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J ESUS APROXIMACION HISTORICA seg eee JOSE ANTONIO PAGOLA juién fue Jestis? 2Qué alternativa quiso introducit con su actuaci6n? nde esta la fuerza de su persona y la originalidad de su mensaje? @Por qué se le ejecut6? 2Cémo termind su aventura Un relato vivo y apasionante de la actuacién yel mensaje de Jestis de Nazaret que, partiendo del estado actual de la investigacién, lo sitdia en su contexto social, econémico, politico y teligioso desde los datos mas recientes. PPC It Il isono de interiores: Amparo Hernandez Pereda-Velasco Estudio SM Disefio de cublerts: José Ignacio Molano Estudio SM CGenrencia de produccisn y logistica: Salvador Pereira Rodrigsez Titulo original esis. Aproximacion istic © José Antonio Pago! {© PPC Faitorial y Distribuidora (2013) ‘Décima edicisn en Espana, 2013. Reservados todos los derechos. DR. OPPC Editorial, S.A. de CV. (2013) Magdalena 211, Colonia del Valle, (03100, México, DF. Teléfono: (55)1087-8400 alservicioppe-editorial.coman. £ ppoeditorial mexico W @ppceditorial Primera edicign en México, 2013. Primera seimpresién, 2013. Segunda reimpresin, 2014. ‘Tercera reimpresisn, 2015 ISBN: 978-607-7983-99-6 [rv ores tl rl tr nisin aro ie cusiuir | Erk ecm, ropa, or reg ess, prin mY | eo side de cop ‘La marca PPC® es propiedad de PPC Editorial $.A. de C.V- Jens. Arenimacon hiss erin de imprimir en mayo ds 2104 Litogréfica ingramex, Ter Me Genteno 162-1, Col Granja Esmeralda, Mexico, DF, 09510. ponistas, debates vino, 1996, pp. primitivo. Este- 2s del evangelio, fe de Brouwer, 9 ‘MAESTRO DE VIDA Jestis seguia comunicando a todos la experiencia que vivia en su corazén: «Ya estd Dios aqui. Su presencia salvadora se estaba haciendo notar de ma- nera callada, pero real. Los enfermos y atormentados por espiritus malignos experimentaban en su propia came la fuerza curadora de un Dios amigo de la vida. Los mendigos y desposeidos, victimas de toda clase de abusos y atropellos, comenzaban a sentir a Dios como su defensor y Padre. Los peca- ores, las prostitutas y los indeseables se sentian aceptados: mientras comfan ‘con su amigo Jestis, en su coraz6n se despertaba una fe nueva en el perdén y la amistad de Dios. Hasta las mujeres comenzaban a gustar una dignidad nueva antes desconocida. Con Jestis, todo empezaba a cambiar. Cémo responder a esta nueva sittacién? ;Cémo «entrar» en la dind- mica del reino de Dios? ,Cémo vivir en este espacio nuevo creado por la irrupcién salvadora de Dios? Jestis puede responder desde su propia expe- riencia. Eles el primero que vive acogiendo el reino de Dios. Puede ensefiar alos demas. La gente lo percibe enseguida no solo como profeta de Dios, curador dela vida o defensor de los titimos, sino como un maestro de vida que ensefia a vivir de manera diferente bajo el signo del reino de Dios. Un maestro poco convencional La gente Io llama rabt, porque lo ven como un maestro. No es solo una forma de tratarle con respeto. Su modo de dirigirse al pueblo para invitar a todos a vivir de otra manera se ajusta a la imagen de un maestro de su tiempo. No es solo un profeta que anuncia la irrupcién del reino de Dios. Es un sabio que ensefia a vivir respondiendo a Dios? Es clerlo que los eseritores rabinicos solo Haman rab a los letrados que vivieron des. ppués del aho 70, pero en tiempos de Jess existfan maestros como Hille, Shazmmai o Gamaliel (Theisson/Merz, Marguerat). 249 Sin embargo, nadie lo confunde con los intérpretes de la ley con los escribas que trabajan al servicio de la jerarquia sacerdotal del templo. Jestis no se dedica a interpretar la ley?. Apenas recurre a las Escrituras sagradas, y no cita nunca a maestros anteriores a él. No pertenece a nin- ‘guna escuela ni se ajusta a ninguna tradicién. Su autoridad sorprende. La gente tiene la impresién de estar escuchando de sus labios un camino de vida radicalmente diferente’. ‘Como en todos los pueblos, también en la sociedad judia que conocié Jestis predominaba una sabiduria convencional que se habfa ido configu- rando a lo largo de los siglos y era aceptada basicamente por todos. La fuente principal de la que arrancaba era la ley de Moisés y las tradiciones que se iban transmitiendo de generaci6n en generaci6n. Esta «cultura re- ligiosa», alimentada semanalmente en las sinagogas con la lectura de las Escrituras, reavivada en las grandes celebraciones y fiestas del templo, conservada y actualizada por los intérpretes oficiales, era la que impreg- naba toda la vida de Israel. De esta tradicién religiosa, interiorizada en la conciencia del pueblo, extrafan todos su imagen de Dios y el marco de valores que configuraban su vision de la vida: la eleccién de Israel, su alianza con Yahvé, la ley, el culto del templo, la circuncisi6n o el descanso del sabado. Ahi se alimentaba su identidad de «hijos de Abrahan»‘. Aunque Jestis vive enraizado en lo mejor de esta tradicién, su ens fianza tiene un cardcter subversivo, pues pone en cuestién la religién convencional. De su ensefianza se desprende una conclusi6n: esta lle- gando el reino de Dios. No se puede seguir viviendo como si nada ocu- rriera; hay que pasar de una religion convencional a una vida centrada en el reino de Dios. Lo que se esté ensefiando en Israel no sirve ya como 2 Jestis nunca emplea la terminologéa tradicional entre los rabinos: «Ast dice ta Toré» (Borg, Chilton), Bn Marcos 1,22.e dice que las gentes «quedaban asombradas de su ensefianza, pues les censefiaba como quien tiene autoridad, y no como los eseribas». No hay por qué pensar que tesla observacidn de Marcos sea una reflexion cristiana sin base en la historia real de Jests. Asi cra recordado Jests (Dunn). + Siguiendo a Sanders, diversos autores hablan de un sjudafsmo comén» 0 «gran tradi iGn», qute recogeriael contenido esencial dela religién de Israel, y las tradiciones menorese, fon las que se pueden observar divergencias notables. Otros, sin embargo, consideran este ‘gudaismo comin como una reconstruccién cuya consistencia hist6rica no es fécil de probar (Neusner, Hengel). Por lo general, hay se habla cada vez mas de un pluralismo grande en el judaismo del siglo | dentzo de un marco religioso bsico (Perrot, Marguerat, Mies). 250 ‘0 con los Hel templo. Escrituras rece a nin- prende, La camino de que conocid do configu- He Israel, su jel descanso shan * Ja religion : esté Tle- pi nada ocu- (dice la Tord» fiaza, pues les qué pensar que dees. Ast gran tradi- consideran este ic de probar punto de partida para construir la vida tal como la quiere Dios. Hay que aprender a responder de manera nueva a la nueva situacién creada por la irrupeién de Dios. Con lenguaje extrafdo de la sabidurfa popular, Jest deja entrever de manera inconfundible su propésito. No quiere ensefiar a caminar por el «camino ancho», transitado por mucha gente, pero que conduce al pueblo a su perdicién. El desea mostrar un camino diferente; son pocos todavia Jos que entran por él, pues resulta més «angosto», pero es el camino que conduce a la vida’, No quiere ser un gufa ciego en medio de aquel pue- blo; hay ya muchos «ciegos guiando a ciegos», con el riesgo de caer todos en-un gran hoyo*, Tampoco pretende echar un remiendo de tela nueva a.un vestido viejo, pues el rasg6n puede ser mayor; ni introducir vino nuevo en odres viejos, pues se podria echar a perder todo, vino y odres’. El reino de Dios exige una respuesta nueva capaz de transformarlo todo de rafz. «jEl vino nuevo, en odres nuevos!». Por eso Jestis no acude a las Escrituras para analizarlas y extraer de ellas su ensefianza, tal como se acostumbraba entre los fariseos 0 en la comunidad de Qumrén. A él las Escrituras le sirven para mostrar que los designios de Dios se estan ya cumpliendo con la irrupcién del reino de Dios. Su experiencia filial de Dios le dice que ya se esta revelando de manera més plena y decisiva lo que se decfa en los textos sagrados®. Jestis estaba muy familiarizado con la tradicién biblica y con las ex- presiones e imagenes que en ella se utilizan. Sin embargo, no es facil sa- ber los textos que acostumbraba a citar’, Probablemente, el libro que mas 5 La imagen esté recogida en la fuente Q (Lucas 13,24 / / Mateo 7,13-14). Es una imagen recuente en las Escrituras hebreas, los libros apécrifos del Antiguo TTestamento y la literatura cde Qumran. No hay por qué negar que también a Jestis le haya gustado emplearla. La formu- Tacin