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Re ur aA ay EI Laberinto Siciliano (1) CMU UIMTTCaeT UCU at ee Coleccién Internacional de Ajedrez Director: Antonio Gude © Lev Polugaievsky © 1993 Ediciones Eseuve, S. A. Sebastian Elcano, 30 - 28012 Madrid Traduccién: Eladio Mejuto Cubierta: Tomas Lopez 1.8.B.N.: 84-87301-79-7 Depésito legal: M 4432-1993 Fotocomposicién: Pérez Diaz, S. A. Madrid Impreso en UNIGRAF, Mostoles SUMARIO Introducci6n PRIMERA PARTE Experiencias de apertura en la Defensa Siciliano 1. APLASTANTES DERROTAS EN LA APERTURA . 1.1. Retraso en el desarrollo ... 1.2. Lo utilidad del saber ..... 1.3. Descuidos: comino hacia el 2. INNOVACIONES PREPARADAS. ... 2.1, Apreciacién de valores 2.2. El triunfo del experiment 2.3. Jugando con fuego 3. Deeates TEORICOS » bo fe en un 3: 2 En busca de la verdo 3 3.3. Arrojando el guante ... SEGUNDA PARTE Ataque y defensa en el medio juego 4, ATAQUES EN EL MEDIO JUEGO ...... 4.1. Atacando al rey en el centro 4.2. Ofensivas en los flancos ..... 4.3. Atocar primero, o équién ataco 0 quién’ 5. PROCEDIMIENTOS DEFENSIVOS 5.1. La tragedia de uno di 2. Al borde del abismo .3. Sorpresas técticos 4 5. . Contragolpe en el centro » Profilaxis ann Indice de partidas ............. 13 13 27 32 37 37 51 65 77 77 9 96 109 mW 137 168 191 191 195 INTRODUCCION Este libro esta dedicado a una de las aperturas modernas mas complicadas e interesantes, o para ser mas precisos, a sus problemas mds apremiantes. La idea central de este trabajo es la de ayudar a un amplio abani- co de jugadores en la tarea de en- contrar sus propios métodos a tra- vés del intrincado laberinto Sicilia- no, asi como a obtener una mayor comprension de los matices de la estrategia de apertura: pretende mostrar las formas de jugar en el complicado medio juego Siciliano, en particular los procedimientos de ataque y defensa; y también ofrecer unas estimaciones gene: les y orientar sobre los finales tipi- cos que surgen, los cuales tienen sus bases en el corazon mismo de la apertura. No cabe duda de que la Sicilia- na es la mas popular de las aper- turas modernas, y es logico, ya que tefleja como ninguna otra el espi- Titu de estos tiempos; cualquiera que la juegue ha de recoger y ma- nejar un flujo enorme de informa- cion, y acoplarla con profundos analisis propios. La Defensa Siciliana atrae a ju- gadores de estilos diversos. En al- gunas partidas se desarrolla una lu- cha violenta que termina con ata- ques y combinaciones espectacula- res, mientras en otras adopta la forma de sutiles maniobras posi- cionales, en donde el resultado a menudo se decide en el final. Los jugadores que se sienten es- pecialmente felices jugando contra esta defensa son aquellos que gus- tan del juego activo, de ataque (cuando llevan blancas) y a la vez, es elegida por jugadores que pue- den defender posiciones complica- das, en donde a veces hay que ca- minar por el borde del abismo y encontrar las unicas jugadas que salvan una situacion desesperada. No debemos olvidar que en esta apertura, quizd como en ninguna otra, el valor de cada jugada es enorme; desde el inicio se debe es- tar preparado psicolégicamente para adoptar decisiones importan- tes; aqui no es posible tomarse ciertas libertades, como elegir pla- nes sin un objetivo concreto, o rea- lizar jugadas sin ninguna razon en particular que a veces puede suce- der en otras aperturas, por ejem- plo en la Defensa Francesa vemos como las negras tras jugar ... &b4 estan listas para hacer regresar a su alfil dos jugadas mas tarde (des- pués de 4. 5 b6 5. Wed 218), esta maniobra no es antiposicional y esta recomendada por la teoria, ya que al estar el centro bloqueado por los peones la pérdida de dos tiempos por parte del negro no tie- ne una significacion especial Pero en la Defensa Siciliana ta- les experimentos son imposibles, las negras sencillamente carecen de tiempo para maniobrar de esa forma; sdlo en la variante Anders- son, la construccién «erizon, los acontecimientos se desarrollan len- tamente, al maniobrar cada bando dentro de su propio territorio, no hay contacto rapido de las fuerzas y por tanto se toman medidas me- Nos apremiantes, pero esta varian- te es una excepcion a la regla ge- neral y no constituye un ejemplo ti- pico de la Defensa Siciliana, en donde cada jugada vale su peso en oro y a veces la posicion exige que se encuentre la mejor, la unica para salvar el problema. Por eso la lucha se tensa desde el inicio del juego. Todos estos factores son lo suficientemente atractivos como para que la Defensa Siciliana sea tan popular entre los entusiastas del ajedrez. Hablando hoy sobre esta defen- sa puede decirse con seguridad que es para jugadores con nervios de acero, ya que su gran numero de variantes y lineas semeja a un laberinto con muchas salidas fal- sas, y encontrar el unico camino para salir puede no ser tan simple. Los complejos problemas de la apertura pueden por supuesto re- frenar a un jugador; ademas, a me- nudo no es el propio peligro el que atemoriza, sino sus efectos adver- sos sobre el estado de animo. En- contrandoselo de frente, el jugador comienza a ponerse nervioso, lle- gando incluso al panico, pierde el hilo de su meditacion y es rapida- 8 mente derrotado. Esta claro que para tales jugadores la Siciliana es manifiestamente inapropiada y les aconsejamos que escojan otras aperturas més tranquilas para su repertorio con negras. Puede suceder también que el jugador con blancas no presente la suficiente decision o resolutividad, propiedades consustanciales con esta defensa (incluso cuando se eli- gen lineas mas posicionales hay que estar preparados para accio- nes audaces) e intenta jugar contra la Siciliana, sin un elemento de Tiesgo, excesivamente cauto y se- guro; entonces lo mas probable es que las blancas pierdan la iniciati- va que pasara a las negras. La conclusion es obvia: en tal caso, cuando te encuentres con un jugador Siciliano ypor qué abrir con 1. e4 si temes el «cruce de es- padas»? {por qué no empiezas me- Jor con 1. d4?, los juegos cerrados no requieren usualmente una ac- cion tan viva en Ja apertura, hay menos variantes violentas y los acontecimientos adquieren rasgos mas tranquilos. La correcta eleccion de la aper- tura es un factor muy importante en la carrera de cualquier jugador de ajedrez. Puede compararse con la eleccion de una profesién, en donde no solo has de tener en cuenta tus gustos y tu caracter, sino también has de evaluar acer- tadamente tu valia y tus posibilida- des, Y si un jugador se muestra como un tipico «Siciliano» enton- ces esta apertura Ilegara a conver- tirse en su mejor arma y le sera una fiel servidora durante toda su carrera. Puede que no siempre ten- ga éxito, pero es muy poco proba- ble que Iegue a desilusionarle, ya que posee unas posibilidades de contrajuego activo mucho mas ri- cas que en otras aperturas. Hemos también de prestar aten- cién a otro factor significativo que caracteriza a la Defensa Siciliana. Nos referimos a los debates tedri- cos, los cuales reflejan la esencia de la apertura misma. Por supues- to que las disputas tedricas se dan también en otras aperturas, pero en la Siciliana resultan excepcio- nalmente agudas y polémicas, y la valoracién de muchas posiciones problematicas solo pueden deter- minarse directamente ante el table- ro. Con argumentos decisivos, in- flexibles, los jugadores tratan de buscar la verdad, oculta en esa o aquella posicién critica. La expe- Tiencia demuestra que los intentos por evitar la polémica y desviarse de las principales variantes, condu- ce normalmente a un deterioro cla- to de la posicién. Asi, en las agu- das lineas de la Dragén o la Naj- dorf, es ildgico para el blanco elu- dir el enroque largo, se pierde la tension de la apertura y las negras obtienen una total igualdad. Igual- mente, para las negras puede resul- tar desfavorable, por ejemplo, elu- dir los riesgos asociados a la acep- tacion de sacrificios, creyendo que asi se evita el peligro; tales estrate- gias dejan a las blancas las manos completamente libres, permitién- dole dominar el tablero. Dos ad- versarios que se enfrentan sobre el «campo Siciliano» deben estar pre- parados para una confrontacién abierta. Concluyendo, la Defensa Sici- liana consigue victorias para las blancas y para las negras; el por- centaje de tablas es pequefio debi- do a que los jugadores Sicilianos estan siempre deseosos de duras pugnas, En este libro el lector encontra- ra un numero amplio de buenos ejemplos en partidas de conocidos grandes maestros. Este material ilustrativo podra ayudar tanto a ju- gadores de alto nivel como a los aficionados de clubs a progresar en el desarrollo de su juego. El autor desea que este profun- do estudio sobre los problemas de su defensa favorita, los numerosos analisis criticos y objetivos, y la inacabable busqueda de «E] Dora- do» Siciliano ayude al lector a ob- tener una mayor maestria en la complejidad de la estrategia y tac- tica ajedrecistica en general. PRIMERA PARTE Experiencias de apertura con la Defensa Siciliana En esto obra discutiremos la fose inicial de lo Defensa Siciliana: la apertura, un temo sobre el que se han escrito innumerables libros, tonto en lo ex Union Soviética, como en Occidente. Nuestra idea consiste, sin embargo, en examinar lo Defense Siciliane desde el punto de visto de los problemos que se originan tanto para les blencos como para las negras. Esto parte comprende tres capitulos 1 Aplastantes derrotas en la apertura. 2 Innovaciones preparadas. 3 Debates teéricos. 1, APLASTANTES DERROTAS EN LA APERTURA En la Defensa Siciliana nos en- contramos a menudo con partidas que no exceden el par de docenas de jugadas de duracién. Estas de- frotas apabullantes son inflingidas mas a menudo por las blancas, de- bido a que su juego es mas agresi- vo y enérgico. Por parte de las ne- gras, las razones principales de es- tas derrotas son las transgresiones que realizan de los principios basi- cos de la apertura; si estos son, en general, el alfa y el omega del co- mienzo del juego, en la Def. Sici- liana adquieren una importancia especial; no debe olvidarse que muchas variantes de esta apertura se desarrollan bajo una lucha com- plicada y tensa y que aqui la libre interpretacion de las reglas de aje- drez pueden tener fatales conse- cuencias. 1.1. RETRASO EN EL DESARROLLO El desarrollo de las piezas es un tema universal dentro de las aper- turas. La correcta movilizacion de las fuerzas en esta fase de la parti- da es de vital importancia; por consiguiente, el bien conocido axioma que el desarrollo de las pie- zas es el principio mas sagrado de- beria ser inculcado en todo juga- dor de ajedrez, porque si lo olvi- da, recibira inevitablemente un se- vero castigo. E] retraso de desarrollo se nota de una forma especialmente inten- sa en la Def. Siciliana, en donde las rapidas escaramuzas en el cen- tro pueden llevar a rapidos desas- tres. Con relativa frecuencia, la prac- tica de un jugador entra en contra- diccién con sus conocimientos y comprensién del juego, y asi en- contramos en partidas de maestros y grandes maestros experimentos de aperturas a veces hasta ridicu- los, con el fin de desviarse de las lineas tedricas mas conocidas, o bien, para llevar a cabo ideas «ul- tra originales». Los resultados son generalmente fatales. En el ejemplo que sigue el ne- gro transgrede dos principios basi- cos de apertura: abre prematura- mente el centro y pone en juego ra- pidamente su dama, exponiéndola al ataque de las piezas enemigas; el resultado es un retraso en el de- sarrollo, circunstancia que el blan- co explota de forma contundente. © BOLESLAVSKY @ GURGENIDZE Rostov Don 1960 led 5 2, Bf De6 3.d4 45? El G. M. georgiano es un juga- dor con un considerable y original talento y en muchas ocasiones ha puesto en practica ideas interesan- tes € inusuales en aperturas, pero en esta ocasion se extralimita, es- pecialmente en el quinto movi- miento. 4. exdS WxdS 5. Bc3 Web+? Es dificil comprender qué mo- vid a Gurgenidze a dar este jaque. Desde consideraciones generales es obvio que el movimiento es malo, aunque no se vea tna refu- tacion inmediata 6 Red ox dd 7. Qed wd7 8. Ddb5! om jQué pronto se han producido las amenazas blancas! Las negras estan obligadas a realizar movi- mientos ineficaces. 8... Ebs 8... Wedl+ no es posible, ya que después de 9. E*dl la pérdi- da de la torre es inevitable ante la amenaza del mate. 9, We2! iUn acercamiento concreto a la posicion! Ahora las blancas con- cluyen elegantemente su ataque. 9 {6 10. 2dl Wes 1B @hs (DIAGRAMA 1) La ventaja blanca en el desarro- llo permite asestar un golpe defini- tivo. 12. @*a7! 13. Qd6+ En la siguiente miniatura, muy instructiva, el negro elige un pobre plan de desarrollo y de nuevo abre el centro demasiado pronto, por lo que es rapidamente castigado. @xa7 Abandonan © ARONIN @ KANTONOVICH Moscu, 1960 led 5 2, OB g6 3.3 b6 Una continuacién dudosa; de- bid haber desarrollado una pieza con 3. ... Df 4.4 ab7 5. ed d5? La prematura actividad negra centro resulta 05... ed lampoco es posi ble a causa del tipico golpe 6 Axt7+. Pudo haber jugado 5 ae? 6. exd5 &xd5? Un error conduce a otro. 7, Wade! Reb 7... Qc6 tambien pierde: 8. DeS Hc8 9. RbS We7 10. Kf4 RHE 11. Rg3, etc. 8. DeS! Abandonan Consideremos ahora un ejem- plo clasico de explotacion del re- traso en el desarrollo ocurrido en la famosa partida entre Em. Las- ker y Pirc. E] viejo ex campeon, de 67 anos, demolio literalmente la erronea estrategia de apertura de su joven oponente. Mientras el ne- gro perdia cuatro (!) tiempos (que habrian sido, después de todo, no solamente cuantificados, sino tam- bién cuidadosamente sopesados). en maniobras de caballo en el ala de dama sin un objetivo claro, el blanco no solo movilizo sus fuer- Zas, sino que tambien llevo a cabo el avance tematico f4-f5; entonces vino un espectacular sact calidad que decidié el resultado O EM. LASKER @ PIRC Moscu, 1935 led 5 2. D3 Bb 3.d4 exd4 4. Dxdd O6 §. Bc3 d6 6. Red 6 Los jugadores han escogido la variante Scheveningen, de moda alin en nuestros dias. 7. 00 a6 8. Red We? 9. £4 a5? El plan concebido por el negro es incorrecto e incumple el princi- pio de no mover la misma pieza dos veces en la apertura. Pudo ha- ber jugado 9. ... &e7 desarrollan- do el ala de rey y preparando el en- rogue. 10. f5! La reaccién natural al incorrec- to juego negro 10. ... Ded? Como ya habiamos dicho, los errores a menudo no vienen solos. Ciertamente. ain después de ovras Jugadas, como 10. ... Re7 0 10. 5 las blancas conservan una ven- taja considrable, por ej. 10. ... eS 11 @b3 Bed 12. Axed Weed 13 WG. Be7 15 Ses Ml. acd Bcd 12. fe6 f«e6? (DIAGRAMA 3) z we El ultimo y fatal error del negro en esta partida. 12... R¥e6 era mas tenaz. Aunque tendrian aun muchas dificultades debido a sus numerosas debilidades en e| cen- tro. 3. 2*f6! Esta fuerte jugada castiga defi- nitivamente al negro por todos sus errores, Biss gxf6 14. Whs+ Sas EI sacrificio de calidad fue cur dadosamente calculado por Las- ker: los otros dos posibles movi- mientos del rey también pierden si 14. ... &d7 15. WIT+ Re7 16 DS! ZeS 17. Sl. mientras que Be7 sigue 15, DfS+! exf5 Sd? 16. B+ bc6 17. +) 16, BdS+ Sd8 17, Rb6+ 7 18, WF y gana 15. 87 a7 B27 podia haber co: tinuado 16 Bei (16... We 17. Daa! BFS 18. Weh7 ges 19 b6' Wd7 20, Whs+ BP 21 &e7+ Bf 22. Wh8 mate) 17 Dxd6 &«d6 18. Rb6+ Kc7 19 Edl+, ete. 16, Wx f6+ Se7 17. Wxb8 hb 18. Dxe6+! = Hred 19, Wxa8 re3+ 20. $h1 abandonan Esta partida se publicé en todas las revistas especializadas de] mun- do, Parece bastante improbable- que alguien asuma de forma deli- berada los riesgos que corrieron las negras en la partida Lasker- Pire. Pero de forma bastante para- djica, 51 afios después, en la Olimpiada de Dubai en un match importante, URSS-Inglaterra con gran‘sorpresa para jugadores y en- trenadores de ambos equipos, en la partida Nunn-Sokolov se lego a una posicion casi idéntica, La uni- ca diferencia estaba en que las ne- gras no habian desarrollado el ca- ballo a (6, sino su alfil a ¢7, lo que no afecta esencialmente la evalua- cion de la posicion. Las negras se encontraban con una gran desven- taja de desarrollo y las blancas dis- ponian de varios caminos para r lizar su ventaja posicional. Es difi- cil ofrecer una explicacién de por qué Sokolov decidio entrar en esa posicion. Indudablemente conocia la partida Lasker-Pirc: en la ju da 11 no hizo Bf6 y asi evito el enficio de calidad; posiblemente se trataba de un experimento de aper- tura, evocado por una «llamada a la lucha» o quiza pensé que con he? podria llevar a cabo una nue- va idea defensiva. En todo caso. después de la partida, Sokolov en el post-mortem intento defender la posicion del negro... pero en vano. Mi impresion es que en esta parti- da el joven y talentoso gran maes- tro decidid, en la tension del mo- mento, «jugar con fuego» pensan- do que en semejante posicion se- ria posible aguantar. Pero Ja ley del desarrollo de pie- zas es despiadada y todos estan so- metidos a ella, desde el jugador amateur a los fuertes grandes maestros. © NUNN @ SOKOLOV Dubai, 1986 1. e4 c5 2. DG 06 3. dd exdd 4. Dxdd DBc6 5. De3 a6 6. Re2 d6 7, Re3 We7 8. £4 Dad? 9.00 Ded 10. Rxe4 Bxcd 11. (5! Re7 Si ahora Jas blancas hubieran ju- gado 12. fxe6 fxe6 13. eS! dxe5 I4. WhS+, las negras no tendrian motivos para sentirse optimistas. Sin embargo, la jugada realizada por Nunn es también suficiente- mente buena. 