Tecnopolis Del Mundo PDF

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Tecnépolis del mundo La formacién de los complejos industriales del siglo xx1 Manuel Castells y Peter Hall Tecndépolis del mundo La formacién de los complejos industriales del siglo xx1 Alianza Editorial Titulo original: Technopoles of the world The making of twenty-first-century industrial complexes Traductor: Manuel Pascual Moreno Reservados todos los derechos. El contenido de esta obra esta protegido por la Ley que establece penas de prisin y/o multas, ademas de las correspondientes indemniza- ciones por dafios y perjuicios, para quienes reprodujeren, plagiaren, distribuyeren 0 comunicaren piblicamente, en todo o en parte, una obra literaria, artistica o cienti- fica, o su transformacién, interpretaci6n 0 ejecucién artistica fijada en cualquier tipo de soporte comunicada a través de cualquier medio, sin la preceptiva autorizacion © Manuel Castells y Peter Hall © Alianza Editorial, S. A., Madrid, 1994, 2001 Calle Juan Ignacio Luca de Tena, 15; 28027 Madrid; telef.: 91 393 88 88 ISBN: 84-206-4457-9 Depésito legal: M. 12.611-2001 Fotocomposicién e impresion: EFCA, S. A. Parque Industrial «Las Monjas» 28850 Torrejon de Ardoz - Madrid Printed in Spain INDICE InpIce DE TABLAS InpICE DE FIGURAS AGRADECIMIENTOS... INTRODUCCION, CaPiTuLo 1, LAS TECNOPOLIS: LAS MINAS Y FUNDICIONES DE LA ECONOMIA INFORMACIONAL .. Tres revoluciones econémicas contempordneas. Informacion e innovacién Ciudades y regiones: los nuevos actores Las tecn6polis y el medio innovador Una tipologfa de las tecndpolis: resumen del libro... CapiTULo 2. SILICON VALLEY: DONDE TODO COMENZO .. La historia de Silicon Valley.... La cultura de Silicon Valley .. ; La calidad de vida en Silicon Valley . éExiste un modelo de Silicon Valley?...... CaPiTULO 3. LA CARRETERA 128 DE BOSTON: REINDUSTRIALIZACION SOBRE, LA BASE DE LA ALTA TECNOLOGIA..... - : EI MIT, la maquina de guerra y los nuevos empre La cuarta ola industrial: el tinel al final de la luz . 13 15 7 59 63 67 8) Tecndpolis del mundo CaPfrULo 4. CANCION TRISTE DE LAS CIUDADES DE LA CIENCIA, :INNOVACION PLANIFICADA? El suefio siberiano: Akademgorodok Las ciudades de la ciencia y la industrializacion de alta tecnologia Taedok, Corea del Sur Los castillos de la cien ‘Tsukuba, Japon. rr ee de la ciencia de Kansai, Japon onclusién. c CaPiruto 5. Los PAROUES TECNOLOGICOS: INDUCIENDO EL NUEVO E PACIO INDUSTRIAL Sofia-Antipolis. Cambridge Hsinchu: el parque tecnol6 Conclusién co industrial de Taiwan CAPITULO 6. EL PROGRAMA DE TECNOPOLIS DE JAPON E] MITT y el Estado desarrollista japonés Las tecnépolis y el desarrollo regional .. Del concepto al programa de ac Las teenépolis en funcionamiento Evaluando el programa de tecnépolis CapiruLo 7. LA METROPOLIS COMO MEDIO INNOVADOR Los supervivientes metropolitanos Londres Paris.. Tokio... Las nuevas metrSpolis Munich California del Sur Recapitulacion . CAPITULO 8, LA CREACION DE TECNOCIUDAD! SUEROS «cee Cartuja’93 de Sevilla La Polis Multifuncional de Adelaida. Conclusién: los fundamentos politicos de las tecnociudades . LA POLITICA DE. LOS TECNO. CAPITULO 9. EXTRAYENDO LAS LECCIONES Las tres caras de las tecnépolis 94 104 118 124 129 130 ui 151 162 165 166 168 171 174 199 209 21 2u1 221 229 247 247 261 268 indice (9 La sinergia y el medio innovador .. 314 EI medio innovador corporativo 317 El Estado y la innovacién.. 319 Las universidades como generadoras de tecnologia 321 Las finanzas, las instituciones y el medio innovador .. 324 La organizacién social de las tecnépolis .. 326 Algunas implicactones para el desarrollo regional 327 La importancia del tiempo 329 éUna férmula ganadora? 330 CaPiTULO 10, CONSTRUYENDO TECNOPOLIS 333 Estableciendo objetivos 324 Las estrategias de desarrollo globale: 335 Los detonantes de la innovacion = 339 Implicaciones para las politicas de localizaci 341 La importancia de la dimensién temporal .. 345 Doce indicaciones sobre las politicas a seguir 346 BIBLIOGRAFIA.... 351 2s 73. 74, 75, 16. 17. Silicon Valley: estructura del empleo Tsukuba: una breve historia . Instalaciones de investigaci6n privadas en Tsukuba Sofia-Antipolis: la estructura del empleo (enero, 1989)... Sofia-Antipolis: analisis de las empre: El emedio innovador» en Sofia-Antipolis .. Hsinchu: estructura de las empresas en el parque de la cie Tecnépolis. Area y .. Veintiséis zonas de tecnépolis: tres indices Dieciocho zonas de tecn6poli Dieciocho zonas de tecn6poli tan indices decrecientes Gran Bretana: Concentraciones fae la industri gia, agrupados por condado, 1981 Gran Bretana: la industria de alta tecnologia; variacion del em- pleo, en los condados seleccionados entre 1975 y 1981 La producci6n en Tokio y Kanagawa como porcentaje del total nacional, 1980.. seesensansoee se sen - . La industria de la maquinaria eléctrica en Tokio y Kanagaw como porcentaje del total nacional, 1980 racteristicas .. es indices. niamero de aquellas que presen de alta tecnolo- industrias basadas en la electronica en Tokio y K: como porcentaje del total nacional, 1980 Munich: Industrias de manufactura, 1985. La Repablica Federal de Alemania: apoyo a la investigacién, 1985 " 38 109 i 135 135 1B9 152 77 201 201 201 231 231 251 259 2.1. Silicon Valley: ubicaci6n general... 37 3.1. La carretera 128 de Boston: ubicaci6n general 60 4.1, Siberia: ubicacién general .. 75 4.2. El sistema de planificaci6n econémica soviético 84 4.3. Corea del Sur: la industria de alta tecnolo, 97 4.4. Corea del Sur: la politica del tecno-cinturén..... 103 4.5. Tsukuba: ubicacién 105 4.6. Tsukuba: estructura interna 107 4.7. La ciudad de la ciencia de Kans: 119 5.1, Soffa-Antipolis: ubicacién general : : 131 143 Cambridge: ubicacién general . Hsinchu: ubicaci6n general Japén: los emplazamientos de las tecndpolis ee 173 La tecnépolis de Sendai 176 La tecnépolis de Shinanogawa.... ev . . 185 La tecnépolis de Oita : ee 190 La tecnépolis de Kumamoto. : 195 TA. Gran Bretafa: el cambio industrial de alta tecnologia vive 212 7.2. Paris: La Cité Scientifique He-de-France Sud y el Axe Sud ..... 219 7.3. Paris Axe Sud : industrias de alta tecnologia ....ccssessseeseeeees 222 7.4. Japon: ubicacién de fabricas de alta tecnolo; 233 7.5. Baviera: educacion superior e industria de alta tecnologia 248 7.6. Industrias de defensa de Los Angeles 263 8.1, Cartuja’93: ubicacion general — 216 8.2. La Polis Multifuncional de Adelaida: ubicacién general 302 13 AGRADECIMiENTOS Vayan nuestros primeros agradecimientos para la Sociedad Esta- tal Expo’92 de Sevilla, Espana, por aportar su apoyo financiero para una parte de la investigacién sobre la que se basa este libro. Este apoyo —para analizar especificamente las experiencias extranjeras como base para la construccién de un Centro Tecnolégico en el em- plazamiento de la Expo'92 de Sevilla (el proyecto Cartuja’93, descrito en el Capitulo 8)— sirvi6 para financiar nuestro trabajo de campo en Espafia, Francia, Alemania, Rusia, Jap6n y Corea, y para conseguir ayuda de investigacién para analizar nuestros datos. Estamos espe- cialmente agradecidos al Sr. D. Ignacio Quintana, director de la Divi- sién Cultural de Expo’92, y al Sr. D. Antonio Pelaez, primer coordi- nador del proyecto Cartuja’93, por su inestimable apoyo; sin éste, el estudio que aqui presentamos nunca habria sido posible. También queremos agradecer el apoyo financiero del Comité para la Investigacion de la Universidad de California en Berkeley, asi como el apoyo del Instituto Universitario de Sociologia de Nuevas Tecnologfas de la Universidad Autonoma de Madrid. EI Instituto de Investigacién de los Asentamientos Humanos de Corea (KRIS) aport6, ademis, el apoyo institucional necesario para nuestro tra- bajo alli; y el Instituto de Economia y Organizacién Industrial de la Academia Rusa de Ciencias, rama siberiana, en Novosibirsk, hizo lo mismo para nuestras investigaciones en Rusia. En Berkeley fuimos asistidos en nuestras investigaciones de la manera mis eficaz por dos destacados ayudantes del Department of City and Regional Plan- ning (Departamento de Planificacién Urbana y Regional): Youtien Hsing e Hiro Izushi 15 16) Tecnépolis de! mundo Durante nuestro trabajo de campo fuimos bien recibidos y ayuda- dos por funcionarios y profesionales de muchos paises, demasiado numerosos para nombrarlos individualmente; nos gustarfa manifes tar nuestro sincero agradecimiento a todos ellos por el tiempo y el trabajo que dedicaron a contestar nuestras preguntas. Nos beneficia- mos en concreto de la cooperacién de colegas que desempefaron el inestimable papel de preparar logistica e intelectualmente el camino de nuestras entrevistas: el profesor Joo-Chul Kim, en la Reptiblica de Corea; Natalia Baranova, en Novosibirisk; los profesores Takashi Machimura, Dai Nakagawa, Tsunekazu Toda y Mamoru Taniguchi, y los Sres. Manuel Sanchez y Pedro de Mingo, en Japon; el Dr. Semra Téber y el profesor Guy Benveniste, en Francia; la Dra. Carmen Ha: Klau, en Alemania; los profesionales de Segal Quince Wicksteed, en Cambridge, y las Dras. Garcia ¢ Isabel Ramos, en Sevilla. En Berkeley, Martha Coway y Jane Sterainger realizaron un tra- bajo impecable en el desarrollo del sofware que produjo los mapas. Finalmente, queremos agradecer el servicio prestado por varios colegas al comentar el manuscrito en borrador: los profesores Jean- Paul de Gaudemar, en Estrasburgo; John Goddard, en Newcastle upon Tyne, y Anna Lee Saxenian, en Berkeley. Stephen Hamnett me- rece una especial mencién por sus correcciones de tiltima hora sobr la historia de la MFP australiana MANUEL CASTELLS PETER HALL Madrid y Londres, enero de 1993 La estructura de ciudades y regiones esta siendo profundamente modificada y condicionada en su dinamica del crecimiento por la teraccion de tres grandes procesos historicos: la revolucién tecnolé- gica, la formacion de una economia global y el surgimiento de una forma informacional de produccién econémica ¥ gestion. Las tecnépolis, centros planificados para la promocién de la industria de alta tecnologia, son la realidad de estas transforma- ciones fundamentales, que redefinen