de Lucas es probablemente la mas auténtica. * Fuente © (Litcas 6,39 / / Mateo 15,14) y Evangelio lapcrifo de Tomas 34. El dicho es un proverbio popular que Jess utiliza a su estilo. ” Mareos 2,21-22 (recogido luego en Mateo 9,16-17; Lucas 5,36-38) y Eoangetio [apdcrifo] de ‘Toms 47,4. Son proverbios populates utilizados por Jesis. La versién més original puede set la del Eoangelia lapscrifo] de Toms, pues no ha sido adaptada ala perspectiva cristiana * No es posible saber con certeza los escritos que Jess conocis y consicleré como sagrados. + Como es natural, los evangelios, redactados en griego, citan el Antiguo Testamento segain la version griega de los Setenla, acabada en el siglo a C. y utlizada entre los hebreos de la didspora, que solo hablaban griego. Bs ffeil que alguna de estas citas que se pone en l- bios de Jests y que reflejan los intereses y preferencias de las comunidades crstianas se haya introducido durante [a transmisi6n de la tradicion. Ie atrafa era el del profeta Isafas, y los textos mas queridos, aquellos que anunciaban un mundo nuevo para los enfermos y los mas pobres. ;C6mo no se iba a encender de gozo cuando tenfa ocasién de escuchar algdin sabado palabras como estas: «jAnimo, no teméis! Mirad a vuestro Dios. viene en persona a salvaros. Se despegaran los ojos de los ciegos, los oi dos de los sordos se abrirén, brincard el cojo como un ciervo, la lengua del mudo cantara». «Aquel dia, los pobres volverdn a alegrarse con el Sefior, los mas pobres exultardn con el Santo de Israel, porque se habran terminado los tiranos» Al parecer, Jestis no cita las Escrituras segiin el texto de los libros he- breos que se guardaban en las sinagogas. La gente no sabia hebreo y, por otra parte, nadie tenfa en su casa libro alguno. Jestis cita la Biblia de una forma més popular y menos precisa, siguiendo los comentarios o traduc- ciones (fargumim) que se hacfan en arameo para que el pueblo entendiera la Palabra de Dios". Pero no se limita a repetir el texto. Adapta el len- guaje y las imagenes biblicas a su propia experiencia de Dios. Todo lo lee y lo recrea desde su fe en Ta irrupcién de su reinado. La gente sabe que Jestis no es un maestro de la ley. No ha estudiado con ningiin maestro famoso. No procede de ningtin grupo dedicado a interpretar las Escrituras. Jestis se mueve en medio del pueblo. Habla en las plazas y descampados, junto a los caminos y a orillas del lago. Tiene su propio lenguaje y su propio mensaje. Para comunicar su experiencia del reino de Dios, narra pardbolas que abren a sus oyentes a un mundo nuevo, Para provocar a la gente a entrar en la dinémica de ese reino, pro- nuncia sentencias breves en las que resume y condensa su pensamiento. De su boca salen sentencias directas y precisas que apremian a todos a vivir la vida de otra manera. Sus dichos quedaron grabados en quienes le escuchaban. Breves y concisos, llenos de verdad y sabiduria, pronunciados con fuerza, obli- ® Tgalas 35,56; 29,19-20. El texto de Isafas 61, 1-2 citado por Jostis en la sinagoga de Ni rot (Lucas 418-19) recoge su experiencia, pero ha sido introducide probablemente por Lucas como texto programatico: «EI Espiritu del Seftor est sobre mf, porque me ha ungido para anunciar Ia buona noticiaa los pobres; me ha enviado a proclamar la Iberacién a los cautivos y dar la vista a los ciegos, a libertar alos oprimidos y a proclamar un afio de gracia del Sern Esta es la conclusi6n de la investigaciéa de Chilton, aceptada par estudiosos de prestigio (Evans, Theissen, Meier, Witherington Il). Parece que Jestis cmnocfa un comentario popular det Libro de Isafas que mas tarde cristaliz6 en el Targum de Iscas (entre e170 y el 135 dC). En este escrito aparece con frecuencia la expresién «reino de Diosw, categorta central del mensaje de Jess. 252, ebreo y, por Biblia de una ys o traduc- Todo lo lee o dedicado a plo. Habla en el lago. Tiene experiencia aun mundo e reino, pro- Biowos de prestigio piario popular Gel 135 dC). En este del mensaje de gaban a la gente a pensar algo que, de otro modo, se les podia escapar. Jestis los repite una y otra vez, en circunstancias diversas. Algunos le sirven para remachar en pocas palabras lo que ha estado explicando lar- gamente. No son dichos para ser pronunciados uno detrés de otro’. Se necesita tiempo para pensar en cada uno de ellos. Jestis tiene un estilo de ensefiar muy suyo. Sabe tocar el corazén y Ja mente de las gentes. Con frecuencia les sorprende con dichos paradéjicos y desconcertantes: «Quien quiera salvar su vida, la perderd, pero guien pierda su vida por mi, la encontraré»®. Seré de verdad asf? (Un asunto de vida o muerte? {Una decisién donde uno se juega todo? A veces los provoca con expresiones incresblemente exageradas: «Si tu ojo derecho te escandaliza, arrancatelo y tiralo... y si tu mano derecha te es ocasién de pecado, cértatela y arréjala»'*, Otras veces habla con ironfa y humor: 4qComo es que ves la mota en el ojo de tu hermano y no adviertes la viga que hay en el tuyo?» ®. La gente se rie a carcajadas, pero dificilmente ol- vidard la leccién. Sabe también utilizar con gracia juegos de palabras que les divierten no poco: «jGutas ciegos, que colais un mosquito [en arameo, galma] y os tragéis un camello [en arameo, gamlal!» Jestis quiere llegar hasta las gentes mas sencillas e ignorantes. Por eso emplea también refranes conocidos por todos. Al pueblo siempre le gus- tan esos dichos de autor desconocido donde se recoge la experiencia de generaciones. No son dichos originales de Jestis, pero él los utiliza de manera original para ensefiar a entrar en el reino de Dios: «Nadie puede ser esclavo de dos sefiores»; lo dice la experiencia, pero Jestis ahtade: «No pods servir a Dios y al Dinero» ”. La gente le ha entendido: no se puede atender la llamada de ese Dios que defiende a los ‘iltimos y vivir acu- mulando riqueza. En otra ocasi6n recuerda otro refran: «No necesitan médico los sanos, sino los enfermos» ®. Lo sabe todo el mundo: el médico = Bawtantes dchos pronundados por Jensen diversn crcuntancas enn ecogidos Coa ioteabdo vesladeras ccoecionesy (por ejemplo Mateo 7), Conviene 0 ojtne daseientar pr esa presntaion smal. OMe 828, ° Mateo 3930 » Mateo 73, 1 Meee 34 La gente seria todavia mas al recordar que el camello era un animal Po RaenteQ (Lucas 16,13 // Mateo 6240 w Manes 217, esté para atender a los enfermos. Entonces, por qué no aceptan que se acerque a los pecadores y coma con ellos? Sin embargo, mas que refranes populares, Jestis pronuncia senten- cias propias nacidas de su manera de entender la vida desde el reino de Dios, Son dichos breves que muchas veces se caracterizan por su radi- calidad. Jestis los pronuncia con autoridad, sin fundamentarse en las Bs- crituras y sin aportar argumento alguno: «Amad a vuestros enemigos», «No juzguéis y no seréis juzgados». Son una especie de «contraorden» para vivir bajo el signo del reino de Dios frente al modo de vivir acep- tado convencionalmente por todos”, jCambiad vuestro corazén! ‘Cuando Jesiis proclama el reino de Dios, lo hace buscando despertar una respuesta. Dios esta ya actuando. Israel no puede seguir viviendo esta nueva situacién como si nada estuviera ocurriendo. Hay que entrar en el proyecto de Dios. Esta respuesta es necesaria no para que llegue su reino, tampoco para merecezlo. Dios est ofreciendo su amor compasivo a todos, sin mirar los méritos de nadie. La preocupacién de Jestis es otra: gcémo responder al Padre, que esta ya actuando? ¢Cémo vivir ahora bajo la compasin de Dios? fl vive ya transformado enteramente por el reino de Dios, pero aquellas gentes necesitan escuchar una llamada nueva que toque su corazén. Jesiis confia totalmente en la fuerza salvadora de Dios, pero observa los obstdculos y resistencias que encuentra su palabra. No todos se abren a Dios. @Fracasaré un dia su proyecto? Jestis quiere explicar cémo ve él Tas cosas y cuenta la pardbola de un sembrador” Crossan ha analizado con detalle 133 aforismos. Aune llega a contabilizar 167. » fin tiempos de Jess eran conocidos y apreciados diversos libros que secogen prover- bios y sentencias sapienciales: el libro de los Proverbios, terminado de redactar hacia el 480 Cel libro del Qohélet (o Eclesiastés), escrito hacia el 250 a. C. o el libro de Jest ben Sind (0 Felesidstico), escrito hacia el 132 aC. y traducido al griego por un nieto del autor que vivia ‘en Alejandra, En