12, Wg hs?! Esto debilita definitivamente una posicion ya dudosa. 12.... 26 (12. ... B62! 13. Wxg7 Bes 14. era también insuficiente en vista de 13. fxe6 fxe6 14. e5! ... &xe5 15. De4o 15. Zadl, con un ataque muy fuerte. El unico cami- no para construir una defensa pa- saba por 11. ... 96. 13. 8 216 jDesarrollo! jdesarrollo!; 13 46 habria sido lo menos malo. 14, fee6 f«e6 Ahora el ataque blanco se desa- rrolla sin oposicién. Bueno o malo. el negro tenia que recapturar con el afil. 15. e5! Exponiendo decisivamente los grandes puntos débiles de la posi- cion negra. Las piezas blancas caen sobre el indefenso rey enemi- 20. 1S. sas deeS 16, Ded We7 17. Wg3! Bet 18. Bad] ha Ante 18. ... &d7 lo mas convin- cente es B*f6l y si 19. ... g*f6 (19 .. 0-0-0 20. Bf7), entonces 20 {6+ S17 21. BP! y no la pena tratar de buscar una def satisfactoria 19, Bx fo+ 276 20. Hg7 Bm 20. =z i w+ Sd8 WAR+! Heva al mate 21. Bxf6 2x6 22. Wxf6 Wd6 22, ... exd4 también pierde: 23. Wh8+ d7 24. Hxd4+, o 23. ... Of7 24, Bfl+ 23. &g5! Esto concluye rapidamente la partida. 23... exdd 24. Bxdd DdS (si 24. ... We5 25. b4) 24, Hxd5! abandonan. La desventaja de desarrollo se nota de una forma intensa cuando uno de los dos bandos, general- mente el negro, comienza a jugar de una forma activa. Un ejemplo tipico nos lo muestra la siguiente partida. La estrategia en la apertu- ra del negro result insuficiente debido a un déficit de las unidades que entran en lucha. O FISCHER @ DELY Skopje, 1967 1. e4 c5 2. DF3 d6 3. d4 cxdd 4. Dxd4 Of6 5. Dc3 Dc6 6. Rcd e6 7. Rb3 a6 8. £4 WaS EI negro ha decidido escoger un plan que implica el contragolpe te- matico siciliano ... d5. Pero no han logrado tener en cuenta los mati- ces de la posicion resultante, y el prematuro choque de las fuerzas permitira al blanco demostrar con un estilo conciso su superioridad en el desarrollo. 9. 0-0 @xd4 También es posible la inmedia- ta 9, ... d5. En opinion de Fischer, 18 la siguiente variante da ventaja al blanco: 10. Sxc6 bxc6 II. f5 Ke5+ 12. hl 0-0 13. eS ... Bd7, seguido de 14. £6 6 14. WhS. 10. Wxd4 a 1. Re3 ~ El plan negro sufre un fiasco —no ha tenido éxito en e] desarro- Ilo de las piezas—. Las blancas montan un rapido ataque sobre el Tey negro atrapado en el centro. Dxed dxed iFischer acostumbraba a mane- jar este tipo de posiciones con una precision poco comun! La apertu- ta de la columna f decide rapida- mente el juego. 13. wb4 Si 13. ... exf5 podria haber se- guido 14. Ra4+ bS 15. Wd5! Bb8 16. WeS+. 14. f«e6 15. Rxe6 2x06 fxe6 16. BB+! El concluyente golpe tactico, pensado de antemano por Fischer. 16... Wx 17. Wad+! Abandonan A.17.... bS continua 18. Wxe4 Ed8 19. Wc6 Zd7 20. Bdl. En la practica existen numero- sos ejemplos en los que un jugador olvida el desarrollo de sus fuerzas tratando de ganar material. Existe una tipica enfermedad ajedrecistica llamada «apropiacion de pedn» jCuantos grandes maes- tros, maestros y otros jugadores han padecido y continuan pade- ciendo de sus dolencias, tan difici- les de curar! Las consecuencias de la «apropiacion de pedn» son nor- malmente indeseables; la codicia, como se sabe, es un pecado. Los peones «envenenados» son los que constituyen mas a menudo el pre- sente griego. Se hace pertinente recordar el consejo de Tarrasch: «en la aper- tura ... debe aspirarse a conseguir una buena posicién y no a obtener ventaja material». Un instructivo ejemplo nos lo aporta la siguiente partida, en don- de las negras fueron incapaces de resistir la tentacion y como por inercia fueron capturando uno tras otro los peones enemigos. E! blan- co concreto su ventaja de desarro- llo mediante golpes combinativos. © KERES @ WINTER Ol. Varsovia 1935 lied cS 2, B3 Dfe Desde las primeras jugadas el maestro inglés trata de alejarse de los caminos mis trillados y elige la variante Nimzowitch, poco explo- tada en aquel tiempo. 3.5 2d5 4, DBc3 6 5. Bxd5 La teoria moderna considera 5. Se4 mas prometedora. 1B. ove exd5 6. d4 46 . Todavia no era conocida por aquella época la aguda variante con 6. ... c6, en donde las negras, sacrificando un pedn tratan de apoderarse de la iniciativa. 7, Regd! Esta jugada, improvisada por Keres sobre el tablero, se conside- ra aun hoy como la continuacion mas fuerte. E] movimiento entor- pece el desarrollo del flanco de rey negro. La dama negra no tiene elecciones agradables: 7... Re7 falla por 8. &«e7 Wxe7 9. dxc5 dxc5 10. Wxd5; y 7... Wb6 8. dxc5 conduce a la pérdida del pedn d5. Poa ‘Was+ 8.3 - Winter contaba con 8. 2d? a la que replicaria 8... Wb6. Boise exdd 9, 203! < «Una idea original, gracias a la cual esta variante de la Siciliana se transforma en un auténtico gambi- 19 to. 9. Wxd4 Bc6 10. We3 también es bueno para el blanco, pero la continuacion de Ja partida es mas activa y coloca a las negras con problemas dificiles» (Keres). 9. vee dxc3 10. 00! a Sacrificando tres peones las blancas suman nuevos efectivos al juego con ganancia de tiempo. 10. ... exb2 Quiza fuera ahora el momento de detenerse y comenzar a desa- rrollar sus piezas con 10. ... Ac6. Pero aiin asi, en opinion de Keres, las blancas mantendrian la iniciati- va después de 1]. Hel £e6 12. bxc3 dxeS 13. Oxe5 14. Bxe5 Rd6 15. Bxe6+! fxe6 16. WhS+. 11, Zbl d«e5? El ultimo y decisivo error. Ju- gando 11. ... Bc6 las negras po- drian construir algo parecido a una defensa, aunque la posicién se- guiria siendo desesperada. Es cu- riosa la siguiente variante: 12. Zel Re6 13. Exb2 Wc7 14. Wb! Bb8 15. Hel £d7 (16. Hxc6 estaba amenazandose). 16. e6! fxe6 17 Rg6+! hxg6 18. Bxg6 mate. 12. Bee Rd6 (DIAGRAMA 6) 12. ... &e6 tampoco evitaba la caida: después de 13. Hb? el ata- que blanco es irresistible. Por ¢j. si 13... Qc6, entonces 14. Bxb7 Bees 15. RbS+ Bd7 16. Wxd5!! 20 El movimiento realizado también permite una combinacién espec- tacular. 13. O*f7 en 14. WhS+ = g6 Todos los movimientos del rey pierden: si 14. ... e615, RfS+ 6 14... Bg8 15. We8+ BB 16. Re7 &d7 17, &f5. Mientras que a 14 « f8 Keres tenia preparado 15. Br Rd7 16. Wi3+ dg8 17. e7! 15. 2xg6+! hxg6 16. Wxh8 21517. Bfel 2e4 18. Zed! dxed 19. Wf6+ abandonan Las amenazas de mate son inevi- tables. © KARAKLAJIC @ S.NIKOLIC Pristina, 1973. led J 2. OF 6 3. RbS+ dT 4. &xd7 Wxd7 5.04 Wea? Una salida antiposicional. Las ne- gras ganan un peon, pero en el cen- tro del tablero su dama sufrira per- 6. 00 7. da! La reaccién légica. Al obtener ventaja en el desarrollo, el blanco debe abrir el centro tan pronto como pueda Wxed Te on Deb 83 Wes 9. bs! Es interesante hacer notar que el caballo de bS creara amenazas direc- tas al rey enemigo hasta el final del Juego. 9. a ‘Wd7 10. dxc5 dxcS 1h. Rf4! 7 Las negras tienen un pedn de mas, pero las blancas han ganado la batalla de la apertura, como demues- tra una ojeada al ala del rey negro. IL... 0-0-0 Después de 1]... Wxdl 12. Baxdl las negras pierden inevita- blemente la calidad. 12. Ba4 wis Si 12. ... a6 podria haber conti- nuado 13. DeS DxeS 14. KxeS, con multiples amenazas. 13, £23 a6 14, Had] Exdl 15, Exdl 2f6 (DIAGRAMA 7) 16, Wa5! Abandonan El mate es inevitable. A 16. ... eB sigue 17. Ha7+ Dxa7 18. Bds mate. Veamos otro ejemplo sobre el mismo tema. O BROWNE @ QUINTEROS Wijk aan Zee 1974 1. 04.5 2, DF d6 3. 2b5+ Qd7 4, &xd7+ @xd7 5. c4 Wed? La historia se repite con cierta re- gularidad. De nuevo las negras evi- tan la natural 5. ... c6, o también 5. ... Df6, y eligen un camino defec- tuoso. 6.00 Bxed 7. d4 exdd Quiz el gran maestro argentino conociera la partida anterior y ha decidido variar. 8 Hel We6 9. Dxdd Wxcd? Quinteros, como hipnotizado, captura los peones «envenenados». La decision negra es inexplicable, aunque alin después de otras cont nuaciones su posicion seria dudosa, por ¢j.: 9... Wd7 10, BbS e6 11. 21 Rf4 €5 12. B1c3 a6 13. Wad! o 12. - B§6 13, c5! Pero después de la ju- gada realizada el negro esta obliga- do a perder, es te que esta demasiado retrasado en el desa- rrollo. 10. 4a3 WB 11. £4 wa7 Después de la insensata maniobra wa» Wd7-24e4-06-04-c8-d7, la dama negra retorna a casa. Pero durante este tiempo el blanco ha puesto en juego casi todas sus piezas. 12. Dabs 5 13. &xeS! dxe5 14, BxeS+ eT 15, BdS We8 16. Of os 17, Qxe7 bxe7 18. BeS+ Abandonan Hemos dicho que el desarrollo de las piezas en la apertura es un principio basico. No obstante, el ajedrez no soporta dogmatismos y aun la regla del desarrollo solicita una interpretacion creativa que a veces corra contraria a las normas generalmente aceptadas. En otras palabras, una posicion concreta 22 puede tener tales sorprendentes matices que solucionarla pasa so- lamente por una excepcion a la re- gla. Y esto es valido no solo en la Siciliana. Se conocen numerosos ejemplos en los cuales los jugado- res han actuado aparentemente en desacuerdo a las reglas, incum- pliendo la ley del desarrollo; recha- zando lo rutinario, resuelven los problemas de apertura de una for- ma creativa, lo que a la larga les re- portan éxitos. Un notable ejemplo nos lo da la conocida partida Alek- hine-Rubinstein, La Haya, 1921. Cierto, la partida no es una Defen- sa Siciliana pero muestra profun- da e instructivamente el juego fres- co y el pensamiento concreto de un gran jugador. Para una mejor comprension de la evolucion del juego damos los comentarios de Alekhine de forma abreviada 1, d4 a5 2. 3 6 3.4 a6 «Necesaria en un buen numero de variantes del gambito de dama aceptado, 3. ... a6 es aqui una sim- ple pérdida de tiempo, y ademas crea debilidades en el ala de dama si el blanco continda 4. cxd5 0 ain 4. c5 como en la partida. 4.05 Deb 5. 264 Dge7 6. Bc3 Dg6 7. he3! & jUna jugada bastante fuera de lo comin! El blanco a la vez que impide 7. ... e5, evita el cambio de su alfil dama. Te sew b6 EI negro, teniendo que renun- ciar a la posibilidad de romper en el centro, al menos elimina el peon «c» adversario y calcula el asegu- rarse una ventaja en el desarrollo debido a la inusual posicién del al- fil blanco en e3. 8. cxb6 9. hat La unica forma de debilitar las casillas negras de la posicion ene- miga, y obtener asi un porvenir para su alfil dama. 9. or Rd6 Si 9... hS entonces 10. &g5 [6 11. We2 seguido de 12. Rd2, e2-€3 a2-a3 y &d3 con mejor juego para el blanco. 10. h5 11. h6t jLa clave! Si el negro captura el peon «h» debilita el suyo propio sin la mas minima compensacion, y si no lo toma, el alfil blanco ocu- para la diagonal h4-d8, en donde ejercera una presion muy embara- Zosa. xb6 Bge7 11... g6 12, £g5 00 13, R£6! (DIAGRAMA 9) jUna posicion extraordinaria después de la jugada 13* de un Gambito de Dama! Durante los trece primeros movimientos el blanco ha jugado ues veces su peon «h», tres veces su pedn «c» y su alfil dama otras cuatro, des- pués de lo cual han obtenido una posicion muy ventajosa, sino ya ganadora. Es especialmente con respecto a la original apertura de esta partida que la gente habla de «técnica hi- permoderna», «escuela neorro- mantica», etc. La cuestion es en realidad mucho mas sencilla. El negro se ha permitido algunas ex- centricidades en la apertura —3. ... a6, 5. ... Dge7, 6. ... Dgb— las cua- les sin la reaccion de su oponente —por ej. 7. e3 en vez de 7. Re3 o 9. g3 en vez de 9. h4— le daria buen juego en el final. Es por tan- to por una necesidad y no por una idea preconcebida que decidi el avance del peén «h», evitando que el negro se asegurase una ventaja en el centro. Pero, como regla, ta- les excentricidades en la fase de la apertura no van con mi tempera- mento ni mi estilo». Asi es como Alekhine anotaba la apertura de esta partida, que tras complicada y tensa lucha fina- liz6 con la victoria del blanco. Me gustaria ahora hacer men- 23 cion a mi «plato favorito»: la va- riante Polugaievsky. 1. e4 c5 2. D3 d6 3, d4 cxd4 4. Dxd4 Df6 5. Dcc3 a6 6. Res e6 7. £4 DS 8. e5 dxeS 9. fxe5 We7 10. exf6 WeS+ 11. e2 Wxg5 12. 0-0 Be 3 EY A M2 Ba A Se Bveus Aun una breve ojeada es sufi- ciente para darse cuenta de cuan dudosa es desde el punto de vista de las reglas de ajedrez. pero has- ta el presente, la variante vive to- davia y las blancas continuan bus- cando la clave de su refutacion. Ya he escrito en mi libro «La prepa- racion de un gran maestro» acer- ca de como estaba educada mi mente joven, cuanto sufrid y qué cantidad de esfuerzo, tiempo y energia psiquica gasto. Pero fue esta ultima jugada, aparentemente sin sentido, 12. ... WeS! la que me costo un particular esfuerzo. Com- prendi que las negras con todas sus piezas sin desarrollar, estaban rea- lizando el cuarto (!) movimiento sucesivo con su dama. Pienso que de haber estado observando todo esto, el Dr. Tarrasch se habria 24 mostrado indignado ... pero qué puede hacer uno ..., los tiempos cambian en el ajedrez y con ellos surgen nuevas formas de valora- cion. Por raro que parezca, concien- zudos andlisis y la experiencia Practica confirmaron la viabilidad de mi paraddjica idea. Un acercamiento no dogmatico y concreto a la posicidn demostra- ba que no habia un medio facil para el blanco de explotar su ven- taja de desarrollo. Debemos separar los rasgos dis- tintivos de la posicion y clarificar por qué el «loco» camino de la dama negra es, después de todo, li- cito. Se revela que la dama centrali- zada, al no ser facil desalojarla, —las blancas notan la ausencia del alfil de casillas negras, asi como la debilidad de dichas casillas— es uno de los principales triunfos del negro; impiden al blanco el mon- taje de un ataque jugando el caba- Ilo a e4, y el intento de alejar la dama por medio de 13. £3 per- mite al negro poner en juego su al- fil ganando un tiempo mediante 3... &c5+. En otras variantes la amenaza negra ... &c5 fuerza al blanco a perder un tiempo con hl. Ademias, el negro dispone de la fuerte maniobra ... Za7-d7, que neutralizaria completamente la aparente ventaja blanca de desa- trollo (aqui se percibe el desafor- tunado emplazamiento de la dama en dl y el caballo en d4). No debe olvidarse que la posicién tiene un caracter abierto y las megras po- seen dos espléndidos alfiles. Si, y no temo en calificarlos de esplen- didos, porque atin permaneciendo ambos en sus casillas iniciales, cada uno esta listo para adquirir gran actividad. En poco tiempo, las piezas negras Iegardn a estar completamente coordinadas, apo- yandose y defendiéndose mutua- mente. Asi, inicialmente el negro permite a su oponente la ocasion de adquirir ventaja de desarrollo, entonces aprieta el acelerador y compensa su omision. Todo esto constituye las razones de por qué todavia hay que seguir buscando un antidoto de la varian- te en aquellas lineas en que el blan- co renuncia a su alfil de g5. En otras continuaciones de la variante, en donde las blancas con- servan su alfil de casillas negras, por ejemplo de la linea con 10. We2, de nuevo su ventaja no se ve cla- ta. Después de todo, han gastado tiempo en el movimiento de peo- nes, e2-€4, f2-f4 y e¢e5 y para mantener e] puesto avanzado de 5 han desarrollado su dama tor- pemente, bloqueando su alfil de casillas blancas. Con el avance del peon a e5 el blanco da la impre- sién de crear una ventaja de espa- cio, pero al mismo tiempo se ha abierto Ja diagonal hl-a8 por don- de el alfil dama negro se volvera muy activo, tanto en ataque como defendiendo su rey —que en algu- nas ocasiones permanece en el centro— al controlar importantes casillas centrales. La siguiente continuacin de la variante Najdorf es otra excepcion ala regla: 1. e4 c5 2, Df3 d6 3. d4 oxd4 4, Oxd4 DI6 5, Dc3 a6 6. 