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    Dirge pr Hage Verret Joél Candau ANTROPOLOGIA DE LA MEMORIA Ediciones Nueva Visién Buenos Aires Candau, dod! ‘Aniropologa dela memoria 1 Buenas Aires: Nueva Vision, 2006 128 p 20x19 com -(Clves) “Traducciin de Paula Mahler ISBN 950-600-4405 1 Tuo 1. Mnemotrpismo 15914 aN 1-1" rp. ‘Titulo del original en francés: Anthropolagie de ta mémoire Copyright © Presses Univeristares de France, 1996 [Esta obra se publica en el marco del Programa Ayuda a ta Buicion Vietoria Ocampo del Ministerio de Asuntos Extrat jeros de Francia y el Servicio Cultural de la Embajada de Francia en la Argentina, Traduccion de Paula Mahler LSBN.10.,950.602-440:5 ESBN.13.978-950-602-40-6 ‘Toda reproduecién total o parcial de esta ‘bra por cualquier sistema -incluyendo el {otocopiado~ quene haya sidoexpresamen teautorizada por el editor conatituye una {niraceion alos derechos del autor y seré Feprimida con penas de hasta seis anos di Drisin (art, 6 de a ley 11-723 y art. 172 fel Codigo Penal (© 2002 por Ediciones Nueva Visiéa SAIC. Tucumén 3748, (1189) Buenos Aires, Replies Argentina. Queda hecho el depésito que rmarea la ley 1.723, Impresoen la Argentina / Printed in Argentina INTRODUCCION Enla Grecia Antigua, loshombres comunes quedesaparecfan tenel olvido del Hades se volvian ndnumnot,“anénimos",*sin hombre” “En cada momento me parece que me escapo", (xclama Montaigne, sin dudas porque, en tanto “hombre que fo retiene nada”, lo aflige una "monstruosa’ falta de memo- Fine “No sé ver nada de lo que veo, confesaba mas tarde Rousseau, noveo bien laquereeuerdoy s6lotengo pensamien- tosen mis recuerdos” Sin memoria, el sujeto se pierde, tinicamenteel momento, pierdesuseapacidadesconceptuales| 1 cogmitivas. Su mundo estalla en pedazos* y su identidad se Jesvanece. Sélo produce un sucedineo de pensamiento, un pensamiento sin duracién, sin el recuerdo de su génesis, Eondicion necesaria para la conciencia y para laconciencia de tino mismo. Asi, cuando Proust se despierta en su habitacion {de Combray en mediode la noche y no reeonoce el ugar donde ddescansa, se siente “ms despojado que el hombre de las ‘cavernas’y solamente el recuerdo logra “sacarlodela nada" ‘La facultad de la memoria, esencial para el individuo en ‘todos los momentos desu vida, tiene un papel de importancia mayor en la vida social. En una de sus alegorias* Voltaire ddeseribe la venganza de las musas que, para defender a su Jean-Pierre Vermin, “Linde dans la tom Sur ind (oem celecivl, Pari, Seu, 158, p28, Montaigne, Bsa, Pris, alizmard, 19651, 1% 88 T,X, 104 ‘eam Jans Rvsaes, Las canesions, Pars, Calimard, 1959, ro tener ps THEI Aleander Luria, homme dont fa méimoire voit en delat, Pai Seu, 1986, 310 “Atarel Proust, Du cide cher Sean, Pari, Robert Lafont, 1987, * Vltire, Aventure dele mmo e. Romans conte em ver tom pro, Pari ibe genial ramgsce, 199, p. 70-77, madre Mnemosina, le quitan el don de a memoria a la Nonsobre y a los liotisteos, sejanistas y dicastértcos.; Estas, aliados en contra del empirismo de Locke, proscribian Ia ‘memoria ¥ los cineo sentidos con el objetivo de promover el {nnatismo cartesiano. Entonces, la situacin era “mucho peor que en Babel. Las hombres y las mujeres se olvidaban totalmente de quiénes eran y toda la vida social, todo el ppensamiento se volvieron imposibles, hasta que las musas , Tevantaron elerueleastigocuyaleecin era clara: "Ia memoria ces el nico instrumento por el cual podemos unir dos ideas y dos palabras”, es decir, escapar del apoderamiento de la {nmediatez, Sin la memoria no hay més contrato, alianza 0 ‘convencidn posible, nohay mas fidelidad, no hay mas prome- Sas cquign vaarecordarlas?),nohay mas vinculo social