Hoja paroquial - DOMINGO 3 DEL T. ORDINARIO B
vests, el Sefior, llama a creer en él, a unirse libre-
mente a él y a continuar su obra, esto es, a ofrecer
al mundo un estilo de vida distinto del qué impera
€n una sociedad insolidaria. Jess llama a
discipulos que se asocien en la construccién de su
reino.
Pero dificilmente se conseguiré realizar esta
empresa si no hay quienes se empefien en ella,
adopten el estilo de Jesis y se decidan a poner
manos a la obra.
ORACION
Dios todopoderoso y eterno, orienta nuestros actos segiin
tu voluntad, para que merezcamos abundar en buenas
obras en nombre de tu Hijo predilecto. £1, que vive y
reina contigo.
Primera lectura. Muchas veces Israel desatendié
Promesas y amenazas, mientras que uno de sus peores
enemigos se convierte con humildad y fervor. Las
apariencias engafian: Ninive acoge mejor el plan de
Dios que el mismo Israel.
+ Jonas 3,1-5.10: El Seffor ditigié la palabra a
Jonas: «Ponte en marcha y ve ala gran ciudad de Ninive;
alli les anunciarés el mensaje que yo te comunicaré».
Jonés se puso en marcha hacia Ninive, siguiendo la
orden del Sefior. Ninive era una ciudad inmensa; hacian
falta tres dias para recorrerla, Jonas empez6 a recorrer la
ciudad el primer dia, proclamando: «Dentro de cuarenta
dias, Ninive seré arrasaday. Los ninivitas creyeron en
Dios, proclamaron un ayuno, y se vistieron con rude
sayal, desde el més importante hasta el menor. Vio Dios
Su comportamiento, cémo hablan abandonado-el mal
camino, y se arrepintié Dios de la desgracia que habia
determinado enviarles. Asi que no la ejecuto,
Salmo responsorial
Sefior, enséfiame tus caminos.
Segunda lectura, En la perspectiva del reino de
Dios, todo queda en un segundo plano. Por eso Pablo
recomienda vivir en este mundo, con todas sus conse-
cuencias, pero sin que lo efimero cuente para
nosotros como definitivo. 1 CORINTIOS 7, 29-31
1 Corintios 7, 29-31 Digo esto, hermanos, que el
momento es apremiante, Queda como solucién que
los que tienen mujer vivan como si no la tuvieran; los
que Hloran, como si no lloraran; los que estan alegres,
como si no se alegraran; los que compran, como si no
oseyeran; los que negocian en el mundo, como si no
disfrutaran de él: porque la representacién de
mundo se termin:
Dios te llama cuando te da ojos
Para ver la cosecha que se
Pierde por falta de brazos
Evangelio.
decid
Convertirse a Dios y, ast,
Por sil'reino que ha empezado ya en
dio de nosotros‘con la personia de Jestis es lo
Unico importante de verdad, lo que nos apremia
Y no podemos obviar ni posponer para més tarde.
MARCOS 1,14-20: Después de que Juan fue
entregado, Jess se marché a Galilea a proclamar el
Evangelio de Dios. Decia: «Se ha cumplido el tiempo y
esté cerca el reino de Dios. Convertios y creed en el
Evangelion. Pasando junto al mar de Galilea, vio a
Simon y a Andrés, el hermano de Simén, echando las
redes en el mar, pues eran pescadores. Jesis les dijo:
«Venid en pos de mi y os haré pescadores de
hombres», Inmediatamente dejaron las redes y lo
siguieron. Un poco mas adelante vio a Santiago, el de
Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la
barca repasando las redes. A continuacion, los llamé,
dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los
Jornaleros y se marcharon en pos de 4
PESCADOR DE HOMBRES
1.Ti has venido a la orilla,
no has buscado ni a sabios ni a ricos,
tan s6lo quieres que yo te siga.
Sefior, me has mirado a los ojos,
sonriendo, has dicho mi nombre,
en Ia arena he dejado mi barca,
junto a ti buscaré otro mar.
2.Tii sabes bien lo que tengo,
en mi barca no hay oro ni espadas,
tan s6lo redes y mi trabajo.
