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GARRY KASPAROV Campeén del Mundo En esta unidad, también dedicada a los aspectos tacticos del ajedrez, se estudiaran ejemplos de combinaciones relacionadas con la promocién de un peén, y otras de valor defensivo. Entre éstas, destacan por su originalidad las que tienen como objetivo la consecucién de una posicién de ahogado. + Combinaciones para promover un peén * Combinaciones de ahogado * Combinaciones defensivas * Perder la cabellera, Berlin, 1881 * Ejemplos y problemas Curso de tactica (IX) Combinaciones para promover un peon Ya sabemos que la promocién de un pedn en dama u otta pieza fuerte es una de las armas més valiosas de que dispone un jugador. En general, la posibilidad de coronar —como se dice en lenguaje ajedrecistico— un pedn aparece en la fase final de la partida; pero como excepcién (bastante frecuente) se da también en pleno medio juego, e incluso en la apertura. En estos casos la promocién apare- ‘ce ligada a la accién de otras piezas, y constituye una categoria par- ticular de combinacién. En la posicidn del diagrama juegan las blaneas; uno de sus peo- nes ha avanzado osadamente hasta la séptima linea y amenaza con- vertirse en dama, pero la casilla de promocién esta controlada por el caballo negro. Ademas, en la propia audacia puede estar su debi- lidad, pues ha quedado aislado de sus restantes fuerzas, y el bando defensor amenaza 1. ... RE7, capturandolo, después de lo cual la + posibilidad de victoria de las blancas se esfumaria. El bando que tiene la inciativa dispone de una sencilla maniobra de alfil que permite la coronacién: 1, Acd+, Rh8 Ahora que ha sido alejado el rey negro, todo queda claro. Las negras, por supuesto, no podian capturar el alfil con su caba- Ilo, pues habria seguido 2. e8= 2. Abs El pe6n convierte su alfil en invulnerable, y éste apoya ahora la ca~ silla de coronacién; la proxima jugada blanca sera 3. 8 después de 3. ..., Cxe8 4. Axe8 el bando que tiene la iniciativa quedard con pieza de ventaja y la victoria asegurada, salvo accidente. Curso de ticticw (IX) El ejemplo anterior es muy sencillo, y tiene un valor basieamente introductorio al tema. El siguiente resulta més refinado. Las blancas, a quienes corresponde el turno de jugar, tienen una pieza de menos. Los peligrosos peones avanzados —y la iniciativa— compensan am- pliamente esta desventaja y les permiten obtener la victoria: 1. Txgd!, Esto evita la amenaza Cf2+4+ de que disponian las negras. Ademis se aleja la torre negra del control de la casilla de corona- in del pedn avanzado de «er. 1. vy TX 4 2. €7, Te8 3. Ta8, «.. Y todo ha terminado; si 3. ..., Txd8 4. exd8=D-+; contra cual- quier otra jugada sigue 4. Te8+, Re8 5. e8=D. Esta posicién de la torre defendida por el peén de séptima y apoyando la promo- cidn del mismo es clasica, de modo que el lector debe poner en ella toda su atencién. ‘Veamos otro ejemplo: Juegan las blancas; su pen de séptima parece peligroso (y lo es), pero las negras amenazan capturarlo inmediatamente. La posibi dad de apoyar su coronacién con 1. Ta8+ parece fracasar después de 1. .... Txd8 2. exd8=D+ Rxd8 y el bando blanco ha perdido su pedn. Curso de tietica (IX) 4Cémo ganar? Si tratamos de alejar el rey negro por medio del sa- crificio de una torre 1. TH+, Rx 8 2. T08+, logramos dar el jaque que queriamos en mejores condiciones; si 2. wy TXd8 2. exd8=D+, ganando. Pero las negras disponen de una excelente defensa: vy Te8! Ambas torres se defienden entre si, y el plan de las blancas ha fra- casado totalmente; con una torre de menos, tienen que abandonar. Sin embargo, si hay un procedimiento ganador a partir de la posi- cin inicial; en ajedrez el axioma matematico que afirma que el or- den de los factores no altera el producto no rige, como se vera: 1. Ta8+!, Tx a8 2. THB+1, RXf8 Ahora, no 2. cxd8=D?; 2... Rd7, por hha llegado el momento supuesto, de alejar el rey no soluciona nada 3. exd8= Y las blancas ganan. Una de las formas principales de coronar un peén se basa en la des- viacién de la pieza que defiende la casilla de coronacién. El ejem- plo siguiente es elemental, pero ilustrativo: Posicién de partida Juegan las blancas; han logrado avanzar un pen hasta la séptima linea, pero las negras controlan Ia casilla de coronacién con su to- re, Si tratan de apoyar la promocién con 1. Td8 el peén queda in- defenso y es capturado inmediatamente. Curso de téctica (IX) La aproximacién del rey para apoyar su pe6n es muy lenta, pues Jas negras capturan el pedn de b2 y avanzan su peén de a5, creando a su vez la amenaza de coronar. Las blancas disponen, sin embar- ‘20, de una elegante jugada que asegura el cambio de rango del pedn: 1. TU6+!, ow Y¥ la torre negra se ve 2, b8=D obligada a abandonar Ia casilta decisiva Con victoria para el bando blanco. EI siguiente caso es también, pese a su sencillez, de gran importan- cia, pues introduce un recurso siempre latente en los finales de to- res y peones, Posicién de partida Juegan las negras, que no pueden retirar su torre, pues las blancas coronarian su peon. Si 1. ..., Tb8 el blanco logra la victoria, si las negras se empenian cen avanzar su peén jugando 2. Re5, bl=D 3, Txbl, Txbl 4. h8=D. Pero desviando la pieza que defiende 1a casilla de coronacién de su peén las negras obtienen la victoria: 1. 