estos libros se ensefa a vivir de manera sensata y razonable: busqueda de la sabiduria; discernitniento de virtides y vicios; trabajo y familia; elacién con las mujeres; ras- gos del hombre sensato...Jestis nunca habla de estos programas de vida, sino de la respuesta radical al zeino de Dic. 3 Aunque el relato comienza hablando de un sembrador, el centro de la parabola no eset sembrador, sino lo que sucede con la siembra, 254 mujeres; ras Escuchad. Una ver salié un sembrador a sembrar. Y sucedis que, al sembrar, una parte cay6 a lo largo del camino; vinieron les aves y se la comieron. Otra parte cayé en terreno pedregoso, donde no tenfa mucha tierra, y broté enseguida por no tener hondura la tierra; pero, cuando salié el sol, se agost y, por no tener rafz, se sec6. Otra parte cay6 entre abrojos; crecieron los abrojs y la ahogaron, y no dio fruto. tras partes cayeron en tierra buena y, creciendo y desarrolléndose, dieron fruto; unas produjeron treinta, otras sesenta, otras ciento™. Jestis esta hablando de algo que se conoce bien en Galilea, En otofio, os campesinos salen a sembrar sus tierras; en junio recogen las cosechas. Los que le escuchan saben lo que es sembrar y lo que es vivir pendientes de la futura cosecha. De qué les quiere hablar Jestis? Fl relato cuenta con todo detalle lo que sucede con la siembra. Una parte de la semilla cae a lo largo del camino que bordea el terreno. No es buena tierra; la semilla ni germina: llegan los pajaros y se la comen al instante, El trabajo del sembrador ha sido un fracaso desde el primer mo- mento. Otra parte cae en una zona pedregosa, cubierta ligeramente por algo de tierra. La semilla llega a dar un pequefio brote, pero poco més: al no poder echar ratz, cl sol la seca. La siembra ha tardado algo mas en perderse, pero también aqui el trabajo del sembrador fracasa, Otra parte cae entre cardos. Al parecer, puede germinar y crecer, pero no llega a dar fruto: los cardos crecen con més fuerza y la ahogan. Los oyentes escuchan consternados. Merece la pena seguir sem- brando? {No puede encontrar aquel sembrador un terreno mejor? Jests contintia su relato. A pesar de tanto fracaso, la mayor parte de la semilla cae en tierra buena. La planta crece, se desarrolla y da fruto: el treinta, el sesenta y hasta el ciento por uno. En algunos terrenos, la siembra ha sido tun fracaso; en otros ha tenido éxito. Pero, a pesar de los fracasos, al final La parabola esté recogida en los evangelios sindpticos (Marcos 4,3b-8; Mateo 13,30-8; Lucas 8 3-88) y en el Fosigelio[apSerfel de Tomas 9. Probablemente la versién de Marcos es fa se cercana al relato original, Para entender el mensaje de Ja parsbola hemos de prescindir Ge Ia interpretacion alegérica que aparece en los sindpticos (Marcos 4,14-20; Mateo 13,18-23: Lucas 8.11415), pues es producto de la comunidad cristiana. No est en el Evangelio lapécrfo] de Tomi, En eon interpretacion alegérica se utiliza el lenguaje de los predicadores cristianos {) se respond alos problemas que se vivieron en la segunclay tercera generacisn. Esta es 1a pposicion més general de los autores después de los estudios de Jlcher sobre las parsbolas 255 el sembrador puede disfrutar de una buena cosecha”. La gente empieza a «entender». Jestis acttia como los campesinos. Al sembrar, todos saben que parte de la siembra se echaré a perder, pero eso no desalienta a na- die: lo importante es la cosecha final. Con el reino de Dios sucede algo se- mejante. No faltan obstdculos y resistencias, pero la fuerza de Dios daré su fruto, Jestis est sembrando. Es el momento de responder. zEn qué tipo de respuesta estd pensando? Contra lo que se podifa es- perar, nunca invita a la gente a hacer penitencia practicando ritos y ges- tos ascéticos tan queridos a los profetas. Nadie le oye hablar de ayuno, ceniza 0 vestidos de luto. No es eso lo que esté esperando ese Dios en- trafiable que aguarda a todos con los brazos abiertos. Su llamada va mas alld de esa penitencia convencional. Tampoco llama sencillamente a vol- ver de nuevo ala ley, No se dirige solo a los pecadores, para que vuelvan a la observancia y se unan a los justos y observantes. También llama a Ios justos. Todos han de cambiar para «entrar» en el reino de Dios, no en actitud penitencial, sino movidos por la alegria y la sorpresa del amor increible de Dios*. No hay que esperar. El reino de Dios esta legando. Ahora mismo hay que «entrar» en su dindmica. Nadie se ha de quedar fuera. Jestis no hace una llamada a la penitencia nacional de todo Israel, al estilo del Bautista, pero tampoco esta pensando en un grupo selecto. A todos les ha de le- gar la Buena Noticia. Todos estan invitados a creer. No encontrardn en el reino de Dios un nuevo cédigo de leyes para regular su vida, sino un impulso y un horizonte nuevo para vivir transformando el mundo segiin la verdadera voluntad de Dios. En el reino de Dios solo se puede entrar con un «corazén nuevo», dispuestos a obedecer a Dios desde lo més hondo. Lo decisivo es esta transformaci6n radical. Dios busca «reinar» en el centro més fntimo de © En tres zonas la siembra fracasa. En otras tres se logra una cosecha buena, de divers ‘grado, Segtin el texto de Marcos, lo que ha caido en cada uno de los primeros terrenos es solo “ana parte» (en singular), pero la mayor parte, es decir, las «otras partes» (en plural), ha dado tuna buena cosecha. ™ En el judaismo mas 0 menos contemporneo de Jestis se habla de «volver al Dios dela Ley». Por ejemplo, «abandonar el camino de corrupcién y volver ala Ley de Moisés» (escritos, de Qumrén); «salir de la impureza y observar los mandatos del Dios altisimon (libro de los Jubilens) chaz que volvamos a tu ley» (oraci6n de las Dieciocho bendiciones), Jess abanciona ‘ese lenguaje y habla de wentrat en ef reino de Dios» 256 (eseritos (iro de fos Ks abandona Jas personas, en ese nticleo interior donde se decide su manera de sentir, de pensar y de comportarse™, Jestis lo ve asf: nunca naceré un mundo més humano si no cambia el coraz6n de las personas; en ninguna parte se construité la vida tal como Dios la quiere si las personas no cambian desde dentro. «El hombre bueno, del buen tesoro del corazén saca lo bueno, y el malo, de su mal coraz6n saca lo malo». Jess Jo ilustra con imégenes claras y penetrantes: «No hay 4rbol bueno que dé fruto malo, ni érbol malo que dé fruto bueno... Nose recogen higos de los espinos, ni de la zarza se vendimian racimos de uvas»*. Jestis quiere tocar el corazén de las personas. El reino de Dios ha de cambiar a todos desde su ratz”. Solo hombres y mujeres de coraz6n nuevo hardn un mundo nuevo. Jestis utiliza un lenguaje original para hablar de la actitud basica para acoger a Dios. A algunos adultos les puede parecer un insulto. Jestis les pide chacerse como nifios». Qué es exactamente lo que quiere decix? El «nifio» es un arquetipo empleado de manera diferente en las diversas culturas. Una metafora universal para hablar de confianza en los padres, inocencia, humildad, sinceridad y otras muchas cosas. Jestis, por su parte, nunca idealiza a los nifios. Conoce bien a aquellos nifios y nifias desnutri- dos que corretean a su alrededor y entre sus seguidores. Tal vez sabe que en algunos lugares del Imperio hay nifios, y sobre todo nifias, que, recién. nacidos, son abandonados por sus padres y, tal vez, recogidos més tarde de los basureros para ser criados como esclavos*. No es esa la costumbre entre los judfos, pero, entre aquellas familias pobres de Galilea, el nifio ® EinJa mentalidad semita el ecorazsin» no es la sede del amor y la vida afectiva. Es més bien el nivel més profundo de la persona a fuente dela percepcién, el pensamiento las emo- clones y el comportamiento. En el corazén de la persona ese decide» su vida enters. ™ Este tipo de dichos son conociclos en la sabiduria proverbial de la época, pero Jess, Jos acuta a st: manera, E contraste entre los espinosy los higos y entre las zarzas y las was 5 del estilo inconfundible de esis: Fuente Q (Lucas 64345 // Mateo 716-20) y Evanselio {april de Toms 85,14 En el pueblo judio se recordaba una promesa de Dios que el profeta Ezequiel habia pronunciade entre ls desterrados de Babilonia, poco después de la destruccion de Jerusalén {586 a. C): «Yo 0s daré un corazén nuevo einfundiréen vosotros un espiritu nuevo; 08 azran- caré el corazén de piedra y os daré un corazén de carne» (Ezequiel 36,26) > Eun papico encontrado en Oxirrneo, al sur de El Cairo Hilaién, un trabajacor emi- prado a Alejandifa, escribe a su esposa Alis,encinta, una carta fechada el 18 de junio de aio 1 1. C.en estos teminos: «Yo me quedo en Alejandra. Te ruego encarecidamente que te ocupes de nuestro hijito, que yo, en cuanto reciba la paga, os la enviar Sis az wn nif, caso de er barn, deja que ood erases nie, exponla para que muera (tado por Crossan). no era solo una bendicién de Dios. Era también una boca mas que habia que alimentar. En la Galilea de los afios treinta, ser nifio equivale a no ser nadie: una criatura débil y necesitada, dependiente totalmente de sus padres. Este es probablemente el punto de partida de la metéfora de Jestis. Por es0 dice: «Dejad que los nifios vengan a mi; no se lo impidais, porque de los que son como ellos es el reino de Dios»™. El reino de Dios les pertenece a los nifios, sencillamente porque son los més débiles y necesitados, como les pertenece a los mendigos, los hambrientos y los que sufren. Por es0 Jestis, movido por ese Dios, los acoge, bendice y estrecha entre sus bra- os. Jestis vive y encarna el reino de Dios acogiendo a los tiltimos. 