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Introducción a las actividades ofertadas al profesorado para trabajar la temática en clase
antes y después de ir a Briñas.
Como complemento al programa y a las actividades que se realizan durante la estancia en Briñas,
ofrecemos en este dossier, un material pedagógico para que el profesorado pueda trabajar estos
temas en el aula con el alumnado, antes y/o después de su participación en el programa.
El objetivo de esta propuesta es que el alumnado pueda tener información previa sobre temáticas
y realidades que se van a trabajar en las líneas que desarrolla el programa (Participación
ciudadana, Personas refugiadas, Maquilas y comercio justo). Así mismo, esta propuesta completa
lo trabajado en Briñas con una serie de actividades para realizar en el aula que permitirán al
alumnado recordar la necesidad y la importancia de que todos y todas participemos y nos
comprometamos en el proceso de lograr otro mundo más justo.
Las actividades que presentamos a continuación son dinámicas y flexibles. Se pueden adaptar a la
metodología de trabajo diaria del profesorado, y permiten combinarlas en función de la
programación del curso para completar la experiencia de Briñas.
En cada actividad encontrarás páginas y referencias para buscar más información pero
también puedes contactar con:
Objetivos:
¾ Reflexionar sobre el futuro probable y el futuro posible.
¾ Aprender que nosotras y nosotros podemos hacer algo para que cambien las situaciones
no deseadas.
Descripción:
En grupos de 3-4 personas el alumnado dibujará una V en el centro de un folio o cartulina. Al lado
izquierdo de la V, escribirán frases que definan un “futuro probable”, es decir, el futuro que creen
que se cumplirá si continuamos con nuestro habitual ritmo y estilo de vida. Al lado derecho de la V
escribirán frases que definan ese futuro deseable, el futuro que les gustaría que sucediera.
A continuación, escribirán o dibujarán dentro de la V aquello que creen que hará que el futuro
deseable se convierta en realidad.
Pondremos en común las conclusiones de cada grupo y crearemos una gran V del aula con el
futuro probable, el deseable y lo que tenemos que hacer para que esto suceda. A continuación,
repartiremos la ficha que recoge el trabajo de un grupo de jóvenes brasileños que realizaron la
misma actividad. Debatiremos entre todo el grupo:
- ¿Cuáles son las diferencias y las similitudes entre las ideas del grupo y las ideas del
grupo de brasil?
- ¿Por qué creéis que existen estas diferencias y similitudes?
- ¿Son las soluciones brasileñas similares a las nuestras?
- De estas soluciones, ¿qué sorprende más al grupo?
Existe la posibilidad de llevar los murales a Briñas y poder trabajarlo integrado en el programa en
la línea de “Otro mundo es posible” en las actividades.
Duración:
1 sesión de 50 minutos
Materiales:
Folios, rotuladores, cartulina, ficha completada por las y los jóvenes brasileños (ANEXO I).
Objetivos:
¾ Proporcionar al alumnado un primer acercamiento a la forma de vida de África.
¾ Hacer consciente al alumnado del privilegio que supone tener la oportunidad de ir a la
escuela.
Descripción:
Individualmente leer el cuento “El joven que hizo la luz en África”. Una vez entendido y
reflexionado sobre éste, responder a las siguientes preguntas.
Preguntas:
1. ¿Sabíais que todavía hay pueblos en los que no tienen luz y que ni saben que es un
interruptor? ¿En qué continentes crees que ocurre esto?
2. ¿Creéis que todo el mundo tiene las mismas posibilidades para poder ir a la escuela y
acceder a la información?
3. ¿Que creéis que impulsa a un niño que no tiene facilidades ni recursos como los que
tenemos aquí, a conseguir realizar esta idea?
4. Imaginaros que sois un joven más de la aldea ¿qué podríais aportar a vuestra aldea para
mejorar vuestra calidad de vida?
Después, poner en común con los demás compañeros y compañeras de clase y debatir sobre el
tema (el profesor o profesora será el dinamizador del debate).
Existe la posibilidad de llevar los murales a Briñas y poder trabajarlo integrado en el programa en
la línea de “Un viaje por África” en las actividades.
Duración:
60 minutos
Materiales:
Cuento “El joven que hizo la luz en África” (ANEXO II), cartulinas, rotuladores, pintura de cara…
Objetivos:
¾ Acercar al alumnado al proyecto de “Latinoamérica y las Maquilas” del que serán parte en
Briñas.
