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18 PERSPECTIVAS ALTERNATIVAS SOBRE LA POLITICA DE ESTABILIZACION La funcién del banco central es reteva la jarva de sangria justo en el momen- to en que empieca la festa William McChesney Martin Lo que necesitamos no es un hdbil conductor monetario del vehiculo econdmi- co que mueva continuamente el volante para adaptarse a las iregularidades imprevistas del camino, sino un mecanisme que impida que el pasajero mone tario que va en el asiento de detrds come laste se abalance hacia delante y dé sun volantazo que amenace con echar al atoméuil fuera de la carretera Milton Friedman, -Cémo deben responder los responsables de la politica econémica al ciclo econé- mico? Las dos citas anterioves —Ia primera de un antiguo presidente de la Reserva Federal y la segunda de un destacado critico del Fed~ muestran la diversidad de opiniones sobre cual es la mejor respuesta a esta pregunta, Algunos economistas, como William McChesney Martin, consideran que la economia es inherentemente inestable y que la demanda y la oferta agregadas experimentan perturbaciones frecuentemente. A menos que las autoridades eco- némicas utilicen la politica monetaria y fiscal para estabilizar la economia, estas perturbaciones provocaran fluctuaciones innecesarias e ineficientes en la produc cién, el paro y la inflacién, Segxin cl dicho popula, la politica macroeconémica debe «navegar a contracorriente», estimulando la economia cuando esté en rece- sidn y frendndola cuando esté Otros economistas, como Milton Friedman, consideran que la economia es calentada, estable por naturaleza y acusan a las malas decisiones econémicas de las grandes fluctuaciones que a veces se observan, Sostienen que la politica econémica no debe tratar de «sintonizar perfectamente» la economia, Los responsables de Ia po- 708 / Mackoxconosia litica econémica deben admit, por el conteario, st limitada capacidad y sentinse satisfechos con no causar ningiin daio. Este debate, que ha persistido durante décadas, tiene numerosos protagonistas, que han expuesto diversos argumentos para defender sus posturas. Cobr6 especial relevancia cuando las econo1 en 2008, La cuestién fundamental es saber cémo hay que utilizar la teorfa de las fluctuaciones econémicas desarrollada en los capitulos anteriores. En este nos hacemos dos preguntas inspiradas en este debate. En primer lugar, edebe la politica monetaria y fiscal tatar activamente de estabilizar la economia © debe permanecer pasiva? En segundo lugar, zdeben tener libertad los respon- sables de la politica econémica para responder a discrecién a los cambios de la situacién econémica o deben comprometerse a seguir wna regla fija? de todo el mundo se sumicron en una recesion 18.1 Debe ser la politica econémiica activa o pasiva? Los responsables de la politica econémica consideran que a estabilizacién econé- mica es una de sus principales competencias. Como hemos visto en los capitulos anteriores, la politica monetatia y la politica fiscal pueden ejercer tna poderosa influencia en la demanda agregada y, por lo tanto, en la inflaci6n y en el paro. Cuando el Parlamento 0 el Gobierno consideran la posibilidad de introduciy un cambio en la politica fiscal o cuando el banco central estudia wn cambio de su po- litica monetaria, lo primero es dirimir de qué manera el cambio previsto ira en la inflacién y el pato y si ser necesario estimular o contener la demanda agregada Aunque los gobiernos gestionan desde hace tiempo Ia politica monetaria y fis cal, la idea de que deben utilizar estos instrumentos para tratar de estabilizar la economia es mas reciente. En Estados Unidos, la Employment Act (ley de empleo) de 1946 fue una ley que marcé un hito y en virtud de la cual el Gobierno de este pais fue declaado responsable por primera vez de los resultados macroeconé- micos. Establece que «fomentar el pleno empleo y la produccién... es una de las directices y competencias permanentes del Gobierno federal». Esta ley se redact6 cuando atin permanecia vivo el recuerdo de la Gran Depresion. Los legishadores que la redactaron creian, como muchos economistas, que si el Gobierno no in- tervenia activamente en la economia, algunos acontecimientos de consectencias devastadoras, como la Gran Depresién, iban a ocurrir de manera sistematica Para muchos economistas, los argumentos a favor de una intervencién activa del Gobierno son clatos y