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| ViCTIMA DE LA BANALIDAD | Loca Morena Digitalizado com CamScanner Durante un debate con unos estudiantes sobre la construccién semistica del objeto de valor, expli- qué en qué modo la disposicién de una boutique de disefador situada en la Place Vendéme de Paris sacaba provecho de los cédigos de las tiendas de joyeria adyacentes, de tal manera que las prendas en el escaparate de la boutique eran mostradas cual objetos preciosos. La pregunta que con mayor frecuencia hacian mis alumnos era: ‘Por qué las prendas de prét-d-porter se venden al mismo pre- io que las joyas preciosas?” Le pregunta es relevante, ya que plantea cuestio- nes bésicas acerca de la comprensién del lujo contemporaneo. El valor de estos objetos no deri- va tan sélo de los materiales con los que estén realizados o de su manufactura, sino de una espe- cial relacién entre estos factores y la significacién cultural del contexto en el que son producidos y recibidos. Esta es una definicién de valor aftadido que podria aplicarse, de manera bastante intere- sante, auna obra de arte. De hecho, podria decirse que ciertos tipos de articulos industriales se han apropiado (al menos en parte) de una sensibilidad artistica tradicionalmente reservada a las bellas artes’. Esta transformacién ha afectado al merca- do, aunque es integrante también de un proceso mds amplio de cambio social. Durante los pasados siglos, el poder pasé de la nobleza (que tradicio- nalmente legaba sus bienes a través de las gene- raciones) a unos grupos més dindmicos en los que la riqueza tenia mas movilidad y los valores se tenovaban de manera constante. Esta categoria de le poblacién en expansién andaba continua- mente en busca de nuevos puntos de referencia estéticos con vistas a posicionarse en una escala social en constante movimiento. ¥ el “creador” se hallaba en una posicién ideal para ofrecer estos indicadores*. Por tanto, el incremento cuantit de esta nueva élite social (la burguesia industrial 01,02 interio del Prada Epicen Nueva Yerk 2 VICTIMA DE LA BANALIDAD moderna) coincidié histéricamente con ol naci- miento de la alta costura y dol disefio moderno?. En estas circunstancias, los productos industriales se convirtieron on los principales medios do trans misién del valor artistico en la vida cotidiana, Un proceso similar afecté también al mundo artis: 0 a inicios del siglo pasado. Por una parte, los artistas* estaban explorando nuevos modos de hacer que los objetos comunes entrasen on la galeria de arte y, por otra, los nuevos “creadores”* estaban realizando un esfuerzo ingente para hacer que los valores artisticos saliesen del museo y se incorporasen a la vida cotidiana. De entre ambas tendencias, esta ultima es la que probablemente se ha mantenido més en linea con las sensibilida~ des contemporaneas. Hoy en dia, parece més rele- vante forzar al arte a ir mAs alld de las restriccio- nes impuestas por las exposiciones en las galerfas que encorsetar la ereatividad popular dentro de los museos, lo que, probablemente, est4 relacio- nado con la simpatfa estética posmoderna por to periférico y lo centrifugo. Esta energia centrifuga, que empuja desde dentro hacia fuera, no deja de estar relacionada con lo sucedido en los medios de comunicacién. Primero fue la popularidad ampliamente generalizada del radio-transistor en los afios cincuenta, que permi- tid a los jévenes urbanos escuchar la musica que ellos querian, lo que les llev6 a expresar sus dife- rencias estilisticas y a independizarse de una vez por todas de la uniformidad sartorial existente entre generacionest. Una década més tarde, la propagacién de la televisién nos hizo creer, de manera més 0 menos candida, que las imagenes que se movian sobre aquella superficie luminosa podian sacar a la luz cosas que se hallaban dis- tantes o escondidas “en el centro”. Sin embargo, Wegaron los medios electrénicos, y ese razona- miento basado en la superficie cedié el paso ala légica de las relaciones. La fragmentacién de los medios portadores de identidad se intensiticé y se generalizé gracias a las tecnologias digitales, lo que llevé a Lev Manovich a utilizar la expresién “espacio aumentado” para describir un contexto de la comunicacién en el que la informacién es omnipresente y se puede acceder a ella en cual- quier momento a través de medios variados*, Se- gin Manovich, un ejemplo simbélico de espacio aumentado es el Epicentre de Prada en Nueva York’, que desarrolla la identidad de marca de manera relacional e interactiva. De hecho, los puntos de venta de las principales marcas como Louis Vuitton 0 Prada’? son un observatorio ideal para medir la transformacién de la comunicacién de la identidad en el mundo de los articulos de lujo. El cambio es visible precisamente al nivel de las estrategias relacionales y abarca desde los escaparates (entendidos como ventanas sobre el interior 0 hacia el interior de la marca, a escala personal) hasta la totalidad del sistema arquitec- Digitalizado com CamScanner | a pation. 