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esbozado por el articulo 55 de Ia Carta, las resoluciones de las Naciones Unidas proclaman constantemente, luego de la Decla- racién Universal de Derechos Humanos, que el ‘reconocimiento de la dignidad inherente a todos los miembros de la familia Jhumana y de sus derechos iguales e inalienables constituye el fundamento de la libertad, de lajusticia y de la paz en el mundo’ ss PF Oe ae td esti ‘el mismo sentido, vel inciso 1 de cada uno de los dos Pac- 10s Internacionales de Derechos Humanos, del 16 de diciembre de 1966 0 Ares /2734 (XXV), 16 de diciembre 22), confirmando asf el cardcter indisociable del mant to de la paz y de la seguridad interacionales por un lado, y del respeto a los derechos humanos, por el otro. El respeto y Ia pro- mocién de'los derechos humanos y las libertades fundamenta- Jes bajo sus aspectos civiles, politicos, econdmicos, sociales y culturales, por tna parte, y el afirmacién de la paz y la seguri- dad internacionales, por la otra, se refuerzan mutuamente’ (cf, Alces/37/118; 38/190 y 39/155, precs.) a punto tal que textos rrecientes evocan el concepto de ‘derecho a la paz! re esta manera, una fusién intima entre los dos obj ‘mentales de las Naciones Unidas’ como la de los jeron de funda- articulos relatives a los derechos humanos, mento a la redaccién de la Carta de Derechos Humanos: el pre- Ambulo de la Declaraci6n Universal del 10 de diciembre de 1948, ({nciso 5) reproduce palabra por palabra los incisos 2 4 y los, de-cada uno de los dos Pactos de 1966 remiten a 4 del preambulo por el cual los pueblos de las Na se declaran resueltos “a favorecer el progreso social e instaurar ‘mejores condiciones de vida en una libertad mas grande” no dice otra cosa: los derechos humanos peeiesiales stl, humana, Como el derecho uencia del objetivo del mantenimiento de la paz y la seguridad intracionales yd fe prolamata por lo pueblos de las 40 caw YearsPierne wPatt er Alain Fn hoe der Matin seers ad Naciones Unidas en los derechos humanos fundamentales, de Ja misma manera, el derecho al desarrollo, reconocido por la Asamblea General como un “derecho inalienable del hombre", marca el punto de encuentro de esta fe y de la bisqueda del ‘mejoramiento material Es importante subrayar a este respecto que, alo largo dela Carta, como es el caso del preémbulo, toda disposicién que evoca los derechos humanos trata también de los problemas econémicos y sociales".$! Desde el punto de vista jurfdico-politico, la Carta se presen- ta como fundamento de derechos y obligaciones. Recoge una nocién de derechos humanos con caracteres diferentes alos pre- cedentes conocidos en la lege lata: los titulares de los derechos son las personas fisicas exclusivamente, los derechos apuntan a _ la universalidad y se apoyan en la no discriminacién, presentan, luna tendencia a ia realizacton efectiva y a la interdependencia y ya rozan un cierto rasgo de orden piiblico en razén de la prima- fa de la Carta respecto de todo otro tratado.42 La Carta establece dos obligaciones juridicas positivas en materia de derechos humanos: 1) la obligacién de la organiza cin de promover el respeto universal y efectivo de los derechos (art. 55); y 2) la obligacién de los Estados de tomar medidas, tanto conj te, en cooperacién con la organizac yy efectivo de los derechos humanos, imera se explica por uno de los propésitos de la orgat cién de la cooperacién internacional en el + estimulo de los derechos humanos, sin discrimina- ion (art. 1.3), Los medios para lograrlo s recomendaciones de la Asamblea General para ayudar a hacer efectivos los derechos humanos (art. 13.1.b), porque es el érgano io y los Estados son los que pueden hacer efectivos los, lerechos humanos; b) las recomendaciones del Consejo Econd- mico y Social para promover el respeto y Ia ef derechos humanos (art. 62.2), que para dé Derechos Humanos (art. 68)". Se prevén, asimismo, di siciones de respeto y efectividad respecto del régimen de a AU Ihde. IS 42.Cf Pusro, Ménica, op. cit, p. 22 2% La segunda ebligacién