You are on page 1of 310
MARIA MONTESSORI! El nino el secreto de la infancia ai a 860000000000 06800 0006000060980 0068066866 PROLOGO A LA PRIMERA EDICION CASTEELANA Al presente libro, escrito totalmente en Barcelona, apa- ‘Tece hoy entre la profunda pertiarbaciin que atraviesa el noble pueblo espattol. Mientras estaba ain en preparacién, algmos de wis diseipules, ixpactentes por dar a conocer al jhiblico las ideas que yo iba exponiendo en cursos priv os, habian reunide-el conjunca de estos capttulas inéditos, publicdndolos en Parts, hacia ef mes de febrera de 1936, en Jorma de libro, bajo el.tiulo de L'Enfant. Flacia el mes de agosto, publiqué por fin ya complete mente terminads, mi bro con ef ttsuto de The Secret of Childhood (BI secrete de Ia infarcia) poro, incluso esia vere sin fue, en: cierto modo, alterada por el entusiasino de per sonas gue, simpaticando con mis ideas, introdujerom abso. dantes notas, queriendo o pretendiendo establecer analoglas entre estas ideas y las de poetas y fildsofos ingleses, 9 rheica. mente hoy, en Espafie, en ia tierra tan bien amada, ex ia El hecho de haber azarecido an Fromeia 4 en Inglaterra ants de que hublera visto la luz en Bspafia, demuestra crn Sande es el tnierds que las sociedades hirmianas stanten toy or ta infancia. Este fenomenio, no debe sorpranderos 2 absolaso. El Hombre, camo dice Carrel, es una incdgneta, Si Asiuarca de todos tos filésofos de la antigitedad. fe con, sistida an intentar carrer el velo que encubre ef misterie te Facntte Pere todas sus tnvestigaciones han sido dirigidas facia el Hombre; ente ya exclusiwamente complicator euya sigue aparece oculia tras tina la investigacin y al andlisis. densa capa que 2 resiste 4 Como contecuencta, y a pesar de todos toe extudios, at Gombre es hoy tan desconocidie como to jue ext los albares de ta civilicacign. SE fguna tua existe gre pueda ihominarnos en éste aro- fundo mitsterie como wia revelaciém, debe part neces Tune del Nika; al tice gus con su simplictdad inicial pun de mostrarnos las intimas directrices que sigue el aims he, mana en su desarvelio, ¥ jue precisamente este hecho ef que, tanto en Francia come en Inglaterra, se quulso poner de relieve en L'Bnbont i endo aparecer al Nia camo el REVELADOR 3, en ire slaterra: poniende de manifiesto ta idea de que el Nike on Hone en'si el seersto ded Harn bre desconocida, Moy, EL NINO hace su dparicién en Espana: pero sw voe no es desconovida, habla 3a 1 esonado antes, Varios de sus Garluelos fusron difundidos zor los micréjonos dy Radio Jegttitn de Cetalutia. Débit vor que con acentos cust pro. Hticos, parecia ye presagiar los trdgicas acontecimiedns ue debian: ensangrentar uestra emada Patria. S¢ ales en ) JJIII ) SSeseeececoveeooooeeo eons Prélogo B tonces con doloride tamsnto, invitendo a la Humanidad a meditar sobre 1a realided de la vide fuenana ain descono- ida, pero cuya comprensiGn hebria podico influir sobre la erientarién social, Los rifios, la Infancia, ef 3 ) 9900053953 ee PROLOGO A LA PRESENTE EDICION Les problemas que rodean 2etualmente a la juventud 3 a1 nif 30m una prueba contundence de que In ensemanca no 46 ni mucho menos fa parte wés imsporcante de la educacion. Sitt embargo, persisce fe conviccion de que ef adulta, al edie ear al nific, es quien crea al hombre, La educacién suele consistir en la ensenanza directa y esto @ menudo resulta um impedimento ms que una ayuda para el desarrollo na. tural del ser humano, Las edades terspranas no se adaptan @ ia transmisign de la cultura y por este motivo ce suelen desexidar los primeros aos de la vida del nifo. Sin embar- 80, ettos aiios aparentemente kueros son fundamentales. Es durante este period de la vida que ocurre un fendmeno ssombroso: paulatinamente emergen de la nada la sique fe mana 9 el conperiamienta buorane. El nifio se indenendiza, aprende a ander, « hablar, a pensar y a dirigir su propia volumtad. Este proceso no se debe a la enseRenca 6 El nie dal adalta, sino = uma creacin propia por parte del rifo. Siempre exinié el nitio y, sin embargo, este proceso pei smanscig oealto hevte que la Doctora Marla Montessori, gu de por le certera iniuiciin que nace del amor en su verd dere sentido, penetré en el misterfoso reino de ta sigue in- famtil y fo seed ala Tue en toda su magnitud. Al mismo ticm- po reveld los requisicos esenciales para gue el nifo tleve 2 cabo su propis creactén, Los niftcs gue hicicron posible esta revelacién procedian de los estratos sociales més bajos; eran unos néfios ifarones, asustadizas 7 timidos pero al mismo tiempo violentos, poze- stvosy destructivos. Paulatinamente, al verse satisfeckas sus necesidades sigquicas, experimominran ana transtormacién tan extraordinaria, que la prensa de fa época habla de en fos convertidass. La contemplaciin de este fenémeno exp ritual cred un cambio radical en la vida de fa Doctora Mor- fessori, Es cierto que los nlfios aprendieron a leer de un modo espontineo « los cusiro aitor 9 medio, pero Io verda- deramente importante era el cambio en se comportamtento. EL hombre no ha de estar formado de cultura solamente, Hay algo mucho mds eseicial, de tmportancia infinitamente mayor para ia huomanidad, Si el aspect espiritual del ham bre se sigue descuidando, serd cada vex mts péligroso a ms- dida que aumiznten sus conocimientes. ¢Acaso' la mayorla de sus itventos no se aplican para fines bélicos? El hombre descubrid el vaela, descubrid la energta atdmica pero no consiguio descubrirse a sf mismo, Agul radica et verdadera velor de la contribuciin de Ma: via Montessori al progreso humeno. Para demostrar la mar- nitud » la radiante promesa que encierra el airna nacierite del nila, la Doctors Montessori emprendid una campafia que duraria toda su vide. Después de su muerte, la Arocia. ‘side Montessor# Internacional continud su tarea por medio de congresos, mesas redondas ¥ estableciendo Sociedades ee Préfogo 7 Montessori y cursos de entrenamiento, mace para proporcio. nar al wifo la ayuda que necesita, se reguiere un entrena amdenia especial. Poco a poco se crearon centros de entre mantiente en Ceilés, Dinamarca, Inglaterra, Irlanda, Fram ia, Alemania, la India, Italia, Pakistdn, Suiza y los Estados Unidos. Las personas entrenadas se extienden por todos los continentes, por pafses antiguos medernos, incluso por los naciones creadas més recientemente an él continente efricanc, Pero el insirumento mds ofective de la Atociacién Mor tesseri Internacional sigue sterdo la obra eserita de fa Doo. tora Montessori, especialmente su libro «El sccreto de ta infencian. Este libro es 1a craduccién te la distina edicion italiana que fue revisada, cotejada y puesta al dia con sus Hltimas aportasiones por la Doctora Montessori poco estes desu muerte en 1952. Le influencia que ha tenido el libro y su popularidad io demuestra el hecho de gue esid. publicada #1 quince idiarnas, algunas asidticos, tales como el japonés, el tamil, ef mahvatt, ete. Cuando aparecid, soportd alguna sritics, especialments gor parte de los sicclogos. Sin ant. Dargo, las mds recientes investigaciones ox el campo de la sicolagia demuestran que es esencial [a capacidad del mito pore aprender a escribir y para asimilar maierias como geo logia, geografte, aritmética, geometria, etc., en tos primevos alias de su vida y se reconoce ahora que ta Doctora Mon- ssort Jue una pionera en este terreno, ¥ an esto est él pe- gro. Lo que tos sicdlogos exploten es la parte usilitaria ‘gure interesa a los adultos. Por este erece el mimero de cale- gios que usan ef método Montessori sinicamente como wn método de ensenanea. Mucha gente declara que fue ésta la intencion de ta Doctora Montessori, sin tener en cxtenta ague- Hp « lo que la Deetora Montessori dio mayor valor: fa com tribueion para una paz universal que puede aportar el nifla @ le humanidad. A menudo he pensado que estas declaracio- 18 ET nite nes deberian ser rejutadas, pues causan gran confusise Pero, edénde encontrar una persona que pueda hacerlo con autoridad suficiente? Entonces se me ocurrié que la persona mds indicada seria la propia Doctora Montessori. Dejémac- le, pues, que hable a través de este libro, que nas revela «El seereto we fa iafancias. Manzo M, Monmssonr Director General de la «As: s0ciation Montessori Inter- mavionaler (AMI) Amsterdati, 1968. PREFACIO LA INFANCIA, CUESTION SOCIAL Desde hace algunos afios se ha iniciado un movimiento social en favor de la infancia, sin kaber sido organtzado ni Girigido por ingan iniciador. Ha brotado como una evelu- cid natural 6m una tierra volcdntca donde esponidneamene te se desprendan llamas dispersas por doquier. Asi nacen Jos grandes movimientos. Sin duda alguna, la ciencia ha contribuide a ello; se la puede considerar como la. iniciade- ra del movimiento social para ta