You are on page 1of 33
cin de la sulta inestima- Salim, 1962, y iraquies| arquedlogos D. Oates, 1968. nos las obras de II Ciudades y dinastias Las historias tradicionales de Mesopotamia estan obligadas por la misma naturaleca de sus fuentes a relatar el ascenso y caida de dinastias de Am«rath a Amauvath-, Avan- que nesotres evtarnos intencionadamente la recitacin de listas, a alrernancia de perio- dos de fuente control politico cenerallzado con etapas de inestabilidad resulta tan carac teristice de la histoma de Mesopotamia que no se puede simplemente ignorar los aconteci- ‘miencos registrados en las inscnpciomes reales: las fuentes documenaes y anquenlgicas se apifian en lox periodos de paz, y ls efecins recwrrentessobne las instituciones sociales due ‘estamos deseribiendo som demasiado evidentes para que pasen inadvertidos. Los cambios pueden ser consecuencia directa de actos politicos o, de forma mas indivecta, de las con diciones econsmicas o de la expansién o contraccién de los horizontes geogrifizos. Es Aftos a.C. 5000-4000 Hala/Ubaid 4000-3200 Uruk 3200-3000 Jemder Nase 3000-2750 Protodinastico 1 Protodinastico II Periodo presargénico Protodindstico IIL Dinastia de Akkad Gnterregno de los guti) La Ill dinastia de Ur Gintertegno amorrita) 2000-1800 _Dinastfas de Isin-Larsa 1800-1600 La I dinastia de Babilonia | non atin (interregno casita) | Periodo protoliterario Mustracign 2.1. Esqueme de los pertodos arqueoligios © histicos. 37 ‘incluso posible relacionar de forma mas convincente los cambios ms sutiles, como el aac vente desplagamiento desde la inciativa insticuciomat hacia la éniciatva privad,o la sepa racién gradual de las ciudades de se terrtori, con situaciones polticas determinadas gue on tendencias de larga cheraciin. Resultaria peligroso nega que puedlan haber existio tendencias subyacentes en lit sociedad urbana de Mesopotamia. con independencia de, 0 iertamente 4 pesar de, las poderosas influencias extrarias impucestas bor las ambiciones y dos desasires dindstices, pero es difcl detectarias por detnds de esuas ascilaciones maucho ands Wamativas. Las semejanzas entre un perioda de prosperided tr, una «Edad Oscn ta» 0 Zwischenzeit y otra, parecen mayores gue las diferencias (wase cap. XVI LOS ORIGENES El primer contacto serio con la prehistoria de Mesopotamia se produjo con les trabajos de sir Leonard Woolley en el monticulo de Tell al-Ubaid, a unos poces kilometros al norte de la ciudad de Ur, en el que en el tercer milento a.C. se habia construido un pequefio templo sumerio. Bl perfodo, reconocido por Ia cerdmica pintada encontrada aqui, y en los niveles més profundos de la ciudad de Ur, denominado perfodo de Ubaid y se asumié que representaba la primera ocupacién cen el sur. Desde entonces se han localizado en superficie orros muchos yacimien- tos del periodo de Ubaid, y mediante profundos sondeos sc han encontrado fases anteriores de Ja cultura de Ubaid en Eridu, y recientemente en el yacimniento de Tell Oueili, en las proximidades de Larsa, todos en el extremo meridional de la lla hhura, Mientras que en las Ianuras de Mesopotamia sepeentrional la vida agricola estable se inicia miles de afios antes, en el sur atin no se han encontrado restos arqueolSgicos anteriores a los de la etapa de Ubaid?!. En estos momentos resulta imposible decir con alguna certesa por qué: un punto de vista es que, en palabras de Nissen, «el territorio que, a causa del elevado nivel del agua en el Golfo o la cantidad de agua en los zios, era en su mayor parte inhabitable, s6lo habia oftect do inicialmente unas pocas oportunidades aisladas de ccupacién, pero quedé abjerto a una ocupacién més amplia desde el momento en el que las aguas comen- zaron a retirarse>”, Es posible que ésta sea parte de la explicaciGn pero, como aca- ‘amos de ver, e3 necesario continuar ls investigaciones para detetminar la crono. Jogfa de la secuencia arqueol6gica en relacién con las condiciones ambientales, y ¢ dificil determinar la amplitud de la ocupacién en momentos iniciales dado que en algunas partes de li Ilanua la superficie correspondiente al quinto y sexto mile nnios ha sido cubierta por sedimentos. Sin embargo, la informacion obtenida en Fridu sugiere que durante las ms antiguas fases del peziodo de Ubaid se tendia a tun estilo de vida con mayor peso de la agricultura, destacando en los niveles mis antiguos los ctiles para la caza y la pesca, mientras que los tiles agricolas, como las hoces, aparecian un poco més tarde®. En la actualidad parece aceptable Para os niveles mis antiguos de Tell Oueih y su elacin con las cutoras que weilzan cerdoica de Samarra y cerfmica més cardia de Ubaid, vémnse por ejemplo las aportaciones dle Caiver,y J. Oates n Huo, 1987, pp. 129 2 NISSEN, 1983, p 60, 2 Ta informaci6n aparece deforma sucista en Saranet al, 1981, fig 72,en p. 148. basindonos en Ubaid —< donde proce los afies por bastante radic: grupo étnic to a cargo de Mesopos ble de li culaciones cin d garon a M. cuencia de menos, de un del period, tantes més gua anterior través de | parte, si exon siones de tas desde el haber pene Resulta much y predominic propio idior arameo y el draé Este no mento impor reciente, per mayor parte macion pares arquitectura m produccisn mucho m « ineluso qu sido excel perfodio de Un mo el apa la separ das que cia de, 0 dad Oseu- con los se habia mica e Ur, fue acién cimien: ado fases nto de lalla. icola esulta labras fo o la freci- ved fasindonos en est informacién, conserat ls primetos momenten del perfodo de Ubaid “digamos en tomo al $000 a.C.