2006 | | “4 LUCA MARCHETTI ww tanico entendide ooMo UNA PLOCKAMA UTHARA, | Wee ho eataavon move donde ala facia ia periterla, 0 tn ot paisaje de la noua, Lom noOBROLIOn guy t Eo ot Ptidedigno de oate movimento, Ademde yg teat tet como aigniticantos Ungiations,w tavdy syPamat son presantados como algo Uninnl ny det fedora naturaloza como objetos alyniticn que Meh satalites dol universo do ta indumontaria, De. son ecu proximidad al cuerpo, ln indumontatn ny poretbida como una protests personal, unn oun. perejel protectora sobre In quo vacribinos niga. de Pisignos de idontificacién; por ol contrarlo, un ros goria posee todas las caractorsticnn ‘dol acetpo independiente. Como un electrén on una currectura atémica, el accesorio ost conoctado erimgividuo, pero puede ser separado de bste con ae tidad: es un objeto de intercambio que s0 doja serigan sitio, se presta, se da 0 se pierde, No es Pete una ampliacién del cuerpo, semejante a las teendas, como la materializacién de nuestra rla- ién con el entorno. 5 No estamos acostumbrados a considerar los acce- sorios con una mirada critica; los recientes estu- dios sobre moda, que son poco frecuentes, tratan principalmente sobre las prendas. V, sin embargo, El accesorio de moda esté ganando terreno, tanto comercialmente como en su valor representative. El enorme incremento de los accesorios que en ocasiones se presentan en variedad de estilos, ‘como para contrarrestar las cada vez mas sobrias, y estandarizadas modas del prét-d-porter les conferido un valor simbélico que en tiempos sélo posefan las prendas. Por ejemplo, los bolsos de gran tamafio que se vieron en las colecciones del afio pasado, desde Givenchy hasta Dolce & Gaban- na, son signos evidentes de esta transferencia de poderes; puede que no causen un gran impacto sobre el mercado, pero son muy importantes en términos de comunicacién especializada y de los productos de la imaginacién de ella resultantes. Bastante alejado de la mera cantidad de acceso rios, un vocabulario expresivo se ha desarrollado ena actualidad en torno a ellos. La apariencia de! accesorio es, hoy en dia, menos funcional y més inarrativa, y ya ha sido comparado con el adjetivo o el adverbio dentro del lenguaje de la moda”; aho- ra, sufinalidad es contarhistorias, del mismo modo que lo hacen las prendas. El bolso Kelly de Her” mas, disefiado en tos afios treinta, ponfa el acento en las asas, on el cierre y en la funcién del bolse como contenedor: esto es comunicado mediante un uso literal de los cédigos que hacen que Une familia de objetos sea identificable. Por ta part. tl bolso Gauche de Dior juega con la tegibtidad @ ilegibilidad) del producto mediante ot juego foe" rativo y pléstico que rehuye los cédigas habit” les de la categoria pero que toma prestados cé gos de otros mundos, como el de la fabricacist de sillas de montar, También difumina (@ relaci6n 7 _——al Digitalizado com CamScanner — elementos que estructuran el objeto, {Luso de una llave metlica, por ejem- icacién funcional ninguna, y ie este modo un efecto de trompe l'oeil entre sstratos det bolso. Es posible que *retéricos” rayen en lo conceptual, Sino es el caso de La pulsera con forma de grillete fe la eoleccién de invierno de 2004 de Helmut tng. © el de la asociacién entre los fabricantes Ge bolses y los artistas contempordneos, como lade Vuitton con Murakami o la de Longchamp con Tra cey Emin. entre 108 Utilizando la triada de Donald Norman para des- ceribir la experiencia del disefo, es posible enten- Ger los recientes acontecimientos relacionados Gon los accesorios como un moderado desplaza- mniento desde el nivel de lo conductista hacia el nivel de lo visceral-reflexivo®, lo que significa un mayor grado de expresividad y un grado superior de ebstraccién, El nuevo potencial seméantico del accesorio y su propensién a circular con facilidad entre una comunidad de individuos hacen de él uno de los “mundos intermediarios” que Gérard ‘Chazal denomina “interfaces culturales™”, es de- cit, aquellos elementos mediante los cuales los propios componentes de la cultura son transmis iados. Con relacién a esto, lanat za especifice del accesorio de moda surge de sufiliacién con el lujo, un asf llamado sector “aspi racional” que cristaliza las ilusiones en la obten- cién de la gratificacién personal o social. Ya que definimos el impacto de un artefacto sobre una sociedad determinada basdndonos en su presen- cie, posesién, exhibicién y consumo", el accesorio puede ser visto como un vector de valores que recibe una atencién especial. En esta linea, Paolo Inghilleri, un especialista en las culturas materia- les primitivas e industriales, sefala que los obje- tos no sélo transmiten representaciones simbé- licas