4 Txt Ahora, si 2. Txh7, 61 2. Thl, Re3 D Y las negras coronan su peon. El tema de desviacién es muy rico, y da lugar a combinaciones be- llas y a veces bastante complejas; veamos algunos casos: Posicién de partida Juegan las negras; la jugada 1. ..., DXe6 2. Txe6, d2 3. Td6 no ogra nada conereto; pero una mirada mas profunda permite apre- ciar que la torre debe defender a la vez la coronacién del peén y su dama (0 sea, esta «sobrecargada»), Curso de téietica (IX) Una vez que se ve también que al avanzar su peén las negras ame- nazan tomar la torre con mate, y que no deben por consiguiente preocuparse por su dama, no es dificil encontrar el procedimiento ganador: 1, a2 Sencillo e inmediatamente decisivo. Si 2. Te2, dl=D+; si2. Dxd7, dxel=D+ +; ysi2. Tal, Dxe6. En este caso la desviacion aparece ligada a otros temas, como la dama indefensa 0 el mate en la pri- mera linea; pero el ejemplo sigue siendo sencillo. Mas complejo y hermoso es el siguiente ejemplo. Posicién de partida Juegan las blancas; el intento de coronar el peén por medio de 1. Db8+, Rd7 fracasa, pues el jaque en d8 estd controlado por el caballo. El procedimiento que lleva a la victoria se basa en una elegante desviacién: 1. DbSt, La dama clava a su homénima negra y amenaza tomarla o coronar directamente; al capturarla, la dama negra debe abandonar la casi- lla de coronacién. Por otro lado, defender la dama con I. ..., RA7 no funciona, porque 2. Dxe6+ obliga al rey a dejar de defender la casilla critica. ¢Significa esto alguna ventaja conereta para las blaneas? Sacrifi- can una dama para obtener otra: 1. .DXbS 2. sow RET 2, B=D+, ow 3. Dxe6ll+, Rxe6 Ahora las negras no 4, Co7+ pueden cubrirse con su caballo, pues permitirian 3. Ce7+ doble Ganando la dama y quedando con pieza de ventaja. Curso de ticticw (1X) A veces, para coronar un pe6n, el elemento defensor no puede ser desviado, pero si eliminado; un ejemplo sencillo es el siguiente: Posicién de partida Juegan las blancas: el peén se corona fai miento expeditivo. almpide la torre que corone? Pues eliminamos la torre: 1. Dxe8! 1. wy CCB 2.7 La doble amenaza del peén es irresistible; si las negras defienden Ja coronacién directa con 2. ..., Dd4 0 Dd2, sigue 3. dxc8=D+; y si se retira el caballo o se pretende defenderlo con 2. ..., De3, si- gue 3. d8=D+. A veces, la eliminacién persigue el objetivo de coronar un peén ale- jado, que se convierte en inaleanzable, Veamos un ejemplo: Posicién de partida Juegan las blancas; tienen ventaja material y posiblemente ganen a partida con un juego correcto. Sin embargo, disponen de un recurso contundente: 1. Dxd5!, exd5 2. a6 Y el peén corona, pues el alfil no llega a controlar la casilla negra por la que debe pasar (a7). La brutal eliminacién de la pieza que podia detenerle ha vuelto a ser suficiente. ——————— $$ Curso de tietica (1X) EI siguiente caso es de frecuente aplicacién en partida viva, por lo que merece especial atencién: Posicién de partida Juegan las negras; el pedn avanzado de g3 y la falta de desarrollo de las blancas les permiten introducir una combinacin ganadora. La jugada contundente para proporcionar camino libre a su peén avanzado: 1. wy DXH2! 2. Txh2, gxh2 y el pedn corona inevitablemente. Este sacrificio transitorio de la dama por el pen de torre para colocar un pedn propio en séptima, con coronacidn inevitable, es, como se ha sefialado, tematico, y se produce con cierta frecuencia, incluso en plena apertura, A veces la coronacién del peén se consigue por el procedimiento de forzar al adversario a colocar una pieza propia entre la fuerza defensora y la casilla de coronacién. Veamos un ejemplo de cémo puede aplicarse este recurso. Posicién de partida En el diagrama juegan las blancas, que tienen una torre de menos, pero dos peligrosos peones pasados. El procedimiento parece claro: atacar el caballo clavado de 6, cap- turar la torre de h8 con el alfil y bajar la propia torre a £8 para pro- teger la coronacién del peén. Veamos: 1, TH, Ch7 Lo mejon pues b » Ced seria contestade por 2. Axhs, Thi 3. 178, ganando 2. Axh8, Txh8 Ahora el caballo defiende la entrada de la torre en 8; los peones Curso de tictica (IX) Pero aqui aparece el recurso de obstruccién de que hablabamos: 3. TI8!, iA pesar de todo! Si las negras capturan esta torre con su caballo, obstruyen la accién defensiva de su propia torre; el blanco no juga- ria, entonces, 3. ..., CXf8 4. exf8, Tf8, sino 3. .... Cxf8 4. 8=D+, ganando. Las negras se ven forzadas a tomar la torre adversaria con su pro- pia torre, y pierden: 3. ny TXB SenBer 4, exf8=D, Cxf8 6. exf8=D+, RXf8 SHe7; = 7. Rdl El pedn superviviente cewesta ta pieza Con final fécilmente ganado. A veces el recurso de coronar un peén se basa en un jaque 0 ataque a la descubierta; al avanzar a la séptima u octava casillas, el peon descubre, en ocasiones, la accién de una de sus piezas, que da ja- que 0 ataca un objetivo fundamental del enemigo; éste debe hacer frente a dicha amenaza, lo que el pedn aprovecha para coronar, Vea- mos un ejemplo: Posicién de partida Juegan las blancas. El peén de dé, aparentemente bien bloqueado, se corona en dos ju- gadas gracias a un jaque a la descubierta. 1. Dxe6t Removiendo la pieza que bloqueaba el pedn 1. omy DXe6 2. d7+ a la descubierta Las blancas coronan en la jugada siguiente y quedan con pieza de ventaja. Joseph Henry Blackburne, un jugador de ataque Este gran maestro briténico fue uno de los mejores jugadores que tuvo el siglo xix y el que si- guid obteniendo éxitos hasta na edad més tardia. Nacié el 10 de diciembre de 1841, No aprendié a jugar hasta los die- cinueve aftos, motivo tal vez ‘por el cual fe falté algo de in- tuicion estratégica para llegar ‘ala maxima cumbre, pero fue, 80 si, un téctico peligrosisimo ¥ espectacular, que buscaba ‘siempre la belleza en la victo- ria. Le desagradaban los jue- .g0s de tipo defenisvo y siem- pre lanzaba sus fuerzas al ataque los 27 aflos, cuando gané su ‘primer campeonato briténico, Blackburne ya era un respeta- do ajedrecista profesional, con éxitos en su palmarés. Poste riormente, compartio con Stet- nite el primer lugar del torneo de Viena de 1873, quedé cam- edn en Berlin 1881, delante de Paulsen, Chigorin y Zukertort, entre otros, y segundo en Man- chester, 1890, detrés de Ta- rrasch. Se clasific’ asimismo entre los seis primeros en la {gran mayoria de torneos en los {que participé, siempre entre la élite mundial del momento, Fue considerado el mejor jugador de Gran Bretana durante mu- chos arios y alin realizo la proeza de ganar por titina vez 1 campeonato briténico en 1914, a los setenta y dos afios de edad, erigiéndase en un no- tabilisimo ejemplo de longevi- dad ajedrecistica. Fallecié. Blackbume el 1° de septiem- PARTID Perder la cabellera Partida jugada en Berlin, 1881 Blancas: Blackburne Negras: Schwarz Joseph Blackburne era un ju- gador eminentemente de ata- que. Su divisa, ir a por el cue- to cabelludo del rey contrario, Si para conseguirlo habia que sacrificar la dama y un par de piezas mas, ello se hacia sin ninguna clase de problema, obviamente. En esta partida el rival plantea la defensa francesa, 1. ed, €6 2. 