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wo VICO Y MARX AFINIDADES Y CONTRASTES GIORGIO TAGLIACOZZO {compilador) INDICE GENERAL Vico, Marx, utopia ¢ historia Alain Pons io Vico y Marx: notas para una lectura preliminar David Lachternan eee seat erent Sete Estructura ontolégica ¢ historiografica en Vico y Marx Leon Popa poe ee eb PUL Sobre “hacer” historia en Vieo y Marx Terence Bal... . EL hombre haciendo histo el proletariado en Marx Jefiey Barnows El problema del materialsmo en Vico y Marx GangeL Kline nn el papel de los plebeyos en Vico, ico y Marx: conciencia humana y estructura de la realidad Adrienne Fulco fe La religiGn y el proceso de civilizacién en Vico y Marx Patrick HHution 0. eee ico y Marx apuntcs sobre Ia historia del coucepto de enajenacion Gustavo Costa... : ‘Si una ciencia de los seres humanos es necesaria, épuede también ser posible? Una paradoja en Vico y Marx Hilliard Aronoviteh 0 ee cee Vico, Marx y la teorfa anticartesiana del conocimiento ‘Tom Rockmore > Elconocimiento cientifico en Vico y Marx Nikhil Bhawacharya. . fe 397 a1 95 us 123 = 136 - 46 187 170 - 183 398 INDICE GENERAL Vico y Marx y el problema del relativismo moral Lawrence H. Simon. . Vico, Marx y Heidegger Emesio Grassi Vico y Marx respecto de la sabidurfa poética y la barbarie Donald Phillip Verne... . Marx Vico sobre cl modo oriental de produccin Emanuele Riverso..... . « Naturalismo en Vico y Marx: una teorfa de la entidad politica John O'Nell eee La relacion de Marx con Vico: un eaten filos6fico Ashi Pipa... 5 Sorel, Vico y Marx JR Jennings... Las cicncias humanas y la filosofia de la historia entre Vico y Marx Paolo Cristofolini .... zi Vico y la crisis del marxismo B.A. Haddock ee ERE ee Del sentido comin de Vico ala hegenona de de Gramsci Edmund E. Jacobtti Vico y Marx.a la luz de Nietwsche Allan Megill Defensa de Vico en contra de de alguns de admiradores JC. Merguior isn Colaboradores cote seo Indice de nombres ++ 195 219 234 + 244 = 256 267 297 3 920 333, 351 - 362 389 Exe libro se terminé de imprimir yencuadernar ‘enel mes de margo de 1991 en os taleres de En- ‘cuadernacion Progreso, S.A. de G.¥., lz. de San Lorenzo, 20%, 09880 ‘México, D-F. Se traron 200 ejemplares, SECCION DE OBRAS DE FILOSOFIA ICO Y MARX Dus Sarte Traduccion de ‘SADIE ORDIALES DE LA GARZA VICO Y MARX Afinidades y contrastes GIORGIO TAGLIAcozz0 (Compitador) FONDO DE CULTURA ECONOMICA MEXICO Primera edicign en ings, 1988 Primera edicicn en espa, 1990 “Tho original: Fico and Mare: Afnies and Contrasts (© 1983, Humanities Press Inc, Nueva Jersey ISBN 0'591-02620-1 D.R. © 1990, Foxbo be Gurruma Eoonbuaca, S.A. DEC.V. Ay. de a Universidad, 975; 03100 México, D. ISBN 968-16-3436-5 Tmpreso en México. AMissy line b ore gon [fdled) LA IDEA DE “CIENCIA NUEVA” EN VICO Y MARX Perer Munz EW EL transcurso del siglo xvi, cuando algunos pensadores empezaron a ‘ya no era satisfactoria. Laidea de que los antiguos habfan escalado las timas recfa ya de sentido para aquellos que habfan pasado por las matemsticas de (fublenda cn 1020, Unchos pencaoressdoptvon i aes de sure lay la difasién y 1a popularizacién del mismo conodimiento? Este hecho afects w to- una esfera donde el Huminismo permanecié notoriamente deficiente. El Ilu- hombres del Iluminismo no se interesasen en el pasado; mds bien fue la propia 6, El hu permanecié incapaz de explicar cémo habia surgido. disponible para scurularconncimientosy poser, cone fade apcrlo ls necesidades pa su bro The Edge or Obey (Princeton, 1960), p. 81. Igualmente A.B. Ferguson, Co Unbound ideaof Progress New York, 1980),p. 114 M. Horkheimery"T. Adorno en Dilek dar : Davis, loa ond the aa! Society (Cainbridge, 1981), eap. 3, considera, sn enbargo, que La fen cexaminar el campo de la ciencia y el conocimiento, muchos de ellos encon- del conocimiento humano y de que todo lo que restaba al futuro era renovar Descartes, lacincia de Hughes, or no decit de Galileo, Kepler Newnn. of é do, lejos de ser perfecto, era en realidad algo que debfa ser superado, dese- “ ‘La perspoctiva que se abrié entoncés es conocida como el lluminismo, al que “YY da as extras imaginable deade La educaiony la pial ‘hasta la sociedad ‘meen ao foe sapar dn expla prcringaiseee hui Sr des- nocién de Iluminismo lo que hizo imposible un entendimiento histérico del pa- Qe MF GM W mi perttant do Derrerde: ‘as; eleatiogo ce maralan que han ffs ee como uno de lov nas ruses canto nivel (usham,N.Cx 197}, p- 4005 FM Heimann Phe Sane Revclon® tn The New Comba (Franefor 1969, pp. 1011, Respect dea erca de Vico a Bacon ver Ennica de Maven “Os surg Adages un mito sic, noe come dt unis, e vet traron que la actitud del Renacimienta y la Reforma con relacién al pasado c imitar el pasado —sea lo que fuere que esto signifique precisamente-—ca- mente a partir de la aparicion de Le nueve Adéntde de Bacon <\ chado, despreciado, o al menos abandonado. Ciertamente, el pasado dejé de debemos un enorme avance en la gooseologia, parte del cual se dehi6, a su vez, a y las estrellas, desde la quimica y Ia biologia tica. Empero, hbo cribir esta incapacidad como una debilidad intrinseca, que no se debi a que los sado, y por ello probé tener una gran desventaja en ese campo, y solamente en *=E1 mismo miele de un gobierno sbi, por ende, ena sociedad de cienticor cos tiempo norieamericano de vida.” Esio comenta C0. Gilitpie acerca de La tugca Addnide de Bacon en 4g Mater Hsry et. Buse (Cambridge, 1979), vol. Xl, p. 261; R. Nib en Hy of the {he New Method ofa New Science", en Journal ofthe Mir of Hens, XXXII (1971) flion 8. | Fier Dereon, The an ofthe Elias (ambrdige, Mas. 1971) ZL fae foe 7 13-JT ( Lbueinitoe ise op LE cl ban los fil6sofos que no tenfan interés en el pasado y simplemente repre- jentaban la idea de que la historia del hombre estaba dividida en dos partes. a v Py AFINIDADES ¥ CONTRASTES ‘Tomemos la imagen misma de “Iuminismo”. Esta provino de la observa- ci6n de que en dias nublados, repentinamente