIACEION Bet AMEE 2 ‘las, alos diarios, mi siquicra a las autobiografias. Es difi- cilen su materialidad. Pues es desmesurado, invasor como las mareas de los equinoccios, los aludes 0 las inundacio- nes. La comparacién con los flujos naturales e imprevisi Dies ebtd lejos de ser fortuita; quien trabaja en los erchi- ‘vos a menudo se sorprende evocando ese viaje en términos de zambullda, de inmersion, es decir, de ahogariento. cel mar esté abil; por otra parte, catalogado en inventa- ios, el archivo se presta @ evocaciones marinas, puesto {que se divide en fondos; ese] nombre que se dx alos con- juntos de documentos, bien sean omogéneos por la na ‘turaleza de las piozas que contisnen, o encuaderiados jam tos nicamente por el hecho de haber sido donadas © legados por un particular gue los posela. Fondos de al~ chivas numerosos y amplios, estibados en los sbtancs de las bibliotecas, « imagen de esas enormes masas de rocas, ‘denominadas wbajios» en el Adntico, ¥ que solamente Se descubren dos veces al aro, con las grandes marcas. Fondos de archivos cuya definicion cientifica aforvuna: damente no agota sus misterios ni su profundidad: «Con- junto de documentos, sean cuales sean sus formas 0 su Soporte material, cuyo crecimiento se ha efectuado de for- ‘ma orginica, automdtica, en el ejercicio de las activida- des de una persona fisica © moral, privada o publica, y cuya conservacion respeta ese crecimiento sin desmen. braze jamisn Ex las bibliotecas, el personal (conservadoresy alma ‘ceneros) no se pierde en el mar; hubla del archivo por la cantidad de tramos que ocupa. Se trata ds otra forma de sigantismo o de una astuta manera de domesticarlo sents Jando de entrada la utopia que significaria la voluntad de ‘tomar posesion de él exhaustivamente un dia, La metato- ra del sistema métrico crea la paradoja: extendido sobre lanaqueles, medido en metros de einta como las carrete. 188, aparecs infinito, posiblemente indeseifrable, 1A.cas0 se puede leer una autopista, aunque sea de papel? 7 Anoes, «De la prous 4 Pisces archives en France, Traver se 938, ener, 1986, 929 1 ‘Ba ow Archivos de Francia, en 1980, se epreias ui cresiinat de ‘75k. por abe. CFI. Avon, op op. 10 anuerne pane ‘Desconcertarié y colosl, sin embiargo él archivo atra: pa. Se abre brutaimente sobre in mundo deseonocido don. de Tos condenados, los miserables y Jos malos sujetos in terpretan su papel en una sociedad viva ¢ inestable, De entrada, su lectura produce una sensacién de realidad que ‘ningiin impreso, por desconocido que sea, puede suscitar, El impreso es un texto, entregado al publico intencions Gamente. Esté organizado para se: leido y comprendide por numerosas personas; intenta anuaciar y erear an pen: samiento, modificar un estado de coaas con la exposicion de uns historia o de una reflexion. Se orden y se extrac: ‘ura segtn sistemas mas 0 menos facikmente desifrables, sea cual fuere la apariencia que reviste, existe para con ‘Yoncery transformar ol orden de los comocimientas. Of ial, ficticio, polémico o clandestino, se difunde con gran velocidad en el siglo de las Laces, atravesando las barre as sociales, a menudo acosado por el poder real y su ser viciode,cerisura.* Enmascarado 0 no, esta cargado de in {encién; la mas simiple y evidente de las cuales esa de set Jeido por los domés. ‘Nada tiene que ver con el archivo; huella en bruto dd vidas que de ningtin modo pedian expresarse asl, y que estdn obligadas hacerlo porque un dia se vieron enfren: {adas alas realidades de ta policia ¥ dela represin, Bien se trate de victimas, demandantes, sospechosos 0 delin ‘cuentes, ninguno de ellos sonaba con esa situacién en Ia {que se Vieron obligades a explicarse, quejars, justificar- s3¢ ante una policia poco amable. Sus palabras sparecen Consignadas und ver ba sursido el avontecimiento, y aun {que en el momento adopten una estratesia, no obedecen, ‘como el impreso, a la misma operacion intelectual. Expre- san lo que nunea hubiese sido pronuncindo de no haberse producido un acontécimiento social perturbader.En cierto modo, expresan un no-dicho, Ela brevedad de un inc! Gente que provoea desorden, explican, comentan, cuen. tan como «eso» ha podido existir, en su vida, entre la incr, vendor epndts es aeao 1a ATaACEION ex aca im vyocindad y el trabajo, en la alle las escaléras. Corta se ccuencia, en la cual, a propésito de una herida, de una pe: Jea 0 de'un robo, se alzan personajes, siluetas barrocse y claudicantes, cuyas eostumbres y defectos se reflelan de pronto, cuyas buenas intenciones y formas de vida a ve es se detallan. Elarchivo es una desgarradura en el tej de los dias, 1 bosquejo realizado de un acontecimiento inesperado, ‘Todo ai esté enfocado sobre tlguinos inantes de ia vida de personajes ordinarios, pocas veces visitades por Ta his- torla, excepto si un dia les da por reunurse en muchedums bres ¥ por construir 1o que mas tarde se denominart Ia historia, El archivo no escribe paginas de historia. Des: ctibe com palabras de todos los dias lo irrisoria lo trai 0 en el mismo tono, en el cuat lo importante par la ‘ministraci6n es saber quignes soa los responsables ¥ como castigarlos, Las respuestas se suceden & las preguntas; cada ‘demanda, cada atestado es una excena en In que esta for ‘ulado equello que sormalmente no vale la pena que To festé. Aun menos que se escriba; los pobres na suclen es cribir su biografia. El archivo judicial, terreno del pequie fo delito antes que del pran crimen, mas raro, contiene iis pequefios incidentes que graves asesinalos, y exhibe fen cada pliego la vida de los mas desfavorecidos ‘A veces, se ha comparaco este tipo de archive con las abrevesr, el apartado de los diarios que informa sobre ciertos aspectos insblitos de Ia vida del mundo, El archi ‘yo no es una breve; no ha sido compuesto pera sorpren: der, agradar o informar, sino para servir a una poliela que vigil y reprime. Es Ia Compilacién (falsa 0 90, veridica (no, ésa es otra cuestion) de palabras pronvnciadss, c1 Yos autores, obligados por el acontecimiento, nunca ima {inaron que un dia las pronundarlan. En este sentido fuer za la lectura, acautivay sl lector, produce en l le sensacién de aprehender por fin lo real, de no examinario 2 través del relato sobre, ef dscurso de. ‘Asi nace la sensacion ingenua, pero profunda, de ras gar un velo, de atravesar la opacidad del saber y de acce er, como tras un largo viaje incierto, a lo esencial de los sores y'de las cosas, B arehivo actus como tn despola ‘miento; legados on algunas linens aparecen, no solamente 2 antermnance 1p inaccesible, sino lo vivo. Trozos de verdad actualmen- ie yencidos aparecen ante Ia vista: cegadores de nitider Ye oredibilidad. No eabe duda, el descubrimiento del ar Chivo es un mand que se ofrece y que justitica plenamen. testy nombre: fuente. ‘in comparacién con Ia fuente de lor interrogatorios y de los testimonios de la policia parece realizar un milagro, el de unit el pasado con el presente; al deseubrirla se da en pensar que n0 se trabaja con Jos ‘wortos(ciertamente, la historia es ante todo un encuen: fro can Ia muerte) y que la materia es tan aguda que soli te simultineamente a la afeetividad y ala intligens Extras sentimiento el de este subito encuentro con exis tencias desconocidas, accidentadas y plenas, que mezclan, ‘como para embrollar mejor, lo proximo (tan eercano) ¥ To lojano, to difunto. ‘Se dird que el descubrimiento de una autobiogratia ‘ode ua diario intimo puede crear efectos comparables, pero Ia diferencia es grande. El mas intimo de los cundernos, labandonado en un rincb de un granero y encontrado unos siglos mas tarde, suglere a pesar de todo que quien lo es- ceribié pretendia mds o menos ser descublerto y pensabs ‘ue Jos acontecimientos de su vida nocesitaban ser ese tos. El archivo en absoluto posee ese earfcter: el testi, lvecing, el ladrén, el traidory el rebelde no querlan apa: ‘ecer compaginados; sus palabras, sus actos J sus pens iientos fueron transeritos por ottas necesidades. Eso lo transforma todo, no s6lo el contenido de lo que se esc bid, sino también la velacién con ello, especialmente late lacién con la sensacion de realidad, ms insisente y te- naz, por qué no decirio, mas invasars, ‘Usa Masana sit La BIBLIOTECA DEL. ARSENAL ‘Tela entre los dedos: aspera suavidad poco habitual para manos avezadas ya al fro del archivo, Tela blanca Ys0lida, deslizada entre dos hojas, cubierta por una bella +Ph, Lamang, Le Pocteautobiogophioue, Bons da Sei, Pui La ATRACEION BEL ARCHIVO 13 ‘scritura firme: es una carta. Comprendemos que se trata dd un prisionero de la Bastia, encarcelado desde hace tiem po. Escribe a #0 muler una misiva implorante y afectuo- fa. Aprovecta el envio de sus hezapos ala lavanderia para ‘celizar-entee ellos este mensaje. Ansioso por el resulta: ido, pide a le lavandera que tenga a bien, cuando las de ‘vuelve, bordar una mindscula cruz azul sobre sus medias Timpiae; para €1 terd la eefal de que su esposa ha recibico, el billte de tela. Encontrado en el urchlvo, el trozo de ropa dice por si mismo que ciertamente no hubo ninguna pe ‘quetia eruz azul sobre la media limpia éel prisionero... ‘Un informe ligeramente abultado: abrislo suaverente; ‘ujoto sobre una pagina, un mindeculo saco de tela grose ‘a, leno de una materia indicesrnible a primera vista. Una carta lo acompatia, la de un médico rural que escribe a la Sociedad Real de Medicina que conoce a una joven, sin: ‘cera y virtuosa, de cuyos senos manan, cada mes, granos a borbotones. EI saquito es la prucba, ‘Abriro no algo que no hasido abierio desde hace dos silos. Abrir con precauciOn, otirar el allles que ha deja ‘do en Ia sarga dos agujeros, algo manchados de Oxido. Asi fes mejor, el saguito volverd a cerrarse facilmente, absolo: ‘tamente igual que antes, ajustando el alfileren las sea les. Algunos aranos se escapan, darados como el primer dia; se desparraman como lluvia sobre el archivo amar lento. Breve brillo de sol. Si zealmente fuese un poco de quella muchacha en flor en quien ereia su médico. Jue- igo de metaforas, pero también sorprendente poder de os Branos intactos, an reales como inmateriales, de los que Se supone que son al mismo tiempo fruto de’un cuerpo ¥ una de las explicaciones clenificas de las menstrua- ‘Con nada se puede describiselefecto de realidad que se siete mejor que con es0s dos objetos encontrados al azar de las consulias de los informes. Sin contar los nai Dioce del Arnal (ms adelete B.A), Aschivos de a Bata (mts agelana A), 12057, 6 6 ue 1739. "ible ce Acadena de mocking SRM 19, esto Ane Bae ‘robe, 1788. Ctamblen JP ne, ane femmeret macata. Vic ‘eocesagulatits das le cous corps apres ies pac me Sea daa in Co soe Sen, EOtolgie angle, 8a" 34, 37S. “14 anvenre rancn es; cuyo dotso a veces Sirve para anotar cuentas o para, ‘apuntar una direceién, Ni siquiera los dibujos o garabe ‘os, al margen de uno otro atestado, testimonios de {Bunios momentos sofiadores de in escribano poco concen: trado, ode la pluma distraida de un inspector al reloer sus papeles, Como side un mundo desaparecido volvieasn lat hhuellas materiales de los instantes mas intimos y los me- ‘os frecuentemente expresados por tina poblacion enfren- {ada ala sorprese, al dolor o al fingimiento. El archivo petifica esos momentos al azar y en desorden: caca vez ulen to Je, Jo toca 0 10 descubre, se siente a principio presa de un efecto de certeza. La palabra dicha, el objeto haallado, Ia huella dejads se convierien en figuras ce lo real Como ai ia prueba de lo que fue el pasado estuviese al fin ahi, definitiva y préxime. Como si, al deeplegar el arch Yo, se hubiese obtenido el privilegio de «tocar loreal. A partir de ahi, para qué discurrir, proporcionar nucvas ex ‘resiowes, para explicar lo que sencillamente yace sobre Jas hojas'0 entre ellas, Por otra parte, la invasion de esas sensaciones munca ura, dicen que sucede lo mismo con Jos espejismmos. Por ‘mucho que Jo real parezca estar ahi visible y aprehens ble, nunca dice nada més que a si mismo, y 6s una inge auidad el creer que aqul se ha redueido a la esencia. El ‘aregreso del archivo” a veoes es dificil al placer fsic de Ja vella encontrada sucede la duda mezclada on la in potencia de no saber qué Iacer con ella, ‘Clertamenie, la carta de trapo es emocionalmente im: presionante, y sin duda muchos museos estarian conten: tos de teneria bajo un eristal, nero To importante exten otro lugar. Reside en la ffeil interpretacion de su pre: sencia, en a bisqueda de su signifieacion, en la ubicacion de su crealidad» en medio de sistemas de signos cuye ‘oria puede intentar ser la graméties. Los granos soles. dos y los naipes son al mismo tiempo toda ynada, Todo, porque sorprenden y desafian al sentido; nada, porque no son sino husllas en bruto, que s6lo a s misma remiten, Sino nos atenemos mas que a elles, Su historia no existe si 2etE tena an igi: ae! ne dest de ahr abe LA AtaACoNEE Ze ARCHIVO 1s hasta el momento en que se les plantea un cierto tipo de preguntas y no cuando se ns recoge, aunque se haga con alegria, Y sin embargo, nadie olvida jamis el color de los franos entrevistos un dia, ni tampoco las palabras de tela ‘Scamos justos: no es tan frecuente que el trigo erez caen un archivo. Una vez ha pasado la sorpresa, la mo: fnotonia de los acontecimientos reunidos supers wos det cubrimlentos. Una vaga lasiuud entorpece la lectura Evidentemente, ninguna demanda se parece realmente 4 otra, ninguna pelea turba al vecindario del mismo modo, pete Jos atestados tienen todos el misma formato, ¥ los fnterrogatorios, a primers vist, tienen mis o menas is mis. ta estructura, Avi como las informiaciones, la raificacisn (récotement) de los testiges, la sentencia pronunciada: ‘muchos malandrines se pasean entre el destierto tomtpo- Tal y tres aos de galeras, sin haber tonido mae que unos instantes para gritar su fechoria 0 contar que ellos nunca estuvieron en el Ingar donde el agents los detuve. Los registros de delincuentes ode prisioneros son in- ‘comodos de manejar —hay que adosarios sobre un pup! tte de madera para consultarlos— y lacénicos: hacen s0- brevivir en innumerables columnas millaree de nombres ‘esconoeidos, seuidos de excasas informaciones que de tentrada no sabemor cémo tratar. Lejos de la peecisign de los registros actuales, no ofrecen mds que el esbozo de an fichero y de un control que apenas nacian, So trata de la {as lstas aburridas, frecuentemente escritas por Un ois: zo escribano, a menudo intereumpidas no se sabe por que ‘y nunca reanidadas a pesar de un titulo prometedor que Jndicaba una larga eronologia que nunea seri respetada, No es ffcil resolver los problemas de mantenimiento del archivo judicial, y esas listas sirven mas aia historia Cuan: fitativa que alae Ins mentalicases, Un di para hisir del aburrimiento, dicen quo una habitual de las salas de a" chivos deslizé en eas! todos sus dedos un anilloo una sor tija, con a Gnica finalidad de ver e6mo jugaba la luz cuan: 4o, interminabiemente, sus manos patsban y volvian a "8 aftdesiéments: srmin juridico wizado en 2 slalo xe ave sani co tama aoe eran tas ecnracon del ese 6 smusrre rane pasar a io largo de las altas paginas para no perder la ese: cia de ese materia, en definitiva pocas veces mudo, aun {cuando sea opaco. ‘Los personajes abundan en ol archivo, més que en cualquier texto o en cualquier novela, Esa poblacién in- habitual de hombres y mujeres, cuyo nombre desvelado cen absoluto reduce el