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B3 El HOMBRE CAIMAN (Folclor) Dicen que, hace muchos, muchisimos afios, en la poblacién riberefia de Plato, puerto sobre el Rio Magdalena, en la Regién Caribe colombiana’ hubo un hombre cuya pasién era la de contemplar a las mujeres cuando se bafiaban en el rio. La gente mayor lo reprendia y le recordaba que hay que respetar a los demas y no producirles temor con actitudes que dafien la convivencia. Pero él, no hacia caso y burlaba la vigilancia de los padres de las muchachas que se turnaban para ahuyentar a los curiosos. Sucedi6, que el joven, de quien se ha perdido el nombre, se atrevié, a consultar a un chaman de la Sierra Nevada de Santa Marta, para que, le concediera transformarse de hombre en caiman por un rato, para no ser visto, y de caiman en hombre, para continuar su vida. EI sabio le advirtié los peligros del intento. Sin embargo, accediendo a sus deseos, le proporcion6, en dos calabazos una pécima magica: una, para transformarse en caiman. La otra, para volver a su forma humana. El hombre, muy contento, corrié y corrié, hasta Hegar a la ribera de su amado rio. Cuando leg, atin no aparecian las bellas y alegres muchachas Al escuchar de cerca su charla y su risa, el hombre tomé rapidamente el primer bebedizo y, en Jo que dura un suspiro, se convirtid en caiman, Mientras, en esta forma se deslizaba en el rio, se le cayé el otro calabazo y se le rompié. Como pudo y, desesperadamente, recogié un poco del liquido y con angustia lo bebié para probarlo. Pero no fue suficiente para volver completamente a su forma humana. Sélo recuperé la cabeza. Quedé, para siempre, convertido en “hombre caiman”. En ese estado, lo encontraron las muchachas que, espantadas al verlo, regresaron a su casa, esa tarde, sin entrar al rio. Por mas esfuerzos y ruegos que hizo el pobre hombre, no logré librarse de tan terrible condena, Cuentan que, por miedo al caiman, determinaron matarlo. Entonces, huy6 a lo largo del rio y fue a parar a Barranquilla. Dicen algunos que, cuando van a pescar de noche, ven salir del rio al Hombre Caimén a advertir a los varones, que no hagan lo que é! hizo. Folclor En Plato, levantaron un monumento en su honor y, anualmente, celebran la leyenda con el Festival del Hombre Caiman. El Festival y el monumento, han sido declarados “patrimonio cultural de la ciudad”. EI barranquillero José Maria Peftaranda' inmortaliz6 la leyenda del Hombre Caiman con la siguiente composicién. Su musica y ritmo se adaptan alegre y graciosamente a coplas en diferentes partes de Colombia. SE VA EL CAIMAN Voy a empezar mi relato, con alegria y con afin Voy a empezar mi relato, con alegria y con afin: En la poblacién de Plato, se volvié un hombre caimén (bis) Se va el caiman, se va el caimén, (se va para Barranquilla) ' HERRERA DE LEON, Cesar A. (18-02-1999). César Herrera de Leon. ed, Plato, sus leyendas y relatos (1 edicion). pp. 15-39 74

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