y,por consiguiente, no hay mas sociedad, identidad individual o tolectiva, nohay mae saber; todo se confunde y est condena- doa lamuerte, “porque es imposible comprenderse™* |. odriamos multiplicar los ejemplos que ilustran el lugar central delamemoriaen las ociedades humanas: la vision del ‘mundo tripartita, presente en los principales pueblos indoeu- rropeos, segun Dumézil, Ia ifluencia que ejercieron en la Titeratura,en nuestro lenguaje yen nuestra vida cotidianalos ‘grandes relatos fundacionales; el aumento considerable de ‘Saber y de experiencia de las sociedades humanas desde el nealitico, La memoria ejerce en cada uno de estos easos una influencia total Hoy observamos en las sociedades modornas -y especial- smenteen Ia sociedad francesa una compulsidn de la memo- ria, un“mnemotropismo",quejustificaaunmasel proyectode tuna antropologia de la memoria. Este culto de la memoria se* ‘expresa de diversas maneras:frenesi por el patrimonio, eon- ‘memoraciones, entusiasmo por las genealogfas,retrospeccién generalizada, busquedas multiples de los origenes o de las = rafees”, éxtos editoriales de las biografias y de lo relatosde vida, reminiscencia o invencién de muchas tradiciones. Esta tendencia, que trabaja profundamente en las sociedades con- tempordneas, es el objeto de los tres eapitulos reunides en la segunda partede este libro. La primera parte, es decir los tres ‘apitulos que siguen a esta introduceién, propone las bases i decir, erpectivamente, La Srtons, le Jesuits disciples de ayaa ents nein el paraenn indispensables para cualquier enfoque antropoligico de la memoria: bases anatomieas y bioldgieas, por supuesto, pero también flosoficas y psicolgicas. ‘Estos primeros eapitulos introdueen un componente esen- cial de la memoria: el olvido. Solamente después de haber ‘xperimentado el olvido, los individuos son eapaces de apre- Gar el recuerdo; los grupos y las sociedades construyen su Sdentidad juzando permanentemente con los dos registros: por una parte, el deber 0 necesidad de memoria (la Bibli Fecuerda este imperativo decenas de veces: “Recuerda”) que ‘puede ser una condicion del intercambio y de la reeiprocidad: FRecuérdenme y me acordaré de ustedes” (Coran Tl, 147); por ‘tra parte, el deber ola necesidad de olvide (no pfenson mas fen los hechos pasadas” Is. 43,18). Intentar una antropologia ‘dela memoria es tomar en cuenta el procesode la memoriaen su doble dimensién: su solana~cl recuerdo y su zona um: bia es deci, lo opaco, oscuro, elvidado (la amnesia) olo que riginalmente esta ausente de Ia memoria (la amnemosinia) porrazones que hay que explicitar~ Esta ambivalencia dela ‘memoria es el “hile conductor” de esta obra Capitulo 1 LAANTROPOLOGIA LAS BASES ANATOMICAS Y BIOLOGICAS ‘DE LA MEMORIA Jplina, 1a antropologia no se interesa por la Tasultad de la memoria propiamente dicha,niporlosusosolas fallas mneménicas de tal o cual individuo, ni siquiera por tas modalidades culturales de esta facultad, es decir, por las diatintas formas que pueden tomar lasrepresentaciones indi- ‘iduales y colectivas del pasado. En efecto, ya que la antropo- ‘social y cultural estudia al hombre en tanto ser sociali- mada y no en tanto ser biolégico, parece logico apelar a. la distincin candnica entre naturaleza y cultura: “En todos los Iugares en los quela regla se manifiesta, sabemos con certeza queestamos en el nivel dela cultura. Simétricamente, es iil Feeonocer en lo universal elcriterio de la naturaleza, Pues lo fonstante en todos los hombres eseapa necesariamente del ‘eampo de las costumbres, de las téenicas ydelasinstituciones por las que sus grupos se diferencian y se oponen”.' (Es “universal la facultad de la memoria? Si,sin ninguna duda, ya {que