2g5 e6 7. £4 Wh6 (diagrama 12) seguido de 8. ... @b2. Ya hemos hablado sobre Ja inconveniencia de sacar tan pronto la dama, so- bre los peligros de la «apropiacién de peones», sobre la necesidad del desarrollo de piezas, etc. Ya en la 7." jugada el negro hace entrar en juego a su dama y luego captura un pedn aparentemente «envene- nado». Un razonamiento dogma- tico sugiere que el negro ha reali- zado jugadas inexactas, mientras el blanco ha jugado de forma co- rrecta y por tanto un castigo de- beria estar préximo. Sin embargo, la variante mantiene actual su in- terés y las blancas han sido inca- paces de refutarla en las ya varias décadas de su existencia. ,Por qué? (DIAGRAMA 12) De nuevo tratemos de obtener una comprension creativa. de lo que esta sucediendo. Una investi- 25 gacion mas intensa en los misterios de esta original posicion nos mues- tra las buenas posibilidades poten- ciales que tienen las negras. {Cual es el objetivo principal del movi- miento de la dama a b6? La de crear una disarmonia en la posi- cion blanca que tiene que resolver el problema de defender la diago- nal gl-a7; por tanto, generalmen- te, tienen que sacrificar el peén de b2 para poder realizar el enroque corto. Después de 8. Wd2 (en caso de 8. 4b3 el caballo blanco se ale- ja del centro y justifica 7. ... Wb6) 8. ... Wxb2 el blanco debe perder un tiempo en 9. Hb1. La dama ne- gra se propone obtener una buena posicién en a5 o c5 y parece que la torre blanca le empujara a ello. Desde estas casillas la dama insti- gard constantemente a las piezas enemigas: desde a5 crea la desa- gradable clavada sobre el caballo de c3 con su dama en d2, mientras que desde cS realiza otra clavada, la del caballo en d4 con su rey en gl. Lo que podemos ver, en un sentido, es un aparente derroche de tiempo del negro, pero tambien 26 las blancas tienen, hasta cierto punto, las manos atadas, no pu- diendo actuar con libertad. Para- ddjicamente, las jugadas obligadas de la dama negra crean amenazas concretas a las blancas. En muchas variantes la torre de bl permane- ce inactiva y su traslado al ala de tey (via b3) requiere tiempo. Ade- mas, las blancas ya no tienen op- cién al enroque largo, especial- mente peligroso para el negro por hacerlo mas sensible al ataque cen- tral e4e5 o bien, f4-f5. Después del enroque corto le resulta mas di- ficil al blanco el ataque y los enér- gicos sacrificios de piezas no son tan efectivos; como ha demostra- do la experiencia practica y nume- rosos anilisis, el negro tiene sufi- cientes recursos defensivos. Si se analiza cuidadosamente el desarrollo del blanco, un factor se hace particularmente notable: en primera instancia ha desarrollado su ala de dama —su caballo en c3, el afil a g5 y la dama a d2— con el propésito de enrocar por ese lado; el audaz ataque de la dama negra desorganiza sus planes y aunque tealiza jugadas de desarrollo debe perder mas tiempo en la moviliza- cion de su ala de rey —su rey no puede dejarse en el centro— y esto concede al negro algo de respiro. Estas caracteristicas posicionales permiten que la posicion negra sea considerada como perfectamente viable ... pero con esta condicién: el conocimiento de esta variante debe ser combinado con una obje- tiva, precisa y al mismo tiempo creativa evaluacion de cada posi- cién que emerja, ya que el juego es aqui de una naturaleza particular- mente especifica. Sin embargo, yo no seria com- pletamente honesto si no expresa- ra mi actitud personal con respec- to a la aventura negra 7. ... Wb6. Debo admitir que como «viejo» ju- gador siciliano, no me gusta el in- tento de ganar material en esta apertura, pues estoy convencido de que el unico plan correcto es el contraataque, basado en los con- tragolpes, en un desarrollo que se oponga al del contrario. Sobre ese principio esta basada mi variante: las negras no se proponen ganar material, sino que buscan la forma mas rapida de coordinar sus pie- zas, privando asi al rival de su ma- yor éxito: su ventaja de desarrollo. Auin asi, soy escéptico con la va- riante 7. ... Wb6 aunque por el mo- mento, la experiencia me demues- tra que ésta es una opinién subje- tiva. 1.2, LA UTILIDAD DEL SABER E] estudio de una cierta apetu- ra es una tarea dificil y laboriosa, especialmente en nuestros tiem- pos, donde un enorme torrente de informacion cae sobre nosotros como lluvia del cielo. A veces, un jugador ya sea un gran maestro, un maestro o simplemente un ama- leur, no puede conseguir asimilar la gran cantidad de nuevas ideas que surgen. Por esta razon a veces se daran condiciones desiguales en una partida, cuando los niveles de conocimientos de dos jugadores sobre una variante concreta son marcadamente desiguales. Uno ha analizado la posicion en casa y co- noce los recientes anilisis tedricos, mientras que el otro se encuentra en un territorio inhabitual y ante el tablero ha de comenzar la tarea de «reinventar la rueda». Especial- mente en la Def. Siciliana ocurre que la ignorancia de los correctos pasos a dar en la apertura es jus- tamente castigada. Un caso paraddjico sucedio en la larga carrera ajedrecistica de Sa- muel Reshevsky, pero que estuvo plenamemte justificado El veterano maestro americano es un jugador practico y siempre Presto poca atencidn a la teoria. Este defecto crénico se reveld en su encuentro con el chico de 15 afios Bobby Fischer durante el Cto. USA 1958-59. Reshevsky es- cogio una conocida variante de la Defensa Siciliana donde los pasos a dar parecian estar bien sabidos. Solamente se necesito que e] negro jugara incautamente en su 8." juga- da para que la reaccion blanca fue- ra inmediata; dos golpes combina- tivos decidieron el resultado de la partida. ;Cémo un venerable y ex- perimentado maestro, o el «viejo ledn» como afectuosamente le Ila- man sus compatriotas, pudo per- der una partida tan rapidamente, literalmente en diez movimientos? La respuesta se da en los comen- tarios a esta partida entre los dos excelentes grandes maestros ame- ricanos. 27 © FISCHER @ RESHEVSKY Cto USA 1958-59 Let 5 2. O13 Deb 3. d4 cxdd 4.Oxd4 96 5. he} he? 6. B3 ate El plan negro es realizar el avan- ce tematico ... d5 en un solo tiem- po, por lo que aplazan la jugada d6 7, 2c4 7. Bxc6 bxc6 & 5 Dds 9 Qxd5 cxd5 10, Wxd5 era’posible, ganando un pedn, pero tras 10. Eb8 el negro tiene contrajuego Te ws 00 El negro persiste en su plan. Es quiza por esta razon que el negro elude la mas precisa 7. ... Wa5, aunque en este momento podria haber transpuesto a las clasicas li- neas del Dragén con ... dé. 8. Rb3 Yo fui uno de los testigos del na- cimiento de esta trampa en que fue cogido Reshevsky. El primero que cayo en ella fue Shamkovich en una partida con Bastrikov durante el Cto. de la Federacién rusa, So- chi, 1958. Es indudable que Bastri- kov, un gran experto en la Defen- sa Siciliana, habia preparado la sorpresa en su analisis casero. Na- turalmente, las negras repararon en la posibilidad de &f7+, y asi en vez de 9. ... De8 jugd 9... Hxb3. atin asi perdié tras 10. exf6 Qxal Il. fxg7 Dxc2+ 12. Wxc2 Gg? 13. £4. Esta variante fue menciona- da en un articulo, «Novedades en la teoria de aperturas», Shakh- matny bulletin 1958, N.° 10. Fis- cher, que seguia cuidadosamente las publicaciones periddicas sovié- ticas de ajedrez (con este fin habia aprendido ruso), habia leido este articulo pocos meses antes de] Cto. USA... iy no en vano! 9. eS De8 10. &xf7+! en 11. Des! Si 11. ... &*e6 las blancas fuer- ae el mate: 12. Wd5+ #f5 13 «. Bxgd 14. Bel+ bhS 15 aie hel 16, We4 mate. Por eso Reshevsky prefirio ceder su dama a cambio de dos piezas menores con I. ... dxe6, y después de 12. Wed continud su inutil resisten- cia hasta la jugada 42. En las variantes que se estable- cen como principales en la Sicilia- na, en donde parece que esta casi todo sabido, para muchos jugado- res hay todavia bastanes puntos donde explorar. Las posiciones que surgen de ellas demandan una atencién particular; en muchas existen variantes forzadas que de- ben conocerse jugada a jugada, ya que el juego basado en la contfian- za de encontrar la continuacion mas fuerte sobre el tablero ofrece pocas esperanzas de éxito. Veremos algunos ejemplos en los que se repite la misma escena, las negras manifiestan su ignoran- cia de alguna variante de la Defen- sa Siciliana. © MATANOVIC @ GUFELD Skopje 1969 1. e4 5 2. Of 6 3. d4 oxd4 4. Oxdd a6 5. Dc3 a6 6. Bes 6 7.4 @bd7 8. El gran maestro yugoslavo esta dispuesto para entrar en una agu- da variante que incluye un sacrifi- cio de pieza, analizada de antema- no con detalle. Gufeld acepta el desafio. B... bs 9. Rxe6! fre6 10. Bxe6 3 (DIAGRAMA 14) | Ws? Gufeld obviamente no conocia la partida Parma-Szabo Solingen 1968, que continud 11. ds! Dxd5 12. WxdS We3+ 13. fl ®b6 14. Oc7+ od7 15. WH+ &c6. Aqui Parma escogid 16 DxaB Dxa8 17. WdS+ hc7 18 Eel! Wa7 19. ¢5 y también gand Mencionemos que en sus notas a la partida Parma-Szabo, Matano- vic y Parma sugieren 16. Sd5! como la jugada mas fuerte para se- guir el ataque y el G. M. soviético continud por estos anilisis hasta la jugada 20. La teoria considera que la mejor jugada es 10. ... Wa5! con juego de doble filo, como la prac- tica ha confirmado tantas veces. 11, 2d5! &xd5 12. W«d5 We3+ 12. ... &b7 falla por 13. Qc7+ Wxc7 14. Web+. 13. $f Db6 14. Bc7+ d7 15. WT+ Seb (DIAGRAMA 15) 16, &d5! Ahora el ataque blanco es irte- sistible. Si 16. @xd5_ 17. exdS 29 Bb6 18. 2d8+. Las negras tienen pocas posibilidades. 16. ... xed 17. We7+ xdS 18. Bdl+ be6 19. Zel Wrel+ 20. &xel h6 A 20. ... Bd5 vendria 21. Wc6 Bb8 22. Hf2 seguido por Zel+. 21, f5+! od5 El rey negro podria haber aca- bado también en una red de mate tras 21. ... &*f5 22. W7+! 22, Wxb6 hxg5 23. $f2 Zh4 24, Edl+ eS 25. Wc6 Zb8 26. We8+ Abandonan En una partida Urzica-Ungurea- nu, 1976, surgié una de las posi- ciones criticas de la var. Polu- gaievsky. (DIAGRAMA 16) Es bien conocido que aqui las negras tienen dos continuaciones posibles. La primera es 12. Wbs, tealizando una defensa late. ral de e6 y entorpeciendo seria- 30 mente las intenciones agresivas del blanco. El segundo plan negro im- plica la agresiva aunque también arriesgada 12. ... xe5. Su objeti- vo es eliminar el fuerte peon de eS y con ello la posicién avanzada de d6. Esta continuacion tiene sus pros y sus contras, pero la practi- ca ha demostrado su viabilidad. Realicé un detallado anilisis sobre ella en mi libro «La preparacion del gran maestro». Pero ya en su primera jugada el maestro rumano realiza un error garrafal. 12... h6?? Ahora el negro es rapidamente aniquilado. 13. Dxe6! 14. De7+l! El negro obviamente pasd por alto esta fuerte réplica. 14... xc? 15. We2+ Abandonan En una partida Berezyuk-Izhvin, Lvov 1976, el negro jugo 12. Wxe5, a lo que siguio 13. 2« bs axbS 14. Dcxb52!" WxeS El blanco no escoge el camino mas fuerte para atacar; después de todo, la idea principal del sacrifi- cio del alfil en bS es traer la torre de rey al juego sin pérdida de tiempo. 14... ‘5? La ignorancia es en efecto una cosa peligrosa. Esta jugada pseudo activa, que es la réplica mas fuerte a 14, Zhel, pierde forzosamente en la presente situacion. Las ne- gras tendrian defensa con 14. ... f5! y si lS. @*f5 (15. Wh3 o Wh4 pue- den ser respondidas tanto con 15. «» %xa2 como 15, ... #f7), enton- ces 15. ... exf5 16. Wc4 a6 17. &f4 Dbé6!, con ventaja del negro. 15. Dc7+! Alejando a la dama negra de la defensa de e6 15. Wxc7 16, Dxe6! a Para abrir la columna «e». ~ 16. ... Wes 17. De7+! iLa hechizada casilla ¢7! Aqui, para conseguir la apertura de la co- lumna e, la caballeria blanca se ha sacrificado a si misma. 17... Wxc7 18, We2+ Des 19. Wxe5+! jLa dama blanca es inmune! 19... eT 20. ¥xc7 Rxg5+ 21, &bl Hw 22. Wxb7 Abandonan O BELIAVSKY @ STEAN Lucerna, 1982 1. e4c5 2. Df3 d6 3. dd cxdd 4. Dxd4 Of6 5. Dc3 a6 6. Re5 e6 7. £4 Wb6 8. Wd2 Wxb2 9. Db3 @bd7 La experiencia en esta aguda va- riante ha demostrado que es mas seguro jugar 9.... Dc6.0 9. ... Wa3, pero el jugador ingles tiene buenos motivos para desviarse. En primer lugar, Beliavsky es un gran cono- cedor de tales posiciones, encon- trandose en ellas como en casa, en segundo lugar, esta variante surgi en la ronda previa de la olimpia- da, en la partida Beliavsky-Pinter donde el hiingaro jugé 9. ... Bc6 y perdido. 10. 2d3 bs? En la partida Petrushin-Dorosh- kevich, URSS, 1973, después de 10. ... Bc5 (10. ... Re7 también es posible), el negro mantuvo una po- sicion defendible: 11. 0-0 £d7 12. 31 Bees W6 13. WR WxcS 14. Wxc5 dxc5. 11. 00 DcS Estos dos errores sucesivos lle- van al negro a una derrota inme- diata. Podria aun haber presenta- do resistencia con 11. ... Wa3, aun- que en este caso el blanco obtiene una gran ventaja con 12. e5! dxe5 13. fxeS y si 13... @xeS 14. Bx f6! 12. «cS dxc5 13. &*f6 gxf6 14. Zabl Wa3 15. &*b5! Abandonan A15.... axb5 podria seguir 16. &*b5+ de7 17. Zfdl con mate inevitable. 1.3. DESCUIDOS; CAMINO HACIA EL DESASTRE Por mi propia experiencia pue- do afirmar con certeza que un ju- gador de ajedrez deberia desarro- lar la concentracién y aumentar la 32 vigilancia y la consciencia como un conductor de automévil. Los des- cuidos pueden ser fatales, tanto en la carretera como ante el tablero. Hay un buen nimero de ejem- plos, donde puede verse que en las fases iniciales de la Defensa Sici- liana se cometen pequefias inexac- titudes que dejan su marca en el posterior curso del juego. En la 6.° Jugada de la siguiente partida el G. M. soviético cometio mecanica- mente una transposicion de movi- mientos. O FISCHER @ TAHL Bled 1961 led 5 2. DB De6 3.44 exdd 4, Dxd4 6 En aquellos afios este sistema defensivo era especialmente popu- lar. 5. Bc3 ne En esta partida Fischer juega la apertura muy cuidadosamente; nunca habria conseguido ganar al ex campeon del mundo y el score entre ellos le era pesadamente des- favorable (+0 =2 -4) 5. ass Wc7 6.3 3 «He de admitir que me sorpren- did esta modesta continuacion» es- cribié Tahl. «Ahora, después de 6. . 867. Rg2 D6 8. 0-0, las negras pueden elegir entre 8. ... e7, re- trasando temporalmente el desa- rrollo del ala de dama; 8. ... d6, transponiendo a lineas normales de la Scheveningen, y 8. ... Q«d4 9, Wxd4 &c5. Yo estaba intentan- do meterme en esta ultima varian- te, y después de realizar mi jugada tranquilamente me alejé paseando por el escenario, esperando la res- puesta de mi oponente.» 6. wee O16? 7. Dabs! «En el tablero mural un caballo aparecio bastante inesperadamen- te en b5. {Qué tipo de sacrificio es éste? me pregunté con sorpresa. Pero de regreso hacia el tablero me di cuenta con horror que en vez de 6, ... a6 habia hecho otra ju- gada». Es interesante mencionar que un afio después, en el torneo de San Antonio, Bisguer presente en Bled, dejé pasar la oportunidad de explotar una posicién similar ante Benko. Ta: one ‘bs 8. R4 De5 Después de un largo periodo de reflexion, Tah] se decide por esta arriesgada continuacién ya que después de 8. ... e5 9. 225 a6 10. &*f6 las cosas estarian muy mal para las negras. A 10. ... gxf6 se- guiria 11. Ba3 bS 12. &d5! mien- tras si 10, ... axb5 11. M5. 9, Re2! Controlando f3, el blanco pre- para la fuerte amenaza 10. Wd4. De one cS Fischer y Tahl son unanimes al comentar que el negro tiene una posicion dificil después de 9. ... a6 10. Wd4 11. Hdl axb5 12. &xe5, 0 9 ... d6 10. Wd4 Ac6 11. @xd6+ od7 12. RbS Rxd6 13. 0-0-0 etc, 10, &xe5! Wxes 11. f4 bs 12. eS 26 12. ... Bg es totalmente malo a causa de 13. De4 Re7 14. Wd2 y no se ve la forma de como pue- de desarrollarse el negro. 13. exf6 axb5 14, f«g7 ws Keres opinaba que los apuros posicionales eran mas importantes después de 14. De4 218 15. Wadd g6, pero el joven Fischer prefiere ganar un peon. 14... Begs 15. Ded Re7 16. Wd4 Bad E] intento negro de complicar el juego esta obligado a ser inutil; las 33 piezas blancas estan demasiado bien situadas. 17, Df6+ 18. Wxf6 2x16 We7 19. 0-0-0! jLo mas convincente! Devol- viendo el pedn, Fischer explota su ventaja de desarrollo comenzando a atacar. 19. .. Exad 20. éb1 Ea6 20... Za5 era malo por 21. SSI, entonces 21. ... d5 (0 21. ... d6 22, 2xd6!) es refutado por 22. Hxd5 exd5 23. Zel+. Y despues de 20. ... Wa5 el tranquilo movi- miento 21. b3! mantiene la irresis- tible amenaza de 22, £hS. 21. Rxbs ae «Estaba. tan empefiado en no desperdiciar material que omiti 21. RhS d6 (021, ...d5 22 Bxd5!) 22. Bhel We7 23. Who &d7 24 W«h7 con rapida victoria», Admi- ti6 Fischer més tarde. 21... Bb6 22, 2d3 A] 23. freS! — 34 Lo mis simple y técnicamente el método mas correcto para ga- nar. Después de 23. Wxe5+ Wxe5 23. fxeS Exg7 el negro obtendria alguna chance para salvarse. La partida continuo 23. ... Exf6 24. exf6 WcS 25. &xh7 WeS 26. &xg8 Wxf6 27. Zhfl Wxg7 28. 