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2 de febrero

Fiesta de la Purificación
De la Santísima Virgen María
II clase, blanco

GUÍA PARA LOS FIELES

Santa Misa Cantada


-Forma Extraordinaria del Rito Romano-
con el Kyrial Cum Iubilo
En apéndice: Kyrial de Angelis
2 de febrero
LA PURIFICACIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN
II clase, blanco
Esta fiesta, con la cual se termina el tiempo de Epifanía, se nos
presenta como el puente entre el misterio de Navidad y el de Pascua:
María tiene todavía al Niño en sus brazos, pero lo lleva al templo para
ofrecerlo. A los cuarenta días del Nacimiento de Jesús, María se dirigió
a Jerusalén para ofrecer el sacrificio prescrito por la ley mosaica. Es
una fiesta del Señor y, a la vez, una fiesta de María, la fiesta mariana
más antigua de toda la liturgia, y la que completa el contenido
simbólico de este tiempo de Navidad. Con alegrías de Nochebuena, “la
luz brilló en la tinieblas”; con el esplendor de Epifanía, “la luz envolvió
a Jerusalén”, es decir, a la Iglesia; con la liturgia de hoy, en esa
procesión, que recuerda el viaje de María a Jerusalén, la luz arde ya en
nuestras manos y, como cantamos en el Introito, “hemos tomado en
nuestras brazos la misericordia de Dios” –hecha carne-, pues el cirio
que recibimos de la manos del sacerdote es un símbolo de Cristo, “luz
para iluminar a las gentes”, como decimos en la liturgia de este día
recogiendo las palabras del viejo Simeón. “La cera –enseña San
Anselmo-, significa la carne virginal del divino Infante; el pabilo, su
alma; la llama, su divinidad.” Por eso los orientales llaman a esta fiesta
el Encuentro (Hypapante). Es el encuentro de la Iglesia, de cada una de
nuestras almas, con Cristo, el Esposo, que ha bajado a nuestra tierra
para buscarnos. Escuchemos, pues, ansiosos la voz de la liturgia, que
nos dice: “He aquí que viene a su santo templo el Dominador y el
Señor; Sión, sal al encuentro de tu Dios, llena de alegría y de amor.”
Vayamos a recibir la candela simbólica y guardémosla devotamente en
nuestras casas, para que sea nuestra defensa en las tentaciones y en las
tormentas interiores y exteriores, y, como hacían nuestros antiguos,
tomémosla en nuestras manos como una confesión de la Divinidad de
Cristo y de nuestro amor hacia Él, cuando llegue la hora de nuestro
encuentro definitivo.

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ORACIONES PREPARATORIAS
PARA LA SANTA MISA
ORACIÓN DE OFRECIMIENTO DE LA MISA
Señor, concédenos poder participar con verdadero amor, atención y piedad en
la santa misa que te ofrecemos, primero, para adorarte y agradecerte todos los
beneficios que nos has hecho; segundo, para pedirte perdón de nuestros
pecados y los de todos los hombres; tercero, para suplicarte las gracias que nos
son necesarias para nuestra vida y para este día en concreto. Te ofrezco en
particular esta Misa de hoy para... (expresa aquí la intención que deseas pedir).
Concédenos, Señor, asistir a esta Misa con los mismos sentimientos de amor y
piedad de tu Madre al pie de la Cruz. Con el espíritu y fervor con que la
vivieron los santos. Te suplico que nos ayudes a prepararnos para recibirte
dignamente, lo mejor que podamos. Amén.
ORACIÓN DE SAN AMBROSIO
Señor mío Jesucristo, me acerco a tu altar lleno de temor por mis pecados,
pero también lleno de confianza porque estoy seguro de tu misericordia.
Tengo conciencia de que mis pecados son muchos y de que no he sabido
dominar mi corazón y mi lengua. Por eso, Señor de bondad y de poder,
con mis miserias y temores me acerco a Ti, fuente de misericordia y de
perdón; vengo a refugiarme en Ti, que has dado la vida por salvarme, antes de
que llegues como juez a pedirme cuentas.
Señor, no me da vergüenza descubrirte a Ti mis llagas. Me dan miedo mis
pecados, cuyo número y magnitud sólo Tú conoces; pero confío en tu infinita
misericordia.
Señor mío Jesucristo, Rey eterno, Dios y hombre verdadero, mírame con
amor, pues quisiste hacerte hombre para morir por nosotros. Escúchame, pues
espero en Ti. Ten compasión de mis pecados y miserias, Tú que eres fuente
inagotable de amor. Te adoro, Señor, porque diste tu vida en la Cruz y te
ofreciste en ella como Redentor por todos los hombres y especialmente por mí.
Adoro, Señor, la sangre preciosa que brotó de tus heridas y ha purificado al
mundo de sus pecados.
Mira, Señor, a este pobre pecador, creado y redimido por Ti. Me arrepiento
de mis pecados y propongo corregir sus consecuencias. Purifícame de todos
mis maldades para que pueda recibir menos indignamente tu sagrada
comunión. Que tu Cuerpo y tu Sangre me ayuden, Señor, a obtener de Ti el
perdón de mis pecados y la satisfacción de mis culpas; me libren de mis
malos pensamientos, renueven en mí los sentimientos santos, me impulsen a
cumplir tu voluntad y me protejan en todo peligro de alma y cuerpo. Amén.

3
ASPERGES ME
(si la fiesta cae en domingo, se suprime el Asperges)

BENDICIÓN DE LAS CANDELAS


El sacerdote, revestido de alba, estola y capa de color blanco, sube al altar y
comienza la bendición de las candelas que están en el lado de la epístola,
dice en tono ferial con las manos juntas:
V/. Dóminus vobíscum. V/. El Señor esté con vosotros.
R/. Et cum spíritu tuo. R/. Y con tu espíritu.
Primera oración
ORÉMUS. Domine sancte, Pater OREMOS. Señor santo, Padre
omnípotens, ætérne Deus, qui ómnia todopoderoso, Dios eterno, que de la
ex níhilo creásti, et jussu tuo per nada creaste todas las cosas y
ópera apum hunc liquorem ad ordenaste que la cera elaborada por
perfectionem cérei veníre fecísti: et las abejas sirviese para formar estos
qui hodiérna die petitiónem justi cirios; y en el presente día cumpliste
Simeónis implésti: te humíliter los deseos del justo Simeón, te
deprecámur; ut has candélas ad usus pedimos humildemente, por la
hóminum et sanitátem córporum et invocación de tu nombre y por la
animárum, sive in terra sive in aquis, poderosa intercesión de la Santísima
per invocatiónem tui sanctíssimi Virgen María, cuya fiesta hoy
nóminis et per intercessiónem beátæ devotamente celebramos y también
Maríæ semper Vírginis, cujus hódie por las preces de todos los santos, te
festa devóte celebrántur, et per dignes ben+decir y santi+ficar estas
preces ómnium Sanctórum tuórum, candelas; para uso de los hombres,
bene+dícere et sancti+ficáre dignéris: para salud de los cuerpos y de las
et hujus plebis tuæ, quæ illas almas, por mar y tierra: escucha
honorífice in mánibus desíderat desde el santuario del cielo y desde
portare teque cantando laudare, el trono de tu majestad la voz de
exáudias voces de coelo sancto tuo et este pueblo, que desea llevarlas
de sede majestátis tuæ: et propítius reverentemente en sus manos y con
sis ómnibus clamántibus ad te, quos sus cánticos alabarte; muéstrate
redemísti pretióso Sánguine Fílii tui: propicio a cuantos a ti claman,
Qui tecum vivit et regnat in unitate puesto que con la sangre preciosa de
Spritus Sancti Deus, per omnia tu Hijo Unigénito los redimiste, él
saecula saeculorum. Amén. que vive y reina contigo en la unidad
del Espíritu Santo y es Dios por los
siglos de los siglos. Amén.
Segunda oración
ORÉMUS. Omnípotens sempitérne OREMOS. Omnipotente y sempiterno
Deus, qui hodiérna die Unigénitum Dios, que en el día de hoy