anonimato, refuerza en el lector la sensacién de aislamieato. El archive pronto impone ana sorprendente contradiccién; al mismo tiempo que invade ¥ sumerge, remite, por su desmesura, a la soiedad, Una Soledad donde bullen tantas seres «vives» que no parece emabsoluco posibie dar cuenta de ellos, bacer su historia, ‘on suma, Millares de huellas.. es el sueno de todo invest ‘gaor (pensemos por un instante ea los historiadores de fn antighedad). Su abundancia seduce y sollte, manie niendo al lector en una especie de inhibicion, Qué quiere decir exactamente: disponer de innume- rablgs fuentes, y emo sacar elicazmente del olvido exis fencia’s que nunca fueron notadas, ni siquiera en vida (¢ no era eventualmente para ser castigadas 0 amonestadas)? Sila historias resurreccién intacta del pasado, la tarca 8 imposible; sin embargo esa poblacién insisterte se par reve & un requerimjento. Ante ella, es posible estar solo como lo esté un individuo enfrontado a la muchedumbre; solo y algo fascinado. Porque se presionte al mismo tiem po la fuerza de] contenido y su imposible desciframiento, Su ilusoria restitucion, ‘La tension se entabla —a menudo conflctivamente— entre la pasion de recogerlo completamente, de hacer que se len entero, de jugar con su aspecto espectacular y su ‘contenido iimitado, y larazdn, que exige que se lo cues tione meticulosamente para que tenga sentido. Enere la ‘pasion y la raz6n se decide escribir historia partir de ‘Apoyiindose una en otra, sin vencer jams ninguna ni ah. {gar ala otra, sin confundirse munca tampoco, ni mezclar 8, pero imbricando su camino hasta que ni siulera sur be Ia cuestion de su necesaria distinciOn Admitamos de momento que el archiva esté sobre la mes de una biblioteca, depositado por el slmacenero en elestado en que fue recogide y elasficado, es decit mani ‘pulable por manos deseosas de consultarlo, Es el¢as0 mis La ATRACEION DEL ARERIVO 7 frecuente con mucho; en Francia, la mecanizacién av 78 a pasos cortos. No se pueden fotocopiar los manuscritos del si: alo xv, demasiado frgiles, ls modernidad los eapta so. Iamente a través de microflliso microfichas,indispensa- Dles pero dafiinos para los ojos. Compulsar el archivo, hojeatlo, x de atrds adelante, ge hoe imposible eon est técnica despiadada que cambia sensiblemente su lectura, por lo tanto su interpretacién. Utiles para la conser’ én, esos sistemas de reproduccidin de archivo suponen Seguramente otras fructiferas formas de planteas pregun- {a8 los textos, peré haran que algunos olviden la aproxi- ‘acion tdctl einmediata al material, Ia sensacion prensi- ble de las huellas del pasado. Elarchivo manuscrito es un material vivo, su reproduccién microfilmada es un poco Jetra muerta, aun cuando se haga indispensable. Leer el archivo es una cose; encontrar el modo de re- tenerlo es otra distinta, Puede sorprender Ja afirmacion ‘de que las horas pasadas en la biblioteca consultando el archivo son horas dedicadss a copiaro, sin eammbiar nina palabra. Cuando llega la noche, después de ese ejerciclo banal y extrano, puede uno interrogarse sobre esa ocupa: cién laboriasa y obsesiva. {Tiempo perdido o medio uté- pico de encontrarlocueste 1a que cueste? Tiempo que evoca lun poco los otofios dela infancia y dela escuela primaria pasados en medio de hojas muertas copiando palabras 0 dtictados, que el maestro juzga demasiado maltratados Gu ante la misma mafiana, Es e50, pero también es algo in definible; se trata de un espacio, situado entre el aprendi zaje infantil de la eseritura y ei elercieio maduro de 10s estudioses benedictinos, con la vida sometida a la copia Ge los textos. En Ta época de la information, ee gesto de coplar, apenas puede confesarse. Como inmedistamente aquejado de imbecilidad. Por ova parte, alo mejores cer- to: seguramente hay cierta imbecilidad en el hecho de co- piar siempre, antes que tomar notas o simplemente rest micla idea principal d= un documento, Imbecilidad, aliada ‘con teren obstinacién, es decir, maniaca y orgullosa, a me: Fos que se experiments el dibio absoluto de las palabras, como Una necesidad, un medio privilegiado para entrar fen connivencia y sentir la diferencia. Se puede razonar, 18 ARLECTS ARO ‘epetitse que es posible conocer bien a Diderot sin sentir jams la necesidad de copiario; sin embargo, ante el ae ‘chivo manuserito se crea una urgencia, lade dejarsearras {rar'por el gesto en el flujo irregular de las frases, en Ia clocucitn entrecortada de las preguntas y as reeptestas, ‘ena anarquia de las palabras. Dejarse arrastrar, pero tam. ‘in dejarseextraviar, entre Is famuliaridad y la extraieza. La atraccion del archivo pasa por ese gesto artesano, lento y poco rentable, durante el eual se copian los tex 10s, {raze tras trozo, sin transformar a forma, isu orto gratia, ni ciquicea la puntuacién, Sin siquiera peur Je ‘masiado en ello. Pensando en ello continuamente. Camo sila mano, al actuar asi, permitisse que el espiritu perma: nezea simbltineamente complice y extrafio al tiempo y ‘a esas mujeres y esos hombres que se expresan, Como si amano, al reproducir a su modo el contoro de ias sila ‘fa Que a través de notas pensadas, en las que la integer: ig hubiese escogido de antemana lo que considera indi ponsable y hubiese dejado de lado el exceso del archivo, Ese pesto de aproximacién se ha ampuesto hasta tal pun ‘to que jamds se distingue del resto del trabajo, Elarchivo ‘copiado a mano,en una pagina blanca, es un tro70 de tiem. po domesticado; més tarde, se delimiterdn los temas. se formularin interprecaciones, Ello supone mucho tiempo ya veces duele el homie al estirar el cuello; pero a! ve escubre un sentido, SOBRE LA PUERTA DE ENTRADA ‘Som la puerta de entrada, un cartel indica las horas de spertura y cierre dela biblioteca; nadie puede saber que tno coinciden necesariamente con las de consulta de do- ‘cumentos; abajo, se puede leer Ja lista de dias festivos, asi ‘como la de tos dias de clerce cue los acompatia u uno y ore lado de los fines de semana. La inscripcion es larg, ‘mecanografiada sin mis sabre un simple papel can mem. brete del ministerio de Cultura, y estt colocada tan dis cretamente que rara vez se distngue a primera vista, Eso es exactamente lo que le sucede al lector, al empuijat la pesada puerta, no se habia dado cuenta de que faltaban diez minutos para el final de las consultas de archivo de Ja maiana. No lo sospecha; al salir del meteo solamente hha dado un vago vistazo a tu alrededor para localizar el ‘café mas proximo, que le servira en el momento de la pasa, Eledificio es majestuoso, la escalera de piedra abso: Jutamente cémoda: anehos peldanos ajustados al ritmo de la ascensién, y suave baranda acabada en una falsa bola de cristal, excesivamente incliaada hacia Ia derecha, En elrellano, el busto de un desconocido; el nombre grabado ddebajo no Je da mas informacion, Uno se inagina a un conservador erudito, o posiblemente a un donante meee nas, sigue su camino. Grandes pinturas murales, vaga: mente bucélieas, elaramente académicas, ensombrecan fos corredores contiguos. Hace fresco; a pesar de la suavidad de ia temperatura exterior el aire es al mismo tiempo frio ‘ybiimedo, have eteogerse de homabros, Frente a él, pur {as cerradas;a pesar de estarlo, abren las pazedes con st 20 snuerme Fane promesa de dar a una sale de lectura. Nada invita a em: pujar una ances que otra, Ea ese momento pierde algo de S0 despreocupacién, Se le ve vacilar,intimidarse ligers mente, adoptar un falso aspecto de saber. Wa no tiene la exible negligencia de cuando he legado, mas aan cuan: 4o acaba de cruzarse con varias personas cuyo a8pecto no, 4 lugar a equivocos. Son lectores, de pasos regulares y rapidos, habitando el espacio sin énfasis, pero con la fact lidad earacteristica de quienes, desde hace tiempo, ham es lablocide una connivencia con ese género de madrigue ras, Alguien Ie adelanta, con el brazo izquierdo eargado ‘con una cartera de euro, el otro doblade sobre una car peta que debio ser naranja. Es una suerte: sigue sus pasos Yy fings, a partir de entonces, un rostro mas aéreo. Reco, se un primer corredor, atraviesa un espacio vaclo, perc be cl nombre de tna sala inscrito sobre el dintel de una puerta, mira distraidamente las copas de los arboles Dor Ja ventana, entra en una Vasta antecamara amueblada con tres banquetas de terciopelo ajaco y con dos vitrinas que ‘ontienen algunas medallas antiguas. A le derechs, una puerta entreabiorta deja ver largos anaqueles negros don 4e se aprietan millares de cajas de eartén como en la vie pera de un traslado o en el dia de desputs de una catasto: fe. Signe escrupulosomente al que, cortésmente, mantiene abiertas las puertas a pesar de sus manos carsadas, Una ver atravesado el Ultimo paso, una bocenada de calor le informa: acaba de entrar en una sala de Jectura we Elpuestombimero 1 es, con mucho,el mejor de la sala: proximo al elevado crucero, esta bien tluminado: ningsin vecino a la zquierda, el pasllo de comunicacién invite al espacio, especialmente a dejér que el codo flote trangui: Jamente. Una vez instalado, se descubre una agradable perspectiva sobre la sala y sobre la estrecha galeria de ma: ‘era con balaustrada que la domina ala mitad de su alt ‘a, Todas las maflanas las 10, al menos dos peraanas han devidido que ése es su lugar. Asise-crea permanentemen: te-una pequena guerra, muda, invisible, pero tozuda, Para ‘yeacer, basta con llegar el primera al patio de entrada, y 14 ATRACCION DEL ARCHIVO a con no dejarse desbordar por ningtin movimiento que per. ‘mite al otro pasar delante en un momento de distracci6n. De hecho, nadie puede imaginarse que se trata de un com bate implacable, y que un buen puesto en tin sala de ar chiv9 es uno de ios bienes mas preciados que pueden exis tir. Para obtener sin dificultad, y sin tener aspecto de Inchar, ese benéfico puesto nimero 1, hay que empezar tomprano. No entretenerse demasiado en el desayuno, comprar el diario sin dejarse atraer por los titulares, salt {el metzo con ojos vigilantes para feconocer al intiuso, favanzar sin apresurar el paso hasta la puerta. Si, por ea Sualidad, sale del mismo metzo, no corre jamds,nisiquiera Saludarlo 0 sonreirle, cualquier complieidad provoca por fuerza fastidiosos compromisos. Hay que continuar el ca ‘ino y tomar a escondidas el pequefo callején poco co- pocido que lleva més rapidamente al destino. Alabrit las puertas i se encuentra uno codo con codo para subir las icaloras, hay que adopter el aire despreacupade de quien Sabe que, evidentemente, tiene derecho al puesto nbime ro 1. Elotro, ante tanta seguridad, ocuparé el 2, justo al Jado; o mejor, el 16, exactamente frente al 1, por lo tan- to, bien iluminado, buena perspectiva inversa, etc. y que posce la incuestionable ventaja de poder clavas los ojos lnritados implacablemente sobre el detentador del nime- ro 1. Esun cara a cara iosoportable para el vencedar, sem bre slgolastimoso por haber logrado una victoria tan ir Soria. No hay tregus en esa competicion que se encarniza {todos Ios dias; algunas maftanas, puede sueeder que uno se encuentre mas cansado que otras, y que firme la dert0- tien cuanto se pone en pie. Entonces, es fécil sofar ante lune taza de t, 0 sumergirse en un bano espumoso char. Jando eon la gata, esbozar tres pasos de gimaasia ante una ventana casi abierta. La guerra esta perdida pues, a esta hhora, el ovo ya esti en el puesto ndmero 1; basta con trans formar Is derrota en indiferencia o sentirla como otra vie- toria. Depende de la forma y justamente del modo en que Ja tetera boy ha vertido su contenido en la taza, sin inun darlo todo alrededor, En ese caso, se puede uno tomar todo el tiempo, y alt las noticias hasta la meteorologla, bajar por la avenida acariciando a todos los perros en vez de ‘enegar por tener que esquivar sus huellas. La salida del 2 sxunrrmeance ‘metro se parece @ una mafana dé-Austerlitz: son Ins dien y media y ya no queda nadie ante la pustta, La entrada feniasala delectura es triunfal: abl ests ol nero 1, eri ‘pado por no haber tenido que combatic esa matiand. No ‘queda més que rozarlo un poco, newiigentemente, con la ¥ista perdida hacia los libros del fondo, y desputs alejarse ‘normalmente hacia el lado opuosto de a sala, detrés de 41, hacia el puesto 37. Una mirada furtiva de costado per- ‘mite vislumbrarla:nuca del 1 que acaba de ponerse osten- siblemente rigida. Es normal, el puesto 37 ee tan agra. able | RECORRIDOS Y PRESENCIAS ‘Provisaian el archivo judicial supone una elesci6n y sis nilica un itinorario; no os tan natural trabajar solamente 4 partir de 1 ¢ introdueirlo en el debate historico adop- ¥indolo como interlocutor principal. {Por qué negarlo? Giertamente, hay algo de trivaiidad en obstinarse duran. te aftos en buscar siempre mds informaciones concretas sobre la vida de gente de un siglo pasado, mientras se or ganizan de forma cada vez més claborada las nuevas ma. nerae de reflexionar sobre ia historia, Pera ello significa tia olvidar basta qué punto el archivo judicial ha permitido apsriciones en escena espectacularcs, [La cruoap arene Ante todo, he aqul Ia ciudad, Paris, como tn perso. naje, que reside por completo en fos actores que la hab {an y conforman, fabricada con modos de sociabilidad que Soneuerdan con's aspecto enmaranado ¥ con sus ea Lena a rebosar de gente, atenta al menor aconteci lento, tiene todos los motivos para sentirse conmocio- nnada por Ia avalancha de noticies y de rumores que la Tenan cada dia. A veces, afligida por intemperies 0 acc ddentes, se defiende con energie las anresiones. Natu- ralmente receptiva a Tos acontecimientos coleetivos que Jalonan su calendario, se prestade buena gana 0 com indi ferencia segin los casos al ealboraza arganizadon de las fiestas reales y los fuegos artificiaes, En el ifinito deta 24 snucrne Panow lc de sus reglamentaciones, los informes policiales la re fioren a veees inguicta, otras febrile inchiso implorante; tambien la muestran despreocupada 0 colética, reaccie nando con tenacidad y vigor a todo cuanto sucede Siempre despierta, la ciudad se mantiene vigilante: po: see los medios para hacer que se manifieste su opinién, buena o mala, sobre lo que se le hace vivir, pues da mie- do, Da miedo alas gentes de bien, a los viajeros, ala pol tla como al rey, y conserva el misterio suficiente para ha- ‘lo largo del siglo xv innumerables {que intentan que nada se oculle en su Sombra. A través de este impresionante material, como 4 través de las erénicas de Louls Sebastien Mercier" 0 do los relatos de Nicolas Ret de La Bretonne, la descubri ‘mos huidiza, aunque minuciosamente vgilda por uns ad- ‘ministraci6n que la quiere liana y décl, De hectto, es paca y movil, y es su desorden lo que adivinamos inmediata mente tras la monotonia de las reglamentaciones incan Enblemente repetidas mes tras mes y pocss veces obedeet- as; la ciudad escucha poco, y las drdenes recibidas de arriba no tienen mucha influencia en su tamalto festivo 9 picaro, El archivo policial la muestra al desnudo, diseo- lacasi siempre, a veces sumisa, siempre ausente, alli don. de el sueno policial desearia inmovilizarla definitivamente, En cietta forma, el archivo sorprende a la ciudad en fagcante delito: rampear con la orden, por eiemplo, de noaceptar la utopia de los hombres dea policiao incluso decidir, segin los acantecimientos, xclamar 0 abuchear & ‘us reyes, yrebelarse cuando sesiente amenuzada, Leyendo Jos registros de la poliia, se constata