injamcia. La higiene comen- 26 a combatir la niortdlidad tnfantil; seguidamente demos 176 que'el nifio era victima del trabajo escolar, un martir desconocide, un condenado perpetuo durante su infancia, Pues terminado el estado fnfentil, acaba también la époen de a escuela. La higitne escolar Ie describe desgraciado, con el alma contraida, la inteligencia fatigada, las aspaldas curvadas, el pecho estrecho, predispueste @ la tuberculosis 2 EE nine En fin, despuds de tretnte afios de estudins, te considera mos como el ser humeta olvidade por fa sociedad y mds ‘iin por aguellos que le otorgan y conservan la vida, Gud gs el nifio? Es el estorbo consiante del adulto, absorbtdo 9 fatigado por otiipicionies cada vex mas eaigentes: NO hay ‘Siio para of Witla en (eisa cade we mas reaHeida, de ia cludad moderna, donde tas familias se acumulan, No hay lugar para él en las calles, porque los vehieulos se multi Plican y las aceras $4 hallan Uenas de gente que tiene prisa. Los adultos carecen de tiempo para ocuparse del rifle, cuar do las ocupactones les absorben con urgencia. Et padre 9 la madre van ambos al trabajo y cuando éste nd existe, 1a ri- seria aprime al nino como a los aduftos. Hasta en las me Jores condiciones, ef nifio es abanconade en su habitacidn, en manos de gente extraita asalariada, sitndole prokibida ia entrada en la porte de la casa destinada a las personas que Te han dado la vida, No hay refugio alguno donde el nfo pueda sentir gue su alma serd comprendida, donde pueda ejereer su actividad. Es preciso que pernianeica quiete, qua secalle, que no toque nada, pues nada le pertenece. Todo os. Propiedad inviolable del adulto, prohibida al nitio, ¢Dénde e8ldn sus cosas? No posee ningtine. Hasta hace algunas de- cenas de aftos, wf siguiera existian sillas especiales para mi- os. De ello se derivd aguetle famosa expresion, que en la actualidad sdl6 xtene sevitido metafdrico: «Fe he tenido so- bre mi regazo.s Cuando ¢l nifio se sentaba sobre tos muébles paemnos 0 en cf suelo, era refiido; si se sentaba sobre les peldanas de 1a escalera, era castigado; para que pudtera sentarse, era pre. ciso que un adulto se dignara tomarle sobre su regaze, He agud la stevacién del nitio que vive en ei ambiente del adut- to; es un perturbador que busca y nada encuentra para él; que penetra én un lugar 9 es expulsada, Sie posicitn es como 1a del hamibra sis derechos civiles y sin ambizvize propio: un Profacio 2 ser extra social que todo el mundo puede tratar sin respeto stlguno, insullar, azetar y castigar, ejerciendo un derecho recibido de la naturaleca: el derecho del adulto. Por un fendmeno siguico misteriosa, el adalco se ka of vidado de preparar un ambiente adecuado para si hijo; pe rece que se avergitence de éi en la organtzacién social. Bn Ja slabovaciés de sus layes ha dejado sin leyes a su propio heredero y, por consiguiente, fuera de la ley. Le ha abando- nady sin direccidn al instinto de xéranta que existe en el jondo del corazin de todo adulto, He aqui la que podemos decir del nifia que llega, eportando af mundo muevas ener las, que deberian ser como el sopie regeneraier que, de stneracidin on gensraciGm, reckaca los guses asfixiantes acu mulades durante wna vida homana asia de errores, Pero, bruscamente, en ia sociedad ciega e insensible du- ranta tantos sigios, sin duda desde el origen del género hu. mano, aparece wn nuevo conocimients, La higiene acudi conte se acude a un desastre, a un cataclismo. que origina victimas mumerosisimas. Ha lchado contra a mortalidad infaotil an el primar aria de la infancia: las victimas eran tan fumerosas gue os supervivientes podian considerarse como seres escapades a un difuvio universal. Cuando, a peinct- pos del siglo 3%, la higiene leg6 hasta el pueblo y fue de jundida como elemento vital, logrd dar un nuevo aspecto a la vida del nifio, Las escuelas han sido transformadas de tal manera que las que tienen sotamenta mds de diez aftos de ezistencia, parecen tener un siglo, Los principles de educa cite kan entrado en wn camino de duleura 9 tolerancia, tan. 40 ext las familias corso en las escwedas. Pero, ademas de los resuliadas ubtenides, gracias a los progresos cientificos, hay numerosas inicietivas- disemina- das, dicladas por 108 sentimientos. Muchos refermadores ectuates se ocupan def mito: en la urbanizaoidm de las cite. dades s¢ constryen parques para los nifios; ewla construc 2 Bl nifto cidn de plazas y jardines s¢ reservan terrenos para juegos injantiles; er. ta orgamizactén de teatvos se picnsa en los tea: tr0s para nifios; se editan periddicos y libros anfantites, 2 ‘organizan viajes para nifios 9 hasta en las esferas industria. les, los fabricantes piensan en los ninos, constraeyenda tue. bles y vajilla proparcionada; kabiéndose desarroliado fa or- ganizacién consciente de clases, se ha procurade organitar a los nlfies, darles el sentimiento de la disciplina social y de Ja dignidad que se deriva para él individua, como acurre en eiertas organizaciones infantiles como ios boysecouts 9 lag stepiiblicas para nifoss. Los reformadoras politicos, revolim slonarios de nuestro tiempo, se apoderan del nil para que sea un instrumento Adcil de sus futuras intenciones, Por da- quier, fo mismo para el bien que para el ral, con la finali- dad teal de auailiarle o con el objetivo interesade de serviese de dl como instrumento, se piensa en el nifta, Ha nacido camo individuo social, Es fuerte y penetra en odas partes, Ya no es tinicamente un itiembra da la familia; ya no es ef nifio qus el domingo se paseaba docilmente de {a titania del padre, om sus vestidos de fiesia, atento a no manchar sus ropes. No, el nitfo es una personalidad gue invade el mundo social Alora bien, toda ef movimiento producide a-st alvede. dor tiene una significacion. Come hemos dicho anteriormene @, no ha sido provocado ni dirigido por iniciadores: sire gua organizacion lo coordina y esta demuestra que ha ile. gado la hora det nifio. Se plantea, puss, una cuestién social considerable, can todo su poderto: La cuestion social de la infancia : Es necesario comprender el aleance de un movimiento social en favor del no; tiene una importancia inmensa para la sociedad, para la civiliancion y para toda ia Hutmanidad. Todas las obras disentinadas, creadas sin ligaxén alguna en. tre si, son ef indicio real de que no tienen importancia cons tructiva: som dnicamente ta prueba de que ha aparecido un Prefecio: 2B ‘Snapulso real y universal, haota ena gran reforma sacial. Fsta reforma es tan considerable que anuicia tueves tiempos 9 ena muera ora de la civilizacién; somios los siltimos super. vivientes de una époea, ya cadues, an la que los hombres silo se ocupaban de construir ue ambiente cémodo 9 fécil Para si mismos: wn ambiente para ta humanidad adulta. Estamos en ef umbral de una nueva époea, eh la gue serd precisa trabajar para das humanidades distintas: la humani- dad det adulto y la kumantdad del flo, ¥ vdenos hacia una tiviligacide que deberd preparar dos ambientes sociales, dos smundos distintos: ef mundo del adulta y al mundo del nifio. La tarea que nos espera, no es la organtzacion rigida y exterior de los movimientos sociales iniciados. No se trata de facilitar wna coordinacién entre las diversas previsiones sociales publicas y ptivadas en favor de la infancta, para or- sanizarlos conjuntamente, Sertamos entonees adultos. orga Rizdndose para auziliar un objeto exterior: ef nit. La cuestién social del nilio, muy al contraria, penetra con sus raices en Te vida interfor; se extiende hacia nosotros, los adultos, para sacudir nuestra conciencia y renovarnes: El nila no es un ser extrafo que sf adulto puede eonsiderar desde el exterior, con ciertas objetivos. Et nifto es la parte mds importante de la vida del adulto, Es el constructor del adulto. El bien o ef mal del hombre maduro tiene una relacién muy estrecha con la vida infantil, que to formd. Sobre ef niflo recuerdn todos nuestros errores y él recogerd los fru. fos. Moriremos, pero nuestros hijos sufrirén las canse- euencias dei mal que habrd deformado su alma para siem- pre. El ciclo es continuo y no puede interruipirse. Tocer al 85 tocar ol punto mds sensible de un oda que tiene sus raices en el pasado més remote y 24 dirige hace el infinito del porvenir. Tocar al mifto, es tocar el punto mds delicado ¥ vital donde todo puede decidirse y renavarse, donde todo 2% Bl nifio sid Ueno de vida, donde se hallan encerrados las secretos def alma, porque alii se elabora ta edseacién del hombre. Trabajar conscientemente en favor det nifio ¢ ir hasta el fin com 1a intencién prodigiosa de salvarle, equivaldria @ Conquistar el secreto de la humanidad, como fueron congitis- tados tantos secretos de la naturaleza exterior. Ta cuestién social de ta infancia es como una pequefia