las condiciones y los proce- sos del desarrollo local y regional. Al generar los materiales basi- cos de la economia informacional, las tecnépolis constituyen las minas y fundiciones de la era informacional y, sin embargo, han recibido menor atencién que sus equivalentes de la economia in- dustrial. Tecndpolis es la primera investiga planificado en todas sus manifestaciones: parques y ciudades de la ciencia, tecndpolis nacionales y programas de tecnocinturones. Los estudios individuales, del Silicon Valley a Siberia, del Corredor M 4 a Corea y Taiwan, refieren cémo se inician las tecnépolis, como co- bran forma, qué es lo que cada una se esfuerza por conseguir y hasta qué punto lo consigue. Al abarcar un gran ntimero de conceptos distintos, y unos cuan- tos mitos, Tecnépolis extrae lecciones de sus éxitos y de sus fracasos, sugiriendo pautas de accién a los planificadores y urbanistas nacio- nales, regionales y locales de todo el mundo. Manuel Castells es profesor de Planific: en Berkeley, en la Universidad de Californ n completa del desarrollo cién Regional y Urbana a, v profesor de Sociolo- 7 \épolis del mundo gia en la Universidad Auténoma de Madrid. Peter Hall es profesor de Planificacién en el College de la Universidad de Londres y profe- sor emérito de Planificacién en Berkeley, en la Universidad de Cali- fornia. Existe una imagen de la economia industrial del siglo XIX que re- sulta familiar en los libros de texto de historia: la mina de carbon y la fundicion de hierro vecina, vomitando humo negro al firmamento ¢ iluminando los cielos nocturnos con brillante fulgor rojo. Hay una imagen paralela para la nueva economia que ha ido ocupando el lu- gar de aquélla en los tiltimos afos del siglo Xx, pero que apenas si esté ahora tomando cuerpo en nuestra conciencia. Consiste en un conjunto de edificios discretos y bajos, que habitualmente despren- den un cierto aire de buen gusto y que estan situados en unos para- jes impecables segtin el cliché estandar de las inversiones inmobilia- rias, una atmésfera al estilo de los campus: Escenas como ésta son ahora legin en la periferia de, practi mente, toda zona urbana dinamica del mundo, Su apariencia fisica es tan similar —ya sea en Cambridge, Inglaterra 0 Cambridge, Mas- sachusetts; en Mountain View, California, o Munich, Alemania— que el desvalido viajero, soltado en paracaidas, apenas podria adivinar la identidad del pais, atin menos la de la ciudad. Los espacios asf cons- tituidos responden a una confusa variedad de nombres que, invaria- blemente, permutan unos cuantos elementos clave tales como tecno, ciencia, siglo x1, parque, plaza, polis y -topia. En Francia, donde, ciertamente, existen tantos de estos proyectos como en cualquier otra parte, han sido reunidos bajo un nombre genérico: Technopole. Resulta tan evocador que, en este libro, hemos decidido apropiar- noslo: tecnépolis' * Existe, mbargo, un problema, va que en francés el término tiene dos géneros 19 20/ Tecndpolis del mundo Generalmente, las tecnopolis son proyectos planificados. Algunos de ellos son puras inversiones inmobiliarias del sector privado y suele ocurrir que éstas son de las mas numerosas pero de las menos interesantes. Un nimero significativo, no obstante, ha sido el resul- tado de diversos tipos de cooperacién 0 asociacién entre el sector putblico y el privado. Son promovidos por gobiernos centrales, regio- nales o locales, a menudo en asociacin con universidades, conjunta- mente con compaiifas privadas que ocupan los espacios resultantes. Estas tecndpolis —las mas interesantes— son invariablemente algo mas que terrenos para alquilar. Contienen, asimismo, instituciones significativas de tipo semiptiblico o no lucrativas, tales como univer- sidades o institutos de investigacion, que estan implantadas alli pre- cisamente con el fin de ayudar a la generacién de nueva informa- cién. Esta es la funcién de la tecndpolis: generar los materiales basicos de la economia de la informaci6n Una gran mayoria de las personas que ocupan los edificios de es- tas nuevas tecnépolis no suele fabricar nada, si bien en algtin otro si- tio, a no muchos kilémetros de alli, en edificios bastante similares —en ocasiones de elegancia ligeramente menor—, otras personas es- tan fabricando las cosas que ellos inventaron aqui. Estas cosas pue- den ser ordenadores 0 videos 0 equipos de discos compactos, proce- sadores de textos o software para hojas de calculo, sistemas artificiales, componentes ceramicos de alta tecnologia, sustancias por ingenieria genética o un millar de otros nuevos productos. Lo que estas cosas tienen en comin es que incorporan informacién que ha sido esencialmente creada aqui. Estos productos de alta tecnolo- gia hardware y software, productos de gran tamaio y productos casi inmateriales— son los productos y los simbolos de una nueva economia, la economia de la informacién. La informacién que incor- poran ha sido creada en las tecn6polis e, invariablemente, la incor- poracién de la informacién en los productos también tiene lugar en dichas tecné6polis, convirtiéndose asi en las minas y fundiciones de la era de la informacién. La economia de la informacién ha pasado mas inadvertida que la economia industrial a la cual esta reemplazando, y los analistas aca- démicos han prestado menos atencion a las tecndpolis que a las f4- bricas y a los talleres. Si bien existen libros sobre los parques tecno- légicos en algunos paises, y articulos aislados sobre experimentos de mayor calado como es el programa japonés dedicado a las tecnépo- lis, no existen trabajos que intenten evaluar, mediante un enfoque y dos significados diferentes: le technopole, derivado de pole (n.m., «polo»), y la tech= nopole, derivado de métropole (nf, emetrspolin) Las tecnépoli 1es de la economia informacional [24 analitico-descriptivo, los proyectos mas importantes dedicados a la construcci6n de tecnépolis por todo el mundo. Este libro se ha escrito para tratar de cubrir ese vacio. A tal fin, li- teralmente hemos recorrido el mundo —desde el Silicon Valley a Si- beria, desde la Costa Azul de Francia hasta el corazon de Corea, desde el sur de Australia hasta Andalucia—. Hemos estudiado de forma intensiva mas de una docena de tecndpolis en todo el mundo: algunas muy desarrolladas y maduras, otras apenas en su inicio; al- gunas de gran éxito, otras en aparente fracaso. En este libro tratare- mos de exponer cémo fue el inicio de cada una de ellas, como han cobrado forma, cudles son sus objetivos y en qué medida han lo- grado el éxito. Finalmente, trataremos de hacer un resumen de nues- tras experiencias. Sin embargo, para poder comenzar necesitamos comprender la verdadera importancia del fenémeno de las tecndépolis. Estas cons- trucciones no han brotado repentinamente a causa de un mero acci- dente, ni son el fruto de una moda efimera. Muy al contrario: son in- tentos deliberados, agentes piiblicos y privados con vision de futuro, de ayudar a controlar y guiar unas transformaciones fundamentale: que, recientemente, han comenzado a incidir en la sociedad, la eco- nomfa y los territorios de los paises, y que estdin comenzando a rede- finir las condiciones y los procesos del desarrollo regional y local. Tres revoluciones econémicas contemporaneas Las tecnpolis, de hecho, hacen explicita una realidad: las ciuda- des y las regiones estan siendo profundamente modificadas en su es- tructura, y condicionadas en su dinamica de crecimiento, por la a cién reciproca de tres grandes procesos histéricos interrelacionado: * Una revolucion tecnolégica, principalmente basada en las tec- nologfas de la informacién (incluyendo la ingenieria genética), tan trascendental, al menos, como las dos revoluciones indus- triales que se basaron en el descubrimiento de nuevas fuentes de energia® * La formacién de una economfa global, que representa la estruc turacién de todos los procesos econémicos a nivel planetario, incluso si las fronteras nacionales y los gobiernos nacionales si guen siendo elementos esenciales y actores claves en las estrate- gias que se juegan en la competicién internacional. Por econo- mia global entendemos aquella que funciona en tiempo real * Forester, 1987, 22) Tecndpolis de! mundo como una unidad en un espacio mundial, tanto para el capital como para la gestién, el trabajo, la tecnologia, la informa: ci6n o los mercados 3. Incluso las compafifas ancladas en, y diri- gidas a los mercados nacionales, dependen de la dindmica y de la légica de la economia mundial a través de la intermediacion de sus clientes, suministradores y competidores. La aceleracion del proceso de integracién europea y la creacién de la nueva Area Econémica Europea intensifican estas tendencias hacia una glo- balizacién y una interdependencia de la economia mundial. * La aparicién de una nueva forma de produccién y gestién eco- némica: aquella que —al igual que cierto ntimero de economis- tas y sociolégicos— nosotros denominamos informacional + Esta caracterizada por el hecho de que la productividad y la competitividad se basan de forma creciente en la generacion de nuevos conocimientos y en el acceso al procesamiento de la informacién adecuada. Tal y como mostré Robert Solow en su obra pionera, asi como la subsiguiente investigaci6n economé- trica por parte de la escuela de pensamiento de la «funcién de produccién agregada», la segunda mitad del siglo se ha visto caracterizada por una nueva ecuacién en Ia generacién de pro- ductividad y, por ende, de crecimiento econémico ®. En lugar de la tipica suma cuantitativa de capital, trabajo y mate prima en la funcién del incremento de la productividad tanto en la economia agraria como en la industrial, la nueva econo- mia que surge en los paises industriales desarrollados a partir de la década de 1950 ha dependido de forma creciente para su incremento de productividad en lo que las ecuaciones econo- métricas etiquetan como «residuo estadistico», y que la mayo- ria de los expertos traducen en términos de inputs al proceso productivo por parte de la ciencia, la tecnologia y la gestion de la informacion. Es esta recombinacién