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CAPITULO TV a LA TRANSFORMACION DE LA NOBLEZA DE HECHO EN NOBLEZA DE DERECHO 1 LA INVESTIDURA HEREDITARIA Y EL ENNOBLECIMIENTO Fundada hacia 119, para defensa de las olonias de Tera Santa, 1a Orden de Temple agrupaba dor cateporas de combatieney, die ‘entcs pore taj las armas y el rango: eno alto los cabeleroy aba- Seto pl sventer de omar laos conta mantos txcuros—~ Bs indudable que desde el principio, a oposiion respon Aig a una diferencia de origen social entre los recites. Sin embargo, Fedactada en 130, la mas antigua Regla no formula en este aspecto ninguna condicion precisa. Un estado de hecho, determinado por una {Specie de opin comin, desaiaevidenemente a admision sn no ‘otto grade, Posterior de poco mas de vn siglo, a segunda Regia pro- fede, pore contato, con un igor muy jure. Para sr autorzado 2 vest el manto blanc, es necesara en princi, que el postlant, desde antes de su enrada en la Orden, etuvieseiavesiga, Pero, eso fo ea suficiente Le ea neesri, admis, ser “hijo de cabalero © de procedencia de caballros por parte de padre’ en ota pals bas, como sede en ou pasa set gentihonbre: Puce, pein to- dav el texto, sélo con eta condicion que un hombre debe y puc- {de reir fa cabllera, Aun hay ms. gOvurre que un ein Hepedo, allan su calidad caballeesa, se die enc log servidors de ar mas? Una wer conocid ia verdad, sera eneadenadoInclusa, ene ios ‘monje soldados en plea mitad det silo xi el oreullo de tata ae Conslera un einen Yoda cenuciavoluntari hablaba mds ate que lathumldad esiana. Que habla pasado entre 1130 y 1250? Nada me "os le la ransformacin del derecho nveshra en un piv bo herediaio, 7 Anos ru: G. Sone, De Unernaiche Temple 1902. Resa en ‘pct He Ca ta nite Temple at de Pa te Pape) ct a a, ‘4 Dipesisone spose romp e cap ener de 38 ‘bien! Duuamiste Rows, Curulare pial ilk ah, 1 310 En los paises donde la tadicién legisativa no se habia perdido 0 se habia reqivado, unos textos eglamentarios precisaron el usvo de~ ‘echo. En 1152, una constitucion de par de Federico Baroarroja pro- hibio, a's vex, a los rusticas el Hevar-lanza y_espada —armas caballereseas~ y reconoci6 por “lgitimo caballero” solo a aquelcu- ‘yes antepandos tambien lo fueron; ota, de 1187, prohibe expresamente fos hijos de los campesinos el acerse investi. En 1140, el rey Roger I de Sila; en 123, elrey Jaime I de Aragén; en 1294, cl conde Car- Jos TI de Provenza ofdenan que no se admita en ls caballeria mds que alos descendientes de eaballeros. De Francia no se conoce ninguna iey, peo la jursprudencia del tribunal real, en tempo de San La os formal. Lo mismo se puede decir dela rexopilaciones consuetu arias. Salvo gracia especial del rey, ninguna investigura seria vali sel padre del investido o su abuelo, en linea masculina, no hubiran ido ya caballeros (quiza en este periodo, @en todo caso un poco mis, de, las costumbres provincalee de un parte al menos de fa Cham ia aceptaron no obstante queesta nobleza pueda también transi se por vientre materno). La misma concepeion parece encontrase en el fondo de un pasaje, en realidad menos claro, del gran tratado {de Derecho castellano, las Sieve Purtidas que hizo redacta, hacia 1260, trey Alfonso ef Sabio. Nada més notable que Ia cas-coinidencia en tiempo y ln perfecta comcordancia de esos diversos textos, l propio tiempo entre sty con ia regla del Temple, orden internacional. Al me- nos, en el continente pues el cso de Inglaterra es especal— la evo Tein de, as clases clevadas obedecia aun ritmo fundamental unitorme in duda, cuando levantaban de manera expresa esta barrera, So- ‘beranas y ibunales apenas tenian el seatimiento de una innovacion, Desde siempre, la mayorla de ls investiduras se hicieron entre descen- dientes de caballeos. A los ojos de una opinion de grupo cada vez mds exclusiva, s6lo el nacimiento, garantia, como debis dec Raimundo {iio "de la continuacion del antiguo honor”, parecia hablitar para la observancia del ebdigo de vida a que obligaba la entrega de las ar- mas. "Oh Dios, qué mal recompensado se ve el buen guerrero que hhace cabalero de un, fijo de villano!” exclama, hacia 1160, ef poota Girad de Roussillon.’ Sin embargo a misma censura de que se hacia ‘objeto a estas intrusiones prucba que no eran excepeionales. Ning Tey ni costumbre las hacia caducas. En ciertas ocasiones, incluso, Pa reclan necesaras para la reluta de los eretos; pues, en vrtud del ‘mismo prejuicio de clase, se concebia mal que el derecho de combatir > Contuciomes 119 17, <1: Sc 20.—H, Nae, Die Gecenbung stew Dap.” Ma ds Hp Wa a oe ara Fortual Cr Pazsace, [6 13. Para Panny referencias demasiado umeoue prs or aan Prt Ov stor der itr Ocaone 2 Be Is Girt eR tds Men, 28 Forasen, Roma Sa Eo ‘caballo y equipado de pies a cabeza pudiera separarse de la invest ‘dura, ZNO se'vi ain, en 1302, en visperas dela batalle de Courtral, {Tos prncipesflamencos,deseosos de contar con una caballera, Lespaldarazo a algunos burgueses a los cuales su riqueza permitia Drocurarse la montura y el equipo necesio?” El dia en que lo que no Fabia sido durante mucho tiempo mas que una vocacion hereditaris, de hecho se convrté en un privilego legal y riguroso fue, pues, une fecha muy importante Los cambios sociales que se productan enton- es en las fronteras del mundo eaballeresco conteibuyeron a inspirar ‘medidas tan draconianas. "Enel siglo Xil, nacio una nueva potencia: la del patrciado urba- ino, En esos ricos mercaderes que procuraban comprar seioios y de Tos que muchos, paras! mismos o para sus hijos, no hubiesen desde: fhado el “tahali de caballeria, los guerteros de origen no podian dejar ‘deadvertir elementos mucho mds exeanos a su mentalidad ya su ge nero de vida, mucho mas inquiantes tambien, por sty mimero, que fos soldados de fortuna o los oficiales seNoriales entre los que, hasta ‘cntonces, se habian reclatado de manera cas exclusiva, apart las per Sonas de noble cuna, los candidatos a la iniciaciOn por la espada y ‘lespaldarazo. Pore obispo Oton de Freising conocemos las reacio- nes de los baronesalemanes ante las investiduras que juzgaban dem- Sado féelimentedistribuldas ala "gente mecdnica” en el norte de Ita- tia: y Beaumanoi, en Francia, expone en forma cara cdmo el empuse de ias nuevas capa sociales, ansiosas de colocar sts capitals en tie- tras, oblig6 a los reyes a tomar las precauciones necesaras pars que Ja compra de un feudo no cotvirtiese al nuevo rico en e igual 2 un Uescendiente de caballeros. Una clase tende a cerrase cuando se sente amentzada. 'No por ello hay que imaginar un obstéculo infranqueable. Una clase de poderosos no podria transformars, en absolut, en eastaheredita- fin sn condenarae a excuir de sus filas las potencias nuevas cuyo na- ‘mientoes la misma ley dela vida; por consiguents, sin eneaminarse, {En tanto que fuerza sola, a un casi fatal debltamiento. La evolucién {dela opinidn Juridica, a fines dela era feudal, endia mucho menos, ‘en stim, a prohibir igurosamente las admisiones nucras que a some terlaya una esrictafscalizacion Poco antes, todo eaballeo podia ha er un cabalero. As! pensaban ain esos ties personajes que Beau- ‘manoir pone escena, a fines de siglo xi, Provistos de la orden de baller, les faltaba un cuarto comparsa, de a misma dignidad, cya presciia ea exgida por la costumbre, para un acto de procediien- fo, jEx0 no ibs ser obstdculo! Atraparon aun eampesino por el ca- ming y Je dieron el expaldarazo: "Sed caballo!” Sin embargo, en ‘sas fechas exo signifenba un fetraso con especto a la marcha del de- ‘echo, y una fuerte mulla fue el justo castigo de tl anacronismo. Pues, fn adelante, la apitud del ordenado a conferirel orden