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MARTIN HEIDEGGER ONTOLOGIA HERMENEUTICA DE LA FACTICIDAD Version de Jaime Aspiunza Alianza Editorial Titulo original: Ontologie (Hermeneutik der Faktizitiit) La edicién de esta obra se ha realizado con la ayuda de Inter Nationes, Bonn. ion: 1999 Primera reimpresién: 2000 Reservados todos los derechos. El contenido de esta obra esté protegido por la Ley, que establece n y/o multas, ademds de las correspondientes indemnizaciones por dafios y perjui penas de pris cios, para quienes reprodujeren, plagiaren, distribuyeren 0 comunicasen puiblicamente, en todo 0 ica o cientifica, o su transformacién, interpretacién o ejecucién en parte, una obra literaria, art artistica fijada en cualquier tipo de soporte 0 comunicada a través de cualquier medio, sin la pre- ceptiva autorizacién. © Vittorio Klostermann GmbH, Frankfurt am Main 1982 © Jaime Aspiunza, 1998, de la traduccién © Ed. cast.: Alianza Editorial, S. A., Madrid, 1999, 2000 J. 1. Luca de Tena, 15; teléf. 91 393 88 88; 28027 Madrid ISBN: 84-206-2903-0 Depésito legal: M. 30.101-2000 EECA, S. A. Fotocomposicién e impresi Parque Industrial «las Monjas» 28850 Torrején de Ardoz (Madrid) Printed in Spain INDICE INTRODUCCION El titulo de «ontologia»..... «Doctrina del ser»; sdlo vélido en el més amplio de los sen- tidos. Inaceptable en cuanto disciplina particular (17) — la fenomenologia: el caracter de objeto procede de la con- ciencia del objeto (18) — Se omite la cuestién por el campo del ser del que se haya de extraer todo sentido de ser (19) — Asf pues, el titulo verdadero: «Hermenéutica de la factici- dad» (20) HERMENEUTICA DE LA FACTICIDAD PROLOGO. 21 Plantear cuestiones. «Influencias» (21) PRIMERA PARTE, VIAS DE INTERPRETACION DEL EXISTIR EN SU OCASIONALIDAD Determinacién indicativa del tema de la facticidad (25) Z INDICE. 1, HERMENEUTICA.. § 2. Concepto tradicional de hermenéutica Platén: €ppnveia = notificacién (27) — Aristételes: Epyn- veia = Myos (28) — Sndrodv, GAnOeveLy, esto es, hacer accesible. Luego: traduccién, comentario, interpretacién (29) — Agustin (30) — Posteriormente, hermenéutica = doc- trina de la interpretacién; Schleiermacher: doctrina del arte de entender (31) ~ Dilthey (32) Hermenéutica en cuanto interpretacién que la facticidad hace de s{ misma «Hermenéutica» en sentido originario: la labor de hacer el existir propio de cada momento para si mismo accesible (33) — Estar despierto. El entender no tiene el existir por objeto, sino que es un cémo del propio existir (33) — Haber previo de la hermenéutica, la posibilidad mds propia del existir, la existencia; sus conceptos son existenciarios (34) — Haber previo, conceptuacién previa. Cardcter de ser del ser-posible. Cuestionabilidad de la hermenéutica. El uno (36) — La pues- ta (en marcha) hermenéutica (37) — nada que se posea defi- nitivamente; activa sdlo en la interpretacién que la filosofia hace de sf misma. No es moderna ni es asunto para la curio- sidad filoséfica, la discusién o el puiblico (39) 2. LAIDEA DE FACTICIDAD Y EL CONCEPTO DE «HOMBRE» ... Se evita el concepto de «hombre». Doble raiz en la tradi- cién: (41) — 1) en el A.T:: persona, criatura de Dios; 2) ser vivo dotado de razén, (Gov Aéyov Exov El concepto de «hombre» en la tradicién biblica .. ve Referencias: 1. Génesis I, 26 (42) - 2. Pablo, 3. Tatian (43) — 4. Agustin, 5. Tomds de Aquino (43) - 6. Zwinglio (44) - 7. Calvino (44) - 8. Scheler (44) El concepto teoldgico y el concepto de «animal rationale» . Tampoco el concepto de «animal rationale» se entiende so- bre su terreno de origen (46) — Scheler (46) — El Aéyov €Xov, originariamente del trato de la TpaEts, del cuidarse de... (48) — Constitutivo, el estado de la relacién con Dios (ser creado, status corruptionis, gratiae, gloriae) (49) — aho- ra neutralizado en conciencia de normas y de valores (49) 8 27 27 32 41 42 45 S$ 6. INDICE Facticidad: el existir en su ocasionalidad. La actualidad . ‘Tema: la facticidad, esto es, el existir propio en su «aqui» ocasional, accesible en la «actualidad» (49) ~ Malentendi- dos: 1) las tendencias de nuestro «tiempo actual; 0 2) el cavilar profundo de un yo ensimismado (50) — Mas bien: explicacién hermenéutica. Estimulo de Kierkegaard (51) - La actualidad vive en lo ya-interpretado de sit el hablilla, la publicidad, la normalidad, el «uno» (51) ~ La mascara (52) ~ Van Gogh. Situacién de la universidad (53) 3. LO YA-INTERPRETADO ACTUALMENTE DE LA AC- S TUALIDAD.. 7h 8. 9. Lo ya- interpretado de la actualidad en la conciencia histé- tica.. El modo como una época ve su pasado es sefial de cémo estd aqui en la actualidad (temporalidad) (56) — Deducirlo de las ciencias histéricas del espfritu (56) — Para ellas los testimonios de épocas pasadas son expresién, uniformada en estilo (56) — La cultura es organismo. Spengler (57) — En cuanto organismos todas las culturas poseen igual valor; de ahi, la historia universal (58) — su método, la morfologia (59) — clasificacién por comparacién de formas (59) Lo ya-interpretado de la actualidad en la filosofia actual... Cometido de la filosofia: determinar el todo de lo ente, y también el existir de la vida en él (60) - Ademés del uni- versal, también es tarea primaria el esbozo de la trama de clasificacién (61) — Ast, es lo relacional el verdadero objeto: lo en-sf inalterable frente a la «realidad sensible» (61) — Pla- tonismo o Hegel, dialéctica. Kierkegaard (62) - Ejemplo: Spranger (62) — Platonismo de los barbaros (63) — «metafi- sica objetivan frente a shistoricismo». Orden universal (63) Suplemento «dialéctica» y fenomenologia.... ‘Ala dialéctica actual le falta la mirada unificadora al objeto verdadero de la filosofia (64) — Se siente superior a la feno- menologia, por ser el nivel supremo del conocimiento me- diado, que alcanza hasta lo irracional (64) - Contra eso: lo decisivo es la mirada fundamental al asunto (65) - La dia- léctica de Hegel vive de lo ajeno (66) — Lo hegeliano, char- 9 49 55 56 60 64 § 10. {NDICE lataneria; véase Brentano (67) — Peligro de la fenomenolo- fa: creencia acritica en la evidencia (67) Mirada al recorrido de la interpretacién... Nuestro objeto: el existir en su ocasionalidad. «Objeto» (68) — Se expresa en la publicidad de la conciencia de su formacién (69) ~ El hablilla. ;Qué cardcter de ser se mues- tra en estos modos de interpretacién y de tenerse a s{ mis- mo? (69) 4. ANALISIS DE LA REFERENCIA DE LA INTERPRETACION OCASIONAL A SU OBJETO. Sil. $12. gEn cuanto qué se ve en cada ocasién el existir? (51) La interpretacién del existir en la conciencia histérica.. El pasado en cuanto expresién de algo, mira previa del esti- lo; funda la conservabilidad uniforme (72) - La mira pre- via, ya eficaz en el trabajo fundamental, la critica de las fuentes (73) — Demorarse ocupado, de igual significado, en toda cultura, ordenar o clasificar universales, objetivos, por medio de la comparacién de formas (74) — Sin detenerse. Presencia pasada (74) — Siete caracteristicas fendménicas. Cardcter de actuacién: la curiosidad atraida-dirigida (75) — Spengler: la historia debe ser objetiva (76) — El existir asi interpretado tiene su presente y su porvenir del mismo modo que el pasado (77) ~ Influencia de Spengler en los especialistas (78) — Remedo grotesco de la historia del arte (78) La interpretacién del existir en la filosofia a Cuestién: gcdmo y en cuanto qué tiene la filosofia a la vista su objeto? (79) — Falta respuesta en las filosofias (79) — ve en la propia tendencia de la sistemtica: la filosofia es ordenacién o clasificacién universales (80) — Punto de par- tida, lo temporal, lo concreto tomado en sus generalidades esenciales (80) - Clasificacién en marco ya existente, o el sistema se va configurando sdlo mediante la clasificacién (82) - Tres factores de procedimiento filoséficos (82) — La configuracién de la trama de clasificacién, un atravesar universal de la trama de relaciones, en la que cada uno es también el otro (83) ~ El tanto... como también..., estruc- 10 68 71 72 79 § 13. INDICE tura fundamental de la trama de clasificacién absoluta (83) — El procedimiento adecuado: movilidad universal, estar en todas partes y en ningiin sitio, curiosidad absoluta y duefia de s{ misma (83) — En la publicidad esta filosofia se consi- dera (84): 1) por ser objetiva, enfrentada al relativismo, 2) por la concordancia general, enfrentada al escepticismo, 3) por ser dindmica, proxima a la vida, 4) por ser a la vez. uni- versal y concreta, opuesta a la especializacién y el deralle (84) El cometido siguiente de la hermenéutica. : En ambas Iineas de interpretacién el existir busca tenerse, asegurarse a si mismo ah{ objetivamente (86) - La curiosi- dad, cierta movilidad del existir; el existir es esa movilidad por cuanto en ella se tiene a s{ mismo. Las caracteristicas de lo ya-interpretado son categorias del existir, existenciarios (87) SEGUNDA PARTE LA VIA FENOMENOLOGICA DE LA HERMENEUTICA DE LA FACTICIDAD 1. OBSERVACION PREVIA; FENOMENO Y FENOMENOLOGIA... $14. A propésito de la historia de la «fenomenologia» ..... Fenémeno: lo que se muestra, determinada manera de ser-objeto (92) — Ast en las ciencias naturales: objeto de la experiencia (92) — Por ellas se orientan las ciencias del es- piritu y la filosofia: teorfa de la ci ia y psicologia, su- puestamente siguiendo a Kant (92) — Dilthey (92) — Fren- te a ello, imitacién auténtica de las ciencias naturales en Brentano: elaborar teoria inspiréndose en las cosas mismas (los fenémenos psiquicos) (93) - Husserl (Investigaciones ldgicas): la fenomenologfa es psicologia descriptiva. En las vivencias de la conciencia (conciencia de algo = intencio- nalidad) se han de buscar los objetos de la légica (94) — «Fenémeno» hace referencia a la manera de acceso, «feno- menologia» es un modo de investigar (94) — Error: las ma- teméticas como modelo (96) — Reduccién del concepto de Il 85 91 91 § 15. 