'A partir de aqui, Jesis da un paso més: «Yo os aseguro: el que no reciba el reino de Dios como un nifio, no entrard en él», El camino para entrar en el reino de Dios es hacerse como los nifos. Dejarse abrazar por Dios como aquellos nifios que se dejan abrazar por él con alegrta. ‘Ante Dios hay que ser de una manera diferente a como son de ordi- nario los adultos, que casi siempre andan buscando poder, grandeza, honor o riquezas. Este lenguaje de Jestis pidiendo a los adultos «hacerse como nifios» esté sugiriendo algo més que un cambio de conducta. Jestis estd como pidiendo un nuevo comienzo, el inicio de una personalidad nueva™ Mas all de la ley Los judos hablaban con orgullo de la ley. Segtin la tradici6n, Dios mismo la habfa regalado a su pueblo por medio de Moisés. Era lo mejor que ha- bian recibido de su Dios. En todas las sinagogas se guardaba con venera- ‘9 Marcos 10,14. Son palabras dichas desde la misma perspectiva que las bienaventuran- 2a (Lucas 6,20-21). Dios ¢s de los que no tienen sitio en la sociedad (desposeidos, exciuidos), Se aiiaden ahora los nifios, que son los sltimos de la sociedad, los insignificantes. % Maccos 10,15. Este dicho circulé probablemente de manera independiente en Ia co- ‘munidad cristiana. Pudo ser remodelado en el contexto de la iniciacién al bautismo, pero no hay zazones seria para dudar de su autenticidad. Fs caracterstico de Jess invitar a una vida radicalmente nueva en ol sreino de Dios». 3 En el evangelio de Juan se habla ya explicitamente de un «nuevo nacimiento»: «Yo te seguro que el que no nazca de nuevo, no puede experimentar el zene de Dios» Juan 33) 258 ados, como en. Por eso in de ordi- , grandeza, Jos chacerse iducta. Jestis jersonalidad Dios mismo jor que ha- con venera- ienaventuran- dos, excluidos) diente en Ta co- jatismo, pero no iter ana vida imiento»: eYote os» Guan 3.3). cién el rollo de la ley dentro de un cofre depositado en un lugar especial. No la sentian como un yugo pesado o una carga fastidiosa. La ley era su orgullo y su alegra, un bien precioso e imperecedero para Israel, garan- tfa y camino de salvacion. En esa ley estaba escrita la voluntad del tinico Dios verdadero. Ahf podian encontrar todo lo que necesitaban para vivir en fidelidad al Dios de la Alianza. Sin embargo, seducido totalmente por el reino de Dios, Jestis no se concentra en la Tord. No la estudia ni obliga a sus discfpulos a estudiarla. ‘A menudo habla de Dios sin basarse en la ley y sin preocuparse de si su ensefianza entra en conflicto con ella. No vive pendiente de observarla escrupulosamente, tal como se vivfa, por ejemplo, en Qumran, Para él, la Tord no es lo fundamental, Tampoco entra por iniciativa propia en discu- siones sobre la interpretacién correcta de las normas legales. Jestis busca la voluntad de Dios desde otra experiencia diferente. Qué pensaba de la ley? No es fécil saberlo. Al parecer, nunca se pro- nuncié de manera explicita a favor 0 en contra®. No ofrece una doctrina sistematica sobre la Toré. Mas bien va tomando posicién en cada caso partiendo de su propia experiencia de Dios. Ciertamente no promueve nunca una campafia contra la Tord de Israel. También él encuentra en. muchos aspectos de esa ley la expresi6n valida de la voluntad de Dios™. Pero la ley no ocupa ya un puesto central. Esta legando el reino de Dios, y esto lo cambia todo. La ley puede regular correctamente muchos capf- tulos de la vida, pero ya no es lo més decisivo para descubrir la verda- ® Los hebreos hablaban de la ford, que quiere decir literalmente «ensefionza» o «instruc: cién», Al comienzo, lord significaba una ley aislada. Cuando, hacia el afio 500 aC, se recopil6 el Pentateuco, todas las Teyes y c6digos quedaron incorporados a la historia de Dios con sit pueblo, 4 todo este conjunto se le Ilamé Tord o Ley. En tiempos de Jests, la Tora y ef Templo tran los dos pilares del judafsmo, Con la destrucci6n del Templo, la Ley pasé a ser el inico ‘centro, Cuando aqui hablamos de Ley 0 Tor4, nos referimos al conjunto de leyes y prescrip- ‘jones que se debian observar para vivir en fidelidad a la Alianza. ® Segiin Mateo, Jess afirma: «No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. Os lo ase- guror mientras duren el cielo y la tierra, no dejard de estar vigente ni una ini wna tilde de la Tey, Hay tn consenso muy general en que todo el conjunto (Mateo 5,17-19) es una ereacion cristiana y refleja las discusiones que hubo més tarde sobre la obligatoricdad de la ley judia entre los eristianos, ® Cuando uno le pregunta qué ha de hacer para tener en herencia vida eterna, Jess le recuerda los mandamientos de la Ley y Ie cita a continuacién los que pertenecen a la segunda tabla, es decir, los que hablan de las dbligaciones sociales: «No mates, no cometas adulterio, no robes...» (Mareos 10,17-22). dera voluntad de ese Dios entrafiable que esté llegando. No basta que el pueblo se pregunte qué es ser leal a la ley. Ahora es necesario pregun- tarse qué es ser leales al Dios de la compasién. Jesiis confronta a la gente no con aquellas leyes de las que hablan los escribas, sino con un Dios compasivo. No basta vivir pendientes de lo que dice la Tora. Hay que buscar la verdadera voluntad de Dios, que, en no pocas ocasiones, nos puede llevar mas alld de lo que dicen las leyes. Lo importante en el reino de Dios no es contar con personas observantes de las leyes, sino con hijos ¢ hijas que se parezcan a Dios y traten de ser buenos como lo es 61. Aquel que no mata cumple la ley, pero, si no arranca de su coraz6n la agresividad hacia su hermano, no se asemeja a Dios. Aquel que no comete adulterio cumple la ley, pero, si desea egofstamente la esposa de su hermano, no se asemeja a Dios. ‘Aquel que ama solo a sus amigos, pero alimenta en su interior odio ha- ‘cia sus enemigos, no vive con un coraz6n compasivo como el de Dios* En estas personas reina la ley, pero no reina Dios; son observantes, pero no se parecen al Padre, Jestis busca la verdadera voluntad de Dios con una libertad sorpren- dente. No se preocupa en absoluto de discutir cuestiones de moral ca- sufstica; busca directamente qué es lo que puede hacer bien a las per sonas. Critica, corrige y rectifica determinadas interpretaciones de la ley cuando las encuentra en contradiccién con la voluntad de Dios, que quiere, antes que nada, compasién y justicia para los débiles y necesita- dos de ayuda®. Probablemente sorprendié mucho su libertad ante el conjunto de normas y prescripciones en torno a la pureza ritual. La mayor parte de las «impurezas» que podia contraer una persona no la convertfan en © Mateo §,21-22, Palabras muy trabsjadas en la comunidad cristiana, pero que recogen el eco de la enseitanza de Jess. ® Mateo 5,27-28, © Mateo 543-45. 29 Segdin Marcos 7,613, esis critica una tradiciGn farisea segin la cual siun hijo consa- .gra.algo como korn, es decir, «ofrenda a Dios», estédispensado de ayudar com esos bienes & us padres ancianos 0 necesitados, Jess se queja ast: «Ya no le dejais hacer nada por su padre Y por su madre, anulando asf la palabra de Dios por esa tradicion vuestra que os habs trans- nitidon. El episodio no parece auténtico, pues Jess no interventa en cuestiones tan técnicas YP sutles como la decaracicn de Korb, Pero los autores piensan que es un eco de su actitud lante ece tipo de cuestiones. 