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tuum ulnis sancti Simeónis in templo presentaste a tu Hijo unigénito en el
sancto tuo suscipiéndum templo para que fuese recibido en
præsentásti: tuam súpplices los brazos de Simeón: imploramos
deprecámur cleméntiam; ut has humildemente tu clemencia para que
candélas, quas nos fámuli tui, in tui te dignes ben+decir y santi+ficar y
nóminis magnificéntiam encender con la luz celeste de tu
suscipiéntes, gestáre cúpimus luce bendición estas candelas, que
accénsas, bene+dícere et nosotros, tus siervos, intentamos
sancti+ficáre atque lúmine supérnæ recibir y llevar encendidas a gloria de
benedictiónis accéndere dignéris: tu nombre; para que siendo dignos
quaténus eas tibi Dómino, Deo de ofrecértelas, Señor Dios nuestro, e
nostro, offeréndo digni, et sancto inflamados de tu dulcísima caridad,
igne dulcíssimæ caritátis tuæ merezcamos ser presentados en el
succénsi, in templo sancto glóriæ santo templo de tu gloria. Por
tuæ repræsentári mereámur. Per nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que
eúndem Dóminum nostrum Jesum contigo vive y reina en la unidad del
Christum, Filium Tuum, qui Tecum Espíritu Santo y es Dios por los siglos
vivit et regnat in unitate Spiritus de los siglos. Amén.
Sancti, Deus, per omnia saecula
saeculorum. Amen.
Tercera oración
ORÉMUS. Dómine Jesu Christe, lux OREMOS. Señor Jesucristo, luz
vera, quæ illúminas omnem verdadera que ilumina a todo
hóminem veniéntem in hunc hombre que viene a este mundo:
mundum: effúnde bene+dictiónem derrama tu ben+dición sobre estos
tuam super hos céreos, et sancti+fica cirios, y santi+fícalos con la luz de tu
eos lúmine grátiæ tuæ, et concéde gracia; y así como estas antorchas
propítius; ut, sicut hæc luminária encendidas con fuego visible
igne visíbili accénsa noctúrnas ahuyentan las tinieblas de la noche,
depéllunt ténebras; ita corda nostra así nuestros corazones alumbrados
invisíbili igne, id est, Sancti Spíritus con luz invisible, esto es, con la
splendóre illustráta, ómnium claridad del Espíritu Santo, se libren
vitiórum cæcitáte cáreant: ut, de la ceguedad de todos los vicios,
purgáto mentis óculo, ea cérnere para que, purificada la vista del alma,
póssimus, quæ tibi sunt plácita et podamos ver lo que te es grato y útil
nostræ salúti utília; quaténus post a nuestra salvación, y así
hujus sǽculi caliginósa discrímina ad merezcamos llegar, después de las
lucem indeficiéntem perveníre peligrosas tinieblas de este mundo, a
mereámur. Per te, Christe Jesu, la luz indeficiente. Por ti, Jesucristo,
Salvátor mundi, qui in Trinitáte Salvador del mundo, que en Trinidad
perfécta vivis et regnas Deus, per perfecta vives y reinas y eres Dios,
ómnia sǽcula sæculórum. por los siglos de los siglos. Amén.
Amen.
Cuarta oración
ORÉMUS. Omnípotens sempitérne OREMOS. Dios todopoderoso y

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Deus, qui per Móysen fámulum tuum eterno, que has ordenado por medio
puríssimum ólei liquórem ad de Moisés, tu siervo, preparar aceite
luminária ante conspéctum tuum purísimo para mantener encendidas
júgiter concinnánda præparári continuamente las lámparas en tu
jussísti: bene+dictiónis tuæ grátiam presencia; derrama propicio la gracia
super hos céreos benígnus infúnde; de tu bendi+ción sobre estas velas,
quaténus sic adminístrent lumen para que alumbrándonos en el
extérius, ut, te donánte, lumen exterior, por tu gracia no falte a
Spíritus tui nostris non desit nuestras almas la luz interior de tu
méntibus intérius. Per Dominum Espíritu. Por nuestro Señor
nostrum Jesum Christum, Filium Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y
Tuum, qui Tecum vivit et regnat in reina en la unidad del mismo Espíritu
unitate ejúsdem Spiritus Sancti, Santo y es Dios por los siglos de los
Deus, per omnia saecula saeculorum. siglos. Amén.
Amen.
Quinta oración
ORÉMUS. Dómine Jesu Christe, qui OREMOS. Señor Jesucristo, que
hodiérna die, in nostræ carnis apareciste entre los hombres en la
substántia inter hómines appárens, a sustancia de nuestra carne, y quisiste
paréntibus in templo es præsentátus: ser presentado por tus padres en el
quem Símeon venerábilis senex, templo y a quien el anciano Simeón,
lúmine Spíritus tui irradiátus, iluminado por la luz de tu Espíritu,
agnóvit, suscépit et benedíxit: præsta conoció, recibió y bendijo: dígnate en
propítius; ut, ejúsdem Spíritus Sancti tu misericordia, que iluminados y
grátia illumináti atque edócti, te adoctrinados por la gracia del mismo
veráciter agnoscámus et fidéliter Espíritu Santo, te conozcamos
diligámus: Qui cum Deo Patre in verdaderamente y te amemos
unitáte ejúsdem Spíritus Sancti vivis fielmente. Que vives y reinas con
et regnas Deus, per ómnia sǽtula Dios Padre en la unidad del mismo
sæculórum. Amen. Espíritu Santo y eres Dios, por los
siglos de los siglos. Amén.
Al llegar aquí, el sacerdote pone incienso en el incensario, asperga después
las candelas con agua bendita, diciendo la Antífona Asperges me sin salmo y
luego las inciensa con tres golpes de incensario. Mientras tanto, los fieles se
acercan al altar para recibir de rodillas la candela de manos del sacerdote. Al
recibir la candela, se besa primero ésta y después la mano del sacerdote.
Mientras se distribuyen las candelas, se canta:

CÁNTICO Lucas 2, 29-31


V/. Lumen ad revelatiónem géntium V/. Luz para alumbrar a las naciones
et glóriam plebis tuæ Israël. R/. y gloria de tu pueblo Israel. R/. Luz
Lumen ad revelatiónem géntium et para alumbrar a las naciones y gloria
glóriam plebis tuæ Israël. de tu pueblo Israel.
V/. Nunc dimíttis servum tuum, V/. Ahora, Señor, puedes dejar a tu
Dómine, secúndum verbum tuum in siervo irse en paz, según tu promesa.

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pace. R/. Lumen ad revelatiónem R/. Luz para alumbrar a las naciones
géntium et glóriam plebis tuæ Israël. y gloria de tu pueblo Israel.
V/. Quia vidérunt 7culi mei salutáre V/. Porque mi ojos han visto a tu
tuum. R/. Lumen ad revelatiónem salvación. R/. Luz para alumbrar a
géntium et glóriam plebis tuæ Israël. las naciones y gloria de tu pueblo
V/. Quod parásti ante fáciem Israel.
ómnium populorum. R/. Lumen ad V/. A quien has presentado ante
revelatiónem géntium et glóriam todos los pueblos. R/. Luz para
plebis tuæ Israël. alumbrar a las naciones y gloria de tu
V/. Glória Patri, et Fílio, et Spirítuipueblo Israel.
Sancto. R/. Lumen ad revelatiónem V/. Gloria al Padre y al Hijo y al
géntium et glóriam plebis tuæ Israël. Espíritu Santo. R/. Luz para alumbrar
a las naciones y gloria de tu pueblo
V/. Sicut erat in princípio, et nunc, et
semper, et in sǽcula sæculórum. Israel.
Amen. R/. Lumen ad revelatiónem V/. Como era en el principio, ahora y
géntium et glóriam plebis tuæ Israël. siempre, por los siglos de los siglos.
R/. Luz para alumbrar a las naciones
y gloria de tu pueblo Israel.
Terminada la distribución de las candelas, el celebrante en al altar añade.
V/. Dóminus vobíscum. V/. El Señor esté con vosotros.
R/. Et cum spíritu tuo. R/. Y con tu espíritu.
Y dice la siguiente oración:
ORÉMUS. Exáudi, quǽsumus, Dómine, OREMOS. Escucha, Señor, a tu pueblo
plebem tuam: et, quæ extrinsécus y concédenos que los misterios que
ánnua tríbuis devotióne venerári, cada año nos permites celebrar
intérius asséqui grátiæ tuæ luce exteriormente, los interioricemos con
concéde. Per Christum, Dóminum la luz de tu gracia. Por Cristo,
nostrum. Amen. nuestro Señor. Amén.

