You are on page 1of 37
| eran | LAS CIUDADES Y LAS IDEAS JOSE LUIS ROMERO TATINOALSERIGA: Lis CIB Yas 2 7, LAS CIUDADES MASIFICADAS ! glee competencia. ‘Se comet Taide de familia do tas feeomae ceca del ctl cxtumtes oes Salle y condemican, Pane dG 2 edicacin, parecer rica, 9610s times tress 2 I0UChOS, las vieja arecet ridiculas y- una palabra defi Ta crisis de 1930 unificé visiblemente el destino tatinoamericano, Cada pais debié ajustar Ins refaciones que sostenia con los qua, on ol exterior, le compraban y le vendian, y atencrse a las condi, giones que le imponta el mereado internacional: un mercado ‘deprimido, en ol que Ios rads poderosos Iuchaban como fieras Para salvar lo mds posible de lo suyo aun a costa de ahogar en l fango a sus amigos de ayer. Comonzaba una era de excise gue se advertiria tanto en las ciudades como en las areas rurale Ta escasex podia llegar a ser el hambre y la muorte, Pera fue, ademis, «1 motor desencadenante de intensos y variados cambion De pronte parecié que habia mucha més gente, que se movin fue gritaba mis, que tenia més iniciativa, amés gente que abandonaba ta pasividad y demostraba que estaba dispuesta. Participar como fuera en’ la vida colectiva, Y de heclio hubo més gente, y en poco tiempo se via que ednstitia una fueren nueva que crecia como un torvetite y cuyas voces sonahan coma tun clamoz. ‘Hubo una especie de explosién de gente, an la que no se podia medir exactamente cufinto era el mayor rimeo y cudnta era la mayor decisién do muchos para conseguir que. se fentara con ellos ¥ so los oyera, Una vez mas, como en las {isperas de la ernaneipacién, empezé a brotar de entre las grictas de Ta sociedad constityida mucha gente da imprecise origen que ‘rocuraba instalarse en ella; ya medida que lo lograba se trast. taba aquela en una nueva sociedad, que aparecié por primera {ez en ciertas ciudades con rasgos inéditos. Eran las ciudades que empezaban 1. masificarse, Todo se gesté desde la época de Ia primers guerra mundial Y¥ a lo larga de los diez afios que le siguieron, Los palses europeos 2 les Estados Unidos ajustaban trabajosamente sus economias, en parte para restaitar sus heridas y en parte para situarlas ens 1a posiciin muiis ventajosa desde alll en adelante, Pero la tarce era dificil y em 1929 el complejo artnazén financiero y ‘mone. nics, ejemplos gcada ded veinie, 320 | tari de tos vencedores sa sacudié on inusitada, violencia, LATINOAMNICA: LAs GHUDADES ¥ LAS érac de te bolsa de Nueva Yor erteacs Ue balsa de Nueva York desartictlé todo el storia yo risas del dratna reslvieron actanr draticamette pate coda co sug lear cn par ay merans fo lun [fe products snus caradsy competi mattis pins gs ventas se retrajonon y" los precios we detbunnca vio nut lw electot de hewe gles yor conan enicas del ence oo umaron fw efectos sociales polo riqueett inevitable que log poseedores latncumersance de ta figuera repltoran’ Ld maniobra de sue. habion se siechaag Reducidos a scoptar us conticiones del mercado interstcseoah procuraron ajustat la vide interne de cade ua de ss pater para sh, eC Trlr a papain las tht yt ser be, ran excsivamente los demas. Fiat Tort. Figinestatbias eh plies econo, oad Rencones eat ile ols hecanioos Hnancieror y mona ct tos relalones entre ol capital al teabojo mucha oser pertoe | ln on ari con una energica pollen pre: } sen Ives populares, Pata cllas no: hubs senicnnt i siquiera consoja, Chidos vastos uectones en la miciar bad | are. £t fu borkonte ecino salir de lta, Una de las salidas is 9 muchos Ja emigracion hacia Tas cade. co gEtLAlmunas comenzabon proclemente eintonces a desarolar caries ndustras fuera parm susie importaiones fers ors los capitals exteenjorn habian comenzaoa radicaras oes Fort al calor de esos primers incentives se desparera oe Sapitalistae locales tn tentacion da hacer inversiones inducing ‘As habia comenzado aparece tsa demande de trabajo arte ny Bueno# salarios que devatd Ia imaginacion do muchos dasere ppados rurnles. “Emper6 Una bola de aera, aupar com eron sriatgas, “Habla desarrollo inrbane'y mo eropoy ‘Resempleo y miseria urbana, porque la oferta de trabaja i flempro a la demandia, Algo micjord lav suscion' 1940, cuando la egunda guerra mindial provosd nas ceiveeise 4a] sprovisionaeniento de fos beligerantes, Em poco ene tras ison inustadas fuentes dle trabajo, aunque scmpre la oneede fe empleos fue superior al miimero ts pltuar voce eie a LAs CIUDAIES anASCFICADAS 304 No fue dificil advertir en los afos que siguieron a la segunda jerra mundial que, en casi todes los paises Latinoamericanos, fiivisja ertructnrn tochcondnice resetida ea 1990 no habia Jogrado recuperarse y que se insinuaba en ella un cambio espon- tiineo © imprevisible, Hechos aislados revelaban que xe abrian iuevos caminos, pero era imperceptible ol sistema en el que 20 ingettarian. Y al cabo de muy poco tiempo se adlvirtié que se Cobraba conciencia de ese fendmeno, y que se empezaba a tra- bajar en proyectos do ordenaciin del desarrolls eoondmico para coeregit con un sentido nuevo y nuevas posibilidades Ins viejas fstructuras. MBitiples posibilidades parecian ofrecerse a los prises latinoamericanos on la dévada de 1040, La situiacién desmnejorS inego un poco, pero, con todo, ciertas porspectivas quedaron abierias para muchos pafses latinoamer\- anos: solo los viejas esquemas eran ierepetibles, y era neceserio Corer el albur de clegir tano mievo y de explorar sus posibili odes en los heches, Fue una era dé tanteos, ain m0 agotacios, pptra encauzar Jos nuevos problemas de wna sociedad comvulsio- rmada. Pera, como en el cas) do la explosién social de fines. del ‘il xm, In qua se produ dps eer do 1920 con sobre to en una ofensiva del campo sobre la ciudad, de modo (que 20 manifests bajo In forma de una explosién urbana que transformarfa. las perspectivas de Latinoamérica, Giertamente hubo muchas ciudades que no altecaron su ritmo de crecimiento y muchas que permanccieron estancadas, Péro Latinsamérica [asst al despegue de cierto miimoro de citdades, algunes de las cuales aleanzaron muy pronto la categoria de metropoisy otros, fen cambio, comensaren entonces su desarrollo, pet en cond ‘cones tan favorables que asumieron precozmente wna condicién de grandes eindades en potencia y demostraron que Ye Hegarian fa ser en un plage no muy largo, De torlos modos, uias otras se transformaron en polos de tal significacién en su regiin y en su pais que influyeton decisivamente sobre el conjumto, “Las rrogiones y Ios pafses giraran, ain mas que antes, alrededor de las grandes ciudades, reales o potonciales. Y cada una de el constituy é un foro sociocultural original en el que Ia vida adqvi iG rasgps inéditos ‘El fendmeno latinosmnericano seguia do cerca al que so habia producido en los paises europens y en. los Estados Unidos, pero adquirié caracteres socioculturales distintos, En algunas ciudades ‘comenzaron a constiluinse esgs imprecisos grupos sociales, ajenos 322 LATINOA nto: 145 CIUBADES Y 165 101 4 Ia estructura tradicional, licional, que recibieron el nombre de masa Guenas a masfcarie. Cambié ta tionomi. del habitat y ‘Rsiiaron lat formas de vida y las formas de mewtlidad_ ‘oe qui oe masifieabon algunas eludates de nena y 1 ‘Srazimiento emperaron a insinuar una tresformacisn de su fio. ‘urbana: dejaron de ser estrictamente ciudades para tran formarsa en una yuxtaposiciin de guctos inconmunscados yan alco, La anon empend a sr tb una cractrstea fal Fue un proceso que se iniié sordamente con la eri ype elite teen on ie defini to sivacén contemporinen do Latinoamériea Vaca Sea menos significative que, por un efecto de i comentaron a master tambin mcs ciadaes en cad soriedades no se hobian consituido maasas “7 4, La expvosién vrnara En las primeras décadasdel siglo i pate tinmmerenos ean Uthat koa ee Gemograticay sci cuyos efetos no tardaren_ en ‘ertiee is i tardé en identificar el fendmeno Y més todavia en distin- eT lo estrictamente