fue esta- lecida en la medida en que “esos Estados reafirmaron su fe en los derechos humanos, la dignicad y el valor de la persona huma- na (presmbulo, 2), De todos los derechos humanos, la Carta cla expresamente el derecho a la no discriminacién’ #4 En suma, la Carta de las Naciones Unidas abre el cai para la adopcién de instrumentos de derechos humanos. sidad de ocuparse de ellos con mismo de la orga documento especi ‘mento que forma parte précticamente integral de la Carta y que define el sentido de las referencias a los dered ‘manera en que debe interpretarselos. El responsable de la redac- Universal fue René Cassin. Comparaba la estructura de los derechos humanos de las Naciones Unidas con un triptico cuyo panel central estaba constituid por la declara- cian, y los paneles I rentes convenciones Estados signatarios, por u ceacidn y de control La Declaracion la ONU, proclamado de los derechos human idas referencias a los derechos huma- nos contenidas en la Carta de las Naciones Unidas precisaban de una clarificacién fue admitida por todos los miembros poco des- pués de la adopcién de la Carta. La elaboracion de esta Decla- racién fue considerada, por tanto, como una de las tareas prin- cipales de la ONU. El hecho de declaracién y no un convenio (deci pués de largas atin, ign final, pues su contenido tuvo 4 conciliar las considera- 44 tam, p24 45.4.6, res. 423, 5, 4 de diciembre de 1950, 2 caPiTULo clones tedricas més diversas. Sin embargo, difi lera sido que sucediese de otro modo, Una de las razones para el com- promiso respeeto de la forma que adoptara el documento fie el temor a que la mayoria de los Estados no acentasen verse ol gados inmediatamente por un convenio, o por cualquier docu. mento que significara la obligacién directa de hacer efectivos estos derechos humanos en sus respectivos sistemas legales nacionales. Temor, digamos, que no carecfa de fundamen La Declaracién Universal de Derechos Humanos establece que “Considerando que la liberta ren por base el reconocimiento de la digni levechos iguales e inalienables de todos los mie Jia humana; Considerando que el desconocimiento y el menosprecio de los erechos humanos han originado actos de barberie ultrajantes conciencia de la hurnanidad; y que se ha proclamado, aspiracién mas elevada del hombre, el advenimiento, i los seres humanos, liberac ‘mado en la Carta suf en la dignidad y l valor de In persona hum. derecho de hombres y mujeres; y se han declarado resueltos a pro- a elevar el nivel de vida dentro de un cconcepto més amplio de Ia libertad: Considerando que los Estados Miembros se han comprometido a en cooperacién con la Organi2ncién de las Naciones Ut versal y efectivo El camino conti imanidad (1968), la Convencién contra la Crimenies de Lesa ‘Tortura y Otros Tratos o Penas Cruales, Tnhumanos 0 Desra dantes (1984) y Ia Convencién de Ginebra del 12 de agosto de 1949 y sus protocolos adicionales de 1977 4d) Sistemas de proteccion de “sistemas de proteccion de los dere- teratura jurtdico-politica entiende Is ine- tancias internacionales de control competentes para evaluar el UA NvENCION DF LO DERECHOS HUMANO™ Hr aap | -y la respeto de las obligaciones a las Estados e ‘tes modalidades: un sist Golo para los ambitos regionales europeo, americano y africano). A su vez, los sistemas y los mecanismos de proteccién reco- nocen un sistema universal y sistemas regionales que coinciden con la clasificacién propuesta por Jack Donne a partir de la categoria de régimen. El sistema universal esta centrado en las, Naciones Unidas y los sistemas regionales comprenden el siste- ‘ma europeo, el sistema americano y el sistema africano. Hay que subrayar que entre estos sistemas regionales, quienes realmente llevan a cabo un trabajo activo y.elicaz, El engloba varias instancias. La Carta de la organizacién distribu- ‘ye entre sus Srganos las competencias respecto de los derechos >humanos: la Asamblea General, la Tercera Comisién y el Conse- jo Econémico y Soe cchos Humanos y. los Derechos Huma- -i6n institucional, hay que agregar los