¾ Conocer la realidad que se vive en las Maquilas y su problemática.
¾ Tener un primer contacto con términos tales como, sindicatos, derechos de los y las
trabajadores, …
Descripción:
Individualmente leer el artículo de “Las Maquilas, donde la vida no vale nada”, una vez entendido y
reflexionado sobre éste, responder a las preguntas.
Preguntas:
Después, poner en común con los compañeros y compañeras de clase y debatir sobre el tema (el
profesor o profesora será el dinamizador del debate).
Existe la posibilidad de llevar los murales a Briñas y poder trabajarlo integrado en el programa en
la línea de “Latinoamérica y las maquilas” en las actividades.
Duración:
60 minutos
Materiales:
“Las maquilas, donde la vida no vale nada” (ANEXO III), Internet, cartulinas, rotuladores,
pinturas…
Objetivos:
¾ Recordar los compromisos adquiridos en Briñas.
¾ Responsabilizarse de esos compromisos.
¾ Comprobar que con mis compromisos puedo lograr cambios en el entorno.
Descripción:
Cada alumno y cada alumna dispondrá de una carpeta personal. Durante un tiempo a
determinar por el profesor o profesora (trimestre, mes, semana) tendrán cinco fichas y en cada
una pintarán un árbol diferente. Los árboles deben ser diferentes porque cada uno englobará los
compromisos relacionados con distintos entornos. Es decir, un árbol para la familia, otro para el
medio ambiente, para la amistad, para las personas desconocidas y para el pueblo.
En esta carpeta personal también tendrán una serie de hojas (cinco por ficha o árbol)
correspondientes al árbol dibujado. En las hojas de dicho árbol escribirán los compromisos
tomados en Briñas.
Ejemplo: Árbol de la familia
Compromiso Ayudar en las tareas de casa
Los compromisos con la escuela los trabajaremos del mismo modo, pero con una pequeña
modificación. El árbol referente al entorno de la escuela no será una ficha de la que dispongan,
sino que será un mural puesto en clase para que todo el mundo lo vea y se trabaje en común. Un
árbol grande en el que cada cuál escribirá el compromiso tomado y lo pintará del color
correspondiente.
COMPROMISO
Duración:
Una hora de tutoría al mes.
Materiales:
Una carpeta por persona, cinco fichas por trimestre, rotuladores de colores, cartulinas verdes y
marrones, lápices, gomas y pegamento.
Objetivos:
¾ Conocer la compleja red de intereses que se mezcla en la industria textil.
¾ Comprender las consecuencias directas que nuestro consumo tiene en quienes lo
producen.
¾ Ofrecer una alternativa responsable a este tipo de consumo.
Descripción:
Con esta actividad se pretende que el alumnado conozca una alternativa de consumo responsable
a través de la Campaña Ropa Limpia*.
Para ello, el profesor o profesora propone al alumnado un juego de roles en el que se presenta un
caso real con la marca PRADA. Este juego está explicado en el ANEXO IV.
Después del juego de roles y del debate, se pasará a explicar cómo acabó este caso real y se
enseña en qué consiste la Campaña Ropa Limpia, como propuesta de participación para el
alumnado.
Duración:
1h. y 15min.
Materiales:
Ficha “El diablo se viste de Prada” (ANEXO IV), una sala amplia para el juego de rol, papel y
bolígrafo.
Más información en: www.ropalimpia.org, www.alboan.org/centroderecursos
En Kasungu (Malawi), el futuro es muy oscuro. Los niños tienen escrito el destino en la frente:
trabajar la tierra, como sus padres y como los padres de sus padres... Con suerte, si la sequía no
les aniquila el maíz, los granos de soja o el tabaco, comerán. Si no, se verán obligados a reducir
las raciones a una al día y... de forma escasa.
Pero hay jóvenes que no parecen dispuestos a resignarse a ese incierto porvenir. Como William
Kankwamba, nacido en 1987, el chico que en mitad de esa oscuridad perpetua quiso emular al
gran Thomas Edison e hizo la luz en su pueblo para asombro de los suyos. Lo consiguió casi solo,
sin haber visto en su vida un iPod y sin saber lo que era navegar por Internet. Con la imaginación,
el sueño y el arrojo que le llevó a construir un invento propio: el molino rudimentario que le ha
convertido en el héroe de su barrio y ahora de todo un continente.
En una de esas cosechas mal dadas, su madre estaba muy preocupada por él. "Como no
engorde, va a llegar una ráfaga de viento y va a borrar a William de la tierra", pensaba la mujer.