no subsite, Gn su inegridad, més que en el caso de que el postulante pertenezca pe Twos, Tne toques sur Lil | 86, p27 we 1 un linaje cabslleresco, Cuando éste no es ol caso, Ia imvestidura es todavia posible Pero.a condicién de ser autorizade por el tinico po- {eral que las concepsiones comunes de laépoca concedian is exraor ineia facitad de dspensar de las reglasconsuetinaras: el del ry, ico dispensadar, como dice Beaumaneir, de las novelletes ‘fa hemos visio al cual era desde San Luls, la jurispradencia de regio tribunil francés. Pronto se tomé Ia costumbre, en la corte de os (Capetos, dedar a ess autorizaciones Ia forma de cartas de cancille fia, denominadas, casi desde el prineipi, con el nombre de cartas de fnoblezt: puss ser admitio a recibir la catallera equivaliaaser asimi- Tado a lor noble: de origen. Los primeros ejemplos que poseemos de tse geneto de documentos, ilimados & tener un gran porvenit,remon- Tan & Felipe Hl 0 Feipe IV, A veces, ly usiba de su derecho ae ‘compensar sobre el campo de batalla, sepin la antigua usaaz, align fasgo de bravura: st Felipe el Hermovo, en favor de un carver, des- puts dela batalla de Mons-en Prevéle* Con mas frecuencia, sin em Bago, era para reconocer argos servicios o una situacin social pree- Iminente. Elacto no conssta sélo en crear un nuevo caballo; por Ta apttud de la investigura de transitive de generacidn en genera- ign, hacia surgr al propio tiempo, un linaje eaballeesco, La exisla- ien'y la prdcticssiianas se inspiraban en principfos semejantes. Lo mismo ocurria en Espafa, En cambio, en et Imperio, ls constituco- nes de Barbarrofa no preven nada parecido. Pero, por otra parte, sabe {nos que el emperador se rea autorizado a armar caballeros 2a ples soldados! as, pues, vemos que no se consideraba ligado, Pesonalmente, por las interdicciones,en apariencia absoluas, de sis Dropias lees, Ademas, a partir del reinado siguiente l ejemplo sc Fano no dejo de elereer st accion sobre soberanes que, durante mas {de medio siglo, tenlan gue unir las dos coronas. Desde Conrado IV, ‘que empead a teinarindependientementeen 1250, vemos alos sobera- fos alemanes conceder por carta personajes que por su nacimien. {ono estaban habiliadoe para ello, el permiso para recibie el “tal dela caballeria Es probable que las monarqulas no consiguieranestablecer este mo= nopolio sin tropezar con difcultades. El propio Rogerio Il de Sicilia, Caubleio una excepcion a favor del abad de La Cava. En Francia 10s Robles y Ios prelados dela senescalia de Beaucaire pretendian ai, en 1298 —no sabemos con qué resultado— tener derecho a crear libre- "mente eaballeros entre los burgueses.” La resistencia fue viva, en par {euler del lado de Tos grandes feudatarios. Bajo Felipe Il, eleibunal {de rey tuvo que enlablar un proceso contra los condes de Flandes y de Nevers, culpables de haber ivestdo, por su voluntad, a vllanos Argue en fealidad eran personajes muy Ficos—. Ms tarde en los des- “Grdenes del tiempo de los Valois, los erandes principes dotados por Ta corona se arrogaron, con menos difieultad, este privilego. Como i 7 te i Frc, XM 1 Yinae conte, Mi, col 17 ata ra natural fucen el mperio dondela faultad deabrie de esta forma Sige reat legados acceso ala eaalleria se dvi finalmente Entre el mayor numero de mangs: principe territoriale, come, Gesde 1281, el obispo de Estrasburgo:" a. en alia, comunas urbanas, como desde 1260, Florencia. Pero, en realidad, no se trataba de tre cosa ‘ede la desmembracion de los atibutosregios. El pacipo de que lderecho de bajr I barrera correspondia en exclusiva af soberano ‘Gucdaba salvo. Més grave crac caso de inrusos que, en cantidad ‘onsiderable aprovechaban tina stain de hecho para introduce Sndebidament en ns ila caballerescas. Como la nobleza cmtinsaba sendy en lineas generale, una clase de poder y de genero