de factores, en lugar de la suma de factores, lo que parece ser decisivo en la generacion de riqueza en nuestra economia®. conomia informacional esta caracteri- zada por nuevas formas organizativas. Las organizaciones horizon- tales sustituyen a las burocracias verticales como la forma mas pro- ductiva de organizacién y gestion. La especial reemplaza a la produccién de masa estandarizada como la nueva forma industrial mejor capacitada para adaptarse a la geomet Ademis, parece ser que la ¢ * Ohmae, 1990, * Porat, 1977; Monk, 1989; Hepworth, 1989. > Solow, 1957 © Nelson, 1981; Denison, 1985. Las teendpolis: las minas y fundiciones de la economia informacional [23 riable de una demanda mundial cambiante y a unos valores cultura- les versatiles ”. Ello no equivale, como se ha afirmado en ocasiones, a decir que las empresas pequefias y medianas sean las formas més pro- ductivas de la nueva economia. Las principales companias multinacio- nales siguen siendo los centros nerviosos estratégicos de la economia, asi como uno de los actores més innovadores de la misma. Lo que esta cambiando es la forma organizativa, tanto para las grandes compaiifas como para las pequefias empresas. Los sistemas de redes son Ia forma decisiva para los procesos flexibles de produccién. Incluyen la interco- nexién entre grandes empresas, entre empresas grandes y pequefi entre las propias pequefias empresas, y entre aquellas grandes empre- sas que estan descentralizando su estructura interna, disgregandola en unidades semiindependientes, como claramente lo ilustra la reciente reestructuracién de IBM para compensar sus pérdidas. Informacién e innovacién Estos tres procesos estan interrelacionados. La economia infor- macional es una economia global porque la capacidad generada por las nuevas fuerzas productivas necesita una expansién constante en un mercado mundial dominado por una nueva jerarquia del poder econémico, el cual depende de forma decisiva de la informacién y de la tecnologia, y que cada vez esté menos condicionado —si descarta- mos temporalmente las fuentes de energia no renovable— por el coste del trabajo y de las materias primas . La revolucién tecnolé- gica aporta la infraestructura necesaria para el proceso de formacién de una economia de la informacién global y es fomentada por las de- mandas funcionales generadas por esta economfa, Las nuevas tecno- logias de la informaci6n resultan decisivas para los procesos y las formas de la nueva economia en, al menos, ires niveles: * Constituyen la base material para la integracién de los proce- sos econémicos a nivel mundial, al tiempo que mantienen la necesaria flexibilidad organizativa para tales procesos. Por ejemplo, la fabricacién basada en Ia microelectrénica permite una estandarizacion avanzada de las partes de un producto in- dustrial determinado, fabricado en diversos emplazamientos, para ser montado cerca del mercado final, al tiempo que aporta la flexibilidad necesaria para ser fabricado en series cortas 0 en grandes cantidades, segtin una demanda cam- * Piore y Sabel, 1984. * Carnoy et al, de proxima aparicién. 24) Tecndpolis del mundo biante. La creciente integracién de las telecomunicaciones y de los ordenadores forma la infraestructura tecnolégica de la nueva economia global, del mismo modo que los ferrocarriles suministraron la base material para la formacién de los merea- dos nacionales en la industrializacién del siglo XIX. * En segundo lugar, sectores industriales productores de las nue- vas tecnologias han sido los que han tenido un crecimiento mas rapido en la economia mundial de los tiltimos 25 aftos, y a pesar de los ciclos econémicos, atin no han alcanzado cier mente su estado de pleno desarrollo, impulsados por una inno- vacién constante. Asi pues, estos sectores desempefian un pa- pel de motores de crecimiento para el desarrollo de los paises y las regiones, con sus mayores potenciales situados en los nive- les tecnolégicos més altos, en unas industrias caracterizadas por una estricta division espacial del trabajo entre la funcién de innovacién, la fabricacién avanzada, el montaje, el control de calidad y una producci6n adaptada a las espe del cliente. Cuanto mayor sea el potencial de las regiones y pat- ses para generar el desarrollo de estas nuevas industrias tecno- légicamente avanzadas, mis alto ser su potencial econémico en la competicion global. * Ademiés, esta transformacién tecnolégica de la economia glo- bal impulsada por la formacion requiere un rapido proceso de modernizacién de todos los sectores de la economia, de tal forma que sean capaces de competir en una economia abierta. Asi, si consideramos el destino de las naciones, regiones 0 ciu- dades, la difusin tecnolégica se vuelve incluso mas decisiva que el desarrollo de la produccién de alta tecnologia aciones En teoria, tal modernizacion tecnolégica podria originarse con un alto grado de independencia del disefio y la produccién de equi- pos tecnolégicamente avanzados. Sin embargo, la evidencia empi- rica nos indica que el potencial tecnolégico de los paises y las regio- nes esta directamente relacionado con su capacidad para producir, fabricar realmente, los productos tecnolégicos mas avanzados, que constituyen los inputs que condicionan la mejora de los producto los procesos en las industrias del momento”. Ello es as zones: a) La innovacién tecnolégica y la aplicacién de tales innovacio- nes depende de procesos tales como aprender con la practica mas que de manuales de funcionamiento preparados al efecto. ” Cohen y Zysman, 1987; Soete, 1991; Guerrieri, 1991 Las tecnépolis: las minas y fundiciones de la economia informacional [25 Asi, cuanto mayor sea la capacidad de un pais o regi6n para disehar y producir inputs tecnolégicos avanzados mayor sera su capacidad para adaptar en cualquier parte estas tecnologias a los procesos productivos, creando una interaccién sinérgica entre el diseito, la produccion y la utilizacién ". b) Toda divisién técnica del trabajo se convierte, con el paso del tiempo, en una divisién social del trabajo. Esto significa que, en un mundo gobernado por la competencia mediante la ven- taja comparativa, los paises o regiones que se especializan en la produccién de inputs demandados por otras estructuras in- dustriales tienen una ventaja definitiva. El componente tecno- logico de los productos se convierte asi en una linea divisoria decisiva en el comercio entre paises "!. Siguiendo la regla cla- sica de Ricardo, Portugal se especializ6 en vinos ¢ Inglaterra en los textiles manufacturados; pero no tuvo que pasar mucho tiempo para que el mejor vino de Oporto fuera la bebida favo- rita de los gentlemen ingleses que se enriquecieron con el pro- ducto de sus talleres textiles. De forma similar, si Amstrad se ha convertido en el dispositive comercial y de paquetes para los componentes informaticos coreanos ¢ ICL ha pasado a ser un almacén de distribucién para Fujitsu, puede que no pase mucho tiempo antes de que los corredores de bolsa de la City de Londres descubran que el lenguaje comercial del parqué ha pasado del inglés al japonés 0, incluso, al coreano. La clave est en que el equilibrio de la ventaja competitiva en ambos casos, y realmente en todos los casos a largo plazo, esté con el socio tecnolégicamente avanzado. Las naciones que ignoran esta regla se ponen en peligro: la importacién de tecnologia ajenas con el fin de desarrollar servicios con valor anadido puede dar empleo a unas cuantas personas, pero es muy pro- bable que el crecimiento del empleo resultante sea tan mo- desto como altamente volatil, tal y como ampliamente se de- muestra al comparar el curso de las economias japonesa y alemana con respecto a la britanica y americana". En resumen, la base tecnoldgica de los paises y las regio- nes se vuelve decisiva para el crecimiento, ya que, en altima instancia, el déficit en la balanza comercial entre los producto- s con alto valor afadido y alta tecnologia y los productores con bajo valor afiadido y baja tecnologia crea un desequilibrio insostenible. Las investigaciones Ilevadas a cabo por Dosi y Soete sobre estructuras comerciales comparativas han demos- ' Rosenberg, 1976. “Castells y Tyson, 1988 * Freeman, 1987; Saucier, 1987; Pavitt, 1988. 26) Tecndpolis del mundo trado el papel fundamental desempefiado por la fabricacién de alta tecnologia y el nivel tecnolégico de los sectores industria- les en la competitividad internacional '}. Asi pues, si los paises y las regiones no generan un excedente suficiente para impor- tar y adaptar las nuevas tecnologias, seran incapaces de afron- tar las importaciones necesarias para la modernizacién de sus industrias tradicionales. c) En tercer lugar, la cultura de una sociedad basada en la in- formacién y tecnolégicamente avanzada no puede ser consu- mida productivamente si no existe un nivel significativo de innovaci6n en el tejido social. No hay duda de que las clases medias en los paises desarrollados pueden comprar videos y ordenadores personales. Pero sélo en un pais, en una region © en una zona local donde se estén produciendo procesos de informacién innovadores podra tener lugar, de forma crea- tiva, la generacion de nuevas ideas y de nuevas formas de or- ganizacion y de gestién. En otras palabras, lo que caracteriza a la nueva economia de la informacién es su flexibilidad, su adaptacién productiva a las condiciones y a la demanda de cada sociedad, de cada cultura, de cada organizacién. Coy la organizacién industrial de la produccién en masa estanda- rizada en la era de la informacién mediante la mera compra de la utilizacion de la tecnologia, sin usar verdaderamente su potencial, es como utilizar la capacidad del procesamiento de textos para estandarizar el trabajo de un pool de secretarias, en lugar de automatizar los procesos y mejorar el trabajo de aquéllas dirigiéndolo a la programacién de tareas mas com- plejas ". La innovacion tecnolégica, la produccién de equipos tecnol6gica- mente avanzados y la difusién tecnolégica no pueden ser procesos completamente inconexos. Resulta obvio que no hay muchas regio- nes