3. Ta necesitas mis manos,
mi cansancio, que a otros descanse;
amor que quiera seguir amando,
4. Ti, pescador de otros lagos,
ansia eterna de almas que esperan,
amigo bueno, que asi me llamas.
errsVIVIR LA EUCARISTIA
Los catélicos creemos que en verdad. Dios esta en la
celebracién del sacramento, que lo contempla y lo
acoge. Pero también creemos que el pan y el vino son
el cuerpo y la sangre de Cristo. Creemos que en cada
lugar y momento en que se realice, la Eucaristia supone
la transubstanciacion: la conversién de la materia, la
accién transformadora del Espiritu, la plenitud de la
presencia del Sefior en nuestras manos.
No existe modo alguno de dar pruebas fisicas de ello, ni
habremos de argumentar sobre una base puramente
racionalista. Nuestra fe no lo pretende. Es un misterio
abrumador que exige la entrega absoluta de nuestro
amor a Dios para recibir la manifestacién perfecta de su
amor por nosotros. Porque recibimos hace mas de 20
siglos la entrega absoluta de su Hijo, su martirio supremo,
su agonia en la cruz y sus palabras Ultimas, lanzadas con
su voz desgarrada hacia la historia de la humanidad.
Aquel acontecimiento que rompié en dos la experiencia
de los hombres en el mundo no existié para ser objeto
de argumentacién, sino para vivir para siempre en el
espacio personal y trascendente de la fe.
Y alli sigue, exacta y permanente, esa Ultima Cena
de Jesiis y sus discipulos. Sabemos que no somos
dignos, pero que una sola palabra bastara para salvarnos.
Tomamos en nuestra boca la hostia consagrada, nos
recogemos cerrando los ojos para sentir una vez mas el
milagro y el misterio, la abrumadora constancia de
nuestro compromiso y la sensacién casi organica de
nuestra plenitud. Una impresion de bienestar, de
serenidad y de profunda compasién nos repliega sobre
nosotros mismos. Como si la obra entera de la Creacién
nos asignara un lugar, como si el aliento de Dios respirara
en nuestros labios y se dispersara en nuestro cuerpo.
Como si nuestro corazon se derramase y tendiera el
pulso de nuestra sangre hacia esa totalidad que nos
envuelve, santificada y perfecta por la presencia del
Sefior. Como si nuestro espiritu se elevara y
emprendiera el rumbo de un suefio infinito, tratando
de fundirse en la mirada del Padre. Cuando alzamos de
nuevo la nuestra, acabada la celebracién, sabemos que
Jestis ha estado con nosotros, que ha entrado en nuestra
humilde morada, que ha vuelto para darnos conciencia de
la eternidad prometida, de la vida constante mas alla de la
existencia. La vida obtenida a través de su muerte. De la
resurreccién posible a través de su Resurreccion.
Fernando Garcia de Cortézar, SJ
‘SENOR AUMENTA MI FE
* Quiero entender mejor Seftor, aumenta mi fe
* Quiero confiar en ti, —Sertor, aumenta mife.
* Quiero disipar mis dudas. Seftor, aumenta mite.
+ Quiero superar mis miedos. —Seftor, aumenta mife.
* Quiero seguir tus pasos. —Seffor, aumenta mite.
*+ Quiero ser tu testigo. —Seffor, aumenta mite.
SENOR, AUMENTA Mi AMOR
+ Para que aprenda a perdonar. —Sefior, aumenta mi
amor
+ Para que sepa compartir. —Sefior, aumenta mi
amor.
+ Para que'me acostumbre a lavar los pies, —
‘Seffor, aumenta mi amor.
+ Para que tienda la mano ai hermano —Sefio,
aumenta mi amor.
+ Para que pueda cargar con el hermano, —Seftor,
aumenta mi amor:
+ Para que llegue a ser Eucaristia. —Sefior, aumenta
miamor,
+ Para que aprenda a amar como ti, —Sefior,
‘aumenta mi amor.
‘TE DAMOS GRACIAS, SENOR
+ Por tus palabras de vida. —Te damos gracias, Sefior.
+ Porel Lavatorio. —Te damos gracias, Sefior.
+ Porel pan y vino de la Eucaristia, —Te damos
gracias, Sefor.
* Por tu amor hasta la muerte, —Te damos gracias,
Seftor.
+ Por tu presencia permanente. —Te damos gracias,
Sefor
+ Por la fuerza de tu Resurreccion. —Te damos
gracias, Seftor.
* Por el Aliento de tu Espiritu. —Te damos gracias,
Seftor,
Quédate junto a nosotros, Sefior
PARA VIVIR DE LA EUCARISTIA ler, reer, rary ctu p