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co. 11730 1590 958-06-9187-9 oMe9se0'491873 www.norma.com Poemas de mar y espuma, Esta hermosa selecci6n reine 7 rmanifestaciones de la tradci oral de los pases de las costae Caribe y poemas de alyunos de suis més grandes escritores, co José Marti, Rubén Dario Caridelatio Oheso. Estos por que hablan sobre el mary ly ‘costumbres ytradiciones de lo ‘pueblos carbefios son una ‘manera maravillosa de comprender todo lo qu ‘compartimos y,tambiéo, distintas perspectivas que ‘enemos sobre una cultura que ‘nos es comin. Marfa Fernanda P Nacio en Caracas, Venezu 1971. Ha rabajado como coordinadora etoral en ob Museo Alejandro Otero de ciudad natal y como editors Monte Avila Editors, Play E1Banco del Libro de Vene “También se ha desempetada como profesora y asesors ef ppromocisn de leerara, ‘Actualmente vive en Colon Egitorial Norma publicé su seleecién de poesia Pham, Poemas de mar y espuma Antologia del Caribe Seleccién de Marfa Fernanda Paz Castillo Ilustraciones de Natalia Ninomiya GRuPO norma hurps/www.norma.com Bogoté, Barcelona, Buenos Ares, Caracas, Guatemala, Lima, México, Miami, Panam, ‘Quito, San José, San Juan, San Salvador, ‘Santiago de Chile, Santo Domingo. ‘ee Poemas de mary espuma : antologfa del Caribe /seleccién cde Maria Paz Castillo ilustraciones de Natalia Nino miya.— ‘Bogotd: Grupo Editorial Norma, 2006, 88 p.; 19 om.--(Coleccin Torre de papel. Tore roa) Tncluye indice, ISBN 958-04-9187.9 1 Poesfa hispanoamerieana 2, Mar en la poesia 2. Costumbres nla literatura I. Paz Castillo, Marta Fernanda, comp. I. Ninomiya, Natalia, i. II-Tit, TV. Sere 868.9981 cd 19 ed. 075869 CEP-Banco de la Repiblica-Biblioteca Luis Angel Arango ‘Titulo original en espaol: Poemas de mar espuma: Aniologa del Caribe Copyright © Maria Fernanda Paz Castillo, 2006 Copyright © Editorial Norma, S.A., 2006, para Estados Unidos, México, Puerto Rico, Guatemala, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, RepGblica Dominicana, Panamé, Colombia, Venezuela, Ecuador, Per, Bolivia, Paraguay, Uruguay, Argentina y Chile ‘A.A. 53550, Bogotd, Colombia Reservaclos todos los derechos. Prohibida la reproduccién total o parcial de esta obra sin permiso escrito de la Editorial Impreso por Grificas de la Sabana Lada. Tmpreso en Colombia- Printed in Colombia ‘Abril, 2006 Iustraciones: Natalia Ninomiya Edicion: Cristina Puerta Duviau Dingramaciéa y armada: Catalina Orjuela Laverde c.c.11730 ISBN 958-04-9187-9 Contenido De boca en boca Corrido del testamento de Cachicamo jHummm! iNo creo que te vayas! iAy! Pobre del zapatero Pensé que un pez saltaba En el asiento del mar Mi nifia: cuando pasees El testamento La muerte me anda buscando Lloraba un garrapatero Entierro festivo Si la guarumera supiera En la copa de un izote El que espera desespera Guarapito, guarapito El que se fue a Cartagena Los chimichimitos Sefiora Santa Ana Dimele a la cocinera Marfa Moiiito El saltamontes Juan Chorizo tiene iL 13 16 17 18 20 21 22 4 & 26 27 28 29 30 31 32 34 35 36 37 38 En la orilla del rfo Qué quieres que te traiga Helado de leche Riqui ran El negrito Con Nacié la garza en la espuma ‘Avemaria dijo el diablo Y se acabé el cuento Con nombre y apellido Dos milagros Del trépico Epigrama satirico Como téi quieras La llegada del invierno (fragmento) A Puerto Rico (fragmento) Ati... (Criolla) (fragmento) No es ningéin asunto grave Versos sencillos #V Elave y el nido Mercando lefia (fragmento) Mi canto Los zapaticos de Rosa Sonatina Adi6é Este libro va para mi mamd, Mélida de Pax Castillo, porque piensa que en el mar la vida es mds sabrosa... Flr un lugar en el mundo don- de el mar es tan azul como el mis- miimo cielo, laa palmpnis tan sles y esbeltas como la més delgada plu- ma, la arena tan suave como el agua y la luz tan clara que alcanzamos a descubrir colores nunca imaginados. Las palabras que leerdn en este libro les pertenecen al ensuefio del Cari- be y a algunos paises que disfrutan de su magica influencia. MFPC De boca en boca i Corrido del testamento de Cachicamo Estando cachicamito en su cama, muy enfermo, mandé