Aunque muy mal tienen que darse las cosas en Malawi para que al menos no te falte una ración
de nsima en la mesa, esa mezcla cocinada de agua y maíz que basta a la mayoría de sus
conciudadanos para ir tirando.
Con eso le sobró al joven e inquieto Kankwamba para revolucionar su pueblo. Fue un arranque de
rabiosa curiosidad e inconformismo lo que le empujó. Como les suele ocurrir a todos los
constructores de sueños. Estaba harto de que en su país no prendieran más que desgracias
relacionadas con el hambre y el sida, que afecta a más de un millón de habitantes y ha acabado
con la vida de cientos de miles.
No se resignaba, a sus 14 años, a heredar la vida de su padre, que debía mantenerle a él y a sus
seis hermanas con los cultivos y la ayuda de unas cabras y unos pollos; pendiente siempre de los
partes meteorológicos y la subida del precio de los fertilizantes. William necesitaba hacer algo
grande.
Habían salido de una época de terror con un tirano como Kamuzu Banda, que amedrentó Malawi
entre 1963 y 1997. Pero a éste le sucedieron otros mucho menos sangrientos pero igual de
populistas. Como Bakili Mulufi, quien en plena campaña prometió zapatos para todos. Cuando
ganó y le pidieron cuentas respondió: "¿Cómo pensabais que iba a saber el pie que calzáis cada
uno?".
La bibliotecaria puso en sus manos algo que cambiaría su vida: un manual práctico que se titulaba
Using energy. En él se explicaba el funcionamiento de un invento del que William nunca había
oído hablar: los molinos de viento. Su primera impresión al ver las fotografías fue completamente
quijotesca: "Esas altas torres blancas, que giraban como ventiladores gigantes". Además, en ese
libro descubrió una verdad reveladora: "La energía nos rodea todos los días. A veces, lo único que
necesitamos es reconvertirla en algo que nos resulte útil...".
SÓLO AQUELLA AFIRMACIÓN, tan tajante como sugerente, le disparó. Además, según pudo
leer, aquellos molinos proporcionaban luz y agua en abundancia sin parar por países de Europa y
Oriente Próximo, mientras que en Malawi casi todo el mundo se acuesta cuando anochece. La
razón es bien simple: para muchos no existe más luz que la que proporcionan las lámparas de
queroseno. Y eso cuando uno se lo puede permitir, porque el combustible suele estar por las
nubes.
El molino podía convertirse sencillamente en la vida. Otra vida. Pero por el momento no pasaba de
ser más que un sueño. Un sueño que sacaría a su pueblo de la pobreza, que multiplicaría su
producción, que les haría la existencia más fácil. Un molino era un tesoro. Un molino era la
libertad.
Dispondrían de luz eléctrica y, lo que es más importante, proporcionaría agua y riego para hacer
más llevaderas las épocas de sequía. Así que William, sin dudarlo, decidió algo tan lógico como
delirante: construir uno.
Su inglés era rudimentario, así que se buscó un diccionario con el que traducir aquel libro y otro
titulado Explaining Physics sin perder detalle. Cuando bebió toda la teoría empezó con sus
experimentos. Hubo varios intentos. Lo primero que hizo fue pensar en lo que necesitaba: hélices
que fabricó con PVC, un motor que las hiciera rotar, ruedas y algo que se pareciera a un
generador.
Cuando se puso manos a la obra, la familia y los vecinos comenzaron a curiosear. "¿Qué juguete
estás montando, William?", le preguntaban. Por más que les explicó lo que eran los molinos,
pocos alcanzaban a entender. Pero fue su madre quien menos comprendía aquella obsesión de
su hijo. Más cuando aquello para esta mujer era malgastar su tiempo y echar por tierra sus
estudios.
NO TARDÓ MUCHO EOLO EN APARECER. Y poco después de que las hélices se pusieran en
marcha sonó la música. Del aparato de radio surgieron las voces de los Black Missionaries. Era un
paso. No necesitarían gastar más pilas. Aquel primer experimento le dio moral para seguir con su
gran proyecto y disminuyó la desconfianza en la familia. Puede que el pequeño William no
estuviera perdiendo tanto el tiempo como creía su madre.