2xf7+ 8 y el blanco realizO su ventaja material. En la siguiente partida se llego a una posicion tipica de la Scheve- ningen. Tahl-N.N. simultaneas 1968. En esta posicion las negras realizaron la «profilactica» jugada 12. &h8. La profilaxis es buena cu: do es necesaria, pero aqui tenia que haber jugado 12. ... Axd4 13. &*d4 2c6, o continuar su desa- rrollo con 12. ... Hac8. 13. Badl Efes A primera vista esta jugada no puede ser considerada un error, es ademas tipica de la Scheveningen, pero una consideracién mas pro- funda de la posicién revela que con sus dos ultimas jugadas las ne- gras han debilitado la casilla {7. Tahl explota prontamente este fac- tor. La iniciativa blanca se revela- ra con inusitada rapidez y la inven- tiva del mago ajedrecista crea una bella obra de arte. 14. D3 eS De otra forma las blancas hubie- tan jugado ellas mismas e+-e5. 15. Dg5 Qd8 16. fxe5 dxe5 17, B*f6! El preludio de una notable com- binacion que comienza con un sa- crificio de calidad. 17... X16 18. B45 Weed 19. Bxf6 B16 20, Zxd7 Wre2 21, E48! . Para _eliminar el defensor del peon {7; las blancas amenazan mate y el caballo es inmune, ya que después de 21. ... fxg5 22. &xg5 y el mate con ££6 es inevitable. Bes Wed Cuando comenzo su combina- cién en la jugada 17, Thal habia Previsto esta posicién y prepard un golpe de rara belleza 22. Deg! f*e6 Si:22> ... We6 el alfil se une al ataque; pero ahora la partida se decide por las-amenazas en la se- gunda fila negra 23, Ba7 Eg8 24. Wh4 Eg7 25. x16. Abandonan 2. INNOVACIONES PREPARADAS En los viejos buenos tiempos se hacian varios descubrimientos teo- Ticos en cada partida magistral, y éstos iban desarrollando gradual- mente la teoria del ajedrez. En aquellos aiios habia un terreno fa- vorable para el nacimiento de las innovaciones. En nuestros dias es extremada- mente complicado y dificil idear algo nuevo en la teoria de apertu- ras. Hacer esto supondria llevar a cabo una gran cantidad de trabajo preparatorio. La razonable selec- cién de la informacién tedrica ne- cesaria y su sistematizacién facili- ta mucho el andlisis independiente de las variantes que estén siendo estudiadas. Sélo asi puede ser efi- ciente la profundizacién en la va- fiante que se esté preparando, y que la innovacién, pormenorizada en el laboratorio del jugador, prue- be su eficacia al 100%. El papel de una nueva idea de apertura es importante. Después de todo, el oponente tendra que ahondar so- bre el tablero en los secretos de la innovacién y descubrir sus esco- llos, y esto es extremadamente di- ficil. El efecto psicoldgico de una novedad tampoco debe olvidarse. Las novedades tedricas pueden variar en profundidad y contenido. Algunas han cambiado radical- mente la evaluacion de variantes y sistemas enteros que durante largo tiempo habian servido fielmente a muchos seguidores. Otras «sorpre- sas» preparadas han sido dirigidas solamente a una partida especifica, en donde se uso el factor sorpresa para influir fuertemente sobre la psicologia del rival. Un tercer tipo de innovaciones- han sido especialmente preparadas para un adversario teniendo en cuenta su estilo y caracter, o su condicién y posicién en el torneo. 2.1. APRECIACION DE VALORES En la primera partida del match de candidatos Fischer-Petrosian jugada el 30 de septiembre de 1971, en una variante favorita del G. M. americano, estudiada por él a fondo y con la que consiguid al- gunas victorias impresionantes, el ex campedén del mundo introdujo una nueva idea que resultd ser para muchos una auténtica sensa- cién. O FISCHER @ PETROSIAN Buenos Aires, 1971 1. e4 ¢5 2. Df e6 3. dé cxd4 4. Bxdd De6 5. DS d6 6. Rd eS 7, Re3 D6 8. LpS heb 9. Dlc3 a6 10. Rxf6 gxf6 11. Dad... 37 Todo esto es bien conocido y ocurrio en la practica bastantes ve- ces. La teoria consideraba como mejores las chances del blanco, pero la siguiente réplica cambia ra- dicalmente este diagndstico. Il... dst! jEsto cayo como una bomba! Esta novedad ha tenido una histo- ria interesante. La jugada ! 1." ne- gra. con un anilisis de las subse- cuentes variantes. fue ofrecido a Petrosian durante su preparacion. un mes antes del comienzo del match, por el candidato a maestro moldavo Chebonenko. Por aquel entonces, en la revista de Riga Shakhmaty fue recomendada como merecedora de mayor aten- cién por el maestro leton Vitolinsh en sus comentarios a la 6." partida del match Fischer-Taimanov. Pero lo mas curioso es que. a principios de agosto de ese afio, el autor de este libro mientras analizaba la va- Tiante se preguntd de repente, «(por qué la tentadora 11. ... dS no se le ha ocurrido a nadie?» Natu- ralmente. jugando la Siciliana con 38 negras, era vital para mi encontrar un antidoto contra un sistema que, siguiendo el ejemplo de Fischer, habia obtenido bastantes éxitos. En mi persistente busqueda me surgi la idea de 11. ... d5! la uni- ca diferencia estaba en que habia seguido un camino ligeramente di- ferente al sugerido por Chebonen- ko (esto se vera en los comentarios ala 15.‘ jugada de la partida). Expondré a continuacion las va- nantes con las conclusiones y eva- luaciones indicadas en mi cuader- no de notas; deliberadamente no cambio ni afiado nada para que el lector pueda tener asi una impre- sién clara del resultado de mi tra- bajo. Asi II. ... d5!!: A. 12. exd5 &*a3 13. bxa3 Was 14. Wd2 0-00 15. 2c4 (15. Rd3 2xd5 16. Ded5 Weds 17. SfS+ wc7 18. WxdS Bxd5 con excelente juego) 15. ... &b8! para dejar libre la columna c a la torre. 18... R«d5 (18... Be7 16. Bdly 16, RxdS De7 17. 0-0-0 Sos 1s Wel 615... Wxad 16. wb3 Dds 17. 0-0 es poco claro. 15. .. &bs! 16, Edi (si 16. 0-0 entonces 16. .. Ads 17. Bd] Bc8! o 17. Shi &xd5 con ventaja). 16... RS! 17. WO (17. dB &*d3 18. Wxd3 Ads con mejores chances) 17, ... Dd4 y la posicion del negro es superior. B. 12. &xd5 Was+ 13. Wd2 Wed2+ 14. Hxd2 0-0-0 15. ct iel blunce no puede estar satisfeche con 15. ed (5! 16, Bbor Bbs 17 13 fed 18. feed fF 0 15. Sed al que puede seguir 15. ... Bas o a3) 15... £3 16, ex f5 tel ne- gro también tiene la iniciativa des- pués de 16. £3 feed 17. feed £5) 16. AxfS 17. Be2 (0 17. Sel vie- ne 17.... Ob4) 17. ... Re6 18. Ge3 fS.y el negro tiene una clara ven- taja Estas variantes, con la fecha exacta de su concepcidn, las escri- bi en mi libro de notas junto con otro material ajedrecistico. Pero no mucho mis tarde el secreto del «libro de notas siciliano» se reve- lo. Ocurrié en las siguientes cir- cunstancias. A principios de Di- ciembre de 197] regresaba con el gran maestro Eduard Gufeld de un torneo internacional en Yugos- lava. Cuando estébamos a borde del tren, por algin tipo de equivo- cacién. mi maletin con el libro de notas «de oro» se perdid. Mi per- plejidad era enorme. no tenia nin- guna copia y la enorme cantidad de material, acumulado durante décadas. era demasiado para re- cordarlo. Salté fuera del vagén 5 comenee a correr por el andén. come esperando un milagro, y el ro ocurrid, Alli, en el ulumo \agon, en una espiendida soledad, estaba mi perdido maletin esperan- do por su duefo. {Era comprensi- ble que me pusiera tan feliz como un chiquillo!, Gufeld, que me ha- bia esperado en nuestro comparti- mento. ne comprendia mi estado de animo y me pregunto: «Bien. hubieras perdido algo especial en ese libro de netas’» Entonces, en fa tension del momento extraje mis erigitales y abri la primera pi en donde aparecia 11 con Gos sefiales de exclamacion y la te- cha indicada al lado. Gufeld esta- ba completamente asombrado. Volviendo a la posicion del di grama, revelaré un secreto: me quedé literalmente pasmado por la novedad teorica, que también se me habia ocurndo a mi. Preparan- dome para el proximo Cto. de la URSS. el 39.° va estaba anticipan- do el placer de coger a alguna de las pretendidas victimas en mi trampa, entre los que se encontra- ban algunos bien conocidos gran- des maestros. como Yuri Balas- hov. Pero ... ;Ay de mil, Petrosian se me adelanto, y el que cayo en su trampa fue el mismo Fischer . Continuemys con los comentarios. 12. exdS Brad 13. bead Was 14. Wa 0-00 15. Red Ehg8! Aqui como mostre antes. solo consideré 1S &bs! El camino escogido por el ex campeon dei mundo se muestra aun mis efecti vo, La defensa blanca es muy dif- 16. ... S15 Después de esta modesta conti- nuaci6n, la clave de la jugada an- terior del negro se pierde. La reso- luta 16. ... H*g2! se sugiere por si misma; en este caso, el intento de ganar una pieza no tiene éxito: 17. We3 (17. 2d3 Dd4 18. Red Bed con ventaja 6 17. ... &g4!?) 17. ... D4 18. Sf1 Bxc2 (18. ... BFS también es fuerte, 19. Wel Bg4,6 19. Wf3 h4). 19. WE (19. Wd3 g4) Y con el sacrificio de torre 9. ... Hxf2+! el negro gana por ataque decisivo, por ej.: 20. &*f2 .. WeS+. . El blanco probablemente habria tenido que escoger 17. Be4 con la esperanza de 17... &g4 (417 ... Bg6 18. WxaS Dxad 19. deeb xc4 20. exf7 HfB) 18. Wxad DxaS 19. Re2 Rxe2 20. Hxe2 Eg6 21. Og3 Ded, con tablas a la vista. Pero como indicaron correc- tamente los entrenadores de Petro- sian, las negras tienen la aguda 17. ... Wb6!? (con las amenazas 18. ... Res y 18. ... Dd4), Podria conti- nuar 18. We3 Wxe3 19. fxe3 Red! 20. Ecl &B 21, O*f6 De7! y no seria nada facil para el blanco ob- tener alguna seguridad de tablas. Por cierto, 16. ... &g4 también es fuerte para el negro, 17. f3 &f5 siendo claramente superior a la continuacién de la partida. 17. 243 &xd3 EI negro esta demasiado impa- ciente. Mas interesante es la suge- rencia de Jholmov 17. ... Bd4 18. 40 Rx {5+ Dxf5 19. Wd3 Dd6! segui- do de 20. ... £5. 18. Wxd3 Dd4 19. 00 bs 20, hl Necesario para evitar el golpe 20. ... Wxe3. Ya no queda huella de la venta- ja negra. Hasta cierto punto, la evolucién de los acontecimientos debid haber desmoralizado al ex campeén del mundo, y en la segun- da parte de la partida su juego esta leno de inexactitudes. Aqui debio haber considerado 20. ... f5!? 21. £4 £6 22. fxe5 feS 23. Zfel Ec8 6 20. ... Bc8 21. Ded .. Wxd5 22. c3 £5 y aunque después de 23. Dg3 £4 24. cxd4 fxg3 25. fxg3 la posi- cién blanca es mas prometedora, sin embargo, las negras tienen ra- zones para pensar en las tablas. No obstante, atin en la partida las ne- gras tenian suficientes chances para obtener una tablas. 20. ... Wxad 21. f4 Bc8 22. Ded Wxd3 La toma de peén con 22. ... Wa2 es peligrosa en vista de 23. Hd2! (23. Dxf6 Bxg2!) 23. ... Bxc2 24. Hxc2 Axc? 25. We2! seguido de 26. 4~f6. Cierto, las negras harian mejor en continuar 24. ... Wxc2 25. Bxc2 Dxc2 26. xf6 De3! 27. Hel Dxg2 28. gl Hg6, con posibilidades de ta- blas. 23. cxd3 Bc2 Petrosian crea contrajuego y Fischer esta obligado a cambiar las torres, lo que incrementa las posi- bilidades defensivas. 24, Hd2 xd? 25. Q«d2 {5 La alternativa era 25. ... Hc8, pero Petrosian prefiere ressolver la defensa de sus peones en «fo y también quitarle la casilla e4 al ca- ballo blanco. 26. f«e5 Ze8 27. Hel Dc? 28. He2 add 29. Be3 J El gran maestro americano elu- de correctamente la repeticién. Renuncia a sus peones centrales pero captura el péon de «h». 29. ... Bc2 30. Zh3 BxeS 31. O13 Bxd5 32. Bxh7 axd3 33, h4 “ Aunque el blanco ha logrado mucho, continuando ahora 33. .. @d4 las negras habrian podido mantener la posicién después de 34, De5 He3 35. Dxf7 £4 36. hs £3 37. gxf3 D«f3 38. be? Oh4+ 39. Sf2 HMB+ 40. be2 Efe 6 34. @xd4 Exd4 35. Sh? f6, 6 34. Bg5!? (6 35. Dh3 Be3 36. hs 24, y no esta claro como el blan- co puede ganar. 33.0 De3? 34. Exf7 Rdl+ Otra inexactitud. Era correcto 34, ... BB. 35. @h2 Eal? En apuros de tiempo los errores se suceden. Aqui aun era posible salvar la partida con 35. ... @c8. 36. hS £4? La unica posibilidad practica la ofrecia 36. ... Hxa2 37. Hg? (37. @h4 Ofl+ 38. &h3 también era bueno) 37. ... Og4+, aunque con 38. &g3 las blancas ganarian. 37. Bxf4 Bxa2 38. Hed! Dxgz 39. bg3 BaS 40. De5 Abandonan Asi, hemos presenciado un fra- caso: oficialmente la innovacion no ha tenido éxito. Pero aunque Petrosian no gand, el valor de la novedad fue grande; la variante paso de moda y practicamente dejo de existir. ‘A veces la solucién a un proble- ma complejo de apertura se descu- bre durante la preparacion directa de una partida. El pensamiento en ese momento esta agudizado, se orienta en una direccion concreta y la biisqueda de nuevas ideas esta 41 significativamente acelerada. Un caso ilustrativo me ocurrid en el torneo internacional de Amster- dam en 1984. EI torneo se dispu- taba por sistema suizo, y el rival de la ronda siguiente solo se sabia tras realizar el emparejamiento. Que- daba poco tiempo para preparar la partida, solo el atardecer y la no- che. Uno de mis rivales fue el ex- perimentado gran maestro holan- dés John van der Wiel. Yo sabia que en la variante Paulsen él juga- ba a menudo 7. @xc6, una conti- nuacién que él habia desarrollado y con la que habia obtenido algu- nas victorias. En particular, en Til- burg 1983, van der Wiel habia de- trotado a Andersson: 1. e4 c5 2. ®DPB e6 3. d4 cxd4 4. Dxdd Deb 5. Bc3 a6 6. RE4 d6 7. D*c6 bxc6 8. Red D6 9. We2 Ke7 10. 0-0-0 d5 11. Bhel &b7 12. g4 0-0 13. g5 Bd7 14. exd5 cxd5 15. Bxd5 Rxd5 16. RxdS Rxg5 17. RxaB Rxf4+ 18. Sb1 We7 19. Red Es interesante hacer notar que esta posicién fue evaluada de for- ma diferente por ambos grandes 42 maestros: el holandés pensaba que las blancas tenian una ventaja tan- gible, mientras que la opinion del Jugador sueco era que las negras tenian suficiente compensacion por la calidad. Como el curso pos- terior de la partida mostré, las blancas tenian raz6n. Cuando me preparaba para nuestra partida, me pregunté «qué ha hecho el negro, después de realizar jugadas naturales y sen- satas, para terminar en una posi- cin dificil?, ,dénde esta aqui la lo gica?» Pero creia en poder encon- trar la solucion, y entonces duran- te mi andlisis de la posicion se me ocurrid que las negras podian ha- ber desarrollado primero su alfil dama con 10. ... &b7! Después de tevisar las variantes varias veces comprendi que habia encontrado la respuesta al problema. 10. ... &b7 demostré ser una novedad inesperada para van der Wiel, y se- gun creo, ha terminado con su continuaciOn de 6. £4 seguido de 7. Dxc6, O J. VAN DER WIEL @ POLUGAIEVSKY Amsterdam 1984 led cS 2, OB Deo 3..d4 exd4 4, Oxd4 6 5. Bc3 a6 6. af4 d6 7. Bxc6 Aqui también es posible 7. 2g3 0 7. Of3, pero mi oponente aspi- taba a su posicion. Tose bxc6 8. Red Df 9. We2 a5 Este avance también puede ha- cerse en la jugada anterior, previ- niendo el desarrollo de la dama blanca a e2. Lukin-Osnos, Lenin- grado 1984, continuo 8. ... d5!? 9. exd5 cxd5 10. Wf3 (el sacrificio de pieza 10. Dxd5 exdS 11. &xd5 a7 no es claro) 10. ... Bf6 11. 0-0-0 &b7 12. Zhel Re7 13. Rd3 0-0 14. Wh3 Hc8 15. ReS g6 16. Ee3 2d6 17. f4 Rxe5 18. freS d4! 19. exf6 Wxf6 20. Dea Wis, con ventaja negra. En la partida Fedorov-Cherep- kov, Leningrado 1983, las negras probaron la nueva jugada 9. ... 5, pero después de 10. 0-0-0 Wc7 II. Sg5 Re7 12. Wd3 Be4 13. 2xf6 gxf6 14. Bdfl 2e6 15. [4 exf4 16. De2 termino en una posicion difi- cil. est La principal idea de esta nove- dad es la defensa profilactica del centro frente a posibles sacrificios del blanco. Ahora se intuye que a 11. Ehel sigue 11... &b4! con un juego excelente. Esta es también la clave del plan negro. 11. &b3 Después de 11. exd5 cxd5 12. ReS Re7 13. Rxf6 gxfo 14. Bhel, la posicion negra es mas prometedora en vista de sus dos al- files y el fuerte centro de peones. 1... Re7 12. exd5 oxd5 13. Rad+ }d7 14. Bg4 A 14. e4 habria continuado 14... OO y si 15. Bd6 We7 14, ow 15, 2h6 Rf6 16. &«d7 Wxd7 17, Bd3 oe La réplica mas fuerte a 17. Be4 es 17... ReS y si 18. DcS Wbs. 17. .. Bac8 18. Bel da! Las negras se han hecho con la iniciativa y la posicién blanca es poco envidiable. 19. Zedl? Esto pierde inmediatamente. Pero a 19, Qed el negro tenia pre- parado 19. ... ReS!, asegurandose una gran ventaja. 19: ass 20. Abandonan En la variante Najdorf tras 1. e4 cS 2. BP d6 3. dd cxd4 4. Axds Bf 5, Dc3 a6 6. Rgds e6 7. f4 &e7, durante muchos ajios no fui We?! 43 capaz de encontrar un antidoto al plan convencional blanco del rapi- do avance de los peones en el ala de rey. Por algun motivo, las blan- cas siempre tenian éxito en alcan- zar primero al rey negro, estuvie- Ta éste en el centro o enrocado en el ala de rey. Daba la impresion que el negro se demoraba en algun momento, ya que para tomar la iniciativa le faltaba, literalmente siempre un tiempo. Un estudio profundo de la posicién me sugi- Tid que ese tiempo se podia ganar con 7. ... Qbd7 en vez de 7. eT. {Cual es la principal diferen: cia entre estas dos continuaciones? Si las blancas reaccionah a 7. ... ®bd7 de la misma forma que a 7. .. &e7, desarrollarian su ataque segun el rutinario modelo de 8. WE, 9. 