— como el momento de low peter asenta- aientos agricolas permanentes en la zona Naturalmente esto suscita la cuestin de quign era «la gente de Ubaide,y de dénide procedta, La respuesta divergentes a esta prepunta crecilege te fargo de los afios por prestigios * muestran lo peligroso que resulta malurili- 22rd esta forma la informactén arqueclégica prehistéren, Affemeciones can, ieee ambos, especialmente el abandono del anterior cello de estampills sor, bastante radicales como para traicionar la inttusidn de us Vigoroso y heterogéneo Euro Gtnicas", 0 «no mucho despues del establecimiento del primer asenteesien, Messttto de los inmigrantes ironies, ls semitas probablemence se infltwenn ok, Mesopotamia meridional tanto en forma de inmigrantes pacifcos once Ie belica- Be se ubadores..«, van mas alld de lo que se puede deduct de forma eran, be dela informacin arqueolgica disponible, En Iara de muchas ce eae espe. Cilaciones se encuentra el ansa de acercasea ls sumetios medinre anqueolo- s grandes 1 local. vero tipo sina que 2, Sobre So simboli- los, se su som. = un canto ralla- Tloseacién 2.3. Escena hallada en Uruk, procedente de un sllo eilindsico. (Seg ‘ante aparece junto al hombro de la diosa (ilustracién 6.1). También existen sellos procedentes de Uruk, y de Susa, cuyas impresiones muestran Ja prictica de oficios 9 actividades comunales que indican la existencia de un cierto nivel de orden Jocil; pero atin carecemos de las decisivas fuentes escritas que nos permitan avan. za en esta direccién. EL PROTODINASTICO Ciudades y templos Si los acontecimientos del perfodo de Uruk siguen siendo, de momento, prehistéricos es innegable que Mesopotamia entra en la historia en el periodo Pro- todindstico, como denominan generalmente los arquedlogos alos aproximadamen- te setecientos afies que separan Uruk de la dinastia de Akad. Sin embargo, inclu- so si lo desedzamos, las fuentes no nos petmitirin ofrecer un relato detallado de los acontecimientos, y para describir esta etapa en términos histoticos tradicionales la opeisn mas sencilla es proporcionar un eskozo de caracier general mediante el exa- ‘men de dos documentos posteriores que proporcionan. una imagen muy clara de la estructura del antiguo Sémer, tal como era percibida por sus herederos: los Himncs del Templo y la Lista Resl Sumeria La recopilaci6n literaria conocida como Himnos Sumerios del Templo nos ha Tlegado por obra de escribas que trabajaban en escuelas del perfodo babilGnico antiguo, en torno al 1800 a.C., pero el mismo texto sefiala como autora a Enhe: dduana, hija de Sargon de Akad y sacerdotisa de Nanna, el dios luna en Ur. Aun {que evidentemente existen algunas adiciones posteriores, como el himno al dei- ficado rey Sulgi, de In dinastia de Ur IIL, se acepta de forma generalizada como una composicién original del periodo de Akkad. El poema es una coleccién de cortas invacaciones individuales a todos los grandes santuatios de la lanura meri- dional. Cada uno describe el templo, y luego, su detdad, en un Lenguaje figuratt- vo que debe de estar lleno de alusiones, en su mayorta perdidas para nosotros (véase texto 2.1) Texto 2.1. Himno del Templo ntimero 21 al Templo de Bau en Urukug {=Laga’] Unukoe,templo que hace que la semilla alga, perteneciente al grado An, conoci- {do por un buen nombre, Dene de tse encuentra el fo de pruebs que vindica al hore justo, Hogar de amplia sabidusia, almacén que posee eternamente plata laps Eat ul desi y me han salido, donde el shombre> salada fs a “Ta princesa, la misericordiosa princesa de la tierra, la madre de todas las tierra, La scfior, Ia gran curadora del de oscura cabeza, que determina el destino de su ciu- dad, La hija ptimogSnita del sagrado An, la doncells, madre Bau, Ha, oh casa Urukug, colvcado la casa sobre a... ha ocupado su lugar sobre tu ‘stad 8 (lineas). La casa de Baw en Urukug, (Segin SJOBERG y BERGMANN, 1969, pp. 32-33) Hay un total de 42 himnos, que se refieren a unas 35 ciudades distintas, ya que algunas estn representadas por més de un templo, Las ciudades van de Ur, Eridu y Lagai, en las inmediaciones del Golfo, a Kazallu y Marad, en el noroeste; Sippar, en el norte, y Einunna y Der, en el nordeste (ilustracién 2.4). Abarcan por tanto toda la lanura aluvial del sur (aunque no todos sus centros tradicionales), pero no den ms all de sus confines (por ejemplo, a Mari o Assur sobre el Eulra- tes y el Tigris). Los textos presargénicos hallados en Abu Salabikh muestran que el género de himnos de los templos ya era conocido dos siglos antes de Enhedua: na, ¥ resumen la ideologia seztin la cual el territorio estaba formado por ciudades- estado individualizadas y con el mismo rango, cada una con su deidad principal y su santuario. Este ideal es fundamental en las descripciones sumerias de su tierra, tritese de mito y leyenda 0 de las declaraciones politicas contemporinees, y es interesante que -sea por el motivo que sea—aparezca aqui expuesto por la hija del ‘mismo Sargén, fel conquistador arquetipico! La realidad aparece reflejada en el registro arqueoldgico: tanto la excavacién como la prospeccitn superficial propor- cionan la imagen de una clase bastante uniforme de grandes centros de poblacisn ampliamente distribuidos a