baja renta y aumento de las dificultades econémicas, El modelo de demanda y ofer- ta agregadas muestua que las perturbaciones de la economia provocan recesiones También muestra que la politica monetaria y fiscal puede evitar (0 al menos ate- illos, Las recesiones son periodos de elevado paro, Penpectvas altemativas sobre la politica de estabilizacién (€.18) / 709 nnuat) las recesiones resultantes de estas perturbaciones, Desde este punto de vista, seria un despilfarro no utilizar estos instrumentos para estabilizar la economia ‘Owos, en cambio, critican los intentos de los gobiernos de estabilizar la econo- mia, Sostienen que estos no deben intervenit en la politica macroecondmiea. A pri mera vista, esta idea puede parecer soxprendente. Si nuestro modelo muestra como puede evitarse 0 reducisse la gravedad de las recesiones, zpor qué quieren estos criticos que los gobiernos se abstengan de utilizar Ia politica monetaria y fiscal para estabilizar la economia? Para averiguarlo, examinemos algunos de sis argumentos, Retardos en Ja aplicacién y en los efectos de las medidas econémicas La estabilizacién econémica seria facil si los efectos de la politica econémica fue- ran inmediatos. Gestionar la politica seria como conducit tn automévil: bastaria con que las autoridades econémicas ajustaran sus instrumentos para mantener 1a economia en la senda deseada. Sin embargo, gestionar la politica econémica se parece més a gobernar un gran, arco que a conducir un automévil. Un automévil cambia casi inmediatamente de dizecci6n cuando ¢e gira el volante. En cambio, los barcos cambian de dieccién mu cho después de que el piloto haya ajustado el timén, y una vez que el barco comien- za gira, contintia girando mucho tiempo después de que el timén haya retornado a su posicién normal. Un principiante probablemente gire exce y cuando se dé cuenta del error, reaccionara excesivamente giréndolo demasiado en el sentido opuesto, El resultado puede ser tun rumbo inestable; el principiante responders a los exrores anteriores haciendo correcciones cada vez mayores. Los responsables de la politica econémica se enfrentan, al igual que el piloto de un barco, al problema de los largos retardos. En la préctica, este problema es atin més complicado porque resulta dificil predecir la duracién de estos retar- dos. El resultado es que la gestiGn de la politica monetaria y fiscal resulta tervi- blemente complicada, Los economistas distinguen entre dos tipos de retardo en la politica de estabiliza- Gi6n: el retardo interno y el externo. El retardo interno es el tiempo que wanscurre entre una perturbacién que afecta a la economia y la adopcién de medidas. Este retar- do surge porque los responsables de la politica econémica tardan tiempo, primero, en. reconocer que s¢ ha producido una perturbacién y, después, en adoptar las medidas oportunas. El retardo externo es el tiempo que wanscurre ene la adopeién de una medida y su influencia en la economia, Este retardo se debe a que las medidas de po- litica econémica no influyen inmediatamente en el gasto, la renta y el empleo. ‘Cuando se utiliza la politica fiscal para estabilizar la economia, no de los pro- blemas fundamentales es el largo retardo interno. Este problema es especialmente mente el timén ‘710 / Macnoxconosia importante en Estados Unidos, donde los cambios del gasto o de los impuestos requieren la aprobacién del presidente y de las dos cimaras del Congreso. Ellento y pesado proceso legislativo suele provocar retrasos, convirtiendo la politica fiscal en un instumento impreciso para estabilizar la economia. Este retardo interno es mas breve en los paises que tienen sistemas parlamentarios, como el Reino Unido, ‘ya que el partido en el poder a menudo puede aprobar més deprisa la introduc- cién de cambios en la politica econémica, La politica monetaria tiene un retardo interno mucho mas breve, pues el ban- co centyal puede tomar la decisién y aplicar un cambio de politica en menos de un. dia, pero tiene un largo retardo externo, Acttia modificando Ia oferta monetaria y los tipos de interés, los cuales influyen a su vez en Ia inversidn y en la demanda agregada, Sin embargo, muchas empresas elaboran con mucha antelacién sus pla- nes de inversi6n, por lo que un cambio de la politica monetaria esta pensado para que influya en la actividad econémica alrededor de seis meses después de que se eva a cabo. Los largos y variables