hasta qué punto la revuelta, el desafio 0 incluso la rebelion, son hechos so ciales habituales que la ciudad sabe gestionar,suscitar y cuyas primeras seftales reconoce ficilmente, BN, Ren oe ba Burton Les Mus de Pars, 2 oh, 6, Pai, 1930. {LA RACEION DEL ARCHIVO 2s Bromo my params Avora, he aqui al pueblo y sus mbliples rostros la ‘minados 9 destavan de la mulltud, sombras chinescas {ebre los moros dela eladad. El archivo nace del desor- den, por minimo que sea; arrance de la oseuridad largas ita de sees Jeans, cesartclades,oblgados «ex Please aute a jutiia “Mendiges,desocupados, éemandantes, adronas ose ductoresapresivos, un dia surgen dela masa compact, ‘Strapadoe por el poder que la ha pesseguido en elceatro ‘eat lgatabia ordioaria, bisa por aberse encontrado don de no debian, bion porgue clos miomos bayan querido ‘randgrediry atzonar,o quies nomorareo al fin ante el po ‘der""Los pedazos de vida, al estampados, son breves y Sin embargo impresionan: cetidos entre las pocas palabras due os definen a violencia que, de golpe, los hace exis tirante nosoteos lenan reistresy documentos con su pre Sscacia, Say proceso mas tarde weatencias, exas, Por lncdnioas que sean —wgalerastemporalos, «sospechono de sodicion», eenviado a prisiom—" revelan, no la otra cara del decorad, sino las escenasTamiliares de la Vida bana donde el orden y el desorden a menudo se confun: den, antes incluso de enfrenarse, Con feeueneta el archivono describe completamente 410s hombres; los a4ca de su vida cotiiana, fos Ta en Sigua eclamaciones o en algunas lamentables nezat= ‘is, sujetos como mariposas de alas iorantes, tnelu60 Guando consienten. Consenten en quelarse, con palabras {orpesy timidas, en as que su nparente seguridad oculta ‘un miedo infantil. A menos que ho sean astutos y respon: ‘ones o, peor ain, burlones y mentirsos desvergonzades. ‘De entrada l archivo juoga con la verdad, asi como conto eal; también impresions por esa poscion ambigua nla chal, al desvelor un drama, se alzan os actores ata A Fat, M, Fovestas, Le sre des faites, es lettres de ccher ks Archives de a Basle, Callout, Past 1982 ‘So ja denoinucions de spss inpeesas eo els sa pe eatadiela deta pics, acomo te deena, quschligaa a sincoente ‘ehtadonarse province 26 amarraranon ppados, cuyas palabras transcritas segtiramente contienen ‘més intensidad que verdad. La evasiva, la confesién, la obstinacién y la desesperacién oe mezclan sin sepera’se, y.sin que, por ello, podamos preservarios de la intenst. dad que eceestallido de vida provoca, Exe estremecimien- {0 delarchivo, tan portador de realidad a pesar de sis. sibles mentiras, suscitala.reflexién, ‘Naturalmente, se puede decidir, como sucede con fre: ccueneia, trabajar el archivo en sus informaciones taneibles Y ciertas, Las listas de prisioneros, ios repistros de galeotes, contabilizan a una poblacién aparte sobre ia que se puede basar una investigacin. Ps absclutamente lesitima i portante detenerse, por ejemplo, en.ma categoria particular Se delincuentes —iadrones 0 asesinos, contraiandistas 0 infanticiéas— cuyo examen informa tanto sobre ellos como sobre la sociedad que los condena. La anormalidac y mar inaciéa dicen mucho sobre la norma y el poder politico, ¥¥ ala tipo de delito refleja un aspecto de a soctedad, te modo de leer lot décuntentor a travis dela fa bitidad de ias informaciones tangibes, sin embargo, ex cluye todo cuanto no es debidamente «verdadcrom, veri ficable, y que, sin embargo, aparece notificado: algunas frases transcritas, procedenies de interrogatorios y tert ‘monios; las que no be pueden contabilirar ni clastion, peso ‘que un dia fueron dichas y formaron un disourso — por exiguo que fuese— en el que se jug6 un destino. Ese dis ‘curso precariamente elaborado, verdadero ofalso ese des tino suspendido, producen emocion, y por lo tanto abl gana la inteligencia a desctrarlos profundamente dentro e lo que los permitio y produjo. ‘A través del discurso, se juegan vidas en algunas fra ses, y la posbilidad del éxito 0 el fracaso residen en unas palabras. Lo importante no es saber ai los hechos refer {dos tuvieron lugar exactamente de esa forma, sino com. render cbmo so articlé Ja narracién entre un poder auc Ja obligaba a ello, un deseo de convencer y uns prictica de las palabras de a que se puede intentar saber st adapta ‘© no modelos culturales ambientales.™ TFN 2. Dave, Pour semer oe ot 1 le param ew a se, alone a Si, Par, 1 LAATRACCION DEL ARID 27 La-palabra retenida esta contenida en el centro del sistema politica y policial del siglo xvi que la gobierna ¥ Ia produce. Ofrece a la mirada la consecuencia de st risen y no existe, naturalmente, mis que por una préc tea especifica de’ poder que in ha hecho nacer, [en el enuinciado de las respuostas, o en Ins explicaciones ors: les dads, se esboza primeramente la forma en que s¢ imbrican (bien o mad os comportamientos personales colectivos en las condiciones formmuladas por el poder. sos frigiles trayectos, expusstos en unas pocas palabras por mujeres y hombres, que oseilan entre la mediocridad Yel gento, muestran el funcionamienta de los ajustes ne Ccesarios entre tno mismo, el grupo social y et poder. Na. turalmente, hay miles de formas de eesponder a un inte: srogatorio; todas revelan que el frigl sefugio que ofrecen Jas palabras con las que cada uno construe tu delensa, se organiza por fuerza entre las estructuras de poder exis tentes y las costumbres contemporaneas de explicacion ¥y de.descripoién de los acontecimientos, fEsas Vidas, ni frandes ni pequefias, que se encuentran con la bistocia ‘través del universo policial, el dia necesario, en ei mic: dio 0 Ta resignation, snventan respuestas enigmatieas 0 inciivas, rato de improbable inserelon ene sistema Es0s discursos inseabados, obligndas por el poder a expresarse, son uno de los elementos dela sociedad, uno ddelos puntos que la caracterizan. Ft hecho de que sa pre cio expresarse,confesar 0 no, en funcién de wn poder Co la el cual uno choca, contra el cual uno lucha, para que no lo encareelen, es via circunstancia que marca los des tinos singulares. A partir de ati, que el discurso tenulte tembrollado, que mezele la verdad eon la mentira, el odio, on la astucia, Ia sumisién com el desaffo, en nada mane lia su averdady. Posiblemente e) archiva no dice la ver \dad, pero habla de la verdad, en el sentido en que lo en. tendia Michel Foucault, es decir, en la forma unica is tiene de exponer el Habla del otro, atrapado entre la re laciones de poder y al iismo, relaciones que no solamen: tesufre, sino que las actualiza sl verbalizarlas, La visible, ahi, en esas palabras esparcidas, son elementos de la res. {dad que, por su aparicion en un tiempo historica dado, 28 anesren wane producen sentido. Sobre su aparicién es sobre lo qué hay Que trabajar, 2 partir de ella hay que-intentar su descifea- ‘Tras las palabras que muestran los atestados se pue- {de leer Ia contiguracion en la que cada cual trata de posi Gionarse frente a un poder opresor, en la que cada une articula, con éxito sin él, su propia vida frente a la del {grupo social y en relacién con las autoridades. Pars ello Se apropla, de forma correcta o no, del voeabulario dom ‘ante eintenta simmulténeamente reflejar intelisiblemen {e aquello que puede permitir hacerlo inocente 0 lo me: ‘nos culpable posible. ‘Bajo el archiva se Organiza el relieve, simplemente hhay que saber leero; y ver que hay produceién de sentido nel lugar exacto en que las vidas chocan eoatra el poder sin haberio pretendido, Flay que poner orden pacientonaen: fe en esas situaciones sacadas ala luz por et aabito cho: ‘que. Jocalizar las discordancias y las desviaciones, Lo real del archivo se convierte no s6lo en buels sino también fn planificacién de las figuras dela realidad; y el archivo siempre mantiene una cantidad infinita de rlaciones con To real. ‘En ese juego complejo, en el que aparccen rosteos aunque no sean mds que esbozos—, se deslizan también Ja fabula y la fabulacion, y posiblemente la capacidad de una u otra para transformarlo todo ea leyenda, para creat ‘una historia o hacer de una vida una fiesion, Tambien so bre esta transformacion informs el archive, y los mode- Jos tomados, una vez localizados, afadon sin n34s sen do. Narracién y ficcién se entremezolan; el ttido esta apretado y no se deja leer tan féciimente. Es posible aplanarlo sin prisas y desmenuzarlo minu: ciosamente: sin embargo, subsiste algo diferente, que no tione nombre y de le que diflilmente puede dar cuenta aexperimentacion cientifca, Ademds, ésta considera que no le corresponde a ella dar cuentas de efo, aua cuando se le vea enfrentada. Naturalmente, se ata de exe exce: dente de vida que inunda el archivo y provoca al lector en lo mis intimo. El archivo es exeeio de sentido, en el ugar mismo en que quien lo Jee siente la belleza, eseupor y Una especie de sucudida afectiva, Ese lugar es secreto, EA ATRACCION BEE ARCHIVO 29 siferente en cada uno, pero en todos los itinerarios sur- Gencncucntros que facitan el uoveso ace lugar y sobre {Goto su cxpresion, Miche! Foucault fue uno de coos en ‘ueniron al mismo tiempo simple desconcertante, Amaba Jos manuscrtosyelarchivo,y podia eseribir dnto le im presionaban exos textos «Sin Guda una de esas imipresio- hee delas que se dice que son “fisias”, como si pudiese Hater otro Conmocionado, sabia que el unélisis no Doala decino todo, oro también que la emocion expresa- Bo em absolute satistactes tos historiadores sin embargo, fo rechazata era forma de aptebensin del documento tan Tei como otras ¥ ooo conocigs en 4 Confeso que esas “noticias” que ds pronto surgen através der sgios y ‘odio de silencio han sacudido en it ms fibras que eso {Que nortalmente Hamman Mteratura [|i as he uilizado ‘divauda na sido causa de i vibracion que siento cuan- ‘lo ilego a encontrar esas vidas fafimas convertidas en ce- fzas en las pooas frasce que las abatieron.” ‘Quien slente In atraccign del archivo intenta azcan- car un sentido suplementario alos jrones de frases halla: Gas; la emocion es un fastrumento mds para eineclar la pledra, adel pasado, Ja del edencio Prosencia oe BLa Parisi cluded, e pueblo, desputssurgenrostos del achivoy al mismo tempo, baj el graftmo dens palabras Sparece nidamente és le quea no se hablaba, porgue Skimpre se oeia hablar de ells la mujer. Le nestraidad ‘Tel gone se deszarray exihe erudamente el uego de ins difrcnciacionessxsles, «poco que nos preocupera0s oreo. el El archivo habla de sella» y la hace hablar. Motiva- dapor la urgencia, tm primer geso se ipone:reeupersr~ in'eomo se encuenra una especie perdida, una flora des- Conocida, tazar su tetrto como se repara un olvido, “eM Foucaus, a ve get Noma inftne, Coble ou chemin, 029,15 de enero de 1977, 13. 7M Foveaus,op.e 30 anu rane * tostrar sus huellas Gomo se exhibe a! una muarta. Gesio lit de coleccionista, pero inacabado; hacer Visible la mu. ier, af donde te historia omitia su vision, obliga a un c> Tolario: trabajar sobre las elaciones entre sexos, hacer de esas relaciones un objeto historic Ez Ia chudad del silo xvm, la mujer esta sorprenden temente presente: irabaja, se deaplaza y toma parte de for. ‘ma fluida y natural en el conjunta de las actividades wr. ‘banas. Localizaria es juego de niflos, puesto que ocupa constantemente los edificios, los mereattor, las feras y las crillas del Sena.:A menudo migradora coino el hombre, llega det campo, sola o acompafiada, intenta establecet” as82 dominando a la ciudad y mis bazrios. " Tiene que encontrar alojamienta, asi como tn traba 40, clarchivo la sigue en sus peregrinaciones, Un incidente ‘allejero, un roboen el mercado, una earroza voleada ola ‘mordedura en perro la pones facilmente en excena sn logatestados y declaraciones; as la vemos nctuar encl cen: ‘tro de tia soviabilidad fabricada tanto con dificles pro ‘miscuidades como con eficaces solidaridades, El archivo slo suficientemente claro y rico para permitir it mas alla de una areproducciénm fia de su persona que Ia petrifics- ‘la, como un grabado de Ja 6p00a, en sts gestor Como en su atuendo, El archivo, fragmentariamente, da un esboz9 vivo, enel que ella se muestra tal comoces, es decir, enfren. ‘ada’ con las incerticirmbres de Ia vida social y polltica __.Naturalmente, los manuseritos informan primeramen: te Sobre sus funciones supuestamente mas tradicionaies. promesas de matrimonio, muichachas seduclidas y ban donadas, vertficados de hijos absndoasdes, disputes orl ‘yagales. Archivos rutinarios la interceptan en medio de sus chogues y de sus descas, a veces sacudida por Ia vio Jencia dela época, por la agresividad masculina, por la mi feria demasiado evidente y el simple deseo de encuentros gupta muy bajo dade tiene que colocarse. El director, exasperado, le ordena que'se ponga donde quiera, excep {pent la primera fila, reservada a los manuscritos mds an: tigues. Ella obedece, elise, deja su bolso, busca una hoja, sesienta, Inmediatamente, el director ia lama y todas las ‘aberas de la sala se levantan al mismo tiempo. Le pide (gee dé su nimero de mesa, Ella acude a declrstlo despues Geun momento dedicado a descubrie el sitio en que te encuentra el ndmero de su puesto, Ele da una ficha de pildstico rosa que leva el mismo nbimero que la mesa. Ella ‘yuelve. Elalmacenero de guardapolvos gris s6lo podrd en- ‘regarle el manuscrito que necesita y cuya signatura co- nnoge si ella rellena una ficha blanca, No sabe dénde estan. Jas fichas y no ve nada que las seale. Observa en silen- io. Las ve en un cesto de nif de pidstico verde, en la primera sala donde ie han pedido por segunda Vez ua tar- Jeta, Se dirige hacia all, coge una, vuelve a su puesto, sacs ‘ua boligrafo para rellenarla por duplicado. Adivina que dene que defar ia fieha en algun sitio y vuelve hacia el ‘esto de nifio de la primera sala, No es ahi; ahora debe dirigise a un pequsfo escrtorio, tras el cual hay un hom: bre, también con guardapolvos gris. Acepta su ficha, pero 2 ARLETTE PAR también requiere el plistico rosa. Le euesta un poco vol: ‘er a su mesa, pero'en seguida ve el pléstico rosa entre. | Jos papeles. Vuelve con todo, ficha blanea por Guplicads ¥ plstico rosa, hacia el hombre gris, que a cambio con. fia un cartén de color azul vive que leva el mismo adine. Fo que el rosa, Ella Yuelve & sa puesto, se scnta y yo se ocupa més que de wna cosa, de saber si, para sais, ten. 4ré.que seguir en sentido inverso el laberinto recorrido 0 sil dédalo de regreso no tendrd nada que ver con el de Legada. Un escalofrio entre los hombros le recuerda que ‘ds hecho ha venido aqui para conaultar an manuserie “ite ‘Seguramente, ella martillea adrede el parquet con sus tavones altos pasaiios de moda, atrapadas constantemen. te entre dos tablas mal ajustadas, Por qué, desde que ha legado, se obstina en hacer més de cinco idas y venidas infructuosas entre su mesa y los estantes donde satan dis pPuestos los voltimenes de la gran Enciclopedia? Por que ‘unease decide a calocaree en algun sitio, en cwos princh ios de manana? {2:Cusndo pondrén en el sucto una moqueta que amor. {gbe los pasos? Incluso de color feo y de mediana call dad, seguramente aliviaria a todo ef mundo, Juega sin parar con su sorta de tello, El repiauc te0 del oro contratla ufta da dentera y se hace tan espa. te que el rugido de los coches en Ia avenida proporcions tun auténtico consuelo, Lo peor es la agitacion de esa joven desde hace un ‘mes; siempre sentada en el mismo ligar, hojen