Ya no pensaban los chicos de su clase que se hubiese colgado fumando chamba, ni siquiera
cuando le veían rastrear en la basura desechos que reciclar para su milagro. Resultaba crucial
darse prisa. El país comenzaba a reencontrarse con plagas de viejos fantasmas conocidos: el
cólera, la malaria y el hambre acechaban.
Tenía en su poder casi todo. Pero le faltaba algo básico. Una rueda. Casualmente, su padre
guardaba una que con el tiempo podía convertirse en el proyecto de una bicicleta. Estaba apoyada
en la pared de su casa.
Esperaba tiempos mejores, aquellos en los que pudiera repararse para convertirse en un medio de
transporte. Pero el tiempo pasaba y pasaba, y aquella rueda no se movía. Su mera existencia
carecía, pues, de sentido.
William, en cambio, tenía grandes planes para ella. Se la pidió a su padre y la pregunta fue obvia:
"¿Para qué la quieres?", le dijo. "Para conseguir electricidad", respondió el chico. "Vas a romperla
y algún día la voy a necesitar", le respondió su padre. Le costó convencerle, pero finalmente lo
logró. "Si te la cargas, echarás a perder una bicicleta", le advirtió. Pero había que arriesgarse.
Faltaba la dinamo. Y en eso apareció su amigo Gilbert. No se habían visto en algún tiempo. Hacía
días que no jugaban al fútbol con sus amigos. Estaban ocupados ayudando a sus familias a
conseguir comida sin tiempo para divertirse con nada. Pero Gilbert era el más rico de la zona.
Además, creía tanto en el experimento de William que le prestó 200 kwacha para comprar lo que
necesitaba.
Con todo dispuesto, William construyó su artilugio en el campo. Sus hermanos, sus primos, sus
amigos se reunieron a darle ánimo con un deseo: que aquel físico inventor autodidacto acertara y
algún día apagaran la luz para dormir. Reforzó con clavos la estructura de madera de bambú.
Colocó la dinamo y la rueda. Enchufó los cables a los motores rudimentarios. Movió las hélices y...
todo se iluminó.
Ahora ha viajado a Estados Unidos y termina su libro con la ayuda del escritor Bryan Mealer. Su
inglés es más que aceptable y hoy está becado para comenzar este mes de septiembre un curso
en la African Leadership Academy de Sudáfrica, una escuela para mentes brillantes del continente
que han impulsado, entre otros, Nelson Mandela y Wangari Maathai, la keniana que también ganó
el Nobel de la Paz.
En el 2003 había 230 maquilas donde trabajaban 93 mil personas. En el 2005 y 2006 esas
empresas se redujeron a 123 y fueron despedidas 25 mil trabajadoras.
Esa tendencia continúa. En la empresa taiwanesa Charter S.A. de C.V., ubicada en la Zona
Franca Internacional, en Olocuilta / El Salvador, a finales del 2007 laboraban 1,400 personas y
ahora solo hay 370. Además, desde que el presidente Saca anunció el adelanto del incremento del
salario mínimo, la empresa subió las metas de producción por jornada de 8 horas, de 935 piezas a
2,500.
Lo que busca la empresa es tener más ganancias con menos mano de obra, hacer que se vayan
muchas trabajadoras sin pagarles sus prestaciones, destruir el sindicato y reemplazar el personal
actual por otro sin conocimiento ni experiencia sindical.
Las trabajadoras despedidas denunciaron su situación en el Ministerio de Trabajo, pero allí les
dijeron: "Pónganse en los zapatos de los pobres empresarios, que están haciendo hasta lo
imposible para mantener su fuente de trabajo". Sin embargo, según el Sindicato de Trabajadores
de Empresa Charter (STECHAR), esa empresa todos los años reporta altísimas ganancias.
Saca dijo que el 16 de julio aumentará los salarios mínimos. Actualmente en las maquilas el
mínimo es de 162 dólares mensuales, pero se reduce a 147 con los descuentos del Seguro y la
¿Cómo sobrevive una obrera con 151 dólares, cuando el propio gobierno dice que solo para
comer una familia de 4 personas necesita cada mes 167 dólares?
Antes, la vida no valía nada en la gran hacienda. Ahora, tampoco vale en la maquila. ¿Y el sentido
humano qué se hizo?
PASO 1: Dividir a la clase en tantos grupos como roles se vayan a utilizar. Una vez colocados en
grupo se pasará a leer el caso (el profesor o la profesora deberá conducir el debate que surja).
“Desde sus modestos inicios siendo una pequeña tienda de piel en Milán, PRADA ha crecido
hasta convertirse en una de las marcas de lujo más exitosas y caras de Europa.
