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Ricardo Canaletti / Rolando Barbano Todos mataron Génesis de la Triple A: el pacto siniestro entre la Federal, el gobierno y la muerte Espejo de la Argentina Planeta ses bape Inne i 8B i esi pe en aed ep ey1725 Tageanen Ae “Spr init pepce Mataderos, 11 de mayo de 1974. Amatar Una semana después lo iban a retratar con el pelo negro bien peinado hacia la derecha, la raya mareada a la jaquierda, unas ‘ejas bien gruesas, las paillaslargas y el bigote tupido, achina- «do, pero sin barba porque, claro, aquel dia se habia afeitado anes de salir a trabajar. Lo que no iban a poder deseribir los testigos fen el identikit eran las ganas de fumarse un cigarrillo que haba tenido en ese momento, nilo pesado que le habia resuliadoel ser ‘mén, nila incomodidad que habia sentido alo largo de toda la ‘misa. Bah, no habia sido una sensacion, sino un problema fsico: el respaldo de madera se le clavaba en la expalda como una est ca, la correa de la sobaquera le apretaba demasiado bajo la cam peray, encima, estaba harto de esperar. Es que ya se haba dado ‘cuenta de que no iba a llegar a casa con tiempo para ver El Cam- ‘peonato dela Risa yes0 le molestaba mucho, Puts, silo nice que pediaera poder ver un programa de elevisién, refs un poco con Edie Pequenino, yno, ni eso le permitia el laburo, No era just. “acia menos de media hora que estaba ahi cuando sacé el encen- ddedor que llevaba en wn bolsllo del pantalon y se puso a jugar con la tapa, abriéndola y cerréndola, na y otra vez. Le gustaba el sonido metélico, le recordaba el del seguro dela 45 al saltar de su lugar y tantas situaciones mas interesantes que ésta. Se dejo evar por el recuerdo de aquellos buenos momentos hasta que roté que una mujer, dos fils més adelante, se daba vuelta para rmirarlo con un gesto de reprobacién. Le sont, Era parecida a Perla Caron. Era? Le claw la miradaen la nuca con ganas, espe- rando que volvieraa darse vuelis. No pas6 nada, Volvi6 a abrir y cerrarel encendedor, esta ver con mas violencia, Perla Caron gird en su lugar, lo miré fijo por unos segundos, sacudié la cabeza y le dio la espalda nuevamente. No, no era Perla Caron. Resoplé. El tipo ese no iba a dejar de hablar nunca més? Jestis ese revolucionario mas ambicioso de todos los tiem pos. Hino pretende nuevas estructuras, no pretnde acabar con la ‘explotacién del hombre por el hombre, no apunta a una sociedad nueva sin injustcias...Elpretende crear una nueva vida un ne- v0 modo de vivir, absolutamente impensable para el hombre eimpo- sible de aleancar eon sus Solas fuereas: la vida divin. 'No, no iba a dejar de hablar més. Al menos no hasta que al guien lo callara, pens6, Intenté no seguir eseuchando, pero no lo logré. 2Por qué se podian cerrar los ojos yno los ofdos? Seria tan ‘ti. El mismo conocta a tinas cuantas personas a las que les Inubiera venido bien poder cerralos. Una listima, porque cuan- do alguien no podia cerar los ofdos, habia que cerrarle los ojos. ‘A Alle habia tocado ayudar a varios més veces de las que recor. daba, con el uniforme o sin el uniforme puesto. Miréelreloj abu- ‘ido, Eran las 19,30. “Cristo se encuentra feliz en la villa, porque el Seftor no fue ni oligarca, ni militar ni estancero... sino humilde Atravesamos una época de encrucijada y no podemos ni tenemos el derecho defraca- sar en el inento de que surja una sociedad nueva que no obvide al pueblo, desamparado hasta ahora..." Dela