demogréfico de lo social. Hubo, notori x eC de la poblacién con decidida tendencia ‘tetas > nacotars Fa helt ta ae Jun intenso éxedo rural que trasladaba hacia las ciu= {ori apes tienes Je poeion eneh ne soot ems un oats Sata Ey oe oh ampliocin de lee res pevcticamento sin awa Y 302 TAFINOAMERICA: LAS CIUBABES y Las apes ities) puesto que cada metnipoli tenis preanunciada @ givslodor tn érea meiropoitana Lo mismo pisses neyo do recolecién de hasuras,pesodilla metropliiana rave seers Permitia que se acumularan en dos dias de huelga © feriados Imoutafias ds desperdcins mal acondicionados en lot ones ee eéntrices y cuidados de la ciudad, El correo padecié da eniihicas: Jas iagresiones de bandas juveniles, In guerilla urtonte Sy weniles, la guerrilla urbana, Nilas SSUR2E Jos hospitales dieton abasto, Hasta los cemen orig orien nculmades de muertos y sin sto eisponible para los qe Tantos y tan profundos cambios no influyeron de la misma ‘manera sobre tndos los sectors dela metrdpal ens ie. spina manera. Uline ves en clei Iereal financkr so deaplazd pica ae ae > GPS a dteiorae y-a descend de categols, Quist alee i llegaria| a recuperar cierta digntdad, prategido yor gui Sereubreron que valia la pena ristaurario acase pemond ane atracidn del turkmo; pero enteanty ke meget nivel, las vic jas casas quediiron semiabandonadas o se. transfor- mon, eo vecindades, alee calles otrora aristocréticas sosegadas ¢ transformaron en inso campamento de los gr a niles que jngaban al thal @ desrcallaban aut peter ae 2 por las proximidades, Solian quedar habilitadas 103 edificios 4 ls bans, algunos negocios myers, nase ee ee las gubernamentaly y quied In prop Gace fe eet cavca de Ja Catedral y de] Cabildo, si subsistla como melodie’ Tecverto, de la cided colonial, Pero al terminar les lense Sctividad af barrio quedaba desiorto y adquitia los raagee ns Mincén suborbano, Ffubo alguns malssplig m4 an 8 Nicjo no perdié nunea ni su funcin ni an dignidad y mejoré al Spears del progres de los barrios mas adelantados. Tal fue al caso de Santiago do Chilo, el del sector norte de] centro de TAS CIUDADES MastPreADAs 353 Buenos Aires, en cierto modo el de Rio de Janeiro. Alli cubsis. tieron buenas hoteles —si no los mejores—, y los centros de atraccién para turistas y viajaros, a los que se agrogaron nuevas casas de departamentos elificins piilicos, Una cierta canti- nuidad so mantuva en ellas entire el viejo centro modernizado ¥ las nuevas areas de ta ciudad, Progrosaron sin exceso las zones vecinas al viejo contro, integradas de antiguo y habitadas generalmente por familias de equi clace media ¥ clase popular on las que alternaban las casas de familia de medianas escasos ingeesos con las tradicio- ales casas de vecindad y con los comersios modestos, Fueron zonas de paso, en un tiempo suburbios, que se beneficiaron con Ja marcha radial del desarrollo urbano sobre todo a favor de las buenits Comunicaciones, Pero lo significative de si deserrollo fue Ja influencia que ejereié su arraigada intogracién, Si urbanlstica- mente esas zonas aseguraron la contimuidad de una eludad que tendia a extenderse periféricamenta, solalmente feeron el hogar de ciertas avanzadas de los grupos inmigeantes que hicieron alll en sis zonas mis deprintidas— los primeros ensayas do si integracidn, En xn barrio asi de la ciudad de México, earca del ‘Tepito, estaba “La Casa Grande”, esa inmensa vecindad que describe Oscar Lewis en si Antropologia de a pobresa. “Los Sinquilinos de La Casa Grande —dice— vienen de veinticuatro de las treinta y dos divisiones politicas de la nacién mexicana, ‘Algunos, desde el lejano sur, de Oaxaca y Yueatin; otros de los estados nortefos de Chihualue y Sinalea, La mayor parte de Jas familias bain sivido en. In vecindad durante lapsos de quince a veinte afios, y otras, tamtos como teoints aftos. Mis de un tercio estén ligadas por parentesco de consanguinidad, yy casi un uazto dé Jas thismas estin emparentadas por maridaje y compa- razgo, Estos lazoe, asi como las rentas conigeladas y- la escnsez de viviendas que sufre la ciudad, ayulan a la estabilidad del vecindario, Algunas familias de ingresos elevados, cuyas vivien- das so atiborran de bones mucbles y objetos eléctricns, esparan ‘una oportunidad para mudarse a mejores barrios, pero la mayoria estén contentas y asin orgullosas de vivir en La Gasa Grande. El sentido de comunidad es muy fuerte, especialmente entre los jévenes que pertenecen 4 los mismos grupos con amistad de toda Jn vida y que asisten a las mismas escuelas, a los mistos bailes en los patios, y que con frecuencia se casan entre sf. Lor adultos tienen amigos a quienes visitan, com Tos que salen, y a los que a4 LATINOANGERICA: LAS CIUDADES ¥ 14S 1DEAS Biden dinoro prostada, Grupos de vecinos ceganizan ritas y Aicipan en tarda, juntos celebra las Testitidades de los attos nes de la vocinlad, las posadas y otras fiestas" ___ Precisamente ‘porque en eios barrios se xealizaron esas expe- niencias de integracién, quedaron incluidos en el émbito do la “otra sociedad", “san barrios de masa, reductos de la, sociedad andmics, De ellos huia la sociodad nomnabizada, evitando el seontacto con grupos que Ie parecian ajenos, y en su buida esti- amulaba la formacién de nucvos distrites residenciales de clase alta en los quo funcionarion reglas ticitas para preservar La int misiin de gente de condicidn social inferior, caracterinaciin quis sSgnified por mucho tiempo no silo cierto nivel de ingresos sino. también cierto arraigo ¥ cierto proceso previo de ascens0, La dispersion. por clases caractoriad el desarrolla de las ciu- dades cle sorietad escindida: no era un fenémeno nuevo, sin. Auda, peto mince habla tenido caracteres tan netos y evidentes, Fue tina dispersion hacia la periferia, En Rio de Janéira crigind, mucesivamente, el desarrollo de Copacabana, Ipanema, Lebléo, Gavea y Tijuca; en Santiago de Chile, de Brovidencia y Toba. Taba, ef Caracas de Sabana Grane, Chaeaita y los barrios que surgioron mis allé del Country Club; en Bogota de Chapinoro ¥ Chicé en Montevideo, de Pocitos y Carrasco: en Buenos Aires, Gel barrio Norte y San Isidro; on Lima de Miraflores y Monte Rico; en México, de San Angel y ef Pedregal. Coexistiant en ellos el suburbio residencial y, poco a paco, el refinado centro co ‘mercial de moda, Sus habitantes acusahan un deseo de tranqe\ lidad y,reposo, pero era evidento que marchaban en busca do Nexchisiridad”s contanda con que el precio de In tierra y la istancia evitat{an invasiones indeseables: era necesario posoer automévil para poder vivir tan Tojos da los lugares de trabajo, ¥ poco despuds se necesité no silo un autowndvil por Familia sino ios 0 tes. Sangieron las nogocios de alto nivel, las bourlgues de lujo, Tos bares y restaurants mis sofisticadas, Loe eluhes noe- ‘turnos exclusivos, tos clubes de golf o tenis mils cerradas, todo lo necostrio, en fin, para que, finalmente, ol suburb residenctal se transformara en un guato de clase alta con sis propias con- vencioues y normas —lo que era necesario tener, lo que era neotsirio deci, lo que era necezario pensar— y slerupro preecu- pao por In aparicién de tm intense, de gente, segdn wna expra- sign revelagora, que no es "coma uno”. Eran los distritos de la lito de Ia sociedad normalizada, TEAS CIUDADES MASIETOADAS 355, Sin duda, también pertonecian a la sociedad normalizada Jos erro de clase medi Loe babi aatiiog y wadictonaley dentro de Ja civded algunos, como fa Colonia Roma en México, el Corin en Montevideo, Belgrano o Flores en Thuetios Aires, © suburbanos otros, Com el aumento del valor de la tierra esos barrios consolidaron In posickin de sus habitantes y muy pronto parecietdn en ellos easas do departamentos con. Clertas preter siones que publicaban la condicién ascendente de quienes com- praban su vivienda em propiedad horizontal. Pero el desarzollo de las clases medias suseité ol problema del alojamiento de los