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SHA Se Caracteristicas y Dificultades de las Prcticas Psicolégicas en el Ambito de la Justicia Nuestra prictica vuestra préctica, referida al terreno de Ja administracién de Justicia, nos enfrenta con una serie de situaciones a ls que respondemos desde tuna posici6n en el campo de la Psicologia, lo que nos coloca en muchas oportunidades ante interrogantesy dificultades sobre el sentida de nuestro decir y nuestra posicién: profesionaly personal. En general Ilevames adelante un conjunto de préeticas psicolégicas quese pueden entender puntnadasen dos lugares: aquellas que se inseriben como especificas en Jas articulaciones y formulaciones que constituye el discurso juridico en la aceién judicial, y aquellas otras que, \ien no articuladas en el mismo sentido, son de todos ‘modos reclamadas desde el campo de ls pricticasjudiciales porsuaféctaciénlacondicién desus operadores. ‘Entre las primeras estin fundamentalmente las realizaciones periciales ls documentales técnica, y entre Jas segundas los asesoramientos a magistrados y fancionarios y las distintas intervenciones operativas en situaciones que, como las derivadss del Derecho de Menores o de Familia, resultan en general intervenciones con objetivo diagnéstico y que pueden producir efectos clinicos mis alli de que ése sea el sentido institucional del convocatoria Esnecesario destacar que cuando nos referimosal Ambitoo campo de laadministracién de justicia lo estamos haciendo a un dispositive institucional més 0 menos hheterogénco cuya fincién es la de evar adelante la tarea, ‘monopolizada por el Estado, de un sistema de resolucin de conflictos que en el campo social se suscitan entre las personas. Como se puede notar la referencia de todas las pricticas judicinles esti vineuldi’ a solucién de diferencias interpersonales. Queda en interrogacién en ests reflexiones, si el tratamiento judicial de algunas dificultades de interrelaci6n subjetiva es suficiente para su tramitacin, es decir para su solucin en términos de ls demandas subjetivas que esos conflicos contienen, En general las intervenciones que som llevadas a cabo con el fin propuesto no siempre arrojan como resoltadouna soluci6n diferente laresolucién judicial ya Dr. Jorge A. Degano. «que la Justicia sostiene modelos y concepciones que son las referencias operativas propias del sistema con la gonsecuencia que las resoluciones de las situaciones conflicivas van scr estrctamente entendidas en esos ‘érminos, es decir juridicos. Los modos de entender la subjetividad en esta instancia estén. particularmente ignadas por esos modelos, sin poder arrojar otro resultado queuna resclucién juridica, En sikima instancia no es menos cierto que las soluciones buscadasjudicialmente no siempre son posibles ‘8 que, finalmente, son soluciones de y sobre personas Jjuriicas’ y no entre sujetos en la dimensién de su singularidad, Mucstra clara dé esta distincién radica en el caricter de la condici6n de repreentac levade necesarin a Quien comparece ante los estrados judiciales. Su palsbra est slienada en el deci desu abogado defensor por un lado ¥ por oo por la condicién escritural de la tramitacién Jjndicial de las causas. Esto implica un borramiento 0 alienacién juridica del sujetohablante Las diferencias ‘Esta caracteristica de ls précticas judiciales-y por sus efectos hace que se imponga en algunasintervenciones judiciales In convocatoria 2 otras disciplinas en calidad de saberes concurrentes que se inscriben en esta insuficiencia estructural del Derecho para comprender 1a vicisitud subjetiva 7 La fimcién del Psicélogo en. los estameatos judiciales se puede considerar como esencialmente transversal ala diteccionalided de los discursos que circulan cenel espacio judicial a partir de la diferencia seftalada en lo relitivo a la diferente rafz de la perspectiva con qué se enfocan las vicisitudés humanas desde cada una de las précticas (judicialy ps elfnica), Vilguentoncesremarcarla siguiente diferencia: EI Derecho, como referente de las pricticas de Justicia, opera con una comprensién del Sujeto centradaen a elecci6n voluntariade sus conductas, Eldecir de la Psicologia, desde la lectura Psicoanalftica, concibe un sujeto atravesado por determinantes inconscientes que operan|averdadera 23, dimensién subjetva, de la que nunca puede dar sentido la fugacidad auto referente de la personajuridica. ‘En Ia préctica cotidiana los operadores psi son convocados a decir sobre las Personas y sus furnciones pafquicas y en su intervencién son escuchados Sujetos dichos por discursosinnconscientes. Esta distancia radical en tantodicha, privilegia,en tanto callads, inmoviliza. Lo buscado, lo encontrado Conociendo de la verdadera naturaleza distintiva del discurso jurfdico convocante se puede, 0 bien, decir sobre l2 dimensién subjetiva escuchada 0, no siendo conscientes de ello, s6lo se hablari de personas, sus fanciones y propiedades psiquicas, diagnosis juridicas y psiquidtricas, es decir, ciencia positiva que elude al sujeto. En Gltima instancia, ésta es la verdadcra dimensién que se reclama ciando un magistrado nos consultaporasesoramiento. 