2. «EXISTIR ES SER EN UN MUNDO» § 16. $17. 3. CONFIGURACION DEL HABER PREVIO.. § 18. fNDICE. fendmeno (objeto tal como se muestra) a objetos de la conciencia (96) — Influencias externas (teoria del conoci- miento, Dilthey, idealismo transcendental y realismo, etc.) (97) -y hacia fuera, indefinicién general (98) La fenomenologéa en su posibilidad: un cémo de la investi- gacién .. La fenomenologfa pretende tomar los objetos tal com ellos mismos se muestran, a saber, ante un determinado mirar (98) — Este surge de un estar familiarizado con lo ente, de la tradicién (99) ~ Esta puede ser encubridora, de ah{ que una tarea fundamental de la filosofia sea la critica histérica (99) — (La falta de historicidad de la «fenomeno- logia», «evidencia» natural) (100) — Retorno a los griegos (100) — El encubrimiento es inherente al ser del objeto de la filosofia, lo que exige la constante preparacién de Ja via (100) — Tarea radical de la hermenéutica: transformarlo en fendmeno (100) Indicacién formal del haber previo... Haber previo: en cuanto qué se ponga de antemano el ex tir (104) — La indicacién formal no es un enunciado esta- blecido sino que lleva al curso adecuado del mirar (104) — Rechazo de malentendidos Malentendidos .. a) El esquema sujeto-objeto, conciencia y ser (105) — Su re- lacidn, determinada por la teoria del conocimiento. Discu- siones interminables, falsos problemas, dificilmente extir- pables (105) b) El prejuicio de la ausencia de perspectiva (106) — Falta de critica, que pretende ser objetividad. Frente a ello: apropia- cién del punto de vista auténtico (107) Mirada a la cotidianidad.... - Cotidianidad, la normalidad, el uno (109) — ;Qué significa «mundo»?, ¢qué, «en un mundo»?, zqué, «ser en un mun- do»? (110) — Avance de los pasos de la explicacién. Apare- I2 98 103 103 105 109 109 $19. § 20. INDICE, cer, significatividad, aquello de que nos cuidamos, mundo-en-torno (espacio). Cuidar (110) — El existir en cuanto ser el existir del mundo de que nos cuidamos (110) — El mundo aparece en el ahora de la ocasionalidad, el de- moratse (112) Una descripcién errénea del mundo cotidiano... mo Las cosas de la realidad cotidiana en cuanto cosas espacio-materiales (114) — esto a modo de substrato al que se afiaden valores; pero la significatividad es un cardcter de ser (115) — Cuatro aspectos de la desconstruccién critico-fenomenolégica de la teorfa anterior (115) Descripcién del mundo cotidiano desde el trato demorado con las cosas...... Fenémenos del mismo entorno vistos en cuanto rasgos del ocurrir (115) — La descripcién errénea se remonta en su origen hasta Parménides (117) — Acceso al ser: el pensar. Lo intencional (117) 4, SIGNIFICATIVIDAD: CARACTER DE OCURRENCIA DEL MUNDO. § 21. § 22. § 23. Anilisis de la significatividad (primera versidn). Significatividad: el en cuanto qué y cémo del ocurrir (119) — Se da con ella la apertura (119) — 1) de la presencia (el estar-a-mano, el para-qué). Cotidianidad y temporalidad (120) — 2) del mundo comiin; y con los otros, sin destacarse, «uno mismo» en la cotidianidad (120) — Significatividad, el existir de lo que aparece (122) — Cardcter de «aqui. Insisten- cia pertinaz de teorias del conocimiento bien asentadas (123) Anilisis de la significatividad (segunda versién) ... Significatividad, el existir mundano de «meras cosas» (123) ~ Marcha del andlisis (123) La apertura. a) La presencia (124) — El estar-aqui-para. se le endose posteriormente a lo que aparece, sino que constituye su existir, su presencia (124) no es algo que b) La manifestacién del mundo comiin (125) — Los otros con los que uno tiene que ver estén ahi de consuno en lo 13 113 115 119 119 123 124 § 24, § 25. § 26. I. INDICE que ocurre cotidianamente, y, con ellos, «uno mismo», sin que medic reflexién ni observacién de uno mismo (126) El habito .... Habito: trama de remisiones en la que «uno» tiene expe- riencia Lo imprevisible y comparativo Sobre la base de este habito indistinto puede aparecer lo in- habitual; molesto, casual, imprevisible, «comparativo» El cardcter de ocurrencia del mundo... Lo existente aparece en el modo de aquello de que nos cui- damos (128) — Aquello de que nos cuidamos: lo hechos temporalidad propia, momentos «kairolégicos» del existir (128) = Aquello de que nos cuidamos es la trama de remi- siones de la apertura; el trato, en ella, con las cosas abre lo en-torno, la espacialidad (129) — Ser-en-el-mundo es cui- dar, no figurar entre otras cosas (129) ~ En el aqui de que nos cuidamos se cuida el vivir de si mismo (130) — Inquie- tud, mundo-en-torno, mundo comtin, mundo propio en cuanto maneras de ocurrir el mundo aqui en el trato coti- diano con las cosas (130) — 0 en-torno en ellos, Ia normali- dad, la publicidad (130) — En ellas se encubre el cuidado (131) = La falta de cuidado, y el que sobrevenga una ur- gencia (131) — Curiosidad, un cémo del cuidado; el en- mascaramiento (131) — Cuidado, fenémeno fundamental del existir (132) ANEXO. Suplementos y adiciones.. Indagaciones para una hermenéutica de la facticidad. 1. I. 4 on Programa (spara un tratado especto de las indagaciones concretas, siempre desconstruccién histérica Temas. 1. 1. 24 ... = Tema: la actualidad; en la filosofia y en la conciencia histé- tica. Husserl, Descartes, los griegos; Dilthey 14 127 127 128 135 135 136 Ill. De la visién general. 1. 1. 24 ... VI. VIL. VIL. IX. XI. XII Eptlogo de la editor Glosario... INDICE ;Partir de la disciplina «fenomenologia»? Mejor: de la ac- tualidad, desconstruccién. Aftadido 4. I. 24: ;O también partir de la fenomenologia tomada en cuanto posibilidad! (107) Hermenéutica y dialéctica (a propésito del § 9)... La hetmenéutica, posibilidad més radical del aprehender por medio de una conceptualidad nueva Ser hombre... Modo de actuacién y de ocasionamiento de la filosofi detenerse en... Cuestionabilidad absolutamente radical Ontologia; natura hominis. A propésito de Pascal... Sélo desde la estancia se ve el movimiento La puesta (en marcha) (a propésito del § 3, p. 37*) El «en cuanto qué» se asume de antemano el existir surge de una interpretacién de si mismo, del estar el existir des- pierto para sf mismo Realizacién Agotamiento Fenomenologia y dialéctica (a propésito del § 9, p. 67*) ... homo iustus (a propésito de Agustin) . : El hombre, originariamente in gratia conditus; por el peca- do original, la condena a la miseria y a la muerte ‘A propésito de Pablo Cre eres lau en nna teed Significar (a propésito del § 22) ... El cuidar hace que lo significante aparezca en cuanto ente. Cardcter de aqui (143) IS 137 138 138 139 140 141 141 142 142 143 145 151 INTRODUCCION §1. El titulo de «ontologia» A modo de advertencia sobre la primera indicacién de la factici- dad: el rétulo adjunto de «ontologfa». «Ontologia» significa doctrina del ser. Si en el término se apre- cia solamente la insinuacién indeterminada de que en lo que si- gue de algtin modo se va a indagar tematicamente el ser, se va a hablar del ser, entonces habrd servido la palabra del titulo para lo que se pretende. Ahora bien, si se toma «ontologfa» como nom- bre de una disciplina, por ejemplo, una de las que pertenecen al Ambito de ocupacién de la neoescoldstica o al de la escoldstica fe- nomenolégica y las I{neas académicas marcadas por esta filosofia de escuela, en ese caso la voz «ontologia», como titulo de lo que va a ser el tema y la manera de tratarlo, resulta inaceptable. Si, encima, se toma «ontologia» a modo de consigna, como sucede, por ejemplo, en las arremetidas, a que tiltimamente hay tanta aficién, contra Kant, de modo més claro contra el espiritu de Lutero, y més radical contra cualquier cuestionar' que esté ' Fragen: si bien es lo que habitualmente se llama «preguntar», y en ocasiones lo tra- ducimos asi, conviene dar cuenta del doble matiz que contiene de «hacer cuestién de...» y «poner en cuestién» algo. (N. del T.) 17 INTRODUCCION abierto, que no se sienta de antemano intimidado por las posi- bles consecuencias, dicho brevemente: si «ontologia» suena a re- clamo para el levantamiento de esclavos contra la filosofia como tal, en ese caso el titulo resulta por completo engafioso. Los términos y las posibilidades del existir, 2 Gegenstiindlichkeit: aqui y a lo largo de todo el libro se emplea para traducir este término el castellano de «objetividad» en el sentido estricto de «cualidad de ser obje- to», y no en los de «imparcialidad, desapasionamiento»; otro tanto vale para «objeti- vo», gegenstiindlich, (N. del T.) » Dascin: se trata del término central del Heidegger de esta época, y es en estas lec- ciones donde comienza a fraguarse como tal término técnico. El substantive Dasein significa, entre otras cosas, «la vida, la existencia humana», que es a lo que Heidegger apunta. El verbo correspondiente, dasein, dice, por supuesto, el «existir», atin mejor, el chaber» (lo