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GUILLERMO ROJO CLAUSULAS Y ORACIONES Ay 6°: 8 ANUAmD|GALLRoG DB MLOLOGIA Anejo 14 Universidad de Santiago de Compostela viass, Anuario Gallego de Filologia Contenido det volumen 1, 1974 ARTICULOS: H. Mute, Problemas de granitiea gallega (Di A. Sueraanins, Cont bociGn pra un estudio das pariculas Eonparaivas que-co, como—coma eh gleto: R Cinaalio Catena, La consitucion del galego como lengua exis J. L. Passtno, Em forno a una cantiza de escario el Rey Sabo M. ‘ALvas, Calica en Ia arto: ‘galls linglistca; J. Me PLEL, Soure uma saponta sdeticayio dou toponimos 2 por. Grobe, Grova, ete, com 0 insnimo prévomare Grovir G, Rov, ta temporahdad verbal en espatol, C, Guacls, Amanecer en paleper R. Lowevao Vizques Alguns’ onsideracones det liso galego medieval JL” Covering, Notas etao-ingulstiess fen torno a Tn pesca de Ho. en Gallia (eo Mande); M. C. Rios Pabst, Vids matt ‘eiea de Suds. "NOTAS. REVISTA DE LIBROS. Contenido del vounen 1, 1978 NECROLOGICA: dnibal Otero ({911-1914). ARTICULGS: C. Pextotin OTuR0, Ter- ‘minologa-y teorla qramticals H. Asien, Problemas Ge eras allen (HJ. M Piet, Novos fragmentos de toponinia gain orlunda de somes latinos de seahoris rua, meer A. Saini Bl advetp gal, A.M. Earns No, Tender lat lings en ol espa co; R. Louenzo, Et rotaciimo en as Tengass fi Roots CastuiLano, Puatalzacia de la ‘L inial en fa Asturias Tia eee ‘Canc Remi dtp te ales Pa, “Papletes: de nombres de poses" del P. Ge. J. Sobreva: F. Mancos Mats, Probie. mas de fedaccign de fos dicconaron hswicos’ A Monsazio Lise, Sobre la (ontica 4 cleros srabismos y cb topinimo ALBELDA; G. Roto, Sobre la oordnacion de Adictvor en in frase acminal y cucitions coperas, R. rach Gascla, Notas tno: linguseas da terra de Melize! O pany S. Lorex’ Facat, Notas etooinglisicas ae ‘Toba (Cee). NOTAS. REVISTA De LIBROS. Contenido det yokmen Wl, 1876 ARTICULOS: Josey M. Pict, Une imal bem esabelcida, sventuroramente on lesiada:. bravo nes de la oracién atiende a la forma, esto es, a su estructura en sujeto y predicado” (ibid., I, § 24; eff. supra, apdo. 1. 1.). Dan el nombre de ‘proposiciones’ a las “expresiones que son oraciones por la forma pero no por el sentido” (ibid., Il, § 19). Puesto que la oracién segtin la forma es a union de sujeto y pre- dicado y la proposiciGn es una oracién por la forma, pero no por el contenido, en la definicién de ‘proposicién’ coinciden con Bello. Sin ‘embargo, el juego con las dos definiciones los arrastra a posturas difi- tiles de mantener, Asf, aunque reconocen que el esquema bisico de la oracién (en cualquiera de las definiciones) es, precisamente, / suje- to + predicado / , se ven obligados a aceptar la existencia de “oracio- ‘es sin esta forma especial, que consisten en un solo miembro: ;fize- gol, jqué alegrial, ja: horal; Itueve” (AlonsoHenriquer, 1938, I, § 25), alas que dan él nombre de ‘oraciones unimembres’. Llamar ‘oraciones unimembres’ (lo cual supone considerarlas un ‘ipo especial de oraciones) a las que lo son por el contenido, pero no por la forma, es un tanto inconsecuente con la denominacion de ‘pro- osiciones’ aplicada a las que “son oraciones por la forma, pero no por el sentido”. Si ;Socorro/ es una clase especial de oracion, tam- bién una secuencia como (1 c) puede ser un tipo especial de oracién (oracién no-independiente, por ejemplo). ¥ si, por el contrario, apli cando su razonamiento segtin el cual no se puede amar oraciones a las secuencias que lo son por la forma, pero no por el contenido, y, por tanto, (I c) es una proposicion, ;Socorra! no puede ser un tipo ‘especial de oracion, puesto que no reine los requisitos formales, es- pecialmente si se tiene en cuenta que rechazan de modo explicito la feorfa de la elipsis'*. Es indudable que la utilizacién de estos dos criterios se debe a la influencia de la ‘proposicién’ de Bello (pero ctr. infra, apdo. 2.2). En la mayor parte de los manuales publicados tltimamente se sigue la Linea de Alonso y Henriquez. Asf, entre otros, Hernéndez (14) Con sis propia paras, “como on ellad Is partes qu dice mpenlas 1 han sid tampco pensada,y ls oraciones usimenbres expresn con fu propos mets 1m vento completo, I grunitica modern prefere estudiar como una cae aparte de ‘radones” (Alonso Hone Fes, 19381125). a (ORACION FERSUS PROPOSICION Alonso (1971)!*, M. Seco (1972)'*, Marcos Marin (1974)'7 y Al- ‘cina-Blecua (1975)! diferencian entre ‘oracién' y ‘proposicién’. (05) Para Hemindes Alonso, le omcn os“ uniat del habla correspondiente & cote puiguct, fomata por clementoe que partcpan en rgimen funcional yexructurao, fon independenci fondtica y gamle y autonuficnca serfatica™ (1971, 3). Lines ie ahao firma: “Hablaremos de eracin Hempre que entendamos un merit Con indepen dencia gratia y capar de representa un pamiento o un vei; pedsamente ds tingirenoe I raion de la popostetn por este carter independiente dea primers y por nantonfcenciasigiientin” (i, 3132). Entre ambas afmacionés bay ua ler lferencia. Sepia defini nic aso ‘uence de (2) 10 oracione, No lo son, en cabo, spin segunda ca, puesto que equ te exige tabla wr nner. Por oto lado, wemds del nica ene! mgundo texto reproducklo, Herndder m- ‘ex el tdamin ropolelin’on un entio dint, Al refers as yuxtapustasafema (gue “etre elas cracone, hay que diingut un grupo de propoiones independents, e+ ‘eteriia de un elo cortado(..)" (bi, 100. Sis propositoneseaeem, ein Gefen enter, de Independencia anata, no puede ber ‘propodcone indepen- ‘lente’ Pobablemente, propon indica auto mismo queen Bell. (16) M, Seo etd may prixino & le formulackn de Alonso y Henrique. En primer Inga define In crackn come “una sniad de comuaicarin contiuld pr un conunt de ‘paibrs Pero er ona unde de comunicaiin mini, esa forma mis pueta de mens je" (Seco, 1972, 71). Laeg Ia crictreadede el punto de vies fonolégco (ra etre ‘Pusat tene eatonaein independiente) eldel content (consta de tema y tex) yeldel ‘tract (eto proticato). Reconoce la