44, d5 3. Ce3, Cl6 4, X05, on Esta no es la jugada que apa- rentemente se podria esperar de un jugador de estilo agre- sivo como Blackburne. El sa- ctificio de pedn 4. Ags, Ac7 5. €5, Cf-d7 6, h4, por ejem- plo, cuadraria mejor con di- cho estilo. Pero conviene re- cordar que estamos en 1881, Ja teoria de la defensa franc sa apenas se halla en sus pr meros balbuceos y el citado sacrificio no es conocido. Ante una apertura entonces poco habitual, Blackburne adopta una politica de desa- rrollo natural, sin excesivas complicaciones. 4s ony OX 05 5. C13, Ad6 6. Ad3, 06 7. 0-0, 0-0 8. Ce2, .. Este caballo, asi como en ge- neral el conjunto de las pie- zas blancas, se dirigiran al flanco de rey, para orquestar alli su iniciativa. La iniciaci6n tardia al ajedrez Agd 9. Cg3, De7 10. Ae3, Ch-d7 11, Dd2, ... Ti-e8 12. Ta-el, Ced 13. Del, Ahora las negras disponen de una serie de cambios con los que se gana un pedn. Pero Blackburne, que ya lo habia previsto, no tuvo inconvenien- te en sacrificarlo para abrir columnas en las que sus torres pudieran crear amenazas a su vez contra el rey contrario. 13. aug AXIB 14, gx13, Cxg3 15. hxg3, AXg3 16. Rg2, Ad6 17. Thi, C18 18, Th3, 26 19. Te-h1, Ta-d8 20. Ags, Td7 21. c4, dxe4 22. Axed, hS 23. Th4, bS 24. Ab3, Ce6 25. Af6, Cl4+ 26. DXf4, a Probablemente una sorpresa para Schwarz, y por cierto de- sagradable, 26. sony AXE4 27. TXh5, gxhS 28. Txhs, Y el mate con Th8 es inevi- table. Las negras abandonan, pues su rey pierde la cabellera. SS E! ajedrez, como la musica, da a menudo ef fendmeno de los nifios prodigio. También se produce el caso de muchos campeones que a los seis 0 siete afios han despuntado como poseedores de prometedoras cualidades y han eclosionado sobre los catorce o quince, siendo més bien «muchachos prodigio» que nifios. Pero, zpuede un jugador que, como Blackburne, aprende a jugar a los 19 afios, llegar a campeon de! mundo? Diticilmente, si bien, como el propio Blackburne demestré, puede llegar a ser un fuerte maestro. Seguin muchos psicdlogos han establecido, el niffo que, como Capablanca, aprende a hablar y a jugar a ajedrez casi simulténeamente, tiene una facilidad totalmente natural para el juego que, ademas de hacerle estar muy familiarizado con los conceptos basicos de su estrategia de manera casi instintiva, le lleva a no equivocarse ‘apenas, como producto de esa facilidad (se entiende que hablamos de errores claros, no de pequenias imprecisiones de Jas que ningun humano esta libre). Quienes aprenden a jugar al ajedrez més tarde, aunque pueden llegar a hacerlo muy bien, €en la. competicién estén mucho mas acechados por ese ‘enemigo fantasmagérico que siempre se halla agazapado y dispuesto a manifestarse: el llamado error humana. Blackburne aprendié a jugar mayor espontaneidad e! al ajedrez relativamente tarde: jugador que aprendié a a los 19 afios. Suele alcanzar _temprana edad. Curso de téctica (1X) ‘Cuando uno de los bandos ha logrado llevar uno de sus peon ‘a.una casilla avanzada del campo adversario, especialmente fectivas de que dispo- pieza mayor, coronéndo- 5, en estos casos, de la ‘mayor Importancla; por medio de la accién coordinada de és podra encontrar, probablemente, un recurso ganador. Combinaciones de ahogado En la unidad 2 de este curso se introdujo el concepto de «ahoza- do», o tablas reglamentarias por imposibilidad de efectuar un mo- vimiento, Se comentaron, ademas, algunos ejemplos sencillos, si- milares a éste: nde partida Las blancas se preparan muy felices para dar mate al adversario; pero éste, que tiene la mano, les arruina la fiesta. La jugada es asi de sencilla: 1. wn, ThO+! 2. RXh6 Y la partida se declara tablas por ahogado del rey negro. En partida viva, el tema del ahogado aparece especialmente en el final de la misma, y s6lo en casos muy especiales se da en el medio juego 0 con muchas piezas en el tablero, Las combinaciones que persiguen el tema de ahogado pertenecen a la categoria mas gene- ral de combinaciones defensivas, pero por su importancia, aqui se estudian particularmente, Veamos otro ejemplo: Posicién de partida Este caso parece mas complejo que el anterior. El negro, con material de menos, a primera vista esta perdido; pero encuentra salvacién en una sencilla combinacién de ahogado: 1. .., Tx fat 2. gxf4, DIT! El rey negro queda también aqui ahogado, Una de las sorpresas mds desagradables que un jugador de ajedrez puede experimentar es la de ver cémo se le complica una posicién ganada por la posibilidad de un ahogado. Veamos lo que ocurre en el siguiente caso. Posicién de partida En la posicién del diagrama las blancas, que tienen la mano, dis- ponen de una posicién claramente ganadora, No obstante, jugaron su torre inconscientemente, confiando en el répido avance de su peén de a5; pero les esperaba una desagrada- ble sorpresa: 1. Ta8?, TH+! ‘Tarde advierte cl blanco que si ahora 2. Rx13 el negro esté ahoga- do y la partida es tablas. La cosa ya no tiene arreglo: 2, Re2, Te3+ 3. Rd2, Td3 + 4, Re2, Te3-+ Y tablas por jaque continuo. Curso de téctica 1X) Curso de tictica (1X) Las mas bonitas combinaciones de tablas son tal vez aquellas en las que el bando que se ahoga lo hace construyendo su propia cér- cel (0 mejor refugio) y permitiendo incluso al adversario hacer una jugada que no le sirve en absoluto. Un buen ejemplo es el del si- guiente diagrama: Juegan las blancas, cuya situacién no es en absoluto envidiable. Tie- nen una torre de menos y su peén de séptima esta controlado. La posibilidad de encontrar una combinacién de ahogado parece remota, porque tienen que librarse forzadamente de una torre y dos peones. Sin embargo, es posible hacerlo. 