de Vita, i opinign comin, adespecho delay, no rehasaba sl poscedor de ttn feudo militar al dueno de un seoro rural, al guerrero envejecido Solre el arnés, fuse eual fuese su origen, el sombre de noble ¥ por ‘onsiguient, a aptitud pars ia investidura. Después, naciendo el tts to, como de ordinaio, por el argo uso, al cabo de aigunas generacio- nes nadie pensaba en dlsputarlo ta familia yt Unien esperanza que, {fin de cuentas, es quedaba alos gobiemos cra, ofreciendose a san’ Sonar ese abuso, obtener un poco de dinero de los que de se benef slaban. Yo es menos cierto que prepaada en e eurvo de una large {evasion espontines la ransformacion dela herebllidad que se aba fn a prictica en heredabilidad juridica no hubiera sido posible mas, ‘Que por el fortalecimiento de los poderes monarguicos o prinipescos, Unicos capaces de imponer una policia social rigutosay de regular 2a, sancionndolos, os inevtabesy saludabes pasos de un otden 8 Str. Stel Paclamento de Pars no hibieseexsidoo ile hubiese fal tado la fuerea necesaria para la elecucin de sus semtencias,n0 se ha- bria vino ene eno ningin peavetio sor ue no hubiese continu do distribuyendo, a su placer, los espaldarazos. ‘Apenas exislan entoncesinsituciones que, en manos de gober- nos elemamentenecssitados, no se transformasen, pronto o tafde, eh ‘miquinas de hacer dinero, Las autorizacones de favestidura no esca- baron a esta suerte comin. Como los demas documentos expedidos or las caneillerta, las caras eales,con muy reas exepciones, NO ‘ran gratuits, En ocasiones, tambien se pagaba para no tenet que PrO- bare origen. Pere parece que Flie ef Hermoso fue el primer sabe- ‘ano que puso, abicriament, la caballra en el comerci. En 1302, despues del desastre de Courtra algunos comisrios Tecorieron Tas Brovinias, enarsados de slit alos compradores de chnoblec fientos, i mismo tiempo que de vende su Itertad Tos servos Fea tes Sin embargo, no se advierte que esta prdctica fuera entonces gene fal ni-en Praneta ni-en el rewo de Europa o-que haya producido demasiado. Mas tarde, los reyes tenian que hacer de a "savonnette& is una de sus fuentes de ingresoregulaes, 9 Ls cos contribu cee enw rei te lt yes ft rn se SE ae ‘yentes un medio de escapar, por una cantidad entregada de una vez, ‘clos impuestos de os quela nebleza estaba exceptuada, Pera hast ‘mediados dl silo xtV el privilego fiscal de los nobles estuvo tan mal Sefinizo como el mismo impuesto estata cl espritu de cuerpo, muy joderoso ea los mos caballerescos —a los cuales los propics pri fies tenian la concencia de pertenecer— no hubiese permit si ‘duda el multipicarfavores que se estimaban como ots tantos insu tos la pureza de lasangre. Stel grupo delos caballeros a titulo here io o estaba, en rigor, cerrado, la puerta no se allaba, sin embar- go, mis que enireabieria, mucho menos fil de franquear de lo que To ‘habia Sido hasta entonces o de lo que lo seria en el porvenie. Lo ‘gue expics la violenta reaceén ancinobilaria que estalld en Francia, Sil menos enc sigla XIV. ;Se puede pensar en sintoma mas clocien” {ede la fuerte constitusion de una clase y de su excusividad que el ‘ardor dels alaques de que es objeto? "Sedicidn delos no-nobles contra Tos nobles”: la expresin, casi oficalmeate empleada en tempo de la Jacqueri, es sintomética, Y, no menos, el imventario de os comba- tents. Rico burgués y primer magistrado de la primera dels buenas ciudades, Etienne Marcel se presentaba, de manera expresa, como ene ‘migo de los nobles Bajo el relnado deals Xo de Luls XIV, hublese sido uno de ellos. No hay duda de que el perfodo que se extiende apro- imadamente entre 1250 y 1400 fue, en el continent, el de la mas r- ‘Burost jerarquizacion de las capas sociales, 1H. ConSTITUCION DE 10S DESCENDIENTES DE. CARALLEROS Port sola, sin embargo, la restriceiga de investidura.a los miem- bros