el sol se cuela a través de las nubes y convierte la oscuridad en luz, dispersando asf las nubes restantes. Hoy dia, por supuesto, podemos explicar la cadena de eventos que trae a ca- bo este fendmeno natural. Para lograr esto es necesario poseer un gran ci- mullo de conocimientos sobre el comportamiento de la luz solar —su ca dad de calentar a la tierra més que al aire, el resultado de la reflexién de los rayos solares y los efectos que ésta produce en el aire inmediatamente adya- cente ala tierra, y asi succsivamente. En tanto imagen poética, sin embargo, ‘el fenémeno se concentra en Ia inmediaci6n de la luz y, como tal, recalca, no la cadena de sucesos que conduce a esto, sino el esplendor de {a luz irrum. piendo en un mundo oscuro. Con la legada de la Iuz, la sombria niebla que la precede puede olvidarse. Dejada a un lado la imagen pottica, muchos pensadores sin embargo, recordaron-que Ia oscyridad habia estado presente. Las Glotofias de a toria de la Edad Media y del Renacimiento tradicionales.no:pedian real- mente iluminar lo suficiente la naturaleza de esa oscuridad. Existian las historias comunes de la Iglesia derivadas de San Agustin, pero éstas se ocu- paban de los bienes de la Iglesia y sus relaciones con la sociedad secular 0 hhomana. Por otro lado, estaba la acttud del Renacimiento con au adora- ci6n por los antiguos y su creencia de que se pueden aprender lecciones s0~ tre Goalquet ecsa estadiando el Ninguna de estas dos corrientes de pensamiento tenfa posibilidades de aportar entendimiento a la nueva pregunta respecto de dénde habia surgido el lluminismo y qué lo habia a Era evidente que s¢ necesitaba una ciencia nueva que estudiase el pasado ‘como una cadena de sucesos conducente al Iluminismo para que éste pudiese 1 linaje y apareciera como algo més que un milagro, E{-carécter milagro- 's0 habfa sido expulsado-de cualquier otro modo de reflexién. No podfa per- imitiree que permaneciera en nuestro conocimiento de la historia. Los pensadores que se comprometieron con una postura no renacentista respecto al pasado pueden dividirse, grosso modo, en tres grupos. Primero ¢s- /Habian existido un estado de naturaleza —molesto o benigno, segdn el ca~ so— y un estado de sociedad civil caracterizado por la actividad comercial, el conocimiento cienttfico y la ley. Todo el mundo, decia Locke, habia sido co- mo América. En un momento u otro, en algunas partes del mundo, la vida habia cambiado y “América” habfa dado paso a la sociedad civil. Locke nunca sexpresé interés alguno en la causa de este cambio. La vision de Hobbes res- ‘pecto a esta transformaci6n singular, era més pesimista, més violenta y mas ‘ominosa; pero, desde el punto de vista del historiador, era igualmente sim- lista. Estos pensadores, tal vez més que los res de los otros dos gru- pos, eran cautivos del razonamiento cartesiano. No nos revelaremos como fildsofos, abla excrito Descartes, si estudiamos a Platén y Arist6teles. Si los cative ) (Gandres, 57) pp iy na Seer ura acon a hare, tnbien pox lactone arn adore [Foul de Coke on omancs de Nove Yessy LA IDEA DE CIENCIA NUEVA, . Jeemos, Fevelaremos como cientificos, sino como historiadores? Ea paFWcthas recordar qus o migamea Te De ‘aigumento rich allece de rewarded, ‘Lo que Descartes deca era que si queremos estudiar la historia, aprendere- ria; puesto que no queremos aprender historia, no hay raz6n fetudiarla. De abi que las simples dicotomias de Locke y Hobbes y deme » hoses pensadores menores,sonaran no slo convingentes sno Sorpren- “En el segundo grupo encontramos escritores | Jentre ellos rr ‘estos penadores poi eta ES FEMA ‘mostrar que Ja llegada del Iluminismo habia sido resultado de la lenta y gradual educaci6n de la humanidad. Cuando hoy fase leen estos libros con cuidado sorprende el hecho de que en ellos se de- fina mds el Tluminismo que en los simples partidarios de la dicotom{aD® ‘nuevo, sin embargo, este tipo de acercamiento tenfa enormes deficiencias, Primero, dependia de la simple suposici6n, como en muchas historias del primer grupo, de que la humanidad habia empezado en un estado de igno- ‘ancia y salvajismo y gradualmente habfa ido desarrollandose hacia la civill- tacién, Segundo, en ninguno de estos libros existe una clara informacién {acerca del motivo inicial de este proceso de desarrollo, su impulso hacia ade- lante y la legada al estado en que se encontraba la humanidad en ese mento, Los autores de eats libros eran gradalists, mis que partiarios icotomfa. Ninguno de ellos, sin embargo, fine cente dela existencia del lluminiemo, STEER Enel tercer grupo encontramos un gran ntimero de economistas, soci6lo- {9s ¢ historiadores que comprendieron que el presente estado de la civiliza. i6n, el comercio y la ciencia era el diltimo grado del desarrollo de una serie (Gare a ce aan nae tr aE ‘hi armarioneseme)aies de Decaes sie rlaton Se conmlnients cota ego tein iene han uno es matic ees moa emcees ic enei Finis culls poo present hatoea Putte [cn Sor nica fEhesc crannies cho cor etn io For nd Tang cas Cleves 985A Pas ee na Te Se onecmtents kdl Rene poten Bee ear eee te gelatin cade Soa os Ce pen ee arene naane partnered sean oe eee a ea or merase ong ena Be ant eS fc Laon N Goorin atocon he estinost Se cra York, 1565 para compen fetroducion aa enasehace 3 eves rah RIE Eratng de Menshngeelchs (1776-172) M.