en el mundo que puedan destacar en estas tres dimensiones, y que siempre tendra lugar una cierta division del trabajo interregio- nal e internacional. Sin embargo, ningun pais o region podra prospe- rar sin un cierto nivel de conexién con las fuentes de innovacién y produccién. Si esto suena a tarea imposible es a causa de una nocién excesivamente simplista con respecto a la produccién ¢ innovacién de alta tecnologia. La alta tecnologia esta al alcance de la mano de todo un conjunto de nuevos productos y procesos que van mas alla de la microelectrénica, a pesar de que la microelectrénica fuera el 8 Dosiet al,, 1988. \ Bijker, Hughes y Pinch, 1987, Las teenépolis: las minas y fundiciones de la economia informacional [27 nticleo original de la revolucién tecnolégica. La informatica (hard- ware y software), las telecomunicaciones, la ingenieria genética, los materiales avanzados, la energia renovable, los productos quimicos especializados, el procesamiento de la informacion, la bioelectré- nica, y tantos otros campos y subcampos de la innovacién tecnolé- gica, de la produccién avanzada, y de los servicios tecnolégicos ofre- cen tantas oportunidades que el campo de accién de la nueva geografia industrial, con sus diferentes niveles de especializacién y su diversidad de mercados, es mucho mas amplio de lo que generail- mente se acepta. Ciudades y regiones: los nuevos actores econémicos Asi pues, estamos siendo testigos de la aparicién de un nuevo es- pacio industrial, definido tanto por el emplazamiento de los nuevos sectores industriales como por la utilizacién de nuevas tecnologias en todos los sectores. Al mismo tiempo, este nuevo espacio industri es globalmente interdependiente, tanto para los inputs como para los mercados, desatando un proceso de reestructuracién de dimensiones gigantescas que las ciudades y regiones de todo el mundo estan pei cibiendo". Ciertamente, la paradoja mas fascinante radica en el hecho de que en una economia mundial cuya infraestructura productiva esta compuesta de flujos de informacién, las ciudades y las regiones se estan convirtiendo de forma creciente en agentes decisivos del des- arrollo econémico: en palabras de Goodman (1979), en los ultimo: empresarios . Precisamente debido a que la economfa es global, los gobiernos nacionales no tienen suficiente poder para actuar sobre los procesos funcionales que conforman sus economfas y sus soci dades. Pero las ciudades y las regiones son mas flexibles a la hora de adaptarse a las condiciones cambiantes de los mercados, de la tecno- logia y de la cultura. En realidad, tienen menos poder que los gobier- nos nacionales, pero poseen una mayor capacidad de respuesta para generar proyectos de desarrollo con objetivos concretos, para nego- ciar con compaiiias multinacionales, para fomentar el crecimiento de empresas endégenas pequeiias y medias y para crear las condicio- nes que atraeran a las nuevas fuentes de riqueza, de poder y de pr tigio. En este proceso de generacién de nuevo crecimiento, compiten entre si; pero, en la mayoria de los casos, esta competicion se con- vierte en una fuente de innovacién, de eficiencia, de esfuerzo colec- § Scott, 1989, “© Goodman, 1979. 28/ Tecndpolis del mundo tivo por converti los negocios. En su btisqueda de nuevas fuentes de crecimiento econdmico y de bienestar social, las ciudades y las regiones se ven estimuladas, tanto positiva como negativamente, por la experiencia internacio- nal comparativa, Aquellas zonas que permanecen ancladas en acti- vidades en recesién —sean éstas la fabricacién, la agricultura o los servicios del tipo antiguo y no competitivo— se convierten en rui- nas industriales, habitadas por trabajadores en paro y dominadas por el descontento social y el deterioro ambiental. Nuevos paises y regiones surgen como escenarios présperos de la nueva ola de in- novaci6n e inversién, emergiendo en ocasiones de un profundo atraso agricola y apareciendo otras en rincones idilicos del mundo que adquieren un dinamismo repentino. Asi, Silicon Valley y el Condado de Orange en California; Arizona, Texas y Colorado en la parte occidental de Estados Unidos; Baviera en Alemania; el Midi francés, desde Sofia Antipolis via Montpellier hasta Toulouse; Sili- con Glen, de Escocia; la aglomeracién electronica en Irlanda; los nuevos proyectos del sur de Europa, desde Bari hasta Malaga y Se- villa; y, sobre todo, los paises de reciente industrializacion de Asia (Corea del Sur, Taiwan, Hong Kong, Singapur, Malasia) que, en dos décadas, han pasado de ser sociedades agricolas tradicionales bien con altos niveles de alfabetismo y educaci6n— a conver- tirse en economias altamente competitivas basadas en sectores electrénicos fuertes, tos modelos de comportamiento, tanto positivos como negati- vos, poscen una poderosa influencia en la conciencia colectiva de los paises, las regiones y las areas locales, asi como en los proyectos de desarrollo de sus gobiernos respectivos. Muchas regiones del mundo industrializado 0 en vias de industrializacién han sonado con con- vertirse en los siguientes «Silicon Valley», y algunas entraron de leno en el asunto. El precipitado estudio de un consultor oportu- nista se hallaba a mano para facilitar la formula magica: una pe- queiia dosis de inversién de capital riesgo, una universidad (que, de forma invariable, se denomina instituto de tecnologia), incentives fiscales ¢ institucionales que atraigan a compafiias con alta tecnolo- gia y un cierto grado de apoyo para las pequefias empresas. Todo esto, envuelto en las tapas de un folleto atractivo con un paisaje ar- bolado y de nombre futurista, crearia las condiciones apropiadas para desbancar a los vecinos, para convertirse en el emplazamiento del nuevo gran centro industrial global. Las ruinas de demasiados suehos fracasados de este tipo se hallan ahora esparcidas por el mundo o bien han arrojado magros resultados a un coste excesiva mente alto. En verdad parece, como apuntan muchos especialistas, en un lugar mejor para vivir y mas efectivo para Las teendpolis: las minas y fundiciones de la economia informacional [29 que el mundo entero estuviera poseido por «fantasia de alta tecnolo- gia» que, en realidad, no significan nada", Y, aun asi, el final del siglo xx ha presenciado una innegable distribucién de gran magnitud en cuanto a la innovacién tecnolégica y a las iniciativas empresariales en el terreno industrial; la geografia econémica mundial ha cambiado de forma fundamental ", El hecho de que los gobiernos locales y regionales se hayan apresurado a adoptar el nuevo modelo de desarrollo si demuestra su percepcién de que nos hallamos realmente en medio de una transicién hacia una nueva forma productiva y que la gestién del proceso requiere iniciativas institucionales que acttien a través de y sobre el mercado. A decir verdad, la ideologia de la propia imagen y de la alta tecnolo- gia son elementos poderosos de este nuevo tipo de politica regional Pero ello es asf porque, para lo bueno y lo malo, la propia imagen se ha convertido en el eje central del éxito en la competencia econd- mica y cultural de estos tiltimos tiempos. Al tratar de aprovechar po- tivamente las nuevas tecnologias para sus propios fines, las areas locales y las regiones estan afirmando su control sobre los acontec mientos; se niegan enérgicamente a aceptar que estén condenadas vivir dentro de la vieja légica de las divisiones espaciales del trabajo que las confina a funciones concretas, determinadas por aconteci- mientos de antafio, Como ocurre en muchos procesos de competen- cia y de iniciativa empresarial, se producira una destrucci6n creativa —as{ como (con las debidas excusas a Schumpeter) una creacién destructiva—, cuando una regién base su futuro en la produccién militar de alta tecnologia”. Aun asi, este impulso por innovar e invertir esté construyendo con éxito nuevos espacios industriales, produciendo de este modo una nueva y extraordinaria ola de rein- dustrializacién por todo el mundo que niega los mitos del postindus tialismo. a Las teen6polis y el medio innovador Este esluerzo por innovar y por desarrollar de novo adopta muy a menudo la forma de creacién y fomento de lo que hemos denom nado «tecn6polis». Lo que ahora necesitamos es una definicién ma precisa: bajo este nombre se incluyen diversos intentos deliberados de planificar y promover, dentro de un area concentrada, una pro- duccién relacionada con la industria y tecnolégicamente innova- dora: parques tecnolégicos, ciudades de la ciencia, tecnépolis y simi- © Massey, Quintas y Wield, 1991 's Hall y Preston, 1988, " Schumpeter, 1942, 30/ Tecnépolis del mundo lares. Nuestro estudio intentara valorar como estas diferentes estruc- turas realizan (o no consiguen realizar) su papel de motores del nuevo ciclo de desarrollo econémico y de nodos organizadores del nuevo espacio industrial. La comprensién del fendmeno de las tec- n6polis se ha visto tan empaiiada por los sesgos politicos, ideologi- cos y comerciales, que todo estudio serio debe comenzar por un cui- dadoso estudio empirico de cémo estos centros se crearon y desarrollaron y de los factores que explican las diferencias en cuanto al éxito de los mismos, segtin un conjunto de criterios que deben ser establecidos al principio. Sin embargo, nuestro estudio del fendmeno de las tecnépolis nos Nevé répidamente a la conclusién de que no deberiamos vernos suje- tos a los limites artificialmente establecidos por los promotores de la idea de «tecnépolis». En otras palabras, debemos retroceder para buscar las fuentes histéricas de inspiracién de la estrategia de la tec- n6polis. Tendremos que examinar la formacién y el funcionamiento de aquellos complejos industriales innovadores que cambiaron por primera vez la dinamica de la competencia mundial: el Silicon Va- lley, la carretera 128 en Boston, el complejo industrial militar de Los Angeles, el distrito industrial de Tokio, la industrializacion, posterior a 1945, de Baviera. Ademas, en nuestra investigacién legamos a la conclusion de que la mayoria de las principales metropolis mas antiguas, tales