PROCESIÓN
Terminado el canto de la oración anterior, el sacerdote pone incienso en el
incensario y el mismo o el diácono de cara al pueblo dice o canta:
V/. Procedamus in pace. V/. Salgamos en paz.
R/. In nómine Christi. Amen. R/. En nombre de Cristo. Amén.
La procesión se pone en marcha: primero el turiferario, el subdiácono
revestido con la cruz en medio de dos acólitos con candelabros, el resto del
clero asistente, el celebrante con el diácono a su izquierda, y detrás de él,
los fieles llevando las candelas encendidas. Durante la procesión se cantan
las siguientes antífonas.

ANTIFONA PRIMERA
Adórna thálamum tuum, Sion, et Oh Sion, adorna tu lecho nupcial, y
súscipe Regem Christum: ampléctere recibe a Cristo, tu Rey: sal al

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Maríam, quæ est coeléstis porta: ipsa encuentro de María, porque ella, que
enim portat Regem glóriæ novi es la puerta del cielo, trae a ti al
lúminis: subsístit Virgo, addúcens glorioso Rey de la nueva luz; se
mánibus Fílium ante lucíferum detiene la Virgen llevando en sus
génitum: quem accípiens Símeon in manos al Hijo engendrado antes que
ulnas suas, prædicávit pópulis, la aurora; le recibe Simeón en sus
Dóminum eum esse vitæ et mortis et manos, y predica a los pueblos que Él
Salvatórem mundi. es el Señor de la vida y de la muerte
y el Salvador del mundo.
ANTÍFONA SEGUNDA Lucas 2, 26, 27 et 28- 29.
Respónsum accépit Símeon a Spíritu Simeón recibió una respuesta del
Sancto, non visúrum se mortem, nisi Espíritu Santo, que no vería la muerte
vidéret Christum Dómini: et cum antes de haber visto al Cristo del
indúcerent Púerum in templum, Señor, y cuando llevaron al Niño al
accépit eum in ulnas suas, et templo, él lo tomó en brazos y
benedíxit Deum, et dixit: Nunc bendijo a Dios, y dijo: "Ahora, Señor,
dimíttis servum tuum, Dómine, in puedes dejar a tu siervo irse en paz.
pace. V/. Cum indúcerent púerum V/. Cuando sus padres introdujeron
Jesum parentes ejus, ut fácerent al niño Jesús, para hacer por él
secúndum consuetúdinem legis pro conforme al rito de la ley, él le tomó
eo, ipse accépit eum in ulnas suas. en sus brazos.
ANTÍFONA TERCERA
Al entrar de nuevo en la Iglesia se canta:
V/. Obtulérunt pro eo Dómino par V/. Ofrecieron por él al Señor un par
túrturum, aut duos pullos de tórtolas o dos pichones, R/.Como
columbárum: R/.Sicut scriptum est in está escrito en la ley del Señor.
lege Dómini. V/. Después de los días de la
V/. Postquam impléti sunt dies purificación de María, de acuerdo a la
purgatiónis Maríæ, secúndum legem ley de Moisés, llevaron a Jesús a
Moysi, tulérunt Jesum in Jerúsalem, Jerusalén para presentarle al Señor.
ut sísterent eum Dómino. R/. Sicut R/.Como está escrito en la ley del
scriptum est in lege Dómini. Señor.
V/. Glória Patri, et Fílio, et Spirítui V/. Gloria al Padre y al Hijo, y al
Sancto. R/. Sicut scriptum est in lege Espíritu Santo. R/.Como está escrito
Dómini. en la ley del Señor.

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El sacerdote revestido con los ornamentos sagrados se dirige hacia al altar donde se
renovará el santo sacrificio de la Misa. El coro interpreta el introito.
DE PIE
INTROITO Sal 47, 10-11. 2
Suscépimus, Deus, misericórdiam Hemos recibido tu misericordia, oh
tuam in medio templi tui: secúndum Dios, en medio de tu templo; como
nomen tuum, Deus, ita et laus tua in tu nombre, oh Dios, así ha llegado tu
fines terræ, justitia plena est déxtera alabanza hasta los confines de la
tua. V/. Magnus Dóminus, et tierra: tu diestra está llena de
laudábilis nimis: in civitáte Dei justicia. V/. Grande es el Señor, y
nostri; in monte sancto ejus. V/. muy de ser alabado en la ciudad de
Glória Patri et Filio et Spiritui Sancto. Dios, en su monte santo. V/. Gloria
Sicut erat in principio et nunc et al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.
semper, et in saecula saeculorum. Como era en el principio, ahora y
Amén siempre, por los siglos de los siglos.
Amén.
SEÑOR, TEN PIEDAD
Cuando el sacerdote sube al altar, comienza el canto del Kyrie alternando con el pueblo.
Después de venerar el altar con un beso, lo inciensa. El canto del Kyrie, en lengua griega,
expresa la súplica de perdón por los pecados. Se recita tres veces en honor a la Santísima
Trinidad. El humo del incienso simboliza la oración de los santos, y la nuestra, que sobre
todo durante la Misa debe dirigirse hacia Dios igual que el incienso que se eleva al cielo.

Señor,
ten piedad.
Cristo,
ten piedad.
Señor,
ten piedad.

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GLORIA
El canto del Gloria es un himno de alabanza, de acción de gracias y de petición de perdón a
la Santísima Trinidad. Terminada la incensación, rezado en voz baja el Introito y el Kyrie, el
sacerdote se dirige al centro del altar y entona el Gloria que es seguido por el coro y los
fieles. Cuando los ministros se sientan, lo hacen todos.
Gloria a Dios
en el cielo,
y en la tierra
paz a los
hom-bres
que ama el
Señor. Por tu
inmensa
gloria te
alaba-mos,
te bende-
cimos, te
ado-ramos,
te
glorificamos
, te damos
gra-cias,
Señor Dios,
Rey ce-
lestial, Dios
Padre todo-
poderoso
Señor, Hijo
único, Jesu-
cristo.
Señor Dios,
Cordero de
Dios, Hijo
del Padre; tú
que quitas el
pecado del
mundo, ten
piedad de
nosotros; tú
que quitas el
pecado del

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mundo,
atien-de
nuestra
súplica; tú
que estás
sentado a la
derecha del
Padre, ten
piedad de
nosotros;
porque sólo
tú eres
Santo,
sólo tú
Señor, sólo
tú Altísimo,
Jesucristo,
con el
Espíritu
Santo en la
gloria de
Dios Padre.
Amén.

ORACION COLECTA
Terminado el Gloria, el sacerdote invita a los fieles a unirse a la oración de la Iglesia con el
saludo Dominus vobiscum.
V/.Dominus vobiscum. V/. El Señor esté con vosotros.
R/. Et cum spíritu tuo. R/. Y con tu espíritu.
Oremus: Oremos:

Omnípotens sempitérne Deus, Dios omnipotente y eterno,


majestátem, tuam súpplices humildemente pedimos a tu majestad,
exorámus: ut, sicut unigéntius para que hagas que así como tu Hijo
Fílius tuus hodiérna die cum unigénito fue presentado este día en el
nostræ carnis substántia in templo templo revestido con la sustancia de
est præsentatus; ita nos fácias nuestra carne, así también nosotros
purificátis tibi méntibus nos presentemos a ti con el alma
præsentári. Per eundem Dóminum purificada. Por Nuestro Señor
nostrum Jesum Christum, Filium Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y
Tuum, qui Tecum vivit et regnat in reina en la unidad del Espíritu Santo y
unitate Spiritus Sancti, Deus, per es Dios por los siglos de los siglos.
omnia saecula saeculorum. Amen. Amén.