retardos de la politica monetaria y fiscal dificultan, sin duda, la estabilizacién de la economia, Los partidarios de que la politica econémi- caadopte tun papel pasivo sostienen que es casi imposible que la politica de estabir lizaci6n tenga éxito debido a estos retardos. Puede ocurrir incluso que los intentos de estabilizar la economia resulten desestabilizadores. Supongamos que cambia la situacién econémica entre el momento en el que se toma una medida y el momen- to en que esta afecta a la economia, En este caso, tuna politica activa puede acabar cuando esti recalentada o deprimirla cuando ya esta enfriéndose. Los partidarios de que la politica econémica desempefie un papel activo admiten que esos retardos obligan a las antoridades econdmicas a ser cautas, Pero sostienen que no significan necesariamente que la politica deba ser totalmente pasiva, sobre todo cuando hay una recesin econdmica grave y prolongada, como, Ia que comenzé en 2008 en Estados Unidos. Algunas medidas, Iamadas estabilizadores autométicos, tienen por objeto 1e- ducir los retardos relacionados con la politica de estabilizacion, Los estabilizadores autométicos son medidas que estimulan o deprimen la economia en el momento necesatio sin necesidad de introducir cambios deliberados en la politica econd- mica. Por ejemplo, el impuesto sobre la renta recauda automaticamente menos impuestos cuando la economia entra en una recesi6n, sin necesidad de modificar Ia legislaci6n tributaria, ya que los individuos y las empresas pagan menos impues- tos cuando su renta disminuye. Asimismo, el seguro de desempleo y los programas de asistencia social aumentan automaticamente las transferencias cuando la eco- nomia entra en una recesién porque aumenta cl niimero de personas que tienen, derecho a estas prestaciones. Estos estabilizadores automaticos pueden concebirse como una politica fiscal sin retardo interno. estimulando Ia econon Penpectvas altemativas sobre la politica de extabilzacin (€.18) / 711 La dificil labor de realizar predicciones econémicas Este impacto retardado de la politica econémica en la economia, obliga, para que la politica sea un éxito, a predecir con precisién la futur situacién econémica. Si no podemos saber sila economia experimentara wna expansion 0 una recesién en. seis meses o un afio, tampoco podemos saber si la politica monetaria y fiscal del momento debe tratar de aumentar o de reducir la demanda agregada, Desgracia- damente, los acontecimientos econdmicos suelen ser impredecibles, al menos con nuestros conocimientos actuales, Los expertos tratan de realizar predic- ciones con indicadores adelantados. Como sefialamos en el capitulo 10, un indicador adelantado es una serie de datos que sue- le fhuctuar antes que la propia economia, Una gran disminucién de un indicador adelantado es un sintoma mas que proba- ble de que se produzca una recesién en los préximos meses Los expertos también watan de realizar predicciones con modelos macrocconomé- ttricos, desarrollados tanto por organismos ayers gic sereeqpreclgobsine went, piiblicos como por empresas privadas para realizar predicciones y realizar analisis de la politica econémica. Como sefiala- mos en el capitulo 12, estos grandes modelos informaticos estin formados por muchas ecuaciones, cada una de las cuales representa tna parte de la economia Tras postular diversos supuestos sobre la senda de las variables exdgenas, como la politica monetaria, la politica fiscal y los precios del petréleo, estos modelos generan predicciones sobre el paro, la inflacién y otras variables endégenas, Conviene tener presente, sin embargo, que la validez de estas predicciones de- pende de la hondad del modelo y de los supuestos que se postulen sobre las variables exégenas. ‘CASO PRACTICO Errores de las predicciones «Algunos chubascos, intervalos de sol y vientos moderados.» Esta fue la predic- cién que hizo el prestigioso servicio meteorolégico britinico el 14 de octubre de 1987. Al dia siguiente, Gran Bretaia sufrié Ia peor tormenta de los xiltimos doscientos aos 712 / Macnozconomia Las predicciones econémicas son, como las predieciones meteorol6gicas, fan- damentales para tomar decisiones tanto privadas como puiblicas. Los ejecutivos se basan en ellas para decidir el nivel de produccidn y el nivel de inversin en planta y equipo. Las autoridades econdmicas también se basan en ellas para elaborar la politica econémica. Sin embargo, al