1 ThO!, La jugada clave de las blancas. La amenaza de coronar el pen no deja alternativas a las negras. Ie sey TXNG 2, h8=D+, Txh8 3. bS Y a pesar de tener el derecho a jugar, las negras no pueden evitar Ja situacién de ahogado del blanco, y la partida es tablas. Por més ganada que esté una posicién, o mas decisiva parezca la ventaja de uno de los bandos, es necesario siempre tener en ‘cuenta la posibilidad de que ol rival se salve a través de una com- hhogade. Por otra parte, cuando se conduce las pie- ‘que estd en desventaja, hay que considerar siem- sd de lograr la salvacién a través de una situacién je ahogado. En especial, debe ponerse atencién a aquellas po- siciones en las que uno de los bandos no tiene peones, o tiene muy pocos, o ést: do e: un recurso que permite mantener la incertidumbre y la emocién algunas partidas hasta el final. Combinaciones defensivas A veces —como en el caso de los ahogados que acabamos de ver— la combinacién no tiene como objetivo agredir al adversario, sino contrarrestar las amenazas de éste, o sea, defenderse. Estos tipos de combinaciones, por lo general menos brillantes y espectaculares que las agresivas, tienen gran importancia;, Un ataque puede ser decisivo, pero también puede resultar arries- gado en exceso, antiposicional y, en definitiva, equivocado; en es- tos casos, conocer ejemplos de maniobras combinativas de valor defensivo puede permitir al jugador salir de posiciones aparente- mente comprometidas. Yeamos uno de esos ejemplos. Posicién de partida Juegan las negras, y sus dificultades son evidentes. El alfil esta ata- cado y no puede retirarse debido a que la torre negra de d8 queda- ria indefensa, Como las negras disponen de un peén en séptima, pueden intentar una combinacién en base a |. ..., Ab3 2. Txd8+, Txd8 3. Txd8+, Re7 y el peén corona; pero es un espejismo, ya que las blancas pueden jugar mejor; 1. ..., Ab3 2. Txd8-+, Txd8 3. Tbl!, ganando el peon. Las negras, sin embargo, no sélo aleanzan a salvarse, sino que ob- tienen la victoria: 5! Una jugada excelente; ataca el alfil de las blancas y aplica el tema de desviacion, Si 2. Axe5 queda libre la casilla cl para la invasién de la torre ne- gra y el peén corona: con Tel! se fuerza la defensa de las blancas. 2.1xd5, TxdS 3. ex EA 4. Thi, Ted+ 3. exd5, Amenuza ahora El rey blanco no tiene Por supuesia, 4m TL ‘ds remedio que bajar 813, Txd5, bl=D @ la primera linea 5. Rel, Tel+ El peén corona y las negras ganan la partida. Curso de tictica UX) Curso de tdetioa (1X) E] ultimo ejemplo es muy bonito y rico en temas: Posicién de partida Las blancas, que juegan, tienen una torre de mas; pero su rey esté en precaria posicion y la terrible amenaza 1, ..., Dh2++ de las ne- gras parece inevitable. Sin embargo, la combinacién defensiva leva en este caso a un mate espectacular: 1. Te8 +, AIS, Claro que si 1. ..., Rh7 2, Dd3+ gana la torre y la partida, La jugada del texto parece buena, pues aunque el blanco sacrifique su torre en {8 para dar jaque descubierto con su dama, ningin ob- jetivo negro esta al alcance del caballo. 2. Txf8, Rx18 3. CIS 41, EI preludio de un espectacular remate. Claro que no sirve ahora 3. ..., Db4 porque después del cambio de damas las blancas conservan una pieza de ventaja. 3. snp RES 4. DI8+!!, Rx18 5. Td8++ Una combinacién no siempre es arma de ataque; sirve con fr cuencia como un arma defensiva o de contrataque, para neutr lizar las amenazas del adversario e imponer las proplas. EJERCICIOS Ejemplo 2 Ejemplo 3 Juegan blancas Juegan negras Juegan blancas Las blancas van a conseguir la | Con cuatro peones por la Las blancas tienen una pieza victoria gracias a la répida calidad, la posicién de las de menos y, por si ello fuera promocién de un peén. El lector | blancas parece ganadora; pero | poco, el caballo negro acaba de ‘std en condiciones de apreciar | las negras obtienen las tablas saltar a d3, desde donde asesta inmediatamente que las blancas | por medio de una combinacién | una coz triple: a la dama y a las tienen ventaja; estan mejor de ahogado. dos torres, Sin embargo, la desarrolladas y tienen la mano. | 1. +m, Txh34! 2. Axh3, ... Si | mala posicién del rey negro y Sin embargo, es dificil suponer | el rey no captura, sigue 2. su falta de desarrollo (el alfl de ue en esta posicién el primer | Txh4, y ganan las negras. 2. S, las negras se veian en la triste disyuntiva de permitir la entrada del alfil (7. ..., Ag8 8. Ae8) o la penetracién del rey (7. ..., Re8 8. Rb6). Valor relativo de las piezas (Ul) Valor relative de las piezas (1) Las blancas prosiguen con su plan: 7. 6+, RaB 8. Rb, ... Apréciese la diferencia exagerada entre Ia actividad de las figuras de uno y otro bando. El rey negro no puede alejarse del flanco de dama por una amenaza sutil. Contra, por ejemplo, 8. ..., Re7 9. Aa6, bXa6 10. b7, ..., coronando inevitablemente. El alfil, en cam- bio, no puede moverse por una pura cuestién espacial. En cambio, las blancas pueden desplazarse con comodidad por todo el tablero. 10. Rad, {Qué intenta el blanco? Su idea es penetrar por las casillas negras del flanco de rey, que no tienen protecci6n efectiva, Para ello sac ficaran un pedn (£5), pero la posterior entrada Re3, Ri4, ReS com- pensa de sobras la dadiva, puesto que toda la posicin negra se des- morona. Para adelantarse a este plan, las negras realizan un timido intento de dar respiro a su alfil: 10. sony 95 11, £xg5, Ago 12, Re3, AIT 13. g6 La posterior irrupcién del rey por 1a casilla que ahora queda libre tendra decisivos efectos. La invasién de la retaguardia negra bien vale el sacrificio. No hay mas opcién que aceptar el inmolado infante. 