You are on page 1of 766
EUGENIO VALLARINO CANOVAS DEL CASTILLO Profesor Dr. Ingeniero de Caminos, C. y P. TRATADO BASICO DE PRESAS TOMO | CUARTA EDICION CORREGIDA Y AMPLIADA (1998) CON LA COLABORACION DE GUILLERMO BRAVO GUILLEN FERNANDO GIRON CARO EDUARDO SALETE DiAZ COLECCION SEINOR N° 11 # COLEGIO DE INGENIEROS DE CAMINOS, CANALES Y PUERTOS Portada: Presa de Belesar (Uni6n-Fenosa, rio Mifio, Espaiia). (Foto del autor) 42 edicién: 1998, © Eugenio Vallarino Cénovas del Castillo. © Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos. Reservados los derechos para todos los pafses. Ninguna parte de esta publicacién, inchiido e? disefio de Ja cubierta, puede ser reproducida, almacenada o transmitida de ninguna forma, ni por ningun medio, sea éste electrénico, quimico, mecénico electro-dptico, grabacién, fotocopia o cualquier otro, sin la previa autorizacién escrita por parte de la Editorial IMPRESO EN ESPANA PRINTED IN SPAIN LS.B.N.: 84-380-0144-0 ‘Depésito legal: M-36993 Obra completa: 84-380-0146-7 Inprime: Coopegraf/Visagrafic, S.L. Teléfono: 91 739 88 75 COLEGIO DE INGENIEROS DE CAMINOS, CANALES Y PUERTOS C/ Almagro, 42 - 28010 MADRID Indice analitico Predmbulo........ XXI Parte A CUESTIONES GENERALES Y BASICAS 1. Cuestiones generates 3 1.1. Historia sucinta 4 1.2. Las presas espatfolas hasta 1900 6 1.3, Panorama actual de las presas en el mundo 8 1.4, Las presas en Espaia en el siglo xx .. 10 1.5. Impottancia técnica, econémica y social . 16 1.6. Efectos ambientales y sociales 16 1.7. Conceptos sobre seguridad .......0 . . 18 1.8. Nuevos aspectos de la seguridad: el envejecimiento de las presas. 20 1.9. Observacién y vigilancia .. 4 1.10. Reparaciones, refuerzos y tectecimientos . 24 1.1L. Comisi6n Internacional de Grandes Presas (ICOLD).... 25 1.12. La Seguridad de las Presas: Normas .. 26 1.13. Aplicabilidad del Reglamento: Definicién de Gran Presa 27 2. Tipologia ........ 31 2.1. La ptesa como estructura 31 2.2. Desagiies-Aliviadero .... . 32 2.3. Tipologia de presas ..... sesstetsventnse 33 INDICE ANALITICO 24. Critica tipolégica ....... 38 2.5. Tipologia de las presas espafiolas . 42 2.6. Constitucién de un aliviadero: tipologia 43 2.7. Tipologia oficial . 45 2.8. Clasificacién de las presas segiin su grado de riesgo... 45 3. Fuerzas actuantes 49 3.1. Peso propio . 49 3.2. Empuje hidrostatico 50 3.3, Filtraci6n, Presi6n intersticial 54 3.4. Efectos térmicos y de fraguado . 61 Seismos.. 64 Empuje de sedimentos 69 Oleaie... seo 70 Empuje del hielo 14 Otras solicitaciones 14 Combinacién de solicitaciones y niveles de embalse... 15 4.La acerrada y el embalse: estudios previos .. 1 . Estribos y cimientos de la presa . 18 Impermeabilidad del embalse y de la cerrada 79 . Estabilidad del vaso... 80 . Estudios geol6gicos... 81 . Estudios geofisicos.., 82 . Ensayos in sittt.... 85 Datos topograficos.... 87 Problemas inducidos por el embalse . 88 ; Planteamiento general de los efectos de un embalse.... 39 4,10. Efectos directos de la inundacién 91 4.11. La sedimentacién en el embalse. 92 4.12. Efectos en la biota del embalse y del rio 95 4.13. Efectos térmicos en el embalse. 97 4.14, Estudios ecolégicos .. 99 4.15. Seismos inducidos por el embalse... 100 Parte B PRESAS DE HORMIGON 5. Presas de gravedad: seccién tipo y red de drenaje 105 5.1, Seccién transversal de una presa de gravedad 105 5.2. Evolucién de las ideas sobre la subpresién 108 5.3. Porosidad del hormigén 110 XIV INDICE ANALiTICO 5.4, Red de corriente 5.5. Consecuencias del andlisis de la red de corriente 5.6. Posibilidad de saturacién de una presa . 5.7. Control de la subpresi6n «jee 5.8. Principios sobre drenaje . 5.9. Disposicién y dimensiones de los drenes .. 5.10. Red de drenaje y vigilancia 5.11. Medicién de las presiones intersticiales .. 5.12. Otras galerfas 5.13. Azudes sobre terreno permeable Condiciones generales de equilibrio 6.2. Estabilidad vertical 6.3. Estabilidad al vuelco.... 6.4. Estabilidad al deslizamiento 6.5. Influencia de la forma de la seccién .. 6.6. Andlisis de la influencia de los distintos parametros y fuerzas en la seguridad y en las dimensiones de la presa ...--o-- 6.7. Influencia relativa de las fuerzas normales 6.8. Efecto de la coronaci6n...... 6.9. Efecto de la cohesién.. 6.10. Otros casos de subpresién, normals y extemos 6.11. Efecto de una grieta abierta....... 7 6.12. Efecto de la variacién del nivel del embalse 6.13. Acciones sismicas 6.14. Secciones del verteder 6.15. Seciones especiales .. 7. Estabilidad al deslizamicnto: medios para mejorarla 7.1. Superficies de presunto deslizamiento .. 7.2. Medidas para mejorar la estabilidad al deslizamiento ... 7.3. Cimentacién en contrapendiente (aumento de N y disminucién de T) 7.4. Influencia del talud aguas arriba (incremento de N) ..... sess 7.5. Control de la subpresién (aumento de N) 7.6. Cables tensados (aumento de N y disminucién de T) 7.7. Tratamientos del terreno: mejora de @ y c 7.8. Estribos de las presas bévedas ........ 7.9. Ubicacién de la béveda ¢ incidencia de los arcos ... 7.10. Estabilidad de laderas.... 7.11. Estabilidad tridimensional de ‘cimientosy estribos: método de Londe. cose ee 112 114 116 117 119 120 121 128 129 130 139 140° 140 141 142 145 148 150 155 156 158 162 165 © 168 170 171 7s 17S 181 181 182 183 184 186 188 192 194, 195 XV INDICE ANALITICO 8. Presas de gravedad; célculo de tensiones .. 9. Presas aligeradas .. 10. Presas arco... XVI 8.1. 8.2. 8.3. 84. 8.5, 8.6. 8.7, 8.8. 8.9. 8.10. 8.11 8.12. OL 9.2. 9.3. 94. 9.5. 9.6. 9.7. 9.8. 9.9. 9.10. 10.1 10.2. 10.3, 10.4, 10.5, 10.6. 10.7. 10.8. 10.9. 10.10. 10.11 10.22. 10.13. 10.14. 10.15, 10.16. Método de Pigeaud ... Método de las hiladas horizontales Observaciones sobre el célculo de tensiones en las presas vertedero Tensiones en una direccién cualquiera Curvas caractetistica Modelos mecdnicos Método de los Elementos Finit Planteamiento del método ..... Librerfas de elementos finitos .. ‘Aplicacién del método de los elementos finitos a las presas de gravedad Aumento de la precisién Coeficientes de seguridad. ; Generalidades Talud aguas arriba Formas de los contrafuertes . Contrafuertes cerrados Limites de empleo de los contrafuertes Presas de pantalla plana. Presas de bévedas miiltiples tras presas aligeradas Calculo de los contrafuertes Calculo de las cabezas aguas arriba Subpresiones .... ves Consideraciones previas Proceso del proyecto... Encaje previo de la presa a ‘Arcos policéntricos y no circulares. Espesores de los arcos . Cerradas en U: Presas arco-gravedad... Encaje de una b6veda en una cerrada en V Apoyo en los estribos...... Estribos de gravedad. Presas de bévedas multiple CAleulo de presas béveda: Antiguo método de las “Cargas de prueba" Aplicacién del método de los Elementos Finitos ... Funcionamiento estructural: influencia de la rigidez de la coronacién Otras influencias mutuas entre ménsulas y arcos ee sce Influencia de la curvatura y espesor de los arcos Funcionamiento estructural en cerradas anchas 199 200 202 206 207 209 216 217 218 226 231 236 238 243 244 246 251 255 256 257 259 260 265 266 271 271 272 273 276 276 278 279 281 283 285 286 289 296 298 299 301 i. 12, Presas con pantalla impermeabilizadora «0... ANDICE ANALITICO 10.17. Cerradas irregulares y presas disimétricas 303 10.18. Modelos reducidos .....scses 304 10.19. Coeficientes de seguridad. 305 10.20. Efecto de la temperatura: cierte de juntas... 306 10.21. Ligero arqueamiento en planta de una presa de gravedad 307 10.22. Comportamiento frente a los Se43M0S..... 307 10.23. Resumen de Jas fases del proyecto de una presa béveda. 308 Parte C PRESAS DE MATERIALES SUELTOS Presas de materiales sueltos: tipologia y elementos funcionales .. 315 11.1. Elementos definitorios de la tipologia 11.2. Presas homogéneas 318 11.3, Filtros .. 