momo grupos, epeciakmanie de Jos de rations nro Un empleado o un profesional corriente, aun présper, m0 send? tatdcor'al cone te bag vive Go claro vel Ciertamente, pertenecian.a la sociedad normalizeda, pero tuvieron ‘que aceplar soluciones mis modestas y poner sus ojos en bazrios Suburbanos. “A. veces {ue el estado el que desartallé tna palitica, mis 0 menos eficaz, do construcciin de viviendas, calificedas generalmente como “para empleados", con le que se querie Fler exactmesto que no eran barrios obras poplars Sistemas do préstamos 3 largos ¢ ermitian.a 0 nniimero —o major, a un corto niimero— de beneficiarias con- seguir una cova adecuada a sus aspitaciones, Oras veces fueron. empresas imaginativas las que programaron Joteos o eonstruccior nes para clase media —ceneralmente mediana—, con él muinimo ‘le comodidades y de eislamionto que pretendian, Soliat ser cha- lots unifamilianes @ grandes casas de derartamentos multifami= Siares, mondtonos quizé, pero dotados de comodidades ¢ instala- fdos en dreas parquizadas que permitian hablar, com mayor 6 snenor propiedad So uno “euudadjandin”, ¥ cuando la emprest se omprendia en gran escala, generalmente con une fuerte Snversién estatal, curgian verdaderas ciudades completas y cerra- das on su imbito, como la Ciudad Satélite de México 0 como ‘Ciudad Kennedy en Bogot. ‘ Del proletariado industrial, no todos Jos miembros so radi- caron en fos suburhios especificamente industriales. Los barrios -construidos por los sindieatos se instalaban siguiendo. otros eri terios, Pero muchos prefirieron la proximidad de las Eébricas y, .en todo case, los permanentes y renovades problemas habitacio ‘nales provoraron Ja apariciém de conglomerados en sus cercentas. Necesitadas de la infrasctructura urbane, Jas plantas incustriales surgieron en ciertos bersios de la ciudad 0 caso em alge 356 LATINGAMERIGA: LAS CIUDADES ¥ LAS IDEAS quburbio: rehuyendo o} centro pero sin despegarse mucho de él, Sélo cuando el crecimiento de la cindad hizo dificil la perma: nencia o la expansién de Ia fabsica so decidié traslodarla « zona mas abiertas. Asi ocurrié que on algunas cindades se desarvo- Maron zonas especificamente industriales, Unas veces constitue yyeron un eordéet que rodeaba a la ciudad, como en Buenos Aires; tras se prolongaron en. alguna direccidn, como en San Pablo, donde se alinearon sobre el camino a Santis. Pero otras cindades que nacieron con la industria misma crecieron consustanciadas con ella y crearan apretados complejos de fabricas y wiviendas que sepetian el euadro de Jos antiguas barrios industriales de las grundes ciudades. Sélo alli donde se establecieron localizaciones ‘preestablecielas para "parque industrial” se mantave un principio ‘de sofisticaciin. De todos medos, resulté inevitable la forma ‘aiin de micloos habitacionales en las zones industriales, tanto dentro de la ciudad come en su zona periférica, Pero fueron muy distintos Jos que so formaron esponténeamente de los que Jevantaroa mis tarde el estado o Ios sinvticatos, Los_primeras fran tugurics donde se hacinaba Ia. gente en estreche promis. ‘uidad, pero también’ en solidaria camaraderia, Eran los con. ventillos como los que describia el chileno Nicomedes Guzmin sen Las hombres oscurds yen La sangre y ta esperanca, Para fos is au para el tet de Ta cued a mints mt sano, las calles sucias, In existencia abigarrada, Los. segundos, fen cambio, se instalaron en lugeres parquizados y tenian ya los aracteres de las viviendas moderna: « higiénieas, Eran, pret camente, barrios de pequafia clase media, en los que colia no faltar el jardin de juegos para nifios o la artistiea fuente, Pero su miimoro, aun en las cludades micas, fe siempre eicaso eM relacién con el de los aspirantes, y muchos obreros industriales ture gas pei irinde ca roan depres noes au ‘con altos salarios no podian afrontar el desafio del waloe lativo de la tierra aa ‘De todos morlos, buena parte de las obreros industriales, con alta eapacided profesional, trabajo extable, buenos salaios y po- dlerosas onganizaciones sindicales que los amparaban ¥ les pra. porcionaban servicios sociales, fueron inscribiéndase eit la socke- de la que’ reciblan heneficios y da la que esperaban aun mis. Sélo Ia vivionda eeguia constitu. endo un obxiculo insalvable, com si la cso fisea se esistiera a consagrar su posicibn privilegiada, Y para otros EAS GHUDADES MASIPICADAS wr trabejadores con altos ingeesor la situacién fue semejante, como Ip eva para Ios que escapaban de la condiciin de asalariades para trabajar por sit cuenta: transportistas que Hegaban a tener su propio -camidn, mecinicos que inslalaban un pequetio. taller, Pintores o albatiles que lograban trabajo independiente y termi- haben farmando pequeflas empresas constructoras, ‘Todes ingre saron en la ciudad normalizada —en In zona intermedia yd que separaba a la clase obrera de 1a poquelias burgue; esperando resolver un dia el problema de alcanzar una fapropinda a sw nueva condiciin, Henes, ostensiblemente, no pertenecian a la sociedad nor- ‘malizada fueron los pobladores de los rancherios, esas forma Clones suiburanas que, sin ser nuevas del todo, execieron inten ‘Ssamente despuds de la crisis de 1930, Su crecimiento se acclers Sobre todo despus de 1040 y finalmente Hegaron a ser un polo fu Ia estructura fisita de muchas ciudades, reflejo de su estruc- fiira social, Con nombres diversos 4¢ los conocié en cada pais: Callampas ett Chilo, villas miseria, y Iuego, simplemente, villas fen Argentina, barriadas en Pera, fayelas en Brasil, caniogrles fon Uruguay, cludades perdidas en México, pueblos piratas emt Gllombia, ¥ genéricamente, en casi todas partes, invasiones, construcciones paracaidistes y, sobre todo, rancherios, El nombre tenia casi siempre curiosas y significativas implicaciones: solia fentrofiar tia oetitid inéniea una afiemackin polémica de To que, hasta entonces, sdlo parecia merecer wna actitud ver~ ponzante, Fste ultima caricter tenfa la poblacién de los barrios Jobres incluides os la eindad, que evitaba el uso de la palabra Zallején, corralin o conventilla, Pero Ja forrmacién de Jos nuevos Yparrios cuburbanos reveld wn cambio de actitud en los invasores. Tos rancherios 1no fueron patrinionio exclusiva de las metré- is. En ellas fueron mis numerosos, més pobladas, y su smi Feacién secal fue mayor, Pero apareceran en ots. mithas iudades de diverso tipo. En México protiferaron en un bal- feario de lujo como Acapulco, desde cuyos oetros, parecian vigilar el deshorde de la riqueza, mientms aus habitantes 6 Introducian, por entre las rendijas de la sociedad ocinsa tratando de obtener algin provecho, Crecieron también en Culiacins le ‘pital del estado de Sinaloa, una ciudad enclavada en wna rica onion agricola y sin desarrollo industrial, Un einturim de Thiseria que crecié rapidamente reunid mas de doce barrios do inmigrantes, compnesios de tugurias insalubres y despro- 358, aniNoAneiRicA: LAS CLUDADES ¥ TAS IDEAS vistos de servicios puiblicos, en los que se especulaba con el. erua potable y se robaba In luz de Joe cables piiblicas, ¥ se multiple ‘Caron, iaturelnente, en Monterrey, una ciudad de 1.300000 hhabiténtes en la que se fueron instalando mis de nueve mil Sndustrias, Una densa red de colouias miserables se apretd: alrededor de la ciudad awismn y alo ancho de st sirea retro. politana, calealindose que aumentaba cada ario en 40,00 babi= antes aproximadamente, Casuchas hechas con cartones © can, ‘bolsas Viejas de plastico alojaban una poblacisn ereciente que vearecia de toes los servicios, especialmente las cinco colomas -constituidas en Jos basurales, ‘Se calcula que vive en esas condi clones el 40.9 de la poblacisa, pero quo el 70°% carece parcial: mente de elles. ‘Con caracteres semejantes podrian deseribirse los rancherios de otras muchas ehdades, Cato en Monterrey, el desarrollo ‘ecuptivo de las industrias provood la aparicidn de rancherios en Ins