como Paris o Londres, seguian estando verdaderamente entre los principa- les centros de innovacién y alta tecnologia del mundo y, desde luego, de sus respectivos paises. Asi pues, el centro de atencién de nuestro estudio pasé gradualmente de concentrarse exclusivamente en unas tecn6polis deliberadamente planeadas a extenderse tanto a los mo- delos de comportamiento que implicitamente desempefiaban como a sus verdaderos ancestros; es decir, a las tecndpolis semiespontaneas y a las gigantescas tecnépolis metropolitanas que tan larga sombra proyectan sobre los nuevos aspirantes y sobre aquellos que tratan de imitarles. Y esto, a su vez, nos Ilev6 a considerar, en toda su comple- jidad, el significado de ese concepto tan cargado de significado pero tan esquivo: el medio innovador Por medio innovador entendemos el sistema de estructuras socia- les, institucionales, organizativas, econémicas y territoriales que crean las condiciones para una generacién continua de sinergias y su inversin en un proceso de produccién que se origina a partir de esta capacidad sinérgica, tanto para las unidades de produccién que son parte de este medio innovador como para el medio en su conjunto” EI desarrollo de un medio innovador de este tipo se ha convertido % Castells, 1984; Andersson, 1985a; Aydalot, 1986a, 196b; Hall, 1990. Las tecndpolis: las minas y fundiciones de la economia informacional /31 ahora en un asunto decisivo para el desarrollo econémico y en una cuesti6n de prestigio politico y social. Y, por tanto, la propia imagen, los proyectos industriales, las politicas estatales y la nueva geografia econémica se mezclan en un juego confuso de hacer y etiquetar si- multaneamente. Todo intento de analizar la interaccion entre el des- arrollo tecnolégico, industrializacién y desarrollo regional sobre la base de la experiencia internacional debe comenzar con una distin- cién clara entre los diversos tipos de realidades a que hacen referen- cia términos tales como tecndpolis 0 parques tecnolégicos 0 cual- quier otra de las etiquetas. Aqui no se trata solamente de una cuestion seméntica, ya que cada tipo de tecnépolis debe ser anali- zado y evaluado de acuerdo con los objetivos implicitos 0 explicitos que esté tratando de conseguir Una tipologia de las teenépolis: resumen del libro Si bien el propésito final de este libro es el de analizar y, por ende, comprender el proceso de formacién de los medios industria- les innovadores que conducen a un crecimiento econémico regional 0 local verdaderamente dindmico, comenzaremos con un objetivo mas modesto: contar la historia tal y como es, en términos de estu- dios de caso de los lugares reales, antes de adentrarnos en el andlisis. Por tanto, la tipologia de las tecnépolis que aqui proponemos es de tipo empirico: representan los diversos tipos de medio innovador que podemos encontrar realmente en el mundo actual. Es posible que algunos tengan objetivos mas ambiciosos y que otros los tengan mas modestos, pero aqui se les presentara a todos tal y como son: formas especificas de concentracién territorial de innovacion tecno- légica con un potencial para generar una sinergia cientifica y una productividad econémica. Nuestra taxonomia surge, en consecuen- cia, de los hechos de la experiencia internacional en todas sus vai das formas. EI primer tipo de tecnépolis consiste en complejos industriales de empresas de alta tecnologia que han sido construidos sobre la base de un medio innovador. Estos complejos, relacionando el I+D y la fa- bricacién, son los verdaderos centros de mando del nuevo espacio industrial. Algunos han sido creados a partir de la ultima ola de in- dustrializacién de nueva planta, caracterizada por las nuevas empre- sas de alta tecnologia: el mas destacado en todo el mundo es el de Si- licon Valley, que, en consecuencia, hemos seleccionado para asi poder estudiar e informar sobre la historia real de un mito indus- trial. Sin embargo, otros nuevos complejos se han desarrollado sobre las antiguas regiones industriales que atraviesan un proceso de 32) Tecnépolis de! mundo transformacién y reindustrializacién: el ejemplo mas importante es la carretera 128 de Boston, convirtiéndose por tanto en el segundo de nuestros estudios de caso. Estos nuevos complejos tecno-industriales surgen sin una planifi- cacién deliberada, si bien los gobiernos y las universidades han de- sempefiado aqui un papel crucial en su desarrollo. Pero no es menos cierto que otras experiencias son el resultado de esfuerzos institucio- nales conscientes por repetir el éxito de los mencionados ejemplos de crecimiento espontaneo. Asi, la mayoria de nuestros esfuerzos analiticos se centraran, fundamentalmente, en las experiencias del desarrollo industrial planificado. El siguiente tipo de tecndpolis que distinguimos, en consecuen- cia, puede ser claramente denominado como ciudades de la ciencia. Son éstos complejos de investigacién estrictamente cientificos, sin relaci6n territorial directa con la fabricacién. Su propésito es el de alcanzar un mayor nivel de excelencia cientifica mediante la sinergia que se supone generan en su aislado medio cientifico. Hemos ele- gido, para su estudio, cuatro casos de primera magnitud que inten- tan crear, deliberadamente, la excelencia cientifica mediante la con- centracién de recursos humanos y materiales en el aislamiento de un centro dedicado a la ciencia, en cuatro contextos muy diferentes: la ciudad siberiana de Akademgorodok, el gran experimento japonés de Tsukuba, la creacién coreana de Taedok y el nuevo concepto de la ciudad de la ciencia multinuclear que se esta desarrollando en el Area de Kansai, en Japon. Un tercer tipo de tecn6polis es el que aspira a inducir un nuevo crecimiento industrial, en términos de empleo y produccién, inten- tando atraer a empresas de produccién de alta tecnologia hacia un espacio privilegiado. Las funciones de innovacién no se hallan ex- cluidas de tales proyectos, pero éstas se definen, principalmente, en términos de desarrollo econémico. Los clasificamos como parques tecnol6gicos, ya que es asi como mas frecuentemente se describen ellos mismos. No obstante, el nombre no deberia ocultar una reali- dad consistente en un area empresarial de alta tecnologia deliber: damente establecida como resultado de iniciativas gubernamental o relacionadas con las universidades. En esta categoria, bastante poco definida, hemos analizado tres experiencias que van desde un parque con el mayor grado de planificacién gubernamental a un es- quema intermedio y a una iniciativa universitaria mas indefinida: los casos de Hsinchu en Taiwan, Soffa Antipolis en Francia y Cambridge en Inglaterra. En cuarto lugar, hemos analizado el disefio de programas com- pletos de tecnépolis como instrumentos del desarrollo regional y de la descentralizacién industrial. La eleccion, aqui, era obvia, ya que Jas minas y fundiciones de la economia informacional /33 s6lo existe un programa de primera magnitud con estas caracteristi- cas en todo el mundo: el programa de tecnépolis en Japon. ndo examinado estos casos planificados, y habiendo refle- xionado sobre ellos, llegamos a una conclusién que nos sorprend a pesar de toda esta actividad, sigue siendo cierto que, a lo largo de los afios y las décadas, la mayor parte de la verdadera produccion e innovacién de alta tecnologia del mundo sigue procediendo de zonas que no son habitualmente reconocidas como medios innovadores y que, en realidad, puede que posean muy pocas de sus caracteristicas fisicas: las grandes zonas metropolitanas del mundo industrializado. En vista de ello, decidimos que las estudiariamos como la quinta- sencia del medio innovador *', Descubrimos una distincién funda- mental entre las viejas metropolis que mantenian su liderazgo tecno- légico (Tokio, Paris, Londres), las metrépolis que perdieron su papel de centros industriales avanzados (Nueva York y Berlin) y las metr6- polis tecnolégicas-industriales recién Hegadas que, de hecho, ocupa- ron el lugar de aquéllas: Los Angeles y Munich. Finalmente, dec s que podria ser interesante hacer un forme sobre los progresos de dos intentos actuales de crear un me- dio innovador y en los cuales los propios autores se hallan involucra- dos: la Polis Multifuncional de Adelaida y la Cartuja’93 de Sevilla; dos experiencias situadas literalmente para otros pos de personas interesadas en unirse a la gran aventura de planifi- car los territorios de la nueva era tecnolégica. Estos proyectos en desarrollo seran el final de nuestros estud de caso. En los dos capitulos finales tratamos de atar cabos. el Capitulo 9 se procura extraer las lecciones que estas experiencias tan dispares parecen querer ensefiarnos. En el Capitulo 10 nos basamos en ellas para intentar lanzar algunas sugerencias sobre la politica a seguir en la construccién de tecndépolis. En estos capitulo: riamente, somos en cierto modo especulativos y criticos. Nos hemos enfrentado con algunos de los proyectos de mayor dimension y, cier- tamente, de mayor impoi potencial de todo el mundo. Estos son nuestros juicios sobre ellos, y no todo el mundo tiene necesar mente que estar de acuerdo con los mismos. Nosotros esperamos que, al menos, sirvan para suscitar un debate y, quiz4, nuevos estu- \s. De ser asi, habremos alcanzado nuestro propésito. * Un revisor ha comentado la conveniencia de comenzar con estas ciudades metro- politanas innovadoras, ya que fueron anteriores a cualquiera de las politicas experi mentales de este libro. Pero, habiendo ponderado la cuestién, creemos que ta légica de nuestro libro exige que sean consideradas en este momento y no antes Silicon Valley tiene garantizado su lugar en la historia como el niicleo industrial original de la revolucién en las tecnologfas de la in- formacién. Si bien su reputacién se ha cimentado en el hecho basico de la concentracién (en 1989) de unos 330.000 trabajadores de alta tecnologia, incluyendo 6.000 doctores en ingenieria y ciencias', aquélla también proviene de la leyenda de Silicon Valley, aclamado en todo el mundo como un modelo heroico de innovacién al servicio del crecimiento econémico dinamico. Esta franja de 70 x 15 kilometros en la peninsula al sur de San Francisco, extendiéndose desde Palo Alto hasta las afueras del sur de San José (Fig. 2.1), se ha convertido en el epitome popular de la cul- tura empresarial, el lugar en donde las nuevas ideas nacidas en un garaje pueden convertir a los adolescentes en millonarios, al tiempo. que cambian nuestras formas de pensar, de vivir y de trabajar. Tam- bién esta considerada como la prueba viviente de la relacién funda- mental entre Ja ciencia y el desarrollo econémico; un proceso que enfatiza el papel de las universidades y de la investigacién como fuerzas impulsoras del progreso humano. En tiltima instancia, aun- que no menos importante por ello, Silicon Valley incorpora el nuevo poder emergente de las nuevas tecnologias: las batallas de las gue- tras del futuro se libran en sus laboratorios electrénicos; la competi- tividad en la economia mundial depende en gran medida del acceso al tipo de excelencia tecnoldgica que tan profusamente se concentra aqui; los espias militares ¢ industriales se ganan la vida a sus expen- " Saxenian, 1993. 