que hay), pero, sobre todo, el «estar», estar aqui, alli, donde sea, en un lugar y momento determinados; también puede sefialar cierta atencién expresa pucs- ta en ese estar, como lo que expresariamos con «estar a (ello)» 0 «estar en (ello)». Ade- mis, dasein, por aquello de que sein es «ser» en aleman, ¢s un modo de ser; da, que lo especifica en cuanto tal modo de ser, es un deictico de uso muy comtin que vale tan- to por «aqui», «aht» o «alli» como para sefialar el momento del tiempo que se actuali- za en el relato, «entonces», «en ese momento»... Dada la complejidad de significado del término resulta imposible verterlo justamente. No obstante, para acercar el texto castellano a tan rica complejidad se ha optado por traducir de la siguiente manera los términos en cuestién: 1) Dasein, substantivo, por existir; 2) dasein, verbo, en general por estar aqui, dandosele a «aqui» aquel significado que lleva en expresiones como ede aqui en adelante» o «aqui viene lo mejor», en las que no se cifte a lo espacial sino que denota una situacién determinada con todas sus dimensiones constituyentes —se lige «aqui» y no, por ejemplo «ahi», como hiciera J. Gaos en su traduccién de Ser y tiempo, porque, como se vera inmediatamente, el existir al que Heidegger se refiere és siempre el propio, el de uno mismo, y aquello en lo que uno mismo estd, en lo que 19 INTRODUCCION sino siempre a través de las diversas regiones de objetos; 0 tam- bién el afiadido de otros rasgos no teéricos. (Téngase en cuenta el doble sentido de «naturaleza»: mundo y una regién de objetos; la «naturaleza» en cuanto mundo sélo se puede formalizar par- tiendo del existir, de la historicidad, que no es, por lo tanto, «fundamento» de su temporalidad; lo mismo del «cuerpo».) 2. Lo que de ello resulta es que la ontologfa se cierra el acce- so al ente que es decisivo para la problemitica filoséfica: el exis- tir, desde el cual y para el cual «es» la filosoffa. Asf pues, en lo que sigue se empleard el titulo de «ontologia» siempre en la acepcién vacia, con la sola pretensién de mentar cualquier preguntar e investigar dirigido hacia el ser en cuanto tal. «Ontoldégico» afecta, por lo tanto, a las cuestiones, explica- ciones, conceptos, categorias que surjan, 0 no, de ese mirar a lo ente en cuanto ser. (En cuanto «ontologia» se comprende la metafisica antigua; supersticin y dogmatismo sin la més minima posibilidad ni si- quiera apuntada de plantear cuestiones e investigar.) (Precisamente en el «tiempo» se mostrar4 que en la ontologfa jtambién residen tareas fundamentales!) En definitiva, el titulo que corresponde mejor al tema y a la manera de tratarlo de lo que sigue es el de: Hermenéutica de la facticidad. ayo» estoy es siempre, por definicién, en castellano un «aquiv; 3) asf pues, y_por tilti- ‘mo, se vertira Da, substantivo heideggeriano, por aqui. No debe el lector olvidar, sin embargo, que en alemdn «existir» es «estar aqui» y «estar aqui> es «ser aqui», «ser en una situacién determinada». (N. del T) 20 HERMENEUTICA DE LA FACTICIDAD PROLOGO! Proponer cuestiones; cuestiones no son ocurrencias; cuestiones tampoco son los «problemas» hoy en dfa al uso, que «uno» coge al azar de lo que se oye decir, de lo que se lee, y que adereza con un gesto de profundo ensimismamiento. Cuestiones surgen sdlo del habérselas con las «cosas». Y cosas sdlo hay aqui cuando se tienen ojos’. Asi pues, hay que «plantear» aqui algunas cuestiones, tanto més cuanto que el cuestionar ha cafdo en desuso con el gran ne- gocio? de los «problemas». Atin mds, se pretende de manera sola- pada acabar definitivamente con el cuestionar, pensando en ali- mentarse la simplicidad de la fe del carbonero. Se proclama que lo sacrum es la ley de la esencia, y la época, que por su fragilidad y falta de enjundia est4 necesitada de ello, se lo toma en serio. jLo tinico que interesa es el funcionamiento sin fricciones del «negocio»! Emancipada para la organizacién de la mentira, la fi- 1 Titulo del propio Heidegger. El «prélogo» no se expuso en clase. 2 Und Sachen sind nur da, wo Augen sind: «...sind da» significa «hay», pero es literal- mente «son = estén aquir; de ah{ que, considerando el énfasis puesto en da, haya que decir, aunque resulte un poco forzado, «hay aguéy. (N. del T.) 3 Betrieb: también «ajetreo», «activismo», «rutina». (N. del 1) 21 eee PROLOGO: _ a losoffa interpreta la propia corrupcién como resurgimiento o «resurreccién de la metafisica». Mentor en la busca fue el Lutero joven; modelo, Aristételes, a quien aquél odiaba. Impulsos me los did Kierkegaard, y los ojos me los puso Husserl. Esto vaya para aquellos que sélo «entien- den» algo cuando pueden hacer la cuenta de las influencias his- t6ricas, ese pseudoentendimiento de la curiosidad siempre ajetre- ada, es decir, esa aversién hacia lo unico que verdaderamente importa. A esos hay que aligerarles en la medida de lo posible su «linea de entendimiento», para que se vayan por sf mismos a pi- que. De ellos nada se debe esperar. Sélo se interesan por lo pseu- dos. 22 PRIMERA PARTE VIAS DE INTERPRETACION DEL EXISTIR EN SU OCASIONALIDAD Facticidad es el nombre que le damos al cardcter de ser de «nues- tro» existir «propio». Mds exactamente, la expresién significa: ese existir en cada ocasién (fenémeno de la «ocasionalidad» '; véase «demorarse», «no tener prisa», «estar-en-ello», «estar-aqui» 2) en tanto que en su cardcter de ser existe 0 est4 «aqué» por lo que toca a su ser. Estat aqui por lo que toca a su ser» no significa, en nin- guin caso de modo primario, ser objeto de la intuicién y de la de- terminacién intuitiva 6 de la mera adquisicién y posesién de co- nocimientos, sino que quiere decir que el existir estd aqui para si mismo en el cémo? de su ser mds propio. El cémo del ser despe- ja y delimita, concretdndolo, el «aqui» posible en cada ocasién. Ser — transitivo: jser el vivir factico! El ser mismo no serd nunca ° Jeweiligkeit; jeweilig es lo que se traduce por «en cada ocasién», indicando lo respec- tivo de ese ser en una situacién determinada, que es el existir. El hablar de «ocasién» viene dictado por el radical -weilig, derivado de Weile, umomento (de duracién inde- tetminada)». Con «ocasionalidad» se dice, pues, sdlo la cualidad de ese (ser) en cada ocasién. Lo mismo vale de «ocasionalmente», empleado a veces en lugar de «en cada ocasién» por razones de sintaxis o eufonia. (N. del T:) > Remite Heidegger a una serie de términos que serfan explicativos: Verweilen, Nicht- weglaufen, Da-bei-, Da-sein, (N. del T.) 2 Wie: se trata del adverbio interrogativo «cémo» substantivado, en aleman igual- mente chocante. (N. del T.) 25 VIAS DE INTERPRE ION DEL EXISTIR EN SU OCASIONALIDAD objeto posible de un tener, puesto que lo que importa es él mis- mo, el ser. EI que el existir sea siempre propio no implica que se le relati- vice, aislindolo en lo que visto externamente serfa un individuo, el individuo (solus ipse), sino que la «propiedad» es un cémo del ser, indicacién de la via posible del estar despierto *, Mas no una demarcacién regional en el sentido de una oposicién que parti- cularizara. Y factico, por consiguiente, se llama a algo que «es» articulén- dose por si mismo sobre un cardcter de ser, el cual es de ese modo. Si se toma el «vivir» por un modo de «ser», entonces «vivir facti- co» quiere decir: nuestro propio existir o estar-aqui en cuanto «aqui» en cualquier expresidn abierta, por lo que toca al ser, de su cardcter de ser. * Wachsein, el cual es a su vex. uno de los posibles significados de dasein, significa lite- ralmente «despierto», pero en el sentido amplio de «atento», «vivo». (N. del T.) 26 CAPITULO 1 HERMENEUTICA § 2. Concepto tradicional de hermenéutica El término hermenéutica pretende indicar el modo unitario de abordar, plantear, acceder a ella, cuestionar y explicar la facticidad. Epunveutucy (ETLoT HN, TEXVN) deriva de Eppnveverv, Eunveia, Eppnvets. La etimologia de la voz es oscura'. Se la pone en relacién con ‘Epis, el nombre del dios men- sajero de los dioses. Mediante algunas referencias se puede localizar el significado originario del término y hacer a la vez inteligible el modo como se va transformando su significado. Platén: oi 8 Tountai obSev Ad’ 7 Eppvijs ciow Tav QcGv ? (los poetas son sdlo los «emisarios» de los dioses). Por ello, de los rapsodas, cuya labor es recitar a los poetas, se dice: OU- Kodv Epunvéwy Eppnvijs ylyveode *; gno seréis vosotros los emisarios de los emisarios? ‘Epjinvets es el que comunica, el Véase E. Boisacq, Dictionnaire étymologique, Heidelberg-Paris, 1916, pp. 282 y s. 2 én, 534 e, Oxford (Burnet), 1904. Loe. cit., 935 a. 27, 10 HERMENEUTICA que notifica a alguien lo que otro «piensa», es decir, el que trans- mite, el que reproduce la comunicacién, la noticia; véase Sofista 248 a 5, 246 e 3: dbeppriveve, informa: notifica lo que los otros piensan. Teeteto, 209 a 5: Adyos =) Ths offs StadopdtyTos €pynveta. Notificar es hacer explicita la diferencia de otros con respecto a lo Kowvdv. (véase Teeteto 163 c: lo que se ve en las pa- labras y lo que los intérpretes comunican); no una concepcién tedrica, sino «voluntad», deseo y dems, ser, existencia; es decir, hermenéutica es la notificacién del ser de un ente en su ser res- pecto a... (mf). Aristételes: TH yhOTTH (kaTaxpfitat f dtots) éti TE Tip yedow Kai Ti StddeKTov, ov fh pev yedots dvay- katov (816 kal mheloow tTdpxet), 7 8’ Epunveta évexa Tod V4 (lo ente en cuanto viviente necesita la lengua para sabo- rear tanto como para conversar acerca del trato con las cosas; de ello, el saborear es un modo necesario del trato con las cosas * (por ello se encuentra también en la mayoria), el hablar a alguien y el hablar de algo pero con los demds (conversar acerca de algo) existe para garantizar el verdadero ser de lo viviente (en su mun- do y con su mundo). Eppnveta substituye aqui simplemente a 8tdXeKTOos, el hablar coloquial de algo; ahora bien, este hablar de algo sdlo es el modo factico de realizarse el Myos, y el Myos (el habla de algo) se cuida del S5nAobv [.] TO cupdépov Kal Td BAaBepdv ¢ (el habla hace que lo ente sea patente, accesible, en su utilidad y en su inutilidad, para el tener a la vista. Véase también Epp nveve.; Filostrato’. Simplicio en Aristo- telis Physicorum Commentaria *. Pericles en Tucidides: ka{tot Ewol TorodT@ avbpl dpyileabe ds obSevds olopat foowy 4 De anima B 8, 420b 18 y ss. 5 Umgang: se trata de un término que aparecerd con frecuencia. Entiéndase «cosas» en sentido amplio, las cosas de la vida; lo que implica trato con cosas en sentido es- tricto y con personas. (N. del T.) 6 Politica A 2, 1253 a 14 y ss. ” De Vitis Sophistarum, ed. de C. L. Kayser, Leipzig 1871, vol. I, p. 11, l. 29. En H. Diels, Die Fragmente der Vorsokratiker, Berlin, 1912, t. Il, p. 235, |. 