Planta nueva que apenas ajlora en la superficie def terreno ¥ que nos atrae por su frescura. Pero si pretendemios coger 4tia, planta, descubrimos raices duras'y profundas, que mo Rermiten arrancarla. Es preciso veovey la terra) cavar Continuamente para darse cuenta que las ratces paren en todas direcciones se extiendion come én a laberinto, Para poder arrancar esta planta, seria preciso remover toda ta terra, Estas raices son el simbolo del subcomsciente en ta historia de [a humanidad. Es preciso remover cosas estdti- cas incrustadas on ef espiritu del hombre § que le hés ince Pacitado para comprender al fifo y adquirir ef conocimien- to intuitive de su alma, La ceguera impresionante del adiul- to, su insenstbilidad hacia sus hijos —jrutos de su propla vide— tienan clertamente raices muy profundas, que se han extendide a través de las generaciones, 9 él adulto que ama 4 nifie, pero que le desprecia inconseientemente, provoca en éste un sufrimienio secreto, espejo de muestros erroves y ad vertencia para nuestra comducta. Todo ello revela un cor» Hicto universal, inconseiense, entye el adtilto ¥ el nitio. La ‘cuestidn soctal ds la infancia nos hace penetrar en las leyes de [a formavién del hombre y ayuda @ crearnos una con- ciencia nueva y, por consiguiente, a dar una nueva orienta. cid a nuesiva vida social. PRIMERA PARTE 1 EL SIGLO DEL NISO E] progreso realizado en pocos afios en el cuidade y la educacién de los nifios ha sido ten rapide y sorprendente que debe auribuirss sobre todo a una toma de. conciencia, mis que a fn evolucién de los medins de vida. No sélo se ha producidd el progreso debido a la higiene infantil, que se desarrollé en el titimo decenio del siglo XIX, sing que la propia personalidad del nifio se ha manifestado bajo nuevos aspettes, adguiti¢nde gran importancia, ‘Actualmente, es iroposible profundizar en. cualquier rama ae la medicina o de Ia filosofia, e incluso de Ia soctologia, sin considerar Jas aportaciones que provienen del eoncei. tmiento de la vida infantil. ‘Ua simil aproximade de la importancia de estos conoci- micnios podria set Ia influencia clarificadora que tuvo la @tibriologia sobre tedes les conocimientos bivldgicos, « in- clusa sobre los conocinientos relacionados con Ja evolucisn 8 i El nine de los seres. Pero en el caso del conocimiento del aifio, su influencia sobre todas las cuestiones que refleja la humani- dad es infinitamente mayor que otras aportaciones. Le gue podré dar un definicive y poderosa impulse a In mejora Ge og NODES So Sele oreo Tc aE SP siquica, El espiritu Gel pane podra determiner Ie Gis qu Stu el Progreso seal de Tas Hombres y acaso, 7quIen Ie sae? eVinieio“de una nueva cman, Ta cseritora y poslisa saecu Ellen Key ya profetizé hace jempo que nuestro sigio ceria el siglo del nifio. Quien tuvicra la paciencia de investigar ontre Jog deca mentos histérices, encontraria ‘Singulares coincidencias de ideas entre cl primer discurso de Ia corona pronunciado por el rey de Italia Victor Manuel ITT en 1500 (precisamente al pasar entre dos siglos) cuando suaedié al rey asesinado; ze- firiéndose a la nueva ora que iniciaba el siglo, la lamé «el siglo del nifio». Hs muy probable que aquellos aceuitos pro- Séticos fueran la imagen refleja de las impresiones desperta- das por la ciencia que eu el dltimo decenio del siglo se hae bia ccupedo del nifio doliente, agredide mottalmente por Iss enfermedades infecciosas, dicz veces mds quc el adulio, y cl nifio victima de ios tarmentos de Ia escuela. Nadie pude prever que el nifio encerrase en si’ mismo un secrete vitel, capaz de arrancar el velo sobre los mist: view del alma humana, una incégnita necesaria al individue adulto para Ja resolucién de sus problemas individuales y sociales. Este moderno punto de vista puede fundar waa nueva ciencia investigadara sobre el nifo, y su importancia puede influir en toda Ia vida social de los hombres. El sigto del nino o El sicoandlisis y el niffo El sicoandlisis ha abjerto un compo de investigacién des- conocide por completo, permitiendo penetrar en los secre- tos del subconsciente, pero ro ha lograde resolver précti- camente ningin problema esencial en le vida; sin embargo, podrd preparamos pars comprender In sportacién que pac de hacer el nif, Puede decirse que ¢l sicaandlisis ha sobrepasado Ia cor ‘teza de la conciencia, considerada hasta ahora en, sicologia como una casa insuperable, tal como cran consideradas en la Bistoria antigua las columnas de Héreules, que, para los navegentes griegos representaban un Iimitc, pasado el cual les supersticiones ponian ol fin del mundo, E] sicoanlisis ha ido més allé, penctrando ea el océano del subconsciente. Sin este descubrimicnta precioso, seria dificil explicar vulgarmente la aportacién que puede hacer el nifio siquice a] estudio profunde de los problemas ha- manos. Ya sabemos que on principio, el sicosndlisis no era més ‘que una nueva técnica para Ia euraciéa de las enfermedades siguicas; fue, pues, en su inicio una rama de la medicina, Resultado verdaderamente Iumineso del sicoendlists fue ol descubrimiente del marevilloso poder que tiene e| subcons: siente en Jas acciones de los hombres, Ha sido preciso rea. iear un estudio de las reactiones siquiess penetrande més allé de Ja concieneia, el cual ha revelado hechos secretos y seales. impeasados,.destrayendo por completo las viejes Ideas, Ha revelado Ja existencia de un mundo desconacidio, de considerable extensi6n, al cual se pucde decir que va I. ado el destino de los individuos. Pero no se aclara este mundo desconseie. Frangucados los limites de las column. nas de Hercules, no se aventursron en Jas intiensas exten- 30 El nitio siones del oogano} ana sugesti¢n prefunda, tinicamente com- parable a aguellos prejuicios griegos, contuvo a Fread por mucho tiempo dentro dé les lithites palolégicos ‘Ya on Ja épova de Charcot, en el siglo pasado, sparecié el subconscicnte en el campo de Ja siquiatria. Por una fermentacién interior de log elementos desorde- nados constituyemtes, abriéndoce paso hacia ¢! exterior, ef subconscionte se ha abierto camina poniéndase de manifies- to; en easos excepeionales, se manifestaba en los estados de ‘enfermedad siquica profunda, Por lo cual, los extratios fend- menos del subconscients, contrastando con las mantfestacio- nes de la conciencia, s¢ registraban sencillamente como si tomas de la enfermedad. Freud hizo lu contratio: descubrié el camino para penetrar en el subconsciente con el auxilio de una técnica laboriosa, pero debié permanecer por largo tempo en el campa patolégico. Porque, gqué seres normales se someterian a las penosas prucbas del sicoanslisis? gNo 28 una espacio de diseccion operutoria del alma? Tratando las enfermedades, Freud dedujo las primeres’‘consecucneias sobre Ia sicologia, en gran parte deducciones personales sobre una base anormal, que dieron cuerpo a la nueva sicologla. Freud imaginé ¢l océano inmensy, pero 20 lleg6 a explorarlo; él determiné Jos caracteres del estrecho bo- rrascoso Por esto las teorfas de Freud np fueron satisfactorias: ni fue del todo satisfactoria la tecnica del tratamiento de los enfermos, porque no sledipre conduce a la curacién de la senfermedades del almac. i Por esto las tradiciones sociales, que son el frute dé 4m Siquisimas experiencias, se levantaron como barrera infrane queable contra cualquier goneralizacién de las teorfas de Fread. Bn cambio una aueva vérdad Iucninoss y resplande- siente hizo caer las tradiciones, como Ia realidad hace de- saparecer las sombres. La exploracién de esta inmedsn rea Bl siglo det niko 3t lidad es bien distinta de Je técnica de un tratamiento clinico 0 de una deducciém tedrica. El secreto del tifie La tarea de penetrar en el vastisime campo inenplorado, pertencce a diferentes seriores cientifices y a diversas acla. tacioncs de conceptos; hay que estudiar al hombre en su origen, tratanda de descifrar en el alma de] nifio su desarro- lo 2 través de los conflietos con el medio ambiente, para conceer el trégico secreto de la Jucha intensa, que obliga al alma humana a deformarse, permancciendo oscura y te- acbrosa. Este secrets fue esbozade por el sicoandlisis, Uno de los descubrimientos més sensacionales, derivado de las aplica. siones de su tenia, fue el origon de Ins sicosis en Ja lejana edad de Ia infancia. Los recuerdos reunidos sobre el incons- sions, mostraban sufrimicntos infantiles que ne eran los ordinariamente conotides, sino como adermecidos en la sonciencia y, por consiguiente, lejos de la opinién dominan- te, de ser la parte més impresipnante y. perturbadora de. to- dos los descubrimientos aleanzados por el sicoandlisis. Los sufrimientos cran de cardcter puramente siquico: lentos y constantes. Completemente, imperceptibles como hechos ca paces de