villa, hablaba ese tipo. jCon razén! ¢A qulén se le ocu- re? Habja cada uno en las iglesias. Ast estaba el pfs, todo hecho tun quilombo. Dect que algunos ya estaban trabajando en na sou 60, ques no... Asintié con I cabeza sus propios pensamientos, Se intenté acomodar en el asiento por centésima vez, pero no encontré la forma de ponerse mas cémodo, Buscé ala falsa Per Ja Caron, pero sélo pudo mirarle la nuca. No, ni eso. ‘Debemos efectuar supremos esfuerzos com el objeto de erradi- car el odio de nuestros corazones y lenaries de amor, no a nosotros Imismos, sino a los demas..." iste habia estado con el general en Madrid? ¢Héste lo habia acompatiado en el regreso? Por favor, asf estaba el pats. Sacudié Ia cabeza de nueva, Un tipo de la Recoleta que se llenaba la boca Ihablando dels villeros de Retiro, el hijo de un conservador jugan- doa ser comunista.. qué boludez! “Lo mds importante no es pensar si hoy 0 mariana nos vamos ‘2 mont sino pensar cada noche si durante el dia hicimos todo lo posible para seguir constrayéndonos como seres humanos. ‘Bueno, habia terminado el sermén. Se par junto al resto de 8 la gente, que empezé a cantar. Aproveché el momento y salié de Ia iglesia, la de San Francisco Solano. Yaera casi de noche. Cri- 26 In ealle y caminé hasta un Chevrolet Rally Sport verde claro {que estaba estacionado enfrente. Lo habian robado apenas unas hhoras antes. Abr la puerta trasera y entrd, Dos hombres impa- clientes Io esperaban, sentados en los asientos delanteros “= 2Y, Pibe?:Yasale el ‘chancha"?—pregunté el queestabaen cllugar del acompatiante. Si, Inglés, aguanta tn poco més. Ya viene —lerespondié Et Pibe, el subcomisario Rodolfo Eduardo Almirén Sena. Sacé un paquete de cigartillos y encendié uno, casi con desesperacién, “—iUial ¢¥ ese encendedor? alist? zNo lo vste nunca? Es un amuleto —se lo mostré a su compaters. Era un encendedora bencina,delaca marrém algu- za ver lujosa. Pero estaba golpeado y gastado por las mil manos {gue lo habian usado, No... qué sé yo? Es de cuando estébamos en erre-hacke, gno te acordés, Ingles? ‘No. Tendria? Bra El que tenta este sorete.. el loco. E Loco Prieto. Uh... mira de quién te viniste a acordar ahora... E! Loco Prieto, pedazo de hijo de puta. Mas respeto, che, que te hizo ganar una pila de guita, ese hijo de puta. “Qué tipo, El Loco. Hse si que no te vendia ala madre... tela “alquilaba, le conventa, No querfa 2 nadie, el muy hijo de puta “Yo creo que a mi me queria... ver muerto, me queria che, hablando del tema... altaré mucho? No, no creo —respondis Zt Pibe Almirén, largando el humo con placer yclavande la vista en la puerta dela iglesia. los pocos ‘minutos empez6 a salir la gente. ey el “chancho"? —insistié BI Inglés, cuando ya no queda ba nadie en la vereda, viene, ya viene, Aguant. Pasaron quince minutos més, hasta que dos hombres salieron de Ia iglesia. El Pibe Almirén se agach6 y recogi6 una ametralla- ddora Ingram M-10 que esiaba en el piso del auto. Abris la puer- {a bajéy eaming a paso répido hacia ellos. Mientras, en la sacris- 9 ta sonaba un telono alge sendy una vor peda os tos: “iNo salgan, no salgan!” ieee ai En 1 i Ani secrdote calor Muga apm saan aver lacara del hombve que esate lg demon Shab gad «garde td cyt lpi here prs sop ae aim consseme. Moria does deguts on cmiel Sa ier: Se acompatants Riardo Capello airs "LP Aimron wis comedic Chewees san cé conse Un ue muy pein s Pere Cows desis enti una semana sade cands ye no