- Aram Natal Suerte (0774) Como indica elirénico titulo, Herder queria Set ropa conrnacn ta rain ci pon ara ema ee al oe one yess en Tiersen Heer (vs Mansur Psp er Gutter Manche sac neca bein, 6 AFINIDADES ¥ CONTRASTES GEBRIB, Trataron de resolver la cuesti6n proveyendo def al tlumi- nismo al dividir la historia de la humanidad en cuatro estadios. En cl prime~ ro, la gente se dedicaba a la caza; en el segundo, eran pastores; en el tercero, agricultores; y en el cuarto y ditimo ‘eran comerciantes® 'No es facil sopesar los méritos relativos del tercer grupo con Tos del segun- do, a pesar de que ambos representan adelanto respecto de los logros del pr mer grupo. Enel segundo grupo los fildsofos se detuvicron de modo especial nel lenguaje, la moral y la cultura. El tercer grupo recalc6 el modo de sub- Sistencia y Ia actividad éconOmica en general: Pa ef segundo grupo'la rela- ‘cién de los hechos era Ia del avance gradual, no de cambios abruptos. El ter- ‘cer grupo puso de resalto el hiato. Estos dlkimos consideraban que derivar Jenguaje, ley moral y arte de los modos de subsistencia prevalencientes era parte del Tluminismo y acusaban de falta de lo mismo a los escritores del se~ undo grupo debido a la escasa atenci6n que prestaban a los hechos concre- tos de la economia por concentrarse, en cambio, en el lenguaje y la cultura Poner mayor atencién en el lenguaje y la cultura predispone al cambio gra dual?Ponerla en los modos de subsistencia brutos predispone a los cambios abruptos. Con el paso del tiempo/Sin embargo, ninguno de estos enfoques resulié realmente iluminista, puesto que ninguno fue capaz de explicar el porqué y la causa del cambio. ee ‘A Ciambattisa Vico Ye quella tarea de producir Ia nueva cenciareque- ja para el Iuminismo y afiadif nuestro conocimiento de la historia a nues- _bephisiehetreceee are degpenebeaees aceeelet Tuminismo habia predominado. Con verdadero instinto de pensador realmente original, Vico confiado titulé su obra —escrita con gran urgencia,*al igual que la Critica de la razén pura? de Kant y la Fenomenologia™® de Hegel— Ciencia nueva. Igual que la Critica de Kant y la Fenomenologia de Hegel, la obra de Vico 146 Ia precipitacién con que fue compuesta. Lo oscuro de la prosa italia- na barroca intimida. Vico escribié sin repasar suficientemente sus notas, por lo que la forma de la obra carece de simetria, aun de Kigica. Si es verdad, co- Sobre estos exritores ver Ronald L, Meck, Social Science ond the Ignoble Savege (Cambridge, Pr aa, _noeneeeaiartar tea acon ot ea hectares {dntica contra el liuminisio, Comorad aparece, por cjempl, en cl cap. T,8v, de F. Meinecke Die UNM roe cn ctrcerocco ie erior tain ene ae en en a Ce anand tet ce kan Aas ighents am hcc nnt lao Hana a te ERS Seriarncaie nar econ ene ee ria ra be es onio adore Tee cat a eruoempoh eh deger Pe cline pr Loamude Roce poi ES, or eeawe : fc He Flach y 5G. Bergin, comps. The Aulbiogrphy of Giambatt Vio (Ithaca, NY. PE Wier KauSnana, Discovering Mind (Nueva York 1980) vo Tp: 181 Ver Walter Kaufmann, Hegel, (Nueva York, 1965), pp. 110-111. LAIDEA DE CIENCIA NUEVA, " mo Isaiah Berlin escribié alguna vez, que Vico no tuvo suficiente talento pa- Ta su genio, lo mismo podria decirse de Kant y de Hegel. Ni la Critica nt la Fenomenologta son obras de arte literario y ambas son de lectura tan tediosa como la Ciencia nueva de Vico. Por otra parte, viviendo en Napoles, Vico de- bié usar de mas restricci6n que Kant o Hegel, pues estaba decidida a no po- nerse a las malas con la InquisiciGn. Las ciudades de Jena y Konigsberg te- nian dificultades con los censores, pero éstas no eran comparables con los problemas de la censura inquisitorial de la Italia al sur de Roma. Vico formulé tres principios que conforman su teorfa de Ia historia. Los tres principios se caracterizan por su mutua dependencia, Primero, debe ha- ber un recuento, una raz6n y una légica del desarrollo. Segundo, si el desa- rrollo ha de ser comprensible, debe centrarse en la filologia —es decir, en ar- tefactos humanos, especialmente aquellos que se mn en el lenguaje. Con certera penetracion entrevié que s6lo aquello que cs hecho por el hom. bre le puede ser inteligible. Lo que no es hecho por el hombre puede descri- birse y clasificarse, pero no puede entenderse, ya que el verdadero cntendi- miento ¢s la habilidad de comprender por qué algo fue hecho. Si no hay intencién no puede haber entendimiento. Entendimiento significa el descu- ‘brimiento de la intenci6n, Ciertamente, como muchos criticos desde enton- ces han sefialado, el concepto de entendimiento segin Vico es limitado y se define en términos de intenciones, por lo cual existe cierta circularidad en su razonamiento. No hay raz6niprimalfaele para decir que nuestro conocimiento de las estrellas y las picdras no deba también llamarse entendimiento{ Emp PEW. cl problema fue de inmediato resuelto por pensadores posteriores, quienes simplemente distinguicron dos tipos de entendimiento,’VExiste pri. mero el entendimiento viquiano que viene a ser empatia, comprension de Io {que pasé por las mentea de las gentes que hicicron los artefactos. Segundo, existe Ja explicacién, que es un tipo de entendimiento que derivamos de las eyes de Newton, de la mecdnica quantum o de la biologfa molecular. La dis- lncign es vial yprofunda y de sama importania, Las dificultades que la ro- dean pueden facilmente resolverse aclarando lo que significa la distincién y 1a naturaleza del material al cual se pueden aplicar Ias dos formas de conoci- miento. En un sentido viquiano, los seres humanos pueden entenderse por- ue tienen intenciones, ya sean conscientes 0 inconscientes, y hasta donde ellos den forma a su vida y sociedad, éstas son artefactos sugeridos por cicrtat intenciones. Atomos y estrellas, moléculas y fuerzas fisicas no son artefactos. No son conscientes de sf mismos y no tienen intenciones, ni siquicra incor«- ientes. Se admite con facilidad que su comportamiento s6lo puede ser “ex. Plicado”. Sin embargo, los seres humanos y sus artefactos no deberfan ser Et locus classicus para la distincion es Max Weber, “Uber einige Kategorien der verstehen- den Soziologic”, Logos (1913), vol 4. Sin embargo, la distincion por misma no previene la ef. She Repent yin te Seo ‘Faas, Proc of ls seeps ogre mye Na, oa gan, yy Reve of tat, Co Sah rae ae, Pogo Bee ee force gee 1s ABINIDADES Y CONTRASTES tratados como si no estuvieran guiados por intenciones, lo cual por desgracia ‘nose admite con facilidad. Por el contrario, et hecho de que muchas o lx ma- yoria de estas intenciones sean inconscientes y no manifiestamente “inten- Gonadas", ha producido innumerables escuelas de cientfficos sociales y atin icélogos que se ocupan de los seres humanos y sus artefactos como si fuesen picdras{ovestrellasisinimente. Lo que s més, cal tratamiento —tal vez debe- ‘amos tlamarfo maltratamiento— con frecuencia y de modo paradéjico se considera més “cientifico” que cualquier otro.!