19. 5 Ed. de H. Diels, Commentaria in Aristotelem Graeca, Berlin, 1882, p. 329, 1. 20. 28 ___§ 2. CONCEPTO TRADICIONAL DE HERMENEUTICA elvat yvavai te Ta Sé0vTA Kal Eppnvetoar Tadta, pidrd- Todls Te Kal XpnpLatwv xpeicowr ”. Aristételes: Kéyw 8€, ..., KEW Elvat TV La Tis dvopa- otas Eppnvetav Entre los «escritos» de Aristételes hay uno transmitido con el nombre de epi Eppnvetas. Trata del M6yos en su funcidén fundamental: descubrir y hacer conocido lo ente. Segtin lo apun- tado arriba, el titulo resulta del todo apropiado. No obstante, ni Aristételes ni sus sucesores inmediatos en la escuela peripatética establecieron para el escrito dicho titulo. Proveniente del legado, se transmitié a los discipulos de Aristételes como «esbozo inaca- bado» y «sin titulo». Para la época de Andrénico de Rodas el ti- tulo era ya habitual. H. Meier, quien con buenas razones asegura la autenticidad del escrito, calcula que la introduccién mas tem- prana del titulo se darfa probablemente en la primera generacién siguiente a Teofrasto y Eudemo"'. En nuestro caso el que la voz sirva de titulo a la investigacién concreta de Aristételes sdlo tiene importancia para la historia de su significado. La funcién del habla es hacer accesible algo en cuanto estando aqui presente, mostrdndose abiertamente. En cuanto tal, tiene el Adyos la posibilidad sefialada del dAnOevew (desocultar, poner aqui a la vista, a disposicién lo que antes esta- ba oculto, encubierto). Ya que el escrito trata de eso, con razén se llama Tepl €ppnvetas. En el helenismo se generalizé este significado del Eppnvetetv, que corresponde a nuestro «significar»; una palabra, una frase quiere decir algo, «tiene un significado». (De ahi el platonismo del significado.) Filén denomina a Moisés €ppnveds cod ” (notificador de la voluntad de Dios). ° De bello Peloponnesiaco, ed. de G. Bochme, Leipzig, 1878, t. II, 60 (5), p. 127. "© Poética 6, 1450 b 13 y ss. 11 Die Echtheit der Aristotelischen Hermeneutik». En Archiv flir Geschichte der Phi- losophie 13, NE. 6 (1900), pp. 23-72. 2 De vita Mosis TIL, 23 (I, 188). Opera IV, ed. de L. Cohn. Berlin, 1902, p. 244. 29 dl 12 _HERMENEUTICA, Aristeo: Ta TOV ‘lovdatwv yedwpata «pynveias Tpoo- Seitat» ' (los escritos de los judios necesitan de traduccién, in- terpretacidn). «Traducir»: hacer accesible en la lengua propia, para la lengua propia lo que se halla en lengua extrafia. En las iglesias cristianas, por lo tanto, Eppnveta equivale a comentario (enarratio); Eppnvela cis Thy doTATEVXOV; «comentar, inter- pretar»: tratar de aclarar lo que se quiere decir verdaderamente en un escrito, y asf hacer accesible eso que se quiere decir, ayudar aque se Ilegue a ello. Eppnveta = €Ejynots. Agustin produce la primera «hermenéutica» de gran estilo Homo timens Deum, voluntatem ejus in Scripturis sanctis dili- genter inquirit. Et ne amet certamina, pietate mansuetus; prae- munitus etiam scientia linguarum, ne in verbis locutionibusque ignotis haereat; praemunitus etiam cognitione quarumdam re- rum necessariarum, ne vim naturamve earum quae propter si- militudinem adhibentur, ignoret; adjuvante etiam codicum ve- ritate, quam solers emendationis diligentia procuravit: veniat ita instructus ad ambigua Scripturarum discutienda atque sol- venda 4, ¢Con qué armas ha de abordar el hombre la interpretacién de pasajes de la escritura que no estén claros? Con el temor de Dios, con el cuidado tinico de buscar en la escritura la voluntad de Dios; formado en la piedad, para que no se complazca en dispu- tas verbales; provisto de conocimientos lingiifsticos, para que no se quede en suspenso ante palabras 0 locuciones desconocidas; dotado con el conocimiento de ciertos objetos y acontecimientos naturales que se incluyen a modo de ilustracién, para que no deje de ver su fuerza demostrativa, apoyada en el contenido de verdad... En el siglo xvii aparece el titulo de Hermeneutica sacra para lo que de ordinario se denominaba Clavis Scripturae sacrae '5, Isa- 5 Ad Philocratem epistula, ed. de P. Wendland, Leipzig, 1890, p. 4, 1. 3. “De doctrina christiana, Patrologia latina, ed. de Migne (de aqui en adelante se cita- 14 por: Migne) XXXIV, Paris, 1845, libro III, cap. 1, 1, p. 65. ‘SM. Placius Ilyricus, Clavis scripturae sanctae seu de sermone sacrarum literarum, Ba- silea, 1567 30 § 2. CONCEPTO TRADICIONAL DE HERMENEUTICA goge ad sacras literas '°, Tractatus de interpretatione '”, Philologia sacra’, Hermenéutica ya no es la interpretacién misma, sino la doc- trina de las condiciones, el objeto, los medios, la comunicacién y la aplicacién prdctica de la interpretacién; véase Johannes Jakob Rambach: I. «De fundamentis hermeneuticae sacrae» '°. De la disposi- cién adecuada para la interpretacién de textos, del sentido de los textos. II. «De mediis hermeneuticae sacrae domesticis» . La analogia de la fe en cuanto principio de interpretacién; las circunstancias, los afectos; el orden, el contexto; el paralelismo de las escrituras. Ill. «De mediis hermeneuticae sacrae externis et litterariis» ”'. Los medios gramaticales, criticos, retéricos, légicos y cientificos. Traduccién y comentario. TV. «De sensus inventi legitima tractatione» ”. De la comu- nicacién y la demostracién, de la aplicacién porismatica y practi- ca. (Porismata, ToptCewv: deducir por medio de argumentos.) Posteriormente, Schleiermacher restringié la idea de la herme- néutica, vista con cardcter general y activo (jvéase Agustin!), al «arte (doctrina del arte) de entender» * el habla de otro, y la pone en relacién, en cuanto disciplina junto a la gramdtica y la retéri- ca, con la dialéctica; esa metodologia es formal, y en cuanto «hermenéutica general» (teoria y doctrina del arte de entender el © §, Pagnino, Isagogae ad sacras literas Liber unicus, Colonia, 1540 y 1542. " W. Frantze, Tractatus theologicus novus et perspicuus de interpretatione sacrarum seripturarum maxime legitima, Wittenberg, 1619. ° S. Glass, Philologia sacra, qua totins V. et N. T: scripturae tum stylus et litteratura, tum sensus et genuinae interpretationis ratio expenditur, Jena, 1623. ° Institutiones hermeneuticae sacrae, variis obsevationibus copiosissimisque exemplis bi- blicis illustratae, Jena, 1723, Conspectus totius libri: Liber primus. ® Ibid., Liber secundus. % Ibid., Liber tertius. ® Ibid., Liber quarcus. 2 Hermeneutik und Kritik m. bes. Beziebung auf das Neue Testament, ed. por F. Liik- ke, Simeliche Werke parte I, vol. 7., Berlin, 1838, p. 7. 31 Tg 14 HERMENEUTICA habla ajena en general) abarca las hermenéuticas especiales, teo- légica y filoldgica. A. Boeckh recogié esa idea de la hermenéutica en su «Enciclo- pedia y metodologfa de las ciencias filolégicas» *. Dilthey adopté de Schleiermacher el concepto de hermenéuti- ca en cuanto «método del entender» 2 («doctrina del arte de la interpretacién de textos») *, pero, sin embargo, lo descompuso al hacer un andlisis del entender en cuanto tal, y en el contexto de sus investigaciones sobre el desarrollo de las ciencias del espi- ritu prosiguid también el de la hermenéutica. Ciertamente, justo a partir de ese punto se muestra una restric- cién funesta en su posicidn. Por ello, en el desarrollo de la verda- dera hermenéutica se le quedaron olvidadas las épocas decisivas (la patristica y Lutero), al seguir siempre la hermenéutica sélo desde un punto de vista temdtico y en tanto en cuanto se mostrara en ella la tendencia que él consideraba esencial —para la metodologia de las ciencias hermenéuticas del espiritu. Ese Dilthey sistematica- mente aguado de hoy en dia (Spranger) no alcanza ni siquiera de lejos la posicién de antafio, posicién por lo demés ya restringida, y afectada y poco clara en la direccién de lo fundamental. § 3. Hermenéutica en cuanto interpretacién que la facticidad hace de st misma En lo que se refiere a la siguiente investigacién no se emplea el ti- tulo de «hermenéutica» con el significado moderno ni mucho menos en el sentido tan estricto de una teorfa de la interpreta- ™ Enzyclopidie und Methodologie der philologischen Wissenschaften, Leiptig, 1877. 