322 11.4, Presas heterogéneas con niicleo central 324 11.5, Niicleo inclinado .... se 326 11-6. Influencia de la posicidn del mécleo 327 11.7. Pantallas y diafragmas 330 11.8. Materiales para espaldones . 332 11.9. Taludes 333 11.10. Protecei6n de los paramentos 335 11.11. Resguardo y peralte 336 11.12. Presas sobre acarreros de gran espesor: 338 11.13. Criterios de disefio... 340 11-14. Presas de residuos mineros e industriales 341 12.1. Evolucién de las tecnologias de impermeabilizacion en las presas de materiales suelltos...... . 345 12.2. Lineas conceptuales de las presas de escollera con "pantalla de hormigén armado 347 12.3. Proceso constructivo y cualidades de escollera compactada.... 348 12.4. Caracteristicas y dimensiones de la pantalla de hormigén armado, 353. 12.5. Zécalo 353 12.6. Junta perimetral 356 12.7. Capa de apoyo de la pantalla sobre la escollera 337 12.8, Taludes... 360 12.9. Parapeto, resguardo y peralte .... 360 12.10, Resistencia a los seismos.. 361 1-11. Vertido de agua sobre la escollera 362 12.12, Presas de gran altura 364 12.13. Pantallas de hormigén bituminoso .. 365 XVI INDICE ANALITICO 12.14. Laminas delgadas .. 12.18. Niicleos (diafragmas) de hormigén bituminoso .... 13. La filtracién y el drenaje . £13.1. Casos singulares de la red de corriemt. 13.2. Linea de saturacién 13.3. Trazado grafico de la red de corriente 13.4. Medios anis6tropos .. 13.5. Métodos numéricos para el célculo de la red 13.6. Modelos analégicos .. 13.7. Bstimacién de las presiones y del caudal 13.8. Influencia de la capilaridad (-13.9. Drenaje: espaldén permeable / 13.10, Capa drenante ... y 13.11. Pantallas de impermeabilizacién del cimiento / 13.12. Pantallas incompletas ... “13.13. Zampeados de impermeabitizacién .. . / 13.14. Caudal filtrado por ef cimiento, Comparacién de la eficacia de las pantallas y los zampeados so # 13.15. Zanjas y pozos drenantes 113.16. Piezémetros .. cleos y filtros . /J14.1.\ Erosién interna: Sifonamiento y sufusion. \/ 14.2. Fisuracién de micleos ... 14.3. Precauciones contra la fisuracién . 14.4. La fracturacion hidrdulica. 14.5, Breve recapitulacién histérica de los criterios sobre ‘iltros 14.6. Filtros: principios generales 14.7. Ensayos en laboratorio .... 414.8. Normas para el proyecto de filtros 4.14.9. Estabilidad interna del filtro (autoestabilidad) . 14.10. Ensayos en obra. +14.11. Filtros criticos y no criticos. Ausencia de filtro. 14.12. Espesor de los filtros ... 14,13. Franja de arena aguas arriba del nticleo 14.14. Compactacién de los filtros ~ 14.15. Filtros sintéticos 14.16. Métodos fundamentalistas .. 4.14.17. Ubicacién y ancho del nicleo ¥ 14.18. Materiales para los micleos <44.19._Contactos del niicleo con las laderas y las obras de fabrica XVII 370 373 377 378 380 383 383 385 386 387 387 388 389 392 395 396 399 401 402 405 406 410 416 416 419 420 423 425 429 431 432 433 434 434 435 436 438 440 442. 15. Presas de materiales sucltos: estabilidad al deslizamiento . . 7 15.1. ¥15.2, 15.3. 15.4. 15.5. 15.6, 15.7. 15.8. 15.9. 15.10. 15.11. 15.12. 15.13. 15.14. 15.15 15.16. {NDICE ANALITICO Determinacién previa aproximada de los taludes Fuerzas a considerar. Situaciones a comprobar: coeficientes de seguridad . Ensayos de resistencia. Tensiones Comprobacién de la estabilidad: Breve resumen hist6rico y tendencias actuales..... Eleccién de las superficies de deslizamiento.. Método sueco ..... seessoeeennneennee Método de Taylor Método de Bishop . Método de fa espiral logaritmica Método de las cuiias deslizantes Comentario general sobre los métodos anteriores Método de Janbu .... soe Método de los elementos finitos - Estabilidad durante la construccié1 Comprobacién de la estabilidad frente a seismos Planteamiento tridimensional 445 446 448 451 454 455 458 463 464 467 469 470 470 472 478 4719 480 16. Planteamientos generales ..... 16.1 16.2. 16.3 16.4. 16.5. 16.6, 16.7. 16.8. 16.9. 16.10. 16.11. 17. Estudio de las avenidas ..... 17.1 17.2. 17.3 17.4, 17.5. Tomo II Indice analitico Parte D ALIVIADEROS Y DESAGUES Planteamientos generales . Partes componentes de un aliviadero ... Principios de! funcionamiento hidraulico en régimen de lmina libre . ce Funcionamiento deu un aliviadero en lamina libre vo Definicién del perfil del aliviadero.. Curvas .. Aliviadero con vertedero | lateral Aliviaderos en presién .... Condiciones en la boca de salida y funcionamiento ¢ con distintos caudales .... Aliviadero en caliz («morning glory») .. Dimensionamiento de aliviaderos en presion ... EI problema de la evaluacién de la crecida maxima de proyecto. Métodos ditectos ¢ hist6ricos . Probabilidad y periodo de recurrencia de una avenida Métodosprobabilisticos: consideraciones previas .. Leyes de probabilidad mas usadas en el andlisis de avenidas....... 485 485 487 488 492 494 497 499 501 504 507 510 513 513 SIS S18 520 521 XII INDICE ANALITICO 17.6. Distribucién de Gumbel ... 17.1. Distribucién de Pearson 1... 17.8. Critica de los métodos probabilisticos 17.9. Formulas empiricas . 17.10. Métodos de simulacién hidrolégica 17.11. Mecanismo de formacién de una avenida 17.12. El hidrograma unitario ... . 17.13. Método de las isocronas .... 17.14, Ventajas y limitaciones de los métodos de simutacion 17.15. Avenidas tipicas para el proyecto ...... i e Laminacién: Decision sobre las caracteristicas basicas del embalse y el aliviadero 418.1, Funcionamiento del vertedero de fabio fijo 418.2. Laminacién y automatism ....cccene 18.3. Aliviadero con compuertas ... 18.4. Limitaciones de las compuertas . 18.5. Efectos en la presa de la sobseclevacisn de nivel 18,6. Aliviaderos complementarios y de emergencia: uso del resguardo.. 18.7. Proceso decisorio sobrre las caracteristicas basicas del embalse y del aliviadero 18.8. Tanteo simplificado de las dimensiones de la toma 19. La Avenida Maxima Probable y el Anilisis de Riesgo ... 1) Avenida Maxima Probable (AMP-PMF)... . . 19.1. Principios basicos para la evatuacién de la precipitacién maxima probable (PMP) . . 19.2. Transposicién . 19.3. Maximacién del grado de humedad .. 19.4, Envolvente y recorte . 19.5. Ajustes y otras consideraciones 19.6. Mapas de la PMP .. 19.7. Ajustes por orientacion « 19.8. Disttibucién superficial de fa Itavia -. 19.9. Obtencién de la avenida maxima probable .. 19,10. Matizaciones respecto al empleo de la AMP Il) Andlisis y optimaci6n del riesgo orn. 19.11. Reflexiones sobre la avenida de proyecto y el Fesgo.savsesesesi 19.12. Influencia del embalse y de la capacidad del aliviadero en los presuntos daifos ... 19.13. Dafios producidos por la rotura de la presa 19.14, Evaluacién de los datos... XIV 523 524 526 527 529 530 532 535 539 540 543 543 547 549 552, 555 558 562 565 567 567 567 569 570 572 575 516 579 581 582 583 584 584 585 588 590 19.15. 19.16. 19.17. 19.18, 19.19. 19.20. 20. Vertederos y compuertas ... 20.1 20.2. 20.3. 20. 20.5. 20.6. 20.7. 20.8. 20.9. 20.10. 20.11 20.12. 20.13. 2.20.14. 20.15. 20.16. 20.17. 20.18. 20.19. 20.20. 20.21. 20.22. 21, Problemas especificos de las rapidas .... 2t.1. 21.2. 21.3. 21.4. 21.5. 21.6. 2b7, 21.8. 21.9. 21.10. INDICE ANALITICO. Anilisis de! riesgo. Optimacién de los dafios normales..... Optimacién del caudal extremo....... Observaciones sobre el anilisis del riesgo Revisin de la capacidad de un aliviadero existente Tipos de obras y medidas para aumentar la seguridad frente a las avenidas de una presa existente: optimacién Evolucién histérica de las presas vertedero Formas de vertido .. Perfil del vertedero Desagiie con laminas distintas de la nominal .. Desagiie bajo una compuerta . Adaptacién del vertedero al resto de la presa . Muros cajeros ; . uo Perfilado de las pilas Vertido con caida libre Vertido con lanzamiento ..... Ventilacin de la lamina .... 