se encuentra presente en todos los hombres, salvo que tengan trastornos patoldgicos precisos. Desde este punto de vista, esta facultad tiene su origen en la naturaleza y no ‘onstituye el objeto primero de una antropologia de la memo: tia, Por el contrario, el uso que el hombre hace de la facultad de ia memoria evolucioné con el curso del tiempo. Probable- ‘mente cuando lo adquirido emperé a superar a loinnatoen el proceso de socializacién,® hace aproximadamente cien mil Aafos, la memoria haya tomado wn lugar eada vez mas impor- tante dentro de las sociedades. A partir de ese momento se Impuso la necesidad de transmitiralas generaciones siguien- "Clade Lévi Strauss, Les structures lémentare de a paren, Pai, PUF, 1947, p10. {Pierre Héraux, Elements dune thérie de la transmission svi, Infrme snttco prepara pars la“ Habiltackn para dig investigaco- fea" Universi de Nice, ere do 1988, 304. ° tes loadquirido -saberes, maneras de hacer las cosas, creen~ cias y tradiciones-, necesidad que constituye el origen de la invencion de diferentes procedimientos mnemotécnicos y, ‘mucho més tarde, del desarrollo del arte dela memoria, antes, deque laescritura primero, ylaimprenta luego, sustituyeran parcialmente la memorizacién. Por otra parte, las modalida- des de la facultad de la memoria estin roguladas: varian segiin las sociedades e incluso segtin los grupos e individuos dentro del marco elas restriceiones glabales delaespecie.La prueba de esto es la existencia de conflictos de memoria con. respecto al mismo acontecimiento otambién las manipulaeio- nes de la memoria, que se han verificado en numerosas in- vestigaciones. Por consiguiente, ya que a rogla se manifiesta nel lugar que las diferentes sociedades le han otorgado ala, ‘memoria o, también, en las expresiones coneretas, particula- res y observables de esta facultad, estamos en este caso en ol nivel dela cultura y, por tanto, este campo preciso es el que constituye el primer interés del antropélogo. Sin embargo, no podemos iniciar una antropologia de 1a ‘memoria sin considerar los modelos neuronales que, por una. parte, nos pueden aclarar los diferentes funcionamientos de la memoria y, por otra parte, determinar los imitosfilogené- ticos de su variabilidad cultural. Por lo tanto, en primer tér- ‘mino tenemos que precisar cuss son las condiciones de posibi- lidad de las diferentes formas de expresin de esta facultad de Ja memoria, sin que eon eso pretendamos explorar la biologia de laconciencia ydela memoria, lo que nosllevaria mucho mas allé de nuestro campo de competencia. El lego que quiera profundizar odiscutir los diversos aspeetos de Ia hipitesis qu proponemos-losestadosmentales los procesos dela concie ‘yde la memoria pueden explicarse por ‘cicrtas formas particu: lares de organizacion de la materia” que son producto de una ‘evolucién~ puede consultar las numerosas obras dedicadas al ‘cerebro ya lamemoria publicadas durante estos tltimos aos. * Gira M. Basan, Bogie dela como, Pai, Oe Jen, 1982p. 15, + Jean Piore Changeus. Lome neuronal, Paris, Librairie thie Fayard, 1985. Georges Chapoutier, La bnogte def mimaire, Pais, PUP, “Que sti jo, 1994, Bibliogafa, 128 p, 9 2863. Antonio. Damasio, Verrearde Deweartes Laraizon detmotins, Pari, Odie Jacob, 190,968, pean Delacour, Biologie de lo conscience, Pats, PUF, “ue sae, ‘261. Cérald M. Edelman, Biologie dea conscience, Pais, “Points” 192,428 p dean-Dulier Vincent, Bolg der Parts, Odile Jacob, 1808, 406 tian literal ds, comin sigaiticatiramedtlad Eetsslsmo por la memoria del que hablabamos anex Finalmente, sehalrnosquesi bien la nearobologia nesta sqania de nouromtclogiany a veces parece facinaa pe ax stiquetas quimicas de cada uno de nuestros