través de la Hanura meridional, con fuertes identida- des locales expresadas en su lealtad a un dias de la ciudad y en el orgullo que sentian por su templo. sv exti Gobernantes y dinastias La segunda obra se conoce de forma universal en la actualidad como la Lista Real Sumeria, pero en la antigtiedad se la conoefa por su primera linea, «Cuando la realeza descendié del cielo». En la forma que la conocemos probablemente fue compilada poco después de la caila de la dinastia de Ur IIL Enumera alos reyes con Ta longitud de su reinado, dinastia por dinastia, terminando con los conocidos gobernantes de Ur Ill y sus sucesores en Isin. La premisa en la que se basa el texto es que sélo hubo una ciudad en cada momento que fuera sede de la «realeza» (nam- lugal): como veremos la palabra sumeria Iugal, con el sentido literal de «eran hom- bre», no era el titulo habitual del gobemante de una ciudad-estado, y la Lista Real, al seguir el desplazamiento del poder dle una dinastfa @ otra, comenta «La ciudad A fue golpeada con armas [o: destruida), su realeza fue levada a la Ciudad Bs (texto 2.2), En otras palabras, presenta un punto de vista estereotipado de la polf- fica en el tercer milenio a.C., segdn el cual los gobernantes de algunas de las ciw dades-estado (después del Diluvio sélo se menciona a Kish, Uruk, Ur, Adab, Algak y finalmente Isin, dentro del pats, ademas de Mari, Awan y Hamazi fuera de él) ejercian una hegemonia més © menos transitorie sobre algunas 0 todas las otras, conacida como «tealeza>. nagppad Metin arf atehean ho Sigg TF oamiigd Foe Eso Te TA Rania kgne[ ae Bhat sy lee Jn ar Se ade ass * Mian Li lustenei de Mesopocan meridional, aproximadnmente del 3200 al (600 aC. Muestes los vacimientos yyla reconstruceiG de los cursos de agua durante er milenio. Pavia atlo den del general, véase fluseracidn LI ‘Texto 2.2, La Lista Real Sumeria: los dilrimos dos reyes de la T dinastfa de Kish: Enemcbarages, el que se levé) como botin las armas del pais de Elam, se convirté en rey y reiné 900 afi; Ak, hijo de En-mebarasesi, reins 625 afice. 23 reyes reinaron sus 24,510 afios, 3 meses, y 31/2 dias, Kish fue golpenda con armas, su realeza fue trasladade a Eanna [=Urukl (Beusin Jacoasen, 1939, pp. 8 5) A memo se ha seftalado que esta composici6n dista mucho de ser una cnénica esepasionada de los acontecimientos. Comienza con una seccién, antediluviana toralmente fantistica dedicada a las ciudades de Ericu, Badtibira, Sippar, Laral y Suruppak, y sus legendatios goberniantes, con reinados de maravillosa duracién, pero ademas de esto estan las omisiones ¥ prejuicios, que en parte reflejan lo inadecuado de las fuentes a dispasicién de los recopiladores originales, hayan sido las que hayen sido, yen parte sus motivos politicos para levaria a cabo. Ademés, resulta evidence incluso al lector mas supecficial que el formaro de una lista de reyes es inadecuace para expresar Ia auténtica complejidad de los acontecimientos durante el periodo Protodindstico. A pesar de todas estas difcultades, no podemos optar simplemence por prescindhir de Ia Lista Real. En parte esto se dehe a que los historiadores meso- Potmicos, io admitan © no, esti: influenciados por este document propagand cco de hace east cuatro mil aftos; en parte porque en ovasiones puede ser comproba- dda mediante su comparacién con otros documentos contemporaneos que muestran, que incluye una tradicin histérica auténtica. En consecuenca, sila Lista Real habla de la hegemonfa de potencias extranjeras como Mari, o Awan y Hamazi en al este, no podemos descartarlo como mera leyenda, sino que hemos de concederle el be ficio de fa duda incluso sino existe informacion contemporsnea de ral dominacién’ En lineas generales otras fuentes tienden a confirmar la importaneia otorgada pot la Lista Real 2 las cuatro ciudades de Kish, Ur, Uruk y Adab durante la etapa anteriot a Sargén de Akad. La fama de Ur gira en tomo a su riqueza, revelada por la excavacién del cemplo y el cementerio eal llevada a cabo por sit Leonard Woo- ley en los aftos veinte y treinta de este siglo XX. La contempordnes expedicisn a Kish revel clos edificios del Protodindstico que siguen siendo los palacios més anti- guos documentados por la arqueologia (véanse ilustraciones 2.5 y 7.2). Aunque probablemente no sean anteriores al Protodinéstico II, existen otros indicadores ce aque Kish ejerci6 una importante hegemonfa antes de este momento, como indica la Lista Real, que menciona 1 Kish como la primera detentadora de la stealezz» después del Diluvio. Uno de los poemas en el ciclo de leyendas de Uruk se refiere alenfrentamiento entre Kish, bajo el rey Aka, y Uruk, bajo Gilgamesh: aunque los honores van naturalmente a Uruk, resulta claro que al eomienzo del pocma la ciu- dad habfa reconocido fa hegemonta de Kish. Los puristas argieén, con raz6n, que este porma no es un documento historico; quie4 resulte mis convincente el curioe so hecho de que el titulo de «Rey de Kish» fue adoprado por miembros de otras dlinastias como reivindicacién de suprema hegemonfa. Los dos primeros reyes de la dinasifa de Akkad se autotitularon «Rey de Kish» en hugarde «Akkead-, y otto tanto sucede con Me-salim. Kish también puede alardear de la primera «insctipcién real © Sobre la naruraleza de la Lista Real, véase MICHALOWSKL, 1983. * Traduccidn de Cooper, 1981; Jaconsen, 1987, pp. 345-355, Uustracién 2 audienc region