2Qué otra cosa puede estar queriendo que se le ign sino sobre aquello de lo que esté imposiilitado de saber pero que a su vez, por via de su condiciéa subjetiva, sabe que existe? Es este decir portador de la discordia no de fa solucién buscada ya que trae el conficto, nolo resolucién, on tanto que, en ese decir est{ reconocida una dimensién diferentede larequerida insttucionalmente. Ta posicién de tansversalidad que sostiene las Lintervenciones psi se diferencia radicalmente de la objetivacién del sujeto que produce Ia lectura juridica'y permite que, en algunos casos algo de la verdad subjtiva se pueda legarainscribirenel proceso, Lasolicitad de pericia, en general, constituye una efectos de determinar sobre aquellos aspectos de la materia del juicio que, por imposibilidad estructural, no puede ser significado desde sus elementos de significac Enlas realizaciones pericales la foncin requetida cs la de expedir, desde el propio “saber” del perito, sobre requerimientos espectficos. La convocatoria por lo tanto, esti hecha a los fines de cerrar los huecos de significacién que haabiertoel hecho -laconducta ~en cuestién. Siendo un juicio el resultado de un debate de razones sobre un hecho, el intento estructural de las partes es convenceraljuez, de esemodo, quesu-decir, sarazén, acceda la categoria de verdad juridiea, soporte del flo. ‘La solicitud de pericia va 2 estar, en gencral, al servicio mas de Ia comprobaci6n de algunas presunciones, que de una apertura interrogativa (bésqueda de la verdad) yaque todo elemento que se introduce al proceso vaaestar generalmente previsto y ealeulado por las partes en la lucha tépiea en que en definitiva consiste el proceso judicial, Ilegindose a pensar que el pedido de pericia puede ser una accién estratégica de alguna de las partes en esa Iucha procedimentalmentelegitima. Ta perica por lo tanto puede constituir un argumento estratégico, sin que ello sea sefialable en si ‘mismo, Seri fincién del perito reconocer el inserto de la ‘convocatoriaasu intervenci6n ysi,ademis de ello, se puede reconocer en la situacién a peritar una verdad subjetiva contenida en ls hipétesis que sostienen la formulacién de lospuntos depericia. ‘Desde esta perspectiva los puntos de prise van a interrogar al’ perito, por un lado, sobre presunciones supuestas como hipétesis y que, ya djimos,tratarin de ser favorecides por el dictamen ¥, por otro, sobre una concepcién de sujeto psiquico también supuesta y contenida en el modo y I6gica que expresa su formulacién, esdecirlos objetosainvestigar. Estrategia judicial vs. Realidad subjetiva Noestandoavisados de esta doble condicionante a que expone laprictica pericial se puede queda sostenidoen dl resultado de la intervencién, afirmando wna realidad estratégica antes que una realidad subjetiva, significados pporel asentimiento mudo, es decir, confirmando hipstesis predeterminadas por lossoliitantes de a pericia. Otra cosa es entender en su interioridad estructural [a convocatoria, y eludirla sin violentar lo procesalmente dispuesto (el imperativo de que se debe contestar a Jos puntos de pericia). De este modo existe la oportunidad de abrir un espacio de decir pericial a otra fanci6n, la que actuard en vineulacién con la ética que sostiene ladimensiénpsi. Lo anterior no significa que se désoiga el mandato legal de la realizacién pericial sobre los puntos de su convocatoria, sino permitir que la dimensién subjetiva pueda serreconocidaen elsujeto de lapericia. iQue otra cosa puede ser més interesante que adentrarse en el discurso del sujeto, apasionados por los ‘escenarios que presents, por los movimientos histéricos, la novela familar, ls posiciones respecto de si mismo, de st acto, de los otros, ete.?, definitivamente, éque otra cosa puede resultar mds interesante que escuchar al sujeto mas alld que ol resultado de esa escucha debs ser férmulada de acuerdo al éntendimiento que el juez proponga y segén los puntos delapericia convocante? ‘Es precisamente de ese modo como algo de la Verdad del Sujeto aspirarf a articularse-y-conformar la~ dimensi6n del fll, es decir, articular en algiin lugar con la Verdad jurtdica. La posibilidad a la escucha + Es esta intervencién - tanto en fancién pericial como de otros modes - Ia Gnica oportunidad en que la imensién subjetivasea dicha en una realizacidn procesal - 4p 24 7 judicial, ‘Enel caso de lasintervenciones operativas, sibien no findadas en disposiciones procesales, se imponen ‘muchas veces por emergencia propia, a sola y propia posicin de sujeo dela exucha en que quedan determinados aquellos sobre los que se interviene - siempre que el operador psi pueda darles ese lugar y esa posibilidad mediante su escucha ~ abre en los entrevistados Smbitos de circulacién de la palabra que pueden estar ausentes en su relacin vital cotidiana y més ain judicial. Esta sola condicién sucle producir efectos mélples, a veces en el sentido de la clinics, rebasando © subvirtiendo asf lo inicialmente demandado en términos Jjudiciales. Ese es precisamente un lugar de subversién del Gireuito jurfdico en el atravesamiento que el sujcto produce. No es que se imentari la desobediencia sino simplemente se permitirdet despliegue en el sujeto. Siendo las pricticas psicolégico forenses un ‘campo texturado intemamiente por un conjunto de decires ‘y operaciones referidas a'disciplinas psicol6gicas situados ‘operativamente en el espacio judicial, es nuestro intento abordar una lectora y reivindicacién de eéte espacio desde los supuestos tesricos del Psicoanilisis, nica herramienta, desde nuestra lectura, posibilitante de la apertura en Su dimensién regia: La palabra a la verdadera escena de los aconteceres de la subjetividad y en este caso, convocante de Jas vicisitudes del entrecruzarniento con las pricticas de la justicia ~ 895

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