igual que las predicciones meteorolégicas, distan de ser precisas. La recesién econémica mis grave de la historia de Estados Unidos, la Gran Depresi6n de los aiios treinta, pillé desprevenidos a los expertos en predicciones econémicas. Incluso después de la crisis de la Bolsa de 1929, siguieron confiando en cl pronto restablecimiento de la economia. A finales de 1981, cuando Ia eco- nomia se enconteaba claramente enferma, el destacado economista living Fisher predijo una rapida recuperacién, Los acontecimientos posteriores demostraron que estas predicciones eran excesivamente optimistas: la tasa de paro continué aumentando hasta 1933 y siguié siendo alta durante el resto de la década.! La figura 18.1 muestra el grado de acierto de los expertos durante la recesién, de 1982, que es la mas grave ocurrida en Estados Unidos desde la Gran Depresién Esta figura musta la tasa efectiva de paro y seis intentos de predecitla para los cinco timestres siguientes. Se observa que las predicciones de paro fueron satis {actorias con un wimestre de antelacién. Sin embargo, las predicciones mas dis: tantes fireron a menudo inexactas. Por ejemplo, en el segundo trimestre de 1981, se predijo que la tasa de paro apenas variaria en los cinco trimestres siguientes; sin embargo, solo dos trimestres mas tarde, el paro comenz6 a aumentar bruscamen- te. El aumento hasta cerca del 11 por ciento registrado en el cuarto trimestre de 1982 pill6 desprevenidos a los expertos. Cuando queds patente que la recesién habia tocado fondo, tampoco predijeron la ripida disminucién posterior del paro. La historia es muy parecida en el caso de la recesién econémica de 2008. La Survey of Professional Forecasters de noviembre de 2007 predijo una re- cesién, pero solo moderada: se preveia que la tasa de paro de Estados Unidos aumentaria del 4,7 por ciento en el cuarto timestre de 2007 al 5,0 en el cuarto trimestre de 2008. Kn Ia encuesta de mayo de 2008, los expertos en prediccio- nes habjan aumentado sus predicciones del paro para finales de aio, pero solo aun 5,5 por ciento. En realidad, la tasa de paro {ue del 6,9 por ciento en el liltimo timestre de 2008. Los expertos fueron mostrandose mas pesimistas a medida que se desarrolla- ba la recesién, pero atin no lo suficiente En noviembre de 2008, predijeron que Kathiyn Mf Domingues, Ray C. Fair y Matthew D. Shapiro, «Forecasting the Depression: Has vvard versus Yaleo, American Bzonomic Review, 8, septiembre 1988, pigs. 595-612. Este atticulo explica las desacertadas predicciones econdmicas que se vealizaron durante la Gran Depresidn y sostiene que no podrian haberse realizado mejor con las éenicas que existen actualmente. Penpectvas altemativas sobre la politica de estabilizacién (c.18) / 713 ‘Tasa de paro (porcentaje) Efectiva 60 i a i TT? Ao Figura 18.1, La prediccién de la recesién de 1982 en Estados Unidos. La linea negra mucstta la tasa efectiva de paro registrada entre el primer trimestre de 1980 yeel primero de 1986, Las lineas grises muestran a tasa de paro predicha en seis ‘momentos del tiempo: el segundo timestre de 1981, elevarlo de 1981, el segundo de 1982, exc, Los simbolos indican en cada vecesin la tasa existente de paro y la prediccién para los cinco trimestres siguientes. Obsérvese que los expertos no pre- dijeron nicl ripido aumento de la tasa de paro nila sSpida disininucisn posterior. Furnte: La tasa de paro procede del U.S. Department of Labor. La taea de par predicha es la prediccién mediana de unos 20 expertos conultados por Ia Amc rican Statistical Association y el National Bureas! of Economic Research, Ja tasa de paro aumentaria a un 7,7 por ciento en el cuarto trimestre de 2009, En realidad, aumenté a un 10,0 por ciento, En ese momento, los expertos pro- fesionales predijeron una leve recuperaci6n de la recesi6n, solo con una ligera disminucidn de la tasa de paro durante el aio siguiente. Desgraciadamente, esta vex acertaron. Estos casos -1a Gran Depresién, la recesién y la recuperacién de 1982 y la recien- - demuestran que muchos de los acontecimientos econémi- te recesién econémi cos mas dramaticos son impredecibles. Aunque en el momento de tomar decisiones no se puede hacer mucho més que tener en cuenta las predicciones econdmicas, siempre conviene recordar que estas tienen un gran margen de error. I 714 / Macnoxconomia La ignorancia, las expectativas y la critica de Lucas El destacado economista Robert