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Los andamios del historiador Construccién y tratamiento de fuentes Mario Camarena Ocampo Lourdes Villafuerte Garcia Coordinadores ConsejO NACIONAL PARA LA CULTURA Y LAS ARTES Sari Bermidez Presidenta InstiTvTo NACIONAL bE ANTROPOLOGIA E HIsTORIA José Luis More Martines Sergio Ratil Arroyo Garcia Director de Publicaciones y Difusién Director General Enrique Nieto Moists Rosas Silva Jefe del Departamento de Publicaciones Secretario Técnico Rail Colin Iniestra Gerardo Jaramillo Herrera Correccién Coordinador Nacional de Difusién Martha Patricia Malagén Delgado Berenice Vadillo y Velasco Diseiio Directora de Publicaciones a edicidn: mayo de 2001 D.R. Secretaria de Gobernacién Abraham Gonzdlez nim. 48, Col. Juérez, Delegacién Cuauhtémoc 06699 México, DE D.R. Archivo General de la Nacién-México Eduardo Molina y Albaiiiles, s/n., Col. Penitenciaria Ampliacién 15350 México, D.F. ISBN: 970-628-296-3 D.R. Instituto Nacional de Antropologia e Historia Cordoba 45, Col. Roma 06700 México, D.E. ISBN: 970-18-6308-9 Derechos reservados conforme a Impreso en México-Printed in Mu Los archivos y la lectura en el oficio del historiador Mario Camarena Ocampo y Lourdes Villafuerte Garcia* El objetivo de este trabajo es narrar nuestra experiencia en el manejo de los archivos. Desde nuestro punto de vista, para hacer un adecuado trata- miento de los archivos es necesario asumir la historia como oficio, es de- cir, una disciplina en la que es nece- sario aprender a utilizar con destreza instrumentos tales como: lectura, claboracién de preguntas, definicién de conceptos, sistematizacién de la. informacién obtenida, sintesis y es- critura, 0 sea, aprender los atajos y mafias que nos lleven por camino se- guro a realizar nuestro trabajo de historiadores, que consiste en expli- car el funcionamiento de una socie- dad sin perder de vista que estamos rescatando las vivencias de los hom- bres y las mujeres a través del tiempo. Los archivos fueron la parte medular de nuestras investigaciones; en cllos encontramos los documen- tos y los datos que necesitébamos pe- * Direccién de Estudios Histéricos, ran. 193 ro, por si solos, como sefiala Carr, los documentos no constituyen histo- ria, no brindan respuestas definitivas a las fatigosas preguntas de nuestras investigaciones y menos la historia de determinados sujetos sociales. Los archivos contienen docu- mentos que muestran una diversidad de hechos y sdlo hablan cuando el historiador apela a ellos, él es quien decide a qué hechos da paso, qué experiencias de los hombres rescata, en qué orden y en qué contexto. Asi, al compartir este punto de vista, po- demos aceptar que sin historiador no } hay historia, pero sin archivos, bi- bliotecas y centros documentales en dénde buscar y seleccionar informa- cién, tampoco habria ni historia ni historiadores. Entre el investigador y los ar- chivos existe una relacién en que la investigacién historica aparece como un proceso creativo y en constante Mario Camarena Ocampo y Lourdes Villafuerte Garcia transformacién de acuerdo con la interrelaci6n entre el investigador, su -método y el archivo que consulta, lo cual lo Ileva a crear su fuente, de acuerdo con el problema que estudia. vo lleven al investigador hacia una direccién determinada, de acuerdo con el tipo de archivo que se consulta. Si el historia- dor no esta atento termina por convertirse en portavoz del If- der o funcionario piblico que lo conduciré por el mundo de la Secretaria de Estado, o del inspector del Departamento del Trabajo que nos lleva tomados del brazo por el campo de las Formas de acercamiento a los archivos Hemos encontrado generalmente tres formas de acercarse a los archivos: Como cualquier joven prin- cipiante, hemos acudido a los archivos a “sacar” datos, a “ex- traer” el documento necesario para “demostrar” lo que habfa- mos planteado de antemano a partir de una idea preconcebida que de manera rimbombante llamabamos “marco teérico” Ejemplo de este tipo de acer- camiento es cuando, después de haber definido'lo que es la clase obrera con la ecuacién trabajo fabril y