engendrar una personalidad adulta siquieamente morbosa. Eva Ia represign de la actividad espéoténea del aifio debida al adulto, que tiene el predominio tobre el mis- wo y, por Jo tanto, ligeda al adulto que tiene la maxima in- fuencia sobre el nific: la madre, Es preciso distinguir perfectamente estos dos planos de investigacién encontrados en el sicoandlisis: uno, mas sur perficial, derivado del choque entre lor instintos del indivi- due-y lag condiciones del medio ambiente a que debe adap- 2 BL nino tarse el individuo, condiciones que estén en pugna con los deseos instintives y de los cuales resultan los casos curubles, cuando noes diffcil hacer sobresalir en el campo de la con- Ciencia las causas perturbadoras que han permsnecido ocul- tas. Fero hay otro plano més profundo y es el de la memoria infantil, en el eual el conflicto no se desarrolla entre el hom bre y su ambiente social presente, sino entre el nifio y la madre; generalizando puede decirse: entre el nifio ¥ el adulto. Este dltimo conflicto apenes esbozsdo por cl sicoandlt- sis, va Higado a enfermedades de difted) curacién, por le eual ra quedado fuera de Ja prictica profesional, déndole una importancia relativa de interpretaciéa cobre las presuntas causas de enfermedad. ‘En todas las enfermedades, aunique sean de cardeter pur ramente fisico, ee reconoce la importancia decisiva que puc- den tener los hechos ocurrides en el perfodo infantil; les ex- fermedades que tienen su origen en la infancia son las mis graves y menos curables. Pucde dccirse que Ja infancia es la fragua de las prédisposiciones. Pero las indicaciones relativas a las enfermedades fisi- as, han hecho desarrollar algunas ramas cientificas, como 1a higiene infantil, la pucricoltura y hasta le eagenesia, crean- do un movimiento social préctico de reforma del tratarhien- to fisieo del nifo, pero no 23 ha lagada atin al eleoandlisis del spismo. La comprobacida del origen infantil de las por- turbaciones siquicas del adulto, y de las predisposictones que intensifican los conflictos de este adulto con el mundo exte- ior, no ha conducido a ningin resultade pedetion para Is vida infantil, > Es por ello que el sicoanilisis se ha valid de una ticnica de sondeo del subconstiente, La misma técnica que La per- mitido el descubrimiento e Investigacion del adulto, ha cons- tituido un obstéculo para el nifio, Este, que por su caréctec El siglo det nino 33 Ro sc presta a la misma técnica, no debe recordar su infar= cia: 1 ¢s la infancia. Bs preferible observarle mis que son- dearle, pero observandale desde un punto de vista purameri- % siguico, de modo que so revelen losconflictos por gue pasa el nifio en sus relaciones con los adultos y con el am biente social. Bs evidente que ose punto de vista nos hace sa- lir del campo de la técnica y de la teorfa sicounalitica, para invadir un nuevo campo de observacién del nifio en su exis tencia social. Nose trata de pasar 4 través de los dificiles sondeos rela tives a individuos enfermizos, sino de investigay en Ia reali dad de ia vida humana, oricntada hacia el nifio siguico. Y toda la vida del hombre en su desarrollo desde el nacimiento, se presents en el probleme practice. Por el momento deseo. navemos Ia pagina de la historia humana que nezze la aven- tura del hombre siquico: el mifo sensible que encuentra ‘obsticulos, que se halla sumergido en conflictos insupera> ‘bles con el adulto, mis fuerte que él, el cual lo domina si comprenderls; es una pégine en blanco en Ia cual todavia 10 ban sido escritos los sufrimientos desconosides, que invaden el campo espiritual, virgen y delicadisimo del nifio, organi- vando en su subconsciente un hembye inferior, distinto del que hubicra sido creado por Ja naturaleza. Esta compleja cuestién es explicada por el sicoandlisis, sro no esté relacionada com él. Bl sicoandlisis ee limita = los wonceptos de enfermedad y de medicina curativa; la cues: Hon del nif siquico contiene una profilaxis respecto al slco- andlisis: en efecto, s¢ refiere al tratemiento normal y gene- ral de la bumsnidad infantil, tratamiento que ayuda a evitar obstéculos y conflistes, y por tanto sus consecuencias, qué son las enfermedades siquicas de Jas que se ocupa ef ‘sico- andlisis; o bien los simples desequilibrios morales, que el sicoandlisis considera extendidos a casi toda Ia humanidad. Alrededar del niffo se forma, pues, un campo completa. 4 EI nifio mente nuevo de exploracién cientifica, independiente de su nico campo paralelo que seria el sicoandlisis. Esto es ese Cisimente una forma de aportactdn a fa vide siquica infer til, entrando de llene ca el eaimps de la normalidad y de Ia educacién; iu caracteristica es lo penetracién de hechos st quicos ignorados todavia por cl nifio y all mismo tempo el desvelo del adulto, el eval ba adeptado actitades erréneas con relacién al primero, originadas por el subconsciente- 2 EL ACUSADO La palabra represidn de que habla Freud propésito de los mas profundos origents de las perturbaciones siquicas 9Ue se encuentran en cl adulto, ec una revelacién en sf mise ma, El niflo no puede expansionarse como debiera ocureir en un ser en via de formacién, porque el adulto lo reprimae. El adulto es un concepto abstracto. Como el niflo ex un ser aisledo on la sociedad, cs el adulte quien ejerce una influen. cia sobre el mismo, y este adulto viene determinado inme- diatamente: es cl adulto que se halla ms préximo al nifo, For consiguiente, es principalmente la madre, siguiendo 4 {sta cl padre y, finalmente, log maestros, Son estas adultos a los cuales Ia sociedad atribuye una trea opuesta, pues les dedi¢a el mésito de In educacion y el desarrollo del nifio. Peso del sondeo de Jos abismos del slma, surge un clamor poteate de acusacidn contra aquéllés, 36 El nifio hasta ahora reconocitlos como custodies y benefactores de Ja Humanidad, transforméndose en acusados, Pero aunque todos son padres, madres, maestros y tutores de las nifios, la acusacién se extiende a los adultos y, més aia, a la socie- dad responsable de los aifios, Esta acuisasién sorprendente parece apacaliptica, es misteriosa y terrible como la vor del juicio final : «cqué hiciste de los nifios que te comfi¢?+ La primera reaccién ha sido una defensa, una protesta: ¢Hacemos todo lo posible por ellos, los nitios son nuestro amor, los cuidams con nuestros sacrificios», Esto es enfren- tar dos conceptos opuestos: uno de ellos ¢s consciente; el otro concepto se refiere a hechos inconscientes. La defensa es conocida, anticuada, sistematica y no interesa: lo que in- teresa cs la acusaci¢n y el acusado, el cual va fatigindose en perfeccionar los cuidados y Ia educacién de los nifios, encon- tréndose metida on un laberinto de problemas, en una espe- cle de bosque frondoso sin salida, parque ignora los errores que lleva consigo. ‘Las alocuclones en favor del nifio, obligan a persistir en Jas acusaciones contra el adulto: acusaciones sin excepcién ni remisiéa alguna, *¥ esto tiene un rasgo caracteristico, la acusacién sc trans- forma en un centro de interés fascinante, pues no denuncia los errores involuntarios (lo que seria humilante) indicando una malquereacia o disminuclén. Denuntia les errores tr sonscienies: ¥ por esto enaltece conduciendo al descubri- miento de st mismo. Y este engrandecimiente verdadero, viene del descubrimients y de la utilizacién de lo descono- eldo. : Bs por ello que en cada época la actitud de Jos hombres hacia sus propios orrares, fue opuesta. Cada individue se mo- lesta y ofende por sus errores conscieates, siendo atraido fascinado por los errores ignorados; porque el error ignora- do contiene el secreto del perfecelonamientc’ hacia el rads El acusado a aild de Jos limites y ambitos conocidos, elevindonos a un campo superior, ‘Asi ocurrfa con los caballeros de la Edad Media, siempre dispuestos a esgrimir sus armas en defensa de Je mas pequedia acusacién que dismimayera su campo consciente, pero que s¢ postraban humildemente ante un altar confesando: «soy culpable, lo declaro ante tados, Ia culpa séle es mfa>, Jos relatos biblicos dan ejemplos in- teresantisimos de estos contrastes, Qué causa reunié a la muchedumibre alrededor de’ Jonis en Ninive y entusiasms calurosamente a todos, desde ef rey al pueblo, haciéndoles seguir y engrosar el sdquito del Profeta, intimaments mez. clados? Bste les califica de tan tremendos pecadores, que de 0 convertirse, Ninive serfa destruida Como llama Juan Bautista on las riberas del Jordén a Ia muchedumbre, qué cilificativos adopta para obtener una aglomerseién tan ox traordinaria? Les lama: raza de viboras! Este es el fenémeno espiritual: personas que acuden Para sentirse acusadas; y acudit cs consentir, recomocer. Son acusaciones duras e insistentes que Haman sobre el incon- ciente para que se