Lucas escribié en una ocasi6n: «Como profesio- nales dedicados a asesoray, la situacién nos supera». Incluso muchos de los que los responsables de la politica econémica estarfan de acuerdo con esta evaluacién. La economia es una ciencia joven y atin hay muchas cosas que no sabemos, No se puede confiar totalmente en los economistas cuando estos evaliian los efectos de distintas politicas econémicas. Esta ignorancia nos indica bien a las claras que los economistas debemos ser catttos cuando oltecemos ase- soramiento. En sus estudios sobre politica macroeconémica, Lucas ha insistido en que los economistas presten atencién a una cuestién: el modo en que la gente forma sus expectativas sobre el futuro. Las expectativas desempefian un papel fundamental en la economia porque afectan a todo tipo de conductas. Por deciden lo que van a consumir basindose en lo que esperan ganar en el faturo y las empresas deciden sus inversiones basdndose en sus expectativas sobre la futur rentabilidad, Estas expectativas dependen de muchas cosas, inchuida la politica econémica seguida por el Gobierno. Por lo tanto, cuando los responsables de la politica econdmica estiman el efecto de cualquier cambio de politica, necesi- tan saber cémo responderan las expectativas de la gente a ese cambio, Lucas ha afirmado que los métodos tradicionales de evaluacién de la politica econémica como los que se basan en los modelos macroeconométricos convenci tienen debidamente en cuenta su influencia en las expectativas. Esta crit forma tadicional de evaluar la politica econémica se conoce con el nombre de ica de Lucas.” Elanilisis de Ia desinflacién constituye un buen ejemplo de la critica de Lucas. Como recordard el lector, en el capitulo 14 vimos que el coste de reducir la infla- cién sucle medirse por medio de la tasa de sacrificio, que es el ntimero de puntos porcentuales de PIB al que debe renunciarse para reducir Ia inflacién un pun- to porcentual. Como estas estimaciones de la tasa de sacrificio suelen ser altas, algunos economistas han egado a afirmar que deberiamos aprender a convivir con la inflacién en lugar de incurrir en el elevado coste de reducirla. ‘Sin embargo, segiin los defensores del enfoque de las expectativas racio- nales, estas estimaciones de la tasa de sacrificio no son fiables porque estin sujetas a la critica de Lucas. Las estimaciones tradicionales de la tasa de sacri. ficio se basan en el supuesto de las expectativas adaptables, es decir, de que la mplo, los hogares © Robert E, Lucas, jr, «Econometric Policy Evaluation: A Critiques, Cavneple Rochester Conference ‘om Publc Pole, 1, Amsterdaza, North-Holland Publishing Company, 1976, pigs. 19-46. Lucas recibi6 en 1995 el Premio Nobel por este estudio y otros anteriores. Penpectvas altemativas sobre la politica de estabilizacién (€.18) / 715 inflacién esperada depende de la inflacién pasada. Las expectativas adaptables pueden ser una premisa razonable en algunas circunstancias, pero si las auto- ridades econémicas inuoducen un cambio creible en la politica econémica, os tabajadores y las empresas que fijan los salatios y los precios responderan, de una manera racional ajustando debidamente sus expectativas sobre la infla- cin, Este cambio de las expectativas sobre la inflacién alterara rapidamente la relaci6n a corto plazo entre la inflacién y el paro. La reducci6n de la inflacién puede ser, pues, mucho més barata de lo que sugieren las estimaciones wadi- cionales de la tasa de sactificio, La critica de Lucas nos enseiia dos cosas, una especifica y otra mas genérica. La ms especifica es que para evaluar el efecto futuro de distintas medidas econ6- micas posibles hay que tener en cuenta cémo afectan estas a las expectalivas y, por Jo tanto, a la conducta. La mas genérica es que resulta dificil predecir los efectos de tuna politica econémica, por lo que al hacer predicciones, debemos tener la humildad necesaria, Los datos histéricos Para saber sila politica econémica debe desempefiar un papel activo © pasivo en la economia, debemos echar un vistazo a los datos histéricos. Si la oferta o la demanda agregadas han suftido numerosas perturbac Ia politica econémica ha conseguido aislar a la economia de estas perturbacio- nes, deberfa quedar claro que la politica econsmica debe ser activa. En cambio, si la economia ha experimentado pocas perturbaciones serias y si estas fluctua ciones pueden atribuirse a una