cludades aryentinas de Rosario v Girdaba, asi como en otras fqua rondan apenas los 50.000 habitantes, como Zirate y San ‘Nicolds; en la mejicana de Puebla, donde en los barrio peri: Héricos hay 100,000 personas que ‘carecen de agua y se ven sitiadas por los basurales; en Ins venezolanas de Maracaibo y tlo Santo Tomé de Guayana, naciente emporio al que se caleula que legan mil personas por mes y que ya ha sobrepasada los 150.000 habitentes; om lng colombianas de Medellin, que nec alrededor de medio millin de habitantes desde 1938, do Mani- zales que aloja una sexta parte de su poblacion —unas 40,000 persona: en sSrdidos barrios ubicados en cerros constantemente Amenazatlos por destizamientos de tierras, de Barranquilla y de Gartagenas en las braslefias de Porto Alegre y elo Horizonte, invadidas, como Sam Pablo, no slo por migrantes de In regia sino también del doprimido mordests dal pass; en Ia peruana de Chimbote, donde la incinstria metalingica se desarrolla desde 1958 y en la que wn 20% de la, poblackén se aloja en barriadas, Pero 1a aparicién de los rancherioe tampoco fue exclusiva de la ciudades quo se industrializaron, Como Acapulco a Culiacin, otras razenes determinaron en otras partes su aparicidn, Las migra- ciones so divigicron también hacia eivdades modianas @ impor: tantes cuya actividad era fundamentalmente administrativa -y comercial, por el solo hecho ele ser centros actives donde parecia Yerosimil encontrar trabajo y mejores condiciones de vida, y al resultado fue la formacién de cinturones de miseris, Aparecieron ras eLUDADES MASIEICADAS 359 i fuacho, cao fen Ins ciadades peeuanas de Piura, Chiclayo, Huacho, Then, y especialinente en Arequipa, donde sobre una poblacién de alrededor de 120,000 habitantes, un 10 % lnbita en Jos barrios en a jana de Godalaar, toda einen ‘emente. comertial pese al empuje del subarbio de 7 merce panel Soe de aide atta Ttabtantes en A051 pasb a mas de 50,000 en 1972, 3 cuyos bartios pobres EI Malec6n, ‘Vida Suave, Pampén— alojon, casi Tomiffas en condicions subhymanas; la brasilefia de Recife, en cuyas mocaribos —eho2as do harro, ramas y chapas situadas setts ‘ncengués del rio— sabrevive mulsitud de fanailias —xaés Ge 100,000. personas— gracias a los cangrejos del repugnante parm del rio impregoado de eucios desperdicios segtin relata Josué de Caste fuyeron en Ins grandes ciudades. En Buenos Aires, 1566 estimaba Ia poblacin de fas villas miseria del rea metro. politana en 70008 personas, Bn cada una de ellas ve repetian: Wee mismos caracterct: Ine viviendas procarias, 1a promiscuida amuiliar, la aglomeracién infrahumana de vastos grupos en wna fextonsiin limitada, In falta de servicios elementales, EL 35.% de los imigrantes. se. eoncantré en esas villas miseriay po” blades com gentes pravenientes no silo del interior del po fino también de Ibs paises vecino, especialmente Bolivia ¥ Pos Taguay, Tnstalodas en zonas periférieas —exeepto alguna situa area dol puerio-, son poco yisibles para el porteio normal, {que puede pasar lorgos afios sin verles y hasta sin acordarse las! Menge an las ve el tarsta; y cuando aparecieron cerca Sle ouepita gun conceal aroymeriodmerngsional de Bei, fe Tevanté palorosamente wn muro que Jas oeultara, et paseo ain ‘turistay ls Gudedes pordidas de México. Alguien debe advertic ‘tl decpreocupado turista que so dirige a contemplr las bellezas to Pula que, mientras reconee La caleada Zaragora, deja @ 54 feyuierda lov colonias de Neteakunledyoll, Terminade el desora: rmiento del lago Texcoco, quedaron disponibles 6.500 hect te tiecras salifrosas que empezaron a cer oetpadas por mirantes aie ventan del interior dl pais y gontes quo habian tenido ave (Mendonar su vivienda en los barrios cfntricos de la Quizd Megaron tas colonias do Netzakusledyot! a albergar un 360 LATINOAMERIGA: LAS CIUDADES ¥ LAS IDEAS rmillén de porsonas, para quienes toner agua potable, uz, drenaje ( vervicio do commusicaciones consttuy una sostenida absesién, Frustrada unt y cira ves. All obeervs Oscar Lewis a ls Eels de Jess Sdociea, un migrante veracrizano que habla comprado tun lot en la colonia para construiren él la casa que “se leven- {abe al descubierto en la Hlanara sin drboles,« certa distancia del polvoroso camino, on un conjunto de cinco o set caves. (Gon et tiempo la edificacisn se fue haciendo més apretada y 6 consttuyeron birros compactes, algunos de lor coalesexpanaron tee sgn teri Pero Netzahualodyot! no es por cierto, la nica ciudad per- piety aber hveti gpg is hg tenes eg ‘cerca de dos millones de personas en parccidas condiciones, Pero treoen, porque el mimero de pobladbres aumenta, tanto de los aie Savon Nninde a Intron co dew au abandnan, tdento. para radicarse on las zona periérias, enbropasando Times adamnisrotivos de. la ciudatl y extendéndose por una reciente drea ietropelitane, Quiad Ia mas soqprendente pro- Yee de ete proceso tee In formacién de lat 39 colonise que Se han formad en Ecatgpec, extendidas sobre dos mil hectéreas com wn poblacién de 180.000 habitantes, “Ninguna de lee Zalamidades propias de los rancherios faltan en elas, pora agrega tana mae, en Ia época de las Huvias, la aguos inundan ls casas hasta un nivel de cincuemta ventimetros, Ea otras cludades no so ven flelmente los ranchers: on Santiago de Chile, en San Pablo, en Guayaquil. Flay que mirar on alguna aterciin o es necesario ir expresamente donde estin Setar" Pero en ciertas metrOpolis el cusdro adquiere vn Particular intensidad porque fan sangido en los carros que Ia Todean y la ciudad endmica forma una epecie de. anfieatro {Qos rodan ela cided normalicada, Be agredable tomar cocktails Shel hotel Tamanaco en Caracasy pero es inevitable que el que Se cree abservador sen abservado por clentos de millares de ojos eats ev carvoe. ¥ al anocherer ertso recallea pintorescts Iuces que so enciendon on las laderas: nada Puede hacer olvidar, sin erthargo, os tugurios que iuminan y el Cuadro urbano en el ve tae rece Lima, dominada por el Ina. imagen semejanteofreee Lima, dominada por el cerro San Cristébal” Por la falda de ese erro J-de otros vines empe- zaron.a trepar las berrieday, que oe extendieron también por los frenaloe dol valle dol Rime” Hea le obea de los migranterrurales LAS CIUDADES MASTPICADAS 361 ue Hegaban a la cepital, unas veces lenta y mansamente y otras que legen nave y eh mass, Die 1918, pero abry ido ‘gels ie 1850, of movimienty se fe haciendo cadaver rs aera Oe eecisamente en 104% fundé un grupo decidido la Ais Je Se Con um crn geapad on putrzacin, EL sidente José Luis Bustamante y Rivero expres entonces von de‘ tadon ol juggar el hecho en 90. Mensaje al Pet ‘Bin fembmeno, social dela, que no ha podidlo ser contenido por lee autordedee.cbedee fundamentalmente [al ssments poprmal de In poblacién de la capital por Ia afluencia de foras- Shs pind. ge ting he dota tn dee wenn eile a ocupaci por ms de quince ail poromas de eiierie ie Atacange pose. vir To lltpoda ected 8 Die Pronunciadas estas polabras en los wiltimos altos de la iéeada del euarenta, el “morbo” siguié desarrallandose cada ver mie, Acaso mis de un {0 5% de la poblacién de la capital peruana ao eee I cher is rapidamente org: aco los de Lima los ranherios mas rapiamenteong- feos y aquellos cuya poblacién demuestra mis decidida. tides he Mopar, Al ratiear ln invesgn de una, 0a Vaurminada ene Tood Motos Marlo primera que hacen ce dividir el terreno en lates de diversos iamafios y, previa ca “le amis, so ic reparan, Cade Tamia procode ‘Bosedtamonte a edict viviend en ests te, pra cual {Wika te clase de matenlesdeconstrveién, «fn ca aig a can un derecho, Lin esa forma erganiada, aves ‘oti eda caso, ia la vida de ia Baroda y paral Jamente fandan una asociacién de pebladores, la cual en un Pence ayer conataa por oe priares del invest, toe gerne son amine sf Peer 8 ‘Malis, elegirn sus propias soridede ee eal do ergenteacrn oo debib qe para. hacer nina neuron dl se psi dl