de expertos que fueron establecidos en tratados adop- tados bajo los auspicios de las Naciones té de Derechos Humanos (197 de 1998, el sistema europeo estaba compuesto por Ia Comisién y Ja Corte europeas de Derechos Humanos y del Comité de Mi tos del Consejo de Europa. A partir de entonces, todos los 6rga- znos y funciones se centraron en la Corte. A diferencia del sistema americano, los particulares, y no solo los Estados, pueden pre- sentar acciones ante la Corte. Hl sistema se sirve de dos fuentes jt meeCoea urpee a clo Derechos Humane y dole LibatadesFundamentales de 1950 y la Carta Social Europea de 1961, establecido en el marco del Consejo de Europa El te sistema regional fue 49), istema americano comprende dos érganos: la Comisién rte Intéramericanas de Derechos Humanos. Su fuente Estos mecanismos de control adoptaron” “Derechos principal iabilitados a prescntar una denuncia ante la comisién que va 8 evaluar la posibilidad de elevar el caso a la Corte. Este sis- tema regional se desarvoll6 en el marco de la Organizacién de Estados Americanos (OA, 1948). El sistema africano se basa en la Carta Africana de Dere- chos Humanos y de los Pueblos de 1981, complementada més tarde por el proyecto de una Corte Africana cle Derechos Huma- nos y de los Pueblos de 1998 (en vigor desde 2004). La C: crea una Comisién Africana de Derechos Humanos y de los Pu blos en el marco de la Organizacién de la Unidad Africana jional se desarrolla en el ecesario resaltar una lades de este sistema: la consagracién ho solo de los derechos humanos sino de los “pueblos”. Hay que sefialar que “la concepcién europea de los derechos humanos (derechos invocados por co) no aparece iuo ‘absorbido por el archetipo del to a de lazos con sus padres, su in con-os vivos y los mi tos, la materia y el espleite. El ser singular: existe por el gruy ala vez condicién material de su existencia, marco a en el grupo, ral de su. ravés del Con- ta Arabe de Dere- chos Humanos (1994) qu tencia de la Carta a los “princ cerecho musulmta! y ala Deckaractbn cel Cairo sobre los Deres cho Humanos en el Islam (1981), la digtingue, sin embargo, de 56 supee, Frédéte, op. cit, p. 107 34 los otros instrumentos regionales de proclamacién, “existe una contradiccién radical entre los derechos humanos proclamados en el plano universal y las normas musulmanas en Ja medida en que los Estados musulmanes se rehtisan a hacer prevalecer las normas universales sobre las normas divinas, lo cual significs Mientras que nacional”.57 ©) Las conferencias de derechos Veinte afios después de la Declaracién Universal de Dere- chos de 2. convocar una Conferencia Internacional de Derechos Humanos en Teherdn entre el 22 de abril y el 13 de mayo de logradlos en los veinte de Derechos Humanes, y preparar un. ‘que desemboca en Ia interclependencia de los hombres y Ia necesi- lad humana sean mis evidentes que nunca. ln huranidd entra aspira a a az, y ia son indispensables para ls plena n cidn de los derechos humanos y las libertades fundam. Es puntos de la Proclamacién: reafitma la obligacién de los Estados de fornentar y alentar el respeto de los da as U otras y reconoce expresamente el valor io de la Declaracién Universal de Derechos Humanos, ntl las organizaciones intergubernamentales y regionales, establecieron normas y obligaciones nuevas ito de los derechos humanos, las Naciones Unidas tienen por objetivo principal per- mitira la humanidad alcanzar el maximo de libertad y dignidad. Para que este ideal se vuelva realidad, es necesario que las leyes de cada pais otorguen a cada ciudadano informacion, concienci roclamacién condena expresamente la funest de odio del apartheid que conceptual lesa humanidad y reconace como legitima la régiitien Reafirma el principio de la no discriminsicion va sea rac ling josa 0 de convicciones mujeres, Menci ‘masiva de los derechos humanos que res conflictos armados asi como la distancia ereciente que separa & los paises econémicamente desarrollados de los paises en vias de desarrollo, lo que obstaculiza el respeto efectivo de los