35 36/ Tecndpolis de! mundo hacen cola para establecer joint ventures con sus fi mas innovadoras; los presidentes, los ministros y los dignatarios legan aqui en peregrinaje, en delegaciones con gran cobertura publi- citaria que buscan capitalizar la visita en términos de prestigio social 0 de votos politicos a su vuelta a casa. En el condado de Santa Clara (verdadero nombre geografico de la zona) y en sus alrededores inmediatos se concentraban en la dé- cada de 1980 alrededor de 3.000 empresas de fabricacién electré- nica, el 85% de las mismas con menos de 50 trabajadores (Tabla 2.1). Otras 3.000 empresas de la zona suministraban los servicios ne- cesarios para la produccién y otras 2.000 se ocupaban en actividades de alta tecnologia, arrojando un total de 8.000 empresas en el com- plejo?. Y sin embargo, Santa Clara era todavia en 1950 una zona principalmente agricola, con s6lo 800 trabajadores industriales, la mayoria de ellos en plantas de procesamiento de alimentos‘. Du- rante la década de 1970, se creaba una nueva empresa cada dos se- manas, y el 75% de las mismas sobrevivié al menos seis afos, una tasa de elasticidad mucho més elevada que la de las empresas ameri- canas en su conjunto *. Durante la década de 1980, a pesar de una grave recesion en la industria de los ordenadores en 1984-86, el dina mismo de la economia regional no sufrié disminuciones, con un cre- cimiento del 35% en el empleo total en 1980-89. Desde 1970, los in- gresos medios por familia en la zona han sido los mas altos en California y unos de los mas altos en los Estados Unidos‘, Esta vibrante economia esta basada en una extraordinaria capaci- dad para la innovacion: la mayoria de los inventos clave en microele trénica e informatica se han originado en Silicon Valley, incluyendo el invento compartido del circuito integrado, el proceso planar, el micro- procesador, el sistema Unix y el desarrollo del ordenador personal. El hecho de que un nuevo poder industrial de este tipo pudiera surgir en una zona totalmente carente de base industrial o de tradicién empre- sarial previa —San Francisco fue siempre claramente ajeno a Silicon Valley— ha encendido la imaginacién de todo el mundo. No obstante, es precisamente debido al caracter extraordinario de la historia por lo que ésta debe ser cuidadosa y analiticamente reconstruida. Sélo asi sera posible evitar las trampas ideoldgicas que, inevitablemente, ocultan tras la leyenda. Porque, en realidad, Silicon Valley no puede ser reducido simplemente a una luminosa valla publicitaria que pro- clama las virtudes de la ideologfa del libre mercado. Rogers y Larsen, 1984, > Bernstein et al., 1977. xenian, 1990. xenian, 1993. © Rogers y Larsen, 1984; Malone, 1985 Silicon Valley: donde todo comenzé /37 FiGura 2.1. Silicon Valley: ubicacion general. CALIFORNIA San -f 7 Francisco] ‘San José, om io Los Angeles — Silicon Valley v aoe 5 San Die, 100 mills ho kon Fuente: Rand McNally World Atlas, 1992, 38/ Tecndpolis del mundo Tania 2.1, Silicon Valley: estructura del empleo Empleo SIC 1959 1965 1970 1975 19801985 Ordenadores 35730 0 8.938 19.902 52.738 56.126 Otras maquinas de of- cina 357% 0 0 979 1.869 2.748 2.748 Comunicaciones 366 895 5.027 7.271 10.043 19.603 29.677 Semiconductores..n.. 3.674 0 4.164 12.290 18.786 34.453 47.069 Otros componentes ¢ tronicos 367° 4.295 4.619 14.174 11.622 25.472 23.731 Misiles/partes 3720 0 2274 0 0 750 Instrumentos 38 328 1.202 2.567 14.646 24.912 19.382 Accesorios electrénicos 283-0282 0 750-1976 1.954 Softwareiproceso de da- {OSs Br 0 0 3.887 7813 15.368 Laboratorios 10 7391 118 2193 1.978 1.642 3.856 6.133 Ventas al por mayor de electrénica 5.065 131 693 1.107 2.092 3.703 9.179 Ventas al por mayor de ordenadores $086 199 243 373-620. «2.005 2.807 Empleo total de alta tec- nologia 5.966 18.424 51.951 89.859 179.113 214,924 Empleo total en manu factura 61,305 88.038 131.613 154.126 256.437 272.332 Fuente: Bureau of the Census, County Business Patterns (aios escogidos). Nota: Cédigos 357 y 367 exclusivos de 3573 y 3674, respec La historia de Silicon Valley bien la historia de Silicon Valley ha sido contada numerosas veces —aunque, extrafamente, en raras ocasiones en la investiga- cién académica, con algunas notables excepciones "— atin es titil vol- ver a narrar los hechos en su secuencia hist6rica, con el fin de ser ca paces de comprender tanto la singularidad de la zona como su potencial para la generalizacion. Nos sera de utilidad resumir el des- arrollo de Silicon Valley como un gran centro tecnolégico-industrial en una secuencia por etapas: * Los precedentes histéricos de la innov: con Valley desde comienzos del siglo xx. j6n tecnolégica en Sili- xenian, 1981, 1990; Scott y Angel, 1987. Silicon Valley: donde todo comenz6 /39 .a creacion de su base industrial de alta tecnologia en la dé- cada de 1950 alrededor del parque industrial de Stanford. * El crecimiento de empresas innovadoras en microelectronica en la década de 1960, sobre la base de escisiones de la primera generacién de empresas y con el apoyo de los programas basa- dos en la electrénica del Departamento de Defensa. a consolidacién de los fabricantes a gran escala de semicon- ductores en la era de los microprocesadores, conjuntamente con el inicio de la era de los ordenadores personales en la dé- cada de 1970. * El creciente dominio de la industria de los ordenadores, la in- ternacionalizaci6n de la estructura industrial del «Valley» y una nueva ronda de escisiones innovadoras en la década de 1980. Esta secuencia histérica resulta crucial para comprender $i Valley. Porque, si bien todos los factores que generalmente se asocian con su crecimiento y éxito han sido significativos, los elementos indi- viduales han sido importantes en diferentes periodos y con intensida- des distintas en cada periodo; un hecho que marca totalmente la dife- rencia a nivel mundial a efectos de analisis y generalizacién. En primer lugar, a pesar de la ausencia previa de base industrial, la zona Si tenia una importante tradicion investigadora en electrénica que se remonta a la invencién del tubo de vacio por De Forest en 1912, en una empresa, la «Federal Telegraph Company», que fue creada por un graduado de la Universidad de Stanford con el apoyo de la Univer- sidad, Durante la década de 1920, Stanford mantuvo una tradicién de excelencia en la ingenieria eléctrica alrededor de la figura del Dr. Harris Ryan, y muchos de sus alumnos se quedaron en Ja zona a tra- bajar en el campo de la clectrénica, creando sus propias empresas. Pero el nexo crucial entre la etapa inicial de la electrénica y la formacién de Silicon Valley hay que buscarlo en Frederick Terman —cl hombre que, mas que ningtin otro, puede ser considerado como Ja figura central de la historia—. Frederick Terman era hijo de un profesor de psicologia de Stanford y crecié en el campus. Estudié quimica ¢ ingenieria eléctrica en Stanford y se matriculé posterior- mente en el programa de doctorado en ingenieria eléctrica en el MIT, el mejor del pais en esa época. Terminado el doctorado, fue de- signado para el cuerpo docente del MIT, pero contrajo tuberculosis y decidi6 permanecer en Palo Alto, ya que el clima era alli mejor para su salud, convirtiéndose en profesor de radiotécnica en Stanford. Asi, dado el papel central que desempeni en el desarrollo de Silicon © Hall, de proxima aparicién se podria decir que el clima tuvo un papel destacado en su aparicién como centro de alta tecnologia —aunque no tanto por su contribucion a la calidad de vida, como veremos, como por su con- tribucién a la salud de Terman. Fue ascendido a jefe del laboratorio de comunicaciones en Stanford y posteriormente a decano de inge- nieria eléctrica, para después convertirse en vicepresidente de toda la Universidad durante la década de 1950. Convencido como estaba de la decisiva necesidad de vincular la Universidad con la industria, utiliz6 todas sus relaciones, toda su in- fluencia, y en ocasiones su propio dinero, para animar a sus mejores graduados a que crearan empresas de electrénica, una aventura de alto riesgo en las décadas de 1920 y 1930°. Entre sus estudiantes se encontraban Charles Litton, quien en 1928 fund6 Litton Engineering Laboratories, y dos graduados con especial talento: William Hewlett y David Packard. Terman les protegio, les ayud6 en sus investigacio- nes, les convencié para que fundaran una empresa comercial con la que explotar sus investigaciones y les presté 1.538 délares para ini- ciar la empresa en 1938; ya en 1942 las ventas de la empresa llega- ban a los 1.000 millones de délares. La Segunda Guerra Mundial, con su apetito por los equipos electrénicos, dio un impulso decisivo a Hewlett-Packard y a las otras iniciativas que se crearon a la som- bra de Stanford, mientras que el propio Terman dedicaba su tiempo al MIT en la direccién de un proyecto militar de alta tecnologia. Assu vuelta a Stanford, Terman se dedicé a la construccién de un gran programa de