260 pr odio ha- de Dios” mntes, pero, id sorpren- moral ca- alas per- invertfan en. ‘un hijo consa- kia por su padre joc habeis trans tan teeicas ode su actitud un «pecador», moralmente culpable ante Dios, pero, segiin el c6digo de pureza, la apartaban del Dios santo y le impedfan entrar en el templo y tomar parte en el culto. Al parecer, en tiempos de Jestis se vivia con bastante rigor la observancia de la pureza ritual”. Los més rigurosos eran, sin duda, los esenios de Qumrén. Basta observar con qué obsesion purificaban sus cuerpos una y otra vez.a lo largo del dia. No llegaban a tanto los grupos fariseos, aunque su manera de observar el cédigo de pureza era mucho més estricta que lo acostumbrado por el resto de la gente. Jestis, por el contrario, se relaciona con total libertad con gente considerada impura, sin importarle las criticas de los sectores més observantes. Come con pecadores y publicanos, toca a los leprosos y se mueve entre gente indeseable. La verdadera identidad de Israel no consiste en excluir a paganos, pecadores ¢ impuros. Para ser el «pue- blo de Dios», lo decisivo no es vivir «separados», como hacen en buena parte los sectores fariseos, ni aislarse en el desierto, como los esenios de Quinrén. En el reino de Dios, la verdadera identidad consiste en no excluir a nadie, en acoger a todos y, de manera preferente, a los mar- ginados. Las fuentes cristianas han conservado unas palabras de Jestis que ex- ptesan bien su pensamiento: «Nada de lo que entra en la persona puede mancharla. Lo que sale de dentro es lo que contamina» . Algunos se preocupan mucho de observar las leyes de pureza para no quedar man- chados. Para Jestis, ese tipo de impureza no Ilega a contaminar a la per- sona. La contaminacién ritual desde el exterior no reviste tanta importan- cia porque no toca el coraz6n. Hay otra «impureza» que nace del interior, malea desde dentro a la persona y se manifiesta luego en palabras y ges- tos malos. Para acoger a Dios, lo importante no es evitar contactos ex- » ‘Mai tarde, en la Misna se dedicaran nada menos que doce tratados a las prescripciones relativas ala pureza. © No sabemos con certeza la posicion de Ios grupos fariseos. Los grandes especialistas ‘mantienen actitudes contrarias. Neusner afirma que, aun siendo laicos, se comprometian a dbservar las leyes de pureza que obligaban solo alos sacerdotes del templo. Sanders piensa ‘que solo los sectozes mas radicales pensaban asi ©” Estas palabras estin racogidas en Marcos 7,15 y en el Fvangelio [apscrifo] de Toms 14,5. 5 un dicho que refleja el pensamiento auténtico de Jestis y que probablemente circul6 de ‘manera independiente entre los primeros cristianos. Fl contexto en que lo coloca Marcos e3 tuna construceién artificial y bastante compleja del evangelista, 261 ternos que nos puedan contaminar, sino vivir con un corazén limpio y bueno”. Por eso, el criterio que Jestis tiene en cuenta es ver si una ley concreta hace bien a la gente y ayuda a que la compasién de Dios vaya entrando en el mundo. Es muy jJuminadora su manera de actuar ante la ley del sabado, la fiesta semanal considerada por todos como un regalo de Dios. Segtin las tradiciones més antiguas, era un dia bendiito y santo, instituido por Dios para descanso de sus criaturas. Todos debian descansar, incluso los animales que se empleaban para trabajar el campo. El sdbado era un dia de respiro y de fiesta para gustar la libertad. Ese dia, hasta los es- clavos y esclavas quedaban liberados de sus trabajos. En las aldeas de Galilea se respiraba sosiego y paz". En tiempos de Jests, el s4bado no era solo una ley exigida por fidelidad a la Alianza. Se habia convertido en signo y emblema de la identidad del pueblo judio frente a otros pueblos extrafios “. Los romanos, que no interrumpian su ritmo de trabajo con tuna fiesta semanal, admiraban, respetaban y hasta «envidiaban» esta ve~ nerable costumbre. Para los judios era una ley tan sagrada y tan arraigada ‘en su conciencia que, en los combates contra Antioco Epifanes, muchos judios habjan perdido su vida por negarse a combatir, al ser atacados en sabado*. Justamente por ser una sefia de identidad importante para Israel, existia un verdadero debate sobre la manera més perfecta de observar el © No parece que Jests rechazara de frente todas las leyes de pureza. Como observa San- ders, si Jestis hubiera afirmado, por ejemplo, que se podia comer cerdo, hubiera provocado tina reaceién violenta en contra. No olvidemos que, en tiempos de los Macabeos (175-134 a. C), bastantes jadios habfan muerto por negarse 2 comer alimentos impuros. Sin embargo, el ccomportamiento y las palabras de Jestis desafiaban el sistema ce pureza sdlidamente estable- ‘ido por la tradicién, “8 Las Eserituras judias vefan en el sabado una fiesta de «descanso» para imitar a Dics, que, después de ses dias de trabajo creador, se habia tomado un dia de respiro (Fxxodo 20. 11). Se le consideraba también como una sliberaci6n» de la vida dura de trabajo, que les re cordaba la liveracién de la eselavitud de Egipto (Deuteronomio 5 12-15). El termino «siibado» proviene del hebreo sabbat, que significa «cesar», «pararse>, «descansar™ “Log tres rasgos mas conocidos y que mejor kdentiicaban al pueblo judto frente a otras pueblos dentro del Imperio romano eran la ciscuncisiéa de los varones, la ley del bad y la absteacicin de alimentos impuros. “© Se puede leer un episodio estremecodor en 1 Macabeos 2,29-41. Mas tarde se interpret la ley del ssbado de manera menos rigurosa y se permitfa tomar las armas para defensa de la pro- pia vida. Lo dice Flavio Josefo: «En sébado, los juclios solo se defienden (La guera jut I, 146). 262 zon limpio y a ley concreta aya entrando ante la ley del galo de Dios. nto, instituido ansar, incluso sébado era un hasta los es- las aldeas de el sabado no convertido en otros pueblos de trabajo con te para Israel, de observar el Hhubiera provocado para imitar a Dios, respico Exodo 208- gure ua, 146). descanso semanal'®. Los esenios de Qumran eran, sin duda, los més rigu- rosos. Basta leer algunas de sus normas: «Nadie vaya al campo para hacer tun trabajo en sabado... Nadie coma en sdbado algo fuera de lo ya prepa- rado de vispera... Nadie preste auxilios de parto al ganado en sabado y, si cae en una cisterna 0 en un hoyo, no sea rescatado en sabado... Si un ser humano cae en un lugar pantanoso 0 en un depésito de agua, nadie lo ex- traiga con una escalera, una cuerda u otro medio» ”. Entre los fariseos se defendia una interpretacién mas comprensiva*. En concreto se permite quebrantar el sabado en dos casos: para defender la propia vida contra los enemigos y para salvar a una persona 0 un animal si se encuentra en peli- gro de muerte. En principio, las curaciones estaban prohibidas en sabado, ‘ano set que el enfermo estuviera en peligro de muerte®. Nunca pens6 Jestis en suprimir la ley del sbado. Era un regalo de- masiado grande para aquellas gentes que necesitaban descansar de sus trabajos y penalidades, Al contuario, lo que hace es devolverle su sentido més genuino: el sdbado, como todo lo que viene de Dios, siempre es para al bien, el descanso y la vida de sus criaturas. Su perspectiva no es la de los fariseos ni la de los esenios. Lo que a él le preocupa no es observar escrupulosamente una ley que refuerza la identidad del pueblo. Desde su experiencia de Dios, lo que no se puede tolerar es que una ley impida ala gente experimentar su bondad de Padre. Por eso se atreve a curar en sabado a enfermos que, ciertamente, no estén en peligro inminente de muerte. Su actuaci6n provocs al parecer la reaccién de los sectores mas rigoristas de su tiempo, y Jestis aprovech6 para explicar la raz6n altima de su actuacién®. El sabado es un regalo 4 Bn tiempos de Jests se defendian opiniones dispares. Al parecer, nadie imponia su ‘propia opinién a otros grupos (Theissen, Sanders). “Flavio Josefo pone diversos ejemplos para probar que los esenios wevitan trabajar el dia séptimo de la semana con un rigor mayor que el de los demas udioss (La guerra juaiaU, 147) 4 Los esenios consideraban que Ios fariseos defendian «interpretaciones féciles» que “edesviaban del camino». © Tampoco entre los fariseos habfa unanimidad. Entre los seguidores de Hillel se tendta a interpretaciones més abiertas ylibezales, mientras