a toda ve locidad la obra de un filésofo en 15 voltimenes. No se prea. ccupa por ir mis despacio ni mAs deprisa, cada pizins que ‘vuelve hiere los oidos, corta la respiracion; y sin emba 4, est lejos de acabar la lectura de la obra Hoy, el vecino de los eabellos oolor eeniza esté aca tarrado, perdido en los mantseritos sibilinos donde ses ramonte busoa Ia piedra filosofal, Es la decima vez ue esopla, suave, concienzudamente, Por otra parte, él es muy concienzado, $€ Ie cOtiote por ello, asi como por su ‘amabilidad: es casi seguro que no defard de resoplar. Se 1A RTAACOION DL ARCHIVO a pone una. vigilar sus manos: i al menos una se destizase ene bolsillo para exhumar un pafuelo, la via 36 volve~ Fa Tac Excepto, naturalmente, sal director dela sala le da vuno de sus interminables accesos de tos sibilante que des sarran el aire v lo ponen de bastante malhumor, hacien dole inctuso refunfurtar contra la luz eleetrce, culpable de amenazar Ia buena conservacién de los manuscritos, Ta sala esta g oseuras, Eleilencio de una taln de archivos mis violento que cualguier algarabia de patio de escncla; sobre un fondo de recogimiento de iglesia, recorta, asia implacablemen te Jos murmullos de los euerpes, fo nal fos aoe al mist0 tiempo agresivos y perniciosamente ansidgenos. Une res. piracién algo fuerte promto se relaciona con un resoplido agonico, mientras que una ligera costurabre (frotarse la parzen sefal de meditaci6n intensa, por ejemplo) se trans forma en tie monstruoso, que habria que tratar urgent. ‘mente en un hospital psigulduico. Toda se anipfien des ‘mesuradamente,y sia motivo, en exos espacios cerracion, el mismo vecine puede transformatse tanto en eatro de asaito dele guerra del 14 como en sonrisa de Reims, Etec: tivamente, aseguran que hay gente que trabaja desde hace aflos con tins sonrisa interminable en la comisura de ta boca; ese detalle agradable, es decir, amable, puede aca ‘bac por petificar al més patente de los lectores cue bus- card desesperadamente un medio disereto para ver como seborra ese rictus. Lo extra (un inofensivo vaso de agua, ostensiblemente colocade sobre la mesa donde seaba de instalarse un investigador americana), el mas minimo as ‘ecto poco habitual, el gesto normalmente sin importan ci (una vecina que retuerce desagradabiemente tna fea ‘mecha rojiza) adguieren en esas Iugares un relieve tal que rors lo fantéstico, poblando la sala de leetura de indivi ‘duos exdticos de los gue ninguna etnlogis podré dar cuct- {a0 de seres devastados por Ia ocura reunidos alli para desgracia de uno slo, ‘La que mira y escucha ese paisaje de catdstrofe sabe ue el cordén de su zapato desatado esta en camino de obnitbilar a'3u vecino hasta el punto de hacer qui la con sidere una vibora, Un vecino no es tin enemigo, pero too 44 sauna rane vecino tiene algo que intriga, Los documentos que con- sulka, por sjemplo, dan unas ganas foriosas de adivinar fen qué trabaja, a no ser que un detalle desu persona atesiga maquinalmente la atenci6n. Bl silencio de una sala de ar chivo esté fabricado con miradas que se fijan sin ver o en: focan como ciegos. Nadie escapa a ese vagabundeo de los fos, ni siquiera el mas obstinado de los ectores de rostro Sombrio por el trabajo. Las largas filas de estudiosos en. Jas que lasespaldasse encorvan y se traicionan los zurdos no ofrecen nada para descansay del estuerzo. El 1ep030 se toma sin pensar en ello, insensiblemente los ojos de: Uenen sobre un rostro desconocido, se inerustan en Un po: ‘mulo o un rizodeshecho. La insstencin de una mirada hace flzar la cara, los ojos se cruzan sin razén pero sin separar se demasiado rapido. Volverse de golpe es una respuesta, mantener la mirada, un roto [Et las salas de fos archivos, los susurros rizan la au Perficie dl silencio, los ojos se pierden y la historia se de fide, El eonocimiento y la incertidumbre mezelados se of- denan en una ritualizacion exigonte en la que los colores fe las ichas, Ia austeridad de los archiveros y cl olor de Jos manuseritos hacen de balizas en un mundo slempre Injciftico. Mas alld de las instruceiones de uso, siempre lubuescas, se encuentra el archivo. A partir de entonces ‘comienza el trabajo, LOS GESTOS DE LA RECOLECCION Lo anteriormente escrito pusde dar fe para algunos de luna manera ingenua y pasada de moda de considerar el archivo, Esa forma apasionada de construir un relato, de tstublocer una relacign eon el documento ¥ con las perso- hes qtie muestra, puede aparecer como el indicio de ex: fgencias actualmente deeapacecidas que ya No correspon- Sen a una época intelectual, al mismo tiempo mAs ‘radicignal —lease conservadora— y menos lgada a la des- ‘ripcign de lo cotidiano. ;Qué atractive conserva el archivo ‘cuando todo, 0 cas todo, ha sido ya dicho por otros sobre Jn belleza del gesto, el didlogo con los muertos, el tener ‘en cuenta & los andnimos y 2 los olvidados de la histo- ia? ,Cuando, en el momento actual, ests formas de prehender el pasado provocan la sonrisa, o, en el mejor ‘de los casos, parecen vestigiosen ua historiogratla sobre Ja que reflexionan tabiamente ciertos inteleetuales? El atractivo se mantiene, lo edivinamos. La inclina- cién por élno debs confundirse con una moda que ense- ida se volveria caduca; esté entretejida con una convic- ‘én: el espacio ocupado por la conservacion de los archivos Juidicates es un lugar de pelabras capladas. No se trata 4e descubrir en él, de una vez por todas, un tesoro ente- zrado que se ofrece al ms listo 0 al mas curioso, sino de ‘Yeren lun z6calo que permite al historiador bustar otras formas del saber que faltan sl conocimiento, "Ee ouos,porR_ Manco y M, de Ceriea pasand, por emp, por Pa Aves, M Pouca y J Rese 45 snuern rato Elarchivo no es un depésito del que seextrae por pla- er, 6s constantemente una carencia. Una careneia feme- Jantea la que deccribfa Michel de Corteas a propésito del ‘conocimiento, cuando lo deseribia asl: «Aquello que no (esa de modificarse a causa de una carencia inolvidabiey. Por mucho que existan millares de Tepajos de demandas, gue las palabras que se debe reflejer parezcan no agotar se nunce, paredojicamente, la carencia opone su presen: cia enigmitica a la abundancia de documentos, Las fra ses que el escribano copié procuicen la itusiin de que se puede conocer todo, yes una equivacaciéa; su profusion oe sin6nimo de eonocimiento, Evidentemente, es Ea | lo que deberia convencer a1 historiagor de que los indi ‘ios aqul reunidos son literatmente incalficables, ¥de qe 1 mismo es ineapaz de comprender las razones de quic- ‘nese encontraron inmovilizados en el documenta, En el lo xvut, el archivo no falta, crea un vacio y una caren- cia,que ningtin saber puede colmar. Uulizar hoy el archi. o-siifentraducr esa caren, siaiies en prinenio Brann El contacto, con cl archivo comionza con operacio: ples, entre otras, el hacerse cargo mentuaimente de log materiales. El examen —termino agradablemente evo: ‘cadot—* obliga a una serie de gestos, 9, la operacion in ‘elestual decidida al principio, por cemmpleja que tea, n0 [Puede evitarlos en ningtin caso, Son familiares sieples, Sepuran el pensamiento, pulen el sentido de la sofitica. cidn y agudizan la curiosidad. Se efectuan sin prisas, ne ‘cesariamente sin prsas; nua se exphcard suficientemente hhasta qué punto es lento el trabajo de archivo, yc tiva puede ser esa I cs le: munca se acaba de cconsultar los legajos uno tras otro; aun cuando estén i iitados cuantitativamente por los toncleos preparados cama DL AIO “ de antemano ¥ caleulados minvciosamente, exigen wna fan pacienci de lector. Baciencia en a lees: te resore el manuscrito con ta vista a traves de no pocos obstaculos. Se puede trope Erroom ios defectos materiales de un documento: os can {or raidon yin borde extropendos se comen as palabras {S'quc esta escrito el mangen tnspestoresyjefes de pal Go'anotan icimente ct documento quo ecben de un ob Serva ode un comisri) a meando es ilegible, una pa fore que falta deja el sentido en suspenso; a veces fas ‘Mrs superior e inferior del cocimenta han sufrido da ery tas frases ban deeaparceldo, sino os en el plleue iho pocos documentos fueron enviados on misvas al fe perioroa otra persona) donde se encventtan los rot05, Sci, las aasenclas, “Tas inteniperie no son buenas conservadoras:en los [Archivos de ln Basil» lunge Gocumentos permanc- ‘tron en subterrancos harmedos y absorbieron ls itra- ‘Sones de las uvias antes de que los inventaiaran y la ‘Shearan eulendosamente. Bo haces lecture dif, con gulnbras demparcclaa, borradse ornedo borredayel velo fil tempo ins ha difuminago, Tambien es posible que e| documento eonservado fuesesfrancado direccamente de fin eoparts inca que lo manten en en estado, como Jon puntos ibeosdespepnos de Ins parades de acu fiat por una policia Gel siglo wr empeiada en que naga Stloversivo quedase fuera, En la Biblioteca de Arsenal, thy nia costiene algunos de eos irons de cates pro hin, Sie quiere, fe puede hablar de resto, bien ol {crmino tene tna eonnotacién demasiado fancbre para {entasalegreselucubracionesy obsenas desvernuenza. ‘Atabrie Is cajo™ yal extender sobre la mesa palabras ‘rohibiéa perades rapidamonte sobre as fachadas ube Fas, emprendemos un viaje barroco al pais de las denn (as, de as tnvectivas, do las mezquindades y de las espe fanzas politics, Panfletos ea trozot, dextrazados por el Placer dea censura,despastados por el dempo, en gene Fal fueron recoeidos pare persegui la ettrva de a6 ag anus razor autores clandestinos, diseminados por la ciudad. Hy, son 4 tnegifeantes oerpor dl dati, completmeate ape ‘Algunos estan impresos y cuidadosamente compues- tos, adornados con grabador; la mayor parte son manus. tos, eseritos en maysculasechas con grandes trazos Figidos, para que no se reconozea la eocitura. Es la pe. una multitude las anémimas dentncias von gativas, ce Jas calumnias audaces y asperas, que intentan denigrar a Yeeino,o mejor ala mujer desi, bianco al mismo teu o mas faci'y mas apropiado. Esritas con una plumma de Fectuosa sobre un papel malo, conservan, apes del tc Po, pris, odio) torpeza, asi como una. improbable ‘rtogralia fondtiea. Todas, 0 eas todas, han comservado los estipmas desu periodo teal se percibe en las yomas de los dedos la rugosidad del prano de la piedra que ha ‘quedado pegada ala cola de anteno, més bles tooca y he Fnosa. Recverdo digital del srenivo. ‘Hay manuscrites pefectamente conservados y leg bes, pero dv dificil letora. En general, le esritura del flo xv no presenta Ins mismas difcuitades Je interpre facion que lade finales del siglo xv 0 prineipios del xv; sin embargo, surgen obstdcules imprevisibles. Un simple ‘asunto denominado eriminal;* a causa de ello, retuvo nuestra ateneion durante mile tiempo. interesante por su contenido, inmediatamente soloca al lector en na sh tuacion de extraneza: el documento, aungue bon eserito, ¢s ilegible en sf mismo con el anico recurso de la vista Estamos en 1758, un ato despues dela ejecucion de De smiens, el regia de Lins x96] sueeso ha hecho posible la mucrte del rey, y fe imaginacién social se apasiona por esta parte inauetble y shogsda” del cuerpo social. Un si ‘ienle de casa media, Thorin,teastormade por la muerte e su amante, la sefora de Foncemagne, se despierta una noche, deshecho, por haber oigo como ésta le ordenaba ue ajunate 3 sezase y le confiaba un secrete, Ascgura S1sus amigos sirvientes, que no an visto mi oigo nada, que 2 Asunto Thorn, 1738, AB. 1203. P.Rissr, LAUtriat do Damier. Dicowr sur Peinement ax sevtite, Proues Vaivestates de Lyon, 197. 1A ATRACCION DML ARCHIVO 49 ‘tha «visto ¥ ofdo», y, simuleineamente, se queda sordo Smnudo. A partir de esa noche de noviembre de 1758, en Jue au vida se tambalea, Thorin responde por escrito a {be intecropatorios de jusces,obispos y médicos, después fe haberse enterado, por escrito, de las preguntas que le hacen. Elasunto es importante pues Thorin revel su secre: to: le han ordenado que asesine al rey, y, en prucba de [a monstruosa orden, ee ha quedado sordo y mudo. Elasun- to dura Velnte aos, durante todo ese tiempo Thorin per ‘manece en la Bastia, hasta qué Ia locura se apodera com- Dietamente de él. Ey una larga historia, de desarrollo, interesante para aquellos a quienes interesa la nocion de ‘orden publica enfrentada a la imaginacién colectiva de una Sociedad en pena ruptura con sus reyes. Larga historia y, ademas, dificil de descifrar: efecti- vvamente, Thorin eseribe centenares de paginas a Jo largo Solos veinte afios de investigacion y prision. Escribe del ‘mismo modo que habla; al pues no escribe, sino gue re produce sobre el papel sonidos que forman frases. No los Sonidos que forman palabras, ee0 seria demasiado simple, Sino los que forman frases o fragmentos de razonamien: {o. Naturalmente sin puntuacién, pero sobre todo, cortes, Jnesperades espacios en blanco entre dos silabas de una mnisma palabra, o bien uniones desordenadas, fuera del es pacio delimitado de la ortogratia ‘La sorpresa cs total, Ja iectura, dif, incluso impo- sible; Ia vista no sieve para nada; para llegar a descifrar, hay que pronunciar ex voz baja, susurrar los fragmentos esoritos, ¥ e30 en pleua sala de iectura, en el habiewal s Jeneio que lena esos lugares. La experiencia es extrava- ‘ante, no por la ruptura del silencio que hace que fos ve- ‘ings vuelvan la cabeza, sino por la aparicién del sentido, Sonido teas eonido, como sive watace de una partitura mu: Sictl, como si el sonido otorgase su sentido a las palabras. Ei ritmo es sincopado, los cortes no tienen lugar en los Igares convenientes, e transcriben los enlaces de Ia pro= ‘unciacin, Nada se parece a nada, sino fuese porque al articular, ia boca libera ala excritura de su opacidad: «fan {Ife re diese tou levin oui une maisse pour le sarme du bougatoire jenay gamay conu volrea ta chemant jusqua 50 eure rane prison. Je Yous pr de me nib anrepar sone de mated ‘aysancen i faut fire ds fous es 28 une tess pou Ames du Puraatoire, je ns josie connu vows etocke, ‘ent jusaué présente voUs prie deme ais ote yor. fonnes de ma connalisance. [Hay que hacer dec ta Jos 28 una misa por ls aims del Purgatoro, nanos he {8 ahora habia comocido vuestoafccto, ox Poebe ges ne dejis entre personas que conorsa), Miv adelante Una lng fa confesion xcrita de Thorin obliga al mismo cjrcxay ‘Jamais ne pou ra dir que jaye fis pour fais des oh Heamounave ou ames canmarady tend que de Is pre ‘ier moman je dis levee de Sison que fe ne erove pa Gul fis person daa moinson que ea Test det forbeave een eau eed fm dda IJeme pate on rine gran que jene voulo! dr gus poremi ton ameand dabitere avee st femme Je al est pas ® rar couche Avec une fame mais un peure domatse qu dose dane ¢ fae ise expost a tsn desir» Uamaio je ne oral ale que Fal fait cela pour fire de a pene d ron enatieg ‘ou mes camarades, attend que dis le premier moment Fal die 4 Peveque de Soisons que je ne royals fs sue Ge it personne dela maison que enh de fot braves pena St queje ten aljemeis dit ew al [Iona juga pence Aun vime grand que ene vous dive que Faure’ sas ‘mon fine en danger dhnbiter avec cette fem, Te al ‘Vest pas si grand de coucher avec une ferme fais un Pauvre domestique gui donne dans es fesmes export 4 blen de choses, [Nunen pod deci que hice eo Fara autar pena a mi amo'o a mis companerca,teniendo ea Guenta ue dese el primer momenta til ebspo de Soe sons que no ereia que fuese nadie de i cau quorsa soe buenas personas’ que mimes dije mal