a llamar a su mama que le hiciera unos remedios. La cachicama, afligida, llegé, bebiendo los vientos, una posta salié en carrera en busca del curandero. —iQue se muere cachicamo! —ijo el sabio hierbatero. Y Ilamaron al notario, para hacer el testamento. Mando que de su conchita hicieran una batea y que lavaran en ella Mariquita y Dorotea. Mands que de sus orejas hicieran unas maracas y que tocaran con ellas en las fiestas de Caracas. Para misas, una manda le daba al cura el “ganao”, y las uftitas en pago se las dejé al “abogao”. *Murié como hombre de tierra que da los hombres “bregaos”, con la oracién en los labios, al pecho el “Crucificao”, la mascada entre las muelas y la tapara al “costao”. Lloran por cachicamito indias, negras y barcinas, y sirvid su carapacho de vivienda a las hormigas- Yo “vide” en aquel velorio mucha gente conocida llorando por el difunto consolando la familia. Pero no hay que fiar de Ianto que, sin pasar muchas lunas, hizo la viuda con otro lo que hacen todas las viudas. Aqui suelto las maracas 15 que Cayetano me llamo, después de cantar en triste la muerte de cachicamo. Venezuela jHummm! iNo creo que te vayas! De este no te salvas, mojarro, sino caes en el trasmayo, caes en la atarraya. Colombia iAy! Pobre del zapatero que vive de su trabajo. Ya se le rompié la lesna, iPata pa’ arriba, pata pa’ abajo! Panama Pensé que un pez saltaba, pero era su remo que chapoteaba. Pensé que mi amor pescaba, pero mi amor partia. Ya nunca mas la veré. Por su mirada lo sé. Nicaragua En el asiento del mar suspiraba un clarinero, y en el suspiro decia no hay amor como el primero. En el asiento del mar suspiraba un tiburén yen el suspiro decfa no te aflijas, coraz6n. Honduras Mi nifia: cuando pasees con tus compafieras y haya neblina en la bocana del rio y el olor del pino se sienta en la montafia, pensarés en mf y dirds: a Amigo, ies cierto que has partido? Oye, compafiero, ino te veré més? Nicaragua El testamento Timbé timbé timba timba timbé timbero Apunte usted sefior escribano timbé timbé timbé timba apunte usted con pluma en mano timba. apunte el sillén de Agustin que no tiene espalda ni balancin. Dicen que la muerte mata 2B isi la muerte no mata na! Apunte una cama e’ roble Hoy me la encontré de frente que no tiene n4 por sé yo muy y la hice miré patra. pobre p apunte unos calzoncillos 2 que no tiene botones y ni tiene fondillo que hace més de treinta o cuarenta afios que no me los pongo. Apunte un triste y roto també por donde se iba el sabé cuando yo era rumbero iAy! Timbé, timbero. La muerte me anda buscando pa’ Ilevame al cementerio pero como me vio tan serio me dijo que era jugando. Esta suerte me mata y es tan triste mi carrera que creo que cuando muera me ire pa’ el cielo a pata. Timbé timbero timbé timbé timbé timba timbé timbé timbé timbé suena canalla e’ rumba y rumbero. Puerto Rico Lloraba un garrapatero su triste suerte impfa porque arrancar no podfa, la garrapata del cuero. Colombia Entierro festivo Se murié zancarr6én. ya estiré las piernas; lo llevan a enterrar las hormigas negras. Se murié zancarrén ya estir6 las ancas; lo llevan a enterrar las hormigas blancas. Venezuela Gi la guarumera supiera lo duro que pega un tiro, a sus hijos no abandonara ni saliera de su nido. Colombia a En la copa de un izote El que espera desespera suspiraba una hicotea y desde lejos decia no te aflijas, Dorotea. No te desesperes, Pérez que el que espera desespera si tt: me sigues esperando Ea maeae comienza la esperadera. % 2 Hondur Tu me esperas y yo te espero nos esperamos los dos si me sigues esperando se dafia el esperador. } Tu me esperas y yo te espero nos seguimos esperando qué terrible esperadera la que estamos soportando. Voy cansado de esperar como me esperan a mi Be que me expert ght | Bie me lo voy a aleanzar. Colombia El que se fue a Cartagena apil ito, : Ce eee perdié a la abuela. guarapito est en la mesa, cuando acuerdo guarapito, guarapito en la cabeza. El que se fue a Barranquilla perdié su silla. 