que los partidarios de Shammai se inc rnaban hacia posiciones ms rigidas y rigoristas. ® Los evangelios recogen con detalle las tranegresiones de Jess ala ey del sabado (Marcos 346; Lucas 1310-17; 141-6; Juan 3,1-18;9,1-40)-No es posible econstruir la autenticidad de cada ‘uno de estos episodios, pues han sido tecreados después del afio 70 y recogen, en buena parte, conflictos y polémicas de las comunidades cristianas con el judaismo ortodoxo (Ganilka, Meier, Schlosser, Sandets, Barbaglio), pezo nadie duda de que Jess rompia el sébaco para curar. de Dios. «Ha sido hecho por amor al ser humano, y no el ser humano por amor al sdbado». Dios no ha creado el sabado para imponer al pueblo tuna carga ni para hacerle vivir encadenado a un conjunto de normas. Lo que Dios quiere es el bien de las personas, Esa ¢s 1a verdadera intencion. Je toda ley que viene de él. ;Cémo no va a curar en sébado? Si el sabado es para celebrar la liberacion del trabajo y de la esclavitud, cno es el dia tds apropiado para liberar a los enfermos de su sufrimiento y hacerles experimentar el amor iberador de Dios? Su reinado esté ya irrumpiondo, por qué no vivir desde ahora esta fiesta semanal como una anticipacién el descanso final y el disfrute de la vida que Dios quiere, sobre todo para quienes més sufren? Jestis defiende su actuacién con audacia: «:Qué est permitido en sé- badlo: hacer el bien o hacer el mal, salvar una vida o destruirla?»®, Se puede «matar» a un entemigo en defensa propia y no se puede «curarn? Se puede cometer un mal tan grave como el homicidio y no se puede ha- cer algo tan bueno para un enfermo como es curarlo? {Se puede salvar a tuna oveja que ha cafdo en un hoyo y no se puede curar a un ser humane postrado por la enfermedad?™ Jests no espera a que pase el sabado para Furar a un enfermo. Se le hace insoportable ver a alguien sufriendo y no Sctuar de inmediato. Al dia siguiente tal vez esté ya en otra aldea anun- Sando ol reino a otras gentes. Lo importante no es la ley, sino la vida que Dios quiere para todos los que sufren. “Los evangelistas recogen también otro episodio significative, Como de costumbre, Jestis va recorriendo los caminos de Galilea seguido por sus discipulos. Bs sabado, En las aldeas, las familias se retinen ese dfa para hhacer la comida principal de la semana, pero ellos estan en pleno campo ¥ sienten hambre una vez més. Al atravesar unos sembrados encuentran algunas espigas. Los diseipulos no dudan un instante, Arrancan las esPi- gas, las desgranan con sus manos y se las comen. Algunos, al parecer, los Marcos 2,27. Los autores lo consideran un dicho auténtico de Jesis que probablemente dculd de manera independiente. Algo parecido podemnos leer aios ms tarde en Rabi Sime Ce Marastas fen, 180) «El sabado se os entrega a vosotros ¥ no sos vosotros los entregados alssbado» e Mos 34, No se puede asegurar con certeza la autenticidad de este dicho, © Mates 12.11, egQuién de vosotros que tenga una sola ovea, siesta cae en un hoyo er sabado noe sgactay lnsaea?»- Cf. ambiga Lucas 146 13,15. Est ipo de dihos som.eco de reconvieviones de fests, pero probablemente é] no acostumbraba a entrar en este género de casuistic. 264 yhumano por er al pueblo enormas. Lo ese dia para pleno campo rar en este género critican, no por robar algo que no es suyo, sino porque «arrancar espigas y desgranarlas» es un trabajo que no esté permitido en sabadb. Jestis los de- fiende recordando que también David y sus seguidores, cuando huian de Satil, para saciar su hambre no dudaron en comer «panes consagrados», que solo podian comer los sacerdotes. La actitud de Jestis es siempre la misma: ninguna ley que provenga de Dios ha de impedir aliviar las nece- sidades vitales de quienes sufren, estén enfermos o pasan hambre, pues Dios es, precisamente, el amigo de la vida. Lo decisivo es el amor La Ginica respuesta adecuada a la llegada del reino de Dios es el amor. Jestis no tiene la més minima duda. El modo de ser y de actuar de Dios ha de ser el programa para todos. Un Dios compasivo est pidiendo de sus hijos e hijas una vida inspirada por la compasién. Nada le puede agradar més, Construir la vida tal como la quiere Dios solo es posible si se hace del amor un imperativo absoluto. Jestis habla repetidamente en sus parabolas de la compasién, del per- én, de la acogida a los perdidos, de la ayuda a los necesitados. Ese era su lenguaje de profeta del reino. Pero en alguna ocasién habla también como maestro de vida presentando el amor como la ley fundamental y decisiva. Lo hace asociando de manera intima e inseparable dos grandes preceptos que gozaban de gran aprecio en la tradiciGn religiosa del pue- blo judio: el amor a Dios y el amor al préjimo. Segtin las fuentes cris- tianas, cuando se le pregunta cual es el primero de todos los mandatos, Jestis responde recordando, en primer lugar, el mandato que repetian todos los dfas los judios al recitar la oracién del Shemd al comienzo y al 5 Marcos 2,23-28; Mateo 12,1-8; Lucas 6,1-5, Los investigadores consideran el episodio hist6ricamente plausible. Los disespulos segufan a Jestis por Galilea desprovistos de alimen- 405, y sin duda en mas de una ocasién pasaban hambre antes de ser acogidos en alguna aldea, ‘Sin embargo, las palabras de Jests, aunque recogen su pensamiento, han sido recreadas en la ‘comunidad, No es de su estilo defenderse acudiendo a las Escrituras judas. 'S Jesds apenas emplea la terminologfa habitual del amor. Los términos agape («amor») 0 agapan (camar») aparecen en sus labios cuando habla del amor a los enemigos. Por lo general, Jestis habla de manera mas concreta: «compaciecerse» del que sulte; «perdonar» al que nos ha ffendido; «dar un vaso de agua», «ayudar al necesitadon. final del dia: «El primer mandato es: “Escucha, Israel: el Sefior, nuestro Dios, es el nico Sefior, amards al Seftor, tu Dios, con todo su corazén, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas”». £1 mismo hha rezado aquella mafiana con esas palabras. Le ayudan a vivir amando ‘a Dios con todo su corazén y todas sus fuerzas. Esto es lo primero, pero enseguida aftade otro mandato que esta recogido en el viejo libro del Le- vitico: «El segundo es: “Amaras a tu projimo como a ti mismo”. No hay otro mandamiento mayor que estos» *. El amor a Dios y al prdjimo es la sintesis de la ley, el principio su- premo que da nueva luz a todo el sistema legal. El mandato del amor no se encuentra en el mismo plano que los demas preceptos, perdido entre otras normas mds o menos importantes. El amor lo relativiza todo. Si un precepto no se deduce del amor o va contra el amor, queda vacio de sen- tido; no sirve para construir la vida tal como la quiere Dios. Jestis establece una estrecha conexién entre el amor a Dios y el amor al projimo. Son inseparables. No es posible amar a Dios y desentenderse del hermano. Para buscar la voluntad de Dios, lo decisivo no es leer leyes escritas en tablas de piedra, sino descubrir las exigencias del amor en la vida de la gente. No existe un ambito sagrado en el que nos podamos ver asolas con Dios; no es posible adorar a Dios en el templo y vivir olvidado de los que sufren; el amor a Dios que excluye al préjimo se convierte en ‘mentira. Lo que va contra el amor, va contra Dios”, Jestis no confunde el amor a Dios y el amor al préjimo, como si fueran una misma cosa. El amor a Dios no puede quedar reducido a amar al projimo, ni el amor al préjimo significa que sea ya, en si mismo, amor a % Marcos 12,291. E1 episodio esté construido por el redactor, pero, segiin la mayorfa de los investigadores (no L.idemann), la respuesta de Jess es auténtica, Su contenido repre- Senta lo que Jesis plensa realmente. Los dos textos que Jess asocia inseparablemente son: Deuteronomio 6/13 y Levitico 19,18 Beta sintesis del amor a Dios y al préjimo se venia ya gestando en el judassmo con ‘anterioridad a Jesis. En el libro de los Jubileas (siglo wa. C.) se puede leer: (Levitico 26,3.67.14-17) Salmo 94,1 Salmo 139,21-22, 270 ilo; son ellos de nuevo de \doa quienes . En tiempos mer su justicia do interven- igos» “, Este Era una espe- Klo lo que Dios fa alos miem- uno segdin su las tinieblas, a tun Dios violento tos. la espada que 05 abortecen» cada uno segtin su culpa en la venganza de Dios»®. El trasfondo sombrio del odio aparece en diversos textos donde se invita al «odio eterno contra los varones de corrupciGn» © a «la