13. suey AX26 14, Ri, ALS 15, Ac: Después de 15. ..., Ag6 16. RgS, no sdlo se conquista el peén ame- nazado, sino que el ulterior avance del pen «h» sera inapelable. Valor relativo de las piezas (11) El ejemplo nos revela que existe una estrecha relacién entre las pie- zas menores y la configuracién de peones. No en balde se dice que la estructura de peones constituye la verdadera columna vertebral de la posicion. La articulacién de los peones detine la actividad de las plezas menores. En términos generales, éstos deben colocarse en lai casillas de color distinto al del alfil, para que su ubicacién no. impida el desplazamiento de éste. Al alfil que esta encerrado den- tro de su estructura, se le llama alfil «malo». La fuerza del caballo en las situaciones de bloqueo De la capacidad del alfil para correr a toda prisa de un extremo a otro de las 64 casillas (cada alfil puede controlar 32) cuando el ta- blero esta ligero de piezas, ya se ha hablado a lo largo de esta uni- dad. Pero cabe preguntarse qué sucede cuando la estructura de peo- nes esta reciprocamente fijada y se produce una situacién de bloqueo. En definitiva, muchas veces se trata de una lucha del caballo con- tra el alfil malo. Estudiemos las posibles consecuencias con un ca- racteristico y sencillo ejemplo extraido de una partida real, Analicemos las fuerzas de ambos rivales en este diagrama: Posicin de partida 4A quién debemos atribuir las mejores perspectivas? Baste compa- rar las posibilidades de ambas piezas menores. Casi puede confun- dirse al alfil negro con uno de sus peones. El bloqueo le impone un campo de accién muy restringido, mientras que el caballo pue- de maniobrar con soltura, puesto que el cierre de la partida no re- 1 quiere maniobras rapidas. Aprovechando su mejor disposicién, las blancas se disponen a ocu- par las casillas éptimas desde las que preparar el asalto definitivo. 1. Ces! Con 1. Cf, Ae8 el alftl negro quedaba menos ahogado Ac8 EI caballo es una pieza idénea para ocupar cuadros débiles, esto ¢s, casillas en que una pieza puede instalarse comodamente sin la posibilidad de que un pen enemigo la ahuyente. El caballo puede + alcanzarlas en casillas de cualquier color. Francia, tierra de asilo ajedrecistico Francia siempre destacs, tan- to en ajedrez como en otros campos de la cultura, por su ‘gran capacidad de acoger @ in- tegrar a gentes de diversas procedencias y naciones, El estado francés ha logradso inte- ‘rar en su cultura a fos extran- jer0s que pueden aportar algo valloso. Asi, por ejemplo, los ajedrocistas de todo ef mundo siempre han sido bien recibi- dos en Paris y sles ha aispen- sado el trato mas correcto (es- peciaimente, claro est, si eran grandes maestros del juego- Ciencia que podian sumar su gloria @ las glorias francesas). Gracias a ello, Francia puede enorgullecerse de la ciudada. 1a francesa de Alekhine cuan- do éste gané el titulo mundial (yposteriormente, como es 16- 9/¢0, por ejemplo en 1933, fe- cha de la partida adjunta). E campedn ruso, de familia ars- {ocratica perjucicada por la re- volucién soviétca, ya era un hombre cosmopolia y viajero antes de ta misma, pero dofin- tivamente se sintié poco a gus- to en ef nuevo régimen, mas ‘cuando los dirigentes sospe- Charon de su campeén como de una persona poco adicta. Liegé incluso Alekhine (por en- fonces un joven ajedrecista, ‘campeén de Fusia, que habia ccursado la carrera diplomética) & conocer la cércel en Odessa (ara librarle de fa cual, por Cierto to importancia a inter vencién directa de Trotsky, Quien se inclinaba favorable- ‘mente hacia 61 como buen af. El bufon acorralado Partida jugada en Paris, 1933 Blancas: Alekhine Los franceses conocen esta partida como la del alfil fou, palabra que, entre otros sig- dos, tiene el de bufén, Pero un bufén solia inspirar hilaridad. E1 alfil o bufén ne- gro de esta partida, en cam- bio, inspira més bien una cier- ta pena, 1. d4, d5 2. ed, 06 Gambito de dama, defensa ortodoxa, muy habitual, 3. Ce3, C6 4, Ags, Ac7 Las piezas de ambos bandos se desarrollan en funcién de la presin blanca sobre la ca- silla d5. 5. €3, Cb-d7 6. Cf3, 0-0 tu Para privar de perspectivas en la diagonal mds larga al alfil negro, que se instalara en b7. 8. any OXOS 9. ADS, ... Incita al alfil negro a que dis- pute la casilla c6, quedando, por ende, en la situacién sin perspectivas que supone la ca- silla b7. 9% any ABT 10. 0-0, a6 11. Aad, 5 Las negras intentan su libera- cidn, pero Alekhine encontra- rd la maniobra de gran exac- 22. b4, Cd3 titud que dejard la lucha re- 23. Te7, Re’ ducida al combate de su torre 24, Ce8, Cxb4 y buenos caballos frente al al- 25. Cxb6, Tb8 fil malo de las negras. ‘Se amenazaba 26. Ta7, ga- 12, Axd7, Cxd7 nando el afl 13, Axe7, Dxe7 14, dX¢8, DXeS 26. Ca7, Ta8 27. 93, Ca3 ' 28. Ta7, Te8 | 29. Ril Para defender el peon de d5, que ahora sera bloqueado por el caballo de las blancas. 