ingenieria eléctrica, disefiado segtin los programas muy superiores de la Costa Este, y con apoyo de las corporaciones locales. Pero su objetivo principal seguia siendo el de poder difundir los resultados del I+D por el mundo industrial. Dado que Stanford era una universidad rica en terrenos, gracias a las donaciones ini les, Terman decidié en 1951 utilizar este activo para crear el parque industrial de Stanford, el verdadero predecesor de todas las futuras tecnépolis del mundo. Terman arrend6 los terrenos a empresas en términos muy ventajosos, sobre la base de su excelencia en la tecno- logia electrénica y de su estrecha relacién con la universidad. La primera empresa en trasladarse al parque fue Varian, otra de las empresas creadas bajo el influjo de Stanford que tenia a Terman en su Comité de Direccién. Hewlett-Packard se traslad6 al Parque en. 1954. Ya en 1955 habia 7 empresas, 70 en 1970, 90 en la década de 1980 con cerca de 25.000 trabajadores. Al llegar 1954, el suefio de Terman de una «comunidad de académicos técnicos», basada en la relacién entre la universidad y la industria privada ", se habia con- ® Rogers y Larsen, 1984; Malone, 1985. « Saxenian, 190. Silicon Valley: donde todo comenz6 (44 vertido en realidad, constituyendo el nticleo de lo que seria Silicon Valley. Sin embargo, a pesar de todos los esfuerzos por mejorar las universidades de la Costa Oeste, éstas fueron claramente inferiores en investigacién electronica a los centros tradicionales de la Costa Este hasta la década de 1960. Asf pues, la transferencia de tecnologfa desde estos centros se convirtié en una condicién necesaria para que Silicon Valley desarrollara las bases de la innovacién de vanguardia. Es aqui cuando entra a formar parte de la historia el otro perso- naje de la leyenda, el Premio Nobel William Shockley, coinventor del transistor en 1947 con su equipo en los Laboratorios Bell en Nueva Jersey. Shockley dejé los Laboratorios Bell en 1954 para formar su propia empresa y comercializar asi sus investigaciones ''. Traté, en primer lugar, de asentarse en la zona de Boston, pero debido a la falta de apoyo de las grandes empresas de la zona (Raytheon rechaz6 sus propuestas), se trasladé a Palo Alto —debido, entre otras razones, a que su anciana madre vivia alli—. En 1955 fund6 «Shockley Semicon- ductors Laboratory» en Mountain View, cerca de Palo Alto. Jévenes graduados en electronica respondicron inmediatamente a su primer anuncio de empleo, y reclut6 a los 8 mas brillantes: todos ellos se con- vertirian en multimillonarios y en innovadores tecnolégicos, inclu- yendo a Robert Noyce, el coinventor del circuito integrado en 1957. No obstante, Shockley fue un cientifico tan brillante como pé- simo hombre de negocios y antipatico como persona (se proclamé racista), y trabajar con él resultaba dificil. Su obstinacién le condujo al fracaso comercial, dado que insistié en trabajar con diodos de cuatro capas y se negé a pasar a los transistores de silicio, tal y como sus j6venes discipulos le aconsejaron que hiciera. Asi, en 1957 los 8 j6venes ingenieros abandonaron a Shockley y fundaron una nueva empresa, «Fairchild Semiconductors», que era la tinica empresa de transistores que trabajaba exclusivamente con silicio. En pocos aiios, Fairchild fue reconocida, principalmente gracias al trabajo de Bob Noyce, como la coinventora del circuito integrado y como la inventora del proceso planar, la decisiva tecnologia indus- trial actualmente necesaria para fabricar circuitos integrados. Fair- child atrajo a los mejores j6venes talentos en microelectronica pero, al mismo tiempo, no pudo retenerlos, dados la ambicién y dina- mismo de éstos. Ya en 1965 se habian creado 10 nuevas empresas por antiguos ingenieros de Fairchild '. Ademas, cuando Fairchild fue absorbida por una casa matriz de la Costa Este incapaz de com- prender la dinamica innovadora local, sus fundadores también deja- ron la empresa, convirtiéndose ésta en un cascarén vacto. "Muda, 1979. » Oakey, 1984 42) Teendpolis del mundo Asi pues, aproximadamente la mitad de las 85 principales empre- sas americanas de semiconductores se ctearon como escisiones di- rectas 0 indirectas de Fairchild, convirtiéndose de este modo en el principal mecanismo para la difusién del know-how tecnolégico por toda la zona "’, Entre las nuevas empresas surgidas a partir de Fair- child se encuentran Intel (creada por Bob Noyce en 1968), «National Semiconductor», «Signetics», «Ameleo» y «Advanced Micro Devi- ces», todas ellas lideres en la industria actual. Todas estas empresas ¢ instalaron en Silicon Valley, trasladandose al siguiente emplaza miento disponible mds préximo para continuar sus trabajos sobre los mismos programas y casi con las mismas personas. De las 45 em- presas americanas de semiconductores creadas entre 1959 y 1976, 40 de ellas se situaron en Silicon Valley" No obstante, para que este proceso de escisién de nuevas empre- as tuviera éxito, intervinieron otros factores en la década de 1960; y éstos hicieron que la historia de Silicon Valley fuera mas comple} EI primero de ellos fue la dramatica expansion de la demanda mili- tar de equipos electrénicos a finales de la década de 1950 y en la de 1960, a medida que el programa aeroespacial cobraba forma como resultado de la conmocién provocada en el «aparato» gubernamer tal americano por el lanzamiento del primer Sputnik ©. Por ejemplo, en 1959 se adjudicé a Fairchild un contrato de 1,5 millones de déla- res para suministrar los transistores para el misil Minuteman, y en 1963 los circuitos integrados para el ordenador de vuelo de la nave espacial Apolo. A finales de la década de 1950, la participacion de los mercados militares en las entregas totales de semiconductores al- anz6 un nivel del 70%, y oscilé alrededor del 50% durante la década de 1960, concentrandose el mercado de la defensa en las capas mé altas de la tecnologia". Tanto el Departamento de Defensa como la NASA pagaron altos precios por las tecnologias mas innovadoras, que también eran las mas arriesgadas en términos de inversién; asi, desempenaron el pa- pel de subvencionadores del I+D para las empresas de Silicon Va- lley. Ademas, esta practica de apoyo y participacién tecnolégica de los departamentos mili para asegurar el suministro a tiempo de los equipos solicitados, condujo a una rapida difusion tecnolé- gica entre la empresas y a una falta de control sobre las patentes de los inventos. En realidad, a menos que fueran clasificados como se- cretos militares, el Departamento de Defensa exigia la difusién pu- blica de los descubrimientos realizados gracias a su aportacién de © Saxenian, 1990. "Ibid. = Markusen er al., 1991 % Saxenian, 1990. Silicon Valley: donde todo comenz6 /43 fondos "7. Asf pues, la demanda militar y aeroespacial suministraron los primeros mercados a gran escala para la joven microelectronic: concentrada en Silicon Valley, y facilitaron el capital necesario para las inversiones de alto riesgo, al tiempo que hacian posible la difu- sidn de los adelantos tecnolgicos entre las empre: Pero las empresas de Silicon Valley pudieron sacar partido de la bonanza militar gracias a su extraordinaria versatilidad, a su carac- ter emprendedor y a un elevado nivel de interaccién mutua. La in- vestigacién académica, concretamente el trabajo pionero de Anna- Lee Saxenian, ha enfatizado el papel decisivo de las redes sociales de informacién y de una cultura compartida de innovacién en la forma- cién, el desarrollo y la continua vitalidad de Silicon Valley. Las nuevas escisiones de Fairchild eran a menudo proyectadas, discuti- das y decididas en un restaurante cercano en Mountain View, «Wal- ker's Wagon Wheel Bar and Grill», frecuentado por los ingenieros de la compania ”. La circulacién constante de talentos desde una em- presa a otra hacia que fuera literalmente imposible mantener los de- rechos de patentes de cada innovacién. La tinica via que tenian las empresas de solucionar cl problema consistia en acelerar el paso de la propia innovacién, abriendo camino asi a nuevas empresas, pro- ductos o tecnologias, en un interminable proceso de extraordinaria estimulaci6n tecnolégica e industrial Pero si bien los cientificos y los ingenieros podfan cambiar facil- mente de trabajo, buscando siempre mejores oportunidades y retos mas excitantes en la investigacién, generalmente permanecian en Si- licon Valley para mantener vivas asi sus redes informales de infor: macién, basadas en una interaccién persona a persona sobre temas habituales de tipo técnico o profesional. Esas redes, tal y como Saxe- nian ha demostrado en su tesis doctoral, constituian la verdadera base del proceso de innovacién en Silicon Valley, ¢ incrementaron su complejidad ¢ importancia a lo largo del tiempo. Eran simultanea mente canales de comunicacion de innovacin tecnolégica, sistemas de organizacién del mercado de trabajo y la base material para la formacién de-una cultura que enfatizaba los valores de la excelencia tecnologica y de la actividad empresarial en el libre mercado, al tiempo que servian para transmitir los modelos de comportamiento de Silicon Valley: el joven y brillante ingeniero que alcanzaba la ri- y la fama mediante la pericia técnica y la irreverencia social. tas redes de informacién apoyaron el desarrollo de otro ingre- diente clave de Silicon Valley, las empresas de inversion de capital "Ibid. '® Saxenian, 1993. © Rogers y Larsen, 1984. *° Saxenian, 1990. 