7 Planta y disposicién del vertedero Alimentacién ... esses Tipologta de compuertas ... Compuertas verticales Compuertas de segmento . Compuertas de sector Clapetas...... Mecanismos Impermeablizacién Atagutas ccc . Presas inflables ....... Emulsi6n de aire: conceptos .. Experiencias sobre aireacién natural Emulsién de aire en wn tiinel ere Ondas en los canales Codos .. Abocinamientos .. Necesidad del revestimiento . Soleras de las rapidas: detalles constructivos Tendencias actuales para mejorar la conservacién de las soleras. Aliviaderos escalonados sess 591 593 595 596 597 599 601 601 603, 604 607 607 609 611 613 615 617 619 620 624 628 628 631 633 635 636 638 639 641 645 646 648 650 651 654 658 663 666 669 672 XV INDICE ANALITICO 22. Cuencos amortiguadores 22.1. 22.2. 22.3. 22.4. 22.5 22.6. 22.7. 22.8 22.9. 22.10. 22.11. 23. Trampolines de lanzamiento ..... 23.1 23.2 23.3. 23.4. 23.5. 23.6. 23.7. 23.8. 24, Desagiies profundos .. 24.1. 24.2. 24.3. 24.4. 24.5. 24.6. 24.7. 24.8 24.9, 24.10. 24.11. 24.12. 24.13. 24.14. 24.15. 24.16. XVI Formas de disipacién de la energia .... Resalto hidrdulico: resumen de ideas basicas Longitud del resalto Energia absorbida Formas del resalto ... Comentarios practicos Acoplamiento del cuenco al cauce Trampolines y dientes sumergidos Otros problemas .. Subpresién y presiones oscilantes Abrasién ... Condiciones que debe cumplir el lanzamiento ... Pendiente de lanzamiento y trayectoria del chorro Forma del trampolin y de la lamina Emulsi6n en el lanzamiento. Dientes Lanzamiento desde la presa . Amortiguacién en Ja zona de caida Amoriguamienta a al pie de una presa boveda . Chorros cruzados .. Funciones de los desagties profundos Evolucién de los desagties profundos Consideraciones pata fijar la posicién de los desagiies profundos Control de nivel y vaciado .. Funcién limpiadora del desagiie de fondo Colaboracién en el cierre del desvio del rfo Control y evacuacién de avenidas Constitucién de un desagtie profundo Organos de cierre: valvulas .. Compuertas Rejas Disposiciones a adopt para el buen funcionamiento hidraulico. Ventilacién . 7 . Cavitacié Abrasion . . Adaptacién del desvio del rio como desagiie de fondo 677 678 679 681 682 683 684 685 688 694 694 697 701 702 702 705 709 710 mM 74 716 19 T19 720 721 723 725 728 728 729 733, 737 740 742 743 744 746 746 Preambulo Un libro ha de tener un objetivo y unas limitaciones acordes con éste. El de la presente obra es fundamentalmente didéctico, en su mas amplio sentido; en primer lugar, aspira a ser una base docente para los estudiantes de Ingenieria Civil, en general; pero ademés, a servir de primer elemento formativo e informativo para los profesionales que se enfrentan por primera vez con una presa, ¢ incluso, para aclarar y ampliar ideas a algunos que ya hayan tenido actividades presfsticas parciales o lejanas. Conforme con esta idea, se dedica la maxima atencién a los conceptos y principios basicos, con la conviccién de que, teniéndolos claros, cualquier aplicacion © ampliacién de doctrina o detalles sera facil, mientras que serd ineficaz sin esa base conceptual. No por ello se abandonan los detalles constructivos imprescindibles en toda tecnologia, pero poniendo el acento en su razén y funcién. Este enfoque puede tener la ventaja adicional de prolongar la vigencia temporal de esta obra, pues si tecnologfas cambian, los principios son permanentes. Las limitaciones son consecuencia del objetivo. El propésito es presentar una obra todo lo completa posible y puesta al dfa, pero no enciclopédica ni exhaustiva, lo que ha pretendido expresarse con el titulo elegido: Tratado Basico de Presas. Por ello se dedican sélo sendos capitulos a Jas aligeradas y bévedas, menos frecuentes y que exigen tecnologia y célculos complicados, de las que se dan las ideas principales basicas y estructurales, mientras que se dedican varios a las de gravedad y materiales sueltos, que representan el 94 % de las existentes en el mundo, y que son abordables ~al menos en la mayor parte de los casos con cAlculos relativamente simples, que se describen. El entrar a fondo en el método de los elementos finitos requeriria una extensién que desbordarfa los limites fijados XXI PREAMBULO para esta obra—ya bastante extensa— y sobre el que hay numerosas publicaciones, algunas de las cuales se citan. Y lo mismo podrfa decirse de tecnologias muy especializadas de las que se da informacién resumida y bibliografia para ampliarla. Este proceder es general: suplir las limitaciones autoimpuestas con una adecuada documentacién para poder proseguir si se necesita. El libro se dirige principaimente al proyectista, pero se dedican dos de sus seis partes a la construccién y explotacién sin las cuales resultarfa incompleto, y porque para la propia actividad de proyecto es preciso pensar en las posteriores de construc- cién y explotacién. Estos dos aspectos, sin embargo, se centran en lo fundamental, y suponiendo ya conocidas las tecnologias de construccién, aiiadiendo aqui solo su aplicacién especffica a presas. Esta obra ha tenido una precedente, con objeto similar, aunque mas modesto: el tomo dedicado a presas de los cuatro que formaban el conjunto titulado Obras Hidréulicas, escrito para la docencia en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, cnya actividad desarrollé ilusionadamente durante més de veinte afios, y que ha dado una formacién inicial en la materia a varios miles de estudiantes, hoy ingenieros, de las escuelas de Madrid, Santander, Valencia y Bar- celona. E| aliento recibido de muchos colegas, que fueron mis alumnos, estimulan- dome a ampliar y poner al dia esa obra,me ha decidido a escribir ésta; labor ardua, porque la he realizado en solitario, gracias al tiempo de que ahora disfruto en mi retiro, pero hecha con la misma ilusién que puse en otros tiempos en comunicar a los demas lo que en mi vida profesional haya podido aprender. Renovada recientemente mi actividad universitaria como Profesor Emérito, es- pero contribuir en esta actividad final de mi vida a dejar un instrumento dtil para los actuales y futuros ingenieros que, dentro del limite temporal que una obra tecnolégi- ca tiene en un mundo tan répidamente mudable, pueda quizés, llegar a sobrevivirme. E. VALLARINO Septiembre 1990. Agradecimientos. He de hacer constar mi gratitud a José R. Toral, Alfredo Gra- nados, Luis Casamayor y J. Alberto Herreras por su colaboracién en la tevisién par- cial del original y las sugerencias e informacién aportadas; al profesor Lluis Berga, a Guillermo Bravo, Alejandro del Campo y Gonzalo Marin por los documentos fa- cilitados; a los profesores Florentino Santos, Eugenio Herrero, Antonio Garrote y a todos los que me han afentado a emprender este trabajo. Las citas explicitas que se hacen en el texto sobre otros que han servido de base para su redacci6n son también un reconocimiento de una valiosa aportacién. También deseo sefialar la de Manuel Carmona en el dibujo de la mayor parte de las figuras. XXIL NOTA A LA SEGUNDA EDICION NOTA A LA SEGUNDA EDICION Agotada la edicién anterior poco después de los dos afios de su aparicién, se publica esta segunda, en Ja que, ademas de corregir las erratas observadas, mejorar Ja redaccién de numerosos parrafos para su mayor claridad 0 matizaci6n, afiadit algunas figuras y mejorar otras, se han introducido nuevos textos para poner al dia, aclarar o ampliar algunos temas, principalmente en los capitulos 1, 3 (puesta al dia de las estadisticas), 12, 17, 18, 19, 20, 21, 32 y 33. Ademas se ha refundido en el capitulo 18 toda la metodologéa del andlisis de avenidas, tomando lo referente a la CMP. del 19, ¢ introduciendo en éste bastantes aclaraciones y ampliaciones. A cambio, se ha fraccionado el 34, Hlevando a un capitulo 35 los casos practicos de recrecimientos y refuerzos. Por tiltimo, se ha complementado la Bibliograffa con las tiltimas publicaciones. NOTA A LA CUARTA EDICION E] rapido agotamiento de la segunda edicién forz6 a la tercera a ser una mera continuacién de