de las familias ya confirmadas en esta vocacién o a los benefica- ios de favoresexcepeionales no hubiese bastado para constitur una verdadera nobleza. Pues era todavia hacer depender de un rito, que ppodia sero no cumplido, los privileios que la idea nobiiaria exgla ‘gue estuviesen unos al nacimiento. No se trataba slo de prestiio. De forma progresiva, Ia situacién preeminente que se reconocla a los ‘et en tanto que guerteros ordenados ¥ en tanto que ‘asallos, encargados de las mas elevadas misiones de combate y de con- Sejo, tendiase a concretarlaen un eédigo juridico preciso, Pues bien, Geade Fines del siglo Xia Tos primeros aos de Xi las mismas rel Se hacen eco a través de la Europa feudal. Para disfrutar de estas ven- {ajas, es necesario, en prinepio, que el hombre responda en forma efec- tia de sus deberesde'vasallo, “que tenga armas y eaballos, que, salvo Siestdretenido por la vejez, tome parte en la hueste yen las cabalaa- as, en las audienciasy en'los tribunals”, dicen los Usarges catala- 'es" Es tambien necesaio que haya sido investigo. El debiitamiento {general de los servicios de vasallajetuvo por efecto que, poco a poco, Se dejara de insist sobre la primera condicién; los textos mas rien tes a pasan en silencio, La segunda, por el contraro,sigui viva du- ‘ante mucho tiempo. En 1238, todavia un reglamento familiar priva- 345, do el estatuto de los pariers que posefan en comin el castillo de La ‘Gande-Guérin en la region de Gévaudan, dala primacia al hermano ‘menor sobre el mayor si aqul ha sido armado y éste no, zOcure, no ‘bstante, donde sea, que un hijo de cabalero haya omtido el somé- terse a esta ceremonia? ;Continta siendo hasta demasiado tarde sim- Woe eore: agin la Salabra qu por alusiém al papel tical {cl joven noble cerca de Tos que le hn precedido en la carrera, se acos- tumbré a emplear para designar esta posiién de espera? Una ver pa- fda la edad a partir dela cual semejante negligencia no parece tole- fable —veinticinco aftos en Flandes y Hainaut, treinta en Catalufa ert arrojado, brutalmente, ene los rsticos.”” ‘Pero el sentimiento de fa dignidad de la raza se hizo demasiado Jmperioso para que esas exgencias pudiesen mantenerse eternamente. ‘Su desapariein se oper6 por tapas. En Provenza, en 1235, yen Nor- ‘mandia hacia la misma época, solo al hijo, aparte toda obiigacién de ‘nvestidura, se resonocen los beneficios de a eondicién paterna, Ti ne su ver un hij? Bae, precisa el texto provenzal, deberd, si quiere Partcipar en esos privlegios, recibir, personalmente, Ia cablleria, Mas Slocuente aun en Alemania, la sere de cartas reales concedidas alas [gentes de Oppenheim: los mismos derechos son otorgades en 1226 a fos caballeros, desde 1269 a los "caballeros e hijos de eaballeros, ¥ ‘en 1275, 8 lor “eaballeros, sus hijos y sus nictos™”* Seguramente, fa Supersticign que, en la dinastia de los condes de Provenza, {de Barcelona, hacia retrasar 1o mas posible esta ceremoni, a que se ‘onsideraba como un presagio de muerte proxima.” Por el hecho de ‘gue parcelaparantizar Ta consttucion del equipo completo, neces ‘para el Buen servicio, los reyes de Francia, desde Felipe-Augusto h Felipe ef Hermaso, se esforzaron en imponer so eumplimiento a sus ‘ibis de familias eaballeresas. No consiguieron aran cosa: del mis- ‘mo modo que era impotente para obtener de la percepeion de las mul- tas o de la venta de las dispensas un procedimiento fiscal lucrativo, la adminstraion real tavo que contentarse finalmente con prescribit, desde que apuntaba una guerra en el horizonte, la simple posesion de armamento. En fos Gitimos aos del siglo xin, la evolucién estaba terminada ‘en cai todas partes. Lo que en adelante cra al noble no son ya los Viejos rtos de inieiaeién, reducidos al estado de una formalidad de bien parecer, tanto peor cbservada, al menos por la