2 Verstehen: generalmente traducido en los casos citados por «comprender», «com- prensidny, en el caso de Heidegger, teniendo en cuenta el giro que le va a dar al signi- ficado de dicho término alemdn, parece recomendable verterlo, para evitar el cardcter icolégico de «comprensién», por entender. El uso de «entender de...» da una buena idea de aquello a lo que Heidegger apunta. (N. del T.) % Die Entstehung der Hermeneutik», En Philosophische Abhandlungen, Chr. Sig- wart zu seinem 70. Geburtstag gewidmet v. B, Erdmann u, a., Tabinga/Friburgo/Leip- zig, 1900, p. 190, 5# ed. en Ges. Schr. V. Stuttgart/Gotinga, 1968, p. 320. 32 _§ 3. HERMENEUTICA EN CUANTO INTERPRETACION. cién. Atendiendo més bien a su significado originario, el térmi- no quiere decir: determinada unidad en la realizacién del €pun- vevetv (del comunicar), es decir, del interpretar que lleva al en- cuentro, visién, manejo y concepto de la facticidad. Optamos por el significado originario de la voz, porque, aun- que en el fondo resulte insuficiente, sin embargo, hace destacar, indicandolos, algunos elementos que resultan eficaces en la ex- ploracién de la facticidad. Con respecto a su «objeto», en cuanto pretendido modo de acceso a él, la hermenéutica indica que di- cho objeto tiene un ser que esta capacitado para la interpretacién y necesitado de ella, que es inherente a ese su ser el estar de algtin modo ya-interpretado ”’. La hermenéutica tiene la labor de hacer el existir propio de cada momento accesible en su cardcter de ser al existir mismo, de comunicarselo, de tratar de aclarar esa aliena- cién de sf mismo de que est afectado el existir. En la hermenéu- tica se configura para el existir una posibilidad de llegar a enten- derse y de ser ese entender. Ese entender que se origina en la interpretacién es algo que no tiene nada que ver con lo que generalmente se llama enten- der, un modo de conocer otras vidas; no es ningun actuar para con... (intencionalidad), sino un cémo del existir mismo; fijémos- lo ya terminoldégicamente como el estar despierto del existir para consigo mismo. La hermenéutica no es una especie de andlisis movido por la curiosidad, artificiosamente tramado, y endosado al existir. Con- siderando la propia facticidad es como debe determinarse cudndo y hasta qué punto aquélla pide 1a interpretacién propuesta. Asi pues, la relacién entre hermenéutica y facticidad no es la que se da entre la aprehensién de un objeto y el objeto aprehendido, al cual aquélla solamente tendria que ajustarse, sino que el inter- pretar mismo es un cémo posible distintivo del cardcter de ser de la facticidad. La interpretacién es algo cuyo ser es el del propio vivir factico. Si llamamos, aunque sea impropiamente, a la facti- cidad «objeto» de la hermenéutica (como las plantas son objeto » in Ausgelegtheit sein: literalmente, «ser en lo interpretado», (N. del T.) 33 15 16 de la botdnica), diremos que ésta, la hermenéutica, se encuentra en su propio objeto (esto es, como si las plantas, lo que son y como son, fueran /a botanica). La unidad de ser que con esto se indica entre la hermenéutica y su «objeto» situa la iniciacién, realizacién y apropiacién de la hermenéutica temporalmente antes, por lo que toca al ser y facti- camente, que la puesta en obra de toda ciencia. La eventualidad del fracaso es una posibilidad fundamental, inherente a su ser més propio. El cardcter de evidencia de sus explicaciones es esen- cialmente labil; pretender anteponerle un ideal de evidencia, y més uno tan excesivo como el de la «visién de las esencias», seria desconocer lo que la hermenéutica puede y debe. EI tema de la investigacién hermenéutica es en cada ocasién el existir propio, cuestionado, justamente por ser hermenéutico, acerca de su cardcter de ser con vistas a configurar una atencién 8 a s{ mismo bien arraigada. El ser del vivir factico se sefiala en que es en el cémo del ser de ser-posible él mismo. La posibilidad més propia de sf mismo que el existir (la facticidad) es, y justamente sin que esté «aqui», se denominara existencia. Por medio del cuestionamiento hermenéutico, a la vista de ese ser verdadero de la existencia misma, se sittia la facticidad en el haber previo”, a partir del cual y a la vista del cual ser interpretada. Los concep- tos que tengan su origen en esta explicacién se denominaran existenciarios, Un «concepto» no es un esquema, sino una posibilidad de ser, del momento, esto es, constituye ese momento; un significado producido, extrafdo; un concepto muestra el haber previo, es de- cir, transpone a la experiencia fundamental; muestra la concep- tuaci6n previa*, es decir, exige el cémo del hablar y cuestionar a % Wachheit: se trata de una variante del ya sefialado «estar despiertor (véase nota 4 de la p. 26). (N. del T) ” Vorbabe: término técnico creado por Heidegger. Literalmente viene a decir «lo que se tiene de antemano y por ello de algtin modo esboza el porvenit». Una posibilidad de traducirlo es, ast, «tener previo». Naturalmente, se trata de un «tener» en cuanto experiencia, es decir de un haber, haber ya sido y haber lo que hay en que uno ¢s. Por ello, «haber previo». (N. del T.) © Vorgriff. (N. del T) 34 _§ 3. HERMENEUTICA EN CUANTO INTERPRETACION. alguien; es decir, transpone en el existir segun su tendencia a la interpretacién y preocupacién. Los conceptos fundamentales no son afiadidos posteriores, sino motivos conductores: tienen a su manera el existir en sus manos*!. El haber previo de la interpretacién, el que dicho haber pre- vio no pueda estar presente de modo tematico como objeto de un relato directo completo, es precisamente la sefial de su cardc- ter de ser. En cuanto elemento constitutivo, y ciertamente decisi- vo, de la interpretacién, la cual ella misma es a una con el estar aqui, comparte su cardcter de ser: el ser-posible. Este set-posible es un ser-posible concreto, que varia facticamente seguin la situa- cién a la cual va dirigido en cada ocasién el cuestionar herme- néutico; el haber previo no es, por lo tanto, nada que se elija a capricho. «El vivir sdlo se deja aclarar cuando se ha vivido, del mismo modo que Cristo empez6 a explicar las escrituras y a mostrar cémo ensefiaban sobre él —sdlo después de haber resucitado.» Kierkegaard, en su diario el 15. IV. 1838. Cuestionabilidad fundamental en la hermenéutica y en sus miras: el objeto: el existir est4 sdlo en sf mismo. Estd, pero sdélo jen cuanto estar en marcha* de s{ mismo hacia el existir! Este modo de ser de la hermenéutica, no se trata de evitarlo ni de manipularlo sustituyéndolo artificiosamente; hay que tomarlo decididamente en cuenta. Lo cual se traduce en el modo como hay que tomar el adelantarse de la marcha, en el modo tinico como se puede tomar. Este «adelantarse» no supone llegar a término, sino precisamente tomar en cuenta el estar en mar- cha, dejar/e el paso libre, abrirle camino, conservando el ser-posible. En el original hay una relacién irreproducible en castellano entre este «tener en sus manos», o «saber manejarse con ello», in den Griff nehmen, y Begriff, «concepto». (N. del T) ° Die Tagebiicher 1834-1855, seleccién y traduccién de Th. Haecker. Leipzig, sin fe- cha, p. 92 (Munich, 19534, p. 99). 3 Unterwegs: se ha traducido a veces (no en este texto) por «camino», «estar en cami- no». (N. del T.) 35 17 18 A éste le corresponde conforme al haber previo una cuestiona- bilidad fundamental. Esta reluce en todos los caracteres de ser; cuestionabilidad ébntica: cuidado, inquietud, miedo, temporalidad. En la cuestionabilidad y sdlo en ella se hace uno cargo de /a posi- cién en la que se da y para la cual se da algo a lo que se le pueda llamar poner término «fijo». ;Y eso sélo si lo fijable, lo que atin no esta fijado, en cuanto cémo del existir, tiene ser! {Qué pasa en este contexto con el problema de la muerte? En la hermenéutica lo primero que hay que configurar es la posicién desde la cual sea posible preguntar, cuestionar de modo radical, sin dejarse llevar por la idea tradicional de hombre. (Cuestionable es el problema de la disposicién, cémo plantearlo, si plantearlo o no. Desde la cuestionabilidad gno se verd el ser po- sible como algo existencial concreto y auténomo?) A mas de eso, la interpretacién parte de la actualidad, es de- cir, de un determinado entendimiento normal, del cual vive y al cual responde la filosofia. El uno* tiene algo ciertamente positi- vo, no es sdlo un fenédmeno de abandono, sino en cuanto tal un cémo del existir factico. El dominio del entendimiento factico no es algo que se pueda calcular de antemano ni nunca. De igual modo, no se puede normalizar su repercusién en la aprehensién y en la comunica- cién mediante expresiones matematicas. En el fondo eso es algo que, ademds, carece de importancia, puesto que la hermenéutica se apuesta en la situacién y desde ahi posibilita el entender. En el entender hermenéutico no hay ninguna «generalidad» que vaya mds allé de lo formal; y, en caso de que hubiera algo asi, una hermenéutica que se entienda a s{ misma y que entienda su cometido se veria obligada a tomar distancia de ello y volver la atencién sobre el existir factico del momento. Lo «formal» no es ™ Man: es la substantivacién que Heidegger hace del pronombre indefinido man, cuyo uso es equivalente al que tienen en