aquélla, sin mas complemento que una fe de erratas incompleta, por lo presurosa. Prevista con mis plazo esta cuarta edicién, se ha sometido todo el texto a una revisién general, subsanando erratas, aclarando conceptos y complementando o actualizando ciertos temas, teniendo presente e] nuevo Reglamento de Seguridad de Presas y Embalses y las recomendaciones de las Gufas Técnicas publicadas por el Comité Espajiol de Grandes Presas. Para ello hemos contado con la colabo- racién de tres competentes profesionales: Guillermo Bravo, Fernando Girén y Eduardo Salete, profesores de las Escuelas de Caminos, de Granada, los dos primeros, y de Madrid el ultimo. G. Bravo ha revisado los temas de Materiales Sueitos y Construccién, aportando aclaraciones y textos adicionales o sustitutivos para actualizar 0 ampliar conceptos. Una labor similar ha realizado F. Girén en los Temas Generales y de Explotacién. Y E.Salete ha redactado los nuevos textos sobre Elementos Finitos de los capitulos 8, 10 y 15, y otros comentarios sobre calculo de presas, en general, subsanando una carencia que ya acusdbamos en el predmbulo a la J? edicién. A los tres, mi agradecimiento por su valiosa cola- boracién. XXIII NOTA ALA CUARTA EDICION En el resto, aparte de la revisi6n, correccién y actualizacion general, se ha dado una nueva ordenacién a los capitulos 8 y 10, y se han reformado y ampliado los capitulos de Aliviaderos, en particular los 17, 18 y 19, que tienen una nueva distribucién, con adiciones, y los 21 y 22, que han sido ampliados. Y, por iltimo, se ha complementado y actualizado la Bibliografia. Todo ello se ha traducido en un sensible incremento del volumen del texto, hasta hacerlo impracticable en un solo tomo, como en ediciones anteriores. Al subdividirlo en dos, ademds, se hace mas cOmodo su manejo, y se ha cambiado también su aspecto externo, como un simbolo de la renovacién de su contenido. Finalmente, deseo expresar mi agradecimiento a la ingeniera Isabel Clara Rodriguez Medina por su eficaz e ingrata labor de revisién final del texto para subsanar errores y erratas. E. VALLARINO XXIV Parte A CUESTIONES GENERALES Y BASICAS Cuestiones generales EI agua es indispensable para el ser humano. También lo es el aire, pero la necesidad de éste es inmediata, no admite dilacién, y por eso la naturaleza lo pro- porciona sin tasa y por doquier. En cambio, los usos del agua admiten cierto margen temporal, incfuso los elementales de bebida y limpieza; la naturaleza, tan prodiga para el aire, suministra el agua sdlo en lugares concretos, y el hombre ha de ir a ellos para disponer del preciado Ifquido. Por eso el aire no ha dado lugar a técnicas para su obtencién, mientras que el agua ha obligado al hombre a esforzarse e ingeniarse para conseguirla, transportarla y almacenarla, derivandose de ello una tecnologia que ha condicionado y caracterizado las distintas civilizaciones. El hombre primitivo, némada, regia su andadura ateniéndose a ios lugares donde habfa agua, y entre ellos, si estaban distantes, tuvo que idear el uso de recipientes (de piel, ceramica, etc.) para no carecer de aquélla. Mas tarde, al hacerse sedentario y agricultor, hubo de instalarse en la proximidad de un rio 0 lago y acarrear el agua por sf mismo o por medio de animales. Al aumentar la poblacién algunos tuvieron que irse alejando paulatinamente de la orilla, haciendo cada vez mas duro el transporte, hasta que a alguien mas ingenioso se le ocurrirfa echar unas piedras o ramas en el rfo para hacer subir su nivel hasta una zanja excavada en Ia tierra, con lo que, sin esfuerzo humano, por gravedad, podfa Hevarse el agua hasta una cierta distancia Este conjunto presa-canal tan primitivo fue perfecciondndose, aleanzando distancias crecientes y caudales cada vez mayores. Cuando la presa lleg6 a tener una entidad suficiente, alguien observaria que el agua que tena detras 3 CUESTIONES GENERALES ¥ BASICAS. representaba un depésito til para compensar las desigualdades de la corriente y lograr una cierta independencia del suministro. La presa, ademas de para derivar, servia para embalsar: 1.1. HISTORIA SUCINTA Por las razones expuestas, las presas son de las construcciones mas antiguas que se conocen (A.7 y A.9) (*). En el antiguo Egipto se construyeron varias. Entre ellas, la hecha por Menés (hacia 4000 a. C.) para desviar el Nilo en Menfis, que tenfa unos 15 m de altura y era de sillerfa, segtin dice Herodoto y confirman las ruinas; duré nada menos que unos 45 siglos. Otra fue la que formé el Lago Maeris (1740 a. C. En Mesopotamia hay trazas de canales de irrigacién que datan de cinco milenios antes de nuestra era. Mas tarde destaca el acueducto de Senaquerib, construido entre 703 a 690 a. C., de mamposteria, con la particularidad de tener un revestimiento bituminoso para impermeabilizar la solera, Todas esas obras requerfan e| complemento de presas; hay inscripciones referentes a una de tierras con armaz6n de madera hecha por Marduk en el Tigris, que se derrumbé hacia el siglo xi o xiv de nuestra era, asf como de otra sobre un gran lago creado con aguas del Eufrates. En China se conservan documentos sobre construcciones hidrdulicas entre 1368 y 780 a. C. En México se desarrollaron los riegos desde antiguo; citemos la presa de Purrén, de 18 m de altura final, construida en cinco fases entre 750 a. C. y 1500 d. C., que regaba 675 ha, E] perfodo romano, con su extensién politico-administrativa en todo el Mediterraneo y el desarrollo de la vida urbana, produce en el Ambito hi- drulico, como en el del transporte, una gran cantidad de obras, algunas notables por su concepto y dimensiones, y muchas de ellas perdurables, Son célebres los acueductos, asi como las obras de saneamiento y drenaje urbano (cloacas, depésitos, etc.). En cuanto a las presas, sobrepasaron la decena de metros de altura, y entre ellas las de Proserpina (19 m) y Cornalvo (24 m) (A.42). La fabrica era de mamposterfa, sillerfa u hormig6n, con cemento natural, refor- zada con frecuencia con un terraplén aguas abajo (la citada de Proserpina y la de (*) Las referencias bibliogréficas se recogen al final del libro y se anotan con una letra (corres- pondiente a la parte temética en que se ha dividido éste) y un némero para cada documento resefiado. 4 (CUESTIONES GENER ALES Alcantarilla, ésta en ruinas [fig. 12-1]). Se solfan construir en corrientes de poca importancia, para abastecer poblaciones, pues los cursos de agua eran para los romanos fundamentalmente vias de navegacién, y asi, sus naves llegaban hasta la actual Logrofio por el Ebro y hasta Cordoba por el Guadalquivir. Para ello, se de- dicaron a quitar obstdculos, destruyendo pequefias obras en los rfos principales. Probablemente el haber realizado las presas en corrientes menores, junto con una buena ejecucién, sea la causa de la permanencia de varias, al no haber tenido que afrontar crecidas importantes, que en cambio desiruirian las de Mesopotamia y Egipto. En el Medievo, al desaparecer el Imperio Romano y el interés por la navegacion, las presas fueron mds bien de pequefia altura y destinadas a mover un molino, batn, etc. Y en Espafia y otras zonas dominadas por los drabes que, como es sabido, fueron excelentes constructores hidrdulicos, se construyeron fundamentalmente pre- sas de derivacién para riegos y usos urbanos, ornamentaies y estéticos (jardines, fuentes, bajios, etc.). A partir del Renacimiento, las presas van cobrando més importancia en mi- mero y altura, pero siempre sobre bases empiricas y de experiencia, lo que lleva a algunos fracasos al hacer ciertas innovaciones sin el apoyo de una base cienti- fica para hacer una extrapolacién En realidad, hasta el wénsito de los siglos xvi a XIX no se dispone de los fundamentos cientificos (fisicos y matematicos) suficientes para proyectar las presas con un rigor minimo. Recordemos que a