salario, acudimos al ar- chivo a obtener los datos de los obreros mexicanos, perdiendo de vista que fueron personas de origen campesino, entre las cuales persistia una manera de pensar ligada a lo agrario. Otras manera de acercarse es creer que los archivos dan los datos ¢ indican cémo" ordenar- los, pero puede suceder que las caracteristicas mismas del archi- 194 condiciones laborales 0, inclu- so, por el cura que nos impone sus conceptos morales. De esta manera, los archivos presentan un producto de investigacion ya terminado, engrapado y listo para publicarse si no nos apro- ximamos con suficiente caute- la. Siguiendo con el ejemplo del estudio del movimiento sindi- cal, aun cuando pretende estar comprometido con los trabaja- dores, la naturaleza del archi- vo nos llevaria a rescatar sdlo la actuacién de los lideres, sus estatutos y sus proyectos sin- dicales y dejan en la oscuridad a los hombres y mujeres que formaban cl cuerpo de las or- ganizaciones sindicales. Si tra- bajamos con un archivo judicial y nos dejamos Ilevar por sus ca- racteristicas, tomariamos en MEATS Toss puntos de vista de los jueces y los abogados, y no las Lael de las personas. Los archivos y Ia lectura en el oficio del historindor No por ello deben desecharse los archivos, sino que hay que aprender a trabajarlos y ya criti- carlos. De ellos se obtiene gran cantidad de material, pero so- lamente el historiador —si lo- gra vencer la inclinacién de las fuentes— es quien discrimina con su propia mano los testi- monios utiles segiin su objeto de estudio y y excluye, sin pie- dad, los que no lo son; es de- cir, construye una fuente. Se ents: El archivo permite al estudioso co- nocer el funcionamiento de una so- ciedad, sus instituciones y las normas que rigen a los hombres y las mujeres de esa época. El archivo es la memo- ria institucional de la sociedad en la cual los testimonios se expresan a tra- vés de los « entos generados en ese momento o historico; donde apare: cen las acciones y las formas de pen- sar de los miembros de esa sociedad. Asi, el investigador tiene como obje- tivo entender las actitudes, los com- portamientos y la manera de pensar de las personas que vivieron en una comunidad social, en determinado periodo histérico. Para lograrlo es necesario que el investigador haga una lectura compleja en la que en- cuentre los significados y los contex- tos de los documentos que consulta En este trabajo nos guiaremos por las siguientes preguntas: {Qué es. un archivo? ;Qué rescatamos de un grupo documental? Cémo se puede trabajar un archivo? ;Cémo construir una fuente? ;Cémo leer un docu- mento? ¢Cémo descubrir contextos a partir de las fuentes? El trabajo con dos fondos documentales Un archivo es un conjunto de docu- mentos generados por instituciones © por individuos segiin sus intereses. Las instituciones generan docu- mentaci6n segtin sus objetivos y ‘las normas que lo regulan; at documen- tacién habla del funcionamiento de la institucién y del de la sociedad dela cual forma parte, ya que entre la sociedad y sus instituciones hay una relacién de mutua influencia, porque, por una parte, se crean las instituciones en funcidn de las nece- sidades sociales y, por la otra, la so- ciedad se rige por los dictados de sus instituciones. Por ello, el investiga- dor, para aprovechar mejor los recur- sos que una fuente le offece, debe conocer los s objetivos yla operacion de tal institucion. Utilizaremos dos cjemplos: la documentacin de tipo laboral y la de tipo judicial, con la que hemos trabajado. Gran parte de la documenta- cién de tipo laboral esta depositada en el la galerfa 1 del Archivo Gene- ral de la Nacién, integrada por los documentos procedentes de tres ins- Mario Camarena Ocampo y Lourdes Villafuerte Garcia tituciones: Departamento del Traba- jo, Junta Federal de Conciliacién y “Arbitraje y Secretarfa del Trabajo y Previsién Social. La documentacién generada por estas instituciones per- tenece a tres momentos de las rela- ciones laborales de México.’ 1. 