castellano las construcciones impersonales con «se», Como substantivar esta ultima particula resulta un tanto brutal en nuestra lengua, he preferido aprovechar la acepcién correlativa, como pronombre indefinido, de «uno». El contexto permitird distinguir este término técnico del uso corriente del citado pronombre. (N. del T) 36 § 3. __HERMENEUTICA EN CUANTO INTERPRETACION... jamds algo independiente, sino sdlo un recurso, un apoyo del mundo. La hermenéutica no tiene por objetivo la posesién de conocimientos, sino un conocer existencial, es decir, un ser. La hermenéutica habla desde lo ya-interpretado y para lo ya-interpe- trado. La puesta (en marcha) hermenéutica —aquello en lo que, como si dijéramos a una carta, se pone todo *°—, esto es, el «en cuanto qué» ** en que se asume de antemano la facticidad, el ca- rdcter de ser decisivo que se pone (para empezar), no puede ser un invento; tampoco es, sin embargo, algo que se posea de modo definitivo, sino que surge y brota de una experiencia fundamen- tal, en nuestro caso, de un estar despierto de cardcter filoséfico, en el cual el existir se encuentra consigo mismo, aparece ante sf mismo *”. Que el estar despierto sea de cardcter filosdfico quiere decir que estd activo en una auto-interpretacién originaria que la filosofia se ha dado de s¢ misma, constituyendo esa interpretacién una posibilidad decisiva y un modo de que el existir se encuentre consigo mismo, aparezca ante si mismo. El contenido fundamental de ese entenderse la filosofia a st misma acerca de s{ tiene que poder destacarse y hay que indicarlo de antemano. Para la hermenéutica eso significa: 1) Filosofia es el modo del conocer que se da en el vivir factico, el modo como el existir f4ctico se arranca de si sin miramientos para darse a sf mismo y se pone de modo inexorable en sf mismo. 2) En cuanto tal, la filosofia no tiene misién alguna de velar por la humanidad 5 Einsatz es «puesta en marcha, puesta en prictica» y «puesta = apuesta». (N. del T.) 26 das vals was»: expresin heideggeriana, extrafiisima también en alemén, con la que apunta literalmente a lo ya-interpretado aun en el principio. (N. del T,) » begegnen: término central en la concepcién heideggeriana aqui presentada, signifi- ca en sentido corriente «encontrarse con... (sea de manera casual o convenida)» y «tratar a (alguien o algo de un modo determinado), mostrarse ante (alguien o algo de un modo determinado), reaccionar, responder ante (alguien o algo de un modo de- terminado)». Conviene no olvidar este cardcter de relacién por encima del mero «tro- pezar» pasivo con algo o alguien. Ademds, hay que tener en cuenta que también sig- nifica «aparecer», «suceder, y que Heidegger haré uso de la relacién que begegnen tiene con Begegnis, cuyo significado es «acontecimiento, suceso»; todo ello hace que ese «encontratse con...» o «aparecer (algo)» sea en si mismo un ocurrir, como se veré mds adelante. (N. del T.) 37 19 IRMENEUTICA. y la cultura universales ni mucho menos de ahorrar a las genera- ciones venideras de una vez para siempre la preocupacién de plantearse cuestiones 0 siquiera de reducirsela con pretensiones erréneas de validez. La filosofia es lo que puede ser sdlo cuando es de su «tiempo». «Temporalidad». El existir opera en el cémo del ser-ahora. Pero eso no significa, ni mucho menos, ser lo més moderno posible, es decir, hablar, segtin es gusto, de las supuestas necesi- dades, de la miserias imaginadas. Se reconoce todo lo moderno en cémo artificiosamente se hurta al tiempo propio y sdlo de esa manera se procura un «efecto». (Negocios, propaganda, proseli- tismo, economia de camarillas, pasteleo intelectual.) Por el contrario, aquello en cuanto lo que el existir aparece ante s{ mismo en el citado estar despierto, es decir, el cardcter de ser, no es algo que se pueda calcular de antemano ni nada para la humanidad en general, nada para el puiblico, sino que es la posi- bilidad decisiva y determinada en cada ocasién de la facticidad concreta. En la medida en que se logre manejar hermenéutica- mente la facticidad y llevarla a concepto** resultard aquella posi- bilidad mds clara; «al mismo tiempo», sin embargo, se consume ya ella misma. La existencia en cuanto posibilidad histérica de- terminada del existir en cada ocasién est ya viciada en cuanto lo que es cuando se le exige estar presente de antemano ante la cu- riosidad *® filoséfica que vivamente se la estd ya figurando. La existencia no es nunca «objeto», sino ser; existe, estd aqui sdlo en tanto «sea» el vivir de cada momento. Por cuanto la puesta (en marcha) sdlo existe de ese modo, no puede ser objeto alguno de razonamientos universales o de dis- cusién publica. Esos no son mds que los medios preferidos para atajar a tiempo el posible choque de la puesta (en marcha) con el existir factico. Esas exigencias que en la actualidad tanto se vocean % Vuelve a jugar aqui el original con Griff'y Begriff véase nota 31 de este mismo ca- pitulo. (N. del T:) » Neugier es lo que en castellano se dice «uriosidad»; pero, ademés, por su cardcter compuesto, Neu-gier, puede entenderse también, explicativamente y con cierto énfa- sis, como «afin de novedades». (N. del T.) 38 TACION... : 1) no conviene detenerse demasiado en los presupues- tos, sino mirar las cosas mismas (filosofia que trata de cosas) “°; 2) los presupuestos deberfan poder ser expuestos ante un publico general razonable, es decir, ser plausibles, lo menos arriesgados posible —ambas exigencias se envuelven en la apariencia de la més pura y dura filosoffa objetiva—, no son, sin embargo, mds que los gritos enmascarados del miedo‘ a la filosofta. La cuestién, entonces, de qué lugar ocupa esta hermenéutica dentro del cuadro de tareas de «la» filosofia no pasa de ser una cuestién muy posterior, en el fondo carente de importancia, cuando no una cuestién radicalmente equivocada. Lo eventual- mente extrafio del titulo no debe inducir a perderse en tan hue- cas reflexiones. La hermenéutica misma no pasard de ser una trivialidad mientras el estar despierto para la facticidad, que es el que debe producirla, no esté «aqui»; todo hablar sobre ella es un malenten- dido fundamental de lo que ella es. Yo por mi parte sospecho, si se me permite esta observacién personal, que la hermenéutica no es para nada filosoffa, sino algo estrictamente previo y provisio- nal, lo que, desde luego, es su naturaleza mds propia: no se trata de acabar lo antes posible con ella, sino de mantenerse en ella el mayor tiempo posible. Estamos en la actualidad tan faltos de enjundia que ya ni so- mos capaces de soportar una cuestién; cuando uno de los curan- deros filésofos no tiene respuesta, se acude al siguiente. Esa de- manda hace que la oferta crezca. En lenguaje popular a eso se le lama «un interés creciente por la filosofia». La hermenéutica no es ella misma filosofia; lo que ella quisie- ra es simplemente someter a la «consideracién bien dispuesta» de los filésofos actuales un asunto hasta ahora relegado al olvido. Que estas minucias pasen hoy en dfa inadvertidas es algo que a © Sachphilosophie. (N. del T.) “Angst: Heidegger no emplea aqui el rérmino en el sentido estricto que le dard més adelante, el de «angustia», entendida ésta en cuanto «temor opresivo sin causa preci- san. (N. del T.) 39 20 HERMENEUTICA nadie debe sorprender en el gran negocio de la filosoffa, en el que todo esta enderezado, por supuesto, a no llegar demasiado tarde al —como se suele decir— «resurgimiento de la metafisica» que ahora comienza, en el que la tinica preocupacién que se co- noce es procurarse, por medio de una visién de las esencias, una amistad directa, lo més barata y lo mds cémoda posible y a la vez rentable, con el buen Dios“. Apostilla de Heidegger: «Nada de valorar segiin criterios y condiciones extrafios y cuestionables; jsubrayarlo como algo més que fundamental!» 40 CAPITULO 2 LA IDEA DE FACTICIDAD Y EL CONCEPTO DE «HOMBRE» ' Al determinarse de manera indicativa el tema de la hermenéuti- ca: Facticidad = nuestro existir propio en cada ocasién, se han evitado por principio expresiones tales como existir «humano» o «ser del hombre». Los conceptos de «hombre», a saber: 1) ser vivo dotado de ra- z6n, y 2) persona, personalidad, son el fruto de la experiencia y visi6n de un mundo cuyas condiciones objetivas nos vienen da- das de antemano en cada ocasién de un modo determinado. El primero forma parte del conjunto tematico que viene indicado por la serie de objetos: planta, animal, hombre, demonio, Dios. (En principio no hay por qué pensar al respecto en experiencia especifica alguna de tipo biolégico o cientifico-natural en senti- do moderno.) El segundo tiene su origen en la exposicién cristia- na, basada en la revelacién contenida en el antiguo testamento, de la dotacién originaria del hombre en cuanto criatura de Dios. En ambas determinaciones conceptuales lo que hay en juego es la fijacién de los elementos que configuran la dotacién de una cosa dada de antemano, a la cual posteriormente, en funcién de ' Tieulo del propio Heidegger. 