partir del xvi! los descubri- mientos cientificos y matematicos se desarrollan con una eficacia antes no cono- cida, como se aprecia en la enumeracién de los siguientes nombres y fechas: Pas- cal (1623-1662), Newton (1642-1727), Lagrange (1736-1813), Leibnitz (1646- 1716), Cauchy (1789-1857), Navier (1785-1836), etc. Y en hidrdulica, ademas de algunos de los citados, Torricelli (1608-1647), Bernoulli (1700-1782), Euler (1707-1783), Chezy (1718-1798), Bidone (1781-1839), Darcy (1803-1858), Fronde (1810-1882), Helmhotz (1821-1894), Kelvin (1824-1907), etc. Con todo este bagaje cientifico, tinica forma de inducir leyes generales ¢ inter- pretar y extrapolar resultados, la tecnologfa de presas experimenta un cambio sustancial cualitativo y a partir de la mitad del xIx se comienza a dar forma y di- mensiones a las presas sobre bases fisicas y mecénicas y célculos racionales, ini- cidndose el perfodo que genéricamente puede Ilamarse de las presas modernas. Esto no significa que ya no haya habido fracasos: en realidad, el hombre aprende con ellos, porque con ayuda de la ciencia puede detectar y analizar los origenes de los errores y sacar consecuencias, extrapolar resultados y, en definitiva, progre- sar. Asi, en un siglo, las presas han avanzado incomparablemente més que en los 40 anteriores. CUESTIONES GENERALES Y BASICAS 1.2. LAS PRESAS ESPANOLAS HASTA 1900 La tradicién presfstica de nuestro pais es de las mas antiguas def mundo, por lo que merece la pena dedicarle un comentario. El cuadro 1-1 resume la historia estadistica de las presas conocidas hasta finales del siglo x1x. Dado que se trata de obras histéricas, se han incluido presas de baja altura y azudes, pero para completar la visién, en la ultima columna se seffalan las presas que figuran en el tiltimo registro del MOP* de 1991, segiin el criterio selectivo en él usado. En otra columaa figuran también las presas que siguen en servicio. Cuadro 1-1. PRESAS Y AZUDES ESPANOLES ANTERIORES A 1900 En Méxima Num. segun Siglo Total servicio altura inventario (210 m) mop 0 10 5 24 2 wv 5 = — — x " 10 - _ x! 2 2 W — xill 2 1 = — xiv 4 2 25 1 xvI 9 8 46 6 XVI 12 7 24 3 xvill 25 19 49 12 xix u 9 50 33 91 63 57 DISTRIBUCION TIPOLOGICA (APROXIMADA) Gravedad 54 Gravedad-Tierra 2 Gravedad con contrafuertes 16 Contrafuertes 7 Arco-gravedad 5 Béveda 3 Bévedas y contrafuertes, 4 91 Datos tomados de A.8, Algunas presas estan a caballo entre dos siglos, 0 no se conoce bien su edad; y todas han tenido obras pasteriores de reforma, consolidacién o recrecimiento. En el cuadro figuran segun fa fecha mas antigua 0 probable. (No se pretende decidir sobre puntos dudosos, sino dar una informacién Util) El inventario del MOP es mas restrictivo y no incluye presas menores. (*) Dados los cambios de denominacién del Ministerio de Obras Publicas, hemos decidido nombrarle por las siglas genéricas MOP, sin los anadidos cambiantes. Su fraccionamiento actual en Fomento y Medio Ambiente no afecta a las citas anteriores a 1996, 6 | CUESTIONES GENERALES La primera observacién es el gran ntimero de presas conocidas (91 contando las dos versiones de la presa de Puentes) y, sobre todo, el alto niimero de las que se conservan (63). Estas tiltimas, como es obvio, han sido objeto de reformas y refuerzos en el transcurso del tiempo ~de otra forma no podrian haber subsistido-, pero ello no obsta para que el hecho sea notable. Es también digno de sefialar el mimero de presas romanas (15 en total) que quizé sea superior, porque parte de las atribuidas al siglo x parece tener, al menos, un origen romano, segiin autorizadas opiniones De ellas se conservan, y estan en servicio, ademas de las ya citadas de Proserpina y Cornalvo, de 19 y 24 m respectivamente, otras tres menores (alrededor de 5 m): Esparralejo y Araya (también cerca de Mérida) y Barcinas (Granada). La de Alcantarilla (Toledo) tenfa 17 m, y sélo quedan ruinas. Del perfodo medieval hasta antes del siglo xtt s6lo se conservan presas arabes de baja altura, de derivacién para riegos. Del xi es la de Almonacid (cerca de Belchite, Zaragoza) de 30 m, que se conserva, aunque con el embalse atarquinado y cubierto de huertas. Y del xtv, la de Almansa (Albacete) de 15 m, mas tarde recrecida hasta 21 m, todavia en servicio, si bien con bastantes sedimentos, y que es probablemente la presa més antigua en forma de arco que se conserva. A partir del xvi comienza una interesante actividad hidrdulica, con una cierta inflexi6n en el xvii, y un gran impulso en el xill, sobre todo con Carlos JIE, tanto en Espafia como en América. Aumenta la altura de las presas, fiegando a 49 m, y varias presentan un disefio original. Por brevedad, nos limitaremos a destacar algunas més notables (*). Del xvi son los azudes de derivacién de Carlos V sobre el Ebro (para el Canal Imperial) y de El Embocador, en el Tajo, de corta altura, pero vertiendo por encima caudales importantes; la presa de Tibi (1580-94, Alicante), de 46 m, arco-gravedad, en la que actué como copro- yectista y coconstructor Juanelo Turriano; Elche (Alicante, 1632-40) (**), de 24 m, primera presa béveda en el mundo; Relleu (Alicante, 16537-1776), de 32 m, también béveda; Arguis (Huesca, 1687-1704), de 23 m (luego recrecida hasta 28 m) sobre el Gallego; Mezalocha (Zaragoza, 1719-1728), de 45 m; Albuera de Feria (Badajoz, 1747), de 23 m, con original estructura de contrafuerte; Valdeinfierno (Murcia, 1785-1806), de 49 m. Y aunque de corta altura, son dignas de mencién, por su concepto, las cinco presas construidas por don Pedro Bernardo de Villarreal de Bérriz en Vizcaya en el siglo xvi, con el (*) Més detalles, con planos y fotografias, en A.2, A.8, A.37, para todas las épocas, y en A.7 para las romanas; en A.9, informacién general hist6rica. Todas esas obras, muy interesantes. (**) Las dos fechas corresponden al inicio y terminacién de lz obra inicial, sin tener en cuenta las obras posteriores que han tenido todas. (CUESTIONES GENERALES Y BASICAS objeto de obtener fuerza motriz, todas ellas vertedero y algunas con bévedas apoyadas en contrafuertes. EI gran desarrollo y el afaén innovador de la época carolina tuvo que pagar sv tributo al pretender extrapolaciones sin la imprescindible base cientifica, que permite interpretar los resultados de la experiencia y ampliar lo conocido. La presa de Puentes, coeténea de la de Valdeinfierno, y como ella préxima a Lorca (1785-91), se colapsé en 1802, y produjo més de 600 victimas; tenfa 50 m y se habia cimentado sobre pilotes de madera en un Jecho de gravas y tierras que, Idgicamente, fall6, Y la de El Gasco (Torrelodones, Madrid) comenzada en 1787, y proyectada para nada menos que 93 m de altura (casi el doble de la de Valdeinfierno, entonces probablemente Ia mis alta del mundo) se «auto- destruy6> cuando Iegé a 57 m. Estaba formada por una estructura interna de cajones cerrados por tabiques relativamente delgados, y el proyectista tuvo la funesta ocurrencia de rellenarlos de tierra, con la consecuencia de que las Iluvias la entumecieron y Ia presa se rompié desde dentro (de todas formas, no habria resistido el empuje del agua). El gran bagaje cientifico del que ya se disponfa a fines del xvilt, ya comentado, y de modo indirecto el efecto de estos fallos, Hev6 a la creacién de la Escuela de Caminos, a partir de cuyo momento las obras en general, y las presas en particular, fueron proyectadas sobre bases mas cientificas, y no por meras «reglas del arte», En el XIX se construyeron varias y, entre ellas, las del Canal de Isabel IT para abastecimiento de agua a Madrid, alcanzéndose los 50 m en la de El Villar (1873-82). 