dere- chos humanos en Ia comunidad internacional. Mas en particular; la Proclamacién de Teher jo de que establece que “puesto cchos humanos y las libertades fundamentales son indi goce completo de los derechos el de los derechos econdmicos, sociales y culturales” (parrafo ). Mas atin, reconoce que “los avances duraderos en el cat ‘truccién de un mundo mejor y del futuro de la humanidad, en que los derechos humanos y las libertades fundamnentales debe- én ser plenamente aplicados. La Proclamacién recomienda el desarme cuyos recursos deberian ser puestos al servicio de los derechos humanos y las libertades fundamentales. rateria, exhorta a todos los pueblos y gobiernos a consagrarse a los principios contenidos en la Deciaracién Universal de Dere- chos Humanos y a redoblar sus esfuerzos para ofrecer a todos los seres humanos una vida libre y digna qué les permita alcan- zar un estado fisico, mental, social y espiritual’, Una vez mds, en 1989, Ja Asamblea General de las Naciones Unidas lanza la convocatoria de una re ‘Seguada Conferencia Mundial sobre Derechos Humanos, adop- tados en esa ciudad el 25 de junio de 193,58 marcan, en reali- dad, el punto culminante de un largo proceso de examen y deba- te sobre el estado de los mecanismos de promocién de los derechos humanos en el mundo y el punto de partida de un esfuerzo renovado de consolidacién y aplicacion mas completa del conjunto de instrumentos relatives a los derechos humanos. 58 Bt documento fue adeptado por consenso por los representantes de Ps =r 171 Estados de mayo de 1993, el Comité Preparatorio establecié un provec- to de documento final sobre cuya base la Conferencia comenzé sus trabajos y las negociaciones finales.59 Desde la primera de las cuatro reuniones del comité prepa- ratorio, que tuvo lugar en septiembre de 1991 en Ginebra, sur- gié claramente que las tareas que planteaban cuestiones e sas, y a veces divisiones, se referfan a la soberania nacio jones especializadas y otras organizaciones interguberns. mentales, asi como numerosas ONG. La Conferencia conté con una participacién antes de los gobiernos y del Ar un nuevo “marco de planifica- que podria permil nal y local, El némicos, sociales, culturales, ci luacién de Ia eficacia de I Naciones Unidas, con el objet ‘0 de recomendar los medios ade- 59 ck pet tsoumoxn 9593242, julio de 1983, 6 cartTuLOy TAINVENGION DE LOS DERECHOS HUWANOS + i th cuados para procurar q materia de derechos cieros 0 de otro tipo ‘Un punto crucial del Acta Final de la Conferencia esté cons- tituido por la proclamacién que “tocos los derechos hhumanos son universales, indivisibles, interdepe nados entre sf. La comunidad intemacion: chaos humanos en forma global y de mane en pie de igualdad y dando! tenerse en cuenta la importa nales y regionales, lades de la organizacién en mngan de los recursos finan- icos, econémicos y cultura- les, de promover y proteger todos los derechos humanos y todas ibertades fundamentales".60 documento final reafirma los principios que habfan cobrado forma progresivamente durante los afios precedentes en el marco de las Naciones Unidas y consolida los fundamentos de 3 humans. “Al ion final Miembros de la Organi Naciones Unidas se comprometieron solemnemente a res- petar los derechos humanos y las libertades fundamentales y a emprender, tanto en forma individual como colectiva, les y programas tendientes a hacer del goce de humanos una realidad para cada ser humano” 61 ‘ado para los Derechos Humanos, lo que el ‘organo hizo efectivamente el 20 de diciembre de 1993,62 de la Declacacin y el Programa de Accién 3, AICONF. 