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Ken clon o defensa, etc, A los segundos pertenecen las mani- festaciones cientificas y periodisticas, pero sobre todo los géneros literarios: desde una sentencia hasta poe- mas, dramas y novelas. En el plano de Ia relacién de ideas dentro de la totali- dad de un enunciado, esta el reconocer la ayuda de las unidades de la lengua (conjunto de palabras y oracio- hes) que constituyen una especie de “réplica de logo” pero que no se convierten en unidad de la comu- nicacion discursiva, El caso es que el oyente, al percibir Y comprender el significado linguistico (del discurso), toma una activa postura de respuesta y con ello ase- gura la comprensi6n. Sin embargo, no siempre sucede el caracter de respuesta activa (inmediata) sino que puede mantenerse *como una comprensi6n silenciosa” 0 retardada, como sucede en el caso del género discur- sivo del lirismo, De cualquier manera, el propésito dis- Cursivo del hablante es hacer comprensible su discurso, para producir consentimiento, objecién, participacion, cumplimiento... Pues lo que interviene en el hablante no es s6lo el sistema de Ia lengua (oraciones, palabras, silabas, fonemas) sino enunciados anteriores, suyos y ajenos, porque “todo enunciado es un eslabén en La cadena de comunicacién discursiva, muy compleja- mente organizada, de otros enunciados”, Pero la rela- cidn no es sdlo con los eslabones anteriores sino tam- bién, con los posteriores de la comunicacién discursiva. El cambio de sujetos discursivos (usuarios, hablantes) constituye una instancia o frontera; Asi, un hablante cede la palabra a otro para dar lugar a la comprension activa de respuesta o réplica. Esta alteracién asume clertas formas variadas (polifénicas), segiin las funcio- nes y situacién del lenguaje. En el caso literario de los “géneros discursivos secundarios”, el escritor plantea Consa/tee: Acts ot habla °Funciones de/ ‘fiaciona de by ra ogee ev ef enunctacts ? cad AG va] ime Pragmépie, — Cas? la posicion de Bajtin sobre una semidtica de los textos literarios se apoya en la esfera del discurso, y por con- siguiente del enunciado y la ambivalencia de la escri- tura en las relaciones lingiiisticas, Logica y dialogica. Su punto de partida es que el enunciado es la unidad real de la comu n discursiva, asi como la oracion es la unidad de la lengua. Lo cual quiere decir que el dis- curso se da en forma de enunciados concretos, pertene- cientes a sujetos (del discurso). Enfatiza la importan- cla: “Aprender a hablar quiere decir aprender a cons- wuir los enunciados (porque hablamos con los enunciados y no mediante oraciones), y menos atin por palabras separadas’. (16) Con este punto de apoyo, el enunciado como niicleo problematico, busca sustentar que el lenguaje participa en la vida (como la vida en el lenguaje) a través de los enunciados concretos. En este sentido os enunciados resultan de lo que la lengua elabora, con respecto a la especificidad de un ambito de comunicacién que de- nomina “géneros discursivos”, Estos, como es natural, se proyectan a la mutua relacién entre el lenguaje y la visién'del mundo. En su heterogeneidad, los géneros discursivos responden a una comunicacion cultural di- versa: artistica, cientifica, sociopolitica... y como tal, Bajtin los clasifica en Primarios o Simples y Secundarios © Complejos. Al primero puede pertenecer un relato 0 didlogo cotidiano, una carta, notas de saludo, felicita- BASTIN, MA: Estética de la eveacién verbal, P, 268, Ed. S. Xl, 2ed., 1985 Asi es como ve la “unidad de la novela polifénica” en varios horizontes y conciencias interactuantes 0 mate- rial “pluriuniversalista’. Y explica la obra de Dostoievski como manifestacion de las corrientes dial6- gicas procedentes de los géneros carnavalescos, con sus voces, cambio de perspectivas, “pluralidad de acentos” en lo polifacético y lo contradictorio no en el espiritu sino en el mundo social objetivo. Porque todo en vida es punto contra punto (contrapunto) 0 contraposicién; © varias voces que cantan diferente un mismo tema, para “rebasar los limites de la unidad monoldgica co- man”. De ahi el origen metaforico del término, en cuanto a la misica rebasando una sola voz. En este proceso de la comunicacién dialégica, lo carna- valesco (cémico-serio) se coloca al lado de la epopeya y la retorica con las otras tres raices principales del gé- nero novelesco. Y a su turno, la percepcion novelesca presenta dos géneros cémico-serios: el “didilogo socra- tico” y la “satira menipea” simplemente “menipea”). Lo importante del didlogo socratico es 1a operatividad de dos hechos: sincresis y anacresis. Es decir, el didlogo socratico con el fundamento carnavalesco (la base po- pular del carnaval) de la confrontacién de distintos puntos de vista sobre un tema dado (lo sincrético); y los medios para provocar ¢! discurso del interlocutor, para obligarlo a expresar su opinién y conducirla hasta sus iiltimas posibilidades (lo anacrético). En la satira menipea lo fantastico y simbélico no con- curre como encarnacién de la verdad sino, como pro- vocacién y busqueda. En un panorama globalizador, combina ia fantasmagoria con el “naturalismo de los bajos fondos”: guarida de truhanes, lupanares, taber- ed nas, orgias eréticas, prisiones, plazas de mercado... A la puesta en prueba de la “idea” (filos6fica) y de la “verdad (la provocacién conceptual) concurren las aventuras fantasticas mas descabelladas 0 las peripe- cias de lo fantasmagorico. Por su parte Oswald Ducrot se refiere a la funcién me- todoldgica de las leyes del discurso, desde el presu- puesto de explicar el sentido del enunciado invocando los puntos de vista que Hama para si “pragmética se- ma Al mantener el valor explicativo de la signi- ficacién lo que pretende decir es que, “La existencia de una fuente y de una destinacién se hallan entre las cualificaciones que el sentido da (0 no da) a la enunciacién... Para mi, en efecto, realizar un acto ilocutorio es, de una manera ge- neral, presentar la propia enunciacién como si obligara... Diré que el enunciador es al locutor Io que el personaje es al autor”. (18) Lo que da a entender es que el correlato del locutor es el narrador, en donde resulta opuesto el locutor al su- jeto empirico (productor efectivo del enunciado), ast como G. Genette en su teoria del relato opone el na- rrador al autor (productor efectivo y exterior al relato).. Es decir, en una primera instancia, mientras el autor imagina o inventa los acontecimientos, el narrador los “refiere”, Para mostrar la pertinencia lingajistica de la nocién del enunciador, Ducrot cita el caso de la (18) DUCK’ Barcelona, ‘Oswald: El devir y lo dicho, P. 200 y 219, id. Patdos, 07 la comprensién de las partes en el todo, y el descubri- miento del todo en el sentido de las partes. En la con- tribucién de ese fendmeno puede reiterarse que la voz totalizante, o resultado de diferentes voces que apare- cen en el escenario enunciativo diverso, tiene relacion con el “sentido dianoético” propuesto por Aristoteles y retomado por el critico Northrop Frye) 0 el sentido que recorre como una luz de significacin al poema en su conjunto. P. Bux6 sostiene que la ambigitedad referencial o “significancia semantica” (denominacion recogida de Emilio Benveniste) se desprende de las interrelaciones en la funcion de “interpretancia y de homologia” en lo organizativo semidtico. 0 dicho de otra manera, que la relacién de homologia es el efecto mas evidente de la actualizacion de la lengua con respecto a los demas sis temas simbélicos de la sociedad. A los comportamie tos que se constituyen, a partir de un sistema de homo- logias, convencionalmente instauiadas entre “diferentes zonas de la realidad naturai, social 0 psi- las denomina “semiologias ideologias”; y con- “Las semiologias ideolégicas se constituyen por la incorporaci6n de un mismo proceso textual de: a) Las interpretaciones semanticas de dos 0 més zo- nas de la realidad; b) El establecimiento de corre- latos homolégicos entre miembros pertenecientes a dichos conjuntos de interpretaciones, de lo cual se origina ; ) Un texto sincrético en el que aparecen actualizadas de manera implicita (es decir, por in- ak termedio de un dnico sistema interpretante) cier- tas representaciones semanticas fundadas, a su vez, en un sistema de correlatos candnicamente aceptados por un grupo social en sus actividades Yen la misma direccién de ese planteamiento, esta blece la distincién entre “sincretismos implicitos” (sincretismo en cuanto a conciliacién de contrarios) que se verifican en los textos propiamente semiolégicos yen Jos que una misma secuencia sintagmatica realiza, ‘simultaneamente, funciones de interpretancia y homo- logia. Para distinguirla del “sincretismo explicito (“semiosis extraversiva”) referente a comportamientos significativos de signos, pertenecientes a dos 0 mas sis- temas semidticos 0 simbolicos. En raz6n a esta coyuntura y al proceso de denomina- ciones y de metodologia, Buxé se ve exigido a referirse a “semiologias artisticas” 0 “poética