del qu: Kish» (ilu cidad de Khafajah su El mejor Kish» ~ aparece € doen ptimeros salimel local (sensi aps Kish: 625 afios. Larak y tanto Tlustracin 2.5, Bscena bélica, en concha inerustada en picarra, procedence dela sala de sodieneias del Polaco A de Kish, (5. Lanonow, Excavations at Kish, 1, 1924, limita XXXVLi) Seutin la Lista Real el padte de Aka, el oponente de Gilgamesh, fue En-mebara- gesi, Un pequerio fragmento de un vaso de mérmol procedente de Khafajah, en la regidn del Diyala, al nordeste de Babilonia, lleva parte de su nombre, similar a otro ,y estd claro que existe una jerarquta politica con dos niveles, ocupando Me. salitn el nivel superior Esto se puede afitmar con mayor eonfianca dado que tal rela. i6n esté comprobada en Ia meridional ciudad-estado de Lagat: aquf el gobemante local {«ensix) es L ugal-Sag-engur, Me-salim es una vez mas el Tugal, y sus nombres sparecen en una caheza de maza hecha en piedra y decoradla con Jeones (véase tlus- emcién, ” COOPER, 1986, p. 19, Fen Ilustracién 2.6, Las primerasinscripciones reales dos fragmentos de enenco de peda con el nombre de (En-)Meharages: a) excavado en Khaajah por ka expedickin de Chica; ©) adguitido en ef mercado de ancigiedades, pero probablemence también de Khafijah El fragmento b) dice: «Me-barage-si, Rey de Kish» Ela) KhlI1.35, sein JACoHSES, en Delougaz, 1940, p. 147; el by IM 30590, EbZARD, 1959. Una inscripeién de un posterior gohernante de Lagas, Enmetena, indica que tal preeminencia no era puramente nominal. Nos dice que «Enlil establecid In fronte- ‘a entre Ningirsu y Sara {los dioses de Laga8 y Unama, respectivamente]. Me-saim, Rey de Kish, por orden de Staran, hizo la medicién y coloc6 una estela». Todo ello ‘conenerda con la adopei6n por parte de Me-salim del titulo de «Rey de Kish, pero entonces dpor qué no aparece en la Lista Real? Parece que la respuesta tiene dos partes: él no procedia de Kish, sine que asumis ese titulo una vez obtenida la hege- ‘mona, y, segundo, fa Lista Real no ceconoeta a su ciudad. Las dnicas pistas sobre la ciudad de Ia que procedia las proporciona su relacién con el dios Ktaran, lo que sugire, sin probarlo, que puede haber procedida de Der, en la ruta.a Susa. Lo que Aqui nos interesa es que proporciona un buen ejemplo, tomado de las fuentes con Para el texto complera, véase COOPER, 1986, pp. 54-57. 46 temporsne Real, y que La sele sicas que e prendentes Hemos de adm las inscripe ficamente de I do en cuando cabria esperar titulo de fugal tu (Mesopo (aunque ‘quis tuvieron come Adab, y d rnuestras fu guios entre Las (Lawns, Ilusiacién 2.7. Extremo cle maza de Me-slim La inseripcion dice “Mersin, Rey de Kish, constructor del templo de Ninglesu, lo ergis para Nineis Lngel-ag-engur era ol censi de Lazas, (AO 2349 A. Foto: Musée du Louves/AQ) tempordnens, de wn sistema escalonado de realeza, tal come aparece en la Lista Real, y que a pesar de ello él no aparece en dicha lista. La selectividad ejemplificada por esta omisisn de una de las pocas figutas histd- ricas que emeiye de la nichla del perfodo anterior a Sargén resulta incluso més sot- prendente si tenemos en cuenta el silencio de la Lista Real sobre Ia ciudad de Laga’. Hemos de admitir que muestto punto de vista est influenciado por el hecho de que las inscripciones hist6ricas mds largas y numerosas proceden de Lagan’ (y mas espect- ficamente de lac Jirsu (=Tello)). Sin embargo, no hay duda de que de cuan- do en cuando Laga’ desemperié un papel destacado en la politica de Simer, como cabria esperar de su tamatio y logros culturales: algunos dle sus reyes adoptaron. el ‘stulo de lugal, y Eanatumm menciona que derrot6 a Kish, Akiak, Mari, Elam y Subar- ‘tu (Mesopotamia septentrional), lo que lo lev a reclamat el titulo de «Rey de Kish (aunque iquin sabe durance cuénto tiempo!). Sabemos que sus gobernantes man. tuvieron correspondencia en términos de igualdad con la familia que gobernaba Adab, y desde la época de Ut-Nanie hasta el final de su dinastia ~unos 150 afios~ nhuestras fuentes no proporcionén ningtin indicio de dominacién externa” % Sobre las pretensiones de Eanatum, véase Coo, 1986, p42; pase incercambio de obee- «quios entre las esposas de los gobernantes de Ada y Lage, véase SCULRERGER, 1957-1958, p. 51 ( Lasges, 1953, pp. 58-59, para una bastante snticuada traduccion del principal texto [RTC 19) 47 es auténticas confirman la visién general de una serie de ciu- dadesrivales con fortuna eammbiante y pretensiones de ejercer la hegemoni, ni ells ai la Lista Real nos permiten reconstruir el curso de los acontecimientos en deta- lle, Es rrelevante acusara la Lista Real de omitir cosas cuando no sabemos por qué fue recopilada y a partir de qué fuentes. Dirijimonos, en consecuencia, a la inor- maci6n de carscter menos explicicamente politico aportadta por documentos escti- tos en esa época sin intenciGn de proporeionar tal clase de informacion, Aunque las fue! La unién cultural y comercial En los «Estratos de Improntas de Sellos» fuera de los muros del principal tem- plode Ur, Woolley encontré prafuundos depésitos de desechos, que debian de haber sido arrojados de sus hornos y almacenes. Para el excavador el componente mis destacable de esta basura era el gran niimero de impresiones de sello en arcilla, procedentes de objetos, jarras o puertas y que databan del Protodinéstico 1. Entre ellas figura un pequefio grupo conocido