ge elon] Nunen pense en un crimen tan grande no bese sieho aus oe ‘ia mi alma en peligro sl vivir con esa truer, exon {rin mal ccsare dn una mule pro un Presi. {© que topiezn con las mujeres expoae ao poous co sas), En eu deliio, Thorin ve nguieta gue Dios haya Eartigedo por haber amado a una mule eared Recusrdo sora del archivo evocaion evident det papel de ia entonaciondels'vor tan importante poreion ilo, en ia tcratura oral Las paginas tertan pos Thon armAceton oe ARAN st “comtienen una vor, una entonaciéa, un ritmo; descubren, tuna cultura eonora que pocos archivos pueden mostrar. Posiblemente Thorin fuese un letrado, sin embargo Ia me. igcridad ealigréfica de sus esritos trahsmite algo que nin- ign texto puode dar, la forma como eran prontinciado: frticulades, ‘Asl hay que desctrar, con esos gestos lentos en los {quo se esfuerzan las manos y Jos ojos. Aun cuando no es ‘demasiado dificil, sigue sin seredmodo, pues las piezas del proceso son lnrgas y los interrogatories se inician obliga. {oriamente con sempiternos cnunciados juridicos. Bn cuan- to las notas dela policia, son ascuras o se extienden in {erminablemente en digresiones cenagosas. Lo esencial no ‘aparece de entrada, si no es en un descubrimiento excep: ‘onal: asi pues, hay que lees, volver a leer, enfangado en 'un pantano que ninguna brisa distrae excepto s se lovan fa viento, Lo cual sucede a veces, cuando tno menos se Jo espera ‘A partir de esa lectura obstinada se organiza el tra bajo. No es cusstion de deeir aqui eémo hay que hacerlo, ino simplemente cme puede suceder que se haa. NO texste Un trabajo tipo o un trabajo que se tiene auc ha: ‘er ast ¥ no de otra forma, sino operaciones que se pue: Gen contar dgilmente, distancigndose de esa mania casi cotidiana de «ir al archivo». ‘Se empieza suavemente por manipulaciones casi ba: ines en las que finalmente sepiensa pocus veces, Si er bbargo, a realizarlas, un nuevo objeto se fabrica, se cons- situye una forma diferente de saber, e escribe ua mcvo saarchivon. Al trabajar, se reutlizan formas existentes, in tentando ajustarlas de manera distinta para hacer posible otra narracion de lo real. Nose trata de volver empe- Zar, sino de comenizar de nuevo, redistribuyendo las car tus. ¥ close hace de forma insensible, yuxtaponiendo wna serie de gestos, ratando los materiales con juegos simul tincos de opoticion ¥ de eonstruccién. A cada juego le corresponde una eleecién, prevista, 0 que sobreviene st brepticiamente,casiimpuesta por el contenido del archivo, 52 anne ean Juscos be APRoMMACION ¥ BE OFOHCION ‘Una vez leido, al principio el archivo se deja aun Jado,® con el simple gesto de copiar 0 de fotecopiar. Se puede-dejar a un lado retmniendo lo mismo, coleccionan. fo, 0 por el contrario aislande, y todo depenide del objeto cestadindo, ‘ise trata, por ejemplo, de estudiar cierto tipo de eri- minalidad o de deiito, e primer gesto consiste en extracr- lo del lote, en el interior de wn periodo definido de ante mano. Si se etcage eatidiar més bien in tema smplio (la mujer, el trabajo, el Sena... en principio es necesario.ex- truer de todo documento To que se refiere al objeto, En. tonees, se pueden atravesar lergas sories de documentos (notas de ia policia, demandas o confictos de corporacién) yaislar aquello que se aecesita. Es una manipulacion Ii- ‘Beramente diferente ala primera; de todos modos, una for- 1c por acumulaciéns; se estudia en el detali, sin ol- vidarse de establecer las posibles diferencias con otros El trabajo es simple: consiste en analizar, y mis tar- coger cierto tipo de documentos: la serie, organi- si, hace de objeto de la investigacidn, Infentiles en apariencia, esos gestos se apartan por primera vez de Io Feal, augue s6lo sea por la operacion de elasificacion que ¢exigen, y a focalizacion precisa sobre el tema amy part ular (mbriaguez, robo 6 adulterio} erea una mirada es- pecifica que merece una explicacién, pues el espacio se re- isuribuye forzosamente « partir del objeto investigado, ‘A menudo el andlisis remite a una cosa diferente de s{ mismo: por ejemplo, se puede decidir estudiar el éelito de juego considerando que esta actividad del siglo xvi ayudara « comprender las relaciones entre Ia policia, el mundo de los lbertinos, le aristoeraciay las finanzas; 0 bien se puede examioar un tipo muy particular de robo, porque lo consideramos representativo de las preecupa’ clones de un siglo y deseamos profundizar en los fendme- nos de la pobreza y de la miseria. Podemos detenernos en 7M me Conan Uerare de Pho, Galhmard,Pa, 1975 a armaccie et anesnvo 33 Jas peleas callejeras y las rias de tuberna comprobando la hipotesis segin la cual Ja velencia es una de las claves de la sociedad urbana, o bien tomar en cuenta el crimen de adulterio para aflnar el estudio de las relaciones entre Jo masculino y To femenino. Sea cual sea la finalidad, en teste canola investigaeidn se efscttia a partir de lo mismo, Se fo aparencementeidéntico, y la coleccion de textos rev: hnidos sera tratada a continuacign intentando romper el juego de los parecidos para encontrar lo diferente, es de- Cir, lo singular. Recoake En plena recoleccién, no hay forma de prescindir de. ‘algunas informaciones, pues lo importante es comtar con ‘I conjanto de los datos sobre la cuestién, naturalmente dentro de unas limites cronologicos y espaciales establ tides de antemano. En cambio, para seleccionar lo mis- ‘Mo, ld mirada no puede dejar dé detenerse en lo diferen- fe, aunque s6lo sea para saber si realmente no tiene que preocuparse de ello. "A menudo, en ese rdpido recorrido aparccen las sor- presas: Un archivo inesperado, fuera del campo al cual nos Uedicamos, hace tambalearse la monotonia de la coleceién. Dilferente, loouaz o sugestivo,ofrece con su singularidad tuna especie de contrapuinto a una serie que se establece. Divage, dsiente, ofrece nuevos horizontes de conocimien- to, aporta una cantidad de informaciones que en absolu- ‘to nos esperdbamos en el habitual caudal del andlisis. Puede ‘adoptar toda clase de formas, unas divertidas, otras ins- tructivas, 0 las dos cosas al mismo tiempo. Un dia tenfa- ‘mos que investigar en la serie ¥ de las demandas al com. ‘sario realizadas ante el Pequeto Criminal (conservadas en Jos Archivos nacionales), todo cuanto se referia a os he: ‘cos violentas entre 1720 y 1775. Un sondeo decidido pre- viamente obligaba a analizar un mes de demandas en cada lupo de los aftes escogidos. Nunca se acababa de hojear Jas demandss, clasificadas cronoldgicamente, y las violen- clas reunidas asi empezaban a formar largas listas, mien: tras llenaban nummerosas fichas. Entre dos demandas, una 54 sauerm pana: ‘maifina’de cansancio, un papet parécla diferente al tac. to. Recuerdo téctil del archivo, La sensacién habla precedido a la vista; ademas, et papel en absolut era del mismo formato ate todos los a5. ‘eriormeate consultados. Ruptura del gesto y dela copia cen curso, Bs una carta, una carta extraviada: leer ma. sguinalmente, por la costumbre de jar Ia vista sobre pa. pel descolorido. Comprendemos que se trata de una carta fscrita por un comisario 2 ua colega. Sonrisa y asombro; Jeemos: «querido amigo, no soy ‘roe, sien miljereita no lo fuse mas que ¥0 series corm. doa partis deesta noche pues tecontesaré que pone tert biemente en movimiento a la naturalers en mi cise y no udo que produce ef mismo efecto en casa de los demas, ‘bromo pero hablemos seriamente, haré lo que pueda para star en tu casa esta noche temprano, me has avisado algo tarde y tengo més de treinta invitaciones para hoy. Adi6s, ‘eg.a tu mujercita demi pare, cuanca le robo besos, siem: bre los tomo en la barbilla 0 sobre los ojos 0 en Ia mejilla ‘Pero ti pillo tienes el canton de reserva, un beso, mil be 4308 en Ia mejilla 6 los ojos de tu mujer valen Ia mitad de fos que tu robas en su boca, que me lleve el disbio, me Busta esa bocs, adiés».”' Besos robsidos, carta sin fecha, Sighatura Y 13728; inmediatamente copiar todos los te. ‘minos de ese mensaje medio amistoso, medio licencioso. Inclasificable, este texto, y sin embarg®, tan valioso, Mids tarde, sims tarde, nos preguntaremos siesa clase de dgil misiva es 0 no un objeto cultural, una manera normal de igirse a los dems, en aquel siglo xv de folgores liber inos. Nada apremis y poco importa hoy para qué ervirs 1 archivo; to urgente es recoger esa palabra viva, sin fe cha, suspendida entre muy serios asuntor policiales. Pi aro archivo, Mis tarde, habfamos decidico poner aparte los archi Yos de un magistrado de un barrio muy popular (el eam sario Hugues, barrio de les Filles)" y estudiar exheus. rivamente sus notas y su coleccién de demands, infor BAN, Yis728 00 ARAN. ¥ 10995. 1102, om Ware bei de Les Ha, | | | ‘peRTRADETON DeL ARCHIVO. 35 “paciones'y sentencias, afin de comprendér mejor los fe jpomenos de sociabilidad parisina, durante (odo el perio fo oe st ejercicio profesional, es decir, entre diciembre ie 1757 y junio de 1788. Treinta y un afos. Aqui, no hay fave separar nads, bay que almacenarlo todo; una vez mis, {ina infinidad de demandas, y el embratecimiento que se ‘Un aregalito del archivo» aparece de propina: con fe- cha de 18 de enero de 1766," se interpone una demanda ‘propésite de una dieputa, ef la plaza de les Vietoiras, faire un seflor y un cochero de punto, uno de cuyos ce: pallos ha sido herido por una estocada. Nos enteramos de quo Paul Lefevre; de profesién cochero, ha visto «tin ca riolé con un slo caballo en el cual habia un senor que ‘sabigo que era el margués de Sade y su criadon: y-de aque 4l se a parado para dajar que bajase su cliente, to {ual impedia a cabriol eontinuar su camino. A continua ‘én, se ha produeido una disputa; el marqués de Sade, ‘que habla bajado, aceste estocadas contra los caballos y ‘una de ellas perfora el vientze de un caballo», El asunto se arregla amistosamente: el marques de Sede —pues efectivamente se trata de él paga 24 Tibras ‘een page por el caballo herido» ¥ por el tiempo de su cura. En Ja paste inferior de la pieza judicial, eta estampoda la firma del marqués. Inesperado placer ol de encontrarse de pronto a Sade atascado en la plaza de les Victoies, en- lee'un cochero y su eabriole; es como atrapar al vuclo a tun personaje gue en principio pertenece 4 la literatura ¥ ‘los fantasmas. He aqui al margués sorprendido en lo que fue su reputacion: violencia aratuita, con el extzemo de Jn espada clavado en ef vientre de un caballo que no po- dis mis. Este detalle sin imporiancia contirma tantoel ca ‘deter maldito del personaje que llegamos a dudar det Je masiado bello descubrimiento, de Is sorprendente coincidencia. Evidentemente, podriamos citar muchos ejemplos nds de este tino, encontrados al azar, que hacen que nos ddesviemos de la ruta marcada del anélisis, pera tambien tenemos quo aadir que el archivo no tiene que ser nece: 56 sur sc sariamente divertido para extraviar al leetor. Hay doca- imentos «apacibles», normales, que desvian ¥ eonducen onde nunca habiamos decicida ir ni siquiera compres er. Posiblemente, esto significa dejarse imprepnar par el archivo, permanecer lo suficientemente disponible a las formas que contiene, afin de notar mejor aquello que « ‘prior! no era importante. Se pede abjetar a est0 que la impregnacisn no es en absoluto un métoda cientifico, que Ja palabra misma es de una vaguedad enormemente inge- rua, y que en este juego casi infantil pueden desizatse ficiimente en la investisacién defectos de interpretacion ‘Naturalmente. Sin embargo tenemos ganas de coatestar con una metéfora, aiin sabiendo que agravamos cl caso: larchivo es semejante a un bosque sin claroe: al perma: never en él mucho tiempo, los ojos se acostumbran a la penumbra, se entrevé Ta lind, Tiowlnas ¥ meeractowes Sucede insensibiemente, sin que nos fijemos casi; la predileccion por el archivo puede sobrevenir de tal forma ue no nos ponemes en guardia, no vemos ni las tramps {i end alos iespos que se eben al no imponesle oa ‘Una vida no bastaria para leer Ia totalidad de los chivos judiciates de sigo xin, en vez de desanimar, eta evidencia estimula las ganas de consultarlos, incluso en \desorden, osin una finalidad definida, Por el placer de ver- sc sorprenidida, por la belleza de los textos 9 8] exceso de Vida que se offece en tantas lineas ordinarias. Sin dua, el deseo ce no olvidar esas historias de vida y de comuni- carlas noes un grave defecto. Hay tanta felicidad en tcu- ‘ular una infinidad de precisiones sobre miles de an6 ‘mos desaparecidos hace mucho tiempo que casi olvidamos ‘gue eseribir la historia supone otro ojersieto intelootial ‘on el cual ya no basta la restitucion fascinada. A pesar de odo, entendendémonos: si ésia no Basta, al mesios es base sobre Ia que se puede fundar el pensamiento. La tram ase limita solamente a esto: ser absorbica por el archivo hhasta el punto de no saber ya como interrogarlo, a ATHACCION Da ARCHIVO a7 ‘Sea cual sea el proyecto a que obedecemos, el traba- jo.de archivo obliga forzosameate a unas operaciones de Seleccion, de separacién de los documentos. La cuestién std en saber que seleccionar ¥ qué abandonar. A veces, Sucede que, a causa de sus hipdtesis, el historiador ya ha {soogido lo que va a recoger y apartar; sin ningin género de duda, eet le priva de disponibilidad, es decir, d¢ Ia ap- fed para elmacensr aguello que no parece inmediacamen: fe novesario y que, més tarde —nunca se sabe—, podria, resultur indispensable, {Como desidir entre o esencialy lo inti, lo necesa- rio y lo superfiuo, entre un texto significative y otro que Consideraremos repetitive? En realidad, no hay método Valido, ni roplasestriotas que haya que seguir cuando éu- amos en la eloceién de un documento. De hecho, los pa- Sos ton semejantes a los del vagabundo,™ cuando se bus hen el archivo aquello que esté sepuitado en él como hhuelta postiva de tn ser 0 de un acontecimiento, sin de Jar de permanccer atento a lo que hye, 2 lo que se sus- ita y se hace, a lo que notames como ausencia. La pre- sencia de un archivo y su auseneia son signos que hay que poner en duda, os decir, en orden. En este camino poco Frecuontado, hy que descontfar de una idenificacion ser pre posible con los personajes, las situaciones 0 las formas ‘do ser de pensar que los textos ponen en escena. «len. tifieaciOn» significa esa forma insensible pero real que el historiador tiene de sentirse tentado solamente por aque- Io que puede apoyar sus hipdtesis de trabajo decididas de lantemano, Sino se trata de ese extraao azar que hace que Solamente ge desoubra lo que se busca y que, milagrosa- fnente, parece ajustarse al deseo inicaly profundo del his: {orlador. Hay mil formas solapadas de identificarse con ‘un objeto de estudio. Puede legar hasta no reconocer di- {erencias, excepeiones 0 contraticciones que no subrayen la belleza de la hipotesis de partida que hace tiempo que softamios con eetablecer solidamente. Esta simbiesis eee Gora con el objeto excogido es en cieria medida inevita- ble, confortable, ya menudo indiscernible para aquel que Pon La mbites, Le Diba w 17, lam ete te, 1581 I * ants pan Ja practica, Inevitable, porque'no existe ningsin historia! dor que pueda decir razonablemente que su eleccion to ’ba estado en absolute orientada, poco 0 mucho, por une ‘laléctica del refiejo o del conteaste consigo mismo Seris tuna mentira. Conforiable, porque identificarse, dela for ‘ma que sea, aporta un alivio. Peligroso sin embargo, por. ‘ue ese juego de espejos bloquea la imazinacion, deticne la inteligencia y la curiosidad, mantenigndose soafinade fen serderos estrechos y opresivos. Identificerse ignifice anestesiar el documento y la comprension de élgus pode, Se debe mantener la vigilancia para que una lucider siempre despierta actie como parapeto contra la ausencia de disticia. Quede bien claro quie esta eascesisn no cx: c’luye of intereambio entre el archivo y su lector, ni tas. 