Dado el espectacular éxito de PRADA y los elevados precios de sus artículos, cualquier cliente
presupondría que las condiciones de trabajo en las fábricas que producen para PRADA son
buenas. Sin embargo, hablando con las trabajadoras de la fábrica DESA en Estambul,
subcontratada por PRADA para la producción de sus diseños, salimos rápidamente del error: las
condiciones de trabajo son de todo menos lujosas. Salarios miserables, turnos “diarios” de más de
40 horas en deplorables condiciones de salubridad e higiene, y, cuando se atreven a levantar la
cabeza y tratan de defender sus derechos a través de un sindicato, son duramente reprimidas.
Las trabajadoras de la fábrica DESA ante las duras condiciones de trabajo decidieron en abril
2008 incorporarse al sindicato DERI IS que representa a los trabajadores del cuero en Turquía. Al
hacerlo, cinco empleadas sindicalizadas fueron convocadas por la Dirección y despedidas. El resto
de sus compañeras fue advertida: si se afiliaban al sindicato o seguían siendo miembros, perdían
su empleo.
Ese octubre, los hechos tomaron un giro aún más inquietante cuando Emine Aslam, una
responsable sindical de la fábrica de Sefaköy en Estambul, fue objeto de chantajes y tentativas de
corrupción destinadas a incitarla a abandonar sus diligencias contra DESA. Ante su negativa de
ceder ante las presiones, su familia fue amenazada: incluso, su hija de 11 años logró escapar de
un intento de secuestro...
Mi nombre es Emine Arslan, nací en Turquía. Tengo 4 hijos y estoy casada. Trabajé en la fábrica
DESA durante 8 años. Me han despedido por unirme al sindicato Deri Is. Trabajábamos en
condiciones muy malas. El principal problema eran las largas jornadas de trabajo, trabajábamos
durante 2 días y una noche sin pasar por casa, no podíamos asearnos ni ver a la familia; esto
significa 36h continuadas, dormíamos debajo de las mesas de trabajo algunas horas y seguíamos
trabajando. Teníamos dolores por todo el cuerpo…cuando pedíamos permiso por los problemas
de salud, nos decían gritando que podíamos salir por la puerta pero no regresar porque “ahí fuera
hay muchas personas que quieren trabajar para DESA”. A veces, en un mes habíamos hecho 200
horas extras y recibíamos el sueldo mínimo mensual en Turquía que es 210 euros al mes, de los
cuales 200 los tenía que destinar al alquiler (…)”
PASO 4: Que cada grupo discuta la postura que va a mantener teniendo en cuenta su rol.
PASO 5: Deben elegir alguien del grupo que les represente y ésta persona será la encargada de ir
a los diferentes grupos para comenzar la negociación (se entiende que el grupo de las mujeres
turcas querrá denunciar el caso a los sindicatos, pero que tendrán miedo de ser despedidas, o que
la marca finja que desconoce la situación de la subcontrata…)
PASO 6: Cada representante volverá a su grupo para contar lo conseguido y pondrán en común lo
ocurrido.
Desde entonces y hasta ahora, se han conocido las sentencias de varios casos llevados a los
tribunales turcos. La justicia ha dado la razón a las trabajadoras de DESA en todos y cada uno
de los casos y ha dictaminado que las y los trabajadores fueron despedidos por sus actividades
sindicales. En paralelo, ha habido varias reuniones entre el sindicato Deri Is y la gerencia de
DESA. A pesar de estos avances, muy poco o nada ha cambiado realmente para las trabajadoras
que siguen peleando por defender sus derechos.
PASO 8: Reflexión
Visto el caso real se propone que piensen acerca de las siguientes cuestiones:
La Campaña Ropa Limpia está presente en 14 países europeos: Alemania, Austria, Bélgica,
Dinamarca, España, Francia, Holanda, Italia, Noruega, Reino Unido, Suecia, Suiza, Turquía, con
la reciente incorporación de Polonia. Además, colabora con más de 200 organizaciones de
trabajadores y trabajadoras de todo el mundo.
Objetivos:
· Conseguir que las condiciones de trabajo sean equivalentes a las establecidas por la
Organización Internacional del Trabajo (OIT).
· Además, debido a que sector textil mundial se apoya principalmente en el sector informal y
que se utiliza enormemente mano de obra inmigrante CRL tiene en cuenta este factor.