* Finalmente Megamos al tercer principio de Vico. El impulo del desarro- lo, afirma Vico, deriva del lenguaje y sus artefactos. Dado que el uso del len- je cambia, los artefactos también cambian. Por lo tanto, los modos de im- Pulsién cambian. Llegamos entonces a un claro planteamiento del tercer principio: no solo hay desarrollo, sino también desarrollo de las formas de desarrollo. : En la Antigitedad, dice Vico, los hombres primitives hablaban mediante metéforas y se hicieron poctas a fuerza de las circunstancias. El razonamien- to abstracto, el uso de los conceptos y el empleo literal, no metaférico, de descripciones se hace posible s6lo después de wn largo desarrollo. Es impor- tante comprender que Vico no sélo contrast6 simplemente la percepcién ‘concreta de particulares con sumarios abstractos de caracterfsticas universa- Jes. Este simple contraste se sugiere con mucha facilidad a la mente moderna se encuentra con frecuencia en la base de gran parte del pensamiento mo- derno con respecto a la percepcién, el razonamiento y la diccion de los pue- ‘los primitives y los nifios.#® Vico fio|manejaba un constraste tan sencillo, Mitos y s{mbolos erat para él “universales imaginativos”. Estaba muy ente- ado del factor universal en toda petcepci6n y no utiliz6 su ausencia como la ‘caracteristica distintiva del lenguaje y el pensamiento primitivoGuando $05 tenfa que el hombre primitivo usaba metéforas, no era su intencién enunciar que éstos eran incapaces de advertir regularidades, sino que eran dados a /plasmar su percepcion de regularidades en imagenes. Su empleo de la ex 1 La mejor exposcin de ete “truco de confanaa” efectuado por la encia socal, yu s- 2 che W. Pee The Supe of Untied me Scelyy (Lente, 1974). TS Vico moetné me preccin gies aq rin al ver ingen otro que haya escrito sobre el ‘ema. Algal que Vico, Roumcou sini que ld fog preceden al argument absiracto, EMC ro, munca dio tna aclaracion gia de su teorla. Vico 1 ohio Esentores posieriones, excep ‘Génie Hegel, tenden a confundir cl arunto alo comprender que una imagen contiene univer. {aks y par tanto abntraccones. Una imagen, ice Vico, por concretay particular que sca nc Sxduye la generalizacién, Lo opuesto de una imagen universal no es una imagen particular, sno Se ernie Monde Vico wo son sempre fusnntc crc, Lucien Levy Bru Erna Caner Jean Paget Se ae ~ Se gener ee ee Se eee See rears err scene nce er eal males Cans oy LAIDEA DE GIENCIA NUEVA, ro presi6n “universal imaginativo” tiene un tono arcaico. Podrfa ser de utilidad reemplazatlo por la expresiGn “universal concreto”, puesto que una imagen es siempre concreta, pero no necesariamente particular, '* Laaplicacién de estos tres principios a la historia fte el contenido mas im- Portante de la gran obra de Vico. Este hecho es bien conocido como para no necesitar mds que el siguiente resumen, La historia de la humanidad comenz6 con sociedades muy primitivas, pe- ro bien organizadas en las cuales los hombres tenfan la ‘del habla. El crecimiento de la poblacién y los desastres causados por el diluvio disper- Saron a los miembros de estas sociedades. En el siguiente estadio encontra- ‘mos una edad de brutos que habitaban vastas extensiones de bosques. Aqut el salvajismo era verdadero, y los hombres olvidaron el habla y las costum- bres de sus ancestros. Esta etapa bestial dur6 aproximadamente dos siglos. Luego, la conciencia del trueno horroriz6 a los hombres y los obligé a buscar resguardo y a construir refugios donde sus familias encontrasen proteccion y vida privada. Habiéndose establecido talaron los bosques y desarrollaron las costumbres de sepultura de los muertos, la moralidad y los rituales reli- gios0s. Eran gobernados por padres “ciclépeos”, mondrquicos. Esta fue la edad de los dioses. En la edad de los dioses habia siervos que desafiaban los privilegios de los “padres”. Con objeto de proteger sus privilegios, los “padres” formaron alianzas —una orden patricia, Esta fue la edad de los héroes. En esta edad ha- }bfan muchos conflictos entre las clases més bajas y las clases altas. Por fin, las clases mas bajas se sublevaron con éxito y obtuvieron concesiones. Nuevos situales aparecieron. Estos eran observados como leyes; las leyes fteron es- ‘critas en prosa; la prosa generé argumentos; la argumentacion gener pre- guntas, flosofia, €S¢eplcismO}e igualitarismo, hasta que, al final, la subver- sin de las viejas costumibres autoritarias produjo la automatizaci6n, el individualismo destructivo y el colapso social. Leyendo y releyendo Ciencie nueva es dificil formarse una idea consistente y clara de la posici6n final de Vico. En muchos pasajes escribe como si hubie se alguna virtud especial en la tradicién y Ia autoridad y como siel siguiente estadio, basado en argumentos y conducente hacia la egolatria destructiva, debiera ser deplorado. Otras veces, mantiene la esperanza de que algin es- tadista superdotado, una especie de Augusto, aparezca para prevenit el co- lapso de la filosoffa igualitaria y la sociedad basada en la ciencia. En algunos pasajes escribe como si el cardcter circular de este desarrollo fuese inevitable, yen otros se muestra un poco indeciso en lo que respecta al resultado del co- lapso de una sociedad basada en la filosofia, dudando si ello ocurrirfa en la primera edad de inocencia, tal como habia permanecido antes del diluvio, 0 Si seria ir de vuelta a la edad de los brutos. Algunos intérpretes piensan que esta primera edad de inocencia era meramente una concesi6n forzada para los inquisidores, quienes