como los ssellos de Ia ciudad» poroue el disefo consta de cierto niimeto de simbolos, cada uno de los cuales clebia de repre- sentar a una de las ciudades-estado (véase ilustracién 2.8). Los simbolos estin ccompuestos por una hase de altar esquemética mas el simholo o totem asociado con el dios de la ciudad: altar + culebra, altar + péjaro, ete, Algunos todavia no pueden scr relaeionaclos con sus cindades, pero otros nos resultan rmuy eonoeiclos porque posteriormente se convirtieron en los signos cuneiformes habiruales para estas ciudades: altar + sol = Larsa, altar + jamba = Zabala, ete.” Ur nos ha pro- porcionaclo la mayorfa de tales impresiones de sellos, pero disponemos de ejemplos anteriores procedentes de Jemdet Nest, tanto en impresiones de sellos como en tablillas, y dos impresiones de sellos del Protodinéstico proceden del m Uruk®. iQue suponen estos sellos? La aplicacién de un sello es un acto que implica res- ponsabilidad o autotidad, y Ja meta existencia de un sello que incluye los simbolos de diferentes ciudades implica algiin tipo de cooperacién, Esto fue reconocido por Th, Jacobsen en un influyente articulo en 1957, cuando al describir las impresiones de sellas sefialé que «lo mis sencilla es interpretarlos coma forma de sella las entre gas procedentes de un fondo comin de bienes, creado con una finalidad comin por las contribuciones individuales de las ciudades que sellan colectivamenter™, Esto concordaba con su més amplia concepcién del Stimer del Protodinastico como for- La mejor discusisn sigue sienda Watcatr, 1969, pp. 31-32, per todo el ferstmena ha de ser reexaminado a Ja Iuz de la nueva informacin obtenida en Jemdet Nast y que va set presentada en ENGLUND et al. Las eindades implicadas, eom seguridad, son Uruk, Ur, Lars, Adaby Kes. Wit ha seftalado que las improntas de cellos de Ur no parecen incluit Lagat, Kish o Umma, y esto bien podria reflejar la lealtades politicas contemporiineas; pero hasta ‘que hayanos identifcado las ciudades del pdjaro> y la «culebra» serta prematuro sacat con clusiones sobre esta base, Las impresiones de sello de Jemdet Nasr incluyen a Usak, Us Lat sayy Zabala, en el sur, y Urum, a lz cual se ha pretendido identiicar con Tell Uguair, en cual- aquter caso, su procedencia muestra que en un periodo anterior el sistema afectaba tambien ala mitad seprentrional de ls Ilsmura, ® CoMLON, 1987, p. 107, mas. 4 % JaconseN, 1970, p. 376, m, 455. reimpresiGn del articulo de 1957) 48 a) Ung sello (i (Dibujo 5) Sis elder 7 (Genin Lice consec Lac a partir de de Stimer. 1 trabaje pero dad: late de Far far es 203 eleentn las par ellas F qué Un gtupo de simbolles peocedente de una impresign de sello (niveles del Provodinistico Len Us), (Dibyjo:comtesta de R. J. Macthews.) 1) Simboloe slecsionados de varios ellos 1. (Eaidu? 2. Larsa 5. ssempente> 4. «psjaro» 5. Ur } Simbolos de clalad del Bxipeo predin sobee palera. (BAINES, 1989, p. 474) IMustraciéa 2.8. Simbolos eproximadamente contemporsueos de ciudades de Sémery, para comparacin, de Egipto. mado por una liga de ciudades-estado que colaboraban en la esfera econsmica y,en erta medida también en la politica® La cooperacion entre ciudades en Ia esfera militar fixe demostcada por Jacobsen a partir de textos administrativos hallados en la ciudad de Suruppak, en el centro de Stimer, por le expedicién alemana a Fara. Contienen relaciones de centenares de trabajadores 0 soldados, de ciudades como Nippus Adab, Uxima, Lago’ y Uruk, peto dada la naturaleza de tales documentos sélo podemos hacer suposiciones sobre la realidad politica que se encuentra detrds de estos preparativos. Un documento de Fara también apunta a relaciones entre las diferentes ciudades en época de pas, ccon una lista de tierras controladas por Adab, Umma y Laga®*, Una situacién simi- lar es sugerida por un texio de Abu Salabikh sobre distribucién de tieera, que men- ciona a um ensi, probablemente de Uruk, mientras que en la ciudad de Zabala, en al centro, al fixal del perfodo Protodindstico, las tierras del templo incluian parce- Tas pata los gohemnantes (ensi) de Nippur y Adab'? * Jacowsen, 1970, pp. 157-172 (publicado por primera vez en 1943), Maser, 1988, p. 98, Biocs y POSTUATE, 1978, p. 109; POWELL, 1976, p. 104, n. 25 49 Elmantenimiento de estos estrechos Iazos entre diferentes ciudades de fa anu- ra aluvial es perfectamente natural. En la importacién de productos, tanto de lujo como bisicos, a menudo dependfan una de otra para gorancizar la seguridad del trnsito, y la primordial importancia del control del régimen fluvial hacta necesario algin tipo de colaboracidn encre una poblacign y otra, En ottos lugares y épocas los intereses econdmicos o politicos comunes con frecuencia han llevado a ligas de uno 1u o2to tipo, délfica o hanseética. En momentos posteriores Nippur desempefis un papel central en la ideolowia de Stimer: la ideologfa oficial interpretaba que quienes cobtenian el control politico del pais habfan recibido la realeza de Enlil, el principal dios, con su templo en Nippur. No se conoce bien c6mo Nippur lleg6 a asumir este papel: Jacobsen sugiere que en el periodo Protodinéstico I -Nippur fue original- ‘mente el lngar de encuentto en el que se reunfan los ciucadanos de las ciuciades sumerias para clegir ditigentes comunes»™, Resulta innegable, como pronto vere- mos, que se consideraba que el dominio efeetivo de Nippur conferia