1.3. PANORAMA ACTUAL DE LAS PRESAS EN EL MUNDO En el Cuadro 1-2 se resumen los datos estadfsticos mas importantes y expresivos para dar una idea de conjunto de las presas existentes en todo el mundo, segtin los datos del tiltimo registro mundial de presas de la ICOLD (Comisién Internacional de Grandes Presas, § 1.11) publicado en 1998 y que recoge datos hasta 1996. Este nuevo registro ha sido sometido a una profunda actualizacién, en la que se han eliminado un gran ntimero de presas chinas cuyas caracteristicas de gran presa no se han podido comprobar. De ahf que presente una disminucién muy importante respecto al inventario anterior de 1986. Destaquemos que hay una presa que supera los 300 m de altura (Nurek, en Tadjikistan), y como sus otras dos dimensiones son atin mayores, se trata de una auténtica y enorme montaiia artificial, con un volumen de 58 hm’; pero la de Rogu, en construccién, también en Tadjikistan, la superard con 335 m de altura. (CUESTIONES GENERALES Cuadro 1-2. LAS PRESAS EN EL MUNDO Resumen del Registro de la COLD de 1998 (A.25) (datos hasta 1996) 14) NUMERO TOTAL Y DISTRIBUCION POR ALTURAS (Numero total de presas registradas: > 15 51) (*) Altura (m) entre Num. de presas 2 15< 30 13.275 58,35 > 30< 60 6.968 30,63 2 60< 100 1.885 8,28 2100 < 150 482 212 2 150 < 200 103, 0,45, = 200 38 0,17, Tora 22.751" 100,00 2) CLASIFICACION POR ALTURAS Y PAISES Orden 215m 2=100m 2 200m 12 USA: 6.375 USA: 90 USA: 5 28 India: 2.481 Japon: 78 Suiza: 4 32 China: 1.855, China: 49 India: 4 2 Japén: 1.077 Espana: 40 México: 3 © Espafia: (914 Suiza) 25 |. Rep. iran: 3 (Espafia: 1) 3) MAXIMAS ALTURAS DE PRESA Ajio de 335 = Rogun Tadjikistan — En construccién TE/ER 300 Nurek Tadjikistan 1980 TE 285 Grande Dixence Suiza 1961 PG 272 Inguri Georgia 1980 VA 262 = Vajont Italia 1960 VA 261 ManuelM. Torres México 1.980 TE 261 Tel Indie En construccién TE 4) MAXIMOS VOLUMENES De presa: 127,900 hm’ - Tarbela (Pakistan, 1976) De embalse: 180.000 hm® - Kariba (Zambia, 1959) 169.000 hm? - Bratsk (Rusia, 1964) 5) PAISES CON MAS DE 1.000 PRESAS USA: 6.375 India: 4.010 China: 1.855 Espafia: 1.187 Japon; 1.077__—‘Torat: 14.504 () El registro mundial esta formado por 25.410 prosas. La diferencia son presas de mas de 10 m menos de 15 m con volumen de embalse superior a 1 hm’ u otras caracteristicas especiales, CUESTIONES GENERALES Y BASICAS Sin embargo, Nurek tio es la presa de mayor volumen, sino la de Tarbela, en el Indo (Pakistan), que tiene 148,5 hm’, unas dos veces y media el de Nurek. El mayor embalse construido es el de Kariba (Zambia) con 180,6 km’, y el de Bratsk (URSS, 1964), de 169 km’. Las presas son las obras més colosales que puede hacer e! hombre. S6lo muy contadas torres o edificios superan los 300 m, pero sus otras dos dimensiones son muy inferiores a su altura, mientras que en una presa pueden ser bastante superiores. Por ello, como se ha dicho, las de gran altura son verdaderas montafias, que forman detrés de ellas enormes lagos. Del total de 22.751 registradas en 1996, la mayoria, 58,35 %, 0 sea, tres de cada cinco, tienen entre 15 y 30 m de altura, una de cada tres entre 30 y 60, y sdlo el 2,74 %, 0 sea, menos del 3 % superan los 100 m. Con alturas superiorés a 200 m s6lo hay 38 presas, menos del 0,2 %, existiendo en Espafia slo una, la de Almendra (rio Tormes). Es de notar que mas del 50 % del total de presas en el mundo estan situadas en cinco paises, entre ellos Espafia, y que un 25 % del total estén situadas en USA, E] andlisis tipolégico de las presas se hard en el cap. 2. (Ver notaciones en Cuadro 2.1.) 1.4. LAS PRESAS EN ESPANA EN EL SIGLO XX Se ha visto la antigua tradicién en construccién de presas que tiene nuestro pafs, lo que no es de extrafiar, dada la extremosidad de la climatologia ibérica, que hace a los embalses piezas fundamentales para paliarla. El buen clima, ademés, hace fructifero el empleo del agua en riegos y justifica las grandes inversiones necesarias. Y por tiltimo, al encontrarse nuestro suelo en un lugar estratégico, en el camino de las grandes civilizaciones, varias de ellas han aportado su técnica, que hemos asimilado y perfeccionado. La politica hidréulica, siempre presente en romanos y drabes, ¢ intensificada con la inquietud del Renacimiento y de la Ilustraci6n, tiene en el transito de los siglos XIX al Xx sus nuevos apéstoles en Joaquin Costa y Rafael Gasset, y ya en los afios veinte, en Rafael Benjumea (Conde de Guadalhorce) y Lorenzo Pardo, gue crean en 1926 las Confederaciones Hidrograficas, con la misién de coordinar, fomentar y desarrollar las actividades hidrdulicas de cada cuenca: estudios, proyectos, construccién, explotacién y relaciones con los usuarios. Estas entidades subsisten con ciertas adaptaciones para acoplarlas a las compe- tencias de las Comunidades Auténomas. 10 (CUESTIONES GENERALES En el cuadro 1-3 y figura 1-1 se resume el ntimero de presas construidas y las capacidades de embalse en cada década desde 1901 a 1990, con una estima- cidn hasta el 2000. Desde 1950 se produce un impresionante crecimiento absoluto y relativo, con un total de 581 presas construidas en treinta afios (casi 20 por affo), y un maximo de 203 presas en la década 60-70. En la década 81-90 se han terminado 157 presas (unas 16 anuales), que todavia es un buen ritmo, aunque algo menor que el anterior, lo que es \6gico después de un largo periodo de gran intensi- dad constructora, una vez alcanzada una mejora sustancial de la regulacién, aunque todavia haya que perfeccionarla. Esta causa, unida a una cierta oposicién ecologista, se ha acentuado en la década 1990-2000, en la que se estima se Cuadro 1-3, PRESAS ESPANOLAS DESDE 1900 Segtin datos del Inventario del MOP de 1991 (*) (A.31) | 5 Construidas en la década (**) Fin de aiio Num. presas | hm’ embalse — > Num. presas hm’ embalse 1900 57 106 _— — 1910 74 194 17 (30) 88 (83) 1920 119 990 45 (61) 796 (410) 1930 165 1.667 46 (39) 677 (68) 1940 209 4.030 44 (27) 2.363 (142) 1950 272 6.020 63 (30) 1,990 (49) 1960 461 18.046 189 (69) 12.026 (200) 1970 664 36.798 203 (44) 18.752 (104) 1980 853 41.597 189 (28) 4,799 (13) 1990 1.010 49.195 157 (18) 7.598 (18) 2000(°*") 1.152 55,208 142 (14) 6.013 (12) (¢) Hasta 1990. Estos datos presentan algunas diferencias con los del Cuadro 1-2, por criterios de registro. (*) Entre paréntesis: % de incremento respecto al comienzo de la década. (77) Para la estimacién de la década 1990-2000 se ha partido de los datos hasta 1996 recogidos en los. numeros de la ROP dedicadas a los Congresos de la ICOLD en Durban (1994, A.***) y Florencia (1997, A"): Presas en explotacién en 1990 1.010 Prosas construidas entre 1991 y 1996 107 07 En construccién en 1996 35 1182 Dado que desde 1995 esta practicamente paralizada la construccién de nuevas presas, se supone que a lo'sumo se podrdn poner en explotacién las 35 en construccién. Embalse estimado en el 2000 55.208 hm* Aportacién media conjunta delos rios ‘110.000 hm? Cooficiente de regulacién 50% 11 CUESTIONES GENERALES Y BASICAS Cuadro 1-3. PRESAS ESPANOLAS (continuacién) DISTRIBUCION SEGUN ALTURAS 2 200m 1 presa 2150 < 200 m 2 presas 2100<150m = 34 presas * 2 75<100m= 73 presas 2 50< 75m= 128 presas Total: >50 = 238 presas Presa més alta: Almendra (Iberduero, rio Tormes) = 202 m Capacidad de embalee = 2.648 hm3 MAYORES EMBALSES Maximo actual: La Serena (rio Zujar) = 3.282 hm? (88,45 m. Afio 1989) J.M, Oriol - Aleantara (Iberdrola, rio Tajo) = 3.162 hm® (135 m. Afio 1969) Hay: 2embalses > 3.000 hm? Tembalse > 2.000 < 3.000 hm* 6 embalses > 1.000 < 2.000 hm* { 15 embalses > 500 < 1.000 hm* | 24 embalses > 500 hm? Estas cifras son en conjunto las mayores en Europa occidental. PROPIEDAD (inciuyendo presas en construccién en 1991) fad total de embalse) Del Estado: 343 presas y 34.471,01 hm? (62,44 % de la cap: De particulares: 577 presas y 19.533 33 hm? (35,38 % idem id.) Otros organismos: 220 presas y 1.203 75 hm® ( 2,18 % idem id.) Total: 1.140 presas y 55.208,09 hm? ( 100 % de la capacidad total de embalse) Nora: Otros organismos incluye: Autonomias, Ayuntamientos. (°) Enel Cuadro 1.2 