'B0¢o la empatia, El intercambio no ce fusion, ni sbolicion de las separaciones, sino el necesario reconocimiento de la gxtrafioza y dele familiaridad del otrosin la eual no exists ‘cusstionamiento inteligente y, por tanto, eficaz. El inter ‘sambio exige fa confrontacion. Por otra parte, cede muy Amenuido que os materiales se resisten,presentandoal og, ‘or su faceta enigmétics, lease sibilina, Cuando la invest tacion choca con la opacidad de los documentos. clan chivo ya no declina facilmente los trazos grucsos ¥ los ‘ebiles de un cémodo «asi era puesto que esté eseriten, el trabajo puede comenzar realmente, Buscando en prigier ugar lo improbable que los textos contienen, lo incobe, ‘enie, pero también lo irreductible las interpreteciones demasiado eSmodas. Cuando, poreleontrari, #1 archive parece dar fécilmente acceso a lo que esperamos de él trabajo atin eamés exigente, Hay que librarse eon pacien la de la usimpatiay natural que sentimos por élry eons), dererlo como un adversario contra el cual lucha ua tro ‘29 de saber que no se anexiona sino que molesta, No te facil librarse del exceso de comodidad de encontratle sn Bentido; para poder conocerlo, hay que desaprendetio, ¥ hho creer reconocerlo desde la primera iectura, ‘Tambien puede suceder que el archive sea muy 1. aa, ¥ que a propésito de tal o cual tema despliegue ante Ja’ vista. del lector una infinidad de indicaciones nuevos, siciosas y detalladas. Cuando el documenta se ani hee, Arig EL ARINC 50 sta asf mismo, nevi 4 punto de hacer creer que se bas ‘ mente surge Ia tentaciin de no apactarse de él y de Miowro un comntaris inmedinto, come sla cvidenci de fr enunciado no tuviese que ser auevamente incerroza th. Estoda una eseritura dela istora,deseipiva¥ pla a ineapa de proditcir ota caga que el rellejo fe dcit “alco) de aquelio que fue eserto acs dosoientos afion Elrelaio de ia historia sc converte on una gloss aburtida, {nun comentario positivista en elque lor rerultados pre: Seatados no hen pasado por la eriba dela erica ‘A menudo, in eta aeuce en aunilio de ia eseritura; una vez méses precio reflexion sobre su Uilzacton para {Que no aparezcn ni como unk faciidad ni como un medio neniose de aportar pruebas aldonde seria necesario un Fazonamieato: La citajamés puede ser una prucha, yes “nbido due casi siempre os posible proporeionar uma eta ‘contrarian ln qucse acaba de escoger. La cita ene tanto ‘ncanta auc es diffe resistin a clin el encanta de Io ‘afi, eld la mezeln de justeza 9 exotismo de la lengua ‘de aniaflo,y tambien el de la confesion, Cuando se ota, Smpiictamente se oonfiesa que no os posible encontrar pa- Inbres mejores compaitne eet mda prunentes, te las descubertas en el archivo. O bien se ocula uma ‘xpecie de impotencia para refiexionar mis alla, aprove ‘chande sl maxima el statute de verosiliud, lease 6 Yeracidad, que toda citaimpone ‘De hecho, la cts deberia corresponder aun trabajo de incrustacién; adem, solamente adquiere relieve y =~ {ido si realza una funeién que nada puede reemplazar Se pueden ver en ela tres fusciones principales. Es cf az, por ejemplo, cuando pone en escena una neva s tuacion a través dela fuerza abcupte Jesu expresion; en se cau sive de incentive y hace progresar creat, Tam bign puede surgi como wa sorpress que iene coma mi én ocprender, desplazar la mirada y romper las evide lag; es ln claruptura, In que. pormite al historiador ‘Seovisre, deshacetee desis manag srditas y acadéem fas en las que se demuestra sin esfuorzo los Exitos y tra caso de os de: Entoncer, nia Tompe a relat: as » Falabras entre comilasrecuerdan que.a veers de nada sive fustraeroe al universo de las palabras en conde toma for: a @ sasrre rane ma la experiencia humana. ,Cémo no auribuirle otra fon: Gi6n, sin duda menos altancra, mas perezosa? A veces, la ‘ita concede tun descanso en la tension de un texto, pro ‘pone tna pausa, un espacio quizd. No se trata de afiadir texto al texto, ni de mostrar eémo se decian cverdadera- mente» las eosas antafio, sino de modular Ia escritura del ‘elato a través de estallidos de imagenes, de salpicarlo can lsurgimiento de otras personas. Suspeidida, la cita fun: iona como si se diese el alto; como una nota blanea que permite que las palabras habitualmente razonables de! his: {oriador se muevan de forma diferente a su alrededor. Al final de una frase, de un pirrafo o de un capitulo, puede construir silencio alrededor de lo instantaneo de su ixrup sion. Y asl es. La historia nunca es repeticion del archi vo, sino desinstalacién con respecto a él, e inguietuad sufi ciente para interrogarnos sin eesar sobre el porque y el ‘como de su aparicion sobre el manuscrito. Despedirse del arehiyo durante un tiempo, a fin de reflexionar sobre su Unico enuneiado; mas tarde, apavillaro todo: aquél que siente la atraccign del archivo necesita esos gestos alter nnados de exclusién y de reintegracion de los documentos las cuales Ia escritura, con su estilo, se une a la emer: sgencia del pensamients, ‘Riesgo de hundimiento y de dentficacién, de mime- tismo y de insipida glosa, he aqui unas evantas trampas ‘Que el archivo tiende, Hay otra, causada por el entorno, bien sea proximo o lejano. Indudablemente, el archivo con tiene multitud de historias, de anéedotas, y 2 todos aos gusta que nos las cuente. Aqui, miles de destinos se crt: ‘Zan 0 se ignoran, poniendo de relieve multitud de perso hajes con pasta de héroes, con perfil de Don Quijotes aban: donados. Si bien no son ni una cosa ni otra, sin embargo, sus aventuras tienen un color de exotismo. En todo caso,” para muchos, la novela es posible, mienizas que para al ‘Eunos es el medio ideal para liberarse de la opresion de Jk diseiplina, haciendo vivir al archivo. ‘Evocada a menudo, esta posibilidad no es, de hecho, una trampa ni una tentacién. No lo es el argumento se ‘ain el cua! la novela resucita al archivo y le da vids. El novelista hace una obra de ficciOn; que el Gecorada sea “chistérico» y los personajes surjan de sighos pasados no 1 ATRAGCIGN DBL ARCHIVO 61 cibasiewe ineen thheaniiepebla pa pina ety ena dat een on a Rome aoe ee sa as oc aes Sr re ane Decree an a eos sacle i enc en eee sien ee ee ea Ye see, y part ase sen eae oo er nes a meng ae cme a are ets ee mo al Cie ean te ere Lo ten nae aE ee ee per anomat eu ih ita, a cee palin ls ve erates Ce te coat Bes nme 2 Mba a ces tea ne ra ee a a cet i vdeo 0 ale te ane ee cae ge oi re ieee Se es Co a a pe earn oe ao ee E1 prisionero de la Bastilla, cuyas singulares huellas cece ately eee raamer ee et a, een eet eee Sahar es era spony ee a ohare LE asa Fr a Sms Resa ei dine lt ce Sine Pen cer narrate) ig ena ea rs et ee sang ae eee 2 Por mucho que se denuneien las tras , afer cen tr de ey ustnannegocconiee say grate ae i Lapson dec ini Stn Se ria una. ia cleroerse as aunt inmodestia el salvo porque las hems des PALABRAS CAPTADAS Ex archivo judicial muestra un mundo fragmentado: ‘coma es sabido, Ia mayor parte de los interrogatorios es {in constituidos por preguntas de respuestas a menudo con, {auras o impreeisas, con un hile conductor poco visible larmayor pafte del tiempo. "Ademas, cuanto mas nos interesamos por el archivo, nds expresivas se vuelven esaé (visorias demandas a pro- pésito de acontecimientosirisoros, en las que unos s® Pe {ean por una berramienta robada y otros por un agus st cia caida sobre su ropa. Signos de un minimo desorden que Jha dejado huellas puesto que dio lugar a informes y «in {errogatorios, es hechos fntimos en los que no se dice ‘Gani nada, y on los que, sin embargo, tantas cosas rez Shan, son ligares de investigacion y bisqueda, ‘Los acontocimientos son mindsculos, Ios ineidentes ims que normales, los pertonajes comunes, ¥ 10s archi ‘Yor tounidos a proposito de ellos solamente son fragmen- tos. Fragmentos de vida jrones de disputas mostrados en Gesorden, reflejando al mismo tiempo el desafio Ia. mt Seria humanos. Lo comprendemos, es imposible 0 casi im posible establecer series en esos magmas de demandas de for que se exhale una cotidianeidad banal. O bien hay que dejar todo e interesarse por otra. cosa, por ejemplo, por In historia del derecho procesal ola de los grandes proce: Sosen la form correcta y debida,o bien se debe saber cap- tar esos estallidos de vida, intensos y contradictorios, vic~ Jentosy siempre complejo, para extraer de ellos el maximo sentido. er a ARLETTe ean Dex acoverecmaniro i nestomtn a insistenci en trabajar con lo mintscvlo, con 4p singular yo eas mpereeptbi, bien merece ave nos ex Piiquenos sobre los problemas gue so onccentran yy theraments sobre la noeion de acontecmiento en historia Las pelabras dhs, los corto relates reteridos por loseacrivanos 9 Tea embriones de explicaconss balbuces ‘lusson aconteimientor En eto desuan rusted, nuneiadon a pesar de! miedo, la Yerguenza ola mee, hay acontectmientoe ora, inchs rgrnenato eon uaje contiene intentos de coherencin huseads or aque] Sagucla que profi las respuesta, temtatives duc crea Siavontecimiento en lias ocalizan idenidadss soca. lesque seexpresan através de formas precisas de repre sentacién devunotmsmo Y de lon dem, se aibujon for ‘has de socablidd y maneras de peri Io familia fo xe o cera yo isoorae, Pusan erp Sl coantario, con une imprecision vokumarin ono, se o Desa forsosamente «través de las indgenes ue tans {eee i, dea familia y do su entorno Mis Stn, insta ‘ener influencia sin an siquera mesirel poder exacto de las palabras Temmbién sts frases fon vacontctmontooy Poraue estan ah para hacer creer, yes imposible olvidar ete aspecto indispensable de as relaciones sociales, No solamente su contenido mucsra on mundo organizado (0 esmantciado), sino que ah estd su enuneiacion pare pro. ‘ocala conviccion y atraerse el asentimiento de quienes éscuchen y jursan. En a esrecherelaion entre ala tra dicha y le volntad de crear verosiuted, sewn clacontecimiento. Por otta parte, 2n los interrogatories, faa respuesta, 4 penar gracias la personalidad de! terrogado, beta no s6lo as informacion eaperada, sino Ln horizante completo, que se ha de desear captar. Pues las palabras son portadoras ce present, elementos dee. conocimiento Se sistincion del tcmpo del que sures. fen, Cuando, or cjemplo, se pregunta 4a buhoneto, se Pechoso de robo, en que ano nacis y conteia: «no Stel Sf, pero bard 17 abos cl la de San Carlos, seria una istina anotar tranguilamente en I ficha «1 anos, en elapartado eda, pues falter todo cuanto sumerge sta LA ATRACEION DEL ANCHO, 6s nfrmacia en un univer al mismo tempo personaly settle Esa clave de rexpucta no eparcen excopeio- Soren, fortan pare el coilano eal de informa aes chGonttadaon late, lo cual lesonfire ss pe- one ica su diieaad de imerpreacion. Asis, Cesbdose nierrogaaumombresobresustoacin fm vogutanle at inne mujere hija, contest, igi ous je nen muerte, comprendemos ae 2 Safes ce exhaa tio un nero, © tambien (nus ‘Siharamos de sstomtonar ejemplos), coven de 17 ace Schatizimanas 9 bermanas que ya no se acuerda del SSrreigna haan aayor yes cape de entficnr nomi ermaaneepequetus excop9 ais tins Beacon icimictor ob tbien sx expresonfegrentada del ser, {fivar cs como bvol,reccerdo, oligo a smo see aus acompanado par siecode as ibraiones del tmungo gue i roses cigates expoesos sobre a situacin profesional engentvacl mismo tipo se nt proporcenance st ; «que solaments conoce sti marcan; «jcbmo se esoribs su nombre? ha di ‘cho que no lo sabe, porque no sabe escribir, solamente sabe leer letras de molde y siempre ha hecho solamente tna cruz fn las eserituras que le hacian firmaro: he aqui algunas espuestes entre otras —contienen formas especifieas de saber que nada tienen que ver con la cultura dominante-—- ‘cada tna india con precisién las infiitas modalidades de prehension de a cultura y de Ia informacion. Efectiva. ‘mente ae puede saber leer y no saber escribir, esribir sola. AN, 0 1367, 1750. *E Goran, Roan ce pare, Batons de Min, Ps, 1867 {A ATRACCION DBL ARCO a mente en letras de male, quedardesconcertado ant ls Ibaytncuis conocer algsnas itty no peer soar mas {ue con sna ent: Eso noes ni anafabetiemo ni dome Scfesber, no puode contablizaree ni poner on curv, 9sin embargo esas coniguracionespartculres son va Hono indies de Ins formas de poet un ext de mat nos instruments de cultura, ¥ aunue mata sea mens {abie, aunque nose pueda concuir con unt cfraexasta ins teas de aifabetizacion 0 de niveles de instrucein, se fro define as slanticnctnos tradenalesy Pesear Enel bosque de las infntasramificacioncs del sober e9 elie en hombres forian a mismo tiempo an Hen Gad} una opinion, Lis palabra son ventanas: no o varios contextos se dejan aprisionr en elles, pero tambien es posible ue fas palabras so ambrollenysesontradigan, que enoncien i Eompailidades de setidoindtinto, Mientras eriamos user fisalments ork Gara on is quan eoviay at {eer yao sloaban fo acontecimiento. he aqui que uot. sh opacigadss,oposciones,y ditinguimos expacios sn tulares ae no paresen tener feacion alguna com el Pa {nj anitsionmonis adirinedo eo slgugos docemontoe Ein ena aecridad y en exe direrioner igwe fst tend ol aconteinioto seared, dexacoxuriradas, tas palabras componen tn tvevo objeto, ferent alos ‘trom, Comonian existenlaso sere ireductibes a cua ‘ule tipologia a todo esfuerza de sntesis,y est eos 4s poder ser asimilndas nun contesto historia demesia 46 lclimente duoernfle- Ca ncomprenbce,seanien ‘lose al ands ns Frases tienen que sor stomades» por ‘ave permiten a historiador caper momentonoteniones xtremas en ef interior de und mista sociedad ‘inst buscar través del arehvo alg ave Ded se recon los ontrarios, pues al acontecimiento is {Grice tambiéa se antiene tu el surgi de snguiaridades fen contacitonas como suses ya veces inrempestvan. {is historia no even absoluto el Telco equilorado de a Tetultnte de movinientosopuesion, sino eltener en events fssperera de Inala lctinadns através de ln opis diferentes que chocan unas contra otras. i oe ‘Trozes pe erica ‘Aqui los conflicts son mayeritarios. Orandes pe cquenos de orden privado 0 amenazadores paral trang iidad pide, mune adoptan as wuctanycevucltas Se er fectos relates nels, ino qe a menvdo se arranean al Drasente mutism Se os protagonists. A pest todo, Darran; mlestados¥ provocados por una polllaausiost por suber, por obtener eonfsionesy encontrar culpable, ‘Reootattuir los hechos a posterior nea es como: do, ain mis cuando Ia mayor parte de los nformes of con inne na vermin que muy frecuentement css del Orden publica y de las autoridades de ia polis, Las pre- unas Uenen la evidencia de certezas polis ante todo, El hombre de Ia poles inenta nomibrar a los culpable, poco le imparts que el asuntoexté completamente exca {ecido, Bien se declare una disputa en un mercado o bien ‘toa wbeliin contra lor oldades, la poica aparece cn er end y no oviitaen absolut su intenctones. Se dirge io tds rapidamente posibie hacia Tos intigadores 9 1s disciphinados que ya cree conocer y acta sin vacaco- sen os ambintes ros qe 20 son extaion Sea mo st lens, lio sleapre permite