identifigue con la conciencia; todo el desarrollo espiritual es una conguista de Je conciencia que sume Jo que todavia se hallaba fuera de le misma, as{ como el progreso civil qive avanza a lo largo dei camino de ios des. cubrimientos. Para edlucar al nific de manera distinta, para salvarlo de los conflictos que ponen en peligro su vida siquica, es nece- sario cn primer lugar un paso fundamental, esencialisimo, del cual depende todo el éxito: ¥ ¢3 ol de modificar el adulto. Este hace todo cuento puede y como ét dive, ya sma al lio hasta el sacrificio, confesando que se encuentra frente a In insuperable. Necesariamente ha de recurrir al mds alld, 2 anés de todo cuanto ¢s conocido, voluntario y consciente, Ademés, existe Io que se ignora sobre el nifié, pues una Parte de su alma he permanecido ignorada siempre y es pre- a El rita siso conocerla. Estudiando al nifio se efectdan descubrimien ‘tos que eonducen a lo desconocide, pues ademds del estudio dela sicologfa y Ja educacién del nifio, queda todavia el nifio ignorado. Es necesarto proceder a su investigaciéd ¢on un espiritu de entusiasmo y sacrificio, coms hacen los que, sa- ‘iendo que en un Iejano Ingar de Ja tierra hay oro corren hacia patses ignorados y remueven Jas rocas febrilmente, para descubrir el precioso metal. ¥ as{ debe proceder el adulto, buscando coa abiaee la parte ignorada del alma del nifto, Esta es Ja Jabor en que deben colaborar todos, sin dife- rencias de castas, razas y naciones, pues se trata de descu- Dbrir el elemento indispensable 21 progreso moral de la Hu- manidad, EL adulto no ha comprendido al niso y al adoleseente or ello se encuentra en lucha continua con los mismes: el Temedio no consiste en que el adulto tenga alguna intelec- tualidad o que integre cierta cultura, més o menos imper- fecta, No: es muy distinta Ia base que debe iniciarnos. En realidad el adulto lleva en sf mismo los errores todavia igno- rados que le impiden de ver af nifio. Si no ka procedido 2 esi preparaeién y no se hun conquistado lar aptitudes en relacién con la citada preparacién, no es posible proceder de otra manera. No es tan dificil como se supone el hecho de penetrar en sf mismo, Porque cl error sunque sea incansciente, origina la angustia del cufrimiento, y el mis ligero sintoma de reme- dio, lo transforma en necesidad apremiante. Como el que ticne una luxacién en un dedo, siente la necesidad perento- ria.de su curacién, porque sabe que su sano no podré tre. ‘ajar y que su dolor no encontrané alivio, asi tambien se siente la necesidad de corregir la conciencia, tan pronto ‘como sc ba comprendide el error: pues entonees es intole- rable Ia debilidad y el.cufvimienta resistido durante tanto tiempo. Hecho esto, todo se desarrollard ficilmente..Apenas EL acusado 39 se bays formado en nosotros la conviccién de que nos habla: mos aplicado merits excesives, que nos hablamos crcido capaces de actuar més alld de nuestros deberes y de nuestras posibilidades, entonces seré posible interesante reconocer ‘os caracteres de las almas distintas de las nueslras, como ‘son Ins alias de los nifios. Eladulco se ha hecho extrafio respecto del nifio, no egols- 8 pero extrafio, pues considera todo cuanto se refire al nigio siquico, como si se refiriera 4 si mismo, logrando la incom- Pisasidn del nifio. ¥ cste pumto de vista hace considesar al nifio como um ser yacio que el adulto debe Menar con sas Bropios exfuerzos; como un ser inerte e incapaz para 4 cual el adulto tode lo debe hacer; como un ser sin guia interior, que el adulto debe gular dcsde el exterior. Em fn, el adulto es como el ereadox del nifio y vonsidera el bien y el nal de Jas acctones del mito desde ol punto dé vista de sus relucio- nes con dl. EL adulto es pledra de toque del bien y del mal. Es infalible, es el bien sobre el’ que debe modelarse el nifio: todo cuanto en el nifio se aleja del earticter del adiulto, es un mal que éste se apresute a corregir. En csta forma, que inconscientemente anula la persona- lidad del nitie, el adulto actéa convencido de su celo, amor y sacrificio. 3 INTERMEDIO BIOLOGICO Cuando Wolf hizo publico cu descubrimiento sobre la seg: mentacién de la eélula germinativa, demostré el proceso de Ja creacién de los seres vivientes y, al mismo tiempo, daba ‘um aspecto vivo y susceptible de observaciones directas a la ssristencia de directrices interlores hacia una forma prefijada. Fue ¢1 quien rebatié algunas ideas filoséticas come las de Leibnitz y de Spallanzani sobre ia preexistencia de la forma soinpleta de los.seres on el germen. Estos suponian que en el 6valo, es decir, en el origen, estaba ya formado, aunque imperfectamente y en proporciones minimss, él sex que des- puts se desarrollaba al ponerse en contacto con un ambiente favorable. Bstas ideas fueron deducidas de las observactones sisteméticas sobre fa semilla de una planta, que ya contiene entre Jos dos cotiledones, una plantita en la que se recono- en raices y hojas, y que més tarde al depositarse en la tiecra se desarrolla en una planta, con todo lo preexistente en el 42 El nifie germen. Por dedvceidn se suponfa un procedimiento andloga de reproduccién en los animales y én el hombre, Pero cuando Wolf, después del descubrimiento del mix sroscopio, pude observar cémo se forma un ser viviente, oo- menzando por el estudio del embrign ep los péjaros, vis ‘que el origen es una simple célula germinativa, en la que el inicroscopio, con la posibilidad que nos brinda de ver Io in- visible, demuestra que no preexiste forma alguna. La célula serminativa (precedente de Ja fusién de dos eélulas, mascu- lina y femenina) no esti cempuesta mas que de membrana, protoplasma y micleo, como cualquier otra oflula: de modo que representa sencillameine la eélula elemental, en su for- ma primitive, sin diferencia de clase alguna. Cualquier ser vive, planta © animal, precede de quia oélula primitiva. Le gue se habia observado antes del descubrimiento del micros copia, es decir, la plantilla dentro de Ia sexiilla, es un em brién ya desarrollado de la célula germinativa que ha supe- ado la fase que se efectéa dentro del fruto, el cual despads deposita en Ja tierza la simients madura, La célula germinativa posce, adems, una propiedad si gularisima: Ja de atracr materia alrededor de sus centres de” atraccién, siguiendo un designio preestablecido. Sin embar- £0, en la célula primitiva no existe el mas pequeiio vestigio de este designio ‘Ya en'su interior, se hallin unos pequetios corpitsculos: los eyomezomas, que ectin relacionados con la herencia. Siguiendo los primeros desarrollos de los animales, se ve que la primera célula se divide en dos eélulas distintas y éstas en cuintro y asi sucesivamente, hasta formarsc una cs pecic de pelota huece que se llama morula, la cual sc infle- xiona formando dos estratos entre los cuales queda una abertura; asf se forma una cavidad doble, ablerta (gastrula). Y asf continéis, a través de multiplicaciones, inflextones, de- formaciones y diferenctaciones, el desarrollo de un ser com- Intermedia biolégico 43 plicade, de Grganos y de tojidos. Le celula germinativa, pues, aunque tan sencilla y priveds de cualquier finalidad mate- ial, trabaja y construye con obediencia exactisima al inan- -dajg inmaterial que leva en si misma, como si fuera un siet= vo fiel, que sabe de memoria In misién recibida y qué cum: ple exactamente; pero sin Jlevar sobre si mismo documento alguno que pudiera revelar Ja orden secreta recibida. La mi alga sc revela inicamente por Ia actividad de las eflulas in- fetigables, y por el trabajo desarrollado. Fuera de la labor ‘acometida, nada existe. En los embriones de los mamiforos, y por consiguiente en Jos de los hombres, cl primer drgano que aparece es el cora- 2én, 9 mejor dicho, lo que serd el corazén con el tiempo: una vesicula que sdbitametue se pone a pulsar con odes, si gviendo un ritme establecido, batiendo dos veces en el mis- mo period de tiempo empleado por <1 cerazéa materne para una pulsacién. ¥ siempre continuara el ritmo sin pare algono, porque es ¢l motor vital que auxilia a todos los tcji- dos vivos que se van formand, facilitandoles log medios ne ‘stsarias d la vida, Y¥ todo constituye un trabajo cculto y maravillose, pucs se desarrolla automdticamente: cs el milagro de la creacién. 