1911-1918. El Departamento del Trabajo tiene tres funciones principales: “recoger y publicar todos los informes relativos a los problemas del trabajo en to- da la repdblica para que el go- bierno y los patrones estuvieran al corriente de todos los asun- tos laborales; mediara en las negociaciones para la celebra- cién de contratos de trabajo a solicitud de las dos partes y_ procurar que en todo conflicto obrero patronal se llegara a una solucién de cardcter estricta- mente yoluntario”.? 2. 1918. El Departamento del Trabajo pasa a la Secretaria de Industria, Comercio y Trabajo con el rango de Direccién, con la funcién de vigilar la aplica- cién y las disposiciones labora- les del articulo 123 de la recién claborada constituciéi México, Archivo General de la Nacién. Guta general de los fon! Archivo General de la Nacién: México, Archivo General de la Nai 3. 1927. Se crea el Tribunal Fede- ral de Conciliacion y Arbitraje el cual tiene como funcin nor- mar-y atender los problemas y conflictos laborales en aquellas ramas industriales que implica- ran, de alguna manera, una par- ticipacién federal. En esta simple enumeracién vemos que una instituci6n pasa de ser infor- mativa a normativa debido a que el Estado, uno de los actores sociales, cambia los objetivos y el marco juri- dico de la institucion, para responder las necesidades y presiones de las or- ganizaciones obreras recién surgidas. Muchos de los documentos ju- diciales de la época colonial estén en la galeria 4 del Archivo General de la Nacién. Fueron generados por las dos principales instituciones no- vohispanas; la Iglesia catélica y la Corona. De la primera tenemos documentos proyenientes del Pro- visorato, instancia de justicia del ar- zobispado que se encuentra en los fondos Bienes Nacionales y Matri- monios, asi como el riquisimo archi- vo de la Inquisicién del Santo Oficio. De la segunda tenemos los archivos de la Real Audiencia que contiene 1s que contiene el n, 1981, pp. 13- 29; Rosales Bada, Amanda, Fondo Departamento del Trabajo (1915-1917), México, Archivo General de la Nacién, 1979, 98 pp. (Serie Guias y Catélogos, 40). 2 Tbid., Rosales, p. 1 Los archivos y la lectura en el oficio del bistoriadar documentacién acerca de asuntos de tipo civil y criminal, asi, como de ciertos tribunales extraordinarios como el Juzgado General de Natu- rales y la Acordada y de tribunales de fuero como la Casa de Moneda y los tribunales castrenses. En esta in- vestigacién utilizamos la documen- tacién generada por el Provisorato Ordinario’ del arzobispado de Méxi- co en una de sus principales funcio- nes, sancionar el matrimonio catélico y los problemas que alrededor de él se pudieran dar. Estos fondos los generaron ins- tituciones que normaban el compor- tamiento de la gente con base en los principios de la moral catélica. Ha- blan del deber ser y de las transgre- siones sociales de los hombres y las mujeres de esa época. Por otra par- te, los juicios y diligencias que este archivo guarda dan a conocer no sélo las normas, sino la actuacién de la autoridad eclesiastica ante las pra tica de las personas en la vida diaria y ante las interpretaciones que éstos hacfan de los preceptos de la Iglesia. Encontramos también, aunque tami- zado por los jueces y los escribanos que les tomaron testimonio, el pen- samiento y las actitudes de las per- sonas de carne y hueso, Caracteristicas de la documentacién Cada institucién, segtin sus fun- ciones, genera documentos de cier- to tipo. El fondo Departamento del Trabajo, cuyas funciones eran de in- formacién y de conciliacién, contie- ne documentos relativos a diversos asuntos en todos los estados del pais. Entre los temas que destacan estan los siguientes: costos de la vida, huel- gas y paros, accidentes de trabajo, sa- larios, censos industriales, agricolas, ocupacionales y de poblacion; oferta y demanda de mano de obra, repor- tes judiciales, condiciones de traba- jo, movimientos migratorios. Las instituciones novohispanas de procuracion de justicia menciona- das generaban demandas, denuncias, testimonios, alegatos de los abo- gados, resoluciones de los jueces, sentencias; es decir, averiguaciones previas, procesos y tramites judicia- les. La justicia eclesidstica ordinaria