semiologica"; como testimonios en la percepcién de las lineas de significa- cién y los procedimientos semidticos. Ademés, por las transformaciones semanticas por las que pasan “los conjuntos homoldgicos que sustentan a los sistemas ideol6gicos subyacentes en dicha clase de textos”, En esta funcién y dimension seméntica particular de la lengua, las relaciones de interpretancia son esos valores de interpretacin propios de las jerarquias semidticas. En concordancia con estas “relaciones de homologia” y “relaciones de interpretancia”, Jakobson también muestra la referencia a los “mensajes sincréticos” que se apoyan en “combinacién o funcién de diferentes sis~ temas semidticos”. De todo lo anterior, Buxé insiste en dos condiciones semidticas con respecto al analisis del (19) BUXO, José Fasc semioldghcas), P. I Las figuraclones del sentido (Ensayos de poéticas fd, Fondo cultura econdmica, México, 1984 231 cionario, Por lo que, la descripcién de las acciones en el discurso se empieza por la nocién de acto de habla y su aplicacion, Entendido este tipo de accion como parte integral de la visién funcional de la lengua, 0 lo que insiste como “interaccién comunicativs en el apoyo de que, “una accidn es un suceso ocasionado por un ser humano”, Y las acciones constituyen secuencias de acciones, asi como ocasionar tiene el sentido de “causar”. Lo que en el concepto mueve al suceso es el cambio, en tanto diferencias en relacién, operacién, descripcién de estados proposicionales y ordenacién temporal. Ya que en la identificacion de sucesos se es- tablece la diferencia entre sucesos continuos y discon- tinuos. Los sucesos continuos corresponden a procesos, para lo cual vale considerar la existencia del estado inicial y del estado final de un suceso, entre los cuales pueden estar los sucesos intermedios. Fl resultado es que en la explicaci6n de las acciones (en las secuencias) equivale a considerar que se dan “secuencias de sucesos” 0 “series de sucesos distintos que se siguen unos a otros en el tiempo”, en razon a postulados y propiedades que van de unas causas (propésitos) a una finalidad (consecuencias). En estos términos se refiere Van Dijk a la estructura de la accion: “Esto significa que tenemos al menos ahora dos conjuntos de macro-categorfas para la accion, a saber, las categorias mds estrictamente cognosciti- vas y de la teorfa de la accion y las categorias in- teraccionales y sociales que determinan la funcién de una accién respecto a otras acclones". (20) (20) VAN Diik, Teun A. Texto y contexto, P. 332, Ed. Citedra, 2ed., Madrid, 1984 aie Hustraremos esta secuencia de sucesos: Serie de sucesos, relacionados Acciones nN por dependencia el) eps RO-AOAD (causalmente relacionados) Funcionas de secuencia de suceso (transcurso de suceso) En torno al concepto de “actividad”, las acciones son también actividades ocasionales y requieren de com- ponentes © precondiciones mentales. Y como son las intenciones las causantes de actividades, quiere decir que los actos mentales requieren a su vez de intencio- nes, Al de actividades y consecuencias se agrega el otro concepto un tanto conductista de “satisfaccién” {accion plenamente satisfactoria 0 satisfactoriedad) en cuanto las acciones satisfagan un cierto nimero de condiciones. Van Dijk explica esas estructuras mentales de la accion como: deseos y necesidades que propor- cionan la motivacién real de 1a accién; propdsito de acci6n o transformacién racional de su necesidad; una intencion particular de accién en un plan; el conoci- miento de reglas de informacion; la disposicion que tiene que ver con habilidades y capacidades; concien- cla, decisiones y propésitos. (21) Segiin esta linea de planteamientos, la base pragmatica es que cuando se esta hablando en ciertos contextos, se llevan a cabo actos sociales; y que el conjunto de co- nocimiento del oyente cambia durante la comunica- ci6n, segun los propésitos del hablante. Si al expresar el conocimiento o estado interno, viene la interpretacion del acto sémico (significativo, referencial) esos actos semanticos acaban por adquirir una funcion pragma- (21) VAN Dijk, Teun A: Testo y contexto,P. 256, Zed. Ed. Cétedra, Madrid, 1984 235 distintas culturas y en el contexto de interaccién so- cial. Lo correspondiente a ver el discurso como empresa interdisciplinaria, en el sentido de que el texto y los ac- tos de habla mantienen relacién con los contextos so- ciales, culturales ¢ histéricos. Especificamente, hacer ‘mas explicito el estudio de las relaciones de coherencia