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262
‘Trabajando con la cultura: grupos de rap ¢ identidad
negra en Cali
Pree Want
INTRODUCGION
reivingican uri identidad é:nica 0 acal, es comin encontrarse con
fq estos movimienvos han cambiado su enfogue hacia una preocu-
pacién por la denvidad, dejando de lado consideraciones de case social. Se
habla de un cambio hacia “Ia polivca dela identidad” en ver de la politica
de clase. En este ensayo, quiero modifica este planteamiento al proponet
aque se tiende a desconocer el trabajo material que implica la construccién
ce laidemtidad. Corrientes recientes en ancropologtay otras ciencias socia-
les, bajo la inuencia del pesestructuralsmo y el posmodernisme suelen
entender I idencidad como una consteeciSn diseursiva, una representa-
cidn, un ensamblaje de signifcados, que lucha muchas veces desde una
pposicidn subalterna en un mundo de oiras representaciones y discursos.
Picnso que xa perspectiva margina la materialidad de la identidad y ade
ris consolida la ancigua divsin conceptual ence la signifcacién y la ac-
cin, Esta dvisin sufte de debilidades mricasa nivel general —como si
la significacidn pudiera producise sin esiuer2o— y ain més en el vontexto
mundial en las postrimerias del siglo XX, cuando f cultura a menudo se
conviert en un objeto ¥ una mercanc
Explorasé exe cema en relacin con los esTuerans de jovencs negros en
la ciudad de Cali por consteuir una identidad culeucal y un espacio
idencitatio en d contexto urbano, 2 través de la enisica —el rap, el hip
hop. el reggae y el baile. Lo que me impresioné al conversar con estos
ji6venes y partcipar en sus actividades fue observar sus grandes esfuer2os
edicadosa la conscruccida de una idemiidad, y su especanca de convertir
E nel aniliss eciente de los moviniientos sociales, sobre todo los que
1 Qui ageece a The Ned Foadetrn por la bees que hizo ponies:
sacin en Cali. Les apradeco también al profesr Fermanda Urea, Cie, a Faculad de
(Geacas Ecce ySocses dea Unies del Ville pore aporo que bindaror
ex ah
268«sca identidad en forma de vida en el sencido tanto de subsistencia
material como de significscién simbélica—. Estos esfucraos trajeron
como consecuencia inevitable una preceupacin no sélo con la identidad
como representation simbélica sino cambién con los problemas materia.
les de sas vidas cn los burios del discrito de Aguablanca —es decir, con
conilictos de clace— problemas que visiblemente compartian con cttos
Ovenes, no necesariamente negtos, en orcos barios del distrto y aun de
‘oda la ciudad. En este sentido, Ia lucha por establecer un espacio de
identided negra 0 afrocolombiana implico una problemtica mas amplia
de dase. Esto nos lleva a reconsidetar la idea prevaleciente de que los
“nuevos” movimientos sociales posmodernos ya no se dirigen hacia fa
clase y se preocupan tinicamemte por “l identidad” —entendida como
consttuccién simbdlica—.
TDENTIDAD CULTURAL ¥ RECURSOS MATERIALES
EN LOS MOVIMIENTOS SOCIALES
Escudiosos de los movimientos sociales trazan una linea divisoria entre
4a “cultura” y los “recursos materiales’ en que se basan. En cicito sen-
‘ido, esto obsdece al deseo de dejar aerés el anilsis tradicional de la
politica vista en términos del poder formal y del acceso a los recursos
tcadicionales de fa politica —o la poitiqueria—, es deci, el dinero, la
viviends, etc, Escobar, por ejemplo, insiste en que tenemos que tomar
cen cuenta “los incereses calcurles de la accién colecciva” (1992: 72) y
cevitar una preocupaci6n por los partidos politicos, las organizaciones
formales, los recursos materiales, exc. Escobar y otros plantean una
petspectiva que pretend incegrar los motives “culeueales” con los obje-
‘ivos materiales (Escobar, 1992; Fowcraker, 1995). Sin embargo, 10
evitan reproducic la divisidn encee “culeura” —entendida s6lo como
significacién simbélica— y matetialidad —-cncendida como dinero,
rmereancfas, etc, Escobat. por ejemplo, utiliza las trabajos de Fiske,
cstudioso de la cultura populag y cepite Ia distincién enere “la culeara
(Gignificacién) y ta politicr (accién)” (Fiske, citado en Escobar,
1992.76). Desde este punto de vist, la identidad culura! tiene dos
elementos: el aspecto cultural que basca un espacio de representacién
simbélica, y el aspecto politico ¥ de accién que busca recursos. Aunque
se reconoce que las dos partes se entretejen, en la préctica, se mantiene
Is divisién conceptual
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CULTURA COMO SIGNIFICACION ¥ Cono,
PRACTICA CORPOREA
La antropologia ha eratacl la cultura en sus acepciones simblica y mate
Files, pero usualmemte ha mantenido un dualismo conceptual ente ls
dos. Las etnografins clasicas de la ancropologia podrian empecar con oh
context ecoldgica y ls practicas econdmicas para luego tertinar coe el
reiro simbélico de Ia magia, la religin y fa cosmovisién. Como téemino
meso, se planteaba el parentesco gue mediaba entre un nivel aparencentente
‘anural” —h biologia— y ua nivel de slacones sociales —las cuales se
expresaban simbélicamenteen los mits, ks pricticasreligiosas, exe. -. Ouro
snxropélege conocido, Edmund Leach, admitia que todo comportamien.
‘0 tenia un aspecto inserumencal y ou expresiva —pero de alguna forma
pentaba gue estos dos se podian separa.
Raymond Williams (1961, 1988) hace notar que, en el mundo occi-
ca, el término “cultura” tiene una ambigiedsd importance, Vacla en
twe-b caracetizacién de “cuerpo de productos intlectuales y aristicos de
tuna sociedad —muchas veces de ln dlte, pero también de ls clases popu-
lates— y modo integio de vide’. La ancropologia ha populaczado la segu-
dda acepcién, pero como disciplina siempre ha sufrido una lucha incerna