no habrian tolerado una historia que no empezase 4 Consultar Peter Munz, The Shapes of Time (Micletown, Conn, 1977), pp. 128s. 20 AFINIDADES Y¥ GONTRASTES. ‘con el tipo de sociedad que se encuentra en el Génesis; otros toman seria- mente el primer estadio, pero creen que sc trata de la nica edad que no se repetirfa y que los(rears#siempre conducirian de vuelta a la edad de los bru- tos y que el desarrollo arrancarfa de ahfen adelante. Finalmente, existe tam- bién un problema relacionado con la teorfa de la metafora de Vico. A veces eseribe como si el uso de la met4fora fuera “forzado” en la gente primitiva por su modo de existencia;"* en otros lugares escribe como si tal uso simple nente ocurriera de acuerdo a su modo de vida'* y por lo tanto fuese expre- sivo o indicative de ésta. Estas preguntas deben ser resueltas, si es que realmente ¢s posible resol- vverlas, por los estudiosos de Vico. Podrfamos quedar satisfechos con la im presion general de que el mismo Vico estaba un poco confuso acerca de estos Retalles por la premura con que escribi6.” En cualquier caso, los detalles ne son més vitales o molestos que las muchas confusiones que se encuentran en la Critica de Kant y Ia Fenomenologta de Hegel, escritas bajo una presién simi- lar con igual capacidad de originalidad. El punto que realmente importa en toda esta historia es que esté forma- @ por los tres principios. Vico no parte devun estado de naturaleza que de. ‘bia ser superado, sino de un estado de naturaleza, que a su modo propi tera bastarne satisfactorio. Sin embargo, sitia la edad de los brutos en segun- do lugar. Esta edad no representa la condicién original del hombre, sino un fenémeno secundario, un colapso de la naturaleza humana. Obviame: cesta edad es muy poco productiva ¢ indeseable, pero contiene las condici nes de las cuales deriva el primer estadio de civilizacién conscientemente inteneionada. Por ello, aunque sea indeseable, tiene una funcién importan- te. diferencia de muchos de los primeros historiadores y antrop6logos, co no considera que este estado es la condicién natural de la humanidad, si- no el resultado del colapso de una condicién més natural. Luego entonees, ‘rela que el crecimiento de la civilizaci6n no es una alternativa al estado de naturaleza, sino que continda por encima de la decadencia de una situacién ‘natural. De ahi que criticara y evitara la simple dicotomfa entre naturaleza y artifcio e introdujera una teoria realista del desarrollo humano.* Finalmen- te, podemos ver como el uso del lenguaje es en cada caso un principio que moldea, El modo como se usa el lenguaje, en. poesfa o en prosa, meta- {fSrica o retbricamente, es el principio que la estructura social de cada estadio. De esta mancra ejemplifica su idea de que no s6lo existe el ‘cambio, sino que el método de cambio es en sf sujeto de cambio. No preco- °S The New Scene of Glambatita Vice, trad. G. Bergin y MH. Fisch Ithaca, N.Y, 1968), par, 378. 16 Yd, pase. 405, ad finem. 17 piguntas de estas inconsistencias y argumentos no resuclios se hallan tan profundament= inmersog en el tento que hasta un intérprete tan agudo como Istiah Berlin Aguinat the Gurent (Nueva York, 1960), p. 108, no logra notar, por ejemplo, que Vico parece inseguro respocto de Normas posteriores de cvlizacin son mejores equivalents a formas anteriores “i VerlPcier Mung, “Early European Flistory and Afican Anthropology”, New Zealand Jour. nal of Hitary, 10 (1978), p44. LAIDEA DE CIENCIA NUEVA a niza que la naturaleza humana esté dada y que todo cambio subsecuente de- tba ser interpretado como una derivacién de Ia naturaleza humana. Fn cam- bio, afirma que la naturaleza humana es por sf misma sujeto de cambiog constantes y que estos cambios de cambios proporcionan el impetu intern due determina ls formas que as socedadss han tomado," _Con esto, tenemos un perfil de la ciencia nueva requerida por el Humi- nismo2® Puido haber sido menos optimista que la opiniGn comin que el Huminismo se formé de s{ mismo. Propio del Iuminismo era creer que en ef futuro siempre habria cambio hacia un mayor Huminismo. al criterio optimista, sin embargo, ya sea expuesto en la forma en que Locke, 0 Les- sing, o Adam Smith lo hicieron, era todo menos Tiuminismo, dado que es taba basado en un olvido de la historia en gencral y en cl crror de no apli car los tres principios de Vico. ‘Wi, por otro ladofjeon ayudaldelsus tres principios, logré hacer verdaderamente iluminado al Iluminismo puesto {ue proporcions una explicacim histrica para éste.Asimisno, a hacerlo !aderamente iluminado, se aparté del optimismo prevaleciente. Cono- ¢iendo y analizando la historia de un modo mucho ms elaborado de lo que fueron capaces los autores de cualquiera de los tres grupos antes dé most que ia historia es sujeto de andl claro, podiaadadise sla sea de los campos que habfan sido iluminados por el Lluminismo. El precio fue ‘un panorama algo menos esperanzado que Ia simple teorfa del progreso, que en realidad derivé de la imagen del sol irrumpiendo de entre las nu- bes; asf cl Huminismo simplemente habfa dispersado para siempre la su- perstciin y la oscuridad del pasado, El pesimismo de Vico no representa desventaja. Después de td, un pesimista gemuino es un optimista bien in- Esto, entonces, era la ciencia nueva: la adicién de la historia a la seri ‘campos estudiados y entendidos por el Iluminismo.