relacionadas con su apariencia, sino que también “emiten informacién: inducen acciones 0 comportamientos que pueden atemorizar o pertur- ber, crear animosidad entre la gente 0 aglutinarla, ohacer que los individuos de una comunidad cam- bien de manera de pensar y de sentir“'*. Cuando un artefacto nos “compele” a hacer algo debido a su aspecto o disefio, los semidticos especializados en objetos se refieren a él como “factivo"™. Esto ‘ecurre, por ejemplo, cuando un bolso provoca que realicemos una maniobra inusual para conseguir colgérnosto del hombro, o cuando un par de zap tos hacen que la persona que los lleva camine de un modo especial o, sencillamente, cuando un accesorio comiin nos obliga a dar un rodeo cogni- tivo para entender su modo de funcionamiento”. Ya que el accesorio es tanto signo como cuerpo {isico, ta misma acumulacién de experiencias de @prendizaje puede extenderse a lo perceptivo Bropioeeptivo, La identidad de un accesorio depen ¢ de muchos factores, entre ellos su peso, textura ad VICTIMA DE LA BANALIDAD Campato publctaria para ios bolses da Longchamp ralizada por Tracey Emin, 2008 oF Innate Boleos de Dory Fendt para tléfonos mais, disenadas pata Celux Stoede Tokio Digitalizado com CamScanner ‘a, constrifie temperatura, pe secesorio y el Aue tenga t 4 Se ig ceei a Sendlog E1ee"8 Fa exer econ habla 48S rativa se llevan sobre el SU0/E Tgporamos sobre nos: aque cada unc de nosotros £88 a1 fundamental tros miamos y Sesempena apariencia sattO- ts mca en a APNE Tat, Sin embargo, Pe ablar” al cuerpo Cuan accesario puege arp Ja mucho més allé de 18 Sica yeu ttn dea dimensign estétic a isola aptitud para percl misamstc dt a er igad del objeto es espe itr nee an tade pov alidad del propio cuerpo: los contorno us stereos de un bolso,eltacto sedoso den cintus See eeero. el cautivador aroma de unas botas de ents entibiagas por un parde piernas: se trata de cae Sensvalidad sin principios morales ya que ha ste eesplazada desde el cuerpo hacia el objeto y Sie por tanto, se hala libre de los tabies flsicos. Elacto de aceviclar tocar, apretar 0 ponerse algo, fely como se practica sobre la piel inanimada del secesorio, es un simulacro de lo que podria hacer- te con lapiel de una persona, desdibujando ast las tronteras entre el objeto y el cuerpo. Esta dimen sign sincrética entre lo animado y lo inanimado se halla definida por la sensacién’, y es particular- mente relevante cuando materiales como el cuero, tl létex o la silicona intervienen en esta confus sién. En la actualidad, el accesorio de moda estd evolu- ‘cionando hacia un_artefacto singular, un vector tanto de le identidad como de le percepcién. Por tuna parte, es la interfaz cultural entre el "yo" y el resto del mundo, un medio de transmisin de valo- fes, conocimientos y habitos. Por otra parte, es ‘una zona fronteriza entre la propiocepcién corpo- raly la exterocepcién de lo que se halla més allé. En la mayorla de las ocasiones, alimenta lo que Paolo Inghilleri define como un “materialismo ter- inal’ cuya nic finalidad es ls posesién de bi 3S, Por oposicién a ur terialismo inst {Rs Pot oposicén aun ‘materialism instrume onsecucion de abet Secieles™. En apariencia, lo nico que falta entre “gala visi més integrada y orgénica de la Bees idianos que sucumben con recuencia a su propia banalidad, tant \dividuales co “6 LUCA MARCHETT ‘significado y que conduce a la ce [essa Versus De iiyle, beri evitarcl e lurary ater F Math, 2004 2.tbie 3 Charles Frece’ thesture laertenen tiensle ee elloera Gelfabricante de mobiliario Gebruder Troret A Lacbrade Marcel Duchamp exun buen ejensiod process 5.Untérmino que u! elsentido mis aralio, con felecién a todos os sectores delas artes aplicadas. 8 Domenica Balgini, MT¥: “Iinueve mondo della televisione’, Castelvecchi, Roma, 2000. rowita, No Sense of Place, Oxford University Press, Nueva York, 1985. 8 LevManovien, The Longuege of New Media, The MIT Press, Cambridge, Massachusetts, 12002. [Versién castellana: El tenguoje de los nuevos medios de comunicacin, Ediciones Paldés Ibériea, Barcelona, 2005) 9. Lev Manovich, “The Poetics of Augmented Space: Learning ftom Prada", en ww manovich. net, mayo de 2002, 10. Tengo en mente la Boutique Louis Vuitton situada en los Campos Elisecs de Parfs, ola tenga Praca en el dstrite de ‘Aoyama en Tokio. ‘M1.Alisoa Lurie, The Languoge of Clothes, Random House, Nueva York, 1963, [Verein Ibérce:Bareetona, 2002) 12. Sepin Donald Norman, lowaceratcorespondeat ae Susearacerstinstontbes, isconductistaat nivel de uso yunelony alent, Uoretteshounelnivelde conect Véese Emotional Design Basie Books, N a "eerie, Barcelona, 2005.1 planteam cosas" se halla enelentis de a ileeotia de Maris Peeniola,wéase Ise Yrama Editorial, Magri, 1998) 20. 1b Digitalizado com CamScanner VICTIMA DE LABANALIDAD a Digitalizado com CamScanner

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