See, Capital corunidates enterns, que ego engersaron oo lO 50 ce eda tambien ss cosine Su poladores ba ora cro lait eto ned cr grein Took Sra conattagen fe “otra scded”, cuya axpetaeo hte tece y deprime a los limefios de las clases acomodadas. Gna vata expansion de la ciudad de Bogota hacia. el sury después de la calla 1 A, de oriente n accidents, se produjo sobee tnlb esparés de 1243, Los rancherios ocupaton tanto las estribae 300 LATINGAMMERIGA: 105 CIUADES Y LAS TOEAS clones de los corres como la parte Jlana, ¥ crocienon’ como en todas partes: con, vivieuulas preearias y sin servicios pablicos, Se calcula que Ta mitad de la poblaciin ‘bogotana vive én tiguriog, ¥ buona parte de ella en esos rancherios periféricos cayo conjnto ‘onstituye un panorama desolador, Pero ol bogotano nota no ‘tiene por qué pasar de la calle 1A hacia el sue Su vida oe slesarralla en otros lugares y, si es de clase acomadada, se des. Plaza, progresivamente hacia'el norte, hocia Ia calle 57 sf vive cen Chapinero, hacia Ja 92 si vive en Chicé; son muches calles Jas que Io separan de In expansion hacia ef sur ‘Tamporo son excésivamenia visibles les fuvelns de San Pablo, Ciudad industrial, atrajo wna nutrida inthigracson tanto de [a rerién eircunvecina como del nordeste, especialmente del estade de Gear. Pero ni todos los migrantes obtuvieren trabefa en lag fabricas, ni los salarios industriales permitioron enfrentar el brecio espoculativo de la tierra, La ciudad ereuié en todne direc- Giones: haeia Santo Amaro, hocla Santo André, més alld de la avenida Agua Branca, Rua Guaicunis y, sobre toro, mis alld del Tieté, ‘trotande de trepar ta sierra Ue Cantareirs, en los barrios de Tremembé y Guarulhos, Una pobre edifieacion aloja sientas do miles de peryonas, En cambio, en Mio de Jansiro los corres fueron de muy Antiguo las zonas preferidas para les invasiones, y lo yolvieron 4 ser cuando los veteranos de la guerra de Canudos buscaron, dénde establocerse: se quedaron ent el cerre Providencia y allt surgié In palabra favela que luego so gerweralizarin Pero el crecimiento de las favelas empezd después de 1930 ¥ fue acclerindose répitamente, Quiad alojen un 20% de la Poblaciém do In ciudad, Cubrieron Tas faldas de Ios certos, pero también algunas gonas Ilana: dentro y fuera del perineice urbano, ¢ introdujeton el tipo de vivienda nual. Dato signifi; tative, no tue silo la vivienda to que denoté a supervivencia rural: foeron también Ins costumbres y Tas ereencias, ton vigor Posas come el culto de San Jorge 0 el espiritismo y, sin dudes ‘isios resabios de Jas culturas efricanas, Actso tedo esto proste a Ja sociedad de los “faveledos" una homogensidad mayor afin gue la de Jes invacores limefios, cuyo vincule es predominante ft ambos cases 1a ‘homogencidad se troduce en luna contrapesieién com Ia sociedad normelizada ‘Gontrepuostas las dos sociedades em casi todas los metedpolis ¥ Giudades donde se formé una masa de doble origen, exterho ¢ 303 as cronies oasuieamas i iit isico, La it la sicién se materializa en el ambito fi Earl repmtrente icha ede Ia sored normalzeda y fs rates de In sochedad amt, an, fea, os dos inher atin Inigo’ para iio. un is, fpatse, tome lag svlade que los mabtan. oro del fra. ee OTR fheegreciin hoy um ng frecho que silo pu ecorresse en un Ingo temp, 4, seasumroacitOx ¥ PSTILD I ¥IDA i iudades latine- ee eee ices setay sh eaten eS BA an A endian Ci. i aby diate Lavieron, seyursmento, lot sae ek siglo x1 que describieron ciudades wy Sr Hiate ice aioe : pee ae aha cos reat neat Pep eo Seen ee SH a Sao nee Paiecensie cence crs peserioe «1930 ‘aslo percibis grados de diferenciacidni sino a at cm ee mea ee ae utes fee atone aes 2a ie cera Ne ge necesitaba mucho tiempo para descul ibrir que ex re = ellos se vivia de distinta manera, Y no slo era evid Me Sere oy a a eres a guburbics aristocrations clot Pee etch areclabs sen Socata Ge pores wo pended Fersie ieee ean) cesar riores, Quien miraba de cerca los rancher ios ae mene a heen cae tele We Ayscucho Galamaray ‘Mes di gv a a nee Siecle cy da bolivianos © paraguayos de los que estaban ae santiaguefios 0 correntines, Y no sélo packs ee cién nacida del distint origen geogrifico, sino 364 LXTINOAEENICA: 145 CIUDADTES 15 IDEAS, 32 dovivabs de In diversa condicin social originavia, de ls aptitnd para incorporarse a I vida urbana y al mundo tecroldgica, dol grado de alfabetizaciin 9 de la tendenca a dejarse arrastrar hhacia la vida delictiva, Del mismo mov, el observador de los dlistinios grupes de ln sociedad normalizada advertiria Ia exis toncia de barrios “exclusivos", diferemies unos de otros no silo por los niveles de vide sino tambide por su estilo, Gropos altos, inedios © populares, semejanies en algunos rasgos exteriores, ‘acentuaron su diferenciacién en el seno de la sociedad escindida Sogiin st grado de cosmiopolitismo, de aceptacién del cambio, de tradlicionalismp, o cogtin el tipo de sus expectativas. Muchos vivian como querisn, pero muchos mis vivian come podian, conteastando a cada tmomento sus tradieioiies com las citcuns: tancias creadas por el cami. De todos mods, el contraste fundamental quedé patente entre Ja sociedad ormalizada Ta sociedad andmicn; una. ote acusaban diferencias tan profundas que el espectaculo ‘de sw contigiidad parecid explosive, ‘Tenia ceda grupo, en conjunto, actitudes tan diferentes que podia suponerse que eran das mune dos en contacto mis que dos sectores cle una sociedad. que, en iiltima instancia, vivia et comin, Deteis de esas actitudes haba sas concepsiones del mundo yy de la vida, tan diversas que parecian ieductibles, La situaciin era, por cierto, muy com. pleja, La sociedad normalizada tenia un estilo de vida de mar- ‘ada coberencia. Era heredado y tradicional, ¥ estaba susteniado orn esperiencio cations de algunas noras inamovibles le ciertos cambios, lentos y- bien asimilades, que Ie otargaban flexibilidad y viger al mismo tiempo. Legado de la vieja. bur ‘encia necesaria como para eafrentar los nuevos cambios —éstos le alone muy acelerados— con la esperanza de no perder su eoherencia, Pero los cambios fueron demasiado acelerados 3 pro- fundos, Pese a la revia contextura el legado recibico, las cir+ ‘canstancins cucstionaron ciertas netitudes y pusieron en evidancia qua eran insostenibles frente a las micras situaciones sales Una cierta dudla hacia melia en esa sociedad normalizada, que Ihublera queria defender hasta el fin su estiln de vida pero que compendia le novesidad de adecuarse a la niseva situacicn Bue esa misma crisis la. que obligi a Ia sociedad norma. Hiraday socudida y dubitatava, a recibir en Ia sociedad que hasta entonces era coherente a nuevos grupos que vivian de tre modo. {LAS GIUDADES MASIFICADAS 365 No era, en rigor, un solo modo, sino muchos, Y esta insereiin de grupos do tan diversas actitudes termind de secudir a la sociedad normalizada, que vio en la masa que se constituia la expresién de tm mundo ajeno. No exngerarla quien dijera jue ja primera seusacién fue una extraia mezela de asco y We aegpreci, El que tenia el hubito de coder el paso quedd fazoradd [rente al que atropellaba para conquistar un lugar, ¥ el gque se Tfaba todos los dias tuvo un gesio de repugnancl Trente al que ostentaba indiferente su desaseo, La eoeiedad mor- malizada tardé algun tiempo en acostumbrarse a la idea de que fe habia incorporado a Ja estructura en que antes.se movla ella sola, un grupo diferente que, por el momenta, parecia irreduc- tiblemente distinto en euanto a sus actitades bisicas y en cuanto falas normas a que se atenia ‘En rigor, #a masa no tenia un sistemna eoheronte de acti- tudes sii un conjunte armonisso de normas. Cada grupo tenia Jas suyas, y era la sociedad normalizada la que le prestaba una tunidad de que carecia, Procisamente por eso constitula wma sociedad endeiica. No posela ésta un estilo de vida, sino sim- plemente, muchos mods de vida sin estilo, Y actso fers esa fanomia