00-0, 10. g4, 11. Rxf6 y 12. g5 entonces el tiempo ahorra- do al no jugar 7. ... Re7 resulta vir- tualmente decisivo, ya que ataques en flancos opuestos con rapidos asaltos de peones tiene como fac- tor clave llegar el primero. En la si- guiente partida contra Bronstein tuve éxito escogiendo esta nueva idea y demostrando la correccion del plan negro. © BRONSTEIN @ POLUGAIEVSKY Moscti, 1967 1. e4 cS 2. d6 3. d4 exdd 4. Dxd4 D6 5. Dc3 a6 6. 295 6 7. {4 8. 13 Contra esta formacién negra consideré 8. &c4 como Ia conti- nuacién mas fuerte. Las blancas mantienen la eleccion entre los en- Toques corto o largo, y su alfil en c4, 6 b3, es especialmente efectivo en la diagonal a2-g8: en algunas va- Tiantes, por ejemplo 8. ... b5, el sa- crificio 9. &*e6 es peligroso. 8. We7 9. 0-0-0 bs 10. a3 En esta posicién, que ahora esta bien estudiada tanto en la teoria como en la practica, las elecciones del blanco se sithan entre 10. e5, 10. £43 y 10. &*b5. La jugada del texto permite a las fuerzas ne- gras entrar en contacto més rapi- damente en el ala de dama. Pero en el afio que se jugé esta partida habia alin muchos secretos ocultos en semejantes posiciones. @®bd7 10. ... EDS 11. 94 ba 12. axb4 uxb4 13. &xf6 &xf6 14. g5 a7 15.5 a La ofensiva blanca parece ame- nazadora, pero las negras han con- seguido sus triunfos, como son la casilla eS y las columnas abiertas «b» y «en. 15... BS 16. Wh3 Wb6 17. Db3 Ret! Continuando friamente con mi desarrollo, no temia la réplica blanca, ya que en casa habia pre- parado un decisivo golpe tactico. fxg6 18. 26 19. fre6 La amenaza blanca 20. 4d5 pa- rece mortal pero ... 19. ... Exb3!! Después de este sacrificio de ca- lidad la posicién negra es indefen- dible. 20. cxb3 21. Wg3 Por supuesto no 21. dS? en vista de 21... RgS+. Qecw hxe6 22. Be2 00! Naturalmente las negras estan felices de pasar al final. 23. Wxb3 &xb3 24. Zd4 Of 25. Eb4 &g5+ 26. Sb Dd2+ 27. sal ... &c4 28. Df4 Dxf1 29. Dh3 De3 30. Bxcd Bxc4 31. Dxg5 h6 y las negras realizaron su ventaja de material. En la variante Polugaievsky du- Bxb3 Tante mucho tiempo fui incapaz de encontrar un camino que obtuvie- ra la igualdad ante la continuacién sugerida por el maestro internacio- nal Rashid Nezmetdinov, 11. Ded, Zee SBAB Baw me gwwems La idea de la 11." jugada blanca es mantener el afil de g5 y no per- mitir asi la ventaja de la pareja de alfiles al negro, muy importante en muchas posiciones de la variante. Pero la intuicién me sugeria que esta dificil jugada no podia ser la refutacion de toda la variante. Mi instinto no me traicioné y, después de gastar, es cierto, una gran can- tidad de tiempo en un anilisis de- tallado de la posicién, logré encon- trar una idea completamente nue- va con 13. ... h6, que refutaba por completo el plan negro. Es interesante observar que me fue posible utilizar mi descubri- miento ante el mismo Nezmetdi- nov. © NEZHMETDINOV @ POLUGAIEVSKY Baki 1961 1, 4 c5 2. Df d6 3. d4 cxd4 4. Dxd4 O16 5. Dc3 a6 6. RES e6 45 7. £4 DS 8. 5 dx65 9.ffe5 We7 10. exf6 WeS+ 11. Ded Wxed+ 12, Ge? ... 12. &e2?! pierde inmediatamen- te por 12. ... Wxg2.13. 213 Wx 25 14. Rxa8 Wh4+ 15. ofl Wxf6+ (Ghitescu-Kavalek,.Zwolle 1967). 12. ... “6 13... h6!! Atacando el.alfil, las negras lo fuerzan a abandonar la diagonal h4-d8, lo que mas tarde seré muy importante, ya que alivia el ataque sobre d8. La continuacion anterior 13. ... Ea7 14. 000 Bd7 15. &c3! le daba al blanco, tanto en el medio juego como en el final, una apre- ciable ventaja. 14, Re3 d7 15. Dg3 15, Bc3 quiza podria ser mas precisa aunque con 15. ... Wh4+ y 16. ... W*f6 las negras tienen un juego perfectamente bueno. Y si 15. f*g7 &xg7 16, 0-0-0 Hd8 17 ®c3, entonces 17. ... Hxd2, con 46 un final igual, 6 17. ... Wg6 tam- bién es suficiente para igualar. 15... WeS 16. f«g7 27 Creo que el desarrollo del negro es mas armonioso; sus alfiles fian- chetados porecen bastante paten- tes. 17. 243 Db4 Por aiadidura, las blancas estan forzadas a ceder uno de sus alfiles, lo que va a dar al negro una mar- cada ventaja. 18. 0-0 Dxd3 19. Wxd3 Hd8 20. We2 hs! Ahora comienza a hablar la in- fortunada maniobra de caballo a g3 realizada en la jugada 15. El ataque negro se desarrolla con ga- nancia de tiempo. 21. Bael? Este error facilita al negro la evolucion de su ofensiva en el ala de rey. Las blancas podian haber- se defendido mas tenazmente bus- cando chances en el final con 21. WE Wxe3 22, Wxe3, Add 23. Wxd4 Bxd4, 21, hd 22, W2 ad7 23. De2 h3 24. gxh3 24. Rd4 no ayuda debido a 24. we Wxd4. 24... Exh3 25. Dg3 was 26. 26 hed Creando la amenaza directa de 27... Bxg3. 27. Bxe5 Wxe5 28. Hel Wg5 29. he3 Wed 30. BFL 5 31. ais Bal 32. c3 Hhd 33, Mc7 f4 34. Wf4 W*f4 35. Abandonan La teoria establece a menudo un veredicto categérico sobre una variante en particular —Ia posicion favorece al blanco, o al negro o esta igualada—. La inagotable esencia del ajedrez, asi como la te- nacidad y el talento en busca de nuevas ideas, pueden a veces revo- car ese veredicto, que ha podido gozar de buena reputacion duran- te anos. Una jugada muy fuerte, que por alguna razon no habia sido descubierta antes en una po- sicion profundamente estudiada, puede a veces cambiar radicalmen- te la evaluacion de una variante en- tera. Esto es lo que ocurrié en la siguiente partida. © INKIOV @ RIBLI Plovdiv 1983 1. e4 c5 2. OB d6 3. d4 Ddd 4, Bxd4 Df6 5. Dc3 a6 6, Rcd e6 7, Bb3 dS 8.00 Re7 Después de 8. ... b4?! el blanco obtiene ventaja con 9. a4 y si 9. . @xed, 10. Hel Df6 (10. ... c5? es malo a causa de 11. W«c5 dxc5 12, Rad+ Rd7 13. Dxeb fxe6 14. Bxe6+ {7 15. Wd5, asi como 10... d5 11. &f4 &d6 12. &xd6 Oxd6 13, DS! exf5 14. Wxds Wxd5 15, Rxd5) 11. Res Re7 12. DFS 0-0 13. Bxe7 Wxe7 14. @b6 &b7 (14... a7 15. Dds) 15, Deas eas 16. 2x16 fo 17. Wxd6, 9. £4 &b7 10. e5 dxe5 IL. fxe5 RS Por supuesta:no 1]. ... Qfd7? en vista de 12. Bxf7! &xf7 13. Dxeh Wor 14. Shl eB 15 Axgi+ Gd8 16. €6 etc. 12, Re3 Dc6 13. exf6 Rxdd 14, fxg7 Las blancas escogen la variante mas aguda. Los libros de apertu- ras recomiendan la mas segura 14 Wel Rxe3+ 15. Wxe3 Wadd 16. Bael gxf6 17, Bed Bd8 18. Dxto+ Se. 4... Rxe3+ 15. Shi Zg8 16. WB 2xg7 17. &xe6! We?! 18. 2d5 a A 18. 2d5 podria haber conti- nuado 18... Dd4! 19. Wxe3 &xd5. 18. ... parry Ambos jugadores tenian razo- nes para llegar a esta posicion; las blancas con la esperanza de ganar r ataque y las negras en vista de fa replica que tenia preparada en la siguiente jugada. 19. ... Rd2!! 20. &xb7 @xb7 21. Bf Rx3 22. x3 Deb 23. Hel ag8 24. a4 bxad 25. Wed Hg6 26. Waa WaT! La iniciativa blanca se ha eva- porado y las negras han conserva- do su pieza de mas. 27, Wadt+ $f8 28. Hefl Bg7 29. We6 hg8 30. Hd2 218 31. Abandonan O GELLER @ VATNIKOV Kiev 1950 1. e4 cS 2. D3 De6 3. dé cxdd 4, Dxd4 D6 5. Bc3 d6 6. Red €6 Este es el ataque Sozin. La va- riante lleva el nombre del tedrico y maestro soviético que la desarro- Ilo e introdujo en los afios treinta. Una contribucion importante a su consolidacién fue hecha por Boles- lavsky y Fischer, que obtuvieron convincentes victorias con blancas. El especifico plan de! blanco consiste en montar una ofensiva de peones en el flanco de rey, a sa- ber £4-£5, incrementando la activi- dad de su alfil en c4 a través de la diagonal a2-g8. Por tanto la prime- 48 Ta tarea del negro es alejar o cam- biar este poderoso alfil de casillas blancas. 7.00 Un plan alternativo implica el enroque largo: 7. Re3 Re7 8. We2 9. 0-0-0. También es posible 7. 2 he7 8. 0-0 a6 9. had, rete- niendo el alfil. Te one he7 8. Re3! oa Si es una jugada normal de de- sarrollo, gpor qué ponerle una se- fial de exclamacion? El motivo es que la jugada usual aqui era 8. hl, que en opinion de Geller es significativamente més floja, ya que en una de las variantes des- pués del 13.° movimiento blanco (con 8. #hl) su primera fila se muestra débil. 8... 9. Sb3 Una jugada profilactica supri- miendo el contrajuego negro con I. oe Das Una recomendacion de Bonda- tevsky y Keres en el aiio 1949. La experiencia ha demostrado que esta maniobra tiene sus pros y sus contras. Geller es de la opinion que la falta de control sobre el cen- tro del negro (el caballo ha movi- do a un lateral del tablero) permi- tira al blanco realizar normalmen- te la ruptura e4-e5. Botvinnik con- sidera también que la aventura del caballo a un lado del tablero es causa de gran alarma. No obstan- te, el negro cambia el peligroso al- fil de b3, y después de 10. ... b6 de- sarrollara su alfil por b7, en don- de estara activo. Como muestra una de las parti- das del match Fischer-Spassky 1972, es mas aconsejable conti- nuar 9. ... a6 10. [4 @xd4 11. &*d4 b5 12. a3 &b7 13. 243 a5! y las blancas no tienen tiempo para 14, £5 debido a 14. ... b4. Después de la forzada 14. e5 el negro ob- tiene buen juego: 14. ... dxe5 15. fxe5 Bd7 16. DxbS DcS 17. RxcS. Rxc5+ 18. Hh] We5. 10. f4 6 11, eS! 7 iEl unico camino! 11. f5 es malo por 11. ... e5 12. Ade2 Bxb3 13. axb3 2b7 14. 4g3 d5! mientras el blanco no consigue nada con II. g4 como en Estrin-Aronin, Gorki 1950, por 11... B*b3 12. Dc6 We7 13. Dxe7+ Wxe7 14. axb3 &b7 15. e5 dxeS 16. fxeS Od5. Padevsky jugd contra Botvinnik en Moscu 1956 11. Wf3, pero des- pués de 11... &b7 12. g4 Bc8 13. g5 Zc3! las negras se apoderaron de la iniciativa (véase vol. 2) 1. we DeB Después de 11. ... d*e5 12. fxe5 e8, el blanco desvia su dama al flanco de rey con 13, Wf3 &b7 14. Weg3 Oxb3 15. axb3 We7 16. B12 oe presion sobre Ja columna «bp, 12. £5 dxeS 12. ... e*f5 es fuertemente repli- cada por 13. e6! y si 13... &«b3 14. Qc6 We7 15, Bd5, mientras que si 13. ... Ac7, 14. exf7+ Sh8 15. @*f5 es posible. Y después de 12. ... &*b3 las blancas tienen un fortisimo ataque: 13. Dc6 Wc7 14 @xe7+ Oxe7 15. (6. 13. fxe6 Ahora se hace claro el motivo de 8. Re3! en vez de 8. Sh1. Con el alfil en cl y el rey en hl la con- tinuacion 13, fxe6 es desfavorable para el blanco: 13, ... exd4! 14, exf7+ Bh8 15. fe8=W xed, mientras que ahora tendrian 16. axd4. 13. .. {6? Una réplica desafortunada. Sin embargo, es duro condenar a las negras por una jugada tan sdlida: durante la partida ellas pensaban que después de la jugada del caba- Ilo de d4 podrian eliminar el alfil de b3 y entonces ganar el peon de 6. 14, Of5 Dxb3 15. &d5! Od4 49 16. Ddxe7+ = Gh8 17. Dot! Abandonan Once aiios mds tarde, en e] cam- peonato de Europa por equipos, la partida Bilek-Petrosian siguid el mismo camino hasta la jugada 13." del negro. Las negras eligieron aqui el ca- mino correcto y jugaron 13. ... Dxb3. El gran maestro hungaro se in- trodujo en una continuacion que aparentaba ser ganadora para él. 14, Bec6 Wd6 15, 2d5? Esto se mostrara como una amenaza vacia ante la inesperada Tespuesta del negro. La correcta decisién del blanco era entrar en el final con 15. Wxd6! &xd6 16. axb3 £xe6 17. Qxa7 Zb8 18 Haé6. 1S; os Rha! Ahora la torre blanca de al y el caballo de c6 estan atacados, sien- do inevitable la pérdida de mate- rial. 50 16. exf7+ a«f7 17. &xf7 @ral 18. fl a6 19. Dxf6 }*f6 20. Abandonan En los afios cincuenta era muy popular la siguiente linea de la va- riante Najdorf: 1. e4 c5 2. Df3 d6 3. d4 exdd 4. Dxd4 Df6 5. Dc3 a6 6. £4... En una fase temprana las blan- cas pretenden atacar las casillas centrales, preparando una poste- tior ofensiva al flanco de rey. Con la réplica ... e5 las negras tratan de frenar el ataque y entonces cons- truir un contrajuego en el flanco de dama. La partida Averbaj- Bronstein, 19° Cto. de la URSS, Mosct 1951, se desarroll6 como sigue: 6. ow eS 7. Bf We7 Previniendo 8. &c4 y a la vez defendiendo eS 8. 203 Dbd7 9. 00 bS 10, a3 i Una pérdida de tiempo. Son a considerar 10. We2 y la profilacti- ca 10. hl. 10. ... Re7 11. Shl 00 12. feeS, dxe5 13. Qh4 Rad! Las negras se defienden con mucha precision. La natural 13. .. He8 14, DS Qf 15. 225 2b7 16. Wf3 le daria al blanco cierta ventaja. 14. Wel Dc5 15, 2g5 heb 16. Of @h5!? Después de esto, el juego se vuelve de doble filo. 17, Wh4 Of Después de aproximadamente una hora de meditacion, Averbach no encuentra la continuacién mas fuerte para el ataque. Jugo 18. g3? y después de 18. ... ‘hxgs 19. W~p5 £6! 20. Wed Dixd3 21. cxd3 6, llegd a una posicion inferior y perdié el juego. Comentando esta partida, el gran maestro Lilienthal encontro un camino interesante para conti- nuar el ataque por métodos com- binativos: 18. Dxg7 &xg7 19. Wh6+ dg8 20. Hxf4 exf4 21. eS f5! y el negro puede defenderse. Pero un afio mas tarde, durante una semifinal del 20° Cto. de la URSS en Riga, en la partida Ra- vinsky-llivitsky, las blancas juga- ron la espectacular 21. £f6!! (en vez de 21. e5?) entonces se reveld que eran ellas quienes ganarian. La partida concluyé 21. ... R*f6 22. e5! B«d3 23. exf6 @f2+ 24. gl Dh3+ 25. fl wcd+ 26. @e2 2xe2+ 27. Hel! abandonan. Después de la partida Ilivitsky afirmaba que el sacrificio 18. x27 era incorrecto y daba las si- guientes variantes: 18. ... Dexd3 19. Dxe6 fre6 20. Rxd8 Wx ds 21. Wxd8 Zaxd8 22. cxd3 Bxd3, 0 19, Rds Wxd8 20. We3 whs 21. cxd3 Bg8 22. Dxe6 feb, con ventaja del negro en ambos casos. La impresion era que Ilivitsky estaba en lo cierto ... Pero la juga- da intermedia 19. Wg3!, propues- ta por Keres pone en duda las su- gerencias de Ilivitsky. 2.2. EL TRIUNFO DEL EXPERIMENTADOR Las partidas de ajedrez se ase- mejan a veces a un escenario dra- matico, con un argumento deter- minado, una situacion tensa y por supuesto una sorprendente final Pero, al contrario que en teatro, en una partida de ajedrez hay simul- taneamente dos autores, que tam- bién son guionistas, directores y actores. Con el fin de «encontrar oro» a menudo ellos tienen que trabajar en una misma direccion. cogidos de la mano por decirlo de algin modo, para entonces tratar de cogerse uno a otro en una tram- pa. Por supuesto, no siempre ocu- Tre que una variante preparada 1 oy provoque un revolucién en la teo- ria y cambie radicalmente el diag- néstico establecido. Mas a menu- do, las sorpresas preparadas son experimentales y no pretenden en- contrar la verdad absoluta. Sus propésitos son el plantear durante un periodo de tiempo problemas de consideracion, cuya solucion no siempre puede encontrarse de for- ma rapida, pasando afios algunas veces antes que la respuesta llegue Las ideas nuevas y originales en las aperturas no surgen simple- mente de la nada. No es suficiente saber y comprender estrategia de aperturas, hay que ser capaces de ponerla en practica. Para ganar una batalla de apertura, uno debe aprender a adquirir el] don de en- contrar los caminos, a veces uni- cos, en donde haya terreno fruc- tuoso para la germinacién de nue- vas ideas, y en donde haya libertad para que el auténtico caracter del experimentador pueda manifestar- se. Solo un acercamiento creativo a la solucién de los problemas de Ja apertura y de la Siciliana en par- ticular, puede crear una especie de innovador ajedrecistico con su propio estilo caracteristico. Por supuesto, este camino no es un lecho de rosas. Representa el duro y cuidadoso trabajo del expe- timentador, ocupado en constan- tes bisquedas, pero al final este método aporta sdlidos dividendos: un repentino experimento de aper- tura, utilizado en una partida espe- cifica es capaz de arrojar al opo- nente fuera de su camino. El campedn del mundo Gary 52 Kasparov es un ejemplo notable de uno de los mas profundos ted- Ticos del ajedrez moderno. A pe- sar de su juventud ya ha realizado una gran contribucion al estableci- miento de varios sistemas de aper- tura. Sus ideas nuevas han aviva- do y vigorizado ain aquellas posi- ciones estandar donde parecia que todo era archiconocido. En las partidas de este extraordinario gran maestro vemos una ejecucién concisa de profundos planes de apertura, estrechamente vincula- dos con el medio juego. Este es, creo, el principal factor de la fuer- za de su juego, y de sus sobresa- lientes logros competitivos. El duelo siciliano entre Karpov y Kasparov ha provocado muchas disputas, especialmente en su se- gundo match, Moscti 1985, cuan- do Kasparov utilizG dos veces el gambito que ahora lleva su nom- bre en la teoria. Durante su preparacion, el aspi- rante ideo esta interesante innova- cién consumiendo gran cantidad de tiempo en detallados anilisis de las posibilidades resultantes y en sustentar posicionalmente su idea. Al sacrificar un peon con 8. ... d5!? el negro no apunta a una igualdad de material. Es mas importante para él movilizar sus fuerzas y apo- derarse de la iniciativa. Cuando Karpov se encontrdé por primera vez con 8. .., d5!? En la 12." partida del match decidio no correr riesgos y escogid una continuacion tranquila, enfocada a las tablas. Pero en la 16." partida acepto el reto, su situacién en el match le obligaba a ello, y se desa- rrollé una genuina batalla ajedre- cistica. Pero la preparacién de la- boratorio de Kasparov se mostro mucho mas profunda, era mas perspicaz de lo que imaginaron los segundos y entrenadores de Kar- pov que en el corto intervalo de tiempo no lograron analizar pro- fundamente todas las variantes para el negro. Como resultado, el aspirante obtuvo una merecida vic- toria, La novedad, ademas, fue uti- lizada en un momento psicoldgico muy apropiado, cuando Kasparov sentia que estaba encauzando el match. Karpov habia fallado en la 11." partida y mostraba no estar en su mejor forma. Aunque pueda argumentarse que la novedad de Kasparov es ex- perimental y transitoria lo cierto es que cumplio su trabajo de forma muy efectiva, obteniendo para el negro un punto y medio de dos po- sibles. Es muy probable que el in- vento de Kasparov tuviera una in- fluencia significativa en el poste- Tior desarrollo del match. O KARPOV @ KASPAROV Moscu 1985 1. e4 c5 2. Df3 €6 3. d4 cxd4 4, Dxd4 Dc6 5. DbS db 6. c4 D6 7. D1c3 a6 8. Da3 ... (DIAGRAMA 35) Una posicién bien conocida, donde la teoria recomienda al ne- gro continuar con su desarrollo, 8. ~-- RE7 9. Re? 0-0 10. 