exstncia de “un tipo expel deoraciones ‘que no Goen I etructa oral eto pediado” (i, 74). "En ott lps, define is ‘propodcones de uns forma que, pr fo menos, et x tea: “Las oraiones que no funconan como tls oraciones, sno queso deserapefan unt fancin (de adetiow ot) dentro de ota orc, e Haman proposcone!" (Bi, 112). en pote: “Tradicbnalmente recben el nombre de ‘eracones subordinaa' eo, puesto que te fincionan como oracions, no parece eproplado spur Uurdodcas ai” (bid, nota (2) “Reservamos et témino orcn para expreién con sentido completo; mien- ‘masque mnamos proporctn alos ‘miembros de orca con forma de ern’, poe 02 comaciones por It forms, pero no por el snide son simple seovencinntctes in wentido completo” (Mascot Marin, 1974,256) (18) “La proposcia rd, pus, uaa orca tanspueta come elemento orsconsl 0 'u onckin ncaa em eleauem de on vetbo dominate” (Alena lees, 1975, 976). Y, pot ot lado, “cutndo el enuneado saborinadogramaticalmente no e un ekmento com: platvo como fo sone! st, ef complemento directo o lo elementos reios, todos els fstrechamente Vaculaos ul vabo dominant, frente alo visto nteiormente es posble lar una orcénprncpal on snide completo (...) En etos casos mantendré el trai. onal témine de onciin storia, en hat de propodcén, pas nonbnar elemento dependiente” (Bi, 9761). Eta distincsn recueta cranente a le eaubleca por Alon so y Hensiguez entre ‘nordinaay (qui propoiiones)y ‘ubordinadas (au sbortindas ‘bid. Cent. ado 6.2, 2.2. CRITICADELA DISTINGION 31 2.2. Critica de la distincién. A pesar de Ia importancia de tan notable coincidencia entre au- tores de orientaciones relativamente distintas, oponer ‘oracién’ y ‘proposici6n” presenta varios inconvenientes, En primer lugar, el tér- mino posee una fuerte carga connotativa causada por su origen (la Logica). No habria demasiados inconvenientes en llamar ‘proposi- sién’ a la unién de sujeto y predicado (lingifstices) y, forzando un tanto los crterios, dar el nombre de ‘oracién’ a la proposicién (0 con- junto de proposiciones, si se quiere) que posea sentido completo e dependenciasintictica, Esa es, precisamente la formulacién de Bello. En los autores posteriores, el camino se ha invertido, Se llama ‘ors. cién’ a Ia unién de sujeto y predicado que posee sentido completo independencia sintéctica. ProposiciGn’ es, en cambio, la unién de un sujeto y un predicado que no posee estas dos caracteristicas. Esto es, mientras en Bello toda oracién es también tna proposicion (0 un conjunto de proposiciones), en los demés autores citados en el parra- {o anterior es al contrario: la proposicin es concebida como una es- pecie de oracién a la que falta un rasgo fundamental para sero ente- ramente. La formulacién de Bello puede considerarse acorde con Ia tradici6n Logica y linglstica, pero no ocurre lo misrao en los dems. En segundo lugar, el rasgo que se considera bisico para diferen- iar entre oraciones y proposiciones —la independencia sintéctica— solo puede ser entendido, a mi modo de ver, en el sentido de Zawa- dowski: carencia de relaciones sintagméticas con elementos exterio- xes, La otra posibilidad es empleario en un sentido préximo al de la radicional segin la cual oracidn principal es la que tiene este es, la que podria aparecer aislada en la misma forma. Esta acepcién es inutilizable puesto que (aparte de que tener independencia sintactica no es lo mismo que poder tenerla sin altera- ciones en la forma), muchas principales —(3 c) entre ellas— no po- rian aparecer aisladas y buena parte de las subordinadas podrian aparecer aisladas-(3 d), por ejemplo— si se les suprimiera el elemento ‘que, precisamente, sive para marcar su integracién en un conjunto ids amplio (6 ‘sin necesidad de ello en el caso de una subordinada For yuxtaposcién). Incluso aceptando Ia independencia sintéctica en 2 ‘ORACION VERSUS PROPOSICION este segundo sentido, habria que decir que (3 c) es una proposicién, puesto que no podria darseaislada en esa forma. De todos modos, creo que Ia tinica acepcién valida es la de Za- wadowski, Entendida asi, en (3 6) hay dos proposiciones, ya que tat to (3 c) como (3 d) estén conectadas sintécticamente y, por tanto, carecen de independencia. Podrfamos decir entonces que (3 ¢) es una ‘proposicion principal’ y (3 d) una ‘proposici6n subordinada’, con lo ccual desaparecerfa la distincidn entre oracién y proposici6n tal como manejada habitualmente para volver al sentido en que la emplea Bello, Por la misma razon, habria que aceptar que en (4) (4 a) El Gobierno ha devaluado la peseta y los periédicos lo han ‘anunciado con grandes titulares. (4 b) ET Gobierno ha devaluado 1a peseta y los periédicos to han ‘anunciado con grandes titulares. (4 ©) El Gobiemo ha devaluato la peseta y los periédicos fo han ‘anunciado con grandes titulares (4 a) esté formada por dos proposiciones: (4 b) y (4 ¢). No son inde- pendientes puesto que estén coordinadas y, por tanto, mantienen re- laciones sintagmiéticas, Sin embargo, los que utilizan la distincion en- tre proposicion y oracion en el sentido a que me estoy refiriendo en este apartado hablan de ‘oraciones coordinadas’, ‘oraciones yuxta- puestas’ y ‘proposiciones subordinadas’. En otras palabras, mds que la que carece de independencia sintéctica, Ia proposicién es 1a oracién subordinada tradicional, la que est& contenida como elemento de una secuencia més amplia'”. Sin que ello suponga restar importancia a los puntos anteriores, el hecho fundamental sigue siendo la dudosa validez de mezclar cri- terios internos a la escala de unidades gramaticales con criterios ex- temos a ella. En lo que alla distincién entre oraci6n y proposicién se refiere, hay, en primer lugar, el problema de la coherencia de las dis- tintas definiciones en el interior de cada teorfa, No considero Iicito, ‘por ejemplo, definir la oracién como unién de sujeto y predicado y, ‘a continuacién, diferenciar entre oracién y proposicién segin exista (09) Herindee Alonso reconoceexpictamente que “a poposicin es