15. Cad, Tae8 Las negras se rindieron. Si, 16, CIS, Rh& por ejemplo, 29. ..., Cb2 30, Cb6, Tel + 31. Re2, y habria Desea evitar un jaque doble que resignarse de todas mane- en 7, que de hacerse posible _ ras, pues no hay mas jaques permitiria la captura del peén tiles para las negras. En de ds. otras variantes también se pierde el desgraciado bufon 17. Ce2, Db4 de a8, lo que daa las blancas 18. Dd4, Dxd4 luna ventaja mas que decisiva, 19. Ce2xd4, Tel 20. Txel, Ces 21. Cd6, Aa’ Lamentable, pero no es eso todo, pues este alfil seguir viendo amena: i vida, Se Alekhine, campeén del mundo durante una veintena de afos, adopté en 1927 la nacionalidad francesa cionado que era al ajedrez, al igual que Lenin), Pero nomucho después de este incidente, Alekhine abandons la residen- ola y la ciudadania soviética. Y fue la nacionalidad francesa aque, tras su salida de Rusia, ‘adopté aquel que en 1927, ya poseyéndola legalmento, ibaa llegar a campeén del mundo tras batir a José Rau! Capa: blanca en el épico match de Buenos Aires. Eso no llama la atencién, pues, desde ef turco Philipo Stamma, en el sigio xv, muchos fueron los ajedre- cistas que residieron largas ‘épocas en Francia también en- tre ellos hubo otros rusos céle- bres, como Kieseritzki) 0 inclu- 80 se nacionailzaron franceses. ese a que Francia nunca ha wuelto a ser una primerisima potencia, desde su época glo- rosa de! ‘siglo pasado con Louis de Labourconnais, sique ha sido siempre lugar de fuer- tes torneos y tradicion en eljue- go. En el actual equipo francés ‘son varios fos jugadores «adop- tados», procedentes de diver- ‘sas naciones de origen, como ‘ejemplo Boris Spassky. Valor relative de las piezas (1) Una vez han dejado al alfil negro en 1a minima expresién de movi- mientos (esta condenado a defender su peén «a»), las negras pron- to se quedardn sin jugadas. 2. Rit, El rey negro se ve obligado a dar entrada at blanco Una medida tan penosa como otra cualquiera. Mover el alfil s ficaba ceder en la defensa del pen. Desplazar el rey al otro lado hacia perecer el peén h5 tras 5. Re’, ... La jugada que se expone en el texto también deja el paso libre para una penetracién fatal. 3. ReS, Rg7 4. Rd6, Las blancas van a eliminar todos los peones del ala de dama y pos- teriormente Hevaran los suyos hasta la octava linea. Veamos la continuacién, 4, say REG 5. RX¢6, Re7 6. Rb6, ‘También era simple 8. Rx" C3 eg 2 5, 2 gand el titulo de campeon es- 3 co. as _ candinavo batiendo en un match a 4, és Este avance permite a las blan- a Fridrik Olafsson, vencio en el 5. ee cas albergar esperanzas de ata- tomeo de Gijén ya continuacién | ~* ©"? *** car con fuerza en el centro y obtuvo ef titulo de gran maes- ; flanco de rey, pero, si no lo tro on la Ompiada de Moscu, | Tras ciertos regates, ambos consiguen, tendran que recor- para acabar el afo trlunfando | contrincantes han conducido dar que el alfil negro de b7 ob- fen Hastings. Tas aso venciéen | la partida al gambitodedama tendré una buena diagonal Mar del Pata (1956), Bejerwik | «semieslavo» abierta para toda la partida. (1960) y compart el primer lu- bar eno teri omneo nero. Th. 5.2, CAS caballos, pero no es eso todo: 12. CxeS, Cxe3 los alfiles negros permitirin 13, dxe5, AxeS ganancias mayores todavia, 14, AbS+, Re7 15. 0-0, Db6 33. £4, Del 16, Ad3, h6 34, Dd2, Dal 17, De2, Th-d8 35. De2, Ac3 18, Ad2, RIS 36. Dbl, ... 19, Ta-cl, Ta-c8 20. Te2, a5 21. Tiel, Res 22, h3, Ce7 23, Cel, Add 24, Txe8. Txc8 25, Txe8+, Cxe8 26, b3, Ce7 27. C13, Acs 28. Ael, Las blancas también poseen dos alfiles, pero obviamente no son igual de efectivos. hora tas blancas perderan 28. crs una pieza, cuando menos, con Cond una bonita jugada del alfil ne- 29, REL, Deb con 1 gro de b7. Pero no podian evi- tar ya perder cuando menos ambos peones del flanco de Apuntando al peén de eS. amas 30. Ab5, De7 36, 4, An6 31. Ad3, Cad 32, Cxdd, Axd4 Las blancas se rindieron. si 37. El peén avanzado esté yaen Axc3, Axd3+. Si37. Dxal, grave peligro tras el cambio de Axd3+. a El danés Bent Larsen, tuno de los mejores jugadores. de las ultimas décadas. nal de Amsterdam (1964), con ‘Smysiov, Spassky y Tal. Desde ‘entonces fue considerado el me- Jor jugador de Occidente. Pero, tras su tercer lugar en el Torneo de Candidatos, ya en el Santa Manica de 1966, Larsen fue su- perado no s6lo por el campedn ‘mundial Spassky, sino también por Fischer. A partir de aque! ‘momento, Larsen y Fischer de- sarrollaron una rivalidad enco- nada. En 1967 Larsen gand el Interzonal de Susa... después de que Fischer se retité cuan- 0 iba lider En 1970 Larsen consiguié el pri- ‘mer tablero dela seleccién Res- to de! Mundo, pero luego Fis- cher le superd en el Interzonal disputado en Palma de Mallor- ca. Por fin llegé el match de Candidatos al titulo mundial y Larsen fue aplastado por 6 a 0. Con es0 se acabé su historia como candidato al maximo ce- tro. No obstante, Larsen ha ga- nado muchos torneos. Larsen ha residido en Las Pal- mas durante bastante tiempo, dirigiendo la revista Ajedrez Ca- raario y levando al club Caja in- sular de Las Palmas @ ganar por dos veces e! Campeonato de Espafia clubs. Valor relativo de las piezas (1) Empieza la «sinfonia de los cuchillos»: 1. ..., Ad6 Amenaza AXh2 2. 33, ADS 3. De2, ex f5! Ya hemos dicho que los alfiles necesitan siempre campo abierto, La jugada del texto abre la columna «e» y la diagonal hl-a8, que po- dra ser ocupada en un futuro, La columna, en cambio, se ocupard de inmediato. A Ia larga las blancas no podran aguantar esta presién conjunta. 4. exf5, Tee8 5. TI, Te3 6. Ag2, De7 TCgL La fuerza de los alfiles en combinacién con las piezas mayores obliga al blanco a retroceder cediendo en su retirada mas y mas terreno. Los alfiles aprovechan el espacio a fin de prepararse para el ataque. Te ey AMS 8. Dd2, ef 9. TE3, Te Por triplicado causa mds dao 10. Tal, Acs Con el transcurso de las jugadas, la ventaja de las negras se incre- menta, gracias sobre todo a que los alfiles han conseguido restrin- gir la movilidad de las piezas blancas. Pronto estaran preparadas las negras para el ataque definitivo. Las blancas intentan una timida reaccién: 11. b3, Tel! Ahora se enfrentan a una amenaza muy grave. 12. ..., Axgl, ga- Buscan su defensa en un contraataque. 12. bxe4, ... Amenazan el Ad3 12. ..., AXed 13. Afl, ... Aparentemente todo ha quedado ya resuelto. Si 13. ..., Axfl; 14. Txfl, ... pero los alfiles pueden ser mortales cuando di nen de diagonales abiertas. La ofensiva final requiere una pequefta preparacién para ganar la casilla clave d5: 13. ..., Txdll! 14, Dxdl, Tas 15, De2, Ads! 16. De3, Add! Un hermoso y sencillo método de explotar el ataque a la descubier- ta (si 18. Dxd4?, Ax f3-+ seguido de Txd4). Todas las figuras blan- cas estdin paralizadas, La decisién que deben tomar ahora las blancas no es dificil, pues deben mover la dama defendiendo a su vez la torre. 