generaba documentos en los que en- contramos diversos asuntos tales co- mo divorcio, nulidad de matrimonio, peticiones de cumplimiento de pala- bra de casamiehto, peticiones de dis- pensa por diferentes impedimentos para el casamiento, etcétera. En gran La organizacién episcopal de la época colonial dividié el Provisorato en dos instan- cias: el Ordinario que se encarga de conocer los casos de espaioles, negros y castas y ¢l de Naturales que se encargaba de las causas y tramites de los indigenas. Mario Camarena Ocampo y Lourdes Villafuuerte Garcia parte de ellos encontramos narra- ciones (a veces escuetas, a veces de- talladas) de la vida diaria de los novohispanos que, por alguna raz6n, acudfan a la justicia eclesidstica. Es importante sefialar que la procuracion de justicia en la €poca colonial, aunque se regfa por las nor- mas catdlicas seitaladas por la teolo- gia, carecia casi completamente de cédigos, y no habfa reglamentos de procedimientos judiciales, ya que estos conceptos no existian en ab- soluto tal como los conocemos aho- ra, de tal manera que abogados y jueces se regian por la costumbre y la jurisprudencia Esta ausencia de cédigos escri- tos no es exclusiva del periodo colo- nial ni de las instancias eclesidsticas, sino que, cuando esté en proceso de emergencia un nuevo grupo o situa- cién social, en principio no lo encon- tramos en la normatividad escrita, y los asuntos relacionados con este nuevo grupo se tratan o se resuelven, de acuerdo con los usos y costum- bres; tal es el caso de la clase obrera a principios del siglo xx. El articulo 123 se establece en la Constitucién de 1917 y su reglamentacién se otor- ga hasta 1931. Sin embargo es im- portante sefialar que aun cuando. el espiritu de la ley era moderno, su aplicacién en conflictos laborales concretos, se hacia de acuerdo con los viejos usos y costumbres. 198 {Por qué es importante cono- cer las caracteristicas de la documen- tacin? Porque en la medida en que nos adentramos en ella y la conoce- mos, mejor y de més calidad sera la inRoAROTPRNe Meee tener os. Esta familiaridad con los grupos do- cumentales que trabajamos nos permitird conocer los limites de la in- formacién que contiene, asf, sabre- mos cuales son las preguntas que podemos formular a un documento, sabremos qué podemos encontrar y qué no, sabremos cémo son los pro- tocolos utilizados por esa institucién. Por ejemplo, el archivo del Pro- visorato contiene las causas que se re- ficren al sacramento del matrimonio en la época colonial, en esta instancia se dirimen las causas de divorcio ecle- sidstico; el matrimonio es, a la vez, sacramento y contrato, de tal mane- ra que los cényuges unen no sdlo sus vidas, sino también sus bienes; al conocer las caracterfsticas de la in- formacién que contiene este fondo sabemos que contiene el proceso de separacién, pero no el juicio de par- ticién de bienes o la demanda de alimentos porque éstos son un pro- cédimiento que se lleva ante la Real Sala de lo Civil. EL manejo constante y atento de la documentacién Ieva a hacer una lectura de més calidad, ya que nos habituamos al lenguaje, de tal manera que podemos Ilegar a distin- Los archivos y la lectura en guir distintos tipos de éste: el institu- cional, el personal o el de un grupo de personas y no confundir los dife- rentes niveles de lenguaje que encon- trard el investigador para no forzar la fuente de tal manera que Ilegue- mos a conclusiones equivocadas. En resumen, vemos dos cami- nos que se cruzan y que nos ayudan a construir una fuente: las institucio- nes y los documentos. Por una par- te, si conocemos los objetivos y el funcionamiento de una institucion, podemos darnos una idea muy apro- ximada de la documentacién ge- nerada por ésta y de la informacion que podemos encontrar. Por otra, si entramos directamente a leer los documentos de una determinada ins- titucién, tal lectura nos llevaré a co- nocer su funcionamiento y objetivos. La construccién de una fuente Los caminos para construir una fuente pueden ser tantos como la imaginacién y la creatividad del in- vestigador sea capaz, los cuales es- tan determinados por la