morte: ple badd io dew por mis sonny as obs 2 empatade por una depo an reer Nota anénima aparecida en el domicilio del juez de Instruccién de Capital Federal Raiil de los Santos el 30 de septiembre de 1964 Enel Departamento Cental dela Polita Federal Argentina hay tuna mafia encabezada por el jefe, inspector general Nicolés Rodri= ‘guez, por el comisario Gargiulo, Morales, Almiron, Lépee, Farque hharson, Rivero, Dauonas y otros. ‘La mafia hace algo mds de wn aio forms una Brigada, com las 6:ultimos como ejecutores, Detentar a cualquier delincuente con dinero. La mataban de noche, lo traban por alt de madrugada Unos cuantos disparos al aire y denunciaban haber sido atacados por ese desgraciado, Luego venta la accién de Rodriquez demas, remidndolos por actas hericos. “Ast se crearom fara de matones, La gente del ambiente sabia ‘cémo actuaban. A-ellos nose les esoapaba nada, y por ello dectan ‘que la Brigada Tragica actuaba con carta blanca. Edmundo Pace, un ex jefe de la Aduana de Ezeiza pero mds ladron que Villarino,y amigo de Morals, le dio una lista de candi datos para extorsionar. Todos ex delincwentes, contrabandistas 0 sgote que anddaba en algo. Luego alguien iba a verios en nombre de Morales y les exigta dinero, Les dice que estdn en ua lista para laboeta, sin se ponent Tos matan esa noche. "Pocholo" Guido se negsy aparecié muerto enum “tirote". Tes tigos lo vievon de rodillas ante Moraes Farquharson pidiendo que tno lo mataran, Trabajaron a “Bebo” Ricardo, de 40 aios, panzén, siempre con “insuflador” por azma. Vive ex Lavalle 1619, piso 1. Fue extorsio- nado y twvo que buscar gente para que se pusiera. Enire los exior- sionadas estan: Alberto Pemdndes (Fernando), Mario Busiardi, Benito Colosino y 100 mds. un os tlevaban a San Justo, los toruraban hasta que pagabar. A Femdndez lo levaron al Banco, abrié su caja entregé las joyas ‘No fos denunciaban porque Morale tena mania, eelan. El of- ialito Almirén, por ejemplo, maid a ofcial de USA y nada pas: Estaba con un companero ladrin, civil y dos prostitetas, Le peg un tro y se fue. AL otro dia se presents 9 aregl todo. Eleaso Ernesto Vil: drier a Fernandez cuando cobraba 3 m= ones yéste dice que Ocampo lo puede salvar. Por mandato de Mora les, matan a Ocampo. Bayo, Preto, Ocampo y la Brigala mjicanearon wn camién de garrafas. A Poicias de San Justo esto no les gust6. Bayo, que era Datidor de ellos, ey les dijo que ls autores eran Prieto y Oca po. Etofcial Huguet, de San Justo, recriminé a Morales por esto. ‘Morales lo negé. Huguet le dijo que Bayo se la conté y Morales lo ‘mars matar Usted debe sacar a Preto del Departamento y seguro que habla- algo més claro. Las tentéculos de a mafia Megan hasta, lo hacen allay 0 mentiz, Cometieron 13 homicidios, ms de 100 secuestros y robos por Imads de 100 millones. Contd una infima parte. Con lo que queda, ray para un libro. EL LIBRO PARTE | Miguel Angel Prieto, alias El Loco. Tiro al blanco Exiea, julio de 1963 ‘—Elis, cya legaron los muchachos? £E1Pibe Almirén habia estacionado su Valiant blanco con cies toapuro, temiendo haber legado demasiado tarde. Pero no, habia sido el primero. Elisa Montes de Oca de Sisto, la duefia de la Can- tina Numero 6 de Ezeiza, le respondié con un gesto que mezcla- ’ba una respuesta negativa con el pesar que le causaba su presen- cia en el lugar. Seria otro mediodia de julio con gusto a palvora ‘Alminén fue sentarse a una de las mesas del parque delantero, ‘Buse con