sinemiatica 1 shal vometida al estructura de otra nid orclonal superior, donde hay un érmino Principal megente™ (1971, 18 2.3. ESTUDIO DE ALGUNAS SOLUCIONES ALTERNATIVAS B © no independencia sintactica (especialmente, si al tiempo se admite {que son oraciones secuencias no formadas por sujeto y predicado). Me parece claro también que amar ‘proposicion’ a (3 d) porque ca- rece de independencia sintictica implica forzosamente aplicar la mi ‘ma etiqueta a (3 c), (4 b) y (4c). En segundo lugar, o se lama ‘ora- cin’ a la secuencia con independencia sintactica 0 se da este nombre a la que presenta un cierto tipo de elementos constituyentes. Si se opta por la primera posibilidad, oracién no puede oponerse a palabra ni a frase, puesto que estas unidades pueden ser sintcticamente inde- pendientes. Y si se elige la segunda, no tiene sentido emplear como definitorio un rasgo que se puede dar en otro tipo de unidades. Si de comodidad se trata, oponer oracién a proposicién (que oculta la identidad fundamental)?" no es mucho més operativo que oponer, por ejemplo, ‘oracién independiente’ a ‘oracién no-independiente’ (mis general que ‘oracion dependiente’) que, en cambio, muestra la ‘dentidad en cuanto a categoria y sitéa la diferencia en ¢l lugar ade- cuado, 2.3. Estudio de algunas soluciones alternativas. Puede pensarse en algunas soluciones altemnativas, La primera de ellas serfa dar el nombre de ‘proposiciones’ a las secuencias con valor predicativo y un signo diferenciado y gramatical de predicacién y de- finir 1a oracién como la proposicion que posee independencia sintéc- tica (que es, aproximadamente, la postura de Bello).De este modo, G 0) y (3 d) serfan proposiciones, 1o mismo que (4b) y (4¢);(3 a) seria una oracion; (3 b) y (4 a) recibirian un nombre distinto puesto que tienen dos signos de predicacién, no uno. Esta solucién presenta al inconveniente, repetidamente seflalado, de que hay secuencias que xo tienen un signo especifico de predicacién y, en cambio, son inde- pendientes. Si la independencia sintdctica nos hace diferenciar entre proposicién y oracién, habria también que diferenciar, con términos (20) Sin embargo et entdad es seatida por todos los autores cao. La afims a de M,Sec0 de quelasprposione won “oracoges que ao funclonan como te or ones” (1972, 113) es, « pesardefextrato de formulaién, pefectameate clara neste seni, 4 ‘ORACION VERSUS PROFOSICION distintos, entre las frases con independencia sintéctica y las frases que ccarecen de ella, y lo mismo con respecto a las palabras. Con ello que- daria perfectamente patente la pertenencia de los rasgos a esferas dis- tintas, por lo cual serfa preferible volver a la diferenciacién propuesta anteriormente: enunciado / no enunciado por una parte y oracién / frase / palabra por otra. tra posibilidad serfa, usando también la distincion entre ore ion y enunciado, definir la oracién como el enunciado que posee un Signo especifico y segmental de predicacién. Con ello, afadimos alos rasgos internos a la escala principal factores exteriores a ella (el entin- ciado ha de ser, entre otras cosas, sintdcticamente independiente). Es- ta formulacion, semejante a la anterior, tiene sobre ella la ventaja de poner de manifiesto las dos perspectivas que utiliza. La oracién seria, ‘imulténeamente, una unidad gramatical y una unidad del discurso, La cadena con valor predicativo y un signo espectfico de predicacion {que no fuera, al tiempo, enunciado, serfa una ‘proposicion’, mientras que el enunciado que no tuviera un signo especifico de predicacion serfa, por ejemplo, una frase que constituye enunciado o una palabra ‘que constituye enunciado. Con este enfoque, (3 a) seria una oracién; (3 ¢), (3 4), (4b) (4 ©) serfan ‘proposiciones’; (3b) y (4 a) serfan un tipo especial de enunciados @ los que habria que buscar otro nombre o bien, de forma fltemnativa, una oracién (a condicion de considerar que la oracién puede contener mds de un signo de predicaci6n, vid. infra); Devalua- ‘én de la peseta (como titular de un periédico) seria, en cambio, un enunciado, pero no una oracion. La distinci6n ofrece un considerable interés inicial, pero tropie- za con graves dificultades cuando es examinada més a fondo. Aunque hhabria mezela de eriterios en la definicién de oracion, es posible que ‘el cardcter de esta unidad (habitualmente considerada como el grado mis alto de la escala de unidades gramaticales) permitiera mantenerla ‘ast, Las dificultades proceden, fundamentalmente, de que es necesa tio tener en cuenta que las secuencias no independientes sintictica- mente pueden ser mucho més complicadas que, por ejemplo, (3 4). ‘Cuando se propone diferenciar entre oracién y proposicién, habitual- mente se piensa en secuencias como (3 b), pero hay que tener en uenta hechos como los que aparecen en las secuencias de (5) y (6) 2.3 ESTUDIO DE ALGUNAS SOLUCIONES ALTERNATIVAS 35 (5 8) Los periédicos dicen que si el Gobierno no hubiera devaluado la eseta, las consecuenclas habrian sido graves a corto plaz. (5 b) Este ¢s un argumento que he omitido porque resulta dificil de ‘manejar ©) Me han dicho que el Gobierno ha devaluado la peseta y (que) os peri6dicos lo han anunciado con grandes titulares. G 4) Los periédicos dicen que sel Gobierno no hubiera devaluado la eseta, las consecuencias habrian sido graves a corto plazo. G 6) Este es un argumento que ke omitido porque resulta dificil de ‘manejar, (5 Me han dicho que ef Gobierno ha devaluado la peseta y (que) los periddicos lo han anunciado con grandes titulares. (6 8) He lefdo que ef Gobierno ha comunicado que va a devaluar la peseta, (6 b) He leido que el Gobierno ha comunicado que va a devaluar la eseta. (6 0) He leido que ef Gobierno ha comunicado que va a devaluar la eseta (6 d) He leido que el Gobiemo ha comunicado que va a devaluar la eseta. (6 €) He letdo que el Gobierno ha comunicado que va a devaluar la peseta. Si se mantiene el requisito de que la oracion debe contener un Unico signo de predicacién (una forma del verbo finito en el caso més, habitual) y, al tiempo, se quiere diferenciar entre oracién y proposi- cién segan exista o no independencia sintictica, (5 a) - (5 c) y(6e) serian algo distinto de una oracién, a lo cual habria que buscar un nombre especial. (6 d) tampoco serfa una oracién, puesto que man- tiene relaciones sintécticas con (6 c). A (6 c) habria que buscarle también otro nombre, distinto del aplicado a, por ejemplo, (6 c), puesto que entre ells existe una diferencia que, en este enfoque es fundamental (la misma que servia para diferenciar entre (3 a) y 3 d) ): Ia existencia o inexistencia de independencia sintéctica. (6 4) seria una ‘proposicion principal’. (6 a) serfa,al tiempo, una ‘proposi- cion principal’ de la cual depende (6 b) y una ‘proposicin subordina- da’, dependiente de (6 d). Todo ello levarfa a una considerable con- fusion en la que, ademés, se pienden generalizaciones que pueden ser importantes. % ORACION VERSUS PROPOSICIO! Si se altera la definici6n de oracién para permitir que conteng mds de un signo de predicacién (y poder hablar, por tanto, de oracio nes simples y oraciones compuestas), (5 a), (5 b) y (5 ¢) serfan ora ciones compuestas. En cambio, (5 4), (5 ¢) y (5 f) no podrian se consideradas como oraciones, puesto que carecen de independenci: sintdctica y, en consecuencia, no son enunciados (recuérdese que es tamos considerando la posibilidad de definir la oracién como el enun ciado que pose, ademds, algunas otras caracterfsticas). (5 d), (Se) (5 f) serfan, pues, ‘proposiciones’, Ahora bien, si se establece algun: diferencia entre (3 a) y (3 b) (oracién simple frente a oracién com puesta, por ejemplo), parece claro que esta distincidn deberia apare cer también entre (3 d) de un lado y (5 d), (5 e) y (5 f) de otro. (3 d) seria una ‘proposicién simple’ y (5 d) - (5 f) serfan ‘proposiciones compuestas’. ¥ si se establece alguna diferencia entre (3 ¢) y (3 d) (principal frente a subordinada), la misma distincién debe aparecer entre (6 a) y (6 b). (6 a) seria la ‘proposicion principal’ de la ‘propo- sicion compuesta’ (6 ¢); (6 b), la ‘proposicién subordinada’ de la ‘proposicién compuesta’ (6 c); (6 c) seria una ‘propoxici6n compues- ta’ inserta en la ‘oraci6n’ (6 e). En otras palabras, entre las proposiciones habria que establecer las mismas distinciones que entre las oraciones, lo cual es perfecta- ‘mente logico puesto que los rasgos internos a la escala son los mismos y la Gnica diferencia radica en la posesién o no posesién de indepen encia sintéctica. Con tales consecuencias, creo que se puede concluir que la distinci6n entre proposicién y oracién (con el sentido que po- see en los trabajos a que he hecho referencia) es totalmente innecesa- ria, La existencia de independencia sintactica (que, ademds, se puede dar en secuencias que no son oraciones ni proposiciones) no parece justificar una distincién tan tajante entre secuencias que, en los ras- ‘g0s auténticamente gramaticales (que son los que importan en la es- cala de unidades), coinciden totalmente. 3. ORACION SIMPLE Y ORACION COMPUESTA. CLAUSULA Y ORACION 3.1. Oracién simple y oracién compuesta. En el apartado 1. 5. aceptamos la propuesta de Zawadowski se- trin Ia cual Ta oracién es la secuencia con valor predicativo que pose un signo especifico y segmental de predicacién, definicion relativa- mente préxima a la més tradicional, De lo expuesto en el apartado 2 se deduce que es inadecuato diferenciar entre ‘oracion’ y ‘proposi- sin’ a partir de la existencia 0 inexistencia de independencia sintic- tica, con lo que estamos de nuevo en el punto de vista de Zawadows- Si se acepta su definicién, de las secuencias de (3) son oraciones ®, Bo) y Gd). Gb), en cambio, es una secuencia constituida por dos oraciones: (3 c) y (3 d). Evidentemente, eso es decir muy oco. Es necesario enfrentarse con la existencia de secuenciss como (3 by y, si se considera adecuado, asignarles un lugar en Ia escala de unidades gramaticales. Las posibilidades que surgen inmediatamente son: (7 a) Mantener sin alteraciones la definiciOn anterior de oraciOn, de ‘modo que secuencias como (3 b) constituirfan agrupaciones de oraciones y, quizd, unidades no estrictamente gramaticales. (7b) Modificar la definicidn anterior para permitir la existencia de oraciones con uno, dos o més sisnos especificos y segmentales de predicacion (oraciones simples y compuestas). (7 e) Conservar Ia definicién anterior y crear otro término para la se- ‘cuencia en Ja que hay dos o més oraciones conectadas sintéctica- mente: ‘periodo’, por ejemplo. (7 4) lamar ‘cldusula’ a To que hemos venido Yamando ‘oracién’ y reservar este ultimo término para la secuencia en la que hay dos ‘o més cléysutes conectadas gramaticalmente ** (21) Las teminologiesemplenasocultan con demasila frecuencia diferencias y 8 CLAUSULA ¥ ORACION Segiin (7 a), (3 a) es una oracion y (3 b) es una agrupacion de oraciones. Segin (7 b), tanto (3 a) como (3 b) son oraciones. Segin (7 0), (a) es una oracion y (3 b) es un perfodo. Finalmente, si se acepta (7 d), (3 2) es una clausula y (3 b) es una oracién. Con el anterior se entrecruza otro problema del que me ocupané cen el apartado 6. 1., pero que debe ser planteado aqui. Formulado en términos de (7 b) seria el siguiente: {En (3 b) hay efectivamente dos oraciones (que serfan (3 c) y (3 d) ) 0, por el contrario, hay una ore- ‘cién -(3 b)= que contiene en su interior, como un elemento que de- sempefia una determinada funcién, otra oracién (que seria (3 d) )? El dilema se plantea también, aunque de forma ligeramente distinta, en (7.0) y (74). No se da, en cambio, en (7 a). Tendriamos, pues, con- servando el paralelismo con (7): semejanzes extents ease iat custo posbilades epuntads. Esti caro que (76) y (7d) ton equiaentss, aunque emplean tenis dtintos. 