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STELLA SALVO LA GRANJA Una granja al borde de la quiebra y sélo una via de salvacién: el trabajo en equipo y el cambio Vijay Govindarajan y Chris Trimble STELLA SALVO LA GRANJA Una granja al borde de la quiebra y sélo una via de salvaci6n: el trabajo en equipo y el cambio Vijay Govindarajan y Chris Trimble llustraciones de Keny Widjaja Sonsacociones “Titulo original: Hew Stella Saved he Barm © Vijay Govindarsjan y Chris Trimble, 2012 Publicado originalmente por St. Martin's Press © Dela traduccién: Marfa José Delgado, 2012 © Deesta edicisn: 2012, Santillana Faiciones Generales, S.L. ‘Avena de lot Areas, 6.28760 Tres Cans Madd) “Telefona 9174890 60 ewer com agsilarierilnses Disefo de eubierta: Departamento de Disefio de Santillana Tustraciones de eubierta y de interiores: Keny Widjaja Primer edicinsacubre de 2012 ISHN 978.98-03.01311-7 Depisiolegals M-28314-2012 Inmpeso en Espa Print in Spin ‘Queda prob, sv excep prvise en aly, cualquier forma de reproduc, drtribuctn,comunicacin plea Y transormacin dees abr sin conta con traci de lor {tulaes def propedad inelecal La infact de los dere= ‘hos menciondos pute ter contttira de delta contr la prope neler (te. 270 y del Cig Pea). Prefacio poder de la fibula como instrumento didéctico ha quedado demostra- do alo largo de los tiempos. Los que se han criado en Occidente, por ejemplo, recordaran bien las lecciones apreniidas en la infancia através de las fabulas de Esopo, como La libre y la trtuga y El pastor mentireso, las fabulas pueden tener tanta fuerza para los adultos como para los jovenes. De hecho, dos fabulas para adultos han inspirado este libro Rebelién en la granj, el clasico de George Orwell que sac6 2 la uz los peligios ocultos del comunismo, y Nuestro iceberg se derrit, la fabula de John Kotter donde se teflejan los principios dela gestidn del cambio en im delicioso cuento sobre una colonia de pingtinos. Hemos utilizado Stella sav la granja con ptiblicos variados, desde altos ejecutivos hasta empleados de primera linea y estudiantes de pos. _gado, y hemos comprobado que las narraciones funcionan. Catalizan el proceso de aprendizaje, se abren camino entre la complejidad y los deta- les ¢ invitan a un debate animado y perspicaz. Hemos descubierto que podemos abarcar mas aspectos del ema en tres horas con el piblico que ha lefdo Stella que en una jornada completa con el que no lo ha leido, Siellasaiv6 la granja se basa en més de una década de investgacién. El relatoes una combinacion de las numerosas iniciativas de innovacion que hemos observado en organizaciones establecidas, En los programas piloto que hicimos con los primeros letores varios paricipantes nos dije- ron que creian que el libro debia de estar basaco en sus propias empresas. De ese maxlo supimos que Stella cumplia con su cometido, ‘Nuestra intencién en este libro no es examinarel tema a fondo, sino centramos en un putado de principios fundamentales para gestionar 1s inicitivas de inovacién. A Tos lectores que busquen un tratamiento ‘mas completo ythdicioal les sugermos la lectura de The Oder Sie “of Innovation: Soig the Execution Challenge (Harvard Business Review Press, 2010). Fs libro se basa en la mista investigacion que és, pero oece recomendaciones mas detalladas, analisis completo y numerosos ejemplos reales de innovacin dentro de empresas muy conocias como IBM, BMW y Deer & Company: Peto, sinceramente, sacar mas partido de The Other Sie si ke Stella antes, Eso si puede resistir el humor de una historia contada con tono desenfadado a pesr de la seriedad de su objetivo, Presentacion. Lk: aerolinea anuncié la tiltima Hamada para embarcar y Stella le dio Alejandro un titimo abrazo. Apoyéndase en el musculoso cuerpo de 41, leacaricio el largo cuello con la nariz, Por wltimo se dio la vuelta ¥y se dirigio hacia la puerta de embarque. {Como habia sucedido aque- llo? Stella esperaba enamorarse agin dia, pero jamés hubiera esperado -que ocurrera tan pronto Tenia grandes aspiraciones y, desde tnego, no era una de ellas vol- verse loca por nadie. Solo unos cuantos meses antes habia finalizado ‘sus estudio cot la firme idea de cambiar el mundo, Naturalmente, ‘no estaba segura de cémo iba a hacerlo de forma