cierra clase de legitimidad a la hegemonia supralocal, pero es dificil evitar In conclusién de que ef principal mérito de Nippur era su emplazamiento en el centro de la lanura, y no parece haber ninguna razén para suponer que en los primeros dfas de la liga ka colaboraciGn incluyera la seleceiGn de dirigentes, en lugar del establecimiento de acuerdos en pie de igualdad, como sucedta en Ia liga Amfictiénica que se reunia en Delfos y las Termépilas Sin duda también exista un sentimiento de pertenceet a una entidad culeural comin. En casos semejantes, como la Grecia clésica, la «koine» podfa ser definida, mis o menos, en términos de lenguaje. Como veremos enseguida, en el sur de Mesopotamia se hablaba tanto el sumetio como el acadio, y el concepto de «EL Pafs» (kalam) parece haber incluido 2 toda Ia lanura aluvial. La conciencia comin se muestra, por ejemplo, cuando se concluy6 un tratado de paz entre Laga’ y ‘Umma: Jos juramentos para solemnizar el acuerdo fueron acompafiados por un cutioso ritual consistente en poner ungiiento sobte los ojos de las palomas y enviat- las a las principales divinidades sumerias: Enlil en Nippur, Ninhursag en Kes, Enki en Eridu, Nonna en Ur y Uru en Larsa, Evidentemente de esta forma I pantes ponian el tratado en conocimiento de estos dioses, testigos, lo que en términos humanos significaba que se ciudades-estado de Stimet. Sabemos qu justo al final del Protodindstico, en el tercer aio lel Gltimo gober- nante independiznte de Laga8, UrukAgina, su esposa envid una amglia oftenda de peces de diferentes tipos a Nippur. Esta claro que se trata de alain tipo dle manio- bra en el complejo juego diplomatico de la época, y subraya el papel potencial de un centro teligioso en el reino de la politica secular. Esto se manifesta con mayor claridad en una insctipeién casi contemporsinea encontrada sobre un gran néimero de cuencas de piedra excavados en el santuario central de Enlil, en la tltima déca- da del sigo xix, por la expedicién de Filadelfia. Su exposicién de la idealogia que rodeaba los acontecimientos es tan precisa que hace que merezca la pena citarla de forma completa (texto 2.3). Aparece, de la forma mis explicta, la ideologta formal partici- quienes accuarfan como laha a conocer a las otras 2 JACOBSEN, 1970, p. 140, » Westewniou, 1977, p21. Texto 2.5. Tasal del Tir se le opusi bajo los C de la polite expresado c Saber Luge: neo. Séle capaces de el momen des que no 0 probada « objeto de Lagat en es Para tradiciones rweridional. H fests iden ‘Texto 2.3. Inseripeién sobre vaso de Lugal-zagesi Cuando a Lugal-sagesi Rey de Unuk, Rey del Pats, sicerdote de An, «profetar de Nisaba, hijo de Bubu (Gobernador de Umma, «profeta» de Nisaba), mirado con favor por An, rey de pases, cl Principal Gobernador de Enlil, a quien Enkt otorgs sabiduria, elegido por Uru, Alto Viste de Sin, General de Utu, proveedior de Inanni, Iujo nacido de Nisaba y amamantado con Ia leche de Ninhursag, hombre de Mes- sanga-unuga, eriado por Ninggrim la seftora de Uruk, y Alto Aciministrador de los dlioses~ Enlil, rey de paises le habia dado la Realeza del Pats, hecho al Pais obedien- te asus dictados, arrojado a sus pies todos los pases, ysometida a su dominio desde Ta salida del sol hasta el ocaso, en ese momento avanzé desde el Mar laferior, através ddl Tigris y el Eufrates, hasta el Mar Superior, y Enlil no habfa permitido que nadie se le opusiese desde la valida del sol hasta el ccaso. Tos los patses se enconeraban bajo €l [satisfechos] en sus pracertas,y el Pafs se reyocijaba, Los santuarios de Stier, los Gobernadores de todos los paises y la rezién de Uruk decretarn el papel de gober nante para él. En esa época Uruk pasaba los dias en celebractones, Ur elevaba st cabeza hacia el ciclo como un, toro, Larsa, la ciudad amada por Utu, se regocijab, ‘Unma, la ciudad amada por Sara clevaba su cuemo, la resin de Zabala chillaba ‘como una oveja que recneuentra a su cordero,y [la ciudad] KILAN elevaha su cue- Mo al cielo. Lugal-zagesi, Rey de Uruk, Rey del Pas... hizo grandes ofrendas en Nippur a Eni ‘su rey, yle hizo hbaciones de agua dulee. Si Enlil, Rey de todos los paises, diiera una oraciGn por mia An, el padre que lo tama, y afiediera vida a mi vida, entonces el Pais se encontrard (satisfecho] en sus pra- derias hajo mi mando, entonces seguramente la humanidad se extenderé como bier ba, fa ubre del cielo’ funcionaré adecuadamente, el Pais estaré cémodo bajo mi mando. iQue [los dioses} no revoquen el favorable destino que han decretado para rfl iQue siempre yo sea pastor! or su vida él decicé esto @ Enlil, el rey que lo am, (Vease COOPER, 1986, pp. 94-95, para orta traduccion y biblicarafia.) de la politica sumeria: Lugal-zagesi, quien procedia de Umma, nos dice que como consecuencia de su habilidad militar o politica ha logrado ef dominio de Simmer, expresado como la concesisn de la Realeza del Pats por Enlil; de ahs que le dedique estos cuencos en Nippur Sabemos muy poco més de los acontecimientos que llevaron al ascenso de Lugal-zagesi; parece reivindicar haber avanzado desde ¢1 Golfo hasta el Mediterré- neo, Solo menciona unas pocas de las ciudades tradictonales del pafs, y no somos capaces de valorar el significado de las omisiones: {No estaban bajo su control en el momento de la inscripeién o es que la lista es muy selectiva? Una de las eiuda- des que no menciona es Lagaf, que resulta