157723, 12 de julio de 1993, de 1993, 3... Se ea caro Zo. HL La Declaracién de Viena subraya la necesidad de sin demor recursos adicionales para el Centro para los Derechos Huma- nos, que provey6 la Secretarfa de la Conferencia 4. La globalizacién de los derechos humanos Jos ultimos afios, se pudo constatar un desarrol cciGn considerables del ambito de los derechos hurna- ronteras siempre difusas y abiertas, en su dialéctica wacional, a través de.la acentuacién del proceso globalizacién, Es cierto que se abrieron nuevos espacios en ue se entrecnuzan practicas, dominios de saber y objetos, les. como el derecho internacional pens ional humanitario y el derecho de los refugiados o la accién decisiva de las ONG y de los sociales. Los Tribunales Penales Internacionales para In ex Yugoslavia y Ruanda asi como la instauracién de la Corte Penal Internacional, entre otros (como cionales y nuevos mecanismos de proteceién, experien ciales y comisiones de la verdad, con todo el bagaje de nociones, 8 y pricticas que implican), constituyen aportes 5 a la praxis de los derechos ‘Todas dimension que adquirieron hos humanos en los-iltimos afios.se expresa sobre todo en e! encias, ideas y pricticas, en las que puede di = una toma de conciencia a nivel “planetario" de la valor zacién positiva de los derechos humanos; = un compromiso de defensa y realizacion efectiva de estos derechos; ~ una inte \ci6n de las instancias de proteceién y exigibilidad; y especialmente, ? la instauraciOn de los derechos humnos como tna cate- goria visible en el horizonte cultural de las saciedades actuales. Estos cambios en la praxis de los derechos humanos (de st teorfa y de su préetica) prefiguran un nuevo sui pio de su campo de construccién y apl sobre todo en términos generales, un sujeto cuyos v7 dlignidad y respetoala vida son esenciales a su const:ccién. Se TAINVENCION 0£ 105 DERECHOS HUNANOS —— 385 | i trata de un sujeto que se corresponde con los nuevos tiempos en i6n y que, por lo tanto, podria denominarse "sujeto en ion", Gla Luego de haber desarrollado en clave histérica las diferen- tes ideas que proveyeron el soporte tedrico-préctico a los dere- chos humanos, puede decirse que estos fueron generalmente tratados por el pensamiento politico-ju de manera quiz4 demasiado reduccionista las diversas posi- te respecto-; como un conjunto de atributos que se de la propia naturaleza humana y que necesitan de politica formal para ser efecti ias internacionales. Esta definicién mezcla una ‘on que halla la rafz de los derechos en la propia ont ma, en lo que hace a su condicién, a su estatus y 2 su régimen de vida, con otra que reconoce, 0 po, la necesidad de una toma de poder en su realizacién baj de un acto pol ién del fundamento del mundo humano? ¢Cémo allos derechos humanas? Bl hecho mismo de hablar de derechos humanos ya nos” uubica en un plano de universalidad pues su concepto implica, en si mismo, la nocién de humanidad. Pero las difer de vida en una misma sociedad y en sociedades Como las operaciones de inclusién y de exclusién ejercidas por el poder que inerva las relaciones human: demuestran la necesidad de atenemos al c variado de los seres humanos. Estas ideas que fueron formula- das, entre otras imagenes, bajo el nombre metaférico de “apor!- as de la modemidad”, se traducen en la paradoja de conciliar lo mismo y lo diferente, el universalismo y el particularismo, en un mismo punto, en una misma entidad: el ser. Como pretender otra cosa si se trata de nosotros mismos? En consecuencia, y puesto que se trata de descifrar ese obje- to venerado y temido que son los derechos humanos, ¢no habria le Teconocer que no existe un fundamento absolute? O mas ien, ¢no habria que renunciar a la idea de un fundamento dlti- a CAPITULO 26 ‘dad de fundamentos y mejor mo y tnico y acceder a la mult que ello, a la ausencia de fumdamento? Llegados a este puni siente la tentacién de recordar a Hott. cuando decia que el cen- tro siempre estuvo vacfo. No existe un fundamento sino varios. Norberto Boanto sefiala, en este sentido, en su ensayo Sul mo, que habria que escapar a los jel fundamento absoluto” de los. derechos humanos. Esta ilusién pretende que a fuerza de acu- mular y evaluar razones y argumentos, se termine por encontrar Cl imresisble, al que nadie se podvia rehusar a dar su adhe- sién.63 Pero Bonsio se ocupa répidamente de demostrar y de lusién pues nos explica que ella ya no es posible hoy la buisqueda del fiundamento absoluto es, a su vez, usin, presenta cuatro des. La primera