0-0 b6 6 10. . &d7. Kasparov emplea una aguda variante de gambito. 8... as!? Esta jugada se realiz6 primero en la partida Honfi-Dely, Cto. de Hungria 1965, que se desarrollé como sigue: 9. cxd5 exd5 10. exd5 .. @b4 11. Wad+ 2d7 12. Wb3 he7 13. Bf4 2p4 14. (3 Dfxd5 15. Bxd5 Dxd5 16. fegs Dxf4 17. Wad+ bS 18, Wxf4 0-0, Por la pieza sacrificada el negro tiene una peligrosa iniciativa. 9. exd5 exd5 10, exdS abd 11. Re2 En la 12." partida del match Karpov eligié 11. &c4 y después de Il. ... Rg4 12. Re2 Rxe2 13. Wxe2+ We7 las negras igualaron rapidamente. he RS 11. ... @bxd5 favorece al blan- co, ya que tras 12, Q«d5 Bxd5 13. 0-0... Re7 14. BF Reb 15. Dc2 tienen mejor desarrollo. 12. 00 00 533 rece trasponer des- sis ne i at £3 0-0 ya que impi- de 13, &c2. Pero de hecho no es asi, ya que el blanco tiene la fuer- te réplica 13. Dc4 y si 13. ... Bc2 \¢3! 13. 213 Incorrectamente, el blanco utili- za sus piezas en la defensa de su peon extra, que pronto sera un es- torbo para él. 13. &c2 parece mas firme, aunque tras 13. ... Obxd5 las negras tienen todo en orden. 13. &g5 tampoco le da ventaja al blanco a causa de 13. ... RFS 14. Bc4 Dbxd5 15. Bxd5 Wxd5 16. 2*f6 Wxdl 17. Bfxdl gxf6 con un final igualado. 13... af 14, &g5 14. Bc4 no logra nada, ya que si el negro lo desea puede forzar unas tablas con 14. ... Dc2 15, Bb! dé, o atin, obtener una leve ventaja con 14... &d3 15. Re2 Rxe2 16. Wxe2 He8 17. WG @ixd5. 14. d6 seria fuertemente tespondida con 14. ... Wd7!, pero no 14. ... 2«d6 en vista de 15. ct y si 15... Rxh2+ 16. oxh? Wc? 17. Bd6 Od3 entonces 18. Rf4! Bxf4 19. O*f5 y las blancas se quedan con la pieza de mas. 14, Bes Las negras también tenian la aguda continuacion 14. ... @d3 15, Eel g4!?, pero el blanco la refu- taria con 16. &*d8 @x*f2 17, Wd2! Dh3+ 18. Sh] D+ 19. SA Wx 2xf2 20. Se7 Rxel 21. Rxf8 &xc3 22. bxce3, etc. 15. Wd2 bS Las negras estan jugando para restringir a las piezas enemigas. 16. Had] Las blancas harian bien en re- nunciar a su pedn d5 para activar su alfil de f3. 16. ... a3! 17. Mabl Los caballos blancos se ven obli- gados a retroceder, haciéndose pa- sivos, mientras las piezas negras comienzan a operar al maximo de su capacidad. LT. 60 h6 18. 2h4 b4 19. Dad Jugar hacia el centro con 19. &xf6 Wxf6 20. De4 no daria re- sultado por 20. ... R*e4 21. Rxe4 @xf2. Y en el caso de 19. Be2, las blancas tendrian que tener en cuenta 19. ... g5. 2d6 Ec8 Las negras incorporan sus ulti- mas reservas. 21, b3 (DIAGRAMA 36) 21... gs! Esta fuerte jugada de pedn en el ala de rey impide 22. b2 ante 22. -- @*b2 23. Wxb2 g4 24, Re2 Bc2. 22.2x46 = Wxd6 23. 3 Qd7 24, Se? " La mejor posibilidad para el blanco era 24. @b2, entonces des- pués de 24. ... D7e5 25. Rg2 Whé 26. &«d3 4 d3 parece que termi- na en una posicion de zungwang pero continuando 27. d6 Wxd6 28. Hfel consigue algunas alterna- tivas. Por tanto, la espectacular 24 .. Wf6! sugerida por el Campeén del Mundo parece la mas convin- cente, entonces tras 25. Bed (25. Dxd3 2xd3 26, Wxd3 es malo en vista de 26. ... Oe5) 25. ... B7e5 26, Bxe5 DAxeS 27. Re2 Rd3! 0 27. &g2 2d3 28. [4 He2! las ne- gras deben ganar. 2A, 00 wie 25. a3 a5 26. axb4 axb4 27, Yad Rg6 Las negras eluden la posible 27. .. Bf4, ya que 28. gxf4 Be2 29. @b2 Exb2 30. fxg5 hxgs 31. Wad y el negro obtiene contrajuego. 28. d6 El blanco no necesita el pedn d. Lo que le hace falta es coordinar Sus piezas tan pronto como sea po- sible, especialmente sus caballos. 28... ed Después de 28. ... ¥*d6 el blan- co podria haberse defendido con 29, Bb2 He2 30. Bd2 29. Wa2 bg? 30.13 Bxd6 31. fxg4 Wdd+ 32. bhi af6 Las negras han activado al ma- ximo sus piezas y a la vez han crea- do la irresistible amenaza de . Bed. 33. Bf4 Ded 34. Wx d3 an+ 35. Exf2 a 35. @gl podia haber seguido simplemente 35, ... ODh3 36. Sh! W~xd3 37. Bxd3 Bel+. BS ease &xd3 36. Efd2 Wed 37. Bxd3 Las tres dispersas piezas meno- Tes no son rivales para la dama. 37. cl 38. Db2 wR 39. Dd2 axdl+ 40. Dxdl Zelt+ 41. Abandonan Pocos meses después de termi- nado el match, durante un torneo internacional en Bruselas 1986. Karpov finalmente empleo una 55 «medida drastica» que cuestiona el experimento de Kasparov. Jugan- do con blancas contra van der Wiel en vez de 12. 0-0, Karpov jugo la inesperada 12. Re3! 2e3 13. Wa4!+. Ahora se revela que en caso de 13. ... BS 14. Wxb4 26 15. 0-0 &a5 viene el sacrificio 16. &*b5+! axb5 17. Bfel+ con un ataque muy fuerte. La partida continud 13. ... &d7 14. Wxb4 AcS 15. Wed+ O18 16. 0-0 bS 17. Dc2 Df6 18. Hd3, y el blanco retuvo ambas cosas, una buena posicién y un peén extra. {Sabia Kasparov por aquel en- tonces que su innovacién era de- fectuosa? Es dificil para mi juzgar- lo. Quiza tuviera un contra argu- mento para la mejora del blanco y viera una posibilidad de luchar por la igualada, o quiza encontrara en algun momento una posicion infe- rior que fuera tablas. De cualquier forma, cuando empleé su novedad debio haber evaluado de forma realista la posibilidad de algun pe- ligro. A menudo sucede durante la preparacion para una partida, que se te ocurre una idea interesante, y aunque no estés firmemente con- vencido, sientes un gran deseo de poner a prueba tu descubrimiento. Pero cuando el inventor emplea su idea en la practica, a veces él mis- mo ve una posible refutacién. Lo que ocurre, seguin parece es el in- cremento de la concentracién du- rante el juego, y con él, una per- cepcion mas aguda de la posicion resultante. No obstante, atin las novedades 56 incorrectas tienen también dere- cho a una existencia breve. Me gustaria describir algunos ejemplos instructivos sacados de mi propia carrera ajedrecistica. Sabiendo cémo Alexander Be- liavsky permanece firme en sus principios, especialmente con res- pecto a cuestiones conflictivas de la teoria de aperturas, antes de mi partida con él comprendi que el gran maestro de Lvov plantearia la linea principal de la variante Naj- dorf. Yo queria cogerle de impro- viso, asi que preparé para mi opo- nente un «pequefio bombén». Mi andlisis preparatorio no parecia dar causas de alarma. Cierto, en el corazén tenia dudas sobre la co- rreccién de mi idea, pero el expe- rimentador que hay en mi me po- seyo y decidi arriesgarme emplean- dola en una partida. © BELIAVSKY @ POLUGAIEVSKY Mosc 1981 1, e4 c5 2. Df3 d6 3. d4 cxd4 4. Dxd4 D6 5. Dc3 a6 6. Rg5 e6 7. (4 b5 8. eS dxe5 9. fxe5 Wc7 10. exf6 WeS+ 11. Re2 Wxg5 12. ‘Wd3 Wxf6 13. Bf WeS 14. Hdl (DIAGRAMA 37) Como ha mostrado la partida Gheorghiu-Ljubojevic, Amster- dam 1975, 14. 0-0-0 favorece al ne- gro después de 14. ... Ba7! 15. OB Wi4+ 16. Dd? We7! 17. RhS 26 18. Wd4 eS 19. WE2 &cS 20. ‘Wie 0-0 21. Dd5 Re7!. General- mente en la posicién del diagrama las negras juegan 14, ... 2a7. Y después de 15. O13 We7 16. Dg5, tienen tres posibles continuacio- nes: 16. ... Re7, 16... (5 y 16. ... Wo, Pero yo decidi jugar 14. ... We7 inmediatamente. La reaccién ini- cial de Beliavsky fue absolutamen- te correcta. 15. ShS! Después de 15. &f3 Ba7 16. Dc6 Axc6 17. Rxc6+ Ad7 18. Wxd7+ Wxd7 19. Bxd7 Bxd7 20. be2 bd8 21. &xd7 &xd7 22. Exf7 dc6 23. 2a7 db6 24. Bad g6 25. He8 &g7 26. Bxeét, las blancas pierden un peon pero ob- tienen adecuadas chances de ta- blas. 16. ... 26 16. £63 a7 17. Be6 Dxe6 18. Rxc6+ 247 (DIAGRAMA 38) Experimenté algunos minutos de ansiedad cuando se llego a esta posicién en el tablero. Con horror adverti que perderia inmediata- mente después de 19. &xd7+ Wxd7 20. We3! y ver que ninguna jugada de dama me salvaba. A 20. ws» We7 sigue 21. We5, a 20. Wc7, 21. Bd5, mientras que si 20. .. Wb7 entonces 21. Wd4. Be- liavsky omitié esta posibilidad y jugd 19. Wxd7+ Wxd7 20. Exd7 Exd7 21. be2 bd8 22. &«d7 bxd7 23. Bxf7+ £e7 y obtuvo un mejor final que no obstante pude var. Las novedades experimentales planeadas para una partida pue- den ser preparadas y estudiadas con detalle de antemano y sus aguijones estan dirigidos a menu- do a un rival especifico. O KERES @ KOTOV Budapest 1950 1. ed 5 2, D3 d6 3. dd cxdd 4, Dxdd D6 5. De3 26 6. Le? We7 7. &gS Dbd7 8. 0-0 e6 (DIAGRAMA 39) 9. RhS! 57 El inventor de la novedad con- siderd que de esta forma habia ob- tenido una victoria psicoldgica, ya que habia logrado desviar a su ri- val de su linea favorita. 9. ane Wed? La 9." jugada blanca, con la amenaza 10. Qxe6, debio haber impresionado a Kotov hasta el ex- tremo que no fue capaz de centrar- se inmediatamente y responde con un error. Deberia haber continua- do 9. ... 26.10. Re2 &g7 11. Wd2 bS5 12. a3 0-0 13. Hadl Dc5 14, (3 Rb7 con juego igualado. El blan- co tiene una posicion mas prome- tedora tras 9. ... OxhS 10. WxhS g6 11. Wh4 Rg7 12. Badl,o9.... DeS 10. Rxf6 gxf6 11. Shi se- guido de 12. f4 10. Dxe6! Explotando su ventaja de desa- trollo, Keres sacrifica un caballo y crea peligrosas amenazas, contra las que no es facil defenderse. 10... Wxe6 A 10. ... Q«h5 el blanco tenia preparada la inesperada y espec- 58 tacular 1]. Wd5! @b6 (11. ... W~«d5? 12. Bc7 mate) 12. Bxc4 &xc4 13. Oc7+ ganando la cali- dad, 11. Dds! od8 En caso de II... @xd5 12. exd5 Wf5 el gran maestro estonia- no da una variante forzada que lle- va ala victoria: 13. Wel+ eS (13. a» We5 14, (4) 14. f4 6 (a 14. ... &e7 podia haber seguido 15. fxe5 ‘Wxg5 16. exd6, mientras ce si 14. ... g6, entonces 15, fxe5 Wxg5 16. exd6+ con un ataque irresisti- ble) 15. fxe5 Wxg5 16. exd6+ etc. 12. Red Wed Retirar a la dama a e8 tambien era malo en vista de 13. Wd2! se- guido de 14. Wc3. 13, f4 xed Ya que 13. ... W*b2 no es bue- no en vista de 14. Bb] Wa3 15. Axd7 Qxd7 (15... Oxd7 16. &*f6 gxf6 17. Db6+) 16. Dxf6, las negras no tienen opciones. 14. Rxd7 0 XAT 15. O*f6 xf 16. Bxfo+ 7 17. 2*h8 Bc La Ultima esperanza negra esta- ba asociada con sus dos alfiles. 18, Wd2 Rh6 19. Zael ‘Web 20, Ze7+ ed8 21. Sfel aS 22. ad4 Wao 23. WR 2 Si 23. ... R*f4 entonces después de 24. Rb6+ wc8 25. Bc7+ webs 26. Zxc6 bxc6 27. Be8+ Hb7 28. Be7+ el blanco gana. 24, Rb6+ Sc8 25. Be8+ Rx 26. Bxe8+ ed7 27, Bx Abandonan En 1973, mientras me prepara- ba para el play-off en Portoroz contra Geller y Portisch para las dos plazas de candidatos, me pre- gunté una vez mas qué haria con negras en cierta variante de la Si- ciliana. Usando una idea conocida en un lugar diferente fui capaz de persuadir al experimentado lucha- dor Geller a entrar en un sacrifi- cio de pieza. Durante la partida es- tuvimos actuando bajo condicio- nes desiguales ya que mientras Ge- ller gasto toda una hora y media en la consideracion del sacrificio, buscando la continuacion mas fuerte, para mi era facil puesto que en la preparacién de 11. ... Wb6 habia estado obligado a analizar la tentadora 12, O*e6. Asi el ataque blanco fue facilmente rechazado y obtuve un punto muy importante. © GELLER @ POLUGAIEVSKY Portoroz 1973 1. ed c5 2. B13 d6 3. dd cxdd 4. Dxd4 Of6 5. Ac3 a6 6. Rg5 e6 7. £4 Dbd7 Prefiero esta jugada, es mas fle- xible que la acreditada 7. ... Re7 8. We7 9. 0-00 bs 10. &d3 7 Geller elude la mas critica 10. e5 prefiriendo la rapida moviliza- cién de sus fuerzas, 10. ... Abd7 11. hel Esta posicion es bien conocida por la teoria y se ha dado en algu- nas de mis partidas. Empleé esta variante porque consideraba que los recursos defensivos de las ne- gras eran adecuados. En mi parti- da con Geller, Kislovodsk 1972, probe Il. ... h6, aunque después de 12. 2h4 Re7 13. Qd5!?, un golpe tipico, 13. ... Bxd5 14. exd5 14... Mxh4 15. Dxeb fre 16. Wh5+ $8, el blanco obtuvo un peligroso ataque, que consegui re- chazar con gran dificultad. Un afio después, en el torneo de Hilversum, Timman refuto en su partida contra mi 11. ... h6, jugan- do 12. Wh3!. Siguid 12... 0-0-0 13 Rxf6 Def 14. Dds Was? (des- pues de 14. Bxd5 15, exdS axd5 16, a4 las blancas tienen una 59 apreciable ventaja) 15. 4b3 y las negras se rindieron en vista de la pérdida de su dama. IL... ‘Woe Esta era la jugada planeada en casa, si bien intuia que debia ha- ber en algun lugar una refutacion, puesto que yo, experimentado gran maestro, estaba infringiendo una de las reglas del ajedrez. Pero encontrar en donde estaba la refu- tacién con un tiempo limitado so- bre el tablero era algo casi imposi- ble, como de hecho mostré el pos- terior curso de la partida. Geller se introdujo en una tentadora pero incorrecta continuacién y ademas consumié casi todo su tiempo. 12. Bxe6 Antes de que se encontrara la refutacion de 11. ... Wb6 después de la presente partida, por Geller y su entrenador Gufeld, se consi- deraba que la continuacién mas fuerte era 12. Ob3 b4 13. Dad Wc7 (13. ... Web 14. Das! Wxad 15. &x*b7) 14. Bd4 Re7 15. Wh3 0-0-0 (si 15. .. cS, 16. BxcS dxcS 17. Dxe6! fxe6 18. Rc4 Bd8 19. Wxe6 Bxdl+ 20. Hxdl BB 21. Rxf6 Hxl6 22. Wg8+ £8 23. 23 Rc8 24. eS con un ata- que decisivo Spassky-Tukmakov, Mosct 1973) 16. £5 con iniciativa del blanco. 12... fre6 13, Wh3 eS Por supuesto no 13. ... Bc5 en vista de 14, e5 dxe5 15. fxe5 @xd3+ 16. 2xd3 Od5 17. Ded, 60 y las blancas tienen una peligrosa iniciativa, mientras que despues de 13. ... 00-0 14. e5 dxe5 15. fxe5 Dd5 16. &xd8 &xd8, la posicion favorece al blanco ya que el rey ne- gro esta mal situado. La clave de la ultima jugada negra es restringir el alfil de d3 y la torre en el. 14, Bd5 De esta forma Geller activa su alfil y su torre, pero cambia su fuerte caballo. 14,60 ard 15. exd5 000! 16. &f5 La ganancia de un peon con 16. fxeS dxe5 17. 2xe5 permite al ne- gro completar su desarrollo con 17, ... &d6. 16. ... Sc?! Una importante jugada defensi- va que rechaza friamente las iluso- rias amenazas blancas. 16. ... exf4 era posible, y si 17. &«f6 gxf6 18. eS Bxe8 19. Rxd7+ dB 20. &xe8, entonces 20. ... We3+, pero épor qué complicar las cosas inne- cesariamente? 17. Be3 17. Rxd7 Hxd7 18. feeS dxes 19. BxeS parece mejor, con la es- peranza de recuperar otro peén en el futuro. 17... b4 18. fre5 dxeS 19. &*d7 Bxd7 20. BxeS Rd6 21. Ze6 Ee 22. bi? Las blancas eatin’ haber man- tenido su vacilante ataque con 22. Wh4, pero la proximidad del apu- ro de tiempo acelera su derrota. 22. ... x45! Ahora 23. 