célera contra los varones de maldad». Excitados por este odio, se preparaban para tomar parte en la guerra final de «los hijos de la luz» contra «los hijos de las tinieblas» Jestis comienza a hablar un lenguaje nuevo y sorprendente. Dios no es violento, sino compasivo; ama incluso a sus enemigos; no busca la des- truccién de nadie. Su granceza no consiste en vengarse, castigar y contro- lar la historia por medio de intervenciones destructoras. Dios es grande no porque tenga més poder que nadie para destruir a sus enemigos, sino porque su compasi6n es incondicional hacia todos. «Hace salir su sol so- bre buenos y malos, y manda la Iluvia sobre justos ¢ injustos»®. Dios no retiene celosamente su sol y su Iluvia. Los comparte con sus hijos e hijas de la tierra sin hacer discriminacién entre justos y culpables. No restringe su amor solo hacia los que le son fieles. Hace el bien incluso a los que se le oponen. No reacciona ante los hombres segtin sea su comportamiento. No responde a su injusticia con injusticia, sino con amor”. Dios es acogedor, compasivo y perdonador. Esta es la experiencia de Je~ sts. Por eso no sintoniza con las expectativas mesidnicas que hablan de un. Dios belicoso o de un Enviado suyo que destruirfa a los enemigos de Israel No parece creer tampoco en las fantasfas de los apocalipticos, que anuncian castigos catastréficos inminentes para cuantos se le oponen”. No hay que © 1QRegla de la Congregacidn I,3-4.9-11. Segtin Flavio Josefo, al entrar en la comunidad, Jos esenios formulaban el terrible juramento de eodiar... siempre a los injustos y Iuchar en et Bando de los justos» (La guerra judie Il, 199) “En Quinrin se excluta de la comunidad a los eojos, ciegos, sordos, mudos, dementes, _menores... probablemente porque no pueden tomar parte en esa guerza final. Jess, por el ‘contrario, los acoge porque no prepara a nadie para la guerra y el odio, sino para la paz y el, amor (Ranke-Heinemann, Nelson-Pallmeyen) © Puente Q (Lucas 6,35 // Mateo 5,43). ™ La bondad de Dios concediendo liuvia y cosechas a los pucblos enemigos planteaba ‘un problema al que los rebinos trataron de encontrar diferentes respuestas (Haning, Fleazat) Jestis no entra en ese tipo de discusiones, Sencillamente contempla la creacién y constata que ios es bueno con todos. Hacia el 260 d. C,, un rabino llamado Samuel afirma algo que Jestis Ihubiera suscrita sin dudar: «El Seftor es bueno con todos y sui misericordia es para todos, por- que este es su modo de comportarse, ya que es misericordioso» (Beresit Rabb! 33,3). 7 Jess saba que Dios no habia apoyado a quienes se habian sublevade ala muerte de Herocies el Grande (4 aC.) Pudo comprobar también que no habia intervenido para salvar al Bautista de manos de Herodes Antipas. Nunea sabremos si todo ello tuvo alguna influencia en dl, como sugieren algunos investigadores (Jewett, Nelson-Pallmeyer). 2 alimentar odio contra nadie, como hacen los esenios de Qumran. Este Dios que no oxcluye a nadie de su amor nos ha de atraer a actuar como él, Jestis saca una conclusién irrefutable: «Amad a vuestros enemigos para que sedis, dignos de vuestto Padre del cielo». Esta llamada de Jestis tuvo que pro- vocar conmocién, pues los salmos invitaban més bien al odio, y la ley, en su. conjunto, orientaba a combatir contra los «enemigos de Dios». Jestis no esta pensando solo en los enemigos privados que uno puede tener en su propio entorno o dentro de su aldea. Seguramente piensa en todo tipo de enemigos, sin excluir a ninguno: el enemigo personal, el que hace daiio a la familia, el adversario del propio grupo 0 los opresores del pueblo. El amor de Dios no diserimina, busca el bien de todos. De la misma manera, quien se parece a él no discrimina, busca el bien para todos. Jestis elimina dentro del reino de Dios la enemistad. Su llamada se podria recoger asf: «No sedis enemigos de nadie, ni siquiera de quien es vuestro enemigo. Pareceos a Dios» Jestis no presenta el amor al enemigo como una ley universal. Desde su experiencia filial de Dios contempla ese amor al enemigo como el camino a seguir para parecerse a Dios, la manera de ir destruyendo la enemistad entre hermanos, Un proceso que exige esfuerzo, pues se necesita apren- der a deponer el odio, superar el resentimiento, bendecir y hacer el bien. Jestis habla de «orar» por los enemigos, probablemente como un modo concreto de ir despertando en el coraz6n el amor a quien cuesta amar” 7 Baie es el contenido sustancial que se puede atribuir a Jestis de conjunto Mateo 53-45 // Lucas 627-28.35. El samor a os enemigos» es considerado por el grupo del Jesus Serainar ‘como uno de los tres dichos que con mas seguridad se remontan a Jess. “S Gon terrbles las imprecaciones que se pueden leer contra los enemigos Gaimo 137,8- 49; 58,11), En el mundo griego regia, por lo general, el principio enunciado por Platon: «Haz. cl bien a los amigos y hazel mal a los enemigos. En Séneca encontramos, sin embargo, una texhortacion que se acerca de manera sorprencente al pensamiento de Jess «i quieres imitar {los dioses, haz el bien alos ingratos, pues el sol sale también para los criminales y los mares estan abiertos alos piratas» * No es acertado introducir en el pensamiento de Jestis una diferenciacién entre ene~ snigos personales (inimicus) y enemigos pblicos 0 politicos (lasts) Es cierto que Jests tiene afi siempre en su horizonte inmediato a los enemigos que sus oyentes pueden tener en el contexto de su propia aldea (Horsley), pero no excluye a los adversarios del pueblo ri a los lopresores de las gentes (Schotroft, Theissen, Gnilka, Schrage). Probablemente, en la transmi- ‘Slén de la tradicion, el acento se ha ido desplazando mds tarde hacia los «perseguidores de Jas comunidades cristianas (Mateo 5,44). La fuente Q habla de «orar» por les enemigos. Lucas dice: «Orad por los que os calum- rien» (6.28); Mateo eseribe: «Orad por las que as persigan» (54). El papiro Oxyrrimcinus 1224 yy la Didaje recogen literalmente: «rad por vuestros enemigos». 272 uno puede fe piensa en ‘onal, el que 3s opresores je todos. De cl bien para lamada se de quien es al. Desde su mo el camino ‘enemistad esita apren- acer el bien. el Jesus Seminar ss Galmo 137.8 jo que Jestis tiene fen tener en el fel pueblo ni a los te, en la transi perseguidoresy de Jos que 0s ealum= b Onyrrinchus 1224 Pero al hablar de amor no esta pensando en sentimientos de afecto, sim- patiao carifio hacia quien nos hace mal. El enemigo sigue siendo enemigo, dificitmente puede cespertar en nosotros tales sentimientos. Amar al enemigo es, mds bien, pensar en su bien, «hacer» lo que es bueno para él, Jo que puede contribuir a que viva mejor y de manera més digna. ‘Sin respaldo alguno de la tradiciGn biblica, enfrentandose a los sal- mos de venganza, que alimentaban la oracién de su pueblo, oponiéndose al clima general de odio a los enemigos de Israel, distancidndose de las fantasfas apocalipticas de una guerra final contra los opresores romanos, Jestis pregona a todos: «Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que 0s odier»”, El reino de Dios ha de ser el inicio de la destrnccién del odio y la enemistad entre sus hijos. Asi piensa Jestis. La lucha no violenta por la justicia Todas las esperanzas del pueblo estaban puestas en la intervenci6n pode- rosa de Dios, que impondrfa su justicia destruyendo a los enemigos de Is- rael. Nadie podia pensar de otra manera escuchando las promesas de los, profetas y las expectativas de los escritores apocalipticos. Sin embargo, Ta experiencia de Jestis es diferente. Dios ama la justicia, pero no es des- tructor de la vida, sino curador; no rechaza a los pecadores, sino que los acoge y perdona. La justicia llegaré, pero no ser4 porque Dios la imponga de manera violenta destruyendo a quienes se le oponen. La actitud de Jestis choca de frente con el ambiente general. Le es im- posible creet en un Enviado de Dios encargado de guerrear contra los r0- manos; no espera nada de los levantamientos violentos contra el Imperio; no escucha a los apocalipticos, que alimentan en el pueblo la esperanza fen una venganza inminente de Dios; no entiende a los esenios que viven en el desierto preparéndose para la guerra final contra «los hijos de las tinieblas». La llegada de Dios no puede ser violenta y destructora. Al contrario, significaré Ia eliminaci6n de toda forma de violencia entre las personas y los pucblos. Por