deriva del hecho de que “derechos humanos” es tuna expresion muy vaga. Los derechos humanos constituyen, ademés, una clase variable -como lo demuestra la historia de estos tiltimos destaca la famosa antinom los- y heterogénea. Finalmes y expresa- en Leta | Torino: Einaudi, 1997, p. 6 64 tbidem, p.7, Foveautr concibe el acontecimiento (éwe Ng bh ‘mento o mej amente dados y ofrece la p teérica dtil para su prict abre el camino al rechazo de tod: mo y, en consecuencia, de todo fu derechos humanos y, por esta via, No hay que zozobrar, por lo tanto, mo de hallar el fundamento absoluto -empresa sublime pero desesperada- sino, més bien, tener el coraje y la valentia de comenzar a reconocer que algo asi como el fundamento absoli to no existe, incluso si las consecuencias pueden ser no solo decepcionantes sino sobre todo desesperantes, desgarradoras y enojosas para muchos. Hay que decidirse finalmente a recono. cer que detrés de la mascara del fundamento su eterno, intemporal y universal, no hay mds que el o que intenta disfrazatse de absoluto a eualqui ‘Sustancia, esta medusa, este agujero en la conciencia, no es més ue un ser o que varios seres que procuran inventarse, imponer © mantener su dominacién y su poder. Bl abs jor dicho, el fundamento absoluto, no son nunca inocentes, ni puros ni transparentes. Son el designio y la forma de un cierto poder Podrfa decirse, en consécuencia, que los derechos humanos (asf como el derecho en general) son el products de las'luchas,- Jos olvides y los azares de Ins rel:ciones de poder ¥ dominacién. En el espacio de la modernidad, esta chispa que se desprende del choque de las espadas, tiene lugar como parie de la l6gica del mundo del eapital, Pero en esta Kan lad de elaborar una pro- fectiva.66 Asumir esta Mento de esenctalis- ismo absoluto de los ‘Sin perjuicio de lo seftalado, no hay que asumir tampoco gue el fundamento a secas, la fundacién o In matriz de tins ste. No hay que confundir el fundamen- ‘erto orden con el fundamento absoluto. Ideas habrt pre, en tanto esta forma humana que conocemos eo existiendo, No habria que renunciar emtonces a la tarea, siempre 06 CF. Ranosst, Eduardo, Como teorgar acerca de fas derechos 206 Algunas notes erica, en Pisani Alicia (coord), Pensanient sobre derechos umanos, Buenos Aes Eideba, 1996 p38 | mecesaria y protectora, dela bisqueda, la prop: ign o la construccién del fundamento, Mas que el fandamento de los derechos humanos, seria necesario admi que se pueden proponer varios fundamentos posibles puesto que cl fundamento ~menester es decirlo una vex més~ no atra humano una vez que se de: renacer aun mundo const os y deseos. Solo cuando se wuelve a nacer luego del duelo del vacfo, se puede recomenzar y refu tral de esta idea y de esta prctica, de este objeto de la moder- nnidad y de esta rareza de los tiempos: de lo que se trata cuando se abordan los derechos humanos es de la vida y de las maneras e las ideas que se asocian a ella y de sus modos de in y reproduceién. La vida y sus alrededores, la vida y iay las vidas posibles. Dé abt que habria que reco- que hay fandamentos y no solo ya un fanda- renuncia al absoluto, porque encierra y limita, y finalmente, la necesidad de imaginar el fundamenta de fundamentos. ¢Pero es realmente posibte un desarrollo de este tipo para esa invencién denominada derechos humanes, tal como la hemos heredado? Un nombre o probablemente dos deberlan ser citados, entre otros, para presentar de manera més honesta mi composicién del problema: Friedrich Nustzscue y Michel Fovcavit, que me ;ntearon el problema dela jumano pero también de la so mévil, La nocién, ‘ur Macht) es sirve mejor para reconstruir un fundamento variable y mt de Ia teoria y Ia préctica de los derechos human resupone asimismo un fundamento mévil ser humano. Como lo deefa FOUCAULT a prop Ja formacién del sujeto moderno, "en Nietzsche, se encuentra parece que son 2 ar TU RMENRON FINENESS a QS ugloe1ouo8 wpes ap soysarap soy ‘spwopy onyna & ‘guiosa1 onb ey163) eis9 ap UoIDUaAUE e| ap eIqusuod “OL Sou so] ajueanp sapeuorreusoy | 8 audse onb upiaezypemcoouoa WOU epLay ap ‘wsuID9p eupod oseoe £ 4 2p cas oXesus opor ‘exoiy ugnisono msg ’,oysarep ap suoFoe.oUeS,, sv] op eioyyiaut e] ofeq sepeznneg ‘sepenedas sepodaye us upouz p eISueUF ap vareUr anb ‘oWUNWUIDeL ap 2}, yey, 2un & ayuras anb enuas ojund un “Souetiny soxparsp soy ap spweid ef ap aseq e UD "uyyso pepusa ns { seuiSyua sus ‘owiapou orafns fap upseusi0} eT ‘ody 2189 2p up!oon.qsueD wun 2p zyuaND B| UD J9¥9 OU “souBU sousazap so] ueumna] anb seoyosojy sarus}1i09 se] any 2 svorpyinf-oopyjod seysomy se] ap £ soquoyuresuad so] ap eoceut | uadeq OF OWOD [er ‘ODUOLID TIUSUIpEAL BIAS gp'T21205 O| -eayid of ‘coy1qnd of ap sex2yso se] “eyo|cui09 spUt Y: 6 eda [a seu caod an svaps sej 40d £ ojefns jap sesioa) se] od sen sound ua uvoqidxa 2 sotreumy soupar9p sof ‘pepjayiaodso ne v osed ‘onb spur zon eun seKexqns ouesaoau sa ‘reRny Jouitid ust ~ . ‘SOUBUMY SOLParap SoUrEUTET] AND o}9{40 as2 10fsUa sepuoypide 9p uy [2 woo ‘iaoouo.a1 ‘epeu anb sayue ‘oysandns 3&2 --PU]UFOp Bf 2p eHDdWy eUATe Cun ua 281 Loins = ——r (046 ¢ 'wapra7 gy 129 sma ‘sz6/-06) 11 aN ‘mand 79 “cis p61 ‘pr S139 19 sg a ut 5) 12 ptpe or) tod seradns ‘sezipunyoud refeqy -mayIp ap enB eUN oLADd +n yuesaoeu vues anb sape) Uo sopiqiouad uos arduiats ‘woIsion“uo|stay ‘pmyna|dusoouy ‘cron UD 9P 9498 BIS9 e UPIDeIaL UOD s=LIOIS -282e1p op opoue souorsang seundje mabe seaquejd waren ayy episod yu sezaradse ap u2oare> ou an ‘aiqumpnroour o£ itstoaur wap oBreure orn f £ wfopered x) ofeq o seytoo ony woz “SOpetepio seurnbse ua ueluesaill a¢ anh soxntcod ‘Séanovud ‘séapr ap aos vun wo gooquiasap sou ~euiny soypa19p-soj 9p oanyjodorsos-Koatipiiy ofonresap [a (ofapow jap sapiog sop) esaysa vy ap a}oyyzadns v1“ Tesoqun jeanyjn9 worsezqUEayTEN Lap ‘Bums ua "eoUDIO Bf A uoIsardax Bap “ugIsardo Ef A UpTD uo3 wounu Lpspod jod o1otazafs owo> epend epi, ou Soueumny soyparap Soy anb ‘erfay1dx9 00) ‘wroueut eso 2p ojos sq #14 sruaurentioaye asuezijeal epand oyoaiap reno o ye seen So, ua souoroerats & soxpaus ‘sauofoypua Se] ap woroEneno Uy ~eueduiooe yiso ou 1s wrsueyoduy eundury gxpueI OU SOLE soysaiep so].ep s9qqisod sonourepuny so] ap epanbsnq e7 -ugrs “Bik epe9 too £ opunos wpeo v wiojdeo anb epra ep snbe ay “ont “Ruoo orqures ‘ears peprond quaueuied upronjoxay sep & 21 ~woureoqun wpe pepran ap uproot ey:999 wun easy] anb X sopod 9p souoypepey sey ap syreynsar ef anb spur so ou “eaneyp Ud ‘anb ojafns un go’, ciuawou! epes u9 euoisty ef 20d zepuny ¥ cr -yona 4 opepuny vise anb £ ‘ex «rInvanod j9 2] voung anumpe Uys ‘raqes op odts ons ‘ootapisty Sist|yue [9 “ousyu suo O1afns op UoTDeNLI03 v| 2p O94 -9n9Ty SISHTPUE [9 EMIOQy9 anb osinosIp ap adn uN sqwouTeANDa}9 Is como derechos de " ; los derechos econémi- ‘ociales y culturales, como derechos de cién’, y los derechos mds recientes o derechos-solidar derechos de “tercera genera Ademés, cada generacién supone un espacio publico ~como garante de los proteger los derechos de todos, esto es, naturalmente, los derechos civiles y politicos. Es el modelo del Estado mfnimo. Al contrario, los derechos de “segunda genera- cién” exigen un Estado asuntos de la sociedad ipo de cuerpo cobra exactamente el fernacional? Ante qué instituciones puede exigirse el respeto y la garantia de estos derechos? Dejando cle lado la cues én del tiporde espacio pablico sup “tercera generacii dos generaciones re abstencién en el caso de los derechos de “primera generacidn’ y de intervencién y accion en el caso de los derechos de “segunda uae Parte, dos notas suplementarias se agregan a las as cle los modelos politicos que garantizan los vas a la naturaleza de las normas tienen y a su exigibilidad, wales estén contenidos en normas con cardcter “programético” y requieren, en conse. carinno7 2a betes 5s nacionales 0 cuencia, una reglamentacién ul Son concebidos como derechos de Ta motion ‘realizaci hes, conceptos crréneos y contradicciones respecto de la praxis de los derechos humanos. El rasgo més saliente es su clara n con la propia teorfa que sostiene los derechos huma- nos pues, en la medida