concepcién tedrico-metodoldgica y el conoci miento previo del periodo histérico por estudiar. Al acercarnos a los archivos po- nemos en juego una concepcién de historia, en nuestro caso es el inte- rés por conocer la manera de pensar y actuar de hombres y mujeres de un 199 el oficio del bistoriador periodo histérico determinado para dilucidar los procesos de transforma- cién y de continuidad que vivieron nuestros antepasados. Este interés determina de manera importante las preguntas con las cuales iniciamos una investigacién, asi como el tipo de lectura que hacemos y los datos en los cuales centramos nuestra aten- cidn. Por eso, al acercarnos al perio- do colonial hemos centrado nuestra atencién en las vivencias y en la ma- nera de pensar de las personas a la hora de contraer matrimonio o en su vida familiar; y en el caso de los obreros, hemos puesto énfasis en el anilisis de la vida diaria de los hom- bres y mujeres que pasan gran par- te de su vida en una fabrica, en pueblos fabriles y en organizaciones obreras. El punto de partida para acercarse a una fuente: dos caminos En este trabajo hablamos de nues- tra experiencia transitando por dos caminos para trabajar con la do- cumentacién: 1) a partir de una idea 0 pregunta preconcebida y 2) a partir del conocimiento de los documentos. El primer camino al que nos re- ferimos, donde el investigador se acerca al archivo ya con alguna idea © hipétesis inicial, lo cual impulsa al Mario Camarena Ocampo y Lourdes Villafwerte Garcia historiador a “buscar datos” que comprueben esa hipétesis inicial, pero a medida que se conoce la do- cumentacién ésta primera pregunta se transforma y da lugar a nuevas preguntas o hipétesis de trabajo, de tal manera que éstas sirvan de guia al investigador para continuar. Ejemplo: al comenzar a estu- diar a los obreros partimos de la idea, un tanto mecanica, de que las causas de los conflictos laborales eran por aumento salarial, por mejores con- diciones de trabajo y por el reco- nocimiento de las organizaciones obreras; sin embargo, al adentrarnos en la documentacién generada por el Departamento del Trabajo, encon- tramos informacion de conflictos la- borales suscitados por la negativa de los patrones para que los obreros pu- dieran entrar a la fabrica de hilados y tejidos La Hormiga, en San Angel, con jorongo y sombrero, o en otro caso, porque no sc les permitfa in- troducir pulque a la fabrica, lo cual ocasioné que los obreros realizaran un paro. Conocer estos hechos que apa- recen en los documentos nos hizo transformar la idea que inicialmente teniamos de los conflictos obreros, y entender las profundas rafces agra- rias de los trabajadores textiles de principios del siglo xx lo cual nos Ile- v6 a modificar las ideas iniciales, las hipdtesis de trabajo con las cuales 200 nos habfamos acercado al archivo y plantear otros aristas en el andlisis de la clase obrera. El segundo camino al que ya nos referimos consiste en acercarse a las fuentes sin tener ideas preconce- bidas o hipdtesis. No es que hayamos llegado al archivo sin tener el menor conocimiento, pero la informacién acerca del periodo (siglo xvi) y el tema (la concertacién de parejas para casarse) que nos interesaba era de ca- racter general. Comenzamos por re- visar las caracterfsticas del fondo documental que contenja las infor- maciones matrimoniales de la época colonial, el cual apenas habia sido estudiado de manera sistematica; por otra parte, la historiografia nos in- dicaba que el problema del matrimo- nio se habia estudiado desde el punto de vista juridico, pero no desde el punto de vista social o de las men- talidades de manera que hubo que claborar todo, desde la manera de re- cuperar los datos que aparecian en esta rica documentacion, hasta el mé- todo para analizarla. | hacer la primera revision de los documentos observamos dos ca- racterfsticas: los documentos eran muy homogéneos y muy abundantes; la primera caracteristica nos permi- tia recuperar los datos mediante una ficha predeterminada y la segunda nos obligaba a delimitar el periodo por estudiar.

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