figuran 40 presas > 100 m. terminarén 142 presas. Es de notar que desde 1995 prdcticamente no se han contratado nuevas presas, Jo que tendrd considerable efecto en Ja década si- guiente. Entre 1950 y 1970 se hicieron casi todos los embalses de mayor capa- cidad (el de La Serena, con 3.232 hm’, se termind en 1989), pasando la total de 12 (CUESTIONES GENERALES ne hm3 1.200 60 1.000 - 50 40 30 500 j 20 ~ S i eS / ~ 10 fearac. EMS: - 1900 1950 2000 Fig. 1-1. Evolucién del numero de presas en Espafia 6.146 hm* a 37.150 hm’ (seis veces mds). La capacidad estimada para el 2000 es de 55.208 hm’, un 49 % mayor que en 1970. Una buena parte de las presas de aquel perfodo tenfan como objetivo la produccién de energfa eléctrica, que se multiplicé por 10 de 1945 a 1970. Por ello, aproximadamente un 40 % de la capa- cidad total actual es de ese origen. A partir de 1970 la produccién de nueva energia hidroeléctrica cay6, en parte por efecto natural de? propio desarrollo conseguido, pero también por decisiones de prioridad de otras fuentes no autéctonas y consuntivas. La capacidad total de los embalses prevista en el 2000 representa el 50 % de la aportacién anual media de las cuencas peninsulares, que es de 110.000 hm* (A. 28). Si esta regulaci6n estuviera equitativamente repartida, supondria la regulacion de los caudales en un afio medio, pero el desigual reparto regional y local hace que algunas de las cuencas queden escasas de regulacién, sobre todo en afios secos, mientras otras disfrutan incluso de una cierta interanualidad. 13 (CUESTIONES GENERALES Y BASICAS Gracias a la regulacién conseguida, aunque todavia incompleta y desigualmente distribuida, las largas sequfas de las dos tiltimas décadas tuvieron consecuencias moderadas 0 poco apreciables en gran parte del tertitorio, aunque fueron duras en algunas zonas rurales y aglomeraciones menores, en contraste con la década 1940-1950 en la que, con sélo 4.154 hm! de embalse a su comienzo, las restricciones de agua y de cnergfa fueron habituales, incluso en afios normales, y dramiticas en los secos, y afectaron a la totalidad del pats. La necesidad de regulacién en Espafia es notablemente mayor que en otros paises europeos mas al norte. Mientras que la retencién de agua por el terreno (regulacién natural) es del 34 % como media en Europa, en Espajia es solamente del 9 %. Por consiguienté, un 25 % de la proporcién de embalse respecto a la aportacién ha de dedicarse a compensar el defecto de regulacién natural de nuestros rfos respecto a los curopeos. De haber dispuesto de la regulacién natural de éstos, nuestro coeficiente de regulacidn seria equivalente al 67 %, que permitiria alcanzar una mayor regularidad interanual, aparte de que se contarfa con una base mas alta de regulacién inicial mas igualatoria en todo el territorio. Cierto es que entonces quiza no bubiera existido el estimulo para hacer tantos embalses y tan importantes, segiin el conocido esquema estimulo- reaccién de Toynbee. Se estima la capacidad total obtenible en unos 70.000 hm*, un 40 % més de la disponible en 1990, con cuya capacidad se mejorarfa notablemente la regulacién interanual y la laminacién de avenidas, y quedarfan, ademés, mejor repartidos los beneficios entre las distintas cuencas. Se estn haciendo inventarios de embalses atin posibles, y quiz resalte superada esa cifra, aunque la viabilidad concreta de cada presa y su dimension definitiva vendran determinadas por la coyuntura econémica general, el impacto ambiental y Ja utilidad local o regional concreta de cada embalse (A.33) Aproximadamente un 40 % de la capacidad actual embalsable corresponde a embalses hidroeléctricos (exclusiva o preferentemente), que es una de las proporciones més altas de Europa y del mundo. Ese porcentaje decrece, dada la menor actividad hidroeléctrica. En 1940 era el 60 %. El mimero de presas construidas da una relacién’de mas de dos por cada 1.000 km*, lo que hace a nuestro territorio una especie de Suiza, con lagos attificiales. Todo el que haya sobrevolado Espafia ha podido constatar que en cualquier vuelo (si la atmésfera lo permite) se ven varios embalses de mayor 0 menor entidad. Respecto a actividades futuras, todavia quedan centenares de presas por hacer, sobre todo en dos aspectos fundamentales: Ia regulacién general y la proteccién contra avenidas, es decir, aumentar los minimos y aminorar 14 CUESTIONES GENERALES Jos méximos; 0 més vulgarmente, la lucha contra Jas sequias y las inunda- ciones Para el primer objetivo habran de construirse embalses de capacidad media repartidos en el territorio y quiz recrecer algunos existentes al objeto de mejorar los caudales minimos y su garantia interanual, y al propio tiempo corregir las desigualdades actuales; presas de menor entidad pueden ser utiles para regular cuencas parciales que queden fuera de la influencia de los grandes embaises, bien para abastecimiento de agua o pata laminacién de avenidas. Esta tltima funcién, considerada hasta ahora como subalterna y comple- mentaria en algunos embalses (margen de capacidad de reserva) deberd adquirir una importancia creciente. Por una parte, asignando un mayor papel de los embalses actuales en la laminaci6n de avenidas, incluso a costa de otros bene- ficios directos tangibles, o recreciéndolos para ése y otros objetivos. Y también, mediante nuevas presas dedicadas exclusiva o preferentemente a la laminacién. Para ese uso podrn ser titiles muchas cerradas de permeabilidad dudosa, no aptas para una retencién prolongada, pero sf para este tipo de regulacin esporddica y breve en Ia que tanto da que el caudal salga por los desagiies o filtrado por el terreno, pero al fin regulado. Presas de modesta envergadura pueden resolver la proteccién de Areas locales de cultivos o poblados, con o sin otro uso re- gulador. La politica de laminacién de avenidas ha de venir légicamente comple- mentada con la de ordenacién y proteccién de cauces. La necesidad de una ordenacién se hace cada dia més acuciante: las edificaciones y usos del suelo van ocupando cada vez mas un espacio que «es» del rio y éste se encarga de recordarlo después de afios de «ausencia», exhibiendo el mas eficaz documento de propiedad: la ocupacién. Complementaria de esta politica de ordenacion habré de ser la de construccién de protecciones y nuevos cauces para avenidas que en perfodo normal se pueden utilizar para usos recreativos 0 zonas verdes inundables. En cambio, es de prever una disminucién de las actividades tradicionales en nuevos regadios y centrales hidroeléctricas, En fos primeros, mas bien buscando un aumento de la garantia y un ahorro del consumo gracias a una mejor gestién que un incremento importante de extensién. Y en los segundos, ampliaciones de potencia o nuevas minicentrales, con poco requerimiento de nuevas grandes presas. Otra actividad importante y creciente con el tiempo sera la conservacién y eventual reparacién o refuerzo del gran numero de presas existentes, que cada vez serén més antiguas, problema que se desarrolla mas adelante. Ver més detalles y datos en A. 33. 