politica econémica inepta, deberia quedar claro que la politica econémica debe desempefiar un papel pasivo. En otras palabras, nuestra opinién sobre Ia politica de estabilizacién dependera de que histérica- mente haya sido estabilizadora o desestabilizadora. Por este motivo, el debate sobre la politica macroeconémica suele convertirse en un debate sobre historia nes de importancia y si Sin embargo, la historia no zanja el debate sobre la politica de estabilizacién, La razén es que no ¢s facil identificar las causas de las fluctuaciones econémicas, Los datos hist6ricos suelen permitir més de una interpretacién, Un buen ejemplo es la Gran Depresién. Las ideas que tienen los economistas sobre la politica macroeconémica suelen estar relacionadas con las que tienen. sobre la causa de esta depresién. Algunos creen que esta se debié a una gran perturbacién contractiva del gasto privado. En consecuencia, sostienen que los res- ponsables de la politica econémica deberian haber respondido wtilizando los instrumentos de la politica monetaria y la politica fiscal para estimular la demanda ‘716 / Macnoxconomia agregada. Otros, por el contrario, creen que la causa fue una gran disminucién de a oferta monetaria, Sostienen por ello que la Depresi6n se habria evitado si el Fed hubiera adoptado na politica monetaria pasiva consistente en ir aumentando la oferta monetaria a una tasa constante, Por lo tanto, dependiendo de cual se crea que fixe su causa, la Gran Depresion puede considerarse tn ejemplo de por qué es necesaria una politica monetaria y fiscal activa 0 como tn ejemplo de por qué una politica activa es peligrosa CASO PRACTICO 2s la aparente estabilizacin de la economia culpa de los datos Keynes escribié la Teoria general en los afios treinta y, tras la revolucién keyne- siana, los gobiernos de todo el mundo comenzaron a considerar que a esta- bilizacién econdémica ea una de sus principales responsabilidades. Algunos economistas creen que la tcoria keynesiana ha influido profundamente en el comportamiento de la economia. Comparando los datos anteriores a la Primera Guerra Mundial con los posteriores a la Segunda, han conchuido que el PIB real y el paro se han wielto mucho més estables. Algunos keynesianos sostienen que ese es el mejor argumento a favor de una politica activa de estabilizacién: ha dado resultado, En una serie de articulos provocativos e influyentes, la economista Christina Romer ha puesto en cuestién esta evaluacién de los datos histéricos. Esta eco- nomista sostiene que la reduccién aparente de la volatilidad no se debe a una mejora de la politica y de los resultados econémicos, sino a una mejora de los da- tos econémicos. Los datos mis antiguos son mucho menos precisos que los mas recientes. Romer mantiene que la mayor volatilidad que se atribuye al paro y al PIB real en el periodo anterior a la Primera Guerra Mundial es en gran medida culpa de los datos, Romer utiliza varias técnicas para defender sus argumentos. Una consiste en claborar datos mis precisos para el periodo anterior. Esta tarea es dificil porque no se dispone facilmente de fuentes de datos. Oza consiste en elaborar datos menos exactos para el periodo reciente, es decir, datos que sean comparables con los mas antiguos y que, por lo tanto, tengan las mismas imperfecciones. Tras claborar nuevos datos «malos», observa que el periodo reciente parece casi tan, volatil como el anterior, lo que sugiere que la volatilidad del periodo anterior podria deberse en gran medida a la forma de obtener los datos. Los estudios de Romer forman parte del debate inacabado sobre el efecto de la politica macroeconémica en la economia. Aunque sus estudios siguen, siendo controvertidos, actualmente la mayoria de los economistas cree que in- Penpectvas altemativas sobre la politica de estabilizacién (c.18) / 77 mediatamente después de la revolucién keynesiana la economia solo era algo mis estable que antes.? ll 18.2 ;Deberia basarse la politica econémica en reglas fijas o dejarse alla discrecién de las autoridades? El segundo tema de debate entre los economistas es si basar la politica econémica cen reglas fijas o dejarla a la discrecién de las autoridades. La politica econémica se basa en reglas fijas si sus responsables anuncian de antemano cémo responderan, ante diferentes situaciones y se comprometen a cumplit lo arunciado, Se basa en la discrecionalidad si sus responsables tienen libertad