30 Colombia El que se fue a Bogota perdié a su mama. Anda,'parapapanda. Colombia Los chimichimitos Que baile la bruja tamboré (Coro) Que baile el brujito Los chimichimitos tamboré ‘taban bailando (Coro) 32 el coro corito tamboré (bis) Que bailen los indios tamboré Que baile la negra Que bailen, que bailen tamboré tamboré Que baile el negrito 5 tamboré (Coro) Que baile la vieja tamboré Venezuela Que baile el viejito tamboré (Coro) Que baile la coja tamboré Que baile el cojito tamboré —Sefiora Santa Ana, ipor qué llora el nifio? —Por una manzana que se le perdié. —Yo le daré una, yo le daré dos una para el nifio y otra para vos. —Yo no quiero una, ni tampoco dos yo quiero la mfa, la que se perdid. Vamos a la casa que yo tengo dos una para vos y otra para el nifio Dios. Honduras mele a la cocinera que prevenga de almorzar; que convide a tos los mozos primero al mayoral. Panama | ‘ Maria Moiito Marfa Mofiito me convid6 a comer platanos con arroz; como no quise su mazacote, 36 Marfa Moiiito se disgust6. Petrona Concha Nativida, come chorizo sin cocin4, chupa bagazo como cochino y come aji sin estornuda. Venezuela \ \ \ | ! El saltamontes Soy Aguila en ligereza, vestido de religioso aunque tengo las manos de oso y de vaca la cabeza, a pues esto me maravilla entre vuelos diferentes al tener tan solamente dientes en las pantorrillas. Honduras 3 eee s AE =) yh yas ach En la orilla del rfo parié una blanca, veinticinco alacranes yuna culebra. Juan Chorizo tiene buena mantencién platano maduro arroz con chicharrén. En la orilla del rio 39 parié una negra, veinticinco alacranes y una culebra. 38 Juan Chorizo tiene la barriga hincha de comé poroto por la madruga. Panama En la puerta del cielo venden cangrejos, para los angelitos que van sin ellos. En la puerta del cielo venden zapatos, para los angelitos que van descalzos. Si yo fuera rica y tuviera mis modos, le comprarfa a mi nifia una cuna de oro. iQué quieres que te traiga, nifia, de Coro? i Para tu mano blanca sortija de oro. Venezuela Helado de leche delicado, superior, pa’ que la nifia més bonita, refresque su calor. Panama 4 Rigui ran Riqui, rique, riqui ran. Riqui, rique, riqui ran. Riqui, rique, riqui ran, los maderos de San Juan Venezuela comen queso, comen pan. Los de Rique alfefiique los de Roque alfondoque, riqui, rique, riqui ran. Riqui, rique, riqui ran, abejas vienen, van; miel laboran para el pan. Liban flores las de Rique, cual almtbar de alfefiique viel camel He lee de Rogue se parece un alfondoque. Riqui, rique, riqui ran. Los chiquillos, idénde estan? Todos a dormir se van. Sofiardn con alfefique como suefian los de Rique, y mafiana un alfondoque, comerdn con los de Roque. El negrito Con Estaba el negrito Con, estaba comiendo arroz, y el arroz estaba caliente y el negrito se quemé. La culpa la tuvo usted de lo que le sucedié, por no darle cucharilla, cuchillo ni tenedor. Nacié la garza en la espuma del mas cristalin6 charco, para subir a lo alto hizo remo de sus plumas. Repiiblica Dominicana 45 Avemarfa dijo el diablo en las puertas del estanco, sino me dan aguardiente me les entro y los espanto. Colombia Y se acabé el cuento de Periquito Sarmiento que se lo Ilevé el viento. Puso tres pilitas, una para San Juan, otra para Pedro 47 y otra para el que hablare primero. Panama Dos milagros Iba un nifio travieso cazando mariposas; las cazaba el brib6n, les daba un beso, y después las soltaba entre las rosas. Por tierra, en un estero, estaba un sicomoro; le da un rayo de sol, y del madero muerto, sale volando un ave de oro. José Marti (Cuba, 1853-1895) Del trépico iQué alegre y fresca la mafianita! Me agarra el aire por la nariz: los perros ladran, un chidowtita y una muchacha gorda y bonita, junto a una piedra, muele maiz. Un mozo trae por un sendero sus herramientas y su mortal: otro con caites y sin sombrero busca una vaca con su ternero para ordefiarla junto al corral. Sonriendo a veces a la muchacha, que de la piedra pasa al fog6n, un sabanero de buena facha, casi en cuclillas afila el hacha sobre una orilla del mollej6n. Por las colinas la luz se pierde bajo el cielo claro y sin fin; ahf el ganado las hojas muerde, y hay en los tallos del pasto verde