2*d5 falla por 23. ... Hfl+ 24. &cl Bxcl+ 24. oxcl &c4+. El resto de la partida no re- quiere mas comentarios. Conclu- yO: 22. Wb3 HFS 24. Rh4 Ws 25. Heel HeS 26. &g3 Bxel 27. Exel 2xg3 28. Wxg3+ ob7 29. a3 a5 30. axb4 axb4 31. Wf Web 32. WES g6 33. WES Ec? 34. Wd3 Wc4 35. Wdl EFT 36. Wd2 Bd7 37. Wf2 b3 38. cxb3 Wxb3 y las blancas se rindieron. La novedad 11. ... Wb6 causd tal efecto a Geller y a su entrena- dor el gran maestro Gufeld, que inmediatamente después de la par- tida comenzaron a buscar la refu- tacién a mi plan. Esto requirio «solo media noche» en palabras del entrenador, encontrandose una solucion espectacular. E] antidoto fue preparado para nuestro préxi- mo encuentro en el play-off, pero aqui mi sentido del peligro me fun- ciond y no me arriesgué a emplear la variante de nuevo. La intuicion me sugeria que II. ... Wb6 era, después de todo, defectuosa y que la ventaja blanca de desarrollo di- tia la ultima palabra. Y ésta reso- né sdlo siete afios después en la partida Chiburdanidze-Dvoiris (y en todo este tiempo la linea con 1, ... Wb6 aparecia en los torneos de vez en cuando; sus seguidores actuaban sencillamente como «hombres condenados»). Como ha relatado Gufeld, él sdlo le dijo ala campeona del mundo que la posi- cién estaba ganada por el blanco, y ella misma encontré la forzada victoria. Mencionaré que yo tam- bién estaba analizando 11. ... Wb6 (la jugada no me dejaba en paz) y llegué a la misma conclusion, en- contrando la misma refutacin. © CHIBURDANIDZE @ DVOIRIS Tallin 1980 12. Bd5! Aunque es un sacrificio tipico en la Siciliana, la clave de la com- 61 binacién se encuentra indudable- mente en la préxima jugada blan- ca. 12. exd5 Mas tarde, los analistas encon- traron que las negras tenian posi- bilidades de resistencia con 12. ... W*d4. De todas formas, las com- plicaciones resultantes son mas prometedoras para el blanco, y asi después de la presente partida la variante cayé en desuso. Conside- remos algunas variantes después de 12... Wxd4 13. &«f6 2x16 14. &xb: A) 14. ... Wa7 15. O*f6+ y el ataque blanco es decisivo. B) 14.... Wxdl 15. @xdl axb5 (en el caso de 15. ... exd5 16. exd5+ bd8 17. &xd7 bxd7 18. Wh3+ bd8 19. Wc3 2g7 20. Wa5+ las blancas tienen una peli- grosa iniciativa) 16. Bc7+ ds 17, Q*a8 Qxa8 y la posicion re- sultante favorece al blanco. C) 14. ... We5 15, Bx f6+ (15. b47! WxbS 16. Dc7+ se7 17. @xb5 axb5 18. Wd3 Zab 19. WxbS Eb6 favorece al negro, Mnatsakanian-Georgiev, Yerevan 1982) 15. ... be7 16. &xd7 Bp7 17. @h5, y las posibilidades blan- cas son significativamente mejo- res. 13. Dc6!! jComo el estampido de un true- no en un cielo claro! 13. ... 2x6 Las blancas también han tenido en cuenta 13, ... d4, contra la que 62 iba a intentar 14. eS! dxe5 15. fxe5 Bd5 16. e6 D716 17. exf7+ gd7 (17. ... B*f7 18. &xf6 Dxf6 19. Rgor!, 6 18... Wxc6 19. Rg5+ Hg8 20. SF5 2c8 21. ed Leb 22. Bxd4) 18. &xf6 Dxf6 19. RfS+ Gc7 20. Wi4+ Bd6 21 Hel+ @xc6 22. Red+ de5 23, BeS+ Sb4 (23... Mxe5 24. Wres+ Rd5 25. Rxd5 Axd5 26. Wedd bc6 27, Wxd5+ dc7 28. We5+) 24, c3 dxc3 (24. ... a5 25, b4+ Rxb4 26. cxb4+ Bxb4 27. Wd2+) 25, Rxb7 was 26, Exd6 cxb2+ (26... Wxd6 27, Bxb5 &*bS 28. Wxd6) 27. Sxb2 Wxb7 28. Wd2+ bad 29. Wc2+ wa5 30. We3+, etc 14, exd5+ eT A 14. ... @d8 podria seguir 15 dxc6 Dc5 16. c7+ y 17. Wxads. 15. dxc6 Dc5 16. 2*f6 2exf6 Si 16... Bxd3+, entonces 17. Wxd3 gxf6 18. Sxe7+ Sxe7 19. Wxd6+. 17, R15 We7 17. ... Za7 tampoco ayuda por 18. Bxd6 G8 19. c?! Wxc7 20. &c6 con la inevitable amenaza 21. Ec8+. 18. ba! Deb 19. Whs Del 20. Rd7+ os 21. Wh6 a5 Después de 21. ... Wd8 doblar las torres en la columna de rey re- sultaria decisivo, 22, xe7! Ahora todo esta claro. El rey ne- gro sucumbe. 22. on &xe7 23. Hel+ ah) Después de 23. ... Deo viene la decisiva 24. 2«e6 fxe6 25. Wg7+ bd6 26. Bxe6+ 24. Wx16 bg8 25. Be? ER 26. Re6! El concluyente golpe combinati- vo. 26. ... Uxe7 27. Wxe7 fre6 28. c7 E] destino de la partida es deci- dido inesperadamente por el peon «or. 28. ... h5 29, Wx f+ Abandonan Maya Chiburdanidze condyjo el ataque con inspiracién, coraje, y un ardor juvenil. Los comentaris- tas llamaron a esta partida la «joya de Tallin», y el Informator ajedre- cistico le concedié el primer pre- mio a la mejor novedad teérica del volumen 30. Hay que mencionar que las no- vedades imprevistas, atin aquellas dirigidas a una sola partida, a me- nudo actilan como un veneno pa- ralizante sobre el adversario. Para no caer victima de las novedades inesperadas es muy importante aguantar psicolégicamente, mante- niendo la frescura de pensamiento y no perder tu autentica valia aje- drecistica. Recuerdo como en In- glaterra en 1986, durante el torneo internacional de Londres, el vale- roso Nigel Short empleo contra mi una interesante idea, sugerida por John Nunn. Después de pensar cerca de una hora sobre el tablero, pude encontrar una defensa satis- factoria. Pero, sin embargo, el ex- perimento hizo su trabajo «sucion. Se consumieron tiempo y fuerzas, y lo mas importante, en conse- cuencia mi mente cansada no tra- bajo de forma optima. Después de salvar los problemas principales y lograr una posicion espléndida co- meti un serio error, después del cual no pude salvar la partida. © SHORT @ POLUGAIEVSKY Londres 1986 1, ed c5 2. DFS d6 3. d4 cxdd 4, Dxd4 D6 5. De3 a6 6. Le3 e6 7. Yd2 ... La linea favorita del joven in- gles. A pesar de su aparentemente inofensiva estructura, es bastante agresiva. 63 Re7 . 00 9. 0-00 D6 10. g4 Las blancas ponen su plan en marcha. Enrocando en el ala de dama comienza el asalto con los peones. La respuesta negra es cla- Ta, reacciona de la misma forma en el otro lado del tablero. 10. ... Bxd4 11, Wxd4 bs 12, e5!? eo El invento de Nunn. Este ines- perado golpe en el centro abre la columna «d». Antes sélo se habia jugado 12. g5. 12... dxe5 13, Wxe5 @d7! Durante la partida tuve que ha- cer una dificil eleccion entre 13. ... Was, 13. ... &d7 y la jugada del texto. Como muestran los aconte- cimientos inmediatos, las negras estan, hasta cierto momento, a la altura de los acontecimientos. 14, Wed Bbs 15, £43 26 16. Wf4 Rb7 17. h4 Ec8? iEl principio de un camino equi- vocado! Las negras pasan por alto completamente la natural réplica blanca y realizan una jugada des- de consideraciones generales. La obvia 17. ... Rf6! aponderandose de la importante diagonal y ata- cando la casilla eS, le hubiera libra- do en todas sus dificultades. Por ejemplo, si 18. h5, entonces podria forzar tablas: 18. ... &e5 19. Wh6 &g7 18. ed! Rxed 19. Dxed WeT 20. Bh2 con El incontestado control de la co- lumna «c» y la debilidad de la ca- silla d6 le dan al blanco una clara ventaja. La tactica negra de inten- tar complicar las cosas en el final no le reporta ningun alivio. 20. ... 5 21. Wxc7 Exc7 22, Dgs Rxg5 22... DeS 23. bs! Rxgs 24. Rxg5 Dad 25. Rh6 He8 26. Bd6 también es insuficiente. 23, 2xg5 fxg4 24, fxe4 De5 25. He2 Dxg4 26, Bxe6 . A pesar de la igualdad de mate- rial la ventaja blanca es evidente, ya que su alfil es claramente supe- rior al caballo negro. Las negras atin podian haber presentado una resistencia mas tenaz pero ya esta- ban apuradas de tiempo. 26, ... Hf2 27. c3 a5 28. Ad8 Ecf7 29. &xa5 Hh2 30. Bes+ g7 31. 2d8 h6 32. Bd2 Zxd2 33. &xd2 g5 34. hxgS Hd7+ 35. be2 S17 36. He4 abandonan Todos estos ejemplos muestran claramente los importantes efectos psicolégicos que una novedad, aunque sea «irrepetible», puede provocar en un jugador. Después de todo, con un tiempo limitado, directamente sobre el tablero, él debe ahondar en la esencia de lo que sucede, ponderar cada pro y cada contra y sélo entonces tomar una importante decision. Para re- futar una idea nueva y extrafia para él, tiene que consumir un tiempo precioso y una gran canti- dad de energia, tanto fisica como mental, y atin si encuentra el cami- NO correcto, este es generalmente tan estrecho que al final la debili- dad humana se manifiesta y el ju- gador termina equivocandose. jY ante semejantes derrotas la sensa- cién que experimenta es general- mente muy desagradable! 2.3. JUGANDO CON FUEGO Existe también otro tipo de pre- paracién casera, que consiste en aplicar novedades arriesgadas pero dudosas, rayando a veces en el farol. Cierto ntimero de jugado- res emplean regularmente este tipo de arma y prueban que no es tan facil jugar contra ellos. —La expe- Tiencia muestra que en ajedrez se dan, por decirlo de algin modo, tazonables y justificados faroles—. Un jugador entra deliberadamente €n una posicion dudosa, sabiendo de antemano que por la ley de pro- babilidades le va a ser muy dificil al adversario encontrar en el table- ro el camino correcto, aunque si el oponente logra encontrar el «Ta- lon de Aquiles» entonces nada bueno vendra de la arriesgada in- vencion. Desde mi perspectiva ajedrecis- tica, personalmente no soy un se- guidor de semejantes trucos aun- que el porcentaje de éxito estuvie- ra en el 80%, Pero los jugadores genuinamente practicos, siguiendo la maxima de que «la fortuna fa- vorece al audaz», emplean este método como una de las vias para obtener victorias. Durante mi match de candidatos con Mikhail Tahl, Alma Ata 1980, el ex cam- peén del mundo usé contra mi pre- cisamente una receta de este tipo. Antes del match estaba claro para mi que Tahl se habia propues- to una tarea: refutar la variante Po- lugaievsky. Hablando con rigor, otros jugadores antes que él ya ha- bian intentado resolver este pro- blema. Estos deseos son compren- sibles y estan justificados, después de todo la variante causa serias du- das. Como quedo claro durante el match, estaba en lo cierto al sospe- char que Tahl habia estudiado pro- fundamente mi variante, dedican- do sin duda una gran cantidad de tiempo en ello y habia muchas po- 65 sibilidades de que me preparara al- gunas sorpresas. También tenia en cuenta el im- portante factor de la calidad de sus ayudantes, entre los que se encon- traba A. Vitolinsh, un analista de talento y experto en la Def. Sicilia- a. Comprendiendo el riesgo de emplear mi variante durante el match, yo tampoco estuve ocioso. Durante el periodo de preparacion tuve que revisar, una vez mas, y hacer correcciones a posiciones que me eran bastante conocidas, y lo mas importante, hacer una esti- macion aproximada de por donde podia ir la preparacion de Tahl. También tenia en reserva otras variantes de la Def. Siciliana, ya que seria temerario combatir con una sola arma a tan fuerte y expe- rimentado luchador. Después de comenzar el match exitosamente con una victoria, de- cidi correr un riesgo en la segun- da partida y por una cuestion de principios utilizar mi variante. Mi curiosidad me habia vencido, {qué tendria Tah! preparado? © TAHL @ POLUGAIEVSKY Alma Ata 1980 1, ef c5 2. OF3 d6 3. dd cxd4 4. Dxd4 D6 5. Dc3 a6 6. Sg5 e6 7. 4 DS 8. 65 dxeS 9, fxe5 We7 10. &*b5!7? ... (DIAGRAMA 45) jEsta era la trampa colocada por Tahl! Mas tarde se revelé que 66 el arquitecto de esta bomba era Vi- tolinsh. La primera impresién no fue, por supuesto, nada agradable. jTe- ner que tragarme sobre el tablero semejante pildora! Pero a los po- cos minutos de meditacién me fui tranquilizando y pronto me con- venci que mi rival iba claramente de farol. Interiormente me sentia tan bien con esta posicién que pude distinguir sin problemas el peligro real del aparente. Era bastante probable que Tahl, después de considerar las cosas y sopesar el grado de riesgo, hubie- ra aceptado razonablemente que yo, ante el tablero y con el reloj al lado haciendo tic-tac, seria incapaz de encontrar la verdad ante tal ma- rafia de complicaciones. Mas tar- de, después del match, traté de comprender la perspicaz tactica de Tahl, planificada de antemano, y creo que descubri el secreto de por qué en la segunda partida se em- barco en el incorrecto sacrificio de pieza. La clave estaba en que, por el momento, Tahl tenia reservada su principal novedad, y primero tra- 16 de cogerme virtualmente con las manos vacias, empleando su espi- ritu emprendedor. Si Tahl hubiera utilizado primero su innovacion principal —Ia cual estaba verdade- ramente a la altura de las circuns- tancias— en el mejor de los casos podria haber ganado solo un pun- to, ya que obviamente yo tendria que guardar toda la variante en la agenda. Pero, jno era esto dema- stado poco para las horas, dias y quiza meses invertidos en su estu- dio? Y entonces, asi me parece a mi, se concibio el plan limite: pri- mero, tratar de ganar una partida dando un rodeo al auténtico cami- no, cogiéndome por sorpresa —al fin y al cabo, Tahl me habia gana- do asi en el interzonal de Riga 1979, y esto pudo haberle sugeri- do que las sorpresas en la apertu- ta me asustaban— y entonces, cuando yo encontrara en casa, des- pues de mucho esfuerzo, un anti- doto contra el sacrificio, asestar el golpe en la direccion principal. jSemejante estrategia le daria la posibilidad no de ganar un punto, sino dos! Aparentemente todo muy logi- co. Pero el sutil plan no se realizo. La leccion aprendida en Riga no habia sido inutil. Durante mi pre- paracion para el match habia exa- minado escrupulosamente mis puntos débiles, traté de tener en cuenta todos los matices posibles, y me preparé lo mejor que pude lanto tedrica como psicoldgica- mente. Durante la partida comprobé sobre todo que me encontraba en una forma excelente. Ante el table- ro fui capaz de concentrarme in- mediatamente y a pesar de haber consumido un monton de tiempo, encontré y calculé en detalle el me- jor camino, que implicaba una ma- niobra con la torre de dama que paraba las amenazas blancas. 10. ... axbS IL. exf6 Wed+ 12. We2 Wxg5 13. Bdxb5 adi! jLa idea correcta ha sido encon- trada! A lo largo de la 5* fila la to- Tre entra en juego activamente. Ahora 14. Hdl no consigue nada a causa de la simple 14. ... &d7. 14, fxg7 Rxg7 14... W*g7 tambien parece buena, y si 15. 0-0-0 £d7!, las blan- cas por supuesto, tienen la inicia- tiva, jpero las negras, despues de todo tienen una pieza de mas! 15. Ded Wed 16. Dbd6+ se? 17. 00 {5 18. Zadl ads Las negras han coordinado sus dispersadas fuerzas y pueden estar bastante contentas con su posi- cin. Durante la partida me dio la im- presion de que las blancas se esta- ban lamentando de lo que estaba sucediendo. De cualquier forma, ahora estaban obligadas a buscar unas tablas, Durante la consiguien- te guerra de nervios el juego de ambos bandos se jaloné con serias inexactitudes. Al final, el ultimo 67 error lo cometié el blanco y las ne- gras ganaron. Quedaba claro que la linea no se repetiria, y asi, Tahl en la cuar- ta partida empled su arma princi- pal: Después de 1. e4 cS 2. Df3 d6 3. d4 cxdd 4. Dxd4 D6 5. Dc3 a6 6. Rg5 e6 7. f4 bS 8. eS dxe5 9. fxe5 Wc7 10. exf6 WeS+ 11. Re2 Wxg5 12. d3 Wxf6 13. BN WeS 14, Hdl Ba7 15. Df3 We7 Se ha llegado a una posicién bien conocida. La primera vez que surgié fue en mi partida con Lju- bojevic en 1973, en el torneo de Hilversum (Holanda). El gran maestro yugoslavo continud 16. De5, y después de 16. ... Re7 17. «f7 las negras disponian de la fuerte réplica 17. ... W*h2!, consi- guiendo ventaja. Con seguridad, esta partida no debié haber esca- pado a la atencién de Tahl, que ahora introduce una correccién significativa en el plan blanco, que habia preparado para nuestro match. 16, Dgst 68 Sin duda la jugada més fuerte para el blanco. Ahora 16. ... &e7 como en la partida precedente no sirve por 17. Bxf7! y si 17. ... Wxh2 18. 3xg7 ganando. Pero Tah! no estaba de suerte. Volviendo a 1973, después de la partida con Ljubojevic, vi esta ma- niobra del caballo y realicé un mi- nucioso estudio de la posicién. El resultado de ello fue la continua- cidn del didlogo en nuestro match. 16. ... {5 17. Wd4 hS! 18. Bxf5 exf5 19. Dd5 ‘war! Y Tahl se sumergié en una pro- longada meditacién. La ultima ju- gada negra, creo, no habia sido to- mada en cuenta apropiadamente. Un ejemplo convincente de cuan importante es, cuando empleamos una novedad, estudiar lo mas profun- damente posible todos los detalles, para que el esfuerzo puesto en la preparacién no haya sido en vano. La clave de la idea negra des- cansa en la variante 20. WeS+ £e7 21, Wxb8 0-0! 22. Df6+ &xf6 23. uxd7 Bxd7. Tahl no Bs ae nade mejor que 20. y después de 20. ae ger (20. ... @c6 es también a considerar), la iniciativa pasa al negro. 21. of Lxg5s 22. RxhS+ oe 23, Wxg5 BxhS 24. @xbS wn 25. Wh8+ We8 26: Wha = Y ahora 26. ... Dc6! 27. Ab4 £d7! hubiera colocado a las blan- cas en un dificil dilema, {cdmo in- crementar mas la presién ya que tengo una pieza de menos? La partida continuéd 26. ... &f7 27. WhS+ g6 28. Wh4 We7 29. Wd8 Re6 30. Wxb8 Hd7, y las blancas salvaron medio punto. A pesar del resultado favorable que obtuve con la variante, cuan- do legué al hotel al atardecer, me puse a analizar. Comenzaron a aparecer algunos peligros y noté que algo no iba bien. Decidi no volver a utilizar mds esta sufrida variante durante el match. Mi sen- tido del peligro no me traiciond. Mientras transcurria el match con Tahl encontré una refutacion para el blanco. Es interesante observar que paralelamente a mi el jugador holandés van der Vliet descubrio la misma continuacién ganadora y publicé sus analisis. La clave de la solucién se en- cuentra en la maniobra 20. 