fo que més comprometia el juego de las influencias reciprocés, En. los cuarenta afios que siguioron a la crisis de 193) no avana6 mucho ol proceso de integraciéa, profunda de las dos subsociedades que componian la sociedad escinclda. "Pero, sin dada, avaricd algo, aunque por extrafios caminos Puede decirse que, aunque parezca paradjico, avanz6 en la me- dda en que, cada dia, mayor mimero de miembros de la masa fe sintleron llamados 1 Ia participacion y se enfrantaron con la sociedad normalizada, EI didlogo empezd algunas veces con insultos y desafios, pero empezd y ne se detuva, Se deslindaron los intereses comunes y, sobre todo, se identificaron aquellos puntos da la estructura donde 1a masa podia morder. Aquellos Que, on conjunto, constituian una sociedad andmica, poseftn, en particular, una cultura originaria que, en algunos casos, les per~ fritid reducin sus propias normas a las dela sociedad norma- Tizada. Por lo demas, la necesidad obligaba. Muchos empezaron fa imitar les modo; de camportamicato de la sociedad norma: fleaila: lat férmulas de cortesia que, sin duda, le eran familiares, los principios de acatamiento alas jerary ins, las regles del juego para cierto tips de relaciones. Pero aciso imitaron mas: 18 Inanera de tomar un véso 6 un tenedor, 0 de poner tun anantel 306 {APINONWERICA: LAs CIUDADES'Y LAs Deas en Ja mess, o de vestir aun nifo, ¥ acaso més ain, cdimo actuar Frente al ecado y sus agentes, eimo exigit. Y todavia mas. como juzgar clerios actos, cdmo decidirse ante certas opciones, «Smo sor sobre ciertos temas que entraflaban wn compromise. Esa Imitaciin no implicaba haber interalisade los supuostes de Ia estructura: era, generalmente, una repeticiin superficial de acti- tudes que habian sido observadas y juzgadas convenientes y beneficiosas, La imitacidn ea una défensa pica de quien pasaba timidamente al atoque, Por esa via la intagracidn comenzaba, dificilmente, a través de una adaptacién cautelosa a las exigen- cias peimarias dela estructura peopia dal soctedad normalizada ‘Algo identificnba, sin embargo, a estas-dos sociedaes tant diversas: la coincidencia en la revoluciém de las expectativas, El migrante recién llegado se parecia al ms alto ejeculivo cn que los dos querian dejar de ser lo que eran. Eso habia insta rado la crisis: el triunfo definitive de la filosofia del bienestar, definitive sobre todo por Ia iicorporaciin, mnultitudinaria a, 0s0 credo de gentes quo Hasta la vispara no se hubieran atrevido a acariciar la esperanza de romper el circulo de fuego de Ja miseria. ero una vez en In ciudad, aun en el dltimo peldaho del sector deprimio de Ia sociedad, pareefa egitim esperar el éxito econd ico y el ascenso sociol, Mejores salarios deseaba el que aiin no habla conieguido au primer trabajo, porque ya sabla en qué ibaa gastar el primer dinero que Ilegara els manos: una cata, una ropa, una sortija, y Iuego quied una radio, y quia) una Intidora, y quizd un relrigerader, Y mejores salorios 6 mayores renlas dieseaba el alto ejecutivo porque hacia tiempo qu sabia en qué gostarlas; un departamento en un barrio de mis alto nivel un segundo coche para sa esposa, wn yale, uma casa de fin de somena con pileta de tatacién, dos ‘eriados ‘para que ‘stenteran sii chaleco a rayat 0 su impecablo saco Blanco, Los proyectos no tenfan Hmite una vez producida la revoluciin de as expectativas, y en eea cauca comin se encontraron Ta ceciedad anérmica y la sociedad normializada, Glertos rasgos comuunes acercaban a todos Jos sectores de 1a sociedad! normalizada. Todos, caalqaiera fuera su nivel, se entian poscedoces de un derecho preexistento no sla & Jo que cada uno tenia, sine tambien al conjunto de la estructura, a la ‘que Je habian impreso su seo y se habfan acostumbrads a usar Soxiin un sistema aceplado de normes, Hubéa una manera de circular por la carrera S¢ptima de Bogoté, y se sabia quienes {Las CLUDADIEE MASIFICADAS a0r lian detenerse a conversar en el Altszano, como habia em Pats, ‘Alee'uma manere de dsturrr por la calle Florida o do conducirse en el teatro Colin; y habia una manera de compor ‘tarse en la limefa pleza de toras de Acho 6 ext la fiesta del Grito tae efana Pla del ‘alec uno cela tee puesto definitivamente adquirido y sabia a qué reglas debia someterse ara disiruterle y mantener, Era un derecho adguiide, Pero la aan reat gue agua i crs de 1020 le opin a quienes se sentian usufructuarios de la estructura cn cualquiera dle sus nniveles, un grupo social inesperado que reclamaba un sitio en Tals is uu Tatedera toner oo derecho goal do asaltante de caminos. La primera actitud de la sociedad normalizada, en ‘todos sus niveles, fue de rechaze a los que considetaba intrusos, (pam die cota faerta en la defonsa. de un. estlo de va Keodicomal quo la unin llegé a derivar en extras aliens politicas poltelasistas. 3 Pero loess del impacto de In nueva masa fueron vas odes ycontradictorios, qui porgue se praiujo ex meio de inn erkis qh obligabe a rever otras muches cows, Mientras secre Carteegeba en datensn dl mundo el. ex, teas Senso dee nuevas gonoracknes— descubrieran en In hueva situacién otras opciones vitales, Cuestionado desde fuera el estilo de vida de la sociedad normalizads, también empez a cee Goal detde adeno. HL evostccamient ilumintba 10 que habia de caduco y de irrecuperable en aquel estilo de vida, y restaba autoridad y argumentos a sus defensores. Un dia {ogre esto de seid norman alguns ceiGeenes, generalmente— que dedavaren en Hberiad reste fl estilo de vida que ss fo cmpolaban en conservar etal “devon los vebeldes, en qulencsindirectamente reso- hubs de singular manera el clamor de Le sockelad andi, st hubn uorimay ue enpeuaron a perecereaduens « erect porables 4 los ojes de algunos miembros da la sociedad normna- Tan bextra, Gs mga rnovte pare oquells que las vielaban © la dosconncan, Mieldes Ne tramsformargn en atidot ebjotivor dela sociedad snimla, ‘Per slgunes feoron mis lj y eewstron wa te Gencia radical, transforméndose en, aliados subjetivos en la me GCIs on gus gmperacen eo sotir vraments Ta seduccdn, de [a fsnomia, que era como tuna puerta abierta para escapar de una focieiad yo te acl mis estrecha y righe «medida que 368, LATHNEOANEERICA! LAS CHUDADES © LAS KDEAS crecian sus temores y acentuaba su actitud defensive, Quizé Ja seduccidn de la anomia liberara, sobre todo en las nuevas fgeneraciones, las impulsas primarios y los designies irracionales que toda sociedad constrife eficazmente, Frente a la estructura cvestionada y amenazada, parecié licito a algunos buscar su salvacién individual dando libertad a su -vocacién no comprome- tida con la estructura, asus sentimientos antes tan controlados, a los impulsos de una valuntad que no queria ser constreniida, La crisis generd una vise critica de la sociedad, y de ésta naeié una actitud disconformista mas 0 menos extendida. Como 1 fenémeno social latinoamerisana prolongaba el que se habia producido com andlogas earacteristieas en los paises europeos después de In primera guerra mundial, muchas respoestas para Jas muovas situaciones legeron de alli antes de que las situaciones se hubieran presentada, Pero también hitbo respaestas originales ato Ia Qui2a la més notoria en Ia turbada Latinoamérica, de las décades Qt teinta y del cuarenta fue un ereciente escep- ticismo que gond a las nuevas generaciones. Pero el disconfor- mismo crecié més tarde, cuando el efecto de Ia conmocién se hizo patente en las, ciudades y se acentad et replicgue de Ta sociedad tradicional.” Fue entorices cuando emperd a difundirse ‘on el seno ca fas nuevas generaciones de Ia soviedad normalizada, Ja tentacion de une vida sin barreras, Se manifest6 como tuna ‘exocerbacién del disconformismo tradicional, de La boheraia artis tica y literaria, de la bohemia estudiantil, Crecié en Jas civdades el nikmero de los que practicaron el “vive como quieras” ¥ se vio liberarse a las mujeres de visjos prejuicios: aumenté el mi mero de las que seguian carverss universitarias, de las que tenia fempleos o ejercian profesienes, de las que concurrian con amigas ¥ amigos a calés y restaurants y Hegabon tarde a sus casas, de las que se vestian con una audacia inusitada cinco afos antes Guanda se difundié el uso del pantalén y Ia minifalda, fueron muchachas de todas las clases sociales las que acataron Jos nuevos uses. ¥-empezs a parecer normal, én las familias de clase raedia o alta, que los jovenes de ambos stxos quisieran dejar la casa Patera para instalarse en un departamento que queria tener hire de atalir. 