escarabajos de oro y carmin. Sonando un cuerno corvo y sonoro, pasa un vaquero, y a plena luz vienen las vacas y un blanco toro, con unas manchas color de oro por la barriga y en el testuz. Rubén Dario (Nicaragua, 1867-1916) Epigrama satirico Sia todos, Arcino, dices que son de baja realea, cuando tienen a Guinea en el pelo y las narices. Debes confesar, Arcino, queer erin siendo.de widen al tejade tirar piedras al vecino. Diego Gabriel de la Concepcién Valdés (Cuba, 1809-1844) Como td quieras Bajo el sol tropical de las Antillas marchitase la flor; como ellas palidecen tus mefillas al fuego del amor. 5 Mas la palida rosa, vida mfa, la reina es del pensil, y la besan, temblando de alegria, las auras del abril. Sé, en buen hora, la rosa que fragante al aura da su olor, y yo seré... la brisa susurrante, la brisa del amor. José Gautier Benitez (Puerto Rico, 1851-1880) La Ilegada del invierno (fragmento) Siempre mis aguas tendrén rumores, blancas espumas mi mar azul, mis tiernas aves cantos de amores, galas mis campos, vida mis flores, mi ambiente aroma, mi esfera luz. Salomé Ureria de Henriquez (Reptiblica Dominicana, 1850-1897) A Puerto Rico (fragmento) Puerto Rico, patria mfa, la de blancos almenares, la de los verdes palmares, la de la extensa bahfa: iQué hermosa estés en las brumas del mar que tu playa azota, como una blanca gaviota dormida entre las espumas! José Gautier Benitez (Puerto Rico, 1851-1880) 37 i (Criolla) (fragmento) Yo quisiera, mi vida, ser burro, set burro de carga, y llevarte, en mi lomo, a la fuente, en busca del agua, con que riega tu madre el conuco, con que td, mi triguefia, te bafias. Yo quisiera, mi vida, ser burro, ser burro de carga, y llevar al mercado tus frutos, y traer, para ti, dentro del argana, el vestido que cifia tu cuerpo, el pafiuelo que cubra tu espalda, el rosario de cuentas de vidrio con Cristo de plata, que cual rojo collar de cerezas rodee tu garganta... Yo quisiera, mi vida, ser burro, ser burro de carga... Arturo Perellano Castro (Curazao, 1853-1916) No es ningéin asunto grave en el que os vengo a ocupar, pues slo vengo a buscar una torta de casabe. En lo posible no cabe el que de ti yo me valga; 59 y para que con bien salga si tu amistad me remedia, dame una torta, media, que yo no busco una carga. Meso Ménica (Republica Dominicana, siglo XVIII) 60 Versos sencillos #V Si ves un monte de espumas, es mi verso lo que ves: mi verso es un monte, y es un abanico de plumas. Mi verso es como un pufial que por el puiio echa flor: mi verso es un surtidor que da un agua de coral. Mi verso es de un verde claro y de un carmin encendido: mi verso es un ciervo herido que busca en el monte amparo. Mi verso al valiente agrada: mi verso, breve y sincero, es del vigor del acero con que se funde la espada. José Marti (Cuba, 1853-1895) Elave y el nido iPor qué te asustas, ave sencilla? iPor qué tus ojos fijas en mi? Yo no pretendo, pobre avecilla, llevar tu nido lejos de aqui. Aquf, en el hueco de piedra dura, tranquila y sola te vi al pasar, y traigo flores de la llanura para que adornes tu libre hogar. Pero me miras y te estremeces, y el ala bates con inquietud, y te adelantas, resuelta, a veces, con amorosa solicitud. Porque no sabes hasta qué grado yo la inocencia sé respetar, que es, para el alma tierna, sagrado de tus amores el libre hogar. iPobre avecilla! Vuelve a tu nido mientras del prado me alejo yo; en él mi mano lecho mullido de hojas y flores te preparé. Mas si tu tierna prole futura en duro lecho miro al pasar, con flores y hojas de la Ilanura | deja que adorne tu libre hogar. Salomé Urenia de Henriquez (Reptiblica Dominicana, 1850-1897) Mercando lefia (fragmento) ‘Traiga la lefia pa bela. iCusnto cobra? é —Sinco pesos. 