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cee Ay crepe 1 Z 4 oanere 3 vee . feces ey santiaco, 97 OCT. 2016 ‘SOBRE LA ATENCION DE ADOLESCENTES QUE CONCURREN SIN COMPANIA DE ADULTO RESPONSABLE Desde la entrada en vigencia de la Convencién sobre los Derechos del Nifio, se ha reconocido de manera indefectible el estatuto de sujeto de derecho de nifios, nifias y adolescentes. La misma Convencién establece en el articulo 24.1 que “Los Estados Partes reconocen el derecho del nifo al disfrute del més alto nivel posible de salud y a servicios para el tratamiento de las enfermedades y la rehabilitacién de Ja salud. Los Estados Partes se esforzardn por asequrar que ningun nifio sea privado de su derecho al disfrute de esos servicios sanitarios”. La letra b del numeral 2) ordena a los Estados Partes a adoptar las medidas apropiadas para “Asegurar la prestacién de la asistencia médica y la atencién sanitaria que sean necesarias a todos los nifios, haciendo hincapié en el desarrollo de la atencién primaria de salud”. En ese mismo sentido, nuestra Constitucién Politica de la Republica consagra en el articulo 19 n® 9, inciso primero y segundo: "92.- El derecho a la proteccién de la salud. EI Estado protege el libre e igualitario acceso a las acciones de promocién, proteccién y recuperacién de la salud y de rehabilitacién del individuo” Se puede apreciar que el acceso a las acciones de salud se encuentra establecido en forma general, sin distincién de ninguna especie, por lo tanto, es independiente a la edad y desarrollo de las personas, de hecho, respecto de nifios, nifias y adolescentes esta reforzado por la Convencién sobre los Derechos de! Nifio, la cual fue suscrita por nuestro pais, y posteriormente promulgada por el Decreto N° 830, publicado el 27 de septiembre de 1990. De acuerdo a esta Convencién, en las acciones de salud en nis, nifias y adolescentes, se deben tener en cuenta los conceptos de capacidades evolutivas e interés superior. Las capacidades evolutivas y el concepto de menor maduro en los y las adolescentes posibilitan una limitacién de la facultad de los padres de decidir por sus hijos, a medida que estos van adquiriendo las condiciones necesarias para decidir de manera aut6noma sobre su propia Vida y ejercer por si mismas los derechos de los que son titulares. En base a lo anterior, la ley N° 20.418 permite a los y las adolescentes un actuar auténomo respecto de la eleccién y acceso a los métodos de regulacién de la fertilidad, salvo el caso de la pildora de anticoncepcion de emergencia, cuando es solicitada por menores de 14 afios, donde debera informarse al padre, madre o adulto responsable que ella sefiale, con posterioridad a la entrega de! medicamento. En esta linea, se instruye que en aquellos casos en que el o la adolescente concurra solicitando atencidn en salud sin compara de un adulto responsable, no podra negarsele dicha prestacién so pretexto de que debe volver con posterioridad en compaitia de su padre, madre 0 adulto responsable, por el contrario deberd atendérsele y en el caso de que la accién diagnostica arroje la necesidad de practicar un examen o realizar algin tratamiento, con posterioridad, se debera informar este hecho a alguno de los sefialados, para una proxima atencién. Lo anterior no es aplicable a las situaciones previstas en la ley N° 20.418. Por lo mismo, siendo que los y las adolescentes tienen reconocida autonomia en materia de consejeria y acceso a métodos de regulacién de la fertilidad, no se puede conocer el motivo por el cual concurren sino hasta que efectivamente sea atendido, de lo contrario la negativa podria significar una discriminacién arbitraria y vulneracion de derechos debidamente reconocidos en nuestro ordenamiento juridico. El hecho de que él o la adolescente acudan al centro de salud en busca de atencién profesional para resolver alguna inquietud sobre su estado de salud, denota la suficiencia de sus capacidades evolutivas 0 madurez, para ejercer sus derechos en este ambito. La negativa de atencién, no sélo puede vulnerar el derecho de acceso a la salud de los y las adolescentes; sino que también contraviene el deber ético de los profesionates de salud de brindar la atencion que se les solicita. Por su parte, conileva el riesgo de alejamiento de éstos respecto del sistema de salud, provocando que la afeccién por la que se pretendia consultar no tenga diagndstico ni tratamiento alguno, lo que es contrario al interés superior que debe primar emcgte tipo de decisiones. < DR. GISELA ALaREON ROJAS SUBSECRETARIA DE REDES ASISTENCIALES ovsimnucin, ),

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