* Seri Spee he he ig is oes 7 8 he he i ies ore se icha eae eceeregreniee nee, sent ce Geek i cies ert ace oe ace aa a a aan trode de cambio que han permanecdo son todos modiicaciones de mente hutuana, ete co eee eee eee oe ee eee Soe ea itt ir” ae eee hk ead ee ed irra dea seciedad civ an ampiment oprastany 7 Ss ad eee ee EE See erence ger oy neerrie Berrecles ou Encinas beeecye cheat no nimense een 2 ABINIDADES ¥ CONTRASTES Elconcepto de “ciencia nueva” fécilmente puede ser, y fue, mal entendido. vara Vico se trataba de la aplicacién de la raz6n humana —debidamente cali- icada por su apreciaciOn de que cuando la materia de que se trata se refiere a refactos humanos, existe una forma de entendimiento diferente de la forma jue prevalece cuando la materia en cuestion son piedras y estrellas— al pasa . De esta manera Vico habia disipado la oscuridad y habfa explicado el pa- ‘sado y su relaci6n con el presente. Existfan y existen otras formas de disipar Ja oscuridad. En lugar de aplicar la raz6n a estudiar los fenémenos (las apa- riencias) como hizo Vico, podemos intentar dispersar la oscuridad levantando ‘lvelo, Una de ls tradiciones mas viejas dice en muchas palabras que la oscu- Tidad es ocasionada por las apariencias que esconden como una cortina la rea- lidad que yace detras de ellas. Esta tradicién es mds vieja que Platén pero ob- tuvo su formulacién més clara con la filosofia del conocimiento de Platn* Laiidea de que la oscuridad puede disy Jevantando el velo que esconde la verdad, es, por supuesto, atractiva, ademds de obligatoria, Sabemos de més- caras y proms, de papelsy preinsiones. ¢No es también una mfscara el ‘mundo de la naturaleza, tal como se nos muestra? £Y por qué no pensar la Gencia como un “desenmascaramiento” que descubre la realidad detras de las apariencias? No hay motivo para que ¢] descubrimiento de la realidad detrds de las apariencias no deba considerarse “ciencia nueva”. Cuando Newton de- muestra que el color es un fenémeno 6ptico que puede analizarse con la ayu- Ga de un prisma, podriamos decir, aunque no debamos hacerlo, que con la ayuda de un prisma logr6 levantar la cortina y mostrarnos Jo que el color real- mente €3.% ‘Tal concepcién no viqueana de la “ciencia nueva" recibi6, a un cuarto de iglo de haberse compuesto la Scienza nuova, un poderoso, aunque inespera- do, nuevo convenio de vida a través de la obra de Kant. En la Critica de la razén pura Kant afirma que tras las apariencias, que son lo tinico que pode- mos conocer, debe existir una realidad desconocida ¢ incognoscible de la cual las apariencias son apariencias. Seria absurdo, pensaba él, imaginar que existen apariencias, pero que no existe algo de lo que las apariencias son apariencia.* Debido a que esta conclusién no era central al argumento ¥ propésito de Kant, ciertos intérpretes se han negado a considerar la dis- fincién seriamente, Empero, el mismo Kant la tuvo por suficientemente se- tia como para describiria en su totalidad en el prefacio a la segunda edicion de la obra. Es cierto que para Kant la existencia de una realidad detrés de las apariencias era tangible y que ella desempefié una funci6n importante Ginicamente en su ética, Es verdad también que el primer eritico importan- 2 R Popper, The OenSiciey ond its Enemies (Londres, 1945), vol. 1. pp. As, fa primero en lnm a atencion sobre Ian xxportantesconecvencia del hecho de que Erbsqueda del conoeiniento no era una ee reguardades det fendmeno, sino una Sica pene star que eu pate a devia cei de Goethe a Newson estaba basa ee cla pon aca qus en pate de Goethe a Newion enlaidea de que Newton cfs un “oenciaista", un Gendio que busca vera al investiga So GQuefa ur verdaderamente” es, iferenca da uz como aparece al oo bumane. " prefacio ala segunda iin, XXVIL LAIDEA DE CIENGIA NUEVA, s te, Hegel, demostré muy razonablemente que no hay tal dicotomfa entre apariencia y realidad, al menos en lo que concierne a la evolucién de Ia conciencia humana. Encontramos asimismo epistemélogos evolucio- nistascontempordncos que siguiendo a Hegel, aunque no inspirados por él ni conscientes de las semejanzas entre los argumentos de aquél y los suyos, han interpretado a Kant para favorecer sus propios fi- nes.® Kant simplemente dio por un hecho que las categorias de la per cepcién, que filtran la realidad de modo que s6lo tenemos conoci- miento de ésta tal como aparece moldeada por estas categorfas y por las formas de nuestro entendimiento, simplemente estan ahi —son parte de la naturaleza humana. Si consideramos la adaptacién cvolu- cionista, podemos facilmente ver que estan ahf porque son adaptacio- nes del sistema nervioso a la “realidad”, logradas con éxito. Es por ello ‘que Kant se ha convertido en el gran precursor de la epistemologia evolu- cionista moderna, que, por supuesto, hace poco caso de Ia distincién entre apariencia y realidad. La epistemologia evolucionista mantiene que las apa- riencias transmitidas por las categorfas de nuestro entendimiento no pueden ser del todo distintas de la “realidad” que se supone est detrés de estas apa- riencias, puesto que silo fuesen, el sistema nervioso humano cometerfa dema- siados errores en su percepcién del mundo que vivimos, y de ser el caso, no ha- bria podido sobrevivir por mucho tiempo2* En la epistemologia evolucionista, como en Hegel, la dicotomifa kantiana original entre realidad y apariencia se encuentra corroida, descuidada y eventualmente deja de ser absoluta” wr de estas reinterpretaciones de la distincién fundamental de Kan ® Konrad Lorenz, Behind the Mirror (Londres, 197), pp 8x. eth del todo consciente le que sug Netter om ea eas ea dean op op 7h egy Pela ee oleae Al fal ct fue el Ghice que permanecié kantiano verdadero, Usando wna tra een ee ee et seeiabin tte antgceenan tues cletad ts % Ha habido innumerables revisiones del dogma marxista inicial, incluyendo intentos por el nin Ene Sg de as i ed aa ee Ee ee ee ee Caen er ea Se ee eee Coe ee Co ti saat pal es rin tires a ea rns sis coe ce ets oe oe % AFINIDADES ¥ CONTRASTES No cabe duda que ésta y toda otra forma le develar son siempre ilunina- doras. Tanto Nietzsche como Freud, por mencionar s6lo a los més famosos reveladores, nos han ayudado a ver més claramente Jo que la vista no alcan- za, al menos al primer vistazo. El problema causado por tales develaciones no yace en el develar mismo. Nuestro conocimiento se enriquece con la sistencia de Marx afirmando que el modo de produccién del feudalismo es- taba funcionalmente relacionado con las