en que estos son pensados cesdle el pi na expresién posterior- como les, interdependientes e interrelacionado: nacionales, para aplicarlos y para ? ¢Cémo se puede insistir en ia par- laridlad de cada generaci6n cuando todos los derechos como tanto construccién histdtica del horizonte pr modernidad, es cierto que la teoria de'las generaciones de dere- chos hace alusién a una periodicidad con: indo de lado todo tipo de disgresién si los derechos fueron consagra ternacionales o fi se ismo hay teéricos vigndose de una metéfora arqueolégica en lugar de hal ‘capas” de derechos humanos. La idea de interesante pues presupone la idea de acumulacién y complementariedad a la manera de la nocién de “estructura” mo, es decit, de un todo que esta le partes complementarias, lo que presenta, sin embargo; algunos inconvenientes al concepto de derechos humanos como un objeto tinico y exclusive. En suma, el problema plant por la filosofia de la historia que puedi toria de los derechos humanos reside festa puede tener sob: 7 -ojoisodstp se] anb v aseq ua jerauag ealquiesy ej u2 ugjadope AS Ie} ap oprusrsqe UBIqey os suIstUMLUOD sosjed sol :UINg na iqey 9S SoysaIap ap sodrul sop ]OB|at ¥] axqos areqap Jo 'soUBLUNT] sOt|Da:2C 2p [es soyparaq ap vadont 50] u2 0 vuaoiu vonyjod ¥| ap oBanf je ue sajeam ‘sosjumguosg soysai9q 2p o}9eg [9p a}uaND9y oD0d Antu UD -v2oauy vj us apisau sopepifaldiad se] ap eun ‘Pej a4op soiso ap ug!aUjoIA vv 2]Uay SodnAB O sony -eredas 2p soxnoaya sompout 192210 n 53} peseg seanven itp sexdope ‘souoromnsu09 se ume ap wy j2 HOD seprpaut sexuOI ened Os -e2e} [9 (q) onb oduran ows ye “sooryjod & sopiatg sousazeq 2p ore [P U9 So1Ieq pp] S0| oo soperedinio> ‘sajeIm]M9 $9] ~ejoog ‘Soa wouodg soysared ap o19eq fe Ue Sayre era SOPEISHL Zbl “O0OT >P oz1eUK Ua) soowgUODD A sapeIDOs SOYD2IEp So] ap dua ews Bap & sryese owsiu fap oquetutUarUeW [2 sod 8359 “sone so] op wjzoSeur Bus “w1POULIOVU Ugiaisod ap suzans eun uareidope sowteiqod so] ap eyoceur “ooiurppeae fp ow109 oonPUOKdrp osinosip [9 outs opelt souianx3 Sop s0}89 anita Soui}9exre4 anb w 2594, 1K sayiago Soypauap soy ap erouerioxuy e[ smuasip ered venox9 gun soaijo £ "eeose ue nu v yULOUOS ef uo OpeisT [Pp worDuanioruy e ap uorDeayTsnf ¥] Uoo sopearaut 5234) SO] 2P ojuaqueuorsuny yBUSOp ‘TENpLAIpU PEAQH v] ap 2008 P Progye safe uo soyeren, “(or9HNse opnuas ua) soyDarap Oimjosqe us uaknyNsUeD OM sooyuLgUOD® £ saje_Os soq>ar9p so] anb eunuye anb up.o|sod ey soureuosus “OWaNNxa 0.10 [9 Ut esoroquyfeue wos £ aiquiey ap uorenus sauamb e uprsasdxo op “son{29joua19 sou wbassof eun ep souraigy uo soonyjod £ sajiar> soyparap so] ¥ sarouiadns nos soyparap s 0s anb uojoisod vy sourenuioou ‘ouranx@ tm Ino £ sapets0s “soxzuroase soxsarap $0} anb at omyas as epee aon ap uomoy ap euros SupperpOG 1, «479 do Sng ‘wanosuves & yousg wove py ‘susuresyjoodso spur ‘< ‘souemmy soyoaiap so] ap oye¥> sm ~8i89 [9 22905 opIpizap £ opungord opronoesop un e3]no0 [euL10} ‘osuasca ais anb 9p oprouaauo o1s9 “aitimsqo ON ~weqoduar eusrur e[ sojopuyaioio £ peplenst ap aid uo “ees inba £ eapeymba wioueat ap ‘atuowipeqoys sopreren aqap feuors seusoiur peptunuo vy “sopeuorseyaurayut 2 sartioypuadopioyut ‘solqisiarpur ‘sajesroaun, pun, : iod sepeidope seiqujed se] unas ‘wos ‘soysarap sis owlod Jse 'so19eq Sop so] 2nb JoUID}SOS UB 23sIsUOD ‘souoronjosas sesozouinu ua seouorua apsap wpetzea. ary an 4 soueuiny soysoieg 2p [esianjug uprseej99q e| v eyUOULad 3s enb sojeuoyoeurayur sovorseznuedio se] ap X sopeisg So 2p ‘um uo soprun repanb sodni8 sop anus po. 04) .0PI2aYO, aUaUISArOUDe OT ep uoroe| “hue 2] ‘Piouanoesuos ue & ‘oonsjad of ap eiqortew op soundapitt so} ap up}onpas ey 100 owOD a1uaMEpidyx UPIpL: ‘sejsiuorsiaaut 9 suystazoye ap arred sod 07 ovresenou so “epundas e] & erousad P| ap Sof anua 2ytaurperpodso oy SUNVHIIH SOHD3290 90130 NOONAN VI jOUANLOD B| ep Lz O[NI}UE [2 ‘SoIJOd { SAINI soyD “219g 9p euoFSEUIETUYY OVDeE jap p O[NONTE [a ‘oyUNd aIsa aIqos joadso sys aseipyuon “(soyraiop sersa ap upfooar0zd e Kaiquou 1. 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