ser en la que, irdinicamente, mejor com probada esté su actividad, en forma de saqueo de templos en la zona rural, que fue ‘objeto de una lamentaciGn que lo condenaba y exoneraba a UruKAgina, el ensi de LagaS en ese momento (texto 6.4) ‘Para concluis la informacién de las inscripciones contemparéneas concuenda con tradiciones posteriores a la hora de presentar el Protodindstico en Mesopotamia meridional. Habia un cierto niimero de ciudades-estado, quiz unas treinta, con fuertes identidades locales simbolizadas por las divinidades de la ciudad y sus princi- pales santuarios, Estas ciudades compartfan una conciencia de pertenecer al epais», actuando Nippur y su templo de Enlil como centro simbslico. Existe informacién de 5 tna considerable interaccitn, tanto de cooperacién pacfica de eanieter politico y econémico como de confrontacién militar que Hlev6 al dominio de una entidad pol fica sobre otta, pero no hay datos que testimonien una significativa interferencia en los asuntos intemos de una ciudad por parte de otra. «SUMERIO» Y «ACADIOn He utilisado el rérmino sel pais» pata referirme a Mesopotamia meridional en parte para seguir el uso contemporsineo y en parte para evitar usar términos mis espeefficos, dado que, a diferencia de la monolitica eseructuta del antiguo Eyipto, éstos cambian constantemente y provocan confusién. Con la legada de la dinastia sde Akkad no podemos seguir posponiendo el momento de tocar el tema de las len- guas que se hablaban y de fos diversas nombres del pais. Después de esa dinastialos gobernantes del sur de Mesopotamia se autodenominaban «Rey de Simer y Akkads, y a partir de estos topénimas las dos grandes lenguas de Mesopotamia en cl cercer milenio son conocidas como «sumerio» y «acadio», tanto pot los habitan: tes de Mesopotamia como por los estudiosos modetnos. A la vista de las cortela- ciones éinicas, sociales y polticas, results esencial entender las implicaciones de cada término. Comencetos con el sumerio. Sélo se eonoce como lengua viva en el sur de Mesopotamia en el tercer milenio a.C:®, pero sobrevivié en las escuelas ccuneiformes hasta el siglo 13.C, como un gjetcicio escolar similar al latin medieval Gracias a ello disponemos de vocabularios bilingties © diecionarios y de textos con traducciones acadias, a partit de los cuales podemos comprender una buena perte de las inscripeiones sumerias originales que nos han llegado, No obstante, cuanto sds nos remontamos en el tiempo, la escritura se hace mas pictogréfica y menos explicita, hasta el punto de que en el caso de los textos de los primeros momentos de Uruk silo podemos suponer (aunque con confiansa) que se trata de sumerio (véase cap. 3). A esto se afade el problema de que el sumerio no tiene pasientes conocidos (a pesar de los esfuetzos de los aptimistas), de tal manera que ni su estructura gramiatical ni su vocabulatio pueden ser reconstruidos con Ia ayuda de ‘otros idiomas ya conocidos, Afortunadamente éste no es el caso del acadio (véase ihustracién 2.9). Este té ‘ino deriva direetamente del nombre de la capital fundada por Sargbn al comien- 2 de la dinasifa de Akkad. El uso que hacemos de dicho vocablo sigue el ejemplo de quienes lo hablaron, los babilonios del segundo y primer milenio a.C., y abarca los dialectos hablados tanto en Babilonia (Mesopotamia meridional) como en Asi ra (Mesopotamia septentrional) durante la mayor parte de este perfodo hasta cue fueron gradualmente expulsados por el arameo en el primer milenio u.C. Podemos dliscerir por ver primeta estos dos grandes dialectos s6lo después del colapso del imperio de Ur II, cuando el antiguo babilonio se convierte en la lengua franca de li mayor parte de Mesopotamia meridional y gran parte de la septenttional, y el antiguo asirio emerge como ef dialecto de la ciudad de Assur. Dado que en esa fecha ® Por supuesto es imposible saber cusindo mutié el dhtimo bablante nativo del sumetio; en Corer, 1973, existe una discusiGn sobre este tema; para un antiguo couentario sa co sobre el uso del sumerio en Nippur,véase el texto editado en REINER, 1936. jental y Mesopo 1 Sina ie e] ua ounspug aaMeLC) nua} ap odt], , opuieap He) [RUT BOYD Tauapine esnnuag | wadomnacpuy aS coaigay A T omar "an emy eyaangy eyes, eowom PonyHag pawn Imormiomenucmioyy | pruners unndorayy primo mpemny | Sag ent s de elas eval, parte aenel la poblacidin que Ilegaba cra amorzta, con un idioma semita completamente distin- to, los hablantes del babilonio y el asirio ya tienen que haber estado establecidos en Mesoporamia, pero en la actualidad resulta imposible determinar con exactitud la relacién entre estos dialectos mis jvenes y el usado por los reyes de Akkad y exctibas, concede generalmente como antiguo acadio. Lo gue resulta claro es que retenia algunos rasgos presentes en otras lenguas semtticas (por ejemplo en la mor fologfa, como un dual formado libremente, o en la fonologia, como el «ayin» o un fonema separado correspondiente al interdental th) que no sobrevivieron en el aca- dio posterios, quizé bajo la influencia del sumerio Es evidente que el acadio no nacié de forma repentina con la fundeei6n de una nueva ciudad. En las dos dlimas décadas ha quedado claro que entre las socieda des sedentarias de comienzos del tercer milenio se encontraba ampliamente exten clida una lengua semitica relacionada con el acadio. Con anterioridad el mejor indi- cio de esto