masa, por cuanto 7 itn on ei i aC ahah Seen tte 32 *F eramasenentl pa SET an a 346, Ge ordinaro llevaba consigo grandes gastos: es, aprovéchese 0 D0, ‘apucidad hereditaria de pretender Tes beneficios de tales ritos. Sei {ab penti hombre, eseribe Beaumanotr, cualquiera que es "ue tinaje de {nballeres™ Y, algo posterior 4 1284, la mds antigua autorizacién de favestidura concedida, por la canellria de los reyes de Franca, aun personaje no nacido en uno ée esos linajes, eleva de golpe, sin poner Fxmenor condicion, a toda 1s posterioridad del recipiendiario "a los priviepios, derechos y franquieias que acostumbran disfrutar Ios no- bles segin las dos lineas de ascendencia.”* Il, EL DERECHO DE Los NOBLES Comin, en la medida en que lo permitian las diferencias de sexo ‘alas Spent mujeres” como los genihombres, el codigo nobiirio ‘af Somntuido variabasenstblement, en los detalles, segn Tos al- 22. Por otra parte se cabord may lentamente y sui en e iso Sadempa:inportntes modficaiones. Nos litaremos aqua inde eer Sce Soracteres mas uniersle, tales como fueron surgendo d- fant el siglo X ‘fsdctenalmente los vinculos de vasallaje eran Ia forma de depen- denen propa de las clases clevadas, Pe, en ello, como eos co- Sera Biot de hecho fue sustaido por un monopatio de derecho. Sr ease por noble porque se er vasa En adelate, por una ‘Sruadera inversion del onden de Tos erinos, ser impostbl, en prin ‘Spin servasallo—dicho de otra manera ener un feudo mia 0 feudo Fromcon sino figura yu ene los nobles de nacimien(o, Es una css ‘reeraene adda, casi en todas pars, hacia mediados el siglo sin Sin embargo la ascension de a fortuna burguesa y ls necrida se aeiigtro gue con fccuenciaagobiaban as viejas familias, no ‘erin mantener a eegla en todo su rigor. No s6l, en a prictic, Pete efor dest constantementeobservada To que abr a puerta Srnuchas usurpaciones de noblena— incluso de derecho, sino qu. in Simo egatmente fue necearfo prever certs excepeiones. Algunas v- Cegenerales’ as a favor de las personas nacidas de una madre noble Sain padre no noble! Peo, sobre todo, particuares Estas Ot has, una vee mas, aprovecharon a las monarduas, tnieas capaces de Teahimarsemelanisfaltas contra orden stl, que no tenlan por (Sirambre bu gratiaments vores, Come os feuds ea. oto panera un seRoro, los poderes de mando sobre as gees hu elas fendian, por eos derogncones a separarse dela cualidad no- Sivarla.Comporsba, por el contra la srision de ts vasas de Szpunda lave S estos eran genilhombres, de ordinario no se ep REITGH Gomprador no nobles! derecho a fequerir su homens; sin Mos de fideidad tenian que contentarse con Tos impuestos y os sr~ "iGo tnctuse se tepugnabe el admiir que pudiese. a su vez, como Barret 8 Bet 1 eo feudatari cumplir ese rto-con eh senor de grado superior La eere- ‘monia se educa aun juramento de feo, al menos, se eliminaba els. culo demasiado igualitario. Hasta en a forma de solcitar 0 de con tratar la obediencia habia formas prohibidas/ al hombre de cua humilde ‘Los vasallos militares, desde largo tiempo, se isle por un dere cho diferente de las regas comunes. No eran juzgados por los mismos {ribunales que los otros dependientes. Sus feudos nose heredaban como fos otros Bienes. Inco su estatuto farnila levabala seal desu con. dicién, Cuando de los poseedores de feudos militares hubo surgido ia nobiez, lo que habia sido la costumbre sjena al ejerici de una funcién tendié a convertrse en la'de un grupo de familias. En este aspecto, un cambio de nombre es muy instructive: alli donde se ha- baba en otros tlempos de “arrendamiento feudal” —la insitucion ha sido definida en otto volumen-,"* en adelante, se dijo, en Francia, “guardia noble”. Como era natural en una case que dervaba sa ori nalidad del relejo de instituciones muy antiguas, el derecho privado. Ae Tos nobles conserv6 con