6 | —iAbe Marfa grasia plenal iLos tres dulcisimos nombres! | —iHola, fior José Maria! | —Deje la jesuseadera; yo pido lo que quiero y usté ofrece lo que ofresca, que usté manija su plata | y yo manijo mi lefia, y no hemos de disgustalos por cuestiones de pesetas. Aquileo Echeverria (Costa Rica, 1866-1911) Mi canto iCémo distingues, amable Rios, los inarménicos cantares mios en el silencio del robledal? Son mis dominios las espesuras, no alzo mi vuelo por las alturas donde otras aves van a cantar. Mecié mi nido la brisa ufana, * de una aldehuela siempre lozana, en el regazo del Iraza donde los rios secos y suaves para los hombres, para las aves, hacen la eterna juventud. Dejé mi nido de blancas plumas, las frescas aguas y finas brumas, dejé los mfos y eché a volar. Y desde entonces en los boscajes, en las honduras semisalvajes por intervalos suelo cantar. Juan Garita (Costa Rica, 1859-1912) 6 Los zapaticos de Rosa (fragmento) Hay sol bueno y mar de espumas, yarena fina, y Pilar quiere salir a estrenar su sombrerito de pluma. @ —iVaya la nifia divina!” —ice el padre y le da un beso—: “Vaya mi pAjaro preso a buscarme arena fina”. —“Yo voy con mi nifia hermosa —le dijo la madre buena—: iNo te manches en la arena los zapaticos de rosa!” Fueron las dos al jardin. por la calle del laurel: la madre cogié un clavel y Pilar cogié un jazmin. Ella va de todo juego, con aro, balde y paleta: el balde es color violeta el aro es color de fuego. Vienen a verlas pasar if nadie quiere verlas ir: la madre se echa a refr, y un viejo se echa a llorar. El aire fresco despeina a Pilar, que viene y va muy oronda: —*iDi, mama! iT sabes qué cosa es reina?” ston seca Y por si vuelve de noche de Ia orilla de la mar, para la madre y Pilar manda luego el padre el coche. Esta la playa muy linda a todo el mundo esté en la playa: lleva espejuelos el aya de la francesa Florinda. José Marti (Cuba, 1853-1895) 8] Sonatina La princesa esta triste... iqué tendré la princesa? Los suspiros se escapan de su boca de fresa, que ha perdido la risa, que ha perdido el color. La princesa est pélida en su silla de oro, est4 mudo el teclado de su clave sonoro, y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor. Eljardin puebla el triunfo de los pavos reales. Parlanchina, la duefia dice cosas banales, y vestido de rojo piruetea el bufén. La princesa no rie, la princesa no siente; la princesa persigue por el cielo de Oriente la libélula vaga de una vaga ilusion. {Piensa acaso en el principe de Golconda o de China, o en el que ha detenido su carroza argentina para ver de sus ojos la dulzura de luz? O en el rey de las Islas de las rosas fragantes, o en el que es soberano de los claros diamantes, o en el duefio orgulloso de las perlas de Ormuz? iAy! La pobre princesa de la boca de rosa quiere ser golondrina, quiere ser mariposa, tener alas ligeras, bajo el cielo volar, ir al sol por la escala luminosa de un rayo, saludar a los lirios con los versos de mayo, o perderse en el viento sobre el trueno del mar. Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata, a ni el halcén encantado, ni el bufén escarlata, ni los cisnes undnimes en el lago de azur. Y estén tristes las flores por la flor de la corte; los jazmines de Oriente, los nelumbos del Norte, de Occidente las dalias y las rosas del Sur. a } g iPobrecita princesa de los ojos azules! Est presa en sus oros, esta presa en sus tules, en [a jaula de mérmol del palacio real, el palacio soberbio que vigilan los guardas, que custodian cien negros con sus cien alabardas, un lebrel. que no duerme y un dragén colosal. iOh quign fuera hipsipila que dejé la crisdlida! (La princesa esté triste. La princesa est4 pélida) iOh visién adorada de oro, rosa y marfil! iQuién volara a la tierra donde un principe existe (La princesa est4 p4lida. La princesa esté triste), més brillante que el alba, mas hermoso que abril! iCalla, calla, princesa dice el hada madrina, en caballo con alas, hacia ac4 se encamina, en el cinto la espada y en la mano el azor, el feliz caballero que te adora sin verte, y que llega de lejos, vencedor de la Muerte, a encenderte los labios con su beso de amor! Rubén Dario (Nicaragua, 1867-1916) Aqui el ojo se fatiga de un experto contemplar... iCudnta es varia la hermosura de la mar! Ya me voy de aquf, de esta tierra a mi nativa morada; el coraz6n es mds grande junto al mar. Candelario Obeso q (Colombia, 1849-1884) ;

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