72) pone que ls oacéa,deinida 3 valor prdiatve que pose un eno expec yspmental de pede Aetna solo hay, por tanto, sgapacén de orcones. (76) reconoce In exienci de dot fpandes puposo tips de oracones simpler ycompuetes;peetnecen, puts, l mismo nivel {En (Te) (18), en ambi, hay dos nvlescstits, Ahora bene algunas oeaones ase ‘xn Jos téaninoe‘oracincompuesa¢ incluso ‘priodo’en un perspectiva genera asim ‘le a (2, o ext! provocs paves confines. La diferencia con (Tb) y (0 race en Que, 8 pat def utlizactbn dete tminos, on una secumca como (3b) nos econoee ap: ‘ein de una widad pci, so que haba simplemente de ‘unin de orscione' oso ‘Como. vert contnuacn, (7s) no es an infrecuente como podria pensar, Por dat solo un par de gemplossjens aa lagen expat, eta parce ser Is postu de ‘Benveiste “fast done rconnaive quel lveu ctégorématque comport sealmest tne fore speiSnue €énonoé Engurtique, Is propostion; celle-i ne constitu pas une Clhse units dstinctives Cet pouruol proposition ne peut entzer comme partic dans tne toaité de rng plus lev. Une proposition peut seulement pride ov sive une autre propostion, dans un rapport de consuton, Ua groupe de propodtions ne constiue pat Ae und dun one upésicur a laproposion. Da" y apasde niveau Kngsisiqe au del do ‘ven eatéprtnatique™ @envenise, 1962, 273-4; p. 128 del trad. cast; wl as enitas de, ene tos, Wie, Cemochan y Pike en Lust, 1962, 275 s). ‘Come serultade Kgco de su mado de defi Ia orcin, (Tees amblén la postin de Zawsdowsi, aunque dea abit ot posbiida al aes que “ii notsyautly wel ‘sublihel whether the scald ubordaate aus ar all or-predlcats or some of them fave predictive function...) It must be rmusked thatthe traditional mpreason (..) {hat al abosdnste cles’ have proicatve fneton is entirely eroneut” (Zawalow 1911, 105. 3.1. ORACION SIMPLE Y ORACION COMPLESTA » (B a) En (3 b), que es una agrupacién de oraciones, hay dos oracio- nes: (3.0) y (34). (8 b) En (3 b), que es una oracion (compuesta), hay dos oraciones: BoyGd). @ b) G b) es una oracién que contiene en su interior otra oracién (subordinada), que es(3 d) (8 c) (3 b) es un perfodo que contiene dos oraciones: (3 c) y (3 d). (8 c’) @ b)es un perfodo que contiene en su interior una oracion (su ‘bordinada): (3 d), (8 4) (3 b) es una oracién que contiene dos cléusulas: (3.c) y (3 d), (8 €’) (3 b) es una oracién que contiene, en su interior, una cidusula: Go. En lo que respects al primer punto, la lingistica espaftola se ha movido tradicionalmente entre (7 a) y (7 b). A pesar de que las apa riencias (especialmente Ia terminologfa empleada) nos inclinarian a pensar en (7 b) como soluciin habitual, lo cierto es que existe tin sentimiento continuo de que la unidad gramatical es la oracién sim- pple, mientras que la que recibe el nombre de oracién compuesta es concebida tinicamente como una agrupacién de las consideradas co- mo auténticas oraciones: las simples. Esta es, por ejemplo, la postura mantenida en (Academia, 1931), con la complicacién adicional de usar, al lado de oracién compuesta, cl término ‘perfodo’, creando ax la falsa apariencia de defender Ia so- lucién (7 ¢): “La sintaxis nos ensefia el modo como deben enlazarse ‘unas palabras con otras para formar la oraciGn gramatical, y también las oraciones entre sf para formar la oracién compuesta o periodo” (Academia, 1931, § 190). Segin esto, los términos ‘oracién com- puesta’ y ‘perfodo’ son equivalentes y, ademas, se oponen a la ‘ora- cién gramatical’ (la simple). Esta postura parece claramente asimila- ble a (7 2). Sin embargo, inmediatamente a continuacion se amplia el concepto de ‘oracién gramatical’: “El objeto de la Sintaxis es, pues, el estudio de Ia oracién gramatical, y segtin sea ésta simple o com- puesta se divide en Sintaxis de la oracién simple y Sintaxis de la ora- idm compuesta” (ibidem). Al estar incluida la compuesta en la ‘ora cin gramatical’, estamos yé en (7 b). Esta vacilacin aparece continuamente a través de las péginas dedicadas a la ‘sintaxis de la oracién compuesta’. En unos casos, la 0 CCLAUSULA Y ORACION ‘unidad fundamental parece ser la simple, a la que se aplica el término “oracién’ sin restrictives, y la compuesta no es mas que una agrupa- cin de oraciones simples. Asi, por ejemplo, en lugar de hablar de lo que desde una perspectiva como (7 b) serian ‘oraciones compuestas por coordinacién y subordinacién’, el primer apartado del capitulo XXII tiene como titulo ‘La coordinacién y la subordinacion de las “oraciones’. Las que llama ‘oraciones coordinadas’ son definidas como aquellas en las que “el juicio enunciado en cada una de ellas se expre- sa como independiente del indicado por las demés” (Academia, 1931, § 316), esto es, aplican el término a cada una de las simples que mantienen una relacién de coordinacién con otras y no a la se- ‘cuencia total (Ia que serfa una oracién compuesta por coordinacién). En cambio, reconoce que “las oraciones subordinadas desempefian en Ja oracién ‘compuesta el mismo oficio que los complementos del nombre o del verbo en Ia oracion simple" (ibid., § 349), con lo cual parece que la compuesta es considerada como un tipo especial de ora- cién?®. En los capftulos XXII a XXV, mas que referirse a la oracién ‘compuesta que tiene en su interior una subordinada, se habla de los. diversos tipos de oraciones subordinadas. Con bastante frecuencia, el término especial no se aplica a la oracién compuesta como un todo, sino a Ia subordinada, Asi, las ‘oraciones consecutivas’ son las que “expresan la consecuencia de una accién, circunstancia 0 cualidad in- dicada en la oracién principal” (ibid., § 432); de las ‘oraciones con- dicionales’ se dice que “son correlativas, como todas las subordinadas adverbiales” (ibid., § 433 a); las ‘oraciones concesivas’ son “entre las subordinadas adverbiales, 1o que las adversativas entre las coordins- das” (ibid., § 438), etc, En cambio, de las ‘oraciones comparativas’ se dice que “son aquellas que expresan el resultado de la compare. cién de dos conceptos” (ibid., § 417) y se mantiene que “el perfodo condicional (. . .) consta (. ..) de dos oraciones” (ibid., § 433 b). (22) Acstainterpretaciin contre también ef hecho de que aproxime las rac ‘es compuesta as simpe,Alreferne a ews de omcibncompuets por subordnaisn ‘ima que "La dependencia que scabanos de ver en ets oracones es den misma indole fue la gue heros estudido en I Sintxi de a oacn simple a ater de fos complemen {os det verbo La ifernci existe solamente en l suture de os clementos que entra ca {elicin, os coals en a oacn nple son Meas que vienenexpresdas por palabras, ent ‘race compuests soa joins que venen expreados por oracionss” (Academia, 1931, $3185). 