8 partir de la nada. Aquella sapiéntisima célula viva nunca flaquea encontrando en si misma et poder de transformarse profundamente, bien 2 célula cartilaginosa, bien en céluld nerviosa, bien on o¢lula de revestimiento eutneo, ete,, to Mande cada tejido su posicién precise. Esta maravilla de Ia creaviom, especie de secreta del Universo, peratantce rige rosamente cculta; la natuiraléza la rodea de velos impenctra- bles que solo ella puede romper; cuando quiere Janzar a un nuevo ser maduro que debe parecer en el munds, como Is erlatura que nace. Pero el ser que acaba de nacer no es solamente tun cucr- po material; a su vez, cs como una célula germinativa que 4 : EL nifio Nova en si funciones siquicas latentes, de tivo perfectamente determinado, En efecto, el recién nacido funciona solamente en sus drganos; tiene que cumplir otras funciones;.los ins- tintos que no pueden situarse en una oélula, se depositan y desarrolian en un cuerpo vivo, en un ser que ya ha nacido. Y¥, como toda cdlula germinativa Teva en sf la mision del corganismo, sin que sea posible penetrar su mision por medio de documentos, asf un cuerpo reciéa nacido, cualquiera que soa la especio a que pertenezea, lleva en sf mismo la traza de instintos sfquicos, de funciones, que yondrém al sex en rela cién con el ambiente, para cumplir una misién césmica, cual- quiera que sea ef ser; aunque se trate de un insecto, Los ins- tintos snaravillocos de las abejas les conciucen 2 organizacio- nes sociales muy complicadas, aumque sélo actian cn ellas solas, pero no én Jos huevos ni en las larvas, El instinto de volar se manifiesta en los pajaros nacidos, pero no antes, y asf sucesivamente, : Ea efecto, cusndo el nuevo ser estd formado, es un huevo espiritual con un depésito de guias misteriosas, las cuales dan lugar a los actos, caracteres y Iabores, es decir, a las funciones sobre el ambiente exterior El ambiente exterior no debe facilitar solamente los me dios de Ja existencia fisioldgica; requiere Jas misiones mis- terlosas que Teva en s{mismo, como cualquier ser que acaba de nacer y que ee atvaito por aquel ambiente, no solamente el vivir, sino ejercitar una funcién o cargo necesarlo para la conservacién del mundo y de su armonia; cada uno segin su especie, ‘Bl cucrpe poses la forma adecuada a esta superfuncién siquica, que debe formar parte de la economia del universe, Que estas funciones superiores yx son innatas en el nucvo ser es evidente eh los animales: sabemas que aquel mamitfe ro serd pacifico porque es un corderite y que aquél otro serd Feroz porque es un cachorro de leén. Sxbemos que aquel in- Intermedia biolagico 45 secto (rabajard infatigablemonte dentro de una diseiplins furrea inalterable porque ¢s una hormiga y que otro cantaré cternamente en la saledad, porque es una cigarra. El recign nacido no os sélo ua cucrpo dispucsto a funcio. nar; es un émibrién espiritual provisto de dircotrices {qui cas latentes. Serfa absurdo pensar que precisamente el hom bre, pesfoctamente caracterizndo, distinto de las demds cria- turas de la creacin, por Ia grantiosidad de #4 vida siquica, fusse el tinico ser que no poseyera un propésite de desarrollo siquico. El espiritu puede hallarse tan profundamente Jatente que no se manifieste como el instinte de los animales, pronto a revelarse en sus acciones establecidas. Bl hecho de no ser movide por instintos fijos y delerminados camo en los ant males, es el signo de un fondo de libertad de accién que ext ge una elaboracién, especial, casi una creacién, dojada al desarrollo de cada individuo y por consiguiente, imprevista, delicadisima, dificil y oculta. Es, pues, un secreto- del alma del nifio que no cs postble penetrar si él mismo no lo revela, a medide que va construyéndose a si mismo. Precisamente, come en Ja segiteatacién de la célula germinativa, dande nada se efecttia sin una misién conereta, pero una misién que aingin medio puede revelar y que so manifestaré, sin cmbargo, al realizarse las diversas particularidades del or ganismo, Y por esto sdlamente el nifio puede haceies sevelaciones sobre la misidn natural de? hombre. Pero por la sensibilidad que va unida a toda creacién de la nada, 1a vida siquica del nifio tiene necesidad de defensa ¥ de un ambiente andloge a los envolventes y miltiples velos que Ia naturaleza ha dispueste alrededor del embriin fisico, “VP se end aobre la tlerre aha socecilla taBMor oan, = ‘que no habia sda olde nance, eatlendo de ene gars que james obra” Me lun hablado de vot howtbre que vide er la qacuridad més profien: Say tus of68 Jems hablon visio la me tenia ine, como ah ol hid de mt able, Me fe dicho se tie hombre que vivis ew af sllmecisy jemée af mds enue ride hale Hegait hasta sus ols. Gl Rcblar de-un hombre que vivia sumergido on of agua: we laude de extrafg tbiesr; 9 Drascamente saliS al eter, «nite for Melos ‘brio sus patimones, que rarca hablan respirado (Uas {atigas » supit sive de Téntata serian ligerisimos camparados com ios saves), 9 vencld, Bt ‘aire sstondid de we soto tmpuve sas pulmonst replegados, desde su eriten Yethombre arité. Y¥ shore... ved odmo se presenta: sea uoceoilla tembloresa ue up habia sido ole matte, stlendo ds waa vareente ue fads vibra Bra et hombre gue calla del repoco. Guia puade trvesinarse fo ques of repose absolute? El repase del awe nd stgniers he de comer, pues otros comen et tt Tger? que vine an sf shendono de todas ane fibres porgua ower tajldoe wtv0d fobvican j fe procaine #1 asioe masazarla sa Sestoncda: su tajlde mds Intimas a har de Eefenderie comra los venenoe y bectos, porque ottos (ajidae Ua hacen por Unieamante 2H corante ha trabado, pues comanad « latin extes de sx ‘venlde af mmando, lafendo con ritmo deble al de los demas corazones, he eomprendide que era ef coraién de un hombre. Y ahora. esl eda se presence: ‘emitienda al gran srite comnovedar: Shatido por Be fez y for raids, fatlgody ox todas ta fibvitlas mas Traineas eset 227 “apor qh me tne abundona do?” JP dota os ta primera viz que of Rovubre reflsia en sl mismo al Cristo eribuando, af Cristo qua rede? 4 EL RECIEN NACIDO El ambiente supernatural El nifio que nase no entra en un ambiente nétural: pe- netra en el ambiente de la civilizacién donde se desarrolls Ja vida de Jos hombres. Bs un ambiente supernatural, fabri= cado al margen de la naturaleza, com la Fiebre de facilitar la vida del hombre y su adaptacién. Pero, :qué providencia ha elaborade Ia civilizacién ace sarla para auxiliar al recién nacido, para ayudar al hombre -querealiza este esfuerzo supremo de adaptatién, al pasar por el nacimiento, de una a otra vida? Este pase dificil deberia ser el objeto de un tratamfento cientifico en favor del recién nacido, En ninguna otra época de su existencia el hombre encuentra tal acumulacién de Tuchas y copteastes, ¥, por consiguieats, de sufrimicntos. Pero, no existe providencia alguna que facilite este tre 50 Bl nito inende trénsite en Ia historia de la civilizacién humana? ;De- beria ser una pagina anterior 2 todas las demas, en la que tendria que consignarse lo que debe hacer el hombre civili- zado para avxilian al que mace: pero esta pagina esté en blanco! Sin embargo, muchos pensarin que las civilizaciones se Preocupan catsiderablemente en la actualidad de los nifios que nacen. Bera, ,c6mo? Cuando nace un nifio todos se preocupan de 2 madre: dicen que le madre ha sufrido. Bera el nifio, ¢no ha sufride también? Dicen que la madre necesita serlos euidados. Pero, ino necesita también euidados el nis? Se procura rodear en seguida a la madre de oscuridad y silencio, porque esté fatigadisima. Fero.no loests el nifio, que procede de un lugar doade no Uegaba nf Ja Inz més tonuc, mi el més feve rumor. ie se be de prepara perso cin nacido Is ovcurdad y dl silencio? Ha crecido ca un lugar resquardado de cualquier ruido,, de cualquier oseilacién de temperatura, en el liquide mérbi- do e uniforme, creado especialmente para cu reposo, donde nunca le ha Ilegedo el més mfnimo rayo de luz, el més leve rumor, y de repente, deja su ambiente liquide para pasar al aire. ¢De gué mode el adulto va al encuentro del que viene de In nade y se halla shora en el mundo, con aguellos ojos deli- cados, que munca vieron la luz: y con aquellos oidos acostum- brados al silencio? 