comportamien- fon! Ts trabajos que cnsideramos aqul goran de consenso tetmprerelativo) dentro dea muna cent, 1. Bucerenno El cerebro, “el més extrafio de nuestros atributos”,el objeto tmaterial “mas complejo que conozcamos en el universo"* todavia no liber todos sus secretos sobre la memoria. No estamos ni siquiera cereade terminar de explorar los diez mil rillones de neuronas y el millén de miles de millones de conexiones de las seis eapas interconectadas que constituyen leértex cerebral. Latareaesmuy dificil pues cada cerebroes, tinico: en efecto, de acuerdo con la teoria edelmaniana de la seleccidn de ls grupos neuronales, lamada TscN, lasdiversas rogiones del sistema nervioso se estructuran en redes neuro- hales durante el desarrollo, de manera diferenciada entre individuos. Esta estructuracién presenta simultdneamente ‘eomponentes zeneticos yepigen¢tiens, lo que significa que las éonexiones entre células no estan especifieadas de antemano demanera precisa enelgenomade un serhumano’y,encierto ‘modo, son procesos estocdsticos. A raiz de Ia naturaleza dinamica de estos fendmenos topobioldgicos, que son el resul- tado de la competencia y de la seleecién entre poblaciones de neuronas, existe una variabilidad en las eonexiones tan gran- de como la que es posible observar entre individuos ~ineluso lentre gemelos gencticamente idénticos que pueden poseer “eableados” diferentes y, también, entre los entornos con los ‘cuales los individuos interactian. La seleccion epigenétia de ‘grupos neuronales por refuerzo o debilitamiento de las eo- Rexiones sindpticas,’ mas la coordinacion solectiva de las {Chae Kordon, on 3D. Vinge, op. tp. 8 “GA Edelman, op wt p32 Op. ct.» 39, "Como ejemplo, no es impoible que el aprendizae de eras lengua, ‘amo el japnds, nfiyn en la etructuricoa del cerebro ‘Suna, 1078, ‘ado on Jean-Louis Juan de Mendosa, Deus homiopherey, um creas, Paris, Flammarion, 1995,» 88-100, Por otra parte, low tals de JP. in neni nis rin oe mnt aarp yet eaten irae i taapioserpomeas sane lca ‘go. Este no puede esperar encontrar en la estructuracion Beek he teem corercg Paros cp eraiems cs oe SAS ts Scot tos SStin ice raised tomate Stee ge enc aractir aera Bist VAN cece cance i sy cine wen Rous Cae at Te Stn Spec einde ie ecient rents Hite tno mme cna sonatas arcs capds 1. Broguitnca ne 1a sonia Subemoe que un sistema inmunolgicoposce una expecie de memoria celular: luego de haber aqura capacidad para Sistinguir dos molceuln de natraleza levemente diferente, Capacidad 3, a partir de exe momenta, puede reconocer enn diferencia en cuanto encuentra, ;Poemos Ripotetizar uma simi entree sistema inmunoligien ye sistema nervioso 9 aflrmar que protenas semelantes Tos Anticuerpo podrian representarloseenerdos? La respuesta ‘es complicada, porque no conocemos el sustrato fisico de la temorta pero en tao cas, parece seguro que los diferentes tipos de memoria dependen de as estrucuras nearonales dentro de as que se manifistan Taran ve en la memoria una propiedad dinémiea de las potncone dep ermal nse en ane zDespectce de una capacdad decategorzacin previamente tstableida”" Segumesta tora la rememoracin munca es cstereotipada, sino que cambien fncion de as evolutions, propias delas pbiacionesneuronalesimplicadasen las cate forteaconesoinales En un ustemadeestetipo la memo. CChangeox. P. Courrges y A. Dranchin mostraon que el abanice delat conexiones posible en el cerebro ge reduce snd el ujeto eave, 9 las rede rtuaes 0 wilzadasdegeneran col dad “SD. Vineet op. et, p 178 GM Balan, op ci, p. 187-158. 