3. 1.ORACION SIMPLE Y ORACION COMPUESTA 41 En definitiva, 1a postura de la Academia (1931) con respecto a las oraciones compuestas oscila entre considerarlas sencillamente co- mo el resultado de la unién de dos 0 més oraciones simples (es decir, (7 a) )y ver en ellas un tipo especial de oraciones (equivalente a (7 b)). De todos modos, es indudable que, para la Academia, oracion es fundamentalmente Ja simple. La compuesta es presentada casi siempre como un mero agregado de oraciones simples. La relevancia de la simple es, sin tener en cuenta el peso de la tradicién, una conse- cuencia légica del modo de definir la oracion, Se reconoce que “una oracién es simple cuando consta de un solo sujeto y un solo predic: do...) y compuesta, cuando consta de més de un sujeto 0 més de un predicado” (ibid., § 269). Sin embargo, la definicién de la ora- cién como “expresién del juicio légico'??, esto es, la unién de un sujeto y un predicado, est claramente mAs proxima a la simple que la compuesta, a ia cual resulta dificilmente aplicable. Para la Aca- demia (1931), a nivel de teora gramatical, la compuesta es, més que un tipo especial de oracién, la unién de dos 0 més oraciones sim- ples?*. Fundamentar tedricamente la consideracién de, por ejemplo, (3 b) y (4 a) como un tipo especial de oracién supone partir de una definicion diferente 0, al menos, de su complementacién desde otro punto de vista. Esto es 1o que, consciente o inconscientemente, ha hecho la lingiistica espafiola posterior. Como es bien sabido, Gili caracteriza la oraci6n desde los pun- tos de vista psiquico, Igico y gramatical. Desde el punto de vista psiquico, la oracién es “una unidad de atencién por parte del hablan- (23) “Oran gramatiea esi expres dl uc aco, 0 sala manifetcn ona, de acto del entendimiento en vrtd leu aomamor una coma de ota (...) Las pares tenes do a oaciin gramatcal son dot el yosbo con que desig el ver (pron, animal o cot) de que # afma ago, y que ea lenguje gratia we Iama yet, ye que expresn com afemata, que e lama predcato” (Academia, 1931, 4194), (24) May seman e In concepisn de R. Seco. Define In orcin como “expen de un jl (R. Seco, 1930, 131) Ea oto hig, afma: “Lismarosoraciin simple ala fue conta den sje y an pediado;oraiincompuest,alnque ene mis de un sieto ¥ més de un prdieato. ..) Como os teminos jet predicao son corelatvos,y cada forrelaciin de mjeto y predieno spon uns oncis, expreién de un juice, podemos de cirque In eacién compuesta es realmente ln que et frmada por dos o mds crcones i pls" (Bi, 176). 2 CLAUSULA Y ORACION te” (unidad que se manifiesta en la curva mel6dica) y también yna “unidad de sentido”; por ello, dice Gili, “Bahler y otros definen (. . .) la oracién como la menor unidad del habla con sentido completo en sf misma” (Gili, 1961, § 9). Desde el punto de vista gramatical, en cambio, la oracion es el “conjunto formado por un verbo en forma personal, con todos los elementos que directa 0 indirectamente se re~ lacionan con éf” (Gili, 1961, § 195). De aqui se sigue que “en una elocucién habré, por consiguiente, tantas oraciones gramaticales co- ‘mo verbos en forma personal contenga" (ibidem). El resultado de la union de dos o més ‘oraciones gramaticales’ no parece ser una nueva unidad gramatical: “Dentro de una oracién ppsiquica puede haber una o varias oraciones gramaticales. Cuando hay una sola, decimos que la oracion es simple, Cuando la oracién ‘sfquica contiene mds de una oracion gramatical, estamos en presen- cia de una oracién compuesta” (Gili, 1961, § 195)**. En otro lugar justifica mis detenidamente esta consideracién, pretendiendo resol- ver la posible objecién que las coondinadas podrian presentar asu de- finicion de la ‘oracién gramatical’. Dado que en las compuestas por coordinacién no parece haber predominio sintéctico de una de ellas sobre las demés (frente a lo que ocurre en las compuestas por subor- dinacién), “habria que considerar cada uno de los verbos coordina- ddos como oracién independiente, contrariando la realidad psiquica, 0 rechazar nuestra definicién gramatical que considera como oracién un verbo en forma personal y os elementos mediata o inmediatamen- te relacionados con é!” (Gili, 1961, § 14). La solucion esta, precisa- mente, en distinguir entre las perspectivas psicol6gica y gramatic fay que tener en cuenta, sin embargo, que las oraciones coordina- das constituyen una unidad psiquica, que 1a entonacin revels. (..) Siempre entre dos o més oraciones coordinadas hay una que preside psiquicamente a las demés, y por consiguiente las subordina, aun tratindose de las simplemente copulativas (. . ). Por otra parte, aun considerdndolas independientes no quedarfa invalidada la deter- rminacién gramatical de la oracion (. ..), ya que no habria inconve- (25) También Gi ua ‘priodo' como snénime de oracién compucst' “De aquien sdelane vison a examinar oto expresan ins elaciones que guaséan las orcones gram: tieseseontenias en esta uaidad Engin a cul denominsmos oracbn comput pe iodo” (Gil, 1961,4195). 