y relacionar el discurso con la estructura de los actos de habla (secuencias de oraciones, conectivos...). Al presentar el discurso como “unidad que interpretamos al ver o escuchar una emisiGn’, extiende el concepto de “gramatica” al de semantica referencial, macroseman- tica y pragmatic. Pero el estudio de la estructura y funciones de tipos de discurso, forma parte de la identificacion, descripcién y comprensién requerida en las propiedades de la obra literaria; sobre todo en lo concerniente a factores de in- vestigacién, apreciacion o critica. Es decir, la funda- mentacién de una teoria de textos literarios, en cuanto a su pertinencia semantico-comunicativa; lo que con- duce a articular, “una teoria de estructuras de discursos literarios en términos de categorias, y los niveles de una teo- ria general de estructuras textuales. Primero consi- deramos las estructuras (textuales) gramaticales de los discursos literarios en los niveles de la mor- fologia, la sintaxis y la seméntica (dejando la pragmatica para una teoria de las fenciones lite- arias de la comunicacién)... Entonces discutire- mos una dimension adicional de descripcién, la que nos presentan Ia estilistica y la ret6rica”, (24) Jk, Teun Az Esteucturas y funciones del discurso, P. 119, tid. 1980) ery En cuanto a “capacidades y funciones” de los lectores (procesos cognitivos de comprensién, almacenamiento y de recuperacién”), Van Dijk considera que los “participantes profesionales” (criticos literarios, maes- ros 0 los mismos escritores) son los que establecen el valor del discurso y determinan la variacién cultural, segiin las categorias en el tipo de discurso (“marcos contextuales"). En cuanto a los modelos cognoscitivos en la compren- sién y produccién del discurso, reitera lo importante de la coherencia (conectar las oraciones semantica- mente) para el entendimiento de las proposiciones 0 hechos del discurso, y sus respectivos vinculos. Las proposiciones organizadas en hechos constituyen la esencia de la informacion textual, en tanto macro 0 superestructura convencional (“esquema superestruc- tural jerarquico”). De manera que, como se dijo, el pro- cesamiento del discurso lo determina a través del “almacenamiento” de la informacion y la “recuperacién” en dos niveles: “recuerdo y reconoci- miento”. Por otra parte, las estructuras subyacentes de tipo pragmatico son elementos en la variacién del es- tilo y de los procesos de recepcién. Dicho con desglo- samiento simple, se suscita una naturaleza pragmatica del discurso dada por la variedad de actos de habla (0 “macroactos de habla especificos"); en si, que la prag- matica del discurso apoya el principio de que las emi- siones son quehacer de los “actos de habla 0 actos ilo- cutivos” (en “secuencia de interaccién comunicativa’), frente a la otra tarea de reorganizar la forma (sintaxis) y relacionar el significado (funcién semantica de ora- iones 0 textos). La otra parte en el campo receptivo, es la evaluacién de lectores/oyentes y lo que el ha- blante/autor anhela para la apreciacidn de su discurso. 239 necesariamente, al problema de la conexién en lo pleno del aspecto semantico. La importancia de la semantica para el andlisis del discurso, no se ve s6lo en que la es- tructura profunda es de naturaleza semantica sino en la conexién o dependencia oracional, a nivel “microtextual” (de superficie) y “macrotextual” (profundo); y un paso mas: que una misma estructura subyacente puede quedar manifiesta por medio de una oracién, 0 varias. Richard Ohmann sostiene que la literatura al ser es- tructura lingiiistica es una estructura mental; y ante todo es “una cosa hecha de lenguaje”, 0 discurso que incluye los ‘trozos’ de habla y escritura emitidos por el hablante o escritor individual. Después de medir con cautela el encuentro con una “definicién” sobre litera- tura, distingue este tipo de textos de otros discursos; y cuestiona la “vecindad” de la historia, particularmente la historia de la lengua y de la psicologia, para practi- car la critica literaria. Marca seis aspectos o centros de atencién que, han sido insistencia de los tedricos de la literatura cuando se trata de distinguirla de discursos no literarios. 1. El debilitamiento de la funcién referencial, o el “modo de referencia” de las palabras en literatura, con respecto a las palabras en el discurso corriente. 2. “La capacidad para expresar aserciones”, en el sen- tido de que el contenido proposicional participa de lo falso y lo cierto. 