creencias religiosas y las produccio- nes artisticas de la edad feudal. El problema surge cuando se insiste, como lo hizo Marx, en que las cosas develadas son la Gnica verdad y la tltima realidad y que lo demés es apariencia, superestructura y, por lo tanto, derivativo y se cundario.” Si se cree en el “develar”, ¢s importante estipular que lo que es- conde el velo, a su vez, esconde algo mas y que, ademas esto vitimo, asu vez, vela aquello que fue develado, tanto como lo primero velaba lo segundo. Ca- da develacion descubre algo que nuevamente disfraza algo. Cada nueva re~ velacién esconde algo que habfa estado por abrir. Hay siempre una pérdida, tanto como una ganancia. Para Kant la distincién entre realidad y apariencia era periférica, y sim- plemente se derivaba de su argumentaci6n. La naturaleza de la realidad tras las apariencias no tenfa consecuencias para Kant, debido a su interés en el conocimiento y al hecho de que el conocimiento siempre era conocimiento de apariencias. Para Hegel, en cambio, la dicotomia entre apariencia y reali- dad era menos absoluta que para Kant. Los epistemélogos evolucionistas modernos han seguido a Hegel. ¢Por qué recayé Marx en la interpretacin més cruda posible de la dicotomia? Y épor qué se convencié a sf mismo de {que la realidad tras las apariencias podia conocerse con tal certeza? Nictzs~ che estaba tal vez en lo cierto al demostrar que si se devela el amor cristiano, se descubre alli el resentimiento del esclavo hacia su amo. Freud pudo tenet raz6n cuando sostenfa que al develarse las ambiciones politicas del hombre se descubrird su conflicto de Edipo no resuelto. Pero Marx propuso dogm- ticamente que si se devela la religién de Ia edad feudal, se encontrara que no ces més que una ideologfa disefiada para hacer aceptable la realidad de la ex- plotacién feudal. Examinado criticamente, este tipo de “ciencia nueva” no ‘eran realidad una ciencia nueva del todo, sino un intento por terminar con toda investigaci6n cientifica subsecuente. El dogmatismo de Marx se compa- ra muy desfavorablemente con el racionalismo de Vico. Marx tenfa un mé- todo empfrico simple, basado en su “yo s¢ més". Con esta regia pudo mostrar Jos hechos que ocurrian en una sociedad feudal o en el Imperio Romano cn forma muy distinta de lo que realmente pensaban aquellos que los experi- mo de Marx, Marxy Vico no tienen realmente naa en comin, ynoes accdenteque Marx men- ‘donara a Vico tan slo tuna ver en todos aus esrits publicados. Ver Eugene Kamenka, "Vico nd Marx”, en Giambatida Vico: An Inermational Spuposian, comps. C. Tagliacozz y Hayden V. White (Baltimore, 1960), pp. 137s, ° Ea toda torts del conocimieato o& importante no otorgar estas privilegiado © precedencia ontoldgica a aquello que se devela. De lo contrario l develamiento oscurece y no Fevela nada. Connar Peer Muna, When the Golden Bough Brats (Londses, 1973), copy Dp. BBs, para ver el entendiniento propia de Freud de este principio. LAIDEA DE CIENCIA NUEVA, s ‘mentaron, El racionalismo de Vico, en cambio, fue reconocidamente tortuo+ 50. Nos advirtié “que sélo con el esfuerzo mis angustiove podemos apenas intentar entrar en la mentalidad de los salvajes primitivos”. Podrfa parecer incongruente comparar a Vico y Marx, especialmente si la ‘comparacion es a favor de Vico. Marx parece enteramente moderno. Escribe sobre politica, economia, sobre Napoleén 11 y la lucha de clases. Vico, obvia- mente cs anticuado. Se vistié com la indumentaria del ancien régime y escribi6 en italiano barroco sobre Homero y las leyes de las doce tablas. Pero atin asf, cuando consideramos lo que Vico entendis por “ciencia nueva’ y vemos ¢6- ‘mo la biisqueda de una ciencia nueva en la mente de Marx se convirtié en bbésqueda de una realidad ilusoria, podemos darnos cuenta de que la moder- nidad no depende necesariamente de las ropas que un hombre lleve. £Cémo pudo Marx com los del desarrollo (cazadores, pastores, agricultores y comerciantes) era por sfsolo insuficiente, a menos de que pudicse demostrar la manera en que el funcionamiento de cualquiera de los estadios era productor del siguiente es- tate Igo que realmente se puede comprender (el lenguaje), no tivo necesidad de declarar dogmsticamente que el lenguaje es la esencia del hombre y de la rea- lidad que esté detrés de varias apariencias, tales como ley, estado, religion y arte. La razén de Vico al sugerir que empezamos con el lenguaje, no era que ‘creyese que el lenguaje era la realidad que determina la forma de las aparien- afirma, existen pei 21, Bevin, Agena te Curent Nueva York, 1680), p98. Ver ambien G.Sciner, te Babel (Oxgor 1975, p76. ae ne ” Los ejemplor de Vico temar ei camino de los lenguaies® pueden parecer. ‘on foran sreaicon Perot! arate de ss ejemplos no debe oacurter importa del ‘metodo. Cuando exribe que la historia de a palsbra lx no dice cma a vida en 6) boxque fue Segui de a vida en chotas y fnalmente dela vida en Gada (The New Since of Clambot- {ta Vico, tad. de. 6, Bergin y M.H. Fach (ihaea, N.Y, 1968), p. 78) mueseas farutades Crlican modernas pueden tener uns reacion irda, Exo, sn embargo, no orcurece el hecho de que “Vico sabe, que eto es una de sus mas grandes deus, que el hombre entra en posaion ‘ava deconciencin en conocimiento aclvo de la Teal gracias lon poderes de orden Imleno formacion del enguaye, 0. Steiner, fer Bab {Oxlord, 1973), p. 75. 