44) Tecndpolis de! mundo riesgo, que fueron decisivas a Ja hora de financiar el desarrollo de empresas de electronica en campos ajenos al estrecho marco original de los mercados militares. Pero, al contrario de lo que generalmente se cree, parece ser que las empresas de inversién de capital no se ori ginaron en los mereados financieros de San Francisco, sino a partir de la riqueza generada por el propio Silicon Valley !. De hecho, hubo ingenieros y hombres de negocios pertenecientes a la primera ola de empresas de electrénica que invirtieron su dinero en la si- guiente ronda de nuevas empresas, habiendo verificado a partir de su propia experiencia la viabilidad del proceso y sintiéndose lo ba: tante competentes como para juzgar las posibilidades de las nuevas candidatas. Asi, si bien en la década de 1980 las principales institu- ciones financieras se instalaron en el mercado de inversiones de ca- pital de Silicon Valley, ya antes —en la década de 1960 y comienzos de la de 1970— las propias redes sociales de informacién de Silicon Valley habian creado un sistema de autofinanciaci6n, reinvirtiendo parte de sus ganancias en el apoyo a la siguiente generacién de em- presarios. A mediados de la década de 1970, Silicon Valley habfa desarro- lado sus redes sociales de informaci6n, su base industrial, sus activi- dades de apoyo a la financiacion y a los servicios y sus organizacio- nes profesionales, hasta el punto de constituir un medio innovador capaz de absorber y de introducir en el mercado innovaciones clave que no le eran propias. Este fue el caso concreto del producto que cambié el mundo y Silicon Valley, abriendo una nueva era industrial para la region: el ordenador personal”. El ordenador personal fue fabricado por primera vez en 1974 en Albuquerque, Nuevo México, por un ingenicro, Ed Roberts, a través de su pequefia empresa de calculadoras MITS, en la forma de un modelo denominado «Altair». Altair, a pesar de ser una maquina primitiva, fue un éxito comercial instantaneo. Pero su principal impacto consistié en movilizar la red informal de aficionados a los ordenadores que ya existia en la zona de la Bahia de San Francisco. El nticleo de esta red era el «Home Brew Computer Club» (Club de Ordenadores de Fabricaci6n Ca- sera), formado por jévenes ingenieros en electronica y por amantes de los ordenadores, que se reunia regularmente para intercambiar informacién y discutir los avances en este campo. Esta red incluia a personas como Steve Wozniak, el futuro inventor de Apple; Bill Ga- el gurti del sofiware, fundador de Microsoft, y a otros jéven sionarios que mas tarde fundarian 22 empresas, incluyendo Apple, Microsoft, Comenco y North Star. Fue esta red la que siguié el ejem- " Florida y Kenney, 1987, > Freiberger y Swaine, 1984; Hall, de préxima aparicién, Silicon Valley: donde todo comenzé /45 plo de Roberts de crear un ordenador personal, a partir de la vision romantica de dar a la gente el poder de calculo de los ordenadores, al tiempo que las empresas ya establecidas, incluyendo a algunas de Silicon Valley tales como Hewlett Packard, rechazaban las primeras propuestas técnicas del ordenador personal Fue a partir de este proceso que surgié la historia de audacia tec- nolégica ¢ imaginacién empresarial que mas ampliamente se ha di- vulgado: el desarrollo del ordenador personal Apple por parte de dos jovenes que abandonaron los estudios prematuramente con poco mas de veinte aftos, trabajando en su garaje de Menlo Park en el ve- rano de 1976. Steve Wozniak fue el que disei el ordenador, y Steve Jobs fue el genio de los negocios que presintié el potencial comercial de su producto y pas a crear una empresa que salté de unas venta de cero a 100 millones de délares en cuatro aos, para convertirse una década més tarde en una verdadera corporacién multinacional. Es importante comentar que Jobs y Wozniak fueron capaces de ini- ciar la empresa sdlo gracias a que un anterior ejecutivo de Intel, Mike Markkula, entré en el proyecto como tercer socio, prestindoles 91.000 délares *. Fue esta financiacién de alto riesgo por parte de particulares que estaban familiarizados con la actividad, y que compartian la cultura de los innovadores, la que hizo posible un interminable nacimiento de nuevas empresas en Silicon Valley. Cuando en 1981 IBM intro- dujo su propio ordenador personal, dando caracter oficial a la im- portancia del nuevo mercado, las redes de Silicon Valley comenza ron a generar empresas de ordenadores, tanto de hardware como de software, asi como empresas de servicios informaticos, haciendo que a mediados de la década de 1980 ésta fuera la actividad més impor- tante de la regin, sobrepasando incluso a los semiconductors. Ade- mas de Apple, y de la continua expansién de Hewlett Packard, una nueva empresa de ordenadores, Sun Microsystems, creada a comien- zos de la década de 1980 a partir de la misma red social de informa- cién, se convirtié en otro ejemplo de la capacidad de Silicon Valley para generar grandes empresas en pocos aftos a partir de nuevas ideas y nuevos descubrimientos tecnolégicos; en el caso de Sun gi cias, fundamentalmente, a la contribucién de otro joven guri de los ordenadores, Bill Joy. No obstante, cuando en 1984-86 la competencia japonesa y una recesién mundial en la industria de los ordenadores golpe6 la region, forzando el despido de mas de 21.000 trabajadores, muchos observa- dores Hlegaron a la conclusién de que la ya envejecida estructura in- dustrial de Silicon Valley habia alcanzado su | ite y previeron un * Malone, 1985. 46/ Tecndpolis de! mundo descenso progresivo del impulso innovador. Sin embargo, en la se- gunda mitad de la década las redes sociales de informacién de la zona siguieron actuando como imanes que atrafan la informacion y el capital desde todas las partes del mundo, generando nuevas esc siones, iniciando nuevas empresas y diversificando y haciendo ma: compleja la estructura industrial preexistente2*. Mientras que las empresas de semiconductores establecidas cedian terreno frente a la competencia japonesa en la produccién estandarizada y de gran vo- lumen, una nueva ola de empresas, tanto de semiconductores como de ordenadores, comenz6 a desarrollar un nuevo sistema de produc: ci6n flexible, concentrndose en equipos normalizados de alto valor y mejorando su nivel tecnolégico para combatir paulatinamente la competencia. Silicon Valley se fue asi especializando cada vez més en la pro- duccion tecnolégica de alto nivel en la microelectrénica y en los or- denadores, y sus empresas automatizaron sus plantas industriales y/o se trasladaron a otras zonas més baratas en los Estados Unidos al tiempo que mantenjan en Silicon Valley las funciones de alto nivel del [+D, el disefo y la fabricacién avanzada. El cambio en las redes de informacién de las empresas, la especializacién en diversas ope- raciones y la intensificacién de su liderazgo tecnolégico en cada etapa del proceso productivo fueron la fuente de una nueva ronda de innovacién y de crecimiento industrial que permitié a Silicon Valley seguir a la cabeza de la competencia y crecer econémica, demogra- fica y territorialmente, en el preciso momento en que otras zonas de alta tecnologia, como la carretera 128 de Boston, estaban siendo da- adas por el declive de los mercados militares. Asi pues, desde mediados de la década de 1970 Silicon Valley se convirtié en un medio innovador, industrial v de servicios de alta tecnologia, autosuficiente, que generaba sus propios factores de pro- duccién: conocimientos, capital y trabajo. Las universidades, inclu- yendo Stanford, San José, Santa Clara y, hasta cierto punto, la relati- vamente distante Berkeley, continuaron siendo decisivas en su aportacion al mercado de trabajo de ingenieros y cientificos bien cualificados. No obstante, su papel como fuentes de 1+D habia mer- mado sustancialmente en comparacién con la capacidad investiga dora endégena de la industria, si bien los programas de investiga- cién cooperativa siguieron poniendo en relacién a las universidades ya las empresas, Pero para que el medio innovador pudiera volverse autosuficiente tuvo que ser apoyado, durante un prolongado periodo de tiempo, por un conjunto de elementos interactivos cuyo desarrollo hemos % Saxenian, 1990; Borrus, 1989, Silicon Valley: donde todo comenzé /47 presentado aqui. Para que tales elementos puedan agruparse para formar un proceso generador de sinergias tienen que ser apoyados por una cultura local especifica que, surgiendo de la industria de alta tecnologia, contribuya, a su vez, a su capacidad innovadora. La cultura de Silicon Valley Las revoluciones tecnoldgicas han estado siempre asociadas his- téricamente con la aparicién de culturas espe 28. Tales culturas son ingredientes esenciales de la capacidad para innovar y de la rela- cin entre la innovacion y las aplicaciones mas apreciadas en una determinada sociedad, desde la construccién de catedrales a las ven- tas comerciales a nivel mundial o a la supremacia en el poder mili- tar. Parece ser que la concentracion territorial de los procesos de in- novacion en determinadas zonas clave es un prerrequisito para el desarrollo de una cultura de este tipo y para la interaccién positiva entre la innovacién tecnolégica y el cambio cultural ** En el caso de Silicon Valley, existe en verdad una fuerte especi- ficidad cultural en los valores y en el estilo de vida de los ejecuti- vos, los ingenieros, los técnicos y los trabajadores cualificados que forman la base humana de este sobresaliente medio de innovacién. Algunas de las caracteristicas de esta cultura no encajan completa- mente con las virtudes pregonadas por la leyenda, mientras que otras lo hacen perfectamente. Existe poca investigacién académic: istematica sobre el tema, por lo que nuestro andlisis es necesari mente experimental. Con todo, existe la suficiente informacion de campo, de informes periodisticos y de libros de tema comercial como para suministrar la base necesaria para una caracteriz: mas o menos amplia de las pautas de los valores sociale: comportamiento en Silicon Valley 2’. Hemos utilizado, en concreto, un estudio muy importante de una muestra representativa de los trabajadores del condado de Santa Clara, que fue dirigido por el principal periddico local, el «San José Mercury News», entre agosto y septiembre de 198478, fecha anterior a la crisis que afecté ala industria y que modificaria parte de las pautas sociales ¢ cas de la zona. Si bien aceptando el riesgo de ser excesivamente e: quematicos, Kranzberg y Pursell, 1967 2% Hall y Preston, 1988. * Rogers y Larsen, 1984; Keller, 1981; Reinhold, 1984; Thompson, 1985; Larsen y Gill, 1984, * Carey y Gathright, 1985.

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