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SENTADOS
EPÍSTOLA Malaquías 3, 1-4
La práctica de una vida santa encuentra su apoyo y su impulso en la primera
venida del Salvador y en la certeza de su retorno al fin de los tiempos.
Lectio Malachiæ Prophetæ. Lectura del profeta Malaquías.
Hæc dicit Dóminus Deus: «Ecce ego Esto dice el Señor Dios: «He aquí, que
mitto Angelum meum, et præparábit yo envío mi mensajero, el cual
viam ante fáciem meam. Et statim preparará el camino delante de mí. Y
véniet ad templum suum Dominátor, entonces vendrá el Dominador a su
quem vos quǽritis, et Angelus templo, a quien vosotros buscáis, y el
testaménti, quem vos vultis. Ecce ángel del pacto, a quien deseáis. He
venit, dicit Dóminus exercítuum: et aquí que viene –dice el Señor de los
quis póterit cogitáre diem advéntus ejércitos-. Y, ¿quién será capaz de
ejus, et quis stabit ad vidéndum pensar en el día de su venida?, y
eum? Ipse enim quasi ignis conflans, ¿quién podrá estar para verlo?
et quasi herba fullónum: et sedébit Porque él será como un fuego
conflans, et emúndans argéntum, et purificador, y como la hierba de
purgábit fílios Levi et colábit eos batanero; se sentará para refinar y
quasi aurum et quasi argéntum: et purificar la plata, y él purificará a los
erunt Dómino offeréntes sacrifícia in hijos de Leví, y los refinará como el
justítia. Et placébit Dómino oro y la plata; ofrecerán sacrificios al
sacrifícium Juda, et Jerúsalem, sicut Señor con justicia. Y el sacrificio de
dies sǽculi, et sicut anni antíqui: dicit Judá y de Jerusalén será agradable al
Dóminus omnípotens.» Señor, como en los días de antaño y
como en los años antiguos –lo dice el
Señor Todopoderoso.
Al final de la lectura, los fieles responden:
R/. Deo gratias R/. Demos gracias a Dios.

GRADUAL Y ALELUYA
Terminada la Epístola, el coro interpreta el Gradual tomado de la sagrada Escritura como
respuesta a la Palabra de Dios; y a continuación el Aleluya. Aleluya es una palabra hebrea
que significa “alabad a Dios”; y expresa de alegría y júbilo.

GRADUAL Salmo 47, 10-11.9


Suscépimus, Deus, misericórdiam Hemos recibido tu misericordia, oh
tuam in medio templi tui: secúndum Dios, en medio de tu templo; como
nomen tuum, Deus, ita et laus tua in tu nombre, oh Dios, así ha llegado tu
fines terræ. V/. Sicut audívimus ita alabanza hasta los confines de la
et vídimus, in civitáte Dei nostri, in tierra. V/. Como escuchamos así lo
monte sancto ejus. hemos visto en la ciudad de nuestro
Dios, en su monte santo.

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ALELUYA
Allelúia, alleluia.- V/. Senex púerum Aleluya. Aleluya. V/. El anciano
portábat: puer autem senem regébat. llevaba al niño, pero el Niño guiaba al
Allelúia. anciano. Aleluya.

TRACTO Lucas 2, 29-32


En Septugésima, omitido el Aleluya, se dice:
Nunc dimíttis servum tuum, Dómine, Ahora, Señor, según tu palabra
secúndum verbum tuum in pace. V/. puedes dejar a tu siervo irse en paz.
Quia vidérunt óculi mei salutáre V/. Porque mis ojos han visto tu
tuam. V/. Quod parásti ante fáciem salvación. V/. Al que has puesto
ómnium populórum. V/. Lumen ad delante de todos los pueblos. V/. Luz
revelatiónem géntium, et glóriam para alumbrar a las naciones y gloria
plebis tuæ Israël. de tu pueblo Israel.
DE PIE
EVANGELIO
De toda la Sagrada Escritura, la Iglesia venera de modo especial los Santos Evangelios que
nos transmiten las enseñanzas y obras de Nuestro Señor Jesucristo. La proclamación del
Evangelio va precedida de una procesión con el turiferario y los ceroferarios. Los ministros
inclinados en el centro del altar piden al Señor que los haga dignos ministros de su
evangelio. Con el Dominus vobiscum, el diácono invita a los fieles a escuchar con atención
las divinas enseñanzas.
V. Dominus vobiscum. V. El Señor esté con vosotros.
R. Et cum spiritu tuo. R. Y con tu espíritu.
V. SEQUÉNTIA SANCTI EVANGÉLII V. LECTURA DEL SANTO EVANGELIO
SECÚNDUM LUCAM. SEGÚN SAN LUCAS
R. Gloria tibi, Domine. R. Gloria a ti, Señor.
Lucas 2, 22-32
Sequentia sancti Evangelii secundum Lectura del Santo Evangelio según
Lucam. san Lucas.
In illo témpore: Postquam impléti En aquel tiempo, cuando se
sunt dies purgatiónis Maríæ, cumplieron los días de la
secúndum legem Móysi, tulérunt purificación de María de acuerdo a la
Jesum in Jerúsalem, ut sísterent eum ley de Moisés, llevaron a Jesús a
Dómino, sicut scriptum est in lege Jerusalén para presentarle al Señor,
Dómini: «Quia omne masculínum como está escrito en la ley del Señor:
adapériens vulvam sanctum Dómino «Todo varón primogénito será
vocábitur. Et ut darent hóstiam consagrado al Señor». Y para ofrecer
secúndum quod dictum est in lege la ofrenda conforme a lo que se dice
Dómini, «par túrturum aut duos en la Ley del Señor, “un par de
pullos columbárum.» Et ecce homo tórtolas o dos pichones:” Y he aquí,
erat in Jerúsalem, cui nomen Símeon, que había en Jerusalén un hombre
et homo iste justus et timorátus, llamado Simeón, hombre justo y
exspéctans consolatiónem Israël, et piadoso, que esperaba la consolación
Spíritus Sanctus erat in eo. Et de Israel, y el Espíritu Santo estaba
respónsum accéperat a Spíritu en él. Y le había sido revelado por el
Sancto, non visúrum se mortem, nisi Espíritu Santo que no vería la muerte
prius vidéret Christum Dómini. Et antes de ver al Cristo del Señor. Y
venit in spíritu in templum. Et cum vino por inspiración del Espíritu al
indúcerent púerum Jesum paréntes templo. Y cuando sus padres
ejus, ut fácerent secúndum introdujeron al niño Jesús, para
consuetúdinem legis pro eo: et ipse hacer por él conforme al rito de la
accépit eum in ulnas suas, et ley, lo recibió en sus brazos y
benedíxit Deum, et dixit: «Nunc bendijo a Dios diciendo: “Ahora,
dimíttis servum tuum, Dómine, Señor, según tu palabra puedes dejar
secúndum verbum tuum in pace: a tu siervo irse en paz. Porque mis
quia vidérunt óculi mei salutáre ojos han visto tu salvación. Al que
tuum, quod parásti ante fáciem has puesto delante de todos los
ómnium propulórum: Lumen ad pueblos: Luz para alumbrar a las
revelatiónem géntium, et glóriam naciones y gloria de tu pueblo
plebis tuæ Israël.» Israel.”