2A qué nora habia que cictificor la libertad, Ja yocacién o, simplemente, las tendencias esponténeas, si todas vestaban. cuestionadas yy muy pocas parecian resistir el embate de la masificacién? Un dia aparecieron Ios hippies y empesd a crecer el mimeo de los drogadictas, reunidos en Tos bares, LAS ClUDADES MASIETOADAS 369 fen las, disquerfas o en los clubes nocturnas que practicaban el ete ae ee El diseonformisma 0 manifest ent ¢] abantlono de la preoca- pacién por un futuro “nonnial”, segtin el eriterio de las personas mayores y conservadores, Fveren amuchos Jos que no se sintiaren obligados a soguir una “carrera de provecko" y se yolcaron al estudio de 1a psicologia o la sociologia, Muchos quisieton hacer cine, o tocar Ja guitarra, o, simplemente, na hacer nada fijo, ¥ experimentar las delicias, antes prohibidas, de la vida del juglar. ‘Muchas familias empezaron a consentir una vida mixta, entre familiar y_juglaresca, que acallé las escnipulos y estimulé el isconformisms de los menos audaces. ‘Los mis ausdaces se deslizaron muchas veces hacia un dis- conformismo peligroso, La vieja esiructira estaba cuestionada, sin duda, y no podia sostoner Ia vigencia de cierto estle de vi nil priniado do cierto tipo de norma, Pero no estaba mucrta, ya moda que crecia la impotencia de los que querian defenderla con argumentos erecia tambin el dispesitivo de seguridad para Droteger las rltimas lineas del sistema, Un desafio al sistema mismo acarreaba aulomiticamente el funcionamiento de ese dise positivo, La estructura toleraba que sus normas fusran violadas, pero no que se atacaran sus fundamentos; ¥ el disconfarmista que se hacia cargo del desafio solia pagar cara su audacia: el rechazo ostensible o silencioso que significaba su extrafamiento, No menos caro, y acaso mas, sia ser el precio impuesta a quien se deliara hoc tna pica radeaixaga, Sie discon formisa adoptaba el género de vida del actiyista rerohucionarin, el dispo- sitivo de sepuridad funcionaba, y no slo era extrafiado del seno de Ia social normalizad sino perseyuido y duramente castigado por ol estado, Las clases allas y las clases medias fueron, sin duda, las més celosas defensoras de los tiltimos bastiones de Ta estructura; pero no fodes aus sectores defendieron con el mismo vigor el estilo tradicional do vida. Flubo grupos tradicionalisas: quid los mis conservadores o Jos de mis viejo arraiga, que se sexstian deposi. tarios ce un legadn que se consustanciaba con su posiciin aristo- cratizante, Encorrados en un elreulo cida vex mise Yelaban poe el prestigio de sus apellides y consorvaban 1a que pedian de aquellas costumbres y formas de vida que heredarom de sus mayores, En los viejos clues 0 en las saciedades de heneficencia, en los conciertes y las fiestas, una vega atmesfera 370 LATINOAMENIGA; 145 OEUDADES ¥ tats IDEAS decadente impregnaba In convivencia de quienes se resistian a ceder a la peesiin de los cambios, Las sectores no tradicionales, en cambio, se manifestaron més giles, en parte porque muchos de sus tiembeas habian egado a sus filas no hacia mucho tiempo. Quiza por eso algunos intentaron asimilar lo que podian de esas formas de vida de los sectores conseevadores, Pero estaban demasiadla urgidas por esta- blecer 5 consobiclar ol control de To que pareca wna nueva estruc- tura y no era sino una metamorfosis de la antigua, Sin dda Jo lograron, y esa conquista repereulié sobre el estilo de vida que claboraran y aioptaron, invistiéndolo del prestigio que le Proporcionabs sa pasicién eminente y, sobre todo, su poler, Bra al estilo de vida que correspondia ‘a’ una cultura cosmopolita, trench do las metropolis, © mejor dicho do unt cpa comin ‘© muchas metrépolis de ins que integraton el nuevo mun Urbane de Latinoamérica, relactonado, sobre todo, con los Estados Unidos. En todas ellas erecian los grupos que + envanectan de ser cosmopolites, de hablor varias lenguas de las que intercalaban. palabras en Ia conversacién colidians, de vestir como en las fgraniles capitales, de destizarse toda la jornada a través de un sistema de actividades que suponian sa insercién en el mundo y no en sti pais o su ciudad. Era una cultura en la que la amistad_y el dislogo iban. siendo remplazados por Ins formas convencionales de las rolaciones piblieas, y en la que la espon- toneidad parecfa tan inadecuada y peligtosa como en wna corte barroca, Hea una cultura de secretarias ejecutivas, de cocktails, de, reuniones de alto nivel realizadas en una sala’ a la que un mérvil de ocrilico prestaba su frialdad, de agendas saturedas ee fechas conipeometidas y do decisiones soptadas en complicidad ‘con a comprrtadora amiga, Esa cultura era, sin duda, propia de las metripslis, pero no especifica de cada metrépoli, Era Ia que habian creado entre todas bajo Ia seduceidn del modelo claborado en las granules ciudades de los Estados Unidos, y en la que quedaran sumergidos y etrapados sus creadores, victimas Y¥ Usolruetuarios a tun tiempo: los grandes emprestris, Jos abo- ‘gados influyentes, Ins cientificos enloquacidos por el paper que debian presentar @ un congreso com et objeto de que ne dejaran de invitarlos al préwimo, lor gestores de las geandes empresas multinacionales, los artistas de Grito, los promotores de Ja, para- fernalia publisitaria, tos orgnnizadores de grandes especticulos, Jas reinas de la belleza que aspiraban a ser modelos intenacio- LAS CIUDADES 6ASHPICADAS att niles, y todos Tos que trataban de ser iattemacionales antes de ser 0 acnso olvidados de ser. Toda una corte de imitadores y de aspirantes a ingreser en sas filay alimentaba esa cultura euya resonancia multiplicaba los medios masivas de difusién ¥y consagraba el creciente prestigio del poder social, Era, acaso, Ja cultura que correspond a] mundo industrial y especialmente a Ja ors tecneldgica; pero era una cultura que subestimaba la vida privada y Ja esgontaneidad, ‘Tipica de une sociedad escin- ida y barzoca, las dlites hablan aceptado el saceficio de ofce- corse ‘como especticulo a los demis, ‘Las torres modernas —-vidrio y aluminio, de ser posible— se transformaron en los baluartes de esta culstira cosmopalita 0, aise quire multinaciona. Porque no slo la econ se 8 haciendo mitinacional, sino también 1a peculiar cultura creada en gran parte por quienes Ta manejaban y or los creyentes do esa nueva fe, en la que se tresmutaba, sin diferenciarse dems siado, 1a antigua fe dé] siglo xix en el progreso, Baluar simteles de ella eran también los Sheraton internactonaes » Vis Hilton internacionales, entre los que se desplazaban los habi- tantes de las torres de vidrio y aluminto, quiz4 sin saber bien si estaban en México, San Pablo © Buenos Aires, porque las diferencias desaparecian en el ambiente eosmopelita ¢ interna ional, Sélo el perfil y el color ds la ter del personal de servicio podia sembear alguna dude, ¥ acaso algiin viajero Wegara a sespechar quo la camarera que lo atendia regresaba an ran cherio.periférico cuando terminaba su exeruptloso trabajo, ‘On estilo de vida tan decididamente furdado ena depen dencia de una reciedad exigente rechazaba la posibilidad de que aquelles que habian optado por Ia extroversién so reencon: fraran en algin momento cnasiga mismes, La renuncia @ ua estilo interior de vida era ol precio que habla que pagar por el Sxito, So invents una culture