1d3!!, con la amenaza 21. He3+, 20. ... Eh6 21. R*hS+ BxhS 22. Be3+ d8 23. Wb6+, 6 20... Rd6 21. He3+ G8 22. Df6! Volviendo al match, remarcar que las dos innovaciones de Tah! sdlo le reportaron decepcion, yen buena parte debido a que encon- traron una fuerte resistencia, Durante el torneo interzonal de Goteborg 1955 tuvo lugar un acontecimiento unico. En la ronda 14° el emparejamiento reunio a tres grandes maestros argentinos —Najdorf, Panno y Pilnik— contra tres soviéticos, Keres, Geller y Spassky. Este inusual match URSS-Argentina desperté un par- ticular interés entre jugadores y es- pectadores, debido a que los ar- gentinos, jugando todos con ne- gras, eligieron uno tras otro la mis- ma aguda variante de la Defensa Siciliana. (Fue después de estas partidas que la variante Goteborg entro a formar parte de la teoria de aperturas.) Los primeros nueve movimientos se realizaron de for- ma rapida y simultdaneamente se presento la misma posicién en las tres partidas, a la cual aspiraban tanto las blancas como las negras. 69 En la novena jugada el trio ar- gentino empled simultaneamente la novedad: 9. one gs"? La concepcion principal de esta jugada tiene unas bases puramen- te estratégicas, El negro desea cambiar el peon de f4 y obtener para siempre la casilla eS para su caballo. Un propésito loable, pero era esencial tener en cuenta su re- traso de desarrollo y las posibilida- des combinativas del blanco, En la jugada 11" las blancas sacrificaron su caballo en e6, lo que ya habia sido tenido en cuenta por sus opo- nentes, El entrenador argentino, el maestro internacional Bolbochan, inspiraba confianza a sus jugado- Tes antes de comenzar la ronda de- clarando categoricamente: «Va- mos, jugadla, yo os garantizo que el sacrificio en e6 no da resulta- do.» Sin embargo, ocurrié, y el pri- mero en hacerlo fue Geller en su partida con Panno. En este mo- mento, cuando Spassky y Keres se encontraban todavia meditando sus réplicas, el temperamental Naj- dorf comentaba animadamente el desarrollo de los acontecimientos con su colega Pilnik. Entonces se dirigid a Geller y le lanz6 un ata- que psicolégico: «Tu partida esta perdida. jTodo esto ya lo hemos analizado nosotros!» Analizado si, pero ,como? Ante el tablero los maestros soviéticos refutaron totalmente la dudosa preparacion casera de los argenti- nos, que en sus anilisis no habian tenido en cuenta la fuerza de 13. 70 &b5!, con lo que el ataque blanco se desarrolla rapidamente. Najdorf y Pilnik, al ver la catastrofe que le estaba ocurriendo a Panno, que se- guia los andlisis preparados de an- temano, decidieron desviarse y ju- garon 13, ... g7 (mas tarde se en- contro que la defensa mas fuerte era 13. ... Hh7); ahora, de las tres partidas gemelas quedaban dos, las cuales se desarrollaron de forma idéntica hasta la jugada 23° del blanco. {Un caso unico en la histo tia del ajedrez! Las tres partidas terminaron con brillantes victorias de Jos juga- dores soviéticos, y un periddico ar- gentino, comentando los resulta- dos de la 14° ronda, comenz6 con el titulo «Tragedia argentina». O GELLER @ PANNO Goteborg 1955 1. e4 c5 2, BB d6 3. d4 cxdd 4, Axd4 Df6 5. D3 a6 6. &g5 6 7. f4 Re7 8. Wi3h6 9. Lhd... Una posicion estandar en esta variante de la Siciliana, donde las negras usualmente continuan con 9... We7. 9. g5!? El descubrimiento de los juga- dores argentinos. Aunque dudoso, causé gran interés en el mundo ajedrecistico. 10. fxg5 ®fd7 11. Dxe6! we Al sacrificar el caballo es esen- cial encontrar la fuerza de la 13* ju- gada 2bS! En general, sin embar- go, las blancas no estan obligadas a desprenderse de una pieza. Como mostraron mas tarde algu- nas partidas, la presién posicional sobre {7 con 11. WhS también les asegura una ventaja. Il... fxe6 12, Wh5+ oR 13. 2b5! La clave de la idea blanca. La torre de rey se une al ataque y ade- mas se impide 13. ... Ac6. 13... BeS 14. g3! Para que el ataque tenga éxito ha de ser eliminado el defensor central, el caballo de e5. En caso de 14, 0-0+ dg8! 15. 2g3 hxgs, las negras tienen todo en orden. Pero si ahora 14. ... &g8, enton- ces &xeS y 16. Wg6+, mientras que para 14. ... @g7 las blancas tie- nen la decisiva 15. &xe5! dxe5 16. 00 Wg8 17. Reds! 14... Rxg5 15. 0-0+ - 1S. &x*eS dxeS y ahora 16. 0-0 también es posible. 15. ... e7 16. &xe5 ‘Who+ 16. ... Re3+ 17, Sh] dxed 18. WxeS Bdd 19. Bd5+ Wxd5 20. We7+, etc., no es mejor. 17. Shi dxe5 18. Wi7+ bd6 19, Zadi+ Wad A 19. ... Sc5 podria seguir 20. Ed5+ exd5 21. Wxd5+ bb4 22. Wed+ wa5 y mate con 23. b4 6 23. Wad. 20. Bxd4+ exdd 21, eS+ ocd Después de 21. ... &xe5 viene un mate de problema con 22. Wc7. 22. We7+ De6 23. 2x06 Abandonan Ya que es mate después de 23. .. bxc6 24. WaS+ Sed 25. b3. © KERES @ NAJDORF Goteborg 1955 1335 og7 val Esto es mejor que 13. ... Be5, ocurrido en Ja partida anterior, pero aqui las negras también en- cuentran grandes dificultades. Cierto, para que las blancas ganen han de conducir su ataque de for- ma muy precisa e ingeniosa. En los afios siguientes se encon- tré la réplica correcta 13. ... Bh7, con la cual las negras mantienen recursos defensivos. Considere- mos las principales variantes: 14. 00+ hg8 15. g6 Bp? 16. E17 Rxh4 17. Wxh6 Wf6!? Al principio se pensd que tras 17... Bxf7 18. gxf7+ &*f7 19. Efl+ £f6 el blanco tenia jaque perpetuo con 20. Wh7+ we8! (pero no 20. ... &f8 en vista de 21. eS dee5 22. Bed We7 23. Wh8+ Sf7 24. Dgs+, 6 22. ... Wb6+ 23. Zf2! axbS 24. g4!, etc.). Pero en- tonces los analistas encontraron una importante mejora, en vez de 19. Bfl+ el blanco podia jugar 19. Wh7+ con un ataque ganador —19. ... Be8 20. WhS+ Sf 21. Efl+ 2f6 22. Wh8+ we7 23. Wh7+ be8 24. We6+ de? (si 24 -.. SB, entonces 25. e5 dxeS 26 BDe4 Wb6+ 27. Shi WxbsS 28. Exf6+ Ge7 29. Hxe6+ Hd8 30. He8+ bc7 3). Hxc8+, 6 28. .. @x{6 29. Wxfo+ bg8 30. Wd8+ be? 31. We7+ h8 32. WiB+ &h7 33. Wi7+ y las blancas ga- nan) 25. Bxf6 Wb6+ 26. Hf2 axbS 27. Wg5+ e8 28. We8+ e7 29. Sf y las negras conti- muan mal. 18. Bfl axbS 19. OxbS En la partida Diaz-Alzate, Cuba 1984, el blanco continud su ataque 72 con 19. e5!? Wxe5 (mucho mas fuerte es 19. ... Wxg6 20. Exg7+ Wxg7 21. Wxe6+ Gh8 22. BIT DP 23. WeS Dd7 24. Hxg7 &xg7 25. g3 con un juego de do- ble filo) 20. Wxh4 4c6 21. Ded, con la irresistible amenaza de 22. Di6+. 19. ... Hxa2. Este fue el curso que tomo la partida Mijalchishin- Kupreichik 49° Campeonato de la URSS, primera liga 1981. En opi- nion de Mijalchishin después de 20. H7*f6 Rxf6 21. Dxd6 Dc6 22. DIT Bx {7 23. gxf7+ Oxf7 24. Wh7+ be8 25. Wg8+ be7 26. Wxc8 Zxb2 las blancas tienen me- jores perspectivas, por ejemplo, 27. Wg8 con la amenaza de 28. h4. 14. 00 Des En el caso de 14. ... Wg8, Ke- res consideraba que la continua- cion de ataque mas fuerte era 15. g6! y si 1S. ... &*h4, entonces 16. Wxh4 Wd8 (16. ... axbS 17. We7+ xg6 18. BFS) 17. Bf7+ bxg6 18. Be7! 15, &g3 De6 Aun se nota la fuerza de 13. &b5! impidiendo al negro que consolide sus caballos en el centro, y en algunas variantes la maniobra &e8 se muestra decisiva. Por ejemplo, si ahora el negro trata de defenderse con 15. ... Wg8, enton- ces después de 16. &xe5+ dxeS 17, Re8! Wxe8 18. gxh6+ el blan- co gana facilmente. 16. gxh6+ = Bh 17 B+! @xf7 18. Wxh6 —axb5 Durante cinco jugadas el alfil de DS ha estado en el aire. Ahora cae, pero ha realizado su labor. El in- tento del rey negro de escapar al flanco de dama por las desocupa- das casillas blancas también se muestra infructuoso. 19. Efl+ be8 20. Wxg6+ = bd7 21. B7 2c6 Las negras estan ya casi fuera del bosque, pero inesperadamente continua: 22. Dd5! om Amenazando sencillamente 23. Dxe7 Dxe7 24. Sh4. 22. oo Exa2d En caso de 22. ... exd5 las blan- cas podrian ganar con 23. Wxd6+ beB 24. We6! Sd7 25. exd5, 6 24. .. R06 25. H+ gd7 26. exd5 Rxd5 27, WES+ Reb 28. Hd3+. 23. h4 En esta posicion Spassky jugs 23. h3 contra Pilnik, manteniendo la amenaza concreta de 24, *e7 y 25. &h4, La partida gemela con- cluyo: 23. ... Wh8 24. Qxe7 xe7 25. WeS Balt 26. dh2 Wa8 27. WxbS+ bc7 28. We5+ bbs 29. &xd6+ ba8 30. &xe7 Bad 31. ‘Wb4, y las negras abandonaron. 23). whs 2A. Bxe7 Dxe7 25. Wes Abandonan Los ejemplos que hemos analiza- do demuestran cuanta carga explosi- va hay contenida en una innovacion. Y lo dificil que resulta para un juga- dor combatirla ante el tablero. Atin asi ofreceré algunos consejos. Si el in- fortunio golpea —atinque a veces no es infortunio; puede ser una prepa- racién defectuosa— tienes que man- tener la serenidad y tratar de calmar- te. Fijate en la segunda partida de mi match con Tahl Si hubiera perdido el equilibrio y me hubiera empezado a cundir el panico seguro que no ha- bria encontrado la defensa correcta. En esos momentos debes de concen- trarte al maximo y tratar de investi- gar el valor de la preparacion, des- cubrir su clave y entonces eludir los caminos peligrosos por donde ella operaria. Si notas que no eres capaz de eva- luar todos Jos factores o de calcular exactamente las variantes concretas, la decision mas sensata es evitar el conflicto y escoger un camino nev- tral, preferentemente que no haya complicaciones, en donde puedas re- solver los problemas que surjan, pero ademas eludiris los mayores peligros de la linea principal. Instructiva en este sentido es una de las partidas Karpov-Kasparov. En la primera 73 que se planted el gambito Kasparov, Karpov prefirié no entrar en la dis- cusion. Por supuesto, no siempre ha de poder escogerse esta forma de obrar y a menudo las circunstancias te obligan a «aecoger el guanten. (Esto es lo que ocurrid en e] match Karpov-Kasparov, cuando las negras repitieron el gambito, y también en mi partida con Tahl cuando el blan- co sacrificed una pieza.) Entonces el Uinico consejo es éste: Debes tranqui- lizarte interiormente, —aqui la prepa- racién de autocontrol puede ser de gran valor—, ordena tus pensamien- tos y toma una decision enérgica- mente, sin miedo a fantasmas. Este es un ejemplo de mi partida con Be- liavsky de la Espartakiada de la URSS, Moscu 1979. Beliavsky em- pled una idea nueva, preparada du- Tante una sesién de entrenamiento del equipo ucraniano. Mas tarde me informaron que varios miembros del equipo habian invertido juntos varias horas analizando una continuacién forzada: 1. 04 c5 2. DB d6 3. gene Dxd4 D6 5. Dc3 26 6. &: f4 bS 8. e5 dxe5 9. fxeS a it exf6 We5+ 11. Re2 Wxg5 12. 00 We5 13. DB AcS+ 14. Sh Yxl6 15. Ded We7 16. Dfgs ... (DIAGRAMA 52) Puesto que tenia gran experiencia en mi variante, después de sumergir- me en la meditacion me senti capaz, con esfuerzo, de encontrar la dec+ sion correcta y asi neutralizar efect- vamente la novedad de Beliavsky: 16... 5! 17, RhS+ g6 18. Oxh7 74 f7! y con esta sdlida muralla de peones encarar el futuro con confian- za. Pero entonces repentinamente vacilé: «ZY si estoy omitiendo algo?» Como resultado, mi trabajo se des- perdicié, me traicioné a mi mismo y jugué de forma distinta: - 00 17. Dxf7! Zxf7 18. Ext? &xf7 19. QhS+ bg8 20. @xc5 Dad7? (20. ... Ha7 era lo me- nos malo) 21. Oxe6! Y después de perder un pedn, a pesar de una defensa tenaz, en el fi- nal perdi la partida Y asi, no hay que tener miedo a fantasmas, jcreer mas en vosotros mismos! Recordar que ante el table- To si no sois capaces de salvaros vo- sotros mismos jnadie os echara una mano para ayudaros! Tratad de in- culcaros la reflexion: «El peligro cuando me encuentro ante una no- vedad es grande, pero jno debe exa- gerarlo indebidamente!» Me gustaria compartir algunas consideraciones sobre un factor adi- cional. {Qué puedo hacer para evitar los desastres en la apertura, 0 por lo menos reducir la posibilidad de que se den? Generalmente, en la selec cién de las diferentes variantes que vayas a utilizar procirate un grupo complementario de lineas defensivas. Un jugador que escoge con ne- gras la Defensa Siciliana se hace me- nos vulnerable cuando se aleja de la estructura de una sola variante. Por mi experiencia puedo decir con con- fianza que es sensato variar periédi camente la eleccién de variantes. —Esto también depende mucho del estilo y las preferencias del rival, Por ejemplo, en mi repertorio de aperturas, que esta delimitado a la Defensa Siciliana, se encon- tar las variantes Najdorf, Paulsen y la Scheveningen, sin mencionar la va- riante Polugaievsky. Tal diversidad entorpece la preparacion del oponen- te y asi mejora mis posibilidades de éxito. Por el contrario, si como «una cuestion de principio» constante- mente juegas una sola variante, aun- que esto tenga la ventaja de jugar po- siciones que siempre te seran fami- liares hasta en sus Ultimos detalles, no excluye el peligro de «corer ha- cia un campo minado», 3. DEBATES TEORICOS Como ya he mencionado en la introduccién, ahondar en el labe- rinto de la Defensa Siciliana no tie- ne sentido sin llevar a cabo deba- tes tedricos, ya que como en nin- guna otra apertura encontramos constantemente problemas criticos que provocan un vivo interés tan- to en tedricos como en jugadores. Un estudio profundo, ya sea en la variante Najdorf, en la Paulsen, en la Dragon o en la Scheveningen revela un gran conjunto de agudas lineas con sacrificios y contra sa- crificios. Este fructifero terreno ha dado origen a un conjunto de po- siciones cruciales, cuyas valoracio- nes pueden ser contradictorias: Al- gunos prefieren jugarlas con blan- cas, mientras que otros apoyan los recursos defensivos de las negras. Surge un conflicto creativo cuya solucién esta en la lucha sobre el tablero de ajedrez. 3.1. LA FE EN UNO MISMO Es una cuestién de honor para cada jugador «siciliano» defender sus puntos de vista hasta el final, aunque a veces es inevitable que saboree e] amargor de la derrota. Si un jugador evita un debate teo- Tico se complicara la vida y la fi- nalidad de su propia preparacion tedrica se pierde. Las disputas tedricas son de particular importancia en los mat- ches. Junto con una lucha compe- titiva de alta intensidad, hay un en- frentamiento entre dos individuali- dades donde cada uno esta con- vencido de la correccién de sus ideas. En mi match de candidatos con Karpov, Mosci 1974, defendi per- sistentemente con negras la posi- cién que surge después de: |. e4 c5 2. £3 dé 3. d4 cxd4 4. Dxd4 Af6 5. Bc3 a6 6. Re2 €5 7. Dd3 he7 8. 0-0 Re6 9. £4 We7 10. a4 @bd7 11. wh) 00 12. Le3 exf4 13, Bxf4 Esta posicion estandar se pre- senté en las cuatro partidas del match en las que lleve las negras. En la 2' partida utilicé la pobre continuacién 13. ... Zfe8 y la par- tida terminé en tablas. En las si- guientes partidas pares empleé la 71 mejora 13. ... DeS y perdi en las tres, aunque tras dura lucha. Perio- distas y comentaristas considera- ron como la causa principal de mis derrotas que me hubiera aferrado a la Defensa Siciliana, y en parti- cular a esta variante, que habia sido demasiado inflexible. No pue- do estar de acuerdo con estas afir- maciones tan categéricas. Por su- puesto, la flexibilidad en los acon- tecimientos ajedrecisticos es esen- cial. Pero si yo pensaba que la va- riante era firme, {por qué eludirla? Creo que la raiz del mal esta en otras causas. La apertura no tuvo la culpa y seria erroneo por mi par- te quejarme por eso. Y aunque en una partida legué a una posicién dificil, en la siguiente tentativa ob- tuve ventaja. Otro asunto fue la calidad de mis analisis en los aplazamientos; Por esto si que debo ser criticado ya que no siempre estuve a la altu- ra de las circunstancias. O KARPOV @ POLUGAIEVSKY Moscu 1974, 4° partida 1. e4 c5 2. Of3 d6 3. d4 cxd4 4, Dxd4 O16 5. Dc3 a6 6. Re2 5 Las negras crean debilidades en su propia posicion —la casilla dS y el peon retrasado d6—, pero co mienza una lucha por el centro, apuntando a un activo juego de piezas. 7, Qb3 Re7 8. 00 Reb 78 9, 4 We7 10. a4 @bd7 11, @hl Karpov elude la aparentemente mas activa 11. £5, ya que en su par- tida con Byrne en Leningrado 1973, no consiguio ventaja en la apertura despues de 1]. ... &c4 12. &e3 0-0 13. a5 dS. Aqui emplea una idea de Geller, que impide 11. ... Bc8 —en este caso las blancas se apoderan de la iniciativa, como en la partida Ge- ller-Ivkov Hilversum 1973, con 12. £5 &c4 13. a5 0-0 14. 2x4 Wxc4 15. Bad Wo6 16, &e3, y 16... DS no es posible en vista de la pérdi- da del peon a6. 11... 00 12, Re3 exf4 13. Bxf4 Bed En la segunda partida del match continue 13.... Hfe8, y después de 14, Bd4 Be5 15. DS Dg6 16. Efl S£8 17, Wada! tuve una posi- cion dificil. 14, Q@d4 En la 6* y 8° partidas las blancas jugaron la mas fuerte 14. a5! La continuacién elegida por Karpov le da al negro buen juego. 14... Had8 15. Wel . Esto rechaza 15. ... d5 y crea la amenaza 16. \

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