Terminada la lectura, los fieles responden:


R/. Laus tibi, Christi. R/. Alabanza a ti, Cristo.
El sacerdote besa reverentemente el misal y vuelve a ser incensado.
SENTADOS

HOMILÍA
El sacerdote exhorta a los fieles.
DE PIE
CREDO
Como respuesta a la Palabra de Dios proclamada en la Epístola y en el Evangelio y explicada
en la predicación, todos los fieles cantan el Credo: resumen de la fe que profesamos y que
nos une a los cristianos de todos los siglos. El sacerdote entona las primeras palabras del
Credo que es seguido por el coro y los fieles.
Creo en un
solo Dios,
Padre Todo-
poderoso,
Creador del
cielo y de la
tierra, de
todo lo
visible y lo
invisible.
Creo en un
solo Señor,
Jesucristo,
Hijo único de
Dios, nacido
del Padre
antes de
todos los
siglos: Dios
de Dios, Luz
de Luz, Dios
verdadero de
Dios verda-
dero, engen-
drado, no
creado, de la
misma natu-
raleza del
Padre, por
quien todo
fue hecho;
que por
nosotros, los
hombres, y
por nuestra
salvación
bajó del
cielo,
(DE RODILLAS)
y por obra
del Espíritu

15
Santo se
encarnó de
María, la
Virgen, y se
hizo hombre;
y por nuestra
causa fue
crucificado
en tiempos
de Poncio
Pilato; pade-
ció y fue
sepultado, y
resucitó al
tercer día,
según las
Escrituras, y
subió al
cielo, y está
sentado a la
derecha del
Padre; y de
nuevo vendrá
con gloria
para juzgar
a, vivos y
muertos, y
su reino no
tendrá fin.
Creo en el
Espíritu
Santo, Señor
y dador de
vida, que
procede del
Padre y del
Hijo, que con
el Padre y el
Hijo recibe
una misma
adoración y
gloria, y que
habló por los
profetas.
Creo en la
Iglesia, que
es una, san-

16
ta, católica y
apostólica.
Confieso que
hay un solo
Bautismo
para el per-
dón de los
pecados. Es-
pero la resu-
rrección de
los muertos
(SE SIGNAN)
y la vida del
mundo futu-
ro. Amén.
OFERTORIO
El sacerdote vuelto hacia el pueblo da comienzo a los ritos del ofertorio, invitando al pueblo
a unirse al sacrificio de Cristo.
V.Dominus vobiscum. V. El Señor esté con vosotros.
R. Et cum spiritu tuo. R. Y con tu espíritu.
V. Oremus V. Oremus
SENTADOS

El sacerdote prepara las ofrendas y ofrece el pan y el vino


que se convertirán el Cuerpo y la Sangre de Cristo.
Ofrécete tú también con tu vida, tus trabajos, tus sufrimientos…
Mientras tanto el coro canta la antífona propia, y seguidamente puede cantarse otro
motete o canto apropiado.

Antífona del Ofertorio


Salmo 44, 3
Diffúsa est grátia in lábiis tuis: La gracia se derrama en tus labios:
proptérea benedíxit te Deus in por eso Dios te ha bendecido para
ætérnum, et in sǽculum sæculi. siempre, y por los siglos de los
siglos.

SECRETA
Terminados los ritos del ofertorio y la incensación,
el sacerdote dice en voz baja la oración secreta.
Exaudi, Dómine, preces nostras : et, Escucha, Señor, nuestras oraciones, y
ut digna sint múnera, quæ óculis para que los dones que ofrecemos ante
tuæ majetátis offérimus, tu Majestad sean dignos, danos el
subsídium nobis tuæ pietátis auxilio de tu piedad. Por nuestro Señor
impénde. Per Dominum nostrum Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y

17
Jesum Christum, Filium Tuum, qui reina en la unidad del Espíritu Santo y
Tecum vivit et regnat in unitate es Dios
Spiritus Sancti, Deus,
La oración secreta se concluye cantando las últimas palabras de la doxología
e hilándola con el canto del prefacio
DE PIE
V/. Por los siglos
de los siglos. R/.
Amén. V/. El
Señor esté con
vosotros. R/. Y
con tu espíritu.
V/. Levantemos el
corazón. R/. Lo
tenemos
levantado hacia
el Señor. V/.
Demos gracias al
Señor nuestro
Dios. R/. Es
justo y nece-
sario.
PREFACIO DE NAVIDAD
VERE DIGNUM et justum est, aequum Realmente es justo y necesario, es
et salutare nos tibi semper, et ubique nuestro deber y salvación darte
gratias agere: Domine sancte, Pater gracias, siempre y en todo lugar,
omnipotens, aeterne Deus. Quia per Señor, Padre Santo, Dios
incarnati Verbi mysterium, nova todopoderoso y eterno. Porque
mentis nostrae oculis lux tuae gracias al misterio de la Palabra
claritatis infulsit: ut dum visibiliter hecha carne, la luz de tu gloria brilló
Deum cognoscimus, per hunc in ante nuestros ojos con nuevo
invisibilium amorem raplamur, et resplandor, para que conociendo a
ideo cum Angelis et Archagelis, cum Dios visiblemente, Él nos lleve al
Thronis et Dominationbus, cumque amor de lo invisible, por eso, con los
omne militia coelistis exercitus, Ángeles y Arcángeles y con todos los
hymnum gloriae tuae canimus, sine coros celestiales cantamos sin cesar
fine dicentes: el himno de tu gloria.

18
Mientras se canta el Sanctus, el sacerdote comienza el Canon: parte central de la Santa
Misa por la que se renueva el sacrificio de Cristo para el perdón de los pecados.
Santo,
Santo, Santo
es el Señor
Dios de los
ejércitos.
Llenos están
el cielo y la
tierra de tu
gloria.
Hosanna en
el cielo.
Bendito el
que viene en
nombre del
Señor.
Hosanna en
el cielo.

DE RODILLAS

Ya está cerca la consagración. Pide a Dios por la Iglesia, por el Papa, los obispos y
sacerdotes, por los religiosos, por todos los cristianos, por tus intenciones y necesidades.

“Jesucristo,
la víspera de su pasión,
tomó el pan en sus santas y
venerables manos, y levantado los
ojos al cielo hacia ti, oh Dios, su
Padre omnipotente, dándote gracias, lo bendijo, lo partió y los dio a sus
discípulos diciendo: Tomad y comed todos de él:
PORQUE ESTE ES MI CUERPO.
"Del mismo modo, tomando también
este precioso Cáliz en sus santas y
venerables manos, dándote de nuevo
gracias, lo bendijo y lo dio a sus
discípulos, diciendo Tomad y bebed de él;

19
PORQUE ESTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE,
DEL NUEVO Y ETERNO TESTAMENTO, MISTERIO DE FE,
LA CUAL SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS Y POR MUCHOS
EN REMISIÓN DE LOS PECADOS"
Da gracias a Dios por el inefable don de la Eucaristía que Cristo ha dado a su Iglesia y por
todas las gracias recibidas. Pídele a Jesús presente en el Altar en el sacramento de su
Cuerpo y de su Sangre por el eterno descanso de los difuntos. También para que nosotros
tengamos la gracia de participar de la felicidad del cielo junto con los santos.
El sacerdote termina de forma solemne el canon, cantando:
V. Per omnia saecula saeculorum. V. Por todos los siglos de los siglos.
R. Amen. R. Amén.