convencienal para pabiay 1a dura fexpariencia de la erfandad interior. Fue la cultura de tos best Seller, le Tos espectéculos que no labia que dejar de ver, de In fexposicién que era necesario haber visitado. Hasta se inventé xn lush conventional del ocio, dedicado a un golf ejercitado eorao um ito oa unos viajes » Jos lugares en los que convenfa haber estado, Era exterior y énajenadeta, pero era, en of fondo, una cultura y acaso In tinica compatible con el estilo de vida de una élite enajennda, Quizd su expreskin mis difane fuera Ja reocupaeiin por el status y por la posesién de sus eighos, Las 372 LATISGAMEMCA: LAS CHUDADES ¥ LAS ABEAS cosas pendieron valor por si mismas y-s¢ convirtieron en simbolos. Era una alogria diabélica —en ef més estricto sentido de la alabra— Ie que producta gozar las cosas saboreanda al mismo ‘lempo la envidia de los que 20 las posetan, Sélo una nubs enturbiaba la sensacién dle poderio que expe- rrimentaban fas nuevas élites: su masificacin inevitable e imcon- tenible, Sus miombros eran, sin duda, los privilegiades de la nueva “sociedad, pero los privilegiados eran muichos, Alguno wud tener su avion particular. “Acaso un Booing quo le por- tmitia hacer viajes intercontinentales, Pero aun ése tuvo, alguna ‘vez, que someterse al rigor cismico de ln cola, Nada tan reve- lador cle 1a mueva sociedad como la cola de los privilegiados Y aun en los lugares mis exclusivos y. manejades por la propia lite, se vio instelar ol self-service on wl elegante buffet y 20 via 4 los privilegiados hacer cola ante la seductora mesa de los platos frios, Fue un, doloroso descubrimiento comprobar que habia ‘muchos més privilegiador que lecalidades en un teatro de rovistas semipomograficas y lujosas o en el ring-side de wm estadio de box. ae re enie as econ echoes mudsped que 00 habia ‘conseguir localidades, a pesar de ly intervencién de todos los gestares eficiosos que mangjan les hilos die Ia gran ciudad. Pero nadie pwxiria sorprenderse ve sa irupo- tencia; en el proveso do masificackin do la gran ciudad hay un momento en que no hay hilos ni quien los maneje. Es ol mo- ‘mento en que Fuelve a Ia memoria el viejo simbolo de Babel. Heron Jas clases altas y las alias clases medias —las nuevas Glites— las. que introdujeron im nuovo estilo de vida on las ciudades Jatinoamericanas, sin duda luego de un progresivo remplazo de las infhuencias europeas pot la de los Estados Unidos, Tanto en el resto de las clases mediés como en las clases pops ares, por el contrario, so advirtié cierta apelacion a las formas (wadicioaales de vida, quid porque sus miembros deseaban que quedara bien claro que pertenccian a la sociedad normalizada, ‘Eran, por lo demas, clases nocesariamente conservadoras, no en 1 sentido politico de la palabra sino en cuanto a respetar cierios valores acufiados de antiguo: se podia ser Liberal, sosielista o ‘comunista y soguir siondo conservador de wsas valores. Se notabs, procisumente, en la perpetuacién de su estila de vida tradicional. Gerto terror a un salto en el vaclo que pusiera on peligro un ‘Ascenso dificilmonte conquistado —o, e® teaa easo, estimiado sufi. cientemente como para no camprometerlo en balde—, aconsejaba {LAS CIUDADRS MASIHICADAS 373 moderar las acciones, La e8sa siguié sienda Io que habia sido, ‘aunque el toeadiscas’ 0 el aparato estereofénico remplazara. al piano. La Icha por ol ascenso siguid perturbando las mentes, pero ol nivel de la aventura no sobropasé manca el de la seg Fided. Y si crocié Ja tentacion del consumo, raramente el monto dle las cotas mensuales que debia pagar la familia sobrepasaba las posibilidades de sw prosupuests Fronte al dolirio de Ias clases alias y de las altas clases ‘medins frente a la modestin de las clases populares normalizadas y front a la pujanza sin canales de la nweva masa, las miedianas Gases medias constituyeron el sector mas estable, Renovaron ol exiilo de vida burgués dentro de wna concepckin entre antigua ¥ mederna, en el que él sentide de la medida no impedta lel {odo cierto alardo de audacias y como que era bunguds de orig, se mostrd sélido y equilibraro. Tn el fondo, ese estilo de vida dol niicleo central de las clases medias se fundaba en el recon. cimiento de qua en ninguna sociedad —ni en Ia antigua mer cantil ni en la mueva industrial y teenolégica— eran incompa- fibles al ecfo yal trabsjog no estabs en sae posbilidades ni en sus tendencias clortamante, desienar él trabajo; pero eu filsofia se dicigia a aleamzar una cultura del ocio, © mejor, un estilo interior de vide en el que el dmbito de lo privado comstimyera el reducto eficaz contra Ia masificacién, En el sono do ove estilo do vida se reelabors un nuevo sistema de normas, elistico y firme el mismo tiempo, y sobre todo un conjunto de pautas para Ja vidh Sndividual que entraiaba. la weivindieaciin. do cltrlos Yalores antiguos: los morales, los estétics, lor intelectuales, Clase consumidors come todas, formé parie de su estilo de vida el consumo de los produetos de cultura y la preoeupaetén por la cal dad de la vida, Conservadieas tambiéa a su manera, las clases populares ficlos a las noemas de la sociedad sormmalizeds persitieron en st forma de villa tradicional. Fuera de su incoeporacién al con: sumo, poco cambié an sus actitudes, que acusaron Ia dnfhueneia de lat medianas clases medias a las que snbeldron incorporarse ¥ trataron de imitar, Fue expresién de e:a tendeneia la adopeion rematuriy por parte de quienes aspiraban al ascenso social, de las formas de vide y de mentalided de las clases saedias, cada luna a Ia espera de Guo si escenso se matorislizara en su nial dle ingresos y le fuera pasible transformar sus expectativas ea realidad, Péro esas clasos populares fueron las ms seusibles ¥ 34 “LATENOAAUIRICA? LAS CIUDADES YAS IDEAS Jas mis indefonses frente a las nuevas situociones, y sufrieron ripidamonte ol praceso de masificacién, Acoptarla fua para ellas tun problema de supervivencia, fuera de que no tuvieron otra alicrnativa. Engrosieon las filos de Ios sindicalos y pudieron emodigr pari al menos do sus Caroncag gracias a apoyo cole: tivo, Giertamente, poco tenian que perder y mucho que ganar colcclo w fv masiiacsia, Fu distil el caso de las nedirine ¢lases médias, La masifiacién fue pars ellas uma oxperioncia dolore porque atacaba,precisamienté ese ane teiordad fque caracterizalin a sus miembros, celosos do su individualidad do su conclieién de porsonas diferenciadas, Duro fue para el pequefio burymés que cultivaba amorosamente su ambita privado venir a las nuevas y dsperas condiciones de 1a vida colectiva; y ancentrarse sumide en una multitud o agregedo a una cola le erecié un apravio a su dignidad. Unidos por una condicién comin y por un pracesp de earabio que todas sufrionon por igual, los distintos estratos de La sociedad) normalizada mantuvieron clerta bamogeneidad que se manifest en ciertas coincidencias en sus estilos de vido, Pero Ja sociedad anémica que se constituyé a si lado, y frente a ella, cared do enue ‘commas que infegrvan& ss divers pos, Era, pues, inverosimil que pudieran ostentar un. estilo Se vida defindo, ‘Tivo elda grupo’ su tnado de vide, pore ol onjunto se dafinié, en cada ciudad, por su aire abigartado y, finelmenie, por su anomia, EL conmjinlo fue andmico, Pero no porqae lo fuera cada grupo, sino’ como resultado de su azarosa. yuxtaposicién. en el Ambito urbano en el que habian cnincidide, Cada geupo traia, en rigor, un estilo de vida, bien definido, poe cierto, puesto que correspondia a tradicignes east serulares, Inclusive tos tradicio- rales grupos populares urbenas que mas pronto cedieron a la presiin da lot grupos inmigratorios, Pero el nuevo. ambiente do las ciudades ¥ las daras condiciones exoadas por In ineorport- cin de los, grupos recién Megacos disolvieron iipidamen ts esos estilos de vida hibridéndolos y destruyendo su armonta interna, ued en oso de eal gripe, qui, n

You might also like