eso Jests vive desafiando dia a dia diferentes formas de violencia, pero sin usar jamés la violencia que destruye al otro. cas 6,27. Lo suyo no es destruit, sino curar, restaurar, bendecir, perdonar. Asi va irrumpiendo el reino de Dios en el mundo”. Pero, si no a venir un Mesias guerrero a derrotar a Tos romanos y si Dios no va a intervenir violentamente vengando al pueblo de sus enemi- gos y haciendo justicia a sus pobres, zqué se puede hacer? zSometerse con resignacidn a los opresores de Roma? Aceptar la injusticia de los gran- des terratenientes? ;Callarse ante los abusos del templo? ;Abandonar para siempre la esperanza de un mundo justo? {Como se puede iz haciendo rea- lidad cl reino de Dios frente a tanta injusticia? Desde su experiencia de un Dios no violento, Jestis propone una préctica de resistencia no violenta a la injusticia. Lo que hay que hacer es vivir unidos a ese Dios cuyo corazén no ¢ violento, sino compasivo. Sus hijos e hijas han de parecerse a él incluso ‘cuando luchan contra abusos ¢ injusticias. Su lenguaje resulta todavia hoy escandaloso. Jestis no da normas ni preceptos. Sencillamente sugiere un es tilo de actuar que roza los limites de lo posible. Lo hace proponiendo algu: nas situaciones concretas que ilustran de manera gréfica cOmo reaccionar ante el mal: «No 0s resistdis violentamente a alguien que es malo con voso- tros, Cuando alguien te abofetee en la mejilla derecha, preséntale también a otra; al que quiera pleitear contigo para quitarte la ttinica, dale también el manto; y al que te obligue a andar tuna milla, vete con él dos» La propuesta responde plenamente a Ia forma de actuar de Jests y pa- rece set st desesperado intento por erradicar del mundo la injusticia sin caer en Ja violencia destructora. Jestis no esté alentando la pasividad. No 7 Ee significative observar que, para presentar el programa ola actuacin de Jes, [as fuentes ersbanas acucien al profeta Isafas, pero citan solamente textos que hablan de euracin, Hleracion o restauracién al Hempo que evitan los que hablan de castigo, venganza o destruc: est ‘de lates que dice «El espiritu del Seftor esté sobre fn, pojue me ha enviado a proclamar Ia liberacién a los cautivos y dar Ia vista @ los ciegos aijteetar a lus oprimides y a proclarnar un aio de gracia del Seftor». El texto se detiene aqua upeimiendo la frase complet: »Prodamar un aio de graia del efor yw dig de venga pare seen Dioss (lsalas 11,45). Segtin la fuente Q (Lucas 7,22 // Mateo 11,5), Jestis responde qos dscfpulos de Juan: «Los ciegos ven, los cojos andan, les leprosos quedan limpios los sor- dos oven, los nuerios reucitany alos pobres se es anuncia Ia buena noticia. La respuesta se sropiruen buena parteen leaks 355-6, que dice «Se despegarin los ojos de ls ciegos los oos artes sordes se abrizin, brincard el cojo como un ciervo, la lengua del mundo cantaré», pero se shite citar el versfculo anterior, que dice: «Vuestro Dios trae la venganza y el desquiter Fuente Q (Lucos 6,29 | Mateo 5,39-41). Se acepta de manera muy generalizada que tos tres ejemplos provienen de Jess. Su cardcterparadéjico y provorativo hacen pensaren é- isigunos autores dudan dela autentcidad del terces ejemplo, que no aparece en Leas 274 reaccionar ‘con 0so- esis y pa justicia sin alos cegos, detiene aqut, conduce a la indiferencia ni a la rendicidn cobarde ante la injusticia. Invita ‘mas bien a ser duefios de la situacién tomando la iniciativa y realizando un gesto positive de amistad y de gracia que puede desconcertar al adversario. Jestis anima a reaccionar con dignidad creando una situacién nueva que haga més patente la injusticia y obligue al violento a reflexionar y, tal vez, a deponer su actitud, No se trata de adoptar una postura victimista, sino de seguir una estrategia amistosa que corte toda posible escalada de violencia. Tal vez Jestis no est pensando tanto en Ja reaccién del adver- sario cuanto en que cada uno venza en s{ mismo la reaccién de signo vio~ Iento y responda a la agresién no en la misma Iinea que el agresor, sino exactamente en sentido opuesto. Esta serfa, para Jestis, la actuacién mas digna de quien entra en el reino de Dios”. 'Al parecer, el golpe en la mejilla derecha era una préctica bastante coméin para humillar a los subordinados. Los amos golpeaban impune- mente a sus esclavos, los terratenientes a sus siervos, los esposos a sus mujeres. Quién podia protestar? Lo normal era aceptar la humillacion y someterse con resignacién a los abusos de los mas poderosos. Jestis piensa de manera diferente. {No es posible reaccionar de forma inesperada?: «Cuando alguien te abofetee en la mejilla derecha, no pierdas la dignidad ante tu agresor, mirale a los ojos, quitale su poder de humillarte, ofrécele Ja otra méjilla, hazle ver que su agresidn no ha tenido efecto alguno sobre ti, sigues siendo tan humano 0 mas que él». gPor qué no teaccionar asi en situaciones semejantes? «Si alguien te quiere arrebatar la tinica interior con la que cubres tu cuerpo, desprén- dete también del manto que Hevas encima y entrégaselo. Preséntate asf ante todos, desnudo pero con dignidad. Que el ladr6n quede en ridiculo y todos puedan ver hasta dénde llega su ambicién» ®. Imaginemos otra situacién. Supongamos que, en algyin momento, soldados al servicio de "Tata es, con diversos matice, la interpretacign ms general (Schotrof, Theisen, Gri tka, Brace, Neluon-Palimeyes, Wink, Barbaglo). En contra, recentemente, Horsley. Segin su alo, eats notable agu ce sresistencia no wiolenta ante el mal» sino gue est invitando 2 {be vecinoe deat aldens de Callen a «ajudarse nos a otros sin exchue als enemigose. Ami Jhicloel astisi de Hossley ayuda acontextualizar mejor los dichos de Jess, pero en modo gne ls priva de su carga de resistencia no violenta ante el que nos trata mal a nica ion) ela prenda interior que se levaba directamente sobre el eueepo. El santo (ialionexa ln prenda de abrigo que se levaba por encima, Sega el ibro del Exodo, to ce podfa tomar en prena ol manto del pobre, porque era el nico abrigo con que podia dletendorse del ro durante la noche (22.2526). 275 Roma te obligan a transportar una carga a lo largo de una milla, «por qué no te muestras dispuesto a continuar todavia otra milla més? Los de- jards desconcertados, porque, segtin la ley romana, est prohibido forzar a nadie més alld de una milla. No ser4 una gran victoria contra Roma, pero mostrards tu dignidad y tu rechazo a su injusta opresion> El reino de Dios exige organizar el mundo no en direcci6n a la violen- cia, sino hacia el amor y la compasién. Seguramente Jestis no pensaba en tuna trasformacién magica de aquella sociedad injusta y cruel que tan bien conocia. Pronto podria experimentar en su propia carne el poder brutal de Jos violentos. Pero tal vez quiere poner en marcha unas minorfas radicales y rebeldes que, desvidndose de la tendencia mas comin, puedan liberar ‘alas gentes de la violencia cotidiana que se apodera facilmente de todos. Jestis piensa en hombres y mujeres que entren en la dinémica del reino de Dios con un corazén no violento, para enfrentarse a las injusticias de manera responsable y valiente, desenmascarando la falta de humanidad que se encierra en toda sociedad que se construye sobre la violencia y vive indiferente al sufrimiento de las victimas. Estos son los auténticos testigos del reino de Dios en medio de un mundo injusto y violento. No serén mu- chos. Solo unas minorias capaces de actuar como hijos ¢ hijas del Dios de a compasién y de la paz. No parece que Jestis esté pensando en grandes instituciones. Sus seguidores seran «semilla de mostaza» o pequeiio troz0 de wlevadura». Pero su vida, casi siempre crucificada, seré una luz ca- paz de anunciar el mundo nuevo de Dios de manera més clara y crefble. BIBLIOGRAFIA 1. Para el estudio de Jestis como maestro de sabiduria Winieencton IIL, Ben, Jesus the Sage. The Pilgrimage of Wisdom. Minneapolis, For- tress Press, 2000. Grentse, Brian, Jestis, el Maestro. Madrid, San Pablo, 1996, pp. 15-63. Penxivs, Pheme, Jesiis como Maestro, La ensertanza de Jessi en el contexto de su época. Cérdoba, El Almendro, 2001, Al parecor era obligatorio transportar eargas en el tramo de tna milla si asi lo pedian las autoridades militares. En el relato de la pasién, Simén de Cirene es obligado por la fuerza a cargar con la cruz de Jest. 276

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