DE PIE

20
PADRENUESTRO
El Sacerdote comienza el rito de la comunión cantando el Padrenuestro.
Al Padrenuestro se le llama también ‘la oración dominical’ por haber sido enseñada por
Nuestro Señor Jesucristo. En la liturgia extraordinaria –desde tiempos de San Gregorio que
lo introdujo en la liturgia romana- lo canta solamente el celebrante recordando que Cristo
fue quien se lo enseñó a los discípulos.
V. Oremus. Praeceptis salutaribus V. Oremos. Teniendo en cuenta la
moniti, et divina institutione orden del Señor y aleccionados por el
formati, audemus dicere: divino Maestro, nos atrevemos a
exclamar:
PATER NOSTER, qui es in coelis; PADRE NUESTRO, que estás en los
sanctificetur nomen tuum; adveniat cielos. Santificado sea tu nombre.
regnum tuum: fiat voluntas tua Venga a nosotros tu reino. Hágase tu
sicut in coelo et in terra. Panem voluntad así en la tierra como en el
nostrum quotidianum da nobis cielo. El pan nuestro de cada día
hodie; et dimitte nobis debita dánosle hoy; y perdónanos nuestras
nostra, sicut et nos dimittimus deudas, así como nosotros
debitoribus nostris. Et ne nos perdonamos a nuestros deudores. Y
inducas in tentationem. no nos dejes caer en la tentación.
R. Sed libera nos a malo. R. Mas líbranos del mal.
EMBOLISMO
La oración “libera nos” es un ampliación de la última petición del Padrenuestro, implorando
la protección de la Virgen y de los santos. El Sacerdote la recita en voz baja:
Libera nos, quaesumus Domine, ab Líbranos, Señor, de todos los males
omnibus malis praeteritis, pasados, presentes y futuros; y por la
praesentibus, et futuris: et intercesión de la gloriosa siempre
intercedente beata et gloriosa semper Virgen María, Madre de Dios, y de tus
Virgine Dei Genitrice Maria, cum bienaventurados Apóstoles San
beatis Apostolis tuis Petro at Paulo, Pedro, San Pablo y San Andrés, y
atque Andrea, et omnibus sanctis, da todos los demás Santos danos
propitius pacem in diebus nostris: ut bondadosamente la paz en nuestros
ope misericordiae tuae adjuti, et a días; a fin de que, asistidos con el
peccato simus semper liberi, et ab auxilio de tu misericordia, estemos
omni perturbatione securi. Per siempre libres de pecado y al abrigo
eumdem Dominum nostrum Jesum de cualquier perturbación. Por el
Christum Filium tuum. Qui tecum mismo Jesucristo tu Hijo, nuestro
vivit et regnat in unitate Spiritus Señor, que contigo vive y reina en
Sancti Deus. unidad del Espíritu Santo.
Y la concluye cantando:
Per omnia saecula saeculorum. Por los siglos de los siglos.
R. Amen R. Así sea.

21
Y realiza la Fracción de la Hostia, que concluye con el rito de la paz:
V. Pax Domini sit semper V. La paz del Señor sea siempre con
vobiscum. vosotros.
R. Et cum spiritu tuo. R. Y con tu espíritu.

CORDERO DE DIOS
Mientras el sacerdote realiza la conmixtión (la mezcla de una pequeña partícula del pan
consagrado con el Sanguis del Cáliz), y se prepara para la comunión; los fieles y el coro
cantan el Agnus Dei.
Cordero de
Dios que
quitas el
pecado del
mundo, ten
piedad de
nosotros. (2)
Cordero de
Dios que quitas
el pecado del
mundo, danos
la paz.

DE RODILLAS
Tras el Agnus Dei, se realiza el rito de la paz.
Aprovecha estos momentos para prepararte a recibir la Comunión.
Puedes utilizar esta oración que también el sacerdote recita.
Oh Señor Jesucristo, Hijo de Dios vivo, que, por voluntad del
Padre cooperando el Espíritu Santo, diste la vida al mundo por
tu muerte: líbrame, por tu sagrado Cuerpo y Sangre de todas mis
iniquidades y de todos los demás males, y haz que cumpla
siempre tus mandamientos y no permitas que jamás me aparte
de Ti, quien siendo Dios, vives y reinas con el mismo Dios Padre
y con el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

22
CONFITEOR
Cuando el sacerdote termina de comulgar los fieles se preparan de forma inmediata a
recibir la sagrada comunión recitando el Confiteor.
Confíteor Deo Omnipoténti, beá- Yo, pecador, me confieso a Dios
tæ Maríæ semper Vírgini, beato todopoderoso, a la bienaventurada siem-
Michaéli Archángelo, beato pre Virgen María, al bienaventurado San
Joanni Baptístæ, sanctis Após- Miguel Arcángel, al bienaventurado San
tolis Petro et Paulo, ómnibus Juan Bautista, a los santos Apóstoles San
Sanctis, et tibi, Pater: quia Pedro y San Pablo, a todos los Santos y a
peccávi nimis cogitatióne, verbo ti, Padre; que pequé gravemente con el
et opere: mea culpa, mea culpa, pensamiento, palabra, y obra, por mi
mea máxima culpa. Ídeo precor culpa, por mi culpa, por mi grandísima
beátam Maríam semper culpa. Por tanto, ruego a la biena-
Vírginem, beátum Michaélem venturada siempre Virgen María, al
Archángelum, beátum Joánnem bienaventurado San Miguel arcángel, al
Baptístam, sanctos Apostólos bienaventurado San Juan Bautista, a los
Petrum et Paulum, omnes Santos Apóstoles San Pedro y San Pablo,
Sanctos, et te, Pater, orare pro a todos los Santos, y a ti, Padre, que
me ad Dóminum Deum nostrum. roguéis por mí a Dios nuestro Señor.

El Sacerdote vuelto hacia el pueblo dice:


V/. Misereátur vestri omnípotens V/. Dios tenga misericordia de
Deus, et dimíssis peccátis vestris, vosotros y perdone vuestros pecados
perdúcat vos ad vitam ætérnam. y os lleve a la vida eterna.
R/. Amen. R/. Amén.
V/. Indulgéntiam, absolutiónem et V/. El Señor todopoderoso y mise-
remissiónem peccatórum vestrórum ricordioso os conceda la absolución y
tríbuat vobis omnípotens, et el perdón de vuestros pecados.
miséricors Dóminus. R/. Así sea.
R/. Amen.

COMUNIÓN DE LOS FIELES


Después tomando una Sagrada Forma del copón, los muestra al pueblo diciendo:
V/. Ecce Agnus Dei, ecce qui tollit V/. He aquí el Cordero de Dios, he aquí
peccata mundi. al que quita los pecados del mundo.
Y, junto con los fieles, dice por tres veces:
R/. Domine, non sum dignus ut R/. Señor, yo no soy digno de que
intres sub tectum meum; sed tantum entres en mi casa, pero di una sola
dic verbo et sanabitur anima mea. palabra y mi alma será salva.

23
A continuación, distribuye la Sagrada Comunión.
En la Forma Extraordinaria, la Sagrada comunión se
recibe de rodillas –las personas que no estén impedidas-
y en la boca.

Antífona de Comunión
Durante el momento de la comunión el coro interpreta la antífona de comunión propia de
la misa del día. Si la distribución de la comunión se alarga, se puede interpretar otros cantos
apropiados.
Lucas 2, 26
Respónsum accépit Símeon a Spíritu Recibió una respuesta del Espíritu
Sancto, non visúrum se mortem, nisi Santo, que no vería la muerte antes
vidéret Christum Dómini. de haber visto al Cristo del Señor.

ACCIÓN DE GRACIAS POR LA COMUNIÓN


Mientras dura la distribución de la comunión, puedes servirte de estas oraciones para dar
gracias por el don de la Eucaristía, el mayor don que podemos recibir, por el cual
alcanzamos la unión más perfecta que se puede dar entre Dios y cada uno de nosotros.

Aspiraciones a Jesús.
Alma de Cristo, santifícame. Cuerpo de Cristo, sálvame. Sangre de Cristo,
embriágame. Agua del costado de Cristo, lávame. Pasión de Cristo,
confórtame. Oh mi Buen Jesús, óyeme. Dentro de tus llagas, escóndeme. No
permitas que me aparte de Ti. Del maligno enemigo, defiéndeme. En la hora
de mi muerte llámame y mándame ir a Ti, para que con tus Santos te alabe
por los siglos de los siglos. Amén.

Ofrecimiento de sí mismo
Recibe Señor toda mi libertad. Recibe mi memoria, mi entendímiento y toda
mi voluntad, todo cuanto tengo o poseo, Tú me lo has dado: todo te lo
devuelvo a tu divina voluntad, para que ella me gobierne, sólo te ruego que
me concedas tu amor, junto con tu gracia, y seré bastante rico, no pido otra
cosa.
DE PIE

ORACION POSCOMUNION
Terminada la purificación de los vasos sagrados el sacerdote, invita a los fieles a la acción de
gracias por los dones recibidos.
V/.Dominus vobiscum. V/. El Señor esté con vosotros.
R/. Et cum spíritu tuo. R/. Y con tu espíritu.
OREMUS: OREMOS:

24
Quǽsumus, Dómine Deus noster: ut Te pedimos, Señor Dios nuestro, que
sacrosáncta mystéria, quæ pro por la intercesión de la
reparatiónis nostræ munímine bienaventurada siempre Virgen
contulísti, intercedénte beáta María María, hagas que los misterios
semper Vírgine, et præsens nobis sagrados misterios que nos has dado
remédium esse fácias, et futúrum. para la preservación de nuestra vida
Per Dominum nostrum Jesum espiritual, nos sirvan de remedio
Christum, Filium Tuum, qui Tecum presente y futura. Por nuestro Señor
vivit et regnat in unitate Spiritus Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y
Sancti, Deus, per omnia saecula reina en la unidad del Espíritu Santo
saeculorum. Amen. y es Dios por los siglos de los siglos.
Amén.