3.1, ORACION SIMPLE Y ORACION COMPUESTA a niente en estimar cada verbo como una oracién enlazada con otra u otras sin predominio gramatical, aunque si psiquico, de ninguna de ellas” (Gili, 1961, § 14). Para Gili, por tanto, la oracién compuesta no es una unidad es- trictamente gramatical, sino psiquica, formada por la unién de dos o mis oraciones simples, que son las unidades gramaticales, Al diferen- ciar entre una definicién ‘gramatical’ y una definicion ‘psfquica’, Gil salva los inconvenientes que se planteaban de entrada en la doctrina académica, pero el resultado no es mucho mds setisfactorio, puesto ue las compuestas son explicitamente excluidas del conjunto de las unidades auténticamente gramaticales** Un tanto més radical es 1a postura de Amado Alonso y Pedro Henriquez, puesto que no hablan de nada semejante a Ia oracién compuesta, Creo que la justificacién de este punto de vista radica en que, como hemos visto en el apartado 2. 1. consideran la oracién fundamentalmente como “la menor unidad de habla que tiene senti- do en sf misma” (Alonso-Henriquez, 1938, 1, § 23), definicién en la sual encaja perfectamente —sin salir del Ambito de lo gramatic una secuencia como (3 b). De otro lado, al diferenciar entre ‘oracién’ ¥ ‘proposicién’ queda sin sentido una posible definicion de Ia oractén compuesta como ta formada por dos 0 més oraciones simples, puesto que en (3 b) hay una tinica oracién. En las oraciones compuestas por coordinacién hablan sencillamente de ‘oraciones coordinadas’ es de- cir, se efieren también a cada una de las que mantienen entre sf rela- ciones de coordinaci6n; esta oraciones “estin unidas en serie” (ibid,, UT, § 33), pero no consideran que integren una unidad superior. En este punto, pues, adoptan la postura (7 a). Mayores problemas les stearfan las secuencias en las que, segin su terminologia, existen ‘proposiciones subordinadas’, puesto que tales proposiciones no estin jncluidas en la principal, sino que se oponen a ellas*?, pero se imitan 4 constatar que, en tales casos, “'se comprueba que hay una subordi- sada (.. .) ¥ una subordinante; que ambas forman un grupo con sen- tido unitario, y que en el grupo hay un niicleo (la subordinante) y un (26) Nétese que en el tragmento citado en le nota anterior, Ia oreioncompuet consierada ‘undad lings’ ena cual contran rlacones a uniades gamatcle que ‘om as cracones simple (@1 Cir. (Alons-tensique, 1938, 1, 635-8) «nf, a. 6.2 “a CCLAUSULA ¥ ORACION complemento (la subordinada) (ibid., I, § 37). Reconocen, pues, ‘que constituyen un ‘grupo con sentido unitario’, pero no dan a esa unidad una denominacién especial"*. En el Esbozo, la Academia adopta una postura un tanto ambi- ‘gua, resultado de la fusion de los puntos de vista de (Alonso-Henri- quez, 1938) y (Gili, 1961). La oracién es definida inicialmente como en (Alonso-Henriquez, 1938): “La oraciOn es la unidad més pequefia de sentido completo en sf misma en que se divide el habla real” (Aca- demia, 1973, § 3. 1. 2.) y, después de haberse referido al tema del sujeto y el predicado, se afirma que ‘‘con este criterio podemos defi- nir la oracién como forma sintdctica que expresa la relacién entre su- jeto y predicado” (ibid., § 3. 1. 6.).No hay, en cambio, distincion ‘entre ‘oraciones’ y ‘proposiciones’ puesto que consideran que “esta definicion estricta no contradice 1a definicién més amplia que hemos dado hasta aquf, sino que facilita un instrumento de andlisis tan con- vencional como se quiera, pero que ha sido utilizado con eficacia por la Gramatica de todos los tiempos” (ibid., § 3. 1.6). Se trata, pues, de la postura de (Gili, 1961) eliminando la diferencia entre la defini cidn ‘psiquica’y la definicion ‘gramatical’ Inmediatamente a continuacion de la ‘definicion estricta’ se ‘wuelve a la anterior para dar entrada a la oracién compuesta evitando los problemas que se presentaban en (Academia, 1931): “No olvide- ‘mos que definfamos la oracién como unidad del habla real con sen- tido completo en sf misma. Cada una de estas unidades puede conte- ner un solo juicio (oracién simple) 0 mas de uno (oracién compues- 1a)” (ibid., § 3. 1. 6). Aqut, dada la proximidad del conflicto entre las dos definiciones, se habla de ‘uicios’ como férmula de compromi- so. Si la oracién es “la unidad de habla real con sentido completo en si misma”, es evidente que, como méximo, podrian ser consideradas ‘compuestas’ las compuestas por coordinacién, pero no las compues- tas por subordinacién, puesto que en ellas no habria més que una unidad “‘con sentido completo en s{ misma”, En cambio, en el primer capitulo dedicado a la oracién compuesta, ls problemas provocados por la utilizaciOn simulténea de las dos definiciones han sido olvida- dos: “Explicamos en el § 3. 1. 6. que cada oracién bimembre, conce- (28) Tampoco M. Seco (1972) emplea fs temins‘racin compuesto period. 5.2.CLAUSULA Y ORACION 45 bida como unidad de! habla real, puede ser simple 0 compuesta, se- ‘gin contenga una o més oraciones gramaticales” (ibid, § 3. 17. 1.) ‘Ahora, en lugar de ‘juicio’, se emplea ya ‘oracién gramatical” que, evi- dentemente, equivale ahi a oracién simple. La oracién compuesta es, pues, otra vez, la unién de dos o més oraciones simples y n0 un tipo especial de oracién (esto es, (7 a) )??. 3.2. Cliusula y oracién. La distinciOn entre ‘oracién’ y ‘perfodo’, con el valor que estos (29) Los problemas plantzados por lt definiciones del Fibro va bastante mis all del simple hecho de defender una w otra concepcn del rain computa, Enel apart do 2.1, he ahd aosinconvenenes de emplear dos defiaicones de orcn tan tnt ents a, La Academia (1973) afiema que no hay contadcelén entre ambas, eo, lo meno ue Alonso y Henrique, baba de oracnesunimenbrer bandos en qe “ai fla ‘ales exprestooes par ser unidadessntctias completa nf miss” (Bi, 83.1.4). Se puede slopiar una u ots definiién 0 inclu usar ambasreconocendo, come Alon y Heriquer, que “ino oinclen en su alcance il en su inits” (Abnso-Hearique, 1938, 1124) o bien consderando que et fom date dant perpectvs, com en (Gi, 1961). Lo que relia absurdo es pretender que 20 son contzalitorls, sobre todo, timpo, se considera que una e fs etic yl otra ‘nde ap. ‘Por or parte lo que se afems en I itima citadel texto fuerza le defncn de ‘or cin bimembre’ dats prevamente, En el cap. 3.1.3 dice, de ualado que “noma ea snidad mis pauelade sentido compet en si misma en que e dive el habla real” (Acad tis, 1973,4 3. 