15 CUESTIONES GENERALES Y BASICAS 1.5. IMPORTANCIA TECNICA, ECONOMICA Y SOCIAL Como ya se ha dicho, las presas son quiz las obras mas grandes ¢ impor- tantes. Sus dimensiones, el hecho de que estén destinadas a contener agua (que se escapa facilmente por cualquier grieta), las enormes cargas que han de soportar (incomparablemente mayores que cualquier otra obra, como se vera en el capitulo 3) y la necesidad de hacerlas en tetrenos naturales complejos y a veces con dificultades geoldgicas, contribuyen a que los problemas a resolver exijan una elevada tecnologia y especializacién. Esta no es degradante, por lo monografica, sino todo lo contrario; el especialista en presas (el presista) requiere conocimientos amplios de varias ciencias y técnicas: mecdnica de materiales, reologia, geologfa, mecdnica del suelo y de las rocas, hidraulica, hidrologfa, etc. La especializacién consiste en saber conjuntar tan complejas y distintas materias para lograr ese ser singular que es una presa. Eso convierte en apasionante el trabajo técnico relacionado con ellas: el que se inicia en una presa va adqui- riendo una cierta «drogadiccién», que se intensifica con la dificultad y novedad de los problemas a resolver y con la fuerte atraccién que tiene el contacto con la naturaleza, pues las presas estén plenamente inmersas en ella. A ello se afiade la necesidad de disponer de varios especialistas en las distintas materias en un trabajo en equipo, con el consiguiente enriquecimiento personal que ello conlleva. Otra caracterfstica muy seflalada de las presas es su gran utilidad econé mica y social. Cada vez més, las presas sirven para varios usos, pero incluso cuando se destinan a s6lo uno, el efecto de su embalse se extiende automatica- mente a otros beneficios, aunque sean indirectos, como la contencién de avenidas. Por ello, las grandes presas encabezan teal y simbélicamente los grandes planes nacicnales y regionales, a los que incluso legan a dar nombre; piénsese lo que es la presa de Assuan para Egipto no slo en economia, sino en politica, por lo que ha tenido hasta repercusiones internacionales. Una presa de esa importancia puede ser decisiva para un pafs y constituir incluso un simbolo de su capacidad creadora o de una politica nacional. Social y econémicamente Jas presas son las construcciones que mas bene- ficios dan, y de aqui su valor politico. Y es porque el regular el agua, el darla cuando falta mientras se contiene cuando pueda dafiar, es un bien inmenso del gue se derivan varios otros: riegos (alimentos), energia, proteccién de campos y ciudades, abastecimientos de aguas, etc. 1.6. EFECTOS AMBIENTALES Y SOCIALES No hay actividad, por titil que sea, sin efectos negativos; si s6lo aceptésemos emprender acciones seguras, nuestra vida quedarfa paralizada: no podrfamos 16 CUESTIONES GENERALES viajar, ni calentarnos, ni siquiera andar, puesto que todo entrafia un riesgo. Una actividad debe juzgarse por el conjunto de sus consecuencias y decidir a la vista del balance. Esto es de elemental sentido comtin, y parecerfa superfluo decirlo si no fuese porque se ignora por algunos grupos extremistas que sdlo juzgan por lo negativo y se oponen, por sistema, a la construccién de nuevas presas. Estas, como toda obra, producen una modificacién del medio natural: exca- vaciones, instalaciones, la misma presa y, sobre todo, la inundacién del valle aguas arriba y el cambio de régimen del rio aguas abajo suelen ser los efectos més importantes, La retencién del agua es el objetivo mismo de la presa; gracias a ella se amortiguan o suprimen los dafios de las avenidas, se palfan los estiajes y sequias, se riega y se produce energia. Pero al retener el agua se retienen también las particulas s6lidas que arrastra o lleva en suspensién, que quedan acumuladas en el embalse; y la inundacin hace desaparecer la biota natural y, sobre todo, el habitat y actividad humana. Los efectos puramente materiales (sustitucién de carreteras, edificios, ete.) se plantean y deciden con niimeros, como contrapartidas de los beneficios; si la compensacién no es suficiente, el embalse no se hard. Pero los problemas humanos, el desarraigo de Jas familias que han nacido, crecido y quiz4 enve- jecido en un sitio, tiene otra calidad inconmensurable, no reducible a simples niimeros, y exige la m4xima comprensién y un enfoque humano y social del problema. Si la sociedad impone a unos pocos un sacrificio para beneficiar a muchos, debe hacerlo sin abusar y tratando de paliar y compensar los dafios en la medida de lo posible, con razonable y generosa comprensién. Como en lo humano se dan todos las matices, también es cierto que a’ veces hay agita- dores en rfo revuelto y abusos en sentido contrario, pero el problema de fondo es fehaciente. Aunque algunos embalses se hacen en zonas deshabitadas poco productivas, la extensién creciente de los asentamientos humanos Ilevard a un incremento de los problemas, sobre todo en pafses desarrollados; y en algunos casos, podrén llevar a desistir de hacer un embalse. En algunos casos muy concretos y aislados pueden ocasionarse pérdidas del valor ambiental de dificil reparacién o sustitucién, lo que obligaré a analizar en profundidad la posibilidad de minimizar estas pérdidas, desistir de los beneficios de la presa o buscar posibles alternativas. Andlisis este de dificil conerecién y que ha de realizarse con un equipo multidisciplinar, pero alta- mente cualificado y conocedor profundo del valor real de los elementos que han de compararse. No vale, a la hora de hacer juicios de valor, comparar los efectos de la construccién de una presa con Jos de otra, sin analizar en toda su magnitud las diferencias sustanciales entre ambas. CUESTIONES GENER ALES Y BASICAS El aterramiento de los embalses se ha convertido en un auténtico tdpico, que ha conseguido un desafortunado eco, quizé por lo Ilamativo y primitive de su planteamiento, que toma la excepcién como regla, sin més andlisis. La mayor parte de los embalses espafioles tienen una vida estimada superior a los 200 afios; slo algunos insulares y mediterraneos con cauces rdpidos y poca vege- tacién pueden sufrir antes pérdidas de eficacia por aterramiento parcial pero, salvo algtin caso excepcional, serdn utiles durante décadas. Como esas cuencas son fértiles y con gran desigualdad hidrolégica, el efecto de los embalses es muy beneficioso, aunque no sea tan duradero como en el resto. Otro leit-motiv reiterado es preconizar sustituir los embalses grandes por varios pequefios. En primer lugar es dudoso que con eso los impactos ambientales fue- ran menores, pues precisamente los pequefios son los que més pronto se aterran; pero es que un embalse no es como una casa, que se puede construir en cualquier sitio, sino que los emplazamientos aptos para hacerlas estén en determinados lugares y no cabe sustituirlos por otros menores, porque quiz no sean posibles. Por tiltimo: fa inundacién cambia el paisaje, pero no forzosamente a peor. Un planteamiento sensible e inteligente puede llevar a mejorarlo en la mayorfa de los casos, aprovechando la creacién de un lago, que en sf tiene valores estéticos, depor- tivos y de disfrute, como sucede en varios embalses y se extender cada vez mas. ‘Todos estos temas se abordan con mayor detalle en ef capitulo 4. 1.7. CONCEPTOS SOBRE SEGURIDAD La seguridad absoluta es un concepto limite inalcanzable. De ninguna obra se puede asegurar su inalterabilidad y resistencia en cualquier circunstanci: siempre puede darse una inesperada que cause el deterioro o su ruina, Esta inseguridad empieza en el propio hombre, que lo tinico que tiene seguro es su inseguridad final: su muerte. Una obra debe tener garantizada su permanencia frente a las solicitaciones previsibles, incluso extremas, pero esa previsién ha de tener un limite. Un ejemplo claro: al construir una casa ha de asegurarse su integridad frente a la Hluvia, el viento, la nieve y las sobrecargas que va a soportar; pero, aunque con una probabilidad bajfsima, podria suceder que cayera sobre ella un meteorito, 0 un satélite artificial que falle. Sin embargo, a nadie se le ocurre construirla para resistir tal eventualidad, casi absurda. Pero incluso dispuestos a llegar a ese extremo de seguridad, todavia entraria en juego una nueva incertidum- bre: el tamaiio del meteorito, que puede variar entre unos gramos 0 muchas toncladas. E ejemplo es extremo, absurdo, pero sirve para hacer notar que siempre, en cualquier circunstancia, quedard un riesgo, por remoto que sea. Por eso, cuando se analiza la seguridad de una obra, hay que llegar a un Ifmite razo- 18

You might also like