gusto unos giros arcalcos. Una serie de otros rastos mareaban, ain com mis vigor, 18 supre= ‘macia social dea clase al propio tempo que su carcter de orden com- batiente. (Se trataba de asegurar a pureza dela sangre? Evidentemente, ningun medio mas effeaz que probibr oda allanea con personas que no fueran de la misma clase. Solo se di, no obstante, en un feudalis- mmo de importacién —Chipre—y en la jerirauica Alemania. Y aus fn este timo pals, caracterizada, como veremos, por un escalonamien: to muy pronunciado en el interior dela propia noblea, fue solo la apa superior de esta, con exclusion dela pequena caballera proce- ‘dente de fos antiguos ofilales seforales, la que se cer6 de esta for tna. En los otros sectores, el recuerdo de la antigua igualdad eatre los Fhomabres bres continue ejerciendo sus efectos, de derecho, sb no en la prictica, en el dmbito matrimonial. Por el contrario en todas par- tes, certas grandes comunidades religiosas que, hasta entonces, noha big manifestado su espirty aristocrdtico mas que rechazando a los Postulantes de origgn servi, deidieron no admit Ya sno alos sali for dela nodleza.”” En todos fos lusares tambien, aqut mas pronto, all mis tarde, se puede comprobar que el noble es particularmente protegido en su persona contra el no noble; que eta sometido aun Serecho penal excepeional con mls de ordinario mds cuantiosas ‘Que las impuestas la generalidad de las gentes; que el recurso ala "Caceres, 9 e Bors Une each. Le reremen tons ls manatees bandied et XIV sce Mem cod eye Be ‘Sav etsionecomoidpasy citasnafcete, Comrarimente fo ae pena Sh. (STA tos tide sc lee ut huendo tars reer pcm ‘Sntie bho snisaente des pubes nob o nobis monoplode ievnah igo uc errr or opto ore 8 vvenganza prvada, considerada como inseparable del lleva armas, tien dea serie reservada; que las leyes suntuarias hacen con él excepcign {La importancia concedida al liaje, como portador del prviegio se ‘expreso en la transformacion que de los antiguas signosindividuales, {de reconocimiento,pintados sobre el eseudo del eabaliero 0 grabados Sobre st sell, vinieron.a hacer los escudes de armas, a veces transi {dos con el fendo, con mds frecuencia hereditarios, neluso sin de generacion en generacin. Nacido al principio en las dinastas tea les © principescas,en las que el orgullo de vaza era particularmente fuerte pronto addptade por las casas mis modestas el uso de estos simbolos de continuidad pas® a set en adelante, como wn monopolio elas clases catalopadas como nobles. Por iltimo, sin que la exencidn fiscal hublese sido no obstante de- finda con exactitud, la obligacién militar, convertida de antiguo de bber de vasallaje en deber nobilirio por excelenca, tenia ya por efecto elcolocar al geatlihombre al abrgo de las carga peceniaias com ‘hes, reemplazadas, en este aso, por la vocacion de la espada, iFuese oil fue I feraa de los derechos adguiridos por el naci- ‘miento, no era tal que no pudiese perderse por l ejercicio de certas ‘Scupaciones juzgadas incompatibles con la grandera de la categoria. Cierto también que, en est epoca la nocion de dérogeance se ha- Haba lejos de estar plenamente elaborada. La interdiccion de comer car parece que fue impuesta entonces alos nobles sobre todo por de tos estatutosurbanos, mas preocupades, con ello, de proteger el casi ‘monopolio de las burguesfas de mercaderes que de servir al orgullo ‘dena casta enemiga. Pero, undnimemente los wabajos agricola pa- Saban por contrarios al honor delas arma. Au con si consentimient Un caballer, deide el Parlamento de Pars, sha comiprado na fn ‘ro de villania, no podré someterse a las prestaciones personales rua Tes, “Labrar, cava, ransportar a lomo de asno madera o esticreal, son otras tantas actividades que, sepun una ordenanza provenzal, lle ‘an consigo, de manera automatic, la privacion de ls