sane el espacio frbano, Cuando doe mujeres se pelean en el mereado a Catan de lor precios de as verduras ode pseudo, sin ver fuenza, la poica dirge sus pasos hacia le mucheaumbre fospecioea de las revendodoras, oe los rterosydolos cat balacheros de poca monta. Asimismo, una htelga de ar {estos hace qe se encacele algunos obreresconoc doe por ss actividades subversive, ‘Una primera letura de os documentos. « menudo in dice a tina version totalmente poten del orden 9 del de- sorden, dejandoa un lado alos verdaderosactores del con- ict ios que sctGan sislados durante la mayor parte del ‘emp sin depender det amps nde ios lneayos. Lo wae tiple pare ln policies ir derechos al obletivo, en Dusen dette que denen als contre de can re Sefalar esos automatismos y debilidadespoicales es tn trabajo necesario. Sin embargo, no debe hacer que se oivide In aaten de lo scurados, gue claman sa inoce x ATRACON BEL ARCHIVO 0 cia con respuestas tan ofendidas como fingidas: «nunca Sie nda de eso», aque on absoluto estuvo donde dicen Ne eatuvon, aque ella no Vid nade, ni oy6 nade sino es GPS Sdo del esotndalon, Evidentemente, de esas newativas, Ge esas torpes evasivas se pueden deducir conductas de {foes semejantes a confesiones o a impotencias. Ello signi- FRE quedarse on la superficie de las cosas y d& las pala- PeeuSpues en medio de esas vagas evocaciones, Drusca- Bante pueden aparece: mindsculas scovencias de vid stor mesperados, © incluso la sombra de un decorado eetlal furtvamente Gispuetto, Eaumeremos algunas de ‘Sas respuestas aparentemente anodinas, dadas a lu pre- funta que inaugura todo interrogatorio; «a 6 [ow ella} pre- gontado por qué ha sido detenidon, faque neda sabe de lo gue le preguntan ¥ que acaba- ‘ba de santiguarse al pasar por Ia puerta donde habian en- trado a un muerto cuando. “que estaba ocpaida como todos los dias desplegando ltoldo de la parada en el momento en. que... ‘gue ella acababa de decir a su hijo que fuese a buscar el vagtlento para curar la pierna herida de su marido y ue. “que tenia a costumbre de beber un vaso de aguar- diente en la taberna y de no ocuparse do ios demas cuando. "que el tenia busha reputaciéa y no temia nadie sino a Dios. “que oy6.ruido y que vio a escalera llena de gente pero ‘que el continué guardando sus herramientss. GQoe ella jams miz6 a nadie mientras levaba sus co sias sia planchadora de la calle del Roi-de Siile cuando oY. ‘gue corrié al taller a avisar a su amigo de lo. que pa- saba en el verindario, y que se qued6 con é! mucho tiem- po, bromeando con la eriada de enfrente que llama a Jos Ghentes, antes de que. ‘gus ha olde deeir que puso alas mujeres para que gri- tasen en la Ventana y que ella Io conosia por ser. “que ella no conace en absoluto a ésa que todos 10s dias esta en el mereado cerca de la salida vendiendo Ie- chugs. 70 antares, ue le ordend que huyese al oir gue Hegabsa la pot. la, y que ella no quiso, ‘Que tiene cuatro hijos de corta edad y que su mariéo no ha ido a casa desde hace tres dias, y que ella est seg, ra de que ha vendido hasta la cama ‘quella ha ganado dinero lavando y que pretende ds. poner de él, que necesita dinero pars vivir, y que tene tn alma que salvar. .que él le goiped cor las podaderas y que los vecinos scudieron antes de que ella murlese bajo los goipes que é1 Je ha hecho tanto dafo que morird a sus ‘ue no le habtan dicho que no debia paseatse nor Ia noche hacia las Barridres y que su hermana siempre va al con su amigo... ‘A.veces, las respuestas son mis consistentes; respec: to de motines, sospechosos y testigos cuentan ficilmente Yo.que han presenciado, bien se trate de un episodio de illajé de une panaderia, por ejemplo, o de una pessecu. cin. En el estado de’ los testimonios, sorprendemos acciones que se astin realizando, represontaciones que se ‘organizan antes de disolverse cuando nada esta atin def nitivamente realizado y antes de que se haya dado una interpretacion global del acontecimiento, (Cada actor da fe de lo que ha visto y de Ia forma sing Jar en que se ha vineulado al acontecimiento, improvise do su lugar y sus gestos, con fervor acon reticencia,segin Jos casos, inventando a veces nuevas acciones que desvia- in.el curso de los acontecimfentos. Multipicadas, ess tes ‘imonios no reconstituyen el asunto en curso, sino que fan Ia atencién en In organizacién subita ce escenas minseu Ins y furtivas, en el detalle de los gestos, en los valores en tides," on la croativdad ds los signos de reonocimiento, Precisas 6 no, locuaces 0 lapidarias, las informacio- nnés obtenidas son mucho més que datos que permiten al historiador acumular hechos. Son trozas de ties. Por tro- 208 de tica se debe entender lo que suiree de cada sera tra ‘vés de Ins palabras que le sieven para expressrse ¥ para A. Pano. J Rare, Logis de foe Lega es riltomente tonfane Pan 1750, act, Pai, 1388 LAATRACCION DBL AREIIVO n expresar los acontecimientos, es decir, una moral, una es {tica, un estilo, lo imaginarioy el vincvlo singular que lo lune asu comunidad. Bn el murmulio de millares de pala- bras ¥ de frases, no podrlamos buscar solamente lo extraor- Jinario o lo ciaramente significativo. Sin duda, ello seria lun error lo aparentemente insignificant, el detalle sn in portancia, traducen lo indecible y sugieren no pocas for mas de inteligencia viva y de entendimientos razonados ‘due se mezclan cor suetiosfrustrados y yermos deseos. Las palabras trazan figuras ntimas y sorprenden las mil y una Formas de la comunicacién de cada uno eon el mundo. [Lo ACCIDENTAL ¥ Lo SIRGULAR, LOONICO Lo EoLACTT¥O La singularidad es desconcertante; qué hacer con esos inaumerables personajes de peripecias azarosas y de em plios mavimientos desarticulados? Una sola manana pa- Sada en la biblioteca analizando algunas demands impo- ze curlotos eneuentros: ie agul al ratero prisionero de Bicttre, dvido de libertad «ya son dos veces las que me ‘encuentro atacado por el escorbuto y pienso dolorosamente {ue si sigo en Biottre durante mis tiempo habré de pasar al otro mundo, del que me seria difieil daros noticias»; precede al mendigo disfrazado de religioso «que leva una aja que ha comprado donde-se encuentran un Zece homo ¥ cuatro figuras de la Pasign que ensefia a los vian Gantes»,” y la madre ancgada cn lianto que sigue hijo detenido ellevandolo de Ia mano»..! Se podrian es: bbozar asi tin interrupciones centenares de siluetas "El ninterrumpido afloras de lo singular invita a pen: sar en lo «nico», &reflexionar sobre el concepto hist5ri (0 de individuo'"y a intentar una diel articulacion es tre las personas anénimamente sumersidas en la historia Yuna Sociedad que las contiene. A 11928 ano 1756, AN, Xe 1967, ao 1750 SC Gawseaa, Le Bromage et ls Vere Luntvers Cum meuniere se tte, Pasion, Paty 1980, 1 n Aur aRa® El procedimiento anecdotico ¢¢ un instrumento ind (i, no da cuenta de nada; la afleion por lo extranio no es tuna gran ayuda, de tal modo deforma la mirada sobre los documentos. Queda, al filo doles palabras, el andlisis at nado de la rareza que e tiene que destacar al mismo tempo de lo habitual y de lo excepcional. Queda por encontrar un lenguaje capaz de integrar las singularddades en na narraci6n apta para restituir sus rugesidades, para subra- yar sus irreductbilidads asl como sus afinidades con otras figuras. Apta para reconstrulr y deconstrvir, para jugar con lo igual y con lo diferente. «Enredado con historias {Que no son para él subordinadas ni hiomogiaeash,” el sr Ihumano captado por el archivo debe ser evocads sin en: fogues globalizadores que lo reducirian a la medida de un individue medio sobre cl que no se podria pensar nada, Sino con la preoenpacion por hacer surgir el suil tablero ‘de que dispone eatla uno para organizar su espacio, “Defender las historias» y hacer que la historia las capte significa limitarse a mostrar emo el individuo eons. tituye su propia componenda con lo que se pone a st dis. posicion histérica y socialmente. Exaiminados asi, 1s in. terrogatorios los testimonios iluminan los lugares on fos quel individuo establece una relacién paeifica o tom ‘wosa con otras grupos sociales, preservando sus liberta es y defendiendo sus autonomias. A veees, una historia, fe la persona obstaculiza las certezas adquiridas sobre el ‘conjunto de ls fendimenos denominados coletivos; al mis ‘mo tiempo, no puede ser concebida mas que en interac ‘ign con Ios grupos sociales. Posiblemente lo presentimos, le atoncion hacia to sin: gular necesita la del ajuste de cada tino con los dems 'y Saca sus fuerzas incluso de mds alld de la dieponibilided del material de archivo para hacerlas figurar. Arraiga en la voluntad de leer hoy come ayer la infinidad de desvia- clones que cua uno estublece eon la norma, y la compl jidad de 1os caminos dibujados en su interior, para inven: (ar y no sufrir, para unirse y oponerse. Hay alll sin “OM Fescaer, Lex Mot oot Chosen, Glioma Pl 196, 0380. ‘F Dou, Foucault fae & histaes, Eice Fes 1°30, 95 A ATRACCION DL ARCHIVO 13, ‘duda tna vision del mundo, una ontotogia de lo actual, ia ingulets tenscicad de no inmobiizar nunca nada. Como sila palabra de ahora, tanto como la de antanto, contuvie+ Seen sa interior la esperanza de transmaitir cualquier pos bilidad. ‘Serbo ¥ VERACDDAD Finalmente, no existe ninguna historia simple, ni s- ‘quiera ninguna historia tranguila. Si efectivamente el ar- Chivo sive de observatorio social, solamente lo hace a tra ‘ves de la diseminacion de snformaciones fragmentadas, del _puzele impertectamente reconstituido de oscuros aconte- ‘imientos. Nuestra lectura se abre camino entre roturas ¥ dispersiba,forjamos preguntas a partir de silencios y bal Duceos, Mil veces gira el calldoscopio ante los ojos: antes se quedar fijas bajo una forma precisa, hipotéticas figu- ‘as pasan ante la vista, se rompen en fuegos irisados an- {es de inmobilizarse bajo otras apariencias, El menor m0: ‘miento las hace desaparecer haciendo que nazcaa otras. El sentido del archivo tiene la fuerza y lo efimero de esas ‘imagenes convocadas una a una por el torbellino del cal oscopio. To sabemos; no hay un sentido univoco en las cosas , «que es escandaloso que los oficiales juren Yiprofieran... que deberian respetar el cementerio que es ‘un lugar santo», cque impresionantes castigos cacrin so- bre el rey y Fleury>.* ‘A las opiniones escandalizadas ve unen lis historias contadas, de las que todos aseguran que han tenido lugar ¥¥ que son la prueba de Ja ignominia de Ia orden real. A la muerte escarnecida por el cierre del cementerio responde Juna muerte activa, que golpea a quienes se encargan del ‘lerre del comenterio, Extrafios sucesos se cuentan por to- ‘das partes, y ol cspectro de Is muerte repentina que cae sobre quienes han tenido més o menos que ver con él asin: {o.del ciere crece. «Se dive entre el publico —anotan los _gazetdns— que dos arqueros han muerto repentinamente ‘enelcementerio por haber cometido alguna irreverencia, ban sido enterrados alli mismo y en secretoy. «Se dice ea: tre el pablico que el jefe de la policia se ha personado en Saint- Médard, acomipaztado por dos obreros, para exh mar al reverendo Paris, que tno de 10s obreros ha caidg nnuerto en el cementerio al querer dar el primer golpe de peo y que el otro, llamado Serviat, murié repentinamen- feunos dias mas tarde». Y también: «Se dice que algunos pprelades mueren de muerte tepentina en castigo a sus AB Lo16t 86 Anuerre canon, perversidades». Algunos incluso mencionardn la muerte del rey; estos suefios responderd de hecho la del duqne e Anjou. Es un toma y daca: prohibir al pablico que acceda 1 Jos lugares saprados, de sepultura entrana castigos. La réplica es brutal pues se trata de a muerte repentina, Lo ‘cual no es una casualidad; sabemos que en el siglo xvin la muerte repentina manifesta la reprobacién definitive {de Dios puesto que priva al hombre de todo medio de arr. pentirse y de confesarse:® la muerte repentina no es otra Sosa que la mano de Dios. ‘Una-espital de opiniones acerbas y de severas crit ces se amplifica y se sutentifica con una serie de relatos inverfieables murmurados por tabernas y esquinas, adop- ‘ando Jos mismos temas, encadenindose unos con otros para fundamentar tna verdad: el ey acta tel, Dios lo prueba. ‘Amenuido, a propdsito de tal o cual acontecimiento de la Vida social'se advierten concordancias con el conte hnido de Jos sucetos mis comentados en la ciudad. Como ‘sen medio de la masa de hojas sueltas vendidas.en plone calle repletas de prodigios y de catdstrofes, taviesen més {mportancia fos relatos que de una u otra forma permitie sen pensar los acontecimientos. Casi nunca se trata de una concordancia térming & termine entre el hecho rligioso, ‘econdmico o politica ¥ el suceso, sino ails bien de un sis tema de correspondencias mediante el cual la poblacion, alno tener influencia directa sobre el acontecimiento, i {ena contérselo con los medios que se le oftecen, ¥ ex trae de los sucesos un arsenal alegorico y grafico que, no solamente lena un vacio, sino que permite sus con viet nes, fondamenta rus verdades. Paradojico, el archivo contieneal mismo tiempo aque- lo que aiega y'lo que quiere oir a cualauier precio: las palabras perseguidas, las historias que se cuentan, la ou: paci6n de los lugares productores de accidn, las represen. {aciones y los acios mientras se efectian son otras tantas formas imbricadas del saber social y format reconoc! OR Farns, La Mor ou tele ds Limi Prete universe yon, 197 Luv ATRACEION DEL ARCHES 7 bles de la expresion popular, Son una historia en construc: ‘ion cuya salida cuca es completamente captable; para dior cuenta de ella, es precien abandomar las orillas sobe ranas del saber dominante que sabe explicar @ posterior! fot arcalsmos de unos y les modernismos de otros, para tomar el camino de los actores que inventan sus formas de accién a medida que participan en los acontecimien fos, onquistan su sentido contra las tentativas que llegsn {de arriba para que siga sienda opaco. Fl lector de archi ‘vos, miranda lo que pasa en el acontecimiento, lo dice y Jo deshace al mismo tiempo, sin disolverlo 0 antlarlo, sin §mponer su propio sentido sobre el que se busca ines santemente en el acontecimiento. A través del archivo, Se entrové lo que ocurre con las figuras, constantemente en movimiento, v cuya disposicidn se combina sin fin en: {re accidn y reaccion, cambio y conflicto. Hay que captar Jo que sucode, reconocer en los hechos identificados que siempre pasa algo dentro de las relaciones sociales, renin Ciara las categorizaciones abstractas para manifestar lo {Que se mueve, sucede y tiene lugar transformandose LA SALA DB LOS INVENTARIOS ES SEPULCRAL ‘La sala de tos inventarios es'sepuleral: In calsfuceign es ‘madmustble, fos altos techos exhalan un aire himedo. A. lo largo de las paredes, cubiertas de registros, estén dis- ‘estas unas mesasgrsts do hero, cercelarias. Sirven para, ‘Consultar los Invemtarios que indican bajo qué signatura festin los manuscritos que se buscan. En el centro, una ‘mesa tan austera como las demas, quia ligeramente mas ancha, acoge a un archivero impasible. Ceres del erucero {Que da al jardia, un almscenero numera los pliegos con fu eseritura aplcada. Nituna palabra, pocas sonrisas y va {g08 cuchicheos. El rumor de 1s papeles es mondtono, y 1 rela} sobre la puerta de doble hoja no indica la hora. El tempo esta en otro lugar, semejante al que se ha inmo- vilizado hace ya mucho tiempo en la sala de