DESPEDIDA
Nuevamente desde el centro del Altar, el sacerdote saluda a los fieles:
V/. Dominus vobiscum. V/. El Señor esté con vosotros.
R/. Et cum spíritu tuo. R/. Y con tu espíritu.
Como a continuación de la misa prosigue la procesión, se omite el Ite misa est, y en su lugar
el sacerdote canta:
V. Id, la misa ha terminado.
R. Demos gracias a Dios.

BENDICIÓN
DE RODILLAS
El Sacerdote reza inclinado y en voz baja la oración Placeat tras la cual imparte la bendición
final de la santa Misa.
V/. Benedicat vos Omnipotens Deus V/. Os bendiga Dios Omnipotente,
Pater, Filius et Spiritus Sanctus. Padre, Hijo y Espíritu Santo.
R/. Amen. R/. Amén.

Dada la bendición, el sacerdote recita en voz baja el último Evangelio que es el prólogo del
Evangelio de san Juan, mientras el coro entona un motete de acción de gracias.

25
ACCION DE GRACIAS
ORACIÓN DEL SANTO PADRE PIO
Quédate conmigo, Señor, porque es necesario tenerte presente para que
Yo no te pueda olvidar. Tú sabes que tan fácilmente te abandono. Quédate
conmigo, Señor, porque Yo soy débil y necesito de tu fortaleza, para que no
caiga tan frecuentemente. Quédate conmigo, Señor, porque tú eres mi vida y,
sin Ti, yo estoy sin fervor. Quédate conmigo, Señor, porque tú eres mi luz y,
sin ti, yo estoy en la oscuridad. Quédate conmigo, Señor, para mostrarme tu
voluntad. Quédate conmigo, Señor, para que Yo pueda escuchar tu voz y
seguirte. Quédate conmigo, Señor, porque yo deseo amarte mucho y siempre
estar en tu compañía. Quédate conmigo, Señor, si tú deseas que yo sea fiel a
ti. Quédate conmigo, Señor, pobre como mi alma es, yo deseo que sea un
lugar de consolación para Ti, un nido de amor. Quédate conmigo, Señor,
porque se hace tarde y el día se está terminando, y la vida pasa. La muerte,
el juicio y la eternidad se acercan. Es necesario renovar mi fortaleza, para
que yo no pare en el camino y por eso te necesito. Se está haciendo tarde y
la muerte se aproxima, tengo miedo de la oscuridad, las tentaciones, la
aridez, la cruz, los sufrimientos. O como te necesito, mi Jesús, en esta noche
de exilio. Quédate conmigo, esta noche, Jesús, en la vida con todos los
peligros, te necesito. Déjame reconocerte como lo hicieron tus discípulos en
la partición del pan, para que la Comunión Eucarística sea la luz que
dispersa la oscuridad, la fuerza que me sostiene, el único gozo de mi
corazón. Quédate conmigo, Señor, porque a la hora de mi muerte, quiero
permanecer unido contigo, sino por la Comunión, por lo menos por la gracia
y el amor. Quédate conmigo, Señor, porque solamente eres tú a quien yo
busco, tu amor, tu gracia, tu voluntad, tu corazón, tu espíritu, porque te amo
y te pido no otra recompensa que amarte más y más. Con un amor firme, te
amaré con todo mi corazón mientras aquí en la tierra y continuaré
amándote perfectamente durante toda la eternidad. Amén.

ORACION DE CLEMENTE XI
Creo en ti, Señor, pero ayúdame a creer con firmeza; espero en ti, pero
ayúdame a esperar sin desconfianza; te amo, Señor, pero ayúdame a
demostrarte que te quiero; estoy arrepentido, pero ayúdame a no volver a
ofenderte. Te adoro, Señor, porque eres mi creador y te anhelo porque eres
mi fin; te alabo, porque no te cansas de hacerme el bien y me refugio en ti,
porque eres mi protector. Que tu sabiduría, Señor, me dirija y tu justicia me
reprima; que tu misericordia me consuele y tu poder me defienda. Te
ofrezco, Señor, mis pensamientos, ayúdame a pensar en ti; te ofrezco mis
palabras, ayúdame a hablar de ti; te ofrezco mis obras, ayúdame a cumplir
tu voluntad; te ofrezco mis penas, ayúdame a sufrir por ti. Todo aquello que
quieres tú, Señor, lo quiero yo, precisamente porque lo quieres tú, como tú

26
lo quieras y durante todo el tiempo que lo quieras. Te pido, Señor, que
ilumines mi entendimiento, que fortalezcas mi voluntad, que purifiques mi
corazón y santifiques mi espíritu. Hazme llorar, Señor, mis pecados,
rechazar las tentaciones, vencer mis inclinaciones al mal y cultivar las
virtudes. Dame tu gracia, Señor, para amarte y olvidarme de mí, para buscar
el bien de mi prójimo sin tenerle miedo al mundo. Dame tu gracia para ser
obediente con mis superiores, comprensivo con mis inferiores, solícito con
mis amigos y generoso con mis enemigos. Ayúdame, Señor, a superar con
austeridad el placer, con generosidad la avaricia, con amabilidad la ira, con
fervor la tibieza. Que sepa yo tener prudencia, Señor, al aconsejar, valor en
los peligros, paciencia en las dificultades, sencillez en los éxitos.
Concédeme, Señor, atención al orar, sobriedad al comer, responsabilidad en
mi trabajo y firmeza en mis propósitos. Ayúdame a conservar la pureza de
alma, a ser modesto en mis actitudes, ejemplar en mi trato con el prójimo y
verdaderamente cristiano en mi conducta. Concédeme tu ayuda para
dominar mis instintos, para fomentar en mí tu vida de gracia, para cumplir
tus mandamientos y obtener mi salvación. Enséñame, Señor, a comprender
la pequeñez de lo terreno, la grandeza de lo divino, la brevedad de esta vida
y la eternidad futura. Concédeme, Señor, una buena preparación para la
muerte y un santo temor al juicio, para librarme del infierno y obtener tu
gloria. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

HAZ, SEÑOR, QUE ARDAMOS EN CARIDAD.


Oración de San Antonio María Claret
Haz, Señor, que ardamos en caridad y encendamos un fuego de amor por
donde pasemos; qué deseemos eficazmente y procuremos por todos los
medios contagiar a todos de tu amor.
Qué nada ni nadie nos arredre, Señor. Qué nos gocemos en las privaciones.
Qué abordemos los trabajos, qué abracemos los sacrificios. Qué nos
complazcamos en las calumnias y alegremos en los tormentos. Señor, qué
no pensemos sino como seguir e imitar a Jesucristo en trabajar, sufrir y
procurar siempre y únicamente la mayor gloria tuya
y la salvación de las almas" Amén.

ALMA DE CRISTO
Alma de Cristo, santifícame Anima Christi, sanctifica me.
Cuerpo de Cristo, sálvame Corpus Christi, salve me.
Sangre de Cristo, embriágame Sanguis Christi, inebria me.
Agua del costado de Cristo, lávame Aqua lateris Christi, lava me.
Pasión de Cristo, confórtame Passio Christi, conforta me.
Oh mi Buen Jesús, óyeme O bone Iesu, exaudi me.
Dentro de tus llagas, escóndeme. Intra tua vulnera absconde me.
No permitas que me aparte de Ti Ne permittas me separari a te.