1, 2) ¥, de otto, ave "as oracions que we formule pramaticalmente ext becendo una rlacin entre sjeto ypredicado se laman bimembres™ (Bil, 83. 1.3) y ue oracdn es “forma sntetica que expren la rela entze jet preficado” (Bi, 531.6). Agu en cambio, In‘racinbimembre’ ba djado dover una Toma y sa en ‘ert en ‘nia del hala rea’ ‘reo qu a cura del dessus mica en que D, Samuel Gl, com rdactr de ets parte de Eibozo pretenti6 mantener ss antiguot punts de vista Hgeramenteetocados. En (Academia, 1973) no e diferencia entre Ta perpectvapiqucay lt gramaticl pero se dx tna defini incl de orc que coneapande ala cepa en (Gl 1961 como vida fete el punto de vita paulo. Tal defini e, por oto lao, a empleada también por ‘Alonso y Hensques, a partir do cual wm veianoblgados a diferencia ente ‘rainy ‘propose’ y,como hemot veto, a eliinar el concepto de ancl compuct En (Gil, 1961) ta steacién se saab diferenciando entre o psu To matic. Dado que a fisincin no we epablece en el Ebor, is oacn compuest tine que sr intoducita de tro moto, pero ello noe pouble maneniendo la dein ‘tit’ deorain, por lo ‘al lo que antes se preentaba como “forma snd’ ha de mr converte ahora en nk 4d del habla real’, manteniendo ~de forma un ant incongruent la defini ‘pamat- 6 CLAUSULA Y ORACION ‘términos poseen en (7 c), no se ha dado tradicionalmente en la grav mitica espafiola. Aunque, como hemos visto, el termino ‘perfodo’ ha sido usado entre nosotros con cierta frecuencia como sinénimo de ‘oracién compuesta, no podemos considerar a los partidarios de (7b) como defensores también de (7 c). Independientemente de la termi- nologia manejada, en (7 b) se reconoce la existencia de una cierta unidad, la oracién, que presenta dos tipos: la oracin simple y la ora- cién compuesta (también llamada ‘periodo’). En (7 c), en cambio, ‘oracién y perfodo son dos unidades diferentes; lo mismo que (7 ¢), (7 0) acepta a existencia de dos niveles gramaticales distintos, En rear lidad, (7 6) y (7 4) son, si prescindimos de la terminologfa empleada, cequivalentes. Por esa raz6n me referiré a ambas en lo sucesivo usando ‘inicamente los términos de (7 4). Frente a lo que ocurre en la linglistica espafiola, (7 d) es la pos- tura tradicional de la gramstica francesa (proposition | phrase) y an- slonorteamericana (clause / sentence). El segundo elemento de las dos parejas es utilizado para designar la secuencia en la que contraen relaciones dos o més de las secuencias designadas con el primer térmi- no (aunque se reconoce también la posibilidad de que el elemento de nivel superior esté formado por un tinico elemento de nivel inferior; ‘en este caso tenemos, respectivamente, una phrase simple y una sim- pple sentence). Esta distinci6n ha sido revitalizada en los titimos affos ‘por la publicacion de una serie de estudios que, desde diferentes pers- pectivas, han intentado consolidarla en marcos tericos distintos del tradicional. El tema ha sido objeto de especial atencién en algunas ten- dencias que, vivificadas por Ia lingiistica generativo-transformacional, han reaccionado contra algunas de sus simplificaciones® °. Me limitaré ea det orci dda en (Gi, 1961). (G0) Consierata en conjunto, bs tingiicageneratv trenformacioal adopts unt ‘pots nar a (7b. Enea tori, como es ben conoeilo, la oractn (sentence) es cae fogora mds lta yO conttuye el smo nicl de ualqulr desc. Debio aa recur tide caracteristica del lnguae human, 0 puate aparece no solo como el mado mis alto eb, sin también en eualguers de lox mudos ifesiors. De ahi que, sein Fowler, “2 tiple sentence (,» tone which i bad on only one undeying Pmaser: ft begs from fone an only on S",mntaa que las complex sentences 0a "sentences which are based on ‘om than one undslying Paxaier, sentences whose deans beg with to oF more tepante "ow, 1971, 1167). Fowl, como él mimo reconoet (cf, id, 1174), ests en ete punto mucho mis 5. 2,CLAUSULA Y ORACION a ahora a seftalar alos partidarios de las distintas versiones de la gramé- tica sistemética, elaborada fundamentalmente por Halliday, y de la tagmémica, En Halliday (1961), la oracién (sentence) es la unidad de rango més alto de la escala y la cldusula (clause) es la inmediatamente inferior. Fowler (1965), Longacre (1967 y 1970 b), Huttar (1973) y algunos otros han insistido, con matizaciones, en la misma direcci6n. Blansitt (1970), en cambio, ha rechazado la distincién, ‘A mi modo de ver, el planteamiento més claro de 1a necesidad de 1a distincion Io ha hecho Longacre: “Sentence is distinct from clause with which it is often confounded. The latter is a string of, such functional units as subject, ver, object, location, time, frequen cy, manner. Thus the rewrite formulation § NP, VP is more appro- ptiate for the clause. In distinction, sentence is the level on which clauses combine into larger units. A'sentence consists of such func- tional units as sentence base, coordinated base, protasis, apodess, thesis, antithesis, ete.” (Longacre, 1967, 15). Cléusula y oracion son, segin Longacre, paralelas a los enunciados simples y complejos de Ia Logica: “Sentence formation in natural languages is similar to the combining of simple propositions into complex propositions in logic ‘by means of conjunction, alternation, implication (...)” (ibfdem)®* peduimo al modelo de Enructunersdetcar que al de Aspectos, En el modelo de 1957, proceso de insezcién de una orcién en otras realaba mediante ls amas ‘santo ‘ones generale, defnidas como las que “convert pus of seatence to sage wate ‘3 (Chomaky, 1962, 229). Las dos 0 mis oracones son geeradasindependientementeY relacionadas dempuda mediante wna tansformacéa, Ea el modelo de Appecto, en cambio, ‘on ya ls rps de baslaque permiten Ia pati el sino O en cualquier de los a. osde te O mds at, Se leg sal marcador de orci peneaizdo’, qu “contin todos Jos Ahoamanes bios que consituyen la bas de una orci, pero coatene ms informe

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