pérfide del Escorial donde yacen los reyes y las reinas de Eapafa, so ‘veramente colocados en sus tursbas de marmal. En el sor brio valle de Espana reposa la larga sucesion de Is monar- ‘Gi, en el Marais ceposan las huellas del pasado. Las Imagenes de los dos mauscleos se yuxtaponen aparente- ‘mente sin raz4n; sin embargo, en cada una de sus incur siones en la sala de los invemtarios, se ve asaltada porjel recuerdo de mis allé de los Pirineos. Hoy, un joven intimidado pide consejo el archivero. {do servicio en Ia sala. Desea realizar, para su padre enfer- ‘mo, la gencalogia familiar. La rigid de la sala de os in Verlarios le hase encorvarse ligeramente, mis de lo nor- ‘mal quiz. Apenas se atreve,a mirar en Ia direceion que Je indican, permanece torpements aferrado a su cartera de cuero marrén. E)archivere habla muy bajo, toma un 90 auerne Panes. registro tras 1 y, con la punta de Jos dédos, sigue las t- ‘neas impresas en las que estén insertos unos nomeros pre ‘cedidos de una letra mayiscula. Despues, suavemente, con. ‘duce al joven cerca de la fila més larga donde estan ‘rdenados fos registro. Saca ses 0 siete, escoidos sin va Los abre nuevamente, seNala con el dedo las larga Colunmas de cifras, los vuelve a cerrar, coloca ios libros, core olros, explica, vuelve a su mesa a eonsultar la caja de fichas bien apretadas en una caja de zapatos beige. El joven escucha con la eartera en Ia mano, con el alte de lin explorador que no ha encontrado todavia Is lave de la caja fuerte e ignora el tiempo que necesitaré para con: segulrla, Las agujas del relojsiguen inmoviles. El archi vero ha vuelto junto al joven, lo murmura nes palabras al oldo y lo abandona en la mesa de donde han salido los libros. Eljoven se sienta y empieza a ler sicando una hola fn blanco de la cartera, al fin colocada en el suelo. Sus ‘oo se pagean de una pigina a otra sin fijarse y se posan {Ge tanto en tanto sobre otros lectores que, con un carton verde en la mano, vienen solamente para tuna breve ver Teaeion, Se diria que los envidia, piensa ella. Se pasa asi largos ratos tomando notas. Su hoja blanca se ennegrece ‘con las signaturas escritas cada vez ms febrilmente. Es cl principio de un largo laberinto en el que se interna pe- sadamente, inquieto no por la salida, sino pot la red de cllejuelas de papel que tendré que tomar. ‘Decididamente, la sala de los inventarios de Ia bibtio- {cca Nacional no tiene nada que ver con le salas de cats: Jogos 0 de ficheros de Ine otras bibliotecas. Estas son mo. vedizas y animadas, con sus casilleros de madera que se abren y cierran ripidamente cuando no se encuentra 1a {eferenicia esperada, La madera clara no ensombrece los Jectores, aparentemente relajados, aprovechan ese momen- (o para deseniumecerse la espalda y ponerse al corriente de las noticias del mundo universitario. En los eavélogos ‘no esté mal visto el pascarse con tn lapiz en la hoca, tres fichas en blanco en la mano y taconeando. La perspecti ‘ya de la sala ot divertida: en lagar de encontrarse ante ios saleotes de espalda encorbada, postrados y mudos, que le nan las salas de leetura, se ve una insblita perspectiva de hombres y mujeres-traneos de eabeaus que piran por en. 2a ATRAGTION DBL ARCHIVO 1 ‘ima de los ficheros. No hablan fuerte, pero menos bajo {ue en otros sitios, y on ciertas bibliotecas los altos fiche: 70s con palas permiten entrever las pietnas advertidas 0 no de los consultantes. En es inventarios, el mundo se para, petrificado, los snjsmos registros son sibilinos para quien no conoee st digo. Conteniendo la respiracién, todos buscan el sésarmo {qae, por supuesto, solamente abre una puerta cada vez. ‘A veoes, una buena referencia de libro encontrada en ei fichero puede aportar una respuesta definitiva aun inves tigador en pleno recorrido, una signatura a menudo no hace sms que remitir a otra signatura que, por su parte, perm feel acceso a otra weie donde dulcrmen stray signaturas Los olos se confunden al memorizar de Aa Zy de Z!*a Zi! este universo donde yacen secretos cada vez mis {naceesibles El orgullo del habitual a menudo depende de ferlsorias victorias: cuando se encuentra con otro habitual, ‘puede dejar caer en la conversacin, negligentemente, que 410139 esta mucho mejor conservada que X" 1384, ‘este nivel, la sala de les inventarios ya no es una tumba ‘sino un acuario en el quel lctor esta como pez en el agua, ‘Una prueba: un mes més tarde, el mismo joven entra, re Jajado y sonriente; se apresura hacia un gran registro co: lor rojo oscuro que inmediatamente abre por la pagina co recta. Anota dos informaciones, se encoge de hombres, ‘mira distraidamente fa hora que desde hace tlempo se nie: gua moverse. Satisfecho, muy satisfecho, euarda el inven: tario y, antes de ira la sala de lectura donde le esperan los ‘manuseritos, yea un joven timo y igeramente encor va 0 que apenas te atreve a molestar al archivero, Vuelve lncabeza rdpidamente y ciera la puerta tas él. Enel pas Ilo se encuentra a un amigo que ha conocido en esta mis: masala blanquecina: encantado, le eomunica que pronto od entregar a su padre In genealogia tan deseada. Aft: Ge, no sabemos por qué, que este verano volvera al Esco- rial a ver las tumbas de los reyes... Ella ha sonreido, ae ‘Todo pasa a través de ella; todo sucede a sv alrede or: rude de enjambre ininterrumpido, y agitacién alre: 92 AmETTE TARO dedor de su tarlma coronada por una mesa que confiere ‘tla aala de lectura Un aspecto improbable. Normalmen le, todo tonia que estar tranquilo, y conservar como de ccostumibre ese olor inimitable en el que fos efluvios de cera se confunden con los més insulzos de as encuadernacio- nies de cuero mustio. Como nada es semejante a ayer, y Como un perfume especiado lama la atencin en cuanto S franquea ia pueria, no cabe duda: es su dia de presiden- ia. Como una reina barroca de pesadas joyas 5 de amplias flores, hace que sople sobre la fala una marea de equinoccio. Nadie se estapa, excepto {uid los de fas Oltimas fas, all, mils alejados y por lo tanto mas preservados: Las priméras fila estan en efer vescencia, inexorablemente contaminadas por sa fiebre se 2 nota on las eabezas levantadas, en Jas manos exasperadas sobre los pliegos, en los pies curo- mente enredados en los barrotes de a silla. Ela reina, ds coasejos que parceen Srdenes, habla muy fuerte, no ‘comprende lo que no quiere comprender, arrugando sin cesar su diario dela maflana, A veces, una noticia la hace Suspirar 0 grunir, es dificil de saber. De nada valdcia mo- Jestarla en ese momento; es mejor alejarse hacia los cusua- Jes» y sumergise distraldamente en una zevista mis ome nios reciente. Llegard el momento de volver, cuando una ‘yaga sontisa la haya hecho parecer casi enternecedora, ‘Cinco o sels veces por manana, de ocho a diez veces cada tarde, la llaman al telefono que no estd sobre su mess; ‘asi que, desde leos, un almacenero tiene que hacere sefias, imitando el apareto y aticulando en silencio: TELEFONO, Su boca abierta, al fondo dela sala, acta sobre ella como luna catapulta; no se levanta, salta, apoyéndose con ios {dos brazos sobre la mesa para poder impulsarse mejor. Baja Jes escalones de dos en dos, incia el recorrido. Lo hard pava ie mds deprisa o para hacer el menor ruido posible? Se contonea curiosamente sobre la punta los pies, para zo correr, medio dislocada, golpeando el parquet con mi hseulos pasos sonoros. La escena, en la sala de lectura revestida de madera y estudiosa, adauiere proporciones de cataclismo. Acelerando el paso en ¢] momento en que liega al telefono, asegura el equilibrio apoyindose en la ‘ltima larga mest, gira alrededor de su éngulo recto y reem es ATRACEION bm IVE 93 prende la carrera, El almacenero tiene la precaucién de Inuntener la pucréa abjerta; con wn Ultimo deslizamiento ‘Que hace oscilar su mono sabiamente rizado, llega a su {heta, con los dos brazos extendidos. La puerta se cierra, {guns papeles vuelan, Son rus huellas. Se oye su voz pe ‘netrante confudiéndoss en amabilidades empalagosas, sin ‘entender el contenido exacto de Ia conversacién. Todas las eabezas se vuelven a inelinar sobre las carpets y 10s repistros, cupadas en recobrar algo de concentracion, | Yyidando gue ta partde precipitada exige un regreso. Bate tiene lugar del mismo modo, como una catéstrofe; no sube Jes dos estalones de eu tarima, s¢ los traga, antes de sen: tarse brutalmente y de gritar casi a quienes la esperan pa- ‘centemente, con la ficha exiendida y el aire fastidiado, gue no era lla a quien hay que dirigirse para tn detalle tan nimio. Es inimitable, "Mafiana estaré ausente,se la echard de menos. Con Ja sala casi demasiado tranquil, demasiado concentrada, hhabrd que tener euidado de no dormirse. Afortunadamen- te, ol viejo ingles de la torcera fila estard presente; como sigmpre ¥ sin darse cuenta, golpeard su pupitre. Al mis- ‘mo ritmo todos los hombros se sobresaltaran, ESCRIBIR Nose pueden resucitar las vidas hundidas en el archivo. ‘pos una raza pata dejarias morit por segunda vez. Hiay poco espacio para elaborar un relato que no las anu: Jeni las disuelva, que las mantenga disponibles hasta que tun dia, en otro lugar, se haga otra narracién de su enig: :mitica presencia Con toda seguridad, el apego a las palabras y a las acciones on jirones modeia la eseritura; apoyandose en la fragmentacion de las palabras, encuentra su ritmo a par- tirde secuencias que nada deten a la necesidad y todo 4 Jo plausible, busca un lenguaje que deje susbsistir el des conocimienio ofveciondo parcelas de saber nuevo o ines: perado, Es peigroso el ejercivio de querer que la historia también se forme sein lo que hubiese podide produci se, dejando que se escapen a través del desarrollo de los acontesimientos el orden inestable y disparatado del flo- Famiento de lo cotidiano, el mismo que hace que el curso {elias cosas sea al mismo tiempo probable e improbable Para clo, hay que mantener lejos del archivorefijo ‘del que no se sacan mAs que informaciones y del archivo- prueba que concluye las demostraciones, con el aspecio ‘de acabar de una vez por todas con el material. Asf pues, jeémo inventar un Tenguaje qve se aferce a Jo que all se busca, a través de las huellas infnitas del desafio, de 108 revests y de los éxitos? Silas palabras ullizadas ho per miten nunca alos actos que deseriben repetirse, al menos pueden evocar fo repetibie, los suplements de libertad para Inds tarde, aunque no sea mas que enunciando la digni- dad y esforzndose por medir is amplitd de las desgarra- 96 anurrreeanos ‘duras y del dolor. Naturalmente, dla historia aparece euan: do la parlida ba terminado>,* escribe Paul Ricoeur, pero {a eseritura de esa historia debe conservar cl gusto de lo jnacabado, por ejemplo, dejando que vaguen las liberta {Ges despues de que fuesen escarnecidas, negéndose a con: ‘luir nada, evitando cualquier forma suprema de saberes ‘dguitidos, Ciertamente, existe una nueva forma de ple fat las palabras segin cl ritmo de las sorpresaz recibidas Frente al archivo, de obligarlas « acompafar a la vaclia~ ign intelectual, con el fin de dejar que, por ejemplo, Nas ffamias como ios deseos de emancipacion se manifsten por si mismos, manteniéndolos aptos para anudarse mas Tarde sobre otros suefios otres Visiones. Seguramente, hay un medio para producir sacudidas con el Unico recur 0 de las palabras, de romper evidencias, de tomar al re ‘és el habitual hilo bonachén del conocimiento cient Co Seguramente hay medios par ir mds alla de la sombris, fentituetBn de un acontecimiento o de tn objeto histér co, mareando lugares donde el sentido se deshace, produ isndo vaclos donde reinaban certezas. Tendida entre la ‘nevesidad de comstruir sentido con un relato que se sos tenga, ¥ Ia certeza de que no hay que reificar nada, la os- ‘ritura se busea entre la inteligencia y la raz6n, entre Ia pesidn yl desorden. “Actualmente ya no es un secreto, en el momento en que acaba este ensayo, La atraccion del archivo es clara: mente un Yagabundeo a través de las palabras ajenas, la bisqueda de un longuaje que salve sus pertinencias. Qui- ih incluso sea un vagabundeo a través de la palabras de hoy, una conviceion poco razonable de que se escribe la historia para no contarla, para articular un pasado muct- tosobre un lenguale ¥ produelr «el intereambio entre vi von». Para deslizarse en un discurso inacabable sobre ol hombre y el olvido, e origen y la muerte. Sobre las pala bras que traducen la implicacién de cada uno en el debs: te social. TP, Rexeus, Te et Rl 1, Bons do Se, Pari, 1980.22. (Soe Cony Ltsriture de htop. 6 INDICE, ‘MILLARES DP HUELLAS SOBRE LA PUERTA DE ENTRADA RECORRIDOS Y PRESENCIAS ELLA ACABA DELLEGAR 105 OESTOS DE LA RECOLECCION PALABRAS CAPTADAS LA SALA DE LOS INVENTARIOS ES SEPULCRAL ESCRIBIR ° 9% ESTUDIOS UNIVERSITARIOS Titulos publicados ‘Tyse Haren Doni: Ue confcto nacional. Morscony thilanar yor om Vato, ‘ices M Susos Isa: Caray er de fa sera vale: Glan falar soa Evuunce Gnanaz Laver: Aleante en el silo van. conor iin ct porting ae Prono Rutz Tauese Senores y propletarias (Comblo sctal (nol our del Pats Vaionctono: 1950 1880). ux Favs: Cea: La anorcha de fos éxtae. ‘own Prasth Grace De economia erica (1980°1926) ‘Anno Zaania: Bt tate on la Valnela de finales de siglo Suse Fomax Motor: Indutrilizaclin y movimiento brava. Alcan, 1918-1926 ‘Aurons Bess Sho Upetisasy tbertarine, Guerra ck: iy evoluctin on ef Pa Valenlamo (1929 1939), Ass Ra Ves Pobre, enfermedad yates hos italia on fa Vatonte del Exar Lan Lit Ain Anam: Agronomy fito> ‘racia en Espana (1750 1820). How Meno: arte dramdico en Valencia. Dede fos ‘rigenes haste prinetpos del siglo ru, tomoa ¥ Raa Rate: asgulieasy Clerlcales. La lucha por i cu dad en la Vaienea de 190. Recaro Fasten Beaune Crecimiente comercial ¥ cai ‘Queciniehtd burgods ena Valencia 8s silo mt Tauasi Sap: Musson! contra te n Rept, Hosted, ‘comspiractonas, itervenclen (1981 1980). ‘Tenssn Caner Avant La Audioncia Valenciana en fe Spo 2 oral modern, ‘Atwy Repur: El Retno de Népotes on la dpoca de Atfonso et Megnanimo. ‘Pure Blom: Libro ¥lectura en Valentin de Ren ‘Mars Hiararo Duseaun: Vatencta y ef Gético Interna: lana tome 3. Pres Gant: Ficus sobre hsori medieva. VV.AA. Leu Repiiice Una eperanca fustrada (Aceas del Conese Valens capital dee Reps Abel 1086). Ptuyanno Avoats Rome Ciddito y propiedad dela ter nel Pats Valenciano 26, Paul Tourn: La vor del paso, Historia oral 27 Jovan Bisex Angier y acadeniclano ons 28, Fernana Rowtu: Més ald del utopia. Perf hstvieo de le agrapecién Guorilera de Levante 28, Bune Mase: Aros » Paludiemo. Rigezey sonics on Ie socedad valencia deg mu 30, Bula Vion: Anorguiasy abuts durante begun ‘da Republica Le CNT las sndicatr de opotielin ob ‘Pate Paiectono 231, B Sanaa yA, Pauses Pervivenclas fedalesy revs Tact domocrétca 32, Isabel Room: Le poten de le notables, Moderados y ‘avamzads ctantee! Regimen dei Lean Kedi (3436), 33. E Sener J Miata lcompiadores La ota economia Tradl negrs y sector informal. 34, Pasco Mateus: Jacques Le Goff: Entrevista sobre ka 35, Branco Dee: La historia en igus. de wAnnley lt 36, Inoqs His: Esclavos y svtentes et ls socedades me Uiorrdneas durante lv ad Media 237. Jhon Guaa-Hatzsenar Valemola, puerto medieré- Ineo en of gio wv (4101529) 38.18, Anauana v M. Nas compliasoren: Hutoriav géne ‘os Las mujeres en lo Buropa Moderna» Conterporanes 29. Iona Texeabas Susan Revoluaian 9 religotdad. 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