para afrontar los hechos confor- me van surgiendo y elegir las medidas que les parezcan oportunas sobre la marcha. El debate sobre reglas y discrecionalidad es diferente del debate sobre una politica pasiva o activa. La politica econémica puede basarse en reglas y, sin em- bargo, ser pasiva o activa. Por ejemplo, una regla de politica pasiva podria ser un. crecimiento constante de la oferta monetaria de un $ por ciento anual. Una regla de politica activa podria establecer lo siguiente: Crecimiento monetaris 3% + (Tasa de paro ~ 6%) De acuerdo con esta regla, la oferta monetaria crece un 3 por ciento si la tasa de paro es del 6 por ciento, pero por cada punto porcentual en que supere esa cifra, el crecimiento del dinero aumenta un punto porcentual mas, Esta regla wata de estabilizar la economia aumentando el crecimiento monetario cuando esta se en- cuentra en una recesion, Comenzamos este apartado viendo por qué podria mejorarse la politica econd- mica si existiera el compromiso de seguir una regla fija, A continuacién examina- mos varias reglas posibles. La desconfianza hacia los responsables de la politica econémica y el proceso p Algunos economistas creen que la politica econémica es demasiado importante para dejarla a la discrecién de sus responsables. Aunque esta opinion es mas po- litica que econémica, evaluarla es fundamental para juzgar el papel de la politica econémica, Si los politicos son incompetentes 1 oportunistas, es posible que no F Para mas informacién sobre exte atunto, véate Christina D. Romer, «Spurious Volatility in Historical Unemployment Data», Journal of Palitical Economy, 94 febrero 1986, page. 1-87; Christina D. Romer, «Is the Stabilization of the Postwar Economy a Figment of the Data?s, American Beonomic Review, 76, junio 1986, pags. $1484, 718 / Macnozconomia queramos darles la libertad necesaria para que utilicen a su antojo instumentos tan poderosos como los de la politica monetaria y fiscal, La incompetencia en politica econémica puede deberse a varias causas. Al gunos economistas piensan que el proceso politico es eratico, debido quiz a que refleja las oscilaciones del poder de los grupos de presién, Por otra parte, Ia ma- croeconomia es compleja y los politicos no suelen tener conocimientos suficien- tes para hacer juicios bien fundados. Esta ignorancia permite a los charlatanes proponer soluciones incorrectas, pero superficialmente atractivas para resolver problemas complejos. El proceso politico a menudo no es capaz de distinguir los consejos de charlatanes de los consejos de economistas competentes. Eloportunismo en la politica econdmica surge cuando los objetivos de sus res. ponsables estin en conflicto con el bienestar general. Algunos economistas temen, que los politicos utilicen Ia politica macroeconémica para perseguir sus propios fines electorales. Si los ciudadanos votan en funcidn de la situacién econémica existente en el momento de las elecciones, los politicos tienen un incentivo para adoptar medidas con las que parezca que la situacién econémica es buena durante los afios de elecciones. Un gobernante podria provocar una recesin poco des. pués de tomar posesién con el fin de reducir la inflaci6n, y estimular la economia conforme se aproximasen las siguientes elecciones con el fin de reducir el paro; esta combinacién de medidas garantizaria que tanto la inflacién como el paro fueran bajos el dia de las elecciones. La manipulacién de la economia con fines electorales, llamado cielo econémico politico, ha sido objeto de abundantes inves- tigaciones entre economistas y politologos." La desconfianza hacia el proceso politico leva a algunos economistas a mos. trarse partidarios de que la politica econémica se sittie fuera del reino de la po- litica. Por esta raz6n, algunos en Estados Unidos han propuesto enmiendas a la Constituci6n, como la del presupuesto equilibrado, que atarian de pies y manos a los legisladores y aislarian a la economia tanto de la incompetencia como del oportunismo. En el siguiente capitulo, analizamos algunos problemas que puede plantear una enmienda que obligue a aprobar un_presupuesto equilibrado, La inconsistencia temporal de la politica Si suponemos, por el contrario, que podemos fiamos de los responsables de la poli- tica econémica, a primera vista parece que la discrecionalidad es preferible a una 7 Wiliam Nordhaus,

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