41 21 22 LA IDEA DE FACTICIDAD Y EL CONCEPTO DE «HOMBRE» tales elementos, se le atribuye un modo de ser o se le deja estar en la indiferencia de ser-real. Por otra parte, con el concepto de «ser vivo dotado de razén» hay que andarse con cuidado; no acierta a dar con lo decisivo del sentido del Gov Adyov Exov. Adyos en la filosofia cientifica clasica griega (Avistételes) no significa nunca «razén», sino habla, conversacién; por lo tanto, el hombre es un ente que tiene su mundo en el modo de lo hablado ?. Ya en la Estoa comienza la trivializacién del concepto, y en la especulacién y teosofia hele- n{sticas aparecen el Mos, la godia, la tiatis conceptualizan- do hipéstasis. Los conceptos de hombre hoy en dia usuales tie- nen su origen en los dos conceptos sefialados, tanto da que arramblen con la idea de persona haciendo referencia a Kant y al idealismo aleman como a la teologia medieval. § 4 El concepto de «hombre» en la tradicién biblica Lo que lleva a concebirse la idea de hombre en cuanto persona, concepto que asimila el griego de (Gov éyov Exov, es uno de los pasajes que se han convertido en cldsicos, en varios sentidos, para la teologfa cristiana, Génesis I, 26, LXX (septuaginta): kal elev 6 Oeds- Tloujowper dvOpwrov kat’ eikéva teTté- pav kal Kad’ dpotwowr. eikiév y ddtwoLs poseen un senti- do casi idéntico. * (La idea de Dios, viendo al hombre; posicién religiosa en cada ocasién. Ver ambos aspectos.) Véase Kuhn: ser racional sen- sible (natura, obo(a) —ser «personal» (UTooTacts, substantia), «capax alicujus veritatis de deo» et «alicujus amoris dei» ®. La historia de la interpretacién del pasaje del Génesis comien- za en Pablo, | Cor. XI, 7: dvijp pév yap ovk ddetret KaTa- kaditTeo8at Tv Kehadyv, elkav Kai 56Ea BE0d bTdpxov. > «Mejor, en el semestre de verano del 24» (apostilla posterior de Heidegger). * Die christliche Lehre von der gottlichen Gnade, parte I, Tubinga, 1868, p. 11. 42 __§ 4, EL CONCEPTO DE «HOMBRE» EN LA TRADICION BIBLICA Véase II Cor. III, 18; Rom. VIII, 29: étt ods Tpoéyvu, Kal Tpowploev CULWdPhouS Tis cikdvos Tod viod adTod, cis 70 Elvat avToV TPWTOTOKOV EV TOAOLS dSEAHOIS. Problema: la mujer ;qué es? Tatiano (alrededor del 150), Adyos tpds “EAXQvas: L6- vos &€ 6 dVOpwros cikdv Kal dpolwots Tod Beod, AEYw 8€ dvOpwTov odxl TOV 6poLa Tots Cots TPdTTOVTA (no en cuanto Cdov), GAG TOV TOPPW PeV Ths avOpwTdTHTOS Tpds abtov S€ Tov Bedv KEXwpNKdTa (los més adelantados) *. Aquf aparecen claramente fijados los dos modos fundamentales de entender el hombre. Agustin: Ex dixit Deus, Faciamus hominem ad imaginem et similitudinem nostram. Et hic animadvertenda quaedam et con- junctio, et discretio animantium. Nam eodem die factum homi- nem dicit, quo bestias. Sunt enim simul omnia terrena animan- tia; et tamen propter excellentiam rationis, secundum quam ad imaginem Dei et similitudinem efficitur homo, separatim de illo dicitur, postquam de caeteris terrenis animantibus solite conclu- sum est, dicendo, Et vidit Deus quia bonum est. (En vez de: Et factum est y: et fecit Deus. Andlogo: Faciamus ~ fiat.) ° Tomds de Aquino: de fine sive termino productionis hominis prout dicitur factus ad imaginem et similitudinem Dei’. Quia, sicut Damascenus dicit, lib. 2 orth. Fid., cap. 12, a princ., homo factus ad imaginem Dei dicitur, secundum quod per imaginem significatur intellectuale, et arbitrio liberum, et per se potestativum, postquam praedictum est de exemplari, scilicet de Deo, et de his quae processerunt ex divina potestate secundum ejus voluntatem, restat ut consideremus de ejus imagine, idest, de homine: secundum quod et ipse est suorum operum princi- “Texte und Untersuchungen zur Geschichte der altchristlichen Literatur, ed. por O. v. Gebhardt y A. Harnack, vol. IV, n° 1., Leipzig, 1888-1893, cap. 15 (68), p. 16, I. 13-16. > De Genesi ad litteram imperfectus liber, Migne XXXIV, Paris, 1845, cap. 16, 55, p. 241. 8 Véase De Trinitate, Migne XLII, Paris, 1841, Liber XII, cap. 7, 12, p. 1004. ” Summa theologica \ (Parma), quaest. XCIII prologus. 43 23 24 LA IDEA DE FACTICIDAD Y EL CONCEPTO DE «HOMBRE» pium, quasi liberum arbitrium habens, et suorum operum potes- tatem *. Esta frase contiene la estructura metédica interna de la obra cumbre de la teologfa medieval. Zwinglio: «también el que él [el hombre] alce la vista a Dios y atienda a su palabra, indica claramente que segtin su naturaleza ha nacido algo més cerca de Dios, se parece algo més a él, tiene cierta aspiracién a él, de todo lo cual sin duda se deduce que est4 creado a imagen de Dios.»? Calvino: His praeclaris dotibus excelluit prima hominis con- ditio, ut ratio, intelligentia, prudentia, iudicium non modo ad terrenae vitae gubernationem suppeterent, sed quibus sranscende- rent usque ad Deum et aeternam felicitatem '°. De aqui parte la interpretacién de la personalidad que a través del idealismo alemdn llega a Scheler". El propio Scheler se mueve, a la manera tradicional, entre cuestiones cuyo planteamiento se ha quedado anticuado y re- sulta artificial; sdlo gracias a la depurada manera fenomenolé- gica de ver y explicar es tanto mds funesto '?. Scheler pretende determinar el «lugar metafisico... dentro del todo del ser, del mundo y de Dios» '3, el «género homo». Pretende deshacerse «del atavio mitico-simbélico» de la idea y apoderarse de la cosa misma '4, La distincién entre «homo naturalis» '> de la ciencia natural, «unidad de caracteristicas objetivas», «especie zoolégica», y homo historiae, «unidad ideal, como la que figura, del “hombre”, en las ® Summa theologica, prologus a II! (cursiva, en parte de Heidegger). ° Von klarheit und gewiisse oder unbetrogliche des worts gottes. En Werke I. Der deuts- chen Schriften, primera parte, Zurich, 1828, p. 58 (cursiva, de Heidegger). "© Institutio 1, 15, 8 (cursiva, de Heidegger). " Véase «Zur Idee des Menschen». 1* ed. en Abhandlungen und Aufiitze, vol. 1, Leipzig, 1915, pp. 319-367 (de aqui en adelante: Zur Idee des Menschen). 4* ed. pu- blicada en: Vom Umsturz. der Werte, Abhandlungen und Aufsitze, Ges. Werke 3, Ber- na, 1955, pp. 173-195. ” 'Véase pp. 346, 186 (de aqui en adelante remite el primer ntimero a la pagina co- rrespondiente de la primera edicién, el segundo a la de la cuarta). 3 Loc. cit., pp. 319, 173. ¥ Loc. cit., pp. 320, 173. 5 Loc. cit., pp. 322, 174. 44 ‘CONCEPTO DE «ANIMAL RAT ciencias del espiritu y en la filosofia» '°, no es mds que una ver- sidn aligerada de la distincién kantiana entre concepto de la na- turaleza y concepto inteligible. «...error antropolégico» '”, visto desde la intencionalidad y la eidética. {Todo «desde fuera», «filo- soffa que trata de cosas»! '*. «Lo que el hombre sea» —jsentido, miras, hermenéutica de esta cuestién! El hombre es «la intencién y el gesto de la “trans- cendencia” misma» |’, el que busca a Dios, «un “entre”, [.] “limi- te”». (Animal-Dios, ambos asumidos), «un eterno “hacia fuera”»*°, la «puerta de entrada» de la gracia', «...la tinica idea de “hom- bre” con sentido [es] por completo un “teo-morfismo’”, la idea de un X que es una copia viva y finita de Dios, un semejante a él, —juna de sus infinitas siluetas recortadas sobre la gran pared del ser!» 72 Claramente: jpuro decoradol, jliteratura, ficcidn! Casualmente Scheler hace suya la teologfa antigua (véase tam- bién la gnosis valentiniana: odp& - uxt - Teta, caro, ani- ma, spiritus), pero mientras que los tedlogos de antes al menos veian que estaban hablando de teologfa, Scheler le da la vuelta a todo, pervirtiendo de esa manera la teologfa y la filosofia. El método este de pasar por alto lo factico esta aplicado con gran ingeniosidad en el libro. § 5. Elconcepto teoldgico y el concepto de «animal rationale» * La hermenéutica tiene por objeto tematico el existir propio en cada ocasién —al cual se cuestiona acerca de su cardcter de ser y de la estructura fenoménica de éste; con respecto a una sistemati- Loc. cit., pp. 323, 175. Loc. cit., pp. 321, 173 ys. Sachphilosophie, (N. del T.) Loc. cit., pp. 346, 186. 2 Loc. cit., pp. 347 y s., 186. 2 Loc. cit., pp. 348, 187. Loc. cit., pp. 349, 187. ® Titulo de Heidegger: «Afiadido al § 4 (del manuscrito). Idea de facticidad y el concepto de hombre.» Este § 5 no se presenté en clase (hasta la p. 53). 45 25 26 LA IDEA DE FACTICIDAD Y EL CONCEPTO DE «HOMBRE» ca regional universal recorta en ella un sector determinado a fin de realizar una indagacién del sistema con miras a unos fines de- terminados. A la hora de darle un nombre o un titulo a esta regién del ser y para hacernos con ella hemos evitado y seguiremos evitando expresiones como «existir humano» y «ser humano» u «hombre». El concepto de hombre, en cualquiera de las concepciones cate- goriales tradicionales, impide ver de principio aquello que hay que tener a la vista en cuanto facticidad. La cuestién de qué sea el hombre queda desvirtuada al despistarse la mirada a lo que la cuestién propiamente apunta con un objeto que le es ajeno (véa- se Jaspers). Al llamar «hombre» al existente que se va a investigar se le pone ya de antemano dentro de una determinada concepcién ca- tegorial, puesto que el examen se lleva a cabo siguiendo la pauta de la definicidén tradicional de «animal rationale». Con tal defini- cién por pauta viene prescrita la descripcién de una perspectiva determinada, sin que con ella se recuperen activamente, hacién- dolos propios, los motivos originarios de tal perspectiva. La propia definicién ya esta incluso desprendida del terreno de origen y de cualquier posibilidad auténtica de demostracién **, y su repercusién en la filosoffa moderna (Kant) viene ademas de- terminada por una interpretacién en la que se involucran moti- vos de la teologfa cristiana. El sentido de las ideas de humanidad, personalidad, de ser-persona sélo se entiende desde ella —como desteologizacién formalizadora concreta. Véase Kant, La religién dentro de los limites de la mera razén, 1793”. Del planteamiento fundamental de la idea de persona en Kant entiende Scheler”® tan poco que en el sentimiento del res- peto solamente ve una «excepcién particular», sin querer darse cuenta de que la misma idea suya de persona sélo se distingue de la kantiana en que es mds dogmatica y en que embarulla atin 4 Véase Aristételes, Etica a Nicémaco A 6. 