17. Dd3, De3t 18, Dxe3, AXe3 El cambio de piesas 19. Ag, Axt3 favorece al negro, que 20. Axf3, Td2 ‘pronto tendré veniaja 21, Ce2, Txad ‘material importante ‘Smislov se rindié en vista de que su derrota era s6lo cuestién de tiempo. El mate de los alfiles en el medio juego Iniciaremos este apartado con el esqueleto baisico de las posiciones tipicas ganadoras basadas en la accién combinada de los alfiles. El dominio en of manejo de los dos alfiles combinados es de gran Importancia en cualquier fase de la partida. Situados en casillas claves del tabloro, pueden controlar practicamente todos los mo- vimientos adversarios en cualquier zona. Valor relativo de las piezas (I) Valor retativo de las piesas (IIL) Observemos con atencién la disposicién de fuerzas de ambos ban- dos en este diagrama. Posicién de partida Lo que en realidad interesa es la situacién de seis piezas. El rey negro, cuya huida esté interceptada por el a/fil. El alfil de cuadros blancos, dispuesto a dar mate, La torre negra y el caballo negro, bloqueando el escape lateral del rey, y la dama blanca, pres- taa ser sacrificada para dar paso al alfil, Veamos como se propicia esta entrada definitiva. 1. Dxe6+, bxe6 2. Aa6++ La conjuncién de los alfiles deja sin retirada al rey. De hecho, prediciendo este desenlace, las blancas, desde una situ cién aparentemente normal, se podian haber embarcado en una se- rie de sacrificios que dieran como resultado la posicién de partida anterior. Posicién de partida Es posible sembrar el terreno para que los alfiles recojan los frutos, con unos iniciales obsequios. Las blancas preparan un final rapido: 1. axb4, ... El tinico obstaculo consiste en que la seftora negra esta protegiendo el punto a6. Ahora esta pieza se ve obligada a una serie de degluciones que da- ran como resultado una fuerte indigestion. 1. ..., Dxal+ 2, Rd2!, Dxht Ya conocemos lo que sucede a continuacién. El siguiente ejemplo persigue el mismo esquema, aunque el proce- dimiento varia, Posicién de partida El jugador de blaneas aprecia la barrera de piezas negras que impi de al rey huir. Prevé la posibilidad de desplazar a a6 su alfil, ha- ciendo desaparecer el caballo, y slo le queda incorporar el Ac3 a la diagonal apropiada. Considerando estas ideas dispersas, ‘inicamente queda enlazar los distintos eslabones de! plan ganador. 1. Txd6!, Dxd6 2. AeS, Deb Es obvio que en la primera jugada la torre blanca debié ser captu- rada para evitar la pérdida de un peon negro sin obtener compen- sacién alguna. Ahora, a cualquier precio, deben ser eliminados todos los obstacu- Jos que se interponen en el mate: 3. DxeS!, Dxa2 El negro busca su salvacién en el contraataque, en vista de que 3. , bxc5 era respondida con 4. Aa6+ +. La partida se desvia ahora por otro cauce, que no trae mayor beneficio a las negras que el de dilatar la derrota. Valor relativo de las piezas (112) Valor relative de las piezas (11) El principal dafo ya ha sido causado. 4. Dd6!, Dal + 5. Rd2, Das + 6, bal, ... Los ataques miiltiples del blanco dardn a este bando el triunfo, Para evitarlo las negras s6lo encuentran el recurso de renunciar a alguna de sus piezas. La respuesta del negro es forzada, pero insuficiente. 6, 1.5 Ae Clavando ta dama 7. bxaS, Txd6+ 8. Axd6, Tas 91105... Sin excesivas dificultades, las blancas deben concretar su superiori- 1 dad evidente, RESUMEN: Unidades 20 y 21 * El alfil es ligeramente superior al caballo, si bien esta valoracién depende de la posici6n del resto de las piezas. * Para que un alfil despliegue toda su actividad, deben procurédrsele diagonales abiertas. * Los caballos son mas poderosos que los alfiles en las posiciones de bloqueo y cuando hay estructuras y casillas débiles en el bando contrario. Unidad 21 + Proporcionar al alfil ineas abiertas puede hacerse mediante una ruptura o mediante el traslado hacia una diagonal libre. * El poder de coordinacién de la pareja de alfiles los hace preferibles al tandem alfil y caballo y es muy superior a los dos caballos. * Cuando hay un desnivel entre piezas, conviene eliminar las piezas accesorias para que la ventaja se haga mds palpable y no haya peligro de otras compensaciones. Ejemplo 1 El intercambio ha favorecido Ejemplo 2 claramente a las blancas, Los alfiles agazapados son Veamos una nueva posibilidad: Ya hemos dicho que la fuerza buenos en la medida en que 1. , fxe5 2. Ag5, Dbs 3, de los dos alfiles radica en el una ruptura les pueda. CI6+, Axf6 4. Axf6, Ta7 (esta vasto campo de casillas que rehabilitar, torre quedaba atacada por el desde larga distancia pueden aif) 5. Dh8, C26 8. AdS! De llegar a cubrir gracias a su repente, el all dormido ha accién conjunta, Debido a ésta, despertado de su letargo para pueden tomar parte muy activa, colaborar en las amenazas de | incluso protagonista, en los mate. No se puede impecit ataques de mate, de la misma 7. Dg7++. manera que pueden limitar las La jugada principal (1... piezas adversarias hasta que su 05) parece ofrecer més ‘acoso las haga perecer defensa, pero su resistencia 0 fiticia: 2. AxeBt, be 3. Cxf644, Axt6 4. Tx05, Axe5 5. Dd5+, ... Juogan blancas ‘ El afl blanco de g2 tiene algunas piezas propias, interceptando la accién en su diagonal. Més allé de éstas se lumbra una torre enemiga Que puede ser objeto de ataque, ‘A veces se consigue, con ayuda de un sacriicio de podn, abrir | 1 para el alfa linea abierta. 