la vista a Susana, la hij de Elis, y e pido un vaso de vino y cubitos de hilo, para acomodarse bajo un drbol cuya som- bra no aleanzaba a cubrirlo por completo. En cuanto lachicale si- vi, Tepid que ademés le levara un sifén, No tenia tanta sed, pero unas ganas barbaras de verla mover el ei La diedia del gare fous gute, Lao? Taq a haber ena Farmacia. Sita? —No habia un mango en esa frmacin. No era qu estaba ade pata? Que hago yo on la mrfing me ques dec? ze, es tipo bara bin. jibes mast a maar, ote. ito sald dela casa cuando dab las ocho. Pas por mer. adit sn detenerse un instante. Al contaro, be con velo, del sco levantado y paso apurado, No e peril un susp de alivio cuando subi ata, on Cheweet que haba soba horas antes, Se mir ene espo trove ingpeccion6 au fopa on detenimient, per resin cuando se pass un pequetoyoge de balslo por la cabeza se do cent, Excupio uh poco de eal ‘asobrestrmano inguin y rated slutonarel problems: una tancha que tenta sobre el puto derecho dla camisa, que soe sala del Saco, Era de forma alargada ciel no muy exten. Aida pero fo sufctente para ques alguien je lamara le atoncion roiaba y eseupia yl mancha se diataba, Voi a esc le x6 dos dedos, pero avis con horror gue el rast Hable ‘birt todo el puto, Maldijo ala macula ya quien sla habla sdossdo, Lemolestabs a culate dela pistol, que selecavaba on las corils. La acomodé con un movimiento y voli sobre In mancha, a observé unos instants yl pacts que ten ora de les, Sunt saliva, se moj6 crn vor Ia mano y Bot con 26 ss fuerza, hasta que los contornos del ledn se fueron desvane- Ciendo, Pero entonces aparecié una estrella ;Una estrella! Sintié {que Ia cara le hervia y que se le nublaba la vista. Con el dorso de Ja mano derecha se sec6 el sor de la frente, Sacudé la cabeza y concluyé que con més saliva extenderia tanto la mancha que {erminarfa por desaparecer: Respird hondo. Al menos habia logra- do que se destiera. Se propuso alcanzar un tono naranja y aca- barsu obra. Las puntas de a estrella fueron cediendo hasta mos- twarse redondeadas. Léstima que no tenfa ni algodén ni aleohol, pens. ‘Arzancé. El tiempo parecta transcurtir con rapide, a pesar de que no conducia a mis de 40 kilémetros por hora por esas calles empedradas que habla recorrido decenas de veces, Era esa ‘maldita mancha, seguramente, la que inguietaba sus ojos marro- nes y cansados. Fruncié el cefo, Tenia una cara afilada, el men- {én pequetoy los labios finos, que en ese rostro resultaban una cuchillada; su nariz era grande y recta y su frente se inclinaba hacia atrés, vencida hasta el jane nacimiento desu pelo casta- ‘0; la barba recign afeitada punaba por salir y pequerias arr gas revelaban el paso de 34 aos. Por un rato, ts pensamientos no siguleron ningéin rumbo, Lugo volvis a pensar en Chacholowshy’y se sins reconfortado porel sentimiento de goz0 que lo habia invadido apenas salié de In.easa del viejo. Era la satisfaccién de quien salda una cuenta pendiente. Pero todavia le quedaba ota “Esiacion6 el Chevrolet a un par de cuadras del bar. Dio unos pasos y not6 otra mancha sobre sus zapatos. La limpié con su [paiueloy se acereé hasta de a luz dela calle para hacer una segun- dda revision, Ast no iba. Voli a auto. Se quité el saco para ins- peceionarlo mejor y vie que estaba limpio, Pero la camisa, no, Mos {taba manchas rojas sobreel lado derecho. También desculbié una oblicua sobre el cuello,

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