procedfa de los nombres de los reyes legendarios de la I dinastia de Kish, varios de los cuales eran claramente semiticos; pero la Lista Real no tiene la auten- ticidad de un documento contemporneo, y los estudiosos recibieron una conside- rable sorpresa cuando, en 1965, Robert Biggs anuncié que una buena parte de los esctihas que habfan escrito las tabiillas literarias sumerias arcaicas localizadas en las excavaciones de Abu Salabikh, un poco al norte de Nippus, ter‘an nombre semita Posteriormente se descubrié que también usaban algunas palabras semitas en Jos documentos administrativos, como los niimenos «100» (mat) y «1.000» (lim), y palabras para «y» (a) y , sea la mejor opeién posible, aunque se admita que es total mente posible que exista tna estrecha conexién entre algunas o todas ellas* «SUMER» Y «AKKAD» Al dirigitse al remplo de Enlil en Nippur el Himno de] Templo de Enheduana dice «a tu derecha e izquierda estén Stimer y Akkad», Aqui se efleja una larga tre. dicibn segiin la cual el norte es sizquierdav y el sur «derecha»', pero los términes traclucicos como «Siimers y «Akkad» son muy enigméticos: en la traduccisn unl. amos las palabras acadias, pero en sumerio son ki-en-gi y kicuri eAkkads, 0 mejor sla tierra de Akkad» (mat akkadin), no plantea problemas, ya que se besa en el nombre de la nueva capital de Sargén, emplazada en algdin punto de la llanuira ale vial septentrional ain sin dentilicar; pero no sabemos c6mio se Hamaba esta parte del terttorio antes de Sargén. El térmio sumerio es kisur;kisgniica «regions, pero uri sigue siendo un enigma, y el término no esti atestiguado von ancerioridac ol reinado de Sargén®. , véase el texto 4.8), fueron esen- cialmente medidas defensivas para mantener a los nmacdas fuera de los territorios colonizades: Los burderatas no registran lo excepcional, yen los documentos administrativos él contacto con los amorritas se limita generalmente a las relaciones pacificas con individuos, eritese de enviados del exterior o de inmigrantes en busca de empleo. Sin embargo, se ha conservado cierta correspondencia entre un preocupado Ihbi Sin y sus gobernadores, ya que fue ineluida en los textos escolares, y entre estas cat~ tas algunas se refieren a Ia amenaza amorrita. Escribe al gobetnador de Isin so tando el envio de trigo a la capital, y recibe la contestacidn de que no hay barcos disponibles y que los amortitas han invadido el teriterio y eapeurado algunas fort- ficaciones. La desesperada necesidad de suministros que experimentaha la capital para evitar el halve se refleja en los textos de caricter administrativo proceden- tes de Ur, que reflejan vivamente la fuerte inflacidn existente, que hacia que los precios de productos hasicos como la cebada, el pescado y el aceite se multiplicaran Por sesenta, veinticuatro y cinco, respectivamente. Al mismo tiempo las lstas de ofenclas al templo de Nanna apuntan a la recueciin del érea geogrifica controla- da por la dinastfa, y el proceso de desintegracién tambign queda ihustrado pot la dis- tribucién de los documentos administrativos que sobreviven: si bien la tiltima apa- ricin de tablillas de Ur IIT se da en diversos yacimicntos, esta claro que durante el seinada de Ihbi-Sin la extensién de Ur se estaba reduciendo rapidamente. Los tex- tos cesan en Esnunna después de su segundo aio, en Susa después del tercern, y en ‘Lagas, Umma y Nippur después del quinto, sexto y séptimo, respectivamente" DESINTEGRACION Y RECOMPOSICION La tradicin postetiot atribuye la derrota final de la dinastéa de Ur a una inva. sign desde el esce, y ciertamente durante un breve perfodlo hubo una guamicién ela- rmita en la capital, pero quienes heredaron el poder fueron los amorritas. Probable. mente nunca se conozca el curso exacto de los acontecimientos, pero antes de que transcurrieran cincuenta afios de la caida de Ur, Stimer y Akad estaban divididos en numerosos estados de pequerias dimensiones, con una farailia goberante amo- rita al frente de In mayoria de ellos. A menudo se alude a esta poca como perio- do de «lsin-Larsa», ¢ Isin fue una de las primeras ciudades que formé un estado independiente, bajo Ibi-Etra, el mismo gobernador con el que Tbbi-Sin habfa man- © Tidnum es el nombre de uno de los grandes grupas amorritas, que aparece hasta el final del perio paleobabilonico, por ejemplo en el nombre Samsu-ditana. 5 Vase Winer, 1969 b, ' JaCORSEN, 1953, p. 38 yn. 17; la informactén sobre precios ha sido revisada reciente- mente en Gow, 1984, yacimizntos marcados €on wo punto grande han proporcionado textual del control directo de Alkkad. b) Dinastia de Ur IM. Se sabe que los ados con un punto grande eran sede de un gobemnador.e) Etapa de | lzmente e] 2000 hasta el 1890 aC), Se sabe que los yacimientos i com un punto grande fueron capitales de entidades po de Haramurapt(descle aprasimadamnente el 1800 hasta el aproximacla la ruxima extensiGn del territori bajo conto di mediante un punto grande desempefaron el papel de capital en tenido riego y otras dicional gobe las din su posicién exig parte de la pondencia r: esa linea fu Secuencia el pais No t Ered, que colapso del i do textes p documentos centro de La mayor p: due explicaré * Para los Ease Bic, 1975 dicha, en cier (karan) siderarlos co nuostea de forma Los niicleas marcados 62 tenido correspondencia. Ciertamente, los documentos de Isin comienzan a ser

You might also like