6 AFINIDADES Y CONTRASTES privilegiada. Finalmente construyen éstos su fuerza y destruyen ] mo- do prevaleciente. A diferencia del lenguaje, ¢1 modo de produccién no ¢s algo que pueda comprenderse en términos viquianos. El modo de produccién no se centra en la mente humana, sino en condiciones ma- {etiales, recursos naturales y el hambre humana. Si tomamos al lenguaje ‘como el agente del cambio, podemos intuitivamente advertir el camino a lo largo de la trayectoria del lenguaje y hacer uso de esto para explicar el cam- bio. Pero si consideramos las condiciones materiales para explicar el cambio, 610 podemos hacerlo con un postulado ulterior es decir, con la suposicién dde que estas condiciones materiales son la esencia, a genuina realidad, de la ‘que religi6n, cultura, politica y lenguaje, asf como el arte, son las apariencias. El Tluminismo que result6 de tal proposici6n no es del todo ilumina- dor, puesto que tal afirmacion s6lo pucde justificarse dogméticamente. Es sorprendente el hecho de que Marx nunca se haya molestado en justi- ficar esta proposicién dogmatica. Al igual que otros dogmaticos, tal vez imagin6 que era evidente por s{ misma. Marx simplemente consideraba que la “produccién” era algo més real que la politica o la religién.** ‘Sobra decir que Marx no fue el primer materialista. Refiriéndonos al len- », podemos pensar en Turgot como ejemplo. En 1750 escribié que los Seitemer iengunje sugieron porque los azadores“tendfan pocas pal bras, muy vividas, no muy ligadas entre sf y el progreso serfa lento. Kl pastor con su apacible vida construiria un lenguaje més suave y refinado; el hombre ‘esposo, tino que fuese més frio y coherente”.** A pesar de que este argumen- to no esclarece mucho los origenes del lenguaje, claramente establece que {os lenguajes son efectos secundarios de modos materiales de subsistencia. ‘Asin ast, Turgot no crey6 necesario describir los modos de subsistencia como *primarios", o como la realidad que est4 detrs de las apariencias. Pero élno estaba interesado en una explicaciGn del cambio y de la manera en que los cazadores se convirtieron en pastores. Usando el método viquiano para ex- plicar el cambio, nos concentrarfamos en las modificaciones dentro de la mente humana —es decir, en los cambios de los lenguajes que el mundo de las sociedades en cuesti6n ha creado, De este modo podemos entender tales ‘cambios como producto de la mente humana. Para poder explicar el cambio ‘con este método, no hay necesidad de designar un lado de la ecuaci6n (forma social=-lenguaje) como la parte real y el otro como apariencia. Esto no ocu- rre si utilizamos el marxista. Si se quicren explicar los cambios en cuestién deduciéndolos de las circunstancias materiales, es necesario persua- dirse de que las circunstancias materiales son una realidad de la cual los len- ‘guajes (por ejemplo) son las apariencias. Podemos entonces buscar las razo- nes de los cambios en las circunstancias materiales y deducir el cambio en los lenguajes de acuerdo a éstas... En pocas palabras, un materialista que desee explicar el cambio debe admitir que éste es inherente a las circunstancias 32 W.H. Shaw, Manes Phony of History (Stanford, 1978), aclara bien ene puto, 3G Schell comp, Ocunes de Tago! Pats, 1913), vl 1p. 17 LAIDEA DE CIENCIA NUEVA, " ‘materiales, que éstas son la realidad y que todo lo dem4s —el lenguaje, la re- ligion, la ley, la politica— son apariencias de estos cambios. Si no se es mate- rialista, se puede explicar el cambio de muchas maneras diferentes sin estar obligado a ver ningtin tipo particular de cambio como la realidad que est detris de las apariencias. Laconclusi6n implicita de Marx borré la distinci6n viquiana entre enten- dimiento genuino (verum et factum convertuntur) y la explicacién comin. Para Marx s6lo existia un tipo de entendimiento —el tipo de entendimiento que SERRE eee hombres, ino también de las estrellas y las El observador se encuentra fuera de lo observado y trata a los seres manos como si fueran piedras. Forma juicios acerca de ellos, completamente ajeno al hecho de que los seres humanos, a diferencia de las piedras, también pueden formar juicios acerca de ellos mismos, e idealmente, aun acerca del ‘observador. Los seres humanos, por lo tanto, pueden ser entendidos estable- ciendo un didlogo con ellos.» La idea de esta posibilidad yace en el corazén del método de Vico. No ocurre as{ con Marx. Este se rehusé a hacer cual- 4quier distincion entre seres humanos y piedras y se preciaba de que tal nega- tiva era la verdadera marca de la ciencia objetiva. Siempre formando juicios acerca de los seres humanos desde afuera, como si no fuesen distintos de la materia inanimada, Marx disefé una técnica especial para desechar las pro- testas de la materia en cuesti6n. Si el objeto del conocimiento protesta por- que el dogma marxista del determinismo de la economia o de la primacia det modo de produccion no esté en lo cierto, al menos en su caso (el del objeto), Marx recomienda que tales protestas se descarten como un ejemplo de ideo- logta, ilusién, prejuicios de clase, etcétera. Debemos, supongo, estar agrade- cidos por pequefias misericordias. Al menos Marx se dio cuenta de que los hombres no son como piedras por el hecho de que pueden contradecir las de- claraciones de un observador, y por ende, concedié la necesidad de una téc- nica especial para desechar tales contradicciones."* 1a interrogante definitiva en la comparacién entre la “ciencia nueva” de ¥ Ver Ptr Mune, The Sap f Tine (ietown, Com 197), pp Th eres wn haggis epi og Se ronda coterie i mrs sboga qua ito debe urbe dene, xtc Sets una prnpecina Seas naar iar y salon. Vor por chmpi, |. Cis Sen Posts ond Fur (Londe, 100) La es del proyeto cin pores Spe ice lear aca, sera entemaameie aos Pe i aoa contain de te Ser Don este snalabetomo yas de eis, sora no pct set ec: Sha nf derogation ce seca un om creek mone sso dlc ecb nome conn ane edad del Sign. En contre, Vic mantene “que apn de Hem : Ia do ean potion del pad soca oh acer de "pruncon’= Ba Hadock "ico Ducovery ofthe Tre Homers own of the Matar of es (17058, i (mde Vien 2 viel imptancs pl a pet oto Ver RD Laing, The Dad Sa dandres, 1060), Por Sara go td conectncdeVice, po sanguin de que infarc nranso crac premmntuo altace ldo so pace a ey pos gus cnc om “cena” yu can ps coxa a pase Se ‘Sidi sdhen sn verdadero epgue vans. La poy eaten dete tar bet pound pr Rao Mayy RD. Laing ex yaks er Rolo Nay, “Conmmet on Promo

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