26m va al encuentro de aquel ser, cuyos miembros atormentados, jamés suftieron contacto alguno? Pasa sibliamente de un ambiente liquido al aire, sin Bl resin nacido SL atravesar sucesivas transformaciones, como ocarre en la me- tamorfosis del renacuajo en rana, Aguel cuerpo delicado se halla expuesto a choques bra. tales con los objetos sélidos; ¢s ‘manejado por las manos insensibles del adulto, que olvida su delicadeza, digna de toda veneracién. Sf: el recién nacide es manejado brutal- mente; su piel sedosa y delicada tiene que rozar con sanos Pesadas, con pafios rugosos. ‘Verdaderamente Is gente de la casa, apenas si se atreve & tocarle, pues es tan delicadiflo, que padre y madre le mi- Yan con temor, confidindole a manos expertas. Si, pero aqucllas manos expertas que ahora Je tocan, no son bastante habiles para enfrentarse con un scr tan delie cado; son manos rdsticas que poseen la tunica habilidad de saber sostevier al nilio con seguridad. Tero nunca se preparan para saber ‘aproximarse a este ser tin delicade. ¢Por gué ‘una enfermera antes de poder aproximarse a un enfermo adulto, debe practicar durante largo tiempo Ja técnica para mover el enfermo, o para apli- carle uma pomiada con delicadeza o adaptar una venda? No acurre asf con’el nisi. El doctor lo coge groseramente y mientras el recién na- cldo lanza sus gritos desesperados, todas sonricn comple sidos; aquella cs $2 vor; el llorigneo es su lenguaje; aquellos gritos son necesarios para lavar sus ojos y dilatar sus pul mones. Se viste napidamente al recién nacido. En otros tiempos se [x eavolvia nigidamente, como si es twviera enyesado, con pafiales bastas, cuyos extremos libres se plegaban sobre 4 fijandose con fuerza eral, ‘Sin embargo, no es neccsario vestir al recién nacidé, ni en los primeros momeutes de su existencia, ni en los prime Tos meses. Efectivamente, si queremos seguir paso a paso la historia Sz El wifo del vestuario del seci¢n nacido, veremas una evoluciém gra. dual que va desde los pafiales rigidos @ una indumientaria ‘suave y ligera, con una disminucign gradual de prendas de vestir. En cuanto a las vestiduras modernas del recién nach do, esta en la actualidad bajo el cstro del desnudismo: un ‘paso més y se boliran por completo. E] nifio deberfa permanecer desnudo, como viene repre- sentado en Jas bellas artes. Los angelites son pintados © -esculpidos completamente desnudos y la Virgen Maria adora ‘enel pesebre al Nido Dios completamente desnide, o le lleva as en sus brazos. El nifio recién nacido necesita ser caleatade por un am- Diente templado y no por lor vestidos. Bstos io almacenan, calor suficiente para afrontar la temperatura exterior, ha- biendo vivido cl nifto en el calor del cuerpo materno. Ya sa- ‘bentos que los vestidos no pueden hacer més que conservar el calor det cuerpo, es decir, evitar eu dispersion. ¥ si un ambiente ha sido calentado convenientemente, los vestidos constituyen um obstaculo entre el calor del medio ambiente y el cuerpo del recién nacide que debe recibirlo. Observemos que en los animales, aunque al nacer su cucr- po se halla recubierto de pelusilla de plumillas, Ia madre Jos recubre para caleartarlos. No quiero insistir mas sobre este tema, Tengo le seguir dad de que si los americanos pudicran hablarme, me conts- rian Jos solfeites cuidados prodigados a los recién macidos cn su pais y los alemanes e Ingleses, me explicarian los con- siderables progreses alcanzados en sus respectivas naciones en este ramo de Ia medicina y enfermeria. Yo deberia con- testarles que conozco perfectamente todas estas casas, pues fil personalmente a éstudiarlo en alguno de estos paises, admiréndome de tanto refinamiento. Pero he de decfrio en alta vor: falta todavia por doquier Ia nobleza de conciencia necesaria para acoger dignamente al hombre que nace. El resitn nacido 33 Gierto que ya se bace mucho: pero, qué es el progreso, sino se ve lo que no te percibia primeramento y debe sumar- s¢alo que parecia completo y quizts insuperable? Pues bien, clniiio no ha sido comprendide dignamente en ninguna par- te def mundo. Vamos a trater de otro punto de vista: irddicaremos' el hecho de que nosotros, amando prafundamente al nifio, casi oseemes un instinte de defonsa contra él, el cual se mani fiesta desde el primer instante que viene a visitarnos, No es solamente un instinto de defensa, es también de avaricia, Pues nos hace correr 2 proteger las cosas que-poseemos, Att guenada valgan, Y deade este momento, en el alena de} adults se repetira continamente la cantinola obsesionante: tener cuidado ab- soluto de quel nifio no estropee nada, uo ensucie y no fas fe. (Stl (Hay que defenderse contra ell ‘Creo que cuando Iz Humanidad haya adquirido una com- pronsiéa plena del pitio, encunlraré cuidados mucho més perfectos para el mismo, Hace alin tiempo que s¢ comenzé a estudiar en Viena el medio de atenuar los sufrimientos del reclén nacido: ee idearen colchones de sustancias absorbentes, que se tiran y se renuevan cada ver que han sido mojados. Pero, los cuidados a prodiger all recién nacido no deben limitarse a defenderle contra la muerte, aislindole de los ‘agentes infecciosos, como se hace actuafmente en las clini- sas ms modernas, donde las nurses que se aproximan a Jos nifios se cubren la cars para que Jos microbios de su respi- sacidn no Heguen hasta la delicadisima picl del recién'ina- vide, Es El mine Soa los problemas relativos al «tratamiento siquico del nifio» desde su nacimiento y 2 los cuidados que tienden a su Adaptacién al mundo extcrior. Para ello, deben realizarse axpericneiay sislemitieas en las elfnicas y una propaganda intensa en las familias, al ob- jeto de que pueda cambiar le actitud hacia el recién nacido. En las familias ricas todavia ge piensa en In magaificen- sia dela cana y en los encajes preciosos para Jos vestidos del recién nacido. Si el litigo se usara como castigo, segin este sriterio absurdo, se emplearian létigos con puiio de oro € incrustaciones de perias, para les nies ricos, B] Iujo desplegado para el recién nacido demuestra Ja ausencia absoluta de consideracion al nilio siquico. La ri queza de la familia deberia aplicarse al confort y no al lujo el nifio privilegiado. Para éste, el canfort consistiria en te- ner un lugar de refugio contra los rumores de Ja ciudad, don- de reinara silencio suficiente y donde se pudiera moderar y corvegir Ia luz, couao s¢ hice, por ejemplo, en Jos templos, con auxilio de vidrios de color. La temperatura templada y uuniforme que reina desde hace tiempo en las salas de opers- clones, deberia ser la dominante en sl mbiente ides] para al aifio dosnudo. Otro problema a resalver es el de mover 7 transportay al niffo desnudo, reduclendo al minimo la necesidad de tocarlo con las manos. Bl niflo deberia ser-movide por medio de sostenedores ligeros y eliésticos, como, por ejemplo, hama- as de redes delicadamente embutidas, que sosteagan todo el cuerpo del nifio, on une posicién semejante 2 su posicidn prenatal. Estos sostenes deberian ser manejadas por manos lige- ras, minuciosamente pregaradas para ello, con delicadeza y lentitud. Su iraslado en sentido horizontal o vertical requic- re habilidad especial. En Ja enfermeria ve ba hecho un estu- dio semefante, pues sc requiere una técnica especial, para Bl rectéss nacide 5s levantar un enferme, y trastadarlo horizontalmente con len- titad. El transporte de tn enferme covzespende a la técnica ms elemental’ de Ja asistencia. Nadie levanta un enfermo verticalmente con los brazos; se le miueve por medio de un sostén eldstico, introducide delicadamente debajo de su exerpo, de modo que no se altere su posicién horizontal. Pues bien, el recién nactdo es un enferiio; sume la ma- dre, ha pasado um peligro de muerte: la alegria y satisfaccion de verle vive, viene del consuelo del peligro vencido. Con ‘frecuencia ¢] nifio viene al mundo casi extrangulado, y slo ‘Vive gracias 2 una respiracién artificial, rapida y enérgica; a ‘voces tiene la cabeza deformada por un hematoma. Se le ha de considerar, pues, como un verdadero enfermo, pero sin asimilarlo a ua enferma adulto. Sus necestdades na son las deus enfermo, sino las del que hace’ un esfuerzo inconcebi- ble de adaptacion, acompatiado de las primeras impresiones stqvicas, de un sex que viene de la nada, pero que es sensi- ble. 2lsentimiento hacia el recién nacido no es la compasién ‘que ae tiene por wm enferme o por un ser débil, sino Ta vene- sacién por el mistecio de la creacién, por el secreta de un infinite, que s¢ condensa dentro de“Iiimites apreciables, He vista a un recién nacido, que apenss‘sslvade de wi Peligrestsimo estade de asfixia, fue metido en una bafera situada en‘el suelo y mientras le bajaroa répidamente para sumergirlo on el agua, cl nifio cerré los ojos y se sobresaltd, extendiendo los brazos y las piernas, como si se sinticra caer. Y esta fue sw primera sensacin de miedo. fi La manera de mnanejar al reciéa nacido y la delicadeza de sentimientos que deberia inspirarnos, nos hace pensar en los ademanes del sacerdote catélico al mover la hostia ante el altar: con las manos purificadas, quo han estudiado sus gestos mds nimfos y que con tanta delicadeza y majestad nuseven aquella hostis, ora #a sentido vertical, ora on sen 6 El nifio. tido horizontal, posindola de tiempo on tiempo, como si se debiera resquebrajar, como si aquellos movimientos fucran ‘tan enérgicos que dcbicran intezrumpirse. ¥ atientras apo- ‘yal hostia, ol sscerdote ce postra de hinojos para adorarla. ‘Aquél es un jugar de silencio, donde penetra Je kuz miti- gada por Jas coloraciones de las cristales. Ua sentimiento de esperanza, de elevacién domina todo aquel ambicate sagra- do: ambiente semojante al que ha de ser digne del nifio. Estableciendo un paralelo entre los culdados prodigados al nifio