27
Del maligno enemigo, defiéndeme Ab hoste maligno defende me.
En la hora de mi muerte llámame In hora mortis meae voca me.
y mándame ir a Ti, Et iube me venire ad te,
para que con tus Santos te alabe ut cum Sanctis tuis laudem te
Por los siglos de los siglos. in saecula saeculorum.
Amén. Amen.
OFRECIMIENTO
Recibe Señor toda mi libertad. Recibe Súscipe, Dómine, univérsam meam
mi memoria, mi entendimiento y libertátem. Accipe memóriam, inte-
toda mi voluntad, todo cuanto tengo llectum atque voluntátem omnem.
o poseo, Tú me lo has dado: todo te Quidquid hábeo vel possídeo, mihi
lo devuelvo a tu divina voluntad, largítus es: id tibi totum restítuo, ac
para que ella me gobierne, sólo te tuae prorsus voluntáti trado guber-
ruego que me concedas tu amor, nandum. Amores tui solum cum
junto con tu gracia, y seré bastante grátia tua mihi dones, et dives sum
rico, no pido otra cosa. satis, nec áliud quidquam ultra
posco.

ORACIÓN A LA VIRGEN
Oh María, Virgen y Madre Santísima, O María, Virgo et Mater sanctíssima
he recibido a tu Hijo amadísimo, que ecce, suscépi dilectíssimum Filium
concebiste en tus inmaculadas entra- tuum, quem immaculáto útero tuo
ñas, criándolo y alimentándolo con concepísti, genuísti, lactásti, atque
tu pecho, y lo abrazaste suavíssimis ampléxibus strinxísti.
amorosamente. Al mismo que te Ecce, cuis aspéctu laetabáris et
alegraba contemplar y te llenaba de ómnibus delíciis replebáris, illum
gozo, te lo presento y te lo ofrezco ipsum tibi humíliter et amánter
con amor y humildad para que lo repraesénto et óffero tuis brácchiis
abraces, lo quieras con tu corazón y constringéndum, tuo córde
lo ofrezcas como supremo culto de amándum, sanctíssimaeque Trínitate
latría a la Santísima Trinidad, por tu in suprémum latríae cultum, pro tui
honor y por tu gloria y por mis ipsíus honóre et gloria et pro meis
necesidades y las de todo el mundo. totiúsque mundi necesitátibus
Te ruego, piadosísima Madre, que me offeréndum. Rogo ergo te, píísima
alcances el perdón de todos mis Mater, ímpetra mihi véniam ómnium
pecados y gracia abundante para peccátorum meórum, uberémque
servirte desde ahora con mayor grátiam ipsi deínceps fidélius
fidelidad, y por último, la gracia de la serviéndi, ac dénique grátiam
perseverancia final, para que pueda finálem, ut eum tecum laudáre
alabarte contigo por los siglos de los possim per ómnia saecula
siglos. Amén. saeculorum. Amen

28
APÉNDICE
KYRIAL DE ANGELIS
Kyrie

Señor,
ten piedad.
Cristo,
ten piedad.
Señor,
ten piedad.

Gloria
Gloria a Dios
en el cielo,
y en la tierra
paz a los
hom-bres
que ama el
Señor. Por tu
inmensa
gloria te
alaba-mos,
te bende-
cimos, te
ado-ramos,
te
glorificamos
, te damos
gra-cias,
Señor Dios,
Rey ce-
lestial, Dios
Padre todo-
poderoso
Señor, Hijo
único, Jesu-
cristo.
Señor Dios,

29
Cordero de
Dios, Hijo
del Padre; tú
que quitas el
pecado del
mundo, ten
piedad de
nosotros; tú
que quitas el
pecado del
mundo,
atien-de
nuestra
súplica; tú
que estás
sentado a la
derecha del
Padre, ten
piedad de
nosotros;
porque sólo
tú eres
Santo,
sólo tú
Señor, sólo
tú Altísimo,
Jesucristo,
con el
Espíritu
Santo en la
gloria de
Dios Padre.
Amén.

30
Credo III
Creo en un
solo Dios,
Padre Todo-
poderoso,
Creador del
cielo y de la
tierra, de
todo lo
visible y lo
invisible.
Creo en un
solo Señor,
Jesucristo,
Hijo único de
Dios, nacido
del Padre
antes de
todos los
siglos: Dios
de Dios, Luz
de Luz, Dios
verdadero de
Dios
verdadero,
engendrado,
no creado, de
la misma
naturaleza
del Padre,
por quien
todo fue
hecho;
que por
nosotros, los
hombres, y
por nuestra
salvación
bajó del
cielo,
(DE RODILLAS)
y por obra
del Espíritu
Santo se
encarnó de
María, la
Virgen, y se

31
hizo hombre;
y por nuestra
causa fue
crucificado
en tiempos
de Poncio
Pilato;
padeció y fue
sepultado, y
resucitó al
tercer día,
según las
Escrituras, y
subió al
cielo, y está
sentado a la
derecha del
Padre; y de
nuevo vendrá
con gloria
para juzgar
a, vivos y
muertos, y
su reino no
tendrá fin.
Creo en el
Espíritu
Santo, Señor
y dador de
vida, que
procede del
Padre y del
Hijo, que con
el Padre y el
Hijo recibe
una misma
adoración y
gloria, y que
habló por los
profetas.
Creo en la
Iglesia, que
es una,
santa,
católica y
apostólica.
Confieso que

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hay un solo
Bautismo
para el
perdón de
los pecados.
Espero la
resurrección
de los
muertos
(SE SIGNAN)
y la vida del
mundo
futuro.
Amén.

Sanctus
Santo,
Santo, Santo
es el Señor
Dios de los
ejércitos.
Llenos están
el cielo y la
tierra de tu
gloria.
Hosanna en
el cielo.
Bendito el
que viene en
nombre del
Señor.
Hosanna en
el cielo.

33
Agnus Dei

Cordero de
Dios que
quitas el
pecado del
mundo, ten
piedad de
nosotros. (2)
Cordero de
Dios que quitas
el pecado del
mundo, danos
la paz.

Ite missa est

V. Id, la misa ha
terminado.
R. Demos gracias a Dios.

34
Afectos y súplicas
en la Presentación del Niño Jesús en el Templo
San Alfonso María de Ligorio
Eterno Padre, yo miserable pecador, reo de mil infiernos, hoy
me presento a Vos. Dios de infinita majestad, y os ofrezco mi
pobre corazón; pero ¡Oh, Señor! ¿Qué corazón os ofrezco? Uno,
que no ha sabido amaros, antes bien os ha ofendido tanto, y os ha
hecho traición tantas veces; pero ahora os lo ofrezco arrepentido,
y resuelto de volver a amaros a toda costa y obedeceros en todo.
, y atraedme todo a vuestro amor. Yo no merezco ser
escuchado, más bien lo merece vuestro Hijo, quién aún niño se
ofrece a Vos en sacrificio por mi salvación.
Este Hijo y su sacrificio por mi salvación. Este Hijo y su
sacrificio os ofrezco, y en él pongo todas mis esperanzas. Os doy
gracias, Padre mío, porque le habéis enviado a la tierra a
sacrificarse por mí.
Os doy gracias, o Verbo encarnado, Cordero Divino que os
ofrecisteis a la muerte por mi alma. Os amo, carísimo Redentor, y
sólo a Vos quiero amar, ya que fuera de Vos no hallo quién por
salvarme haya ofrecido y sacrificado su vida.
Me hace llorar al ver que con los demás he sido agradecido, y
solo con Vos he sido ingrato; pero Vos no queréis mi muerte, sino
que me convierta y viva. Sí, Jesús mío, a Vos vuelvo, y me
arrepiento con todo el corazón de haberos ofendido, y de haber
ofendido a un Dios que se ha sacrificado por mí.
Dadme la vida; ella la empleará en amaros a Vos, sumo bien:
haced que os ame y nada más os pido.
María, madre mía, Vos ofrecisteis entonces en el templo a este
Hijo también por mí. Volvedle a ofrecer ahora, y rogad al eterno
Padre que por el amor de Jesús me acepte por suyo.
Y Vos, Reina mía, recibidme por Hijo vuestro y perpetuo siervo. Si
yo soy vuestro siervo, lo seré igualmente de vuestro Hijo.

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