1. Juegan blancas La torre negra esta perdida y va 51, Txe5. Esta es la captura a ser capturada en breve. Sin que eligieron las negras, pero Gracias a este doble ataque ‘embargo, el cambio de ésta por existen otras alternativas: 1. ..., | sobre la gran diagonal abierta, | el alfil no daria mas que tablas, dxe5 2. Axc5 (esto elimina la Jas blancas consiguen engul dada la imposibilidad de lograr efensa del Ad7), bxo5 3. gratuitamente la torre negra. ‘mate con un solo alfil. Cxt6+ (y esto retira el caballo Amenazan las negras, por tanto, de la diagonal de! alfl bianco), con apartar su rey a e5 0 d6 Ax{6 4. Axa8,Dxa85.Dxd7, para sacar la torre y forzar el ‘eanie. Pero resulta que un movimiento del affl quita al rey negro estas dos opciones: 1. Ag3ll, ... El monarca debe apartarse lejos, y Ia torre, neta, ccaera en manos del blanco. Problema 1 Problema 2 Problema 3 Juegas negras Juegan blancas Juegan blancas ‘Alo largo del curso se ha ‘odo induce a suponer que Ya hemos hablado de las hecho hincapié en la disfrutan las negras de una ‘excelencias de dos alfiles cconveniencia de proporcionar a__|_situacién muy cémoda. Tan tunidos. Conviene recordar todos las piezas un grado de actividad | pronto como su aif se ubique | os comentarios al respecto tan alto como sea posible, yen | en d6, esta pieza desarrollard para valorar correctamente la el transcurso de esta unidad se | una actividad mucho mayor que | posicién de este problem: than comentado diversas formas | la de su colega en g2. A éste, Se trata de averiguar la de dar vida a los alfiles. Aplicar | autoaprisionado por los peones | continuacién posicionalmente alguno de dichos métodos en la_| @4 y d5, no parece que le correcta. Obsérvese que ol posicién del diagrama es el reto | espere un futuro excesivamente | caballo blanco esta atacado. que deben afrontar, Las negras | prometedor. Sin embargo, hay El primer jugador puede pueden lograr una ventaja tuna circunstancia que debe intercambiarlo, reservandose, importante, decisiva incluso. primar sobre las demas, y es ademas, la posibilidad de Segiin lo aprendido en estas {que los barrotes de la cércel no | obtener un pedn de ventaja. paginas, zcual es el mejor ‘estén fijos: son fragiles y {ES €80 lo que mas conviene? método de condueir la lucha? pueden destruirse aunque Estudie, antes que nada, la pueda parecer que va en actividad de las piezas negras. perjuicio propio. En realidad, Es muy poderosa la accién del sdlo se debe calibrar si el alfil negro en g7. En cuanto al horizonte que se divisa tras que circula por cuadros ellos justfica el sacriticio, y blancos, se encuentra precisar en qué modo debe momenténeamente limitado por realizarse. sus peones del ala de rey, aunque amenaza con mover ‘Ab7 y ejercer una poderosa presion sobre la gran diagonal blanca. Considerando estos factores, cual considera la maniobra més acertada? EJERCICIOS Problema 4 Problema 5 21 Problema 6 Juegan blanca’ Una de las cualidades del alfi, largamente explicada tanto en esta Unidad como en la anterior, fs su facultad para vigilar un ‘amplio campo de cuadros desde casillas muy alejadas, La traduccién de esto es que puede restringir la accién de piezas adversarias hasta el punto de dejarlas sin cuadros efectivos donde ubicarse: en consecuencia, acaban siendo capluradas. Un ejemplo palpable lo tenemos en la posicién que se reproduce sobre estas lineas. A pesar de la escasez de material en el tablero, las blancas no tendran dificultades en alcanzar la victoria Juegan blancas Las negras tienen ventaja de tuna pieza y un pedn. Ademés han iniciado un modesto ataque, en busca del rey, cuyo primer objetivo es la apertura de la columna «a», A pesar de todas estas consideraciones, son las blancas las que tienen la posibilidad de anotarse la partida, gracias, precisamente, a la fuerza ofensiva, oculta a primera vista, de la pareja de alliles. El primer paso, por supuesto, es despejar las lineas que impiden su acoso al rey. El valor real de las piezas depende de muchas circunstancias ajenas a su valor te6rico. Por eso, las leyes y los inexcrutables giros del ajedrez ermiten que dos alfiles, poderosos no eabe duda, pero muy inferiores en valor matemético a una dama, se enfrenten con el mas rotundo de los éxitos a la fuerza de la sefiora del tablero. Encuentre de qué modo lograron imponer las blancas su posicién, Dos jugadas bien ligadas estrecharon mas el cerco de una dama arrinconada, SOLUCIONES Solucién 1 Las negre necesitan recuperar ‘su alfil para la partida, por lo que inician un traslado de diagonal: 1. ..., AIG! 2. Tet, +» Las blancas ocupan la columna abierta sin percatarse ain de las amenazas. 2. ..., Ad8i! 3. Ae2, Ab6+! El alfil coculto ha dado la dentellada definitiva para que el rey sea engullido. Cuando éste mueva 4. Rf, ... las negras daran mate con 4, Solucién 2 Obsérvese que si los peones 64 y d5 no estuvieran, las blancas jugarian Ad5 ganando la dama. Este razonamiento conduce a la solucion: 1, d6l, Axd6 2. @51, ... con la amenaza sobre el aifil y la anteriormente apuntada sobre la dama. ‘Alteraba el resultado del juego Un inoportuno cambio en el ‘orden de los factores: 1. 57, Ixe5 2. d6, Dxi2+ 3. Rxt2, ‘Axd8, quedando las negras con dos peones de ventaja. Solucion 3 No es adecuado 1. Cxb6, ¢xb6 2. Dxb62, Ab7 3. That, Ae4+ Lo correcto es eliminar la pareja de alfiles con un jaque Intermedio del caballo: 1. Co7+, Rh8 2. Cxe8, Taxc8 3. Ae3, ... y las blancas han salvado todas las dificultad Con la simple jugada 1. Rd6l, ++ las negras pierden limpiamente su torre. Pe: 1 +1 Te2; 2. AdS+ y 8. Axe2, Tampoco 1. ..., Te5 2. Ad3+, AG 3 Ae3, ... Tampoco 2. ..., Te4 3, RAS escapa ala derrota yA) Solucién 5 Lo fundamental para conduc el ataque de las blancas es avivar €l fuego de los alfiles, dandoles diagonales operativas: 1. dét, exd6 2. Acd+, ... El primero do los alles entra en accién. 2. ..., RB 3. Teh6+!, gxh6 4. Ab2+, . .. El segundo aif prepara el golpe definitiv. 4. AGT 5. Txh6++. Solucién 6 Si las blancas se precipitaran jugando 1. Af6?, la dama negra escaparia por a8 0 ¢8, 0 bien dando jaque en e8. Debe primero privarsele de todas estas retiradas jugando 1. e8=D4ll, RxeB. Y ahora si 2. Af6, ... La dama no tiene huida y sucumbe ante los alfiles. E1 peén de las blancas les dard después la victoria,

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