exacts, pero estaba -ansiosa por empezar: trabajar en el importante negocio agropecuario -de su familia, obtener experiencia en el mundo real y desarrollar com- ‘petenclas parael futuro La madre de Stella, que no era tan ambiciosa como ella, le dio un ‘consejo maternal —Tienes el resto de la vida para trabajar —Ie dio a su hija—. Yen el trabajo no ¢so- todo lo que reluce. Vete a ver mundo primero. Disfruta As{ que Stella habia aplazado sus planes profesionales. Se compro ‘una mochila, un billet de avin en una aerolinea de bajo coste y una guia, Peni con diez pavos al dia. Estaba dispuesta a arreglarselas sin co- tmodidades, svo con una excepcion: de ningiin modo se desprenderta de la BlackBerry omen el viaje en las montaia, haciendo senderismo por el Ca ‘mino del Inca, Se hizo amiga de mochileros de todo el mundo, llena de ‘entusiasmo por lo inusnal de su procedencia, intereses y perspectivas, ‘Un dia, durante la difel escalada a Machu Picchu, las famosas ruinas ineas, hizo una pausa para descansar sobre una roca. La cumbre habia quedado cubierta por una espesa neblina. Fue entonces cuando en medio de la niebla aparecid Alejandro, —#Te apetece una cereza salvavidas? —le ofrecié Stella tavo que alzar la vista, bien hacia arrioa, para mirarlo a los ojos. Alejandro eta alto, ademas de ser guapo. Y como el propio Peri, parecia muy, muy... exotica, Claro, Sientare Lo invit6 ella Durante los meses siguientes viajaron juntos, Stella iba descubriendo tun mundo ajeno, Alejandro explorando su propio pais. Fueron conocién- dose mutuamente, Fotografiaron aves raras en el Amazonas. Se broncea- ron en las playas. Se atrevieron a visita las catacumibas situadas debajo de ‘un monasterio centenario en Lima Stella no pod negar su atraccién por Alejandro. Admiraba su buena forma fisica, aquel aspecto agreste que transmitia a la vez cierto aire de suntuosidad, de suavidad, incluso. Encontrabs esa combinacién irresis- ible ‘Ahora, tas su idilio arollader, Stella habia entrado en el avion muy pensativa, El hecho de separarse de Alejandro no era lo tnico que la in- Quietaba, Mird de nuevo la BlackBerry. Oura vez legaban malas noticias dle Deirdte, su mentors en Windsor Farm. La economia de la explotaciin agropecuata seguia empeorando. Deirdre se veia sometida a enormes pre- stones. Stella sabia que era hora de volver a casa y arrimar el hombro. Se retorci6 en el asiento, ineapaz de encontrar une postura cémoda. Los asientos de los aviones no estaban disentados paracuerpos como el suyo, Kr Cd ‘Tenga en cuenta que Stella era una oveja ‘Alejandro era una alpaca Yesto, de hecho, es una fibula Primera parte USalvard Stella la granla? Golo porque e titulo del libro lo diga no tiene por qué ser forzosamente asl) Capitulo 1 ARE Tres meses antes oO se acomods tras el amplio escrtorio de caoba, hecho a medida ‘para una yegua. En la pantalla del ordenador aparecieron dos nuevos mensajes de correo electronico. Primero ley el de su agente, que le recordaba que tenfa que cerra el precio del matz del otofo. Tomé nota ‘mental de ello. Deirdre levaba aproximadamente un afto dirigiendo las cosechas de soja-y de matz de Windsor Farm y disfrutaba con el ret, El otro mensije, de su joven protegida Stella, describia la magia del Camino del Inca, Stella habia escrito sobre sus aventuras de forma tan srilca que Deitdre casi podia verse a sf misma en Pera. De todos mo- dos, pens6 Deirdre, seria estupendo que Stella volviere a Windsor. Era la oveja menos vergonzosa que jamas habia conocido, una lider ata, Se oy un ruido de pezuias fuera de la oficina. El padre de Deie- dre, Marcus, aparecié ocupando el marco de la puerta. Parecia tan fuerte como siempre, aunque estaba inusitadamente cansado. Marcus levaba més de dos décadas dirigiendo la granja, durante las cules habla moder- nizado su funcionamientoy casi habfa duplicado su tamafto. Experimen- tado, culto y sensato, era respetado tanto dentro como fuera dela granja —Cémo estén mis nietos? —comenzé Mateus con su saludo habi- tual—. ;Van bien en los estudios? Deirdre sonti al pensar en sus enérgicos potrills, Russell y Thomas. Van estupendamente —respondié—. Soy yo la que tiene proble- mas para segurres el ritmo. B

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