25 En Sammtliche Werke, ed. por G. Hartenstein, Leipzig, 1868, vol. VI. p. 120. 2 «Der Formalismus in der Ethik und die materiale Wertethik», en Jahrbuch fiir Phi- Losophie und phitnomenologische Forschung 2 (1916), p. 266. 46 § 5. _EL CONCEPTO TEOLOGICO Y EL CONCEPTO DE «ANIMAL RATIONALE» més las fronteras entre la teologia y la filosofia, es decir, en que pervierte la teologia y perjudica a la filosoffa, comprometiendo sus posibilidades concretas de cuestionar criticamente. Scheler’, definiendo al hombre en cuanto «intencién y gesto de la “transcendencia” misma» 0 como «el que busca a Dios», no se distingue fundamentalmente del «tener respeto para con...» de Kant, que es el estar abierto al deber, el modo de ocurrencia de la ley. Hasta qué punto lleva Scheler la confusién en estos plantea- mientos fundamentales lo indica, entre otras cosas, el hecho de que su idea de persona coincida justamente, hasta literalmente, con la formulacién que los reformadores, en oposicién al Aristé- teles trivializado de la escoldstica, contribuyeron a crear; véase Zwinglio, Calvino. Y al hacerlo se olvida, ademas, de que alli, en la teologfa, hay que distinguir de principio entre varios status 0 modos de ser del hombre (status integritatis, status corruptionis, status gratiae, status gloriae), que no pueden intercambiarse a discrecién. Cuando Scheler dice: «Fue Lutero el primero [que] lo definié [al hombre] expresamente como “caro” (carne)»*, hay que hacer notar que Scheler confunde aqui a Lutero con el profeta Isatas (40, 6). Véase Lutero: Porro caro significat totum hominem, cum ratione et omnibus naturalibus donis*’. Esto en status co- rruptionis, el cual, sin embargo, est4 antes totalmente determinado; ptopios de él son ignorantia Dei, securitas, incredulitas, odium erga Deum; una relacién con Dios ciertamente negativa, de en- frentamiento a Dios. ;so en cuanto tal es constitutivo! La perspectiva que se tiene del hombre segtin la pauta de la definicién de «animal rationale» hace que se le vea dentro del Ambito de los entes que junto con l existen en el modo de lo vi- viente (plantas, animales), y en particular como el ente que posee ” Zur Idee des Menschen, pp. 346, 186. Loc. cit., pp. 325, 176 (cursiva de Heidegger). En Esaiam Prophetam Scholia praelectionibus collecta, multis in locis non parva acces- sione aucta (1534), cap. 40 de la WW (ed. de Erlangen), Exegerica opera latina XXII, ed. de H. Schmidt, Erlangen y Francfort, 1860, p. 318. 27 LA IDEA DE FACTIC \CEPTO DE «HOMBRE» lenguaje (Adyov €xov), que aborda a su mundo para hablarle, y que habla de él; su mundo, el cual en principio est4 aqui en el trato de la mpGEts, del cuidarse de cosas*° en sentido amplio. La definicién posterior de «animal rationale», entendida solamente en un sentido literal indiferente, «ser vivo 0 animal racional», en- cubre el terreno intuitivo en el que se originé esa determinacién del ser hombre. Esta definicién con cardcter de tesis 0 de proposicién llegard, sin embargo, a ser dentro del modo de entenderse la propia con- ciencia cristiana de la existencia el fundamento jamés cuestionado para la determinacién teoldgica de la idea de hombre, de la cual se formaria la idea de persona (racional = capaz de conocer). La determinacién teoldgica sdlo puede ratificarse conforme a su principio de conocimiento, es decir, retornando a la revelacién, principalmente a la Escritura. Allf la pauta la marca Génesis, I, 26: kal eitev 6 Geds° Toujowpev dvOpwtov Kat’ eikéva fe- tépav kai Ka’ dpoiwow. Seguin la fe estd predeterminado que ser hombre es haber sido creado por Dios a su imagen y semejan- za. Dejando de lado el que la definicién griega haya sido triviali- zada y tomada desde fuera, la determinacién de la esencia del ser hombre depende de la idea directriz de Dios que ahi se ponga. Es més: para la fe el hombre es tal como aparece y est4 ahora, un hombre «cafdo», o redimido y renovado por Cristo. Estar caf- do, estar en pecado es un estado que no proviene de Dios, sino al cual el propio hombre se ha Ilevado a s{ mismo; as{ pues, como criatura de Dios, debe ser el hombre en algtin momento bueno (bonum), pero en ese ser as{ se da también de consuno la posibi- lidad de la cafda. La posicién en el propio estado actual viene motivada por la experiencia originaria ocasional del estar en pe- cado, la cual a su vez tiene que ver con la originariedad 0 no ori- ginariedad de la relacién con Dios. Este espacio cerrado de experiencias es el terreno en que se asienta la antropologia teolégico-cristiana, y sobre el cual perma- nece cuando ocasionalmente se transforma. © Besorgen: véase nota 4 de la pag. 110. (N. del T.) 48 $6. En la idea de ser persona de la filosofia moderna esa relacién con Dios constitutiva del ser del hombre queda neutralizada al convertirse en conciencia de las normas y los valores en cuanto tal. «Yoidad» de tal acto fundamental originario, centro de actos (apxy). Si para practicar una reflexidn filosdéfica radical sobre el ser del hombre hay que mantener absolutamente al margen toda de- terminacién fundamental teoldgica de cardcter dogmatico (no sdlo eso, sino que es una tarea ontolégica positiva el impedir tal planteamiento, puesto que éste tiene ya una respuesta), habra que prescindir de orientarse por idea determinada alguna de lo que es ser hombre, sea de modo expreso, sea encubierta, tdci- tamente. El concepto de facticidad: nuestro existir propio en cada oca- sin, no encierra en principio en la determinacién de «propio», «apropiacién», «apropiado» nada en si de la idea de «yo», perso- na, yoidad, centro de actos. ;Ni siquiera el concepto de [sf]-mis- mo#!, cuando se use aqui, tendrd origen en la «yoidad»! (Véase intencionalidad y su dpx1). FACTICIDAD: EL EXISTIR EN SU OCASIONALIDAD § 6. Facticidad: el existir en su ocasionalidad. La actualidad* El tema de la investigacién es la facticidad, esto es, el existir pro- pio cuestionado acerca de su cardcter de ser. Todo radica en no fallar ya de antemano —lo que significaria: de manera definiti- va— en el planteamiento primero de la explicacién hermenéuti- ca del «objeto». Se trata de atenerse a la indicacién acerca del po- sible cumplimiento del concepto de facticidad, dada de consuno en el propio concepto. El existir propio es lo que es precisamente y sélo en su «agut» ocasional. Se traduce aqui Selést, que en aleman, nominalizado, puede prescindir de acompa- fiar a «s(», «uno» 0 cualquier otro pronombre o nombre. (N. del T) ® Tieulo de Heidegger: «Hermeneéutica de la situacién». 49 29 30 LA IDEA DE FACTICIDAD Y¥ EL CONCEPTO DE «HOMBRE» _ Una determinacién de la ocasionalidad es la actualidad*, el estar-siempre, el demorarse-siempre en el presente, siempre el pro- pio. (El existir histérico, su presente. Ser en el mundo, ser vivido por el mundo; cotidianidad-presente.) EI planteamiento de la interpretacién se ve remitido por el propio objeto temdtico a la «actualidad» concreta. Esta remisién es algo que no sdélo no hay que atenuar, sino que de ella, de la originariedad con que se enganche la remisin y se la siga hasta el final, depende la posibilidad de tomar la facticidad en las ma- nos. Deben ponerse a la vista en lo ya-interpretado y puiblico de la actualidad determinadas categorfas del existir, para las cuales se trata de estar despierto. Ontoldgicamente la actualidad supone: el presente del ahora *, el uno, el estar con los dems, con los otros; «nuestro tiempo». La remisién queda reducida y convertida en un malentendido fundamental de dos maneras. 1) Por un lado, cuando verdadera- mente se pretende seguirla y lo que se hace para tomar herme- néuticamente en las manos la actualidad es reflejar lo que se sue- len lamar las «tendencias mds interesantes» del presente a modo de pasatiempo detallado e interminable. 2) Por otro, cuando se interpreta la remisién al existir propio de cada ocasién como se- fial de obligatorias cavilaciones profundas e infructuosas, a més de vacfas, de un yo aislado y ensimismado. En ambos casos, cu- tiosidad por el mundo, sea por la cultura, sea por el mundo pro- pio, de uno mismo*. Lo que interesa es una explicacién hermenéutica, no un infor- me mundano acerca de lo que «pasa». «Actualidad» —en nues- tros dfas— supone cotidianidad, supone desvanecerse, quedar absorbido en el mundo, hablar desde él, cuidarse de cosas. Esas dos posibilidades de plantear mal desde el principio el andlisis no son contingentes, sino que residen siempre en la andadura mis- das Heute, que vendria también a decir «el hoy». (N. del T:) ™ Gegenwart des Zundchst: es lo que se dice «en este momento», «ahora mismo»; pa- rece tener un carécter més coloquial, mas vivo que el més filosdfico jetzt. (N. del T:) *S Con «mundo propio, de uno mismo» se traduce Selbstwelt. (N. del T.) 50

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