privilesiosca- ballerescos. En Provenza también, se caracterizaba a la mujer noble como Ia que no va “ni al horno, ni al levadero, ni al molino’.” La hobleza habia deado de deftaltse por el ejreilo de una funcion: la Ge la fidelidad armada. Ya no era una elase de iniciados. Por él con: trari, continuaba siendo y loser siempre, una clase de genero de vida. TV, LA EXCEPCION INGLESA En Inglaterra, donde las instituciones de vasallaje y caballerescas ran fodas de importacin, la evolucién de la nobleza de hecho sigu proximadamente, en un principio, las misma Tineas queen el con cage, a TSE on artes 40 nent, Pero para cambiar de rumbo, en siglo xt, en un sentido muy ‘iferente ‘Seflores muy poderosos de un reino insular que concebian, ante todo, como destinado a proporcionarles los medios de prosepuir unas imbiciones realmente Impefiale, lor reyes normandas, y después Tos fngevinos, se dedicaron a fortalecer en e, hasta el méximo a obliga ‘idm militar. Con este fin, liizaron ala vez dos prinipios, de époras “verss: leva en masa de todor fos hombres bres; servicio especiali> {ado redlamedo alos vasallos. En 1180 III, se vea Enrique fl obli- {ar asus elbdtos, primero en sus dominios continentales, después en inglatera, a procurarse eada uno las armas conforme a su condicion. Eltribune inglés especiica, entre otras, las que sen exigidas al po ‘eedor de un feodo de eabaler, sin hacer ninguna mencion de lain- ‘estidura. Sin embargo, yu sabemos que se consideraba el rto como {Und segura garantia del equipa, Asien 1224 y 1234, Enrique I Juzgs onvenients esta vex, obligar a todo poseedor de un tal feudo a some- ferse in retraso a est inciacion. Al menos —esta fue la restricelgn introducida por la segunda ordenanza—, sl homenaje era rendido fendinies de nacimienta i arstoraca ingles sec sn da, ome Jor'ds una fvcrea que tenia que atraesa las dads, Gh Ey A: PORT: The sarformed Howse of Common, 2 190.11. 392 CAPITULO Vv LA DISTINCION DE CLASES EN EL INTERIOR DE LA NOBLEZA I. LA JERARQUIA DEL PODER ¥ DEL RANGO [A pesar ie los caracteres comunes de la veacion military el gé- nero de vida, el grupo de nobles de hecho, mas tarde de derecho sien pre estuvo lejos de constitu una sociedad de iguales. Profundas die. Fenclas de fortuna, de poder y, por consiguient, de prestiio extablecian fntr ellos una verdadera jerarguta, miso menos torpementeexpresa- 4daal principio por la opinién y, mds tarde, por la costumbrey la ley. Ena época en que las bligaciones de vasallaje conscrvaban ain ‘oda su fuerza, se bused, con frecuencia, en el propio escalonamiento de los homenajes el principio de esa clasificacion. En el escalon mis bajo se encontraba el valvasor que, vasllo de miichos vasallos (vas- -5us vassoru, no es, €l mismo, efor de ningun ol suerrera. Eto ‘cuando la palabra, comin a todo el mundo roménic, era tomada en ‘su sentido estricto, No mandar o hacerlo so sobre gentes de baja co- {ofa era no tener derecho mds que a una consideracton mediocre: En la practic esta situaeion juriica coineidia cas siempre con une mo- desta fortuna, una vida mienesterosas de pequeno higalgo rural nado a la aventura. Véase, en el rec de Chretien de Troyes, el retro del padte de la protagonista —moult pawvre etait sa cover, en el ‘pocma de Gaydon, el del valvasor de gran coraz6n y eistca armadu- fuera de la ficeion, la indigente casona de la que se evadid un RO berto Guiscarda, en busca de combates y de bot; I mendicidad de lin Bertrand de Born; 0, todavia, esos caballeros que varios documen- ‘os de un cartulario provencal nos muestra provistos, por todo Teudo, de un manso es dec el equivalente de una fenure tampesine. Enel mismo sentido, a veces se decla bachiller,literalmente hombre joven. Pues tal ers, naturalmente, la condicion normal de muchos jenes, 353

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