y los reservados a la thadre, peasands qué ocurriria ‘8 é3ta si fuera tratads como el recién nacido, nes darfamos cuenta, cn seguida, de Jos exrores cometides. Sc doja inmévil a la madre, atientras se transporta lejos de dst al recién nacido para que po Iz estorbe con su pre- sencia, Hevandole a su lade Gnicamente cuando debe ser alimentado. Para estas idas y venidas ve viste al nifio de her- mosos vestides. Esto corresponderfa a que la madre tuviera que levantarse, en segulda de nacido el nif, y vestirse ele- gantemente, como para asistir a una zecepcién. Se saca'al nifio de la cutna y. se le eleva hasta el nivel de Js espalda del adulto que ha de conducirlo, y seguidamente se le baja-de mucvo para depositarlo en el Iecho de Ja ma- dre. A quidn se le ocurricia. someter a la reciente madre a esos movimieatos? La justifiesciéa que se usa generalmente es Ia siguiente: ‘El recién nacido no tiene conciencia de sf mismo (esta es Ja justificaeién), y sin conciencia no existe gozo ni sufsimicn- to. gPara qué aplicar tantos refinamientos? El recién nacido 37 2Qué decir entonoes de los cuidados prodigados a loz en- fermos que tienen la vida en peligro y se hallaa ea estado de inconsciencia? Es la necesidlad de auxilio, y no Ja conciencia de esta necesidad, que reclama la atencion de la ciencia y del sentt- micnto, No! |No existe Justificacién posible. El hecho es que, en la historia de la civilizacién, existe una laguna ex lo que se refiere a la primera ¢poca de la vida; os tuna pagina en blanco, en Ia que nadie ha escrito nada por- que nadie ha investignds las primecas necesidades de} hom- bre. No obstante, cada dia somos mas conscientes de una impresionaate verdad ilustrada por tantas experiencias, 2 saber, que los sufrimientos de la primers edad (y tambiga de la €poca prenatal) influyen en toda Ia vida del hombre. La vida embrionaria y la vide infantil contienen (cams tod5 el mundo reconoce actualmente) ta salud del adulto, Ia sa- Jad dela raza, ePor qué entonces no se considera el nacimien 10, que es la crisis mas dificil de superar en toda la vida? No sentimos al recién nacido; para nosotros no es un hombre. Cuando llega 2 nuestro mundo no sabemos recibirle, aunque cl mundo que hemos creado le esta destinado, para que Io enntinge y Io haga avanaar hacia wn pragreso superar al nuestro. Todo esto recuerda las palsbras de San Juan Evange- lista: Vino af mundo y ef mundo fue creado para Bl, pero ef mundo no fe reconvetd, Vino @ su propia casa, 3 log suyos vio le recibieron. 5 LOS INSTINTOS NATURALES Los animales superiores, Ios mamiferes, guiados por sus lnstintos no han descuidada el periodo delieado y dificil de adaptacion de sus recién nacidos. As{ da el ejemplo la humil- do gatita que vive en nuestra casa escondiendo a sus peque- uclos tan pronto nace, buscando un lugar apartado y o= euro, estando muy celosa de su prole, hasta tal punto que ‘no deja airaslos. Al poco tiempa aparecen Jos gatitos. Pero todavia se conocen mayores cuidados én los recién nacides de los mamfferos, en estado completamente bre. Casi todos éstos viven reunidos en manadas mumerasas, pero Ja hembra préxima al parto se aleja de esta sociedad, bus- cando un lugar spartado y oculto. Da a lus a sus pequefiue- los y los mantiene en un aislamiento silenciess por un pe- iodo de tiempo que varia soguin la especie, entre dos o tres semanas, un mes o més. La madre ¢¢ tranaforma répidamen- te en enfermera asistente de esta nueva existencia. Los pe- «0 El mista quedinelos no podrian estar entre los matorrales o en Jas con: diciones generales de-un ambientc leno de luz y de ruidos; por ego log tiene en un lugar tranguilo y abrigado. Aunque su hijo se presenta generalmente desarrollado en todas sus funciones, se sostiene sobve sus extremidades y anda, la ms- dre, con esmerados euidados de ternura y tentativas de cdu- caciéa, obliga a los peauelluclos al alslainiento haste que se allan convencidos de sus propias funciones vitales y se han adaptado al macro ambiente, Entonces los Hleva a los mato- rroles, a Ja sociedad de sus semejantes. Realmente es impresionante la historia de estos cuidados matemos, todos esencialments uniformes, aunque se trate de mamfferos de especies tan distintas como caballos, bison tes, jabalits, lobes ¥ tlgres, ‘La hembra del bisonte, permanece varias semanas lejos dela manada, completamente sola con su ternere, cvidén- dole con terntira admirable. Cuando tiene frio le rode con sus plemas anteriores; cuando est sucio lo Jeme paciente- mente para pulir su pelo; rhientras lo amamanta se sostiene sobre tres patas para facilitar su nutzictén. Después le com duce a su propia manada continuando sa lactancla con, la paciente indiferencia, comin en todas Tas-hembras de los cuadnipedos. ‘Algunas vesss ns ep solamente el sislamiento, sino un trabajo preparatorio intenso que desarrolla le madre en el ‘iltimo tiempo de su eiibarazo, con objeto de preparar un Jjugar adeouado para los que van a nacer. La loba, por ejem- plo, so esconde en cualquier lugar sombrio del bosque, bus- eando un rincén aislado y.tranquilo, asi como una cueva ‘que pueda servir de refugio. Si no encuentra un Inga ade- saado, excava una galeria 0 prepara una yacija en Ia cavidad do un arbol o perfora una madriguera que tapiza de cosas blandas, casi siempre de pelo propio que arranca de Iz proxi- midad de sus pezones, para facilitar de esta manera le lace Los instintos naturales 61 tancia de sus pequeduelos. Le nacen seis o sicte hijos Gon los oj0s y aidos otrrados todavia, y los tiene escondidos, no. defindoles nunca. ‘Todas las madres durante este period se muestran celo- sisimas y agrésivas contra quicn se atreva a aproximarse a sa madsiguera. Estos instintos sc deforman cuando los animales viven en estado doméstics. Observeios que los cardos hasta Ilc- gan a devorar a sus propios hijos, mientras que In hembra del jabalf es una ds las madres mds ticrnas y afectuosas. Re- sordemos también que las leonas on estado de esclavitud, en Jas jaulas de los jardlues zoolégicos, también devoraron a sus propios Por consiguisnte la naturalera desplicga sus energfas pro- tectoras providenciales solamente cunade los seres pueden desarrollar Hibremente las directrices fntimas de Jos instintos fundamentales, Enel instinto hallamos, wna légiea clara y simple: el re: cin nacido de los mamticros ha de ser culdado especial mente en.sus primeros contactor con el ambiente exterior y por ello hay que distinguir un primer periodo extremads. mente delicado, que et el eorrespondiente a su llegada al mundo, al descanse necesario después del enorme esfuerzo del nacimiento ¥ el cemienzo simuleéneo de todas las fun- ciones. Después de ello se inicla Ia llamada primera infancia 0 sea.el primer afio de vida; Ia laetancia, a sea la primera vida lla me miré sorprendida y confusa, pues tenia todavia bas. tants calor, pero se dejé poner el abrigo. El nifio se calmd lnmediataymente, cosaron Jes lagrimas y su agitactén, dicien- do: «Mama! got patdats, querfa decir; ssi, mam, el abrigo sobre Ja espaldals Tenia el aspecto de reflexionar pensando: por fn, me han comprendide, Abrazabe con carifio a sit maima y la excursida terming felizmente con toda tranqui- fidad. BL abrigo se ha confeccionado para Hevarla cobre las *spaldas y no para que forme un bulto inedmode sobre los brazos y aquel desorden en le persona de su mama era causa 4a] conflicto. Asis a otra cscena familiar muy significativa. La mamé gue se sentia indispuests estaba sentade, mejor dicho, ten- ida sobre un sillén, en el que la enfermera habia dispuesto dos almohadones y Ja nitia que acababa de cumplir veinte wicees, so acercd a sa madre supliciindole «un cuanto». {Oud mamé se resiste al desco vebemente de contar algo a eu hi. Jito? Aunque sufriendo, la mamd comenzé ef relato fabulaso, scompatiade de la expresin de nsiedad del rustro de le - Pero sufria tanto, que no pido seguir hasta el desen- lace final: tuvo que levantarse y hacer que In condujecan a Ja cama, situada en ia habitacién vecina. La niita se puso = Uorar permancciendo junto al sillén. Era evideute para to- dos que la nifia se asustaria por ¢l estado de sufrimiento de | mama, y se procuré tranguilizarla; pero cuando la eafer mera quiso coger los dlmohadones del stllén, para llevar tes a la habitacion contigua, la nifia comenzé a gritar: «| No, los almohadones, no!x, como para decir: «;Per le menos que -quede algo en eu sitio! 98 El nifie La nits fue Nevada a Js coma de la mamé, a fuerza de caricias y palabras melosas, donde @ pesar de sus sulrimien- tos, la madre hizo esfuerzos para continuar la relacién, pen- sendo en satisfacer la creciente curlosidad de su hijita. Peco ésta sollozando y con su rastro inundado por las ligcienas continuaba repitiendo:

You might also like