747 3. “La capacidad de significar” o el tipo de significado inherente. Pues, aparte de las expresiones con sugeren- ia y de “significados simbélicos”, hay discursos no lite- rarios que llevan “significados implicitos”. Por lo cual seria “hermeético” ceftirle rasgos especiales para definir lo literario. 4, La carga emotiva, o el impacto de sentimientos que los discursos literarios producen en el lector u oyente, a Ja manera de discursos literarios. 5. Que los actos de habla se pueden analizar en sus clementos constitutivos, y captar si en ese andlisis uno de los elementos predominan sobre los otros; es el caso de R. Jakobson y sus funciones. 6. Todo discurso esta estructurado segin determinado uso de la gramatica de la lengua. Asi, 10s jpareamientos 0 coupling’de que habla S. Levin, son caracteristios en el dscurso poétco, no énicamente ahi. Los tres primeros centros de atencidn se adhieren al cri- terio “locutivo” (centrados en el texto) y los otros en el efecto 0 “actos perlocutivos”. Sigue como otros tratadistas, aT, L, Austin en las tres clases de actos del hablante: a) En el acto locutivo se producen signos portadores de sentido. b) En los “actos Hlocutivos”, a partir de to anterior, s¢ sigue un marco de convenciones: afirmar, preguntar, dar una orden.. 243 todos sus colegas, dijeran simplemente que la pa- labra es accion, que la palabra compromete, se echarian a reir todos los homo ludens que han re- petido a boca lena -como Barthes, por ejemplo- que la literatura no es otra cosa sino palabras so- bre palabras. Pero si la formula se adereza con toda la parafernalia de los speech acts, con todas sus clasificaciones, sus consecuencias suspendidas, sus pretenciosas y enrevesadas sofistiquerias, deja de ser una vejez que se pretende restaurar, para convertirse en una nueva ola... Gracias a los speech acts, les podemos gritar a los homo ludens que creemos en la palabra, sin temer que nos lamen viejos”. (28) El punto de vista de Mary Louise Pratt es que, antes de la confesién a que pueda llevar la oposicién entre el Ienguaje literario y el coman, es necesario, “estudiar el discurso literario bajo el aspecto de sus semejanzas, y no de sus diferencias, con otras actividades verbales”. Se apoya en que el lenguaje literario debe ser descrito y entendido no como “forma”, en el “como es” sino en el “cOmo actiia” (en el “uso”), para lo cual se vale de la teoria de los actos de habla. Asi empieza por atacar la creencia de que la literatura es intrinsecamente dife- rente y opuesta a todas las formas de lenguaje, y por consiguiente, el principio de que la literatura sea lin- guisticamente aut6noma, Pratt se opone a las tesis formalistas de que “el lenguaje poético debe ser estu- diado en si mismo”, dada la evidente presencia de arti- (28) ALBOKG, Juan Luis: op. cit, P. 239 246 5 posticos en el lenguaje no literario. La ficcionali- dad no es unica de la literatura, puesto que en el trato del lenguaje ordinario se suceden juegos de palabras, hipérboles y metaforas, sugerencias... Asi se genera el postulado de que “es la gente, y no las propiedades 1a que convierte a un mensaje verbal en obra de arte; la gente que escribe, edita, revisa, lee y juzga”; echando asi a pique las definiciones de la literariedad por con- siderar a estas pretensiones como elitistas 0 exclusivis- n esto de los muchos contactos del discurso lite- inaria, se justifican los principios de “implicacién” y “colocacién” del lector, y como tal, la puesta en reparos de las mecanicas estructurales y los tecnicismos formales en favor del contenido del mensaje. Lo que resta, en honra a las mas exquisitas técnicas, es resaltar los rasgos especificos y las posibles diferencias. En este orden no deben resultar incompati- bles los andlisis técnico-intrinseco-formalistas con los puntos de vista de los tedricos de los “actos de habla” (0 los que buscan gozar en el texto con riquezas menos inteinsecas) que buscan reducir el dominio de la critica formalista y que el valor de una metafora no concluya en si misma. ivos en la enunciacid ic: Ursula Oomen, al referirse a un género especifico en li- teratura para explicar su posicién pragmatica, consi- dera que el discurso poético no es un acto de habla in- dividual sino la representacién de dicho acto; y que, por consiguiente, la poesia se define por “el comporta- miento particular de los distintos factores comunicati- vos", y no solo con las reglas de la gramética, Es su manera de ver la poesia como un tipo especial de “acto 247

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