12 riacs l osultadode un proceso de recategorizacién continua. Roce unamemoriaque replique, como lamemori electronica Joana computador sino que es dinamica:a causa de exte echo impreciso, no es nunca 1a copia exacta del objeto smorizado, sino quemodificacon ada nuevaexperienciasu ioesquema deorganizacion," procede por asociacion ene- Pifacion y de manera probabilities, Edelman concluye con Tigo que no puede dejar de interesaee al antropolog: “Por lo {nto no es sorprendente que diferentes indiiduos puedan tener recuerdos tan dstntos y que los utili de manera tan tiatint Unnida interesantes Inde faclitacin de tinera- fits neuronales particulares de cada individuo, idea que pode- {hos comparar on una modalidad de aprendizaje coneebida, precisamente, como una faclitasén, camo un habito que 8° Tonvierteen una segunda naturaleza"Vives ahi dentro, por lo {antonotienes querfieionar, ehacesolo” delaraun prendiz fos centfcos que tstan haciendo na investgacion sobre la ‘ransmision de os saberes" En suma, la memoria es plstica, flexible, luctuante, lb estsdotadade ubicidad, de una gran apacidad adaplativa y varia de un individ al oto Noes date cl lagar para discutr las respectivasfunciones del corebelo, de los euerpos estriaos, de los ganglios de la base, de las céllas glites, del cortex entorrina, de cada hemisferioo, tambien, los diferentes tipos de memoria (me tmoriaa corto plazo su contnencin maxima, el palmo mné- nico; memoriaa largo plazo,declarativa, procedural ete.)que Solo mencionamos aqut para “acordarnos"t Nos vamos a fonformar con recordar el importante papel que juega el remoria a largo plaza, gracias al modi facinnes sinaptieas del cdrex que permiten el “almacena tniento™™ de eertas informaciones memorizadas que, araiz de ecto, se prestan mis a un trabajo semantio. Ba efecto, txperimontosrealizados en psiclogta™ proporcionaron evi- ‘ ° Roger Stank, Dea née humine ade atte, La Recche set. ver 108 150138 MBean, opt p10 ® Geers Dn Pal ein, La raamiion dex ocr, Par, a ve, lose p “Ene termi es impr pra etn piste deli del Inirmitiny por onsen eat tsa enna coccinea de Star Pr, La mie, Psi PUF, “Qa ainjeT 30,1972,» 1 13 dencia acerca de una mejor reproduccién delos hechos memo- rizados en el caso de la memoria a corto plazo que en el de la argo plazo. En el primero (la situacidn decehobox de los anglosajones), el procesamiento de la informacion es rapido, fiel, pero la huella mneménica es evanescente y, dems, no favorece un posterior procesamiento profundo de Ja informacion, aun cuando la codificacién seméntica, que puede ser muy corta (menos de un segunda)" noesté ausente. Enel segundo, lainformacién se procesademanera profunda, la huella mneménica esta consolidada y es duradera, lo que ‘permite un verdadero “trabajo de memoria” y, en especial, la atribucién de sentido producida por la categorizaciGn de las ssensaciones y percepciones con el correr del tiempo. Coneebir elacto mneménico como una manifestacién dela actividad de los sistemasde procesamiento dela informacin procesamien- torapidoen el casode la memoria a corto plazo, procesamiento, ‘profundo en el caso de la memoria a largo plazo) supone disponer de una teoria que pueda explicar el origen de estos, pprocesamientos diferenciados. Veremos en el capitulo tres que lacomprensién delas conductas mneménicas no puede hacerse sinoselas vincula con las operaciones del pensamientoy con las nociones desimbolizacin, de experiencia subjetiva ofenoméni- ‘ay, también, de intencionalidad, es decir, una cierta manera, que tiene la memoria de “apuntar” al hecho pasado, para Darafrasear a Sartre cuando se refiere a Husser), La imagen de ‘mi amigo Pierre (seguimos glosandolas tesis de Sartre sobre la imaginacién) noes unasimplehuellaen mi memoria, an“ Pierre en formato redueido, un homiineulo “arrastrado por mi con-

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